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El verbo.

Punto rojoLos verbos son palabras que expresan las acciones que realiza el sujeto a que se refiere una expresión.

Asimismo, el verbo aporta a la oración una referencia temporal, porque según la modalidad en que se presente en lo que
se denomina su conjugación resultará la ubicación en el tiempo de la acción que el verbo denota.

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Clasificación de los verbos.

Los verbos son susceptibles de ser clasificados según diversos criterios, en los siguientes tipos:

A — Por su función gramatical.

Verbos intransitivos — son aquellos que expresan una acción que contiene en sí misma un significado completo, sin
necesidad de que se haga referencia a algún sustantivo sobre el cual recaiga:

Juan reza.

Verbos transitivos, son aquellos que expresan una acción de tipo genérico, que puede y a menudo requiere ser
precisada mediante el aditivo de un complemento sobre el cual ella recae:

Juan mira una vaca. Pedro mira hacia el cielo.

Sin embargo, debe notarse que por lo general, la función transitiva o intransitiva es resultado del uso idiomático que
del verbo se haga; y la mayor parte de los verbos pueden funcionar gramaticalmente de una forma o de la otra.

Verbos reflexivos — son aquellos que expresan una acción que necesariamente tiene efecto sobre el mismo sujeto
que la ejecuta:

Miguel se rasca.

Verbos recíprocos — son aquellos que expresando una acción reflexiva, requieren para ejecutarse la participación de
más de un sujeto, todos los cuales la realizan y al mismo tiempo la reciben:

Mis padres se aman.

Verbos impersonales — son aquellos que expresan acciones que no pueden ser ejecutadas por sujetos personales,
sino que constituyen fenómenos de la naturaleza; y que por lo tanto solamente pueden emplearse en infinitivo o en tercera
persona del singular:

Primero truena, luego relampaguea, y finalmente comienza a llover.

B — Por su función verbal.

Verbos principales o nucleares — son los que por sí mismos indican una acción atribuída al sujeto; como en la
enorme mayoría de los casos.

Verbos auxiliares — son los verbos haber y ser, que además de tener una significación propia, se emplean
conjuntamente con los principales, a los efectos de su conjugación.

C — Por la permanencia de su raíz al conjugarse.

Verbos regulares — son los que al conjugarse no modifican su raíz.

Verbos irregulares — son los que tienen modificaciones en su raíz en algunas formas de su conjugación.

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Variaciones de los verbos — Conjugación.


Dada su función gramatical de decisiva importancia, los verbos se ven afectados en su empleo por numerosas variantes en
su conformación como vocablos.

Los verbos se individualizan primariamente por una conformación general, que describe un tipo de acción en forma
objetiva, y que se designa como su presentación en modo infinitivo, que constituye una especie de individualización
propia de cada verbo:

Cantar — Beber — Sufrir.

En función de las variaciones que los afectan en su empleo idiomático, se distingue en el infinitivo de los verbos, la raíz y
la terminación.

Esta última comprende las dos letras finales; donde se designa a la vocal como “vocal temática”, que son a A, la E y la I,
porque determinan formas propias de las variaciones que se operan al emplear los verbos regulares; dando lugar a la
denominación de “primera”, “segunda” y “tercera” conjugación, correlativamente.

Número y género del verbo.

Por regla general, el verbo experimenta variaciones de género y de número, en concordancia con el sustantivo que
constituye el sujeto que ejecuta la acción .

Sin embargo, existen casos en que no se produce esa concordancia; especialmente cuando se trata de las formas
invariables del verbo, (el infinitivo y el gerundio); de verbos impersonales; o de expresiones en que no cabe el singular
porque el sujeto es necesariamente plural (p.ej. “Eso que se ve, son nubarrones”).

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Conjugación.

Las principales y más importantes variaciones que experimenta el verbo en su empleo, son aquellas determinadas por la
expresión del tiempo en que se ubica y la forma en que se realiza la acción que el verbo indica como cumplida por el
sujeto.
Se denomina conjugación al sistema ordenado de las variaciones que se operan en el verbo, para determinar su
adecuación a los diversos tiempos; dentro de lo cual caben aquellas variaciones que son indicativas de la forma en que se
realiza la acción del verbo, que se denominan modos del verbo.

En ese sentido, los tiempos verbales fundamentales son:

El pasado; es decir, lo ocurrido antes de ahora.

El presente, es decir lo que está ocurriendo actualmente.

El futuro, que tendrá lugar después de ahora.

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Los modos verbales, introducen en la expresión de la acción del verbo diversos componentes que afectan la forma de su
realización:

El modo Indicativo — es aquel en que la expresión verbal se limita a indicar la realización de la acción del verbo como
manifestación de una realidad.

El modo Subjuntivo — es aquel en que la expresión verbal se efectúa en alguna manera subjetivizada, referida a una
situación hipotética o de posibilidad mentalmente representada, pero no necesariamente ocurrente en la realidad.

El modo Condicional — es aquel en que la expresión verbal se encuentra referida a un futuro en que su realización está
sujeta a que tenga lugar alguna otra acción o algún otro suceso cuya ocurrencia es incierta.

El modo Imperativo — es aquel en que la expresión verbal de la acción es realizada bajo la forma de una orden o
mandato.
Se denomina modo Infinitivo — algunas formas verbales que en realidad no se integran con un sistema conjugado de
tiempos, pero que constituyen expresiones no personales del verbo; tales como el propio infinitivo que designa a cada
verbo, como el gerundio que expresa un transcurso de la acción (“voy caminando”), y el participio que si bien puede
adquirir variaciones de género y número, expresa la acción en un sentido de acto ya cumplido (“esto es pan comido”).

Los tiempos se clasifican, por una parte, en absolutos y relativos; según que la acción que expresan tengan o no una
ubicación relativa con otra que puede haber tenido o podrá tener lugar a su vez antes o después de ella y es tomada como
referencia. También se distinguen los tiempos perfectos o imperfectos, indefinidos, simples o compuestos; lo cual varía
en consonancia con los modos en que se aplican.

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Tiempos del modo indicativo.

El modo indicativo es aquel en el cual la referencia de tiempo respecto del presente, del pasado o del futuro, está
expresada en relación al momento mismo en que esa expresión tiene lugar; por lo cual, el presente verbal coincide con el
tiempo actual de la oración.

Los tiempos que integran la conjugación verbal del modo indicativo son:

El presente — como tiempo absoluto, expresa la idea de que la acción indicada por el verbo, ocurre en el mismo
momento: Juan come un trozo de pan.

Idiomáticamente, el verbo expresado en presente puede tener, no obstante, diversas modalidades:

El presente actual — que es la modalidad más propia del empleo del tiempo presente del indicativo; aquella en que
precisamente la acción que el verbo expresa se ejecuta en una forma absolutamente contemporánea con el momento en
que ello se enuncia: Yo estoy buscando unas anotaciones que hice ayer en la clase.

El presente habitual — es una modalidad en que el empleo del verbo conjugado en presente del indicativo hace
referencia a una acción que tiene carácter frecuente, con una frecuencia ya sea regular o no, pero que ha ocurrido antes y
ocurrirá después, y que en el momento actual en que se habla puede estar ocurriendo, o no: Yo corro todas las mañanas.

El presente histórico — Se emplea en referencia a hechos indudablemente pasados, por lo cual no puede caber duda
en cuanto a eso, cuando el empleo del presente confiere una especial fuerza a su expresión: Artigas presenta a la
Asamblea sus Instrucciones en el Año XIII.

El presente de mandato — se emplea con un sentido de imperativo: En cuanto salgas de clase, vas a buscar a tu
hermano.

El presente con sentido futuro — Expresa una acción que, siendo futura, tiene una certeza total para el que la
enuncia: La semana próxima compro la casa.

El presente intemporal — se emplea para enunciar circunstancias que no tienen carácter temporal, y por tanto son
permanentes: En el triángulo equilátero, todos los ángulos son iguales.

El pretérito — como se designa a los tiempos del pasado en indicativo, siendo un tiempo relativo, puede tener diversas
modalidades de relatividad:

El pretérito imperfecto — en el cual la acción es pasada, y no se tiene en cuenta cuándo empezó ni cuándo terminó;
de modo que abarca un amplio período temporal; y si queda referida a otra acción también pasada, ambas ocurrieron
conjuntamente:
Fernando venía a visitarme frecuentemente.
Cuando Pedro llegaba a su casa, las campanas de la torre de la Catedral estaban tocando las cinco de la tarde.

El pretérito perfecto — es una forma de pasado absoluto, en que se expresa algo que habiendo sucedido en una
referencia temporal todavía en curso, de todos modos ya ha ocurrido definitivamente, aunque podría volver a repetirse:
El Presidente ha hablado con los periodistas.

Cuando no existe una referencia temporal explícita, de todos modos se hace referencia a una acción recientemente
ocurrida:
Ha habido un accidente en la Avenida central del parque.
Es muy frecuente en la televisión y en el cine, especialmente cuando se trata de obras producidas en países del área
del Caribe o dobladas al español, una forma absolutamente incorrecta de conjugación verbal en relación al pretérito
perfecto, especialmente en las oraciones negativas; consistente en emplear el presente en vez de este tiempo. Ello ocurre,
por ejemplo, en expresiones tales como:

La hora del almuerzo todavía no LLEGA

en lugar de:

La hora del almuerzo todavía no HA LLEGADO

El pretérito indefinido — tiene un carácter de pasado absoluto e irrepetible; pero no se vincula con una referencia
temporal determinada, o se emplea para hechos ocurridos en un pasado bastante lejano: Fernando llegó de Brasil esta
mañana.
Cuando estuve en Brasil, conocí Río de Janeiro.

En el uso del idioma español en los países rioplatenses, es muy corriente que este tiempo sustituya al pretérito
perfecto, el cual es muy raramente empleado; no así en el habla corriente en España: Hoy ví a Joaquín; en vez de Hoy he
visto a Joaquín.

El pretérito anterior — expresa un hecho pasado anterior a otro también pasado, de modo que la acción resulta
subordinada a otra:
El tren partió en cuanto hube ascendido a él.

El pretérito pluscuamperfecto — enuncia un hecho pasado anterior a otro también pasado:


Cuando llegué a la Estación, el tren había partido.

El futuro — enuncia una acción que ocurrirá posteriormente; teniendo una forma absoluta y otra relativa:

El futuro imperfecto — es la versión absoluta, en la cual la acción ocurrirá en el futuro con independencia de
cualquier otra:
Aprobaré mis exámenes.

El futuro perfecto — indica una acción futura en forma relativa a otra que siendo futura, habrá ocurrido antes:
Cuando llegue mi padre habré lavado el auto.

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Tiempos del modo subjuntivo.

El modo subjuntivo se caracteriza porque la acción del verbo que se conjuga, no se expresa como existente o a existir
efectivamente en la realidad, por sí misma; sino que se la expone como subordinada a otra pero en forma incierta, ya sea
que la incertidumbre provenga de una circunstancia dudosa, de una circunstancia posible, o de una circunstancia deseada.
En consecuencia, si bien la acción expresada en la conjugación en modo subjuntivo participa de una referencia temporal
pasada, presente o futura; tiene una existencia azarosa o aleatoria, contingente, dependiente de otras. Por ello, todos sus
tiempos son relativos.

Los tiempos que integran la conjugación verbal del modo subjuntivo son:

El presente de subjuntivo — siendo un tiempo relativo, expresa una acción que si bien puede ser que ocurra en el
presente, también podría ocurrir en el futuro: Me preocupa que los invitados lleguen antes de lo previsto.

El pretérito de subjuntivo — siendo asimismo un tiempo relativo, puede tener diversas modalidades de relatividad:

El pretérito imperfecto de subjuntivo — tiene un sentido similar al presente en cuanto a que la acción puede ser tanto
pasada como presente; pero además la acción dudosa podría ser futura: Me agradaría que amaras la poesía.

El pretérito perfecto de subjuntivo — si bien es relativo en cuanto la acción conjugada sigue dependiendo de otra,
tiene un sentido perfectivo, tanto en referencia al pasado como al futuro: Confío en que haya terminado mi informe antes
de esta noche.
El pretérito pluscuamperfecto del subjuntivo — enuncia una acción totalmente realizada en un tiempo plenamente
pasado: No pensé que hubieras viajado al Brasil.

El futuro de subjuntivo — es una forma de conjugación muy poco usual en el habla cotidiana, cuyo empleo ha quedado
idiomáticamente reservado a expresiones literarias o al lenguaje forense, utilizado en documentos de índole jurídica o
judicial. Tiene una forma imperfecta y otra perfecta, ambas expresivas de una acción que siendo futura es eventual.

En el futuro imperfecto de subjuntivo — la acción futura eventual es totalmente incierta: Donde fueres, haz como
vieres.

En el futuro perfecto de subjuntivo — la acción futura tiene un menor grado de incertidumbre, no en cuanto a su
realización sino en cuanto a su momento: Cuando hubieres llegado, no dejes de darle mi pésame.

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Formas del modo condicional.

También denominado modo potencial — debido a que la acción está en potencia — es un modo que expresa una
posibilidad de que la acción se realize o se haya realizado, respecto de otra oración subordinada respecto de la que
contiene esta conjugación. Comprende sólo dos tiempos:

El condicional simple — también denominado imperfecto, es un tiempo que expresa la acción como una probabilidad
tanto del presente, como del pasado y como del futuro:
Lo repararía ahora mismo, si tuviera aquí las herramientas necesarias.
Cuando sonó el teléfono, serían las catorce horas.
No me asombraría que mañana llueva.

El condicional compuesto — es un tiempo relativo, en el cual se expresa una acción posible o eventual, cuya
realización quedó condicionada a otra ya ocurrida:
Lo habría reparado ahí mismo, si hubiera tenido las herramientas necesarias..
No me habría asombrado si hubiera llovido.

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Formas del modo imperativo.

Los formas de la conjugación verbal del modo imperativo son:

El imperativo presente — es el único tiempo de este modo, y debido a que su contenido es mandatorio hacia otra
persona, solamente puede emplearse en las personas segunda y tercera del singular y del plural, aunque cabe también la
primera del plural porque involucra a otros además del hablante; pero en realidad, como forma verbal propia, solamente
tiene las segundas personas, empleándose como tercera una forma del presente del subjuntivo.

Una característica de este modo, es que el pronombre o sujeto se expresa luego de la forma verbal:
Ama (tú) a tu Patria - Póngase (él, Ud.) de pié - Subamos (nosotros) de una buena vez al autobús - Escuchad (vosotros)
al orador - Viajen (ellos) al Brasil.

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Voz activa y voz pasiva.

La voz es una modalidad de la expresión de un verbo dentro de una oración, que indica cual es la relación del sujeto de
esa oración respecto de la acción expresada por ese verbo.

En tal sentido, el verbo se expresa en voz activa cuando la acción enunciada por el verbo es ejecutada por el mismo
sujeto: Juan ha ido a la playa

En en caso de la voz pasiva el sujeto de la oración no es el agente sino el recipiente de la acción enunciada por el verbo:
Juan es perseguido por las mujeres.

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Formas verbales impersonales.

Las formas verbales impersonales, corresponden a variaciones no conjugadas de los verbos, pero que cumplen cada una
de ellas una función propia, indispensable para su empleo idiomático:

El infinitivo — es la forma no conjugada del verbo que describe la acción básica y le atribuye identidad.

Además de ese sentido como forma verbal, el infinitivo de los verbos puede asumir una función como sustantivo,
situación en la cual adquiere los caracteres de los sustantivos, como tener género y número, operar como sujeto, etc.: el
cantar de los cantares - el buen beber - le bastó mirar.

El gerundio — es una forma del verbo que indica que la acción está transcurriendo, y eventualmente la duración de ese
transcurso: Contemplando, cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte, tan callando...

El participio — es una forma verbal que expresa e identifica la acción propia indicada por el verbo, en las formas de
conjugación que constituyen tiempos compuestos, empleando verbos auxiliares: La vela se ha consumido - El pescado ya
está frito.

La denominación de participio, obedece a que participa de las funciones de verbo y de adjetivo; y en esta última recibe
las concordancias que corresponden a los sustantivos que adjetiva: El libro forrado - Las papas fritas.

Numerosos verbos tienen dos formas de participio, en cuyo caso uno se designa como participio regular y el otro como
irregular. En tales casos, el participio regular es el que se emplea en las funciones verbales de conjugación de los tiempos
compuestos (excepto en los verbos freir, imprimir y proveer que emplean el participio irregular frito, impreso y provisto);
y el participio irregular se emplea en la función adjetiva.

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