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ESTABLECIMIENTO PERMANENTE
EN EL PERÚ
El tratamiento del Establecimiento Permanente (en adelante EP) es, quizás, uno de los
puntos más importantes en la tributación internacional. En el caso peruano, esta figura
es relevante, porque ante negociaciones con economías más grandes determina un
mayor alcance de nuestra potestad tributaria toda vez que nuestro país es generalmente
importador más que exportador de capital.
Como aspecto preliminar, cabe resaltar que la importancia de este concepto reside en
que el estado fuente únicamente puede gravar al residente del otro estado cuando éste
cuente con un EP en su territorio. Pero, ¿Qué se entiende por EP?
Ejemplo 1: Un residente chileno brinda una actividad empresarial a una empresa peruana,
a través de una sucursal ubicada en el Perú. ¿Qué país tiene la potestad tributaria de gravar
dicha renta?
Siendo que estamos ante una relación comercial entre dos residentes provenientes de
países que cuentan con un CDI firmado y vigente, se tiene que revisar el CDI Perú-Chile.
En el artículo 7º de dicho convenio señala que en el caso de los beneficios empresariales
el residente de un estado va a tributar en su país (Chile) a menos que brinde el servicio
en el país de la fuente (Perú) a través de un EP.
Conforme lo señalado en el artículo 5º del CDI Perú-Chile, se entiende por EP entre otros
a las sucursales. En ese sentido, si la empresa residente chilena ha brindado el servicio
empresarial a través de su sucursal ubicado en el Perú, entonces el país que se encuentra
en la potestad de gravar dicha renta es el Perú.
En este caso, no cabe retención del impuesto a la renta por parte de la empresa peruana
que recibe el servicio. Sino que el EP tendrá la obligación de tributar en el país de la
fuente, en función a todos los servicios que brinde en el Perú, inscribiéndose en el RUC,
emitiendo comprobante de pago y declarando sus impuestos como un sujeto domiciliado
en el país.
La Ley del Impuesto a la Renta Peruano combina el criterio del domicilio regulado en su
artículo 6º con el criterio de la fuente regulado en su artículo 9º al señalar que
independientemente del domicilio, se encontrará gravado con el impuesto a la renta las
operaciones que califiquen como rentas de fuente peruana.
Ahora bien, en relación a la recaudación del gravamen sobre los sujetos no domiciliados,
se ha establecido dos formas:
El inciso e) del artículo 7° de la LIR, haciendo una mezcla de los criterios de domicilio real
y dirección efectiva, señala que la condición de domiciliado alcanza a los EP, sucursales y
agencias en el Perú de personas jurídicas no residentes en el país, de acuerdo a alguno
de los supuestos señalados en el artículo 3° del RLIR.
El artículo 3° del RLIR establece que constituye EP distinto a las sucursales o agencias:
De otro lado, ocurre que no hay claridad normativa respecto a cuál es el momento en
que el Sujeto no Domiciliado deba ser considerado como EP, esto es tener la aptitud para
inscribirse en el RUC, con lo que también habrá dificultad práctica para que el Agente de
Retención determine hasta cuándo ha de practicar la retención correspondiente. Ello
porque la determinación de la condición de EP conforme al RLIR es ex-post de la
realización de sus actividades en las que se verifique las características sustanciales
detalladas en el RLIR para obtener tal condición.
Ahora bien, corresponde analizar qué debe entenderse por EP para la aplicación de los
CDI vigentes en el Perú. A tal efecto, el artículo 5° de dichos CDI establece lo que debe
entenderse como EP para efectos de los mismos, señalándose que se trata de:
(i) Una cláusula general que hace referencia a un lugar fijo de negocios donde se lleva a
cabo la actuación de la empresa;
¿Qué se entiende por lugar fijo?
Un lugar fijo significa un lugar determinado con cierto grado de permanencia. Debería ser
entendido como instalaciones, local, maquinaria o equipo. Esto es, las personas que
trabajan para la empresa realizan sus actividades en el lugar en el que se encuentra
situado el lugar fijo.
(iii) dos ficciones de EP, en vista a que su configuración se determina por el acaecimiento
del supuesto temporal de vinculación con el país de la fuente.
Una de estas ficciones se encuentra regulada en el inciso a) del apartado 3 del artículo 5°
del CDI Chile que señala que, será considerado como EP en el caso concreto de una obra
o proyecto de construcción, instalación o montaje y las actividades de supervisión
relacionadas con ellos, cuando dicha obra, proyecto de construcción o actividad tenga
una duración superior a seis meses. Asimismo en el indicado inciso del CDI-Canadá se
señala que será considerado como EP en el caso de una obra o proyecto de construcción,
instalación o montaje pero sólo cuando dicha obra o proyecto prosiga en el país durante
un periodo o periodos que en total excedan de 183 días, dentro de un periodo cualquiera
de doce meses.
La segunda ficción se señala en el inciso b) del mismo apartado 3 del artículo 5° de los
CDI vigentes en el Perú. El CDI Chile señala que será EP la prestación de servicios, incluidos
los servicios de consultoría, por parte de una empresa de un Estado contratante por
intermedio de su personal técnico, pero sólo en el caso de que tales actividades prosigan
en el país durante un periodo o periodos que en total excedan de 183 días, dentro de un
periodo cualquiera de 12 meses. El CDI Canadá se diferencia al establecer que las
actividades prosigan (para el mismo proyecto o uno relacionado) en ese Estado por un
periodo o periodos que en total excedan de 183 días, dentro de un periodo cualquiera de
12 meses.
Con respecto a la segunda pregunta, en el apartado 1 del artículo 7° de los CDI vigentes
en el Perú se ha establecido que los “beneficios empresariales” de una empresa de un
Estado contratante solamente pueden someterse a imposición en ese Estado, salvo que
la empresa realice su actividad en el otro Estado contratante por medio de un EP según
CDI situado en él, en cuyo caso los beneficios de la empresa pueden someterse a
imposición en ese otro Estado, pero solo en la medida en que puedan atribuirse a ese EP.
Sin embargo, el apartado 1 no delimita la forma como se deben computar los beneficios
que pueden someterse a imposición en el Estado de la fuente; en ese sentido, se debe
determinar en función a la normativa interna de tal Estado; es decir, la delimitación de lo
que constituye “beneficios empresariales” y su determinación o cuantificación resulta
básicamente ordenada por la legislación interna del Estado de ubicación del EP según
CDI.
Un punto importante a tomar en cuenta es qué implica el término “beneficios” ¿Es igual
a “renta neta”?. Los apartados 2 y 4 del referido artículo 7° del CDI con Chile han
desarrollado dos métodos para determinar tal circunstancia. El apartado 4 señala
el método indirecto conforme al cual se reconoce una sola entidad y obliga a un reparto
proporcional de los beneficios totales que obtiene la empresa extranjera en función al
desarrollo de sus actividades relevantes en el país de la fuente, y el apartado 2 reconoce
el denominado método directo, conforme al cual se reconoce la deducción de las cuentas
propias del EP diferenciándolas de las de la entidad matriz, el mismo que deberá aplicarse
de manera complementaria con lo señalado en el apartado 3 de ese mismo artículo, que
lo aclara respecto a los gastos del EP según CDI. Se entiende que respecto al Modelo
Peruano se precisa que dichos gastos deben ser necesarios, pero no se establece qué
debe entenderse como tal. Deben utilizarse los tres principios generales para la
utilización del gasto, esto es los de Devengado, Fehaciencia y Causalidad, y además cabría
remitirnos a la legislación interna que señala que para efectos de determinar que los
gastos sean necesarios para producir y mantener la fuente, éstos deberán de ser
normales para la actividad que genera la renta gravada y razonable en relación con los
ingresos del contribuyente. En ese sentido, deben aplicarse los artículos 37° al 44° de la
LIR y las normas correspondientes del RLIR y los principios mencionados anteriormente.
[1] De acuerdo al artículo 1º de la Ley del RUC (DL Nº 943), deben inscribirse en el RUC
todas las personas naturales o jurídicas, domiciliadas o no en el país, que sean
contribuyentes de tributos administrados por la SUNAT.