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Nada obsta a la Fe y Moral católicas para su publicación.

Fray Dr. Aníbal Fosbery O.P.


Puede imprimirse
S.E.R. Mons. José María Arancedo, Obispo de Mar del Plata
Mar del Plata, 27 de mayo de 2002.

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Primera Edición - Septiembre de 2004
Imprenta:
Mar del Plata - República Argentina

Aprobada provisoriamente por Res. Min. Nº 456/91 conforme lo establece en el art. Nº 64 de la Ley de Educación Superior 24521
E
l progreso científico y tecnológico diariamente pone al hombre
frente a descubrimientos sorprendentes que, mientras suscitan su
admiración, al mismo tiempo lo llevan a interrogarse, a veces con
preocupación, sobre las incógnitas del futuro. Descubre cada vez más que la
dimensión ética de la investigación relacionada con la vida representa un
patrimonio indispensable para garantizar su misma supervivencia.
La bioética, situada en la encrucijada de grandes realidades humanas,
como la persona, la familia, la justicia social y la defensa del ambiente, sabe
que debe afrontar cuestiones que afectan a las mismas fronteras de la vida,
para garantizar el respeto a la naturaleza según las exigencias éticas de una
cultura humanística. Sirviéndose de los necesarios aportes de las disciplinas
biológicas, médicas, jurídicas socio-económicas, ambientales, y sobre todo de
la antropología, tiene el deber de indicar al mundo de la medicina y a la
sociedad en su conjunto la orientación moral que se ha de imprimir a la
actividad humana y al proyecto de futuro.
En la cultura contemporánea frente a la amplitud y la multiplicidad de los
interrogantes que plantean las ciencias biomédicas, surge con insistencia la
necesidad de una reflexión en bioética con raíces ontológicas y antropológicas
que orienten las decisiones.
La bioética constituye el terreno privilegiado de un sincero y benéfico
diálogo entre la Iglesia y la ciencia. En efecto, en la verdad del hombre y en su
dignidad ontológica percibida por la razón y rebelada plenamente por Cristo,
es donde pueden encontrarse respuesta adecuadas al interrogante ético que
plantean la genética, los procesos de procreación, la vida que llega a su fin, los
problemas del ambiente y el futuro de la humanidad.»
Juan Pablo II
Discurso al Congreso «Las raíces de la Bioética»
17 de Febrero de 1996
El Observador Romano

Juan Pablo II, testimonio viviente de la cultura de la vida, nos marca el


camino a seguir. Queremos humildemente responder, con este curso de Bioética
a su llamado para que todos asumamos la misión de afirmar la dignidad de
la persona humana y el respeto y la defensa de la vida humana desde la
concepción hasta la muerte natural.
Creemos firmemente que esta responsabilidad es ineludible. Ninguno de
nosotros puede quedar ajeno a este compromiso, por ello, este curso intenta-
rá acercar las temáticas fundamentales de esta nueva disciplina, brindando
los aspectos bio-médicos, jurídicos, éticos y Magisteriales, que expresan un
modelo de bioética ontológicamente fundado: la bioética personalista de
Mons. Elio Sgreccia, vice- presidente de la Academia Pontificia para la Vida.
Nos proponemos desarrollar en este curso los temas referidos a la historia,
modelos y los principios de Bioética personalista y los fundamentos iluminantes
del bio-derecho. El inicio y el final de la vida humana, con temáticas tradicio-
nales como aborto y eutanasia y también aquellos que nos plantean las
6 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

nuevas biotecnologías como clonación y proyecto genoma humano. Tam-


bién abordaremos los temas de la anticoncepción, la reproducción artificial
y los trasplantes de órganos.
Deseamos con este curso, dar las primeras herramientas de la bioética
personalista para conocer la verdad sobre el hombre y su vida, entendida y
valorada como don de Dios, sosteniendo la cultura de la vida en un amor
profundo por cada hombre y mujer. Haciéndonos eco de la convocatoria del
Santo Padre a que « la defensa y promoción de la vida humana, no son
monopolio de nadie sino deber y responsabilidad de todos.»

Objetivos Generales

1. Definir a la Bioética y su objeto de estudio, determinando sus alcances.


2. Reflexionar acerca de la necesidad e importancia de la Bioética, como fundmento
de la Cultura de la Vida.
3. Brindar un conocimiento introductorio con fundamentos filosóficos, científicos y
Magisteriales sobre la bioética, desde una cosmovisión personalista
ontológicamente fundada, basada en Santo Tomás de Aquino, centrada en la
persona humana y la inviolabilidad de la vida humana.
4. Ofrecer a todos los destinatarios los fundamentos introductorios a la Bioética
personalista, basados en el Magisterio de la Iglesia del Siglo XX, haciendo espe-
cial referencia a Pío XII, Pablo VI; y S.S. Juan Pablo II.
5. Generar en los destinatarios del curso, verdaderos promotores de la Cultura de la
Vida, en sus sus comunidades.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 7

Esquema de Contenidos

A continuación haremos una breve introducción a los contenidos que abordare-


mos en el curso para comprender la perspectiva de estudio de los temas a desarrollar.
1. Introducción a la Bioética
2. Importancia del Bioderecho
3. El Inicio de la Vida
4. Bioética y la vida naciente
5. Bioética y amenazas contra la vida naciente
6. Bioética y la vida artificialmente producida
7. Bioética y el final de la vida
8. Bioética y transplante de órganos

Unidad 1 «Introducción a la Bioética»


Dr. Mariano Morelli - Dra. Julia Elbaba
En esta primera unidad afrontaremos la dramática situación actual de la cultura
de la vida contra la cultura de la muerte y sostendremos siguiendo a Su Santi-
dad, la responsabilidad y el deber de todos de defender la vida humana, desde
su comienzo hasta la muerte. La bioética personalista es un modo de afirmar
esta cultura de la vida.
Luego estudiaremos la historia y la difusión de la Bioética, la epistemología de
esta joven ciencia, su definición, sus ámbitos de acción y una somera descrip-
ción de los actuales modelos de Bioética. Por último, profundizaremos en el
modelo bioético personalista, fundado en la persona humana, concepto en el
que ahondaremos desde la perspectiva filosófico-teológica. Así mismo, rescata-
remos el valor de la corporeidad y finalizaremos con el análisis de los cuatro
principios sobre los que se basa.
Contenidos:
1.1 Cultura de la Vida -vs- Cultura de la Muerte
1.2 Bioética. Historia y Modelo
1.3 Modelo Personalista
1.4 Principios de la Bioética Personalista

Unidad 2 «Importancia del Bioderecho»


Dr. Mariano Morelli
Nos toca ahora internarnos en el mundo del derecho. Abordar la bioética sin
considerar sus dimensiones sociales y jurídicas resultaría muy incompleto. No
solo nos interesa saber cómo debe comportarse un profesional de la salud en
relación con la vida humana, sino también que posición deben adoptar la socie-
8 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

dad, las autoridades, y la comunidad política toda con sus ordenamientos jurídi-
cos, sistemas económicos, políticas educativas, culturales, familiares y relacio-
nes exteriores.
Contenidos:
2.1 Importancia del Bioderecho
2.2 Características del derecho y el bioderecho
2.3 La Normas Jurídicas
2.4 Las fuentes del derecho positivo

Unidad 3 «El inicio de la vida»


Dra. Julia Elbaba - Dra. Fernanda Valenzuela de Serrano
Abordaremos en primera instancia, el inicio de la vida humana desde la concep-
ción y haremos el fantástico recorrido por el desarrollo intrauterino hasta el
momento del nacimiento. Analizaremos el estatuto antropológico y biológico del
embrión humano y sus características de coordinación, gradualidad y continui-
dad que lo hacen persona desde el instante mismo de la concepción.
Luego, en el marco de la transmisión de la vida humana, y de su dignidad que se
da en el acto de entrega de amor y donación total de los cónyuges, abordare-
mos los tópicos referidos a los métodos naturales de planificación familiar. De
ellos estudiaremos su definición , os indicadores de fertilidad, haremos un breve
repaso de la fisiología del ciclo menstrual femenino, para considerar los funda-
mentos científicos de los Métodos naturales, y desarrollaremos finalmente, el
método Billings y el método sintotérmico.
Para concluir esta unidad, repasaremos brevemente el Magisterio Pontificio de
Pablo VI y de Juan Pablo II sobre la Planificación Familiar.
Contenidos:
3.1 Métodos naturales de Planificación familiar (mnpf)
3.2 El Magisterio de la Iglesia y la regulación natural de la fertilidad
3.3 El comienzo de la vida
3.4 Estatuto biologico y antropologíco del embrión humano

Unidad 4 «Bioética y la vida naciente»


Dra. Fernanda Valenzuela de Serrano - Dr. Mariano Morelli
En esta unidad abordaremos tres temáticas en las cuales queda de manifiesto
como la investigación y la ciencia al servicio del hombre, nos permiten conocer
la persona humana, para admirarla y respetarla.
En primera instancia, analizaremos el diagnóstico prenatal, las técnicas utiliza-
das y las consideraciones éticas sobre las mismas, concluyendo con la «Donum
Vitae» que nos indica que el «diagnóstico prenatal es lícito si respeta la vida
humana».
Luego, nos introduciremos en el fantástico y novedoso mundo de la genética,
desarrollando el proyecto Genoma Humano, y las consideraciones éticas sobre
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 9

la Declaración Universal sobre el Genoma y los derechos Humanos.


Por último, se llama en causa, a las Ciencias Jurídicas, para conocer cómo el
ordenamiento jurídico considera a la persona humana y a sus derechos.
Contenidos:
4.1 Diagnóstico Prenatal
4.2 Genoma Humano
4.3 Aspectos Jurídicos de la vida naciente

Unidad 5 «Bioética y amenzas contra la vida naciente»


Dr. Eduardo Paoletti - Dra. Julia Elbaba - Dr. Mariano Morelli
En la presente unidad, estudiaremos el tema del aborto procurado, su definición,
las causas y su intrínseca inmoralidad, por lo que recibió del Concilio, el nombre
de crimen abominable. Abordaremos luego, las secuelas físicas y psíquicas que
éste produce. Por último, analizaremos un tema de gran actualidad, sobre todo
para nuestro país, como es la dimensión jurídica del aborto.
Completa esta unidad, los conceptos referidos a la anticoncepción. También
aquí analizaremos la definición, sus mecanismos de acción, su clasificación, las
complicaciones, su ilicitud a la luz de los principios de la Bioética personalista y
los aspectos jurídicos relacionados.
Toda la unidad, esta enmarcada en el magisterio de la Iglesia, especialmente en
la Encíclica Evangelium Vitae.
Contenidos:
5.1 La vida humana destruída: el aborto
5.2 Métodos de aborto
5.3 Aspectos jurídicos del aborto
5.4 La vida humana artificialmente impedida. Anticoncepción
5.5 Aspectos jurídicos de la anticoncepción

Unidad 6 «Bioética: La vida artificialmente producida»


Dra Julia Elbaba - Eduardo Paoletti
En la presente unidad, estudiaremos las técnicas de reproducción artificial desde
los nuevos desafíos éticos que ellas plantean. Abordaremos el problema de la
pareja estéril, la intervención médica y las nuevas tecnologías de la reproducción
humana. Analizaremos la definición y su intrínseca inmoralidad.
Analizaremos luego, el valor de la procreación humana y el trato que merece el
embrión humano.
Por último evaluaremos los aspectos bioéticos de la reproducción artificial y el
Magisterio Católico especialmente la Instrucción Donum Vitae. También abor-
daremos los aspectos jurídicos correspondientes.
Finaliza la unidad, el análisis de clonación, su definición, su inmoralidad y el
Magisterio de la Iglesia acerca de este tema.
10 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Contenidos:
6.1 Reproducción artificial
6.2 Clonación

Unidad 7 «Bioética y el final de la vida»


Dr. Eduardo Paoletti - Dr. Eduardo Morelli
Estudiaremos el tema de la eutanasia, su definición a la luz de la Evangelium
Vitae, su inmoralidad y su clasificación.
Abordaremos luego las clasificaciones de los medios terapéuticos, relacionándo-
lo con el Magisterio de la Iglesia.
Luego, analizaremos los conceptos de ensañamiento terapéutico y suicidio asis-
tido. Profundizaremos un modo ético de acercarse al final de la vida: cuidados
paliativos.
Por último, estudiaremos los aspectos jurídicos relacionados al final de la vida
humana.
Contenidos:
7.1 Eutanasia
7.2 Ensañamiento terapéutico
7.3 Suicidio asistido
7.4 Cuidados paliativos
7.5 Eutanasia y suicidio asistido - Aspectos Jurídicos -

Unidad 8 «Bioética y Transplante de órganos»


Dra. Julia Elbaba - Dra. Fernanda Valenzuela de Serrano - Dr. Mariano Morelli
El discurso del Santo Padre pone el tema de la presente unidad, el trasplante de
los órganos, en la órbita del amor fraterno. Un tema que ha estado mal entendi-
do y desprestigiado, merecía la claridad del Magisterio Pontificio para otorgarle
su justo lugar y valorar su real dimensión.
Intentaremos entonces, demostrar la licitud de los trasplantes, afrontando esta
problemática desde el punto de vista científico, ético y jurídico.
En primer lugar, estudiaremos la definición, el diagnóstico y los criterios de la
muerte. Abordaremos luego, los aspectos éticos del trasplante fundamentados
en los principios de la Bioética personalista.
Mencionaremos además, la valoración ética de los trasplantes heterólogos ó
xeno-trasplantes.
Por último, analizaremos los aspectos jurídicos relacionados con los trasplantes
a la luz del derecho natural y positivo.
Contenidos:
8.1 Definición y diagnóstico de muerte
8.2 Aspectos éticos del transplante de órganos
8.3 Transplante de órganos -Aspectos Jurídicos-
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 11

Mapa de Contenidos
12 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
UNIDAD 1

INTRODUCCIÓN
A LA BIOÉTICA
«P
articularmente significativo es el despertar de una
reflexión ética sobre la vida. Con el nacimiento y
desarrollo cada vez más extendido de la Bioética, se
favorece la reflexión y el diálogo – entre creyentes y no creyentes, así
como entre creyentes de diversas religiones – sobre problemas éticos,
incluso fundamentales, que afectan a la vida del hombre.»1
«Este horizonte de luces y sombras debe hacernos a todos plena-
mente concientes de que estamos ante un enorme y dramático cho-
que entre el bien y el mal, la muerte y la vida, la «cultura de la muerte»
y la «cultura de la vida». Estamos no solo «ante» , sino necesariamente
«en medio» de este conflicto: todos nos vemos implicados y obligados
a participar, con la responsabilidad ineludible de elegir incondicional-
mente a favor de la vida...»2
Con la luz de estas palabras del Santo Padre, queremos iniciar
esta primera unidad: «Introducción a la Bioética». En ella, en primer
lugar afrontaremos la dramática situación actual de la cultura de la
vida contra la cultura de la muerte y sostendremos siguiendo a Su
Santidad, la responsabilidad y el deber de todos de defender la vida
humana, desde su comienzo hasta la muerte. La bioética personalista
es un modo de afirmar esta cultura de la vida.
Luego estudiaremos la historia y la difusión de la Bioética, la epis-
temología de esta joven ciencia, su definición, sus ámbitos de acción y
una somera descripción de los actuales modelos de Bioética. Por últi-
mo, profundizaremos en el modelo bioético personalista, fundado
en la persona humana, concepto en el que ahondaremos desde la
perspectiva filosófico-teológica. Así mismo, rescataremos el valor de
la corporeidad y finalizaremos con el análisis de los cuatro principios
sobre los que se basa.

1
Evangelim Vital Nº27
2
Evangelim Vital Nº28
16 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos
1. Definir a la Bioética y a su objeto de estudio, determinando sus alcances.
2. Reflexionar acerca de la necesidad e importancia de la Bioética, como
fundamento de la Cultura de la Vida .
3. Brindar un conocimiento introductorio con fundamentos filosóficos, cientí-
ficos, y Magisteriales sobre la Bioética, desde una cosmovisión personalista
ontológicamente fundada, basada en Santo Tomás de Aquino, centrada
en la Persona y en la inviolabilidad de la vida humana.
4. Introducir en la cosmovisión de la Bioética personalista, a través del desa-
rrollo de los cuatro principios rectores de la misma.

Temario
‰ Cultura de la vida vs. Cultura de la muerte.
‰ La bioética como un modo de fundar la Cultura de la Vida.
‰ Bioética :
• Historia y Modelo
• Epistemología de la bioética.
• Definición.
• Ámbitos de la bioética.
• Modelos en bioética.
• Modelo Personalista.
• Principio de la Bioética Personalista.

Mapa de Contenidos
A continuación le mostramos un esquema de vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 17

1.1 Cultura de la vida - vs - Cultura de la muerte


Autores: Dr. Mariano Morelli - Dra. Julia Elbaba

El hombre es un ser creado y redimido para la vida, para la vida plena.

Entonces, la vida humana participa de la dignidad de la persona. Pero no es un


ser cerrado sobre sí, desarrolla relaciones consigo mismo, con los demás, con la
naturaleza y con Dios, construyendo una cultura. Esa cultura, para ser digna del
hombre, también debe ser una cultura de la vida.

una cosmovisión, una forma de concebir y vivir


del hombre, el matrimonio, la familia, la socie-
Podemos defi-
dad, capaz de descubrir y respetar la digni-
nir a esta cul-
dad de la persona humana, sosteniendo la
tura de la vida
inviolabilidad de la vida, promoviendo aque-
como:
llo que la eleva y enriquece, y descartando
lo que la ataca, menoscaba o degrada.

Esta cultura de la vida se ha manifestado y se manifiesta en el gozo por cada


vida que nace, el respeto y defensa de toda existencia humana, el cuidado del que
sufre o está necesitado, la cercanía al anciano o el moribundo, la participación y el
dolor de quien está de luto, la esperanza y el deseo de inmortalidad1. Se expresa
también en tantas madres dispuestas incluso a dar su vida por sus hijos, tantos
matrimonios que traen responsablemente hijos al mundo, o que dan familia a niños
sin hogar a través de la adopción, tantas personas dedicadas desinteresadamente al
cuidado de enfermos, tantos seres humanos que donan sus órganos para bien de
sus hermanos, tantas comunidades que intentan combatir el hambre, la enferme-
dad y la pobreza, tantos estados que en el orden interno e internacional han cons-
truido ordenamientos jurídicos guardianes de la vida humana y la familia.

Esta cultura de la vida se fue gestando desde los esfuerzos de hombres y


pueblos del mundo pagano, pero sólo recibe su plenitud en Cristo.

Él vino para que tengamos Vida, y en abundancia. Él es el Camino, la Verdad y


la Vida. Él vino a proponernos el único Evangelio de la Vida. Por eso la Cultura
Católica, la cultura cobijada por la Iglesia que Jesús fundó, es una auténtica y plena
Cultura de la Vida.
Esta cultura católica, cultura de la vida, introdujo en occidente la noción de la
dignidad del ser humano como hijo de Dios con independencia de su condi-
ción social, nacionalidad, y sexo; suavizó las costumbres violentas de los bárbaros,
dignificó a la mujer, jerarquizó el matrimonio, morigeró la esclavitud, acogió al
anciano y al enfermo, combatió la violencia poniendo la fuerza al servicio de la
justicia, bregó por una autoridad entendida como servicio más que como privilegio,
y por una legislación respetuosa del derecho natural. Todo en un proceso progresivo
en el que no faltaron las luces y las sombras.

1
Juan Pablo II, Carta Encíclica Evangelium Vitae, Nro. 85
18 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Pero la cultura, desde la modernidad, se fue apartando de Dios, reclamó la


herencia acumulada, y se fue a disfrutar de ella como el hijo pródigo. Muchos se
preguntan qué pasaría si, como al hijo pródigo, la herencia se acaba y la humani-
dad está alejada del Padre.

¿Qué ocurre hoy con esta cultura de la vida?


Quedan, por supuesto, no pocas manifestaciones suyas, en particular en nues-
tros pueblos hispanoamericanos.
Pero, al mismo tiempo, aparecen síntomas alarmantes, síntomas que han sido
descriptos con crudeza y precisión por el Papa Juan Pablo II en la monumental
Encíclica Evangelium Vitae:
«Hoy el anuncio del Evangelio de la Vida es particularmente urgente ante
la impresionante multiplicación y agudización de las amenazas a la vida de
las personas y de los pueblos, especialmente cuando ésta es débil e indefen-
sa. Por desgracia, este panorama alarmante, en vez de disminuir, se va más
bien agrandando. Con las nuevas perspectivas abiertas por el progreso cien-
tífico y tecnológico surgen nuevas formas de agresión contra la dignidad del
ser humano, a la vez que se va delineando y consolidando una nueva situa-
ción cultural, que confiere a los atentados contra la vida un aspecto inédito
y -podría decirse- aún más inicuo ocasionando ulteriores y graves preocupa-
ciones: amplios sectores de la opinión pública justifican algunos atentados
contra la vida en nombre de los derechos de la libertad individual, y sobre
este presupuesto pretenden no sólo la impunidad, sino incluso la autoriza-
ción por parte del estado, con el fin de practicarlos con absoluta libertad y
además con la intervención gratuita de las estructuras sanitarias. El resulta-
do al que se llega es dramático: si es muy grave y preocupante el fenóme-
no de la eliminación de tantas vidas humanas incipientes o próximas a su
ocaso, no menos grave e inquietante es el hecho de que a la conciencia
misma, casi oscurecida por condicionamientos tan grandes, le cueste cada
vez más percibir la distinción entre el bien y el mal. La humanidad de hoy
ofrece un espectáculo verdaderamente alarmante, si consideramos no sólo
los diversos ámbitos en los que se producen atentados contra la vida, sino
también su singular proporción numérica, junto con el múltiple y poderoso
apoyo que reciben de una vasta opinión pública, de un frecuente reconoci-
miento legal y de la implicación de una parte del personal sanitario»2
Expresa el Papa que la situación de la vida en el plano internacional es «alar-
mante» y «escalofriante». Que existe una «conjura contra la vida», una «gue-
rra de los poderosos contra los débiles». Que estamos viviendo el avance, el
intento de imponer, una «verdadera cultura de la muerte», una forma de enten-
der al hombre, la familia, la sociedad, que lleva a la muerte de millones de inocentes,
y que «está activamente promovida por fuertes corrientes culturales, eco-
nómicas y políticas» desarrollando estrategias de muerte científicamente
programadas.

2
Juan Pablo II, Evangelium Vitae, Introducción y N°. 17
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 19

¿Exagera el Papa?
¿Dónde está esa guerra de la que habla?
Justamente, lo más alarmante es que se trata de una guerra cultural, no
convencional, que actúa subrepticiamente, a veces sin ser notada.
Sus manifestaciones son variadas.
Entre ellas encontramos:

Los ejércitos no usan uniformes militares, a veces se visten de saco y


corbata o guardapolvo. Sus armas están encubiertas. Sus estrategias más comunes
son la difusión de medias verdades, estadísticas prearmadas, falsos argumentos y
antimodelos, y desde el exterior presiones sobre los países forzándolos a adoptar
políticas facilitadoras y cómplices de la conjura contra la vida en cuanto conviene a
los intereses económicos o geopolíticos de las potencias -reducción de la población
en el tercer mundo ante la desnatalización de los estados industrializados-
Las víctimas son débiles, en muchos casos ni siquiera tienen voz.
Bebés, niños, enfermos, ancianos. Sus muertes son «pulcras», en el ámbito privado
de un laboratorio, un consultorio, una sala hospitalaria, o un baño.
Las causas de la cultura de la muerte son también variadas. Contribu-
yen a gestarla el escepticismo sobre el bien y el mal; la búsqueda hedonista del
placer por sí mismo; el rechazo a toda limitación exaltando una libertad separada
de la verdad sobre el bien del ser humano; la soledad para afrontar las dificultades
de la vida; las situaciones extremas que a veces se viven exigiendo actitudes heroi-
cas; los graves errores y confusiones sobre conceptos como el de la dignidad huma-
na, la democracia, los derechos humanos, la ley.

Es necesario reconstruir la cultura de la Vida

Es posible, porque la cultura de la muerte es incapaz de hacer feliz al hombre,


y todo hombre busca la felicidad. Es posible, porque esta cultura es infecunda, no
tiene hijos, y por eso no tiene futuro a largo plazo. Es posible, en última instancia,
porque Cristo es el Señor de la Vida y su Evangelio el Evangelio de la Vida. Y si
Cristo está con nosotros,
¿Quién podrá contra nosotros?
Entendemos a la bioética personalista, como un modo de afirmar la cultura
de la vida pues define la bondad de los actos en el respeto de la dignidad de cada
persona, partiendo de un amor profundo por cada hombre y mujer, con una actitud
de servicio y caridad.
20 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Haciendo realidad el pedido del Santo Padre en la Evangelium Vitae:

La defensa y promoción de la vida no son monopolio de nadie, sino deber


y responsabilidad de todos.

En la encíclica Evangelium Vitae, entre los signos de esperanza para una


cultura de la vida, se incluye a la bioética: «Con el nacimiento y desarrollo cada
vez más extendido de la bioética se favorece la reflexión y el diálogo —entre creyen-
tes y no creyentes, así como entre creyentes de diversas religiones— sobre proble-
mas éticos, incluso fundamentales, que afectan a la vida del hombre» 3
Los que cultivamos la bioética debemos dar gracias a Juan Pablo II por las
muchas contribuciones de su magisterio y por esta encíclica en particular, con la
que ilumina los fundamentos mismos de la bioética: la dignidad de la persona
humana, también en sus fases frágiles, la relación entre naturaleza y persona, la
fundamentación del juicio moral, y la relación entre ley moral y ley civil.
También la Bioética contribuirá al humanizar la medicina, personalizarla,
de modo tal que sea el hombre el centro y fin de la misma, que sea la persona,
integralmente concebida, evitando su instrumentalizaciones y reduccionismos con-
tribuirá a favorecer la cultura de la vida, convocando a todos los hombres y mujeres
en la causa de la vida.
Intentamos humildemente, con este curso de Introducción a la bioética, poner-
nos al servicio de la causa de la cultura de la Vida.

Actividad de Aprendizaje

Analice el siguiente documento: «La tensión entre la cultura de la vida y la


cultura de la muerte en la Evangelium vitae, en Nueva Evangelización rumbo
al tercer Milenio» López Trujillo, Card. Alfronso. V Congreso Internacional de
la Reconciliación, VE, Lima, 1996, pp.327-348». El mismo puede encon-
trarlo en «Textos Complementarios» pág. 215
1. Señale a que se refiere el Card. López Trujillo, cuando habla de la dimensión
antropológica de la cultura de la muerte y la cultura de la vida.
2. ¿Qué implicancias tiene reconocer el valor inviolable de la vida humana,
como propone el Santo Padre, en la Evangelium vitae?

3
Evangelium Vitae N° 27
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 21

1.2 Bioética: Historia y Modelo


Autor: Dr.a Julia Elbaba

Introducción
¿ De qué se trata esta ciencia, moderna y tradicional a la vez?
¿ Porque surge en los años 70 como un nuevo modo de analizar la
conducta humana en el campo de las ciencias de la vida y la salud?
Quizá haya sido a decir de Einstein « que la tecnología ha superado nuestra
humanidad « brindando al hombre atribuirse la posibilidad de decidir sobre la vida o la
muerte de un semejante, quizá fue el abuso en las investigaciones científicas, o quizás
fue un modo que el hombre tuvo para defenderse ante los atropellos a su persona.
El mundo conoció, con estupor por cierto, en 1963, que en el Jewish Chronic
Disease Hospital de Brooklin, le inyectaron a un grupo de ancianos, células
tumorales, sin solicitar la autorización de los mismos. Bajo el pretexto de los
«adelantos» de la ciencia se abusa de las personas, aunque estas por desconocimien-
to, presiones externas, temor o beneficio económico, hubieran dado el consentimiento.
Quizás estos datos nos llenan de estupor y vergüenza porque aquellos que están
llamados desde su profesión a defender la vida, la manipulan, la matan, la destruyen.

Surge la Bioética como un modo de responder si estos actos « científicos»


son lícitos o ilícitos, son actos buenos o malos.

A continuación veremos la Historia y Difusión de la bioética.

Historia de la Bioética
Se reconoce a Van Rensselaer Potter, especialista en cáncer, de los Estados
Unidos, en 1970, como el autor del nombre de Bioética, en su libro « Bioethics:
bridge to the future (La bioética: Un puente hacia el futuro), manifiesta que el
saber científico debe estar relacionado, iluminado por valores morales. Ante los
avances científicos y el desarrollo de la biotecnología, según Potter, el conocimiento
científico solo no alcanza para responder a los desafíos actuales en el campo de las
ciencias de la vida y la salud.
Potter, además, reclama un deber de responsabilidad de la humanidad en el
cuidado de la naturaleza, mirando las futuras generaciones.

Fíjense como el respeto por lo creado, por la naturaleza es, para la bioética
un deber que se reclama desde la fundación misma de esta nueva ciencia.

En la historia de la bioética es un hito la fundación en 1969, en Nueva


York, del Hastings Center, institución creada para el estudio de la Bioética y la
experimentación biomédica, actualmente continúa su presencia en el mundo con
la revista « Hastings Center Report».
La certificación de la Bioética como ciencia se da en 1971, en el ámbito
de la Universidad Jesuítica de Washington DC, la Georgetown University.
22 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Se funda el Kennedy Institute of Ethics, es allí donde, en 1978, se escribió la


Enciclopedia de Bioética, y donde Tom L. Beauchamp y James F. Childress desa-
rrollaron su teoría del Principalismo Americano.
De los EEUU, la Bioética se extendió hacia Europa y luego al mundo todo.
En 1985, surge el 1er Centro de Bioética Universitario en la Facultad de Medici-
na y Cirugía « Agostino Gemelli» de la Universidad Católica del Sagrado Corazón
en Roma – Italia, con la finalidad de promover investigaciones interdisciplinarias
sobre problemas éticos de la biología y de la medicina. El centro tiene una intensa
actividad académica, su curso de Especialistas en Bioética, cuenta con una larga
tradición y en él se han formado especialistas en bioética de todo el mundo. El
Centro de Bioética tiene una revista oficial: « Medicina y Moral», excelente publi-
cación bimestral con los contenidos de la bioética personalista. Su fundador y men-
tor es Monseñor Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia de la Vida,
referente de la bioética católica y creador de la Bioética Personalista, en la cual se
funda este curso introductorio de Bioética de la Universidad FASTA.
El referente de la Bioética en España es Diego Gracia, discípulo de Laín
Entralgo, quien aborda la bioética desde una perspectiva histórico – filosófico.
En nuestro país un pionero de la Bioética es Fray Domingo Basso OP,
con su notable obra «Nacer y morir con dignidad» ha sentado las bases de la
defensa de la vida humana. El Padre Basso ha fundado junto con el Dr. Hugo
Obiglio, el Instituto de Bioética de la Universidad Católica Argentina, que este año
celebra su décimo aniversario.
El Instituto es el centro de referencia de la Bioética Personalista en nuestro país,
hoy dirigido por el Padre Alberto Bochetey S.J. Tiene una gran actividad académi-
ca, y edita la revista «Vida y Ética».
En Argentina ha tenido gran desarrollo la bioética de corte anglosajón, también
llamada de los «principios», con la Escuela Latinoamericana de Bioética en Gonet
Buenos Aires, con los Dres. José Mainetti y Tehaldi, ellos han sido los fundadores de
la Sociedad Argentina de Bioética, junto al Dr. Pedro Hoff y Justo Zañer.

El desarrollo de la Bioética, hoy se ha extendido notablemente, siendo


materia de estudio del nivel polimodal y universitario.

En nuestra Universidad FASTA, se dicta esta cátedra en el último año de


todas las carreras, formando parte de la curricula humanística. El objetivo de la
misma, es que los alumnos reconozcan a través de esta nueva disciplina el valor
inconmensurable de la vida humana, su defensa y protección desde el instante de la
concepción hasta la muerte.

Epistemología de la bioética
La Bioética reconoce las fuentes, que le han dado origen:
1. La Ética médica hipocrática: la medicina griega con el aporte del juramen-
to Hipocrático, sienta las bases de un modo ético de comportarse basado en el
precepto «primun non nocere», no hacer daño al paciente, respetar al pa-
ciente y a los maestros. Esta ética, si bien está centrada en el médico dando
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 23

origen al Paternalismo médico, es notable como al denostar al aborto y la eutana-


sia, marca una línea de respeto por la vida del paciente desde el inicio hacia su fin.
2. Moral médica de inspiración teológica cristiana: en la Edad Media la
Iglesia funda los hospitales y enseña que los pacientes no son seres despre-
ciables, sino personas humanas que merecen la caridad y considera-
ción del personal sanitario. Él medico es visto como servidor del paciente.
Esta ética aporta el valor, sacralidad e inviolabilidad de la vida humana y
condena todos los atentados contra ella.
3. La filosofía moderna con Emmanuel Kant, hace un gran aporte al definir el trato
que merece la persona humana que siempre debe ser tratada como un fin,
nunca como un medio, o sea, no debe ser instrumentalizada ni manipulada.
4. Magisterio de la Iglesia: el aporte de Pío XII, este Papa, profético ha ilumina-
do toda la medicina con verdad y con ciencia, esclarecido en su largo y fructífero
pontificado, abordando los temas centrales de la Bioética entre ellos: Aborto,
eutanasia, transplantes, uso de analgésicos, el valor de la corporeidad,
la relación médico paciente, los fundamentos filosóficos y teológicos
de la ética medica, y tantos otros temas que sería imposible mencio-
nar. Dentro del Magisterio de la Iglesia caben mencionar los siguientes docu-
mentos que abordan temáticas bioéticas: Gaudium et Spes4, Humanae vitae5,
Donum vitae,6 Iura e bona7, y por supuesto la monumental obra de Juan Pablo
II: Evangelium vitae»8
5. Declaración Universal de los Derechos del hombre: ante los horrores de
los crímenes nazis, descubiertos al finalizar la segunda guerra mundial se decla-
ran los derechos del hombre, el primero de ellos a la vida y el respecto,
el resto es subsidiario. Estos derechos son inalienables pues suponen respetar
la propia naturaleza humana, estos derechos no pueden ser negados ni quita-
dos, pertenecen a todos los hombres y así deben ser reconocidos.
Sin embargo, el siglo XX, que acaba de terminar, será tristemente recordado
por los atentados sistemáticos a la vida humana y por la violación de los derechos
humanos.

De todas las amenazas a la vida humana, sin duda la más grave es


negarle a un inocente el derecho a la vida, aduciendo toda clase de
excusas para sostener lo injustificable.

Hemos estudiado hasta aquí:


Introducción a la bioética.
Bioética: Historia y Difusión.
Epistemología de la bioética.

4
Constitución Pastoral: «Gaudium et Spes», Concilio Vaticano II, sobre la Iglesia en el mundo contem-
poráneo. 1965
5
Encíclica «Humanae vitae», sobre la recta regulación de la natalidad. Pablo VI. 25 / 3 / 1968.
6
Instrucción de la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe» Donum vitae», sobre el respeto a
la vida naciente y la dignidad de la procreación. ( 22 / 2 / 1987)
7
Declaración de la Sagrada Congregación para la doctrina de la Fe « Iura e bona», sobre la eutanasia.
( 5 / 5 /1980).
8
Encíclica «Evangelium vitae», sobre el valor inviolable de la vida humana, Juan Pablo II, 25/ 3/ 1995.
24 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Si tiene alguna duda, vuelva a leer.

Definición
Según Monseñor Elio Sgreccia, la Bioética se define como: «Área de investi-
gación, que valiéndose de una metodología interdisciplinaria, tiene por
objeto el examen sistemático de la conducta humana en el campo de las
ciencias de la vida y la salud, en cuanto esta conducta examinada a la luz
de valores y principios morales»9.
Área de Investigación = ciencia.
Metodología interdisciplinaria = no se valoran los hechos desde la filosofía,
la medicina o el derecho.
Es una mirada interdisciplinaria, cada ciencia hace su aporte desde su lugar,
analiza el acto, aportando los conocimientos propios de cada disciplina.
El objetivo es que se llegue a la verdad y se obtenga un juicio verdadero
y valedero , no por vía del consenso sino buscando la verdad que involucre la mejor
solución al conflicto ético planteado.
Examen sistemático de la conducta humana: se trata de evaluar, la con-
ducta humana, libre y consciente, en el campo de las ciencias de la vida y la salud.

Ahora nos queda por ver como se analiza el hecho bioético a fin de poder definir
la licitud o ilicitud del acto. A continuación se comenta el procedimiento de análisis
de casos recomendado por Mons. Sgreccia:
1. Conocer fehacientemente el hecho médico, (momento epistemológico)
esto es fundamental, no se puede soslayar ni conocer a medias.
Para ello es importante la recolección de antecedentes:
historia clínica;
diagnóstico fundamento,
antecedentes sociales,
familiares y circunstanciales del caso.
Destacar si existen alternativas médico- asistenciales en el caso, identificando las
responsabilidades de los actores en el caso.
Valga como ejemplo el caso de la joven Karen Quinlan. En 1976,
por causas desconocidas queda varios meses en coma, a pedido de su
familia y con autorización de la Corte se consintió que los médicos le
retirarán el respirador artificial, considerando que con esto se permitía
que la joven que padecía de muerte cerebral, muriera con dignidad.
Pues una vez retirada la ventilación mecánica, sobrevendría la muerte
inexorablemente. Grande fue la sorpresa de médicos y familiares,
porque Karen no murió, sino que vivió diez años más.

9
Epistemología de Bioética.
10
Fracapani de Cuitiño, M, Giannaccari de Mathus, L.; Bochatey, A.; Bordín, C. Los fundamentos de la
bioetica Pág. 242.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 25

¿ Qué cambió en Karen?


Simplemente que no tenía muerte cerebral sino un Estado Vegetativo Persistente.
Karen Quinlan paso a la historia de la bioética, pues la sentencia de su caso, de la corte
de Nueva Jersey, exige que se instituye formalmente un comité de ética, que libre de
presiones y ante el conflicto de intereses planteado, valore y aconseje la conducta a
seguir. Se formó así el primer comité de Ética en la Morris View Nursing Home.
Presten atención a lo que esto puede significar en Bioética, un error diagnos-
tico, ya que se toman decisiones que comprometen la vida y la salud de un ser
humano.
2. Ver que valores éticos están involucrados en este proceso, y que jerar-
quía tienen entre ellos, ( momento filosófico) considerando las opiniones de los
involucrados, las dudas que genera el caso y las alternativas o cursos de acción
posibles, debidamente fundamentadas.10
Este análisis de los hechos se hace a la luz de los principios morales de la Bioética
personalista, que son el respeto a la persona humana, dotado de un alma espiri-
tual, con libertad y responsabilidad, creada a imagen y semejanza de Dios. Este
examen debe ser objetivo, no recurrir a sentimentalismos, ni prejuicios a la hora de
tomar decisiones. Buscando siempre e incansablemente la verdad.
3. El tercer punto del proceso es la toma de decisiones (momento
antropológico), este hecho concreto y estos valores éticos en juego como influyen en
las personas involucradas.
Para evaluar si un hecho es lícito o ilícito deberemos tener en cuenta
estos tres aspectos antes mencionados. Seguir un método proporciona una
respuesta útil, para solucionar problemas concretos y generar un espacio de re-
flexión para el tratamiento de estas temáticas de profunda significación humana.

Ámbitos de la Bioética
Los ámbitos de incumbencia de la Bioética son los temas de los cuales
se ocupa esta ciencia:
1. Problemas éticos de las profesiones sanitarias: aquí se evalúan todo lo que
tiene que ver con la relación médico – paciente, la verdad al paciente terminal, aborto,
eutanasia, secreto profesional, etc. Son los temas de la ética medica tradicional.
2. Problemas éticos emergentes en el ámbito de la investigación sobre
el hombre:
respeto por los derechos del hombre,
el consentimiento informado, «la neutralidad de la ciencia»,
uso de placebo, etc.
3. Políticas sanitarias, medicina ocupacional y políticas de planifica-
ción familiar:
uso de los recursos económicos en salud,
asignación del presupuesto en salud,
sociabilidad y subsidiariedad en salud.

11
Di Pietro, M. L.; Sgreccia, E. Bioética y Educación. Edit. La Scuola. Brescia 1997. Pág. 23.
26 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En la medicina ocupacional se discute a quién pertenece el resultado de los


exámenes preocupacionales, se debe revelar el resultado del examen, etc.
Respecto de las políticas de planificación familiar es menester desterrar las men-
tiras de la bomba demográfica:
el uso del aborto como medio de planificación familiar,
como se solicito descaradamente en las últimas conferencias interna-
cionales de la mujer ( El Cairo, Pekín, etc.
4. Ética del ambiente: volviendo al origen de la Bioética, se reclama un uso
adecuado del ambiente a fin de que respetando el orden natural, la humanidad
viva más dignamente.

Modelos Bioéticos
¿Hay un solo modelo de Bioética?. ¿Es unánime la perspectiva en Bioética?
¿Qué queremos significar cuando hablamos de modelos Bioéticos.
Queremos expresar cual es el fundamento en el cual se apoyan para juzgar los
hechos de las ciencias de la vida y la salud.
Modelo sociobiologista o Ética Descriptiva
Este modelo de bioética no juzga los hechos, no puede decir si es lícito o ilícito,
simplemente los describe. Se basa en la teoría de la evolución de Darwin, en el
sociologismo de Weber y en el sociobiologismo de Heisenk11. Considera que como el
hombre y el cosmos evolucionan permanentemente, también evolucionan y mutan
los códigos morales, para ellos es imposible detenerse en un punto y juzgar los hechos
de las ciencias de la vida y la salud. Todos viven en una permanente evolución.
Este modelo, más allá de su adhesión al mito del evolucionismo, es reduccionista
pues reduce al hombre a un determinado momento histórico, niega la objetividad de
la ética, puesto que no hay referencias éticas objetivas, se niega la naturaleza huma-
na y su escala de valores inscripta en su corazón gracias a la ley moral natural.

El modelo subjetivista o liberal – radical


Este modelo toma como fundamento a la libertad, pero no una libertad respon-
sable subordinada al valor de la vida humana, sino una libertad sin límites, reduci-
da, es egoísta que sólo ve el propio y mezquino interés. Es libertad solo para algu-
nos, para aquellos que puedan expresarse, piensen en los embriones o bebes.
Inspirado en el filósofo liberal Marcuse, fue la plataforma del mayo Francés
de 1968, la rebelión de los estudiantes. ¿Qué propone este modelo? La libertad o
mejor dicho la capacidad de elegir y «liberarse» de tres ataduras: «libertad del traba-
jo», «libertad de los vínculos y del matrimonio», «libertad del cuerpo y de la ética».
Como ustedes podrán ver, si la libertad es el valor supremo, está por encima de la
misma vida humana. Los seguidores de este modelo consideran que es lícito todo
aquello que es libremente elegido, ven como lícito el aborto ( «libertad de la madre
para decidir sobre su cuerpo»), la eutanasia («libertad para decidir cuando vivir y
cuando morir»), el cambio de sexo («libertad de la naturaleza, que termina siendo
una prisión para el hombre»).

11
Di Pietro, M. L.; Sgreccia, E. Bioética y Educación . Edit. La Scuola. Brescia 1997. Pág. 23.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 27

El Modelo pragmático utilitarista


Define lo lícito como lo útil, maximizar el placer y minimizar el dolor. En el
campo de la medicina se expresa con el costo – beneficio. Reniega de un criterio
superior o metafísico, como norma universal. El problema del costo-beneficio, es
que estos dos ejes no son homologables, por ejemplo el beneficio que pueda brindar
una medicina no es comparable con el costo económico de la misma, o sea,
ambos términos de la ecuación no son parangonables. Se inspira en la filosofía de
Bentham y Stuart Mill. La bioética anglosajona, se funda en este modelo y es la que
ha tenido mayor difusión.
Este modelo incluye tres escuelas de Bioética:
1. El contractualismo.
2. Ética Fenomenológica.
3. Ética de los principios.

1. El contractualismo: Sostiene que la moral se dirime gracias a un contrato


social establecido por la comunidad ética, o sea, entre aquellos con capaci-
dad de decidir, que son considerados personas. Según Engelharth, en su
obra» The Foundations of bioethics», la comunidad ética solo la forman los
adultos concientes y libres con capacidad de decidir.
Para él, algunos no han alcanzado el grado de personas:
los niños,
los recién nacidos,
los embriones,
los discapacitados.
Otros han perdido la capacidad de ser personas:
los pacientes en coma,
los pacientes gravemente enfermos de patologías terminales,
los enfermos mentales,
los ancianos, etc.

Como podrán imaginar este modelo favorece cualquier cosa que la co-
munidad de adultos infiere como lícito, sin importar si con ello mata a otro
ser humano.

2. Ética Fenomenológica: Si bien se abre a los valores éticos, estos se fun-


dan en lo emotivo- intuitivo o en lo religioso. La moralidad no se funda
en normas objetivas, sino en la subjetividad de quien está involucrado en el
hecho bioético. Se funda en la filosofía de M. Scheller y N. Hartmann.
También Diego Gracia, cultos de la Bioética en España asume este modelo.

Ante el hecho concreto, la valoración del acto es subjetiva y se apoya en el


consenso.
28 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

3. Ética de los principios: se trata de la bioética norteamericana, en 1989, T.


L. Beauchamp y J. F. Childres fueron los mentores de esta bioética de corte
utilitarista que nació en el Kennedy Institute of Ethics (Georgetown University).
Estos principios son:
autonomía,
beneficencia-no maleficencia y Justicia.
Estos principios han cobrado notoriedad puesto que han sido difundidos a
través de la bibliografía médica americana. Estos tres principios no tienen
jerarquía entre sí y sin valores de referencia que lo sustenten, es por ello que
pueden entrar en conflicto entre sí. No obstante han sido considerados una
especie de « llave mágica « para resolver todos los dilemas bioéticos.

El solo mencionar los principios, aún con filosofías éticas diametralmente


opuestas, resolvería el caso en cuestión.

Veamos las características de cada principio.


Principio de Autonomía, significa la facultad de gobernarse a si mismo,
la afirmación de la autonomía individual, es el respeto a la autodeterminación
de la persona racional y libre. Preserva en derecho a la no-interferencia, a la
libertad, hace la relación medico – paciente simétrica, dialógica y participativa.
En el principio de autonomía se fundan:
El secreto profesional.
El consentimiento informado.
El rechazo a los tratamientos, el testamento de vida y las ordenes de
no resucitar.
Veamos algunas limitaciones.

L
La primera limitación de la autonomía es la incapaci-
I
dad de los pacientes para ejercerla, en casos de enferme-
M
dades mentales, o cuando la misma enfermedad turba la
I
autonomía por temor o desconocimiento.
T
A
C
El otro limitante es que puede entrar en conflicto con la
I autonomía del medico tratante, así por ejemplo un pa-
O ciente puede pedirle al medico algo que el no conciente,
N por ejemplo la eutanasia. Vean ustedes como en estos dos
E ejemplos se demuestra que al no tener un horizonte ético y
S metafísico trascendente los conflictos se manifiestan.

No obstante, a decir de los mismos americanos (Dr. Edmund Pellegrino) 12 se


observa una sobrestimación de este principio que ha generado conflictos, pudiendo
ser superados por lo que el mismo Pellegrino llama principio de integración.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 29

Seguidamente veremos el segundo principio.

El principio de beneficencia- no-maleficencia) es el antiguo principio


de la ética médica hipocrática, por beneficencia se entiende hacer el bien
al paciente, aliviarlo, prevenir sus enfermedades, promover el bien
integral del paciente. Por no-maleficencia no dañarlo, cumplir con aque-
llo de»primum non nocere», no hacerle ningún mal. Este principio se aplica
en las terapias del dólar -consolar-, la donación de órganos, en general a
todas las actividades diagnosticas y terapéuticos, que el medico lleva a cabo
con el paciente. También se usa para el ensañamiento terapéutico y la
relación costo beneficio de los tratamientos.13

Finalmente estudiaremos el último principio.

El principio de Justicia.

Marca el deber de darle a cada persona lo que necesita o lo que le corres-


ponde. Tiene un fundamento de Justicia distributiva.

Se lo aplica a la atención y tratamiento que corresponde dar a cada enfermo,


también en la distribución de los recursos en salud, y vela por terceras personas
involucradas( casos de enfermedades contagiosas).
El problema de la bioética de los principios es que estos a menudo entran en
conflicto entre sí, por carecer de una jerarquía entre ellos, y no tener una sistemáti-
ca correlación entre sí.
Por otra parte al no tener una fundamentación en una teoría ética de referen-
cia, quedan sin sustento y no permiten dar respuestas objetivas a los dilemas bioéticos.

Repasemos los temas estudiados hasta aquí.


Definición de bioética
Ámbitos.
Modelos.

Actividad de Aprendizaje
Analice cuidadosamente cada uno de los modelos y sus características más
significativas.

12
Pellegrino, Edmund D. «La relación entre la autonomía y la integridad en la ética médica». Bol. Of,
Saint Panam 108 (5 – 6), 1990.
13
Spagnolo, A. Principios de la Bioética Norteamericana y crítica al Principalismo. Bioética, en la
investigación y en la praxis medica. Edic. Camiliana.Torino. 1997 Pág. 91
30 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

1.3 Modelo Personalista


Autor: Dra. Julia Elbaba

El modelo personalista es el fundado por Mons. Elio Sgreccia en el Centro de


Bioética de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Roma.

Utiliza como parámetro para definir si un acto es lícito o ilícito la persona


humana, el bien integral de la persona.

Definición de Persona
Este personalismo llamado ontológico se basa en un concepto fuerte de perso-
na humana.
Es persona el sujeto que resulta de la unidad sustancial de cuerpo y espíritu
racional, con alma, con capacidad de introspección y trascendente. La palabra
persona, proviene del griego «prosopon», «mascara», refiriéndose a la mascara que
usaban los actores griego para que resuene su voz. La palabra latina que le corres-
ponde es: per - sonare.
Boecio, define metafísicamente el termino Persona:

«Sustancia individual de naturaleza racional»

La sustancia es la esencia de una realidad, aquello que hace que algo sea lo que
es, por esto la persona es un ser que existe en sí mismo y no en otro.14 Individual
quiere decir que es un ser concreto, individuo es un ser que es distinto de los demás
e indistinto de sí mismo. La naturaleza racional implica que el hombre tiene una
apertura a todas las cosas, por el conocimiento el hombre puede descubrir la verdad
objetiva de las cosas y la esencia misma de la realidad.
Santo Tomas de Aquino, toma la definición de Boecio y le da una nue-
va significación diciendo de la persona»:
La persona significa un ser subsistente distinto en la naturaleza intelec-
tual»15, subsistente quiere decir que existe por sí misma, es el modo más perfecto que
tiene una sustancia de existir. Una realidad idéntica consigo misma y diversa de toda
otra. La subsistencia le da la propiedad a la persona de ser incomunicable16. La
naturaleza humana está abierta a la comunicación, a la incorporación de las cosas
por el conocimiento y a la donación de sí mismo por el amor, pero por otra parte se
trata de una totalidad incomunicable, el hombre no puede dejar de ser quién es.
A la persona humana la subsistencia se la da su alma espiritual racional.
El alma es simple e inmortal y es infundida por Dios en el hombre en el mismo
instante de la concepción. La inteligencia y la subsistencia enmarcan ontológicamente
la dignidad de la persona y es en su alma espiritual donde reside la dignidad del ser
humano y el sostén de sus derechos.

14
Ramos, A. Antropología Teológica Colección @quinasNET. 2003. Pág. 113.
15
Santo Tomás: De Potentia, q.2,a.4.
16
Fosbery, A. La Cultura Católica. Bs.As. Edit. Terra Media.1999. Pág.331
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 31

Por ello los derechos humanos son inalienables, dados a los hombres por Dios
creador17. Por poseer un alma espiritual la persona, a través de su inteligencia y
voluntad, es capaz de conocer la verdad y amar el bien.
Puede conocer la ley natural y aceptar el juicio de la conciencia:

«Mediante su razón, el hombre conoce la voz de Dios que le impulsa a


hacer el bien y evitar el mal».

La persona, espíritu encarnado, creada a imagen y semejanza de Dios, es el


culmen de la creación, es la mas digna de todas las criaturas18 y lo más perfecto de
toda la naturaleza.
Esta superioridad de la persona es lo que en Bioética sustenta la defensa de
la vida humana desde el instante de la concepción. El hombre desde la concepción
tiene un alma inmortal, un alma hecha para Dios, por esto tiene un destino eterno
de salvación, es llamado por Dios a conocer y amarlo en la tierra y a vivir una vida
eterna de comunión con Él.
Puede establecer una relación personal con Él19. Por eso el Concilio
Vaticano II afirma:

«La persona Humana es la única criatura en la tierra que Dios ha amado


por sí misma».1

La imagen de Dios en el hombre se manifiesta, además, en el señorío que tiene


sobre la creación.
La realidad de persona se demuestra en sus actos, por esto el hombre debe vivir
conforme a la Verdad, al estilo de vida que Dios Padre quiere para él, y conforme al
modelo que es Cristo.
El hombre debe descubrir la libertad como capacidad de generar acciones que se
originan en nuestra propia esencia personal, en nuestro propio ser. Por esto mismo
la persona debe ser responsable de sus actos, porque nacen de su propio ser personal.

Realizar un acto libre, significa que La responsabilidad implica hacer-


el hombre es causa de ese acto, se cargo del acto y de sus conse-
y por eso responsable del mismo. cuencias.

Entender esto es trascendental para la Bioética.

La naturaleza humana herida por el pecado original, se inclina al mal, pero por
los meritos de Cristo, encarnado, muerto y resucitado por nosotros, es restaurado el
hombre en su filiación divina y le permite realizar toda la verdad de su ser.

17
Juan Pablo II. Evangelium vitae N°18.
18
Ramos, Alejandro. Antropología Teológica. Cátedra de Teología. Universidad FASTA.2002. Pág.65
19
Ramos, Alejandro. Antropología Teológica Colección @quinasNET. 2003. Pág. 100.
32 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Definición de corporalidad
El cuerpo humano para el hombre tiene una dimensión personal en el sentido
que el hombre existe en un cuerpo, no es algo que se posee sino que expresa al ser
humano, y realiza su existencia. El cuerpo es la encarnación de la persona, ella
entra en la historia por su cuerpo20. Por el cuerpo se identifica a la persona de
acuerdo al sexo femenino y masculino.
También el cuerpo tiene una dimensión relacional en el sentido de la comuni-
cación que se establece con el mundo, con el lenguaje corporal es expresión de
nuestra interioridad, aunque no la agota y a su vez es la reserva de nuestra intimi-
dad.
El cuerpo es un límite, está sujeto a la enfermedad y a la muerte. Pero es la
misma muerte la que nos libera de ese limite, y le permite al espíritu lograr su fin
último, encontrarse definitivamente con Dios.
Tiene también una dimensión social, es un medio de intervención en el mun-
do y es lugar del encuentro con los otros en actos de reciprocidad mutua, la mayor
expresión de esta reciprocidad se da en el matrimonio en el cual se expresa toda la
dimensión del amor humano que es unión y fecundidad.
El cuerpo tiene una dimensión ético religioso en cuanto establece una rela-
ción con Dios.

El ser persona es una totalidad, sin distinción de cuerpo y alma y por ello
tiene una dignidad especial y la forma de tratamiento del cuerpo es de respeto
y nobleza.

Por todo esto la sexualidad humana adquiere una dimensión trascen-


dente: es un elemento básico de la personalidad, un modo propio de ser, de mani-
festarse, de comunicarse con los otros, de sentir, expresar y vivir el amor humano.
La sexualidad orientada al amor adquiere verdadera calidad humana21. Abarca las
dimensiones biológica, psíquica, social y espiritual de la persona.

La bioética Personalista se funda en el respeto, la defensa y la promo-


ción de la persona humana, en su derecho primario y fundamental a la vida y
al respeto de su dignidad como persona, dotada de alma espiritual, de res-
ponsabilidad moral y llamada a la comunión beatifica con Dios.1

21
Pontificio Consejo para la Familia. Sexualidad humana, verdad y significado. Roma 1994. N° 18
22
Sgreccia, E. Op. Cit. Pág.171
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 33

1.4 Principios de la Bioética Personalista


Autor: Dra. Julia Elbaba

Habiendo desarrollado ya los conceptos de persona, vida y corporalidad en los


cuales se basa la bioética personalista, un personalismo ontológicamente fundado,
mencionaremos a continuación los principios rectores que sirven para analizar un
hecho bioético y determinar su bondad o maldad.
Estos principios en los que se basa la bioética personalista son cuatro22
y han sido desarrollados por Mons. Elio Sgreccia:
1. Principio de respeto y defensa de la vida física
2. Principio de totalidad o terapéutico
3. Principio de libertad responsable
4. Principio de sociabilidad – subsidiariedad.

1. Principio de respeto y defensa de la vida física


El primer principio es el de respeto y defensa de la vida física desde el instante de
la concepción hasta la muerte. La vida física es valor fundamental de la perso-
na, si bien no se agota en ella toda la persona humana, pues tiene un destino de
eternidad.
La vida física debe ser valorada y defendida, pues implica la defensa y dignidad
de la persona humana.
Además, por encima de la vida física solo existe el bien total o espiritual de la
persona, por esto se le podría pedir a alguien que entregará su vida por la fe,
como los mártires, y este don sería legitimo pues es por un bien superior.

La vida humana que comienza en el instante de la concepción, en este


instante Dios mismo le infunde el alma espiritual, definiendo así el estatuto
antropológico y biológico de la nueva persona humana.

Defender la vida física de cada individuo humano, implica reconocer su carácter


inviolable, sagrado, y de don, otorgado al hombre para su cuidado responsable.
Aún cuando es débil e indefensa, enferma o pobre, el valor de la vida humana es
único. El reconocimiento del valor de la vida humana se hace con la luz de la
razón, es a través de ella que el hombre encuentra en su propia conciencia la ley
moral natural, que le dice como cuidar el don admirable de la vida.
El derecho a la vida es el primero de los derechos, y no puede jamás ser
subordinado a la libertad a la salud o a cualquier otro derecho humano.
Invocando este primer principio queda claro la ilicitud de los atentados contra la
vida humana: el aborto, la eutanasia, el suicidio asistido, el genocidio.
Como así también toda maniobra sobre la misma:
La clonación.
La manipulación genética.
El congelamiento de embriones, etc.
34 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

2. Principio de totalidad o terapéutico


El segundo principio es el terapéutico, por el cual son permitidas las
intervenciones médicas y quirúrgicas que con el fin de la curación, de salvar la
vida de un paciente o mejorar la calidad de vida, se puede sacar una parte para
salvar el todo.

Este es un principio básico de la ética medica, hacer siempre el bien del


paciente.

Este principio tiene una segunda condición que ante todo tratamiento se debe
obtener el consentimiento informado del paciente o su representante legal.
Así mismo, este principio exige una proporcionalidad en el tratamiento pro-
puesto para determinada enfermedad y el beneficio que se quiere lograr,
por ejemplo para una angina con aspirinas y en casos particulares algún
antibiótico alcanzaría como tratamiento. Sería desproporcionado proponer una
extirpación de la amígdala. También requiere que el tratamiento tenga espe-
ranza de éxito.
De acuerdo con este principio son licitas aquellas intervenciones que tiene como
fin la curación del paciente, por ejemplo la cirugía del apéndice en casos de
apendicitis aguda. Son ilícitos los anticonceptivos puesto que nada curan.
Por este principio la reproducción artificial al no curar la esterilidad, puesto que
aún cuando fuera positiva la intervención y la paciente puede llevar adelante un
embrazo, sería ilícita porque no cura.

3. Principio de libertad responsable


El tercer principio es el de la libertad responsable.

Es decir, que la libertad está subordinada al valor de la vida, es una liber-


tad para la vida, no contra de la vida.

Por eso serán, en este sentido, lícitas las acciones que obrando con libertad y
responsabilidad respeten la vida humana y busquen como fin el bien integral de
la persona.
Agentes de la salud y pacientes ante una intervención deben tomar en conside-
ración la libertad de elegir el bien y la verdad, y luego hacerse cargo de la deci-
sión y de las consecuencias el acto.
Este principio comprende la obligación moral de los pacientes de colaborar
con los tratamientos ordinarios y necesarios para salvar su vida y su salud23 y
para expresar su consentimiento.
Como así también involucra a los médicos a ser responsables con los pacien-
tes y a actuar con ciencia y conciencia frente al ser humano que sufre.

23
Sgreccia, E. Op. Cit. Pág. 175
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 35

Pero también por nuestros actos debemos ser responsables ante nosotros,
ante nuestra comunidad y ante las generaciones futuras. Esto queda cla-
ro en todas las decisiones respecto a la procreación humana. También se con-
templa otro aspecto que tiene que ver con el cuidado que merece la creación,
que fue puesta por Dios bajo nuestro señorío.

4. Principio de sociabilidad – subsidiariedad

El principio de sociabilidad se refiere a cada uno debe ser responsable de


gestionar la propia salud y a colaborar para que todas las personas tengan
acceso a la salud.

Se trata de que en la promoción de la salud, cada uno ponga su empeño para


considerar la salud como un bien que hay que alcanzar socialmente, sin excluir
a nadie. Hoy se habla del derecho al acceso a la salud para todos, lograr que
todos los ciudadanos tengan acceso a prevenir, curar y rehabilitar su salud. En
este sentido es muy importante lo que podamos hacer para mantener saludables
los ambientes en los cuales participamos, libres de humo por ejemplo.
Este principio está integrado con el subsidiariedad, por el cual la sociedad debe
ayudar a aquellos miembros que están imposibilitados de hacerlo solos, y se
debe dar mas a quién mas lo necesita, sin pensar en las utilidades que se obten-
drán con esa ayuda.
Es decir, no interesa si el que más necesita es un paciente añoso, incurable o
terminal, debemos darle ayuda si es el que está mas enfermo. Este principio
viene definido como principio de solidaridad.
Estos principios nos ayudarán a definir que es licito o licito en Bioética. Se
encuentran encuadrados dentro de una antropología de referencia: el personalismo
ontológicamente fundado y no entran en conflicto entre sí , además, poseen una
jerarquía entre sí.
El criterio último es la persona humana y el bien integral de la misma, comen-
zando por el respeto de la vida física, el respeto de la libertad responsable, la justifi-
cación terapéutica de las intervenciones médicas y por último la interpretación del
bien común como la suma de los bienes individuales.
Con la Bioética Personalista se intenta proponer, a decir de Mons. Sgreccia,
un Humanismo personalista y solidario que afirme la dignidad plena de la
persona humana, desde la concepción hasta la muerte24. Que afirme la liber-
tad responsable de cada hombre y la solidaridad entre ellos.

Quiera Dios que la Bioética sea como le pide el Santo Padre, un lugar de
dialogo, de respeto por la persona humana y por sus derechos inalienables.
Que esté siempre al servicio de la vida y de la dignidad de cada persona, desde
la concepción hasta la muerte natural.

24
Sgreccia,E.;Mele,V.;Miranda, G. Le radici della bioética. Vol. 1 Vita e pensiero. Milán 1998. Pág108
36 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Síntesis :
Cultura de la vida: una cosmovisión capaz de descubrir y respetar la digni-
dad de la persona humana, sosteniendo la inviolabilidad de la vida, promoviendo
aquello que la eleva y enriquece.
Cultura de la muerte: amenazas sistemáticas a la vida humana.
Bioética: «Área de investigación, que valiéndose de una metodología
interdisciplinaria, tiene por objeto el examen sistemático de la cultura humana en el
campo de las ciencias de la vida y la salud, en cuanto esta conducta examinada a
la luz de valores y principios morales».
Modelos Bioéticos:
1. Modelo sociobiologista o Ética Descriptiva
2. El modelo subjetivista o liberal – radical
3. El Modelo pragmático utilitarista
· El contractualismo.
· Ética Fenomenológica
· Ética de los principios
4. Modelo Personalista:
Personalismo ontológicamente fundado, basado en la persona humana.
«Ser subsistente distinto en la naturaleza intelectual», unidad
sustancial de cuerpo y alma, abierta a lo trascendente, creada a imagen
y semejanza de Dios. Con libertad responsable.
Valor de la corporeidad como encarnación de la persona. Di-
mensión relacional y límite, está sujeto a la enfermedad y a la
muerte. Dimensión social y ética religiosa.
Los principios en los que se basa la bioética personalista son
cuatro:
Principio de respeto y defensa de la vida física
Principio de totalidad o terapéutico
Principio de libertad responsable
Principio de sociabilidad – subsidiariedad.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 37

Actividad de Aprendizaje Final

La Encíclica Evangelium Vitae ( Evangelio de la Vida), escrita por el Santo Padre


Juan Pablo II, aborda el tema del valor inviolable de la Vida Humana y por
primera vez trata la problemática de la Bioética.
Lea atentamente el texto «Los Fundamentos de la bioética en la Encíclica
Evangelium Vitae», escrito por Mons. Elio Sgreccia, actual Vicepresidente de la
Academia Pontificia para la Vida y fundador del modelo de bioética personalista.
El mismo puede encontrarlo en la sección «Textos complementarios» pág. 224
Responda las siguientes cuestiones:
1. ¿Que relación existe entre la Encíclica Evangelium Vitae y la Bioética?
2. ¿ Que novedades bioéticas aporta la encíclica?
UNIDAD 2

IMPORTANCIA
DEL BIODERECHO
40 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 41

N
os toca ahora internarnos en el mundo del derecho. Abordar la
bioética sin considerar sus dimensiones sociales y jurídicas resultaría
muy incompleto. No solo nos interesa saber cómo debe comportar
se un profesional de la salud en relación con la vida humana, sino también
que posición deben adoptar la sociedad, las autoridades, y la comunidad
política toda con sus ordenamientos jurídicos, sistemas económicos, políticas
educativas, culturales, familiares y relaciones exteriores.
Además, la mayoría de los temas bioéticos se discuten en ámbitos y con
connotaciones jurídicas: se debate permanentemente sobre proyectos de ley,
fallos de tribunales, reformas constitucionales.
Las potencias y las organizaciones controladas por ellas -como la O.N.U.1,
el Banco Mundial2, La O.M.S., etc.- promueven el aborto, la anticoncepción,
el «sexo seguro» o las uniones homosexuales, todas prácticas infecundas;
influyendo para que los países desarrollen reformas legislativas, fallos judicia-
les, políticas estatales, encolumnadas en ese camino.

1
Conferencia sobre Población y Desarrollo de El Cairo 1994, sobre la Mujer de Pekín en 1995, sobre
Medioambiente en Estambul 1996, sobre Desarrollo Social de Copenhague en 1997, etc.
2
Ya en 1987 Juan Pablo II había denunciado como los organismos de crédito condicionaban la ayuda financiera
a la implementación de políticas de control de la población (V. Encíclica Solicitudo Rei Sociales, nro. 25)
42 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1) Analizar la importancia del concepto de Derecho en relación a la Bioética.
2) Abordar la Bioética desde su dimensión coial.
3) Conocer los ordenamientos jurídicos, sistemas economicos y políticos en
relacion al Bioderecho.
Temario:
‰ Importancia del Bioderecho
• El derecho
• Pero, ¿qué es el derecho?
• El derecho, ¿se crea o se descubre?
‰ Características del derecho y el bioderecho
• Alteridad
• Exterioridad
• Objetividad
• Obligatoriedad
• Relativa coercibilidad
‰ Características del derecho de nuestro tiempo
‰ Las normas jurídicas
‰ Las Fuentes del derecho positivo

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 43

2.1 Importancia del Bioderecho


Autor: Dr. Mariano Morelli

El Derecho
¿A qué nos referimos cuando hablamos de «derecho»?
¿Qué es el «derecho»?
El derecho es un área del saber en el que se juega nuestro modo de vivir, nuestros
bienes más fundamentales. Nos compromete, nos exige. De allí que la tentación
ideológica, de mirar la realidad no como es sino como nos convendría que fuera,
está siempre presente. A veces se adoptan posiciones jurídicas interesadas.
Por ejemplo, la de negar a la vida naciente la protección debida a la persona
no porque se pueda asegurar que no lo sea, sino con la intención oculta de permitir
fabricar, descartar o experimentar con embriones humanos.

Pero, ¿qué es el derecho?


La palabra derecho es «multívoca»; es decir, se utiliza para designar realidades
diversas, análogas en nuestro caso. El sentido físico, probablemente el más primiti-
vo, de la palabra derecho nos remite a una línea sucesiva de puntos alineados.
Como cuando una persona necesita guía y le decimos «siga derecho». En latín
remite a las palabras di-rectus, rectus, recto, lo opuesto a torcido. Jurídicamente
hablando, la palabra derecho apunta lo recto pero en sentido de justicia, y tiene
tres significados principales:
Derecho en sentido objetivo.
En sentido normativo.
En sentido subjetivo.

Veamos las características de cada uno de ellos.

1) Derecho en sentido objetivo


Por un lado, se ha designado y se designa con el término derecho a lo justo, lo
que es debido a alguien, la justa asignación de beneficios y cargas. Es el
sentido más original y más propio de la palabra. Lo justo es que cada uno reciba lo
que corresponde, no que todos reciban lo mismo. Las diferencias que se fundan en
razones justificadas de acuerdo con el bien común, no son discriminaciones injustas
sino legítimas.
2) Derecho en sentido normativo
También se denomina derecho a la regla o la norma que prescribe qué es lo
justo. La ley natural –en sus dimensiones de justicia-, La Constitución, un tratado
internacional, una ley, un decreto, un contrato, una sentencia, son derecho en este
sentido normativo.
3) Derecho en sentido subjetivo
En el siglo XX se ha generalizado otra acepción de la palabra derecho:
el poder o la facultad que tiene un sujeto para
realizar o exigir algo justo.
44 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El derecho a la vida, a la igualdad, a la propiedad, en lo que tienen de justos,


son derechos en este sentido.
Sintetizamos las acepciones en el siguiente esquema: (Grafico 2)

El derecho, ¿se crea o se descubre?


Ahora bien,
¿En qué sentido algo es justo o debido?
¿De dónde surge?
¿Quién lo determina?
Los hombres han tenido experiencia de que era necesario establecer reglas para
convivir mejor. Y así lo hacen y lo hicieron. Son normas de conducta «puestas» por
los seres humanos, y que por eso reciben y recibieron el nombre de derecho posi-
tivo.

Este derecho positivo, puede y debe cambiar según el tiempo y el lugar, para
adaptarse a las diversas situaciones sociales.

Ahora bien, ¿es éste, el derecho creado por los hombres, el único que
existe?
Retrocedamos un poco en el tiempo. Viajemos a Estados Unidos, 1862. Un
esclavo, Dred Scott, fue llevado por su amo a un estado no esclavista, para después
retornar a su estado de origen. Dred Scott se presentó a los tribunales, demandando
se le reconozca la libertad pues, sostenía, la había obtenido al ser llevado a un
territorio donde no se admitían esclavos.
Ahora bien, ¿no sabía Dred Scott, como dijo la Suprema Corte Fede-
ral, que los negros no eran personas para la Constitución de los Estados
Unidos?
Si consideramos que Scott reclamaba su libertad con todo derecho. Si puede ser
justo el reclamo de quienes son víctimas de arbitrariedades de parte de los gobiernos
o las sociedades, entonces además del derecho colocado por los hombres, existe
otro derecho.
Ya los antiguos habían advertido la existencia de un orden natural que prescribe
lo justo y lo injusto, con independencia de la determinación humana. Aristóteles
encontró exigencias que eran justas sólo en algunas polis -ciudades-, y las llamó
justo positivo, mientras que otras tenían valor en todas las polis y no dependían
de nuestra aprobación o desaprobación, y las llamó justo natural. El derecho es
en parte natural y en parte positivo, constató.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 45

El jurista romano Cicerón recogió la tradición de la escuela estoica, reflexio-


nando que si las leyes fueran solo las disposiciones del gobernante, entonces sería
ley el robo, el asesinato, y tantos otros crímenes por el solo hecho de que un tirano
los proclame como ley. San Agustín y Santo Tomás, sobre tales bases, hablaron
de una ley eterna, plan de la divina sabiduría que gobierno el mundo; una ley
natural, participación de la ley eterna en la criatura racional, y una ley humana,
creada por los hombres para organizar la convivencia respetando siempre la ley
natural. La parte de la ley natural referida a las relaciones de justicia es lo que se
conoce como «derecho natural».
A partir de estas consideraciones, podemos distinguir:
El derecho natural, integrado por las exigencias de lo que es en sí mismo
justo por ley natural, lo que se corresponde con lo que exigen los bienes
humanos según su naturaleza. El hombre no crea el derecho natural, lo
descubre en la realidad al percibir los bienes humanos fundamentales y la
forma racional de buscarlos. Este derecho le manda respetar la vida y los
bienes del prójimo, unirse con personas del otro sexo para ayudarse, pro-
crear y educar a los hijos, contribuir al bien común, entre otras cosas.
El derecho positivo, integrado por las exigencias de justicia creadas por
los hombres en determinado momento y lugar, para regular la conviven-
cia.
¿Cómo podemos conocer el derecho natural? Por dos vías. Por vía natu-
ral, a través de nuestra inteligencia mediante la experiencia y la reflexión sobre lo
justo, teniendo en cuenta las inclinaciones humanas fundamentales, sus aspiracio-
nes más profundas, y el auténtico bien de la comunidad. Pero como no siempre es
fácil esta tarea, Dios ha querido revelarnos parte de la ley natural y del derecho
natural, poniendo a nuestra disposición una vía sobrenatural para conocerlo: la
Revelación y su presentación auténtica por parte del Magisterio de la Iglesia. Esto no
significa que trate de normas religiosas, que obligan solo a los creyentes. Dios nos
revela contenidos de la misma ley natural, universal, evitando que nuestras limita-
ciones y nuestros intereses la oscurezcan.
No faltan posiciones, conocidas bajo el nombre común de positivismo jurídi-
co, que niegan que exista el derecho natural, o que sea derecho. Lo que se nombra
como derecho natural no sería más que unas convicciones morales subjetivas, rela-
tivas, meras opiniones de cada uno sin valor jurídico. Por eso va de la mano del
relativismo.
Hoy día, la doctrina dominante sobre los derechos humanos constituye un
reconocimiento de que existe un derecho superior al que fijan los pueblos y que todo
estado, gobernante y todo hombre debe respetar. Como tal, reconoce la falsedad
del positivismo jurídico. Probablemente desde el siglo XX se habla tanto de los
derechos humanos porque es justamente cuando menos se los ha respetado.
Pero es necesario evitar un error común: acentuar unilateralmente los de-
rechos, «inflándolos» demasiado, olvidando los deberes correlativos e ignorando los
límites constitutivos que todo derecho tiene y su relación con el bien humano y
comunitario.
46 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Ello ha llevado a errores y conflictos en cuanto al contenido y alcances


de tales derechos humanos, por desconocer que:
1. Los derechos individuales no son ilimitados y por eso los verdaderos dere-
chos de uno no chocan ni son incompatibles con los de los otros.
2. Los derechos no protegen una libertad indeterminada, sino lo justo de acuer-
do con el bien humano, y como tales deben ser respetados incondicional-
mente.
3. Además de derechos las personas tienen deberes respectivos y correlativos.
4. El hombre convive en sociedad y debe ordenar su interés particular a la
consecución del bien común.
Así, el derecho de la madre sobre su cuerpo no entra en conflicto con el derecho
a la vida del bebé, simplemente, porque éste no es parte del cuerpo de la
madre, y porque el derecho de una persona sobre su cuerpo no incluye el de causar
la muerte a otros seres humanos inocentes.
Aunque el derecho positivo debe ser coherente con el derecho natural, puede
ocurrir lo contrario. No faltan casos en los que el derecho establecido por el hombre
contradice las exigencias del derecho natural, de la justicia. Así ocurría, pensamos,
en el caso de los judíos presos en Auschwitz, y de los esclavos negros. Ocurre
también con muchos estados que no castigan el aborto, o incluso lo finan-
cian; o que protegen y promueven las uniones homosexuales, la esteriliza-
ción, la eutanasia.
Cuando el derecho positivo contradice el derecho natural, tal derecho
positivo:
Es incapaz de conducir a la comunidad hacia el bien común, y lleva a un
empobrecimiento de quienes lo crean y aplican, y puede generar insatisfac-
ción, resistencias, y fracaso;
Pierde obligatoriedad -en rigor no debería llamarse «derecho» a algo «torci-
do»- pues contradice al derecho natural que lo fundamenta. Por eso es legíti-
mo, y a veces obligatorio, que sea desobedecido e incluso resistido. Tales
casos de conflicto no dejan de ser trágicos, pues quienes se rebelan contra las
normas injustas pueden sufrir castigos –injustos- por su resistencia.
El legislador debe obrar dentro de su competencia, y ésta le veda el disponer
cosas injustas. Si lo hace, no puede pretender obediencia. Entonces, frente a una
norma injusta, ¿qué hacer?
Primer paso, agotar los recursos intrasistémicos contra la norma: reclamar su
modificación a través de peticiones, procedimientos internos, presión gremial,
recursos judiciales, etc.; o al menos que no se nos haga participar de ella -
objeción de conciencia. ¿Y si no dan resultado? Si la norma nos lleva a sufrir
una injusticia, deberíamos buscar el mal menor, considerando las consecuencias
negativas que sufriríamos nosotros y los demás si la desobedecemos. En cam-
bio, si la norma nos lleva a cometer una injusticia, debemos abstenernos de
seguirla, porque no es legítimo hacer lo injusto para no sufrir una injusticia,
transfiriendo a otro la injusticia y haciéndonos responsables de la misma.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 47

2.2 Características del Derecho y el Bioderecho


Autor: Dr. Mariano Morelli

El derecho y el bioderecho poseen las siguientes características:


Alteridad: relaciona a un sujeto con otro sujeto, establece lo que es debido por
un sujeto a otro. Los actos que solo afectan a su autor y no a otras personas,
quedan fuera del marco del derecho, reservados al ámbito exclusivo de la moral.
Sin embargo, como vivimos en sociedad, la mayoría de nuestros actos tiene
alguna trascendencia social importante.
Exterioridad: el derecho refiere a conductas humanas exteriorizadas. Lo que
permanece en el interior de una persona está regulado por la moral, pero no
por el derecho. El derecho tomará en cuenta el interior del sujeto, examinará su
intención, su conocimiento, su madurez psíquica, pero sólo para valorar mejor
actos exteriorizados.
Objetividad: El derecho es objetivo en un doble sentido. Por un lado, porque
lo justo se determina por lo que es debido a la otra persona -objeto- y no por las
condiciones personales de quien debe. Lo justo es que se respete la vida de una
persona de acuerdo con su dignidad, no según el estado de ánimo, los senti-
mientos, la opinión, el voto o las inclinaciones de otros.
Por otro lado, lo justo es tal con prescindencia de la intención de las personas.
El derecho remite a lo que al otro corresponde, no a lo que yo o el otro quiere.
Por eso, el atentado contra la vida o contra la salud de una persona sigue
siendo injusto -y delito- aunque su autor y su víctima estén de acuerdo. Incluso
constituye delito la ayuda al suicidio.
Obligatoriedad: el derecho es obligatorio en justicia, es decir, debe ser cum-
plido a los fines de asegurar la plenitud personal y la buena vida social -bien
común- a la que estamos llamados y en alguna medida moralmente obligados.
No es ni puede ser materia «facultativa» sujeta a la libre opción de cada uno.
La moral también es obligatoria, pero no solo por exigencia de la justicia, sino
del bien humano integral que incluye todas las virtudes (fortaleza, templanza,
prudencia, etc.)
Relativa coercibilidad: en alguna medida, es posible conseguir lo justo a
través de la coacción, de la fuerza o la amenaza de una sanción. Ahora bien,
que sea coercible no significa que de hecho siempre exista la coacción. En la
mayoría de los casos no hay coacción, sea porque libremente se obra lo justo,
o porque quien obra lo injusto logra la impunidad. A diferencia del derecho, el
bien moral no se puede alcanzar por la coacción.
El saber jurídico tiene como objeto material comprender la conducta humana y
sus reglas. En esto coincide con otros saberes, como la sociología, la política, la
economía. Pero el derecho estudia la conducta humana en cuanto es debida en
justicia, y las normas que así lo establecen. Si estudia lo que ocurre, es para valorarlo
de acuerdo con lo que debe ocurrir. Tiene un sentido prescriptivo más que descriptivo.
A continuación veremos las características del derecho de nuestro tiempo.
48 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Características del Derecho de Nuestro Tiempo


El derecho occidental, gestado sobre el derecho romano y el derecho canó-
nico, trataba de ajustarse al derecho natural protegiendo la vida y la familia. Pero
desde la modernidad muchos movimientos revolucionarios intentaron una ruptura
entre la cultura occidental y los principios que la habían gestado, que se manifies-
ta en tres características que son:
El crecimiento del relativismo.
El individualismo y la globalización.
Relativismo
Lo primero, el relativismo, conspira contra la vigencia del derecho. Si se dice
que la verdad, lo justo y lo injusto depende de cada uno, ¿cómo puede hacerse
realidad el derecho? Esta idea de que lo justo depende de cada uno nos condena-
ría a no poder juzgar, estrictamente, ninguna conducta por más criminal que sea.
Quien considera lo justo como algo meramente relativo, que depende de la opinión
de cada sujeto, no podría condenar la injusticia de la esclavitud o del régimen nazi
o stalinista más que considerándolas como respetables «opiniones diferentes». Lo
justo y lo injusto cambiaría a medida que cambian las opiniones de las personas
sobre ello. Es verdad que no siempre es fácil identificar acertadamente lo justo y lo
injusto en asuntos complejos, pero no es legítimo concluir de ello que lo justo y lo
injusto no existan o dependan de cada uno. Tan contrario al sentido común es el
relativismo que los mismos grupos que difunden el relativismo, suelen también lu-
char por imponer sus propias visiones sobre lo justo y lo injusto y combatir duramen-
te a quienes sostienen las exigencias del derecho natural. No en vano la humanidad,
universalmente, ha considerado injusto atacar a otra persona en su vida o sus bie-
nes por mero capricho. El relativismo incide notablemente en la materia biojurídica,
pues las legislaciones pierden la certeza de lo justo orientándose hacia soluciones
contrarias al derecho natural, o hacia regulaciones permisivas que desprotegen a los
débiles y a la sociedad.
Individualismo
El individualismo, por su parte, también corroe las bases sociales, pues impi-
de al derecho alcanzar el bien común cuándo es necesario posponer la voluntad
o el interés de los particulares y su libertad de conducirse como lo desean. En el
campo biojurídico este individualismo se traduce, por un lado, en la exaltación de la
libertad hasta el punto de autorizar o aún proteger como derechos los atentados
contra la vida - aborto-, la integridad física -esterilización-, o la familia -homosexua-
lidad-; y desconocer las exigencias del bien común en materia de cuidado de la vida
y de la salud -consumo de droga, negativa a tratamientos médicos, etc.
Globalización
La globalización tiende a erosionar las soberanías de los estados, exponiéndo-
los al avasallamiento de sus potestades para gestionar el bien común, sometiéndo-
los a los dictados de estados poderosos u organismos internacionales que responden
a objetivos supranacionales al servicio de intereses económicos, geopolíticos y cultu-
rales de grandes potencias o grupos financieros globales.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 49

Cuestiones como la deuda externa3 o la imposición del control demográfico


en países escasamente poblados4 constituyen demostraciones de ello. En materia
biojurídica significa el reconocimiento de normas y tribunales internacionales que no
sin parcialidad intervienen en los estados.

3
Las potencias mundiales han gestado un impagable y usurario endeudamiento con los estados en
vías de desarrollo para poder controlar sus gobiernos y dirigir sus políticas. Cfr., entre muchas obras,
Olmos, Alejandro. Todo lo que quiso saber sobre la deuda externa, Bs. As., 1992; Hernández,
Héctor, Justicia y deuda externa argentina, editorial Universidad Católica de Santa Fe, Santa Fe,
1988. Puede verse también www.deudaexterna.org
4
Se impone el control demográfico porque la población de los países desarrollados está en declina-
ción mientras crece en los países en vías de desarrollo, y esta situación es perjudicial para los
intereses económicos y geopolíticos de las primeras como lo demostró el informe encargado por
el gobierno norteamericano a Henry Kissinger. Puede verse entre muchas obras al respecto
Schooyans, Michael, El aborto, implicancias políticas, editorial Rialp, Madrid, 1988, o visitar la página
web www.vidahumana.org
50 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

2.3 Las Normas Jurídicas


Autor: Dr. Mariano Morelli

Llamamos norma jurídica a cierta regla de los actos humanos que establece
cuáles son justos y cuáles no lo son.
Las normas jurídicas pueden ser positivas, establecidas por los hombres, o
naturales, descubiertas por los hombres como exigencias de lo justo.
En el marco del bioderecho, cobran especial importancia como nor-
mas positivas:
La Constitución Nacional, en particular el artículo 29 que prohíbe colocar a
merced de gobierno o persona alguna la vida de los habitantes; el artículo 33
que reconoce derechos aunque no estén explícitamente enunciados; el 75 inciso
23 que protege al niño desde el «embarazo»; y el 75 inciso 22 que otorga jerar-
quía constitucional a algunos tratados de derechos humanos que protegen la
vida desde la concepción.
Entre los tratados internacionales suscriptos por nuestro país, se destaca la
Convención sobre los Derechos del Niño, que reclama protección para el
mismo tanto antes como después del nacimiento (preámbulo), y que nuestro
país extiende desde la concepción (Ley 23849) aclarando que «las cuestiones
vinculadas con la planificación familiar atañen a los padres de manera indelegable
de acuerdo a principios éticos y morales». También la Convención Americana
de Derechos Humanos - Pacto de San José de Costa Rica-, que declara a la
vida protegida, en general, desde la concepción. Mencionemos además la De-
claración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que reco-
noce equilibradamente los derechos y deberes de las personas.
Entre las leyes, las más importantes son el Código Civil con su regulación sobre
la persona, el niño por nacer -persona desde la concepción en el seno materno-,
los menores, el matrimonio -entre hombre y mujer- y la familia; el Código Penal y
su incriminación del homicidio, el aborto, las lesiones, la instigación y ayuda al
suicidio; la Ley 24193 de Trasplante de Órganos; la Ley 24742 de Comités Hospi-
talarios de Ética; la Ley 22990 de Donación de Sangre; la Ley 23798 de SIDA; la
Ley 23511 de Banco Nacional de Datos Genéticos; la Ley 17132 de Ejercicio de
la Medicina; la Ley 25673 de «Salud Sexual y Procreación Responsable», etc.
Decretos hay muchos. Podemos mencionar el 512/95 que reglamenta la Ley
de Trasplantes; el 1244/91 reglamentario de la Ley de Sida; el 1406/98 que
instituye el Día del Niño por nacer; el 1282/03 que reglamenta la «Ley de Salud
Sexual y Procreación Responsable», etc
Sentencias de los tribunales particularmente importantes fueron las de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en los expedientes «Portal de Belén - Asocia-
ción Civil sin fines de lucro c/ Ministerio de Salud y Acción Social de la Nación s/
amparo» (5/3/02) donde consideró inconstitucional la autorización para la venta
de una píldora «anticonceptiva» con efectos destructivos de la vida humana ya
concebida; en «Comunidad Homosexual Argentina» (1991) en la que entendió
que era conforme con la Constitución el rechazar la personería jurídica a una
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 51

asociación de homosexuales por no contribuir al bien común; en «Montalvo,


Ernesto Alfredo s/ infracción ley 20.771» (11/12/90), entendiendo que no es
inconstitucional castigar penalmente la tenencia de droga para consumo perso-
nal; y en «Tanus, Silvia c/Gobierno de la ciudad de Buenos Aires s/Amparo» (11/
1/01) en el que consideró que el aborto vulnera derechos constitucionales, auto-
rizando sólo el adelantamiento del parto en las últimas semanas cuando se trata
de niños anencefálicos. En todos esos casos la decisión fue por mayoría, no
unánime. Desgraciadamente, muchas sentencias de tribunales inferiores siguen
otros criterios, autorizando abortos, esterilizaciones no terapéuticas, distribución
de anticonceptivos destructores de la vida humana, otorgando derechos a unio-
nes homosexuales o reconociendo «cambios» de sexo.
También es importante tener presente que las normas tienen una doble fuerza:
una fuerza directiva, y una fuerza coactiva.
La fuerza directiva consiste en que la norma es capaz de regular la conduc-
ta humana, de presentar a la inteligencia la manera en que la persona debe com-
portarse y atraer la voluntad al espontáneo cumplimiento de ella. Es lo que ocurre
con la mayoría de las normas, cumplidas voluntariamente por la población. Pero la
norma también tiene una fuerza coactiva, pues en muchos casos amenaza y
efectiviza la coacción para influir sobre la voluntad del sujeto a la que se dirige.
Muchas veces se olvida la fuerza directiva, es decir, que las normas transmiten
valoraciones, consolidan criterios, cumplen una función pedagógica. Cuando una
norma despenaliza el aborto, por ejemplo, transmite a la población la idea de que
el bebé no es un ser que merezca cuidado. Cuando protege las uniones homosexua-
les, promueve una concepción de la sexualidad desvinculada de la procreación y de
la familia, la misma que después lleva al aborto. Por eso no extraña que la mayoría
de los movimientos que promueven el aborto son partidarios de la aceptación de la
homosexualidad, y viceversa.
Nuestro país posee un régimen federal mitigado: las leyes de fondo (civi-
les, penales, comerciales, laborales) y la limitación de los derechos individuales com-
peten Congreso Nacional, mientras corresponde a las provincias su juzgamiento -salvo
que se trate de materia federal- y el control de su aplicación -policía de costumbres-.
De allí que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pudo dictar una ley local de uniones
civiles para los homosexuales, pero solo para reconocer el goce de beneficios a otor-
garse por dicha ciudad, pero no puede autorizar el matrimonio entre homosexuales
porque el matrimonio - materia civil- requiere ley del Congreso de la Nación.

El Ordenamiento Normativo
Las normas no son unidades aisladas ni azarosamente vinculadas. Pueden ser
concebidas como un sistema donde cada una de ellas cumple una función y ocupa
un lugar en relación con las otras. Pero un sistema abierto, permeable a modifica-
ciones e incorporaciones. Es imposible prever acertadamente y por anticipado todas
las soluciones que va a requerir una realidad social compleja y cambiante.
Carlos Cossio, jurista tucumano, comparaba el sistema jurídico con una esfera,
que se apoya en un punto, que es el caso, pero en ese punto está apoyado el peso de
toda la esfera, el peso del ordenamiento completo.
52 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Por su parte, Hans Kelsen y su discípulo Merkl concibieron al ordenamiento


jurídico como una pirámide. En esta pirámide, no todas las normas positivas tie-
nen la misma jerarquía.

La norma inferior que contradice una superior carece de valor jurídico y debe
ser declarada inválida por los tribunales.

Ello explica la importancia de las reformas constitucionales y de las Cortes Su-


premas de Justicia. En la Reforma de 1994 se intentó colocar en la Constitución
una prohibición expresa del aborto, pues si se hubiese conseguido, todas las
leyes, decretos, tratados, y sentencias contrarias carecerían de validez. Siempre exis-
te debate en torno al nombramiento de Magistrados que integrarán la Corte Supre-
ma de Justicia de la Nación, pues en última instancia a este tribunal corresponderá
interpretar la Constitución y determinar el alcance de sus disposiciones. Recordemos
que en Estados Unidos, fue la Suprema Corte Federal en 1973 la que declaró in-
constitucionales todas las leyes del país que prohibían el aborto durante los primeros
seis meses en la famosa causa Roe vs. Wade. Consideró que antes de nacer el ser
humano no es persona en términos de la Constitución norteamericana y que impi-
diendo el aborto se violaba el derecho de la madre a la privacidad en la decisión
sobre su embarazo.
Para poder comprender esta pirámide normativa, graficamos la jerarquía de las
diversas normas de la siguiente manera:

Vale la pena, sin embargo, hacer las siguientes aclaraciones:


Algunos tratados internacionales, protectores de derechos humanos, tienen la
misma jerarquía que la Constitución (artículo 75 inciso 22).

Los decretos de necesidad y urgencia, dictados por el Poder Ejecutivo dentro de


los límites previstos por la Constitución, tiene la jerarquía similar a las leyes.
Su dictado supone que hay razones de necesidad y urgencia que impiden la
actividad oportuna del Congreso, y la revisión posterior por parte de este último.
Por ello su validez y alcances son siempre discutidos. En el año 1997, por ejem-
plo, el Presidente dictó el decreto de necesidad y urgencia Nro. 200/97, por el
cual prohíbe «los experimentos de clonación relacionados con seres hu-
manos» aunque sin incluir penas para quienes lo hiciesen, pues la materia penal
está excluida de tales decretos (artículo 99 inciso 3 Constitución Nacional).
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 53

La sentencia, si bien está debajo de la pirámide pues debe dictarse respetan-


do todo el ordenamiento, para las partes del juicio son una de las normas
superiores, son los tribunales los encargados de pronunciarse sobre la vigencia de
las normas. En última instancia, son los que juzgarán si un decreto contradice
una ley, o ésta la Constitución.

Encima de la pirámide, y penetrando todo su interior, se encuentra el derecho


natural, que influye y debe influir en su elaboración y aplicación. En
última instancia, la vigencia del derecho depende de la idea que tengan legisla-
dores y tribunales sobre lo justo.

A las normas citadas debemos agregar la costumbre, que es un modo de


comportarse generalizado en una sociedad hasta el punto de que sus miembros
entienden que es obligatorio hacerlo de ese modo. En materia bioética son im-
portantes las reglas del arte de curar, los usos vigentes entre el personal
médico, generalmente no escritos, pero que pueden dirimir si un profesional
actuó o no con negligencia profesional.
54 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

2.4 Las Fuentes del Derecho Positivo


Autor: Dr. Mariano Morelli

Tradicionalmente se mencionan como fuentes del derecho a la ley y la costum-


bre, normas de las que ya nos hemos ocupado; y también a la doctrina y la
jurisprudencia, que no son propiamente normas, aunque tienen influencia en la
regulación jurídica.
Se conoce como doctrina a la reflexión de los juristas, de quienes cultivan la
«ciencia jurídica», volcada en sus clases, artículos, libros, proyectos. Especialmente
importantes son las conclusiones de Jornadas y Congresos sobre diversas especiali-
dades y ramas del derecho. Aunque no son obligatorias, los encargados de crear las
normas consultan la obra de la doctrina antes de elaborarlas influyendo de esa
manera en su contenido.
Intente reflexionar y extraer sus propias conclusiones sobre lo estudiado hasta
aquí.

La jurisprudencia, por su parte, es la opinión coincidente de varios tribunales


sobre la interpretación o aplicación que cabe realizar del ordenamiento normativo.
A veces un tema recoge jurisprudencia unánime.

En otros casos la jurisprudencia está dividida, pues un grupo de jueces re-


suelven de un modo distinto que otro. La jurisprudencia no es jurídicamente obliga-
toria para los jueces, que pueden fallar según sus propios criterios siempre que estén
fundados y sean objetivos e imparciales. De todos modos, la jurisprudencia siempre
influye en las decisiones de los tribunales, en particular la de los tribunales superiores
y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La jurisprudencia solo es obligatoria
cuando se trata de fallos plenarios, acordados por un conjunto de jueces y obligato-
rios durante un plazo.
Ejemplo de plenario fue el resuelto para la Capital Federal en la causa
«Natividad Frías», en el que la mayoría consideró nulos –sin ningún valor- los proce-
dimiento judiciales que condenaran a quien realizó un aborto si los procesos comen-
zaron con la denuncia del profesional médico que atendió a la madre violando el
secreto profesional.
En cambio, la jurisprudencia en la provincia de Santa Fe y de Buenos
Aires ha dado valor a tales procedimientos considerando que estando en juego la
investigación de un delito grave la denuncia no constituye violación de secreto
profesional (de hecho, el Código Penal sólo considera delito cuando la informa-
ción se revela «sin justa causa», artículo 156).

En materia biojurídica la doctrina y la jurisprudencia son importantísimas

Como no siempre es fácil modificar directamente las leyes, es fundamental la


influencia de la doctrina y de los tribunales, porque luego, cuando las posiciones son
admitidas en ámbitos judiciales, es fácil obtener la reforma de leyes y constituciones.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 55

En particular, es importantísima la tarea de doctrina y jurisprudencia en la


interpretación de las normas. Tal interpretación recurre a veces al significado de las
palabras -interpretación literal-, a la verdadera voluntad del autor de la norma -
interpretación histórica-, y al fin que la norma persigue -interpretación teleológica-.
Lógicamente, no siempre habrá coincidencia sobre la interpretación acertada
de una norma.
Si el juez no encuentra norma para aplicar, o la que encuentra es rechazada por
no ser razonable o justa, deberá elaborar una norma para el caso y así integrar el
ordenamiento, dado que no le está permitido dejar de resolver (artículo 16 Código
Civil). La elaboración puede tomar las soluciones que se encuentran en normas que
regulan situaciones diferentes aunque similares. Es lo que se llama analogía.

Si se trata de leyes penales, no cabe la analogía, sino la absolución

Si la analogía no es posible o satisfactoria, debe recurrirse a la valoración de lo


justo presente en el ordenamiento, lo que se conoce como los principios generales
del derecho. Si no es suficiente, habrá de elaborarse una norma recurriendo, direc-
tamente, a lo que es justo en el caso, la equidad.
Por ejemplo, como el Código Civil no trae disposición alguna referida a la
persona in vitro (su texto, de 1869, sólo menciona a quien fue concebido en el seno
materno), muchos autores y tribunales le extienden, por analogía, lo dispuesto para
el concebido in vivo.

Síntesis
El derecho es un área del saber en el que se juega nuestro modo de vivir,
nuestros bienes más fundamentales. También se denomina derecho a la re-
gla o la norma que prescribe qué es lo justo.
Derecho natural: integrado por las exigencias de lo que es en sí mismo
justo por ley natural, lo que se corresponde con lo que exigen los bienes
humanos según su naturaleza.
Derecho positivo : integrado por las exigencias de justicia creadas por los
hombres en determinado momento y lugar, para regular la convivencia.
Ley eterna : plan de la divina sabiduría que gobierno el mundo.
Ley natural: participación de la ley eterna en la criatura racional.
Ley humana, creada por los hombres para organizar la convivencia respe-
tando siempre la ley natural.
Características del derecho: Alteridad, Exterioridad, Objetividad, Obliga-
toriedad, Relativa coercibilidad
Características del derecho de nuestro tiempo: Relativismo, Individua-
lismo, globalización.
Las normas jurídicas: positivas, establecidas por los hombres, o naturales,
descubiertas por los hombres como exigencias de lo justo.
56 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Normas positivas Argentinas : La Constitución Nacional. Tratados inter-


nacionales: Convención sobre los Derechos del Niño, Convención America-
na de Derechos Humanos - Pacto de San José de Costa Rica-, Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Leyes. Decretos .Senten-
cias.
Las fuentes del derecho positivo: la ley , la costumbre, la doctrina y la
jurisprudencia.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 57

Actividad de Aprendizaje Final

Lea el siguiente texto, tomado del libro «El Orden Natural», de Carlos Sacheri, e
identifique las causas por las cuales el autor considera no se respeta el derecho
natural:
«Cotidianamente constatamos que muchos individuos, a veces sociedades ente-
ras, admiten como actos lícitos ciertos comportamientos contrarios a la ley natural.
Prueba de esto es la extremada variedad de los usos y de las reglas morales vigentes
en pueblos diferentes, a lo largo del tiempo y el espacio. ¿Cómo se explica este
fenómeno? Diversas razones existen para explicar tales conductas, estas son:
1) El que un individuo sepa cómo debe actuar moralmente según el orden natu-
ral, no garantiza en absoluto que cada uno de sus actos sean rectos.
2) Hay situaciones muy complejas en las cuales no resulta fácil discernir cuál es
el comportamiento ético más adecuado. En tales casos son frecuentes los
errores.
3) Los pueblos primitivos no alcanzaron un conocimiento suficientemente claro
de algunos principios naturales, por la hostilidad del medio o un desarrollo
intelectual muy rudimentario. Por ejemplo, los onas no contaban sino hasta
dos, ¿cómo podrían descubrir ciertas normas?
4) La fuerza de las costumbres, las tradiciones ficticias, la difusión de doctrinas
erróneas hacen peligrar la rectitud de mucha gente»5.

5
Sacheri, Carlos, El orden natural, ediciones del Cruzamante, Bs. As., 5ª. Edición, 1980
58 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
UNIDAD 3

EL INICIO
DE LA VIDA
60 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 61

«E
n esta función suya como colaboradores de Dios que transmiten
su imagen a la nueva criatura, está la grandeza de los esposos
dispuestos a cooperar con el amor del Creador y Salvador, que
por medio de ellos aumenta y enriquece su propia familia cada día
más.»(Evangelium Vitae Nº43)
«La vida es infinitamente más original que cualquier otra cosa que la
mente humana pueda inventar. No nos atreveríamos ni siquiera a imaginar
los hechos que en realidad no son sino fenómenos comunes de la existencia.»
(A. Conan Doyle, 1891)
Estas palabras, que provienen de tan diversos ámbitos, nos pueden servir
para reflexionar sobre la importancia de la vida, y a su vez, reflejan y proyec-
tan una clara mirada sobre los temas centrales que estudiaremos en esta
unidad.
Abordaremos en primera instancia, el inicio de la vida humana desde la
concepción y haremos el fantástico recorrido por el desarrollo intrauterino
hasta el momento del nacimiento. Analizaremos el estatuto antropológico y
biológico del embrión humano y sus características de coordinación,
gradualidad y continuidad que lo hacen persona desde el instante mismo de
la concepción.
Luego, en el marco de la transmisión de la vida humana, y de su dignidad
que se da en el acto de entrega de amor y donación total de los cónyuges,
abordaremos los tópicos referidos a los métodos naturales de planificación
familiar. De ellos estudiaremos su definición , os indicadores de fertilidad,
haremos un breve repaso de la fisiología del ciclo menstrual femenino, para
considerar los fundamentos científicos de los Métodos naturales, y desarrolla-
remos finalmente, el método Billings y el método sintotérmico.
Para concluir esta unidad, repasaremos brevemente el Magisterio Pontifi-
cio de Pablo VI y de Juan Pablo II sobre la Planificación Familiar.
62 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1. Conocer las bases científicas del inicio de la vida, desde la concepción y
el desarrollo intrauterino.
2. Analizar el estatuto antropológico y biológico del embrión humano,
fundamento del ser persona.
3. Reflexionar acerca de la necesidad e importancia de reconocer la
inviolabilidad de la vida humana desde su inicio.
4. Presentar los métodos naturales de planificación familiar.
5. Comprender y caracterizar el método Billings y el método sintotérmico.
6. Valorar el aporte del Magisterio Pontificio de Pablo VI y de Juan Pablo II
sobre la Planificación Familiar.

Temario:
‰ Métodos Naturales de Planificación Familiar (mnpf).
Clasificación.
Fisiología del Ciclo Menstrual Femenino.
Métodos Naturales:
- Temperatura basal corpórea
- Moco cervical
- Cuello uterino
- Observación de ciclos previos o Calculo de los días
El método de la ovulación - «billings»- del moco cervical
El método sintotérmico
‰ El Magisterio de la Iglesia y la regulación natural de la fertilidad
el comienzo de la vida.
‰ Inicio de la Vida: Fecundación y Desarrollo Intrauterino.
‰ Estatuto biológico y antropológico del embrión humano.
Propiedades del Embrión.
Embrión Humano, Persona Humana.

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 63

3.1 Métodos Naturales de Planificación Familiar (mnpf)


Autor: Dra. Julia Elbaba
Definición: Los métodos naturales de planificación familiar, también lla-
mados métodos de regulación natural de la fertilidad, se basan en la observa-
ción, reconocimiento e interpretación de signos y síntomas de las fases fértil e infértil
del ciclo de la mujer. Para su aplicación es necesario el registro diario de estos datos
y el conocimiento de las reglas y criterios específicos de cada método1.
El Dr. John Billings, autor del método de la ovulación , enseña que la planifica-
ción familiar y la procreación responsable se dan en el contexto de un matrimonio
exclusivo, monogámico y permanente. que permita a los esposos poder regular los
actos conyugales a fin de obtener, o evitar un embarazo.
La OMS, en 1979 definió a los MNPF: Técnicas para buscar o evitar embarazos
mediante la observación de los signos y síntomas que de manera natural, ocurren
durante las fases fértiles e infértiles del ciclo menstrual.
Mientras que en 1980, la FIDAP- IFFLP( Federación Internacional de vida fami-
liar) los definió así: Es un medio que utilizan las parejas basados en la observación
de los signos y síntomas de las fases fértiles e infértiles del ciclo menstrual, con el
propósito de programar la relación sexual según el deseo de obtener o evitar un
embarazo2. Constituye una forma de vida que requiere la abstinencia sexual tempo-
ral, elegida libremente por la pareja para alcanzar la familia proyectada y enriquecer
su sexualidad, así como el dialogo conyugal. Es un proceso educativo que motiva a
la pareja para que tenga una relación plena de madurez y autonomía.
El éxito de los MNPF depende de que sean bien enseñados, bien aprendidos y
bien aplicados.
Métodos de Índice simple: utilizan un solo
indicador de fertilidad: Método de la Ovulación,
Método de la Temperatura, Método de la Ame-
Clasificación norrea y lactancia ( MELA).

Métodos de Índice múltiple: utilizan varios


indicadores de fertilidad: Método Sintotérmico,
método Mucotérmico.

La fertilidad de la mujer es cíclica y comienza, en nuestro país, alrededor de


los 12 ½ años. La duración de los ciclos es diferente para cada mujer. La fertilidad
femenina solo dura de 3 a 5 días, con variaciones propias para cada mujer ( 24 hs,
a 7 / 8 días). En cada ciclo se repiten estos días de fertilidad y gracias a Dios, el
cuerpo femenino tiene indicadores de esta fertilidad que deben ser enseñados, para
conocer su existencia, registrarlos e interpretarlos.

Este conocimiento mejora la autoestima de la mujer, el respeto por la


vida, la feminidad y la libertad responsable.

1
Bottini de Rey, Z. Cuadernillo de seguimiento del método Sintotérmico. Instituto de Bioética.
UCA. Bs. As. 2003.
2
Bottini de Rey, Z. Planificación Natural Familiar a distancia. Pág.13. Módulo I. Unidad I. Instituto de
Bioética. UCA. Bs. As.
64 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Fisiología del Ciclo Menstrual Femenino


El ciclo menstrual es el periodo entre dos menstruaciones sucesivas. Comienza el
primer día de la menstruación y termina el día anterior a la menstruación siguiente.

Gráfico tomado de PFN UCA, Módulo 1, Unidad 1, pag 32.


Todo el ciclo está influenciado por las hormonas de la hipófisis: FSH ( Folículo
estimulante) y LH ( Luteinizante) que estimulan al ovario produciendo las
hormonas femeninas: Estrógenos y Progesterona.
La duración del ciclo es variable, el ciclo promedio es de 28 +/- 2 días. Lo
más importante del ciclo es la ovulación que es la salida del óvulo maduro del
ovario, pues es la presencia del óvulo el signo de la fertilidad femenina. El ciclo se
divide en dos fases.

1 La primera fase preovulatoria tiene una duración variable.

2 La segunda fase post ovulatoria tiene una duración de 14


días +/ - 2, fijos para cada mujer.

Gráfico tomado de Guía práctica de Educación y Sexualidad Pág.314.


Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 65

De acuerdo con la fertilidad podemos dividir el ciclo menstrual en tres


fases:

Fase I: Periodo infértil preovulatorio: Comienza el día 1 del ciclo,


hasta el comienzo de la fase fértil. Su duración es variable. No hay moco
fértil, la temperatura es baja y el cuello está cerrado.

Fase II: Periodo fértil pre y postovulatorio: Incluye la ovulación y los


días anteriores y posteriores a la misma. Tiene moco fértil, pero lo que se
observa en esta fase es la evolución del mismo hasta llegar al día cúspide, el
cuello está abierto y la temperatura una vez producida la ovulación asciende
de 0.2 a 0.5 °C.

Fase III: Periodo infértil postovulatorio: Comienza al finalizar la fase


fértil y termina el último día del ciclo. Dura entre 12 a 16 días. El moco es
infértil, grumoso seco, el cuello está cerrado y la temperatura permanece alta.

Indicadores de Fertilidad

Los signos y síntomas de la fertilidad, al ser reconocidos por la mujer, le


permiten saber con exactitud en que momento del ciclo menstrual está, se denomi-
nan indicadores de la Fertilidad pues permiten saber si la ovulación se ha verifi-
cado o no. En su diagnostico se basan los métodos naturales.
Mencionaremos aquí los más importantes:

Ahora le brindaremos las características más significativas de cada indicador.

Temperatura Basal corpórea:

Es la temperatura del cuerpo en reposo, tomada a la misma hora cada


mañana antes de levantarse de la cama.
66 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Existe una curva bifásica de la temperatura basal de acuerdo a las modificacio-


nes hormonales del ciclo. Durante la fase preovulatoria la presencia de los estrógenos,
mantiene la temperatura basal corporal baja, luego de la ovulación la progesterona,
influye en los centros termorreguladores del hipotálamo, produciendo un aumento
de la temperatura corpórea, de hasta 0.2 a 0.5°C.
Observe detalladamente el siguiente gráfico tomado de PFN UCA mod.1. Unid.1
pag 30

Moco Cervical:

Es producto de células del cuello del útero y es un índice y un factor de


fertilidad, su ausencia produce esterilidad.

Sufre modificación en cantidad y aspecto durante el ciclo, bajo la influencia


hormonal.
En la fase preovulatoria, inmediatamente después de la menstruación no
hay moco, hay sequedad en la mucosa de los genitales, si hubiera presencia de
moco éste no presenta variaciones día tras día. En el método Billing esta
fase se la conocerá como patrón básico de infertilidad: PBI, que en general es
seco por ausencia de moco, pero puede ser húmedo, sin variaciones.
En la fase periovulatoria el moco es fluido, transparente, cambia día a
día, haciéndose mas filante y abundante, hasta llegar al día Pico o cúspide,
día de mayor fertilidad, que se diagnostica retrospectivamente, un día des-
pués de que halla sucedido, siendo el día de mayor filancia del moco y que
tiene una directa relación con la ovulación, puesto que se produce 24 hs.
después del día Pico .
Este moco es llamado Moco E o estrogénico, que permite el paso de los
espermatozoides, protegiéndolo del ambiente desfavorable de la vagina, los
capacita para fecundar al óvulo por 3 a 5 días, filtra los espermatozoides
anormales y poco móviles y facilita el pasaje de los mismos hacia el útero.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 67

En la fase postovulatoria el moco es denso, opaco que no permite el


pasaje ni la supervivencia del espermatozoide: Moco G o gestagénico, que
forma un tapón mucoso en el cuello del útero que impide el pasaje de
espermatozoides. No hay humedad en los genitales.
Es importante observar la sensación y la apariencia del moco, y anotarlo en los
registros.
En el siguiente esquema se muestra la evolución del moco cervical, tomado de
Amor y Fertilidad pag.52.

Cuello uterino:

Solo se utiliza cuando otros indicadores fallan, por ejemplo en lactancia


y premenopausia. Sufre modificaciones en el ciclo menstrual.

Por acción del Estrógeno, el orificio se dilata (canal cervical externo); se eleva y
se ablanda. Por acción de la Progesterona: el cuello baja, aumenta su consistencia
y el orificio se cierra. Estos datos se obtienen con la autopalpación.
En el siguiente esquema se observan estas modificaciones Tomado de PFN UCA
mod.2. Unid.1 pag 31
Cuello Uterino

Observación de ciclos previos o Calculo de los días:

En mujeres regulares la observación de los ciclos anteriores permite hacer


un «calculo estimativo» del comienzo de la fase fértil.

Se resta el número veinte (20) al mas corto de los últimos 6 ciclos anteriores.
Este resultado expresa estadísticamente el último día infértil del periodo preovulatorio.
Es útil que quede registrado en la planilla de método sintotérmico.
68 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El método de la ovulación - «Billings»- del moco cervical


Es un método natural de regulación de la fertilidad, simple y eficaz, para una
auténtica procreación responsable. Basado en la observación de las modificaciones
del moco cervical, que se visualiza en los genitales externos; con papel higiénico,
observando sus características y la sensación que este produce.
Este método fue descripto por primera vez en 1950, cuando el Dr. John Billings,
interrogaba a sus pacientes acerca de la sensación que tenían con el moco produci-
do por el cuello de útero y sus variaciones a lo largo del ciclo menstrual. Años
después en 1962, el Prof. Brown y el Dr. Burger descubrieron que los cambios del
moco cervical se debían a las variaciones en el nivel hormonal. Son importantes los
aportes de la Dra. E. Billings, esposa de Billings, quién descubrió que el método es
aplicable a todas las etapas de la vida.3
Fases del Metodo Billings
1ra. Fase Menstrual: comprende los días de la menstruación. Se registra con
color rojo en la gráfica.
2da. Fase Preovulatoria : Desde el fin de la menstruación al principio de la fase
fértil. No hay moco o es escaso, sin modificación día tras día; hay sensación
de sequedad en genitales, PBI. Se registra con color verde en la gráfica, los
días sin moco, y en amarillo los días secos con moco.
3ra. Fase Fértil: Por acción del estrógeno, la secreción de moco aumenta progre-
sivamente, variando día tras día, se hace filante, elástico y transparente hasta
el Día del pico - Día culminante. Se dejan en blanco en la gráfica, los días
con moco fértil. Se puede agregar la sensación percibida.
4ta. Fase: Desde el día siguiente, después del pico, hasta la próxima menstruación
no hay más moco, o es escaso, denso y opaco; con sequedad en genitales. Se
registra con color verde en la gráfica, los días sin moco, y en amarillo los días
secos con moco.
SON INFÉRTILES la Fase 2da. y la Fase 4ta.
Grafico tomado de PFN UCA mod.3, Unid.1, Pág 13.

El método Billings tiene sus reglas, para que su aplicación sea efectiva:
Fase Menstrual: No se deben tener relaciones genitales durante la menstruación.
Fase Preovulatoria: Se deben tener relaciones sexuales en noches alternas. Ante
modificaciones del PBI, se deben suspender las relaciones sexuales.
Fase fértil: si se desea evitar un embarazo se deben evitar los contactos genitales
en esta fase.

3
Billings, J.J. « Fundamento del método de la ovulación». Edic. Paulinas. Bs. AS. 1º Ed. 1989.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 69

Fase Postovulatoria: luego del día pico, hay que dejar pasar tres días y se
reanudan las relaciones en la noche del 4to. Día.
VENTAJAS: Fácil de aprender y utilizar. Como todo método requiere un periodo
de instrucción y adiestramiento a cargo de una Instructora que guíe a la usuaria.
- Permite conocer la fertilidad e infertilidad antes y después de la ovulación.
- Es aplicable a todas las etapas de la vida femenina.
- Tiene fundamentos científicos.
- Tiene una elevada eficacia: 97,8% (OMS; 1981)

El método sintotérmico
Asocia varios índices de fertilidad:
1). El cálculo modificado de Ogino.
2). La temperatura basal.
3). El moco cervical.
4). La autopalpación del cuello del útero, puede agregarse.
Fase I Relativamente infértil: Comienza el primer día de menstruación
hasta el día previo al día del calculo modificado de Ogino. Se reconoce en
esta etapa el PBI seco o mucoso.
Fase II Fértil: Comienza el día marcado por el calculo con un guión y
finaliza al comienzo de la fase infértil. Se diagnostica por los cambios en el
moco cervical, con la variación día a día del mismo. Se encuentra aquí el día
Pico o culminante.
Fase III Infertil: Comienza cuando las líneas del moco y la temperatura
han sido trazadas, el inicio de esta fase se da al marcar la ultima línea. Días
sin moco, secos.
A veces se pueden agregar otros índices: Ej. La pérdida intermenstrual, el
dolor abdominal.
La gráfica del método Sintotérmico se realiza de la siguiente manera:
Primero se marca con un guión el día siguiente al cálculo modificado de Ogino.
Marcar con un punto en el centro de cada cuadrado la temperatura, luego unirlas
con una línea.
Registrar la apariencia y la sensación del moco día a día. Al llegar al día pico
marcarlo con una cruz y luego marcar 1; 2; 3 días siguientes.
Trazado de líneas:
Línea de Moco: se traza una línea vertical en la noche del tercer día después
del dia pico.
Línea Básica se debe trazar sobre la mas alta de las seis temperaturas bajas
previas al ascenso térmico.
Línea de Temperatura se traza una línea vertical en el tercer día de tempe-
ratura alta consecutiva, debe estar a 0.2ºC por encima de la línea de base.
70 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 71

Grafico tomado de PFN UCA mod.3. Unid.1 Pág. 21 Sintotérmico


El método Sintotérmico requiere de reglas, para que su aplicación sea
efectiva:
Fase I: Se pueden tener relaciones sexuales.
Fase II: Si se desea evitar un embarazo se deben evitar los contactos genitales
en esta fase.
Fase III: se pueden tener relaciones sexuales en cualquier momento del día
hasta la próxima menstruación.
SON INFÉRTILES: La fase I y la fase III.
VENTAJAS: La utilización de varios indicadores posee las ventajas de reafir-
mar mediante un doble chequeo, cuando comienza y finaliza la fertilidad. Además
en el caso eventual de que algún indicador no se muestre claramente otro parámetro
puede ayudar.
- Permite que el matrimonio se involucre en el registro de la gráfica del método y
como el método Billings es aplicable a toda las etapas de la vida.
- Como todo método requiere un periodo de instrucción y adiestramiento a
cargo de una Instructora que guíe a la usuaria.
- Permite conocer la fertilidad e infertilidad antes y después de la ovulación.
- Tiene una elevada eficacia: 98,5% (OMS; 1988).
72 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

3.2 El Magisterio de la Iglesia y la Regulación Natural de la Fertilidad


Autor: Dra. Julia Elbaba

Todo el Magisterio de la Iglesia hace referencia al amor de donación de los


esposos y a los hijos como el bien más preciado del matrimonio.

Citamos a Pío XI en la encíclica Casti Connubi,1930; a Pío XII con sus numero-
sos discursos y alocuciones, especialmente el discurso a Unión Italiana de comadronas
de 1958 , Juan XXIII con Mater et Magistra; el Concilio Vaticano II, con la Constitución
Dogmática Gaudium et spes, y finalmente Pablo VI con su profética Humanae Vitae.
Todo este Magisterio precedente llevo a Juan Pablo II a escribir la Exhortación Apostó-
lica Familiaris Consortio y luego la magnifica encíclica Evangelium vitae.
Si hay un documento que iluminó proféticamente al mundo, respecto de la
regulación de la natalidad es Humanae Vitae, del Papa Pablo VI. Decimos profética
porque cuando el mundo esperaba que el Papa se manifestará a favor de la píldora
anticonceptiva, como medio lícito para regular la natalidad, promulga el 25 de julio
de 1968, este hermoso documento. En aquellos años, habían cobrado fuerza las
teorías maltusianas que veían en la «bomba demográfica» el peligro del planeta y
que buscaban desactivarla con campañas de control demográfico.
Estas campañas promovidas por gobiernos y organismos internacionales, busca-
ban (o buscan) imponer a las parejas el número de hijos con métodos artificiales de
control demográfico, particularmente entre los países del tercer mundo.
Con valentía y heroísmo el Papa, abogó más bien por el respeto del carácter
unitivo y procreador del amor conyugal y la procreación responsable. Reafirma este
desafío frente a la ONU «Vosotros tenéis que hacer que haya pan suficiente
para la mesa de la humanidad; y no favorecer el control artificial de los
nacimientos —algo irracional— para disminuir el número de comensales
en el banquete de la vida»5.
La Humanae Vitae habla en primer lugar, del amor conyugal6 y de sus caracte-
rísticas: plenamente humano, total, fiel y exclusivo hasta la muerte, fecundo.
En el contexto de este amor es donde fructifica la paternidad responsable, y es
allí donde se enmarcan los métodos naturales de regulación de la fertilidad.
La paternidad responsable, exige que los esposos, dóciles al llamado de Dios,
actúen como fieles intérpretes de su designio. Requiere que los cónyuges reconozcan
plenamente sus propios deberes para con Dios, para consigo mismos, para con la
familia y la sociedad, en una justa jerarquía de valores. Que respeten los procesos
biológicos de la naturaleza humana. Que abran generosamente la familia a nuevas
vidas, y que permanezcan en actitud de servicio a la vida, incluso cuando por
motivos graves y respetando la ley moral, los esposos opten por evitar temporalmen-
te o en tiempo indefinido un nuevo nacimiento 7.

5
Pablo VI. Alocución a la Asamblea General de las Naciones Unidas, 4/ X / 1965.
6
Pablo VI. Humanae Vitae. N°9 Edic. Paulinas 1968
7
Pablo VI. Humanae Vitae Nº 10
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 73

También Pablo VI citando a la Gaudium et Spes afirma que: «El matrimonio


y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza la procrea-
ción y educación de la prole. Los hijos son, sin duda, el don más excelente
del matrimonio y contribuyen sobremanera al bien de los propios padres».8
En la misión de transmitir la vida, los esposos no quedan libres para proceder
arbitrariamente, sino que deben conformar su conducta a la intención creadora de
Dios, manifestada en la misma naturaleza del matrimonio y de sus actos, y cons-
tantemente enseñada por la Iglesia.9
Los métodos naturales favorecen la plenitud del acto conyugal con sus dos
significados: el unitivo y el procreativo. El acto conyugal por su íntima estruc-
tura, mientras une profundamente a los esposos, los hace aptos para la generación
de nuevas vidas, según las leyes inscriptas en el mismo ser del hombre y la mujer.10
Si para espaciar los nacimientos existen motivos serios, derivados de las condi-
ciones físicas o psicológicas de los cónyuges, o de circunstancias exteriores, la Iglesia
enseña que es lícito tener en cuenta los ritmos biológicos naturales para usar del
matrimonio solo en los períodos infértiles y así regular la natalidad sin ofender los
principios morales.11Obrando así, los esposos dan prueba de amor verdadero que
favorece la castidad conyugal.
El uso de métodos naturales implica que para espaciar el número de hijos, los
esposos deben recurrir a la abstinencia periódica en tiempos de fertilidad, es la
elección de no tener actos sexuales en el período fértil.
No privando al acto conyugal de ninguna de sus dimensiones, no manipula el
acto. Obrando así se da verdadero significado al cuerpo, como sacramento de la
persona y se acepta a la otra persona como es, sin limitaciones. La abstinencia
periódica colabora con el diálogo de los cónyuges.
El Papa Juan Pablo II, en la Familiaris consortio12, nos enseña que la fecundidad
es el fruto y el signo del amor conyugal, y que la Iglesia custodia y protege la
gravísima responsabilidad de los esposos en la transmisión de la vida humana. Al
respecto la índole moral de la conducta no depende solamente de la sincera inten-
ción, sino que debe determinarse con criterios objetivos, tomados de la natu-
raleza de la persona y de sus actos, criterios que mantienen íntegro el sentido de
la mutua entrega y de la humana procreación13.
En cambio, cuando los esposos, mediante el recurso a periodos de infecundi-
dad, respetan la conexión inseparable de los significados unitivo y procreador de la
sexualidad humana, se comportan como «ministros» del designio de Dios y «se
sirven» de la sexualidad según el dinamismo original de la donación «total», sin
manipulaciones ni alteraciones.

8
Concilio Vaticano II. Constitución Dogmatica Gaudium et Spes, La iglesia en el mundo contempo-
ráneo. Nª 50. Ediciones Paulinas 1965.
9
Concilio Vaticano II. Constitución Dogmatica Gaudium et Spes N°51
10
Pablo VI . Humanae Vitae. N°12
11
Pablo VI . Humanae Vitae. N°16
12
Juan Pablo II. Exhortación Apostólica « Familiaris Consortio». Sobre la misión de la familia cristiana
13
Familiaris consortio. N° 32
74 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El Santo Padre llama a la reflexión teológica que permita captar y profundizar la


diferencia antropológica y al mismo tiempo moral, que existe entre la
anticoncepción y el recurso a los métodos naturales. La elección de los métodos
naturales comporta la aceptación del tiempo de la mujer, y con esto la aceptación
también del diálogo, del respeto recíproco, de la responsabilidad común, del domi-
nio de sí mismo. Significa reconocer el carácter espiritual y a la vez corporal de la
comunión conyugal, como también vivir el amor personal en su exigencia de fideli-
dad. De este modo la sexualidad es respetada y promovida en su dimensión verda-
dera y plenamente humana, no «usada» en cambio como un «objeto».
Continua el Papa exhortando a la comunidad eclesial que, estimulando las
investigaciones científicas para un conocimiento más preciso de los ritmos de fertili-
dad femenina. Apelando a la responsabilidad de cuantos -médicos, expertos, con-
sejeros matrimoniales, educadores, esposos, instructoras de métodos naturales- pue-
den ayudar efectivamente a los esposos a vivir su amor, respetando la estructura y
finalidades del acto conyugal que lo expresa. Esto significa un compromiso más
amplio, decisivo y sistemático en hacer conocer, estimar y aplicar los métodos natu-
rales de regulación de la fertilidad14.
Reitera Juan Pablo II, el llamado de Pablo VI a los esposos, recordándoles que
a ellos ha confiado el Señor la misión de hacer visible ante los hombres la santidad
y la suavidad de la ley que une el amor mutuo de los esposos con su cooperación al
amor de Dios, autor de la vida humana.
Juan Pablo II, en la Evangelium Vitae retoma el tema de la paternidad respon-
sable: «La labor para la educación para la vida requiere la formación de los esposos
para la procreación responsable. Un medio lícito es recurrir a los métodos naturales
de regulación de la fertilidad, pues están científicamente fundamentados, y ofrecen
a los esposos la posibilidad de planificar la familia, en armonía con las leyes mora-
les»15. Estos se constituyen en un modo privilegiado de servicio a la vida que hacen
los esposos. Incluso el Santo Padre, agradece a quienes investigan y difunden estos
métodos, ya que su uso supone no solo un saber técnico sino una educación de
valores morales y un crecimiento en la vida virtuosa.
Los métodos naturales de regulación de la fertilidad implican siempre una op-
ción ética, que encuentra su justificación en la castidad matrimonial.16 Permiten,
además, la vivencia de una sexualidad madura y responsable. Se vive cada acto
conyugal como expresión de total donación reciproca, sin manipulaciones ni del
acto, ni de los procesos biológicos que regulan la procreación humana.17
Si usted quisiera saber más acerca de los Métodos naturales de regulación de la
fertilidad, o quisiera constituirse en instructora, los invito a visitar la pagina web,
del Instituto de Bioética de la UCA www.bioética.com.ar, pues allí encontraran
información del Curso presencial y a distancia que dicta la Dra. Zelina Bottini de
Rey, una autoridad en la materia.

14
Familiaris consortio N° 35
15
Juan Pablo II. Evangelium vitae. N° 97
16
Sanahuja, J.C. 30 Años de la Encíclica Humanae Vitae. Curso de planificación familiar natural.
Universidad Austral. 2001.
17
Capella, A. ; Giacchi, E. ; Terranera, E.. La procreación responsable. Fundamentos filosóficos,
científicos y teológicos. Centro de Estudio e investigación de la regulación natural de la fertilidad.
UCSC: Roma 1992
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 75

Actividad de Aprendizaje
1. Defina Métodos naturales de regulación de la fertilidad?
2. Nombre los que conoce.
3. Defina indicadores de la Fertilidad y de acuerdo con ellos como se clasifican
los métodos naturales.
4. Conoce cuales son en su experiencia los « mitos « acerca de los Métodos
Naturales?. Es capaz de responder objetivamente a los mismos.

Síntesis
Los métodos naturales de planificación familiar también llamados de regulación
de la fertilidad, se basan en la observación, reconocimiento e interpretación de
signos y síntomas de las fases fértil e infértil del ciclo de la mujer. Para su aplicación
es necesario el registro diario de estos datos y el conocimiento de las reglas y criterios
específicos de cada método.
Constituye una forma de vida que requiere de la abstinencia sexual temporal,
elegida libremente.
Clasificación
Métodos de Índice simple: utilizan un solo indicador de fertilidad: Méto-
do de la Ovulación.
Métodos de Índice múltiple: utilizan varios indicadores de fertilidad:
Método Sintotérmico.
Indicadores de la Fertilidad: la temperatura basal, el moco cervical, el cuello
uterino y el calculo de los días.
Las tres fases del ciclo menstrual:
Fase I: Periodo infértil preovulatorio
Fase II: Periodo fértil pre y postovulatorio
Fase III: Periodo infértil postovulatorio.
EL MÉTODO DE LA OVULACIÓN - «BILLINGS»- DEL MOCO CERVI-
CAL: Basado en la observación de las modificaciones del moco cervical. Reco-
noce 4 fases:
1era. Fase Menstrual: la menstruación.
2da. fase Preovulatoria: PBI, Patrón básico de esterilidad.
3ra. fase Fértil: el moco varia día tras día, incluye el Día del pico.
4ta. fase: Desde el día siguiente al pico, hasta la próxima menstruación.
SON FÉRTILES: La fase 2da. y 4ta. El método Billings requiere de reglas. Tiene
una elevada eficacia: 97,8%.
EL MÉTODO SINTOTÉRMICO: Asocia varios índices de fertilidad:
1. El cálculo modificado de Ogino.
2. La temperatura basal.
3. El moco cervical.
4. La autopalpación del cuello del útero, puede agregarse.
76 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Tiene tres fases:


- Fase I Relativamente infértil: Comienza el primer día de menstruación hasta
el día previo al día del calculo modificado de Ogino.
- Fase II Fértil: Comienza el día marcado por el calculo con un guión y
finaliza al comienzo de la fase infértil.
- Fase III Infertil: Comienza cuando las líneas del moco y la temperatura
han sido trazadas.
El método Sintotérmico requiere de reglas. SON INFÉRTILES: La fase I y la
fase III.Tiene una elevada eficacia: 98,5%
El Magisterio de la Iglesia y la regulación natural de la fertilidad
La Humanae Vitae: define el amor conyugal como plenamente humano, total,
fiel, exclusivo hasta la muerte y fecundo. Donde fructifique la paternidad respon-
sable, y es allí donde se enmarcan los métodos naturales de regulación de la
fertilidad.
Si para espaciar los nacimientos existen motivos serios, es lícito tener en cuenta
los ritmos biológicos naturales para usar del matrimonio solo en los períodos infértiles
y así regular la natalidad sin ofender los principios morales.
El uso de métodos naturales implica que para espaciar el número de hijos, los
esposos deben recurrir a la abstinencia periódica en tiempos de fertilidad.
En Familiaris consortio nos enseña que la fecundidad es el fruto y el signo del
amor conyugal. Cuando los esposos, mediante el recurso a periodos de infecundi-
dad, respetan los significados unitivo y procreador de la sexualidad humana, se
comportan como «ministros» del designio de Dios.
En Evangelium vitae exhorta a la formación de los esposos para la procrea-
ción responsable, y recuerda que es lícito recurrir a los métodos naturales de regula-
ción de la fertilidad. Estos se constituyen en un modo privilegiado de servicio a la
vida que hacen los esposos.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 77

3.3 El Comienzo de la Vida


Autor: Dra. Fernanda Valenzuela de Serrano

¿Cuándo comienza la Vida Humana?

« Todo ser humano debe ser acogido siempre como un don y bendición de Dios.»
( Donum Vitae )
Es necesario conocer primeramente a los protagonistas de esta historia maravi-
llosa, de este inicio de la vida, común a todas las personas del género humano, para
poder comprender cuándo ha comenzado a existir mi propia vida.
Serán las gametas sexuales (células encargadas de trasmitir la herencia) las que
deberán realizar el «complicado» trabajo de encontrarse y fusionarse, para dar así,
origen a un nuevo ser.

La Vida Humana comienza en el instante mismo de la fecundación, es


decir, en el momento preciso de la unión de los gametos sexuales: femenino
(ovocito) y masculino (espermatozoide).

La formación de los espermatozoides se inicia en el varón en la pubertad, y se


mantiene constante a lo largo del tiempo fértil de su vida.
El espermatozoide presenta una cabeza (acrosoma) en donde están contenidas
las sustancias necesarias para destruir la cubierta del ovocito, y una cola (flagelo)
necesaria para su motilidad y traslado. Los espermatozoides
rumbo al óvulo
Tiene, además de su propiedad de traslado, la capacidad de reconocimiento
bioquímico para la fecundación.
El ovocito es la célula más grande del cuerpo humano, extremadamente espe-
cializada y colabora en el encuentro con el espermatozoide, favoreciendo su adhe-
sión y fusión.
Su formación se inicia en el período prenatal de la vida de la mujer. Es así que la
niña nace con el total de sus ovocitos ya formados. La maduración de esta célula
está determinada por la variación hormonal del ciclo femenino que comienza cerca
de la pubertad. Espermatozoides
Así, irá madurando el ovocito, en una etapa preovulatoria de cada ciclo será llegando al óvulo
expulsado del tejido ovárico previa formación de un quiste o folículo, para ser luego
recogido por la ampolla de la trompa de Falopio.
El será el encargado de llevar adelante las primeras etapas del desarrollo del
embrión, pues luego de la fecundación, prestará su cubierta (membrana
citoplasmática) y su «esqueleto» (citoplasma) al embrión unicelular.
Dichas células, espermatozoide y ovocito, que por sí solas no bastan, encuentran
su máxima expresión en la fusión de una en la otra, para lograr así la formación de
una sola célula, que contendrá en su núcleo los 46 cromosomas (células que
constituyen el código genético de la persona humana), conformados por lo 23
cromosomas que provienen del espermatozoide (del padre) y los 23 que provienen del Instante de la
ovocito (la madre) y que constituyen un nuevo sistema denominado huevo o cigoto. concepción
78 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

¿ Cómo comienza la Vida ?

« En virtud de su unión sustancial con un alma espiritual, el cuerpo humano


no puede ser reducido a un complejo de tejidos, órganos y funciones…»
( Donum Vitae )
Dijimos antes que estas células realizan un «complicado» trabajo. El espermato-
zoide, luego del acto sexual, y una vez en territorio del aparato genital femenino,
debe avanzar a través del útero y la trompa de Falopio, buscando hallar al ovocito,
el cual se encontrará en ella si, y sólo si, se ha producido la Ovulación (que no es
otra cosa que la expulsión del óvulo u ovocito desde el ovario, órgano que lo
contiene, a la trompa de Falopio), que suele suceder alrededor del día 14º del ciclo
femenino.
De las decenas de millones de espermatozoides que son normalmente deposita-
dos en el tracto genital, y luego de una severa selección natural, sólo los mejores
llegarán a encontrar al gameto femenino. Una vez producido dicho encuentro, los
espermatozoides deberán, en forma conjunta, destruir la membrana más externa
que recubre al óvulo, para que finalmente uno de ellos logre atravesar la capa más
interna, y conseguir así fecundarlo. De la unión del óvulo con el espermatozoide se
da origen a una nueva estructura celular el huevo o cigoto, célula única, capaz de
contener toda la información proveniente del pro-núcleo femenino y el pro-núcleo
masculino, es decir, la estructura del núcleo celular de las gametas que contiene la
herencia genética que aportan los padres.
Ahora que conocemos algo mejor la estructura y la función de las gametas
sexuales, sabemos algo más acerca del modo que se comportan. Sabemos que la
especificidad es importante, esto tiene que ver con lo altamente selectiva que es
la especie humana, pues no es posible conseguir la fecundación del óvulo de la
mujer por el espermatozoide de ninguna otra especie.
Es decir que no es posible, por ejemplo, conseguir fecundarlo con el esperma-
tozoide de un simio o un orangután. Esto también colabora en desterrar la «fanta-
sía» de que de la unión de las gametas se pueda dar origen a un nuevo ser no
humano, no persona.
Día 1 comienza el
desarrollo celular Con la conformación del huevo o cigoto se constituye un nuevo código genético
contenido en los cromosomas, es decir un nuevo genoma humano; que es, en
todos sus aspectos único e irrepetible en el universo, y distinto al de sus padres.
En él (el genoma), está reunida toda la información genética necesaria y sufi-
ciente para determinar cada una de las características innatas de la nueva persona.
Su sexo y su sexualidad; sus características físicas (el color de sus ojos, la textura de
su cabello, el color de su piel…); sus aptitudes intelectuales o deportivas, entre otras
cosas. Todo quedará impreso al momento de la fecundación.
Decíamos que, luego de la fecundación o concepción se da origen al hue-
vo o cigoto. Este hecho debe suceder dentro de las primeras 12-24 Hrs de produ-
Día 4 las células cida la ovulación, pues es el tiempo en que el óvulo permanece viable. Esto se
comienzan a produce a nivel de la ampolla tubaria, que es la porción más externa de la Trompa
diferenciarse de Falopio.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 79

Desde allí el cigoto debe migrar en sentido inverso, hasta alcanzar el útero, y más
específicamente su endometrio (capa más interna de este órgano capaz de anidar
al huevo). Durante este viaje, suceden cambios importantes en esta nueva célula.
En los próximos cinco días de su gestación va sufriendo sucesivas divisiones, bus-
cando aumentar su número; todo esto es necesario para dar origen a la estructura
del organismo tal como lo conocemos.
Cada nueva pequeña célula que se inicia a partir del embrión bicelular (el
cigoto luego de su primera división), se denomina blastómera. Después de tres a Día 8 comienza la
cuatro divisiones el cigoto se parece a una mora y recibe el nombre de mórula implantación
(estadio de 8 a 32 células). Cuando se forma el blastocisto (estadio de 64 a 128
células, al quinto día aproximadamente), el embrión/blastocisto se prepara para
entrar en la cavidad uterina; un grupo celular se localizará en un polo del embrión,
y serán las encargadas de constituir el saco embrionario propiamente dicho (este
es el grupo celular que luego se dividirá para constituir el organismo del nuevo
individuo); otro grupo celular se ubicará en la periferia, y serán las encargadas de
producir el liquido que contendrá al embrión y darán origen a la placenta, que por
medio de los vasos del cordón umbical, permitirá la nutrición y respiración del
embrión.
La implantación generalmente se produce en las paredes superiores del útero en
el período comprendido en entre el 6º y 14º día de gestación. Día 17, semana 2
Todos los órganos
Desarrollo Intrauterino se estan formando.

Una vez producida la implantación, hacia el final de la primera semana de


gestación, el embrión comienza a organizar sus células; y al iniciarse la segunda
semana, éstas aparecen claramente distinguibles.
Poseen la misma información genética, y las mismas potencialidades (células
totipotentes). Tienen contenidos en ellas, los datos necesarios para ser cualquier
tipo celular y formar parte del organismo; pero poco a poco se van haciendo células
unipotentes, en un proceso de diferenciación, buscando su especialización, deter-
minada por el genoma; para así comenzar la formación de los nuevos tejidos y la
diferenciación de los órganos.
Día 28, un mes.Ya
Es decir que, cada una de las células que forman al embrión, tiene la posibili- puede verse la
dad ser lo que «quiera», pero el genoma las organiza de manera tal, que en su sangre fluir.
proceso de especialización sólo son lo que él les «ordena» ser.
Así habrá células que se diferenciarán en células musculares, que se agruparán
y formarán los tejidos musculares, que tendrán su inserción en los huesos. Habrá
otro grupo celular que se hará específicamente tejido nervioso, que formará el siste-
ma nervioso, y que dará origen a los órganos que lo componen (cerebro, cerebelo,
bulbo raquídeo, etc.)
El nuevo ser humano cumple en su vida intrauterina dos etapas bien diferenciadas.
Durante la tercera semana a la octava de desarrollo cada una de las tres hojas
germinativas del saco embrionario dan origen a varios tejidos y órganos específicos, Día 42, semana 6,
esta etapa es denominada período embrionario. Hacia el final del mismo, se han se completa el
establecido las bases de los sistemas orgánicos principales. esqueleto.
80 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

A causa de la formación de los órganos, se modifica considerablemente el tama-


ño del embrión, y hacia el final del segundo mes pueden identificarse los principales
caracteres externos del cuerpo. Presenta un gran tamaño de la cabeza y la forma-
ción de las extremidades, cara, oídos, nariz y ojos.
De todo esto se deduce que todos los órganos y sistemas principales se forman
entre la cuarta y la octava semana. Este lapso se denomina período de
organogénesis.
Semana 10, la El período entre el tercer mes hasta el final de la vida intrauterina se llama
formación es muy período fetal. Se caracteriza por la maduración de los tejidos y órganos y el rápido
completa. crecimiento del cuerpo. Durante este período se producen muy pocas malformacio-
nes o ninguna, no siendo esto así en la etapa embrionaria.
Durante el tercer mes, la cara adquiere aspecto más humano. Los ojos se
localizan en la superficie ventral de la cara; las orejas se sitúan cerca de la posición
definitiva a los lados de la cabeza; las extremidades alcanzan su longitud relativa en
comparación con el resto del cuerpo. Los genitales externos se desarrollan lo sufi-
ciente como para que en la duodécima semana pueda determinarse por medio del
examen el sexo del feto. Al final de tercer mes puede desencadenarse actividad
refleja, lo cual indica actividad muscular. Pequeños movimientos que no pueden ser
Cuarto mes, los percibidos por la madre.
órganos genitales se
aprecian con claridad. En el curso del cuarto y quinto mes el feto aumenta de longitud rápidamen-
te, no obstante, su peso aumenta muy poco, y hacia el final de quinto mes todavía
no alcanza a 500g.
El feto está cubierto de vello delicado, llamado lanugo; también son visibles las
cejas y el cabello.

Durante el quinto mes, los movimientos son percibidos claramente por la


madre.

Durante el sexto, aunque puedan funcionar varios sistemas orgánicos, el apara-


to respiratorio y el sistema nervioso central no se han diferenciado lo suficiente y aún
Quinto mes, no se ha establecido la coordinación entre ambos.
aparece pelo en su
cabeza. En los dos últimos meses se redondea el contorno corporal como consecuen-
cia del depósito de grasa subcutánea. Hacia el final de la vida intrauterina la piel
está cubierta por una sustancia blanquecica ( vernix caseosa).

Nueve meses.
¡Qué bello es vivir!
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 81

3.4 Estatuto biológico y antropológico del embrión humano


Autor: Dra. Fernanda Valenzuela de Serrano

El Genoma Humano
«La vida física, por la que se inicia el itinerario humano en el mundo, no
agota en sí misma, ciertamente, todo el valor de la persona humana, ni represen-
ta el bien supremo del hombre llamado a la eternidad.»
( Donum Vitae )
El genoma es, nada más y nada menos, que la molécula de ADN (Ácido
dexosirribo-nucleico) que compone el código genético en cada una de las células del
organismo. Es el que identifica al nuevo ser como biológicamente humano y da
comienzo en él una serie de cambios, buscando primero, su formación, y luego su
desarrollo; para constituir su propia realidad biológica. Es este código genético la
fuerza intrínseca (propia del nuevo ser), que va determinar el impulso y a la vez la
dirección que va tener esa formación y ese desarrollo.

Propiedades del Embrión


Este código genético o genoma, le otorga al embrión / feto algunas propie-
dades que le permiten concretar esa realidad biológica que mencionábamos, le
otorga además la particularidad de ser en todos sus aspectos, único e irrepetible en
el universo, e incluso distinto a los padres que le dan origen; de hecho la persona se
constituye a sí misma, se expresa corporalmente: existe.
Este programa individual que proviene del genoma, es ejecutado en forma autó-
noma por el Embrión, nadie, ni aún la madre que lo alberga en su seno, participa de
él. Y ésta ejecución se realiza en forma continua, momento a momento, sin inte-
rrupción alguna, sin discontinuidad, con el fin de seguir ese diseño proyectado y
programado.
Y es así, que siguiendo una secuencia de cambios morfogenéticos el nuevo ser
pasa de formas simples a formas más complejas, siendo todo el conjunto de su
formación y desarrollo un sistema por demás de complejo.
Todo esto puede ser realizado por el Embrión, porque el proceso de desarrollo
determinado por el código genético reúne tres propiedades biológicas:
1. Coordinación: En todo el proceso de desarrollo, los cambios están dirigidos
y controlados por el genoma, y se producen dentro del embrión, entre este y
su medio, y desde el momento de la concepción hasta el nacimiento, confi-
riéndole una unidad compacta.
2. Continuidad: Por ser un proceso sin interrupción. Se trata de un mismo
individuo humano que va adquiriendo su forma definitiva. Si en algún mo-
mento ese proceso se interrumpe, se produciría la muerte del individuo.
3. Gradualidad: Por la fuerza organizadora del genoma pasa de formas simples
a formas complejas, y eso permite que conserve su identidad e individualidad.
82 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Embrión Humano, Persona Humana


Es sabido que la dignidad de la persona, que es un individuo humano - posee un
código genético que así lo prueba – no está fundada en sus características genéticas
(ni mucho menos en la no expresión de las mismas ), ni en sus capacidades poten-
ciales; no está fundada en su aptitudes intelectuales o deportivas, ni en su rol dentro
de su familia o comunidad primera, ni aún en sus capacidades dentro de una gran
comunidad o su posibilidad de desempeñar tal o cual cargo; ni de ser una u otra
cosa dentro de un grupo de personas ( institución, asociación, gobierno de una
ciudad, etc.). La dignidad de la persona humana está fundamentada en lo más
sencillo que tiene esa persona (o lo más complejo) en el «ser». La existencia misma
de la persona es el hecho irrefutable que nos deja, al resto de las personas, la única
posibilidad frente a la vida humana: el respeto siempre y la defensa siempre.
La persona humana supone la acción creadora de Dios, y oponerse a la perso-
na, implica contrariar la voluntad del Señor, que crea a su imagen y semejanza,
otorgando la vida como un don.
Ahora mucho conocemos del inicio de la vida, gracias a la biología celular, la
genética y la embriología: que comienza en el momento exacto de la fecundación,
que tenemos un genoma que compartimos como especie, que nos acerca, y que a
la vez nos da características particulares; que nos permite formarnos y desarrollar-
nos; que nos permite cumplir con distintas etapas en nuestra vida.
Por todo esto es que se ha determinado que no hay una diferencia sustancial
entre el momento de la fecundación y el nacimiento, como no lo hay a lo largo de
las distintas etapas que se cumplen durante la vida extrauterina del individuo.
Por lo tanto el embrión tiene, por ser humano, el valor propio de la
persona humana. Pues es desde la concepción, hombre o mujer, en acto; en
posesión de todas sus potencialidades (ser niño, adulto, o bien estudiante o científico).
Es ésta observación la que sustenta el deber de respetar la vida y la
integridad física del Embrión Humano.
«…La tradición de la Iglesia ha sostenido siempre que la
vida humana debe ser protegida y favorecida desde su comienzo
como en las distintas etapas de su desarrollo…». «…No se podrá
tratar nunca a un hombre como simple medio del que se dis-
pone para conseguir un fin más alto.» (Declaración sobre el
Aborto. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe).
«…El primer derecho de una persona humana es su vida.
Ella tiene otros bienes y algunos de ellos más preciosos; pero
aquél es el fundamental, condición para todos los demás. Por
esto debe ser protegido más que ningún otro…»»…No es el
reconocimiento por parte de los otros lo que constituye este
derecho; es algo anterior; exige ser reconocido y es absoluta-
mente injusto rechazarlo.» (Declaración sobre el Aborto. Sa-
grada Congregación para la Doctrina de la Fe).
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 83

Conclusiones
Decimos que desde el momento de la fecundación existe una nueva vida hu-
mana, que debe ser respetada siempre, que debe ser protegida; porque además de
haber sido soñada y querida por el Señor, es a partir de ese instante persona
humana; hombre o mujer en acto, con todas sus potencialidades, buscando cons-
tituir su propia realidad biológica, por la fuerza intrínseca que le otorga su genoma,
que la ordena y la impulsa.
En la condición de persona humana está fundamentada la dignidad misma de
la persona, esta dignidad comienza con su vida física y no es producto del recono-
cimiento de otros sino que le es propio.

Síntesis
La Vida Humana comienza entonces en el instante mismo de la fecunda-
ción, es decir, en el momento preciso de la unión de los gametos sexuales: femeni-
no (ovocito) y masculino (espermatozoide).
Con la conformación del huevo o cigoto se constituye un nuevo código
genético contenido en los cromosomas, es decir un nuevo genoma humano; que
es, en todos sus aspectos único e irrepetible en el universo, y distinto al de sus
padres.
Es el que identifica al nuevo ser como biológicamente humano y da comien-
zo en él una serie de cambios, buscando primero, su formación, y luego su desarro-
llo; para constituir su propia realidad biológica. Es este código genético la fuerza
intrínseca (propia del nuevo ser), que va determinar el impulso y a la vez la direc-
ción que va tener esa formación y ese desarrollo.
Por lo tanto el embrión tiene, por ser humano, el valor propio de la
persona humana. ( Dignidad de persona humana)
84 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Actividad de Aprendizaje

Marque la opción correcta.


1) En relación a las gametas sexuales :
a) El acrosoma que contiene el espermatozoide le permite la motilidad.
b) La maduración del ovocito está determinada por la variación hormonal femenina.
c) La fecundación se produce cuando los espermatozoides destruyen la mem-
brana más externa del ovocito.
d) No existe la propiedad de «especificidad» entre las gametas.

2) La fecundación implica :
a) La liberación desde el ovario de un ovocito maduro.
b) La selección de los espermatozoides a lo largo del tracto genital femenino.
c) La fusión del cigoto en el endometrio.
d) La conformación de un nuevo Genoma Humano.

3) Desarrollo Intrauterino : ( Señale la secuencia correcta )


a) Embrión bicelular — cigoto — saco embrionario.
b) Cigoto — blastocisto — embrión bicelular.
c) Embrión bicelular — blastocisto — saco embrionario.
d) Blastómera — mórula — blastocisto.

4) Desarrollo Intrauterino :
a) Comprende dos períodos: embrionario y fetal.
b) El período fetal se caracteriza por la llamada « organogénesis».
c) En el período embrionario se producen muy pocas malformaciones.
d) Durante el tercer mes los movimientos son claramente percibidos por la madre.

5) En relación al Genoma Humano :


a) Se conforma con la información genética contenida en el ovocito.
b) Se trata de la herencia trasmitida por el acrosoma.
c) Se constituye con la unión del pronúcleo femenino y el pronúcleo masculino.
d) Es igual al de los padres que lo originan.

6) Estatuto Biológico y Antropológico del Embrión Humano :


a) La realidad biológica del nuevo ser humano se construye a expensas de la
realidad biológica de la madre.
b) El desarrollo del embrión no obedece a ningún orden preestablecido.
c) El genoma no le otorga ninguna propiedad especial al embrión.
d) El embrión pasa de formas simples a formas más complejas por la fuerza
organizadora del genoma.

7) Propiedades del Embrión Humano :


a) Motivación.
b) Continuidad.
c) Secuenciación.
d) Promoción.
UNIDAD 4

BIOÉTICA Y
VIDA NACIENTE
86 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 87

E
l mensaje cristiano sobre la vida está «escrito de algún modo en el
corazón mismo de cada varón y mujer, resuena en cada conciencia
desde el principio, o sea, desde la misma creación, de modo que, a
pesar de los condicionamientos negativos del pecado, también puede ser cono-
cido por la razón humana en sus aspectos esenciales»I.
En esta Unidad «Bioética y Vida Naciente», abordaremos tres temáticas en
las cuales queda de manifiesto como la investigación y la ciencia la servicio del
hombre, nos permiten conocer la persona humana, para admirarla y respetar-
la. Queremos aquí poner de manifiesto, que la ciencia y la biotecnología, pue-
den abrirnos al conocimiento de la vida, pero también pueden ser un medio de
manipulación, utilizando a la persona como un medio y no como un fin en sí
mismo.
Así, en primera instancia, analizaremos el diagnóstico prenatal, las técni-
cas utilizadas y las consideraciones éticas sobre las mismas, concluyendo con
la «Donum Vitae» que nos indica que «el diagnóstico prenatal es lícito si respeta
la vida humana.»
Luego, nos introduciremos en el fantástico y novedoso mundo de la genética,
desarrollando el proyecto Genoma Humano, y las consideraciones éticas sobre
la Declaración Universal sobre el Genoma y los derechos Humanos.
Por último, se llama en causa, a las Ciencias Jurídicas, para conocer cómo
el ordenamiento jurídico considera a la persona humana y a sus derechos.

I
Evangelium Vitae Nº 29
88 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1. Conocer las técnicas de diagnóstico prenatal, sus indicaciones y complica-
ciones.
2. Reflexionar acerca de las consideraciones éticas del diagnóstico prenatal.
3. Conocer los alcances del Proyecto Genoma Humano y las consideraciones
éticas relacionadas con el mismo.
4. Analizar los aspectos jurídicos inherentes a la vida naciente a través del
desarrollo del concepto de persona humana y del análisis del ordenamiento
jurídico argentino.
Temario:
‰ Diagnóstico Prenatal:
• Definición
• Técnicas no invasivas: - Ecografía
• Técnicas Invasivas: - Fetoscopia
- Anmiocentesis
- Cordocentesis
- Biopsia embrional
• Consideraciones éticas
‰ Genoma Humano:
• Definición
• Proyecto Genoma Humano
• Consideraciones éticas
‰ Aspectos Jurídicos de la Vida Naciente
• La existencia de la persona en el Derecho Positivo
• El Derecho Argentino: - El Código Civil Argentino
- El Código Penal Argentino
- La persona en el Derecho Natural
• La Vida Humana, la Persona y su existencia ante el Derecho
Natural.

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 89

4.1 Diagnóstico Prenatal


Autor: Fernanda V. de Serrano

Definición

El Diagnóstico Prenatal involucra a todos lo procedimientos utiliza-


dos para tomar conocimiento de la salud fetal. Son todos los medios
disponibles en la medicina actual para monitorizar el estado del embrión /
feto intraútero.

Es verdaderamente útil para poder determinar si existe patología prenatal, mien-


tras se van cumpliendo las distintas etapas del crecimiento y desarrollo. También, en
el caso de existir patología, determinar si puede ser corregida o no; y brindar según
el caso, la asistencia especializada necesaria.
Queda implícito en todo lo antes mencionado, que el diagnóstico prenatal, debe
priorizar la integridad física del embrión, procurando siempre el bien de la persona
por nacer.
Hacia finales de la década del ’60 la medicina comenzó a dar las primeras
respuestas sobre la posibilidad de chequear en forma rutinaria la gestación de un
niño. Comenzó el diagnóstico prenatal genético, con la posibilidad de cultivar en
medios especiales células fetales y del líquido amniótico para el estudio del código
genético.
A partir de los distintos requerimientos de muestras, se fueron perfeccionando
las técnicas para obtenerlas ( amniocentesis – cordocentesis) , y buscando ser
menos invasivos, se mejoraron las técnicas de ultrasonido (ecografía), para minimi-
zar los riesgos sobre el embarazo.
De igual manera, en el año 1979, en la Reunión Internacional de Val David, en
Québec, se elaboró el código sobre la responsabilidad médica en el uso de estas
prácticas, para establecer la indicaciones, y asegurar la libertad de la mujer para
consentir o no en su aplicación.
Seguidamente veremos las distintas técnicas utilizadas en el diagnostico prenatal.

Técnicas Utilizadas en el Diagnóstico Prenatal


Es claro, que las técnicas para el Diagnóstico Prenatal, han ido sufriendo
cambios a lo largo de los años y se han mejorado, para asegurar en la generalidad
de los casos, tanto el bienestar materno como del niño.
Algunas de las siguientes, son las técnicas más comúnmente utilizadas.
Las mismas pueden clasificarse en :
90 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Todas las técnicas anteriormente mencionadas tienen su indicación precisa;


que el médico debe conocer, para orientar correctamente a la paciente embaraza-
da, y vislumbrar juntos el procedimiento aplicable en cada caso.
Como en todo acto médico, el Diagnóstico Prenatal, no escapa a las condicio-
nes que se cumplen con el “consentimiento informando”, en el cual la decisión
de la pareja que se somete a dichas prácticas, llega luego de la debida información
por parte del profesional, sobre las características del procedimiento, sus riesgos y
las consecuencias que derivan de su práctica.
Detalles de algunos procedimientos:
Ecografía: se utiliza el ultrasonido para revelar malformaciones somáticas
externas o estructurales, para las cuales se puede disponer de una terapia
prenatal. Se aconsejan realizar generalmente dos o tres en un embarazo,
dependiendo siempre de la necesidad médica. Desde luego que con las
técnicas bi y tridimensional, se han ido salvando las dificultades del ultraso-
nido de una sola dimensión. Rara vez la ecografía se vincula al aborto invo-
luntario.
Ecografía Doppler: permite a través de la misma técnica, sumado el color,
evaluar la circulación sanguínea que nutre al embrión (tejidos maternos y
cordón umbilical). En algunas ocasiones, el déficit sanguíneo puede ser un
marcador del “sufrimiento fetal”, de allí la necesidad de este método.
Fetoscopia: consiste en introducir una fibra óptica para observar la confor-
mación somática del niño cuando no resulta suficiente la ecografía, o para
obtener muestras de sangre del feto mediante punción de vasos del corion
(estructura funcional de la placenta) o del cordón umbilical, también para
extraer tejidos fetales para exámenes de enfermedades genéticas. Se realiza
entre las 18 a 20 semanas de gestación. La incidencia de abortos supera el
2% (dependiendo de cómo se la practique), y el aumento de partos prematu-
ros es del 8%.
Amniocentesis: consiste en extraer 15-20 ml. de líquido amniótico, por
punción bajo guía ecográfica. De esta manera es posible realizar un estudio
genético de las células fetales presentes en el líquido. Esta técnica se lleva a
cabo entre las 12 a 14 semanas de gestación (muy precoz), o entre la 16 a
18 semanas de gestación (precoz), siendo en este caso el riesgo de aborto
involuntario del 0.5 – 1.5 %.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 91

Existen en la Amniocentesis precoz indicaciones precisas:


1. Anomalías cromosomicas de los padres.
2. Edad materna avanzada.
3. Niño nacido previamente con patología cromosomica.
4. Conocimiento de patologías genéticas.
5. Abortos repetidos.
Cordocentesis: es la punción con guía ecográfica del cordón umbilical,
preferiblemente a nivel de la vena. La obtención de la muestra se realiza
generalmente en las 18 semanas de gestación. Permite tener datos del bienes-
tar fetal, y en ciertos casos proporcionar un medio para aportar terapias
intravasculares al feto. Son indicación para este método algunas incompati-
bilidades sanguíneas materno-fetales, algunas infecciones, patologías de la
coagulación, malformaciones para así obtener el cariotipo. El porcentaje de
abortos oscila entre el 0.5 y 10.9 %. Puede haber complicaciones como
bradicardia fetal, la taquicardia transitoria y la hemorragia cordonal, aunque
son todas ellas muy poco frecuentes.
Tanto la Biopsia Embrional como la Biopsia de las Vellosidades Coriales,
consisten en tomar muestras directas del tejido embrional, en el caso de la
primera, y de la placenta, en el segundo; para realizar estudios genéticos
cuando existe la sospecha de malformaciones.

Consideraciones Éticas sobre el Diagnóstico Prenatal


El problema ético del Diagnóstico Prenatal se plantea tanto sobre la familia que
lo solicita, como en el profesional que contribuye a realizarlo, y existen distintos
aspectos a considerar:
a. Indicaciones: deben respetarse al momento de realizar el diagnóstico, con el
objeto de no someter a la madre ni al niño a medios cruentos innecesarios.
b. Medios diagnósticos: deben ser acordes a la sospecha diagnóstica, bus-
cando el beneficio del niño, y tratando de otorgar además, el tratamiento
adecuado (si el caso lo permite).
c. Uso del resultado: tener siempre presente por qué se realiza el diagnóstico,
y que el resultado puede convertirse en una forma de colaboración para el
aborto voluntario.
d. Comunicación del diagnóstico: si el resultado fuera desfavorable, se debe
siempre proporcionar a la familia la ayuda necesaria (profesional, material, y
sobretodo espiritual) para preparase a recibir un niño con alguna enfermedad
o discapacidad.
Como ha quedado demostrado que el embrión / feto es ya un ser humano, al
momento de comenzar su existencia (fecundación) y por lo tanto persona, gozan-
do así de su dignidad y derecho pleno a la vida; el hecho de que sea portador de una
enfermedad o presente alguna deformación, no disminuye su condición de persona,
ni anula su dignidad.
92 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Por el contrario, agrava la ofensa que pueda recibir, más aún si se trata de su
propia vida, y aumenta el atropello a su dignidad de persona.
En la Instrucción “Donum Vitae” de la Congregación para la Doc-
trina Católica de la Fe, en el tema sobre la licitud del Diagnóstico
Prenatal se indica lo siguiente: “Este diagnóstico es lícito si los
métodos utilizados, con el consentimiento de los padres debi-
damente informados, salvaguardan la vida y la integridad del
embrión y de su madre, sin exponerles a riesgos
desproporcionados. Pero se opondrá gravemente a la ley mo-
ral cuando contempla la posibilidad, en dependencia de sus
resultados, de provocar aborto: un diagnóstico que atestigua
la existencia de una malformación o de una enfermedad here-
ditaria no debe equivaler a una sentencia de muerte.”

Actividad de Aprendizaje

¿En qué circunstancias el Diagnóstico Prenatal atenta contra la inviolabili-


dad de la vida humana? Fundamente su respuesta.

Síntesis
El Diagnóstico Prenatal involucra a todos lo procedimientos utilizados
para tomar conocimiento de la salud fetal.
Como en todo acto médico, el Diagnóstico Prenatal, no escapa a las condi-
ciones que se cumplen con el “consentimiento informando”.
Este diagnóstico es lícito si los métodos utilizados, salvaguardan la vida y la
integridad del embrión y de su madre, sin exponerles a riesgos
desproporcionados.
La existencia de una malformación o de una enfermedad hereditaria no
debe equivaler a una sentencia de muerte.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 93

4.2 Genoma Humano


Autor: Fernanda V. de Serrano

Introducción
En el año 2000 se consiguió finalizar la recopilación del código genético, es decir,
se logró conocer en detalle la estructura anatómica del ADN humano.

Este descubrimiento resultó uno de los logros más importantes de la cien-


cia de los últimos años.

Fue producto del trabajo mancomunado de los principales grupos científicos del
mundo, y de las principales potencias que los impulsaron.

Definición
El cuerpo humano contiene un billón de células, cada una de ellas posee un
núcleo que encierra 23 pares de cromosomas. En cada par uno de los cromosomas
es encargado de transmitir la herencia del padre y el otro de la madre.Cada
cromosoma contiene los filamentos enrollados del ADN.
El Genoma Humano es el código genético contenido en el núcleo de cada
célula del organismo humano, conformado por la molécula de ADN.
Esta molécula de ADN fue descubierta por Watson en 1950, se trata de una
molécula de doble hélice enrollada, constituida a su vez por segmentos de genes,
encargados de codificar proteínas necesarias para la vida del hombre.
Del genoma se deben distinguir dos aspectos:
Universal: se trata de los 46 cromosomas que comparte toda la especie
humana, que son comunes a todos los hombres y responsables, entre otras
cosas, de las características de nuestro organismo y sus funciones.
Particular: propio de cada individuo humano, determinado por característi-
cas que lo hacen único e irrepetible. Y que constituye la herencia recibida de
sus padres, siendo a su vez, distinto de ellos.

Proyecto Genoma Humano


Hace aproximadamente 10 años que comenzó esta investigación mundial, a
cargo de los seis países más representativos en materia de investigación: Estados
Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón. Estas naciones iniciaron
sus actividades con fondos públicos.
94 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 95

Aunque en 1991, uno de los principales grupos de investigación se separó y


comenzó a trabajar con capitales privados, finalmente en el año 2000, cuando se
dio a conocer en el mundo la primera parte de los resultados de esta investigación,
dicho anuncio fue hecho por todos los grupos implicados en su conjunto, asegurán-
dose la continuación del proyecto con dichos fondos públicos.
Conocer la estructura primaria del ADN en cada célula, el papel que juega cada
gen y la proteína que eventualmente codifica, es la tarea que asumida en el Proyec-
to Genoma Humano. Conocer la fisiología y la fisiopatología genética, determinar
la función de cada gen, y su defecto, sería ir un poco más allá en relación a la salud
de las personas.
Este Proyecto trabajó abocado al aspecto universal que mencionábamos ante-
riormente, intentando “mapear” y “secuenciar” el genoma humano. Es decir
tratando de identificar cada gen dentro de la molécula de ADN, para determinar
precisamente cual es su ubicación dentro de la intrincada doble hélice. Para poder
inferir de esta manera que la secuencia de genes es la misma en todas las perso-
nas, y que las hace parte de la especie humana.
Otro desafío que debió afrontar este proyecto fue identificar las mutaciones o
cambios de la secuencia implicados en la génesis de las enfermedades, también
denominados defectos. Todo esto con la finalidad de elaborar un diagnóstico pre-
coz, y en el mejor de los casos, un tratamiento adecuado.
Esta primera etapa del trabajo es la que se dio a conocer en el año 2000,
contandose en ese momento con la posibilidad de recabar toda la informa-
ción en la web. Cualquier persona interesada podía entonces, como puede
ahora, ingresar a la página de internet a propósito del Proyecto Genoma
Humano, y acceder a todos los resultados obtenidos hasta el momento, lo
mismo con cualquier tipo de información relacionada.
La segunda etapa, que dio comienzo recientemente, consistirá en determi-
nar cuáles son las proteínas, y la cantidad de ellas involucradas en la codifi-
cación de cada uno de los genes que componen el ADN.
Asimismo tratar de comprender como interactúan en el organismo, y cómo es
que realizan las distintas funciones que son propias (fisiológicas) y las nocivas (pato-
lógicas). Esto último, desde ya, involucra a la Ingeniería Genética, disciplina alta-
mente explorada en estos días.

Algunos Resultados
En el proceso de secuenciación del genoma se fueron definiendo algunas cues-
tiones, hasta el momento no claras en relación a la estructura génica de nuestra
especie.
Se determinó, por ejemplo, el número aproximado de genes que posee la especie
humana, 32.000 a 34.000; número cercano al de algunos animales invertebrados.
Se pudo comprobar también que el Hombre no es sólo producto de sus caracte-
rísticas genéticas, sino que interactúa con el medio ambiente, buscando con-
formar así su propia realidad biológica, psicológica, espiritual, etc.
96 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Es por eso que en el tema de la disposición genética a padecer determinadas


enfermedades, el entorno de la persona es tan importante como la carga genética
del individuo.
Se desmitificó también aquella teoría de que habría diferencias genéticas en
los individuos de distintas razas, ya que se pudo probar que existe alta compatibili-
dad entre el genoma de personas de distintas etnias.
A su vez, la medicina experimentará una profunda transformación al poder
descubrir la base genética de muchas enfermedades hoy catalogadas de
«idiopáticas”, es decir, sin causa conocida.

Consideraciones Éticas Relacionados con el Genoma


Desde ya que la gran cuestión ética que surge a partir del proyecto, tiene que ver
con su aplicación sobre las personas. Porque sin dudas este trabajo es en sí mismo
bueno (lícito); pues poder proporcionar respuestas sobre nuestra conformación bio-
lógica más íntima, la posibilidad de realizar diagnósticos precoces y posibilitar un
tratamiento, entre otras cosas, es altamente positivo.
El primer criterio ético a considerar debe basarse en el respeto de la dignidad
de la persona humana. El hombre no debe ser un objeto, ni un medio para alcanzar
otros fines.

El respeto a la dignidad humana debe ser siempre una condición esencial


para la elaboración y aplicación de todos los derechos sobre el hombre.

La dignidad no debe ser un elemento separado de los derechos fundamentales


de la persona, sino que debe constituirse en la fuente de la cual derivan todos los
derechos humanos.
En París, el 11 de noviembre de 1997, la ONU, a través de la UNESCO, lanzó
al mundo la llamada “Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los
Derechos Humanos”, en un intento de poner freno a la cantidad de especulacio-
nes en relación a la aplicación del mapeo del código genético.
Transcribimos a continuación las observaciones que hizo la Santa Sede a la
presente declaración, en 1998, con el Documento formulado por el «Grupo no-
formal de Trabajo sobre la Bioética» (del cual Su Excelencia Mons. Elio Sgreccia
es también miembro), Sección para las «Relaciones con los Estados», Secreta-
ría del Estado (Ciudad del Vaticano).
La Santa Sede considera importante este instrumento internacional sobre el
Genoma Humano y los Derechos Humanos. Muchos son los elementos claramente
dignos de aprecio, como, entre otros, el rechazo de todo reduccionismo genético
(art. 2b y 3), la afirmación de la preeminencia del respeto a la persona humana
respecto a la investigación (art. 10), el rechazo de las discriminaciones (art. 6), el
carácter confidencial de los datos (art. 7), la promoción de comités éticos indepen-
dientes (art. 16), el compromiso de los Estados de promover la educación a la
bioética en un debate abierto también a las corrientes religiosas (art. 20 y 21). Es
interesante, en fin, que se haya previsto un procedimiento para seguir la aplicación
de la Declaración (art. 24).
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 97

Relación entre dignidad humana y genoma humano


En el art. 1 se afirma que el “genoma humano es la base de la unidad
fundamental de todos los miembros de la familia humana y del reconoci-
miento de su dignidad y diversidad intrínsecas”. Tal como está formulado, el
texto parece dar a entender que el ser humano tiene en el genoma el fundamento de
su propia dignidad. En realidad, son la dignidad del hombre y la unidad de la
familia humana los que confieren su valor al genoma humano y exigen que éste sea
protegido de manera especial.
Aplicación de la noción del “patrimonio de la humanidad” al genoma
humano.
La segunda parte del art. 1 afirma: “en sentido simbólico, el genoma
humano es el patrimonio de la humanidad”. Según la “Nota explicati-
va” (Nº 20), esta fórmula quiere expresar la responsabilidad de toda la hu-
manidad, excluyendo en todo caso una inaceptable apropiación colectiva.
No obstante, la frase sigue siendo vaga y poco clara; sería mejor, evitando
nociones como “patrimonio de la humanidad”, afirmar que “toda la huma-
nidad tiene la responsabilidad particular de proteger el genoma humano”.
Además, el genoma tiene dos dimensiones: una general, en cuanto es una
característica de todos aquellos que pertenecen a la especie humana, y otra
individual, en cuanto es diferente para cada ser humano, que lo recibe de sus
padres en el momento de la concepción. Cuando se habla comúnmente de
“patrimonio genético” se refiere a esta segunda dimensión. Parece evidente
que es a este “patrimonio” al que se debe aplicar una protección jurídica
fundamental, puesto que tal “patrimonio” pertenece concreta e individual-
mente a cada ser humano.

Consentimiento libre e informado


El art. 5 a) trata de los derechos de quien está sometido a “una investigación,
un tratamiento o un diagnóstico” sobre el propio genoma. En la elaboración
de normas concretas, podría ser conveniente distinguir entre investigación,
tratamiento o diagnosis, en cuanto requieren intervenciones de diferente na-
turaleza.
El art. 5 e) da indicaciones para una investigación sobre el genoma de una
persona que no sea capaz de expresar su propio consentimiento. Por lo que se
refiere al caso de que tal investigación se haga sin beneficio directo para la
salud del sujeto, sino por el interés de terceras personas, se prevé que dicha
investigación “sólo podrá efectuarse a título excepcional, con la mayor pru-
dencia”. Considerando que se trata de una investigación, y por tanto de una
intervención muy limitada sobre el paciente, se puede consentir, a condición
de que “no sea posible hacerla de otro modo” y, si el sujeto no es capaz de
dar su consentimiento, se prevean ulteriores condiciones: mínimo riesgo, con-
sentimiento de quienes tienen derecho, ventajas seguras para la salud de los
sujetos de la misma categoría, falta de otros recursos y posibilidades de inves-
tigación.
98 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Conocimiento de los resultados de un examen genético


El art. 5 c) afirma el respeto del derecho de cada uno de decidir conocer o no
los resultados de un examen genético. Se ha de tener presente que el derecho
del individuo interesado a este respecto no puede ser absoluto: es preciso
tener en cuenta los casos en que dicho conocimiento comporta consecuen-
cias para la salud de otras personas (p. ej. los familiares).
Además, sería oportuno afirmar la exigencia de que la información sobre los
resultados sea acompañada de una “consulta genética” profesional.

Objeción de conciencia para los investigadores y agentes sanitarios


El art. 10 - “ninguna investigación relativa al genoma humano ni sus aplica-
ciones, en particular en las esferas de la biología, la genética y la medicina,
podrán prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, de las libertades
fundamentales y de la dignidad humana de los individuos o, si procede, de
los grupos humanos” - es muy oportuno. Sería deseable añadir el respeto de
eventuales objeciones de conciencia de los investigadores y del personal sani-
tario, de modo que se reconozca a las personas que trabajan en estos secto-
res el derecho a negarse, por motivos de conciencia, a realizar intervenciones
sobre el genoma humano.

Rechazo de la clonación humana


El art. 11 afirma que la clonación con fines de reproducción de seres humanos
es una práctica contraria a la dignidad humana y no debe ser permitida. Esta
formulación, por desgracia, no excluye la clonación humana, igualmente in-
aceptable, para otros fines, como p. ej. la investigación o a fines terapéuticos.

Libertad de investigación
El art. 12 b) reconoce justamente que “la libertad de investigación [...] proce-
de de la libertad de pensamiento”. Esta es una condición necesaria, pero no
suficiente, puesto que para llevar a cabo una investigación de manera verda-
deramente libre, es preciso garantizar del mismo modo también la libertad de
conciencia y de religión. Por otra parte, la Declaración Universal de los Dere-
chos del Hombre (art. 18) y el Pacto internacional sobre los derechos civiles
y políticos (art. 18) ponen en el mismo plano la libertad de pensamiento, de
conciencia y de religión. Sería deseable, pues, que allí donde se hable de
libertad de pensamiento a propósito de la libertad de investigación, se aña-
dan también las palabras “libertad de conciencia y de religión”.

Investigaciones para la prevención de enfermedades genéticas


El art. 17 anima a los Estados a desarrollar aquellas investigaciones encami-
nadas, entre otras cosas, a “prevenir” las enfermedades genéticas. Es preciso
tener presente que la “prevención” puede ser entendida de modos diversos.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 99

La Santa Sede es contraria a estrategias de individuación de anomalías fetales


orientadas a una selección de los nascituros basada en criterios genéticos.

Ausencia de referencias al embrión y al feto


La Declaración se limita, intencionadamente, al genoma humano. De este
modo no define los titulares de los derechos que proclama; no afirma que
éstos son de cada ser humano desde el momento en el que el patrimonio
genético propio lo convierte en individuo. Faltan también referencias al em-
brión y al feto. La cuestión es delicada, especialmente a propósito del em-
brión en los primeros 6-7 días de vida. El hecho de que los seres humanos no
nacidos y los embriones humanos no sean explícitamente protegidos abre la
puerta, especialmente en el campo de las intervenciones genéticas, a las
discriminaciones y violaciones de la dignidad humana, que por otro lado, la
Declaración desea evitar.

Actividad de Aprendizaje
1. Según lo estudiado por usted en esta unidad, ¿sería capaz de definir en pocas
palabras a qué se denomina “genoma humano”?

2. En el texto “Observaciones a la Declaración Universal sobre el Genoma Hu-


mano” del Vaticano, qué observaciones se realizan en relación al tema Digni-
dad Humana y Genoma Humano.
100 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

4.3 Aspectos Jurídicos de la Vida Naciente


Autor: Dr. Mariano Morelli

El derecho debe pronunciarse acerca de quiénes serán reconocidos como sujetos


de derecho, desde que momento, y hasta cuándo. Cualquier decisión que se tome
en este punto, resultará determinante para el desarrollo de todo el bioderecho.

Si se admite que la persona humana comienza con la fecundación, entonces el ser


humano por nacer gozará de derechos fundamentales como el derecho al respeto de
la vida, de su integridad física, de su identidad, de su igualdad fundamental. No
habiendo ninguna norma que autorice a ninguna persona a atentar contra la vida o la
integridad física de otra persona ya nacida, mientras no se trate de un injusto agresor
-supuesto de la legítima defensa-, tampoco deberá autorizarse nunca la eliminación
de un niño por nacer. Deberá rechazarse legalmente el aborto, la selección, destruc-
ción y crioconservación de embriones, su “fabricación” mediante procedimientos téc-
nicos como la fecundación in vitro o la clonación. No será lícito producir, publicitar,
vender o implementar “medicamentos” o procedimientos que pongan en peligro, di-
rectamente, su vida o su salud. El estado y toda la sociedad deberá colaborar para
proteger estas vidas humanas de quienes pretendan atentar contra ellas.
Si, en cambio, se sostiene que el niño por nacer no debe ser reconocido como
sujeto de derechos, la cosa cambia. Deberá reconocerse a la mujer el “derecho” de
quitarse ese “objeto”, “tejido” o “manojo de células” que lleva en su seno. A los
médicos el de colaborar con ella. A los científicos el derecho de producirlo o experi-
mentar con él. A los laboratorios el derecho de fabricar productos que ayuden a
eliminarlos cuando no sean deseados. Al estado de apoyarlos e incluso financiarlos.
Existirá derecho a la publicidad o venta de tales productos y prácticas. Y todo aquél
que vulnere alguno de estos derechos dificultando o impidiendo su ejercicio, aunque
invoque que tales “tejidos” deben ser respetados, deberá ser condenado a sufrir
penas y a pagar los daños causados.
Dos alternativas jurídicas diametralmente opuestas, según se asuma o no la
personalidad jurídica del embrión.
La primera es la que ha construido occidente a la luz del derecho natural y
cristiano.
La segunda, la que ya aparece en el derecho moderno de algunos esta-
dos víctimas de la cultura de la muerte: los niños por nacer quedan totalmente
indefensos -Lejeune había dicho que el aborto convertía el vientre materno en el
lugar más peligroso del mundo-, la medicina desarrolla nuevas técnicas y nuevos
productos para destruir la vida concebida, el estado la apoya y a veces incluso la
financia, las clínicas fabrican cientos de embriones humanos que fallecen o son
destruidos, y quienes se oponen son legalmente perseguidos y obligados a pagar
indemnizaciones si “por su culpa” se impide un aborto1.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 101

De esto nos ocuparemos aquí. Como dijimos en la Unidad 2, siendo el dere-


cho en parte natural y en parte positivo, debemos abordar el estudio de estos temas
teniendo en cuenta ambas perspectivas.

La existencia de la persona frente al derecho positivo


Desde el derecho romano, padre del derecho occidental, la distinción fundamen-
tal resultó dicotómica entre personas y cosas.
Las primeras, entes susceptibles de adquirir derechos y contraer obligaciones,
sujetos de derecho.
Las segundas, objetos susceptibles de valor económico, objetos de derecho.
La historia puede ser descripta como un proceso largo en el que, desde el adve-
nimiento del cristianismo, cada vez más seres humanos fueron incluidos, paula-
tinamente, en la comunidad de personas. En la antigüedad el extranjero, la mujer,
los hijos, los esclavos, por prejuicios o por intereses, no eran reconocidos como
sujetos de derecho. Poco a poco se fue extendiendo a todos los seres humanos la
protección que merece la persona, sujeto de derechos, descartando la existencia de
seres humanos que pudieran ser considerados como objetos, y no como personas2.

Paradójicamente, hoy día se pretende retroceder restando personalidad y


protección a algunos seres humanos débiles e indefensos, como el embrión
en sus primeras fases de desarrollo.

¿Todos los seres humanos son personas en nuestro derecho positivo?

1
Cfr. Sanhuja, Juan Claudio, Desarrollo sustentable. La nueva ética internacional, editorial Vortice, Bs.
As., 2003
2
Ollero, Andrés, Derecho a la vida, y derecho a la muerte, ed. Rialp, Navarra, 1994, pág. 33
102 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Nuestro texto constitucional no tiene una disposición de extensión general sobre


quienes son personas, aunque los arts. 15 y 16 consagran la igualdad jurídica de los
hombres, prohibiendo la esclavitud. Pero al reformarse la Constitución en 1994, se
otorgó jerarquía constitucional a algunos tratados internacionales (artículo 75 inciso
22). El art. 1 de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos
establece que «persona es todo ser humano». El art. 3 lo completa al disponer
que «toda persona tiene derecho al reconocimiento de su personalidad
jurídica». No es lícito entonces distinguir esencialmente las figuras de embrión,
cigoto, etc. para negar protección jurídica al ser humano en las primeras etapas del
embarazo. Persona es todo ser humano, y hay persona siempre que identifiquemos
un ser humano, no importando el grado de su desarrollo ni su estado de salud.
Por su parte, el art. 1 de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre establece algo similar al decir que «todo ser humano tiene
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona».
El Código Civil argentino define a la persona como «todo ente susceptible
de adquirir derechos, o contraer obligaciones» (art. 30). Persona es sinónimo
así de sujeto de derecho. Con relación a las personas de existencia visible, el Código
dispone que son tales «todos los entes que presentasen signos característi-
cos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes». El Código no
define ni precisa que es esto de «signos característicos de humanidad», pero
hoy día la genética y las ciencias médicas nos ayudan a determinarlo con claridad,
bastando que haya cuerpo humano y vida biológica, presuponiendo que todo ser
nacido de madre humana es humano3. Esta norma consagra el principio de paridad
entre el concebido no nacido y el nacido: ambos son personas, sujetos de derecho,
aunque ello no significa, lógicamente, que tengan capacidad jurídica plena antes de
cumplir la mayoría de edad.
Para evitar tener que realizar trámites sucesorios, el Código establece que si el
bebé muriese antes de nacer, se considera como que nunca existió, pero los dere-
chos quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida, aunque lo sea solo por
instantes después de ser separado del vientre materno (art. 70), y en caso de dudas
debe considerarse nacido con vida (art. 75). El Código agrega que «tampoco im-
portará que los nacidos con vida tengan imposibilidad de prolongarla, o
que mueran después de nacer, por un vicio orgánico interno, o por nacer
antes de tiempo» (art. 72).

¿Todos los seres humanos son personas en nuestro Có-


digo Penal?

Tipifica al homicidio y el aborto como delitos «contra la persona», sin


importar sus características físicas, orgánicas, psicológicas, salud, etc.

Puede llamar la atención la diferencia de gravedad en las penas por homicidio y


por aborto. El homicidio simple es castigado con prisión o reclusión de 8 a 25
años; y el aborto, sin consentimiento de la mujer, de 3 a 10 años y con
consentimiento de la misma, de 1 a 4 años. La pena menor en el aborto, discu-
tible, se debe a la creencia en la menor criminalidad que se presume en los autores del
aborto tratándose de un crimen al que llegan mujeres víctimas de situaciones sociales,
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 103

económicas, o familiares difíciles, y a veces sin total conciencia de lo que se está


haciendo. Pero sería de desear que quienes lucran con el negocio del aborto -los
aborteros- reciban una pena equivalente al homicida que mata por dinero -pri-
sión perpetua-.

El comienzo de la existencia de la persona ante el dere-


cho positivo
Los sistemas jurídicos adoptan diversos criterios sobre el comienzo de la exis-
tencia de la persona:
a) Hay persona desde el nacimiento: Si bien en el derecho romano hay textos
contradictorios, algunos consideraban que la existencia de la persona se daba con
el nacimiento, siendo antes únicamente una viscera de la madre.
La Corte Suprema Federal de Estados Unidos en Roe vs. Wade (1973), recoge
idea similar al sostener que hasta el nacimiento el ser humano no es sujeto de
derechos constitucionales y por ello impedir legalmente el aborto viola derechos
constitucionales de la mujer; aunque admite que los estados protejan la vida
humana potencial limitando el aborto si el embarazo supera el sexto mes.
b) Hay persona desde la “concepción”: el jurista brasileño Freitas, de gran
influencia en el Código Civil Argentino afirmó en cambio que la existencia de
las personas comienza no con el nacimiento sino con la concepción,
considerando que «no se concibe que haya ente susceptible de adquirir derechos
sin que haya persona. Si se atribuye derechos a las personas por nacer..., si los
que deben nacer son representados dándoseles curador, que se ha denominado
curador al vientre, es forzoso concluir que existen ya y que son personas, pues la
nada no se representa (...) (nota al artículo 221).
No faltan estados que consideran, persona al concebido en su derecho civil, pero
luego incoherentemente admiten el aborto con muchísima amplitud. Además,
muchas veces el comienzo del reconocimiento de la protección jurídica es diferente
en la legislación sobre el aborto, sobre fecundación in vitro, y sobre capacidad civil
de las personas.
Los sistemas que no reconocen el comienzo de la persona desde la concepción
son susceptibles de muchas críticas, como veremos al referirnos al derecho natural.

El Derecho Argentino
La Constitución Nacional en su texto originario carecía de una referencia
expresa referida al inicio de la persona.
Durante la Convención Reformadora de 1994 se intentó incluir un artículo que
protegiera clara e indubitablemente la vida desde la concepción. Las negociaciones
políticas terminaron con la ambigua redacción del art. 75 inc. 23, 2ª. Parte, el que
atribuye al Congreso «dictar un régimen de seguridad social especial e inte-
gral en protección del niño en situación de desamparo, desde el embarazo
hasta la finalización del período de enseñanza elemental, y de la madre
durante el embarazo y el tiempo de lactancia.» Como vemos, establece la
protección del niño antes de nacer, pero refiere solo al sistema de seguridad social y
104 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

no al derecho penal, marco en el que se debate el delito de aborto. Además mencio-


na el embarazo y sabemos que en el año 1965 la American College of Obstetrics
and Ginecology modificó su definición de embarazo haciéndolo comenzar con la
anidación y no con la fecundación para así legitimar la destrucción de la vida
humana antes de la anidación3. De todos modos, como se verá más adelante, el
Código Civil remite el comienzo del embarazo al momento mismo de la concepción.

La Convención sobre los Derechos del Niño


La Convención de los Derechos del Niño reconoce a éste protección “tanto
antes como después del nacimiento” (Preámbulo), y garantiza su vida, su sa-
lud, su identidad, el derecho de conocer y ser cuidado por su padres, “en la máxi-
ma medida posible”. Al ratificar la Convención mediante la ley 23849, nuestro
país aclaró que entiende por niño a todo ser humano desde la concepción. Como
vemos, se trata de una disposición muy importante en temas como el aborto o la
fecundación in vitro. Por eso su valor es atacado por algunos sectores, invocando
que el art. 75 inc. 22 otorga jerarquía constitucional a los tratados «en las condi-
ciones de su vigencia», y que la aclaración hecha por nuestro país sobre la con-
cepción no está incluida en la vigencia internacional del tratado y por ello no tiene
valor constitucional. Se trata de un error, pues la vigencia de un tratado es única y
refleja la manera en que los estados firmantes están obligados por él, lo que incluye
las reservas y aclaraciones que hubiesen realizado al suscribirlo, pues sólo con tales
alcances aceptaron el tratado4.

La Declaración Americana de Derechos y Deberes del


Hombre
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre fue elaborada
en la Conferencia de Bogotá en el año 1948.
El art. 1 establece que:

Esta declaración también reconoce el derecho a la vida, pero ¿desde la concep-


ción? El texto no lo aclara, pero al decir “todo ser humano”, incluye implícita-
mente a los niños por nacer.
Varios organismos de la Organización de Estados Americanos desplegaron polí-
ticas para la ayuda del niño por nacer desde hace más de cincuenta años, como el
Instituto Interamericano del Niño y el Instituto Interamericano de Protección a la
Infancia, cosa que no tendría sentido si en sus instrumentos principales se descono-
ciera la personalidad jurídica de aquél5.

3
Beluscio-Zanoni, Código Civil y Leyes complementarias, ed. Astrea, Bs. As., 1978, tomo 1, pág. 269
4
Barra, Rodolfo, Protección constitucional del derecho a la vida, ed. Abeledo Perrot, Bs. As., 1996,
pág. 29; Boggiano, Antonio, Introducción al Derecho Internacional. Relaciones exteriores de los
ordenamientos jurídicos, Buenos Aires, 1995, pág. 103. Colautti, Carlos E., Los tratados internacio-
nales y la Constitución Nacional, La Ley, Bs. As., 1999. En el mismo sentido se ha pronunciado el
Prof. Germán Bidart Campos.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 105

La Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San


José de Costa Rica)

Se preguntará, ¿qué significa «en general»?


Algunos han propuesto que «en general», como sigue a la palabra “y”, quiere
significar en todos los casos6.
Cualquier interpretación admisible debe reconocer que ambos obligan a la pro-
tección jurídica de la vida del no nacido. El hecho de que no se haya colocado
expresamente en la Declaración Americana, y el que se la mencione “en general”
en la Convención, no significa que no se les extienda protección.
La Convención refiere a “toda persona” y asegura el “derecho a la igual-
dad”, con lo que la expresión “en general” no puede implicar el desconocimiento
del derecho a la vida para algunos niños.
En síntesis, de nuestra norma constitucional surgen disposiciones que clara-
mente protegen la vida humana desde la concepción, aunque no faltan quienes
intentan forzar la interpretación para legitimar su muerte.
El panorama integral del derecho a la vida en nuestro ordenamiento debe ser
completado con las referencias al mismo en la legislación civil y penal.

El Código Civil Argentino


¿Cuándo comienza la existencia de la persona para nuestro Código Civil?
El Código Civil Argentino considera a los embriones como «personas por na-
cer», desde que «están concebidas en el seno materno», y «antes de su naci-
miento pueden adquirir algunos derechos, como si ya hubiesen nacido»
(art. 63 y 70), sin importar si tienen posibilidad de sobrevivir luego del nacimiento o
si mueren después de nacer.
El Código no defino cuándo debe considerarse producida la «concepción”, mo-
mento en que comienza a existir el nuevo ser. El art. 76 dice que «la época de la
concepción de los que naciesen vivos, queda fijada en todo el espacio de tiempo
comprendido entre el máximum y el mínimum de la duración del embarazo».

Si consideramos que la concepción equivale a la fecundación, ello signifi-


ca que para la ley el embarazo comienza con la fecundación («concepción») y
no con la anidación, y ello puede ser de utilidad para interpretar el art. 75 inc.
23 de la Constitución Nacional.

5
García Elorio, Aurelio, Protección de los niños por nacer en el sistema interamericano de derechos
humano, pág. 35 y ss.
6
Barra, Rodolfo, Protección constitucional del derecho a la vida, ed. Abeledo Perrot, Bs. As., 1996, pág. 60
106 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El Código Penal Argentino


El Título I del Libro II del Código Penal regula los delitos contra las personas,
y entre ellos, los delitos contra la vida. Sabemos que protege con la tipificación del
homicidio la muerte de la persona nacida; y con la tipificación del aborto la muerte
de la persona por nacer.
Ahora bien, ¿desde cuándo? No resulta fácil la respuesta a esta pregunta. La ley
no define que es un aborto. Aborto es, en lenguaje ordinario, la interrupción de
un embarazo. Ello significa que presupone la existencia del bebé en el útero materno.
El delito de aborto tiene por objeto destruir la vida del feto, impidiendo el nacimiento,
no tratando de anticipar el parto7. Es razonable pensar, como surge del Código Civil,
que el embarazo comienza con la fecundación y no con la anidación; pero algunos
juristas, en criterio que no compartimos, adoptan la tesitura contraria no consideran-
do delito la destrucción del embrión antes de la implantación.
De todos modos hay acuerdo general en que, desagraciadamente, no configu-
ra aborto la destrucción de un embrión in vitro. Tampoco un homicidio tal como lo
entiende el Código Penal, pues aún no ha nacido. Se trata de un vacío legal, lógico
en un Código confeccionado en 1921, que no puede ser cubierto sino a través de
una reforma legislativa (en materia penal no se acepta la analogía, los delitos deben
estar descriptos perfectamente en la ley penal). El embrión humano in vitro está
protegido por la Constitución y la legislación civil, pero no por la penal.

El Decreto 1406/98
El Decreto 1406/98 instituye el día del Niño por nacer. Tiene importancia, aun-
que menor, porque, además de tratarse de un decreto y no de una ley, se limita a
instituir una «celebración», y no a regular derechos y deberes. Es especialmente
interesante la fundamentación que invoca, pues alude a que “especialmente en su
etapa prenatal, el niño es un ser de extrema fragilidad e indefensión, salvo la natural
protección brindada por su madre... La vida, el mayor de los dones, tiene un valor
inviolable y una dignidad irrepetible... es necesario dedicar un día en el ámbito
nacional al niño por nacer, con el objeto de invitar a la reflexión sobre el importante
papel que representa la mujer embarazada en el destino de la humanidad, y el valor
de la vida humana que porta en su seno...
Se estima conveniente que el Día del Niño por Nacer se celebre el 25 de marzo de
cada año, fecha en que la Cristiandad celebra la Anunciación a la Virgen María, en
virtud de que el nacimiento más celebrado en el mundo por cristianos y no cristianos
es el del Niño Jesús cuyo momento de concepción coincide con dicha fecha...”.
Constatamos así la tendencia generalizada en el sistema interamericano, a tra-
vés de su derecho interno e internacional, a proteger civil, social y penalmente al por
nacer, a diferencia de lo que ocurre en el viejo continente.

Es importante intentar que la cultura de la muerte, encarnada a veces en el


derecho vigente en el primer mundo, no se traslade a nuestro ordenamiento.

7
Moreno, Rodolfo, El Código Penal y sus antecedentes, Buenos Aires, Tomo III, pág. 408
8
Jack y Bárbara Willke, Aborto, Preguntas y Respuestas, ed. Bonum, Bs. As., 1992, pág. 50
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 107

Actividad de Aprendizaje

En Estados Unidos se presentó un caso muy resonado, Davis, en el que se deba-


tía el destino que tenía que darse a unos embriones crioconservados que habían
sobrado luego de un tratamiento de fertilización in vitro. Sus padres se habían divor-
ciado, y no estaban de acuerdo. La madre quería transferírselos al útero materno
alegando su derecho como madre. Su padre, en cambio, alegaba que no deseaba
tener nuevos hijos con su ex–esposa. En el caso fue citado como testigo el célebre
genetista francés Jerome Lejeune, para que testifique a favor del embrión. Si bien un
tribunal inferior autorizó la transferencia, el tribunal superior terminó rechazando la
pretensión de la madre. ¿Qué debería resolver un juez argentino, a la luz del derecho
vigente sobre la cuestión? ¿Qué podría responderse a la argumentación del padre?

La Vida Humana, la Persona y su existencia ante el Dere-


cho Natural
Pensemos ahora en el derecho natural.
¿A qué seres humanos debemos considerar personas, es decir, sujetos
de derecho? Y, ¿desde cuando? ¿Debe el derecho definir por sí mismo
cuándo existe una persona?
Tenemos aquí, ante nosotros, uno de los riesgos más habituales, y terribles, del
razonamiento práctico. El riesgo del pensamiento ideológico. De situar el comienzo
de la persona aquí o allá, no porque estemos convencidos de que es lo justo, sino
porque nos conviene, nos permite hacer algo que queremos hacer: experimentar,
eliminar, manipular al ser humano.
Se ha dicho que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Podemos agregar
nosotros, que está también en peligro de ceguera aquél a quien no le «conviene» ver.

El caso de duda
Supongamos que a pesar de haber adoptado un espíritu objetivo y abierto a
los datos científicos, no lleguemos a la certeza. Que no estemos en condiciones de
definir con precisión desde cuando nos encontramos con una persona humana con
dignidad especial que merezca tutela jurídica como tal.
En este caso, ¿qué hacer? O lo que es lo mismo, ¿como resolver la duda?
Si tenemos dudas, debemos presumir que se trata de una persona y tratarla como tal.
¿No optamos, en caso de duda, a favor de la vida?
¿Acaso enterramos a aquellos cuya muerte es dudosa?
¿O acaso no trabajamos frenéticamente para ayudar a rescatar a un
minero atrapado, para buscar un niño perdido en la montaña, o a
personas sepultadas bajo las ruinas de un edificio derrumbado?
¿O es que un cazador dispara antes de estar seguro si ese que entrevé
es un ciervo o un ser humano?
«Nosotros sugerimos que un modo realmente humano de pensar la cuestión es
otorgarle a la vida el beneficio de la duda»8.
108 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En el orden jurídico es norma dar el beneficio de la duda al más débil o indefen-


so, por lo que habría que pensar en el principio in dubio pro vita, o pro nasciturus.
¿Qué solución deberíamos dar entonces a la cuestión, para ser fieles a las exi-
gencias de justicia que se nos imponen desde la realidad?
a) Todos los hombres deben ser sujetos de derecho
Todos los hombres deben ser considerados sujetos de derecho. Es más, resul-
ta contradictorio asignar derechos a un ser humano, y luego negarle el carác-
ter de persona, si persona es, justamente, sujeto de derechos. Y resulta con-
tradictorio reconocerle derechos a un ser humano, y negarle justamente el
más fundamental, el derecho a la vida. Es un derecho tan básico que debe
ser protegido por el estado, cuyos atentados no pueden tolerarse.
Consideramos que los datos biomédicos son suficientes para concluir que
con la fecundación aparece un nuevo individuo humano. Y que por ello hay
más que razones suficientes como para dar al ser humano, desde la concep-
ción, el reconocimiento de su carácter de sujeto de derecho, persona, y la
protección jurídica fundamental que no se le niega a ningún ser humano. Ese
que nace, que se anida, que desarrolla un cerebro, que piensa, que ama, es
el mismo sujeto desde la fecundación, y merece el mismo respeto en sus
derechos fundamentales desde este momento.

b) A todo hombre, sujeto de derecho, deben reconocérsele los dere-


chos fundamentales
Una vez afirmado lo anterior, que debe considerarse al ser humano desde la
fecundación como sujeto de derechos, se impone el respeto de sus derechos
fundamentales. Como dijimos, no todos los seres humanos tiene plena capa-
cidad jurídica, es decir, pueden adquirir y ejercer todos los derechos. Ello
depende de diversas circunstancias de edad, madurez, a veces incluso del
sexo. Pero algunos derechos, fundamentales, humanos, por ser reconocidos
a todo hombre por el solo hecho de ser hombre, no pueden serle negados al
cigoto. Entre ellos, el más fundamental, el derecho a la vida. Negarle el
derecho a la vida sería lo mismo que negarle todo derecho, porque es la raíz
y presupuesto de todos los derechos. Si vamos a considerarlo sujeto de algún
derecho, debemos contar, al menos, con el derecho a la vida.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 109

Actividad de Aprendizaje Final

En la causa Roe vs. Wade (1973), por la cual la Suprema Corte Federal Norte-
americana declaró inconstitucional toda prohibición al aborto durante los primeros
meses del embarazo, el tribunal razonó del siguiente modo: no podemos prohibir a
la mujer resolver sobre una cuestión que atañe a su embarazo para proteger una
vida cuando ni los médicos, filósofos, o teólogos, se han puesto de acuerdo acerca
de su naturaleza o su condición de persona. ¿Qué podría responder a esta argu-
mentación?
UNIDAD 5

BIOÉTICA Y
AMENAZAS CONTRA
LA VIDA NACIENTE
114 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 115

E
s cierto que Anticoncepción y aborto desde el punto de vista moral,
son males específicamente distintos: La primera contradice la verdad
plena del acto sexual como expresión propia del amor conyugal, el
segundo destruye la vida de un ser humano; la anticoncepción se opone a la
virtud de la castidad matrimonial, el aborto se opone a la virtud de la justicia
y viola directamente el precepto divino «NO MATARÁS».
A pesar de su diversa naturaleza y peso moral, muy a menudo están ínti-
mamente relacionados, «COMO FRUTOS DE UNA MISMA PLANTA ...»I
Con este cita del Santo Padre, queremos reflejar la dramática realidad con
la cual la cultura de la muerte amenaza la vida humana naciente. Esta pers-
pectiva implica una amenaza a la vida naciente, ya que esta es vista, como un
mal que de todas formas y maneras debe matarse. Es una verdadera conjura
contra la vida, se la desprecia, se corrompe, se mata.
En la presente unidad, estudiaremos el tema del aborto procurado, su de-
finición, las causas y su intrínseca inmoralidad, por lo que recibió del Concilio,
el nombre de crimen abominable. Abordaremos luego, las secuelas físicas y
psíquicas que éste produce. Por último, analizaremos un tema de gran actua-
lidad, sobre todo para nuestro país, como es la dimensión jurídica del aborto.
Completa esta unidad, los conceptos referidos a la anticoncepción. Tam-
bién aquí analizaremos la definición, sus mecanismos de acción, su clasifica-
ción, las complicaciones, su ilicitud a la luz de los principios de la Bioética
personalista y los aspectos jurídicos relacionados.
Toda la unidad, esta enmarcada en el magisterio de la Iglesia, especial-
mente en la Encíclica Evangelium Vitae.

I
Evangelium Vitae N° 13
116 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos Específicos:
1. Analizar el concepto de aborto procurado y su maldad intrínseca.
2. Reconocer la responsabilidad social del delito del aborto.
3. Identificar los métodos de aborto.
4. Conocer las consecuencia físicas y psíquicas del aborto.
5. Conocer la definición del acto contraceptivo, a la luz el Magisterio de la
Iglesia.
6. Conocer los mecanismos de acción, su clasificación y los efectos indesea-
bles de los anticonceptivos de mayor uso.
7. Reconocer la ilicitud de la anticoncepción, fundamentado desde los princi-
pios de la Bioética personalista.
8. Estudiar los aspectos jurídicos relativos al aborto y la anticoncepción.

Temario:
‰ La vida humana destruida: el aborto
• Definición
• Cultura de la muerte y aborto
• Métodos
• Secuelas físicas y psíquicas
• Aspectos jurídicos
‰ La vida humana artificialmente impedida: anticoncepción
• Definición desde el Magisterio de la Iglesia
• Ilicitud de la anticoncepción
• Mecanismos de acción
• Clasificación
• Efectos indeseables
• Aspectos jurídicos

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 117

5.1 La Vida Humana Destruida: El Aborto


Autor: Dr. Eduardo Paoletti

Definición
« Porque tú mis vísceras has formado » (Sal 139 138, 13):
« Mi embrión tus ojos lo veían » (Sal 139 138, 16)
Se habla de aborto espontáneo cuando la muerte es producto de alguna
anomalía o disfunción no prevista ni deseada por la madre; y de aborto provocado
(que es lo que suele entenderse cuando se habla simplemente de aborto) cuando la
muerte del bebé es procurada de cualquier manera: doméstica, química o quirúrgica.

Juan Pablo II en Evangelium Vitae nos dice sin vueltas: «Todo lo que se opone
a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el
aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario, todas estas cosas y
otras semejantes son ciertamente oprobios que, al corromper la civiliza-
ción humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes pade-
cen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador».1
Opciones, antes consideradas unánimemente como delictivas y rechazadas por
el común sentido moral, llegan a ser poco a poco ,socialmente respetables. La
misma medicina, que por su vocación está ordenada a la defensa y cuidado de la
vida humana, se presta cada vez más en algunos de sus sectores a realizar estos
actos contra la persona, deformando así su rostro, contradiciéndose a sí misma y
degradando la dignidad de quienes la ejercen. En la actualidad los organismos

1
Evangelium Vitae. N°
118 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

internacionales pretenden usar del aborto como medio de control de la natalidad, y


considerarlo un “Derecho Humano”.
Entre todos los delitos que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto
procurado presenta características que lo hacen particularmente grave e ignomi-
nioso. El Concilio Vaticano II lo define, junto con el infanticidio, como «crímenes
nefandos», sin embargo, la percepción de su gravedad se ha ido debilitando
progresivamente en la conciencia de muchos. En el caso del aborto se percibe la
difusión de una terminología ambigua, como la de «interrupción del embarazo», que
tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión
pública. Quizás este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar de las
conciencias.
Además, esto sirve a los defensores del aborto que han procurado cubrir su
naturaleza criminal con esta terminología confusa o evasiva, o vagos conceptos
como «derecho a decidir» o «derecho a la salud reproductiva». Ninguno de
estos artificios del lenguaje, sin embargo, pueden ocultar el hecho de que el aborto
es un infanticidio.
Signo de esta manipulación del mensaje es el término, de modo que todos sepan
que la «anticoncepción hormonal postcoital»; es aborto y no anticoncepción.
Tal realidad debe interpelar la conciencia de todos, especialmente de los operadores
de la salud: médicos, enfermeras, farmacéuticos, etc. quienes tienen el deber ético
de anteponer la objeción de conciencia.
La «anticoncepción hormonal postcoital» muestra claramente cómo los confines
entre anticoncepción y aborto son cada vez más sutiles y son productos ambos de
una mentalidad antivida fruto de la cultura de la muerte, contraria al Evangelio.
Definición : el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa,
como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su
existencia, que va de la concepción al nacimiento.2 La gravedad moral del
aborto procurado se manifiesta en toda su verdad si se reconoce que se trata de un
homicidio y, en particular, si se consideran las circunstancias específicas que lo
cualifican.
Quien se elimina es un ser humano que comienza a vivir, es decir, lo más
inocente en absoluto que se pueda imaginar: ¡jamás podrá ser considerado un agre-
sor, y menos aún un agresor injusto! Es débil, inerme, hasta el punto de estar priva-
do incluso de aquella mínima forma de defensa que constituye la fuerza implorante
de los gemidos y del llanto del recién nacido. Se halla totalmente confiado a la
protección y al cuidado de la mujer que lo lleva en su seno.
Sin embargo, a veces, es precisamente ella, la madre, quien decide y pide su
eliminación, e incluso la procura.
Desde el momento de la fecundación del óvulo, queda inaugurada una vida
que no es ni la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se
desarrolla por sí mismo.
La ciencia actual, no da ningún apoyo sustancial a los defensores del aborto.

2
Evangelium Vitae N°57
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 119

Por lo demás, no es incumbencia de las ciencias biológicas dar un juicio decisivo


acerca de cuestiones propiamente filosóficas y morales, como son las del momento
en que se constituye la persona humana y la legitimidad del aborto.
Ahora bien, desde el punto de vista moral, esto es cierto: aunque hubiese duda
sobre la cuestión de sí el fruto de la concepción es ya una persona humana, es
objetivamente un pecado grave el atreverse a afrontar el riesgo de un homicidio.

«Es ya un hombre aquel que está en camino de serlo»

La ley divina y la ley natural excluyen, pues, todo derecho a matar


directamente a un hombre inocente.

Dios crea y forma al ser humano, modelándolo con sus manos (cf. Sal 118, 73).
En el evangelio, leemos en San Lucas 1, 44: «Porque apenas sonó la voz de tu
salutación en mis oídos ha saltado de gozo el niño en mi seno».
Pero es sobre todo palpable la certeza de que la vida transmitida por los padres
tiene su origen en Dios, como atestiguan tantas páginas bíblicas que con respeto y
amor hablan de la concepción, de la formación de la vida en el seno materno, del
nacimiento y del estrecho vínculo que hay entre el momento inicial de la existencia
y la acción del Dios Creador.
La vida es un bien demasiado fundamental para ponerlo en balanza con otros
inconvenientes, incluso mas graves. Jamás, bajo ningún pretexto, puede utilizarse el
aborto, ni por parte de una familia, ni por parte de la autoridad política, como
medio legítimo para regular los nacimientos.

Aborto y Cultura de la Muerte


Sin embargo, la OMS aboga por el control de la natalidad, incluyendo el
aborto como medio.
A principio del año 2004, nos encontramos con la sorpresa que una abogada,
propuesta para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declara ser partidaria del
aborto y “atea Militante”. Ella ya nació y opina, pero ¿y a los que ella no va a
dejar nacer, como le vamos a preguntar su opinión?
Un grupo de mujeres de actuación descollante en el campo de las artes y las
letras presentó ante el Parlamento un: Manifiesto de las 343 donde proclamaban
el derecho de matar y donde todas reconocían, por lo menos, un aborto.
La Madre Teresa de Calcuta les contestaba con un cuestionario que
quedó sin respuesta:
“¿Dónde está el hijo no nacido...?
¿Dónde?
¿Por qué?
¿Porqué no lo queremos, por qué ese niño tuvo que morir antes de ver la luz?
Un día no obstante habremos de encontrarnos con el señor del Mundo ¿qué le
diremos sobre ese niño? ¿Cuál será la respuesta?”
120 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El aborto es un acto ilícito por cualquier método que se realice, se


atenta contra la vida del más inocente de los seres humanos.

En la Encíclica Evangelium Vitae el Papa dirige una misericordiosa mirada hacia


aquellas mujeres que han sufrido la terrible experiencia de un aborto, alentándolas a
vencer el desaliento y no abandonar la esperanza, y a abrirse con humildad y con-
fianza al arrepentimiento, asegurándoles que el Padre de toda misericordia las espe-
ra para darles su paz y su perdón en el Sacramento de la Reconciliación. Compro-
metiéndolas además, con la vida, en la acogida y atención de nuevas criaturas,
transformándose así en artífices de una nueva mirada hacia el hombre.
Como mencionamos anteriormente, desde el momento de la fecundación,
tenemos un ser humano en acto, puesto que ya es una vida humana, distinta al
padre y a la madre, con su propio código genético, su individualidad y autonomía.
Lo que está en potencia son sus cualidades y capacidades que se van desarrollando
de manera continua desde la fecundación, pasando por todas las etapas de desa-
rrollo, hasta su muerte natural. Desde el momento de la concepción, no de la im-
plantación, es y seguirá siendo un individuo de la especie humana si no interrumpi-
mos el proceso de desarrollo y crecimiento. Si desconocemos al embrión y al feto
humanos como miembros de la especie humana, nos estaríamos desconociendo a
nosotros mismos como seres humanos... y si hemos llegado al punto en el que nos
desconocemos a nosotros mismos como seres humanos, entonces debemos temerlo
todo, ya que seremos capaces de atentar contra nosotros mismos cuando nos en-
contramos más indefensos y vulnerables.
El privar a otro de la vida es asesinato aunque este otro sea un cigoto, un
embrión, un niño, un joven, un adulto o un anciano. Por tanto la ejecución del
aborto, sea por el medio que sea, es anticonstitucional por fomentar el asesinato de
un ser humano inocente. Citando al Dr. Alfred Kastler, Premio Nobel de Medicina:
“Desde el punto de vista biológico, cualquier práctica abortiva, por tem-
prana que sea, debe ser considerada un homicidio».
Tanto la filosofía como la teología, sobre la base de un análisis biológico com-
pleto, afirman que el embrión humano vivo (formado a partir de la unión de los
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 121

gametos) es un sujeto humano, existente, con una identidad bien definida, el cual
comienza desde ese momento, a actualizar su propio desarrollo, en forma coordina-
da, continua y gradual; de modo tal que nunca es una simple masa de células sino,
siempre, un sujeto. Como tal, tiene derecho a su propia vida y en consecuencia,
cualquier intervención que no sea a su favor, viola su derecho a la vida.
Visto todo esto, podemos afirmar junto con el Dr. Rafael Luis Pineda que la
discriminación del ser humano en las primeras fases de su existencia no tiene
sustentación antropológica y biológica, ya que el ser humano es, desde su inicio un
ser perteneciente a la especie humana.

En conclusión: El aborto como quiera que se realice, constituye - en


su intención y en su efecto - un acto seriamente ilícito, porque destruye al
más inocente de los seres humanos y viola la dignidad y el respeto inmen-
so que se debe a la persona humana, derecho primero que adquiere en la
concepción, mostrando, una vez más, el espíritu antivida que predomina
en la sociedad actual.

El Aborto y La Persona
Respetamos absolutamente el derecho de autonomía en las personas, desde
luego y a lo mejor, con más razones el de una madre, pero el derecho de la madre
se agota cuando comienza el derecho del hijo.

La madre no puede matar a su hijo, porque a ella le parezca necesario.

El aborto es el acto de matar a una persona, que no puede defenderse, no


ha hecho daño a nadie y no pidió estar allí.
Las situaciones más conflictivas son las derivadas de violaciones y de incesto,
sin embargo, aunque son las mas frecuentemente nombradas como causas obliga-
torias de despenalización del aborto, no es considerada como la mejor solución
para su problema por las víctimas de la violencia, (www.abortionismurderer.org).
Ellas, las víctimas, no olvidan, en un claro mayoritario porcentaje, que el fruto de la
violencia es también su hijo.
Por otra parte, se habla de los miles de muertes de madres producidas por
abortos clandestinos de embarazos por violación. Casualmente, <1% de los emba-
razos no queridos proviene de una violación, cuando se consiguió la autorización y
despenalización en Francia, su mentor reconoció que había exagerado enormemen-
te las cifras de mortandad, para ablandar a los legisladores.
Vamos a mencionar los 10 mitos que pretenden hacernos creer en la
superpoblación, en la necesidad del control de la natalidad a nivel global,
y el aborto usado como medio para ello.
Maltusianismo.
La superpoblación causa el calentamiento global.
La superpoblación causa la depleción de ozono.
122 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

La superpoblación está haciendo desaparecer las forestaciones naturales


La polución del aire, es resultado de la superpoblación, la lluvia ácida es el
resultado producido por la contaminación ambiental, produce daño en los la-
gos, ríos y bosques.
Algunas plantas y animales desaparecen por el crecimiento de la población
humana.
La superpoblación amenaza al mundo con el hambre
La superpoblación amenaza el suministro de alimentos a la población mundial.
Mujeres y hombres de todo el mundo, han comenzado a controlar su fertilidad.
La superpoblación causa guerras y revoluciones.
En el principio de mi carrera médica ejercí en el Hospital Fernández de Buenos
Aires, con la cátedra de Obstetricia, comenzamos un trabajo sobre abortos infecta-
dos, llegamos a tener centenares. Lo curioso y trágico era que por la pobreza del
medio las mujeres empleaban ramitas de perejil, agujas de tejer, de crochet y cuan-
to objeto metálico, de madera o lo que fuere podían introducir en el útero.
No todas abortaban, algunas sufrían graves complicaciones y desde luego
algunas pocas morían. Esta situación ha sido esgrimida como la justifica-
ción de la despenalización del aborto, pero lo que los abortistas NO dicen es
que la mujer que aborta en las mejores condiciones médicas y de higiene,
TAMBIÉN sufre complicaciones y TAMBIEN puede llegar a la muerte.
Tampoco dicen que a pesar de todas estas condiciones, luego de abortar,
tienen serios problemas de esterilidad y es conocido que en la historia de la
mujer estéril, puede haber abortos provocados.
Hay estadísticas mundiales que en los países donde se ha autorizado el aborto,
como en Francia, no se pudo demostrar disminución de la mortalidad materna.
Primero porque las cifras esgrimidas de muerte por aborto ilegal no eran cier-
tas. Segundo porque las mujeres a pesar de la autorización estatal, tampoco
concurren a los centros oficiales, sino que persisten en la opción ilegal. No se ha
dado únicamente en Francia, esta situación.
A continuación veremos los métodos de aborto.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 123

5.2 Métodos de Aborto


Autor: Dra. Julia Elbaba

Los procedimientos para abortar son muchos. Métodos científicos han demos-
trado la triste utilización de la medicina en el asesinato de niños indefensos.

Por ejemplo la inyección de formol intra uterino, provocó tantas muertes


que debió ser inmediatamente prohibido, un médico, argentino, perfeccionó este
método inyectando solución de cloruro de sodio hipertónica y con eso lograba
el aborto, pero no evitaba muchas muertes, también fue prohibido.
El método quirúrgico clásico es, el legrado que se efectúa con un instrumento,
legra, en forma de cuchara, con un orificio de bordes afilados que permite arrancar
la mucosa uterina y llevarse al embrión unido a ella. Este método no sirve para
embarazos avanzados y es muy peligroso aún en manos profesionales. No es infre-
cuente que el operador perfore el fondo del útero y lesione asas intestinales, provo-
cando peritonitis y casi siempre la muerte.
La ¿ciencia moderna? ha creado aspiradores que permiten retirar el feto o el
embrión despedazándolo con su poder.
¿Puede ignorar el médico actuante que se trata de un ser humano el que destru-
ye, cuando por ecografía debe buscar los restos de brazos o pierna, para ver si el
aborto fue completado?
124 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El sufrimiento de los fetos es claro, esto se ve en la película “El grito del


silencio”, y en EUA se han presentado proyectos de ley para que se los anestesie
antes de matarlos.
También en EUA se creó el llamado Partial birth abortion, consiste en esperar
que el feto, ya a término, asome su cabeza por el canal del parto (vulva) y con la
aspiradora descripta, se le vacíe el cráneo para facilitar la expulsión del niño sin
dolor o menos de la mujer. Menos mal que alguien se dio cuenta de que esto es un
vulgar infanticidio y lo prohibieron.
Los métodos hormonales son efectivos , ya sea actuando cuando el embrión
todavía no se ha implantado como en el caso de la píldora del día después o ya
anidado como el RU 486. Se trata de una combinación de hormonas que puede
actuar impidiendo la implantación de un óvulo ya fecundado o embrión en la pared
del útero, con lo cual se produce un aborto.
Nos preocupa que la salud de las mujeres, especialmente de las adolescentes, no
esté debidamente informada, educada y protegida, pues la literatura especializada
reporta contraindicaciones y efectos secundarios que son desconocidos.
De la misma manera cabe decir, por las constataciones científicas, que no se
puede hablar de pre-embrión y embrión, puesto que el óvulo fecundado, o sea el
cigoto o embrión unicelular, tiene un desarrollo continuo, gradual y coordinado, sin
saltos cualitativos.
Es sabido que los dos tipos de Anticonceptivos de Emergencia hormonal más
comunes utilizados en los EUA son el régimen de Yuzpe (alta dosis de etinil estradiol
con alta dosis de levonorgestrel) y el Plan B (únicamente altas dosis de levonorgestrel).
A pesar de que ambos métodos algunas veces detienen la ovulación, pueden actuar
también mediante la reducción de la probabilidad de implantación, debido a sus
efectos adversos sobre el endometrio (un efecto post-fertilización). El efecto post-
fertilización se refiere a cualquier efecto que reduce el índice de supervivencia del
cigoto o embrión después de la fecundación.
Finalmente, es bien conocido que el uso de Anticonceptivos Orales disminuye
el espesor del endometrio como se verificó por imágenes de resonancia magnética y
un endometrio más delgado hace que la implantación sea más difícil.
Por consecuencia, los anticonceptivos hormonales de emergencia tie-
nen un efecto negativo sobre el endometrio y la implantación del embrión, por lo
que son abortivos.
El efecto de la «anticoncepción hormonal postcoital» cuando impide la
implantación o anidación es claramente abortivo, en cuanto elimina directa y vo-
luntariamente la vida de un ser humano recién concebido. Por ello parece un contra-
sentido el que en la mencionada norma oficial y en alguna literatura especializada,
se diga que no actúa como abortivo.
Por este motivo siguiendo al primer principio de la bioética personalista “la de-
fensa y respeto de la vida humana desde su concepción hasta la muerte los atenta-
dos contra la muerte son clara y gravemente inmorales.
Existen métodos químicos-médico con metotrexate (droga para cáncer y
leucemia) asociado con prostaglandinas que producen la expulsión del fruto de la
concepción.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 125

Secuelas Físicas del Aborto

Secuelas Psíquicas del Aborto

Todos los efectos de estos procedimientos, confirman que es más segu-


ro para una mujer dar a luz que abortar

Las secuelas psicológicas que produce el aborto, son también conocidas como
Síndrome post aborto (PAS - Post - abortion syndrome)3, queriendo significar un
conjunto de síntomas y signos frecuentes en las mujeres que han abortado y tam-
bién la literatura describe esta sintomatología en quienes practican un aborto: médi-
cos, enfermeras, obstétricas.
Sin duda el aborto produce un estrés por su carácter traumático y por la ruptura
psicobiologica del vinculo materno-fetal, generando afecciones psicosomáticas. A
esto se suma el efecto que produce la elaboración de duelo, por el bebe muerto.
126 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Estos van desde depresión e irritabilidad a conductas suicidarias, sentimiento de


culpa y la incapacidad de perdonar lo sucedido. Se describen tres cuadros del PAS:
psicosis postaborto; síndrome postaborto y estrés postaborto4.
La psicosis postaborto es un cuadro psiquiátrico que puede darse en los primeros
6 meses posteriores al aborto. El estrés postaborto es un cuadro mas leve que se
produce entre los 3 y 6 meses posteriores.
El síndrome postaborto puede surgir inmediatamente después del aborto y durar
por años, es el cuadro mas frecuente de aparición. Según la descripción de Cassadei
en 1996, comprende los siguientes signos y síntomas: trastornos emocionales y
afectivos; trastornos de la comunicación, de la alimentación, del pensamiento; tras-
tornos neurovegetativos; de la esfera sexual, trastornos del sueño y trastornos fóbicos
obsesivos.
Los trastornos emocionales y afectivos comprenden: baja autoestima, inestabi-
lidad emocional, sentimiento de culpa, angustia tristeza, desasosiego, ansiedad,
sentimiento de fracaso, dolor, pena, depresión.
Los trastornos de la comunicación o relacionales : agresividad, irritabilidad, baja
tolerancia a la frustración, incapacidad de establecer vínculos duraderos, ruptura de
la relación con la pareja, rechazo a la figura masculina, incapacidad para el com-
promiso afectivo.
Los trastornos de la alimentación son pérdida del apetito, anorexia, bulimia. Los
trastornos neurovegetativos están representados por la interrupción del biorritmo.
Los trastornos de la esfera sexual son la perdida o disminución de la libido, del
interés sexual, frigidez, problemas con la propia sexualidad.
Los trastornos del sueño son insomnio, pesadillas, sueños recurrentes. Los tras-
tornos fóbicos obsesivos: ideas recurrentes de muerte, autoreproches, sentimiento
de culpa, evitación de estímulos que recuerden el hecho del aborto, «visitación» del
niño abortado.
También se pueden hallar trastornos depresivos: pérdida de interés por la vida, triste-
za, humor disfórico, depresión , crisis de llanto, angustia existencial, ideas suicidas.
Se menciona en la literatura, el «síndrome del aniversario» estado de disconfort
físico y psíquico, asociado a la fecha de realización del aborto, o frente a la supuesta
fecha de nacimiento del niño abortado.
Se constata además, exacerbación de cuadros psiquiátricos preexistentes, au-
mento o iniciación en el consumo de drogas y alcohol.
Otra manifestación es la llamada «niño de reemplazo», pone de manifiesto la
necesidad de revivir al niño muerto, ya sea con una mascota, un juguete o engen-
drando un nuevo bebe. La presencia de este síndrome tiene que ver con la estructu-
ra de personalidad de la mujer, con la habilidad para racionalizar o negar los senti-
mientos, el numero de perdidas previas y la relación con el medio que la rodea5. Se
dan esta patología en mujeres que han sido abusadas de niñas, o que no han
tenido contención familiar, con la consiguiente dificultad para crear vínculos.

3
Spagnolo, A. Bioética nella ricerca e nella prassi medica. Ediz. Camilliane. Torino 1997. Pág. 19
4
Pavia, M.C. Consecuencias psicológicas del aborto en la mujer a muy corto plazo. Vida y ética. Año
1. N°0. Dic. 2000. UCA. Pág.43
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 127

Es importante señalar que estos cuadros deben recibir ayuda siquiátrica y psico-
lógica para poder sobrellevarlos, la familia deberá contener y acompañar a la mujer
en su recuperación . En este sentido Juan Pablo II , en Evangelium Vitae N° 99...
Una reflexión especial para vosotras, mujeres que habéis recurrido a un aborto...
quizás la herida aún no haya cicatrizado en vuestro interior... no os dejéis vencer
por el desanimo y no abandonéis la esperanza, antes bien comprended lo ocurrido
e interpretadlo en su verdad... abríos con humildad y confianza al arrepentimiento:
el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el
sacramento de la reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y po-
dréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor.6

Actividad de Aprendizaje

Lea atentamente el siguiente texto «Carta de una Religiosa».


Analizando la carta de la religiosa Lucy Vertrusc, contestar la siguiente pregunta.
1. ¿Porqué el Aborto es la muerte de una persona?.
2. ¿El aborto es una solución adecuada para la mujer violada?.

..................................................... Niños y Jovenes ...................................................

Carta de una Religiosa


L a autora de la dramática misiva se Mi drama no es tanto la humillación que padecí
llama Lucy Vertrusc. No es, lamentable- como mujer, ni la ofensa incurable hecha a mi voca-
mente, la única religiosa violada en esta ción de consagrada, sino la dificultad de incorporar a
guerra singularmente feroz de Bosnia- mi Fe un evento que ciertamente forma parte de la
Hersegovina. Como las restantes, se negó misteriosa volundad de Aquél, a quien siempre con-
al aborto y asumió su maternidad, en me- sideré mi Esposo Divino.
dio de la mayor pobreza, como la volun- Hacía pocos días que había leído «Diálogos de
tad de Dios, nunca tan misteriosamente Carmelitas», y espontáneamente pedía al Señor la
expresada. Lo que sigue es el texto com- gracia de poder también yo morir mártir. Dios me
tomó la palabra, pero ¡De qué manera!. Ahora me
pleto de un testimonio dramático, que re-
encuentro en una angustiosa oscuridad interior. El
sume piedad y amor a Dios y al prójimo,
ha destruido el proyecto de mi vida, que consideraba
dirigido a la superiora de su Congregación.
definitivo y exaltante para mí y me ha introducido im-
provisadamente en un nuevo designio suyo que, en
Soy Lucy, una de las jóvenes religiosas que ha este momento, me siento incapaz de descubrir.
sido violada por los soldados serbios. Le escribo, Cuando adolescente escribí en mi Diario: «Nada
Madre, después de lo que nos ha sucedido a mis es mío, yo no soy de nadie, nadie me pertenece».
hermanas Tatiana, Sandría y a mí. Permítame no en- Alguien, en cambio, me apreso una noche, que ja-
trar en detalles del hecho. Hay en la vida experien- más quisiera recordar, me arrancó de mí misma,
cias tan atroces que no pueden contarse a nadie queriendo hacerme suya...
más que a Dios, a cuyo servicio, hace apenas un año Era ya día cuando desperté y mi primer pensa-
me consagre. miento fue el de la agonía de Cristo en el Huerto.

5
Pavía, M. C. Op. Cit. Pág.47
6
Juan Pablo II. Evangelium Vitae N° 99
128 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Dentro de mí se desencadenó una lucha terrible. Me Fé, podrá servir, sino de ejemplo, por lo menos de
preguntaba por qué Dios permitió que yo fuese des- referencia. De su acción moral y afectiva.
garrada, destruida precisamente en lo que era la ra- Basta un signo, una vocecita, una señal fraterna,
zón de mi vida; pero, también me preguntaba a qué para poner en movimiento la esperanza de tantas
nueva vocación El quería llamarme. criaturas desconocidas. Dios me ha elegido –que él
Me levanté con esfuerzo y mientras ayudada por me perdone esta presunción para guiar a las mas
sor Josefina me enderezaba, me llegó el sonido de humilladas de mi pueblo hacia un alba de redención
la campana del convento de las Agustinas, cercano y de libertad. Ya no podrán dudar de la sinceridad de
al nuestro, que llamaba a oración de las nueve de la mis palabras, porque vengo como ellas, de la fronte-
mañana. Me hice la señal de la Cruz y recité mental- ra del envilecimiento y la profanación.
mente el himno litúrgico: «En esta hora sobre el Gól- Recuerdo que cuando frecuentaba en Roma la
gota,/Cristo, verdadero Cordero Pascual, /paga el Universidad «Auxilium» para la Licenciatura en Le-
rescate de nuestra salvación». tras, una anciana eslava, profesora de literatura, me
¿Qué es madre, mi sufrimiento y la ofensa recibi- recitaba estos versos del poeta Alexej Mislovic:
da, comparada con el sufrimiento y la ofensa de aquel «Tú no debes morir/ porque has elegido estar/ de
por quien había jurado mil veces dar la vida?. Dije la parte del día». La noche, en que por horas y horas
despacio, muy despacio: «Que se cumpla tu volun- fui destrozada por los serbios me repetí estos ver-
tad, sobre todo ahora que no tengo donde aferrarme sos que los sentía como un bálsamo para el alma,
y que mi única certeza es saber que Tú, Señor, tu enloquecida ya casi por la desesperación.
estás conmigo.» Ahora ya todo paso y al volver hacia atrás tengo la
Madre, le escribo no para buscar consuelo, sino impresión de haber sufrido una terrible pesadilla.
para que me ayude a dar gracias a Dios por haber- Todo a pasado, Madre, pero, todo empieza. En su
me asociado a millares de compatriotas ofendidas llamado telefónico después de sus palabras de alien-
en su honor y obligadas a una maternidad indeseada. to, que le agradeceré toda la vida, usted me hizo una
Mi humillación se añade a la de ellas, y porque no pregunta concreta: «¿Qué harás de la vida que ten
tengo otra cosa que ofrecer en expiación por los peca- han impuesto en tu seno?». Sentí que su voz tembla-
dos cometidos por los anónimos violadores y para ba al hacerme esa pregunta, pregunta que no creí
reconciliación de las dos etnias enemigas, acepto la oportuno responder de inmediato; no porque no hu-
deshonra sufrida y la entrego a la misericordia de Dios. biese reflexionado por el camino a seguir, sino para
No se sorprenda, Madre, si le pido que comparta no turbar sus eventuales proyectos respecto de mí. Yo
conmigo un «gracias» que podría parecer absurdo. ya decidí. Seré madre. El niño será mío y de nadie
En estos meses he llorado un mar de lagrimas por más. Se que podría confiarlo a otras personas pero él
mis dos hermanos asesinados por los mismos agre- –aunque yo no lo quería y no lo esperaba- tiene el
sores que van aterrorizando nuestras comunidades derecho a mi amor de madre. No se puede arrancar
y pensaba que no podría sufrir más de eso, ¡tan lejos una planta con sus raíces. El grano de trigo caído en el
estaba de imaginar lo que me había de suceder!. surco tiene necesidad de crecer allí, donde el miste-
A diario llamaban a la puerta de nuestro convento rioso, aunque inicuo, sembrador lo echó para crecer.
centenares de criaturas hambrientas, tiritando de frío Realizaré mi vocación religiosa de otra manera.
con la desesperación en los ojos. Hace unas sema- Nada pediré a mi congregación que me ha dado ya
nas un muchacho de dieciocho me dijo: «Dichosas todo. Estoy muy agradecida por la fraterna solidari-
ustedes que han elegido un lugar donde la maldad dad de las hermanas que en este tiempo me han
no puede entrar». El chico tenía en la mano el rosario llenado de delicadezas y atenciones, y particularmen-
de las alabanzas del profeta. Y añadió en voz baja: te por no haberme importunado con preguntas indis-
«Ustedes no sabrán nunca lo que es la deshonra». cretas. Me iré con mi hijo, no se donde, pero Dios
Pensé largamente sobre ello y me convencí que que rompió de improviso mi mayor alegría me indi-
había una parte secreta del dolor de mi gente que se cara el camino a recorrer para hacer su voluntad.
me escapaba y casi me avergoncé de haber sido ex- Volveré pobre, retornaré al viejo delantal y a los
cluida. Ahora soy una de ellas, una de las tantas muje- zuecos que usan las mujeres los días de trabajo y
res anónimas de mi pueblo, con el cuerpo desbastado me iré con mi madre a recoger a nuestros bosques
y el alma saqueada. El Señor me admitió a su misterio la resina de la corteza de los árboles...
de vergüenza. Es más, a mi, religiosa, me concedió el Alguien tiene que empezar a romper la cadena
privilegio de conocer la fuerza diabólica del mal. de odio que destruye desde siempre nuestros paí-
Se que de hoy en adelante, las palabras de áni- ses. Por eso, al hijo que vendrá le enseñare solo el
mo y de consuelo que podré arrancar de mi pobre amor. Este, mi hijo, nacido de la violencia, testimo-
corazón, ciertamente serán creíbles, porqué mi his- niará junto a mí que la única grandeza que honra al
toria, su historia y mi resignación, sostenida por la ser humano es la del perdón.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 129

5.3 Aspectos Jurídicos del Aborto


Autor: Mariano Morelli

Resultaría superfluo recordar las disputas ideológicas que genera el tema del
aborto. Pensadores, legislaciones, movimientos, se han enrolado en una u otra po-
sición. Los puntos nucleares de la discusión están en considerar si el derecho a la
privacidad e intimidad de la madre incluyen el de terminar con su embarazo, la
solución jurídica indicada frente a embarazos por violaciones o situaciones donde el
embarazo es riesgoso para la vida de la madre, para su tranquilidad psíquica, o
para su situación socioeconómica. Contemporáneamente, también se debate sobre
la posibilidad de mantener una legislación prohibitiva ante el auge de abortos clan-
destinos que realizados a espaldas de la legislación resultan de altísimo peligro para
la salud de las mujeres.
Básicamente, una legislación puede ser totalmente prohibitiva, puede
despenalizar algunos supuestos (sistema de las indicaciones) o durante determina-
dos momentos del embarazo (sistema de los plazos), o asumir un criterio mixto
(algunos supuestos dentro de algunos plazos), puede despenalizarlo casi totalmente,
y/o puede financiar abortos considerándolos parte de la cobertura de salud.
Suele distinguirse la despenalización del aborto, es decir, dejar de considerarlo
delito, al menos cuando es realizado por la propia madre, de la legalización, recono-
cimiento de un derecho al aborto, y a procurárselo mediante el sistema público de
salud.
De todos modos, la distancia entre uno y otro es exigua, puesto que el estado
de bienestar procura eliminar cualquier diferencia que exista por razones económi-
cas y asume entre los gastos del sistema de salud pública las prácticas a las que no
tienen acceso las personas de bajos recursos.
La situación se hace dramática si tomamos en cuenta que la legislación permisiva
del aborto suele ser, en muchos casos, sumamente dura contra los organismos que
luchan en pos de la defensa de la vida.
A comienzos de siglo la situación en Europa era bastante homogénea. El aborto
era considerado un delito. Fue el comunismo soviético el que innovó cuando en
1920 lo legaliza, seguido luego por sus satélites en la década del ’50: Polonia,
Hungría, Rumania, Bulgaria y Checoslovaquia. Unos años más tarde, promulga
Gran Bretaña su Ley de Aborto (Abortion Act) de 1967, autorizando el aborto
hasta las 24 semanas, si se invocan razones vinculadas a la salud física o mental de
la madre o de su familia.
A partir del dictado de la ley inglesa, se repiten normas tendientes a despenalizarlo
total o parcialmente en Alemania Federal y Dinamarca (1973), Suecia (1974),
Francia (1975), Italia, Luxemburgo y Grecia (1978), Holanda (1981), Por-
tugal (1984), España (1985) y Bélgica (1990).
En Estados Unidos, el derecho constitucional al aborto hasta los seis meses
de embarazo fue reconocido desde 1973 por la Corte Suprema en el caso Roe vs.
Wade.
130 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En países como China o la India, el estado además presiona para que se reali-
cen abortos cuando se trata de niños con deficiencias, o ya se tuvo más de un hijo.
En cambio en Hispanoamérica, con excepción de Cuba y Puerto Rico, al igual
que en la mayoría de los países africanos y de medio oriente, el aborto es consi-
derado delito, a veces con la excepción del que se realiza para evitar un grave
peligro para la salud o la vida de la madre.
Los casos de aborto despenalizados pueden reducirse a los siguientes:

Abortos despenalizados en algunos países


- Riesgo para la vida de la madre.
- Riesgo para la salud física de la madre violación
- Deficiencias embrionarias.
- Dificultades económicas, laborales o familiares.
- Riesgo para la tranquilidad psíquica de la madre.
- Simple petición

1) El peligro para la vida de la madre («aborto terapéutico»).


Es admitido legalmente por la mayoría de los países.
Sin embargo algunos pocos, como Chile, El Salvador, Honduras, Iran,
Irak y Malta, penalizan todo tipo de aborto.
Sin embargo, los tribunales lo justifican en algunos casos concretos, recurrien-
do a la teoría general del estado de necesidad.
En nuestro país, está previsto en el art. 86 del Código Penal, que establece que
«el aborto practicado por un médico diplomado con el consentimiento de
la mujer encinta, no es punible:
1) Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre
y si este peligro no puede ser evitado por otros medios». Se trata de una excepción
cuestionable, pues el Código no autoriza lo mismo cuando se trata de una persona
nacida, es decir, que se la mate para evitar un peligro para la vida o la salud de otra
persona.
Supongamos que luego de un naufragio una madre queda varada con
su hijo de dos años en un bote salvavidas que no los soporta a ambos y se
está hundiendo... ¿Sería legítimo que mate a su hijo para salvarse? Es
razonable el criterio que han sostenido algunos tribunales, si bien minori-
tario, de considerar a este artículo inconstitucional por vulnerar la igual-
dad ante la ley (art. 16 de la Constitución Nacional).
Tampoco es válida la asimilación que se hace con el supuesto del estado de necesi-
dad, que justifica una conducta excluyendo el delito cuando «causare un mal por
evitar otro mayor inminente al que ha sido extraño» (art. 34 inc. 3). No
resulta válida, porque sólo puede referirse al daño en los bienes, ya que la muerte
de una persona no puede considerarse un daño mayor que la de otra persona. Ni
mucho menos puede hacerse valer la eximente de la legítima defensa, dado que se
requiere una agresión ilegítima (art. 34 inc. 6), y el bebé no es un injusto agresor.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 131

2) El peligro para la salud física de la madre («aborto terapéutico»)


Se trata de otra causal ampliamente reconocida. Sin embargo, los países men-
cionados, junto con Brasil, Colombia, Irlanda, Nicaragua, Paraguay, Nigeria, y al-
gunos estados Mexicanos, penalizan el aborto en esta caso, aunque a veces lo
justifican en el caso concreto merced a la teoría del estado de necesidad.
Pueden aplicarse las mismas objeciones que hicimos en el título anterior, agrava-
das pues en este caso se priva de la vida al bebé cuando ni siquiera corre peligro la
vida de la madre.
En Argentina se aplica la disposición citada, que no distingue salud física de la
psíquica.
Sin embargo, como el art. 86 exime de pena solo si «el peligro no pue-
de ser evitado por otros medios», y siempre existen terapias psicológicas y de
contención afectiva, se considera que la no punibilidad sólo abarca casos de riesgos
muy graves para la salud física u orgánica de la mujer.
3) El peligro para la salud psíquica de la madre («aborto terapéutico»)
En la mayoría de los países en los que de hecho el aborto es libre, se recurre a
esta causal: basta que la mujer presente un certificado de un psicólogo que
exprese el stress o los contratiempos que le causa el embarazo a ella o a su
familia, para que se autorice el aborto. Por eso es una causa muy peligrosa, que
de ser admitida, prácticamente significa adoptar el aborto a petición.
El aborto por argumentos vinculados a la tranquilidad psíquica es re-
conocido en países como:
Alemania.
Austria.
Bélgica.
Canadá.
España.
Estados Unidos.
Francia.
Holanda.
Israel.
Italia.
Portugal.
El Reino Unido (hasta la 24ª. Semana), etc.
4) La violación o el incesto («aborto sentimental»)
Varios países despenalizan este supuesto.
Así lo hace:
Alemania, Portugal y Polonia (en los tres hasta la 12ª. Semana),
España (hasta la 22ª. Semana),
Uruguay (en el primer trimestre),
Corea, Suecia, Austria, Bélgica, Bolivia, Canadá, Estados Unidos, Ru-
sia, Francia, Holanda, Italia, Japón, Brasil. En este último se realiza con
facilidad, pues no se comprueba la veracidad de la denuncia de violación.
132 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En nuestro país el Código Penal declara no punible el aborto cuando «el


embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido
sobre una mujer idiota o demente» (art. 86 inc. 2). Aunque la redacción es un
tanto ambigua, los tribunales y la mayoría de los autores reconoce, frente a las
pretensiones de grupos abortistas, que ante la falta de una coma después de la
palabra «violación» debe entenderse que la despenalización sólo abarca las viola-
ciones y otros atentados al pudor cuando se dirigen ambos contra personas con
deficiencias mentales, y no contra personas sanas.
De todos modos, es contrario al derecho natural admitir el aborto en
caso de violación.
Por un lado, porque la vida humana inocente es intrínsecamente inviolable y
nada justifica atentar directamente contra ella. En particular, porque el bebé no es
el culpable de la violación, y resulta irrazonable querer solucionar un acto de violen-
cia –la violación- con otro –el aborto-, agregando una nueva víctima –el bebé-. Es
lógico que el embarazo sea difícil de sobrellevar para la madre si le recuerda –
durante nueve meses- la brutal agresión de la que fue objeto, y debe recibir el apoyo
psicológico necesario. Puede ocurrir que opte por entregar al niño para la adopción.
Pero el aborto no puede ser admitido, cuando en ningún otro caso se reconoce que
un ser humano cometa homicidio porque la existencia de otro ser humano le provo-
ca sentimientos dolorosos. De otro modo deberíamos autorizar a una madre a ma-
tar a su hijo de dos años, si su padre la abandona y la presencia del niño le provoca
recuerdos que la hacen sufrir mucho.
5) Las deficiencias embrionarias («aborto eugenésico»)
Despenalizan el aborto en este supuesto países como:
Alemania y España (hasta la 22ª. Semana)
Austria, Bélgica, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Puerto Rico,
Rusia, Francia, Holanda, Israel, Italia, etc.
Es un grave error considerar que las patologías que puede sufrir una persona, su
enfermedad o deficiencias, pueden autorizar el atentar contra su vida.
Justamente al revés:

La justicia exige que las personas más débiles e indefensas reciban mayor
protección de la sociedad, no menor.

6) Las razones socioeconómicas («aborto por indicación socioeconómica»)


En muchos casos los abortos por estas razones se encubren bajo la forma de
protección de la tranquilidad psíquica, y así se los hace pasar como abortos
terapéuticos.
Así ocurre en España. En otros casos, sin embargo, se prevén como una causal
diferente de aquélla.
Así en:
Alemania.
Austria.
Bélgica.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 133

Canadá.
China.
Corea.
Rusia.
Francia.
Holanda.
Italia, el Reino Unido, etc.
Lógicamente, es inadmisible justificar la muerte de una persona para no alterar
el presupuesto familiar o las relaciones sociales.
7) La pura voluntad de la madre («aborto libre» o «aborto a petición»)
Aquí no hay que demostrar ninguna razón, simplemente invocar el deseo de
realizar el aborto y, en algún caso, someterse a algún examen médico o recibir
consejo interdisciplinario.
Así ocurre en:
Alemania.
Austria.
Bélgica.
Canadá.
Corea (hasta el 7º mes)
Cuba, China, Estados Unidos y Puerto Rico (hasta el 6º. mes)
Holanda (hasta la 24ª. Semana)
Rusia (hasta la 12ª. Semana)
Francia (hasta la 10ª. Semana)
Italia (hasta el 3º. mes, aunque debe manifestar razones sociales o familiares).
Suecia (hasta la 18ª. Semana).
De acuerdo con lo dicho, los abortos no castigados por nuestro Código
Penal serían:

Tales excepciones son cuestionables por injustas, discriminatorias, y puede


plantearse su inconstitucionalidad. Es importante aclarar que el hecho de que
no sean delito, no significa que se reconozca un derecho a realizar tales abor-
tos, ni que sean conformes con el ordenamiento jurídico, ni mucho menos
que el estado deba financiarlos. Incumplir un contrato o no pagar una deuda, por
ejemplo, no son delitos –porque no se castigan con una pena-, pero si actos ilegítimos.
En Brasil se han dado directivas a los policías obligándolos a informar a las
mujeres menores de edad violadas sobre la posibilidad de realizarse el aborto. El
Tribunal de Justicia de Río de Janeiro declaró la inconstitucionalidad de tal legisla-
ción, pues la no penalización del aborto por violación no es sinónimo del reconoci-
miento de un derecho y mucho menos la promoción de una práctica que atenta
contra el derecho a la vida.
134 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Valoración
El derecho natural se corresponde con la inclinación de todo ser a su propia
conservación, y del viviente a la protección de su vida.

La vida humana es un bien fundamental, y el derecho al respeto de la


vida un derecho también fundamental dado que sin ella la mayoría de los
derechos resultan imposibles.

El estado debe velar porque no se produzcan atentados injustos contra la vida


de sus habitantes como uno de sus cometidos más elementales. Esta protección
debe realizarse a través del sistema educativo, económico, sanitario, y tam-
bién a través de esta legislación, inclusive mediante el medio que se utili-
za para proteger los bienes más fundamentales, como la vida, de los aten-
tados más graves: el derecho penal.
Tales políticas deben establecerse con justicia y prudencia, buscando la progresi-
va realización del bien común, y respetando la igualdad esencial de las personas.
Ello lleva, en concreto, a que se configure una injusticia cuando la vida de algunos
seres humanos es dejada «a merced de gobierno o persona alguna» (art. 29 de la
Constitución Nacional), o cuando se niega a algunos seres humanos la protección a
la vida que se reconoce a otros. El aborto debe entonces considerarse como un tipo
de homicidio, y recibir una respuesta del estado análoga a éste.
Si existen abortos impunes, debe ser reforzada la prevención y la aplicación de
las leyes; no despenalizar los delitos.
La idea del aborto a petición, al igual que en el caso de la violación, suele
descansar sobre la concepción de que el bebé solo tiene valor si es «deseado», y
cuando no ha sido querido ni buscado, es razonable ponerle fin a su vida.
De todos modos, si bien el estado debe a través de las leyes asumir, promover y
enseñar lo justo, ello no impide que, sin despenalizarlo, tome en cuenta en cada
caso concreto las razones que llevaron a delinquir y la situación personal del autor
del delito para graduar la culpa y atenuar el delito y reducir o incluso disculpar en
algún caso la aplicación de la pena.
Ahora bien, tal cosa, que puede ser válida respecto de la madre en algunos
supuestos en los que está sujeta a graves presiones, no lo es en relación con quienes
lucran con el negocio del aborto. Y no debe llevar a una despenalización general que
transmita la idea de que el bebé no merece la misma protección penal que la
persona nacida.

Actividad de Aprendizaje

Un proyecto de ley presentado en 1994 por los diputados Alfredo Bravo (Frepaso,
Capital), Ricardo Molinas (Alianza-Frepaso, Bs. As.) y Héctor Polino (Alianza-Frepaso,
Capital), de «procreación responsable», incluía entre sus métodos al aborto. El mis-
mo, en su art. 14, disponiendo que: «La mujer embarazada podrá solicitar la inte-
rrupción del embarazo a un médico diplomado, en las siguientes circunstancias:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 135

a) Cuando por razones de dificultad para obtener el sustento propio y necesario


y el de los suyos, o por su estado de angustia originado en la preñez, no se sintiera
en condiciones de continuar con ésta hasta su término. Esta interrupción no puede
ser practicada más allá del fin de la duodécima semana de embarazo;
b) Cuando la continuación del embarazo significa un riesgo para la vida, o un
daño para la salud física o mental o la de cualquiera de los hijos mayores (...);
c) Cuando exista riesgos sustancial de que se produjere el nacimiento de una
persona con graves anormalidades (...);
d) Cuando el embarazo proviene de una violación, estupro o corrupción y la
acción penal hubiere sido iniciada».
El proyecto se fundamenta en la existencia de abortos clandestinos, en el dere-
cho a la salud, privacidad y dignidad de la mujer y en la idea de una cierta «gradualidad
biológica», reconociendo que en el desarrollo del ser humano se producen cambios
cuantitativos y cualitativos que reclaman distinta protección jurídica. A la luz de lo
estudiado, identifique qué tipo de abortos se despenalizan, y aporte una valoración
crítica de los fundamentos que justificarían tales despenalizaciones.
136 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

5.4 La Vida Humana Artificialmente Impedida: Anticoncepción


Autores: Dra. Julia Elbaba y Dr. Eduardo Paoletti

Anticoncepción - Contracepción.
Definición
«La anticoncepción es la elección intencional de no procrear en un
acto conyugal querido y voluntario». Son actos intrínsecamente malos, contra-
dicen la verdad plena del acto conyugal, lo priva de la procreación y así se viola
también la dimensión unitiva del acto conyugal. La unión no es integral; no hay una
donación total del uno al otro. El acto contraceptivo no es un acto conyugal
moral. En la elección anticonceptiva se elige toda acción que, o en previsión del
acto conyugal o en su realización, como fin o como medio hace imposible la pro-
creación7 .
La mentalidad contraceptiva, intensifica la cultura de la muerte y el aborto,
además, es bien diversa del ejercicio responsable de la paternidad y maternidad
Por eso el Santo Padre En Evangelium Vitae dice que: Anticoncepción y aborto son
males específicamente distintos: La primera contradice la verdad plena del acto
sexual; el segundo destruye la vida de un ser humano. La anticoncepción se
opone a la virtud de la castidad matrimonial; el aborto se opone a la virtud de
la justicia y viola directamente el precepto divino «NO MATARÁS». A pesar de su
diversa naturaleza y peso moral, muy a menudo están íntimamente relacionados,
COMO FRUTOS DE UNA MISMA PLANTA...»8

Cuando se habla de la mentalidad contraceptiva, es ver a la vida na-


ciente como una amenaza que debe ser negada, y el aborto como la con-
secuencia ante la falla de los métodos anticonceptivos.

Así, la vida que podría brotar del encuentro sexual, se convierte en un enemigo
a evitar absolutamente, y el aborto en la única respuesta posible frente a una
anticoncepción frustrada.
La estrecha conexión de ambas prácticas en cuanto mentalidad antivida, lo
demuestra la preparación de fármacos, dispositivos y vacunas, que se distribuyen
con la misma facilidad que los anticonceptivos, que actúan en realidad como
abortivos en las primerísimas fases de desarrollo de la vida del nuevo ser humano,
como vimos anteriormente.
Las prácticas anticonceptivas hunden sus raíces en una mentalidad hedonista e
irresponsable respecto de la sexualidad. Existe una falta de responsabilidad en
la vida sexual matrimonial, consiste en separar la procreación del acto
sexual, o sea como se mencionaba en la revolución sexual de los ’60, es « sexo sin
hijos», esto fue posible gracias a los métodos anticonceptivos.
El Magisterio nos ha entregado la estupenda encíclica de Pablo VI, Humanae
vitae, sobre la procreación responsable.

7
Humanae vitae. N°14.
8
Evangelium Vitae N° 13.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 137

En ella descubrimos comprensión y respeto hacia el plan de Dios sobre el matri-


monio, sin que se dejen de lado problemas reales de algunas parejas que ven conve-
niente espaciar o retrasar el nacimiento de los hijos con aquellos métodos naturales
que respetan la moral católica.
También en la exhortación apostólica de Juan Pablo II sobre la familia, Familiaris
Consortio, se habla de los males y errores que se producen con el uso de los
anticonceptivos.
La encíclica Evangelium vitae de Juan Pablo II expresa una clara denuncia de la
mentalidad antivida que se esconde entre quienes promueven y fomentan la
anticoncepción. Los padres deben ser colaboradores de Dios en su amor a los
hombres, abriéndose a la vida, viviendo su paternidad responsable en el respeto
lleno de confianza a Dios. Colaboradores de Dios y padres buenos, capaces de
encender lámparas de alegría en un mundo que necesita testigos del amor y la
esperanza.
Unos, por verdadera convicción han estudiado, han reflexionado, han descu-
bierto que en el uso de métodos anticonceptivos se da un desorden, se daña el
respeto hacia el hombre o la mujer, se hiere la relación de pareja, se obstaculiza la
confianza en la Providencia que es fundamental para la vida de todo cristiano. Son
matrimonios que viven con serenidad su apertura a la llegada de nuevos hijos, que
respetan el designio de Dios sobre la vida humana sin manipular ni falsear aquellos
actos de amor que unen a los esposos y que permiten el origen de cada nueva vida.»
( Catholic. Net 22marzo2004.)
Desde el punto de vista del Segundo principio de la bioética personalista,
principio terapéutico no se puede considerar al anticonceptivo,como medicamento
y sobre todo cuando se la indica para algo que no es un problema de salud, sino
para alterar la fertilidad normal de la mujer. Y esto en vistas a un deseo hedonista
y no a una necesidad real de salud.

Por el Principio terapéutico , la anticoncepción es siempre ilícita.

Características ideales de los métodos anticonceptivos:


Eficacia: Que proporcione el más reducido índice de Pearl (IP). (eficacia
anticonceptiva de cada método)
Seguridad: Buen control del ciclo, lo cual representa seguridad para la usuaria.
Reversibilidad: Una vez dejado su uso , la usuaria vuelve a la situación anterior.
138 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Inocuidad: Que no presente efectos adversos ni secundarios.


Accesibilidad: Que esté al alcance (económico, social etc.) de la usuaria.
Aceptabilidad: Que sean aceptados por la mayoría de la población.

Como se puede observar ningún anticonceptivo cumple con estos


parámetros de «ideal»

ANTICONCEPCIÓN : mecanismos de acción:

Anticoncepción: Clasificación

En la actualidad, se estima que en Latinoamérica existen 110 millones de


mujeres en edad fértil, de las cuales unos 46 millones utilizan métodos anticonceptivos,
de éstas, 16 millones utilizan métodos reversibles y casi 30 millones irreversibles,
¿saben todas estas mujeres que están esterilizadas en forma irreversible?
La falta de implantación de los métodos anticonceptivos explica el elevado índi-
ce de fecundidad de la mujer latinoamericana.
Así, el promedio de México se eleva a 4 hijos por mujer; en Venezuela se sitúa
en 3 hijos; en Argentina, 2.7 y en Brasil, Chile y Colombia, 2.6 hijos por mujer.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 139

Estas últimas cifras se consideran solo cercanas al índice de reemplazo de la


población y no de crecimiento, como es el caso de Uruguay con crecimiento cero y
cada día mayor pauperización.

Anticonceptivos Hormonales
Fue el biólogo Gregory Pincus quien se encargó de coordinar los estudios clínicos
y lograr que la FDA de Estados Unidos, en 1959, otorgó la patente a Enovid 10,
como agente anticonceptivo, con lo que se hizo oficial el nacimiento de la «Píldora».
Cuando la píldora fue ofrecida por vez primera como una opción anticonceptiva
para la población mundial, se le vio, no sólo como una solución para la regula-
ción individual de la fertilidad, sino además como una herramienta para el
control poblacional.
En América Latina sólo el 9.36% de las mujeres emplea la píldora como método
anticonceptivo, mientras que en Europa lo utilizan el 33% de las mujeres.
Los Anticonceptivos orales contienen esteroides ováricos sintéticos, a veces
se combinan estrógenos con progestágenos, otras veces solo progestágenos.
Mecanismo de acción:
Inhiben el eje hipotálamo - hipofisario.
Mantiene la FSH en niveles constantes, no aumenta, no se produce
ovulación. Bloquea LH.
Alteración en endometrio uterino.
Modifica las trompas de Falopio.
Altera el moco cervical.
ORALES:
Píldoras:
Solo Estrógeno Estril - estradiol actualmente con menor contenido
estrógeno.
Solo Progesterona con < actividad androgénica. Composición: combina-
das (estrógenos + progesterona)
Prescripción:
Monofásica = cantidad de estrógenos y progestínicos en c/u 21
días.
Bifásica trifásica secuencial es cantidad variable de hormo-
na para imitar la fisiología del ciclo.
Minipíldoras: Solo progesterona (única dosis); se da diariamente.
Píldoras mensal: Combinados de depósito.

Inyectables: Progesterona solamente, o combinaciones de drogas. (Acción princi-


pal; anti implantatoria)

Intracorporales: Implantes de Norplant. Implantes biodegradables. Microesferas,


anillos vaginales, DIU con progesterona (Progestasert)
PRESCRIPCIÓN: Día 1 ® Día 21; descanso 7 días.
140 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Anticonceptivos en venta en Argentina.

Riesgos: Complicaciones hormonales de la anticoncepción


Entre los efectos secundarios adversos, que se presentan con el uso prolongado
de los anticonceptivos orales se cuentan las afecciones vasculares arteriales y
las complicaciones tromboembólicas.
En aquellas usuarias en que se suman factores de riesgo como obesidad, taba-
quismo y sedentarismo y las imprevisibles enfermedades hereditarias que causan
trombofilia, es decir provocan trombosis, muchas veces severas y aún mortales.
El riesgo del influjo sobre el metabolismo por los contraceptivos ha pretendido
ser minimizado por los adelantados de la investigación en los últimos años (reduc-
ción de dosis de Estrógenos, uso de gestagenos mas modernos, etc.).
Sin embargo los de últimas generaciones son más peligrosos incluso que los
antiguos.

El uso general, libre e indiscriminado, de inhibidores de la Ovulación


esta limitado por las contraindicaciones conocidas.

Los estudios epidemiológicos que se han realizado, tiene sesgos entre la asocia-
ción del uso de Anticonceptivos Orales y Cáncer de cérvix, ya que no consideran la
primera relación sexual y numero de parejas.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 141

En el CA de mama todavía es controvertido, ya que hay estudios que apoyan


relación, en tanto que otros demuestran lo contrario.
Resumimos , a continuación los riesgos :
- Trombosis Venosa Profunda, Trombo Embolis no pulmonar y Accidente Ce-
rebro Vascular de 3 a 6 veces + que las que no lo usan.
- Accidente Cerebro Vascular, Infarto Agudo de Miocardio: > de 40 años;
fumadoras.
- COLESTEROL - TRIGLICÉRIDOS
- Malformaciones en el feto, si esta embarazada, no lo sabe y toma las píldoras.
- Posibilidad de tumor de mama en jóvenes, y en quien lleva muchos años de
consumo.
- Tumor maligno de cuello de útero comportamiento sexual promiscuo.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Bloqueo permanente del hipotálamo, aún después de la suspensión del trata-
miento. Esterilidad.
- Menor crecimiento estatura en las jóvenes (14-15 años).
COLATERALES:
Náuseas.
Vómitos.
Tensión y turgencia mamaria.
Retención de líquidos.
Aumento de peso.
Cefalea.
Depresión.
Pérdida del deseo sexual.
CONTRAINDICADA :
- Quienes sufran de cefalea crónica.
- Hipertensión Arterial - Diabetes.
- Afecciones graves del hígado.
- Várices.
- Mayores de 40 años, o de 30 años si fuma 15 cigarrillos por día ó +.
- Jóvenes con ciclos irregulares.
- Tumor de útero o mama.
- Psicosis puerperal

Contraceptivos de Barrera:
Profiláctico o condón: funda de látex que se coloca en el pene apenas inicia-
da la erección y antes de la penetración.
Diafragma: Arco flexible, en forma de anillo, cubierto de látex, introducido en
la vagina, cubre el cuello del útero. Se coloca 6 hs. Antes del coito y se lo retira
7 hs. después. (En América Latina solamente el 6% utiliza el condón).
El preservativo no sólo se emplea como anticonceptivo, sino para prevenir las
ETS, como el SIDA, lo que deja en evidencia la relatividad de su uso, si uno lee
las cifras actuales de contagio en todo el mundo y en aumento, precisamente
donde más se la ha promovido. Queda en evidencia su escasa efectividad.
142 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Problemas: - Alteran el acto sexual.


- Alergia a los productos.
- Irritación vaginal. (En general asociados a espermicidas).
Espermicidas : Se han ido combinando con diferentes excipientes en una
variedad de formas que incluyen los supositorios, jaleas, cremas, aerosoles, es-
ponjas embebidas en espermaticidas y tabletas. Algunos ven una ventaja en el
uso de estas sustancias en que puede evitar la transmisión de ETS, los resulta-
dos, irregulares, demuestran el fracaso.
DISPOSITIVO INTRAUTERINO –DIU- ESPIRAL: dispositivo de plástico
no reactivo( polietileno), que es colocado por el medico, bajo control ecográfico,
en la cavidad uterina. Se conocen dos tipos:
- Inertes: su acción es mecánica y
- Bioactivos: se los recubre con cobre o progesterona.
Mecanismo de acción de los ANTIGESTATIVOS:
- Impiden el implante por reacción de cuerpo extraño
- Inflamación crónica aséptica.
- Estimula la contractilidad uterina.
- Altera la motilidad de las trompas( progesterona).
- Alteración del moco cervical(progesterona y cobre).
- Inhibe la migración y capacitación de los espermatozoides( cobre).
Efectos indeseables:
Síncope en la colocación.
La perforación del útero es rara,
Dolor uterino y contracciones.
Enfermedad inflamatoria pélvica.
Embarazo tubárico.
Expulsión
Hemorragias.
Esterilidad tubaria, sobre todo en mujeres con Enfermedades de
Transmición Sexual.
Aborto séptico, ocurre cuando el DIU queda durante el embarazo, ocurre
en el 2° trimestre y puede ser mortal.
Aborto espontáneo, en embarazo aborta el 50%, cuando el DIU perma-
nece en útero, y en el 25% cuando se lo remueve
Contraindicaciones:
Absolutas: embarazo. Enfermedades de Inflamación Pélvicas. Hemorragia genital
sin diagnostico. Sospecha de malignidad de la vía genital. Anomalías del útero.
Relativas: Historia de embarazos ectópicos. Severa estenosis cervical. Flujo patológi-
co, Coagulopatías, Alergia al cobre. En mujeres que no han estado embarazadas.
Inmunológico:
VACUNA hGC: Se trata de estimular la producción de anticuerpos contra la
Gonadotrofina Coriónica Humana. Es la hormona que produce el embrion a partir
de los primeros días.
Mecanismo de acción: Es abortiva.
Se inyecta y se usa como vehículo toxoide tetánico o de la difteria.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 143

Contracepción post-coital o de emergencia: Son abortivos


Son métodos para evitar un embarazo, después de haber tenido relaciones sexuales
sin protección. Existen varios métodos: « Píldora del día después», RU 486; DIU.
PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS: Verdadera técnica abortiva. Es una alta
dosis hormonal (estrógenos y progestágenos). Se toma dentro de las 72 horas de
un acto sexual sin protección.
Mecanismo de acción: Antes de la Fecundación: actúa inhibiendo la ovulación o
entorpeciendo el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide. Si se produjo la
fecundación dificulta la implantación del embrión. Se produce un aborto precoz.
Efectos colaterales: Nausea. Vómitos. Malestar general. Alteración del ciclo
menstrual. Hemorragias intensas.
Contraindicado: mujeres con cefalea crónica, síntomas neurológicos, historia de TEP.
Se vende la contracepción de emergencias según dicen los que la promueven como
un modo de disminuir los pedidos de aborto. Un informe de expertos de las univer-
sidades de Oxford y Edinburgh demostró que el incremento en el uso de
anticonceptivos de emergencia no reduce el número de abortos a pedido.» De
una población de mujeres entre 16 y 29 años que viven en Lothian, Escocia, de
alrededor de 85 mil mujeres, el estudio demostró que aproximadamente 17,800
mujeres llevaron un suministro de Contracepción de Emergencia a casa, que recibie-
ron gratuitamente por el servicio social.» «Se encontró que el 45 por ciento que
tenían un suministro, utilizaron al menos un curso. En total, aproximadamente 8,081
cursos de Contracepción de Emergenica fueron recibidos». Sin embargo «las tasas
de aborto en Lothian fueron comparadas con otras tres áreas de salud de Escocia y
Ningún efecto sobre las tasas de abortos fue demostrado.
RU 486: Píldora del mes después, Mefiprestone interrumpe el embarazo hasta
2 meses de evolución. Verdadero Aborto domiciliario. Compite con la
progesterona, inhibiéndola. Como complicación produce hemorragias y fuertes
dolores abdominales.
DIU: La inserción después del coito a los 5 0 7 días.
Todo esto nos lleva a pensar cuanto mal hace el hombre cuando solo busca su
placer o piensa egoístamente en negar a sus hijos la posibilidad de compartir su
humanidad y el amor de Dios, razón por la que hemos sido creados y que:
Según recordaba Juan Pablo II en la Carta a las familias: «Así, pues, tanto
en la concepción como en el nacimiento de un nuevo ser, los padres se hallan
ante un «gran misterio» (Ef 5, 32). También el nuevo ser humano, igual que
sus padres, es llamado a la existencia como persona y a la vida «en la verdad
y en el amor». Esta llamada se refiere no sólo a lo temporal, sino también a lo
eterno (...) El origen del hombre no se debe sólo a las leyes de la biología, sino
directamente a la voluntad creadora de Dios: voluntad que llega hasta la ge-
nealogía de los hijos e hijas de las familias humanas. Dios «ha amado» al
hombre desde el principio y lo sigue «amando» en cada concepción y naci-
miento humano. Dios «ama» al hombre como un ser semejante a él, como
persona. Este hombre, todo hombre, es creado por Dios «por sí mismo»»
(Carta a las familias n. 9).
144 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Actividad de Aprendizaje

Lea el texto siguiente «La píldora es abortiva», Dictamen del Insituto de Bioética
de la UCA, escrito por el P. Alberto G. Bochatey, O.S.A., y analice ¿Porqué la
píldora del día después es abortiva? Nombre al menos tres fundamentos.

DICTAMEN DEL INSTITUTO DE BIOÉTICA DE LA UCA

La Píldora es Abortiva
A pesar de un fallo de la justicia, referencia a la siempre, un sujeto. Ningún fin, incluso bueno, puede justifi-
comercialización de la popularmente llamada «píldora del día car una intervención que produzca la muerte y eliminación
después», se ha reavivado la polémica sobre la misma. Con de un ser humano. Un fin bueno, no hace buena una acción
tal motivo, el Instituto de Bioética de la Facultad de Posgrado en sí mala.
en Ciencias de la Salud, de la Pontificia Universidad Católica «El ser humano debe ser respetado y tratado como persona
Argentina, ha producido el siguiente dictamen: desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de
ese momento se deben reconocer sus derechos, principal-
1.- Desde el punto de vista técnico. Este fármaco pro- mente el derecho inviolabe a la vida» (Evangelium Vitae 60).
voca una alteración en el transporte tubárico y también una Desde la Bioética personalista, proponemos la superación
desincronización en la maduración del endometrio según lo de ciertas ambigüedades que nos presenta el paradigma de
informa el mismo laboratorio que la elabora y comercializa una autonomía descontextualizada. Posponer arbritariamente
(ver: wwww.gador.com.ar). Si la píldora es tomada en la determinación del inicio de la vida se aparta de la verdad
el período periovulatorio, impide el normal desarro- ontológica e incluso científica. Desarticular la unidad esen-
llo y progreso del embrión humano, lo que elimina cial de la persona, nos lleva a una dualidad desintegradora
las posibilidades de supravivencia de dicho embrión incompatible con la vida.
que ya está presente.
Durante todo el ciclo menstrual dos eventos importantes se 3.- Desde el punto de vista del derecho. Como justa-
producen en el sitema genital de la mujer: la maduración y mente, hace pocos días, afirmaba la internacionalmente re-
salida de un óvulo del ovario, con el objeto de que sea fe- conocida Pontifica Academica para la Vida, la misma historia
cundado y la preparación del endometrio uterino para la de los pueblos ha demostrado, que las exigencias que sur-
anidación del bebe. El endometrio está en su mayor nivel de gen de la ley moral natural -como la dignidad de la persona y
receptividad en el periodo posovulatorio, de tal manera que su inviolable e innegociable derecho a la vida- necesitan
si existe la fecundación, esta receptividad será máxima, ser reconocidads y tuteladas por el derecho positivo. Es
facilitando naturalmente el proceso de desarrollo del em- por esta razón que en la historia del derecho, la digni-
brión. La implantación (sin duda una etapa más) se produce dad de la persona y el derecho a la vida, siempre han
entre el quinto y el noveno día después de la fertilización. A sido cuidados especialmente de la arbitrariedad de
este evento del desarrollo embrionario, y de la maduración cualquier pacto social o del consenso de la mayoría.
de endometrio, se lo llama sincronización y es un proceso No deconocemos que en nuestros días, existe una cierta
natural in vivo, porque ambos factores se dan bajo los efec- tendencia en algunos grupos sociales que, exasperando la
tos de las mismas hormonas. reivindicación de las libertades personales individuales, pre-
El levonorestrel (droga especialmente usada para píldora de tenden que surja en la conciencia colectiva, una mentalidad
la que hablamos) altera la receptividad del endometrio impi- relativista desde donde se le exija al Estado garantizar y
diendo que el embrión siga su desarrollo y pueda implantarse. permitir prácticas y atentados conta la vida humana, espe-
Así, el «terreno» no es apto y la implantación no es exitosa cialmente cuando ésta es más débil, frágil y necesitada.
lo que provoca la muerte del embrión. Esta es enton- Consideramos como Instituto de Bioética, que los dictá-
ces la acción abortiva del levonorgestsrel que por lo precoz menes y normas jurídicas deben ser acorde a la verdad del
de la misma, seguramente pasará inadvertida a la madre. ser humano y su libertad, que no puede existir si no se
respeta toda vida y toda la vida.
2.- Desde el punto de vista antropológico.Tanto la filo- En estos momentos tan difíciles y penosos que estamos
sofía como la teología, sobre la base de un análisis biológico viviendo los argentinos, no podemos olvidar la importancia
completo, afirman que el embrión humano vivo (forma- impostergable de crecer en una culltura de la Vida y en la
do a partir de la unión de los gametos) es un sujeto contrucción de un nuevo orden social, justo y pacífico. El
humano, existente, con una identidad bien definida, el uso y comercialización de «la píldora del día después» impli-
cual comienza desde ese momento, a actualizar su propio ca introducir un nuevo factor de injusticia y retraso en el
desarrollo, en forma coordinada, continua y gradual: verdadero camino hacia la libertad y la grandeza de los
de modo tal que nunca es una simple masa de célular sino, argentinno. (Ver texto completo en www.bioética.com.ar).
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 145

5.5 Aspectos jurídicos de la Anticoncepción


Autor: Mariao Morelli

Las «cuestiones vinculadas con la planificación familiar atañen a los padres de


manera indelegable de acuerdo a principios éticos y morales» (ley 23849, Conven-
ción de los Derechos del Niño). En sí misma, es materia que debe resolver cada
familia en el ámbito de su privacidad, sin intromisión del estado. Sin embargo,
como la población y su crecimiento armónico interesan al país (art. 75 inc. 19 de la
Constitución Nacional), el gobierno puede y debe desarrollar una política de pobla-
ción en apoyo de las familias, siempre respetuosa de la vida, la salud, y las exigen-
cias morales.
Hoy vemos, sin embargo, que otra cosa es lo que ocurre:
Se ha desarrollado una industria de la anticoncepción, con sus productos,
fabricantes, vendedores, y un aparto publicitario importante. Trasciende el
ámbito de lo «privado».
Muchos productos vendidos o utilizados como «anticonceptivos» resultan gra-
vemente peligrosos para la mujer y principalmente para la vida humana
concebida.
El estado, víctima de presiones internacionales, se arroga el derecho y aún el
deber de promover, prescribir y aplicar tales prácticas, incluso a menores de
edad sin autorización de sus padres, sin valorar su licitud moral,.
En algunos casos, los profesionales médicos, en particular los que integran
efectores públicos, son presionados para participar de tales políticas.
En este marco ya no puede alegarse que se trata de una cuestión meramente
privada, que no puede ser valorada en términos de justicia.
En este marco la ley 25673 establece un programa de «Salud Sexual y Pro-
creación Responsable» que con los fines invocados de favorecer la salud, dismi-
nuir la mortalidad materno infantil, contribuir a la prevención de enfermedades y
prevenir embarazos no deseados, obliga al estado a informar y prescribir productos
y prácticas anticonceptivas que sean reversibles, transitorios y no abortivos.
La ley es criticable en muchos sentidos. Por un lado, porque alentar una vida
sexual irresponsable (de sexo «libre» de toda responsabilidad salvo la de no contraer
enfermedades) no parece la mejor manera de lograr la salud y la felicidad en la vida
familiar. Muchos países distribuyen preservativos y anticonceptivos desde hace años,
y no han solucionado tales problemas. Todavía más grave es que se realice con
menores sin siquiera comunicarlo a sus padres, según sea el criterio de los médicos
y la edad de los niños (art. 4 Dto. 1282/03). Se utilizan así, descontextualizados, los
instrumentos que reconocen los derechos del niño, para enfrentarlos con los de sus
padres, acentuando la facultad del niño a la privacidad y a la autonomía, atribu-
yéndoles una madurez de la que en rigor carecen. Peor aún si se difunde la falsa idea
del sexo seguro, cuando los métodos no son seguros ni son adecuadamente utiliza-
dos.
Por otro lado, muchos anticonceptivos difundidos en realidad destruyen la vida
146 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

humana. De nada sirve que la ley diga que no deben ser abortivos, pues luego
cambian la definición de embarazo (iniciándolo con la anidación) y así productos
con indudable efecto antiimplatatorio (como el D.I.U., las píldoras postcoitales, la
anticoncepción de emergencia, y muchas píldoras de última generación) son admi-
tidos. Más aún cuando la reglamentación de la ley (Decreto 1282/03, art. 6) admite
cualquier método reconocido por la ANMAT, y el Decreto 150/92 autoriza
automáticamente a través de la ANMAT la venta en el país de cualquier fármaco
autorizado para ser vendido en Estados Unidos o Europa, donde el aborto es legal y
por ello tales productos son aprobados sin objeciones. Algunas acciones judiciales
contra ellos han sido rechazadas por los tribunales considerando que no son
«abortivos» pues actúan antes de la implantación, lo que es una mera confusión
terminológica: lo importante no es si son o no «abortivos» –cosa que depende de la
definición de aborto que se utilice, sino si ponen o no en riesgo la vida de un sujeto
humano.
En rigor de verdad, esta ley y estas políticas deberían ser declaradas, además de
contrarias al derecho natural, inconstitucionales por vulnerar el derecho a la patria
potestad y a la decisión de los padres en materia de planificación de la familia, y el
derecho a la vida y a la salud de madres y niños.
En los hechos la planificación natural de la familia, única manera inocua, res-
ponsable y coherente con el bien de los esposos y de los hijos de ejercer la paterni-
dad responsable, resulta siempre mal informada y no recomendada.

Actividad de Aprendizaje

1. Investigue si en su provincia existe alguna legislación vinculada con la


proceación responsable.
2. Analice si los medios previstos por la misma son los más indicados para
alcanzar los objetivos que dice buscar.
3. Identifique en el texto de la norma si:
a) Asegura suficientemente que los métodos utilizados no sean destructo-
res de la vida concebida,
b) Qué los padres puedan ejercer su derecho de supervisión relacionado
con los menores.
c) Y si los profesionales disconformes con el programa pueden negarse
aparticipar del mismo.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 147
UNIDAD 6

BIOÉTICA
Y LA VIDA
ARTIFICIALEMENTE
PRODUCIDA
148 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 149

«T
ambién las distintas técnicas de reproducción artificial, que pare-
cerían puestas al servicio de la vida y que son practicadas no
pocas veces con esta intención, en realidad, dan pie a nuevos
atentados contra la vida. Más allá del hecho de que son mortalmente inacep-
tables desde el momento en que separan la procreación del contexto
integralmente humano del acto conyugal, estas técnicas registran altos por-
centajes de fracaso. Este afecta, no tanto a la fecundación como al desarro-
llo posterior del embrión, expuesto al riesgo de muerte, por lo general en
brevísimo tiempo.»I
«La clonación es en el método la forma más despótica y, a la vez, en el
fin, la forma más esclavizante de manipulación genética; su objetivo no es
una modificación arbitraria de la sustancia hereditaria, sino precisamente su
arbitraria fijación en oposición a la estrategia dominante en la naturaleza.»II
Estas dos citas muestran cómo el hombre cuando asume el papel de
homo-faber, pretendiendo fabricar seres humanos pierde su referencia al Crea-
dor y se transforma en una amenaza para la vida humana. Ésta pierde su
valor y es reducida a simple material biológico del que se puede disponer
libremente.
En la presente unidad, estudiaremos las técnicas de reproducción artificial
desde los nuevos desafíos éticos que ellas plantean. Abordaremos el problema
de la pareja estéril, la intervención médica y las nuevas tecnologías de la repro-
ducción humana. Analizaremos la definición y su intrínseca inmoralidad.
Analizaremos luego, el valor de la procreación humana y el trato que
merece el embrión humano.
Por último evaluaremos los aspectos bioéticos de la reproducción artificial
y el Magisterio Católico especialmente la Instrucción Donum Vitae. También
abordaremos los aspectos jurídicos correspondientes.
Finaliza la unidad, el análisis de clonación, su definición, su inmoralidad
y el Magisterio de la Iglesia acerca de este tema.

I
Evangelium Vitae N° 14.
II
Hans, Jonas. «Cloniamo un uomo».
150 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1) Conocer las técnicas de reproducción artificial y su maldad intrínseca.
2) Conocer los riesgos que para la madre y el niño revisten estas técnicas.
3) Clasificar estas técnicas y evaluar las complicaciones de las mismas.
4) Analizar el valor de la procreación humana y la dignidad del embrión humano.
5) Conocer la ilicitud de las técnicas a la luz del Magisterio de la Iglesia y los
principios de la Bioética personalista.
6) Conocer los mecanismos de acción, su clasificación y los efectos indeseables
de las técnicas de reproducción.
7) Reconocer la inmoralidad de la clonación.
8) Conocer los datos del Magisterio al respecto.
9) Estudiar los aspectos jurídicos relativos a las técnicas de reproducción artificial.
Temario:
‰ Técnicas de Reproducción Artificial
• Definición.
• El problema de la pareja estéril.
• Técnicas y su clasificación.
• Complicaciones y riesgos.
• El valor de la procreación humana.
• Aspectos bioéticos.
• Magisterio Católico y Reproducción artificial.
• Aspectos jurídicos .
‰ La Clonación
• Definición.
• Técnicas.
• Inmoralidad de la clonación.
• Consideraciones éticas.
• El Magisterio de la Iglesia.
• Investigación con células estaminales.
Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 151

6.1 Reprodución Artificial


Autora Dra. Julia Elbalba

«Las distintas técnicas de la reproducción artificial que parecerían ser puestas


al servicio de la vida, dan pié a nuevos atentados contra la vida. Más allá del hecho
de que son moralmente inaceptables desde el momento que separan la procreación
del contexto integralmente humano del acto conyugal, registran altos porcentajes de
fracaso, no tanto en la fecundación como en el desarrollo posterior del embrión,
expuesto al riesgo de muerte. Además, se producen embriones supernumerarios
para su implantación, que deben ser suprimidos o congelados, o utilizados como
material biológico para investigación».1
Desde esta visión de la Evangelium Vitae, en Santo Padre nos pone en guardia
frente a las nuevas tecnologías de reproducción artificial, en absoluta coherencia
con el Magisterio precedente.

Definición

Llamamos reproducción artificial a los diversos procedimientos técni-


cos encaminados a lograr la concepción de un ser humano por una vía diver-
sa de la unión sexual del varón con la mujer.

Las intervenciones médicas en el campo de la procreación humana plantean


varios desafíos éticos:
1. El problema de la pareja estéril
2. La intervención médica y las nuevas tecnologías de la reproducción humana
3. El valor de la procreación humana y su dignidad que debe ser vivida dentro
del matrimonio.
4. El problema del trato al embrión humano
5. Aspectos bioéticos de la reproducción artificial.
Han transcurrido ya más de veinticinco años del nacimiento de la primera niña
originada por un procedimiento de fecundación in Vitro, Louise Joy Brown – 1978-
Inglaterra. Se calcula que, tras ella y hasta hoy, han nacido en todo el mundo más
de un millón de niños obtenidos mediante ese mismo proceder.
El recurso a las técnicas de reproducción asistida ha conocido una progresiva
difusión pero no ha conseguido, un incremento sustancial de la tasa de niños
nacidos por ciclo de tratamiento, esta sigue siendo tan baja que si se diera en otros
tratamientos médicos sería interpretada como señal clara de una eficiencia técnica
muy pobre, que tiene como triste consecuencia mucho sufrimiento y desilusión por
parte de las parejas que ven frustradas sus esperanzas de llegar a ser padres. Y, por
desgracia, este dato estadístico negativo está trágicamente ligado a una enorme
pérdida de embriones humanos, dado que las mayores dificultades operativas que
siguen presentándose en estas técnicas se refieren precisamente al proceso de anidación
y al desarrollo ulterior del embrión humano2.

1
Juan Pablo II. Evangelium Vitae N° 14
2
Academia Pontificia para la vida. Comunicado final « La dignidad de la procreación humana y las
tecnologías reproductivas» Roma. 17/ III / 2004
152 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Algunos datos sobre Reproducción asistida en Europa, aparecidos en la presti-


giosa revista Human Reproduction (19; 490, 2004), informa que se evaluaron un
total de 279.267 ciclos de estimulación ovárica. De ellos 126.961 se utilizaron para
fecundación in Vitro; 99.976 para ICSI; 45.800 se fecundaron y los embriones se
congelaron y 6.530 se donaron. Para la fecundación in Vitro el porcentaje de emba-
razos conseguidos por aspiración o por embrión transferido, fue del 24,7 % y 28,4
%, respectivamente. Para la ICSI estos porcentajes fueron de 26,6 % y 28,4 %.
Hubo un total de partos múltiples de 26.4%. El porcentaje de éxitos (embarazos
conseguidos) tras la fecundación in Vitro o la ICSI, sigue siendo bajo, oscila alrede-
dor del 25 %.

1. El Problema de La Pareja Estéril


La intervención de la medicina en el ámbito de la procreación se emprendió bajo
la égida de una benéfica «curación de la esterilidad», dirigida a muchas parejas
afectadas por esa condición y movidas por un sincero deseo de ser padres. Sin
embargo, el recurso a estas técnicas « no cura» la esterilidad , puesto que aún en los
escasos 25% donde se consigue obtener el hijo, luego del nacimiento la pareja per-
manece tan estéril como al inicio del mismo.
Este es uno de los motivos, no cumplir con el segundo principio de la
Bioética personalista, Principio Terapéutico, las técnicas de reproducción ar-
tificial, son ilícitas.
Se define la Esterilidad como la incapacidad de concebir. Como pareja
estéril considera a aquella que después de 1 o 2 años de relaciones conyugales, sin
uso de métodos anticonceptivos, no ha podido concebir.
La esterilidad puede ser: Primaria si nunca ha estado embarazada y Secunda-
ria si ha estado embarazada pero el niño no ha llegado al nacimiento.
Se define como Infertilidad: la incapacidad de la mujer de llevar a termi-
no un embarazo, con el nacimiento de un niño vivo y vital.
Si bien no hay estadísticas ciertas de la cantidad de matrimonios estériles en
nuestro país, según un informe de la OMS de 1995, manifiesta que en el mundo, 1
de cada 5 parejas padece algún tipo de esterilidad. Aproximadamente el 10/ 15 %
de la totalidad de los matrimonios padece algún tipo de esterilidad.
Es alentador saber que el 70% de ellos se cura con tratamiento médico o quirúr-
gico, solo el 30% es definitiva.
En la actualidad impresiona que va en aumento la esterilidad y también se
constata un aumento del diagnostico de la misma.
Las causas que se mencionan a continuación podrían explicar este au-
mento:
1. Retraso en el primer embarazo ( de 20 años a 26 años), con lo cual
disminuye el potencial reproductivo.
2. Mayor incidencia de las ETS ( enfermedades de trasmisión sexual)
3. Masivo uso de anticonceptivos o abortivos.
4. Contaminación ambiental.
5. Actividad laboral.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 153

6. Consumo de fármacos, drogas, alcohol, radiaciones, tabaco, café.


7. Dieta.
8. Exceso de ejercicios físicos.
9. Estrés.
La causa de la esterilidad puede ser debida a la mujer Femenina (50%), al varón
Masculina( 25%) y a la pareja(25%)
Factores de infertilidad femenina: los más importantes son los factores
Ováricos y Tubáricos, responsables de cerca del 50% de la esterilidad femenina.
Vaginal: procesos inflamatorios que alteran la mucosa vaginal, vol-
viéndola hostil para los espermatozoides.
Cervical: alteración del moco cervical ( cuello del útero)
Uterinos : Sinequias ( alteración de la cavidad uterina)
Tubáricos: endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica ( trom-
pas de Falopio- 15 7 40%)
Ovárico: Insuficiencia hipotálamo- hipofisaria funcional u orgánica,
con ciclos anovulatorios ( 10 / 25%)
Espermático : Alteraciones inmunológicas que inhiben a los
espermatozoides para penetrar el moco cervical, y alcanzar el óvulo.
Factores de infertilidad Masculina: los más importantes son los factores
Inflamatorios y Vasculares, responsables de cerca del 50% de la esterilidad
Masculina.
Inflamatorios: procesos inflamatorios que alteran la producción de
espermatozoides. ( 26 / 30%)
Vasculares: Varicocele.
Hormonales
Secretores : Criptorquidia, Paperas.
Excretora : Impotencia.
Espermático: inmunológico.
Factores de infertilidad de la Pareja
Inmunológicos: aparentemente la mujer generaría anticuerpos para el se-
men del varón, cuya composición química está alterada.
En esterilidad lo primero es hacer el diagnostico y luego realizar los tratamien-
tos correspondientes. No corresponde que antes de agotar las investigaciones
diagnósticas y clínicas, se recurra apresuradamente a las técnicas de Reproducción
Artificial.
Se deben valorar todos los esfuerzos que hace la medicina para superar esta
enfermedad, que tiene implicaciones no sólo para el matrimonio, sino, además,
para los Estados, puesto que la caída de la fertilidad tiene consecuencias sociales y
económicas3. Las consecuencias de la esterilidad para la vida matrimonial no de-
ben ser menospreciadas, pues ella puede ser causa de inestabilidad en el matrimo-
nio, de hecho, en el Antiguo Testamento la esterilidad es vista como una maldición4.

3
Pío XII. Discurso « Vous nous avez exprime»al II Congreso Mundial de fertilidad y esterilidad . 19/ V/
1956
4
Juan Pablo II. Evangelium vitae. Nº 44
154 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

La esterilidad es siempre una dura prueba, pero más allá de someterse al diag-
nóstico y tratamiento precisos, el matrimonio debe descubrir que la fecundidad
espiritual se da en un servicio a la vida y a la persona humana a través de la
adopción y el apoyo familiar5.
En el tratamiento y diagnóstico de la esterilidad, es siempre útil estudiar a la
pareja, en una visión integral del problema, que contemple los aspectos físicos (obs-
trucción de las trompas de Falopio por ejemplo) los aspectos psicológicos, éticos y
espirituales de la pareja.
Ante una pareja estéril el diagnóstico debe ser encarado desde una
perspectiva interdisciplinaria: ginecólogos, andrólogos, endocrinólogos, psicó-
logos y bioeticistas, que le propongan a la pareja un iter diagnóstico y terapéutico.
Es imprescindible identificar las dudas, obtener siempre el consentimiento infor-
mando de la misma y no olvidar que la pareja está frustrada y que la esterilidad les
genera sentimientos de culpa, sobre todo en el varón.
La investigación diagnóstica y terapéutica debe ser completa y graduada. Se
debe dar información precisa, puesto que la ignorancia es un factor a remover,
siempre teniendo en cuenta que la información debe tener cuidado de las personas
involucradas6.
El momento de la consulta en esterilidad es un momento de encuentro, de escu-
cha, de búsqueda de una solución ética. En este tema como en tantos otros temas
médicos, lo más importante es la prevención, sobre todo en aquellas causas que
tienen que ver con la modificación de los comportamientos individuales y colecti-
vos.
Para los esposos que desean concebir un hijo, la esterilidad puede constituir un
motivo real de sufrimiento. No puede dudarse que tal deseo sea, totalmente legíti-
mo. Sin embargo, conviene que el comprensible y lícito «deseo de un hijo» no se
transforme en un pretendido «derecho al hijo», incluso «a toda costa». Nadie puede
pretender un derecho a la existencia de otro hombre, pues de ser así, este último
quedaría situado en un plano de inferioridad axiológica con respecto al que invoca
el derecho. El hijo no puede entenderse como un «objeto de deseo» que ha de
conseguirse a toda costa, sino como un regalo precioso que llegue cuando llegue ha
de acogerse con amor.7

2. La intervención médica y las nuevas tecnologías de la


reproducción humana.
La intervención médica en la procreación humana, es licita solo, si facilita el
acto conyugal, y no lo reemplaza. Esta facilitación del acto debe ayudar a alcanzar
su finalidad natural.8

La procreación debe ser el fruto del acto conyugal.

5
Donum vitae . Parte II Nº8
6
Di Pietro, M.L. Consejo a parejas estériles. Videoconferencia., UCA. Instituto de Bioética. 15/ 7 /03.
7
APV. « La dignidad de la procreación humana y las tecnologías reproductivas»
8
Donum vitae. Parte II Nº6
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 155

En la reproducción artificial , su ilicitud radica en que reemplaza al acto


conyugal, buscando satisfacer el deseo de tener un hijo a toda costa, pero no
cualquier hijo , sino un hijo perfecto, sin enfermedad ni limitación alguna. Todo ello
contribuye a considerar al hijo obtenido mediante las Técnicas de Reproducción
Asistida como si fuera un «producto», cuyo valor depende en realidad de su «buena
calidad», sometida a exigentes controles y cuidadosamente seleccionada. La con-
secuencia dramática de esta nueva actitud es la eliminación sistemática de aquellos
embriones humanos que resultan carentes de la calidad considerada suficiente de
acuerdo con parámetros y criterios inevitablemente cuestionables.9

En este sentido las técnicas de reproducción artificial no se ponen al


servicio del matrimonio, ni de la vida humana, sino que reemplazan a los
padres y terminan atentando contra la vida humana.

Clasificación10
Homologas: se utilizan los gametos de la propia pareja.
Heterologas: los gametos proceden de un donador diverso a los esposos
(semen, óvulos, útero)
Intracorporeas: Se realiza la concepción dentro del cuerpo de la mujer
1. Inseminación artificial
2. Transferencia intratubaria de gametos. GIFT
3. Transferencia de gametos en la parte inferior de las trompas. LTOT
Extracorporeas: La concepción se realiza fuera del cuerpo de la
mujer.
1. Micromanipulaciones
2. Fecundación in Vitro extracorpórea. FIVET
3. Inyección intracitoplásmatica de un espermatozoide. ICSI
Técnicas de baja complejidad
1. Inducción de la ovulación .
2. Inseminación Artificial
Técnicas de alta complejidad
1. FIVET
2. GIFT
3. ICSI
Se describen a continuación algunas de las técnicas de reproducción asistida:
Inducción de la ovulación : Se administran medicamentos ( Clomifeno, FSH;
hMG, HcG), en mujeres que no ovulan, y en las que ovulan para aumentar las
chances de las técnicas de reproducción artificial.

9
APV. Op. Cit.
10
Di Pietro , M. L. Sgreccia, E. Bioética ed Educazione. Editrice La Scuola. Brescia 1997
156 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

1. Se administran distintas hormonas para


estimular el funcionamiento del ovario y ob-
tener el mayor numero de óvulos posibles.
2. Se controlan ecograficamente el crecimien-
to de los folículos y con control hormonal.
3. Se administra HCG para completar la
maduración de los folículos y la liberación
del óvulo.
Se produce alto riesgo de embarazos múltiples, y 10% de las mujeres sufren
síndrome de hiperestimulación.
Inseminación Artificial: utilizando una cánula se introduce el semen en el
útero. Está indicado en los casos en que hay impedimentos en que los espermatozoides
lleguen al útero .
1. Se administran tratamiento hormonal
para obtener óvulos maduros.
2. Se obtiene y se trata el semen.
3. Con una cánula se coloca el semen pro-
cesado en el útero.
4. Se hace un test de embarazo a partir de
los 14 días de realizada la inseminación.
Fertilización in Vitro: Consiste en aproximar el óvulo y el espermatozoide en
una cápsula de laboratorio , fuera del cuerpo de la mujer.
1. Se estimula la ovulación y se obtiene la
muestra de semen.
2. Se rescatan los óvulos por vía transvaginal.
3. Se colocan óvulos y espermatozoides en
una cápsula, se los incuba a temperatura
corporal.
4. Los embriones conseguidos se transfieren
con un catéter al útero. Los no transferi-
dos se congelan.
El riesgo de embarazos múltiples dependen del numero de embriones que se
transfieran.
Inyección intracitoplásmatica de un espermatozoide ICSI: Consiste en
inyectar un solo espermatozoide en el interior del óvulo.
imagen microscópica
1. Se estimula la ovulación y se recuperan los
óvulos.
2. Se obtiene la muestra de semen y se tratan
los espermatozoides mas aptos.
3. El espermatozoide se inyecta en el óvulo,
mediante una aguja microscópica.
4. 48 / 72 hs. Después, los embriones se trans-
fieren a la cavidad uterina.
Se realizo por primera vez en 1992, está indi-
cada en casos de esterilidad masculina severa. Es una técnica extracorpórea.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 157

Transferencia intratubaria de gametos. GIFT: Consiste en aproximaren el


laboratorio los óvulos y los espermatozoides en una cápsula para luego transfe-
rirlos a las trompas de Falopio . Esta indicado en mujeres con endometriosis.
1. Se estimula la ovulación y se recuperan
los óvulos.
2. Se obtiene la muestra de semen y se tra-
tan los espermatozoides mas aptos.
3. Los ovocitos ( hasta tres) y los
espermatozoides ( 150.000 / trompa), se
colocan con una cánula en las trompas.
4. Una vez fertilizado el embrión llega hasta
el útero espontáneamente.
En las técnicas de reproducción artificial, que también plantean dificultades
éticas es la obtención del semen y del óvulo.
Muestra de semen:
1. Por fuera del acto conyugal: Masturbación, Biopsia testicular, punción
del epidídimo
2. Durante el acto conyugal: Coitos interruptus, condón integro o perforado.
3. Después del acto conyugal: muestra de semen del fondo de saco de vedi-
ja, en vesículas, o de vesículas seminales( eyaculación retrogada)
4. Preparación del semen: congelado ( banco de semen ) , fresco (técnicas
homologas)
Obtención de óvulos
1. Estimulación ovárica.
2. Monitoreo ecográfico del folículo ovárico.
3. Obtención del óvulo, bajo control laparoscopio o transvaginal.
4. Identificación y clasificación de la madurez del ovulo.
5. Congelación de óvulos.

3. Complicaciones de las técnicas de reproducción arti-


ficial
Las complicaciones y riesgos de las Técnicas de Reproducción artificial, son
cada vez mas conocidas y la literatura medica es muy vasta al respecto, a continua-
ción mencionaremos lo aparecido en prestigiosas revistas médicas.
Antes, quisiera explicitar algunas complicaciones. En la estimulación ovárica,
luego puede producirse el Síndrome de Hiperestimulación ovárica, en sus tres mo-
dalidades : leve, moderada, grave. Sus síntomas van desde distensión abdomi-
nal, síntomas gastrointestinales, ascitis, hasta insuficiencia renal y deshidratación .
Se asocia a mujeres jóvenes, portadoras de endocrinopatías y se da mas si hay
concepción.
Otro elemento que cita la bibliografía es el aumento de incidencia de tumor
de mama y ovario. Respecto al tumor de ovario pareciera ser que luego de la
estimulación hay crecimiento folicular y aumento del nivel de estrógenos, que po-
drían ser un factor de riesgo para tumor epitelial de ovario, y podría sufrir transfor-
mación maligna.
158 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En cuanto al tumor de mama, el aumento de niveles de Progesterona y estradiol


presentes en la hiperestimulación, pueden inducir estimulación hormonal, que po-
drían activar tumores latentes infraclínicos o no diagnosticados de mama11.
Según la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología
«La FIV puede dar lugar a un creciente riesgo de embarazos
múltiples, complicaciones durante el embarazo, bajo peso al na-
cer, taras importantes en el nacido y, a largo plazo, discapacidades
en los niños que sobrevivan». De ellas las mas importantes anomalías
genéticas y morfológicas y aumento de la incidencia de morbi-mortalidad
perinatal respecto de los niños concebidos naturalmente.
«Además, el porcentaje de éxitos con la terapia asistida se reduce con la edad,
mientras que los efectos secundarios aumentan».
El uso de múltiples embriones durante el tratamiento de FIV no sólo es innecesario
sino que también pone en peligro a los bebés»El embarazo múltiple es un factor de
riesgo muy importante para la salud de los bebés. El porcentaje natural de nacimien-
tos múltiples era de alrededor de un 1%, sin embargo, en las mujeres que usaban
técnicas de reproducción asistida, el porcentaje se situaba entre un 20 y un 40%. En
el grupo estudiado, nueve de cada diez embarazos de trillizos, y cuatro de cada diez de
mellizos, nacieron prematuramente, comparados con casi el 8% de los embarazos de
un sólo bebé. Además, el 57% de los bebés con problemas de tamaño eran trillizos,
cerca del 43% mellizos y sólo el 17% provenían de embarazos únicos.
Las muertes en el periodo del nacimiento eran cinco veces más frecuentes en los
trillizos que en los nacidos solos —un porcentaje de 40 por 1.000 comparado con el
8 por 1.000 que se verifica en el caso de bebés únicos. Para los mellizos era de un 20
por 1.000.
Los embarazos múltiples no ponen en peligro sólo a los bebés. Las mujeres que
conciben múltiples bebés con la FIV corren más riesgo de sufrir problemas de tensión
alta que las mujeres que tienen concepciones múltiples de manera natural. Los inves-
tigadores descubrieron que las mujeres tenían el doble de posibilidades de sufrir pre-
eclampsia que las que habían concebido naturalmente, pues la presión sanguínea
alcanza niveles peligrosos durante el embarazo. Y las mujeres que recurren a las técni-
cas de reproducción artificial estaban casi cinco veces más expuestas a tener alguna
forma severa de pre-eclampsia, con peligro para su vida. Existe el doble de riesgo de
nacimiento con graves defectos en los bebés nacidos con la FIV que en los concebidos
naturalmente. Tenían un 9% de riesgo de graves defectos en el nacimiento.
El prestigioso y científico New England Journal of Medicine revelaba que los
bebés nacidos con la FIV corren el doble de riesgo de nacer con malformaciones y
con bajo peso.
Algunos factores de riesgo incluyen «las medicinas usadas para inducir la ovula-
ción, el proceso de fertilización y crecimiento del embrión in vitro, el proceso de
reimplantación del embrión en el útero. Los científicos implicados en el estudio

11
Di Pietro , M. L. Cual es el riesgo de la Fecundación artificial. Conferencia dictada en la Jornada por
la vida.UCA. Bs. As. 23/ IX/ 1998.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 159

creen que estos hallazgos podrían explicarse por las complicaciones que surgen, con
frecuencia, cuando dos o más embriones utilizados en la FIV comparten la misma
matriz, más que por las técnicas de FIV en sí mismas.

4. El valor de la procreación humana y su dignidad que


debe ser vivida dentro del matrimonio.
La venida a la existencia de cada nuevo ser humano, considerada en sí misma,
es siempre un don y una bendición: «Pues don del Señor son los hijos, su
gracia es el fruto del seno»(Sal.126,3).

Cada ser humano es, desde su concepción, una unidad de cuerpo y alma,
posee en sí mismo el principio vital que lo llevará a desarrollar todas sus
potencialidades, no sólo biológicas, sino también antropológicas.

Por ello, la dignidad -que es dignidad de persona humana- de un hijo, de todo


hijo, independientemente de las circunstancias concretas en las que se inicia su vida,
permanece un bien intangible e inmutable, que exige ser reconocido y tutelado.
El derecho a la vida representa ciertamente el derecho primario, por cuanto
constituye la condición de posibilidad para la subsistencia de todos los otros dere-
chos.12 Justamente esta dignidad inalienable de persona, que pertenece a todo ser
humano desde el primer momento de su existencia, exige que su origen sea conse-
cuencia directa de un gesto humano y personal adecuado: solamente el recíproco
don de amor esponsal de un varón y una mujer, expresado y realizado en el acto
conyugal, en el respeto de la unidad inescindible de sus significados unitivo y
procreativo, representa el contexto digno para el surgir de una nueva vida humana.
Así lo subrayan las recientes palabras de Juan Pablo II: «Emerge cada vez más
el vínculo imprescindible de la procreación de una nueva criatura con la unión
esponsal, por la cual el esposo se convierte en padre a través de la unión conyugal
con la esposa y la esposa se convierte en madre a través de la unión conyugal con
el esposo. Este plan del Creador está inscrito en la misma naturaleza física y espiri-
tual del hombre y de la mujer y como tal, tiene valor universal»13.

Las técnicas de reproducción artificial, representan un modo no digno de


originarse una nueva vida humana, cuyo comienzo dependería en gran parte
de la acción técnica de terceras personas externas a la pareja y que se realiza-
ría en un contexto totalmente separado del amor conyugal.

Al recurrir a las técnicas de reproducción artificial los esposos no participan, de


hecho, en la concepción del nuevo hijo mediante el acto conyugal, esto es, con el
don recíproco, a la vez corporal y espiritual, de sus personas14.
El criterio fundamental en este aspecto es que la procreación humana adecua-
damente querida y elegida debe tener origen dentro del matrimonio y ser fruto
del acto conyugal. La procreación humana es algo mas que la reproducción de
12
APV. Op. Cit.
13
Juan Pablo II, Discurso a los participantes en la X Asamblea General de la PAV, 21/2/2004, n. 2
14
APV. Op. Cit.
160 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

un individuo de la especie. El nacimiento de un ser humano es singular, tiene valor


en si mismo, pues la persona es única e irrepetible y los esposos son colaboradores
de Dios , co-creadores de este nuevo ser que viene al mundo.
En la concepción Dios infunde un alma espiritual que nos da la dignidad de
personas. El hijo tiene derecho a ser concebido, llevado en las entrañas, traído al
mundo y educado en el matrimonio; solo a través de la referencia de los padres,
pueden los hijos descubrir la propia identidad y alcanzar la madurez humana15.

5. El problema del trato al embrión humano


En las técnicas de reproducción artificial es nefasto el proceder que implica que
un enorme número de embriones humanos se pierden o son destruidos a consecuen-
cia de estos procedimientos, y constituye una verdadera «matanza de inocentes» de
nuestro tiempo. A su lado, están también los embriones que, por razones diversas,
terminan por ser crioconservados; cuando son abandonados por quienes los han
encargado.
En otras palabras, se crean artificialmente seres humanos «sobrantes» para
que, por estadística, los mejores (o el mejor) pueda sobrevivir y los demás se pierdan
en el camino. A veces son destruidos; otras, son congelados indefinidamen-
te, hasta que un día los laboratorios decidan qué se puede hacer con ellos.
Según información del Washington Post del 8/ 5/ 04, en Estados Unidos tienen
almacenados cerca de 400.000 embriones humanos congelados. En España tam-
bién se calcula que hay cerca de 40.000 embriones en 126 clínicas, informaba el
diario de Madrid ABC.
Cada vez con más frecuencia se trata a los bebés como productos. Un ejemplo
reciente ha sido el anuncio de que habían nacido bebés de embriones con 12 años
de antigüedad, informó el 3 de febrero el Jerusalém Post.
Por otra parte al fecundarse «in Vitro» hasta ocho óvulos simultáneamente, los
embriones resultantes son seleccionados por exámenes genéticos para determinar su
«calidad». Se implantan en el útero uno o dos de ellos considerados los más «aptos»
a juicio de los Profesionales actuantes. Algunos de esos seres humanos restantes son
condenados a muerte y eliminados porque no se los considera en condiciones para
seguir con vida. Otros son congelados, permaneciendo un tiempo en ese estado
para su posterior «uso»(reproductivo o experimental).
También para ver la magnitud del problema del maltrato y la cosificación de la
que es victima este ser humano inocente, en la primera fase de su vida son las
iniciativas científicas y legislativas que contemplan la producción, mediante las téc-
nicas de reproducción artificial, de embriones humanos para ser «utilizados» exclusi-
vamente con fines de experimentación.

Desde la Bioética personalista, atendiendo al primer principio «de


Defensa y respeto por la vida humana desde el momento de la con-
cepción hasta la muerte» las técnicas de reproducción artificial son
ilícitas. Manipular , congelar, abandonar , cosificar y matar la vida humana
incipiente es un acto gravemente inmoral.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 161

Se es persona desde el momento de la concepción y el trato que merece el


embrión es de respeto por su dignidad de persona, porque como vimos en el capitu-
lo de inicio de la vida , desde la concepción con el desarrollo de un nuevo genoma
individual y la infusión que hace Dios del alma espiritual. Un nuevo ser inicia su
existencia autónoma, individual, con un desarrollo continuo y gradual cuya vida
debemos proteger y no manipular.

6. Aspectos Bioéticos de La Reproducción Artificial.


Atentados contra el embrión: Si bien fue explicado en el punto 5, el
concepto que prima, lo repetimos es la defensa de la vida humana y la
salvaguarda del embrión naciente. Esto no se respeta con la congela-
ción, manipulación, y matanza de vidas humanas inocentes que se
producen con estas técnicas.
También en la Reproducción artificial heteróloga, se le niega al embrión la
posibilidad de conocer su identidad , pues las donaciones de gametos
son anónimas. En definitiva se niegan los derechos del niño por nacer. Por
otra parte si en el diagnostico genético preimplantatorio, se diagnosticara
alguna anomalía, el niño es abortado, por considerarlo de mala calidad.
Toma de muestra de semen: Son ilícitas las técnicas de recolección
de semen fuera del acto conyugal, no conseguido por masturbación, que
es siempre ilícita16 ( pues no se da lo unitivo y porque implica un gesto de
autoerotismo). Es posible tomar el semen utilizando un profiláctico perforado
y dentro del acto conyugal.
Atentados contra el amor conyugal y el acto conyugal: En estas técni-
cas se produce una ruptura en las dos dimensiones del acto conyugal , lo
unitivo no se da, como se explico en el punto 3 se sustituye el acto conyugal,
y esto no corresponde a la dignidad del hijo. No se genera un hijo, fruto del
amor, se termina fabricando un hijo gracias a la mediación medica y
tecnológica. Al separar la concepción del acto conyugal, el origen de la
vida no es fruto del amor esponsal , y esto marca la ilicitud de la repro-
ducción artificial.
Alteración del concepto de familia ( Heteróloga): La unidad conyugal
de la pareja es, de hecho, ofendida y violada por la presencia de una tercera
persona (en ocasiones también de una cuarta), que será en realidad el ver-
dadero progenitor biológico del hijo encargado.
Existe lo que se llama causalidad genitorial múltiple, con la cual la familia
deja de ser monogámica, para transformarse en una cooperativa familiar.
Con ello es violado el derecho del neoconcebido a tener por padres a un
varón y a una mujer, de los que ha de originarse su propia estructura biológi-
ca y que han de tomar a su cargo de modo estable el cuidado de su desarro-
llo y su educación. «Fecundación heteróloga el igual que banco de semen,
significa que de un solo padre pueden nacer muchos hijos».

15
Donum vitae II A. 1
16
Pío XII. Op. Cit.
162 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Y estos niños entre ellos serán biológicamente hermanos. La literatura cientí-


fica, no confesional, nos dice que los peligros son incalculables:
Incestos biológicos.
Transmisión de enfermedades hereditarias.
Y luego, en el plano antropológico, la pérdida de toda referencia a la paternidad
y a la maternidad».

La donación de óvulos y espermatozoides, así como el alquiler de úteros


lleva a la problemática maternidad y paternidad sustitutivas con consecuen-
cias Médicas, Bioéticas y Jurídicas imprevisibles.

Respecto al alquiler de úteros que lleva a la problemática de maternidad


sustitutitas, se pierde el sentido de la maternidad , y la estrecha relación que duran-
te el embarazo la madre sustituta tuvo con el bebe.
Por otra parte la reproducción heteróloga, favorece la practica de estas técni-
cas en mujeres solteras, en viudas (post morten con el semen del marido muerto),
lesbianas, en parejas homosexuales.
Como muestra de que la ilicitud ética de estas técnicas han generado,
trascribo un articulo aparecido en Zenit llamado :
«Locuras in Vitro «17
1. Niños nacidos luego de 12 años de congelamiento.
2. Una mujer había dado a luz a sus propios nietos, actuando como madre sustitu-
ta de su hija que no podía quedarse embarazada. «Lo borroso de estos límites
vitales, tales como la identidad de una madre, padre y familia cercana, tendrá
un profundo efecto en cómo estos niños se vean a sí mismos y al mundo. Una
vez más la industria de la fertilización in vitro ha ido demasiado lejos al cambiar
el orden natural más allá de todo conocimiento».
3. Venta de esperma vía internet, página web mannotincluded.com. bebés MNI
(man not included-hombre no incluidos). Parejas lesbianas obtienen el esperma
del donante a través de la página web. Los potenciales compradores pueden
realizar su selección usando la información del donante como raza, tipo de
sangre, ocupación y color de los ojos, así como datos médicos y genéticos más
detallado. Seleccionar a los donantes de esta manera favorece una postura ba-
sada en la eugenesia. (la clínica Cryobank de Fairfax, en Virginia, que permite a
los potenciales clientes ver los resultados de los exámenes de acceso a la univer-
sidad de los donantes y seleccionar el esperma de donantes con un doctorado).
4. Parejas de grupos étnicos asiáticos a producir bebés con óvulos de donantes
blancos, para combinarlos con el esperma del hombre de la pareja asiática,
dando como resultado un bebé mezcla de razas. Según su doctor, la pareja
estaba interesada en un óvulo blanco porque «tienen un montón de amigos
caucásicos y sentían que estaban viviendo vidas occidentales».

17
ZENIT. Org. Edición en español. Locuras in Vitro . 21 febrero 2004
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 163

5. El uso de esperma tomado de cuerpos muerto, incluso si los hombres no


hubiesen dado su consentimiento mientras estaban vivos. Debido a lo breve del
periodo en el que puede ser extraído —como máximo entre 28 y 36 horas des-
pués de la muerte—, la operación se lleva a cabo a petición de la viuda.
6. La maternidad en soltería vía fecundación in vitro. En España, las muje-
res solteras suman ahora cerca del 10% de los procedimientos de fecundación in
vitro. Tienen de 35 años en adelante. En Inglaterra podrán tener pronto un
acceso ilimitado a la fecundación in vitro las mujeres solteras y lesbianas.

7. Magisterio Católico y Reproducción Artificial


Hemos intentado en el transcurso del texto, ir mencionando las fuentes del Ma-
gisterio en este tema, sin embargo me gustaría ahora sintetizar los textos básicos
al respecto.
Pío XII: Discurso a la Unión Italiana de obstétricas del 29 de octubre de 1951.
Discurso al II. Congreso Mundial de esterilidad y fertilidad del 19 de mayo de 1956.
Sagrada Congregación de la Fe : Instrucción Donum Vitae, sobre el respeto a
la vida humana naciente y a la dignidad de la procreación. Respuesta a algunas
cuestiones de actualidad. 22/ II / 1987.
Este documento consta de cuatro partes :
1. Introducción: Ubica cual es el significado de la investigación biomédica en el
Magisterio de la Iglesia. Señala que la ciencia y la técnica deben estar al servicio
de la vida humana y que deben tener una antropología de referencia que mues-
tra la verdad de la persona humana. Muestra los criterios fundamentales para el
juicio moral.
2. 1era.Parte: Referida al respeto que se le debe al embrión humano. Estatuto
Antropológico y biológico del embrión humano. Licitud del diagnostico prenatal.
Licitad de la medicina fetal. Evaluación de la investigación y la experimentación
sobre embriones.
3. 2da. Parte: Intervenciones sobre la procreación humana. Fecundación artificial
heteróloga. Fecundación artificial homóloga.
4. 3ra. Parte: Moral y ley civil
5. Conclusiones : Llamado a los médicos para curar la esterilidad. Educación de
la sexualidad. Promoción de la adopción. Llamado a defender la vida humana
del recién concebido. Derecho del hijo a nacer en el seno de una familia.
Finalmente Juan Pablo II, en la Evangelium Vitae18, esclarece en pocos
renglones la ilicitud de las técnicas de reproducción artificial, tanto por la
desnaturalización del acto conyugal, también del concepto de familia, como por los
atentados al embrión humano.
Quiera Dios, que los matrimonios estériles, puedan encontrar solución a su pro-
blema, y puedan hallar un camino de fecundidad en el seno de la vida conyugal.

18
E. V. N° 14
164 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Actividad de Aprendizaje:

Lea atentamente las noticias publicadas en CLARÍN en las fechas: 18/ II/
1998; 15/ XII/1997 y 7/ V/ 2001, sobre reproducción artificial que le adjunta-
mos en el Ápendice de «Textos Complementarios» pág 228, 229 y 230. ¿Qué
objeciones éticas suponen?.

Síntesis:
Llamamos reproducción artificial a los diversos procedimientos técnicos
encaminados a lograr la concepción de un ser humano por una vía diversa de la
unión sexual del varón con la mujer.
El porcentaje de éxitos (embarazos conseguidos) tras la fecundación in Vitro
o la ICSI, sigue siendo bajo, oscila alrededor del 25 %.
Esterilidad: como la incapacidad de concebir. Primaria o secundaria
Infertilidad: la incapacidad de la mujer de llevar a termino un embarazo.
CLASIFICACIÓN
HOMOLOGAS: se utilizan los gametos de la propia pareja.
HETEROLOGAS: los gametos proceden de un donador diverso a los esposos
(semen, óvulos, útero)
INTRACORPOREAS:
1. Inseminación artificial
2. Transferencia intratubaria de gametos. GIFT
3. Transferencia de gametos en la parte inferior de las trompas. LTOT
EXTRACORPOREAS:
1. Micromanipulaciones
2. Fecundación in Vitro extracorpórea. FIVET
3. Inyección intracitoplásmatica de un espermatozoide. ICSI
Si la intervención médica sustituye el acto conyugal es ilícita. La técnica debe
ayudar a que el acto conyugal cumpla su cometido.
Las complicaciones de las técnicas : son embarazos de alto riesgo, embara-
zos múltiples. Alteraciones cromosómicas y malformaciones en el embrión.
Sme. De hiperestimulación. Lesiones en las vías genitales al introducir los
gametos. Mayor incidencia de Prematurez y de eclampsia.
La procreación humana adecuadamente querida y elegida debe tener origen
dentro del matrimonio y ser fruto del acto conyugal.
Respeto por la dignidad del embrión, implica no destruirlos, no crioconservarlos;
No crear embriones supernumerarios.
Favorece el aborto eugenésico. Solo viven los mas «aptos».
Violación del amor conyugal, cosifica el acto conyugal. Alteración del con-
cepto de familia. Incestos
Negación de la propia identidad.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 165

8. Aspectos Jurídicos de la fecundación artificial


Autor: Dr. Mariano Morelli
El derecho tampoco puede permanecer ajeno al problema de la producción
artificial de seres humanos, a través de la inseminación artificial, la fecundación in
vitro, o la clonación.

El derecho natural exige que todo ser humano sea respetado como un fin en si
mismo, no reducido a un medio, un objeto, o un instrumento en interés ajeno. Y ello
incluso en la procreación. Además de la valoración moral que pueda recibir el fin,
las circunstancias o el modo en que se decide procrear, esta decisión puede encerrar
injusticias si priva a algunas personas de aquello que les corresponde. En concreto,
si ataca su dignidad, expone a graves peligros su vida, su integridad física, su digni-
dad o su pertenencia familiar.
En este contexto, las prácticas que sustituyen el acto de amor de los padres en
la procreación, configuran verdaderas injusticias, vulnerando algunos derechos fun-
damentales.
Sin embargo, pocas legislaciones se han atrevido a asumir posiciones del todo
coherentes con el respeto de la vida concebida, y muchas de ellas hacen concesiones.
En este marco, podemos identificar tres grandes grupos:
a) Legislaciones más protectoras del embrión
En estos casos, como ocurre en Alemania y en Austria, la legislación autoriza la
fecundación artificial intrauterina y extrauterina, pero con algunas limitaciones:
a) restringe la cantidad de óvulos que se pueden fecundar –habitualmente no
más de tres-, y obliga a transferirlos todos al útero materno;
b) no autoriza la crioconservación de embriones;
c) solo permite el acceso a matrimonios, o al menos parejas con varios años de
convivencia;
d) prohíbe, la selección, el descarte de embriones y la experimentación con ellos;
e) prohíbe toda forma de clonación o manipulación genética.
Aunque la imposición de tales límites es digna de encomio, tengamos presente
que no eliminan los riesgos para el embrión que tiene la misma técnica (de los tres
transferidos se espera que varios mueran), ni son capaces de evitar los abusos de los
que pueden ser víctimas los embriones cuando están a merced de las clínicas. No se
diga que también mueren y se enferman embriones en la fecundación natural, pues
en estos casos la muerte es imputable a la naturaleza y no a la técnica implementada
por el ser humano como en la fecundación in vitro.
166 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

b) Legislaciones menos protectoras del embrión


Pueden enrolarse en esta corriente las reglamentaciones de Inglaterra, Estados
Unidos y España. En general, los límites que reconocen no son para proteger al
embrión, sino a los usuarios:
a) permiten fecundar más embriones que los que van a ser transferidos, y
crioconservar los «sobrantes» durante un plazo y luego destruirlos;
b) permiten seleccionar, descartar o experimentar con los embriones hasta un
momento determinado de su desarrollo;
c) autorizan a mujeres solas a fecundarse con semen de donantes anónimos, sin
necesidad de un hombre que asuma los deberes de la paternidad;
d) incluso admiten la clonación de embriones, siempre que los clones sean des-
truidos antes del 14 día de vida (legislación de Inglaterra).
Se advertirá como aquí la situación es todavía más grave que en la legislación
anterior.
Para justificar el recurso a semen de donantes anónimos, y autorizar a mujeres
solas a practicarse fecundación in vitro, se ha argumentado con que en la realidad
existen niños abandonados, y hogares monoparentales. Ello es verdad, pero esa
realidad desgraciada, a veces inevitable, no justifica que se busque premeditada-
mente y se convierta en ley.
c) Países sin legislación específica
En la mayoría de los estados, no existe una legislación específica aplicable a la
práctica. Es reciente, y las leyes no han tomado aún cartas en el asunto.
Consiguientemente, se realiza prácticamente sin límite alguno.
Tal es la situación en nuestro país. Con excepción del decreto 200/97 que prohíbe
«los experimentos de clonación relacionados con seres humanos»19, no
existe regulación alguna. Tampoco tenemos protección penal alguna frente a los
atentados contra el embrión: ninguna conducta realizada contra un embrión in vitro
constituye delito.
Sin embargo, los tribunales deberían extenderles la protección que les brinda a
toda persona, y en particular a los niños, la Constitución, los tratados internaciona-
les y el Código Civil desde la concepción. Ello significa intervenir para proteger
su vida, su salud, su integridad física, su derecho a una familia. Por desgra-
cia, el temor a enfrentarse con los poderosos laboratorios, las clínicas de fecunda-
ción, y los grupos que desconocen la personalidad el embrión, ha incidido para que
sean muy escasos los que asumieran esta tarea20. Miles de embriones humanos se
producen anualmente, son seleccionados, transferidos o descartados, y decenas de
miles están congelados en clínicas, con un destino incierto, el peligro de muerte, y el
riesgo de que se genere un nuevo negocio: el de las adopciones prenatales de tales
embriones por parte de mujeres estériles.

19
La redacción es ambigua, pues habla solo de «experimentos», y dice relacionados con seres
humanos, cuando debió decir «clonación de seres humanos», atento que clonar tejido humano
como la piel no constituye algo ilícito.
20
Cfr. Juzgado de Primera Instancia en lo Civil Nº 56, 28/4/95, R.R.D. s/medidas precautorias,
publicada en El Derechmplar del 13/7/95.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 167

Es necesaria una legislación protectora de los embriones. Han existido diversos


proyectos. Algunos pocos de prohibición total, y varios de regulación de la práctica,
algunos más protectores que otros. Uno de ellos obtuvo media sanción de parte de
la Cámara de Senadores de la Nación (1997), pero no fue tratada por la de Diputa-
dos.

Actividad de Aprendizaje:

En Estados Unidos se presentó un caso muy resonado, Davis, en el que se debatía


el destino que tenía que darse a unos embriones crioconservados que habían so-
brado luego de un tratamiento de fertilización in vitro. Sus padres se habían divor-
ciado, y no estaban de acuerdo. La madre quería transferírselos al útero materno
alegando su derecho como madre. Su padre, en cambio, alegaba que no deseaba
tener nuevos hijos con su ex–esposa. En el caso fue citado como testigo el célebre
genetista francés Jerome Lejeune, para que testifique a favor del embrión. Si bien
un tribunal inferior autorizó la transferencia, el tribunal superior terminó rechazan-
do la pretensión de la madre.
1. ¿Qué debería resolver un juez argentino, a la luz del derecho vigente sobre la
cuestión?
2. ¿Qué podría responderse a la argumentación del padre?
168 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

6.2 Clonación
Autor: Eduardo Paoletti

1. Definición: clonación, (del griego Klon, klónos = brote, ramita), en su


definición más concisa, la reproducción agámica y asexuada. El clonar es hacer
una copia genéticamente idéntica de un ser vivo.

2. Técnica empleada
Es un procedimiento técnico mediante el cual se obtiene un nuevo individuo a
partir de una célula somática (del cuerpo = soma) extraída de otro individuo ya
existente; con lo que ambos tendrán idéntica carga genética.
Consiste en tomar una célula de una persona, extraerle el núcleo, el cual contie-
ne su genoma y después introducirlo en un óvulo de una donante al cual se ha
privado previamente de su núcleo.
Un complejo procedimiento de activación por medio de descargas eléctricas y
muy delicados detalles de pH, temperatura y otros, llevan al óvulo a aceptar el
nuevo núcleo. La célula resultante de la primera etapa de un clon es un cigoto.
Este cigoto luego es ubicado en el útero de una mujer y comienza así un embarazo.
No se contempla que, al fabricarse un ser humano, se le ha hecho perder a este
el derecho a nacer de un acto de amor de sus padres.

¿Qué es «clonación reproductiva»?


La diferencia entre la «clonación reproductiva» y la «clonación terapéuti-
ca» consiste sólo en las consecuencias últimas de su utilización: en la «clonación
reproductiva» se pretende desarrollar un niño implantando el embrión clonado en
un útero.

¿Qué es «clonación terapéutica»?


Con la «clonación terapéutica» se piensa usar el embrión clonado para obte-
ner de él «células madre» o «stem cells». Estas células son las llamadas totipotenciales
o pluripotenciales es decir células que en su desarrollo, pueden generar a todas las
otras células del organismo, e incluso al organismo entero u órganos de repuesto.
Con ellas se podrían curar enfermedades degenerativas, de un modo tal que, al
final, el embrión es destruido. Entre estas enfermedades está el Alzhaimer, la enfer-
medad de Parkinson, infartos de miocardio y otras. Los estudios efectuados sobre
estas posibilidades son altamente frustrantes a pesar de lo cual se insiste en el tema.

3. ¿Por qué éticamente ambos tipos de clonación, son


ilícitas?
Si recordamos que la aparición de la persona, es un el momento de la concep-
ción, es decir la unión del óvulo y el espermatozoide; extrapolando esta situación a
la clonación, la destrucción de un embrión gestado de esta forma, también es des-
trucción, asesinato de una persona.
Nunca se puede permitir la matanza de seres humanos inocentes, aún cuando
fuera para una noble causa, como la de tratar de curar graves enfermedades.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 169

La experimentación con embriones es un claro atentado contra la vida y


dignidad del ser humano.

La Iglesia así defiende al embrión humano que es un individuo, una vida huma-
na, que se desarrolla como organismo autónomo hacia su desarrollo pleno en un
feto humano.
Por consiguiente, experimentar sobre él es un grave desorden moral. Esto ya
se ha visto en fecundación asistida.

4. Consideraciones Éticas
Ante la pregunta ¿quién soy yo? al clónico se le ha quitado la humana
posibilidad de ir descubriendo su propia persona, en el misterio que implica el poseer
una carga genética que nadie conoce, que podemos inferir de nuestros padres aun-
que no los conozcamos, la ausencia del secreto anula la posibilidad de un creci-
miento verdaderamente libre y personal.
El principal problema de esto es lo que se puede inferir luego de Dolly, la idea es
la creación de nuevos individuos completos e idénticos al original. En ganadería esto
puede ser un filón riquísimo y lucrativo, aunque habría que considerar el relativo
éxito de la fecundación asistida en la ganadería donde se requieren vacas jóvenes y
en primera preñez.
Otra consecuencia es la instrumentación radical de la mujer, reducida solo a
las funciones biológicas de dar óvulos y prestar úteros, hasta que se inventen úteros
artificiales, por lo menos.
León Kass (Citado por Hans Jonas en Cuaderno de bioética 1997/1
pag.). 693) ha confeccionado una lista que él llama de lavandería con posibles
aplicaciones de la clonación y que él mismo dice crece día a día.
1) Réplica de individuos de gran genio o gran belleza, para mejorar la especie o
hacer la vida más agradable
2) Réplica de sanos para evitar el riesgo de enfermedades hereditarias contenido
en la lotería de la recombinación sexual.
3) Facilitamiento de grandes series de sujetos de la misma herencia para estu-
dios científicos sobre la importancia relativa de lo innato y el entorno en
diversos aspectos de actividad humana.
4) Proporcionar un hijo a un matrimonio estéril.
5) Proporcionar un hijo a alguien con un genotipo de elección propia: de un
famoso admirado, de un fallecido querido, del cónyuge o de sí mismo.
6) Control sexual de los futuros hijos: el sexo de un clon es el mismo que el de la
persona donante del núcleo.
7) Producción de sujetos idénticos para utilizaciones especiales en la guerra y la
paz (espionaje no excluido).
8) Producción de copias embrionales de cada persona, congelación hasta que
sea necesaria como reserva de órganos para transplante a su gemelo de
idéntica herencia.
170 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

9) Batir a los rusos y a los chinos: no dejar que se produzcan lagunas en las
clonaciones. El autor que las cita agrega: 10) Curiosidad ... vamos a ver que
sale. Y aclara la lista es menos divertida de lo que parece y agrega: Ningún
deseo es tan perverso (autorréplica) o tan cínicamente utilitario (equipos de
trabajo homogéneos) o tan científico - fanático (sujetos de investigación ho-
mogéneos) como para no encontrar entre los hijos de Adán y Eva a nadie
dispuesto a realizarlo».
No sabemos si el proceso sería viable en otras especies, incluida la humana. Ni
que pasará con los fracasos totales o parciales, qué monstruos se podrían crear, no
podemos imaginar los sufrimientos de estos seres fallidos, sin padres, solos sin fami-
lias. Esto no es una fantasía ocurre en las clonaciones de ranas.
¿Por qué no va a ocurrir con clonaciones humanas?
¿Quién se responsabiliza de los desechos humanos producidos por errores del
camino?

5. Clonación y Magisterio Católico


En el documento de la Pontificia Academia para la Vida del año 1994, se dice
que si bien el individuo clonado puede aproximarse mucho al sujeto donante en su
estructura corpórea lo que de por sí es inquietante, sobre todo tratándose de la
especie humana.
Sin embargo de la clonación no se derivaría necesariamente una perfecta iden-
tidad de la persona, entendida en su realidad ontológica y psicológica. El alma
espiritual, que es el constitutivo esencial de todo sujeto perteneciente a la especie
humana, y que es creada directamente por Dios, no puede ser generada por los
padres, ni producida por la fecundación artificial, ni clonada.
La clonación humana forma parte del proyecto del eugenismo y por tanto está ex-
puesta a todas las observaciones éticas y jurídicas que lo han condenado ampliamente.

En el proceso de clonación, se pervierten todas las relaciones fundamen-


tales de la persona humana: la filiación, la consanguinidad, el parentesco, la
paternidad.

Esta concepción selectiva del hombre (...) desarrollará el convencimiento de que


el valor del hombre y la mujer no depende de su identidad personal, sino de aquellas
cualidades biológicas que pueden ser apreciadas y por ello, seleccionadas. (...)El
clon (...) se parece a alguien que «valía la pena» clonar.
La clonación del embrión - feto experimental es inmoral en todos los casos, ya
que supone una reducción arbitraria del cuerpo humano a mero instrumento para la
investigación. El cuerpo humano es un elemento integrante de la dignidad y de la
identidad personal de cada uno.
El proyecto de clonación humana representa la terrible deriva a la que se ve
empujada una ciencia sin valores y es signo del profundo malestar de nuestra civili-
zación, que busca en la ciencia, en la técnica y la calidad de vida los sucedáneos del
sentido de la vida y de la salvación de la existencia. La clonación corre el riesgo de
convertirse en la parodia trágica de la omnipotencia de Dios.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 171

Detener el proyecto de la clonación humana es un compromiso moral que hay


que saber traducir en términos culturales, sociales y legislativos.
En el plano de los derechos del hombre, la eventual clonación humana represen-
taría una violación de los dos principios fundamentales sobre los que se basan todos
los derechos del hombre: el principio de igualdad entre los seres humanos y el prin-
cipio de no discriminación.
El principio de paridad e igualdad entre los seres humanos se ve violado por esta
posible forma de dominación del hombre por el hombre, la discriminación se produ-
ce a través del perfil selectivo - eugenístico incito en la lógica de la clonación. Así lo
declara la resolución del Parlamento Europeo del 12 de marzo de 1997 que expresa
la violación de estos dos principios y hace hincapié sobre la prohibición de la clonación
humana y sobre el valor de la dignidad de la persona humana.
Se debe recordar que el Magisterio de la Iglesia ha condenado en la Instrucción
«Donum vitae»de 1987, la hipótesis de la clonación humana, de la fisión gemelar y
de la partenogénesis».
Es evidente que el avance científico no implica en sí mismo avances morales, la
evolución científica dejada al solo mecanismo de la investigación sin pautas éticas
que la controlen sigue un camino amoral, en el sentido de ciencia sin control y que
lleva a terribles aberraciones.
Ha llegado el momento de plantear si los caminos por los que transita la ciencia
son todos realmente un progreso para una vida mejor o estamos cerca del desastre,
es algo que debemos prever antes de que sea tarde, aunque algunos aún no lo vean
con claridad o suene apocalíptico y recordemos la frase de Chesterton en El candor
del Padre Brown:
«UNA COSA NO SE VE O PORQUE ESTÁ DEMASIADO LEJOS O
PORQUE ESTÁ DEMASIADO CERCA»

6. ¿Qué tipo de investigación respeta a la persona hu-


mana?
Investigación con célular estaminales
Decididamente el avance de las ciencias biológicas humanas demuestra que la
obtención de las células estaminales –también conocidas como células madres,
troncales o germinales-, que son células madres que tienen la capacidad de transfor-
marse en otros tipos de células, incluidas las del cerebro, el corazón, los huesos, los
músculos y la piel, por lo que se las llama pluripotenciales, sería la línea de investi-
gación ética, que respeta a la persona y su dignidad .
Estas células se pueden obtener de los cordones umbilicales, la placenta, la
médula ósea y en los embriones.Y deben emplearse las células estaminales de la
placenta y el cordón umbilical pues así se aprovecha las células que son desechadas
naturalmente por la madre al momento del parto. Así como las células estaminales
adultas obtenidas de la medula ósea por ejemplo.
No así del embrión, puesto que la obtención de las células estaminales significa-
ría la muerte del mismo, cosa que sucede con las células estaminales embrionarias
obtenidas de los embriones que desechan las técnicas de fertilización in Vitro.
172 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El uso científico de las células estaminales sería tratar determinadas enfermeda-


des por ejemplo enfermedad de Parkinson, diabetes, mal de Alzheimer, los acciden-
tes cerebrovasculares, el infarto del miocardio, la esclerosis múltiple, entre otras.

Actividad de Aprendizaje

En la nota de Clarín del Miércoles 4/3/1998, que adjuntamos en el apéndice


de «Textos Complementarios», pág. 231, se exponen las razones por las cua-
les, la clonación es ilícita. A la luz de los principios magisteriales estudiados,
identifiquelas y caracterícelas brevemente.
UNIDAD 7

BIOÉTICA
Y EL FINAL
DE LA VIDA
174 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 175

E
n el otro extremo de la existencia, el hombre se encuentra ante el
misterio de la muerte. Hoy, debido a los progresos de la medicina y
en un contexto cultural cerrado a la trascendencia, la experiencia de
la muerte se presenta con algunas características nuevas. en efecto, cuando
prevalece la tendencia a apreciar la vida sólo en la medida en que da placer
y bienestar, el sufrimiento aparece como una amenaza insoportable, de la
que es preciso librarse a toda costa. La muerte, considerada «absurda» cuan-
do interrumpe por sorpresa una vida todavía abierta a un futuro rico de
posibles experiencias interesantes, se convierte, por el contrario, en una «libe-
ración reivindicada» cuando se considera que la existencia carece ya de sen-
tido por estar sumergida en el dolor e inexorablemente condenada a un sufri-
miento posterior más agudo.
Mediante sistemas y aparatos extremadamente sofisticados, la ciencia y
la práctica médica son hoy capaces no sólo de resolver casos antes sin solu-
ción y de mitigar o eliminar el dolor, sino también de sostener y prolongar la
vida incluso en situaciones de extrema debilidad, de reanimar artificialmente
a personas que perdieron de modo repentino sus funciones biológicas ele-
mentales, de intervenir con objeto de disponer, en cualquier momento, de
órganos para ser transplantados.
En semejante contexto, es cada vez más fuerte la tentación de la eutana-
sia, esto es, de dominar la muerte, procurándola de modo anticipado y po-
niendo así fin «dulcemente» a la propia vida o a la de otros.I
Con este cita del Santo Padre, queremos reflejar la dramática realidad
con la cual la cultura de la muerte amenaza el final de la vida humana,
despreciándola, instrumentándola o matándola cuando ella es carente de
«calidad» y «vitalidad».
En la presente unidad, estudiaremos el tema de la eutanasia, su defini-
ción a la luz de la Evangelium Vitae, su inmoralidad y su clasificación.
Abordaremos luego las clasificaciones de los medios terapéuticos, relacio-
nándolo con el Magisterio de la Iglesia.
Luego, analizaremos los conceptos de ensañamiento terapéutico y suici-
dio asistido. Profundizaremos un modo ético de acercarse al final de la vida:
cuidados paliativos.
Por último, estudiaremos los aspectos jurídicos relacionados al final de la
vida humana.

I
Evangelium Vitae N° 64.
176 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1) Analizar el concepto de eutanasia y su maldad intrínseca.
2) Identificar y clasificar los métodos terapéuticos a fin de valorar su
aplicación correcta.
3) Conocer las definiciones de ensañamiento terapéutico, suicidio asistido
y cuidados paliativos, a la luz el Magisterio de la Iglesia.
4) Reconocer la ilicitud de la eutanasia, fundamentado desde los principios
de la Bioética personalista.
5) Estudiar los aspectos jurídicos relativos al final de la vida humana.

Temario:
‰ El final de la vida humana: eutanasia
• Definición
• Clasificación
• Medios terapéuticos
‰ Ensañamiento terapéutico
‰ Suicidio asistido
‰ Cuidados paliativos
‰ Aspectos jurídicos
• El derecho internacional frente a la eutanasia y el suicidio asistido
• El derecho argentino y el final de la vida.

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 177

7.1 Eutanasia
Autor Dr. Eduardo Paoletti

Introducción
La muerte de algún ser querido, es algo que nos enfrenta con la realidad de la
finitud de la persona y principalmente con nuestra propia finitud. Esto es difícilmen-
te soportable, sobre todo el primer «encuentro» con esa idea. Luego aparecen
mecanismos de corrección y sobre todo la concientización de la posibilidad de
trascendencia y de otra vida futura al lado de Dios. La idea de una vida después de
nuestra muerte y de la existencia del Cielo nos lleva al consuelo y a darle sentido a
la vida en este mundo.
El miedo a la muerte es universal y todos los filósofos han intentado explicarlo,
explicar la finalidad de la vida, el sentido de la vida, han pensado o intentado
pensar sobre que nos depara la muerte, pero nadie, si no es por la Fe, puede hallar
una respuesta. Como decía Montaigne: «más que la muerte me aterra el morir»
La Iglesia nos enseña que la vida del hombre es un don de Dios del que él, es
simple depositario y no propietario. Por lo tanto el hombre no tiene derecho ni a
matar ni a matarse, ya que siempre se atenta contra los derechos soberanos de
Dios. Por su parte, el suicida priva a la sociedad de uno de sus miembros, matando
o matándose.
La Iglesia sigue a Santo Tomás que nos dice: «...el que alguien se dé muerte es
contrario a la inclinación natural y a la caridad por la que uno debe amarse a sí
mismo; de ahí que el suicidarse sea siempre pecado mortal, por ir contra la ley
natural y contra la caridad» y «porque cada parte, en cuanto tal, es algo del todo;
y un hombre cualquiera es parte de la comunidad y, por lo tanto, todo lo que él es
pertenece a la sociedad; luego el que se suicida hace injuria a la comunidad.»1

Definición
San Agustín escribe con sorprendente actualidad:
«No es lícito matar a otro, aunque este se lo pida y lo quiera y no pueda
ya vivir... para librar con un golpe, el alma de aquellos dolores, que lucha-
ba con las ligaduras del cuerpo y quería desasirse»(Epístola 204,5).
El doctor Francis Bacon (1561-1626) había creado el término Eutanasia, to-
mando del griego el prefijo «eu» (bueno, fácil, correcto) y el sufijo «thanatos»
(muerte, deceso) para significar la buena muerte provocada por misericordia o pie-
dad, una buena muerte sin dolores ni sufrimientos. Esta contraponía a la mala
muerte o cacotanasia (caco significa malo). La llegada del cristianismo cambió las
costumbres, en el judaísmo también se respetaba la vida y no se permitía el suicidio
ni el asesinato.
Las influencias racionalistas y materialistas de Hegel, Engels, Marx, Nietzsche,
Garófalo y otros, han influido en la medicina, la filosofía, la ética médica y llevado

1
Basso, D. Nacer y Morir con dignidad.Bioética.3ª. edición ampliada. Edit. Depalma.Bs. As. 1993.
178 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

a muchos a pensar que «hay vidas sin valor o que no merecen ser vividas.» Se
considera que la sociedad no quiere soportar cargas inútiles, entonces el que moles-
ta o no produce debe desaparecer, ¿qué mejor solución que la eutanasia?
Estamos hablando de eutanasia, pero aún no la hemos definido. ¡Que
mejor que la definición del párrafo 65 de Evangelium Vitae? Allí leemos:
«Para un correcto juicio moral sobre la eutanasia, es necesario ante
todo definirla con claridad».
Por eutanasia en sentido verdadero y propio se debe entender una acción u
omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con el
fin de eliminar cualquier dolor, «La eutanasia se sitúa, pues, en el nivel de
las intenciones o de los métodos usados.» De ella debe distinguirse la decisión de
renunciar al llamado «ensañamiento terapéutico», o sea, ciertas intervenciones
médicas ya no adecuadas a la situación real del enfermo, por ser desproporcionadas
a los resultados que se podrían esperar o, bien, por ser demasiado gravosas para
él o su familia......la renuncia a medios extraordinarios o desproporcionados no
equivale al suicidio o a la eutanasia; expresa mas bien la aceptación de la
condición humana ante la muerte2.

Clasificación de la Eutanasia 3

1. FINALIDAD: según el fin que se proponga el ejecutor o el legislador.

1.1. Eutanasia eugénica por razones de «higiene racial», elimina inválidos,


minusválidos, enfermos crónicos, discapacitados.
1.2. Eutanasia piadosa: es la que pretende aliviar los dolores de los pacientes.
Motivada en el hedonismo, trata de evitar todo lo que pueda ser dolor, sin
tener en cuenta la vida o su trascendencia y fruto de una cosmovisión mate-
rialista y utilitaria. El promotor de la eutanasia no concibe mejorar o utilizar
todos los medios al alcance de la medicina, sino que, como solución propo-
ne la muerte del paciente.

2
Juan Pablo II. Evangelium Vitae N° 65.
3
Extraído de «Valoración ética de la eutanasia» de Luis Aldo Ravaioli. Editorial SERVIAM 1993 pág. 49
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 179

2. MEDIOS:

2.1. Eutanasia positiva: es el homicidio, cometido por fines eugenésicos o pia-


dosos, en el que el agente de manera directa o positiva, actúa sobre el enfer-
mo provocándole la muerte por comisión o acción.
Los medios son muy abundantes: con un disparo, con un arma blanca,
puñal o espada, gas venenoso (Auschwitz, Treblinka, Dachau, etc.)
El suicidio y el suicidio asistido, según sean sus fines, son modalidades de
eutanasia igual que el aborto eugenésico.

2.2. Eutanasia negativa: se produce la muerte por medios pasivos o negativos.


Se deja de hacer lo que requiere el paciente para continuar con vida, por lo
tanto se logra la muerte por omisión.
Si se suspende un tratamiento proporcionado, correcto, ordinario y normal,
para la gravedad y estado del paciente, se habla de ortotanasia. Esto es un
acto inmoral y negativo, ilícito
Si lo que se interrumpe es un tratamiento desproporcionado, extraordinario
y fuera de lo normal, para la patología y gravedad del paciente, hablamos
de distanasia.
La valoración ética de ambas, es distinta. La ortotanasia es una forma de
eutanasia por omisión y la distanasia. NO ES EUTANASIA PROPIAMENTE
DICHA Y SU JUICIO MORAL ES ACEPTABLE Y POSITIVO.

3. INTENCIÓN:

3.1. Eutanasia directa: cuando el agente actuante tiene la intención de provo-


car la muerte por el medio elegido. Puede ser hacia otra persona, homicidio,
o hacia sí mismo, suicidio. Pero siempre debe estar la intención de provocar
la muerte. El juicio moral es, que es inaceptable y negativo. Es mas en
Evangelium Vitae el Santo Padre confirma que la eutanasia es una grave
violación a la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente
inaceptable de una persona humana4. Esta es una novedad que aporta la
Evangelium Vitae , a los católicos esta afirmación nos interpela su acepta-
ción de modo dogmático.
3.2. Eutanasia indirecta: o la mal llamada lenitiva. La muerte en este caso
viene por los efectos secundarios de los analgésicos o el tratamiento pero no
es querida ni deseada y por lo tanto no hay intención de producirla.

4. VOLUNTARIEDAD:

4.1. Eutanasia voluntaria: es la que solicita el paciente, por medio de un testa-


mento de vida o living will, este puede pedir medios positivos o negativos en
su ejecución. Los padres pueden pedir la eutanasia de sus hijos menores.

4
Evangelium Vitae N°65.
180 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En 1989 la Conferencia Episcopal Española presentó un modelo confesional


de testamento biológico, que propone desdramatizar la muerte, ayudar a los
moribundos y sus familias, se opone a la eutanasia activa directa, propone
alternativas como la medicina de cuidados paliativos y la asistencia pasto-
ral, como se ve, es una cosa distinta.
4.2. Eutanasia involuntaria: se aplica sin consentimiento por parte del paciente
o con información imprecisa, fue usada por la Alemania nazi. También fue
propuesta por las Euthanasia Eduactional Fund y la Euthanasia Society of
America en 1958 introduciendo el concepto de «hopelessly defective infants»
para eliminar niños retrasados y poder «ahorrar» en instituciones sobrecargadas.

Medios Terapéuticos
La medicina en su crecimiento científico ha creado métodos, equipos, ha au-
mentado los conocimientos y las posibilidades terapéuticas, a extremos difícilmente
imaginables hace 50 años. Sin embargo la ciencia aún permanece perpleja ante el
misterio del sufrimiento y la muerte. El sufrimiento constituye una experiencia vital
que compromete todo el ser del hombre y es connatural a él y permanece como un
misterio intangible5.El sufrimiento interpela a los agentes sanitarios a dar una res-
puesta compasiva y comprensiva al mismo.
Vale la pena recordar las palabras del Prof. John Wilke de la Universidad de
Cincinatti: «Si no le pueden aliviar el dolor, no pida usted la eutanasia,
cambie de médico, porque el suyo es incompetente.»
Pero cuando se llega al límite de la vida, cuando queda muy poco por hacer y
sabemos del inevitable final, se plantean al médico una serie muy grande de proble-
mas, algunos de difícil solución.
¿Por otra parte no tenemos todos, el derecho de pedir morir con dignidad? ¿O
tener una muerte humana? El problema tiene planteos semánticos, etimológicos y
terminológicos. En la práctica médica, los médicos recibimos a diario pedidos de
familiares para que su pariente no sufra, muera bien y otros similares.
Cuando contamos con el especialista en dolor la tarea es simple, pero si no, el
problema se agudiza. Conviene recordar las recomendaciones de la Carta a los
agentes sanitarios.
«La prudencia humana y cristiana sugiere para la mayoría de los
enfermos el uso de medicamentos apropiados para aliviar o suprimir
el dolor, aunque de éstos puedan derivarse entorpecimiento o me-
nor lucidez mental. Respecto a aquellos que no están en capacidad
de expresarse se podrá presumir razonablemente que desearían to-
mar tales calmantes y, por consiguiente, suministrárselos siguiendo
las indicaciones del médico».
«Está permitido utilizar con moderación narcóticos que calma-
rían el dolor, pero también conducirían a una muerte más rápida».6

5
Juan Pablo II Carta Apostólica Salvifici Doloris, sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano.
(11/2/1984. N°4)
6
Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes de la salud. Carta a los agentes de la salud. 1995. N°122.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 181

S.S. Pío XII7, prioriza la posibilidad que debe tener el enfermo terminal de orde-
nar su situación espiritual y la reconciliación con el Señor. Había clasificado los
Medios terapéuticos en ordinarios y extraordinarios, manifestando la ilícitud de sus-
pender los ordinarios, mientras que es lícito suspender los extraordinarios, los avan-
ces de la medicina hicierón que esta clasificación perdiera vigencia y se reemplazara
por la de medios proporciondos y desproporcionados.
Aquí debemos considerar el tratamiento del paciente por medios proporciona-
dos o desproporcionados. Se debe valorar el tipo de terapia, el grado de dificultad y
riesgo que comporta, los gastos necesarios y las posibilidades de aplicación con el
resultado que se puede esperar de ello, teniendo en cuenta las condiciones del enfer-
mo y su familia8.

a) Medios Proporcionados:
Los medios proporcionados, ordinarios o normales, son los que en cualquier
momento, cualquier situación de gravedad, pronóstico o situación biológica, no se
pueden suspender dado que su ausencia llevaría irremediablemente a la muerte o al
sufrimiento. Estos son prevenir y cuidar escaras, calmar dolores, hidratar al enfer-
mo, sedar al paciente y prevenir su depresión, entre otros tantos. La atención y
contención familiar también forma parte de este tratamiento. En conjunto es lo que
se llama hoy cuidados paliativos.
El abandono de esta actitud terapéutica, es una actitud desaprensiva, facilista y
lleva al concepto de ortotanasia.

b) Medios Desproporcionados:
Estos medios son más difíciles de definir, ya que métodos normales en otro
entorno, pueden, en ciertas situaciones ser considerados métodos desproporcionados.
Pero esto está definido por el estado clínico y de gravedad del paciente, el costo del
tratamiento y hasta las posibilidades económicas de la familia, en los que esos
tratamientos pueden ser demasiado onerosos e imposibles de administrar.
Hoy en día entre nosotros, a raíz de la crisis económica se ve frecuentemente
esta situación sobre todo por la imposibilidad de las obras sociales de aportar medi-
camentos e implementos solicitados.
Recordemos palabras de Pío XII, sobre que: «el cristiano no está obligado a
someterse a tratamientos extraordinarios para retrasar el desenlace fatal
de una enfermedad» el Papa aquí definía los límites de la interpretación absolutis-
ta del carácter sagrado de la vida. Para preservar la dignidad humana es necesario
reconocer que el hombre es mortal a pesar de la tecnociencia9.
Estos medios por lo tanto pueden ser empleados sobre todo cuando las condi-
ciones del paciente son alentadoras de una recuperación. Desde ya estos métodos
dejan así de ser desproporcionados, para ser proporcionados. Debe considerarse
entonces, las condiciones clínicas del paciente, sus posibilidades de recuperación,

7
Obiglio,H. ; López Medrano, C.; Pierin, L. Ray, C. Pío XII y las ciencias médicas. Editorial Guadalupe.
Bs. As. 1961.
8
Sagrada Congregación para la doctrina de la fe. Declaración Iura et bona sobre la eutanasia.5/5/
1980. N°27
9
Baudouin, J.; Blondeau, D. La ética ante la muerte y el derecho a morir. Edit. Herder. Barcelona. 1995.
182 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

luego veríamos la respuesta al tratamiento y las condiciones del paciente con las
salvedades que se especifican a continuación:
Es también lícito interrumpir la aplicación de tales medios,
cuando los resultados defrauden las esperanzas puestas en
ellos. Es siempre lícito contentarse con los medios normales
que la medicina puede ofrecer. Ante la inminencia de una
muerte inevitable, es lícito en conciencia tomar la decisión de
renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una
prolongación precaria y penosa de la existencia.10

10
Declaración Iura et bona. N° 28.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 183

7.2 Ensañamiento Terapéutico


Autor Dr. Eduardo Paoletti

Se definen como ciertas intervenciones médicas, ya no adecuadas a la


situación real del enfermo o, por ser desproporcionadas a los resultados que
se podrían esperar o bien por ser demasiados gravosas para él o para su
familia.

En el momento de la muerte, se presentan otras circunstancias dramáticas, esta


vez por la actitud de negación frente a la muerte de parte del médico o su entorno.
A veces el problema se plantea por pedidos de la familia o por obcecación o
interés del médico o de la institución tratante. Un paciente terminal puede quedar días
mantenido en «vida» con respiradores, marcapasos y otros medios que mantienen un
simulacro de vida, aún cuando puede ser dado por muerto legalmente o prolongar el
momento de la muerte, de una vida sin posibilidad alguna de recuperación.
En algunos casos solo el terror a la muerte, puede hacer luchar en vano por algo
que ya está perdido.
No continuar con medidas que prolonguen el proceso de muerte, es decir, no
permitir continuar terapias inútiles en el paciente grave, de esto se trata el rechazo al
ensañamiento terapéutico.
En definitiva el Ensañamiento terapéutico, es prolongar la agonía, dando al
paciente solo más sufrimiento. A veces se se esgrimieron cuestiones políticas para
mantener al paciente en esta situación, el ejemplo más conocido es el de Francisco
Franco en 1976.
184 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

7.3 Suicidio Asistido


Autor: Dr. Eduardo Paoletti

En términos generales suicidio asistido, fue hasta no hace demasiado tiempo,


la situación de una persona, que en su dolor o desesperación llegaba a pedir a
alguno de su entorno ayuda para suicidarse.

Suicidio asistido significa hacerse colaborador, y en ocasiones autor de


una injusticia que nunca tiene justificación11, es compartir la intención suicida
de otro y ayudarle a realizarla.

El temor, o no soportar al dolor lleva a muchos a la idea de suicidio. No todos


sin embargo tienen el coraje de hacerlo por propia mano.
Pero ya dijimos antes que el hombre en su afán de superación, hasta en el
pecado, ha inventado máquinas para suicidarse. Un ¿médico? americano, creó un
mecanismo que permite a la persona inyectarse, a sí misma dosis de veneno, reci-
biendo primero una cantidad de sedante, que le permite una muerte indolora y en
estado de inconsciencia.
El suicidio en sí, está considerado un ataque contra la humanidad ya que es la
supresión de uno de sus miembros. En Evangelium Vitae, el Papa enseña que el
suicidio es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del
amor a si mismo, y la renuncia a los deberes de caridad y justicia para con
el prójimo y para con la sociedad en general12.
En este sentido se ve agravado, ya que solo Dios es el dueño de la vida, la Iglesia
en la antigüedad, hasta negaba el entierro en tierra consagrada, al suicida. Sin
embargo el conocimiento psiquiátrico y psicológico del suicida ha llevado a una
mayor tolerancia por considerar que el suicida no está totalmente en sus posibilida-
des psíquicas y solo es llevado a ese extremo por desesperación y depresión.

11
E.V. N° 66.
12
E.V. N° 66.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 185

7.4 Cuidados Paliativos


Autor: Dr. Eduardo Poletti

El modo lícito de acercarse al misterio del final de la vida lo constituyen los


cuidados paliativos.

Se definen como cuidados destinados a hacer mas soportable el sufri-


miento en la fase final de la enfermedad y al mismo tiempo , asegurar al
paciente un acompañamiento humano adecuado.

Si bien no curan, mejoran la calidad de vida del paciente terminal y este


debe ser el objetivo terapéutico de su aplicación. Se trata de un equipo
interdisciplinario, compuesto por enfermeras, médicos , especialistas en dolor, psicó-
logos, asesor espiritual que tiene como fin acompañar al paciente, con compasión y
amor, infundiendole confianza y preparándolo para recibir dignamente la muerte.
Nacieron en Inglaterra, en 1967 con los llamados hospicios, el «Hospice
St.Christopher» fundado por Mrs. Cecil Sauders, donde se tratan moribundos e
incurables, pues la vida en cualquier situación tiene sentido. En ellos se ora todos los
días, el ambiente es muy agradable y luminoso. Semejante a este se encuentran el
«Royal Victory Hospital» de Montreal y la «National Hospice Organization» en EUA
con más de 2000 comunidades en todo el país. Otras sociedades civiles en Inglate-
rra y la Asociación VIDAS en Italia, ofrecen ayuda domiciliaria a pacientes termina-
les, llevandoles al propio lugar los cuidados paliativos.

Conclusiones:
Es probable, que algunas muertes sean de personas que ya han llegado a su final
y en medio de grandes dolores y sufrimientos. Pero, siempre el hombre termina
errando y entonces,
¿Quién repara el daño irreversible de una muerte prematura e injusta?
¿Quién devuelve a la vida a una persona que podría haberse recuperado?
No pasa solo por el hecho de que el hombre no puede disponer de la vida de
nadie, ni de sí mismo, sino que dejamos una puerta abierta a delitos contra la vida
que pueden tener origen en cuestiones raciales, sociales, políticas y quién sabe cuán-
tas más.
Desde la bioética personalista el final de la vida es visto como un modo
privilegiado de servir al hombre , procurando su bien integral, no buscando su muer-
te sino que viva. Por el principio de defensa de la vida física de todo individuo,
la eutanasia, el encarnizamiento terapéutico y el suicidio asistido , son siem-
pre y bajo toda circunstancia ilícitos.
Así mismo por el principio terapéutico los medios desproporcionados y
el encarnizamiento terapéutico se constituyen en ilícitos, pues no curan nada solo
prolongan la agonía del paciente.
186 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

El final de la vida, merece nuestro más absoluto respeto, por aquel hombre o
mujer, niña o niño, que vemos llegar a su fin. No somos dueños de imponerle que
sufran, pero si así lo desearan por querer compartir con Cristo sus dolores salvíficos,
pudiese permitírsenos escatimar los calmantes.
Del mismo modo es obligatorio para el médico preguntar o hacer preguntar al
paciente si ha cumplido con sus deberes religiosos o familiares, si se ha reconciliado
con Dios o hecho testamento.
Si el analgésico necesario hace perder la conciencia y no puede ser reemplazado
por otro tan efectivo pero sin pérdida de la conciencia y se han tomado las precau-
ciones anteriormente consideradas, es lícito su uso.
Pero hoy es difícil no encontrar sustitutos que no hagan perder la conciencia, es
deber del médico llamar a quien esté capacitado para la analgesia.
Pero el profesional de salud no debe olvidar nunca el axioma de la
medicina que dice «curar si es posible, pero prestar asistencia siempre».13

Actividad de Aprendizaje

Lea atentamente la nota publicada en Clarín del día domingo 30/5/1999,


«La filosofía del buen morir», donde Peter Singer, expone sus ideas sobre la
muerte. Este texto puede encontrarlo en el ápendice de «Textos complemen-
tarios» pag. 232.
1. ¿Cómo puede contrastarlos con las definiciones dadas en el presente capí-
tulo?
2.¿Qué valor tiene la vida humana para él?
3. ¿Porqué hablar de «calidad de vida», en lugar de «sacralida de la vida», es
ilícito?.

Juan Pablo II . Discurso al Congreso sobre «Tratamientos de mantenimiento vital y estado vegetativo»,
13

Roma ( 20 de marzo de 2004),


Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 187

7.5 Eutanasia y Suicidio Asistido - Aspectos Jurídicos


Autor: Mariano G. Morelli

Introducción
Es importante tener presente la cuestión acerca de la relación existente entre el
individuo y la comunidad, porque no es indiferente para nuestra temática. Existen
tres concepciones fundamentales sobre el orden social, el colectivismo, el
individualismo, y el personalismo solidarista, y cada una de ellas tiene su
perspectiva sobre el problema.
¿Es el individuo humano nada más que parte de un todo social que puede
disponer de él a discreción?
¿Es, por el contrario, el individuo y su libertad un absoluto al cual debe
subordinarse cualquier interés social?
¿Puede haber comportamientos injustos a aunque se cuente con el consenti-
miento del interesado?
¿Hasta dónde puede la autoridad pública imponer exigencias a sus miem-
bros?
¿Hay obligación de cuidar la propia vida y salud?
¿Es esa obligación coercible?
En este punto la doctrina tradicional, heredera del derecho natural, es
clara: la voluntad de la persona de querer morir, o el hecho de que sufra graves
patologías o se encuentre en una etapa terminal, no constituye justificante del delito
de homicidio.
Privar a una persona de su vida constituye una injusticia porque la persona
humana está dotada de una dignidad, un valor, que exige respeto incondicional, y
dañarla intencionalmente implica atacar directamente uno de los bienes humanos
fundamentales. No es su estado de salud, la cantidad de tiempo que le queda de
vida, ni su voluntad de vivir, lo que torna injusto el privarla de la vida.
Por eso el deber de respetarla subsiste aunque solicite voluntariamente que se
termine con ella, aunque se encuentre enferma, o con escasas expectativas.
Al mismo tiempo, la doctrina tradicional reconoce que la libertad de decisión de
la persona tiene límites, dado que hay bienes de los que no puede disponer libre-
mente, como la vida humana.
Desde hace unos años, sin embargo, crecen ideas que atacan directamente
esta cosmovisión, y que se estructuran sobre los siguientes presupuestos:
a) Cada persona es «autónoma», es decir, constituye su propia regla moral,
incluso sobre la vida humana. Las decisiones de la persona, en la medida en
que no afecten de un modo directo o grave derechos de los demás, deben ser
respetadas, apoyadas y sostenidas, incluso cuando significan la muerte.
b) La vida de la persona no posee un valor en sí mismo inviolable, sino
que depende de sus condiciones y circunstancias.
188 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Por un lado, de circunstancias individuales, dado que puede ocurrir que una
vida humana no posea la «calidad» suficiente como para merecer su incondicional
respeto.
Por otro lado, puede ocurrir que razones de utilidad o de interés social (como la
necesidad de disponer de los recursos de salud que hoy se destinan a un enfermo)
hagan razonable adelantar una muerte que se ve como inminente.
Estas ideas han llevado a la despenalización de la eutanasia o la ayuda al
suicidio en determinadas condiciones, y al respeto incondicional a las decisiones del
paciente en relación con los tratamientos médicos.
Tales reformas no resultan extrañas si tenemos en cuenta el contexto
cultural en que se debate el mundo contemporáneo:

1. Frente a la crisis de los sistemas de salud y de seguridad social, la


eutanasia se plantea como una solución a este desequilibrio financiero.

2. El secularismo -olvido de las cosas de Dios- y el consumismo materialis-


ta restan todo valor a la vida cuando está acompañada de dolor o sacrificios.

3. El liberalismo individualista tiende a acentuar la facultad de decisión de la


persona sin límites axiológicos y sin tomar en cuenta las repercusiones sociales
de sus decisiones.

Además, suele desvalorizar la vida cuando defectos orgánicos le suponen limi-


taciones importantes a su capacidad de gozar y desplegarse con autonomía. Sería
la libertad y su posible maximización y ejercicio lo que fundamenta la inviolabilidad
de la vida humana, y subsiste mientras exista esa voluntad en el paciente.

Eutanasia, Suicidio Asistido y Derecho Positivo


La forma de llamar y clasificar la eutanasia no es uniforme en la doctrina jurídi-
ca. Nosotros creemos que lo más claro es reservar la palabra eutanasia para los
supuestos en los que ilegítimamente se causa, por acción u omisión, la muerte del
paciente.
Así las cosas, constatamos que la legislación mayoritaria de los países
occidentales recoge actualmente los siguientes principios:
Constituye delito la eutanasia activa. Configura delito de homicidio, aun-
que algunas legislaciones lo atenúan.
Constituye delito la eutanasia pasiva. Configura delito de homicidio, de
abandono de personas, o de omisión de auxilio, según los casos.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 189

Constituye delito la instigación o ayuda al suicidio. La pena suele ser


menor a la de los casos anteriores.
No constituye delito el interrumpir o dejar de prestar un tratamiento
médico, por más que el paciente muera, cuando: a) el paciente, voluntaria
y razonablemente, se niega a recibir tratamiento (negativa razonable a un
tratamiento); o b) el tratamiento médico es irrazonable en razón de las
escasas perspectivas de éxito y sus riesgos, en comparación con su costo en
términos de deterioro de la «calidad» de vida y de recursos de salud que exige
(omisión de tratamientos desproporcionados).
No constituye delito el realizar un tratamiento médico orientado a controlar
el dolor del paciente, aunque indirectamente se sabe -aunque no se busca-
que ello puede adelantar su muerte (eutanasia indirecta).
Sin embargo, algunos estados se apartan de estos principios adoptando la
despenalización de la eutanasia activa o pasiva, con consentimiento del paciente, la
despenalización de la ayuda al suicidio, la exclusión de prácticas de salud de ancia-
nos o personas con graves discapacidades, cuyas vidas no se consideran de suficien-
te «calidad» como para invertir en ellas los recursos de salud, o el reconocimiento de
un derecho absoluto e ilimitado a rechazar tratamientos médicos, por más que no
sean irrazonables y resulten necesarios para conservar la vida.
Ello nos permite describir la situación internacional del siguiente modo:
Respecto a la eutanasia directa, encontramos:
1) Sistemas que no contienen ninguna disposición legal expresa sobre el tema,
con lo que la eutanasia directa se asimila a un homicidio sin atenuantes (ej.
Argentina);
2) Sistemas que prevén legalmente atenuantes para el homicidio, con pena
reducida, cuando existe petición del afectado (Italia, Alemania, Suiza, Aus-
tria), móvil humanitario (Colombia, Brasil, Grecia), o ambos factores (Portu-
gal, Noruega, Dinamarca, Perú, Bolivia);
3) Sistemas que legalmente han penalizado la eutanasia, pero que en la prácti-
ca es tolerada por el sistema judicial, en determinados casos y dados deter-
minados requisitos (ej. Holanda, antes de la sanción de la última legislación;
Colombia –sentencia del Tribunal Constitucional-).
4) Sistemas que legalmente han despenalizado la eutanasia, cumplidos ciertos
requisitos (ej. Uruguay, Estado de Oregon; reciente legislación de Holanda y
de Bélgica; legislación del Territorio del Norte de Australia).
En relación con el suicidio asistido, podemos encontrar:
a) Países que incriminan penalmente la ayuda al suicidio (ej. Argentina).
b) Países que no tienen previsto el castigo penal para la ayuda al suicidio, aun-
que implícitamente aparece como algo prohibido.
c) Países que contienen una regulación permisiva de la ayuda al suicidio (ej.
Estado de Oregon; Ley del Territorio del Norte de Australia).
190 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

En el Estado de Oregon (EE.UU.), el 8 de noviembre de 1994 se aprobó por


referendum popular una «Ley para una Muerte Digna» que admite la eutanasia
activa o voluntaria con menos de 6 meses de vida; pero fue declarada inconstitucio-
nal por un juez, sentencia que está apelada, cosa que no ha impedido que en
algunos casos haya ya sido llevada a la práctica. La legislación federal prohíbe esta
práctica y por ello Oregon no puede utilizar fondos federales para la asistencia al
suicidio.
El Código Penal Holandés castigaba la eutanasia y la ayuda al suicidio (arts.
293 y 294), pero eximía de sanciones al médico que practica la eutanasia para
aliviar el dolor del paciente, previa consulta con otros facultativos, con lo que de
hecho legalizaron la eutanasia. Pero en la práctica se aplicó incluso a personas sin
estado de conciencia; e incluso en algunos casos sin su consentimiento (ASD Pren-
sa, Año XI, ed. 391, febrero 1995). El martes 28 de noviembre del 2000 la Cámara
de Diputados de Holanda sancionó una ley que da legitimación legal a esta práctica
que ya se realizaba al margen de la disposición penal prohibitiva. Según el texto de
ley, incluso los menores pueden optar por la eutanasia a partir de los 16 años sin
acuerdo de sus padres. En el caso de los niños de 12 a 16 años, se necesita el
acuerdo del menor y de uno de sus padres (Agencia de noticias Zenit, 28/11/00).
En Holanda, la eutanasia era desde hacía varios años una práctica ilegal pero
«tolerada». El camino seguido por este país ha sido sintetizado así por el Médico
holandés Karel Gunning, Presidente de la Asociación Mundial de Médicos.
«Al principio hacía falta la explícita petición del paciente, ahora se
puede suprimir a los comatosos y a los niños con graves malformaciones.
Antes, la eutanasia se admitía sólo en pacientes terminales, pero después
se amplió a las personas con depresión psíquica».
El profesor Gunning cita también casos documentados: «Conozco a un
oncólogo que trataba a una paciente con cáncer en el pulmón. Sufrió una crisis
respiratoria que hizo necesaria la hospitalización. La paciente se rebela: «no quiero
la eutanasia», imploraba. El médico le aseguró que no se le aplicaría; la acompañó
él mismo a la clínica; la vigiló. Tras 36 horas, la paciente respira normalmente, las
condiciones generales mejoraron. El médico se fue a dormir. A la mañana siguiente,
no encontró a la enferma en su cama: un colega había «acabado» con ella porque
faltaban camas libres». «La gente tiene miedo», denuncia14.
En el Territorio del Norte Australiano, el Acta relativa a los Derechos de los
Enfermos Terminales de junio de 1995 admitió la eutanasia activa y voluntaria o la
ayuda al suicidio de adultos que sufran una enfermedad terminal altamente doloro-
sa. Aclara que el término «asistencia», incluye la prescripción, preparación o sumi-
nistro de sustancias que el paciente debe administrarse a si mismo o que serán
administradas por el médico (vemos así que despenaliza tanto la ayuda al suicidio
como la eutanasia). Pero el Parlamento Australiano, por ley 17 de 1997, dejó sin
efecto la norma declarando que el poder otorgado a la Asamblea Legislativa para
hacer leyes no se extiende a normas que permitan la eliminación intencional de otra
persona, denominada eutanasia o asistir a que la persona termine con su vida.

14
Estas informaciones han sido transcriptas del cable de la agencia Zenit, del 5 de diciembre del
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 191

En Colombia el Código Penal prevé una pena reducida, de 6 meses a 3 años


para el homicidio por piedad (art. 326). Sin embargo la Corte Constitucional de
Colombia resolvió que el reconocimiento, en la Constitución colombiana, del respe-
to a la dignidad humana y la autonomía obliga a interpretar que el Código Penal no
castiga la eutanasia realizada con consentimiento del paciente, sino únicamente los
casos donde no existe voluntad de la víctima (Parra Parra, José E. s/
inconstitucionalidad, 20/5/97). El fallo judicial ha sido tan cuestionado que práctica-
mente no se ha llevado a la práctica.
Uruguay es el único país latinoamericano que recogiendo las tesis del jurista
Luis Jimenez de Asúa establece que «los jueces tienen la facultad de exonerar de castigo
al sujeto de antecedentes honorables, autor de un homicidio efectuado por móviles de
piedad, mediante súplicas reiteradas de la víctima» (art. 37 del Código Penal).
Más limitada es la exoneración del Código Penal Boliviano, pues si bien
impone pena de reclusión de uno a tres años si para el homicidio fueron determi-
nantes «los móviles piadosos», y apremiantes «las instancias del interesado con el fin
de acelerar una muerte inminente o de poner fin a graves padecimientos probable-
mente incurables», admite expresamente que se reemplace la prisión por el trabajo
personal, y aún la concesión del «perdón judicial» (art. 257).

Eutanasia, Suicidio, Rechazo de Tratamientos y Dere-


cho Argentino
El suicidio no está consagrado como delito en nuestro país, no porque sea un
derecho, sino porque no resulta práctico castigar una conducta que si tiene éxito ya
no tenemos imputado (falleció); y si fracasa, el amenazarlo con una sanción penal
puede incitar de nuevo al suicidio en vez de desalentarlo. Pero la conciencia de la
injusticia del suicidio se ve reflejada cuando nuestro Código penal castiga como
delitos la «ayuda al suicidio» y la «instigación al suicidio» (art. 83). No tendría senti-
do castigar éstos si el suicidio mismo no es visto como jurídicamente disvalioso. Y
aunque no existe normativa específica, nadie duda que la fuerza pública (policía,
bomberos, etc.), como custodios del orden publico se encuentran facultados para
impedir la comisión de suicidio.
La eutanasia no está contemplada expresamente en la legislación argentina,
por lo que se tratará de un delito de homicidio (art. 79 C.P., con reclusión o prisión
de 8 a 25 años, y perpetua si es agravado por el parentezco) o de una ayuda al
suicidio (art. 83, con prisión de 1 a 4 años), según el grado de intervención del
médico o el tercero en el caso.
Si no existió propiamente la voluntad de producir la muerte, pero se lo dejó
morir sin justificación razonable, podría configurarse el delito de abandono de
personas con pena de 5 a 15 años.
192 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

La posibilidad de rechazar tratamientos médicos desproporcionados no está pro-


hibida en nuestra país, y ya ha sido admitida por los tribunales. En 1995 un juez de
Mar del Plata autorizó a un paciente a oponerse a la amputación de su pierna,
afectada de un cuadro infeccioso agravado por diabetes, pues tal amputación gene-
raba grave sufrimiento y no era apta para impedir la muerte ni detener la enferme-
dad15. Cuando se rechazan tratamientos médicos proporcionados y razonables, la
cuestión no es tan clara y pacífica. El problema se ha planteado especialmente con
relación a los Testigos de Jehová y su negativa a recibir transfusiones de sangre.
Las únicas normas expresas al respecto están dispersas. Además del reconoci-
miento del derecho a la libertad religiosa y a la privacidad en la Constitución, la ley
de ejercicio legal de la medicina, dispone en su art. 19 que:
«los profesionales que ejerzan la medicina están... obliga-
dos a: (...) 3. Respetar la voluntad del paciente en cuanto sea
negativa a tratarse o internarse, salvo los casos de inconscien-
cia, alienación mental, lesionados graves por causas de acci-
dentes, tentativas de suicidio o de delitos. En las operaciones
mutilantes se solicitará la conformidad por escrito del enfer-
mo salvo cuando la inconsciencia o alienación o la gravedad
del caso no admitiera dilaciones. En los casos de incapacidad,
los profesionales requerirán la conformidad del representante
del incapaz» (art. 19).
Cómo se ve, se reconoce la obligación de respetar la voluntad del paciente pero
con importantes excepciones. A ello hay que sumar el art. 149 de la ley 24660 sobre
Ejecución de Penas Privativas de Libertad, el que, tratándose de presos, sólo exige el
consentimiento del paciente cuando se trate de cirugía mayor o intervenciones muy
riesgosas para su vida o su salud.
Los casos de inconsciencia o alientación mental resultan bastante obvios:
no hay voluntad capaz que respetar. Los otros supuestos son un poco más complejos.
En los casos de lesionados por accidentes o tentativas de delitos, la
ausencia del requerimiento del consentimiento del paciente se debe a la inestabili-
dad psíquica que suele acompañar estas situaciones: Lo mismo cabe decir con el
supuesto de tentativa de suicidios, que ha dado lugar a inconvenientes exegéticos.
Los tribunales que han autorizado la realización de transfusiones de sangre coacti-
vas, se amparan en esta excepción, al considerar que el negarse a un tratamiento
médico necesario para salvar la vida constituye una especie de «suicidio
lentificado».
Podemos trazar así la situación jurisprudencial actual:
a) Tratándose de adultos capaces, la tendencia hoy mayoritaria consiste en
no aceptar ningún tipo de tratamiento coactivo. Algunos hacen excepción
del supuesto de progenitores que tienen a su cuidado menores de edad, res-
pecto de los que es legítimo el tratamiento coactivo pues los menores depen-
den de ellos.

15
Juzgado en lo Criminal y Correccional Nro. 3 del Dto. Judicial Mar del Plata, de la Pcia. de Buenos
Aires -fallo 43559 del 18/9/95.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 193

b) Tratándose de menores enfermos, la oposición de los padres, por convic-


ciones religiosas o de otra índole, no pueden impedir que sus hijos reciban
tratamientos médicos necesarios.
El fallo judicial más importante en la materia, por venir de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, lo constituye el dictado en la causa Bahamondez; Marcelo,
del 6 de abril de 1993. En votos divididos por sus fundamentos, seis ministros del
tribunal coincidieron en que debe respetarse la voluntad del paciente adulto que por
motivos religiosos se niega a recibir una transfusión.

Actividad de Aprendizaje:

Piense que conclusiones pueden extraerse, para nuestro país, de lo que ha


ocurrido con la eutanasia en Holanda y en Colombia.

Eutanasia, Suicidio, Rechazo de Tratamientos y Dere-


cho Natural
Si nos concentramos en las exigencias del derecho natural, podemos identificar
los siguiente principios fundamentales: (Grafico 3) ver.

La eutanasia activa, pasiva, o la ayuda al suicidio, constituyen una injusticia


y por eso nunca pueden reconocerse como un derecho.
La omisión de tratamientos médicos desproporcionados no resulta injusta, y
puede constituir un derecho.
El rechazo de adoptar las medidas necesarias para cuidar la vida y la salud
configuran injusticias, y por eso no existe un derecho natural a tal rechazo.
No hay, propiamente, un derecho «a no curarse» o a no «cuidarse». En algu-
nos casos la autoridad pública puede imponer tales cuidados por medio de la coac-
ción, como lo hace al prohibir bañarse en determinados lugares -peligrosos-; al
imponer el uso de casco, cinturón de seguridad, o de elementos de seguridad en el
trabajo; al exigir la vacunación obligatoria en determinadas situaciones; al prohibir
la tenencia de droga aunque sea para consumo (Corte Suprema de Justicia de la
Nación, causa Montalvo, 1989).
Sin embargo, cuando la persona se niega a recibir transfusiones en razón de
convicciones profundas -como los Testigos de Jehová que se oponen a tratamientos
médicos-, es legítimo que el estado tolere esa negativa sin imponer por la fuerza el
tratamiento. Esta última resolución debe ser tomada teniendo en cuenta las circuns-
tancias del caso y las exigencias del bien común.
194 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Lógicamente, se advertirá como la solución a estos problemas dependen de la


cosmovisión social adoptada. Los partidarios de posiciones colectivistas insistirán
en que la persona no tiene valor per se, sino en la medida de la función social o el
interés social. Las personas jóvenes y sanas, de las que el estado se puede aprove-
char, deben recibir cuidados de salud.
Cuando se trata de personas enfermas o que padecen patologías, el estado puede
prescindir de ellos y practicar la eutanasia con o sin consentimiento del paciente.
En el otro extremo, el liberalismo individualista acentúa el derecho de
decisión del individuo, y es ilegítimo impedir u obstaculizar la colaboración con él si
ha elegido morir. Frente a estas posiciones, el personalismo solidarista plantea, por
un lado, que todo ser humano inocente posee una dignidad que hace de su vida
algo esencialmente inviolable; y por otro, que la persona está llamada a la solidari-
dad, al servicio del bien común, y por eso debe cuidar de su vida y su salud para
hacer su contribución a la comunidad.

El bien común es justamente un bien de la persona, como tal presupone


el respeto de la dignidad y los verdaderos derechos de cada uno. Y no puede
por ello justificar nunca la eliminación de una persona inocente.

Pero sí exige a cada persona un cuidado razonable de su vida, que permita


realizar su contribución al bien común y se corresponda con el tiempo, el esfuerzo y
el dinero que la comunidad toda invierte en la formación -educación, salud, seguri-
dad- de cada uno de sus miembros.
De todo lo dicho surge con claridad que, como el derecho positivo no debe
contradecir el derecho natural, no debe aprobar la eliminación de personas enfer-
mas o ancianas, aunque manifiesten su voluntad de morir.
Pero además existen razones de utilidad que fundamentan el rechazo a la
despenalización de la eutanasia:
Aunque se afirme que la persona desea morir, es difícil precisar si esta deci-
sión es realmente voluntaria cuando la toma un ser humano que pasa por
momentos de mucha angustia. La mayoría de los pacientes que han solicita-
do que se ponga fin a sus vidas, desisten de su pedido cuando reciben con-
tención afectiva y control del dolor. También será limitada la libertad de los
familiares y el cuerpo médico, presionados para acelerar la muerte por sus
ocupaciones y los costos de salud.
La despenalización de algunos casos o supuestos lleva, como una pendiente
resbaladiza, a su aplicación en otros casos.
Acelera la muerte de la persona, impidiendo que se aproveche de posibles
adelantos científicos. El periódico cordobés «La Voz del Interior» publicó el
caso de un médico que, viendo sufrir a su hijo enfermo de difteria, le suminis-
tró una dosis letal de cloroformo para producirle la muerte, precisamente el
día anterior al anuncio de Roux de su descubrimiento del suero antidiftérico16.

16
Cfr. Tale, Camilo, La eutanasia, comunicación al Congreso Nacional de Jóvenes, Córdoba, 1994.
15
Ollero Tassara, Andrés, No a la eutanasia «sin ninguna excepción», (Rosario, 2/9/96), La Capital,
2a. secc., pág. 1
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 195

Deteriora el valor social de la vida humana, transmitiendo el mensaje de que


la vida humana inocente no es inviolable.
La consideración sobre el escándalo social, o las consecuencias pedagógicas de las
conductas jurídicamente admitidas, deben extenderse a la misma regla o legislación.
«Una norma jurídica no es sólo algo que afecta más o menos a nuestra libertad,
sino que inevitablemente es un modelo de conducta».
El ciudadano «tiende a entender que cuando una norma penal prohíbe algo es
porque es malo, y por tanto, lo considera rechazable, y que, cuando se despenaliza
una conducta, ya no es mala ni rechazable, y genera una multiplicación de ese tipo
de conducta». La norma penal «es fundamentalmente preventiva».
«Estoy convencido de que influye muchísimo más hacer rechazable esa conduc-
ta para un gran grupo de ciudadanos que meter en la cárcel a un pequeñísimo
núcleo de ciudadanos».
«Si la influencia del derecho penal se midiera por el número de ciuda-
danos que hay en la cárcel, no habría cárceles», «el aspecto más influyen-
te, desde el punto de vista social, de un código penal es esa generación de
modelo de conducta que hace que muchos no vayan a realizarla, no tanto
por temor a ir a la cárcel sino por el convencimiento de que se les propone
una conducta rechazable».
«En temas como la eutanasia hay razones de orden jurídico, que atienden más a
las consecuencias sociales de un cambio en la norma que ayudan a resolver el
problema, que un planteamiento aislado que contemple el juicio moral que merece-
ría la acción de un ciudadano aislado»; y entre otras cosas «se traduciría sobre todo
en un cambio radical en las relaciones entre enfermo y médico, en el ámbito sanita-
rio, y la confianza que tiene que presidir esas relaciones»17.
Cuando se tramitaba ante la Corte Suprema de los Estados Unidos la famosa
causa Nancy Beth Cruzan, debatiéndose la posibilidad de proceder a la interrupción
de la hidratación y nutrición artificial de la paciente, diversas instituciones expresa-
ron su temor de hacer depender únicamente de criterios de calidad de vida o costo
el inicio o interrupción de tratamientos médicos, por sus posibles consecuencias
negativas cuando se trata de personas discapacitadas o disminuidas.

Actividad de Aprendizaje:

1. En España se presentó el caso de un grupo de presos que comenzaron una


huelga de hambre para apoyar algunos reclamos, y se negaban a ingerir
comida hasta poner en grave riesgo sus vidas. El Tribunal Constitucional
Español autorizó la alimentación con suero contra su voluntad, argumentan-
do que se trataba de sujetos que están al cuidado del estado.
a) ¿Cuál le parece debe ser la solución a un problema como éste de acuerdo
con el derecho natural, y con el derecho argentino?
b) ¿Y si no se tratara de reclusos, sino de gente que viviendo en libertad resuelve
hacer huelga de hambre y está próxima a morir por ello?
UNIDAD 8

BIOÉTICA
Y TRANSPLANTE
DE ÓRGANOS
198 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 199

«L
os transplantes son una gran conquista de la ciencia al servicio
del hombre y no son pocos los que en nuestros días sobreviven
gracias al transplante de un órgano. La técnica de los transplantes
es un instrumento cada vez mas apto para alcanzar la primera finalidad de la
medicina: el servicio a la vida humana. Por esto, en la Evangelium Vitae
recordé que, entre los gestos que contribuyen a alimentar una autentica cul-
tura de la vida «merece especial reconocimiento la donación de órganos,
realizada según criterios éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad
de curación e incluso de vida, a enfermos tal vez sin esperanzas».I
«Expreso mi esperanza de que la investigación científica y tecnológica,
gracias a la labor de tantas personas generosas y cualificadas, siga progre-
sando».
«Espero que los líderes sociales, políticos y educativos renueven su com-
promiso de promover una auténtica cultura de generosidad y solidaridad. Es
preciso sembrar, en el corazón de todos, y especialmente en el de los jóvenes
un aprecio genuino y profundo de la necesidad del amor fraterno, una amor
que puede expresarse en la elección de donar sus propios órganos».II
El discurso del Santo Padre pone el tema de la presente unidad, el tras-
plante de los órganos, en la órbita del amor fraterno. Este tema que estudia-
remos en la presente unidad, que ha estado mal entendido y desprestigiado,
merecía la claridad del Magisterio Pontificio para otorgarle su justo lugar y
valorar su real dimensión.
Intentaremos entonces, demostrar la licitud de los trasplantes, afrontan-
do esta problemática desde el punto de vista científico, ético y jurídico.
En primer lugar, estudiaremos la definición, el diagnóstico y los criterios
de la muerte. Abordaremos luego, los aspectos éticos del trasplante funda-
mentados en los principios de la Bioética personalista.
Mencionaremos además, la valoración ética de los trasplantes heterólogos
ó xeno-trasplantes.
Por último, analizaremos los aspectos jurídicos relacionados con los tras-
plantes a la luz del derecho natural y positivo.

I
Evangelim Vitae 86.
II
Juan Pablo II, Discurso a la Sociedad de Trasplantes. Septiembre del 2000. ZENIT.org
200 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Objetivos específicos:
1) Analizar la definición y el diagnóstico de muerte.
2) Reconocer la licitud de los trasplantes, fundamentado desde los principios
de la Bioética personalista.
3) Valorar la importancia de los trasplantes como una expresión de amor
fraterno.
4) Conocer el Magisterio Pontificio en el tema.
5) Estudiar los aspectos jurídicos relativos a mutilación y trasplantes, siguien-
do el derecho positivo y el derecho natural.

Temario:
‰ Definición y diagnóstico de muerte
• Criterios de muerte :
- devastación
- cardiocirculatorio
- neurológico
‰ Aspectos éticos del trasplante
• Defensa de la vida, del donante y receptor
• Defensa de la identidad personal del receptor
• Consentimiento informado
• Principio de sociabilidad y subsidiariedad.
• Determinación del momento de la muerte.
• Trasplantes heterólogos ó xenotrasplantes.
‰ Aspectos jurídicos
• Mutilación y derecho.
• Regulación legal de los trasplantes.
• Derecho natural y trasplantes
‰ Ley de trasplante de órganos en la Argentina.

Mapa de contenidos
A continuación le mostramos una vinculación de contenidos:
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 201

8.1 Definición y Diagnóstico de Muerte


Autor Dra. Julia Elbaba

Introducirnos en el misterio de la muerte exige de nosotros una actitud de respeto


y prudencia.
Para iniciar este tema debemos definir la muerte, en un sentido filosófico-
ontológico la muerte es la separación del alma del cuerpo. Cuando sobre-
viene la muerte concluye la vida física de la persona, se abre ante ella el espacio de
trascendencia y vida eterna, se termina el limite de nuestra corporeidad.
Desde el punto de vista biológico se define a la muerte como la pérdida
total e irreversible, de la unidad funcional del organismo. El problema en
este sentido que se plantea la medicina es la certeza de la certificación de la muerte.

Conviene recordar que existe una sola «muerte de la persona» que consiste
en la total desintegración de ese conjunto unitario e integrado que es la persona
misma, como consecuencia de la separación del alma de la del cuerpo1.

La muerte de la persona en este sentido primario, es un acontecimiento que


ninguna técnica científica puede identificar directamente.
Pero la ciencia, también nos enseña que la muerte produce signos biológi-
cos ciertos que la medicina reconoce con mayor precisión. En este sentido los
criterios de verificación de la muerte , que mencionaremos a continuación, permiten
identificar los signos biológicos de que la persona ya ha muerto realmente.2

Criterios de Certificación de La Muerte3


Desde luego que el registro de los signos marcadores del cese de la actividad vital
ha sufrido cambios sucesivos a lo largo de los siglos. Se ha observado una cierta
evolución de los criterios para definir la muerte, teniendo esto que ver con los avan-
ces de la ciencia en el campo de la medicina.
Así como antiguamente se determinaba la muerte de acuerdo a la presencia o
no de movimientos respiratorios o de latidos cardíacos, actualmente es la «muerte
encefálica» (cuadro de muerte irreversible), el criterio para mantener en forma artifi-
cial y con apoyo mecánico, la circulación y respiración de los órganos del cuerpo sin
vida, sólo por si existiera la posibilidad de la ablación y trasplante.
1) Devastación traumática del cuerpo: criterio anatómico de muerte. La pérdi-
da de la unidad funcional del organismo coincide con su destrucción física.
2) Paro cardíaco prolongado: criterio cardiocirculatorio de muerte. En condi-
ciones de normotermia, un paro del circuito sistémico de duración superior a 20
minutos lleva a la cesación, en términos perentoriamente irreversible, de la capa-
cidad de recuperación de las funciones cerebrales y de todos los otros órganos y
Manni, C.; Proietti, R.Verificación de la muerte. Instituto de Anestesiología y reanimación de
1 Y 3

UCSC. Roma.
2
Juan Pablo II. Discurso al XVIII Congreso Internacional de la Sociedad de Transplantes. 3/9/200.
Roma. Zenit.org.
202 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

aparatos. La muerte sobreviene porque el corazón se para y el pulmón


deja de respirar.
3) Daño cerebral primitivo irreversible que lleva a la necrosis completa del encéfalo:
criterio neurológico de muerte. Se basa en el hecho que el encéfalo ( ó sea
el complejo de los órganos nerviosos intracraneales: cerebro, cerebelo y tronco
cerebral), constituyen el elemento indispensable para el mantenimiento de la
unidad funcional del organismo, por el cual la cesación completa y definitiva de
la actividad del encéfalo equivale a la muerte del organismo mismo. En este
sentido cabe aclarar que Juan Pablo II, en el discurso citado anteriormente,
manifiesta que la cesación total e irreversible de la actividad cerebral, si se aplica
escrupulosamente, no parece en conflicto con los elementos de una cosmovisión
antropológica personalista.4
Por lo tanto la muerte cerebral es un sujeto a todos los efectos muerto, en el
cual un proceso patológico cerebral a determinado una necrosis total e irreversible
de las estructuras nerviosas intracraneales, pero en el cual la intervención de la
terapia reanimadora a determinado un enlentecimiento en el inevitable paro tam-
bién de las funciones de los órganos extracraneales.
Las causas pueden ser la lesión orgánica del SNC: PCR, traumatismo
craneal, hemorragia cerebral, infarto global del encéfalo, neoplasia cerebral. El
mecanismo que ha determinado la necrosis del encéfalo: lesión isquémico
anoxica primitiva (paro cardiorrespiratorio), ó secundaria a hipertensión
endocraneana (trauma, hemorragia, etc.)
Los signos de muerte cerebral son :
1. Estado de inconsciencia.
2. Ausencia de reflejo de tronco, ó sea: corneal, fotomotor, oculocefálico y
oculovestibulares, carinal, así como reacciones a estímulos dolorosos en el terri-
torio de inervación del trigémino.
3. Ausencia de respiración espontánea después de la suspensión de la ventilación
artificial hasta alcanzar una hipercapnia verificada: PaCO2 60 mmHg con pH
hemático<7.40.
4. Silencio eléctrico cerebral, documentado mediante electroencefalograma.
En nuestro país si el paciente se constituirá en donante, los signos deben constatarse
en dos oportunidades con una diferencia de 6 horas. El planteo de certificación de
la muerte es condición indispensable y primigenia para la donación de órganos.
Para el transplante de un donante cadavérico a una persona, la primera determi-
nación científica y ética es la certificación de la muerte.
Siguiendo a Juan Pablo II, apoyamos la donación de órganos para
transplantes, como gesto de caridad y amor al prójimo.Mas allá que partimos del
presupuesto básico que lo ético no tiene que ver con las posibilidades técnicas de
una intervención médica , una vez vale la pena recordar que no todo lo técnicamen-
te posible es licito5.
Desde esa perspectiva nos adentraremos en los aspectos éticos de los transplantes.

4y5
Juan Pablo II. Congregación para la Doctrina de la Fe, «Donum Vitae», N° 4
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 203

8.2 Aspectos Éticos del Trasplante de Órganos


Autor: Fernanda Valenzuela de Serrano.

«Los trasplantes son una gran conquista de la ciencia al


servicio del hombre y no son pocos los que en nuestros días
sobreviven gracias al trasplante de un órgano. La técnica de
los trasplantes es un instrumento cada vez más apto para al-
canzar la primera finalidad de la medicina: el servicio a la vida
humana.»6
Debemos reflexionar sobre tres aspectos para establecer la licitud de
los trasplantes de órganos, ellos son:
La defensa de la vida,
La protección de la identidad personal,
El consentimiento informado.
El principio de sociabilidad – subsidiariedad.
Como cualquier acto médico, la intervención que sugiere el trasplante de un
órgano, requiere un respeto absoluto de la vida, y un profundo conocimiento de los
límites a los que está sometida dicha intervención médica.
«El criterio fundamental de valoración debe ser la defensa y promoción
del bien integral de la persona humana, según su peculiar dignidad.»7

Defensa de La Vida del Donante y Del Receptor


Para considerar la licitud del trasplante de órganos, se debe cumplir, primera-
mente, el Principio Terapéutico, principio que expresa que la vida física de la
persona implica la disponibilidad del propio cuerpo sólo para el bien mayor del
cuerpo mismo, o para un bien aún más importante (moral, o relativo a la persona).
Se cumplirán entonces ciertas condiciones:
Que el donante vivo no sufra daño sustancial e irreversible en su pro-
pia vida. Se debe asegurar la preservación de la vida del donador en todos los
casos de trasplante.
Se debe comprobar una alta posibilidad de éxito en la intervención. Por
un lado, para no someter al receptor a prácticas inútiles, y por otro, para
garantizar que el esfuerzo del donante no es en vano.
El trasplante debe ser el último recurso médico en aplicarse para asegurar
la sobrevida del paciente. De ninguna manera se considerará esta práctica
como un recurso rutinario en el tratamiento de ciertas patologías.
Siempre deberá comprobarse (con los medios proporcionados por la cien-
cia) y certificarse, en el caso de la donación de cadáveres, la muerte del
individuo.
Debe tratrse de una práctica corriente y no experimental.

6y7
Discurso de S.S. Juan Pablo II. Sociedad de Trasplante, año 2000.
204 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Todo lo anteriormente comentado se constituye en el criterio terapéutico para


la realización de un trasplante de órganos, teniéndose así algunos parámetros clíni-
cos, de indicación, de posibilidad de éxito, de condiciones de ambos pacientes,
prioridades ante la necesidad junto con la no discriminación de persona alguna.

La Defensa de la Identidad personal del Receptor y de


sus Descendientes
De ninguna manera puede considerarse lícito aquel trasplante que ponga en
riesgo la calidad de vida y la identidad personal del enfermo. No es lícito efectuar
prácticas que se constituyan en amenazas para la identidad biológica y
psicológica de la persona y sus descendientes.
De allí que no se contemple la posibilidad de trasplantar gónadas u órganos
ligados a la procreación, además de observarse que no existe, en dichos casos,
cumplimiento del criterio terapéutico al cual se deben ajustar los trasplantes.

Consentimiento Informando
Siempre que se lleve acabo una práctica médica de este tipo, se está obligado
a informar clara y completamente sobre los métodos de aplicación, los
riesgos y las consecuencias, a mediano y largo plazo, que encierra la donación y
recepción de un órgano, pra obtener la autorización del paciente para realizar la
práctica. Se debe ser sumamente cuidadoso al momento de dar tal información,
para que resulte exacta y bien comprendida por las personas involucradas.
Si el trasplante se realiza de un donante vivo, la obligación del consentimiento
informando también involucra al dador, y tienen que ver además con las conse-
cuencias sobre su propia salud.
Cuando el trasplante se realiza de un cadáver, y si bien es claro que ya no nos
encontramos frente a la persona, no se debe omitir la importancia que tiene para
los familiares la pérdida, y el vínculo de pertenencia afectiva que los une.
«… La «autenticidad» humana de un gesto tan decisivo exi-
ge que la persona sea debidamente informada sobre los pro-
cesos que implica, de forma que pueda expresar de modo
conciente y libre su consentimiento o su negativa. El consen-
timiento de los parientes tiene su validez ética cuando falta la
decisión del donante. Naturalmente, deberán dar un consen-
timiento análogo quienes reciben los órganos donados.»8

El Principio de Sociabilidad – Subsidiariedad


En la temática de los transplantes este principio considera por un lado la asigna-
ción de recursos que corresponde al tema transplantes, debido a lo oneroso que
estos resultan. Como siempre el criterio debe ser el bien integral de la persona y la
salvaguarda de su vida y su salud.

En este sentido la comercialización de órganos además de ilícita es ilegal.

8
Discurso de S.S. Juan Pablo II. Sociedad de Trasplantes, año 2000.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 205

Por otra parte la selección de los receptores plantea un aspecto ético


que tiene que ver con :
La urgencia del receptor.
La histocompatibilidad.
La lista de espera.
En definitiva el transplante debe hacerse en base a criterios inmunológicos y
clínicos. Otros criterios como el social, el económico, el geográfico, la edad, la
raza, la capacidad laboral, etc, son ilícitos y discriminatorios.

Determinación del Momento de La Muerte de La Persona


Un tema que necesariamente se desprende del trasplante de órganos, es el de la
determinación del instante de la muerte. Ya hemos desarrollado todo lo refe-
rente a los criterios de muerte, y hemos definido cuándo se produce la muerte del
individuo, y en qué circunstancias.
Sin embargo, no podemos negar la importancia que cobra esto mismo, al
momento de definir la licitud de los trasplantes de órganos.
Por eso debemos manifestar claramente que la certificación de la muerte es algo
que le compete a la ciencia, y a aquellos que tienen en sus manos la aplicación de
las técnicas que se han desarrollado para poder asegurar la pérdida de la unidad del
organismo, que es precisamente su muerte.
Ética de Los Trasplantes Heterologos o Xenotrasplantes
Los trasplantes heterólogos implican los trasplantes que se realizan de ani-
males al hombre, se trata de procedimientos entre miembros de distintas especies.
Asistidos por el empleo de la ingeniería genética, se busca actualmente, modi-
ficar la estructura génica de órganos animales, para conseguir así la asimilación por
parte del organismo humano.
Desde La Pontificia Academia para la Vida se plantearon los problemas que
presentan estos tipos de trasplantes «no sólo desde el punto de vista del resul-
tado técnico y del tiempo de supervivencia, sino también desde el punto
de vista de la ausencia de riesgos para la salud y la vida de quien recibe el
órgano, en especial ante la posibilidad de transmisión de enfermedades
infecciosas.» Se discutió además «sobre su significado terapéutico, sobre las
repercusiones antropológicas y éticas de la superación de las barreras
entre especie y especie.»
Así mismo La Academia Pontificia para la Vida considera que los trasplantes de
órganos y tejidos de animales pueden ser considerados una «solución puente»,
«capaces de salvar la vida de un paciente en riesgo inminente de muerte,
en espera de que pueda contar con un órgano humano compatible.»

Actividad de Aprendizaje:

De acuerdo a lo estudiado en el presente capítulo, sería capaz de establecer la


licitud o ilicitud de los Trasplantes de Órganos. Fundamente su respuesta.
206 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

8.3 Trasplante de Órganos – Aspectos Jurídicos –


Dr. Mariano G. Morelli

Nos toca ahora abordar los aspectos jurídicos de un tema muy interesante, el de
los trasplantes de órganos. La cuestión no es sencilla. Parece contravenir el criterio
general de que la privación de un órgano de un ser humano solo se justifica si es en
interés del mismo. En el caso del trasplante la ablación no se realiza en beneficio del
donante. Por esto es necesario analizar la cuestión no de manera aislada, sino en el
contexto de la problemática jurídica vinculada con la mutilación en general.

1. Mutilación y Derecho
A la persona humana le corresponde el respeto por su vida, salud e integridad
física, con independencia de su voluntad.

Es ilícito atentar contra ellas, aún cuando se cuente con el consentimiento


de la víctima.

Se contraviene el derecho natural cuando la mutilación de tejidos u


órganos importantes:
Responde al solo deseo del sujeto. Como si una persona deseara, para no ser
incorporado al ejército, que se le ampute un pie.
Responde al peligro que determinado uso del órgano pudiese traer, pero que no
es causado por el órgano mismo y que puede evitarse de otro modo. Como si
una mujer requiriera que se le practique una ligadura de trompas –esterilización
quirúrgica- para evitar un nuevo embarazo, porque no lo desea, o porque no está
en condiciones psicológicas o físicas para sobrellevarlo.

En estos casos la intervención médica mutiladora resulta injusta, pues


vulnera el derecho natural a la integridad física, sin que la voluntad del pa-
ciente pueda servir como eximente.

En cuanto a nuestro derecho positivo, la mutilación terapéutica, realizada


en interés de la salud del paciente, es atípica, es decir, no constituye delito alguno
por no tratarse realmente de un «daño». Se encuentra admitida expresamente por
la ley 17132 (de ejercicio legal de la Medicina).
No existiendo «indicación terapéutica», la mutilación constituye delito de
lesiones. Tales lesiones podrán ser leves, «prisión de un mes a un año, al que causare
a otro, en el cuerpo o en la salud, un daño» (Art. 89); graves, con «reclusión o
prisión de uno a seis años, si la lesión produjere una debilitación permanente de la
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 207

salud, de un sentido, de un órgano, de un miembro o una dificultad permanente de


la palabra o si hubiere puesto en peligro la vida del ofendido, le hubiere inutilizado
para el trabajo por más de un mes o le hubiere causado una deformación perma-
nente del rostro» (art. 90), o gravísimas, con reclusión o prisión de tres a diez años,
«si la lesión produjere una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente
incurable, la inutilidad permanente para es trabajo, la pérdida de un sentido, de un
órgano, de un miembro, del uso de un órgano o miembro, de la palabra o de la
capacidad de engendrar o concebir» (art. 91).
Agreguemos también que la automutilación, sin participación de terceros, no
constituye en si misma un delito, aunque debe considerarse contraria al derecho
natural en cuanto al dañarse a si misma la persona se incapacita para contribuir,
junto con los otros, a la búsqueda del bien común.
Por eso, no deja de tener a veces consecuencias legales. Como la autorización a
las fuerzas de seguridad de impedir tal mutilación, si está a su alcance.

2. Trasplante de Órganos. Regulación Legal


Un tipo particular de mutilación lo constituyen los trasplantes de órganos. El
régimen de trasplante de órganos está previsto en la ley 24193, complementada con
el Decreto Reglamentario nro. 512/95. La misma incluye la ablación y trasplante de
órganos y material anatómico, con excepción del que resulta renovable y separable
del cuerpo humano. Respecto de este último, sólo contamos con la ley 22990
referida a la donación de sangre.
De la ley surgen requisitos generales de los transplantes, y otros específicos para
el caso de personas o de cadáveres.

Para los órganos extraídos de personas, la ley exige:


1. Que se trate de alguno de los órganos autorizados en la reglamentación.
2. Que sea totalmente gratuito para el donante.
3. Que el donante sea una persona capaz mayor de 18 años.
4. Que el donante brinde su consentimiento personal, insustituible, de
manera libre y que subsista al momento de la ablación –hasta ese momento
es revocable-. La ley agrega que cada paciente y grupo familiar debe recibir
información suficiente, clara y adaptada a su nivel cultural, sobre los riesgos,
secuelas, y evolución previsible de la operación de ablación e implante, y
luego deberá dejarse a la libre voluntad de cada uno de ellos la decisión, por
un plazo no menor a 48 horas.
208 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

5. Que el beneficiario sea pariente consanguíneo o por adopción hasta el


cuarto grado del donante, su cónyuge, o su conviviente por un plazo mínimo
–2 o 3 años-.
Sin embargo, la ley autoriza que en los supuestos de ablación de médula ósea,
cualquier persona capaz mayor de dieciocho pueda donar sin las limitaciones de
parentescos establecidas, y que los menores de dieciocho años, previa autorización
de su representante legal, puedan ser dadores cuando los vincule al receptor un
parentesco de los mencionados.
Por su parte, si se trata de trasplante de cadáveres, los requisitos espe-
ciales son:
Que se verifique adecuadamente la muerte del donante, a través de certi-
ficación suscripta por dos médicos, entre los que figurará por lo menos un neu-
rólogo o neurocirujano, ninguno de los cuales podrá integrar el equipo que reali-
ce ablaciones o implantes de órganos del fallecido. La Resolución 34/98 trae un
detallado protocolo para determinar la muerte.
Que exista autorización otorgada en vida por el donante, mayor de 18
años, quien puede especificar los órganos cuya ablación autoriza y el destino –
trasplante o investigación- que desea para los mismos. Obviamente, no puede
determinar a quienes les serán trasplantados, cosa que decidirá la autoridad de
aplicación, teniendo en cuenta los enfermos que lo necesitan, la urgencia, la
histocompatibilidad y probabilidades de éxito de cada uno, etc. Si no existiera
voluntad expresa del fallecido, la autorización puede ser brindada por sus
parientes, si se encontraren en el lugar del deceso, en el siguiente orden: cónyu-
ge, hijos, padres, hermanos, nietos, abuelos, otros parientes hasta el 4to. grado.
De no encontrarse ninguno de estos presentes, se solicitará autorización judicial.
Sin embargo, la ley aclara que si se trata de una muerte violenta, y no exista
voluntad expresa del fallecido, la autoridad deberá intentar ubicar a los parientes
para obtener autorización, y en caso de no localizarlos en el término de seis
horas, solicitará autorización judicial para practicar la ablación, que se realizará
solo si la causa de la muerte es manifiesta y no hay riesgo para el resultado de la
autopsia.
Que no se trate del cadáver de una paciente internado en un instituto
neuropsiquiátrico.
Que se haya verificado que la mujer fallecida, donante, no se encontrare
embarazada.
Que la ablación o el trasplante no sean realizados por el médico que aten-
dió al paciente en su última enfermedad o haya diagnosticado su muerte.
Según lo expresaron diversos legisladores durante el debate de la ley 24193, la
filosofía de fondo de la ley radicaba en limitar y restringir la donación en vida, en
protección de la salud del donante y para evitar el comercio de órganos, favorecien-
do al máximo la donación de órganos cadavéricos.

Por eso se limitan las donaciones de personas vivas a los parientes.


Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 209

Por eso también ha previsto un mecanismo de consentimiento presunto, que


suele existir en la legislación europea, por el cual los funcionarios del Registro Civil
deben interrogar a todas las personas sobre su voluntad de ser donantes, asentando
su manifestación o la negativa a hacerlo en el documento nacional de identidad, y
previendo que a partir de determinada fecha (la ley hablaba del 1/1/96, aunque no
se implementó aún), previa suficiente campaña de información y consulta, se presu-
mirá que toda persona mayor de 18 años es donante si no ha manifestado su
voluntad contraria (art. 62). Es decir, no será necesario que quienes quieran donar
manifiesten su voluntad positiva, sino que quienes no desean ser donantes se pre-
ocupen por dejar asentada su voluntad contraria pues de otro modo se los conside-
rará donantes. La ley 25505 posibilita la inscripción de donantes en locales habilita-
dos para los comicios.

3. Trasplantes y Derecho Natural


¿Puede ser conforme con el derecho natural que se mutilen órganos
sanos de un individuo, retirándolos de su cuerpo, para introducirlos en un
organismo ajeno?
Es importante no confundir los límites entre lo bueno y lo malo, y su relación
con lo natural y artificial. La ley natural no es una ley meramente biológica, que
condena todo lo que es producto de la invención o intervención humana. Es contra-
rio a la ley natural y al derecho natural lo que contradice el bien del hombre, su
dignidad, la búsqueda razonable de los bienes humanos.
De allí que no todo lo que es «artificial» o producto de la tecnología es reproba-
ble, por ejemplo los implantes dentales, los corazones artificiales, los instrumentos
de diálisis, los miembros ortopédicos, son bienvenidos.
La ablación es conforme al derecho natural si no produce daño grave al donan-
te, y con ella puede conservarse la vida otro ser humano, con quien se tiene un
vínculo que obliga a la solidaridad, y que pertenece a la misma comunidad humana
y al mismo cuerpo místico, es decir, en algún sentido es su otro yo (Aristóteles
definía al amigo como el alter ego, el otro yo).
De todos modos, hay varias cuestiones legales que siguen discutiéndose.
La donación de órganos es un gran acto de entrega y de caridad. Pero debe ser
respetuoso del derecho natural; lo que implica que no pueden extraerse órganos de
personas vivas si existe grave riesgo para la vida, salud, o funciones orgánicas de
éstas. En este sentido, es esencial que se verifique la muerte de la persona antes
de producir la ablación de sus órganos vitales. Además, siendo la persona una
unidad sustancial de carne y espíritu, sus órganos no son algo suyo extrínseco (como
su ropa), sino, bajo cierto aspecto, ella «misma»; por ello no se puede realizar la
ablación sin su consentimiento (no puede extraerse el riñón de una persona, por
más que otro lo necesite, si ella no consiente la donación; ni pueden extraerse de
menores vivos o de personas con graves deficiencias mentales). Evidentemente, se
debe respetar la dignidad del dador y del receptor del órgano. Los dos deben ser
tratados como sujetos, no como objetos; como fines, y no como medios. A veces la
función del dador se mediatiza o instrumentaliza, cuando se atiende unilateralmente
al interés del receptor.
210 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Es cuestionable en la ley 24193 el mecanismo consagrado en su art. 62, presu-


miendo como donantes a quienes no han manifestado su voluntad contraria, por-
que no asegura la existencia de auténtico deseo de donar. Los órganos están tan
ligados al ser de la persona que no parece razonable prescindir de su voluntad
expresa, o al menos de su familia, para utilizar los mismos para trasplantes.
En el caso de las personas vivas, tratándose de un acto tan trascendente por el
que la persona se desprende de parte de su ser es conforme con el derecho natural
que ello se realice solo en situaciones extremas, cuando no existen otros recursos,
asegurándose la auténtica libertad del donante, y cuando las circunstancias así lo
exijan. Por eso la limitación de los beneficiarios es, como regla, aceptable. Limitan-
do los beneficiarios a los parientes más cercanos y al cónyuge, la ley busca asegurar
que la donación en vida no se tome a la ligera, se reduzca a casos en los que existe
un deber de solidaridad especial, se favorezca la histocompatibilidad y se prevengan
posibles «compras» de órganos. Sin embargo, la ley crea un procedimiento judicial
especial que puede autorizar donaciones destinadas a parientes no relacionados, si
se demuestra que existe una relación afectiva profunda y no hay riesgo de comercio
de órganos, como en el caso de amigos muy íntimos, personas que han recibido
durante años un trato familiar, y ex cónyuges divorciados con quienes se han tenido
hijos9.
En el caso del trasplante de médula ósea, como se trata de una intervención de
menor complejidad con escasos riesgos para el donante, la ley es más flexible,
autorizando la donación a personas que no son parientes, e incluso que donen
parientes menores de 18 años.
El criterio de «muerte cerebral», admitido por la ley 24193, es razonable, aunque
sería conveniente llamarlo de otra manera para evitar confusiones (en realidad no es
muerte cerebral, sino diagnóstico cerebral de muerte de la persona, no muere solo el
cerebro sino la persona).
En cuanto a los órganos a trasplantar, el derecho natural exige que se preserve la
identidad del individuo. Por eso no deben admitirse trasplantes de órganos sexuales
(especialmente de ovarios, porque su carga genética corresponde a la donante y no
a quien será la madre gestante) ni el trasplante de tronco cerebral (aún no consegui-
do en humanos); porque están ligados a la identidad de la persona8. Por la misma
razón no serían legítimos en estos dos casos transplantes de órganos provenientes de
animales9.

9
Entre tales decisiones judiciales mencionemos las que autorizaron ablaciones traspasando estos
límites: no siendo parientes pero con un vínculos afectivos profundos (Juzgado Civil y Comercial nº
13 de Rosario, 9/5/83, La Ley 1984-B-192); ex-cónyuges divorciados (Juzg. Crim. nº 3 Mar del
Plata, 6/6/95, El Derecho 163-371); la esposa del primo hermano del dador (Juzg. Federal nº 3,
1/2/95, La Ley 1996-B-226); medio hermanos de un mismo padre no reconocidos por éste
(Juzg. Crim. nº 3 Mar del Plata, 26/6/96, El Derecho 2/7/97). Incluso admitió la Corte Suprema de
Justicia la donación por parte de una persona que aún no había cumplido 18 años, si bien estaba
próxima a hacerlo (Saguir y Dib, en El Derecho 91-264). Sin embargo, la Cámara Nacional Civil, sala
II, 2/4/89 rechazó la autorización para trasplante entre concubinos.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 211

CONCLUSIONES

¿Por qué un curso a distancia de Bioética en la Universidad FASTA?. Como


Universidad de inspiración católica, reconoce la importancia de la educación en el
respeto y la promoción de la vida humana. La bioética con sus fundamentos
antropológicos y biológicos ofrecerá los elementos para educar en la «cultura de la
vida»1. Aspiramos a dar a conocer la Bioética, y queremos destacar las razones
antropológicas que fundamentan el respeto por la vida humana, para desde allí
amarla, respetarla, y defenderla.
Pretendimos que este curso de Bioética, constituya un humilde aporte, a la
causa de la vida, pues en cada tema se desarrollaron los fundamentos biológicos,
médicos, antropológicos y jurídicos; como así también la luz del Magisterio conclu-
yendo cada unidad2.
Las problemáticas referidas a la vida y a la salud, se presentan en la actualidad
como un desafío que requieren de nosotros una visión ética personalista centrada en
la persona humana, pues es necesario que en este tercer milenio, tan pródigo en
adelantos científicos, donde la biología, la bioquímica, la genética y otras ciencias
han progresado de un modo impensable y le han dado al hombre la posibilidad de
vencer enfermedades, de prolongar la vida, pero desgraciadamente, con estos ade-
lantos, también en ocasiones se puso en peligro la vida de las personas, siendo
sinónimo de muerte y destrucción, cosa que sucede cuando se pierde el respeto a la
persona humana.
La amplia difusión de la bioética ha hecho que temas como: genoma humano,
estatuto del embrión, anticoncepción, aborto, clonación, eutanasia, transplantes,
técnicas de reproducción asistida, han involucrado a las familias, la escuela, la
Universidad y han llegado al debate público.
Por esto el Siglo XX será recordado a decir del Santo Padre como el siglo de las
amenazas a la vida humana y el surgimiento de la Bioética como signo de esperanza.
Esta ciencia intenta recuperar su misión de origen y ser un puente entre los
conocimientos humanísticos y los conocimientos científicos, basada en una fuerte
antropología, donde el misterio del hombre y su relación con la naturaleza creada,
se desarrolle en plenitud y pueda encontrar un modo bueno de hacer las cosas, un
modo adecuado a su dignidad, pues sin un sentido ético, la ciencia puede volverse
en contra del propio hombre. Ya hemos mencionado las atrocidades que en nombre
de la «ciencia» se han realizado en el campo de la investigación médica, y todos
tenemos el triste conocimiento de las crueldades del nazismo, o más recientemente
de la medicina que menosprecia a la persona y la cosifica, la transforma en un
numero, en un carnét de obra social, o en una enfermedad, perdiendo la persona su
trascendencia, su misión en el mundo. La persona, cae presa de reduccionismos
que anulan sus derechos esenciales, el primero de todos el derecho a la vida. En
nombre de «sentimentalismos», «piedad», «calidad de vida», «explosión demográfi-
ca», «crisis ecológica del planeta « y otros eufemismos que manipulan el lenguaje, se

1
Grocholewski, Card. Z. La bioética y la Educación al Evangelio de la vida. Medicina e Morale.2004/
2:325-239.
2
Juan Pablo II Ex corde Ecclessia. N°7.
212 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

atenta contra la vida, incluso como dice el Santo Padre, cuando ella es más débil y
necesitada. Atentados contra la vida, atentados contra la persona, el hombre olvi-
dado de Dios y por ende olvidado de sí mismo y perdido.
Aspira la bioética, en primer lugar, a marcar la moralidad de aquellos actos
médicos biológicos que son técnicamente posibles, y nos dirá si estos hechos que la
ciencia nos presenta como «logros», son buenos o malos para la persona, si preser-
van su dignidad o atentan contra ella.
Intentará, además, humanizar la medicina y que se centre en buscar el bien de
la persona y favorezca la cultura de la vida.
Hemos querido mostrar, a lo largo del curso, aunque sin tocar ningún tema
específico respecto al ámbito de la ecología, que se debe respetar la naturaleza
creada y sostener que en ella existe un orden natural que no puede ser alterado ni
desconocido, del respeto por la naturaleza surge el deber y el derecho de los hombres
de cultivar y custodiar la creación.
La Bioética afirma la persona y su dignidad plena, constituida por su esencia
espiritual y su naturaleza racional, sostiene el valor de la corporeidad, el cuidado de
la salud como un bien a alcanzar, reconoce el derecho al acceso al cuidado de la
salud, valora la responsabilidad personal en la gestión de la propia salud.
Hemos definido la Bioética como: Área de investigación, que valiéndose
de una metodología interdisciplinaria, tiene por objeto el examen siste-
mático de la conducta humana en el campo de las ciencias de la vida y la
salud, en cuanto esta conducta examinada a la luz de valores y principios
morales3. Los valores y principios morales, en los cuales se basa este análisis es,
como hemos visto, la propia persona y su bien integral.
Aspira el modelo personalista de bioética, ontológicamente fundado, la preser-
vación de los derechos de la persona y la afirmación de los principios rectores que
iluminan la toma de decisiones. El primero de todo es el respeto por la inviolabilidad
de la vida humana desde su concepción hasta la muerte, luego hacerle el bien al
paciente, curarlo, mejorar su calidad de vida, con su consentimiento y sin avasallar
su realidad personal. Sigue el respeto por su libertad responsable. Por último se
rescata el bien común como la suma de los bienes de los bienes individuales, tratar
de que cada persona alcancen los cuidados necesarios respecto a su salud, y si está
imposibilitada de hacerlo es el Estado y la sociedad toda, quienes deberán ayudar
a lograrlo.
Queremos, con el modelo personalista ontológicamente fundado, ser una pro-
puesta de Bioética que se contrapone y supera a la Bioética de los principios
anglosajona, de base utilitarista y a todo liberalismo a ultranza. Tener claro los
principios rectores, nos permite ante cada hecho, definir su licitud. Así hemos deter-
minado a lo largo de este curso como lícitos: el diagnostico prenatal cuando respeta
la vida del embrión, los métodos naturales de regulación de la fertilidad, el proyecto
genoma humano, los cuidados paliativos y los transplantes. Definimos como ilícitos:
el aborto, los anticonceptivos, la reproducción artificial, la clonación, la eutanasia,

3
Sgreccia, E. Manual de Bioética Tomo 1. Edit. Vita e Pensiero. 2da. Ed. Milán. 1998.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 213

el encarnizamiento terapéutico y el suicidio asistido.


Conocer los hechos biomédicos, analizarlos y definir si son buenos o malos para
la persona, implica un reconocimiento del alcance de la ciencia y de sus limites. El
método propuesto por Mons. Elio Sgreccia, en el Instituto de Bioética de la Univer-
sidad Católica del Sagrado Corazón, es el de la triangulación y consta de un análisis
del hecho médico, profundizar el significado antropológico e individualizar los valo-
res en juego. Con estos tres momentos se rescata la interdisciplinariedad de la Bioética,
el análisis del hecho médico se basa en el conocimiento de las disciplinas científicas,
el momento antropológico implica reconocer toda la grandeza de persona, e indivi-
dualizar los valores en juego, debe hacernos elegir la mejor solución ética al proble-
ma planteado.
Lo importante es que la Bioética nos permita tener una dimensión amplia del
problema y resolverlo de modo interdisciplinario.
El modelo personalista ontológicamente fundado, por ser el único modelo cen-
trado en la persona, intenta proponer un Humanismo personalista y solidario que
afirme la dignidad plena de la persona humana, desde la concepción hasta la muer-
te4, garantice la libertad responsable de cada hombre y la solidaridad entre ellos.La
bioética personalista es una reflexión que afronta las cuestiones éticas relativas a la
vida humana, desde una perspectiva que reconoce el ser y la dignidad del ser perso-
na como valor absoluto.
La persona, se ha configurado en el gran tema del nuevo milenio, por esto
asumimos que en la bioética personalista ella es la medida de todas las cosas,
también de la tecnología y de las ciencias, y considera el primado de la persona
sobre otras realidades existenciales, reconociendo su dignidad.
En este sentido el personalismo ontológicamente fundado responde a la pregun-
ta existencial ¿qué persona?, ¿qué derechos?, ¿qué dignidad?.
También hemos querido hacer realidad la interdisciplinariedad que requiere la
Bioética y por ello convocamos a médicos, abogados y bioeticistas a desarrollar
este curso. En este sentido consideramos como un aporte original de este curso, lo
concerniente al bioderecho que, basándose en el derecho natural ha iluminado
todas las temáticas desarrolladas, sin confundirse con los aspectos éticos, sino com-
pletándolos.
Que como dijimos en la Introducción, pretendió ser una iniciación en la Bioética,
un camino a recorrer, digno de superarse, mejorarse, ampliarse. Deseamos establecer
con quienes accedan a este material un vínculo que nos facilite el mutuo crecimiento
Concebimos a la bioética personalista, como un modo de afirmar la cultura de
la vida pues define la licitud de los actos en el respeto de la dignidad de cada
persona, partiendo de un amor profundo por cada hombre y mujer, con una actitud
de servicio y caridad. Haciendo realidad el pedido de S.S. Juan Pablo II en la
Evangelium Vitae: La defensa y promoción de la vida no son monopolio de nadie,
sino deber y responsabilidad de todos.5

4
Sgreccia, E.; Mele, V.; Miranda, G. Le radici della bioética. Vol. 1 Vita e pensiero. Milán 1998. Pág108
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Evangelium Vitae N° 101
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 215

Textos Complementarios

LA TENSIÓN ENTRE
LA CULTURA DE LA VIDA Y
LA CULTURA DE LA MUERTE EN LA
EVANGELIUM VITAE
Conferencia pronunciada por el Card. Alfonso López Trujillo, Presidente del Pon-
tificio Consejo para la Familia, en el V Congreso Internacional de la Reconcilia-
ción en el Pensamiento de Juan Pablo II, «Nueva Evangelización rumbo al Tercer
Milenio», Lima, 29 de octubre de 1995.

1. Las culturas de la muerte y de la vida: dimensión antropológica


Esta histórica encíclica, Evangelium vitae, está llamada a movilizar las conciencias en una perspectiva de
cultura de la vida, especialmente de los dirigentes del mundo. Es, sin embargo, un apelo universal de frente
al desencadenarse de la cultura de la muerte que crece, en forma alarmante, e introduce una confusión de
extrema gravedad. Es bueno recordar que estas expresiones han sido usadas, por vez primera, en el magis-
terio pontificio, en la encíclica Centesimus annus.
Son expresiones muy significativas. La «cultura de la muerte» muestra que el desbarajuste no es espontá-
neo. Es fruto de una mentalidad que se ha ido creando, como efecto de una deseducación sistemática,
tendiente a sepultar los valores evangélicos y morales. Esta «cultura», la mentalidad anti-vida, muestra que
hay una nueva manera de ver la situación que obedece a una profunda distorsión. No nos hallamos sola-
mente frente a dramas personales inmensos de personas acosadas por los acontecimientos o presiones, o
abandonadas, sino que esta situación adquiere nuevas proporciones de alcance social y que obedecen a
proyectos políticos, sociales y económicos que, en su conjunto, conforman una cultura signada por la
deshumanización.
Cuando el Santo Padre eleva su clamor profético suscita una reacción, en muchos sectores, de acogida,
no obstante una contestación difusa ya conocida. La Iglesia, con entrañas maternales, es reconocida como
conciencia y defensa de la humanidad. Para algunos, incluso para algunas religiones, la voz del Papa es un
lenguaje claro, articulado en el amor a la humanidad. La Iglesia proclama y se expresa como recogiendo las
profundas aspiraciones y derechos que muchos no aciertan a descubrir o no se atreven a presentar.
Podríamos decir que el centro de la encíclica es una profunda preocupación antropológica, la verdad
sobre el hombre que sólo se ilumina plenamente en el Verbo encarnado, que es Luz de las gentes. El gran
drama hoy, la terrible enfermedad que debilita sociedades enteras, toca la verdad del hombre que es como
aprisionada, asfixiada, en la expresión de San Pablo (ver Rom 1,18). Esta raíz de la confusión lleva a un
lenguaje que no es el cauce para transmitir y encontrar la verdad, sino para ocultarla y enceguecer los
espíritus y debilitarlos, al privarlos del pan de la verdad.
¿Qué ha ocurrido para que en cerca de sólo 30 años lo que antes avergonzaba a los parlamentos, como
un crimen cobarde, que el ensañarse en los más débiles e inocentes, hoy se exhiba como un derecho? ¡El
delito se vuelve derecho!, y la eliminación de los más débiles aparece como un ejercicio noble de la libertad,
como una «conquista» de la civilización, sobre todo de las mujeres. Todo esto se esconde, habilidosamente,
en la fórmula pro-choice.
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Es una ideología de la muerte que no sólo se «tolera» sino que se impone, se exporta y se transmuta en
«lenguaje imperial» que todo lo arrasa.
América Latina está amenazada. Hay una «conjura» contra la vida; una «conspiración» en curso. Y las
manipulaciones son evidentes. Algunos gobernantes son vencidos, no convencidos, por las amenazas y las
restricciones. Desafortunadamente hay un positivismo, un pragmatismo, una información superficial que
nos pone en los antípodas de lo que era para Platón el ideal de la democracia. Es decir, el gobierno de los
pueblos no se pone en las manos de los filósofos (o de los sabios), sino de quienes se mueven en el pragmatismo
de fáciles obediencias ante el poder del dinero. Impera una visión inmediatista y el temor a perder el favor de
los poderosos.
Nos hallamos, pues, en el núcleo del problema. Permitidme una reciente anécdota: el 12 de julio pasado
fui invitado a presentar la encíclica Evangelium vitae en el Parlamento Europeo en Estrasburgo (la invitación
provenía de los Partidos Populares). Fueron cerca de cuatro horas de un diálogo muy vivo, cordial e intere-
sante. Fue para mí muy indicativo ver cómo los traductores (un grupo grande) ofrecieron una hora gratis de
su tiempo para dar espacio mayor al diálogo iniciado. Una parlamentaria, de lengua alemana, protestante,
con tono respetuoso me decía: «¿Por qué la Iglesia ha olvidado a los jóvenes?». No acertaba yo a entender
tal aseveración. Ella se explicó: «¿Por qué la Iglesia les niega el uso de los anticonceptivos y de los preserva-
tivos? La Iglesia no ayuda a los jóvenes y, así, los abandona». Varios, sobre todo algunas parlamentarias,
parecían asentir. Algunos, de hecho, después hablaron en una línea semejante. Otros, desde luego, no se
mostraban de acuerdo.
Me llamó mucho la atención esta intervención y más cuando en la presentación de la encíclica no me
había referido a la anticoncepción. Hacia el final resolví avanzar estas ideas: ¿Qué hombre y qué mujer
queremos? ¿Cuál es la imagen y el diseño que queremos promover, si esto estuviera en nuestras manos? El
fondo de la cuestión es la verdad del hombre. Le pregunté, respetuosamente: ¿Qué tipo de hija ella quisiera
construir? ¿Aquella que, en la revolución sexual, sin una comprensión de la verdad del sexo, lleva los
instrumentos anticonceptivos en la cartera...? Si pudiéramos elegir a nuestras propias madres, ¿qué tipo de
mujer y de madre buscaríamos? El Santo Padre en el mensaje a la señora Nafis Sadik, con ocasión de la
Conferencia de El Cairo sobre población y desarrollo, y a los gobernantes, preguntaba: ¿qué clase de juven-
tud queréis modelar hacia el futuro? ¡Sí! la cuestión es antropológica y si esto no se aclara, qué difícil será el
diálogo si se deja de lado lo que es el hombre, ¡imagen de Dios!
Aquello que percibía hace 30 años el Concilio (en estos días celebramos 30 años de la promulgación de
la Gaudium et spes) sobre la centralidad de la antropología -ligada a la cristología- es algo que hoy se capta
con especial evidencia. Unida a la concepción del hombre, como primera expresión de su ser social, está la
familia, la primera comunidad, de tal manera que la sociedad es captada como una cadena solidaria de
comunidades.
Me parece que es ésta la perspectiva de esa profunda intuición de Pablo VI con la célebre concepción de
la «civilización del amor». Más que una visión política peculiar, el Pontífice de la Populorum progressio y de
la Humanae vitae, entendía que la sociedad es sólo concebible como un encuentro comunitario de personas,
más aún, de comunidades congregadas y vivificadas por el amor, a partir de la comunidad básica, célula
primordial y vital que es la familia.
La Gaudium et spes es como una explicación sistemática de la humanidad que se construye
como una familia. El Santo Padre Juan Pablo II centró su reciente intervención en la ONU en el
tema de la familia de naciones.

2. Una palabra profética que conmueve al mundo


La histórica encíclica, Evangelium vitae, constituye un anuncio de la dignidad del hombre y un clamor
que adquiere tonalidades proféticas (en denuncias que la Iglesia no puede callar) de todo lo que destruye al
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hombre y pretende robarle su original grandeza.


Desde la verdad del hombre, la Iglesia presta su voz a quienes de ella carecen, sumidos en la impotencia.
El derecho a la expresión hace parte de la sensibilidad moderna. Pero hay toda una categoría de personas a
las cuales se niega la participación y se impide expresar su dolor y sus aspiraciones. A esa «categoría de
personas» hace el Papa referencia estableciendo una comparación entre la encíclica Evangelium vitae y la
Rerum novarum, la gran encíclica de León XIII que puso la base a la moderna doctrina social de la Iglesia,
la cual ha ido ampliando su campo de reflexión hasta adquirir las proporciones del mundo.
De la Rerum novarum se decía que se había recibido como un terremoto. Bernanos pone esta expresión
en los labios de uno de los protagonistas del Diario de un cura rural: ¡la tierra se movió bajo nuestros pies!.
Tal fue el estremecimiento por la enseñanza de la Iglesia, llena de novedad y de esperanza, contra las
ideologías y contra las injusticias. La denuncia era contra la injusticia que sufría la «clase» obrera (no entro
a precisar el sentido variado del término «clase») explotada. Mientras la materia salía de las fábricas como
ennoblecida, los obreros perdían en humanidad. Eran tratados como animales. Se perdía su ser de hombres.
Así, dice el Santo Padre, como la Iglesia no calló entonces, hoy, en defensa de una «nueva categoría de
personas» se vuelve voz de los que de ella carecen.

3. La defensa de los más débiles


¿A cuál categoría se refiere el Santo Padre? A grupos de personas que experimentan la impotencia. Hay
una cierta analogía respecto del concepto de «proletariado», con alguna resonancia mesiánica, y la categoría
de los más débiles. El proletariado, como negación total, se convierte como resucitado de su alienación,
emerge como sensus historiae. Habrá mayor impotencia, una más amplia negación, la que sufre el nascituro,
el concebido no nacido, víctima de adultos que no le reconocen sus derechos, como si fueran sus dueños,
árbitros de la vida; víctimas de quienes están obligados a un mayor amor y más cálida ternura. Es ésta la
expresión del Papa: «Hoy una gran multitud de seres humanos débiles e indefensos, como son, concreta-
mente, los niños aún no nacidos, está siendo aplastada en su derecho fundamental a la vida. Si la Iglesia, al
final del siglo pasado, no podía callar ante los abusos entonces existentes, menos aún puede callar hoy,
cuando a las injusticias sociales del pasado, tristemente no superadas todavía, se añaden en tantas partes
del mundo injusticias y opresiones incluso más graves, consideradas tal vez como elementos de progreso de
cara a la organización de un nuevo orden mundial» .
¿Cómo ha podido acontecer que lo que reconocía el juramento hipocrático, tantos siglos antes de Cristo,
el mundo moderno, con tantos avances y conquistas, lo ignore y lo rechace? ¡Porque lo que hay de por
medio no es algo, una cosa, un instrumento de que es dable usar, que se puede eliminar y tratar como
basura! ¡El nascituro es alguien, es un ser humano, es un concebido, debe ser tratado como una persona
humana! ¿Cómo pueden los parlamentos padecer tan peligrosa obnubilación? ¿Cómo pueden las madres
rechazar algo que deberían defender con ternura y amor de predilección, así fuera por instinto? Es verdad
que el Papa, con entrañas de misericordia, se rebela, o se resiste a creer, contra la idea de que pueda haber
madres que en lugar de ser fuentes de vida, se vuelvan no sólo sepulcros sino sus verdugos. Y señala toda
una cadena de responsables que mueven, presionan y acosan a las madres a cometer el crimen del aborto:
la sociedad, la familia (sin compasión), sobre todo los parlamentos que promueven leyes inicuas. Hay una
circulación de amorosa compasión respecto de las madres (sin negar el horror del delito), incluso cuando
han incurrido en este crimen abominable.
¿Cómo ha podido operarse tan desconcertante cambio en la mentalidad, de tal modo que la alegría en
la acogida de la vida nueva se transforme en desconfianza, en temor, hasta la decisión de eliminar al
concebido como si fuera un injusto agresor?
Hace unos meses visité algunos países de África. Me contaban acerca de una significativa tradición, en
muchos lugares. Cuando nace un niño en una clínica o en un hospital, acude la tribu con cantos y danzas
para recoger al niño y conducirlo, en ambiente de fiesta, hasta su casa. Algo parecido a los pastores que
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corrieron presurosos hasta el pesebre de Belén: hay villancicos, hay cantos de los ángeles. Nuestros hogares
se llenan de canciones en la «noche buena». Navidad es la fiesta del nacimiento del Salvador, y en cada
hogar, cuando irrumpe la vida, hay navidad. ¡Quiénes, cómo, con cuáles derechos destruyen estas tradicio-
nes y vuelven los vientres en cárceles, antesalas de las penas capitales del aborto! Qué contraste: mientras la
Iglesia mira con fundada desconfianza y sólo en circunstancias muy especiales, el recurso a la pena capital,
aún cuando se trata de delincuentes -protagonistas de crímenes atroces-, las democracias modernas se
consideran autorizadas para decretar las penas de muerte a los más débiles, indefensos, a los más inocentes.
¡Se equivocan quienes sostienen la idea de que el aborto no es un abominable homicidio!
Es la moderna masacre de 50 millones de víctimas de abortos legalizados, al año, de una democracia
que los despedaza en el útero materno, como homenaje al derecho que les reconoce falso de eliminar a los
nascituri como si fueran simples apéndices, agregados celulares, como una especie de tumor en el seno
materno. Es ésta la idea que muchas madres que abortan tienen: cuando pueden contemplar a sus hijos, en
los scanners, y ven que no son cosas, surge una nueva corriente de ternura y responsabilidad y se convierten
en fervientes defensoras del fruto de su vientre. Hay una cadena de centros de defensa de la vida en México,
por ejemplo, que han salvado más de 10,000 nascituri.
Hoy, el nuevo muro que se alza, dividiendo a la humanidad, no es ya el de Berlín, construido por la
ideología, sino el que separa la cultura de la vida y de la muerte. Y este muro de vergüenza se levanta al
interior de la mayoría de los países del mundo.
Estamos en medio del conflicto, de la lucha. La Iglesia se halla en medio de la batalla. Hay que decidir,
fieles a la voluntad del Señor, por la vida. ¡No podía ser de otra manera! En Estados Unidos los abortistas
pro-choice son contrarrestados así: el mejor pro-choice es pro-life (ésa es la verdad y la libertad).
La Iglesia toma en sus manos la causa de los más débiles e inocentes contra la prepotencia de los
poderosos. Su fuerza arbitraria se transmuta en tiranía, por el peso de las mayorías (mal informadas o
dominadas por las ideologías) en los parlamentos, que creen poder fundar las leyes no en la justicia sino en
su voluntad soberana y arbitraria. La Iglesia no puede callar mientras cunde el grito de los inocentes.
Es una lucha llena de peligros porque los poderosos cuentan con todos los medios, excepto la verdad, el
amor y la justicia. Son ríos de dinero los que corren para difundir el imperialismo contraceptivo y abortivo.
Se habla de más de 13 millones de dólares, sumando los presupuestos de las instituciones que buscan el
control de la natalidad. Hay que recordar que el Fondo de las Naciones Unidas para la Población y el
Desarrollo (UNPFA) tiene metas bien ambiciosas para antes del año 2000. Y esto sin contar las ayudas
oficiales para abortar. Oí en estos días que abortar cuesta cerca de 500,000 liras en Italia (unos 350 dólares).
El resto lo paga el Estado. ¡Y en Singapur costaría cinco dólares! En los países abortistas, los que rechazan
esas leyes inicuas son obligados contribuyentes.
Curiosamente, mientras las democracias modernas admiten toda clase de protestas, van tendiendo a
que se considere imposible protestar contra esta masacre. ¡Se vuelve difícil, con tantos riesgos, propender
por la objeción de conciencia! La Iglesia no protege y menos suscita movimientos violentos en defensa de la
vida. Algunos quieren inculcar esa caricatura. Y ningún movimiento pro-vida apoyaría a quienes buscan
hacer justicia por propia mano, sustituyendo a las autoridades. ¿Cómo hacen creer que hace parte de su
ideario liquidar médicos abortistas? Castigar esos delitos es algo que, con leyes justas, corresponde a las
autoridades. La vergüenza moral es que esto no se haga.
Nos hallamos ante la insensatez de pensar que no castigar el crimen, la despenalización, sea una vía
civilizada. Se olvida que elevar al nivel de principio que el delito no sea punible es cancelar la categoría de
delito. Eso podría corresponder al juez, analizadas las circunstancias. Hay circunstancias atenuantes, como
las hay agravantes. El error radica en que, a priori, el legislador señale quien, en concreto, al cometer un
delito, no merezca ser castigado. ¡He aquí la vía hacia el totalitarismo, por la acumulación de poderes! El
legislador se arroga el papel de juez que elimina la pena.
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Es verdad que el problema es dramático cuando las leyes inicuas se vuelven invulnerables, con un muro
de silencio. Será prohibido no sólo actuar, sino -si la manipulación fuera posible- pensar contra lo que las
leyes arbitrarias disponen. ¿Quién, entonces, defiende a los inocentes? Ellos, los nascituri, no pueden protes-
tar, manifestar en las calles, organizar su defensa. Si el nascituro pudiera defenderse de la letal agresión que
perpetran los cómplices del delito al realizarlo, tendría todo el derecho a hacerlo, incluso hasta quitar la vida
al injusto agresor, según la moral con los principios clásicos conocidos. No se puede negar que es en extremo
dolorosa la situación cuando las leyes inicuas se defienden hasta impedir el clamor de una sociedad que se
siente asaltada en sus derechos. Y todo en nombre de una democracia «pluralista» que debiera ostentar un
amor que incluso privilegie a los más necesitados e indefensos. ¡Cuán peligrosa es una democracia que se
complace en despedazar a los más inocentes! En breve, lo esperamos, se reconocerá el límite cruel de una
democracia que silencia y condena a muerte a los más débiles. Cómo hoy los pueblos se avergüenzan de
hablar de democracia cuando aceptaban como un derecho el esclavismo.
Quizás no se ha perdido del todo la vergüenza por semejantes delitos. Se busca cubrir, con el maquillaje
de un lenguaje rebuscado, la gravedad del crimen. Se llega a imaginar que los artificios del lenguaje son
suficientes para ocultar la iniquidad. Es el caso de la expresión «interrupción del embarazo». ¡No se habla del
aborto! A El Cairo se llevaba un paquete de expresiones artificiosas que enmascaraba la realidad y los
propósitos. ¡Cuántos rodeos para hacer pasar inadvertidamente el aborto como instrumento de planifica-
ción de la familia! Cuántos rodeos para no tener que aludir a una deformación de la verdad del sexo y su
responsabilidad que tiene su lugar en el matrimonio.
Como se empezó a hablar de un aborto «seguro» (safe abortion), sin hacer referencia a los derechos del
concebido a quien lo único que se asegura es la muerte; de un «aborto raro», cuando la tendencia en varios
países va en la línea de ampliar las «causales» de aborto, en el tiempo y en las circunstancias... ¿»Raro» el
aborto en Europa, que sólo es rechazado por Irlanda y Malta; «raro» en Estados Unidos, cuando se hacía
circular de nuevo los recursos económicos para un control natal sin referencias morales?
Con todo, el mismo lenguaje tiene sus trampas... Se habla hoy más del «producto», con una expresión de
fábrica, en vez del hijo. Se evita a toda costa hablar del matrimonio y se hace referencia a «uniones», a la
«pareja». Pero no son raros los resbalones. Se difunde la idea de la «vacuna anti-bebé», lo que equivale a
catalogar al nascituro como un virus. Por tanto, la maternidad es una enfermedad y la esterilidad un bien
buscado, no una humillación. Pensar que en Brasil más de la tercera parte de las mujeres en edad fértil han
sido esterilizadas. Mientras en el año 1960 se establecía como proyección para esta década una población
de 210 millones de habitantes, los datos estadísticos indican que no pasan de 160 millones.
Hay otra categoría de personas en altísimo riesgo por la mentalidad anti-vida: son los enfermos, los
enfermos terminales, pero también, los nascituri que no gozan de una «calidad de vida», cuya existencia es
considerada inútil y nociva. Se apela aquí a todos los resortes de la compasión para concluir que la eutanasia
o la eugenesia es una acto de humana compasión, incluso un comportamiento responsable. Al derecho de
«morir dignamente», es decir sin dolores... corresponde el derecho a una complicidad compasiva.
Nuevamente nos hallamos ante un problema serio de distorsión antropológica. ¿Quién es este nascituro?
¿Quién es este enfermo cuyo cuerpo se erosiona irremediablemente? ¿Es imagen de Dios, es cuerpo y alma,
es ser humano, persona humana, o no? ¿La enfermedad, la falta de la salud, de ese tipo de calidad de vida
de la que tanto se habla hoy, cancela su realidad de persona?
Permitidme expresar que, precisamente aquí, es donde, con peculiar claridad, se dan cita la razón y la fe,
la verdad del hombre, iluminada plenamente desde el Verbo encarnado. ¿Este nascituro enfermo, del cual se
quieren liberar, después de un diagnóstico prenatal con tal intención, que merece vivir, tiene un derecho a
ello? ¿Este enfermo que se revuelca en el dolor y en la angustia, vive así una vida digna de ser vivida? No hay
duda de que nos hallamos ante uno de los más duros dramas. La Iglesia no lo oculta. Pues bien, ¿cuál es la
última raíz de su dignidad, de su realidad personal, así nadie los amara, acogiera, acompañara y fueran
declarados fardos pesados e insoportables? La respuesta es ésta: la última raíz de su dignidad personal es
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que ellos son amados, queridos por Dios. Porque Dios los ha amado, por ello vienen al mundo. Dice la
imitación de Cristo: «no hay creatura tan pequeña y humilde (ita parva et humilis) que no represente la
bondad de Dios». En una filosofía digna de tal nombre, Deus est infundens bonitatem in rebus. El bien, todo
bien, la bondad de la vida, esa calidad ontológica única e insustituible, tiene su fuente en Dios que da, que
infunde, la bondad en las cosas.
No es bueno o malo lo que dan como veredicto los parlamentos, sino lo que Dios, Señor de la vida,
establece. ¡Ved cómo es de peligroso olvidar la ley natural!
Aquí la antropología se introduce y se explica, en la mayor profundidad, con lo que llamamos el diseño
de Dios, el plan de Dios. La verdad del hombre pasa por esta pregunta: ¿qué quiere Dios del hombre, de este
hombre, de este niño, de este enfermo, de este hogar? La razón y la fe se enlazan en un homenaje de
obediencia, de apertura a Dios. El hombre es imagen y se hace imagen, como vocación, en la medida en que
él se abre, se comunica, con quien es su Creador. Sólo así se reconoce como objeto de amor y emerge a su
realidad más noble.
Permitidme una anécdota, que quizás hará más comprensible esta verdad del hombre. Llevamos a cabo
un encuentro internacional en Río de Janeiro sobre «los niños de la calle» (os meninos da rua). Fue convoca-
do por nuestro Pontificio Consejo. Me llamó mucho la atención la constante que fue surgiendo de la expe-
riencia de los especialistas, de los que han dedicado lo mejor de sus energías a este apostolado. Contaban
que esos niños abandonados no temen la muerte. Más aún, se desprecian a sí mismos en la medida en que
son despreciados. Diríamos que introyectan esa actitud que los hace experimentar que sobran, que están
como de más... Algo sobre tal sensación fue abordado por la filosofía, cuando el hombre no experimenta la
paternidad.
Los niños, os meninos da rua, se transforman cuando se sienten amados (en una familia que los acoge,
en una institución que les da calor de un hogar), se sienten personas; es como un amanecer, en una como
creación en el milagro del amor. La psicología tendría mucho que decir sobre la forma como se va tejiendo
nuestra conciencia personal y moral, la conciencia de un yo, al encontrarse con el tú, de otros, que reflejan
de alguna manera el Tú (con mayúscula) de Dios mismo.
Así, de manera similar, amanece en la vida del enfermo cuando el amor se expresa en compañía, en
cuidados, en la cura debida. Es un modo claro de expresar que valen, que cuentan, que son personas. La
madre Teresa de Calcuta narra cómo los enfermos, aquellos que recoge en las calles, los acribillados por el
sida, mueren como amaneciendo, en paz, cuando se sienten amados. Es la antropología que se vuelve
praxis de caridad.
Es verdad que todo esto representa otro lenguaje. Aquí radica el problema de la comunicación. Se juega
para el futuro la misma posibilidad del diálogo, base de la coexistencia entre personas y pueblos. Hay que
rehacer la posibilidad misma del diálogo en la cultura de la vida. Al drama del enfermo la Iglesia acude
como el Buen Samaritano, con entrañas de misericordia, con una capacidad de compadecer (cum pati) que
es compartir en el respeto, no suprimir o liquidar.
A todo esto se refiere la Evangelium vitae en no pocos lugares. Nada tiene que ver esta compasión con el
encarnecimiento terapéutico. Hay una «lógica» implacable. Si a otros tratamos como cosas, en las que se
«agotaron» las personas, en un cambio cualitativo impuesto... tratados como cosas, no como personas,
como carga, un mañana (un mañana más o menos próximo), cuando la salud se erosione, cuando pasen
los años, también nosotros seremos tratados así. Los periódicos hace un tiempo informaban del comporta-
miento de unas enfermeras en Austria que resolvieron deshacerse de los enfermos (de semejante carga),
asfixiándolos con las almohadas. Mañana los psiquiatras podrán comenzar a hablar de ese «complejo»... del
complejo de la almohada para ancianos y enfermos.

4. Los países pobres y la demografía


Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 221

Pero la categoría de personas se torna también categoría de pueblos. Nos hallamos en la perspectiva
demográfica.
Encontramos aquí un amplio campo que entra plenamente en la doctrina social de la Iglesia, y donde se
juega una solidaridad real, con un actitud de respeto y de justicia.
Hay muchos pueblos pobres en el mundo maltratados por los poderosos del mundo. Son manipulados,
recortados en su soberanía, con políticas demográficas impuestas, con procedimientos condicionantes que
la Iglesia no cesa de denunciar.
Hay una denuncia vigorosa, hasta cierto punto inusitada, en la que Juan Pablo II muestra la trama
ideológica que todo lo invade, con un gran temor, en vez de una corriente de solidaridad, porque pueden
disturbar su tranquilidad. Una tranquilidad egoísta, satisfecha e injusta. «Éstos -los poderosos de la tierra-
consideran también como una pesadilla el crecimiento demográfico actual y temen que los pueblos más
prolíficos y más pobres representen una amenaza para el bienestar y la tranquilidad de sus Países. Por
consiguiente, antes que querer afrontar y resolver estos graves problemas respetando la dignidad de las
personas y de las familias, y el derecho inviolable de todo hombre a la vida, prefieren promover e imponer
por cualquier medio una masiva planificación de los nacimientos. Las mismas ayudas económicas, que
estarían dispuestos a dar, se condicionan injustamente a la aceptación de una política antinatalista».
Hay documentos, recientemente publicados, que prueban lo fundado de esta denuncia. Lo que pone en
movimiento drásticos mecanismos de defensa es el temor que suscitan pueblos pobres, agresores de la
placidez de los poderosos. Es un riesgo, o un atentado contra el poder de la fuerza, contra la fuerza transmutada
en «derecho», el de los fuertes. En un organismo de la ONU se celebra la imaginación de festivales de control
natal: los niños inflan como bombas de juguete los preservativos. Se los distribuyen en escuelas y colegios.
¡El sexo es un juego! Se trata de un «Rapport» de 1990, de la Banca Mundial, publicada en Washington. El
profesor Schooyans muestra las inquietantes conclusiones del documento, coordinado por Kissinger, del año
1974, que tiene como título Implications of world wide Population Grow for U.S. security and overseas
interests. El control natal es cuestión de «seguridad».
Se habla de un darwinismo social. ¿Qué significa? En el evolucionismo hay un filum, el de los más
fuertes, que avanza, permanece, mientras otros caen en el camino. En los campos sociales y económicos
pareciera que habría una ideología y unas políticas demográficas que conceden todos los derechos a los
pueblos ricos, los cuales son negados a los pobres. Éstos no tendrían derecho a engendrar hijos, a procrear.
Esto sería ya una irresponsabilidad.
La ideología culpabiliza a los pobres por su acelerado crecimiento poblacional. Ellos así atentarían
contra el ecosistema. Son la causa del deterioro del medio ambiente. Ideas semejantes fueron llevadas a la
Conferencia de Río de Janeiro sobre el medio ambiente. Fue necesario que la delegación de la Santa Sede
recordara los abusos que provienen de los desafueros de una industrialización sin límites y que defendiera los
derechos de la familia y de una paternidad responsable. ¡Poco se habló de la polución letal de centrales
nucleares como Chernobyl!
La ideología se construye sobre mitos.
Primero se exageran los peligros con tonos apocalípticos. El mundo en la «revolución demográfica»,
superpoblado, no soportaría más habitantes. No cabemos en un mundo con recursos limitados. No caben
más pasajeros en la balsa. Las proyecciones hacia el futuro serían aterradoras si no se frena el crecimiento
demográfico de los pobres, rápido y por todos los medios. ¿Dónde está la verdad?
Imposible resumir aquí, en toda su fuerza, una serie de argumentos que han sido objeto en varios
recientes congresos sobre demografía, en una reflexión seria que se ha profundizado en el documento de
trabajo Evoluciones demográficas: dimensiones éticas y pastorales, del Pontificio Consejo para la Familia.
Algunas breves consideraciones:
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Se olvida que nos hallamos en un momento de transición que muestra que al crecimiento acelerado
desde 1825, hacia la década del ’70, se ha alcanzado una tendencia hacia una estabilización. Ésta es
producto del hecho de la drástica caída de la tasa de nacimientos en muchos países ricos que acusan el
«invierno demográfico» y de los cambios operados en tantos países en donde no se puede hablar de «explo-
sión» demográfica. Un período de rápido crecimiento poblacional, causado por la reducción notable de la
mortalidad infantil y a los avances de la medicina y de la higiene, que han permitido que la media de
esperanza de vida haya aumentado en forma tan positiva.
Ilustra muy bien este nuevo momento, el hecho de las rectificaciones de proyecciones que antes eran
lanzadas a los cuatro vientos con tintes apocalípticos. Y no me refiero a las confusiones del Club de Roma
hace años. Los mismos datos de las Naciones Unidas cambian sorprendentemente, en los últimos años. Es
aleccionador el libro del profesor Gérard-François Dumont, Le monde et les hommes. Les grandes évolutions
démographiques.
Él trabaja sobre los mismos datos de Naciones Unidas. ¿Qué es posible observar? En menos de cinco
años ya no se usa la proyección alta que hace poco se ofrecía y se difundía por doquiera, es decir, los 11 mil
millones de habitantes para el año 2025. Se habla ahora de la hipótesis media de 8 mil millones. ¡En un
lapso de 30 años, solamente, se hace ya una «rebaja» de 3 mil millones! ¡Más de la mitad de la actual
población mundial! Se trata de hipótesis de proyecciones cambiantes que se suceden caprichosamente. Hay
ya hipótesis que contemplan la posibilidad (es verdad, muy baja) de 4 mil millones de habitantes en el año
2010...
El problema radica en los recursos actuales y potenciales, y los que la imaginación y el trabajo del
hombre pueden descubrir, explotar y arbitrar.
Y esto en cada país, en cada región, y en todo el mundo. Somos una familia. ¡El problema es el
desarrollo «integral», como lo señalaba Pablo VI en la Populorum progressio, de todo el hombre y de todos
los hombres! Hoy hay países como Estados Unidos que son una despensa para el mundo. El progreso, el
crecimiento agrícola es superior, muy superior, a sus necesidades. En el mundo ha habido un notable
crecimiento en la agricultura. En algunas partes guerras intestinas, más que desastres ecológicos, han provo-
cado sensibles reducciones. Hay una capacidad de imaginación que abre nuevas esperanzas. Se dice que si
el hombre tiene una boca, goza de dos manos y de inteligencia. Gracias a ello no es verdad que choquemos
contra límites inalterables.
Es necesario desmontar pieza por pieza los mitos que liquidan la esperanza, por medio de un esfuerzo
científico, serio, abierto al diálogo. Hoy tenemos la sensación de un diálogo de sordos en donde se cree que
la victoria está de parte de quienes cuentan con más medios de comunicación para imponer sus impresio-
nes. La ONU podría ayudar no poco y liberarse de ataduras políticas, burocráticas, que traicionan su noble
diseño original, propiciando un diálogo urgente y posible. Tiene el riesgo de convertir sus órganos en pulpos
de una especie de gran poder omnipotente y arbitrario.
A pesar de la dificultad de acopiar datos serios en muchos países, hay cifras que son indicativas. Si en
Nigeria y en Ciudad de México las estadísticas se caracterizan por caprichosas, no es imposible captar
tendencias y hacer previsiones, al menos por un lapso adecuado de tiempo. Por lo que hemos comprobado,
por ejemplo, en América Latina la cuestión demográfica está lejos de ser dramática. Algunos países están en
el umbral que llevaría incluso a un desequilibrio demográfico. Y esto lo van reconociendo los datos oficiales.
Allí donde los recursos actuales no cubren ni son suficientes para las necesidades de una población en
crecimiento, como v.gr. en algunos países de África y en Asia, un esfuerzo colectivo por el desarrollo, y no el
recurso a métodos y técnicas inmorales, indignas del hombre, es la única vía de solución posible. La digni-
dad de los pueblos no puede ser puesta en juego.
Se equivocan quienes creen que los caudales inmensos de dinero, puestos al servicio de la anticoncepción
y del aborto, para la esterilización masiva, con distintos métodos, son la solución a los problemas. Se
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 223

difunden en las escuelas y colegios primero textos que banalizan el sexo y luego píldoras y preservativos -
como ya lo recordábamos-, como si solamente fuera importante combatir (en forma además equivocada e
insegura) las enfermedades sexualmente transmisibles. Se impone a los pueblos un estilo de vida errado, un
lenguaje imperial desprovisto de verdad, aprovechando temores artificiosamente suscitados, apoyados en
aspectos objetivos y en riesgos que no es dable ni justo ocultar. Un obispo africano me decía: primero les
enseñan a hacer lo que quieran con su cuerpo y luego a abortar.
Permitidme recordar una síntesis, con su toque de humor pedagógico, de un apóstol de la dignidad, como
fue el profesor Jérôme Lejeune, a quien el Santo Padre hizo el homenaje, que recibió casi doblegado por la
enfermedad, de nombrar Presidente de la Academia Pontificia para la Vida: «La anticoncepción es hacer el
amor, sin hacer el niño; la fecundación asistida es hacer el niño, sin hacer el amor; el aborto es deshacer el
niño, y la pornografía es deshacer el amor». Una síntesis de un falso estilo de vida y una suma de errores, que
no dejan de serlo con vanas apologías. Y todo esto cuesta, está costando muy caro, en el desconcierto de
sociedades enfermas, con la peor enfermedad: la que socava las fuerzas del alma.
Hay un enorme riesgo de que se impongan, como si fueran impecables conclusiones de la paternidad
responsable, que las familias pobres y los pueblos pobres deben estar condenados a no tener hijos. En las
vastas dimensiones de la pobreza, sería impedimento moral para procrear.
Preocupa sí que se procree fuera del hogar, en el abandono total. Éste es uno de los más graves proble-
mas. Preocupa mucho la ausencia de mecanismos legales, de códigos de la familia. El futuro, con el avance
de la mentalidad divorcista, será más doloroso. La pobreza es una cruz en muchos hogares y la Iglesia
reconoce numerosas causas justas para limitar la familia y apelar a los métodos naturales de la regulación
de la fertilidad. La enseñanza es conocida y reiterada. Pero donde hay un hogar constituido, estable, respon-
sable, los hijos tienen alguna protección.

5. Conclusión
Es necesario sembrar, en todo tiempo, en todos los lugares, una cultura por la vida, contra la conjura
contra la vida. Debe comenzar en las familias, santuarios de la vida. Debe establecerse y desarrollarse toda
una pastoral de la vida desde la familia. En este Congreso de Teología de la Reconciliación, podríamos decir
que hay que reconciliar a la familia con la vida, partiendo del reconocimiento del don maravilloso de Dios:
la vida humana.
Es una reconciliación que exige gran capacidad de lucha: «Este horizonte de luces y sombras debe
hacernos a todos plenamente conscientes de que estamos ante un enorme y dramático choque entre el bien
y el mal, la muerte y la vida, la «cultura de la muerte» y la «cultura de la vida». Estamos no sólo «ante», sino
necesariamente «en medio» de este conflicto: todos nos vemos implicados y obligados a participar, con la
responsabilidad ineludible de elegir incondicionalmente en favor de la vida».
La cultura por la vida es ya un anuncio, un Evangelio de liberación en el Señor del «valor incomparable
de cada persona humana... El Evangelio del amor de Dios al hombre, el Evangelio de la dignidad de la
persona y el Evangelio de la vida son un único e indivisible Evangelio».
En esta causa, en esta lucha que a todos envuelve y compromete, tenemos una certeza: la victoria en el
Señor. Habrá muchas tribulaciones, incluso «persecuciones por la justicia»... los poderosos se endurecen,
pero terminarán por rendirse ante la evidencia de una verdad que los interpela y que los avergüenza.
Cuánto se reduciría esta masacre si tomaran una actitud humana que es una conversión a la vida.
«Reconciliad a los hombres con la vida». Un imperativo por la vida en la sociedad se impone: «promover un
Estado humano... que reconozca, como su deber primario, la defensa de los derechos de la persona huma-
na, especialmente de la más débil». La victoria está de nuestra parte, porque el Señor de la vida, reina vivo.
224 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

LOS FUNDAMENTOS DE LA
BIOÉTICA EN LA ENCÍCLICA
EVANGELIUM VITAE
Mons. Elio Sgreccia, Secretario del Consejo pontificio para la Familia

Llamamiento profético
En el período de espera de esta encíclica, desde abril de 1991, cuando en el consistorio extraordinario
los cardenales la solicitaron al Santo Padre, los medios de comunicación social anunciaban una
encíclica sobre la bioética y muchos la esperaban como un documento de esta índole.
Si con el término bioética se entiende un tratado en los confines entre la ciencia y la reflexión
moral, de índole esencialmente filosófica en el vasto ámbito de la biomedicina, es preciso reconocer
inmediatamente que la encíclica no se presenta como un tratado de bioética, porque es mucho más.
En realidad, tiene un matiz principalmente profético y pastoral: ilumina con la palabra de Dios el valor
de la vida humana, valor que brota del hecho de estar insertada en el don de la vida divina, fruto de la
Redención. Partiendo de esta visión sobrenatural del hombre creado a imagen de Dios y redimido por
Cristo, la encíclica señala las dimensiones de la dignidad de la vida humana, también en su fase
terrena. Esa dignidad se extiende a su origen y a la procreación. La encíclica deduce de estas
afirmaciones el carácter sagrado e inviolable de la vida corporal e impulsa la reflexión dentro de la
verdad profunda de la persona, cuya perfección se realiza en la entrega de sí.
Ciertamente, la encíclica subraya también la convergencia de la reflexión de la razón humana con
las afirmaciones de la Revelación sobre el carácter sagrado e inviolable de la vida humana y, por eso,
funda en la ley moral natural el precepto de no matar al inocente. Con todo, la Evangelium Vitae sigue
siendo un documento pastoral y esencialmente teológico.
Por lo demás, el texto de la introducción define muy bien la fisonomía de la encíclica: «La presente
encíclica, fruto de la colaboración del Episcopado de todos los países del mundo quiere ser, pues, una
confirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable, y, al mismo
tiempo, una acuciante llamada a todos y a cada uno, en nombre de Dios: ¡respeta, defiende, ama y
sirve a la vida, a toda vida humana! ¡Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrollo,
libertad verdadera, paz y felicidad! ¡Qué estas palabras lleguen a todos los hijos e hijas de la Iglesia!
¡Que lleguen a todas las personas de buena voluntad, interesadas por el bien de cada hombre y mujer
y por el destino de toda la sociedad!» (n.5). El texto, a continuación, indica el espíritu, el estado de
ánimo con que el Santo Padre lo escribió: «En comunión profunda con cada uno de los hermanos y
hermanas en la fe, y animado por una amistad sincera hacia todos, quiero meditar de nuevo y anunciar
el Evangelio de la vida, esplendor de la verdad que ilumina las conciencias, luz diáfana que sana la
mirada oscurecida, fuente inagotable de constancia y valor para afrontar los desafíos siempre nuevos
que encontramos en nuestro camino» (n.6). Ese evangelio de la vida «puede ser conocido por la razón
humana en sus aspectos esenciales» (n.29).
sí pues, la encíclica tiene el tono del llamamiento evangélico y de la caridad pastoral, un llamamiento
hecho al creyente y a todo hombre, con un impulso de humanidad que impregna todo el desarrollo en
sus diversas partes.
Por consiguiente, no se debe buscar en la encíclica el planteamiento de un tratado o de un manual
de bioética.
Lo confirma el hecho de que la encíclica no afronta algunos temas de bioética de los que hoy se
discute mucho, como por ejemplo el conocimiento y el seguimiento del genoma humano, los límites
de la geneterapia o las aplicaciones de las biotecnologías sobre los animales y sobre las plantas, o la
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 225

cuestión de las patentes de los descubrimientos relativos a la biología humana, de los que se ha
ocupado recientemente el Parlamento europeo. La encíclica sólo toca indirectamente el problema de
las intervenciones en el campo de la genética, y lo hace donde pide que todo lo que la medicina busca
en el ámbito del diagnóstico o la experimentación sobre el embrión y el feto debe tener como única
finalidad el bien del ser humano sobre el que se interviene, basándose en la convicción de que el
embrión humano es digno del respeto que se debe a la persona humana, como veremos más adelante
(cf. n. 63).

Dimensiones bioéticas
Con todo, afirmar que la encíclica carece de autoridad en campo bioético y que se podría reducir a
catequesis para los fieles, sería ciertamente emitir un juicio superficial, que no responde a la verdad,
por varias razones.
Ante todo, por una razón epistemológica, a la que ya aludimos: la defensa de la vida humana desde
su inicio hasta la muerte natural y especialmente en las dos fases más frágiles, como son precisamente
la fase prenatal y la de la enfermedad grave y la muerte, es abordada sobre la base de un principio no
sólo de fe revelada, sino también de razón. El punto esencial de esa fundamentación racional está en
la afirmación según la cual la vida corporal del ser humano, incluso en sus primeras fases, al igual que
en todo momento de la existencia, constituye un momento fundamental, una condición y dimensión
sustancial de toda la persona, por lo que en ningún momento se puede separar la persona de su
corporeidad. «En la biología de la generación está inscrita la genealogía de la persona» (n.43).
Repitiendo lo que afirmó la Declaración sobre el aborto provocado de 1974, la encíclica reafirma
como conclusión de un dato objetivo y científicamente fundado que «con la fecundación se inicia la
aventura de una vida humana, cuyas principales capacidades requieren un tiempo para desarrollarse y
poder actuar» (n.60).
Y, citando también la instrucción de la Congregación para la doctrina de la fe, de 1987, recuerda
que «las mismas conclusiones de la ciencia sobre el embrión humano ofrecen «una indicación preciosa
para discernir racionalmente una presencia personal desde este primer surgir de la vida humana:
¿cómo un individuo humano podría no ser persona humana?»» (ib.; cf. instrucción Donum vitae, sobre
le respeto de la vida humana naciente y la dignidad de la procreación, nn. 87, 78-79).
También es de ética racional el principio del tuciorismo al que alude la encíclica, según el cual,
cuando está en juego un valor de suma importancia, como el valor fundamental de la vida humana,
«bastaría la sola probabilidad de encontrarse ante una persona para justificar la más rotunda prohibición
de cualquier intervención destinada a eliminar un embrión humano» (n.60).
No sólo estamos ante una de las cuestiones de bioética más vivamente discutidas y decisivas en
estos años; también podemos observar el respeto de la metodología racional, de mediación entre la
ciencia y la ética, que es también la metodología propia de la bioética.
La relación entre naturaleza y persona
Otro tema de bioética fundamental, que en cierto modo resume todos los problemas especiales de
bioética, es el de la relación entre naturaleza y persona. Entendemos por naturaleza la interna y propia
de la persona humana, y también la naturaleza biológica externa a la persona, la bioesfera en la que
se desarrolla la vida de los hombres.
Al hacer el análisis de las raíces de la cultura de la muerte, la encíclica toca a fondo e ilumina esta
delicada relación que está en el centro de la reflexión bioética.
A este respecto, un filósofo contemporáneo, Robert Spaeman, ha escrito, pensando en la crisis de
la modernidad: «Cuando el hombre quiere ser sólo sujeto y olvida su vínculo simbiótico con la naturaleza,
vuelve a caer prisionero de un destino primitivo... Para sobrevivir y para vivir bien, es necesario que los
hombres actúen de manera correcta no sólo los unos con respecto a los otros, sino también con
respecto a su propia naturaleza y a la naturaleza externa» (Per la critica dell´utopía politica, Franco
Angeli Editore 1994, p.20).
226 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Se trata del equilibrio decisivo de índole bioética, es decir, precisamente el equilibrio entre el bios y
el ethos del sujeto.
La encíclica, hablando de las causas de la mentalidad de muerte, recuerda la pérdida del sentido
de Dios, como consecuencia de la secularización, y la violencia que se desencadena en las sociedades
complejas; recuerda la rotura del vínculo entre verdad y libertad, ya expuesto en la Veritatis splendor,
pero denuncia ante todo este punto etiológico, que consiste en la rotura de la armonía entre la naturaleza
y la persona como consecuencia de una hiperexaltación de la subjetividad.
El mismo autor, Spaeman, recuerda que, como consecuencia de esa emancipación de la subjetividad,
la naturaleza se convierte en objeto, mecanismo que se pueda poseer y explotar incluyendo la naturaleza
corporal.
La encíclica precisamente confirma esta afirmación cuando recuerda también, entre las complejas
razones de orden cultural que han favorecido el desarrollo de la violencia «aquella mentalidad que,
tergiversando e incluso deformando el concepto de subjetividad, sólo reconoce como titular de derechos
a quien se presenta con plena o, al menos, incipiente autonomía y sale de situaciones de total
dependencia de los demás (...). También se debe señalar aquella lógica que tiende a identificar la
dignidad personal con la capacidad de comunicación verbal y explícita y, en todo caso, experimentable».
(n.19)
Después de haber hablado también de la pérdida del sentido de la verdad integral de la persona, la
encíclica subraya que como consecuencia «el cuerpo ya no se considera como realidad típicamente
personal, signo y lugar de las relaciones con los demás, con Dios y con el mundo. Se reduce a pura
materialidad: está simplemente compuesto de órganos, funciones y energías que hay que usar según
criterios de mero goce y eficiencia. Por consiguiente, también la sexualidad se despersonaliza e
instrumentaliza» (n.22).
A la luz de esta relación entre persona y naturaleza, el Santo Padre ilumina también el problema de
la bioecología. «El hombre, llamado a cultivar y custodiar el jardín del mundo (cf. Gn 2, 15), tiene una
responsabilidad específica sobre el ambiente de vida, o sea, sobre la creación que Dios puso al
servicio de su dignidad personal, de su vida: no sólo respecto al presente, sino también a las generaciones
futuras. Es la cuestión ecológica —desde la preservación del «hábitat» natural de las diversas especies
animales y formas de vida, hasta la «ecología humana» propiamente dicha— que encuentra en la
Biblia una luminosa y fuerte indicación ética para una solución respetuosa del gran bien de la vida de
toda vida» (n.42). El Santo Padre recuerda aquí un concepto que ya aparece en la carta encíclica
Centesimus annus, pero trata un tema eminentemente bioético (Cf. Centesimus annus, 1 de mayo de
1991, n. 38).

¿Qué novedad en bioética?


Como confirmación del interés bioético de la encíclica, es preciso añadir que se abordan varios e
importantes temas propios de esta materia.
No sólo trata del aborto y la eutanasia, los dos puntos más destacados de la encíclica, sobre los
que se pronuncian condenas formales y comprometedoras para los fieles, incluso desde el punto de
vista de la fe.
Se recogen, aunque sea en forma sintética, las valoraciones morales con respecto a la procreación
artificial, el diagnóstico prenatal, la experimentación y, en general, con respecto a las intervenciones
sobre embriones humano; si se reafirma el valor y la situación ético-jurídica del embrión; se condena
el suicidio específicamente en la forma, recientemente propuesta, del suicidio asistido; se recuerdan
las valoraciones éticas sobre la anticoncepción, la esterilización, la pena de muerte y la legítima
defensa.
Estos temas se hallan en el capítulo primero, que describe los delitos que se realizan contra la
vida, y luego vuelven a aparecer en el capítulo tercero, que es de índole doctrinal y moral, donde, por
consiguiente, se pronuncian los juicios morales. Así pues, se trata una amplia gama de problemas de
bioética.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 227

Pero tras una primera lectura, puede parecer que sobre los temas de bioética la encíclica, en
definitiva, no ha dicho nada sustancialmente nuevo con respecto a los documentos anteriores de
índole ética. La originalidad de la encíclica consistiría sólo en el hecho de haber dado unidad orgánica
a todas las enseñanzas propuestas con anterioridad.
En realidad, si se hace un análisis más atento, se descubre que hay novedades, tal vez no con
respecto a la doctrina moral, pero sí con respecto al carácter oficial que brota del hecho de que son
tratadas en una encíclica. Bajo este aspecto, me parece una novedad el amplio pasaje dedicado a la
amenaza contra la vida que se realiza en el ámbito demográfico, sobre todo con políticas impuestas a
los países pobres, pero que producen daños también en los países ricos. El Santo Padre compara
esas políticas a las de antiguo faraón. «Del mismo modo se comportan hoy no pocos poderosos de la
tierra. Éstos consideran también una pesadilla el crecimiento demográfico actual y temen que los
pueblos más prolíficos y más pobres representen una amenaza para el bienestar y la tranquilidad de
sus países» (n. 16).
Aquí, en la encíclica, el Papa reafirma el discurso de Denver y lo inserta como un juicio moral con
respecto a las políticas de planificación familiar: «Se trata de amenazas programadas de manera
científica y sistemática» (n.17).
El mandamiento no matarás tiene así un alcance planetario, de acuerdo con la extensión mundial
de los delitos y de las políticas contra la vida.
Otro punto que, a mi parecer, constituye una novedad, no en sentido absoluto, sino en la enseñanza
oficial del Magisterio, es el relativo a la conexión que existe entre anticoncepción y aborto.
Se recuerda que los dos hechos tienen una calificación diversa desde un punto de vista ético,
porque tienen un objeto moral diferente. Pero se subraya que están vinculados entre sí, no sólo desde
el punto de la mentalidad que une esos dos hechos como factores contrarios a la acogida de la vida,
sino también desde el punto de vista objetivo, y lo demuestra el hecho de que «la preparación de
productos químicos, dispositivos intrauterinos y «vacunas» que, distribuidos con la misma facilidad
que los anticonceptivos, actúan en realidad como abortivos en las primerísimas fases de desarrollo de
la vida del nuevo ser humano» (n. 13).
Así, es nueva la consideración dentro de la defensa de la vida humana, la conexión con la
conservación del ambiente, a la que ya aludimos a propósito de la relación entre naturaleza y persona.
Deseo terminar destacando una novedad muy alentadora para quien se dedica al estudio de la
bioética. Entre los signos de esperanza la encíclica incluye también el desarrollo del estudio de la
bioética. «Con el nacimiento y desarrollo cada vez más extendido de la bioética se favorece la reflexión
y el diálogo —entre creyentes y no creyentes, así como entre creyentes de diversas religiones—
sobre problemas éticos, incluso fundamentales, que afectan a la vida del hombre» (n. 27).
Los que cultivan la bioética deben dar gracias a Juan Pablo II por las muchas contribuciones de su
magisterio y ahora por esta encíclica, con la que ilumina los fundamentos mismos de la bioética: la
dignidad de la persona humana, también en sus fases frágiles, la relación entre naturaleza y persona,
la fundamentación del juicio moral, y la relación entre ley moral y ley civil.
En definitiva, la encíclica, que concluye con una oración a María, recuerda a un mundo centrado en
su horizonte terreno que el hombre no es, como los demás seres vivos, un simple momento del devenir
universal, porque es capaz de devolver al mundo más de lo que recibe del mundo, y de elevarse a lo
eterno.
25/08/95
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228 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

49 . INFORMACIÓN GENERAL . CLARIN . Lunes 15 de Diciembre de 1997

FERTILIZACIÓN ASISTIDA, EN ESTADOS UNIDOS

Hijos al gusto de los padres


Cada vez hay más parejas estériles que eligen las características físicas de sus hijos. Para
eso seleccionan embriones según los catálogos de algunas clínicas. O piden donantes que
cobran 2 mil dólares
Nueva York, The New York Times

K
Finalmente, cinco de sus óvulos Las clínicas norteamericanas de
Especial para Clarín
fueron fertilizados con esperma de un esterilidad y algunos particulares
hombre de ascendencia rusa, rumana llegan a sacar avisos en los diarios
athy Butler, una mujer de 47 y húngara y otros dos con esperma de de algunas prestigiosas universida-
años del estado de Nueva Jersey, está un individuo de origen galés. des, con la convicción de que una
embarazada de trillizos. Pero los A estos embriones humanos mujer que estudie en Princeton,
chicos no tienen ningún parecido ni prearmados sólo se los encuentra en Stanford o Pensilvania será buena
con ella ni con su marido, Gary. Es algunos centros de Estados Unidos candidata a donante para muchos
que fueron gestados a partir de como el Presbiteriano Columbia, padres.
embriones congelados que los Butler donde los médicos informan a los El doctor Lee Silver, biólogo
eligieron y pagaron en el Centro pacientes sobre su existencia pero no molecular en la Universidad de
Médico Presbiteriano Columbia de hacen ningún tipo de publicidad. Princeton, encontró un aviso en el
Manhattan. «Si alguien consulta en otros diario estudiantil de la facultad que
centros más chicos, le van a decir que decía: «Pareja estéril (graduada de
Los médicos mezclaron nunca escucharon hablar de esto» Yale del 80 y marido) que desea iniciar
aclara el doctor Mark Sauer del una familia necesita mujer blanca,
óvulos y esperma humano y Presbiteriano Columbia. sana, de cabello claro (de entre 21 y
crearon una «biblioteca» de Para Lori Andrews, profesora de 32 años), que esté dispuesta a donar
Derecho en el Chicago-Kent College óvulos. Recibirá 2.000 dólares más
embriones congelados «No se puede aplicar a los em- gastos por su tiempo y esfuerzo. Se
briones un enfoque de supermer- incluye atención médica completa en
Los médicos de este centro cado». Los médicos especialistas en hospital de Nueva York».
médico mezclaron óvulos y esperma esterilidad, obviamente, sostienen Cuando Silver mencionó el aviso
humanos y crearon así una que el planteo no tiene sentido. en una clase, algunas de las estu-
«biblioteca» de embriones. Después Sauer respondió «El hecho de diantes admitieron haber considerado
los congelaron. querer elegir a los donantes de óvulos la posibilidad de contestarlo. Dijeron
La idea era permitir que los futuros y de esperma es algo normal de la que les atraía el dinero pero que tam-
padres elijan los embriones que naturaleza humana. A puertas cerra- bién les interesaba la idea de ayudar
quieren. das, la gente más liberal del mundo a otra gente y «la posibilidad de
Los Butler forman parte de un sembrar el mundo con sus óvulos».
silencioso pero creciente nuevo Quienes donan sus óvulos,
mundo, dispuesto a pagar lo que les A los embriones humanos aceptan que se les inyecten drogas
pidan las clínicas dedicadas a para estimular a los ovarios, logrando
esterilidad. prearmados sólo se les que éstos desborden de óvulos
Los Butler explicaron que ya se encuentra en algunos maduros. Según explicó el doctor
habían gastado todos sus ahorros en Mitchell Tucker, director científico en
tratamientos para la esterilidad y que centros de Estados Unidos una institución dedicada a la
cuando descubrieron que existía un reproducción de Atlanta, la experiencia
lugar en donde podían elegir es sumamente discriminatoria. No no es del todo benigna.
embriones congelados por 2.750 nos pueden acusar de querer jugar a Tucker advierte que en algunas
dólares su alegría fue enorme. Esta ser Dios». raras ocasiones, se estimula en
pareja, con ancestros irlandeses los En Estados Unidos las leyes que exceso a los ovarios de la donante.
dos, quería que los donantes de rigen la donación de óvulos y esperma «Sus niveles de estrógeno se van a
esperma tuvieran sangre irlandesa varían de estado a estado. Muchos ni las nubes y sufren una crisis que las
también «o al menos ojos y cabello siquiera tienen legislación. Y ninguna hace retener líquido. En los casos
claro» -según dijo Kathy-, pero todos ley especifica detalles, como cuál es más graves, los riñones se cierran y
los embriones disponibles eran de el status de los embriones de excepcionalmente la mujer puede
madres de origen italiano, con ojos y laboratorio o quiénes deben ser sus morir». Traducción de Silvia S.
cabello marrones. guardianes. Simonetti
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 229

40 . INFORMACIÓN GENERAL . CLARIN . Miércoles 18 de Febrero de 1998

El NOMBRE DE LOS PADRES SE MANTIENE EN SECRETO

En Los Angeles nacen mellizos


con ocho años de diferencia
En 1990 una pareja tuvo un hijo por inseminación artificial. Otros óvulos habían quedado
olvidados en una heladera. El año pasado, los padres decidieron gestar el embrión . El nuevo
bebé nació el lunes.
de a la pareja desde 1989.

B
Los Angeles Times
Especial para Clarín El año pasado los médicos del Centro Médico
Regional de Encino-Tarzana, ubicado en la periferia
illy fue concebido en 1990, pero nació ante- de los Angeles, decidieron comprar un nuevo
ayer. La medicina moderna y el olvido de óvulos fe- «freezer».
cundados y congelados en una clínica de Los Ange- En realidad el laboratorio simplemente había ol-
les, en California, hicieron posible esta historia. Una vidado los embriones y se dio cuenta recién cuando
mujer -que recibió un tratamiento de fertilización asisti- decidió su mudanza a un nuevo «freezer». Por eso
da hace ocho años- tuvo ahora un segundo bebé que tuvo que pedir permiso a todos los propietarios de
es mellizo del primero, y nació a partir de un óvulo que óvulos congelados.
no fue utilizado en esa oportunidad. Fue entonces cuando le escribieron al matrimo-
Además, los médicos señalaron que Billy nació nio (cuyos miembros tienen 44 y 54 años) pregun-
del embrión congelado, revivido e implantado, más tándoles qué querían hacer con sus óvulos fecun-
antiguo de la historia. dados olvidados en el fondo de un estante.
Los padres de Billy -un nombre inventado para Recién cuando llegó la carta por correo a la casa
resguardar la intimidad de la familia- tenían proble- de esta pareja, la familia supo que tenía ese «resto»
mas para concebir a un hijo naturalmente. Por eso, guardado.
en 1990 se sometieron a un tratamiento denomina- Aunque hacía años que deseaban un segundo
do GIFT. La mujer recibió una dosis de hormonas bebé, se habían resignado porque el tratamiento
que estimularon sus ovarios y los indujeron a produ- era demasiado costoso para ellos. Hace ocho me-
cir más de un óvulo durante el mismo ciclo menstrual. ses, implantaron en el útero de la mujer ese óvulo
Los óvulos fueron extraídos mediante un proce- fecundado cuando ella tenía 36 años. Este tratamien-
dimiento quirúrgico y luego fecundados in vitro con to les costó 1.000 dólares. Y el lunes nació Billy.
esperma del marido. Algunos fueron implantados
en el cuerpo de la mujer. Un chico sano
Y uno de ellos se transformó, nueve meses des- Con 3,600 kilogramos y una estatura de 55 centí-
pués, en el primer hijo de este matrimonio que vive metros, el bebé que había «sobrado» de un trata-
en las afueras de Los Angeles. miento hormonal exitoso y fue gestado como el «em-
Los óvulos restantes fueron guardados en un brión más viejo del mundo» goza de buena salud,
«freezer», por si la técnica -que cuesta 7.000 dóla- según dijo la portavoz del hospital Kara Walter.
res- no daba el resultado esperado. «Es común que Vermesh explicó, además, que los hermanos son
si la mujer no queda embarazada, se intente unos mellizos: «Fueron engendrados a partir de dos óvulos
meses después sin repetir procesos hormonales diferentes, pero eso ocurrió el mismo día. Por eso se
de estimulación ovárica», explicó Michael Vermesh, trata de mellizos que nacieron con una diferencia de
el especialista en este tipo de tratamientos que atien- edad de ocho años».
230 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

37 . INFORMACIÓN GENERAL . CLARIN . Lunes 7 de mayo de 2001

YA NACIERON TREINTA BEBES CON EL USO DE ESTE METÓDO

Debate por una técnica de fertilización


Para fortalecer el óvulo de la madre, los expertos le colocan genes de otra mujer. Por eso,
los bebés portan información genética de tres personas. Algunos consideran que se
trata de una manipulación perjudicial

U
Los Angeles Times
Especial para Clarín cutibles», agregó Juengst.
Cohen, quien tuvo que enfrentar las críticas de la
n nuevo método de tratamiento para pare- comunidad cientifíca, explicó que el tratamiento sólo
jas infértiles arrojó como resultado en los Esdos puede ser de ayuda para una pequeña cantidad de
Unidos el nacimiento de bebés con genes de tres parejas infértiles. «Las mujeres que pueden ser tra-
personas. Es decir, los niños recién nacidos -serían tadas con este método son aquellas que, a pesar de
alrededor de treinta- además de portar la informa- poseer óvulos que pueden ser fertilizados de mane-
ción genética de sus respectivos padres, tienen una ra natural, generan embriones incapaces de desa-
pequeña fracción del genoma de otra mujer. rrollarse y mueren antes de poder implatarse en el
El método fue desarrollado por un equipo de útero», explicó el médico que desarrolló la técnica.
cientifíficos del Instituto de Medicina y Ciencia Hace unos años, para probar su tesis, Cohen
Reproductiva de la Clínica St. Barnabas de Livingston, inyectó en óvulos de primeras pacientes citoplas-
en Nueva Jersey. Allí calcularon que la proporción de ma sano de otras mujeres. Los óvulos fecundados
genes de la tercera persona ascien de a un 0,3 por de sus pacientes se desarrollaron y se transforma-
ciento. Y además aseguraron que esos genes no ron en embriones normales, luego en fetos y final-
tiene ninguna incidencia en la personalidad del niño. mente en bebés, que según Cohen son «sanos y
Sin embargo, la polémica no tardó en aparecer. normales».
Otros investigadores estadounidenses criticaron el A pesar de ser una intervención en el desarrollo
método de tratamiento por considerarlo una interven- del embrión, los experimentos no necesitaron auto-
ción en el desarrollo del embrión. Erick Parens, espe- rización por parte del Estado, debido a que fueron
cialista en ética médica del Centro Hasting, dijo que las realizados con el apoyo de fondos privados.
modificaciones genéticas se trasnmitirán a la próxima Esa técnica también fue practicada por el ginecó-
generación. logo italiano Alessandro Di Gregorio. En su clínica de
Pero para Jacques Cohen, el médico que ideo la Turín, gracias a ese método, que según él tiene por
técnica, «no hubo manipulación genética en el pro- objetivo «rejuvenecer las célular huevo de la ma-
cesamiento», y explico que «la técnica empleada no dre», el 2 de marzo de 1999 nació el primer bebé en
manipula los genes sino simplemente agrega ma- Europa con huellas biológicas de dos madres.
terial inocuo extragenético a las nuevas vidas». La técnica de transferencia de citoplasma con-
Eric Juengst, asistente de genética de la Case siste en reforzar el ovocito débil de la madre con
Western Reserve University de Chicago, consideró una especie de transfusión de una parte de citoplas-
que la noticia es «inquietante». «Esto demuestra que ma de la mujer donante. De este modo, no hay nin-
en el entramado del debate sobre investigación guna transferencia de material genético nuclear, sino
genética y nuevos tratamientos para la infertilidad, sólo de nutrición para facilitar la fecundación y el de-
pueden filtrarse técnicas poco verificadas y muy dis- sarrollo del embrión.
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 231

37 . INFORMACIÓN GENERAL . CLARIN . Miércoles 4 de marzo de 1998

DOCUMENTO DE LA PONTIFICIA ACADEMIA POR LA VIDA

El Vaticano dice que la clonación es


un atentado a la dignidad humana
El texto reclama la restauración en la sociedad de «la relación entre vida, libertad y
verdad». Y cuestiona duramente la clonación y la manipulación genética porque dice
que pueden usarse como herramientas de discriminación. El papa Juan Pablo II aprobó
esta clara toma de posición.

L
Julio Argañaraz El Papa y varios teólogos morales de la Iglesia
Roma. Corresponsal han acusado a los «manipuladores genéticos» de
proponer la quimera de los embriones capaces de
a Iglesia considera que «es un grave aten- dar vida a seres humanos bellos, sanos y perfectos,
tado a la dignidad humana» la clonación de hom- en una alucinante reedición de los experimentos en
bres y mujeres, una probabilidad que varios científi- favor de la «raza aria superior» de los nazis.
cos señalaron como factible e inmediata en los últi- Los colaboradores de Juan Pablo II recordaron
mos meses, después que la experiencia fue reali- que Hitler y sus seguidores ordenaron la eliminación
zada con éxito en ovejas y monos. de los enfermos mentales y los minusválidos en el
El Papa había ya expresado su profunda preo- Tercer Reich. Más de trescientas mil personas fueron
cupación sobre este tema y ayer se dio a publicidad eliminadas en este programa nazi, que incluyó
el comunicado final de la Pontificia Academia por la también el nacimiento de 90 mil niños
Vida, que se reunió aquí a finales de febrero. «perfectamente arios» en campamentos especiales
Juan Pablo II aprobó previamente el documento, a los que eran llevados jóvenes alemanes de
que representa la más clara toma de posición de la ambos sexos oportunamente seleccionados para
Iglesia Católica y el magisterio pontificio en el oficiar de padres de las criaturas.
espinoso tema de la genética avanzada, la La academia pontificia sostiene que «el genoma
manipulación de embriones y fetos y, especialmente, humano no tiene un significado solamente
en el capítulo muy de actualidad de la reproducción biológico: también es portador de una dignidad
idéntica (clonación) de seres vivientes. antropológica (humana), que tiene su fundamento
El documento afirma que «la genética no es en el alma espiritual que lo vivifica».
necesariamente un hecho negativo» y puede ser útil De allí, prosigue el documento, que la clonación
para los seres humanos «si no es utilizada como «representa un grave atentado a la dignidad del
herramienta para distintas formas de concebido y a su derecho a un genoma no
discriminación». predeterminado e irrepetible», en cuanto es «una
Hace unos días, en un mensaje a los forma extrema de intervención manipuladora de la
académicos, el Papa se refirió a la perspectiva de constitución genómica del ser humano».
manipulaciones genéticas con los genomas y la Como lo ha declarado el mismo Juan Pablo II, la
eliminación de los embriones con enfermedades y academia define como «particularmente
minusvalías. preocupante» el «crecimiento de un clima cultural
«El embrión tiene un alma», afirmó el Papa, que conduce a la práctica de la diagnosis prenatal»,
rechazando de plano la proliferación de embriones que considera discriminatoria.
congelados para fertilizaciones asistidas y su
frecuente eliminación. Esperanzas y temores
El documento de la academia pontificia afirma Los seres que no resulten «sanos y perfectos
que los avances en el campo genético son positivos en las primeras fases de su vida» pueden sufrir así
si apuntan a «servir el bien de la persona en la un «atentado a su misma vida, que no verá jamás la
prevención, diagnosis y terapia de las enfermedades luz», afirma el documento, refiriéndose a los fetos
con base genética». en el útero materno.
Pero estos avances son «moralmente inacep- La academia pontificia elaboró un documento
tables» si tienen el fin de «discriminar a aquellos que clarísimo y contundente. A las puertas del fin del
sean portadores de genes patógenos susceptibles milenio, reclama la restauración en la sociedad de
de desarrollar determinadas enferme-dades», agrega «la relación entre vida, libertad y verdad». Al respecto
el texto realizado por los prelados expertos. señala que las legislaciones vigentes sobre
Esta acción es «contraria a la inalienable biotecnologías y nueva genética «hacen ver
dignidad e igualdad de los seres humanos y a la esperanzas pero también temores», por lo que
justicia social», afirma el documento de la academia reclama «un justo orden social de respeto a la
pontificia. persona, a la familia y a los más débiles».
232 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

12 . ZONA . CLARIN . Domingo 30 de mayo de 1999

Tendencias

La filosofía
Peter Singer es un filósofo
australiano, defensor de la
eutanasia. Su incorporación a la
Universidad de Princeton

del buen morir


(EE.UU.) causó un escándalo.
Desde Melbourne, Singer con-
versó con Zona sobre sus tesis.

FLAVIA COSTA A cambio de los valores absolutos El principio de utilidad

R
de la moral judeocristiana, en la que Para entender las tesis de Singer
ara vez un dilema ético de la se basa la mayoría de las legislacio- hay que remontarse a su tradición filo-
medicina trasciende la intimi- nes de los países de Occidente, Singer sófica, el utilitarismo, una de las teo-
dad de los hospitales y claus- propone reemplazar el principio de la rías clásicas en ética, desarrollada a
tros académicos para ganar la «santidad de la vida» por una ética ba- principios del siglo XIX por Jeremy
opinión pública, pero cuando lo hace, sada en la «calidad de vida». Es decir Bentham y John Stuart Mill. Para los
su impacto es arrasador. Prueba de que en vez de considerar que toda vida utilitaristas, la moral de una acción de-
ello es el escándalo que provocó días es sagrada y debe defenderse hasta pende más de sus consecuencias
atrás el anuncio de que la Universi- las últimas consecuencias, sostiene que de sus intenciones. «El utilitaris-
dad de Princeton acaba de convocar como principio fundamental evitar el mo sostiene el principio de la mayor
para su Departamento de Valores Hu- sufrimiento innecesario e indeseado. felicidad para la mayor cantidad de
manos al filósofo australiano Peter Las teorías de Singer son motivadas gente -explica el filósofo Enrique Marí-
Singer, especialista en bioética que por los avances en los saberes y las Eso implica ya un problema: ¿cómo
sostiene tesis en favor de la eutana- tecnologías médicas, que permiten hacer una regla universal sobre la feli-
sia y el derecho a decidir la propia desde hacer análisis genéticos pre- cidad? Ante la falta de un criterio co-
muerte. natales hasta mantener la vida mún, Bentham debió especificar: la fe-
El revuelo fue tan grande que The artificialmente en casos hasta hace licidad es la suma del mayor placer o
New York Times lo recogió en su tapa. poco irreversibles y que, por eso mis- la menor cantidad de dolor.» Singer
Algunos editorialistas llegaron a cali- mo, están cambiando drástica-men- insiste en que es éticamente incorrecto
ficar de nazis los postulados de Singer. te las formas de vivir y de morir en infligir sufrimiento a otro, sin distincio-
Y un periodista de The Wall Street las sociedades opulentas. nes, incluso de especie. Esto implica,
Journal sostuvo que, con la designa- Así, Singer cita casos como el de entre otras cosas, rechazar la «supe-
ción, la universidad estaba «tirando Anthony Bland, un muchacho inglés rioridad» de la especie humana fren-
por la borda la idea de dignidad que que durante un partido de fútbol en te a otras criaturas, idea que está en
definió a la civilización occidental en 1989 sufrió una tragedia parecida a la la base de su libro Liberación animal,
los últimos dos milenios». El motivo de la Puerta 12, ocurrida en la cancha considerado un clásico del derecho de
principal de las acusaciones radica en de River en los 60: una avalancha em- los animales.
la posición de Singer frente a temas pujó a cientos de personas contra una Hasta aquí no hay mayores obje-
delicados como la eutanasia y el sui- valla. Bland quedó en estado ciones. Pero la polémica se desata
cidio asistido. vegetativo. Según uno de los jueces, cuando aplica su razonamiento a te-
La obra de Singer lleva años tra- su cuerpo estaba vivo «pero él no tie- mas relativos a la vida y la muerte de
ducida al castellano. En libros como ne una vida en el sentido en el que seres humanos. Singer traza una dis-
Etica práctica (1980) y Repensar la incluso el ser humano más lamenta- tinción clave entre un «ser humano» y
vida y la muerte (1994), este filósofo blemente discapacitado pero cons- una «persona». Ser persona, afirma,
de 52 años afirma, por ejemplo, que ciente la tiene». Luego de un largo pro- implica una serie de características,
en ciertas circunstancias es posible ceso, los jueces británicos permitie- como racionalidad, autonomía, con-
defender la eutanasia no sólo para ron que se suspendiera la vida artifi- ciencia de sí, capacidad para
adultos con enfermedades terminales cial de Bland. Según Singer, los jue- interactuar. Y considera que «tal como
sino para recién nacidos con severas ces «optaron por una ética que, acer- reconocieron los jueces en el caso de
incapacidades, como casos graves de tadamente, tiene en cuenta si mante- Anthony Bland, la vida sin ninguna con-
hemofilia o daños cerebrales irrepa- ner la vida beneficiará o perjudicará» ciencia no vale la pena». Por ende, se-
rables. al involucrado. ría admisible que los padres decidan
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 233

Domingo 30 de mayo de 1999 . CLARIN . ZONA . 13

quitar la vida a un recién nacido con cide: «Singer es un autor con un pen- bre su futuro no la debería tomar «ni el
drásticas incapacidades, que impidan samiento muy complejo y sofisticado Estado ni los médicos, sino los pa-
la menor interacción física, mental o que a la vez puede ser fácilmente acce- dres».
social. Singer no ve una distinción mo- sible». Para ella, «lo más llamativo es De todos modos, incluso quienes
ral tan clara entre permitir que un chi- su coherencia y su honestidad al lla- elogian el rigor y la coherencia de su
co muera -suspendiendo un trata- mar a las cosas por su nombre». pensamiento, advierten sobre los pe-
miento- y provocarle la muerte con una Sucede que más allá de lo ligros que podría encerrar su puesta
inyección letal. En ese caso, la muer- provocadoras que son sus tesis, «el en práctica. Para Enrique Marí, «tal vez
te podría ser aún más moral si evita hombre más peligroso del mundo hoy no es el caso de Singer, cuyo planteo
el sufrimiento innecesario o el «en- en día» -como lo calificó un activista a es seguramente bienintencionado,
carnizamiento médico». favor de los discapacitados- dio en el pero no hay que perder de vista las
Desde ya, las ideas de Singer no centro de una serie de cuestiones in- consecuencias sociales que pueden
le valieron pocos enemigos. Hugo eludibles en una sociedad globalizada tener las lecturas parciales de sus ar-
Obiglio, director del Instituto de Etica económica y técnicamente. El debate gumentos». Marí dice que «en socie-
Biomédica de la Universidad Católica también se vuelve pertinente en aque- dades como la nuestra, donde hemos
(UCA), opina que «la cultura actual llas sociedades donde la tecnología visto casos como el de Mengele, uno
propone una moral de situación, un médica avanzada es poco menos que podría pensar que mantener el valor
facilismo que las posturas como las un consumo suntuario, dado que ata- absoluto de la vida permite prevenir
de Singer favorecen». En tanto, en ñe a la distribución de los recursos de prácticas cruentas».
Princeton, unos grupos de alumnos salud: por cada enfermo terminal cuya Florencia Luna, por su parte, opi-
prometieron boicotear sus clases. Y agonía es prolongada indefinidamen- na que de todas las tesis de Singer,
varias asociaciones antiabortistas pi- te, se podría reparar el futuro de cien- «la más discutible me parece la apli-
dieron que se anulara su contrato. En tos de niños desnutridos. cación de la justificación de la eutana-
relación con estas críticas, Singer res- La bióloga Susana Sommer, pro- sia a casos de personas que no ex-
pondió a ZONA desde Melbourne: «No fesora de Etica Aplicada de la UBA, presaron sus deseos previamente,
me sorprenden esas reacciones: yo menciona otro ejemplo de dilema mé- sean éstos recién nacidos o perso-
sé que hay un importante movimiento dico que da cuenta de las dimensio- nas adultas. Me preocupa la posibili-
pro vida en los EE.UU., aunque en ver- nes sociales y políticas que entran en dad de abusos en este sentido».
dad no sé bien por qué me señalan juego: el de las madres que alquilan Otro punto es la posibilidad de que
vientres. «No es lo mismo -dice- si se predominen criterios economicistas a
trata de un acto altruista, como cuan- la hora de tomar decisiones sobre la
Singer propone reemplazar do una amiga presta su cuerpo a otra vida y la muerte. Para Marí, este riesgo
el principio cristiano de la para que conciba su hijo, que si el vien- está implícito en las tesis utilitaristas:
tre es el único recurso económico de «El utilitarismo tiene a veces estos des-
«santidad de la vida» por una mujer desesperada en el Tercer víos -explica-, al medir las acciones en
una ética basada en la Mundo. ¿Cómo hacer, entonces, una re- función de los costos, se podría con-
gla universal?», se pregunta. cluir que el discapacitado da pérdida».
«calidad de vida». «La discusión -sigue Sommer- pasa
Los dilemas de la práctica por las consecuencias sociales de al-
particularmente. Hay otros filósofos Nieto de tres víctimas del Holo- gunas decisiones teóricas. Una políti-
con puntos de vista similares que ya causto, Singer ha sido acusado de nazi ca que quisiera evitar el sufrimiento de
enseñan en los EE.UU.. Alguna gente por defender causas como el aborto los discapacitados podría contribuir a
dice que el problema es que yo escri- selectivo por razones de salud. Algu- la tendencia ya instalada en nuestras
bo en forma más clara y llana, que to- nas de las más fuertes críticas provie- sociedades de no hacerse cargo de
dos pueden entender». nen de Alemania, donde la sombra de ellos. El riesgo, entonces, es claro: que
Ese argumento, justamente, esgri- la eugenesia -la «selección artificial» de al impedir su nacimiento, la sociedad
mió George Kateb, politólogo de los nacimientos- sigue siendo podero- se libere de su responsabilidad frente
Princeton, para defender su nombra- sa. Allí, los defensores de los derechos a los discapacitados».
miento: «La filosofía moral no es más de los discapacitados calificaron sus te- Mientras la polémica crece, Singer
que una enorme bolsa de problemas. sis de «fascistas y asesinas». no deja de hacer preguntas: «La tec-
Debemos elogiar a quien pueda ela- Singer sostiene, sin embargo, que nología crea un imperativo: si pode-
borar argumentos rigurosos, basados sus ideas son menos duras que lo mos hacerlo, lo haremos. La ética se
en principios claros y abiertos a cual- que sugieren algunos críticos. En prin- pregunta: Podemos hacerlo, pero ¿de-
quier refutación». La especialista ar- cipio, dice que matar a una persona beríamos hacerlo?». De cómo sea la
gentina Florencia Luna, doctora en fi- discapacitada que quiere vivir jamás ética desde la cual se intente respon-
losofía y directora del posgrado en se justifica. Y que en el caso de los der a estas preguntas puede depen-
bioética de FLACSO -Facultad Latinoa- bebés, que no pueden dar a conocer der la forma en que viviremos y mori-
mericana de Ciencias Sociales-, coin- sus propios deseos, la decisión so- remos en el siglo XXI.
234 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 235

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Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 237

Índice

Unidad 1 «Introducción a la Bioética»......................................................13


Introducción.......................................................................................... 15
1.1 Cultura de la Vida -vs- Cultura de la Muerte......................................... 17
¿Qué ocurre hoy con esta cultura de la vida?....................................... 18
1.2 Bioética. Historia y Modelo............................................................... 21
Introducción................................................................................... 21
Historia de la Bioética...................................................................... 21
Espistemología de la Bioética............................................................ 22
Definición....................................................................................... 24
Ámbitos de la Bioética..................................................................... 25
Modelos Bioéticos........................................................................... 26
1.3 Modelo Personalista........................................................................ 30
Definición de Corporalidad............................................................... 32
1.4 Principios de la Bioética Personalista.................................................. 33
Síntesis............................................................................................... 36

Unidad 2 «Importancia del Bioderecho».................................................. 39


Introducción......................................................................................... 41
2.1 Importancia del Bioderecho............................................................... 43
El Derecho...................................................................................... 43
¿El derecho se crea o se descubre?..................................................... 44
2.2 Características del derecho y el bioderecho......................................... 47
Características del derecho de nuestro tiempo...................................... 48
2.3 La Normas Jurídicas....................................................................... 50
El Ordenamiento Normativo.............................................................. 51
2.4 Las fuentes del derecho positivo......................................................... 54
Actividad de aprendizaje final................................................................. 57

Unidad 3 «El inicio de la vida»............................................................... 59


Introducción ........................................................................................ 61
3.1 Métodos naturales de Planificación familiar (mnpf)............................... 63
Fisología del ciclo menstrual femenino................................................. 64
Indicadores de fertilidad.................................................................... 65
El método de ovulación «Billings» del moco cervical.............................. 68
El método sintotérmico..................................................................... 69
3.2 El Magisterio de la Iglesia y la regulación natural de la fertilidad............. 72
3.3 El comienzo de la vida..................................................................... 77
238 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

¿Cómo comienza la vida?................................................................. 78


Desarrollo Intrauterino...................................................................... 79
3.4 Estatuto biológico y antropológico del embrión humano........................ 81
Propiedades del embrión................................................................... 81
Embrión humano, persona humana................................................... 82

Unidad 4 «Bioética y la vida naciente».................................................... 85


Introducción......................................................................................... 87
4.1 Diagnóstico Prenatal........................................................................ 89
Consideraciones éticas sobre el diagnóstico prenatal............................. 91
4.2 Genoma Humano........................................................................... 93
Introducción................................................................................... 93
Definición....................................................................................... 93
Algunos resultados........................................................................... 95
Consideraciones éticas relacionadas con el genoma humano.................. 96
Relación entre dignidad humana y genoma humano............................. 97
4.3 Aspectos Jurídicos de la vida naciente................................................ 100
La existencia de la persona frente al derecho positivo............................ 101
El comienzo de la existencia de la persona ante el derecho positivo......... 103
El Derecho Argentino........................................................................ 103
La Convención sobre derechos del niño............................................... 104
La declaración americana de derechos y deberes del hombre................. 104
El Código Civil Argentino.................................................................. 105
El Códico Penal Argentino................................................................. 105
El Decreto 1406/98.......................................................................... 105

Unidad 5 «Bioética y amenzas contra la vida naciente»............................. 113


Introducción......................................................................................... 115
5.1 La vida humana destruída: el aborto.................................................. 117
Aborto y cultura de la muerte............................................................ 119
El aborto y la persona...................................................................... 121
5.2 Métodos de aborto........................................................................... 123
Secuelas físicas del aborto................................................................. 125
Secuelas psicológicas del aborto........................................................ 125
5.3 Aspectos jurídicos del aborto............................................................. 129
5.4 La vida humana artificialmente impedida. Anticoncepción.................... 136
Características ideales de los métodos anticonceptivos.......................... 137
Anticoncepción: mecanismos de acción.............................................. 138
Anticonceptivos hormonales.............................................................. 139
Introducción a la Bioética UNIVERSIDAD FASTA 239

Contracepción de barrera.................................................................. 141


5.5 Aspectos jurídicos de la anticoncepción............................................... 145

Unidad 6 «Bioética: La vida artificialmente producida».............................. 147


Introducción......................................................................................... 149
6.1 Reproducción artificial...................................................................... 151
1.La pareja ésteril........................................................................... 152
2.La intervención médica y las nuevas tecnologías de la reproducción
humana....................................................................................... 154
3.Complicaciones de las técnicas de reproducción artificial..................... 157
4.El valor de la procreación humana y su dignidad que debe ser vivida
dentro del matrimonio.................................................................... 159
5.El problema del trato del embrión humano........................................ 160
6.Aspectos Bioéticos de la reproducción artificial.................................. 161
7.Magisterio Cátolico y reproducción artificial...................................... 163
8.Aspectos Jurídicos de la fecundación artificial................................... 165
6.2 Clonación........................................................................................168
1.Definición.................................................................................... 168
2.Técnica empleada......................................................................... 168
3.¿Porqué ambos tipos de clonación son ilícitos?.................................. 168
4.Consideraciones éticas................................................................... 169
5.Clonación y Magisterio Cátolico...................................................... 170
6.¿Qué tipo de investigación respeta a la persona humana?................... 171

Unidad 7 «Bioética y el final de la vida».................................................. 173


Introducción......................................................................................... 175
7.1 Eutanasia....................................................................................... 177
Introducción.................................................................................... 177
Definición........................................................................................177
Clasificación de la eutanasia.............................................................. 178
Método terapéutico........................................................................... 180
7.2 Ensañamiento terapéutico................................................................. 183
7.3 Suicidio asistido............................................................................... 184
7.4 Cuidados paliativos.......................................................................... 185
7.5 Eutanasia y suicidio asistido - Aspectos Jurídicos -................................ 187
Introducción.................................................................................... 187
Eutanasia, Suicidio y Derecho Positivo................................................ 188
Eutanasia, Suicidio, Rechazo de tratamientos y Derecho Argentino.......... 191
Eutanasia, Suicidio, Rechazo de tratamientos y DerechoNatural.............. 193
240 UNIVERSIDAD FASTA Introducción a la Bioética

Unidad 8 «Bioética y Transplante de órganos».......................................... 197


Introducción......................................................................................... 199
8.1 Definición y diagnóstico de muerte..................................................... 201
Criterios de certificación de la muerte................................................. 201
8.2 Aspectos éticos del transplante de órganos.......................................... 203
Defensa de la vida del donante y del receptor...................................... 203
La defensa de la identidad personal del receptor y sus descendientes....... 204
Consentimiento informado................................................................ 204
Principio de sociabilidad - subsidiariedad............................................ 204
Determinación del momento de la muerte........................................... 205
8.3 Transplante de órganos -Aspectos Jurídicos-........................................ 206
1.Mutilación y Derecho.................................................................... 206
2.Transplante de órganos. Regulación legal......................................... 207
3.Transplantes y Derecho Natural...................................................... 209

Conclusión........................................................................................ 211
Textos Complementarios................................................................... 215
Bibliografía........................................................................................ 234

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