Está en la página 1de 6

Sobre el concepto de ciudadanía: ¿una senda ilustrada?

Pilar ALLEGUE

INTRODUCCION En este fin de siglo, los movimientos migratorios,


la crisis del estado-nación, los estados plurinacio-
En el alborear del tercer milenio tenemos retos nales y la construcción de la ciudadanía europea,
que cuestionan las viejas instituciones nacidas en entre otros factores, nos obliga a cuestionar, anali-
los siglos anteriores; conceptos que surgen y repre- zar y replantear uno de los grandes conceptos de
sentan a Europa, entendiendo a Europa como ger- nuestra cultura occidental.
men de unión de los diversos países y culturas, lu- El trabajo consta de tres partes: en la primera ex-
gar de unión y desunión de la diversidad. Lugar y ponemos desde textos de Locke y Rousseau su
tiempo de comunidad dentro de la diferencia fueron presencia en la Declaración de los Derechos del
los siglos de la "modernidad". La modernidad, para Hombre y del Ciudadano del 26 de agosto de 1786.
mí como para otros autores -entre ellos Ferrajoli- En segundo lugar, seguimos las huellas históricas
nace con la conquista de América'. Este autor afir- de pensadores como Ferrajoli y Marshall. Por últi-
ma que a lo largo de ella "los debates y reflexiones mo, concluiremos con la postura que la defiende
de los teólogos y juristas españoles del siglo XVI como un bien primario, tal como la entiende J. de
s
diseñan las estructuras institucionales del mundo Lucas, en el mundo diverso en el que vivimos .
civil..."2. De tal forma que conceptos como derecho
de gentes, ius gentium, soberanía, ciudadanía, ...
tienen aquí su sentido actual.
Los siglos XVII y XVIII consagrarán estas institu-
ciones. Sin embargo, los cambios políticos, socia- El término ciudadanía puede tener, fundamental-
les, económicos y culturales -el nuevo "contex- mente, dos significados. Por un lado, hace referen-
to"- nos obliga a revisar los "textos". cia a un estatus que atribuye derechos y deberes.
En este trabajo pretendo tratar la ciudadanía co- Por otro, a un conjunto de ciudadanos/as que com-
mo "senda ilustrada", porque es uno de los con- ponen una nación.
ceptos claves de las democracias. Un concepto que Puede asimismo, significar nacionalidad e incluso,
adquiere gran fuerza en los siglos citados y que la estatalidad. Entendido como estatus se opone a
Revolución Francesa abanderará: citoyen frente a súbdito, o bien a extranjero, según lo refiramos a la
súbdito. Los súbditos dejan de depender del rey y política o al derecho. La mayor o menor participa-
6
se convierten en hombres con derechos, en ciuda- ción en la vida pública determina su desarroll0 •
danos y "entre todos forman el sustrato social des- En la modernidad los teóricos del derecho natural
de el que emergerá el único poder con suficiente entienden los derechos de la ciudadanía como dere-
legitimación ..."3. La ciudadanía es una conquista so- chos naturales y universales, que corresponden por
cial y política. Pues, como miembros de un estado, ser miembros de una comunidad política. Por tanto,
además de la condición de nacionales, tienen la según Ferrajoli, el "universo" jurídico-positivo de los de-
consideración de ciudadanos. El individuo es la rechos del "hombre" coinciden con el ordenamiento
centralidad del pensamiento. Es el tiempo de la interno del Estado, de tal manera que terminan con-
exaltación del individuo. fundidos con los derechos del ciudadano. y, si bien la
Actualmente, uno de los teóricos de la ciudada- ciudadanía actúa en el interior del estado -en princi-
nía, Marshal, dice que "ciudadanía es un estatus pio- como base de igualdad de "los iguales", hacia el
que se concede a los miembros de pleno derecho exterior es fuente de discriminación y privilegio con re-
de una comunidad". En esta definición el ciudadano lación a los no-ciudadanos7, porque estos derechos
y el hombre se identifican en un territorio con los universales -inicialmente-- están codificados con
mismos derechos civiles, políticos y sociales. Sin normas de subordinación y exclusión. Se es ciudadano
embargo, esta es una ciudadanía pasiva, que exige frente al extranjero.
un estado de bienestar liberal-democrático. Existe, Observemos cuál es el sentido del término en la
en donde existe un estado de igualdad formal, y su Constitución española del 78. Ciudadanía es un vo-
desenvolvimiento coincide, curiosamente, con el cablo polisémico, que se utiliza en tres sentidos:
auge del capitalismo, que es un sistema de desi- 1. Como persona o personas con capacidad ple-
gualdades'. na para ejercitar los derechos políticos (arts. 23 y
68.5 CE). Condición o cualidad que se aplica a per-
I Ferrajoli, L.: "La conquista de América y la doctrina de la so-
sona física, mayor de edad y capaz.
beranía exterior de los Estados". En Soberanía: un principio que 2. Persona perteneciente a comunidad física na-
se derrumba. Aspectos metodológicos y jurídico-políticos. Bar- cional, sea o no española (arts. 18.4, 30.4 Y 53.2.
celona, Paidós, 1996; pág. 145.
2lbidem.
3 Bias, A. de: "Ciudadanía". En: Enciclopedia del nacionalis-
mo. • Lucas, J. de: "Contra el racismo institucional". En Neolibera-
• Marshall, T.H.: Citizenship and social class. London, 1992. lismo versus democracia. Madrid, La Piqueta, 1998; pág. 341.
Traducción española de Pepa Linares: Ciudadanía y clase so- • Bias, A. de: : "Ciudadanía" ... Op.cit.; pág. 81.
cial. Madrid, Alianza Editorial, 1998. 7 Ferrajoli, L.: "La conquista ...". Op .. cit.; pág. 165.

37
Asimismo, en Sección 2, Cap. 11,Título ICE). Este de 1789 se proclaman solemnemente dos realida-
"forman parte" viene dado por la territorialidad. des: Homme y Citoyen, dos clases de sujetos de
3. Persona de nacionalidad española. Sinónimo derechos, desde el punto de vista jurídico, político y
8 sociológico. "Los derechos civiles: libertades perso-
de nacionalidad, opuesto a extranjero .
Históricamente los tres significados están unidos. nales, de pensamiento, de creencias, de posesión,
Es un concepto que, por un lado, nos incluye en de justicia, de firmar contratos ..." son propios de las
los derechos individuales y, por otro, nos vincula a personas. Los derechos políticos son propios del
una comunidad particular. Hoy está situado en me- ciudadano. A él pueden sumarse los civiles, pero
9
dio del debate entre liberales y comunitaristas • los derechos fundamentales pierden su universali-
Sin embargo, tanto desde un punto de vista dad si se confunden con los del ciudadano.
"cuantitativo" designación de los miembros de la En la Declaración de 1789, su artículo 1 dice: ''to-
ciudadanía, como desde el punto de vista "cualitati- dos los hombres nacen libres e iguales en droits", el
vo", es decir, desde la definición de sus contenidos artículo 2 habla "de los derechos naturales e im-
normativos, la noción de ciudadanía tiene como so- prescriptibles del hombre, identificándolos con la
porte los supuestos individualistas de la teoría libe- libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la
ral clásica -opuesta a la concepción de los anti- agresión", los artículos 7, 8, 9 Y 10 incorporan ga-
guos clásicos, que se identifica con la pertenencia a rantías, del habeas corpus, penales y procesales,
la polis'o-, a pesar de que su actuación es dentro únicamente el artículo 6 atribuye "derechos políticos
del Estado moderno, es decir, en una organización al hombre en tanto que ciudadano".
política territorial y burocrática". "Derecho a concurrir personalmente o por medio
Puesto que nuestro título cuestiona como la ciu- de representantes a la formación de la ley como
dadanía es una senda ilustrada, será útil recordar expresión de la voluntad general", y "de acceder a
los lugares clásicos en este caminar. Veamos: todas las dignidades, puestos y empleos públicos
1. En Grecia, la polis nace, según Platón, de la sin otra distinción que la de sus virtudes y la de sus
necesidad que obliga a los hombres a unirse y des- talentos"'4.
de este auxilio mutuo -recíproco y en este sentido Los soportes filosóficos de esta declaración son
igualitario- nace el Estado'2. El habitante de la polis Locke y Rousseau. Examinemos algunos textos en
-el político o ciudadano- lo es por nacimiento. La estos dos representantes canónicos de la concep-
poli s es una comunidad, con iguales valores y len- ción de ciudadano. La primera proclamación de la
gua además del mismo territorio. inviolabilidad por el poder político de los iura innata
Aristóteles entiende que la ciudad es un "conjunto del hombre es conquista de la escolástica española:
de ciudadanos" pero en la política nos obliga a in- serán los teólogos y juristas del siglo XVI los que
vestigar quién es ciudadano y a quién se le puede realicen la defensa de los indios, en sentido positi-
llamar de tal manera. Para este autor no se es ciu- vo, de las Casas y Montesinos; y con un resultado
dadano por habitar un lugar, ni siquiera por disfrutar negativo, por su asimetría, Vitoria y Suárez, de
de derechos jurídicos, sino que se adquiere la ciu- parte de los conquistadores. La concepción iusnatu-
dadanía por la participación en la justicia y en el ralista será la base de la construcción política en la
gobierno. De tal manera que sólo es ciudadano que Locke y Rousseau son figuras clave.
"aquél a quien está permitido compartir el poder de- Desde esta concepción de los derechos naturales
Iiberativo y judicial, éste decimos que es el ciudada- -innatos- Locke edificará una alternativa política.
no, el miembro de esa ciudad, y así ciudad, en una De tal manera que, en el Segundo Tratado sobre el
palabra, es el conjunto de tales personas capacita- Gobierno Civil (1690), explica Locke qué entiende
do para una vida autosuficiente"'3. por "estado de naturaleza": es un estado de "per-
La ciudadanía nace, por tanto, ligada a la territo- fecta libertad ... dentro de los límites de la ley de la
rialidad, a la participación activa y a una comunidad naturaleza y de igualdad" donde poder y jurisdicción
o sistema de valores excluyentes. Comunidad que, son recíprocos' 5. Continúa afirmando que es un
insistimos, posee un rígido conjunto de creencias y estado de perfecta igualdad en el que no existe ju-
valores para los iguales. risdicción de uno sobre otro. Y cualquier cosa que
Un estatus excluyente, ya en este tiempo, para las se haga para que se cumpla la ley, "será algo que
mujeres, los esclavos y los extranjeros o bárbaros. todos los demás también tendrán el derecho de ha-
Retomemos el término unos siglos más tarde. cer,a. Cada hombre tiene derecho a castigar y a ser
2. Afirma Ferrajoli que en la Declaration des ejecutor de la ley de la naturaleza"'7. Los hombres
droits de h'homme et du'Citoyen del 26 de agosto tienen pues, derecho a castigar y a buscar repara-
ción'8. De aquí nace la necesidad de la sociedad ci-
• Bias, A. de: : "Ciudadanía" ... Op.cit.; pág. 82.
• Kymlicka, W.: "El retorno del ciudadano. Una revisión de la " Ferrajoli, L.: "Dai diritti del cittadino ai diritti della persona".
producción reciente en teoría de la ciudadanía". La política. N.a En La Cittadinanza, appatenenza, identita, diritti. Roma-Bari,
3; Poág. 5. Laterza, 1994; pág. 263. Este artículo, "De los derechos del ciu-
o Zolo, D.: "La ciudadanía en la era post-comunista". La políti- dadano a los de la persona", ha sido traducido por Perfecto An-
ca"n.14; pág~ 123; ." .. drés y Andrea Greppi para Derechos y Garantías. La ley del
Zolo, D.: La cludadanla .... Op. Cit.; pago 124. más débil. Madrid, Tratta, 1999; pág. 100. Citaremos a partir de
" Platón: República. Madrid, Espasa Calpe, 1960; libra 1, pág. ahora por este texto.
83-85. 15 García de Enterría, E.: La lengua de los derechos. Madrid,
" Aristóteles: Política. Trad. de García y Jiménez. Madrid, Alianza, 1999; pág. 51-53.
Alianza Editorial, L. 111, 1275, págs. 107, 108, 109. Muy intere- " Locke, J.: Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil. Trad.,
sante es el estudio desde la metodología feminista, no andro- pról. de C. Mellizo. 1~ reimpr. Madrid, Alianza, 1994; 11, pág. 36.
céntrica, de Moreno Sardá, A.: La otra "Política" de Aristóteles. 17 Locke, J.: Segundo Tratado Op. cit.; 11, pág. 39.
Barcelona, Icaria, 1998. 18 Locke, J.: Segundo Tratado Op. cit.; 11, pág. 40.

38
vil y el gobierno que tendrá como fin preservar sus "Cada uno de nosotros pone en común su persona
vidas, sus libertades y sus posesiones, es decir, to- y todo su poder bajo la dirección suprema de la vo-
do eso al que dio el nombre genérico de "propie- luntad general recibiendo a cada miembro como
dad ..."19.Es la libertad de cada uno y la necesidad parte indivisible del todo ...". Continúa Rousseau:
de garantizar los derechos naturales lo que propicia "Los asociados toman colectivamente el nombre de
la creación de la sociedad civil y política. V, la razón pueblo y se llaman en concreto ciudadano, por ser
hace que surja el "acuerdo con los otros hombres, partícipes de la ley soberana"27.
según el cual todos se unen formando una Comuni- El pueblo va a ejercer ese poder a través de la
dad"20.Esta sociedad-comunidad únicamente puede Ley.
actuar "mediante la voluntad y la determinación de En el L. 2,VI, de El Contrato Social Rousseau, en el
la mayoría"21, he aquí la regla de mayoría como re- epígrafe "De la ley", declara que cuando se ha dado
gia de gobierno de las sociedades políticas moder- vida al cuerpo político, habrá que dotarlo mediante la
nas. El consenso, producto de la libertad de cada legislación, de "movimiento y voluntad,,28, porque la
persona, como acto de todos y como instrumento leyes como el acto en el que "todo el pueblo decreta
de decisión política es lo único que puede legitimar sobre sí mismo, sólo se considera a sí mismo ...". "Por
la sociedad civil el cual mediante el gobierno hará la lo cual la materia objeto de decreto es general, al
ley que garantice los "derechos naturales" espe- igual que la voluntad que decreta"29.
cialmente de la libertad y de la propiedad (enten- ¿A quién, pues, según Rousseau, corresponde
diendo la vida como parte de ella)22. hacer las leyes? La respuesta es muy clara. Son
De este modo los Derechos del Hombre van a ser "Actos de la voluntad general"30. Sólo el pueblo so-
defendidos y garantizados desde la sociedad civil. berano pude ordenar y lo hará como interés público,
Es esta comunidad donde existe cesión en parte de de tal manera que únicamente será legítimo un go-
esos mismos derechos de: igualdad, libertad y pro- bierno republicano puesto que ha proclamado "lla-
piedad, la que convierte al hombre en ciudadano, mo República a todo Estado regido por leyes"31.
devolviéndole parte de estos derechos civiles con- Por el pacto social cada persona se convierte en
vertidos en derechos políticos. "La tetralogía lockia- "cuerpo moral y colectivo ... y como persona pública
na libertad-igualdad-propiedad-resistencia a la resultante de la unión de todos recibe el nombre de
opresión se encuentra en el corazón de la Declara- República". V así "asociados colectivamente -con-
ción ..."23.Con Locke pasamos de una libertad natu- tinúa diciendo el autor- son el pueblo y, más en
ra como derecho natural de la persona a una liber- concreto, ciudadanos"32. Virtud civil y dedicación a la
tad institucionalizada en la cual el individuo pasa a cosa pública por medio de la ley. Son los compo-
ser político, es decir, habitante de una comunidad, nentes de la ciudadanía. Ciudadanía que se vincula
ciudadano. El individualismo es una piedra angular estrechamente a soberanía nacional. Este protago-
en la construcción de la ciudadanía, pero también nismo de la ley como expresión de la voluntad ge-
su finalidad: "Los derechos de libertad se distinguen neral, de la soberanía popular se recoge y consagra
así como el centro mismo del orden social y políti- en el texto del 26 de agosto de 1789, en la Declara-
CO"24. El individuo se convierte en ciudadano: un ción de Derechos del Hombre y del Ciudadano,
sujeto de libertad, constructor de una sociedad identificándose en la práctica estos derechos natu-
pactada a través del consenso individual, mediante rales como la base de la construcción social y polí-
la regla de la mayoría y sancionado por la Ley. Es el 33
tica europea y americana . De esta forma, como
nacimiento del estado de derecho liberal25. hemos dicho anteriormente, los artículos 1 y 2 de la
Locke ejercerá una directa influencia en Declaración de Derechos del hombre y del Ciuda-
Rousseau. Sus estancias en Francia, a causa de su dano postulan, como fin de toda asociación política,
actividad política popularizarán en este país sus la defensa de los derechos naturales del hombre.
obras. En El Contrato Social Rousseau da el salto e En consecuencia se transforman derechos pro-
identifica los "derechos del hombre y los del ciuda- clamados como derechos de la persona en dere-
dano". En El Contrato Social, 1. 1, VI, (pág. 15) dice chos de la ciudadanía. Este es el concepto histórico
con respecto a las cláusulas del Contrato: "Estas forjado en el Estado nacional. Sin embargo, pode-
cláusulas bien entendidas se reducen todas a una, mos pensar que en la concepción actual de la ciu-
a saber: la alineación total de cada asociado con dadanía la mayor influencia es la lockiana al unir los
todos sus derechos a toda la Comunidad. Porque, derechos individuales subjetivos con la propiedad,
en primer lugar, al entregarse cada uno plena- desde la libertad de cada uno frente al soberano y a
mente, la condición es igual para todos, y, al ser la 34
la ley, actuando por el bien de todos .
condición para todos, nadie tiene interés en hacerla La ciudadanía como estatus de pertenencia a una
onerosa para los demás ..."26.Más adelante añade: comunidad estatal y de atribución de derechos está
configurada en estos momentos desde un ciudada-
,. Locke, J.: Segundo Tratado Op. cit.; 11,pág. 41.
no, sobre todo, propietario.
20 Locke, J.: Segundo Tratado Op. cit.; IX, pág. 134.
21 Locke, J.: Segundo Tratado Op. cit.; VIII, pág. 111-112.
22 Locke, J.: Segundo Tratado Op. cil.; VIII, pág. 134. ZI Ibidem.
23 Rlals, S.: La déclaration des droits de L'homme et du cito- 2. Rousseau: Del contrato Op. cit.; L. 1, pág. 16.
yen. Parls, 1988; pág. 382. 29 Rousseau: Del contrato Op. cil.; pág. 36.
"García de Enterría, E.: La lengua ... Op. eil.; pág. 64. 30 Rousseau: Del contrato Op. eil.; pág. 37.
•• Locke, J.: Carta sobre la tolerancia. Trad. de Pedro Bravo. 31lbidem .
Madrid, Tecnos, 1985; pág. 8-9. 32 Rousseau: Del contrato Op. cil.; pág. 38.
'" Rousseau: Du contrat social, 1762. Trad. española de M.ªJ. 33 Ferrajoll, L.: Derechos y Op. cil.; págs. 116-119.
Villaverde, Del contrato social. Madrid, Tecnos, 1988; VI, pág. 15. 34 García de Enterría, E.: Op. cil.; pág. 66.

39
11 igualdad, así como entre desigualdad y racismo,
que autores como Javier de Lucas han señalado
Alrededor de los años treinta en Europa se produ- con impenitente insistencia.
cen cambios sociales, políticos e institucionales cu- La igualdad de todos los hombres y todas las
yo resultado será la formación del Estado de Dere- mujeres debe ser una igualdad en derechos como
cho Social. La Ley Fundamental de Bonn (1949) es proclaman las declaraciones universales y si esta
la primera constitución que define el Estado como igualdad no existe en droits, estamos considerando
"democrático y social". a ese otro/a como desigual.
A partir de los años cincuenta esta tradición se La ciudadanía así entendida es un estatus de pri-
identifica en la llamada concepción democrático- vilegio para los que estamos dentro de los países
social, en la cual derechos y deberes del individuo ricos. Pero es un factor de exclusión y discrimina-
se asientan en diferentes modelos de organización ción para los otros, como lo fue en el principio de la
política; uno de estos modelos es el llamado "comu- modernidad. Exclusión que atañe a tres reduccio-
nitario". T.H. Marshall, como teórico de la sociología, nismos, como ha dicho el profesor De Lucas: de
será uno de los ejemplos cualificados de este pen- género, porque han quedado fueras las mujeres; de
samiento que entiende "la igualdad humana básica clase, porque sólo votarán los censados, por tanto,
asociada al concepto de pertenencia plena de una los propietarios, excluyendo a los asalariados; por
comunidad"35. último, de pertenencia, porque no contempla a los
Los derechos y deberes del individuo alcanzan su extranjeros o "bárbaros", ya que no forman parte del
37
plenitud en este tipo de sociedad política en la que territorio, llamado nación o nación -estad0 .
se identifican con la ciudadanía y sus dimensiones: La noción marshaliana de ciudadanía se produce
civil, política y social. La ciudadanía democrática, en un momento histórico determinado, en el que la
según este autor, es resultado de su carácter ex- presión migratoria no tenía tanta importancia y las
pansivo y abierto. De tal manera que ha sumado las excelencias del Welfare State parecían más atracti-
tres dimensiones históricas: La civil con sus dere- vas a la ciudadanía. Pero, desde mi punto de vista,
chos de libertad, de propiedad y prestaciones lega- el elemento que da sentido profundo a esta concep-
les. La política con sus derechos de participación en ción es su "pertenencia plena a una comunidad".
el ejercicio del poder. Por último, la social que com- ¿Es posible, hoy, mantener una ciudadanía nacio-
prende los derechos sociales a la educación, sani- nal sin ser injusto?
dad y prestaciones sociales propias de un Estado Derechos como los de libre residencia o libertad
de Bienestar. Esta noción de ciudadanía ha tenido de circulación sin fronteras crearían graves proble-
gran repercusión en los científicos sociales, pero ha mas a nuestros países ricos que conjugan la demo-
sido fuertemente contestada por filósofos jurídicos cracia contractual con el mercado en un mundo de
como Luigi Ferrajoli. globalización. Igualdad y libertad están íntimamente
Señala Ferrajoli la confusión de un análisis socio- relacionadas, son interdependientes. Sin embargo,
lógico, que no contempla la dimensión jurídica. La condición previa para la adquisición del estatus de
perspectiva jurídica contribuiría a conocer el grado ciudadanía en nuestras sociedades es la de perte-
de efectividad de los derechos, porque "derechos" necer al grupo que constituye con sus característi-
"no pueden ser más que lo que los distintos orde- cas la organización política. El problema puede sur-
namientos establecen en cada lugar y en cada épo- gir si consideramos la identidad de nacionalidad
ca, contribuye también esta perspectiva a compren- como única fuente legítima de identidad colectiva,
der las condiciones económicas, políticas y sociales entonces, tal como afirma D. Miller, puede entrar en
de su garantía. Se producen, de tal suerte, dos sim- conflicto con otras lealtades. Porque en las socieda-
36
plificaciones: la primera, atiende a la confusión entre des plurales las identidades son también plurales .
persona y ciudadano/a; la segunda, unifica los de- De manera que, tesis como las de W. Connor, que
rechos civiles de libertad, autonomía y propiedad, identifican nación con ethnos, acuñando el término
confundiendo libertad con propiedad. Según nuestro de etnonacionalism039, dificultan la conjunción con
autor, las consecuencias de estas simplificaciones el liberalismo (entendido como amplio espectro que
son muy importantes porque afectan al contenido va desde los liberales conservadores hasta los so-
del término ciudadanía, a los derechos fundamen- cialistas democráticos). Pero no así concepciones
tales y a sus garantías. La presión migratoria ha como las de W. Kymlicka o M. Walzer. W. Kymlicka
desvelado el problema de la identificación entre insta a la defensa de una "identidad compartida'l4O y
persona y ciudadano, manifestándose como anti-
nomias entre igualdad y ciudadanía, entre el univer-
37 Lucas, J. de: Europa: convivir con la diferencia. Racismo,
salismo de los derechos y sus límites estatalistas. El nacionalismo y derechos de las minorías. Madrid, Tecnos, 1992.
mismo autor señala como la solución a estas anti- El desafío de las fronteras. Derechos humanos y xenofobia
frente a una sociedad plural. Madrid, Temas de Hoy, 1994.
nomias sólo puede venir desde la superación del Puertas que se cierran. Europa como fortaleza. Barcelona, Ica-
concepto liberal-ilustrado de la ciudadanía, me- ria, 1996. "El marco jurídico de la inmigración". Jueces para la
diante la ruptura de la identificación de los derechos democracia. 38 (julio, 2000), págs. 3-11.
36 Miller, D.: On nationality. 1995. Trad. Por Angel Rivera, So-
fundamentales con su nacionalización y la deses- bre la nacionalidad. Barcelona, Paidós, 1997; págs. 150-151.
36
tatalización de las nacionalidades . •• Connor, W.: Ethnonationalism: the quest for understanding,
Existe un nexo profundo entre democracia e (1994), traducido por M. Comiera. Etnonacionalisma. Madrid,
Trama, 1998.
'" Kymlicka, W.: Multicultural Citizenshipág. A liberal Theary af
35 Marshall, T.H.: Op. cit.; pág. 21-22 Y 76. minarity rights, trad. Carmen Castells: Ciudadanía multicultural.
36 Ferrajoli, L.: Op. cit.; pág. 98-99 Y ss. Barcelona, Paidós, 1996, págs. 255 Y ss.

40
entendida como la construcción de valores compar- ropeos, los reconocidos como nacionales en sus
tidos desde la "diversidad profunda,,41. Defiende ordenamientos estatales. No obstante, esta norma-
Kymlicka un comunitarismo liberal, una ciudadanía tiva refuerza la exclusión para los no-europeos, para
multicultural que conjuga los derechos de las mino- los llamados ahora extranjeros extracomunitarios y
rías con los derechos humanos, limitados por los para los que pretendan acogerse al derecho de
principios de libertad individual, democracia y justi- asilo. El gran problema de la exclusión se agudiza
42
cia social . M. Walzer, desde una teórica posición en los países con fronteras limítrofes como sucede
comunitarista y desde un profundo sentido de la en España que, recientemente, ha modificado los
justicia y la democracia, también defiende la coexis- controles de acceso de los extranjeros. La Ley or-
tencia de una teoría liberal de los derechos de mino- gánica 4/2000 del 11 de enero sobre los derechos y
rías y reclama el equilibrio entre comunitaristas y libe- libertades de los extranjeros y su integración social
rales en la única forma política que está a favor de los ha sido cuestionada en un análisis riguroso por el
43
grupos y de los individuos: la democracia social . profesor J. de Lucas, quien ha señalado, como
punto de partida, que el debate "va más allá de la
política interna de un Estado, que afecta a la cons-
11I trucción misma del espacio público así como a la
redefinición del contrato social y político, a la conju-
La redefinición de la ciudadanía viene exigida por gación de democracia y mercado en el contexto de
el cambio de condiciones sociales, políticas y jurídi- la globalización,,47.
cas del mundo en el que estamos viviendo. Se im- Nos obliga como defiende Ferrajoli a "tomar en
pone, en primer lugar, la distinción clara entre dos serio" los derechos fundamentales y disociarlos de
significados: 46
la ciudadanía . Efectivamente, puede crear muchos
1.2 Uno teórico-político, como estatus social, co- problemas a los países ricos europeos el reconoci-
mo miembro de una sociedad en la que es titular de miento de derechos como los de circulación y resi-
derechos civiles, políticos, sociales y culturales. Es dencia pero, como él nos recuerda, es la escuela de
este un concepto sociológico. Salamanca en 1539, a través de Francisco de Vito-
2.2 Otro jurídico, en el que ciudadanía designa un ria, quien proclama como derechos universales de
estatus normativo. Es la pertenencia de un sujeto a todos los hombres y pueblos el ius comunicationis,
44
un ordenamiento jurídico estatal . el ius migrandi, el ius peregrinan di in iIIas provincias
El primer significado se identifica con la concep- e iIIic degendi, así como accipere domicilium in ali-
49
ción defendida por Marshall; el segundo por Ferra- qua civitate iIIorum • Pero esta proclamación era
joli, para quien los derechos significan garantías, de asimétrica y generadora de desigualdades en este
tal modo que la imperatividad del Derecho contem- tiempo50. Estos derechos bien intencionados en su
ple no sólo la "racionalidad formal", sino también la formulación, en la práctica justificaron la coloniza-
"racionalidad material" en el sentido weberiano, por- ción y el exterminio de los indios/as, si a ello añadi-
que hoy en día los estados de derecho social, las mos que hemos sido y seguimos siendo un país de
democracias sociales, tienen una racionalidad de emigrantes, no sólo de inmigración, tenemos la obli-
fines, de responsabilidad, que vincula a valores, gación ética, política y jurídica de contribuir a la de-
45
considerados así sustantivos . fensa de derechos que corresponden como perso-
La ciudadanía puede ser así el resultado complejo nas y cuya falta de reconocimiento cuestiona la
de estas dos dimensiones, la sociológica y la jurídi- credibilidad de los valores jurídicos y políticos de
ca, y desde ellas debe ser contemplada la integra- nuestras democracias.
ción. Una integración que debe procurar "identida- Sin embargo, la superación del concepto ilustrado de
des compartidas,,46 como vía de salida a las ciudadanía que debe pasar por el reconocimiento co-
identidades nacionales excluyentes. mo personas de todos los hombres y mujeres con
Sin embargo, la ciudadanía europea que desde el idénticos derechos fundamentales, entre los que hoy
Tratado de Schengen (1992, incluido en el Tratado tenemos que contar el de residencia y libre circulación,
51
de Maastrich) ha compartido "la libre circulación de significa no sólo reformas jurídicas y políticas , sino
las personas por el territorio europeo, libre de fron- también la lucha por una auténtica igualdad en dere-
teras, y el derecho al voto en las elecciones locales" chos y de ciudadanía incluidas sus garantías de las
supone un nuevo estatus jurídico en el que se supe- que resulte un estatus de ciudadanía auténticamente
ran fronteras nacionales para los considerados eu- integrador, como postula J. de Lucas, con derechos y

" Lucas, J. de: "El marco jurídico de la inmigración. Algunas


" Taylor, Ch.: "The politics of recognition". En Amy Gutman: proposiciones acerca de la necesidad de reforma de la Ley
Multiculturalism and the "Politics of recognotion". Princeton, pág. Orgánica 4/2000". Jueces para la Democracia. Información y
25-73. Vid. "Por qué la democracia necesita el patriotismo". En Debate, n.v 38 ijulio 2000), págs. 3-11.
De Los límites del patriotismo. Identidad, pertenencia y "ciuda- •• Ferrajoli, L.: "El derecho como sistema de garantías"... Op.
danía mudiaf' a cargo de M.C. Nussbaum. Barcelona, Paidós, cita pág. 32.
1999; pág. 145, 146, 147. Vitoria, F.: De Relectior prior. De indis recenter inventis.
•• Kymlicka, W.: Op. cit.; pág. 257 Y ss. 1538-1539. Relectior posterior. De indis, sive de iure be/li hispa-
•• Walzer, M.: "Multiculturalismo e individualismo". Micromega. norum in barbaros. 1539. Ed. crítica. P. Mtro. Fr. L.E. Alonso
N.v 3 (1994), pág. 41. Fetino. Madrid, 1934; t.UI. Tb. Sobre el poder civil; Sobre los
•• Zolo, D.: "Cittadinanza. Storia di un concetto teorico- indios. Sobre el derecho de guerra, estudio preliminar, trad. y
politico". Filosofía Política. XIV, 1 (aprile 2000), pág. 5. notas Luis Frayle, Madrid, Tecnos, 1998, págs. 57 y ss.
•• Ferrajoli, L.: "El derecho como sistema de garantías". Jue- 50 Ferrajoli, L.J.: Ibidem.

ces para la democracia. Información y Debate. 16-17 (1992). El " Vid, Zolo, D.: Cittadinanaza Storia... Op. cit. y Held, D. Da-
mismo artículo en Derechos y garanttas... Op. cit.; pág. 22. vid: La democracia y el orden global. Del estado modemo al go-
•• Kymlicka, W.: Ciudadanía... Op. cit.; pág. 255 Y ss. biemo cosmopolita. Barcelona, Paidós, 1997.

41
deberes iguales a los nuestros, con derechos de su- chos entre hombres y mujeres por medio de 17 artí-
fragio municipal para residentes estables (a partir de culos, en un texto que repite la estructura de la De-
los dos años) extensible a la ciudadanía europea, me- claración del hombre y del ciudadano del 26 de
diante el estatuto europeo permanente de residente (a agosto de 178953.
partir de los cinco años de residencia)52. Hoy, en alguna medida, a nivel formal, hemos su-
De tal suerte que la ciudadanía "como senda ilus- perado dos de las exclusiones a través de reivindi-
trada" superase aquellos elementos negativos que caciones -de la disidencia-o Incluso, una de ellas,
han servido de sustento a comunidades excluyen- la de las mujeres, ha sido, en palabras de Norberto
teso La ciudadanía como concepto ilustrado, pro- Bobbio, la única revolución pacífica de la historia: la
clamado en la Declaración del Hombre y del Ciuda- de la igualdad de los sexos54.
dano fue ya en su tiempo una "senda de Urge vencer la tercera de las exclusiones: la de
obstáculos" contestada por las propias excluidas. los bárbaros/as, para retomar su carácter emanci-
Recordemos a Olimpia de Gouges, quien escribía la patorio, "la cara romántica de la Ilustración", como
Declaración de los derechos de la mujer y la ciuda- ha subrayado Javier Muguerza. En ello nos jugamos
dana en 1791. En ella reclama la igualdad de dere- el futuro de nuestras democracias.

lO Gouges, O.: "Diehiarazione dei diritti della donna e della ei·


ttadina". Texto tomado de Cahlers de Do/éances. Donne e rlvo-
luzlone francese. Intr. de P.M. Duhet. Palermo, La luna des
femmes, 1989. Vide: "11 dolemma della cittadinanza". En Annall
del/a F. Lello e L. Sasso·lssoco. XII (1993), pág. 243·253.
la Lucas, J. de: "Pactos y razones de Estado, ciudadanra e •• Bobbio, N.: L'eta dei dlritti. Trad. esp .de R. de Asis: El
inmigración". El País Gueves, 9 de noviembre, 2000). tiempo de los derechos. Madrid, Sistema, 1991; pág. 46.

42

También podría gustarte