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1. Sistema nervioso
Es el encargado de recibir y procesar la información proveniente del medio externo e interno de un organismo, y,
a su vez, de controlar y coordinar la reacción de los demás órganos y sistemas.
El sistema nervioso está presente en todos los animales, a excepción de la esponja (Campbell, 2008: 1012), pero
se diferencia en la forma como las células especializadas que lo componen, llamadas neuronas, se agrupan para
formar sistemas con menor o mayor complejidad funcional, como se describe a continuación:
a) Red nerviosa
Es la organización más simple del sistema nervioso, se caracteriza porque las neuronas están dispersas por todo
el organismo a manera de red y el impulso nervioso se expande en todas las direcciones. Este tipo de sistema
nervioso corresponde al grupo de los cnidarios, como la hidra y las medusas, que poseen simetría radial.
Los animales un poco más complejos a más de la red nerviosa poseen nervios. Por ejemplo, en la estrella de mar
los nervios conectan las redes nerviosas de cada extremidad con un anillo nervioso central (Campbell, 2007: 1012).
b) Centralización y cefalización
Los animales con simetría bilateral3 muestran una centralización del sistema nervioso, es decir, una agrupación
de neuronas en áreas centrales; y una cefalización, la concentración de estructuras nerviosas en la cabeza (Hill,
2006:308). Desde los platelmintos hasta los vertebrados presentan esta organización del sistema nervioso, con
algunas variaciones, veamos:
Cordones nerviosos: El sistema nervioso de los platelmintos se presenta en forma de cor dones
longitudinales (constituidos por las prolongaciones de las neuronas) que salen de los ganglios cefálicos.
Sistema ganglionar: El sistema nervioso presenta en una cadena de ganglios situada en la zona ventral y
ganglios cerebrales con un mayor desarrollo. Este tipo de organización está presente en anélidos,
artrópodos y moluscos.
Sistema nervioso columnar: En los vertebrados, el tejido nervioso se presenta como una columna continúa
de cuerpos neuronales y sus prolongaciones, la cual se ubica en la parte dorsal del cuerpo. El desarrollo del
cerebro es mayor. Como veremos más adelantes, el sistema nervioso de los vertebrados se divide en sistema
nervioso central y sistema nervioso periférico.
La unidad básica, estructural y funcional de todos los sistemas nerviosos es la neurona: la célula especializada y
responsable de recibir los estímulos del medio externo e interno o de otras neuronas, procesar la información y
trasmitir la respuesta como una señal eléctrica, llamada impulso nervioso o potencial de acción.
Soma o cuerpo celular neural: Es el centro metabólico de esta célula, donde se realizan las actividades
fundamentales del sistema nervioso. Contiene los organelos que se encuentran en la mayoría de células y se
encarga de integrar las señales que recibe de las dendritas.
Dendritas: Son prolongaciones cortas que parten del cuerpo neural en forma de ramas de árbol, conectan a
las neuronas entre sí y reciben las señales.
Axón: Es una prolongación larga y delgada del cuerpo neural, su función es trasmitir la información a otras
neuronas o a las células efectoras5. Los axones se acumulan en largos haces denominados nervios en el
sistema nervioso periférico y tractos en el sistema nervioso central.
Algunos axones están rodeados, segmento a segmento, por una sustancia blanca y grasosa llamada vaina de
mielina, que aísla las señales de las neuronas para que no interfieran entre sí e incrementa su velocidad de
trasmisión.
Un axón nace en una región del cuerpo celular llamada cono axónico, donde se generan las señales nerviosas en
una neurona clásica. En su extremo, el axón se ramifica en varias terminaciones sinápticas, cuyo final es una
estructura en forma de botón.
Además, las neuronas están rodeadas por células gliales, que cumplen diferentes funciones de acuerdo con el tipo
al que pertenezcan. De manera general diremos que se encargan de dar soporte, nutrición y defensa a las
neuronas, eliminan los desechos, recubren a los axones y, en algunos casos, proveen la vaina de mielina.
De acuerdo con la función que desempeñan en el procesamiento de la información del sistema nervioso, es
posible distinguir tres tipos de neuronas que actúan de manera coordinada: sensitivas, interneuronas y
efectoras.
Las neuronas no están juntas unas con otras. Entre la terminal sináptica de una neurona emisora y una dendrita
o el cuerpo de una neurona receptora (también puede ser los receptores de una célula efectora) hay un espacio
de separación, estos tres componentes reciben el nombre de sinapsis.
Cuando una neurona es estimulada (en las dendritas o el cuerpo neural), se produce una serie de alteraciones
eléctricas en la membrana celular, cuya suma desencadena un impulso nervioso. Este impulso nervioso o
potencial de acción viaja por el axón hasta sus terminaciones. Entonces para que el impulso nervioso ‘salte’ el
espacio sináptico, las vesículas ubicadas en los botones terminales segregan una sustancia química llamada
neurotransmisor, que lo conecta con el sitio receptor de la siguiente neurona.
Por lo tanto, la sinapsis permite la trasmisión de información entre neuronas y entre las neuronas y otras células.
Un acto reflejo es una respuesta involuntaria, rápida y automática frente a un estímulo, en la cual interviene la
medula espinal y no el encéfalo. Esa respuesta se genera gracias a que las neuronas forman circuitos funcionales
o rutas de transmisión que se conocen como arcos reflejo.
El arco reflejo es la unidad funcional del sistema nervioso y consta de los siguientes componentes:
En su forma más simple, el arco reflejo tiene una sola sinapsis (monosináptico) que articula la neurona sensitiva y
la motora, como el reflejo de estiramiento rotuliano.
Un arco reflejo más complejo es polisináptico y en él intervienen además las interneuronas (neuronas
multipolares que hacen de puente comunicacional entre las neuronas sensoriales y las motoras), como el reflejo
ante el calor.
No se debe confundir el arco reflejo, que es el trayecto del estímulo desde el órgano receptor hasta el efector, y
el acto reflejo o simplemente reflejo, que es la acción en respuesta al estímulo.
En los seres humanos y el resto de vertebrados, el sistema nervioso se divide en: sistema nervioso central (SNC)
y sistema nervioso periférico (SNP), así:
Constituido por dos grandes centros nerviosos: el encéfalo y la médula espinal, los cuales están protegidos por
los huesos del cráneo y de la columna vertebral, respectivamente, y por tres membranas de tejido conectivo
llamadas meninges, entre las cuales circula el líquido cefalorraquídeo, que amortigua y evita posibles lesiones.
Cerebro: Parte más voluminosa del encéfalo. Pesa entre 1 300 y 1 400 gramos, su superficie es rugosa, está
dividido en dos hemisferios: derecho e izquierdo, presenta cuatro lóbulos: frontal, parietal, temporal y
occipital, y está cubierto por una delgada capa llamada corteza cerebral.
Principales funciones: Coordina los movimientos del sistema osteomuscular, las sensaciones conscientes,
la memoria, el aprendizaje, etc.
Cerebelo: Está situado debajo del cerebro, próximo a la nuca, presenta dos hemisferios unidos por la vermis
Principales funciones: Controlar la actividad muscular en relación con el equilibrio, la locomoción, la
posición del cuerpo y el movimiento.
Tronco encefálico: Está formado por el mesencéfalo o cerebro medio, que controla el movimiento ocular y
actúa como un centro de trasmisión de reflejos auditivos y visuales; la protuberancia anular o puente de
Varolio, un centro de transferencia de información entre el cerebro y el cerebro, y que se encarga coordinar
la respiración; y el bulbo raquídeo o médula oblonga, que controla varias funciones involuntarias como el
ritmo cardíaco, la presión arterial y la deglución, y también interviene en el control de la respiración.
(Silverthorn, 008: 305).
b) Medula espinal: Es un cordón nervioso ubicado en el interior de la columna vertebral, que sirve de vía de
conexión entre el encéfalo y el resto del cuerpo.
Principales funciones:
Está formado por toda la red de nervios y sus ganglios, mediante los cuales se establece el vínculo entre el sistema
nervioso central y el resto del cuerpo.
Los seres humanos tenemos doce pares de nervios cranianos que salen del encéfalo y 31 pares de nervios
espinales que salen de la médula espinal (Campbell, 2007: 1026). Principales funciones:
• Conecta el sistema nervioso central con las diferentes partes del cuerpo.
• Recibe la información a través de las estructuras receptoras –que están en la piel o conectadas a los órganos
internos– y la conduce al sistema nervioso central.
• Toma las órdenes del sistema nervioso central y las transmite a los órganos o músculos.
• Sistema nervioso somático o voluntario: Recibe las señales de los órganos de los sentidos (vista, olfato, oído,
tacto y gusto) y los músculos del cuerpo, y trasmite señales hacia los músculos esqueléticos para producir
movimiento de manera voluntaria.
• Sistema nervioso autónomo: También llamado vegetativo o involuntario, regula el medio interno
homeostasis) pues ejerce control en los músculos lisos y cardíaco, y los órganos de los sistemas digestivo
(vísceras), respiratorio, circulatorio, excretor y endocrino.
El sistema nervioso autónomo tiene dos divisiones principales que producen efectos opuestos: una división
simpática, la cual prepara al cuerpo para actividades que requieren de mucha energía (por ejemplo, el corazón
late más rápido cuando te presentas a un examen); y una división parasimpática, que promueve la calma y el
retorno a las funciones de reposo corporal (por ejemplo, el descanso y la digestión). A continuación se
representa gráficamente las funciones principales de estas dos divisiones:
Comparte una estructura fundamental común, sin embargo, presentan ciertas diferencias, así:
• En los vertebrados el cerebelo es responsable del tono muscular, la postura, el equilibrio y la actividad
muscular. En peces cartilaginosos (como el tiburón), aves y mamíferos está altamente desarrollado,
mientras que tiende a ser pequeño en peces sin mandíbula, anfibios y reptiles.
• En peces y anfibios, el cerebro medio o mesencéfalo es la parte más prominente del encéfalo y sirve como
área de asociación principal. Recibe y procesa la información sensorial, principalmente de los lóbulos
ópticos. En los mamíferos, el cerebro es la parte más prominente del encéfalo y controla muchas funciones
de los lóbulos ópticos.
• Una gran parte del cerebro de los vertebrados está dedicada a la integración de información olfativa. Las
aves son la excepción, pues tienen un sentido del olfato deficiente; en ellas una parte de su cerebro, el
cuerpo estriado, controla el comer, volar, cantar y otros acciones.
• Ciertos reptiles y los mamíferos tienen un tipo de corteza cerebral denominada neocorteza, que consta de
áreas de asociación que coordinan funciones sensoriales, motoras y superiores como el aprendizaje. Los
mamíferos tienen un notable desarrollo de su corteza cerebral, por lo que pueden realizar funciones
complejas procesando gran cantidad de información. En los humanos, la evolución de este sistema se
manifiesta en el lenguaje y el pensamiento simbólico.
2. Sistema endocrino
Está formado por células especializadas en producir y secretar hormonas, compuestos químicos que son vertidos
en el torrente sanguíneo para transportarlos hasta un órgano o tejido en el que ejercen su efecto específico. Por
lo general, las células secretoras de hormonas se agrupan formando glándulas endocrinas.
Actúa de forma autónoma o bajo la influencia del sistema nervioso para mantener el equilibrio del organismo. Su
principal función es controlar el metabolismo, el crecimiento y la reproducción, mediante la acción reguladora de
las hormonas.
Las hormonas se caracterizan por la especificidad de su acción, esto significa que una determinada hormona solo
actúa sobre las células que constituyen su objetivo, conocidas como células blanco o diana. Esta propiedad es
similar a un mecanismo “llave-cerradura” y se debe a la presencia de receptores específicos en las células diana.
Desde el punto de vista químico, las hormonas pueden ser:
El hipotálamo es la región del cerebro que permite el funcionamiento coordinado de los sistemas nervioso y
endocrino, ya que recibe la información de los nervios del cuerpo y de otras partes del encéfalo e inicia las
respuestas hormonales. Esta región cerebral contiene células neurosecretoras7, cuyos productos regulan
(inhibiendo o liberando) el funcionamiento de la hipófisis.
La hipófisis es llamada la glándula maestra porque fabrica hormonas tróficas y otras hormonas que controlan
procesos fisiológicos fundamentales. Estructuralmente, esta glándula presenta dos partes: la hipófisis anterior o
adenohipófisis y la hipófisis posterior o neurohipófisis.
La hipófisis anterior es una verdadera glándula endocrina y está regulada por las neurohormonas del hipotálamo;
y la hipófisis posterior se encarga de almacenar y de liberar las hormonas sintetizadas por el hipotálamo.
Estas glándulas producen las hormonas que regulan el funcionamiento del organismo. En la siguiente tabla se
enlistan las principales de ellas:
El organismo animal permanentemente está sujeto a múltiples cambios inducidos por la acción de los mensajes
hormonales. Cambios que pueden ser: duraderos e irreversibles, como los que ocurren en la pubertad; o
transitorios y reversibles, como los que contribuyen al control y la regulación de los procesos fisiológicos del
cuerpo como los niveles de glucosa en la sangre.
Independientemente de la naturaleza química de las hormonas, los mecanismos de acción hormonal se basan en
la presencia de receptores en las células blanco o diana, que son capaces de reconocer una señal específica. Esos
receptores pueden encontrarse en la superficie de la membrana plasmática de la célula diana o bien dentro de
ella, en el citoplasma o en el núcleo.
De acuerdo con la complejidad de cada grupo animal, es posible identificar tres modelos de reflejos
neuroendocrinos:
La acción conjunta de los sistemas nervioso y endocrino permite responder a los cambios externos e internos para
mantener la homeostasis del organismo. La interrelación de estos sistemas de comunicación y control es tan
estrecha que muchas veces actúan como uno solo. Sin embargo, también presentan diferencias que es importante
conocerlas, por ejemplo: