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Objetivo general:
Conocer el rol del acompañante terapéutico en el ámbito educativo en el
aprendizaje en casos de TGD y síndrome de Down.
Objetivos específicos:
Observar qué aporte le otorga a la familia el acompañante terapéutico
para el aprendizaje desde el abordaje del ámbito educativo.
Indagar cómo asiste el acompañante terapéutico al paciente en el
ámbito educativo en el aprendizaje.
Conocer el trabajo conjunto con otros profesionales que realiza el
Acompañante terapéutico dentro del ámbito educativo.
Recorte espacial:
En el ámbito educativo
Recorte temporal:
En la actualidad
Investigación social:
Según el tipo de investigación, la consideramos como
descriptiva. Ya que Describimos como es el trabajo del
acompañante terapéutico en el ámbito escolar en casos de
TGD y síndrome de Down.
Según la escala es micro social, porque va dirigido a
pequeños grupos (familia,
individuos, etc.)
Según la escala es básica.
El alcance temporal es sincrónica.
Según el método utilizado es cualitativa.
Marco teórico:
Definimos:
Aprendizaje.
TGD, dentro de este se encuentra el autismo
Síndrome de Down, y como se aborda el aprendizaje en ellos.
Acompañante terapéutico, sus funciones e intervención en ambos casos.
Definición de aprendizaje
Se denomina aprendizaje al proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y
actitudes, posibilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia. Dicho proceso puede ser
entendido a partir de diversas posturas, lo que implica que existen diferentes teorías vinculadas al
hecho de aprender. La psicología conductista, por ejemplo, describe el aprendizaje de acuerdo a los
cambios que pueden observarse en la conducta de un sujeto.
El proceso fundamental en el aprendizaje es la imitación (la repetición de un proceso observado, que
implica tiempo, espacio, habilidades y otros recursos). De esta forma, los niños aprenden las tareas
básicas necesarias para subsistir y desarrollarse en una comunidad.
El aprendizaje humano se define como el cambio relativamente invariable de la conducta de una
persona a partir del resultado de la experiencia. Este cambio es conseguido tras el establecimiento
de una asociación entre un estímulo y su correspondiente respuesta. La capacidad no es exclusiva
de la especie humana, aunque en el ser humano el aprendizaje se constituyó como un factor que
supera a la habilidad común de las ramas de la evolución más similares. Gracias al desarrollo del
aprendizaje, los humanos han logrado alcanzar una cierta independencia de su entorno ecológico y
hasta pueden cambiarlo de acuerdo a sus necesidades
Definición de aprendizaje según autores:
Para Piaget, el aprendizaje es un proceso que mediante el cual el sujeto, a través de la experiencia,
la manipulación de objetos, la interacción con las personas, genera o construye conocimiento,
modificando, en forma activa sus esquemas cognoscitivos del mundo que lo rodea, mediante el
proceso de asimilación y acomodación. Según esta concepción de aprendizaje, la enseñanza, debe
proveer las oportunidades y materiales para que los niños aprendan activamente, descubran y
formen sus propias concepciones o nociones del mundo que les rodea, usando sus propios
instrumentos de asimilación de la realidad que provienen de la actividad constructiva de la
inteligencia del sujeto.
Los esquemas cognitivos: son unidades fundamentales de la cognición humana que representa al
mundo que les rodea. Estas representaciones son construidas por el sujeto.
La adaptabilidad: Capacidad común al ser humano que permite mantener concordancia entre el
mundo que rodea al sujeto y los esquemas cognoscitivos que este tiene para funcionar en él. Explica
el desarrollo y aprendizaje.
Asimilación: Proceso donde se incorpora una nueva información a un esquema cognoscitivo
preexistente, adecuado para integrarla y comprenderla. El esquema se amplía para aplicarlo a
nuevas experiencias.
Acomodación: Proceso donde se producen cambios esenciales en el esquema cognitivo para
incorporar una información nueva que es incomprensible según esquemas anteriores.
Equilibracion: Impulso o tendencia innata de los sujetos a modificar sus esquemas cognitivos para
darle coherencia al mundo que perciben.3. Racionalidad del Sujeto que Aprende y potencialidad
cognitiva. Según Piaget, el sujeto que aprende, es activo en la construcción de su aprendizaje, ya
que mediante este satisface la necesidad de equilibración, dándole sentido al mundo que le rodea, al
establecer una coherencia entre aquel y sus esquemas cognitivos. La potencialidad cognitiva del
sujeto dependerá del nivel de desarrollo que esté presente y sus esquemas cognoscitivos
Vygotsky define el aprendizaje como:
En las obras de Vygotsky se encuentran ideas muy sugerentes relacionadas con su concepción del
aprendizaje, los mecanismos de este proceso, la relación entre aprendizaje y desarrollo; entre
pensamiento y lenguaje que pueden constituir el fundamento de una nueva teoría y práctica
pedagógica capaz de dar respuesta a los retos que enfrenta la sociedad contemporánea. Para
Vygotsky el aprendizaje es una actividad social, y no sólo un proceso de realización individual como
hasta el momento se ha sostenido; una actividad de producción y reproducción del conocimiento
mediante la cual el niño asimila los modos sociales de actividad y de interacción, y más tarde en la
escuela, además, los fundamentos del conocimiento científico, bajo condiciones de orientación e
interacción social. Este concepto del aprendizaje pone en el centro de atención al sujeto activo,
consciente, orientado hacia un objetivo; su interacción con otros sujetos (el profesor y otros
estudiantes) sus acciones con el objeto con la utilización de diversos medios en condiciones socio
históricas determinadas. Su resultado principal lo constituyen las transformaciones dentro del sujeto,
es decir, las modificaciones psíquicas y físicas del propio estudiante, mientras que las
transformaciones en el objeto de la actividad sirven sobre todo como medio para alcanzar el objetivo
del aprendizaje y para controlar y evaluar el proceso. Vygotsky le asigna una importancia medular a
la revelación de las relaciones existentes entre el desarrollo y el aprendizaje por la repercusión que
este problema tiene en el diagnóstico de capacidades intelectuales y en la elaboración de una teoría
de la enseñanza.
2. Síndrome rett
4. Síndrome de asperger
5. Trastorno generalizado del desarrollo no espeficado.
1. Síndrome autista:
En el DSM III (1980) se consideraba una sola categoría, la de "autismo infantil" siendo la primera
edición de este manual que incluyó el trastorno; anteriormente, aunque el autismo había sido ya
identificado como entidad específica, los comportamientos autistas eran asimilados a la
esquizofrenia.
En el DSM-5, el término "trastorno generalizado del desarrollo" es sustituido por el de trastornos del
espectro autista sin subcategorías, y se excluyen de él el síndrome de Rett y el trastorno
desintegrativo de la infancia.
Cuadro clínico
Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD) tienen en común una asociación de síntomas
conocida con el nombre de tríada de Wing, del nombre de la investigadora inglesa que probó
mediante un estudio clínico y estadístico que esta asociación de tres categorías de síntomas
aparecía más a menudo que la simple casualidad, porque se trataba de un síndrome (conjunto de
síntomas que actúan en conjunto). Son:
Trastornos de la comunicación verbal y no verbal
Trastornos de las relaciones sociales
Centros de interés restringidos y/o conductas repetitivas
La gravedad de los síntomas varía de una persona a otra (de ahí la subdivisión actual en 5
categorías). Es variable en el transcurso de la vida, con una relativa tendencia espontánea a la
mejora incluso en ausencia de una responsabilidad educativa específica, pero esta evolución
espontánea favorable sigue en general siendo muy modesta salvo en las formas menos severas, y
excluyendo el síndrome de Rett, cuya evolución neurológica es particular.
Por tanto es posible que varias personas que presenten dificultades de intensidad muy variables
reciban el diagnóstico de TGD. De ahí la noción de «espectro autista» para designar la extensión de
los trastornos característicos de los TGD.
Los trastornos de comunicación pueden ir del mutismo total con incomprensión del lenguaje hablado
y escrito y ausencia de mímicas congruentes al humor, a dificultades de comunicación que se
engloban esencialmente en la comunicación verbal (en particular en el aspecto de la comprensión de
los mensajes implícitos) y no verbal (comunicación gestual, expresiones del rostro) y en la
adaptación al interlocutor. En estos casos, el vocabulario puede ser incluso preciso, hasta pedante, y
el tono de voz o la entonación pueden parecer extraños, pero no son criterios obligatorios. Los
trastornos de la socialización pueden ir desde la ausencia de búsqueda de contactos sociales
(incluso para satisfacer necesidades fisiológicas como el hambre), hasta situaciones en las que la
persona intenta tener amigos pero no sabe cómo hacerlo, o bien es presa fácil de la picardía de los
demás debido a una gran ingenuidad (muy superior a la que se podrían esperar en una persona de
la misma edad y CI similar).
Finalmente, los centros de interés restringidos y las conductas repetitivas pueden variar también,
desde situaciones en las que la persona no se va a ocupar más que de conductas repetitivas y no
funcionales (actividad de recuento, estereotipias gestuales, tics, muecas, deambulación, etc.) hasta
perseverancias, dificultades en abordar otros asuntos de conversación aparte de los centros de
interés de la persona, o compulsiones, obsesiones que pueden evocar a primera vista un trastorno
obsesivo-compulsivo. En las formas menos severas de TGD sucede que la persona afectada se dé
cuenta del carácter fuera de lo común de sus centros de interés, y desarrolla estrategias para
disimularlos, o disminuir el impacto sobre su vida social.
2. El síndrome de rett:
Es un trastorno en el desarrollo neurológico infantil caracterizado por una evolución normal inicial
seguida por la pérdida del uso voluntario de las manos, movimientos característicos de las manos,
un crecimiento retardado del cerebro y de la cabeza, dificultades para caminar, convulsiones y
retraso mental. El síndrome afecta casi exclusivamente a niñas y mujeres.
El trastorno fue identificado por el Dr. Andreas Rett, médico austriaco que lo describió por primera
vez en un artículo publicado en 19661.
La evolución del síndrome de Rett, incluyendo la edad de inicio y la gravedad de los síntomas, varía
de niño a niño. Sin embargo antes de que los síntomas comiencen, el niño parece estar creciendo y
desarrollándose normalmente. Luego, aparecen gradualmente síntomas mentales y físicos.
La hipotonía (pérdida del tono muscular) generalmente es el primer síntoma. A medida que el
síndrome progresa, el niño pierde el uso voluntario de las manos y el habla. Otros síntomas iniciales
pueden incluir problemas al gatear y caminar, y disminución del contacto visual. La pérdida del uso
funcional de las manos es seguida por movimientos compulsivos de la mano tales como frotarse y
lavarse las manos. El inicio de este período de regresión a veces es repentino.
Otro síntoma, apraxia-la incapacidad de realizar funciones motoras-es quizás la característica más
debilitante del síndrome de Rett. La apraxia interfiere con todos los movimientos del cuerpo,
incluyendo la fijación de la mirada y el habla.
Los individuos que padecen del síndrome de Rett a menudo presentan comportamientos autistas en
las primeras etapas. Otros síntomas pueden incluir caminar con la punta de los pies, problemas del
sueño; marcha con amplia base de sustentación (es decir, con las piernas muy separadas); rechinar
o crujir los dientes y dificultad para masticar; crecimiento retardado; convulsiones; incapacidades
cognoscitivas (del aprendizaje e intelecto) y dificultades en la respiración al estar despierto, como por
ejemplo la hiperventilación, apnea (respiración contenida) y aspiración de aire.
El Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado se caracteriza por una alteración grave y
extendida en tres áreas específicas del desarrollo: las habilidades lingüísticas, las relaciones sociales
y la conducta e intereses. En esencia, se trata de un trastorno que incluye a todos los niños que
presentan dificultades en su desarrollo pero que no cumplen con otros criterios diagnósticos
específicos como el autismo, el Síndrome de Asperger, el Trastorno de Rett o el Trastorno
desintegrativo infantil.
El trastorno desintegrativo infantil es un tipo de trastorno del espectro autista poco conocido que se
manifiesta en niños que presentan un desarrollo normal los primeros años. A partir de los 3 ó 4 años,
comienzan a perder capacidades adquiridas.
Estos trastornos afectan a una de cada 150 personas (cuatro veces más a hombres que a mujeres) y
se revelan en los tres primeros años de vida. Dentro de estos trastornos figuran el síndrome de
Asperger, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado, el trastorno desintegrativo infantil
y el síndrome de Rett. En este post nos ocupamos del trastorno desintegrativo infantil.
La página web biopsicologia.net establece que el trastorno desintegrativo infantil “se caracteriza por
una marcada regresión en varias áreas de funcionamiento, después de, al menos, dos años de
desarrollo normal”. Se le conoce también por otros nombres como síndrome de Heller y psicosis
desintegrativa. Habitualmente se manifiesta en niños de 3 y 4 años.
El trastorno desintegrativo infantil se asocia comúnmente con otras patologías neurológicas como
los trastornos convulsivos y la esclerosis tuberosa. Los niños que padecen este trastorno manifiestan
síntomas similares a los del trastorno autista y el trastorno de Rett. Las principales diferencias con el
trastorno autista es que el desarrollo es normal hasta que alcanzan los 3 ó 4 años. Durante el curso
clínico, se produce un deterioro muy pronunciado de las capacidades. En el trastorno de Rett el
deterioro se produce de forma prematura y se dan las estereotipias de las manos, es decir,
movimientos repetitivos, semi involuntarios y no propositivos.
De forma resumida, los criterios para diagnosticar el trastorno desintegrativo infantil son
principalmente cuatro:
Desarrollo aparentemente normal durante los primeros dos años posteriores al nacimiento;
Pérdida considerable de las habilidades adquiridas previamente en áreas como el lenguaje
expresivo o receptivo, o las habilidades motoras;
Anormalidades en áreas como la alteración cualitativa de la interacción social, alteraciones
cualitativas de la comunicación y aquellos patrones de comportamiento que incluyen
estereotipias motoras o manierismos.
No se manifiesta por la presencia de otro trastorno generalizado del desarrollo o de
esquizofrenia.
El tratamiento del trastorno desintegrativo de la infancia es similar al del trastorno autista, aunque
con las peculiaridades del tratamiento conductual, los cuidados neurológicos y el control médico.
Recordamos los tratamientos más comunes del autismo:
Terapias conductuales y de comunicación;
Tratamientos nutricionales;
Tratamientos farmacológicos;
Medicina complementaria y alternativa.
¿Qué diferencia al Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado del resto de las
alteraciones del desarrollo?
Todos los trastornos del desarrollo tienen en común las alteraciones en las relaciones sociales, el
lenguaje y el comportamiento; sin embargo, a diferencia del resto, el Trastorno Generalizado del
Desarrollo no especificado no tiene criterios tan restrictivos. Esto quiere decir que los niños con
afectaciones en estas tres áreas del desarrollo que, por los síntomas que presentan, no puedan ser
encuadrados dentro del autismo, el Síndrome de Asperger o cualquier otro trastorno del desarrollo,
se incluyen dentro de esta categoría.
Desde el punto de vista psicológico y clínico, esto implica una visión mucho más comprensiva y
abierta, lo cual permite tratar a los niños según sus síntomas y características personales, sin tener
que encuadrarlos dentro de una categoría limitada. Por otra parte, esto también significa que el
Trastorno Generalizado del Desarrollo no especificado, incluya un amplio espectro de síntomas y
que cada caso es único, por lo que demanda un programa de tratamiento altamente personalizado.
Se debe aclarar que con frecuencia estos niños también presentan disfunciones neurobiológicas
específicas, como las alteraciones en la integración sensorial, los trastornos del lenguaje o los
problemas en las funciones ejecutivas relacionados con la planificación y la memoria de trabajo.
También se ha apreciado que este tipo de problemas es más común en las familias disfuncionales,
cuando el niño ha sufrido algún tipo de trauma o cuando ha vivido una separación difícil.
Los niños con autismo deben adquirir las habilidades sociales y de comunicación, que no tienen,
para poder relacionarse con sus iguales. Ellos no las pueden aprender por imitación, como otros
niños. Hay que utilizar estrategias específicas para ellos. El ideal es una educación no especial sino
especializada, en el marco de un colegio normal.
Hay técnicas y métodos de enseñanza especializados para los niños con autismo porque tienen una
característica especial, que son aprendices visuales. Por este motivo, se suele trabajar la relación
imagen-objeto, porque en ocasiones los niños con autismo no hablan en parte porque no relacionan
las palabras con el objeto o el significado específico. No obstante, antes de llegar a este punto, hay
que enseñarles a comunicarse y mucho antes, a tener interés en comunicarse, que es lo más difícil.
Para ello, lo primero que hay que hacer es meterse en sus intereses, sólo así se puede captar la
atención de los niños con autismo.
El aprendizaje en el colegio de los niños con autismo
Los niños con autismo van al colegio, ya sea un aula especial de autismo integrada en un colegio
normal o a un aula normal con algún tipo de apoyo. Pero el resto del día, los niños con autismo están
con los padres y es importante estructurarles muy bien el día, que ellos sepan qué van a hacer por
anticipado, porque no tienen sentido de la ubicación ni del tiempo. Por ello, se trabajan mucho con
ellos las agendas con fotos primero, y luego con pictogramas, para que sepan cuándo empiezan las
cosas y cuando acaban.
Las rutinas fijas les ayudan mucho y les dan seguridad. Por otra parte, a los niños con autismo les
cuesta generar la imagen asociada a una palabra o a una acción, por lo que si la ven, ellos pueden
interpretarla más fácilmente. Y, por último, conviene dejarles sus ratitos de autoestimulación con
luces o sonidos, si así lo necesitan, porque se tranquilizan mucho.
SINDROME DE DOWN
El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del
cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales, por ello se denomina también
trisomía del par 21. Se caracteriza por la presencia de un grado variable de discapacidad cognitiva y
unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Debe su nombre a John Langdon
Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a
descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérôme
Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.
los niños con discapacidad intelectual están menos motivados que los demás niños. Pero los
estudios más recientes sugieren que los niños con síndrome de Down pueden sentirse tan motivados
como los demás niños para una misma edad de desarrollo.
En la actualidad nadie pone en duda que los niños con síndrome de Down se sienten motivados por
cosas agradables. Pero es preciso distinguir incluso durante la infancia los pasos que la motivación
va dando a lo largo de esos primeros años. Por eso, no se puede generalizar ya que la maduración
cerebral es un proceso lento, propio y personal de cada individuo.
Es cierto que su nivel interno de atención o de vigilia, que hemos llamado “arousal” puede ser
inicialmente más bajo, y su capacidad de reacción para dirigirse hacia, o para tomar algo que le
agrada, puede ser menor. Puede haber una lentitud de reacción, que es diferente en grado de un
niño a otro. Sin embargo, podemos mejor hablar de un retraso en el desarrollo de este tipo de
motivación, que avanza y progresa a lo largo de los primeros meses y años.
Por consiguiente, a la hora de comparar el desarrollo de la motivación en los niños con síndrome de
Down con el del resto de la población infantil, es preciso considerar la edad mental que es la que da
un índice del desarrollo cerebral, y no la edad cronológica. No tener esto en cuenta ha supuesto el
fracaso de muchos proyectos educativos en las escuelas de integración.
El modo de actuar de las personas que le rodean en este período es decisivo. La introducción
sistemática de elementos, formas y acciones motivadoras constituye una parte fundamental de los
programas de intervención temprana. Su correcta aplicación va a tener una influencia decisiva para
“despertar” el interés por las cosas y los acontecimientos, y de ese modo contribuirá a desarrollar la
motivación. No olvidemos que el conocimiento es fuente inagotable de motivación.
El problema surge cuando el niño pequeño se enfrenta a una tarea que exige cierto esfuerzo, o que
posee una mayor dificultad para aprenderla. Es decir, nos enfrentamos con la realidad de un
aprendizaje que exige esfuerzo. ¿Hasta dónde llega entonces la motivación para iniciar, permanecer
y avanzar en las tareas de aprendizaje?
No hay ninguna duda de que cuando el apoyo educativo se ajusta a sus necesidades educativas
específicas, la mayoría de los niños con síndrome de Down se benefician abundantemente del
tiempo que pasan en la escuela. Algunos niños concretos progresan hasta llegar a niveles que
antiguamente se hubieran considerado inalcanzables. Pero es preciso afirmar que, para la mayoría,
conseguir cada día las habilidades sociales y académicas resulta todavía una tarea muy cuesta
arriba, por rigurosamente precisa y adecuada que sea la enseñanza. No significa que el niño no
avance pero ciertamente lo hace con un elevado coste personal, de él mismo y de la comunidad
educativa, y exige analizar muy bien y tratar una y otra vez de paliar las dificultades.
En un reciente estudio se emparejaron 33 niños con síndrome de Down, de 10-15 años de edad, con
otros 33 niños con desarrollo regular de similares edades mentales y comprensión de vocabulario
(edad cronológica entre 3 y 8 años). Realizaron diversas tareas para evaluar determinados aspectos
de la motivación: la curiosidad, la preferencia por problemas y la persistencia en tareas dificultosas
(Gilmore y Cuskelly, 2011). No se apreciaron diferencias significativas entre los dos grupos en estas
tareas. En otras palabras, los niños con síndrome de Down estaban tan motivados como los niños
con desarrollo regular, para una edad mental similar.
La acción educativa para el desarrollo de la motivación es un continuo que se inicia desde las
primeras etapas de la vida y continúa. Los resultados se obtienen, pero no siempre de manera
inmediata (Troncoso, 1992; 1994; 1995).
Se ofrecen estas propuestas educativas:
• Respetar al niño y adolescente.
• Proponerle las actividades con confianza en él y con ilusión.
• Avisarle con tiempo de los posibles cambios: o porque se acaba el tiempo o porque
se considera que la tarea ya está acabada.
• No cambiar de instrucciones con mucha frecuencia.
• No dar grandes explicaciones verbales sobre la tarea a realizar.
• Proponer tareas asequibles. Ofrecer ayuda si es posible.
• Proponer un refuerzo positivo como "premio" cuando realice lo propuesto.
• Conforme el niño crece y madura, darle pequeñas explicaciones y razonamientos,
bien fundamentados, sobre la conveniencia del cambio o de la tarea a realizar.
• Darle tiempo suficiente para que comprenda la instrucción, la procese, elabore su
respuesta y la muestre.
• Evitar siempre una imposición violenta o abusando de la autoridad, o del tamaño, o
de la fuerza verbal y física del adulto.
• Avisar de una alternativa negativa para él, si se mantiene en su actitud. Cumplir con
dicha alternativa si hay una oposición que no tiene justificación
• Mantener la calma y mostrar confianza al niño, diciéndole que en la próxima ocasión
"seguro que lo entiende y está dispuesto a colaborar".
• Perseverar en una actitud semejante en todos los ámbitos en los que se mueve el
niño. Tiene que existir coherencia habitual.
La atención se debe trabajar desde los primeros años de vida en las personas con síndrome de
Down. Durante los primeros meses se debe centrar la intervención en la atención visual, el contacto
visual. Asimismo, se debe acompañar de atención auditiva utilizando diversos estímulos sonoros.
Los niños que participan de los programas de atención temprana adquieren habilidades atencionales
que les ayudarán a progresar. Muy pronto responderán cuando se les llame por su nombre,
reaccionando y mirando a la persona con la que están interactuando. Es en ese momento cuando
podrán atender también al objeto e incluso seguir alguna instrucción o consigna. Poco a poco irán
progresando en su nivel atencional adquiriendo mayor capacidad para mantener su atención y
durante períodos de tiempo cada vez mayores.
Para mejorar su atención es conveniente mirarles a la cara cuando se les habla, comprobar que
atienden y evitar bombardearles con diferentes estímulos al mismo tiempo, evitando la participación
de distractores que entorpezcan el trabajo que se está realizando. La distracción perturba
directamente la efectividad del aprendizaje. Para conseguir momentos de concentración en la tarea
es imprescindible buscar estrategias que favorezcan la motivación y el mantener la atención. Para
ello se deben programar ejercicios que fortalezcan el mantenimiento de la atención del niño con
síndrome de Down, de manera que vaya en aumento de manera paulatina, a ser posible con
programas expresamente dirigidos hacia este objetivo. Asimismo, para favorecer su motivación y,
por tanto, centrar su atención, se han de emplear actividades variadas y amenas, al alcance de sus
posibilidades y adaptadas a su interés personal y en las que encuentren una utilidad inmediata o
cercana. En los recuadros 1 y 2 se exponen pautas muy concretas dirigidas a promover, desarrollar y
potenciar la atención en diversas etapas de la vida.
Es importante la influencia que puede ejercer la acción docente, particularmente mediante las
estrategias de motivación. La motivación se debe trabajar a través de acciones sorprendentes,
utilizando variedad de material, actividades cortas, visualmente manipulables. El papel del lenguaje
es también muy importante, tanto el uso de consignas cortas y claras como el uso de una adecuada
y variada prosodia. Asimismo, las actividades de atención conjunta potenciarán el mantenimiento del
interés por la actividad, promoverán la actitud activa (ponerse en marcha), asegurarán la
comprensión y escucha, darán tiempo a seguir instrucciones en orden y a adquirir hábitos y rutinas
más generales. Es importante animarles a que realicen actividades en común con otros niños, como
ojear libros o compartir juegos dado que les ayuda a aumentar sus períodos de atención y además
aprenden a escuchar, a implicarse en actividades conjuntas y a seguir instrucciones.
Las habilidades tempranas de autorregulación emocional deben tenerse en cuenta desde los
primeros años porque ayudarán en gran medida a que poco a poco adquieran mayor responsabilidad
y autonomía personal, autocontrol y autorregulación (Whitebread y Basilio, 2012). El desarrollo de la
autorregulación (la habilidad metacognitiva de la autorregulación) es fundamental para el desarrollo
de la atención, el funcionamiento ejecutivo y el control cognitivo, la regulación social y emocional.
Todo ello se puede y debe entrenar desde pequeños. Cuidar los aspectos emocionales, el hacerlos
sentir capaces de hacer las cosas por ellos mismos para aumentar su autoestima, guarda una íntima
relación con el desarrollo de la atención (v. link de Cuadrado). Asimismo, no se debe olvidar el
trabajar la memoria, en concreto, la memoria operativa (recordarle las cosas y a ser posible utilizar
una agenda) y la metacognición ayudará en gran medida a mejorar los niveles atencionales.
Entrevista
Indagar cómo asiste el acompañante terapéutico al paciente en el ámbito educativo en el aprendizaje
1. ¿Qué herramientas expone el acompañante terapéutico frente a estos niños con diferentes
síndromes? ¿Utiliza el juego como forma de herramienta?
2. ¿Qué estrategias dispone?
3. ¿Cuál es la duración a la que concurre a este ámbito? (Tiempo que le dedica al niño)
4. ¿Cómo trabaja el acompañante terapéutico y la docente para ayudar a este niño?
5. ¿Qué elementos didácticos utiliza el docente Para abordar estos síndromes? ¿Qué tipo de
planificación utiliza?
6. ¿Cómo trabaja en conjunto con otros profesionales y que realiza el Acompañante terapéutico
dentro del ámbito educativo?
7¿Cómo trabaja el acompañante con la familia? ¿Observar qué aporte le otorga a la familia el
acompañante terapéutico para el aprendizaje desde el abordaje del ámbito educativo?.
Entrevista N°1
Caso: Niño con autismo
Lugar: Jardín 907
Duración: 2 años transcurridos, en la sala de 3 y 4 años, durante 4 horas asistía la
acompañante.
1. El acompañante mismo es una herramienta, ya que orienta, acompaña, etc. Los dispositivos
tecnológicos que se encontraron en el aula, eran una herramienta (En la sala había un
televisor) también los espacios de la institución (zoom, patio).
2. Las estrategias se implementan según la singularidad de cada caso, en este por ejemplo
(Autismo), al tener de característica que el niño posea hiperactividad, el niño deambulaba por
toda la sala, y se implemento que el niño se siente lejos de la puerta de la sala, reduciendo el
espacio de “escape”, hasta que la maestra le pueda brindar la actividad.
El niño también tenía ansiedades en cuanto a la comida, y en el salón había galletitas que lo
guardaban en el mobiliario, el niño iba constantemente a agarrar galletitas. Lo que implementa
la acompañante es que coloque en un lugar más alto las galletitas, y cambiar de lugar, a si el
niño tenga que pedir por ellas así poder tener ese contacto con la mirada y el lenguaje que
este niño tanto carece.
3. La duración era de 4 hs, el tiempo que el niño va al jardín. La acompañante tiene una reunión
previa para conocer al niño y a la familia, antes que esta concurra al jardín, para que por lo
menos el vínculo no se dé tan de golpe.
3. En cuanto a mi hora de trabajo cumplo las horas diarias, algunos días el niño tenía permitido
retirarse de la escuela para poder ir a la fonoaudióloga. O alguna actividad extra que tenía
permitido retirarse de la institución. Y después también el tiempo que dispongo en mi casa
para poder hacer actividades, dedicarle el tiempo para poder pensar algo a que el niño se lo
pueda entretener en el horario escolar. Y en su casa también.
Más allá de esto se tiene por nomenclador, El acompañamiento una vez que esta dado es fijo
es de de lunes a viernes de 8 a 12 hs en la escuela si es horario de la mañana, y si es de
tarde de 13.00 hs a 17: 00 hs. En secundaria generalmente se puede modificar el horario
porque a veces tiene más horas. Después esta el acompañante externo. Que son horas
particulares que se puede arreglar con la familia o con la obra social.
4. En realidad a lo que debería ser el docente es el que tiene que hacer todas las
planificaciones y las adaptaciones pedagógicas. El acompañamiento si bien dice la palabra
es “acompañar”. La docente tiene que dar todo desde nuestro punto es orientar y en todo
caso sugerir ciertas cosas. El acompañante ciertas veces cumple la función de maestro
integrado o muchas veces la del docente, pocas veces se cumple exclusivamente el rol de
acompañante. Porque en realidad terminas haciendo todo lo otro en el aula.
En la realidad las escuelas comunes a veces no están preparadas para cualquier tipo de
integración para mi haría falta un lugar un espacio, disponer de ciertos material, porque si le
aburre a un nene o resulta como muy monótono un nene común, a un niño con estar
características es peor, hay que estar buscando, innovando todo el tiempo; lo mejor sería
renovar y adecuar el lugar a ellos.
Muchas veces los docentes se sienten desorientados y solos porque muchas veces no hay
nadie quien te respalde te dirigís al maestro integrador pero va una vez por semana, varias
veces el equipo está ausente y tu directivo también.
5. Siempre se trata de dar el mismo contenido para el resto pero adaptado al niño. En nuestro
caso como acompañante es trabajar de apoco con ese niño en cuanto a su aprendizaje y sus
conocimientos.
Hay docentes que usan recursos más didácticos para enseñarles a todos en general.
( en mi caso pasa que la señorita de primero para formar y trabajar palabras le había llevado a
cada uno fichas con todas la letras, los reunía de a grupos y los hacia trabajar. incluyendo a
este niño con autismo.)
Esta también en docente en la motivación que tenga para motivar a sus alumnos, incluyendo
a estos niños con ciertas características
A un nene con autismo con respecto las texturas. A estos niños le llama mucho la atención
los colores, casi siempre se le lleva estos tipos de materiales (papeles colores cartulinas etc)
para poder trabajar manualmente todo lo que es textura
Varias veces no se va dar el contenido por completo, casi siempre se les lee un cuento son
ciertas cosas que estimula a estos niños, y también se va trabajar con imágenes. De revistas
y rompecabezas que también puedan armar por si solos. Y darle significados a sus
producciones.
6. En conjunto con otros profesionales hay establecimientos que vas estar acompañado por el
equipo y otros que no. Trabajando con otros profesionales lo ideal es tener una buena
comunicación siempre en tratamientos externos (fonoaudióloga, terapéutica ocupacional
psicopedagoga). Es una orientación poder fortalecernos a nosotras también.
La entrevista se realizo
18/06 dentro del domicilio de la “ “
entrevistada
Se realizo la entrevista a
dos acompañantes
20/06 terapéuticos en la Nicol y María
biblioteca del barrio
norte, ambas trabajaron
en la escuela N°2
Se realizo la entrevista a
la
19/07 Acompañante Laura Delgado
terapéutica, ella trabajo
en varias instituciones
con casos de niños con
autismo.
Se establece contacto
12/09 con la Lucia
A T y la posterior
realización de la
entrevista.
14/09/2019 Se realizo la entrevista a Jimena
AT.ella trabaja en varias
instituciones y
actualmente esta
AT.Centro edcativo
Complementario el
trensito
14/09/2019 Se Realizo Entrevista A
la AT. Dondde trabaja en
Instituciones en general.
15/09 Esta entrevista se realizo Carolina
AT .Actualmente esta
trabajando en Escuela
N°4 Y N° 5
Prueba de instrumento de recolección de datos
Asiste el acompañante
terapéutico al ámbito Si No
educativo
1. AT X
2. A T X
3. A T X
4. A T X
5. AT X
Él trabaja en conjunto
6. Six No
Con otros profesionales
El Acompañante
trabaja
terapéutico
Si No
Junto7. a la participación de la x
Familia
Total1. A T X
7
1. AATT
2. X X
2.
3. A T X X
3. A T
4. X X
4.
5. A
ATT X x
5. AT X
Total 5 2 3
Hipótesis de la investigación
Como punto de partida crear un vínculo entre el acompañante terapéutico y el sujeto. Para
que este tenga contención, confianza, motivación, estimulación, una guía, etc. Los
acompañantes terapéuticos presuntivamente deberían preparar a estos sujetos para que sean
lo más autónomos posible, entrenarles en hábitos de autonomía básicos, habilidades sociales
y competencias para poder rendir adecuadamente en la escuela. También deberían reforzar
los campos en los que tienen más dificultades: lectura y escritura, cálculo, informática,
comprensión y expresión lingüística. Y también colaborar en otras tareas complementarias
para los maestros: asesoramiento, búsqueda de recursos, elaboración de materiales
adaptados, apoyo bibliográfico. Complementaría el apoyo al niño con el apoyo al colegio.
Como opera el acompañante terapéutico, que técnicas, métodos, herramientas utiliza para
intervenir en el campo educativo.
Conclusión:
En la investigación realizada demuestra que tanto el TGD como el Síndrome de Down, son
alteraciones que pueden causar o interferir significativamente en el aprendizaje. Estas pueden ser
ocasionada no solamente por problemas de aprendizaje emocionales sino cognitivas, sensoriales o
específicas.
Diferenciar estos factores no es fácil por eso es importante que los padres adquieran un compromiso
de responsabilidad con el profesional a través del trabajo del conjunto que realizar con los
profesores.
Una vez realizada la valoración y conociendo sus deficiencias se aplica el tratamiento que consiste
en aprendizaje interactivo, mediante estimulación y ejercicios de atención y concentración, memoria,
agilidad mental, madurez motriz (acompañante terapéutico).