Está en la página 1de 31

La Creaturidad del Hombre en el Bautismo

Víctor Emanuel Reyes-Ortiz, SFM

TEOL 636 Antropología Teológica

2 de diciembre del 2018


Tabla de Contenido

Introducción................................................................................................................................. 1

La Creaturidad del Hombre en el Bautismo..............................................................................1

Aspectos Bíblicos del Término Bautismo.....................................................................................5

El Bautismo en la Trayectoria Petrina......................................................................................6

La Crítica Literaria en la Trayectoria Petrina.........................................................................6

Doctrina Petrina sobre el Bautismo......................................................................................8

Padres de la Iglesia– Juan Crisóstomo......................................................................................10

Resumen biográfico y Relevancia Histórica...........................................................................10

Creaturidad del Hombre en Juan Crisóstomo........................................................................11

Magisterio de la Iglesia - Catecismo..........................................................................................15

Magisterio de la Iglesia y el Catecismo: ¿Qué es?.................................................................15

Síntesis de la Creaturidad Otorgada por el Bautismo según el Catecismo............................16

Argumento Teológico................................................................................................................. 20

Definición Conceptual y Operacional del Argumento Teológico.............................................20

Argumento Teológico de la Creaturidad: Considerando Argumentos desde la Trayectoria

Petrina, hasta la Experiencia del Bautizado del Siglo XXI......................................................22

Bibliografía................................................................................................................................. 27

i
INTRODUCCIÓN

El bautismo es el primero de los sacramentos que ofrece la Iglesia. Con el bautismo se

marca el carácter espiritual de la persona dándole entrada a la iglesia en calidad a un hombre

nuevo. El objetivo de este trabajo es presentar como el bautismo genera un hombre nuevo

dentro de una corporalidad inalterada siguiendo la tradición literaria petrina, los escritos sobre

el bautismo de San Juan Crisóstomo y el catecismo de la iglesia católica (¿y las mayúsculas?).

De allí se parte para establecer un argumento teológico propio utilizando las diferentes áreas

del saber al alcance del autor (¿cuál autor? ¿Es tu trabajo o comentarios del autor?). En

resumen, se entiende que el bautismo genera al hombre nuevo al ser el punto céntrico para el

encuentro de tres dimensiones la corporal, la temporal y la espacial. El agua bautismal

entonces irrumpe en estas dimensiones causando que en la confluencia de las mismas el

hombre pase de una sustancia humana a divina, de un espacio infernal a uno edémico y de

una temporalidad limitada a una temporalidad eterna (no existe una temporalidad eterna,

eternidad y temporalidad necesitan aclararse).

La Creaturidad del Hombre en el Bautismo (pareciera como si con este título el hombre

comenzara a ser creatura a partir del Bautismo, si no es el caso –como espero–,

debería aclararse cómo se pasa de la creaturidad antigua a la nueva)

El bautismo es el primero de los sacramentos que ofrece la Iglesia. Con el bautismo se

marca el carácter espiritual de la persona dándole entrada a la iglesia. Es a través de la muerte

al pecado, que el bautizado/a pasa, en el mismo cuerpo a ser una nueva criatura. El bautismo,

entonces, significa una puerta de entrada o la semilla de la “nueva persona” que supone el ser

el cristiano1. De esta forma, en el bautismo se asimila a la muerte que sufre Cristo en la cruz y

1
En todo el escrito se utilizará el término nueva persona o nueva criatura indiscriminadamente, para referirse a la
creaturidad a la que da paso el bautismo.

1
también la resurrección del mismo Cristo elevado con cuerpo glorificado2. Según la carta a los

Gálatas 3,27, los bautizados en Cristo son revestidos de Cristo o hechos un hombre nuevo (Cf.

Ef. 4,24 & Cf. Col 3,9). Por tanto, esta nueva criatura es nacida en respuesta al perdón y

muerte del pecado en el hombre (Cf. Ro. 6,4) y es una criatura que se devuelve a la vida

inmortal (divina) por la regeneración del hombre mismo sin que éste necesite morir (Cf. Ro.

6,10).

Estos argumentos bíblicos sirven como un prefacio de la perspectiva paulina sobre el

bautismo; no obstante, el objetivo del escrito es desde la perspectiva Petrina que se rescata de

las epístolas, algunos escritos selectos de San Juan Crisóstomo y desde el magisterio de la

Iglesia. Del análisis de estos se presenta un argumento teológico de forma que el lector sea

iluminado ¿? sobre la creaturidad en el bautismo. La economía del nuevo hombre luego del

bautismo queda fuera del alcance de este trabajo. Es también de recalcar que en cuanto a este

tema aplican las siguientes limitaciones: (a) las epístolas atribuidas a Pedro en el Nuevo

Testamento no son escritas por Pedro y sugieren elaboraciones bastante tardías, entiéndase

que fueron escritas para una segunda generación de cristianos (b) los escritos petrinos de la

primera epístola de Pedro trabaja el bautismo en ausencia de los temas básicos paulinos tales

como la justificación y el papel de la ley judaica; aún así se ven ecos del pensamiento paulino y

otros escritos deuteropaulinos (c) la epístolas de 1 & 2 de Pedro no tienen cohesión en la

personalidad teológica, esto es, no hay una teología específica y común para ambos escritos
2
Vea lo escrito en Ro. 6:2-5 y en Ro. 8:11 que explica en una síntesis muy concreta el concepto de la muerte y de la
resurrección. Es imprescindible que se entienda que para que exista resurrección se requiere que sea el mismo
cuerpo que murió el que resucite y resucite para la eternidad. De lo contrario, se estaría hablando de re-encarnación
o revivificación, donde en el primer caso se vuelve a la vida pero en cuerpos diferentes y en el segundo caso, la
revivificación, se vuelve a la vida en el mismo cuerpo pero no para la inmortalidad sino para volver a morir.

Por tanto, al decir en Romanos que se participa de la resurrección de Cristo se entiende que es el mismo cuerpo que
experimentó la muerte el que se levanta de entre los muertos. Este dato, entonces habla de que la nueva criatura no
sufre una resurrección espiritual; recordemos que fue la parte física la que murió y no el espíritu. Tampoco es
correcto el forzar el texto con la idea de que se aspira a un cuerpo espiritual al resucitar cuando lo que la escritura
reporta es que los sepulcros quedaron vacíos. Entonces, en el concepto paulino el vocablo resucitar implica
claramente la reproducción de algo que antes existió, pero la reproducción será ahora para la eternidad y no para lo
temporal. 1 Corintios15:53 ilumina el concepto de la creaturidad al decir “porque es necesario que esto corruptible
(se refiere al cuerpo) se vista de incorrupción y esto mortal (nuevamente se refiere al cuerpo) se vista de
inmortalidad.

2
aunque «en ambas os recuerdo lo que ya sabéis» (cita sacada de ¿?). La incoherencia

sugiriere al lector desde el análisis literario crítico que fueron escritas en tiempos y hasta por

autores diferentes que hacen referencia al Apóstol para influenciar las conductas de las

comunidades (que no precisamente son las mismas)3,4.

A favor del uso de la tradición petrina hay que decir que estos cuentan con una

impresionante madurez en la que se ha logrado armonizar las tradiciones judeo-cristianas del

primer siglo con el pragmatismo que requiere la sobrevivencia de las persecuciones5. Esto ha

llevado a estos cristianos a un desarrollo doctrinal de referente cristológico que los diferencia,

de las comunidades no cristianas y pseudocristianas. También, estas cartas son un punto de

encuentro sapiencial entre los cristianismos existentes en diversas regiones6. De allí el que se

aproveche esta redacción para formar la personalidad teológica y el carácter poco definido de

las comunidades sufrientes del testimonio de los primeros testigos y sufrientes de múltiples

persecuciones del imperio.

No menos notario para justificar su utilización es que las cartas hacen referencia directa

e indirecta, a los textos del antiguo testamento referentes al diluvio y la creación haciendo eco

de una sola literatura petrina sobre el bautismo7. La segunda carta de Pedro entonces se

utilizará entendiendo que pertenece al mismo marco ideológico de manera que ilumina los

aspectos de la creaturidad a través del bautismo, aunque no se subestiman las limitaciones

antes expuestas. La segunda carta también enriquece el análisis teológico al presentar la

tradición apostólica como norma y enseñanza inolvidable que debe de responder a todas las

3
Josep Oriol Tuñí and Xavier Alegre, Escritos Joánicos Y Cartas Católicas, 9th ed. repr., Estella (Navarra): Verbo
Divino, 2012.
4
Rafael Aguirre, Pedro En La Iglesia Primitiva, 4th ed. repr., Estella: Verbo Divino, 2015.
5
IBID
6
IBID La lista de lugares no contiene nombre de ciudades, más bien se refiere a regiones poco urbanizadas del
interior de los vastos territorios mencionados en la carta. Un análisis sociológico sugiere que los cristianos a los que
va dirigidos son campesinos o pastores procedentes del paganismo, gente de clase baja o pequeños propietarios que
viven en aldeas autónomas o dependientes de ciudades. No se puede decir que se dedican a propietarios ricos lo que
explica en gran manera la vulnerabilidad de los creyentes en medio de una sociedad hostil.
7
Josep Oriol Tuñí and Xavier Alegre, Escritos Joánicos Y Cartas Católicas, 9th ed. repr., Estella (Navarra): Verbo
Divino, 2012.

3
cuestiones que la Iglesia afronta. De esta manera en la segunda epístola se guarda la

integridad del pensamiento petrino y apostólico en la fe cristiana en un periodo propiamente

post-apostólico8.

Por otra parte, aunque múltiples autores han documentado escritos sobre las

tradiciones bautismales y su carácter sacramental, San Juan Crisóstomo es uno de los más

notables por la cantidad de escritos conservados. Un total de doce (12) escritos que datan del

siglo IV y V de la era cristiana. Estos escritos, recogen el legado del sentir en las primeras

comunidades cristianas, mismas comunidades a las que los autores de las epístolas en

consideración le escriben9. Por tanto, San Juan Crisóstomo, luego de las persecuciones es

contado entre los pioneros en documentar como el pensamiento cristiano ha evolucionado y

como de esta iglesia en formación ha llegado a su propia teología. Es San Juan Crisóstomo

quien desde la tradición de Antioquía da a beber a la iglesia el efluente que hoy conocemos

como “historia de la concepción del bautismo” y de “la liturgia del bautismo”. Efluente que ha

permanecido casi inalterado en tiempo y espacio por la veracidad, claridad y fortaleza que

otorga a los fieles cristianos que militan en la iglesia.

Por último, se utiliza el catecismo de la iglesia católica según publicado en el 1997. Este

documento se utiliza puesto que resume la fe, la doctrina y la moral de la Iglesia Católica,

atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición Apostólica y el Magisterio

eclesiástico. Por otra parte, el catecismo de la Iglesia Católica es la fuente más confiable y

accesible tanto para el clero como para el laico, sobre aspectos doctrinales y dogmáticos

básicos de la Iglesia católica. Esta versión del catecismo también asegura que lo expuesto,

esté en la menor discrepancia, con lo estipulado en el congreso de Vaticano II. Además,

parece necesario el que se tome en consideración dado que es la primera línea de defensa de

8
Rafael Aguirre, Pedro En La Iglesia Primitiva, 4th ed. repr., Estella: Verbo Divino, 2015.
9
Los escritos petrinos hacen referencia a los cristianos en la diáspora ver 1 Pe 1:1

4
la fe y con esto se convierte en fundamento y teología católica capaz de sufrir el escrutinio del

hombre de este siglo.

ASPECTOS BÍBLICOS RELACIONADOS AL TÉRMINO BAUTISMO

El bautismo no es original de las tradiciones judeo-cristianas pues se ve reflejado en

múltiples culturas no cristianas10. Aun así, dentro de la cultura cristiana se adopta el rito del

Bautismo no por ser un acto innovador o exclusivo, sino por el testimonio que la Sagrada

Escritura brinda sobre el bautismo. Las fuentes estudiadas no son capaces de establecer con

veracidad una fecha o lugar de origen para los ritos de purificación usando agua como ritual de

iniciación11. En general, se debe de entender que el sacramento del bautismo presenta una

analogía entre la vida mortal y la vida inmortal, dónde el bautismo es el origen de la vida

inmortal (y entrada a la divinidad). No obstante, al igual que en la vida mortal se necesita un

crecimiento y sustento. Si bien, el cristiano, nace a la vida por el Bautismo, crece por la

Confirmación y se nutre y fortalece por la Eucaristía12.

Al concluir esta breve analogía antropológica sobre el bautismo, conviene definir y

considerar el trasfondo de lo que significa la palabra. Bautismo deriva del vocablo griego

βαπτιζιν (baptizein), que significa «sumergir o lavarse», aunque también podría utilizarse con la

intención de comunicar ahogo (muerte). 13 En la Biblia el acto del bautismo comienza en la

narración de los evangelios sinópticos y el evangelio según San Juan. Estos libros, presentan

el acto bautismal como un testimonio público del arrepentimiento y un deseo del bautizado por

ser regenerado de manera que tenga comunión con Dios. El bautismo, inicialmente presentado

por Juan el Bautista, presupone la intención de regenerar la relación con Dios al ser insertados

en el linaje de Abraham y la sustracción de la ira de Dios en espera del mesías14. Este

10
"EL BAUTISMO", Mercaba.Org, Last modified 2018, http://www.mercaba.org/FICHAS/jesusvivo/bautismo.htm.
11
"BAUTISMO", Mercaba.Org, Last modified 2018, http://www.mercaba.org/TEOLOGIA/OTT/519-
535_bautismo.htm.
12
"EL BAUTISMO", Mercaba.Org, Last modified 2018, http://www.mercaba.org/FICHAS/jesusvivo/bautismo.htm.
13
Xavier Léon-Dufour and Alejandro Esteban Lator Ros,Vocabulario De Teología Bíblica repr., Barcelona: Herder,
1996.
14
IBID

5
bautismo de Juan es una economía provisional, pero sirve de prototipo del bautismo cristiano

que conlleva una purificación suprema e inauguración en el mundo nuevo. En Hechos 2, se

observa la exhortación apostólica en boca de Pedro para que todos los que comparten la

liturgia de la palabra sean bautizados luego de arrepentirse. El texto le atribuye al bautismo el

perdón de los pecados y la Gracia del Espíritu Santo. El Evangelio, tanto en Mateo (Cf. Mt.

29,19) como en Marcos (Cf Mc 16,16), documenta el bautismo como mandato de Jesús luego

de su resurrección y seguido de la imposición de las manos para obtener el Espíritu Santo.

Los escritos Paulinos profundizan lo que se ha dicho en el Evangelio. Pablo hace claro

el que el bautismo es la muerte del cuerpo en cuanto a instrumento del pecado y hace partícipe

de la vida eterna al bautizado. El sumergirse en las aguas para Pablo, provoca la muerte al

pecado y de ahí que se obtenga el don de la vida por la aspersión de la sangre de Cristo. Es

decir, en el bautismo se hace participe al cristiano del mérito obtenido por Cristo en la cruz. Por

este mérito el hombre es capaz de obtener de una nueva creatura capaz de tener una

comunión plena con Dios.

El Bautismo en la Trayectoria Petrina15

La Crítica Literaria en la Trayectoria Petrina

Habiendo expuesto que el bautismo, es la puerta a la nueva vida y germen de la

creaturidad del hombre nuevo, conviene discutir de manera ligera lo que contribuyen las Cartas

de Pedro al tema del bautismo desde lo antropológico y metafísico. Para esto, consideremos

brevemente algunos elementos de la crítica literaria a la trayectoria literaria petrina en la Iglesia

primitiva.

15
Se prefiere utilizar el término trayectoria dado al carácter dinámico y evolutivo que presentan las tradiciones
referentes a Pedro como principal líder de la Iglesia Primitiva. Al referirse a trayectoria literaria petrina se entiende
las piezas literarias dentro del conjunto de la evolución de la literatura cristiana primitiva y en el proceso de la vida
misma del cristianismo de los orígenes. Rafael Aguirre, Pedro En La Iglesia Primitiva, 4th ed. repr., Estella: Verbo
Divino, 2015.

6
Varios exégetas al analizar la estructura literaria platean la posibilidad de que en

específico la primera epístola fuese una homilía bautismal (Cf.1Pe 1,3 – 4,11) combinado con

un escrito epistolar (Cf. 1Pe. 4,12 – 5,11) 16. De ahí que 1Pe 1,3 y 1Pe 1,23 hable de la

regeneración bautismal, 1 Pe 2,2 sobre la infancia y 1Pe 2,5-8 sobre las piedras vivas y en el

capítulo 3 verso 21 se haga alusión directa al diluvio como prefiguración del bautismo. Otras

fuentes han establecido un esquema de análisis diferente donde la carta comienza con un

saludo y acción de gracias (Cf. 1Pe 1,1-12) y seguido por un llamado a ser nuevo pueblo

creado por Dios (Cf 1Pe 1,13 – 2,10) y que vive como corresponde a esa nueva criatura (Cf

1Pe 2,11 – 4,11). Concluye el escrito petrino con las exhortaciones para el lector directo17 (Cf.

1Pe 4,12 – 5,11). Otros postulan que la epístola se compone de diferentes fuentes que han

sido manipuladas por un solo autor quien armoniza los escritos para confeccionar en una sola

pieza literaria la madurez de la comunidad romana dirigida por Pedro.

Por otra parte, la segunda epístola es mucho más breve y está estrictamente atado al

género discurso de adiós o testamento. Este género se suscita entre uno próximo a morir que

quiere a los suyos cerca para recordarle el pasado y guiarlos en cómo deben dirigir la mirada al

futuro. La estructura literaria entonces divide el libro en (a) el reconocimiento de la proximidad

de su muerte (b) el fundamentar su discurso en la experiencia de la transfiguración (Cf. 2Pe.

1,17) y las enseñanzas y aspectos de la vida de comunidad (Cf. 2Pe1,3 – 21) (c) la mirada al

futuro (Cf. 2Pe 2,1 – 22) (d) consejos antes los retos (Cf. 2Pe. 3,1 – 17) (e) conclusión o

doxología (Cf. 2Pe 3,18).

16
Josep Oriol Tuñí and Xavier Alegre, Escritos Joánicos Y Cartas Católicas, 9th ed. repr., Estella (Navarra): Verbo
Divino, 2012.
17
El discurso es directo cuando son los personajes que hablan, así también el lector directo es aquel al que se le
dirige la epístola. En el discurso indirecto no hay diálogo, el narrador no establece una vinculación directa entre las
partes, pero es el intérprete de diálogos anteriores, acciones o sucesos históricos que ayudan y transmiten al lector lo
que dijeron o pensaron los actores. De esta forma el lector indirecto es aquel que se hace partícipe del discurso que
se ofrece al lector directo, pero sin que sea dedicado precisamente a él. El lector indirecto supone un filtrado e
interpretación del discurso que el lector directo no tiene puesto que no está expuesto a ambos discursos.

7
Doctrina Petrina sobre el Bautismo

La doctrina del bautismo que se recoge por parte de la comunidad petrina permea todo

el texto como se discutió dentro de la crítica textual de ahí el que se piense que es una homilía

bautismal. El texto empieza en el primer capítulo con un referente de la regeneración del

hombre, esta regeneración se explica en mayor detalle en los versículos 22 -25 donde muestra

el mismo principio documentado en Hechos 2:38. Este principio es, (a) escuchar la palabra, (b)

arrepentirse y (c) dar testimonio público de ese arrepentimiento con el bautismo (d) ser añadido

a la iglesia. Este último paso de ser añadido a la iglesia, no se ve hasta más tarde en el texo.

En la primera epístola de Pedro capítulo 3 verso 21 reza “…ahora el bautismo los salva y que

no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino pedir a Dios una buena conciencia por medio

de la Resurrección de Jesucristo” (1Pe. 3,21). Es aquí donde se ve la inclusión del bautizado

en la iglesia puesto que los salvos son aquellos llamados iglesia. A la vez este versículo

devuelve al lector al Capítulo 1 verso 3 que explica que es mediante la Resurrección de Cristo

que se da la regeneración del hombre confirmada con el don del Espíritu Santo.

Añadiendo luz a lo que implica este don del Espíritu Santo, el autor del libro de Hechos,

en el capítulo 2 verso 38, explica que este don se concede a la vez que se recibe el perdón de

pecados. Entonces se implica que, en el Bautismo, perdón de pecados y la nueva criatura en

comunión con Dios (el don del Espíritu Santo) suceden simultáneamente en el misterio divino.

Lo que explica la dimensión temporal humana la creaturidad del hombre en y por el bautismo.

Esta primera dimensión del texto petrino desde la antropología y temporalidad lleva a entender

que Jesús, palabra viva (Cf. 1Pe 2,25), es recibida a través de la obra del Espíritu Santo. Este

Espíritu Santo, va a causar que de la confrontación de Jesús con el hombre se produzca una

consciencia de pecado que genere arrepentimiento. De allí, el deseo de un bautismo donde el

hombre arrepentido se ahoga (muere) bajo el agua. Al morir entonces hay un cambio de la

dimensión temporal humana a una dimensión espacial indefinida pero citada por el autor de

1Pedro.

8
Como si hubiera una pausa en la dimensión temporal, el bautismo lleva al hombre a una

dimensión espacial (bajo el agua o sobre el agua) donde está el hombre muerto al sumergirse

en el agua y llega a la región de los muertos (dimensión espacial). Es allí en la que se entiende

y genera la creaturidad del hombre nuevo según el autor de 1Pedro. La región espacial

denominada infierno18 sería entonces donde el hombre en su naturaleza pecaminosa vive sin

tener la revelación de Dios. El hombre que participa del bautismo se introduce en el misterio

operante de Cristo quien abre la puerta de los infiernos dejando salir al hombre nuevo con la

revelación de Dios obtenida al tener encuentro y perdón de los pecados. Es la salida del

infierno, del lugar de muerte al que lo introdujo el pecado ocurrido en el edén, lo que constituye

la salvación (Cf.1Pe 3,21). Así el hombre regresando a la dimensión temporal que deja al ser

sumergido es ascendido de las aguas al pneuma. Y por el pneuma, emerge en el mismo

cuerpo, pero habiendo sido regenerado en un hombre nuevo con una naturaleza divina

(dimensión corporal). Por lo que el bautismo es bifásico en sus tres ejes (espacio [agua y aire;

infierno y edén], tiempo [antes y después de sumersión; antes y después de don del Espíritu

Santo] y sustancia [vieja y nueva naturaleza]).

Este hombre nuevo tiene una conciencia de resurrección de lo que vivió al descender al

infierno (aguas) y reincorporarse al reino de la vida (el pneuma que es Dios mismo). La nueva

conciencia le hace recordar lo dicho en 2Pe 3:5b-6 “que existieron unos cielos y también una

tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios y que esto, el

mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio…” y es por esto por lo que no se

pueden dejar llevar por sus pasiones y las burlas, sino que la nueva criatura debe de llevar

conductas cristianas propiamente descritas (Cf. 1Pe 2,11 – 4:11).

18
Se entiende que los infiernos es la región de los muertos, por cuanto un lugar de muerte es opuesto a la naturaleza
de Dios quien es vida. El infierno entonces se convierte en un lugar donde Dios se torna inalcanzable para sus
criaturas o el lugar donde Dios se hace no sensorial a sus criaturas.

9
PADRES DE LA IGLESIA– JUAN CRISÓSTOMO

Resumen biográfico y Relevancia Histórica

San Juan Crisóstomo es el representante más importante de la Escuela de Antioquía y

uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia en Oriente o Padres Griegos. Su personalidad

se destaca por tener unos rasgos morales marcados, tanto que en algunos sermones ataca

radicalmente los abusos morales, hechos por los cristianos. Cuenta entre sus destacados

sermones en contra de lo inmoral (a) la manera de celebrar el año nuevo (b) su sermón contra

los juegos del circo y del teatro, (c) las homilías sobre el diablo (d) sobre la penitencia, (d) sobre

la limosna (e) sobre las delicias futuras y (f) la miseria. Este enérgico cristiano, fue ermitaño,

presbítero y luego un obispo y reformador eclesiástico quien murió exiliado a causa de sus

insoportables sermones.

No pesando, el desprecio general entre los cristianos de su época, Juan Crisóstomo, de

entre los Padres griegos resulta incomparable en su legado escrito y el diáfano entendimiento

del evangelio. Además, es el único, entre los antiguos antioquenos, cuyos escritos se han

conservado casi íntegramente y que incluyen homilías, cartas, tratados, enseñanzas entre

muchos otros. Los oyentes, tomaban notas, que en algunos casos él revisaba, antes de que se

circularan, de aquí el que se pueda tener también tantos escritos y versiones de un mismo

escrito.

San Juan Crisóstomo, se distingue de entre los demás en que mueve decididamente a

la conversión a quienes, siendo cristianos de palabra, no lo son con sus obras. Mueve a los no

creyentes y promueve entre los creyentes el que se difunda a su alrededor la luz de Cristo. Uno

de sus puntos críticos fue establecer la doctrina universal del bautismo. Esta doctrina, ha sido

vivida por la Iglesia y de igual forma por los grupos no católicos dado la veracidad e inequívoco

pensamiento teológico que encierra. Juan Crisóstomo entiende que el catecúmeno debe

realizar la decisión y observar una moral y doctrina para entrar a las aguas bautismales. Este

10
acto obligatoriamente público es presidido por una iglesia, quien luego acoge al catecúmeno

como suyo.

Creaturidad del Hombre en Juan Crisóstomo

En cuanto a lo que compete a la creaturidad, Juan Crisóstomo en su primera

catequesis19, deja claro que el hombre en cuanto a creación de Dios trasciende el ser un

homínido capaz de utilizar y crear herramientas. El hombre para ser creación de Dios (nueva

criatura) tiene que ejercitar la misericordia y la bondad (piedad & virtud). De lo contrario no ha

sido sólo un homínido capaz de utilizar y crear herramientas. En palabras de centavo,

Crisóstomo dice que el hombre (vieja criatura) ejerce voluntad, pero incapaz de elegir lo bueno.

Esto es que el hombre por su naturaleza de pecado es cegado de lo que es bueno e intenta

atrapar al viento entre las manos en el momento de elegir lo bueno. El pecado es una venda

que impide que el hombre distinga lo agradable de lo bueno, el placer de la felicidad, la

seguridad con la salvación, lo que somos con lo que hemos terminado siendo.

En esta misma fuerte línea de lo que somos y lo que hemos terminado siendo,

Crisóstomo, establece que el hombre es una sustancia mutable desde sus orígenes. En el

Edén se establece, que el hombre, como sustancia puede ser accidentada por el motor inmóvil

y tornarse mutable (un accidente de tipo espiritual) y capaz de transformarse. De allí, que de

muñeco a ser viviente y que de ser bueno (no perfecto, sino bueno) pase a ser malo; un

atributo ausente antes de comer del árbol del bien y el mal. En contra de la inmutabilidad20 de la

naturaleza del hombre catecúmeno, es preciso que luego de la revelación haya una renuncia a

satanás, a sus seducciones a su servicio y obras. Habiendo esto sido consumado, y teniendo

un cambio conductual en la vida, se realiza la sumersión del catecúmeno en las aguas. En

palabras de Crisóstomo, Dios exige únicamente aquello de que el hombre es dueño, esto es
19
La primera catequesis según el libro citado de donde tomamos esta información. Juan Crisóstomo, Las Catequesis
Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007.
20
Se presume la inmutabilidad del hombre dado que según Crisóstomo solo la acción de Dios puede llevar al
cambio en el hombre. Es el hombre que escucha (Dt. 6:4 y Hc 2:38) el que es impactado por Dios en su tercera
persona y llevado al padre por la segunda persona de la trinidad, es específicamente este impacto espiritual lo que lo
mueve al cambio.

11
una cosa, la voluntad de querer servirle. Así como en el principio en el Edén la humanidad

renunció a lo bueno al decir sí a la voz de la serpiente, ahora el hombre debe de renunciar a lo

no bueno para ser readmitido en el paraíso. Es la entrega de esa única cosa que tiene el

hombre (su todo) lo que le hace dueño del todo de Dios, de lo contrario se sigue siendo otra

criatura imposible de cumplir con el mandato de Dios (Cf. Gn 1,28).

Este proceso de renuncia precede al signo sacramental21. Segúl el padre de la Iglesia la

regeneración del hombre tiene un proceso pre-bautismal que se consume con materia y

forma22, en la pila bautismal. En términos de la creaturidad, San Juan Crióstomo lo señala de

múltiples maneras al referirse al mismo sacramento: (a) Baño de regeneración, (b) sepultura,

(c) iluminación, (d) circuncisión y (e) cruz. Se dice que es baño de regeneración en acuerdo con

lo expresado en 1Co 4,7 “Nos salvó por el baño de la regeneración y la renovación del espíritu

santo”. El concepto de Sepultura, ya discutido, es tomado de la carta a los Romanos 6,4; y la

iluminación se toma de Hb 6,4 y 10,32 que citado dice “Traed a la memoria los días pasados,

en los cuales, después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones y luego

dice Por que es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial y

recayeron sean otra vez renovados para conversión”. En cuanto a la circuncisión se hace

referencia por cuanto la escritura dice “En el cual fuisteis circuncidados con una circuncisión no

hecha con manos, en el despojamiento del cuerpo de los pecados de la carne” (Cf.Col. 2,11).

El bautismo como cruz, se explica en la frase ya también discutida en Ro 6,6 Porque nuestro

viejo hombre fue cruficado con El, para que el cuerpo del pecado sea deshecho.

En la mentalidad de Crisóstomo, todos estos términos van a hacer relevantes para

discutir la creaturidad del hombre puesto que las cosas no son impuras por naturaleza. La

21
"El Signo De Los Sacramentos", Catholic.Net, Last modified 2018,
http://es.catholic.net/op/articulos/6685/cat/372/el-signo-de-los-sacramentos.html#modal.
22
A estos elementos materiales los denominamos “materia” y las palabras que la acompañan son la “forma”. La
Materia es la “cosa sensible” “lo que se realiza” que se emplea cuando se administran y que se percibe a través de
los sentidos. Por ejemplo, el agua en el Bautismo, el pan y el vino en la Eucaristía. Esa cosa sensible y unida a la
forma es “signo” de otra cosa, la “gracia”.

12
humanidad se ha vuelto impura por efecto de la debilidad de la conciencia23. En esto se insiste

en que fue la debilidad de la consciencia de Eva y Adam lo que los aparta de Dios, porque

ensucia su alma con la marca del pecado. A estas instancias Dios ofrece el baño de gracia que

limpia no el cuerpo, limpia el alma (sustancia). La visión de Crisóstomo dentro de la teología

petrina, implica que este baño, no purifica a los que han tocado cadáveres como los baños del

AT. El baño en el que aquí el hombre se hace partícipe, preserva al hombre de la muerte y de

las obras que preceden la muerte haciendo al hombre descender al lugar de los muertos. Por lo

cual, esta purificación bautismal no solo es una limpieza es una santificación y una justificación.

El baño, perdona las faltas de tal manera que hace nuevos hombres, hombres sin falta ninguna

y por lo tanto sin nada que lo separe de Dios.

En el baño de regeneración ya el hombre no es nacido de un barro como en el edén. El

barro, ya no es materia prima para generar a un hombre. Ese barro que el hombre siempre ha

querido quitar de sí ya que lo ensucia ahora es limpiado. El hombre es creado esta vez no del

barro, sino del agua misma con la que otros utilizan para limpiarse de ese barro. Allí radica

también la diferencia de otros bautismos y el del cristianismo. Otros bautismos, limpian al

hombre de su impureza pero en el cristianismo el hombre no es limpiado es regenerado de una

materia prima diferente a la original, el agua esa materia preservada por Dios aún en medio del

caos (Cf.Gn 2,1). El hombre ya no es nacido de lo sucio sino de la pureza de aquello que es

capaz de limpiar el sucio, el hombre no es nacido del pecado sino de aquel quien puede

eliminar el pecado Cristo.

La implicación de este axioma de la catequesis de Juan Crisóstomo es que el bautismo

no es un lavado del vaso. El hombre se refunde por entero, su substancia entera es refundida

con el agua de manera que no queden huellas. Ni huellas por el restregar, ni las huellas de un

mal secado de la vasija o un por restos de manchas que traiga esa vasija. A palabras de

23
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007. p. 50

13
Crisóstomo, El que se funde se desprende de toda mancha y sale emitiendo el mismo

resplandor de todo lo nuevo24. En este nuevo muñeco que renace al accidentarse con Dios, su

sustancia es cambiada por la virtud de la naturaleza del nacimiento mismo25.

La manera más sencilla de explicarlo en palabras directas de Crisóstomo es a través de

lo que dice Jeremías. Este profeta no dice que Dios tuvo vasijas de loza que al ser

desmenuzados no admiten arreglo (Cf Jer 19,11). Lo que Jeremías habla son de vasijas de

barro que son capaces de desmenuzarse con agua (quebrarse para volver a su forma anterior)

por la mano maestra del artesano. Entonces al catecúmeno, quien es barro, choca con el

Evangelio y en el baño de la regeneración se devuelve a su estado prístino por la fuerza del

Espíritu Santo.

Es por esto, que el cristiano no teme a la muerte que supone la sumersión puesto que la

muerte no es muerte, sino sueño y dormición pasajeros que lo devuelve a la condición original

del Edén. El caminar hacia la muerte es estar caminando hacia una vida mejor, intacta,

incorruptible y libre de cualquier imperfección parecida26. El bautismo es como parto que

cambia la dirección de un ambiente centrado en el interior del hombre a un ambiente que se

centra en la realidad divina. En el bautismo se deja abajo el hombre viejo y toma el nuevo y se

resucita por el Espíritu Santo a la gloria del Padre experimentando la muerte del Hijo 27. En

palabras un poco más metafísicas, se sale siendo un hombre nuevo que sube de la purificación

de los infiernos para regresar a la casa en el paraíso.28 La gracia de Dios convirtió sus almas en

otras diferentes de las que eran, cambiando su sustancia al transformar sus voluntades para

que no obren contrariamente a la realidad.29 Con esto, mediante el acto de muerte, a esa

24
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007. p. 53
25
Crisóstomo toma lo dicho por Cristo en el evangelio de Juan 3:5 para entender el bautismo como el nuevo
nacimiento del hombre y nueva criatura.
26
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007. p.24 & p.128
27
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007. p.138
28
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007.p.129
29
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007.p.165

14
esencia de lo que el hombre piensa que “ser” y que es “bueno” se le dona la inmortalidad,

cambiando la tierra por el cielo.30

MAGISTERIO DE LA IGLESIA - CATECISMO31

Magisterio de la Iglesia y el Catecismo: ¿Qué es?

El catecismo de la Iglesia tiene como principal propósito conservar y explicar mejor el

depósito de la doctrina cristiana. El catecismo de la Iglesia hace que el depósito de la fe del que

habla Pablo en 1 Ti 6,20 sea más accesible a los fieles de Cristo y a todos los hombres de

buena voluntad. Es fruto de un esfuerzo colaborativo mundial de carácter reconciliador que no

pretende condenar los errores de la época, sino mostrar serenamente la fuerza y la belleza de

la doctrina de la fe con apertura a los tiempos y la perseverancia de más de 20 siglos. En este

catecismo se sincretizan de manera sucinta las más nobles tradiciones (enseñanzas orales),

enseñanzas escritas y conocimiento de las ciencias.32 Así se intenta permitir a los fieles y

hombres de buena voluntad entender el misterio divino revelado en y por Jesús a la

humanidad.

En cuanto al magisterio de la iglesia el catecismo señala en los numerales 85-87 que el

magisterio es el oficio de interpretar auténticamente la palabra de Dios (oral o escrita) lo cual se

ejercita en nombre de Jesucristo a través de los obispos. No obstante, la interpretación que

puedan dar los obispos nunca está por encima de la palabra de Dios. Toda interpretación está

al servicio de la palabra de Dios, con el fin de enseñar solamente lo transmitido por Dios para

ser creído pero sobre todo practicado. Por tanto, el obispo junto a sus presbíteros debe por

mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo, escuchar devotamente y custodiar

celosamente, lo que explica fielmente la escritura y la historia de la Iglesia. Esto es considerado


30
Juan Crisóstomo, Las Catequesis Bautismales, 2nd ed. repr., Madrid: Ciudad nueva, 2007. p.129
31
La palabra "catecismo" viene del griego κατηχισμός (katekhismos = instrucción oral) formada de: El prefijo κατα-
(kata- = hacia abajo) como en cataclismo y catacumba. El verbo ηχεῖν (ekhein = resonar, hacer ruido, dar
instrucciones en voz alta), se vincula a la voz indoeuropea *wagh (llorar o hacer ruido alto), lleva el sufijo ισμος
(ismos – actividad, doctrina, sistema cerrado) depostismo, exorcismo, capitalismo etc. Se puede decir que al unir
estas partículas catecismo es la instrucción que se da en voz alta de manera sistemática a los que se intenta sacar de
abajo o desde lo alto hacia los de abajo.
32
Todas las ciencias humanas, sociales, naturales y la filosofía

15
revelación divina; y es este el depósito de la fe de donde se obtiene toda la vida de la Iglesia de

Dios. El magisterio es entonces, no es un libro o escrito alguno, tampoco consta de un diploma

o podría resumirse en una persona. El magisterio es la autoridad de la Iglesia manifiesto a

través de la enseñanza de la doctrina, la moral y las costumbres de los fieles cristianos.

Entonces, el magisterio de la Iglesia crece, se expande y enriquece no solo en los presbiterios

y sedes de las iglesias, también en las cocinas y las alcobas de los fieles, en los parques y los

centros de manufactura que se comparten con los no bautizados. El magisterio vive en las

plazas de los pueblos y las oficinas de trabajo donde quiera que se ponga en práctica la

doctrina la moral y las costumbres que van acorde con la Iglesia.

Es por esto, que para lograr recopilar una muestra significativa del depósito de fe que

los padres y los doctores de la iglesia han legado, se recurre al catecismo como herramienta

ideal de resumir el magisterio de la Iglesia. En adelante, el escrito se limita a mencionar y

argumentar lo que el magisterio ha manifestado a través de la enseñanza contenida en la

catequesis sobre la creaturidad en el bautismo. En específico se centra el argumento en la

segunda parte del catecismo en el artículo 1 titulado El Sacramento del Bautismo. No obstante,

se intenta utilizar cualquier alusión que el catecismo haga del bautismo que permita iluminar un

argumento teológico sensato.

Síntesis de la Creaturidad Otorgada por el Bautismo según el Catecismo

EL catecismo de la Iglesia sobre el bautismo muestra que el bautismo es el comienzo

de la nueva vida (CIC # 1213 y CIC1#275) y tiene prefiguraciones en el AT. En el Nuevo

Testamento todos los escritores lo mencionan y de aquí la relevancia del rito en la vida del

cristiano. Los ritos de iniciación cristiana han variado según las regiones y las épocas no

obstante todos incluyen el bautismo. De igual forma, siempre ha mantenido un significado de

muerte al pecado y la entrada a vida de la Santísima Trinidad según el hombre y la mujer se

configura con Cristo (CIC #1239), sin ser necesaria una fe madura (CIC #1253). Por esto, el

16
bautismo es imprescindible verlo como un misterio de desarrollo espiritual de alguien que

despierta a la fe y no se le puede considerar alguien despierto en la fe.

Por el bautismo este cristiano es incorporado en Cristo, siendo borrado todos sus

pecados y no permanece nada que les impida entrar en el Reino de Dios, ni el pecado de

Adán, ni el pecado personal, ni las consecuencias del pecado (CIC #1262). Así la vida

sobrenatural del cristiano tiene su origen en el bautismo (CIC #1810). El bautismo hace al

cristiano uno en Cristo, parte de su cuerpo, implicando que se comparte realmente el Cuerpo

del Señor (CIC #790) por lo que siendo uno en Él se puede creer en Dios, esperar en Él y

amarlo mediante las virtudes teologales. Es así también que se puede vivir y obrar bajo la

moción del Espíritu Santo mediante los dones del Espíritu Santo y que se permite al cristiano

crecer en el bien mediante las virtudes morales (CIC #1266).

Esta nueva criatura establece ahora entiende que ya no se pertenece a sí mismo sino a

quien murió y resucitó por la humanidad. Es por esto, que la nueva criatura nace de la voluntad

del hombre, pero es justo en la aniquilación de esa voluntad que tiene su nacimiento; pues en

la aniquilación se obtiene una nueva voluntad que es la de Dios por la cual se obtiene la

salvación (el paraíso) (CIC #1277). Este proceso de antesala a la nueva criatura es claramente

mencionado y rescatado en el catecismo de la Constitución Pastoral Gaudium et Spes que

dice:

“En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí


mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos
de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal [...]. El
hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón [...]. La conciencia es el núcleo más
secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más
íntimo de ella” (GS #16).
Catecismo de la Iglesia Católica, #1776

Es esta voz la que lleva al hombre a buscar lo trascendental y entender que el camino único es

la inmolación de la propia voluntad para adquirir la nueva criatura. El hombre prudente, cuando

escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla (CIC #1277).

17
Se hace eco a la enseñanza del cardenal Newman que dice entonces que «La

conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo».33 Desde allí obra el Espíritu Santo,

según el Catecismo guía a hombre a Cristo y con Él es introducido al Padre. La conciencia es

la mensajera del mundo de la naturaleza y del mundo de la gracia, a través de un velo habla,

instruye y gobierna (CIC #1278); es la puerta a la sustancia inmutable que se conoce como

hombre natural.

En el bautismo entonces el hombre tiene la aceptación de pecado e inauguración de su

misión del reino de Dios. Ahora con esto se deja de contar entre los pecadores participando en

una muerte que lleva el "cumplir toda justicia" (Cf. Mt 3,15), es decir, se somete enteramente a

la voluntad de su Padre. En la muerte con y por Cristo que implica el bautismo, se oye la

respuesta de aceptación en la voz del Padre que pone toda su complacencia en su Hijo (Cf. Lc

3, 22; Cf. Is 42, 1). Así el Espíritu que vine del Padre y de Jesús viene a "posarse" sobre el

hombre nuevo puesto que en el relato evangelico el Espíritu se presenta como preludio de la

nueva creación (CIC #536).

En otras palabras, el Verbo se encarnó y sufrió la muerte, de la que la humanidad es

partícipe en el bautismo, para en la misma forma hacerla "partícipe de la naturaleza divina" (Cf.

2 Pe 1, 4): "Porque tal es la razón por la que el Verbo se hizo hombre, y el Hijo de Dios, Hijo del

hombre: para que el hombre al entrar en comunión con el Verbo y al recibir así la filiación

divina, se convirtiera en hijo de Dios" (San Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 3, 19, 1). Se

infiere además por los padres de la iglesia según la misma cita el catecismo:

«Porque el Hijo de Dios se hizo hombre para hacernos Dios; San Atanasio de Alejandría,
De Incarnatione, 54, 3: PG 25, 192B».y reitera Tomás de Aquino «Unigenitus [...] Dei
Filius, suae divinitatis volens nos esse participes, naturam nostram assumpsit, ut
homines deos faceret factus homo ("El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos
partícipes de su divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que, habiéndose hecho
hombre, hiciera dioses a los hombres"; Santo Tomás de Aquino, Oficio de la festividad
del Corpus, Of. de Maitines, primer Nocturno, Lectrua I»(CIC #460).

33
Juan Enrique Newman, Carta al duque de Norfolk, 5

18
Gregorio Nacianceno, doctor de la Iglesia, dice en sus enseñanzas durante el 4to siglo

que «Enterrémonos con Cristo por el Bautismo, para resucitar con él; descendamos con él para

ser ascendidos con él; ascendamos con él para ser glorificados con él» esta cita encierra

también el magisterio de la iglesia mostrando que entrar en el misterio del bautismo es

rebajamiento humilde a los infiernos por el pecado ya realizado. Así también, el bautismo es

misterio resucitador al renacer del agua ya no como aquel que descendió a los infiernos

condenado por el Padre sino como un resucitado que se levanta amado del Padre a vivir otra

voluntad (CIC #537).

Ahora, ¿qué dice el catecismo sobre la corporeidad de esta nueva criatura? En el

numeral 630 se encuentra alguna luz sobre el mismo asunto, dice que «Durante el tiempo que

Cristo permaneció en el sepulcro su Persona divina continuó asumiendo tanto su alma como su

cuerpo, separados sin embargo entre sí por causa de la muerte. Por eso el cuerpo muerto de

Cristo "no conoció la corrupción" (Hch 13,37)». Entonces en el alma (la parte metafísica) del

hombre va a los infiernos, pero el cuerpo no conoce corrupción de verse en ese infierno

apartado de Dios. Es por esto, que en el cuerpo del bautizado permanecen ciertas

consecuencias temporales del pecado, como los sufrimientos, las enfermedades, “la muerte no

eterna”, así como la inclinación al pecado (concupiscencia). Pero esta concupiscencia, no

puede dañar ni en cuerpo, ni en lo metafísico, pues no la consienten (los de nueva voluntad) y

al resistir por la gracia de Jesucristo ellos en Cristo vencen la muerte eterna(CIC #1264). El

cómo y el cuándo la concupiscencia impacta y cómo se regenera esa nueva criatura sobre

pasa el objetivo de este análisis, aunque el catecismo de la Iglesia provee para su explicación

escritural.

En resumen, la creaturidad del hombre se da a través de un impacto que comienza en

la consciencia, le sigue una inflexión ascendente al Hijo que culmina en la sumersión de las

aguas que ahoga la consciencia. Una vez muerta la consciencia, ya no gobierna el cuerpo

quien pasa a ser gobernado por el Espíritu quien es capaz de resucitar a ese hombre como con

19
Cristo y en Cristo puede llevarlo al Padre quien otorga la divinidad de la vida como ha hecho

con Cristo. Queda entonces el engendrar un argumento teológico que recoja todas las ideas

antes expuestas y que unidas por un mismo hilo conductor den voz al pensamiento de quien

suscribe.

ARGUMENTO TEOLÓGICO

Definición Conceptual y Operacional del Argumento Teológico

En este argumento teológico se intenta justificar la elección de la interpretación sobre

cómo es creada la nueva criatura mediante el bautismo. Dentro, de las posibles visiones

presentadas en este escrito, se intenta en lo posible alinear las ideas y conseguir un centro

gravitacional que provoque una aplicación de la norma interpretada en la que el fin de la norma

se cumpla mejor o en mayor medida que en las otras interpretaciones posibles. Si se fuese a

representar de manera algebraica se postula que:

N = norma y F = finalidad de la norma, y las interpretaciones posibles como S 1, S2, S3 y


S4; donde N es el argumento teológico y F es la creaturidad a través del bautismo; S 4, S1,
S3 y S2 son indistintamente la aportación de la interpretación bíblica, la síntesis de la
patrística en Juan Crisóstomo, el catecismo de la iglesia, y es la subjetividad del autor
obtenido a través de experiencias previas.

Dado que el fin de N es F, pero F es dependiente de S1, S2, S3 y S4 resuélvase que N

sea la unión entre S1, S2, S3 y S4 y el (los) punto(s) de no unión se debe (n) suponer no

contundente(s), aunque no necesariamente este (os) punto(s) no contundente(s) sean

insignificante(s) o no relacionado(s) con cualquiera otra(s) de la(s) parte(s). No obstante, F

siempre es el punto de unión de las cuatro (4) partes y sin la coexistencia de esta unión, N es

declarado conjunto nulo o vacio. Por tanto, incapaz de ser fin de F. En este axioma se ha de

entender que no todas las áreas contribuyen de manera homogénea o equitativa al desarrollo

del argumento teológico (N) y que F (creaturidad) es más grande y abarcador que la totalidad

de las partes tomadas en cuenta. Por lo tanto, la suma de las partes no es igual que el entero y

20
se sobrentiende que hay una causalidad inferida (no experimentable). Refiérase a la figura No.

1 para una representación gráfica del argumento algebraico que se destaca.

S1 S2

N
S3 S4

Figura No. 1: Representación gráfica del Argumento Teológico

21
Argumento Teológico de la Creaturidad: Considerando Argumentos desde la

Trayectoria Petrina, hasta la Experiencia del Bautizado del Siglo XXI

Al hablar del bautismo y la creaturidad del hombre ya se ha dejado claro que es un

hecho trascendental con una realidad inferida por el hombre quien la obtiene de la revelación

divina que provee una causalidad inefable. Partiendo de este punto se habla de que para

hablar de creación es necesario una acción creadora de Dios para pasar del no-ser al ser. Esto

no difiere de otras mitologías no cristianas. De hecho, la mitología cristiana dentro de sus

ramificaciones ha de considerar que la mayoría de sus planteamientos no son originales en sí

mismos. Poco aportan los documentos cristianos a la antropología, a menos que sean

entendidos desde otros fondos y otras fuentes. Estas bien podrían arrastrarse del judaísmo y

otras fuentes semíticas y antisemíticas.

En el caso del Bautismo se tiene que claro que el rito no es original del cristianismo; de

hecho, el judío ya practicaba el rito antes del ministerio público de Cristo. Ahora bien y sin

implicar contradicción, lo que el cristianismo aporta cuando rescata ritos y tradiciones

precedentes es introducir la visión que el hombre es criatura, pero a la vez imagen de Dios. El

hombre entonces es barro y espíritu de Dios, profano y santo o en palabras del cristianismo

pecado y gracia. González-Faus34 implica que con el bautismo se abre una ventana de gracia

que lleva al hombre no ser hijo de Dios a ser hijo de Dios. De alguna forma ese hombre que

buscando el paraíso siempre ha creado infiernos ahora por el bautismo es capaz de hallar el

paraíso con una naturaleza regenerada que no es más que una nueva creaturidad abstracta

pero no inexistente.

Según los pilares que van sosteniendo este argumento teológico el hombre no es mas

que una creación de Dios en su totalidad. Como creación fue hecho bueno mas no perfecto,

punto de discusión en Juan Crisóstomo y también en la catequesis de la Iglesia. El hombre

34
José Ignacio González Faus, Proyecto De Hermano Santander: Sal Terrae, 1987.

22
como procedente de Dios es bueno en toda su realidad. El hombre no es malo, pero tampoco

es divino por el hecho de ser criatura. Entonces ¿cómo el hombre si es bueno es incapaz de

relacionarse con Dios quien también es bueno? La repuesta es sencilla a diferencia de Dios el

hombre se accidenta y muta, en su mutabilidad no cambia su esencia, pero se distancia de ella.

De allí que un hombre creado para durar por siempre ahora conozca la muerte y desconozca lo

eterno y divino35. A la acción de distanciarse de la esencia divina se proclama como pecar y el

distanciamiento en términos teológicos es pecado.

Ante esta realidad el magisterio de la iglesia habla de un velo (puerta) que sirve de

referente perpetuo al hombre de su esencia que es la imagen de Dios (lo divino, lo perfecto y lo

eterno). En completa contraposición de la temporalidad del hombre que es bueno, imperfecto y

duradero, Dios hace que la consciencia le permita recordar su origen y su santidad, perfección

y eternidad en Dios. Desde allí surge la llamada de Dios y el intervenir con el hombre; una

intervención en la que media Dios mismo en su tercera persona. A través de esto entonces

sucede un accidente de tipo espiritual en el que lo que parecía inmutable encuentra una

mutabilidad regeneradora que lo hace nuevo. Esta mutabilidad regeneradora la encuentra el

hombre en el bautismo.

El bautismo según explicado desde una combinación de la trayectoria petrina con los

demás argumentos presentados tiene la capacidad de a través de esa puerta que es la

consciencia inundar de agua la esencia del hombre. En esta inundación diluviana, todo el barro

es cubierto por el agua regenerando un nuevo hombre de esa agua; no del barro anterior que

sufre inundación sino de la misma agua que lo inunda emerge un nuevo hombre. Al igual que la

imagen petrina y utiizada en génesis el agua bautismal es desconocida para el hombre, tanto

en materia como en forma. Así también lo fue el agua diluviana para los prediluvianos quienes

se infiere nunca habían conocido agua celestial por que estaban concentrados en el agua que

35
Lo eterno no es concebible por el hombre puesto que recae fuera del ámbito temporal; lo que es diferente a ser
perpetuo que significa durar por lo que conlleve la existencia o durar por siempre donde siempre es un adverbio de
tiempo. En ingles se hablaría de everlasting y eternal, conceptos relacionados mas, no iguales en naturaleza.

23
salía de la tierra36. Prefigura de la consciencia del hombre, esta agua era incapaz de lograr que

la maldad en la tierra fuese limpia pues brotaba de la misma tierra. Pero las aguas bautismales

son comparadas con un agua desconocida por el hombre y con la capacidad de crear una

nueva humanidad y un nuevo mundo. De la misma forma que para un pre-diluviano la lluvia no

hacía sentido e inentendible su capacidad regeneradora así se presenta el agua de la pila

bautismal para el hombre del siglo XXI. Este hombre que debe entender que ninguna agua que

brote de sí mismo podrá llevarlo a una nueva creación y un nuevo mundo aún cuando se

comparta la misma corporalidad. Es el agua que como en el diluvio desciende del cielo la que

regenera, ninguna otra puede cambiar al hombre.

Para poder mostrar de manera gráfica el punto antes discutido, parece útil utilizar

algunos modelos matemáticos y filosóficos propuestos por René Descartes durante el siglo

XVII. Aunque abogado, Descartes aplicó las matemáticas y la lógica a la comprensión del

mundo natural, incorporando la contemplación de la naturaleza, de la existencia y del

conocimiento mismo a todo misterio. Es la contemplación uno de los elementos más

trascendentales en Descartes.

En la contemplación, Descartes propone el analizar el mundo no desde una perspectiva

plana sino en dimensiones. De allí que se obtenga el plano cartesiano con dos ejes luego

modificado para dar tres ejes. Es esta contemplación en tres ejes donde se puede contemplar

que el bautismo es punto de encuentro de tres dimensiones. No obstante, el efecto del agua

bautismal genera una nueva criatura en una corporalidad inalterada. Refiérase a la Figura No.2.

Así como la tierra era la misma pero totalmente renovada y Noé y su familia siguieron siendo

ellos mismos pero nuevos Adán así sucede con la creaturidad que emerge de las aguas

bautismales.

36
Referencia a Génesis 2:6

24
Figura No. 2 Representación gráfica de la propuesta del Misterio Bautismal

Dentro del argumento teológico se muestra que el agua bautismal hace que se

encuentre la sustancia (el Hombre), en un tiempo y lugar determinado. De allí que esta

sustancia corporal-espiritual al ser temporeramente sumergida es llevada a otro espacio

ausente de Dios (infierno) que le hace ver al hombre la temporalidad de su vida. No obstante,

en esta muerte a la que es llevada con Cristo, en Cristo y por Cristo, el hombre tiene la

posibilidad de alcanzar el conocimiento de la eternidad ya alcanzada por el Resucitado quien

es primicia (cabeza) de todo. Es por los méritos del Crucificado/Resucitado que el Padre a

través del espíritu lo resucita en el momento que lo saca de las aguas (tiempo) devolviéndolo al

espacio bien llamado paraíso (cambio espacio) y haciéndolo participe de la naturaleza divina

(otra sustancia).

Esto implica el desinundar la consciencia que ha conocido los infiernos y al volver de

ellos ya libre del agua ser una consciencia capaz de hacer la voluntad de aquel que le resucitó.

Esta criatura que antes le era imposible hacer y ver lo perfecto, mucho menos gozar de lo

divino, ahora será capaz de hacerlo. Y es que no de hacer lo antes mencionado como una

causa de vida sino como el resultado de vivir en la perfección sabiéndose divino por el

bautismo. Esa es la grandeza del misterio divino que crea una nueva criatura. Esta nueva

25
criatura resucitada ahora ha de entender que el agua precede a la tierra y el cielo (Cf. Gen.1,2).

En metáfora del Génesis entonces el agua es antes que el todo que el hombre es capaz de

dominar o se le ha dado para dominar. Y de allí es que resurge la nueva criatura de lo que a él

mismo le resulta indomable.

El agua entonces es el origen único y común para todos desde el Génesis hasta el

hombre del siglo XXI. Dios vuelve a actuar a través de causas segundas y haciendo actuar a

estas casusas le regenera. Entre su bondad y el barro la biblia expresa una yuxtaposición de la

que surge el hombre natural. Así en este argumento teológico su bondad y el agua hacen que

surja el hombre espiritual nueva criatura dentro de una corporalidad inalterada. Y en ambas

ocasiones sucede que el material pre-existente es hecho por la palabra (forma o palabras

dichas por el ministro antes de sumergir al catecúmeno) y con sus manos se forma al hombre

puesto que la trayectoria petrina habla de la imposición de las manos para que el espíritu selle

al nuevo muñeco que emerge del agua.

Entonces a modo de armonizar se debe de entender que lo que para Pedro es el

hombre sumergido en el magisterio de la iglesia es presentado como una conciencia y en Juan

Crisóstomo se le refiere como voluntad. El hombre en Pedro se regenera, la consciencia se

reemplaza y la voluntad se pierde durante el bautismo; lo que causa entonces en el hombre un

cambio de conducta resultado de una consciencia moralmente perfecta y una voluntad que al

igual que Dios mismo (por que ya el hombre solo tiene la voluntad de Dios en el bautismo) es

inmutable y divina. Esta es la culminación del argumento teológico sobre el bautismo en la

trayectoria petrina a la luz del magisterio de la iglesia y la enseñanza de la patrística derivada

de Juan Crisóstomo.

26
BIBLIOGRAFÍA

Aguirre Monasterio, Rafael. Pedro En La Iglesia Primitiva. Estella, España: Verbo Divino, 2002.

Ancilli, Ermanno. Diccionario De Espiritualidad. Barcelona: Herder, 1987.

Católica, Iglesia.Catecismo De La Iglesia Católica. Madrid: Asociacion de Editores del

Catecismo, 1999.

Duplacy, Jean, and Xavier León-Dufour. Vocabulario De Teología Bíblica. Barcelona: Herder,

1996.

García Rodríguez, Santiago, and Carlos Maciel. Biblia De Jerusalén Latinoamericana En Letra

Grande. Bilbao: Desclée de Brouwer, 2007.

Gnilka, Joachim. Pedro Y Roma. Barcelona: Herder, 2003.

González Faus, José Ignacio. Proyecto De Hermano. Santander: Sal Terrae, 1987.

Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla. Las Catequesis Bautismales. 2nd ed. Madrid

(España): Editorial Ciudad Nueva, 2007.

Lona, Horacio. Las Cartas Apostólicas. Buenos Aires: Editorial Claretiana, 2014.

Ramos-Lissón, Domingo. Patrología. Barrañaín, Pamplona: EUNSA, 2016.

Tuñí, Josep Oriol, and Xavier Alegre. Escritos Joánicos Y Cartas Católicas. Estella (Navarra):

Verbo Divino, 2008.

27
OBSERVACIONES
1. En primer lugar, el trabajo debe corresponder al esquema presentado y que fue
aprobado. Es importante que cada sección lleve una línea coherente de argumentación y
que se complemente una con la otra. ¿ ?El Trabajo sigue los temas discutidos oralmente
no tenía un acuerdo presentado por escrito o aprobado anteriormente
2. Necesita una profunda revisión de la puntuación, la gramática y la sintaxis.
Done, dentro de mi vago dominio del idioma escrito muy tímidamente lo digo.
3. Las líneas de pensamiento están bien hechas, son coherentes con el argumento,
pero están hechas con prisa y parecen aglomerarse una sobre la otra. Es bueno tomarse
tiempo para hacer la reflexión sosegada, elaborar los argumentos uno a uno y no
confundirlos en el mismo párrafo. Done
4. La Introducción no debe llevar citas. Se trata de uno o dos párrafos máximo para
señalar las líneas principales sobre las cuales va a tratar el trabajo tipo “abstract” o
resumen. Done
5. En las citas bíblicas, si son más de cuatro líneas y está citando explícitamente, se
debe hacer de la siguiente manera:
“Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas
al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que
sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que
guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy
para tu bien? He aquí, al Señor tu Dios pertenecen los cielos y los cielos
de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay. Sin embargo, el Señor se
agradó de tus padres, los amó, y escogió a su descendencia después de
ellos, es decir, a vosotros, de entre todos los pueblos, como se ve hoy” (Dt
10,12-15). Ninguna cita incluye más de 4 líneas
6. Si no se va a citar directamente, entonces debe ponerse así (Cf. Dt 10,12-15).
DONE
7. En las citas de documentos eclesiales:
“Al proclamar el Concilio la altísima vocación del hombre y la divina
semilla que en éste se oculta, ofrece al género humano la sincera
colaboración de la Iglesia para lograr la fraternidad universal que
responda a esa vocación. No impulsa a la Iglesia ambición terrena
alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra
misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad,
para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido” (GS 3).
¿? Aplica a los escritos de Juan Crisóstomo, se ha hecho la cita

28
según Turabian 9na Ed. tanto al pie de página como en la
bibliografía
8. Las citas de autores, documentos eclesiales o citas de internet deben hacerse con
el mismo cuidado y detalle. Además, no se trata de solamente citar, se trata de sostener
el argumento teológico con aquellas citas elegidas. Las demás citas de autores deben ser
según formato Turabian: i.e., Gladwell, Malcolm. The Tipping Point: How Little Things
Can Make a Big Difference. Boston: Little, Brown, 2000. No puedo identificar este tipo
de error en el trabajo
9. Las citas bíblicas y las de otros documentos eclesiásticos deben ir en bastardilla,
dentro de comillas y con su debido número (ejemplo: 1Cor 1,17; Gaudium et Spes#3=
GS 3; Summa Theologiae, Prima Pars, quaestio quinta, articulus septimus= S. T., I, 5, 7).
DONE
10. Como se recuerda anteriormente, hay que tener cuidado de no hacer una homilía
de carácter moral; hay que evitar el vocabulario de “nosotros tenemos que”, “el
cristiano está obligado a”; es necesario mantener el “nosotros” fuera del discurso
teológico y hablar en tercera persona, no en primera y atenerse a la argumentación, no a
repartir consejos. DONE
11. No tenga miedo en asumir posturas y defenderlas. En Teología no se trata
solamente de recordar lo que dice un autor u otro sino de tomar una postura y
defenderla. La verdadera Teología nace de las Convicciones de FE y deben ser
defendidas con la razón. ¿ ? Aún en profundas tinieblas de fe… y mi lógica me dice
“cuidado… que lo piense bien que no cometa esa imprudencia… Y es que en mí no se
ponen de acuerdo la conciencia, la fe y la razón.

29

También podría gustarte