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Versículo:
Isaías 46:4
Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados,
yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os
libraré.
Salmos 71:18
Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, Hasta que
anuncie tu poder a la posteridad, Y tu potencia a todos los que han de venir.
Introducción
Y Dios hoy nos trae una palabra de aliento, para que todos los que estamos
aquí comprendamos que aun en la vejez, a pesar de la edad, alguna
enfermedad o limitación que se pueda tener, están en una etapa donde Dios
ha prometido que los sostendrá y que ustedes pueden experimentar su
poder y dar a conocer a los demás las maravillas que puede hacer nuestro
Dios.
Por eso yo les voy a contar 3 historias de la biblia, de ancianos que fueron
testigos del poder de Dios.
● Sara y Abraham: la biblia nos dice que ellos ya eran viejos, de edad
avanzada, imaginense que Sara ya no menstruaba; sin embargo, Dios
le dio la promesa de que ellos serían padres y su hijo se llamaría Isaac,
se cumplio pues el tiempo y efectivamente Sara dio a luz.
Esto nos da a entender que Dios puede hacer cosas en nosotros y con
nosotros maravillosas, él puede sanarte de cualquier enfermedad, dolor que
tengas en el corazón y puede darte gozo aun en tu vejez.
Y les quiero decir que Dios conoce la historia de cada uno de ustedes y sus
hijos y demás familiares le darán cuenta a Dios, por no darles el valor y
amor que ustedes merecen, Por eso hoy Dios les recuerda que ustedes son
valiosos, son sus hijos y él dio su vida para salvarles y también puso en el
camino de ustedes a la hna AnaBeiba para que fuera esa Rut en la vida de
cada uno de ustedes.
Todos ustedes han sido elegidos por Dios, si ustedes deciden obedecer su
palabra y dicen Dios yo te acepto como mi padre y señor, él promete que
aun en medio de la escasez, enfermedad y el dolor ustedes podrán
experimentar el gozo de la salvación, ese gozo que trae paz au en la
tormenta.
Con todo lo que Dios nos ha hablado en este momento, el deseo que
guardemos en nuestro corazón lo siguiente: