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Liceo San Ignacio Empedrado

Asignatura: Ciencias Naturales – Biología


Curso: 2º Medio
Profesor: Carlos Acuña Pinto

Instrucciones: Estudie y anote la información presente en esta guía en su cuaderno de


ciencias naturales, obviamente desde donde nos quedamos en la última clase. Tómelo con
seriedad ya que, por el momento es la única manera de continuar con los contenidos, lo cual
es sumamente importante para su correcto aprendizaje.

Guía Sistema Nervioso

El Sistema Nervioso corresponde al conjunto de células y estructuras especializadas que se


encargan de transmitir información alrededor de todo el cuerpo. El sistema nervioso tiene tres
funciones: sensorial, pues capta estímulos del ambiente y del interior del organismo; integradora,
que consiste en el análisis de la información recibida y la “selección” de la respuesta; y efectora, ya
que permite elaborar una respuesta frente al estímulo recibido, mediante la secreción glandular,
como salivar ante el aroma de una comida; o la contracción muscular, por ejemplo, cuando se tirita
ante la exposición a una baja temperatura.

Para facilitar su estudio, el sistema nervioso humano se ha dividido en: sistema nervioso central
(SNC) y sistema nervioso periférico (SNP), los que funcionan conjuntamente, como una unidad.

Sistema Nervioso Central

El SNC está compuesto por el encéfalo, que se


encuentra alojado al interior del cráneo y está
constituido por el cerebro, el cerebelo, el
diencéfalo y el tronco encefálico; y por la médula
espinal, que está protegida por la columna
vertebral.

Cerebro: es la estructura más grande del encéfalo


y actúa como el centro de control del organismo:
regula los movimientos voluntarios e interviene en
el aprendizaje, el pensamiento y la memoria, entre
otras funciones.

Diencéfalo: se ubica en la base del cerebro y está


compuesto por el tálamo y el hipotálamo. El tálamo
recibe la mayor parte de los impulsos nerviosos
provenientes de otras estructuras del SNC y los
distribuye a zonas específicas del cerebro. El hipotálamo participa en la regulación de la temperatura
corporal y en el control de las sensaciones de hambre y de sed. Contribuye a mantener los estados
de vigilia y los patrones de sueño, y regula la secreción de diversas glándulas.

Cerebelo: está situado debajo del cerebro, en la parte posterior, y es la segunda estructura más
grande del encéfalo. Entre sus funciones está participar en la coordinación de los movimientos
musculares y en la mantención de la postura corporal.

Tronco encefálico: conecta el encéfalo con la médula espinal y está compuesto por el mesencéfalo,
la protuberancia anular y el bulbo raquídeo. El tronco encefálico participa en el control de la
deglución, la tos y el hipo; y en la regulación de la presión arterial y de las frecuencias respiratoria y
cardíaca, entre otras funciones.
Médula espinal: cordón nervioso que comienza en el bulbo raquídeo. Constituye la principal vía de
comunicación entre el encéfalo y el resto del cuerpo, conduce impulsos nerviosos hacia y desde el
encéfalo; y participa en las respuestas reflejas que estudiaremos más adelante.

Sistema Nervioso Periférico

Gracias a nuestros órganos de los sentidos, podemos captar


diferentes estímulos del medio, por ejemplo, al oler una flor. Ahora
bien, ¿cómo llega esa información hasta nuestro cerebro? a través del
Sistema Nervioso Periférico.

El SNP está formado por nervios y agrupaciones de neuronas que


están localizadas fuera del SNC, pero conectadas a este, y que
permiten que el encéfalo y la médula espinal se comuniquen con el
resto del cuerpo.

El SNP presenta una división sensorial, que transmite información


hacia el SNC; y una división efectora o motora, que conduce
información desde este hacia los músculos y las glándulas. La división
efectora está compuesta por el sistema nervioso somático (SNS) y el
sistema nervioso autónomo (SNA). El primero controla los
movimientos voluntarios, es decir, de los músculos esqueléticos,
mientras que el segundo regula las respuestas involuntarias, es decir,
del corazón, glándulas, etc. El SNA está conformado por el sistema
nervioso simpático y parasimpático.

Reflejos

Imagina que accidentalmente tocas una superficie caliente; seguramente retirarías tu mano de dicha
superficie sin siquiera pensarlo. El caso anterior es un ejemplo de una respuesta refleja o reflejo.

Los reflejos consisten en una respuesta rápida e involuntaria elaborada ante la recepción de un
estímulo, en la cual intervienen componentes del SNC y del SNP. El conjunto de estructuras que
participan en un reflejo se denomina arco reflejo.

Receptor: estructura que capta un estímulo específico, en este caso, calor.


Neurona aferente: conduce la información, en este caso de calor hacia el centro integrador.
Centro integrador: componente del SNC, en este caso la médula espinal, que “analiza” la
información recibida y elabora una respuesta.
Interneurona: recibe la información de la neurona aferente y la transmite a la neurona eferente.
Neurona eferente: conduce la información desde el centro integrador hacia un efector.
Efector: estructura que ejecuta la respuesta frente al estímulo. Puede ser un músculo o una
glándula.

Neuronas

Las neuronas son las células del sistema nervioso que reciben, conducen y transmiten información
nerviosa entre los componentes del sistema nervioso y otras estructuras corporales mediante
señales eléctricas, llamadas impulsos nerviosos.

Tipos de Neuronas

Según su número de prolongaciones

Unipolar: tiene solo una prolongación que nace desde el


soma y luego se divide en dos.

Bipolares: tienen dos prolongaciones que nacen desde el


soma, una dendrítica y otra axónica.

Multipolares: presentan un axón único y varias dendritas


que emergen desde el soma.

Según su función

Aferentes: conducen impulsos nerviosos desde los


receptores hacia el sistema nervioso central.

Eferentes: conducen impulsos nerviosos desde el


sistema nervioso central hacia los efectores.
De asociación o interneuronas: presentes en el sistema nervioso central, transmiten el impulso
nervioso entre las neuronas aferentes y eferentes.

Potencial de membrana

Cuando las neuronas no están transmitiendo una señal nerviosa, se dice que están en “reposo”. Sin
embargo, estas células no se encuentran inactivas, sino que están transportando iones a través de
su membrana.

Los iones son átomos con carga. Estos pueden ser cationes, cuya carga es positiva; o aniones, que
tienen carga negativa. Los canales iónicos y la bomba de sodio-potasio (Na+/K+), son proteínas que
atraviesan la membrana plasmática y permiten, mediante mecanismos distintos, el transporte de
sustancias a través de la célula.

De esta manera, una neurona en reposo se encuentra eléctricamente polarizada producto de una
diferencia de cargas, denominada potencial de reposo, entre el citoplasma y el medio extracelular.
El citoplasma de una neurona en reposo se encuentra cargado negativamente en comparación al
medio extracelular.

Impulso Nervioso

Cuando una neurona es estimulada, genera una señal eléctrica que “viaja” a través de ella, señal
puede ser transmitida hacia otra neurona, mediante una señal química.

Cuando una neurona en reposo recibe un estímulo, cuya intensidad eleva el potencial de membrana
hasta o sobre un valor, llamado umbral, se produce la apertura de canales de sodio, ocasionando el
ingreso de este ion a la célula. Esto hace que el interior de la célula sea temporalmente más positivo
que el medio extracelular, fenómeno conocido como despolarización. De esta manera, se produce
un potencial de acción, que dura unos pocos milisegundos.

La despolarización de una zona de la membrana provoca la apertura de los canales de sodio


adyacentes. Así se van generando sucesivos potenciales de acción que se propagan a lo largo del
axón: el impulso nervioso. Luego, se produce la repolarización de la neurona, restitución del potencial
de reposo por el cierre de los canales de sodio y la salida de los iones potasio al medio extracelular.
El impulso nervioso será más rápido en axones cuyo diámetro es mayor y presenten vaina de mielina.

Transmisión del impulso nervioso entre neuronas

El impulso nervioso se puede transmitir de una neurona a otra, o bien a una célula efectora. Esta
unión, que permite la comunicación entre neuronas, o con los efectores, se denomina sinapsis.
Existen dos tipos de sinapsis: la química y la eléctrica.

La sinapsis química

Es la más común en nuestro sistema nervioso.


En ella, no hay contacto entre las neuronas,
pues se encuentran separadas por el espacio
sináptico. Es por ello que el impulso nervioso
se transmite mediante la liberación de
sustancias llamadas neurotransmisores.

Cuando el impulso llega a la terminal axónica


de la neurona presináptica, se movilizan las
vesículas sinápticas hacia la membrana. Estas
vesículas liberan neurotransmisores hacia el
espacio sináptico.

Los neurotransmisores se unen a los


receptores de la neurona postsináptica,
provocando que en esta se abran canales iónicos, por ejemplo, de sodio. Los neurotransmisores
luego son degradados y recapturados por la neurona desde donde fueron liberados.

La sinapsis eléctrica

En la sinapsis eléctrica, se produce un flujo directo de iones a través de canales ubicados en las
uniones entre ambas neuronas, llamadas uniones en hendidura. El paso de los iones determina la
transmisión del impulso nervioso.

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