Está en la página 1de 38

Folleto Jeremías

Corazones restaurados al servicio de Dios

Curso
Jeremías

Corazones restaurados al
servicio de Dios
(sobre el segundo paso del kerygma: el pecado)

Objetivo del Curso:


Llevar a los discípulos a tener conciencia de sus pecados,
y experimentar la necesidad de ser restaurados por Dios

Idea Clave:
La restauración plena viene acompañada de un sincero arrepentimiento

Elaborado por:
Comunidad Siervos de Cristo Vivo

Rose Mary Cruz Mejía


Folleto Jeremías 2
Corazones restaurados al servicio de Dios

Laura Hernández Román

Curso Jeremías
Corazones restaurados al servicio de Dios

CONTENIDO

TEMA I: Jeremías, elegido, llamado y capacitado


Dinámica: Itinerario de nuestro llamado

TEMA II: No habrá restauración plena sin arrepentimiento


Dinámica: Oración de sanación interior

TEMA III: Somos vasijas de barro


Dinámica: La experiencia del barro

TEMA IV: ¿Qué tipo de vasija somos?


A) Vacía, quebrada, despreciada

TEMA V: ¿Qué tipo de vasija somos?


B) Inmunda, rebelde, de maldición
Dinámica: ¿Qué tipo de vasijas somos?

TEMA VI: ¿Qué tipo de vasija somos?


C) Vasija escogida
Dinámica: El horno

TEMA VII: Levántate y vete a casa del alfarero


Dinámica: En el taller de Dios
Folleto Jeremías 3
Corazones restaurados al servicio de Dios
Folleto Jeremías 4
Corazones restaurados al servicio de Dios

I. OBJETIVO

Llevar a los discípulos a tener conciencia de ser pecadores, y


experimentar la necesidad de ser restaurados por Dios.

II. IDEA CLAVE

La restauración viene acompañada de un sincero arrepentimiento

III. UBICACIÓN EN EL PROGRAMA

Es necesario que Dios trabaje en el corazón del evangelizador para que pueda
servir conforme al plan de Dios.
Folleto Jeremías 5
Corazones restaurados al servicio de Dios

1
Jeremías, elegido, llamado y capacitado

1. OBJETIVO:
Entender que, como Jeremías, hemos sido elegidos, llamados y capacitados
por Dios.

2. IDEA CLAVE:
Jeremías conocía su limitación y se la presentó al Señor para que Él
actuara.

3. ESQUEMA:

Dinámica para empezar


Se pide que los participantes se pongan de pie a un lado del salón. Se invita a
cada uno a recordar el día (un día) en que se sintió llamado por Dios (tal vez la
primera vez que sintió una llamada de Dios). ¿Qué día fue? ¿De qué mes? Luego
se pide que todos se pongan de acuerdo para colocarse en orden, de izquierda a
derecha, según el día y el mes en que cada uno sintió su llamada (los de enero
van primero, luego febrero y así, sucesivamente, hasta diciembre). Luego del
jolgorio inicial para todos ubicarse, se procede a compartir cada uno
mencionando el día y el lugar en donde sintió esa llamada del Señor. Se da
gracias a Dios por llamarnos.

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
¿Recuerdas cuándo y cómo el Señor te llamó?

b) Ubicación y concatenación en el programa de la escuela de


evangelización:
o Este curso es esencial para una escuela en la cual se forman
evangelizadores, pues el evangelizador a veces cae en la rutina y el
desaliento, añorando el “primer amor”, sin darse cuenta de que lo que
necesita es que Dios “restaure” su corazón y su vida.
o Se trata de reconocer nuestras limitaciones y pecados, con miras a
Folleto Jeremías 6
Corazones restaurados al servicio de Dios

experimentar un verdadero arrepentimiento.


o Es presentarle con honestidad lo que somos al Señor, pidiéndole que
nos restaure, pues sólo así podremos motivar a otros a vivir su
experiencia de fe.

c) Motivación. Presentación del curso y su objetivo:


o Aprenderemos a no vivir anhelando una relación pasada con el Señor,
sino que entenderemos una relación saludable con Dios puede y debe
ser nuestra realidad continua.
o Aprenderemos a ser sinceros con nosotros mismos, y arrepentirnos
de nuestras faltas con la necesidad imperiosa de que el Señor nos
restaure.

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:
a) ¿Quién fue Jeremías?
o Jeremías, cuyo nombre significa “Dios levanta”, “Dios exalta”, era hijo de
Hilcías. Era un profeta del pueblo sacerdotal de Anatot y quizás
descendiente de Abiatar.
o Jeremías fue llamado por Dios desde muy joven y le tocó vivir el trágico
período de la ruina de Judá. Atravesó esta difícil situación, predicando,
denunciando en vano a los reyes incapaces. Fue incluso acusado de
derrotismo, perseguido y encarcelado.
o Jeremías era de alma tierna, hecha para amar, y fue enviado para
“extirpar y destruir; para perder y derrocar; para reconstruir y
plantar” Jr 1, 10.
o Tenía ansias de paz y hubo de estar siempre en lucha. “¡ Ay de mí, madre
mía porque me diste a luz varón discutido y debatido por todo el país!”
Jr 15, 10.
o Jeremías vio que la religión consistía esencialmente en una relación de
obediencia a Dios y de justicia y solidaridad con los demás. Se trata de
una relación que requería de la devoción personal de cada uno y al mismo
tiempo de una conversión social como pueblo. Cada persona es
responsable de sus propios pecados. Jeremías hace ver cómo el pecado
siempre tiene consecuencias negativas, pero un verdadero
arrepentimiento abre las puertas para la salvación. Nuestra idolatría hoy
puede llamarse riqueza, placer, reconocimiento, posición social, o de
cualquier otra manera, pero el pecado y su remedio siempre son los
Folleto Jeremías 7
Corazones restaurados al servicio de Dios

mismos. Dios llama a obedecer sus mandamientos según las


especificaciones del pacto acordado con su pueblo. El pecado requiere
arrepentimiento y restauración; la obediencia trae consigo bendición y
gozo.
o A pesar de que era un profeta anunciador de calamidades, siempre creyó
en las promesa de Dios sobre el futuro de Judá. A pesar de no ver
“éxitos” en su labor de profeta, siempre terminaba obedeciendo a Dios.
o Muchas veces fue golpeado, apresado y despreciado. Aunque estaba
dedicado a su ministerio, muchas veces pensó abandonarlo, pero el fuego
ardiente que llevaba dentro se lo impidió. Y en medio de esa crisis en su
vida aprendió a confiar en Dios de una manera personal y efectiva. Decía
san Alberto Hurtado: “Dios no nos llamó para tener éxitos, sino para
serle fieles”.
o Es uno de los personajes bíblicos que mejor conocemos, pues nos deja
ver sus reacciones, sus dudas y su fe.

b) Fue elegido, llamado y capacitado (Jr 1, 4-10).


o Jeremías fue elegido por Dios desde el vientre de su madre,
santificándolo para que fuera profeta de las naciones. Jr 1, 4:
“Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvé en estos términos:
Antes de que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las
naciones te constituí”.
o Ante la inseguridad de Jeremías, Dios le asegura que estará con él
donde quiera que esté. Jr 1, 7: “Y me dijo Yahvé: No digas: Soy un
muchacho, pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te
mande dirás. No tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte –
oráculo de Yahvé-”.
o Dios pone su mano poderosa y santifica y bendice lo que ha elegido.
Jr 1, 9: “Entonces alargó Yahvé su mano y tocó mi boca. Y me dijo
Yahvé: Mira que he puesto mis palabras en tu boca”.
o Le da potestad para derribar y destruir, así como para construir y
plantar. Jr 1, 10: “Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las
gentes y sobre los reinos para extirpar y plantar”.

Aplicación:
o Jeremías fue elegido para llevar la Palabra de Dios. Tenía limitaciones,
pero por encima de esas limitaciones estaba la decisión de Dios.
Folleto Jeremías 8
Corazones restaurados al servicio de Dios

o Si sus labios no estaban preparados o si su juventud le impedía llevar a


cabo la misión que Dios tenía para él, Dios colocó su mano y bendijo sus
labios preparándolo para hacer lo que le encomendaba.
o Dios sabe que encontraremos obstáculos que deberán ser derribados y
ruinas que necesitarán ser destruidas. Por eso, nos reviste con su
poder para llevar a cabo esa tarea y al mismo tiempo nos promete
acompañarnos, mostrando que sólo con su presencia se derriba y se
destruye, y sólo con su fuerza se construye y se planta. Jr 1, 17-19:
“Por otra parte, te apretarás la cintura, te alzarás y les dirás todo lo
que yo te mande. No desmayes ante ellos, y no te hará yo desmayar
delante de ellos; pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido en
plaza fuerte, en pilar de hierro, en muralla de bronce frente a toda
esta tierra, así se trate de los reyes de Judá como de sus jefes, de
sus sacerdotes o del pueblo de la tierra. Te harán la guerra, mas no
podrán contigo, pues contigo estoy yo – oráculo de Yaveh- para
salvarte”.

o Pregunta para reflexión: ¿Te sabes elegido como Jeremías o te


sabes sólo limitado?

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
Dios te eligió, eres de Él.
Jeremías era un hombre limitado como tú y como yo; pero también
elegido, como nosotros, para llevar a cabo una misión. Supo poner su
limitación delante del Señor, y Dios lo bendijo con su presencia,
capacitándolo.

Hay un cuento que nos ilustra mucho:


Un hombre escuchó que Dios le ordenaba ir a empujar una roca que había
en el patio. El hombre obedeció y empujaba la roca con fuerza, pero sin
poder moverla. Esto mismo se repitió por varios días, hasta que el
hombre, viendo lo “poco exitoso” de sus esfuerzos, se lamentó con Dios:
“Señor, me ordenaste que empujara la roca, pero por más que lo hago, no
he podido moverla”. A lo que Dios respondió: “Te ordené que empujara la
roca, no que la moviera”. Entonces el hombre se dio cuenta de que sus
brazos se habían fortalecido por haber obedecido a Dios. El Señor no
Folleto Jeremías 9
Corazones restaurados al servicio de Dios

nos llama para tener “éxitos”, sino para hacer su voluntad.

o Frase para repetir:


Dios no escoge a los capacitados, sino que capacita a los elegidos.

o Cierre:
Antes que nuestra limitación está la elección y el llamado de Dios para
con cada uno de nosotros. Reconozcamos, como Jeremías, nuestra
limitación, no para evitar asumir la responsabilidad de la misión que Dios
pone en nuestras manos, sino para que Él la transforme, capacitándonos
con su presencia y así poder actuar conforme a lo que Él espera.
Folleto Jeremías 10
Corazones restaurados al servicio de Dios

Actividad de los participantes: Itinerario de nuestro llamado

Objetivo: Llevar a los participantes a vivir aquel primer momento en que se


sintieron llamados por el Señor, recordando cómo se sintieron. ¿Cómo están
respondiendo hoy a ese llamado? ¿Cuáles limitaciones tienen? La idea es
evaluar qué tanto ha cambiado su respuesta al llamado de Dios.
Motivación: Volvamos al principio de nuestra historia consciente con Dios,
cuando nos sentimos llamados y elegidos por Él. Revivir el momento.
Procedimiento: Iremos a un lugar donde haremos un itinerario de nuestro
llamado, partiendo desde el inicio de nuestro caminar con Dios hasta el día de
hoy. Comenzaremos por el momento en que fuimos llamados por Dios, cuando
tuvimos nuestro encuentro personal con el Señor. En ese entonces recibiste
la invitación del Señor a seguirle y quizás le presentaste alguna limitación.
¿Cuál era esa limitación? ¿Cómo la superaste? ¿Él impuso su mano sobre ti y
te capacitó? Rememorar ese momento. Ahora, tiempo después, te sigue
llamando e invitando a recorrer nuevos caminos. ¿Qué te está encomendando
el Señor en estos momentos? ¿Qué te está pidiendo? ¿Qué limitación le
estás presentando? ¿Acaso la misma del principio o una nueva? Pidámosle al
Señor que ponga sus manos sobre cada uno de nosotros y nos capacite.
Conclusión: Dios nos renueva su llamada cada día. Nuestra respuesta debe
tener el mismo gozo y determinación que la primera vez.
Folleto Jeremías 11
Corazones restaurados al servicio de Dios

2
No habrá restauración plena sin arrepentimiento

1. OBJETIVO:
La mayoría de los creyentes estamos convencidos de haber sido elegidos,
llamados y capacitados. Tenemos todo para vivir plenamente, hemos
experimentado la obra redentora de Jesús en nuestras vidas, hemos recibido
el soplo poderoso del Espíritu Santo. Sin embargo, a veces vivimos
arrastrándonos en nuestra vida, anhelando “el primer amor”, desgastándonos en
nuestros ministerios, sintiéndonos vacíos, cansados, agobiados y solos, sin
entender el porqué. Dios nos hace saber que lo que necesita nuestro corazón es
ser restaurado. Es lo que quiere hacer con cada uno de nosotros. Necesitamos
dar un paso: arrepentirnos verdadera y radicalmente de todo aquello que
hemos hecho, sentido o pensado a sabiendas que nos apartaba de Dios.

2. IDEA CLAVE:
Un corazón arrepentido será un corazón restaurado.

3. ESQUEMA:

Dinámica para empezar


Se pide a los participantes que se levanten y tomen sus sillas y las coloquen
como quieran, desordenadamente. Luego se van a sentar en esas mismas
posiciones (no importa que algunos estén de espaldas). Este tema se comparte
con las sillas dispuestas en el mismo desorden que todos provocaron.

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Recuerda momentos en que te has tenido que arrepentir por algo que hayas
hecho o dicho.

b) Ubicación y concatenación en el programa del curso Jeremías:


Sabiendo que hemos sido llamados y elegidos por Dios, a veces nos hemos
acostumbrado a sentirnos lejos, cansados, tristes. Sin darnos cuenta, puede
que sencillamente nos hemos acostumbrado a una relación fría, distante y
poco comprometida con Dios, aunque estemos muy activos en nuestro servicio
Folleto Jeremías 12
Corazones restaurados al servicio de Dios

apostólico. Puede ser por desolación espiritual y no necesariamente


consecuencia del pecado o de errores. Habría que discernir en cada caso.
Pero si, haciendo un serio examen de conciencia, descubrimos que esta
“relación fría” es consecuencia de nuestros pecados, entonces tenemos que
reconocernos lejos y necesitados. Es el momento del resquebrajamiento
interior, mostrándole al Señor la realidad de nuestro corazón para que Él, en
su infinito amor, lo restaure. Para eso, necesitamos reconocer nuestros
errores y experimentar el arrepentimiento que transforma y que es camino
hacia la restauración.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


o Muchos de los que hemos conocido a Dios y le servimos, caemos en la
apatía y la aridez espiritual casi sin darnos cuenta. Dios deja de
sorprendernos y sencillamente nos convertimos en trabajadores de
un jefe que sentimos distante. Creemos que Él ha cambiado, que ya no
nos habla ni nos mima como antes, sin darnos cuenta de que somos
nosotros los que nos hemos alejado y lo hemos relegado a un segundo
plano. No es Él quien no nos habla, somos nosotros los que no
escuchamos. No es Él quien no muestra su amor, somos nosotros que
andamos tras otros “amores” y estamos distraídos de su presencia,
fabricándonos “ídolos” que nos proporcionen lo que nuestro interior
necesita para no sentirnos tan vacíos.
o ¿Dónde está nuestro corazón? Dios nos llama a reconocer lo que está
mal en nuestra vida. Nos invita a ser honestos y humildes (cf. Ap 2,
2-5).
o Conoces al Señor, pero tu vida necesita ser restaurada. Dios, de la
mano de Jeremías, quiere llevarte a escuchar su corazón que
dulcemente late diciéndote cariñosamente: “Te amo. Quiero
restaurarte”. No sueñes con lo que una vez hizo en tu vida,
experimenta su obra restauradora día a día. Pero primero reconoce
que necesitas esta restauración, y humildemente reconoce qué anda
mal y por qué.

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:

o El inicio de nuestra relación con Dios se caracterizaba por el amor, la


entrega, la pasión, el “enamoramiento”. “De ti recuerdo tu cariño
juvenil” Jr 2, 2-3.
Folleto Jeremías 13
Corazones restaurados al servicio de Dios

o No importaba que estuviéramos en el “desierto”, era amor de novios.


¿Recuerdas ese tiempo especial? ¿Recuerdas tu confianza, tu
entusiasmo, tu ilusión, tu fe?
o ¿Qué ha pasado entonces que el entusiasmo se ha transformado en
tedio, y el apasionamiento en rutina? ¿Qué ha hecho que cambien
nuestros intereses y prioridades? No somos los únicos a los que nos ha
pasado esto, el pueblo de Israel también dejó de lado ese “cariño
juvenil” Jr 2, 5. Tendríamos que revisar qué ha pasado que nos
alejamos de Dios. (Ojo: El hecho de no sentir a Dios no significa que
estemos alejados de Él o que hayamos pecado. Aquí nos referimos
específicamente a la apatía nuestra cuando es fruto del pecado).
o Es posible que sigamos trabajando en “sus cosas” muy afanosamente y,
sin embargo, nuestro corazón estar lejos de Él. Necesitamos ser
honestos con nosotros mismos, reconociendo nuestra realidad interior,
porque así le damos “permiso” al Señor para restaurarnos.
o “Hemos cambiado cisternas agrietadas por manantiales de agua viva” Jr
2, 13. El profeta se refiere a la habilidad que fue desarrollando Israel
de utilizar argamasa para crear cisternas que no dejaran escapar el
agua. Esto hizo que muchos se asentaran en lugares donde no había
fuentes naturales. En nuestra vida muchas veces dejamos la fuente
inagotable de amor que es Dios, y nos acostumbrarnos a suplir nuestra
necesidad con “cisternas agrietadas” que facilitan la tarea pero no lo
suple. Cuántos de nosotros nos enfocamos en otras cosas y les damos
más importancia que Dios (aunque no sean cosas malas, pero nos pueden
llevar a descuidar lo más importante). Ej.: Queremos que crezca un
determinado ministerio, y nos afanamos tanto por ello, que descuidemos
la oración.
o Cambiamos a Dios por otros dioses que son “cisternas agrietadas” y nos
olvidamos del manantial de agua viva. No nos hacemos concientes de
nuestros errores, por eso nos acostumbramos a nuestra resequedad.
Reconocer esto es un paso importante en este proceso de restauración.
o Jr 3, 23-25: Tan pronto reconocemos con sinceridad nuestros errores,
Dios responde. Cuando nos volvemos a Él y nos arrepentimos, Él actúa.
o Jr 4, 1-4ª: Ésta es la respuesta de Dios a la confesión de su pueblo. La
bendición está a las puertas cuando el arrepentimiento es genuino y
sincero.
o Jr 17, 14: Luego de haber reconocido nuestros errores, Dios responde
de una manera esperanzadora. Sólo nos resta pedirle y esperar en Él.
Folleto Jeremías 14
Corazones restaurados al servicio de Dios

Aplicación:
Nosotros, como el pueblo de Israel, tuvimos un principio especial donde
parecíamos novios enamorados. Para muchos esto ha cambiado. A veces
decimos que “hemos madurado”, pero muchas veces lo que ocultamos es una
rutina y un tedio que nos arropa. Hoy Dios nos toma de la mano y nos hace
darnos cuenta de nuestra situación real, de lo que nos ha apartado de Él, de lo
que ha mermado nuestra pasión primera por el Señor, para que lo reconozcamos
humildemente delante de Él. Dios promete que actuará porque quiere
restaurarnos. Delante del Señor le decimos nuestro sentir y le pedimos que nos
restaure, nos cure, nos sane y nos haga volver a escuchar su voz.

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
No hay plena restauración sin arrepentimiento sincero de nuestros pecados.
Por eso necesitamos revisar nuestra relación con Dios, nuestra forma de
vivir y actuar; tener conciencia de nuestras “cisternas agrietadas” y darnos
cuenta de la gran necesidad que tenemos del manantial de agua viva que es
Dios; arrepentirnos de nuestros pecados y faltas, reconocer nuestros
errores y prepararnos para la restauración que Dios, en su inmenso amor,
nos regala.

o Frase para repetir:


No hay restauración plena sin arrepentimiento sincero.

o Cierre:
Es necesario que nos arrepintamos de corazón, para que Dios pueda actuar
en nuestra vida.
Folleto Jeremías 15
Corazones restaurados al servicio de Dios

Actividad de los participantes: Oración de sanación interior


Se dirige una oración enfocada en el amor de Dios que nos invita a
arrepentirnos de nuestros pecados. Nos humillamos ante Dios para clamarle y
pedirle que nos haga volver al “amor primero”, que nos “enamore” otra vez.
Entre todos se ora para pedir perdón a Dios, suplicarle que nos salve.
Luego, en el mismo ambiente de oración, entre todos se vuelve a colocar en
orden las sillas de la sala.
Folleto Jeremías 16
Corazones restaurados al servicio de Dios

3
Somos como vasijas de barro

1. OBJETIVO:
El arrepentimiento es más profundo cuando lo hacemos desde la realidad de
lo que somos. Este tema nos lleva a tener conciencia de nuestra
imperfección y de nuestra necesidad de estar en las manos de Dios.

2. IDEA CLAVE:
Somos vasijas de barro, necesitados del Alfarero

3. ESQUEMA:

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Recuerda alguna vez haber tomado barro o lodo en tus manos. ¿Cómo
te sentiste?

b) Ubicación y concatenación en el proceso del curso:


Saber que somos como vasijas de barro nos hace recordar nuestra
naturaleza imperfecta y limitada. El ser elegidos y llamados por Dios
no debe convertirse en un título de distinción que nos haga
arrogantes, sino en un compromiso que nos lleva al continuo
arrepentimiento de nuestros errores. Por eso, el Señor quiere
recordarnos que somos como las vasijas de barro.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


Cuando un bebé es puesto frente a un espejo no se reconoce a sí
mismo, sonríe sin saber que es su propia imagen lo que está
observando. Un día su expresión cambia, porque empieza a reconocer
que es él quien se encuentra del otro lado. Su rostro parece decir:
“Ése soy yo”. De igual manera nos sucede al leer el siguiente texto: Jr
18, 1-6. En principio la leemos como una bella ilustración, pero luego,
con la ayuda del Espíritu Santo, nuestra expresión cambia y nos
vemos obligados a decir: “Ése soy yo, esa vasija soy yo”. La imagen que
se nos presenta es la del profeta Jeremías yendo al taller del
alfarero para recibir una enseñanza dramática de parte de Dios. Allí
Folleto Jeremías 17
Corazones restaurados al servicio de Dios

el Señor le muestra lo que Él quiere hacer con el pueblo y con su


propia vida como profeta.

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:
a. ¿Qué es una vasija?
o El término hebreo “sir” significa: recipiente de tierra o metal para
diversos usos. Es una vasija de barro cocida, que por lo general tenía
dos asas. Servía para sacar agua del pozo, y para llevarla del pozo (o
fuente) hasta la casa.
o Cuando el barro que somos se deja moldear por el alfarero y se
transforma en una vasija suya, va siempre a buscar agua a la fuente
de vida y la lleva a los demás. Sin embargo, a veces, hasta sin darnos
cuenta, nos apartamos del Señor. Aun diciendo que le servimos,
dejamos de ir a la fuente de vida y nos vamos transformando en
diferentes vasijas, como veremos en los próximos temas.

b. ¿Qué es el barro?
o Lodo o mezcla usada en la construcción de edificios y casas
habitables, en alfarería y trabajos de arte. Se hacía con elementos
de varias clases: tierra, arena, ceniza y cal. Para amasarlo bien se
majaba con los pies. Is 41, 25.
o Para la elaboración de diversos utensilios, luego de hacer la mezcla,
se amoldaba sobre una rueda y después se cocía en un horno. Jr 18,
3; 43, 9.
o En sentido figurado, la Biblia lo aplica al hombre, cuando compara el
alfarero con Dios. A veces, el barro es signo de las cosas de poco
valor o despreciables.

c. Tomados de barro
o “Como el barro en mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh
casa de Israel” Jr 18, 6.
o Dios a través de esta figura se presenta como el alfarero y declara
que nosotros somos el barro que Él trabaja con sus manos.
o Dios no se abstiene de meter su mano en el barro, sabe dónde hemos
caído por rebeldía y desobediencia, y a pesar de eso quiere hacer su
obra en nosotros.
Folleto Jeremías 18
Corazones restaurados al servicio de Dios

d. No olvidar lo que somos


o Muchos dicen que se volverán a Dios cuando se sientan “en
condiciones”, cuando estén listos y dignos para estar en su presencia.
Pero Él nos llamó cuando nosotros estábamos lejos de sus caminos,
extraviados en nuestros pecados. Él nos elige sabiendo que somos
barro. Nos toma de donde hemos caído a causa de la rebeldía. ¡No se
abstiene de poner su mano en el barro!
o Somos sólo barro, para algunos, sin valor, pero no así para el gran
Alfarero.

Aplicación:
Sabemos que no hay restauración plena sin arrepentimiento sincero, de ahí
la importancia de reconocer nuestros errores, nuestras miserias. Pero
muchos de nosotros queremos ser perfectos por nuestros propios medios, y
al no conseguirlo, nos llenamos de frustración. Dios nos recuerda que
estamos llamados a reconocer nuestros errores, a no perder de vista
nuestra esencia, lo que somos: vasijas de barro y que la valía del barro está
en las manos del alfarero.

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
Somos vasijas de barro. El barro está compuesto de agua y tierra. Así
somos nosotros, compuestos de “agua” (lo puro) y tierra (lo que ensucia).
Tener conciencia de nuestras cualidades positivas nos hace agradecidos
con nuestro Creador, y tomar conciencia de nuestras suciedades nos
hace humildes delante de Él, que nos ama, a pesar de nuestras
imperfecciones.

o Frase para repetir:


Sólo soy una vasija de barro, ¡pero tengo mi gran Alfarero!

o Cierre:
Una buena vasija de barro sirve para el propósito con el que fue hecho.
Nosotros, si queremos ser “buenas vasijas de barro” hemos de obedecer
al Alfarero y dejarnos moldear por sus manos, para luego poder ser
útiles.
Folleto Jeremías 19
Corazones restaurados al servicio de Dios

Actividad de los participantes: La experiencia del barro

Objetivo: Llevar a los participantes a ir poniéndose en manos del Alfarero, al


tiempo que conocen qué tipo de barro son, reconociendo sus propias
cualidades y sus defectos.
Motivación: Es importante que reconozcamos que somos simple barro, que
somos seres humanos limitados, pero que tenemos un Alfarero que nos
moldea.
Procedimiento: En una hoja, cada uno de los participantes va a escribir qué
tipo de barro es: si tiene piedras, si es duro, si es flexible, etc. De manera
detallada y sincera hacemos una descripción. Luego de describir el tipo de
barro que es, escribe las dificultades que ha debido enfrentar el Alfarero al
trabajar en él. Si recuerda algo en especial, lo resalta. Se entregan las hojas
al equipo, sin poner los nombres.
Se pasa a otro salón en donde habrá platos plásticos con un poco de barro
preparado. Se pide que los participantes hagan figuras con el barro, que
representen su propia vida. Mientras le dan forma, alguien del equipo lee
algunas de las descripciones seleccionadas. Dentro de la masa de barro, se
habrá introducido un papelito pequeño que diga: “Déjame moldearte”. Algunos
lo encontrarán, otros no. Se trabaja con ambas situaciones: a veces
escuchamos la voz del Alfarero, y otras veces no.
Se pide que cada uno esté atento a lo que el Alfarero divino quiere enseñarle,
mientras va moldeando su barro.
Cuando todos hayan terminado de hacer las figuras de barro que los
representen, se pide que cada uno entregue su figura a alguien que hará el
papel del Alfarero. Éste recibe las figuras una a una, las va rompiendo,
mientras dice: “Esto hace el Alfarero, rompe tu vida para poder hacerla de
nuevo”.
Conclusión: Eres barro, y a veces escucharás claramente la voz de Dios, el
divino Alfarero, otras veces no. Ponerse en manos del Alfarero es confiar en
que Él dispondrá nuestra vida de la mejor manera.
Folleto Jeremías 20
Corazones restaurados al servicio de Dios

4
¿Qué tipo de vasija somos?
A) Vacía, quebrada o despreciada

1. OBJETIVO:
Cuando nos olvidamos que somos barro y no nos dejamos moldear por las
manos de nuestro Alfarero, nos damos nuestras propias formas y nos
convertimos en vasijas de diferentes tipos. Identificar qué tipo de vasija
somos, nos ayuda a reconocer por qué nos sentimos de determinada manera.
Nos lleva a arrepentirnos de nuestras ambigüedades, y ese arrepentimiento
nos conduce nuevamente al taller de Dios. En este tema empezaremos a
darnos cuenta de qué tipo de vasija somos.

2. IDEA CLAVE:
Para volver a ser barro en las manos del Alfarero, debo reconocer primero
qué tipo de vasija soy, reconocer mis errores y arrepentirme.

4. ESQUEMA:

Dinámica para empezar:


Se prepara previamente en la sala una exposición de vasijas de distintas
formas. Algunas están sucias, otras están rotas, otras están muy bien
conservadas, etc. Se pide que los participantes pasen a contemplar la
exposición.

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Cuándo viste algunas de estas vasijas, ¿qué recuerdos te evocaron?

b) Ubicación y concatenación en el programa del curso:


o Nos sabemos elegidos, llamados y capacitados por Dios, pero a la vez
sabemos que nos hemos alejado del Señor en muchos aspectos y es
necesario reconocerlo para que Él nos restaure.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


o Cuando nos alejamos de las manos del Alfarero y de su taller, tomamos
Folleto Jeremías 21
Corazones restaurados al servicio de Dios

nuestras propias formas que nos llevan a ser diferentes tipos de


vasijas.
o Es importante determinar en qué tipo de vasija nos hemos convertido,
para luego dejar al Alfarero hacer su trabajo.
o Hay muchos tipos de vasijas. En este curso veremos algunas de ellas.
De manera especial ahora trataremos sobre tres: vasija vacía, vasija
quebrada y vasija despreciada.

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:
¿Qué tipo de vasija eres?

a) ¿Eres una vasija vacía?

Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) que está vacío.


“Judá está de luto, sus ciudades desfallecen sombrías y abatidas, y sube
el alarido de Jerusalén. Sus nobles mandaban a los pequeños por agua:
llevaban a los aljibes y no la encontraban; volvían con sus cántaros vacíos.
Quedaban confundidos y avergonzados” Jr 14, 2-3.

o Muchos de nosotros proyectamos nuestras metas y sueños,


creyendo firmemente que lo alcanzaremos. Nos adentramos en la
vida, pero no encontramos el agua anhelada y volvemos con
nuestras vasijas vacías. La vergüenza y la desilusión golpean
nuestro corazón, además de una gran confusión que cubre nuestra
mente.
o Somos vasijas vacías cuando la frustración, el desencanto y la
desilusión nos acompañan por el fracaso que sentimos al no haber
hecho realidad nuestro sueño. ¿Qué es la desilusión? Es estar
descontentos porque los proyectos en los cuales teníamos
nuestras esperanzas han fracasado. Es el abatimiento que uno
siente cuando ve que sus planes, sus sueños y convicciones se
estrellan delante de sus ojos ante la realidad de la vida. El
Enemigo utiliza este momento de nuestra vida y capitaliza la
desilusión para alejarnos de Dios. Sin embargo, la desilusión puede
ser positiva en nuestra vida, pues permite que ya no vivamos de
simples ilusiones. Desilusiónate de tus proyecciones, de tus planes,
de tu idea de felicidad, de ser reconocido por las personas que te
rodean, de tus seguridades… Cuando el pueblo de Israel estaba
desilusionado y desanimado porque Moisés no iba a acompañarlos a
conquistar la tierra prometida, Moisés les dijo: Dt 31, 6-8.
Folleto Jeremías 22
Corazones restaurados al servicio de Dios

o Eso mismo nos dice Dios hoy: “No sean vasijas vacías sino repletas
de confianza”.

b) ¿Eres una vasija quebrada?

Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) que está roto.

“Soy el hazmerreír de mis enemigos, objeto de burla de mis vecinos,


horror de quienes me conocen. ¡Huyen de mí cuantos me ven en la calle!
Me han olvidado por completo, como si ya estuviera muerto. Soy como un
jarro hecho pedazos” Sal 31, 11-12.

o Muchas veces nuestros corazones se llenan de amargura cuando la


vida no se nos presenta como queremos. Surgen entonces
sentimientos de odio, resentimiento, rencor, envidia y culpabilidad.
Como resultado tendremos un corazón enfermo, quebrado, que
poco a poco nos va quitando el gozo de nuestra vida.
o Surge en nuestra vida la amargura, que es un fino veneno que
vamos ingiriendo poco a poco y que, sin percatarnos, provoca que
se quiebre nuestra vida. Incluso se llega a la depresión y a las
enfermedades físicas y psíquicas. Ej.: El rencor hacia otra
persona, no la afecta a ella, sino al que lo alberga.
o Muchas veces esta amargura la pasamos a otros y dañamos las
relaciones con los demás. Comenzamos a tener un sabor amargo
frente a la vida. Esto va terminando con nuestra vida de servicio,
con nuestro ministerio, con nuestra comunidad…

d) ¿Eres una vasija despreciada?

Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) que está tirado


en el piso sin que nadie lo haya recogido.
“¿Es algún trasto despreciable, roto, este individuo, Jeconías?; ¿quizás
un objeto sin interés? Pues entonces, ¿por qué han sido arrojados él y
su prole, y echados a una tierra, que no conocían? Jr 22, 28.
o Muchos de nosotros pudiendo tener una vida plena en el Señor,
podemos llegar a ser una vasija despreciada por querer vivir como
nos da la gana, sin obedecer la voluntad de Dios.
o Una vasija despreciada es aquélla que busca su futuro sin contar
con Dios, sino contando con su propia capacidad y fuerza.
o En ocasiones estamos conscientes de que estamos tomando
decisiones que no son conforme a la voluntad de Dios, sin embargo,
Folleto Jeremías 23
Corazones restaurados al servicio de Dios

prevalecen nuestros intereses.


o Si dejamos a Dios fuera de nuestras decisiones importantes, como
noviazgo, matrimonio, trabajo, ministerio, etc., lo único que
lograremos será el fracaso.
o Cuando nuestros anhelos, deseos o sueños no se sintonizan con los
de Dios, también fracasaremos.
o Otras veces hemos sufrido las consecuencias de los pecados de los
demás: otros nos han lastimado y rechazado, y nos sentimos
heridos por el desprecio.

Aplicación:
Desde ya comenzamos a irnos identificando con el tipo de vasijas que somos.
Comenzamos a darnos cuenta de las cosas que están mal en nuestras vidas.
o Pregunta para reflexión: ¿Qué tipo de vasijas eres?

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
Éstas son las primeras vasijas con las que te puedes ir identificando y
ver que tienes un poco de todas ellas. Lo importante es identificar cómo
te encuentras para poder ser restaurado por Dios.

o Frase para repetir:


Reconozco mi vasija para reconocer a mi Alfarero.

o Cierre:
No importa qué tipo de vasija eres, no tienes que aparentar. El Divino
Alfarero te conoce, y así como eres te ama; pero te ama tanto que no
quiere dejarte como eres, sino mucho mejor: restaurado.
Folleto Jeremías 24
Corazones restaurados al servicio de Dios

5
¿Qué tipo de vasija somos?
B) Inmunda, rebelde y de maldición

1. OBJETIVO:
Este tema es la continuación del anterior. Perseguimos el mismo objetivo
que el anterior.

2. IDEA CLAVE:
Para volver a ser barro en las manos del alfarero, debo reconocer primero,
qué tipo de vasija soy, reconocer mis errores y arrepentirme.

3. ESQUEMA:
A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Para concatenar con el tema anterior, algunas personas comparten si en su
vida se han sentido como alguna vasija vacía, quebrada o despreciada.

b) Ubicación y concatenación en el programa del curso:


o Nos sabemos elegidos, llamados y capacitados por Dios, pero a la vez
sabemos que nos hemos alejado en muchos aspectos del Señor y es
necesario reconocerlo para que Él nos restaure.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


o Ya hemos visto algunos tipos de vasijas: vacías, quebradas y
despreciadas. Ahora veremos otros tipos para seguir identificándonos.
Es importante determinar qué tipo de vasijas somos, para presentarnos
tal y como somos delante del Alfarero.
o Presentamos en esta segunda parte tres nuevas vasijas: vasija inmunda,
vasija rebelde y vasija de maldición.

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:
¿Qué tipo de vasija eres?

a) ¿Eres una vasija inmunda?


Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) que está sucio.
Folleto Jeremías 25
Corazones restaurados al servicio de Dios

“Todas las vasijas que estén destapadas, o con la tapa mal puestas,
también quedarán impuras” Nm 19, 15.

o Cuando pecamos, rompemos la comunión con Dios, estropeamos el


plan de Dios. Es importante que entendamos las consecuencias
nefastas que tiene el pecado en nuestras vidas.
o Una vasija inmunda es una vasija abierta, y por tanto que se
contamina fácilmente. Nuestra vasija tiene que estar bien tapada
para que no se convierta en inmunda. Aplicando a nuestra vida,
“bien tapada” significa que, sin rehuir de las responsabilidades que
tenemos en el mundo, no demos apertura a la mentalidad mundana
contraria a Dios.
o El pecado daña nuestra amistad con Dios. Es una barrera que nos
impide vivir plenamente una relación de comunión con Dios, con la
naturaleza y con los demás.
o El pecado, además, nos impide alcanzar la verdadera satisfacción
en la vida. Nos crea un vacío interior, porque hemos optado por
vivir lejos de Dios. Así rompemos el plan perfecto que Dios tiene
para nuestras vidas. El Alfarero modeló nuestras vidas y nos pensó
desde siempre como una vasija perfecta y feliz; pero como no
dejamos que moldee nuestras vidas según su voluntad, su plan no
se cumple en nosotros.
o Si cubres tu vida con la sangre de Cristo, y “ajustas bien la tapa”,
Satanás no encuentra una rendija por donde entrar.

b) ¿Eres una vasija rebelde?

Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) sobre el cual


está escrito frases como: “Soy el mejor”, “no necesito a nadie”, “Dios no
me interesa”…
“¡Qué modo de pervertir las cosas! Como si el barro fuera igual a aquél
que lo trabaja. Un objeto no va a decir al que lo hizo: Tú no me hiciste.
Ni una pieza de barro al que la fabrica: No sabes lo que estás haciendo”
Is 29, 16.

o Esta vasija es aquélla que no reconoce sus faltas porque se encuentra


llena de orgullo. La soberbia nos lleva a echar la culpa a alguien o a
algo, cuando pecamos. Ej.: A la suegra, el Presidente, el cura, hasta
Satanás… Es una forma de proyectar nuestras culpas sobre los
Folleto Jeremías 26
Corazones restaurados al servicio de Dios

demás, sin reconocer nuestras faltas.


o Entonces nuestra rebeldía se convierte en un círculo vicioso que
termina hiriéndonos a nosotros mismos, pues de tanto echar la culpa a
los demás, terminamos cargando con culpas ajenas.
o El orgullo, además, genera división: en la familia, en la comunidad, en
la Iglesia… La falta de unidad produce la derrota. El orgullo de los que
se creen más que los demás, de los que no pueden trabajar con otros,
del chismoso, etc., impide la victoria.
o Los humildes son los que cambiaron para bien la historia de la
humanidad, la historia del pueblo de Dios.
o Dios desea moldearte en tu debilidad.

c) ¿Eres vasija de maldición?

Se presenta a todos un vaso de foam (o poliestireno) que contiene


veneno.
“Echará luego agua corriente en un vaso de barro y, tomando polvo del
pavimento de la Morada, lo esparcirá sobre el agua” Nm 5, 17.

o Había una antigua tradición: En caso de adulterio, cuando no había


suficiente pruebas, el marido debía llevar a su mujer ante el
sacerdote, junto a una ofrenda de celos. El sacerdote tomaba agua
santa en un vaso de barro y vertía polvo del suelo sobre las aguas
santas, así quedaban contaminadas. Eran aguas de maldición. La
mujer tomaba agua y si había cometido adulterio la maldición caía
sobre ella, su vientre se hincharía y sería estéril para siempre.
o Nuestra vida es una vasija de barro destinada a contener aguas
santas, pero si por el pecado contaminamos nuestra vida, seremos
una vasija de maldición. El adulterio espiritual consiste en decir
que somos hijos de Dios y al mismo tiempo vivir en desobediencia.
Es tener una doble vida: a veces ser cristiano y a veces no. Es
nadar en dos aguas.
o Nuestra alma dividida intenta servir a dos señores, pero esto no
es posible. No podemos decir que Cristo es Señor de nuestras
vidas y hacer nuestra propia voluntad. El resultado será la
maldición, la destrucción.
o Una vasija de maldición es mal vista por los hombres, por eso es
necesario ser coherentes. La gente rechaza a los que son
incoherentes: que dicen una cosa y hacen otra. Aquel cuya fe es
Folleto Jeremías 27
Corazones restaurados al servicio de Dios

más “externa”, que interna. Jer 12, 2: “Cerca estás tú de sus


labios, pero lejos de su corazón”. Se trata de aquél que conoce la
Palabra de Dios, ora de vez en cuando, canta alabanzas, vive
mencionándolo con su boca, pero Dios no está en el centro de su
corazón, gobernando su vida.
o Dios quiere cristianos enteros, íntegros, no divididos, que se
decidan por Él. Jr 21, 8: “Así dice Yahvé: Miren que yo les
propongo a ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte”.
o El trabajo del Alfarero consiste en terminar con la doble vida, el
doble corazón y el doble camino. Jr 32, 39:”Y les daré un solo
corazón y una conducta cabal, de suerte que me teman todos los
días para bien de ellos y de sus hijos después de ellos”.

Aplicación:
En nuestra vida existen áreas (y en algunos casos, toda ella) que no están
conforme a la voluntad del Señor y que tienen que cambiar. Pero para que el
Señor pueda hacer su obra, lo primero que tenemos que hacer es reconocer
la realidad de nuestras vidas.

B. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
Hemos podido identificar algunos tipos de vasijas. Hemos podido
ubicarnos en un tipo específico o darnos cuenta de que tenemos un poco
de cada una. Sólo si nos reconocemos limitados, vacíos, quebrados,
despreciados, inmundos, rebeldes y hasta malditos, podremos ponernos a
disposición del Alfarero para que Él tome nuestra vida, actúe con poder
y nos restaure.

o Frase para repetir:


Reconozco mi vasija para reconocer a mi Alfarero.

o Cierre:
¿Qué tipo de vasijas eres? ¿Por qué estas vacío? ¿Qué te tiene
quebrado? ¿Por qué eres un rebelde? ¿Por qué llevas una vida de
maldición?
Folleto Jeremías 28
Corazones restaurados al servicio de Dios

Actividad de los participantes: ¿Qué tipo de vasijas somos?

Objetivo: Meditar con cuál vasija nos identificamos, o bien, ¿qué aspectos
tenemos de cada tipo?, reconociendo así nuestras limitaciones.
Motivación: Cada participante, en oración, identificará qué tipo de vasija es
en este momento. Si tiene una vida vacía, si su vida está quebrada, si siente
que es un despreciado o un inmundo, si está viviendo fuera de la voluntad de
Dios, etc.
Procedimiento: Se le entrega un vaso de foam (o poliestireno) a cada uno de
los participantes para que se identifique. Pensar qué tipo de vasija es y de
qué está lleno su vacío. Puede hacer con el vaso lo que sea necesario para
sentirse más identificado. También puede escribir en el mismo vaso.
Entregárselo al Señor en clima de oración, pidiéndole que seamos las vasijas
que a Él le parezca mejor. Luego romper los vasos, pidiendo a Dios que nos
haga ser vasos nuevos como Él quiere, a su manera, y no a nuestro modo.
Conclusión: Terminamos presentando la vasija de nuestra vida a Dios para
que Él comience a actuar en nuestra realidad.
Folleto Jeremías 29
Corazones restaurados al servicio de Dios

6
¿Qué tipo de vasija somos?
C) Vasija escogida

1. OBJETIVO:
Que cada participante pueda darse cuenta de que el Señor tiene un plan
distinto al nuestro, que su tiempo no es nuestro tiempo. Que Dios es quien
nos escoge, no nosotros a Él.

2. IDEA CLAVE:
Somos una vasija de alabastro escogida por Dios.

3. ESQUEMA:

Dinámica para empezar:


A cada participante se le da un pedazo de alambre de púa (o un pedazo de
malla de jaula de aves recortada). La idea es que cause molestia cuando se le
sujeta con la mano. Se pide a todos que no lo suelten, que lo mantengan
siempre agarrándolo con la misma mano, pase lo que pase.

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Recuerda un momento de tu vida en que Dios te limpió de una manera
especial.

b) Ubicación y concatenación en el programa del curso:


o Nos hemos reconocido como barro y hemos identificado qué tipo de
vasija somos. Ahora nos toca saber qué tipo de vasija Dios quiere que
seamos, cuál es el trabajo que el gran Alfarero quiere hacer en nosotros.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


o ¿Por qué decimos que somos barro en manos del Alfarero, pero muchas
veces no le dejamos actuar con libertad en nuestra vida?
o ¿Por qué queremos adelantar y apresurar el plan de Dios?
o ¿Por qué no dejar que Dios, el gran Alfarero, se tome su tiempo para
actuar en la vasija de nuestra vida?
Folleto Jeremías 30
Corazones restaurados al servicio de Dios

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:
a) Alfarería en Israel
o Israel se ha destacado por su alfarería. La alfarería no se refiere
solamente al arte de fabricar objetos de barro, sino también el lugar
donde se fabrican las vasijas de barro, y además es la tienda donde
se exhiben y venden.
o El alfarero fabrica todo tipo de vasijas y todas tienen diferentes
usos. Las personas van y observan las vasijas que quieren y las
compran para darles alguna utilidad, desde un uso meramente
decorativo hasta un uso más práctico.
o Es algo asombroso ver al alfarero trabajar en el torno, observar cómo
fabrica con cuidado y esmero las vasijas de la alfarería. El alfarero
amasa el barro, saca las piedras y las impurezas y luego golpea la
vasija para sacarle el aire. Luego va dando forma a la vasija. La pone
al Sol para que se evapore todo el aire, y luego la introduce al horno.
La vasija se cuece en el horno hasta estar lista para ser usada.
o Todas las vasijas son hechas por el mismo alfarero, pero en el
proceso del fuego, algunos salen con colores diferentes.

b) Vasijas de honra
o La vasija de honra es una vasija de 4 ó 5 galones. Se colocaba a la
entrada de cada hogar sobre un banco, acompañada por tazas para
que el que llegara de visita pudiera satisfacer su sed.
o En ninguna casa faltaba una vasija de honra para dar de beber a los
sedientos. Así también nosotros somos vasijas de honra para dar de
beber al que necesite del agua viva de la salvación. Debes estar
dispuesto, en tu familia, en tu comunidad, en tu país, para dar de
beber “agua” a quien lo necesite.
o Para dar de beber a otros, debemos primero estar llenos, no de
cualquier agua, sino de agua fresca y limpia. Que sea agua que pueda
aliviar y transformar la vida de todos los que lleguen a nuestra vida.
La samaritana es un buen ejemplo de una “vasija de honra”.
o Sin embargo, a veces no es suficiente ser una vasija de honra.

c) Vasijas de misericordia
o Las vasijas de misericordia eran aquéllas que se colocaban a la
entrada del pueblo para uso de los viajantes y extranjeros, de los que
no son de la casa. Se colocaban también en la ruta, en los caminos.
Estas vasijas eran para los desconocidos, no para los de la casa.
Folleto Jeremías 31
Corazones restaurados al servicio de Dios

o Necesitamos ser vasos de misericordia, proveyendo agua fresca a los


que están perdidos y no saben cómo llegar a casa con Dios; para
aquéllos que han perdido su rumbo y no saben cuál es el camino, para
quienes no distinguen las sendas del Señor.
o No basta quedarse dentro del templo, en nuestros grupos; hay que
dar más. No basta ser vasijas de honra, también hay que ser vasijas
de misericordia que alcancen a los que no frecuentan el templo.
o Ananías fue una vasija de misericordia para Saulo de Tarso. El
Espíritu Santo lo impulsó a ir hasta él para predicarle el Evangelio,
abrirle los ojos y acogerlo en la naciente comunidad cristiana.

d) Vasijas escogidas
o El vaso de honra y el de misericordia son hechos por el mismo
alfarero. Pero a diferencia de los anteriores, la vasija escogida es el
mejor trabajo del alfarero, el más refinado, el que le da placer y
gusto al alfarero.
o La diferencia es que, al salir del horno, el alfarero trata esta vasija
de forma diferente. Utiliza otros estantes para la vasija escogida.
Lleva esta vasija a un cuarto oscuro y la esconde en un cuarto
especial. Es su obra de arte más preciada. Se queda sola por un
tiempo, NO DISPONIBLE PARA EL PÚBLICO. El alfarero la oculta en
el cuarto para vasijas escogidas.
o Si vas a la casa de algún alfarero en Israel y, luego de ver todos los
vasos en exhibición, le pides por la escogida, él sonreirá y SÓLO él
entrará a buscar esa vasija. Es la que le da más orgullo, la mejor que
el alfarero puede hacer con sus manos. Al sacarla del cuarto oscuro le
pone su nombre.
o A veces tenemos cosas que compiten con Dios: afán de
reconocimiento, amor a las riquezas, búsqueda de placeres, intereses
y gustos personales, etc. Es entonces cuando Él apunta su martillo
hacia nosotros. Nos pone en su “cuarto oscuro” (un tiempo como de
purificación, quizás un desierto espiritual). Hch 9, 10-17.
o Nos quejamos cuando Dios nos pone en un cuarto oscuro, pero
tenemos que saber que nos está reservando para una ocasión especial.
Permanecemos en la “oscuridad” hasta el tiempo de Dios. Una vasija
escogida no sólo es una persona con ganas de servir, sino que se sabe
llamada, se sabe diferente (ojo: no significa “superior a los demás”).
Es el Señor quien escoge. Es Él quien sabe por qué nos tiene en un
cuarto oscuro.
Folleto Jeremías 32
Corazones restaurados al servicio de Dios

o Sólo entiende una vasija escogida a otra vasija escogida. Otras


vasijas dicen servir, sólo una vasija escogida dice: “Tendré calma,
esperaré que el Señor me diga qué hacer”.
o A veces cuando pasa el tiempo, una vasija escogida siente frustración
por no estar haciendo nada. Is 50, 10. Cuando se quiere servir, se
debe confiar en el Señor, en su tiempo. Así Saulo esperó 3 años en el
desierto y 14 años en Tarso, aunque Dios le había dicho que era una
vasija escogida.
o Lleva tiempo tomar una vasija escogida y dársela a alguien. No
debemos pensar que el Alfarero se olvidó de nosotros. Se pasa un
tiempo en oscuridad, pero luego llega el tiempo de la luz. Dios envía
una vasija escogida como un regalo a una comunidad, a una ciudad, a
una nación…
o Para los gentiles, Pablo fue ideal, una vasija escogida, pues conocía la
idiosincrasia de una ciudad como Antioquía.
o Pablo fue un instrumento o vaso escogido. Pero también un vaso que
tendría que padecer mucho. Hch 9, 10-18. Los instrumentos
escogidos sufren a causa de la misión que se les ha encomendado.
Parece que mientras mayor sea la misión, mayor será la purificación
(como el oro se prueba en el fuego, o el diamante se talla y se pule). Y
toda purificación conlleva algo de sufrimiento.

Aplicación:
o Hay que reconocer cuándo se es vasija de honra o de misericordia. La
vasija escogida aprende a esperar que el Alfarero la tome y la saque
del cuarto oscuro. No te enojes cuando alguien te cierre una puerta,
Dios lo ha permitido, y podrá redundar en bien.
o No es saludable enviar vasijas que no están listas, porque pueden
quebrarse en el momento de la prueba por el duro trabajo en la viña
del Señor. El tiempo en que el alfarero trabaja con la vasija escogida
tiene que ser un tiempo de intimidad.
o Ahora bien, no te quedes esperando en una silla. Hay gente que dice:
“Yo no voy a hacer esto porque no va de acuerdo a mi llamado”. Las
vasijas escogidas están dispuestas a trabajar no siempre en lo que les
gusta, sino en lo que se necesita. Son las primeras que llegan y las
últimas que se van. Animan a otros aunque estén pasando tribulación.
Saben que están hechas de barro, pero saben también que Dios pone
sus tesoros en vasijas de barro. No quieren la gloria para sí mismas.
Folleto Jeremías 33
Corazones restaurados al servicio de Dios

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
El tiempo del Señor no es el nuestro. Hay que aprender a esperar en el
Señor. A veces llega la oscuridad, las pruebas, las tribulaciones, pero
benditas sean, pensemos en que estamos siendo purificados en el “cuarto
oscuro”, y por tanto, saldremos más renovados. Hay que pasar por el
horno del Alfarero para ser la vasija que Él quiere, para poder estar
listos para la misión, para convertirnos en bendición para los demás. Pero
no confundir esta “oscuridad” con la que es provocada por nuestros
pecados (son dos “oscuridades” diferentes).

o Frase para repetir:


¡Si estás en el horno, da gracias a Dios, porque vendrá el tiempo de la
misión!

o Cierre:
El Señor es quien escoge, no somos tú ni yo. Hay que esperar el tiempo
del Señor para que en su momento nos envíe a la misión, luego de haber
trabajado en nosotros.

Actividad de los participantes: El horno

Objetivo: Reconocer que no es cómoda la vida de la vasija escogida por el


Señor. Aprender a esperar el tiempo del Señor.
Motivación: Cada participante tomará conciencia de las pruebas y
tribulaciones por las que ha atravesado.
Procedimiento: Pasar a un salón oscuro y caluroso. Identificar los días de
oscuridad y los momentos en que han estado en el horno en sus vidas. Orar al
Señor para que les haga ver su obra, aun en medio de la oscuridad y el fuego.
Después de un buen rato de oración, clamando al Señor, con el cuarto
totalmente oscuro, se enciende un foco, diciendo que aun en la oscuridad y
calor del horno, la luz del Alfarero brilla para darnos consuelo y esperanza.
Conclusión: Terminamos dando gracias al divino Alfarero que siempre nos
acompaña y nos fortalece y que, sobre todo, nos moldea.
Folleto Jeremías 34
Corazones restaurados al servicio de Dios

7
Levántate y vete a casa del Alfarero

1. OBJETIVO:
Que cada uno de los participantes decida desde lo profundo de su corazón
acudir al Señor para dejarse restaurar por Él. Ser barro en sus manos.

2. IDEA CLAVE:
Somos barro en manos del Alfarero, dejándonos moldear por Él.

3. ESQUEMA:

OJO: Este tema se puede dar en otro salón, en el lugar donde vaya a ser la
última actividad de los participantes: un sitio ambientado como la Casa del
Alfarero (el taller de Dios). La otra posibilidad es dar el tema primero en el
salón habitual y al final pasar a la Casa del Alfarero.

A. INTRODUCCIÓN:
a) Evocación:
Recuerda algo que hayas hecho con tus propias manos y que te ha agradado.

b) Ubicación y concatenación en el programa del curso:


o Sabemos que hemos sido elegidos y llamados por Dios. A pesar de esto,
nos sentíamos lejos de Él en algunas áreas de nuestra vida, incluso
destruidos. Pero hemos reconocido nuestros delitos y nos hemos
arrepentido, sabiendo que no hay restauración plena sin verdadero
arrepentimiento. Ahora es el momento de dejar a Dios actuar libremente
en nuestra vida.

c) Motivación, presentación del tema y su objetivo:


o ¿Por qué decimos que hemos rendido nuestra vida a Dios, pero queremos
seguir actuando según nuestro plan?
o ¿Por qué nos seguimos lamentando de todo aquello que nos hemos
arrepentido, pero no acabamos de entregárselo al Señor?
o ¿Por qué seguir sentados lamentándonos, en vez de levantarnos e ir a
casa del Alfarero?
Folleto Jeremías 35
Corazones restaurados al servicio de Dios

B. CUERPO DE ENSEÑANZA:

Dinámica para empezar:


Se reparten papeles cuadrados a todos (uno por participante). Con un papel
de ésos, según la técnica del origami (papiroflexia), se enseña a los
participantes a crear un vaso de papel, en ambiente de oración. Se explica
que ese vaso de papel representa la vida del participante. Se pide que cada
uno esté atento a lo que Dios puede enseñarle mientras va doblando el papel
para crear el vaso.

a) Tomados de barro
“Como el barro en mano del alfarero, así están ustedes en mi mano, oh
casa de Israel” Jr 18, 6.

o Dios a través de esta figura se presenta como el Alfarero, y declara


que nosotros somos el barro que Él trabaja con sus manos.
o Dios no se abstiene de meter su mano en nuestro barro. Sabe dónde
hemos caído por rebeldía y desobediencia, y a pesar de eso quiere
hacer su obra en nosotros.

b) En la rueda del Alfarero


“Descendí a casa del Alfarero y he aquí que él trabajaba sobre la rueda”
Jr 18, 3.

o Él nos pone sobre la rueda y con sus manos nos moldea según su
diseño. La rueda es el lugar donde Dios trata con nosotros.
o La rueda representa la escuela de la vida, la escuela de Dios, todas
aquellas circunstancias que Dios permite para formar la imagen de
Cristo en nosotros.

c) Vasijas malogradas
“Y cuando la vasija que estaba haciendo le salía mal, como suele pasar
con la arcilla en manos del alfarero, él volvía hacer otra, según le parecía
mejor, según le pareció mejor” Jr 18, 4.

o Quizás al revisar tu vida, la ves como un rotundo fracaso. A pesar de


eso, dice Jeremías, que el Alfarero no cambió de barro ni buscó una
nueva materia prima, sino que tomó esa misma pieza que se había roto
para hacerla de nuevo.
Folleto Jeremías 36
Corazones restaurados al servicio de Dios

o Dios ha comenzado una obra en ti y la completará.

d) Vuelve a las manos del Alfarero


“¿No podré hacer de ustedes como este alfarero, oh casa de Israel? Jr
18, 6.

o De la mano de Jeremías, atrévete a entrar al taller de Dios.


o Obsérvalo trabajar. Mira cómo se echa a perder la vasija, tu vasija.
o Escucha a Dios al mirar tu vasija quebrada y echada a perder decir :
“Haré una vasija mejor. Puedo y quiero hacerlo . Sólo necesito tenerla
en mis manos y trabajarla en la rueda”.

Aplicación:
o Deja que Dios trabaje en ti. Sé barro dócil en manos del Alfarero.
o No te avergüences de ser la vasija que eres, quebrada, sucia o
dañada, sólo reconoce que necesitas del Alfarero.
o Ponte en sus manos y déjalo obrar en libertad y amor.
o Recuerda que Él hará otra vasija de ti, según le parezca mejor.

C. CONCLUSIÓN:
o Resumen:
Vamos al taller de Dios reconociendo nuestra imperfección y dejando que
el Alfarero nos tome en sus manos, nos trabaje en la rueda y nos haga de
nuevo.

o Frase para repetir:


No importa cuán lejos estés de su voluntad, ¡vuelve a las manos del
Alfarero!

o Cierre:
Éste es el momento de acudir a nuestro Salvador Jesús, el Alfarero, y
comprometernos a ser dóciles para que siempre nos moldee a su manera.
Para hacer algo nuevo con un material anterior, se precisa de romper lo
viejo. Ej.: Cuando se graba algo nuevo en un CD usado, lo que estaba
previamente grabado será borrado y sustituido por lo nuevo. Así mismo,
si quiero vida nueva, le entrego mi vida vieja a Jesús, y Él, como divino
Alfarero, la rompe para hacerla de nuevo. ¡Confiemos en Él!
Folleto Jeremías 37
Corazones restaurados al servicio de Dios

Actividad de los participantes: El taller de Dios

Objetivo: Reconocer que tenemos que ir al Alfarero, que tenemos que


levantarnos e ir en pos de Jesús para que actúe con poder.
Motivación: Tomar conciencia de que reconocer nuestras limitaciones no debe
ser excusa para quedarnos sintiéndonos mal, sino que necesitamos dar un
paso en fe e ir al taller del Señor.
Procedimiento: a) Se inicia la motivación en el salón. No es momento de estar
sentados, sintiéndose mal ¡levántate y vete a casa del Alfarero Jesús.
Ambientado como un taller, se ve a una persona con una bata blanca en un
torno, trabajando con barro formando una figura. Se le daña, la rehace de
nuevo con cuidado y empeño, poco a poco. En oración, se hace un compromiso
de permanecer en sus manos, para que Él haga de nosotros lo que le parezca.
b) Los participantes comparten cómo se han sentido con el alambre de púas
en la mano (no lo han soltado desde el comienzo del tema anterior). Luego se
hace oración, comprometiéndonos a desprendernos de esas cosas que nos
hacen daño (pecados). Su entregan los alambras de púas a Jesús, nuestro
Salvador.
c) Se reparte a cada uno un pedazo de masilla o plastilina. Se juega con la
plastilina en la mano, sintiendo su suavidad, su docilidad. Esto es un alivio
frente a la sensación anterior con el alambre de púas. Entre todos se sacan
enseñanzas sobre este contraste.
d) Luego se pide que los que verdaderamente deseen que Dios tome siempre
las riendas de sus vidas, que le entreguen su vaso de papel (que representa su
vida) a alguien que representará a Dios. Cuando el participante entrega a Dios
su vida representada en el vaso de papel, éste es roto, y se le entrega un vaso
nuevo de origami (signo de vida nueva) sobre el que está escrito: “Hago nuevo
todas las cosas”.
Conclusión: Terminamos dando gracias al Alfarero porque, pudiendo
despreciarnos, toma nuestra vida y nos hace de nuevo. Nos comprometemos a
imitar al Alfarero en sus actitudes, llevar a otras personas a la Casa del
Alfarero (evangelizar).
Folleto Jeremías 38
Corazones restaurados al servicio de Dios

Posible horario del curso Jeremías

Viernes
8:30 p.m. – 9:00 p.m. Animación y oración
9:00 p.m. – 9:30 p.m. Tema I: Jeremías, elegido, llamado y
capacitado
9:30 p.m. - 10:00 p.m. Dinámica: Itinerario de nuestro llamado

Sábado
8:00 a.m. - 8:30 a.m. Animación y oración
8:30 a.m. - 9:15 a.m. Tema II: No habrá restauración plena sin
arrepentimiento
9:15 a.m. - 9:45 a.m. Dinámica: Oración de sanación interior
9:45 a.m. - 10:00 a.m. Receso
10:00 a.m. - 10:45 a.m. Tema III: Somos como vasijas de barro
10:45 a.m. - 11:15 a.m. Dinámica: La experiencia del barro
11:15 a.m. -12:00 p.m. Tema IV: ¿Qué tipo de vasija somos?
Vacía, quebrada o despreciada
12:00 p.m. - 2:30 p.m. Almuerzo
2:30 p.m. - 3:00 p.m. Animación y oración
3:00 p.m. - 3:45 p.m. Tema V: ¿Qué tipo de vasija somos?
Inmunda, rebelde y de maldición
3:45 p.m. - 4:15 p.m. Dinámica: ¿Qué tipo de vasija eres?
4:15 p.m. - 4:30 p.m. Avisos finales

Domingo
9:00 a.m. - 9:30 a.m. Animación y oración
9:30 a.m. - 10:15 a.m. Tema VI: ¿Qué tipo de vasija somos?
Vasija escogida
10:15 a.m. - 10:45 a.m. Dinámica: El horno
10:45 a.m. - 11:30 a.m. Tema VII: Levántate y vete a casa del
Alfarero
11:30 a.m. - 12:00 p.m. Dinámica: El taller de Dios

También podría gustarte