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TRADICIÓN ORAL DE LOS PUEBLOS

Soy del criterio de que se debe salvaguardar y visibilizar la oralidad y la tradición oral en
Guatemala a través de procesos de investigación, fomento y difusión, contribuyendo con ello
a la consolidación de una convivencia armónica en tiempos de paz, mutuamente
enriquecedora, entre pueblos y sus culturas diferenciadas que conforman el Estado Nacional.

Para ello, en mi opinión se deben cumplir los siguientes objetivos específicos:

1. Investigar las expresiones de oralidad y la tradición oral en Guatemala: hechos narrativos,


líricos y dramáticos (mitos, leyendas, cuentos, historias orales – coplas, recitaciones,
canciones, corridos, paremiologías como refranes, dichos, sentencias, frases hechas y frases
por hacer, chistes– loas y desafíos) realizando un registro de los portadores de esta expresión
del patrimonio cultural intangible.

2. Fomentar la oralidad y la tradición oral en Guatemala realizando un encuentro nacional de


los portadores de esta expresión del patrimonio cultural intangible.

3. Difundir entre pueblos y culturas de Guatemala las expresiones de la oralidad y tradición


oral por el conducto de la producción y divulgación de material audiovisual.

La oralidad es una instancia de transmisión oral del conocimiento que una generación le
prodiga a la siguiente mediante elementos técnicos como la relación del mito, la leyenda, el
cuento y las historias locales, los que en su contenido se refieren a hechos acaecidos en
pasados remotos perdidos en el tiempo y que han adquirido calidad de anonimato. Estos se
han venido transmitiendo por la vía oral y han conformado tradiciones que a su vez se
constituyen como pivotes de identidad cultural en comunidades y pueblos.

Por la anterior razón, estos hechos culturales orales se han mantenido en la memoria de los
pueblos y actualmente corren el riesgo de desaparecer debido a las avanzadas técnicas de la
comunicación mediática y a la penetración de valores que corresponden a otras culturas fuera
de las propias.

Un estudio y su análisis de estos elementos culturales se hace necesario con el objeto de


conocer las características y contenidos de la oralidad que se transmite cotidianamente
todavía al interior de los pueblos y comunidades guatemaltecos para propiciar su
conservación y difusión.

Con esto se logra conocer identidades propias, formas de ser, de decir y de comportarse al
interior de las comunidades, lo cual implica conocer finalmente las formas de ser del
guatemalteco. Por lo que su investigación, fomento y difusión por los medios tecnológicos
al alcance, resultan un procedimiento invaluable para la contribución del conocimiento de la
cultura oral como patrimonio intangible de los guatemaltecos.
Una de las innovaciones más importantes de las políticas públicas es la dotación de la
dimensión cultural al desarrollo humano sostenible. La cultura se ha reconocido como un
motor de desarrollo humano y como una herramienta de lucha contra la pobreza y la
exclusión social. Es un vehículo de intercambio y reconocimiento mutuo entre sociedades,
partiendo de relaciones de igualdad. El factor cultural es un medio para alcanzar la paz, la
democratización de las sociedades y el desarrollo de los pueblos.

Las políticas culturales generales que tienen relación con un proyecto serían así:

“El fomento de la investigación social, cultural, jurídica, lingüística, histórica y arqueológica;


la divulgación de sus resultados; y la incorporación de resultados pertinentes en el sistema
educativo”.

“Protección y conservación del patrimonio cultural y natural, el cual constituye una riqueza
y fuente de identidad para la nación. Constituye un aliciente fundamental para la creación.
Es fuente inagotable de enriquecimiento espiritual. De su investigación, conservación y
puesta en función social, deben derivarse beneficios para mejorar la calidad de vida de las
comunidades locales y, en general, de la población”.

Guatemala es un país multiétnico, pluricultural y multilingüe. Su población está conformada


por mayas, xincas, garífunas, ladinos, mestizos y otros ciudadanos de ascendencia diversa.
Los mayas y los xincas tienen orígenes prehispánicos. En el área maya se localizan 21
comunidades lingüísticas donde se vive y recrea su cultura. Asentados en el suroriente del
país, los xincas cuentan con cultura propia. El idioma xinca está en una situación de
debilitamiento, pero sus generaciones jóvenes han iniciado un proceso de estudio y
recuperación.

Los garífunas (o garinagu) son descendientes de una población afrocaribeña que se desarrolló
en la isla de San Vicente, en las Antillas Menores. Habitan en Izabal desde principios del
siglo XIX, después de haber emigrado de la isla a la costa atlántica de Centroamérica. Su
idioma garífuna, refleja su historia cultural. La población ladina es heterogénea. Habla
español e inglés y cuenta con una cultura de origen predominantemente ibérico matizada con
elementos de origen indígena.

También hay grupos de guatemaltecos, cuyos antepasados emigraron de otros países


europeos o asiáticos. Los guatemaltecos de ascendencia china son un ejemplo. Cada una de
las culturas mencionadas es el sustento y fundamento de la identidad y autoestima de las
comunidades que la conforman y juntas construyen la identidad plural de Guatemala.

Las autoridades responsables de promover el desarrollo cultural de Guatemala impulsan con


vigor el proyecto a causa de los efectos negativos de la transculturación que produce la
globalización, la que, como se sabe, va más allá de lo económico y comercial. No hay duda
de que la globalización de las comunicaciones y la información, aún con sus bondades,
alteran valores de orden cultural, dados sus efectos homogeneizadores en lo cultural y en
aspectos relacionados con el sector social y tecnológico. Estas influencias reales son, en la
actualidad, tema de reflexión, por lo que a través de un proyecto así se muestra un vivo interés
por rescatar y divulgar expresiones culturales orales de creación popular.

Internacionalmente se sabe que se han desarrollado investigaciones específicas a niveles


nacionales sobre la oralidad de los pueblos. Algunos países de América Latina han realizado
encuentros de contadores de historias a nivel de localidades (estados, provincias, etc.)
Ejemplos son: México, Cuba, Colombia, Panamá, Ecuador, y algunos otros.

En Guatemala aún no se ha realizado a nivel nacional un encuentro de esta naturaleza.


(Aunque ha habido algunas realizaciones a nivel local departamental). Se sabe de su
ejecución en departamentos como El Progreso, Totonicapán, y algunos otros.

La Población estimada que sería beneficiada por el proyecto: Población maya guatemalteca
(alrededor de siete millones de habitantes) garífuna y mestiza-ladina (alrededor de 4
millones), que se divide en dos grandes líneas: población estudiantil, juvenil e infantil; y la
población adulta. Esta población en general recibirá los beneficios a partir de la educación
nacional dividida entre establecimientos educativos públicos y privados, más, en otro orden,
el público radioyente y televidente. En conclusión, se estima una población beneficiada de
más de diez millones de habitantes.

Un proyecto así contribuirá a:

1. Crear un fuerte sentido de identidad entre los pueblos y las culturas diferenciadas que
conforman el Estado Nacional.
2. A través del estímulo de las manifestaciones del espíritu, creará vínculos para la
convivencia pacífica, en un contexto de diversidad cultural para la promoción del desarrollo
humano integral y sostenible (o sea tender un puente hacia el conocimiento mutuo y los
valores comunes.)
3. Una vía imprescindible de inversión en capital humano que favorezca el análisis y la
reflexión sobre las experiencias que contenga la tradición oral y la oralidad en Guatemala,
que a su vez contribuyan al progreso social e intelectual de su entorno.
4. Un espacio de encuentro y de diálogo, apoyando experiencias de la tradición oral y oralidad
en Guatemala de pasados remotos y contemporáneos, siendo un referente para la vida cultural
guatemalteca.
5. Se formarán alianzas entre el sector público y privado, desde el marco del diálogo, la
institucionalidad del Estado representado por el Ministerio de Cultura y Deportes, de manera
conjunta con la sociedad civil organizada y representada por la Academia de las Lenguas
Mayas, impulsando la investigación, rescate y formación de la tradición oral y oralidad en
Guatemala. La generalización de los beneficios de tal proyecto, los cuales serán difundidos
por el Ministerio de Educación, TV Maya, Canal Antigua, Radio Faro Cultural, Radio
Universidad de San Carlos y Radio TGW redundando en una descentralización de los
ámbitos de impacto del proyecto.
6. Encontrar nuevas oralidades que correspondan a la historia contemporánea del país.
Por lo cual se plantean las siguientes actividades:

*Capacitación pertinente y adecuada a investigadores de campo.


*Investigación exhaustiva para el encuentro y rescate de portadores de oralidad (contadores
de historias, casos, mitos, leyendas, cuentos y recitadores de versos –coplas, corridos, frases
paremiológicas–) provenientes de distintas culturas e idiomas.
*Convocando a un Primer Encuentro de oralidad en donde confluyan narradores y recitadores
populares.
*Documentación filmográfica, fonográfica y literaria de los personajes convocados.
*Selección, clasificación, estudio y traducción del material obtenido.
* Producción de discos compactos y de video en los que se presentarán las historias y versos
populares en los principales idiomas de las culturas: Quiché, Mam, Cachiquel, Quekchí,
Xinca, Garífuna y Español, para difundirlos a la población arriba estimada.
*Entrega del material a las instancias de comunicación: medios televisivos, radiales,
instituciones del Estado y privados.
*Evaluación posterior por medio de un sondeo de impacto.

Con una temporalidad de ejecución del proyecto: un año a partir de la ubicación del monto
necesario para ello.
ARGUMENTACION
es un término que procede del vocablo latino argumentum. Se trata del razonamiento que se
utiliza para demostrar o probar una proposición o para convencer a otra persona de aquello
que se afirma o se niega.
Por ejemplo: “Antes de enojarte, debería escuchar mis argumentos”, “No puedes defender
una idea semejante sin ningún argumento”, “El argumento dado por el gerente para explicar
la decisión no conformó a nadie”, “El Dr. López confía en que su argumento permitirá
obtener el beneficio”.
El argumento es la expresión, ya sea oral o escrita, de un raciocinio. Permite justificar algo
como una acción razonable con dos finalidades posibles: persuadir a otro sujeto (para
promover una determinada acción) o transmitir un contenido con sentido de verdad
(fomentando el entendimiento).
Un argumento debe ser coherente y consistente, sin exhibir contradicciones. Sólo de este
modo logrará cumplir con sus objetivos, de lo contrario será rebatido o rechazado por el
receptor.
Este término que nos ocupa tenemos que decir que se convierte en un elemento de gran valor
dentro del ámbito judicial. Y es que son precisamente los argumentos los que se convertirán
en la clave para que un abogado consiga dejar patente la inocencia de su cliente o, en el caso
contrario, la culpabilidad del acusado contra el que va su defendido.
En cualquiera de las dos situaciones, lo que está claro es que ante el juez el letrado debe
presentar argumentos sólidos e irrefutables que dejan patente que lo que él defiende es la
absoluta verdad.
En concreto, entre los principales argumentos que puede utilizar la defensa para conseguir la
“victoria” en el juicio se encuentran la coartada, la irregularidad procesal, el causal de
justificación o el causal de exención de responsabilidad penal. Este último elemento es aquel
en el que el acusado reconoce haber cometido el delito pero también el que le fue imposible
evitarlo debido a una pérdida del conocimiento, a que estaba coaccionado, a que sufre
demencia o a que tiene una disminución de una capacidad.
Para la lógica, un argumento es un conjunto de premisas al que sigue una conclusión. Cuando
esta conclusión se sigue necesariamente de las premisas, se habla de un argumento
deductivamente válido.
Otro uso de argumento está vinculado a la materia o al asunto que se trata en una obra.
Cuando una persona narra el argumento de una película o de un libro, lo que hace es exponer
las ideas y acciones principales: “Es una comedia muy bien actuada, pero con un argumento
previsible”, “El argumento de la nueva película del cineasta causó una gran polémica en el
mundo árabe”.
En este caso, hay que exponer que suele confundirse el término argumento con los de sinopsis
y resumen. No obstante, la diferenciación que se puede hacer es la siguiente:
• Argumento, con el que en pocas líneas se intenta expresar de qué asunto trata la obra.
• Sinopsis, consiste en realizar un breve relato del libro o la película dando cuenta del
nombre de algunos personajes o de detalles más específicos.
• Resumen, sigue las líneas de la sinopsis pero es más largo que ella.

Códigos gestuales e icónicos de las diferentes culturas del País


Los códigos gestuales y el escenográfico

Hacen referencia a los gestos que manifiestan las figuras representadas así como a la
escenografía que le acompañan.
Lo que tantas veces se ha denominado “sexto sentido” no es más que una habilidad innata
para interpretar los gestos y miradas del contrario. Aprender a controlar la comunicación no
verbal es un área imprescindible para los negocios y otras facetas de la vida social.
Por lo tanto, definimos el lenguaje gestual como cualquier sistema organizado a base de
gestos o signos corporales, aprendidos o somategénicos, no orales, de percepción auditiva o
táctil , empleados por personas que, o bien no tienen una lengua común para comunicarse, o
bien están discapacitadas física o psíquicamente para usar el lenguaje oral. Estos signos y
gestos se emplean solos o en relación con la estructura lingüística y paralingüística; y con la
función comunicativa, tienen una función expresiva, apelativa u comunicativa. Un sistema
mímico muy evolucionado lo constituye el lenguaje de sordos. Posee dos tipos de signos: los
naturales, que representan ideas u objetos; y los signos sistemáticos o del método, que
transmiten letra a letra, o palabra a palabra, con lo que se convierte casi en un sistema de
escritura más que en un sistema de comunicación.
Se ha empleado un sistema mimético con los chimpancés para hacer algunos experimentos
que demuestren si una genuina comunicación abstracta- esto es, un lenguaje- es posible entre
animales menos evolucionados que los humanos. Los animales entendieron varios cientos de
gestos y emplearon unos cuantos. La opinión científica varía a la hora de aceptar si esos
hechos demuestran que poseen pensamientos abstracto y capacidad verbal, o su únicamente
se trata del aprendizaje de conductas muy complejas, que no sobrepasan los límites del
comportamiento..

La Iconografía es la descripción del tema o asunto representado en las imágenes artísticas,


así como de su simbología y los atributosque identifican a los personajes representados. El
término está construido por las raíces griegas εἰκών (eikón, imagen) y γράφειν (grapheïn,
escribir). Aunque el DRAE recoge la existencia de la palabra latina iconographĭa proveniente
de la griega εἰκονογραφία, tales términos no podían tener el sentido con el que se usa por la
bibliografía actual, sino otro, similar pero no idéntico: Descripción de imágenes, retratos,
cuadros, estatuas o monumentos, y especialmente de los antiguos. Tratado descriptivo, o
colección de imágenes o retratos.
Para la obra botánica, véase Iconographia Genera Plantarum.
Los matices de su diferencia conceptual con la iconología son poco precisos; y en realidad
se complementan. La iconografía se ocupa del origen y desarrollo de los temas figurados que
se representan en las obras de arte, mientras que la iconología descifra susignificado.3
La iconografía es la ciencia que estudia el origen y la formación de las imágenes, las
relaciones de las mismas con lo alegórico y losimbólico, así como sus respectivas
identificaciones por medio de los atributos que casi siempre las acompañan. Como parte de
lahistoriografía del arte, nació en el siglo XIX, pero se desarrolló en las décadas centrales del
siglo XX, vinculada estrechamente al Instituto Warburg de Londres, bajo la dirección del
historiador y crítico de arte Erwin Panofsky (Studies in Iconology -"Estudios sobre
iconología"-, 1939). Definía "iconografía" como "la rama de la Historia del Arte que se ocupa
del contenido temático o significado de las obras de arte en cuanto algo distinto de su forma";
y estableció un "método iconológico" para ello, en tres pasos: "descripción preiconográfica"
(únicamente sensorial), "análisis iconográfico" (identificación de las imágenes, historias y
alegorías contenidas en la obra, pero de forma meramente descriptiva, no interpretativa) y
"análisis iconológico" (donde se desarrolla la interpretación en función del contexto
histórico, cultural y social -"dilucidar la significación intrínseca o contenido, que se
aprehende investigando aquellos principios subyacentes que ponen de relieve la mentalidad
básica de una nación, de una época, de una clase social, de una creencia religiosa o filosófica,
matizada por una personalidad y condensada en una obra"-).4
A partir de entonces aparecieron numerosas monografías, enciclopedias y diccionarios de
iconografía. Entre los iconógrafos españoles está el historiador del arte Santiago Sebastián.
Los tres grandes campos de la iconografía son la mitología clásica, la mitología cristiana
(ambos, en principio inspiradores de arte religioso) y las representaciones seculares.
La pintura secular se hizo común a partir del Renacimiento, y desarrolló sus propias
tradiciones y convenciones iconográficas en lapintura de historia, que incluía los temas
mitológicos (desprendidos del valor religioso que tuvieron en la Antigüedad clásica, y que,
aunque teóricamente revivían la iconografía grecorromana, lo hacían con sus propias
convenciones y propósitos) la pintura de género e incluso la pintura de paisajes. En época
aún más reciente, la fotografía, el cine, el cartelismo y el comic desarrollaron iconografías
propias. En cuanto a cada artista individual, muchos de ellos desarrollaron iconografías tan
peculiares que quizá sólo hayan sido accesibles a ellos mismos (El Bosco, Fussli, William
Blake, Goya, Gaugin, Picasso, Marc Chagall, Frida Kahlo, Joseph Beuys).
La iconografía de la cultura popular ha sido objeto de la atención de la semiótica, la
antropología, la sociología, los estudios culturales y los estudios sobre los medios de
comunicación (Media Studies). Tales análisis han afectado a la forma en que la propia
historiografía del arte entiende la iconografía, especialmente por el concepto semiótico de
signo.5 Implica una lectura crítica de las imágenes y la exploración de los valores culturales
y sociales. En teoría cinematográfica (Film theory) los aspectos iconográficos se centran en
el lenguaje visual, particularmente en el campo de los estudios de género (cine de género -
Film genre-).

También llamados códigos verbales, donde se analizan los lenguajes dentro del mismo
lenguaje: cómo se dicen las cosas, más que su contenido. Para utilizarlo su principal
herramienta es la voz observando el tono, volumen, clasificación y calidad de la misma.
Normalmente es un lenguaje sencillo, común, fácil de entender (lenguaje coloquial); otros
son muy claros con buena dicción y sin modismos (lenguaje periodístico) si manifestar
emoción o sentimiento; también existen los descriptivos y muy objetivos (lenguaje de
testimonio).
Hay algo muy importante que destacar de los códigos sociales, es que van de la mano de los
códigos corporales, puesto que cuando hablamos nuestro rostro tiene una expresión facial
que denota:
* sorpresa
* melancolía
* triteza
* miedo
* optimismo, ect
Tenemos un contacto visual, así sea que estemos frente a una cámara, utilizamos emblemas,
ilustradores, reguladores (por ejemplo en los programas de tv quienes dan paso al
entrevistado o entrevistador, a los comerciales, etc) e incluso muestras de afecto.
Los códigos de comodidad utilizados por los hablantes como son la vestimenta, apariencia,
contacto físico y las mismas distancias, juegan un rol fundamental en una comunicación,
puesto que al utilizarlos de una manera errónea puede ser causal de malas interpretaciones.
Y por último pero no menos importante los códigos de conducta y regulatorios, aquellos que
nos permiten utilizar los protocolos adecuados, reglas, hábitos y conductas comunes en un
contexto, así como la jerga legal o esotérica según la profesión que se tenga.

DIFERENTES DIALECTALES
En lingüística, la palabra dialecto1 hace referencia a una de las posibles variedades de una
lengua;2 frecuentemente se usa el término dialecto para referirse a una variante geográfica
de una lengua asociada con una determinada zona (de ahí que también se use como término
sinónimo la palabra geolecto o, en terminología de Eugenio Coseriu, las expresiones variedad
sintópica y norma espacial). Más concretamente, un dialecto es:
Un sistema de signos desgajado de una lengua común, viva o desaparecida, normalmente,
con una concreta limitación geográfica, pero sin una fuerte diferenciación frente a otros de
origen común.
El número de hablantes y el tamaño de la zona dialectal pueden ser variables y un dialecto
puede estar, a su vez, dividido en subdialectos (o hablas).
Independientemente de la antigüedad del término, su uso lingüístico se inicia a finales del
siglo XIX cuando la lingüística histórica dio paso a la aparición de la dialectología como
disciplina lingüística dedicada específicamente a las variedades geográficas de las lenguas.
Los dialectos han de ser entendidos como variantes geográficas condicionadas
históricamente, esto es, la historia de los contactos lingüísticos es el factor que determina la
diferenciación dialectal. Como causas de la variación dialectal se señalan, habitualmente, las
siguientes:
El origen de los pobladores que, hablando la misma lengua, ya presentaban diferencias
dialectales de origen;
La influencia de otra lengua sobre una parte del dominio lingüístico; y
La separación territorial que da lugar a evoluciones diferenciadas.
Con todo, la delimitación del concepto de dialecto es un proceso delicado en lingüística,
porque exige una adecuada caracterización de la lengua del territorio, la precisión de su
filiación histórica y unos rigurosos análisis sociolingüísticos y estudios de actitudes
lingüísticas por parte de los hablantes.5 Además, obliga a manejar también un determinado
concepto de lengua, respecto del que se define el primero, algo que no está tampoco exento
de dificultades.
Como elemento añadido a la hora de dificultar la precisión conceptual de ambos términos,
históricamente, la política lingüística de determinadas comunidades ha podido usar la palabra
dialecto con un valor peyorativo, con el objeto de privilegiar como vehículo de expresión
oficial a una determinada lengua en perjuicio de otra u otras a las que, como forma de
descalificación, se les ha aplicado dicho término; en este otro sentido de la palabra, dialecto
haría referencia a un sistema lingüístico que no alcanza la categoría de lengua.
Al igual que ocurre con el caso de lengua, las definiciones del término dialecto no son muchas
veces coincidentes entre los especialistas.

Con todo, se asume como principio básico que, lingüísticamente, no hay justificación para
una distinción entre las realidades a las que ambos hacen referencia; esto es, tanto un dialecto
como una lengua son «lenguas», en el sentido de sistemas de comunicación verbales, por lo
que la explicación y justificación de ambos conceptos debe hacerse teniendo en cuenta
criterios extralingüísticos. Un dialecto, por tanto, sería una variedad regional derivada de otra
lengua matriz. El castellano, gallego o catalán serían, por tanto, dialectos del latín
independientemente de su categorización como lenguas. El andaluz o murciano serían
dialectos meridionales del castellano, en cuanto derivan y son variantes lingüísticas del
idioma castellano sin llegar a tener el rango necesario para considerarse lenguas
independientes del español.

Manuel Alvar, con todo, reconoce como posible esta acepción de dialecto, que sería la de
sistema lingüístico que no alcanza la categoría de lengua; a tal efecto, previamente identifica
las lenguas con sistemas bien diferenciados y bien nivelados en su norma de su uso, y que
poseen una tradición literaria relevante. Por lo demás, por debajo del dialecto estarían
conceptos más específicos como habla regional (peculiaridades expresivas de una zona sin
la coherencia del dialecto) y habla local (un conjunto de rasgos poco diferenciados pero
característicos de una muy concreta zona geográfica).

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