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APENDICE

Aspectos claves para hablar eficazmente en público


Los temas que componen este Apéndice, ofrecen al estudiante técnicas para alcanzar el éxito
cuando tienen que hacer uso de la palabra para expresarse ante un grupo. Se requiere un
enfoque apropiado para hablar con eficacia y ofrecer técnicas probadas y expresadas tan
concisas y completas como sea posible. El disertador experimentado encontrará aquí pocas
ideas nuevas, más todo aquel que hace uso de la palabra, no importa lo hábil que sea,
necesitará tener presente estas técnicas elementales.
Los temas están organizados en forma cronológica de acuerdo con los pasos que normalmente
habrá de seguir el orador: preparar, organizar y seleccionar el material de apoyo apropiado;
decidir el modo de empezar y terminar el texto y, finalmente, hacer en sí la exposición verbal del
texto. Aún cuando estos pasos elementales se aplican a cualquier tipo de exposición hablada,
existen algunas variaciones importantes para adaptarse a los distintos tipos de presentación. De
aquí que en estos temas invariablemente señalaré las distinciones entre los tres tipos de
presentación: el informe (briefing), la conferencia docente y el discurso formal.
De nuevo, esta serie de temas no ha de considerarse como una regla obligatoria para el acto de
pensar. Casi todo principio, técnica o sugerencia es susceptible a las excepciones. En realidad,
el único principio que nunca cambia es que todo orador eficaz siempre está dispuesto a
amoldarse a su audiencia. Por esta razón, los otros principios pueden modificarse, si así lo
requieren las necesidades de quienes le escuchan.
Preparándose para exponer ante un grupo
Recientes estudios indican que hablar frente a un grupo de personas representa, con mucho, el
mayor temor de las personas. Excede aún al temor de viajar en avión o de fracasar en otras
áreas de la propia vida personal.
A menos que usted sea un caso excepcional, en cierta ocasión de su vida en que usted dirigió la
palabra a un grupo de personas, las rodillas le empezaron a temblar, la voz se le tornó
temblorosa, le dolía la cabeza y el único lugar seco en su cuerpo era el interior de su boca. Le
surgieron entonces extraños espasmos musculares y uno de sus párpados empezó a temblar
incontrolablemente. Sus piernas se sentían como hechas de caucho blando. Y entonces ocurrió
lo inesperado: la memoria, de por sí y sin ninguna razón aparente, se le escapó. En ese instante
usted se prometió a sí mismo que nunca más llegaría a encontrarse otra vez en esa situación.
Aún cuando el temor a hablar en público es muy común, hay estudios que indican que una de
las cualidades más admiradas en otras personas es su habilidad para hacer uso de la palabra
frente a un grupo de oyentes. Aún más, en igualdad de condiciones, el individuo que puede
comunicar sus ideas claramente tendrá mayor éxito en la vida. De aquí en adelante estos
artículos están dedicados a ofrecer ayuda al lector para llegar a ser el tipo de orador que otras
personas admiran: el tipo de individuo que llena su cometido cabalmente cada vez que tenga
ocasión de hablar en público.

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Tipos de oratoria
Al hacer uso de la palabra, existen varios tipos de expresión que son comunes en la
Universidad. Aún cuando la mayoría de las técnicas y principios generales son aplicables a
todos los tipos, existen algunas diferencias.
Informes ú Orientación (briefing)
La sesión más eficaz de informe ú orientación académica es concisa y objetiva. Su propósito
primordial es informar — acerca de la misión, método, operación o concepto. En ocasiones se
emplea para transmitir directivas — para habilitar a los oyentes con el fin de realizar un
procedimiento o cumplir instrucciones. En otras ocasiones sirven para apoyar o persuadir —
como en los casos de favorecer cierta solución o bien llevar a los oyentes a aceptar tal solución.
Por ejemplo, el Director General de un hotel podría insinuar a otros directivos superiores que
acepten determinada solución. Toda buena sesión de informe se caracteriza por su exactitud,
brevedad y claridad. Esto es la clave de éxito de la buena presentación de información. La
exactitud y la claridad caracterizan toda buena comunicación oral, pero el informe se distingue
de otros tipos de comunicación por su brevedad. Por definición, la sesión de informe ú
orientación es breve, concisa y directa.
Conferencia docente
Gran parte de la comunicación verbal en la Universidad está dedicada a la enseñanza. La
conferencia es el método de instrucción empleado con más frecuencia. Como su nombre lo
indica, el propósito primordial de la conferencia docente es enseñar o informar a los estudiantes
sobre un tema dado. Por conveniencia, las conferencias docentes pueden dividirse según los
tipos siguientes: (1) conferencias formales en que la comunicación generalmente es unilateral,
es decir, sin la participación verbal de los estudiantes y (2) conferencias informales, ofrecidas
usualmente a pequeños grupos de oyentes que permiten intercambios verbales entre el profesor
y los estudiantes.
Discursos
Los discursos obedecen generalmente a uno de los tres propósitos siguientes: informar,
persuadir o entretener.
El discurso informativo consiste en una narración referente a un tema específico pero no
comprende un esfuerzo sostenido para enseñar. Los discursos dirigidos a asociaciones
profesionales, círculos o clubes civiles, así como las charlas de orientación y las presentaciones
requeridas por políticos o militares son ejemplos de discursos para informar.
El discurso persuasivo está dedicado a promover entre los oyentes una creencia o acción
sobre determinado tema, producto u otro asunto. Los discursos de reclutamiento dirigidos a
clases de estudiantes de segunda enseñanza, así como los dedicados a defender presupuestos,
son todos primordialmente discursos para persuadir.
Los discursos o charlas para divertir o entretener están dedicados a recrear a los oyentes.
Con frecuencia, el orador asume un lenguaje humorístico y vívido como medio principal para
entretener a los oyentes. Una charla dada durante un banquete puede considerarse como un
discurso para entretener.

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La Audiencia
Hablar para escuchar la voz propia puede servir para alentar el ego y aún para promover la
autopersuasión, pero cualquiera que sea el tipo de discurso que usted presente, el objetivo ha
de ser la comunicación con otras personas. La premisa fundamental ha de ser, pues, que toda
comunicación hablada debe tener como centro la audiencia. Toda vez que los oradores tienen la
responsabilidad primordial de adaptar el mensaje a sus oyentes, necesitan tener el mayor
conocimiento posible de su auditorio.
Análisis del auditorio
Existen dos métodos dignos de confianza para obtener información sobre el grupo de oyentes.
Cuando estos métodos se aplican conjuntamente, el resultado puede ser muy útil. El primero
consiste en organizar toda información disponible sobre los oyentes. El conocimiento de
variables como su edad, sexo, clase social o profesional, y experiencia puede ayudar a
relacionarse con el auditorio. Si una o más de estas variables, u otras similares, constituyen un
obstáculo entre usted y sus oyentes, se debe prestar entonces atención especial a la manera de
recalcar las semejanzas y reducir las diferencias.
El segundo método, cuando usted no ha hablado ante un grupo determinado con anterioridad,
consiste en consultar antes con otra persona que lo haya hecho. Es posible que un amigo o
colega ya haya hablado anteriormente ante el mismo grupo y puede informarle sobre lo que
puede esperar. En el caso de un club local o un grupo estructurado, por lo regular el orador se
verá asediado por interrupciones y hasta provocaciones. Imagínese el disgusto del orador que
no está familiarizado con esta reacción del público y que toma a pecho estas interrupciones y
posibles insultos. Por supuesto que la conducta de tal auditorio sería un caso bastante extremo
y puede que no sea la manera apropiada de reaccionar por parte de los oyentes. En todo caso,
es mejor saber de antemano sobre estos detalles antes de hacer uso de la palabra.
Actitud de los oyentes
En el caso anterior, el orador mal informado podría asumir equivocadamente que su auditorio es
antagónico. Más, en ciertas ocasiones, es posible que usted tenga que confrontar oyentes
hostiles. En esas circunstancias, las emociones del auditorio son tan exageradas que resulta
muy difícil establecer una comunicación eficaz.
Casi seguro que usted nunca tendrá que hablar ante una audiencia tan hostil, pero es posible
que tenga que hablar ante un grupo moderadamente opuesto, ya sea hacia usted como persona
o hacia las ideas que usted tenga. ¿Qué podría hacer en este caso? Si se asume que tiene la
determinación para hacerse oír y que los oyentes están dispuestos a darle la oportunidad, con
frecuencia la hostilidad puede vencerse. Claramente, su primera labor como orador en este caso
ha de ser cambiar la actitud de su auditorio, o al menos a una disposición amistosa, a una
posición más neutral. Sus posibilidades de éxito serán mucho mayores si, de algún modo, logra
usted ganarse la simpatía de sus oyentes. Con frecuencia, esto puede alcanzarse mediante una
o varias de las técnicas siguientes:
1. Evite una actitud vanidosa o antagonista.
2. Demuestre un genuino interés por sus oyentes.
3. Exteriorice sentimientos de amistad y entusiasmo por sus oyentes.
4. Ponga énfasis en las similitudes entre usted y sus oyentes.

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5. Sea honesto y sincero.
6. Emplee chistes o agudezas jocosas de buen gusto, sobre todo si las aplica a su propia
persona.
7. Señale su amistad con otras personas que gozan de alta estimación entre los oyentes.
8. No permita que las comunicaciones negativas y no verbales de su comportamiento
contradigan sus palabras.
9. Demuestre que usted es un experto en el tema que presenta y que lo ha estudiado a
fondo.
10. Evite presentar la idea principal o la conclusión al principio del discurso. Ofrezca, primero
los hechos en que usted y sus oyentes están de acuerdo, y, entonces, vaya elaborando
hasta presentar las conclusiones.
La mayoría de las audiencias exhibirán una actitud amistosa, pues están integrados por grupos
de oyentes que, en su mayor parte, han asumido una disposición favorable hacia su persona
como orador. La mayor parte de ellos desea que usted haga una buena presentación. Aún más,
por lo general no albergarán sentimientos violentos de desacuerdo respecto a sus puntos de
vista. Una charla informativa ofrecida a miembros de su propia organización, un discurso ante un
club local o, bien, una conferencia docente ofrecida en una sala universitaria son todos ejemplos
del uso de la palabra ante audiencias de disposición amistosa.
El Tema
La selección de un tema apropiado para una charla informativa o una conferencia docente en la
Universidad no constituye un problema frecuente en el curso normal de sus actividades.
Raramente tendrá que escudriñar para encontrar un tema adecuado para su presentación. Los
temas son implícitos en la labor del conferencista. Un informe dirigido al personal, por ejemplo,
surge de la necesidad de comunicar ciertos datos sobre un tema dado. Una conferencia docente
se ofrece para cubrir un requerimiento especial del plan de estudios. Por otro lado, un discurso
formal para persuadir, informar o distraer puede ofrecerle más latitud en cuanto a la selección
del tema apropiado.
Selección del tema
En ciertas ocasiones, el grupo de oyentes puede determinar —por lo menos en parte— el tema
que usted va a presentar. Una institución, por ejemplo, puede invitarlo a hablar sobre una labor
determinada, un pasatiempo de su gusto o, bien, sobre un proyecto de la comunidad a su cargo.
En otras ocasiones, la selección del tema se dejará enteramente a su propia discreción. Sin
embargo, casi siempre usted estará en libertad de escoger el área o aspecto particular del tema
que se desea hacer resaltar. Existen varias interrogaciones que pueden considerarse sobre el
tema o aspectos del mismo al hacer su presentación:
1. ¿Es éste el mejor tema que puedo concebir? Esta es ciertamente una pregunta difícil,
pero usted puede contestarla con acierto si se consideran determinados asuntos. Por
regla general, una cuidadosa selección del tema o aspecto del mismo, después de
paciente consideración, dará como resultado una mejor opción que “tomarlo por los
pelos”, que es una característica de muchas búsquedas de temas apropiados.

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2. ¿Es éste un tema que ya conozco en parte y del cual puedo encontrar más datos? Si no
es así, tal vez sea mejor que busque otras fuentes. No hay substituto para un
conocimiento completo y acreditado sobre el tema.
3. ¿Tengo interés en el tema? Si usted no está interesado en la materia objeto de la
presentación, encontrará tediosa la labor de preparación y, además, encontrará difícil
captar el interés del auditorio. Una charla sobre un proyecto de servicio a la comunidad
que le ha tomado muchas horas de trabajo o, bien, un nuevo programa que usted ha
ayudado a realizar serán probablemente temas más a tono con sus ideas, en
comparación con otra materia o asunto hallado en la lista de temas propuestos.
4. ¿Es apropiado el tema para el grupo de oyentes? ¿Concuerda la materia con la
capacidad intelectual del grupo? ¿Es el tema de interés para ellos? Un tema puede ser
apropiado o atractivo si encierra un interés vital para el bienestar de los oyentes, si ofrece
soluciones para sus problemas, si se trata de un tema nuevo o de actualidad o, bien, si
existe un conflicto de opinión sobre el mismo.
5. ¿Puede presentarse adecuadamente el tema o aspectos del mismo en el tiempo
destinado para la presentación? Uno de los mayores problemas que confrontan muchos
oradores consiste en no restringir el tema de su presentación. Debido a este problema,
generalmente suceden una de dos cosas al orador: (a) presentación inadecuada del tema
o (b) presentación prolija. Ambas soluciones son contraproducentes.
Limitación del tema
Hay temas tan amplios y complejos que no es posible hacerles justicia en un solo discurso. En
diez minutos no se puede decir mucho sobre la “Industria turística”, pero tal vez se pueden
presentar adecuadamente temas tan limitados como “Los servicios de un hotel de playa” o “El
producto cultural en el Hotel Nacional”. A veces hay oradores que se empeñan en presentar
temas que son demasiado amplios. Se puede limitar un tema extenso mediante la reducción de
lo general a lo específico. El tema general y abstracto titulado “El Desarrollo del Turismo
Mundial”, por ejemplo, puede limitarse satisfactoriamente reduciéndolo a un subtema más
concreto y específico, como “El turismo de Eventos en el Caribe”. He aquí los pasos a seguir
para limitar este tema:
• El desarrollo del turismo mundial (demasiado abstracto)
• El turismo en las Américas (no mejora mucho)
• El desarrollo del turismo de Eventos e Incentivos (un comienzo en buena dirección)
• Turismo de eventos e incentivos en el Caribe (un poco más específico)
• El turismo de Congresos en el Caribe hispano (algo más concreto)
• Actualidad y perspectiva del turismo de Congresos en Cuba (un tema apropiado)
Reduzca el tema tomando en cuenta sus propios intereses y cualificaciones, las necesidades y
demandas de los oyentes, y el tiempo que se le ha fijado para su presentación.
Selección del Título
El título es un rótulo específico aplicado al discurso — un lema o encabezamiento de anuncio
que capta el espíritu del discurso e incita la curiosidad de la audiencia probable. Por lo general,

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la redacción exacta del título no se decide hasta que se haya completado la redacción del
discurso. En otras ocasiones puede suscitarse en la mente en el curso de la composición del
discurso. Aún más, en ciertas circunstancias, puede surgir temprano en su mente y servir de
guía al plan de redacción. Un título eficaz debe ser pertinente, provocativo y breve.
Las audiencias repudian los títulos engañosos. Si el discurso trata sobre comunicaciones, debe
haber entonces alguna referencia a la comunicación en el título. Por otro lado, no incluya en el
título palabras meramente para atraer la atención si no tienen que ver con el discurso en sí. “El
Undécimo Mandamiento” es un título apropiado para un discurso que señala el hecho de que el
mandamiento “No dejes que te sorprendan”, aparentemente parece reemplazar algunos de los
otros mandamientos. “Una palmada en la espalda y un tapaboca” es ciertamente un título más
estimulante que “Cómo pueden afectar a nuestros niños los refuerzos positivos y negativos”.
“Usted puede comunicarse” es más breve y estimulante que “La imposibilidad del fracaso en las
comunicaciones”.
Aún cuando los tres títulos anteriores son todos bastante llamativos, algunas veces el enfoque
directo es muy eficaz. Considérese el título tan descriptivo mencionado anteriormente,
“Actualidad y perspectiva del turismo de Congresos en Cuba”. Un discurso o conferencia sobre
la facultad de escuchar eficazmente podría titularse simplemente ”Escuchando con eficacia”.
Estos dos títulos son pertinentes y estimulantes (debido a la mención del tema), además de ser
breves.
Objetivos
Los propósitos de la comunicación hablada —informar, persuadir y distraer— son importantes.
Pero la reacción general y la reacción específica que se espera del público tras la presentación
hablada son también de gran valor.
Reacciones generales
Los propósitos de la presentación hablada suponen ciertas clases de reacciones generales que
se desean por parte del público. Una presentación informativa busca el entendimiento o
comprensión de los oyentes. Una presentación persuasiva intenta provocar un cambio de
creencias, actitudes o conducta. Una presentación para distraer persigue servir de diversión o
recreo del auditorio o, bien, en alguna otra forma promover la alegría de los oyentes.
Reacciones Específicas
Además de los tres amplios propósitos o intenciones ya citados, existen propósitos más
concretos, denominados fines u objetivos, al hacer uso de la palabra. Una eficaz presentación
oral conlleva objetivos inmediatos y específicos, expresados en términos de la reacción
esperada por parte de los oyentes. Estos objetivos concretos incluyen los propósitos más
amplios de información, persuasión o entretenimiento. Los objetivos no establecen lo que ha de
hacer el orador. Más bien determinan lo que el orador desea que los oyentes entiendan, crean,
sientan, hagan o encuentren divertido. Los ejemplos siguientes ilustran las relaciones entre los
propósitos generales del tema y los objetivos específicos:
1. Tema: De Los Palacios al Meliá Las Américas
Propósito: Diversión
Objetivo: Para que los oyentes se deleiten con un trance chistoso de un joven pinareño de Los
Palacios que pasa por la transición de unas vacaciones en Meliá Las Américas.

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2. Tema: Usted no puede dejar de comunicarse
Propósito: Informar
Objetivo: Para que los oyentes entiendan lo que constantemente les estamos comunicando ya
sea verbal o no verbalmente.
3. Tema: Igualdad para todos
Propósito: Persuadir
Objetivo: Para que los oyentes se dediquen al principio de la igualdad racial y social para
todos.
Selección del Material
Habida cuenta del propósito general y del objetivo concreto, estará usted entonces en
condiciones para recolectar datos sobre el tema. La fuente del material ha de ser el fruto de su
propia experiencia o de la de otras personas, obtenida a través de conversaciones, entrevistas y
material escrito u observado. Con frecuencia se puede extraer información de todas esta fuentes
para una sola presentación.
Experiencia Propia
El primer paso en la búsqueda de datos para una presentación oral consiste en acumular toda
clase de conocimientos personales sobre el tema. Un inventario personal de sus conocimientos
puede sugerir una organización personal del material, pero, aún más importante, también
deberá señalar vacíos a través de todo el material conocido, lo que requiere información
adicional.
Experiencia Ajena
El segundo paso en el proceso de encontrar información apropiada consiste en aprovechar las
experiencias de otras personas. Los individuos interesados en el tema en cuestión pueden
proporcionar muchas ideas nuevas en el curso de una conversación. Pero, por supuesto, la
fuente más fructífera es el experto en la materia. Los expertos ayudarán a aclarar su
pensamiento, aportarán datos sobre hechos verídicos y le recomendarán buenas fuentes para
continuar sus investigaciones. Sus sugerencias sobre fuentes adicionales le ayudarán a limitar la
búsqueda de datos y evitar así la investigación a través de un gran cúmulo de material
informativo.
La Biblioteca y otras fuentes de información, incluyendo Internet
El tercer paso en la búsqueda de material consiste en las investigaciones hechas en la
biblioteca. Las bibliotecas y centro de información modernos nos ofrecen abundantes fuentes de
información — libros, diarios y semanarios, revistas populares y profesionales, extractos,
archivos alfabéticos de materias, microfilmes, etc. La búsqueda en Internet permite actualizarse
en el tema escogido. Se deberá observar un interés constante respecto a la exactitud e
importancia del material. De aquí que, por ejemplo, el empleo de material impreso, allá por el
año 1950 para entender la televisión de hoy en día, probablemente conduciría a conclusiones
inexactas e improcedentes.

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Evaluación del Material

El siguiente paso en el proceso de investigación del material apropiado para la presentación


hablada se refiere a la evaluación de los datos reunidos. Probablemente encontrará usted que
dispone de suficiente material para varias presentaciones orales. Si es que todavía no ha
iniciado la organización del material para su presentación, es preciso que lleve a cabo ahora esa
tarea. A continuación se deberán seleccionar las mejores referencias para apoyar las distintas
aseveraciones que usted desee exponer. La siguiente tarea consiste en preparar una buena
introducción y una buena conclusión para su presentación oral.

Como organizar la charla

Una organización clara de la charla es fundamental para poder hablar eficazmente. La


deficiencia más notable entre los oradores a todos los niveles es el no haber organizado el
material para su audiencia. Los oradores tienen la responsabilidad de llevar mentalmente a su
audiencia desde donde se encuentra al comienzo de la charla hasta donde se suponen que
estén al finalizar la misma. Dicho mensaje debe organizarse con sus oyentes en mente; la
organización debe ser cónsona con los procesos de pensar y las expectativas del público.
Cada discurso, charla y presentación necesita una introducción, un desarrollo y una conclusión.
En vista de que el desarrollo o cuerpo de la charla sirve de guía para redactar la introducción y
la conclusión, en la mayoría de los casos éstas deben redactarse después del cuerpo de la
charla.
Lo primero que se debe tomar en cuenta al redactar el cuerpo es cómo organizar las
consideraciones principales, no obstante la organización de los sub-argumentos también es
importante. El arreglo de los puntos principales y los sub-puntos ayudarán tanto al orador como
a la audiencia a recordar el material, v.gr., al orador mientras habla y al público mientras
escucha.
La mayoría de las presentaciones orales, indistintamente de su duración, pueden dividirse en
dos a cinco puntos principales. Cinco es el número máximo de consideraciones en una charla
que se puede esperar que el público recuerde.
Las maneras más comunes de organizar los puntos principales y los sub-puntos de una charla
son por patrones: tiempo, espacio, causa y efecto, problema y solución, pros y contras, o tema.
Es más, tal como se ilustra a lo largo de este artículo, ciertas estrategias pueden emplearse con
cada patrón. ¿Cómo decide un orador los patrones y estrategias que va a emplear? A veces el
material se organiza más fácilmente con un patrón y una estrategia que con otro. Tome en
cuenta cuántos patrones y estrategias se pueden emplear para organizar los puntos claves.

Tiempo

Nuestro vocabulario contiene una plétora de palabras relacionadas con el tiempo: ahora,
mañana, ayer, hoy, más temprano, más tarde, la semana (mes, año) pasada[o] (próxima[o]).
Trabajamos, jugamos, dormimos y comemos a ciertas horas. Los sucesos más importantes en
nuestras vidas están organizados por tiempo: nacimientos, compromisos, matrimonios,
fallecimientos. Por ende, el tiempo, o el patrón cronológico de la organización, es una manera
natural de arreglar los sucesos en la secuencia u orden según sucedieron, o de facilitar

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direcciones en cuanto al orden a seguirse para llevar a cabo esos sucesos. Este tipo de
organización a menudo se le conoce como organización consecutiva o cronológica. A menudo la
mejor manera de explicar ciertos procesos, procedimientos o tendencias y desarrollos históricos
es mediante un patrón organizacional en secuencia de tiempo.
El técnico médico al tratar de explicar el sistema de respiración artificial de boca a boca,
probablemente utilizaría un orden de tiempo para los puntos principales: (1) pasos preliminares
para preparar el cuerpo: posición adecuada, lengua y quijada hacia adelante, (2) el proceso de
boca a boca, (3) cómo cuidar al paciente una vez que comienza a respirar.
Ordenar en secuencia de tiempo es también una manera lógica de enfocar charlas que tengan
que ver con temas tales como: “Cómo empacar un paracaídas”, “Estructura de la normativa
hotelera”, o “Cómo redactar un discurso”. Además, toda charla sobre un tema con varias fases
se presta para el patrón de tiempo.
Por ejemplo, una charla con un objetivo para que el público sepa que el mercado común fue
originalmente planificado para que tuviera lugar en tres fases podría constar de los siguientes
puntos principales: (1) primera fase, una fusión de aduanas donde los países acuerdan reducir
sus tarifas, (2) segunda fase, una unión económica que le permite a los trabajadores y a las
mercancías circular libremente a través de las fronteras y (3) tercera fase, una unión política con
representantes nacionales en calidad de miembros de un parlamento común y utilizando una
moneda común.
Por supuesto, en vez de mirar hacia el futuro en un momento determinado, la estrategia podría
ser mirar en retrospectiva desde un momento determinado. En otras palabras, la estrategia
podría ser moverse desde un tiempo reciente a uno más temprano en vez de más tarde.
Indistintamente de la estrategia que se emplee, el flujo de la charla y las transiciones de un
punto al otro deben aclararle a la audiencia la relación cronológica entre los puntos principales.
Espacio
Un patrón relativo al espacio geográfico es muy eficaz para describir las relaciones. Al usar este
patrón, la charla se desenvuelve según alguna estrategia direccional tal como de este a oeste, o
norte a sur. Por ejemplo, si el orador describiera la teoría del efecto de dominó del
neoliberalismo, la estrategia probablemente sería arreglar los puntos principales según la
ubicación geográfica de varias naciones y cómo éstas se hubiesen afectado en su región
geográfica.
En aquellas charlas donde se tratan ciertos objetos, la estrategia sería la de arreglar los puntos
principales de arriba hacia abajo o viceversa. Un extinguidor de incendios podría describirse de
arriba hacia abajo, un organigrama desde el individuo con más rango a los de menos rango
dentro de la organización, una biblioteca según los servicios que presta en el primer piso, luego
en el segundo y por último en el tercero.
A menudo, la estrategia es ordenar la charla desde el centro hacia afuera. Por ejemplo, se
puede hablar del desempeño de un hotel partiendo de la organización interna y luego moverse
hacia los servicios que oferta la instalación y los clientes o huéspedes.
En todas las charlas que se ordenan según un patrón relativo al espacio, cada aspecto o punto
principal debe presentarse según la estrategia que se emplee. Al igual que en una charla
ordenada según el tiempo, el tema y las transiciones deben incluir la elaboración y clarificación

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de cómo los puntos principales se relacionan entre sí. Una simple lista de los distintos objetos o
lugares sin una elaboración de cómo están relacionados podría confundir a la audiencia.
Causa y efecto
El patrón de causa se emplea en una charla donde un conjunto de condiciones se da como
causa de otro conjunto. En tales charlas, una de dos estrategias básicas se puede emplear para
ordenar los argumentos principales. En una estrategia de causa y efecto se comienza con un
conjunto de condiciones existentes y sostiene que éstas ocasionarán o que han ocasionado
ciertos resultados o efectos. En una estrategia de efecto y causa se toma un cierto grupo de
condiciones como los efectos y se alega que son el resultado de ciertas causas.
La estrategia de causa y efecto se podría emplear en una charla relacionada con el incremento
del número de mujeres en el sector industrial. En primer lugar, la charla podría tratar el hecho de
que en la actualidad las mujeres están desempeñando papeles de liderazgo en el sector
turístico. Un resultado de que las mujeres desempeñen dichos papeles podría ser que hay más
mujeres ingresando en las empresas turísticas.
La estrategia de efecto y causa podría utilizarse en una charla sobre el abuso infantil. En el
primer punto se explicarían los efectos del abuso infantil en los niños, los padres e incluso la
sociedad. En el segundo punto se podría alegar que las causas son que los padres en sí fueron
abusados en su infancia o que no recibieron la educación adecuada sobre cómo ser padres.
Indistintamente de la estrategia que se emplee, hay dos precauciones que deben observarse.
(1) Esté alerta de causas falsas. Solo porque un evento va seguido de otro no significa que el
primero causó el último. Muchas personas dan por sentado que “A sucedió primero, luego B
tuvo lugar, por lo tanto A ocasionó B”. (2) Esté alerta de causas individuales. Pocas cosas son el
resultado de una sola causa. Muchas causas son más comunes donde una tiene incidencia
sobre otra hasta el punto que es difícil distinguirlas. La falta de características de seguridad en
los automóviles no constituye la única causa de la mayoría de los accidentes en las carreteras,
pero esta causa, más el manejar irresponsablemente o las carreteras inseguras, podrían
explicar muchos de los accidentes en las carreteras.

Problema y solución

Este patrón, algunas veces conocido como el patrón de enfermedad y remedio, o el patrón de
necesidad y satisfacción, le presenta al público un problema y luego le propone una manera de
resolverlo. En este patrón se debe mostrar que hay un problema y después ofrecer una forma de
corregirlo que sea (1) práctica, (2) deseable, (3) capaz de ponerse en práctica y (4) capaz de
aliviar el problema. También debe ser una que no introduzca males nuevos o peores que los
propios. Por ejemplo, el tema del control de las armas nucleares se ha tratado por mucho
tiempo. Aquellos en contra, alegan que el desgaste de la soberanía nacional que proviene del
control de armas es más peligroso que ningún control.
El patrón de problema y solución es especialmente útil en presentaciones cuya finalidad es la de
proveerle al público información sobre la cual pueda basar sus decisiones. Si el público está
consciente del problema y sus posibles soluciones, usted probablemente hablaría brevemente
sobre el problema, mencionaría las posibles soluciones y emplearía más tiempo en mostrar por
qué una solución es mejor que las otras. Por ejemplo, si el objetivo es que el público comprenda
que la energía solar es la mejor solución para la crisis de la energía, nuestros puntos principales

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serían: (1) El mundo está al borde de una crisis de energía. (2) Hay varias soluciones
disponibles. (3) La energía solar es la mejor solución a largo plazo.
Si el público no está, o está ligeramente, consciente del problema o la necesidad, usted
describiría detalladamente la naturaleza exacta del problema. Algunas veces, cuando el público
está consciente del problema, la solución es más obvia y se necesita de menos tiempo para
elaborar la solución en la lección. En otras ocasiones, tendría que pasar más tiempo elaborando
tanto el problema como la solución.
Otra estrategia consiste en alternar o arreglar en intervalos porciones del problema con
porciones de la solución. Por ejemplo, el costo de un proyecto podría constituir un problema, su
viabilidad otro y el tiempo para llevar a cabo el proyecto el tercero. Si se toma cada porción y a
su vez se proveen soluciones en cuanto al costo, la viabilidad y el tiempo, en la medida en que
presenten estos aspectos del problema sería más aceptable para el público, que si hubiese
tratado todo el problema y luego su solución total. El patrón de problema y solución es bueno
para breifings de promoción o de persuasión.
En pro y en contra
El patrón de en “pro y en contra”, a menudo conocido como el patrón de “a favor y en contra” o
de las ventajas y desventajas, es similar al patrón de problema y solución en que, a menudo, la
charla está planificada de manera que conlleve a una solución. No obstante, una diferencia
importante es que la atención repartida equitativamente está, por lo regular, dirigida hacia
ambos lados de un tema con un patrón de pro y en contra.
Hay varias estrategias a considerar cuando se usa el patrón de pro y en contra. Una de ellas es
si se debe o no presentar primero el pro o el contra. Otra es si se deben presentar ambos lados
y permitir que el público saque sus propias conclusiones o presentar el material de tal manera
que el público llegue a aceptar la “solución de la escuela”. Por ejemplo, en una charla sobre los
efectos de caminar, usted debe decidir si primero le presenta al público las ventajas o las
desventajas. Luego, debe decidir si debe o no permitirle al público que tome sus propias
decisiones en cuanto a las ventajas o desventajas.
Al decidir qué estrategia en específico va a emplear con el patrón de pro y en contra y cuánto
tiempo va a invertir en cada una, las siguientes pautas le servirán de ayuda: (1) Otorgarle a
ambos lados un énfasis equitativo es más eficaz cuando el peso de la evidencia está
obviamente del lado favorecido. (2) Presentar ambos lados es más eficaz si al comienzo el
público está en contra de la solución de la escuela. (3) Presentar sólo el lado favorecido es más
eficaz cuando el público ya está a favor de la solución de la escuela o la conclusión. (4)
Presentar el lado favorecido de último hace que éste sea más aceptable, especialmente si el
otro lado no se presenta de una manera muy favorable.
Temas
Una división por temas de los puntos principales de una charla comprende establecer las
categorías del tema. Este tipo de categorización o clasificación a menudo proviene del tema en
sí. Por ejemplo, una charla acerca de la población de una universidad típica, podría dividirse en
temas sobre los estudiantes de primero, segundo, tercer y cuarto año, y cada una de éstos
serviría de punto principal. El tema del alojamiento se podría tratar en cuanto al alojamiento
dentro o fuera de la instalación.

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A veces el material en sí sugiere ciertas estrategias para ordenar los puntos principales. Por
ejemplo, en vista de que las lecciones a nivel de conocimiento son más simples de comprender,
una charla sobre cómo preparar una lección probablemente comenzaría con el planeamiento a
nivel de conocimiento como el primer punto. Entonces la lección se podría mover a través de la
jerarquía hacia la comprensión, la aplicación, el análisis, la síntesis y, por último, los niveles de
evaluación. En otras palabras, su charla podría seguir una estrategia de simple a compleja al
planear los “temas” o niveles de las lecciones.
Otras charlas podrían seguir estrategias de lo conocido a lo desconocido, de lo general a lo
específico, o del arreglo específico al general de los temas principales. Hay muchas estrategias
para organizar los temas principales. Lo importante a considerar, al igual que con todo tipo de
patrón, es pensar sobre la estrategia del arreglo a fin de ayudar al entendimiento del público.
Cómo combinar los patrones o modelos
Si se emplea un patrón sencillo para organizar los puntos principales, sus charlas tendrán más
sentido. Y, en calidad de orador, usted podrá acordarse más fácilmente cuáles son los puntos
principales cuando presente su charla. Más importante aún, el público podrá seguir su charla
más fácilmente y recordar lo que usted dijo si utiliza para los puntos principales un patrón de
organización sencillo y lógico.
A pesar de que usted podría escoger un cierto modelo de organización para los subpuntos,
usted podría decidir emplear distintos patrones para ellos. Analice el siguiente esbozo
provisional (cuadro 1) de una charla con el objetivo o meta de que el público conozca la
importancia de los factores no verbales en la comunicación. Observe que los puntos principales
(1. Factores de rendimiento y 2. Factores no relacionados con el rendimiento) están organizados
por temas. Los sub-puntos del punto principal núm. 1 (texto superior, medio e inferior) están
organizados según el aspecto espacial. Seguidamente, el patrón de pro y en contra trata sobre
los efectos positivos y negativos de cada factor de rendimiento. Los sub-puntos del punto
principal núm. 2 (objetos, espacio y tiempo) están organizados por temas. Los sub-puntos bajo
2a están organizados por tiempo y los sub-puntos bajo 2b están organizados por tema.
Lo importante a recordar es que cada conjunto de los puntos principales o los sub-puntos deben
seguir un patrón lógico de organización. El esbozo provisional refleja este hecho. Por supuesto,
puede que ninguno de los patrones normales de organización tratados en este capítulo encajen
adecuadamente con el contenido de su charla. Por ejemplo, en una charla para divertir, usted
sencillamente agruparía una cadena de incidentes interesantes o humorísticos que capten la
atención del público. Pero indistintamente de cuál sea el caso, usted debe esmerarse por
organizar su charla de manera que le permita presentar la información a su público en la forma
más significativa.
En la medida en que usted prepara un esbozo provisional, debe tener en mente las necesidades
de sus oyentes. A menudo, el orador con experiencia revisa el esbozo tres o cuatro veces antes
de estar completamente satisfecho y, por último, lo prepara en forma final para su charla.

141
Cuadro 1
Comunicación no verbal
1. Factores de rendimiento
a. Texto superior (encabezado y tipo de letra)
(1) Efectos positivos
(2) Efectos negativos
b. Texto medio
(1) Efectos positivos
(2) Efectos negativos
c. Texto inferior
(1) Efectos positivos
(2) Efectos negativos
2. Factores no relacionados con el rendimiento
a. Objetos
(1) Presente
(2) Pasado
b. Espacio
(1) Personal
(2) Creado

c. Tiempo

Ahora que ha organizado la charla


Los patrones y estrategias que usted escoja para organizar la charla le proporcionan estructura
al texto de la misma. Pero una estructura sin contenido no es suficiente. Necesita material de
apoyo que sea interesante y eficaz. Para usar una analogía de anatomía, la organización
proporciona el esqueleto y el material de apoyo proporciona la carne para el cuerpo (texto) de la
charla. En los párrafos a continuación encontrará algunas sugerencias de cómo escoger ayudas
visuales y verbales eficaces para apoyar su charla.
Sustentando la charla
A la mayoría de los oyentes les resulta difícil comprender ideas o declaraciones que no están
sustentadas. Suponga, por ejemplo, que usted decide hablar sobre “Cómo organizar una
charla”. Usted le informa a su público que puede organizar una charla según uno de los varios
posibles patrones de presentación. Luego les dice que los patrones más comunes son: tiempo,
espacio, causa y efecto, problema y solución, en pro y en contra y tema. Probablemente no les
habrá dado suficiente información para que en realidad utilicen estos patrones de organización.
Usted tendrá que explicar cada uno de estos patrones de la misma manera en que lo hicimos en
los párrafos de la sección anterior.
Factores a considerar

142
Al escoger una sustentación, considere todos los factores. El tema de su charla, el tipo de charla
(orientación, conferencia o discurso) y cómo está compuesta su audiencia son elementos que le
ayudarán a decidir la cantidad y los tipos de apoyos que va a emplear.
Orientación
Para una orientación, la sustentación por lo regular se limita a hechos concretos seleccionados
cuidadosamente para lograr la “necesidad de saber”. El requisito de la brevedad requiere que
usted no emplee material complementario extraño o que “sea conveniente saber”. A menudo las
ayudas visuales se emplean para ahorrar tiempo y ser más preciso. Rara vez se emplea el
humor. Si la finalidad de la orientación es la de persuadir, use la lógica en vez de la emoción.
Conferencia docente
El material basado en hechos es también importante en la conferencia docente, a pesar de que
puede haber la necesidad de emplear un tipo de apoyo que atrae fuertemente las emociones. El
humor y otros materiales que atraen la atención son comunes en este tipo de conferencia. A
menudo se emplean las ayudas visuales, no sólo para economizar tiempo y realzar la precisión,
sino también para aclarar las ideas.
Discurso
Los discursos informativos usan casi el mismo material de sustentación que las conferencias
didácticas. Los discursos para distraer dependen mucho en el humor y otros materiales de
sustentación que llaman la atención. Los discursos para persuadir se caracterizan porque atraen
a las emociones o motivos más que ningún otro tipo de charla que haga. Despertar emociones
tales como el miedo, la curiosidad, la lealtad, la aventura, el orgullo y la simpatía es común en
los discursos para persuadir.
No obstante, la diferencia entre material de apoyo lógico y emocional está en el contenido en
vez de la forma. Todo tipo de apoyo verbal o visual que se mencione en estos párrafos puede
ser fundamentalmente lógico o emocional. Pero sólo porque el material de sustentación atrae a
las emociones no significa que tiene que ser ilógico.
Pensamiento lógico
Tanto el material de apoyo verbal como visual, indistintamente si se emplea principalmente para
hacer llamamientos lógicos o emocionales, debe estar respaldado por buena dialéctica. A
continuación se dan algunos problemas que por lo regular afectan la lógica de las personas que
están preparando charlas.
Razonamiento tergiversado
Este tipo de razonamiento ocurre cuando un orador hace referencias inválidas o llega a
conclusiones falsas a causa del razonamiento deficiente. A continuación se dan algunos tipos
comunes de este tipo de razonamiento:
1. La generalización precipitada ocurre cuando un orador, basándose en
insuficientes ejemplos, juzga toda una clase de ejemplos. La persona que llega a
conocer a otras dos de Nuevitas y simplemente no le caen bien; basándose en esa
apreciación de dos personas, concluye que todas las personas de Nuevitas son
desagradables, es culpable de hacer una generalización precipitada y errónea.

143
2. El dilema defectuoso nace del hecho de que aunque algunos objetos o
cualidades se pueden dividir en categorías discretas, la mayoría no se puede
dividir. Los hechos que no son malos, no son necesariamente buenos. Una taza de
café puede que esté ni caliente ni fría, puede estar tibia.
3. La analogía defectuosa ocurre cuando un orador da por sentado que dos cosas
parecidas de alguna manera, son completamente iguales. El cuerpo humano y el
motor de un automóvil se parecen en muchos aspectos, ambos funcionan dentro
de ciertos límites de temperatura, ambos duran más si se les cuida, ambos
consumen combustible. Pero usted no razonaría que en vista de que al añadir
algunos aditivos químicos a la gasolina ocasionan que el motor funcione mejor,
que las personas le deben añadir esos aditivos a su café.
4. “Amontonar” la evidencia ocurre cuando un conferencista saca de contexto sólo
la sustentación que encaja en su charla ignorando otro material igual de importante
que es perjudicial para los puntos que desea recalcar.
5. El razonamiento de causas defectuoso se puede apreciar cuando un orador
razona que si A está presente, B ocurre; además si A está ausente, B no ocurre,
por lo tanto el orador razona que A ocasiona B. Por supuesto, pudiera ser que B
ocasiona A, o quizás ambas son ocasionadas por un tercer ingrediente, C.
Llamados irracionales
Los llamados irracionales dependen de la transferencia falsa de sentimientos de una cosa a otra
sin ningún pensamiento lógico. Analice los siguientes ejemplos de llamados irracionales.
1. Insultar tiene que ver con hacer aparecer a la personas u objetos bajo un
aspecto desfavorable, llamándoles por nombres despectivos tales como gordiflón,
agitador pendenciero, o fríamente insensitivo.
2. Generalidades brillantes son evidentes cuando los oradores “envuelven” sus
ideas en palabras buenas, doradas y brillantes tales como paz, cultura, justicia,
igualdad y bandera.
3. El llamado de unirse a los ganadores funciona bajo el principio que “todos lo
están haciendo, por lo tanto usted también.” Algunos oradores usan este tipo de
llamado para fomentar el sentimiento de que sería vanidoso del público juzgar por
sí solos algo que el grupo acepta.
4. La estrategia de “personas sencillas” se emplea cuando los oradores tratan de
identificarse con las cosas simples (y supuestamente deseables) de la vida.
Identificarse con su público constituye una buena práctica, pero la identificación en
sí no es una sustentación racional.
5. El prestigio o la transferencia lo emplean aquellos que mencionan nombres o
usan otras estrategias para aparecer importantes. Estas personas piensan que
sólo con asociarse con ciertos personajes, logrará que los espectadores asocien
las características deseables de esos personajes con ellos en calidad de oradores.

144
Apoyo verbal
La sustentación verbal se emplea ya sea para aclarar los puntos que usted desea recalcar o
para probar sus declaraciones. Las definiciones, los ejemplos y las comparaciones se emplean
principalmente para aclarar. Las estadísticas y el testimonio de los expertos se puede emplear
ya sea como aclaración o prueba. El humor se puede emplear con cualquiera de los cinco tipos
de sustentación verbal mencionados anteriormente y se tratará por separado más adelante.
Definiciones
A menudo las definiciones se necesitan para aclarar o explicar el significado de un término,
concepto o principio. Pero al igual que con tantas palabras, la definición puede significar
diferentes cosas y puede funcionar de diferentes maneras.
En algunas charlas usted tendrá que emplear palabras que son técnicas, complejas o extrañas
para su audiencia. Junto con la creciente especialización tanto en temas teóricos como
aplicados, el desarrollo de nuevas palabras o términos va más rápido que los diccionarios.
Palabras tales como neumohidráulica (sistemas de freno en los aviones militares), taxonomía
(clasificación científica), sociedad mediática (dominio de los medios de comunicación), detención
(estrategia militar) o pensar en grupo (un problema de grupos), por citar pocos ejemplos, puede
que requieran definiciones literales o que se repitan en lenguaje más sencillo.
En otras ocasiones se deben definir las palabras que con frecuencia se emplean a la ligera.
Algunas palabras sencillamente tienen diferentes significados para distintos grupos sociales e
incluso para diferentes personas. Por lo regular, palabras tales como democracia, igualdad de
derechos, necesidades de seguridad y lealtad pueden definirse con facilidad. Por ejemplo,
diseminar puede definirse fácilmente como “difundir a gran distancia”. A menudo un orador
puede buscar maneras originales y notables de definir dichos términos. El pragmatismo podría
definirse como una “palabra fina para querer decir que el movimiento se demuestra andando”. A
veces toma un poco más de tiempo definir completamente qué significa cierto término. Un
antiguo prisionero de guerra (POW) definiría el sacrificio de un prisionero por otro de la siguiente
manera:
“Cuando usted contempla un prisionero de guerra renunciar a su escasa ración de
pescado para que otro prisionero de su grupo que está enfermo pueda comer un
poco más, eso es sacrificio. Porque cuando uno no tiene nada o tiene muy poco y
renuncia a ello, entonces uno se perjudica a sí mismo, y eso constituye el
verdadero sacrificio. Eso es lo que vi en el campamento de prisioneros.”
Las definiciones deben emplearse para explicar el significado de las siglas, palabras u otras
combinaciones de letras formadas por la letra inicial de cada parte subsiguiente de un término
compuesto. En el párrafo anterior, ante ciertos espectadores, hubiese sido necesario explicar
que (Prisoner Of War — POW) significa prisionero de guerra.
Si usted estuviese hablando sobre OMT, usted tendría que explicar que esto significa
Organización Mundial de Turismo (o World Tourism Organization — WTO). Además usted
podría continuar mencionando que WTO reconoce entre sus afiliados a CTO, ETC, CHA, es
decir, Caribbean Tourism Organization (CTO), Europpean Tourism Comission (ETC) y
Caribbean Hotels Association (CHA).
Por último, a veces se necesita una charla completa para definir o presentarle a los estudiantes
un nuevo concepto o principio. Por ejemplo, un orador describiendo el concepto de la

145
comunicación como una transacción. Quizás se necesitaría una charla completa para explicar
que un enfoque de transacción significa tomar en cuenta el proceso de comunicación en general
y la interacción de las diversas partes del proceso en cada una. Se necesitarían otras formas de
material de sustentación, tales como ejemplos y comparaciones, para definir completamente lo
que significa.
Ejemplos
Siempre que otras personas le piden que “les de un ejemplo” significa que le están pidiendo que
les aclare el punto. A veces los ejemplos suelen ser extensos. Las parábolas de Jesús, las
anécdotas de Homero, las Fábulas de Esopo y muchas de las anécdotas que aparecían en los
discursos de Abraham Lincoln, José Martí y otros, son ejemplos detallados.
En otras ocasiones, un ejemplo corto es suficiente. En algunos casos los ejemplos cortos son
similares a las definiciones. La definición anterior de sacrificio que suministró el prisionero de
guerra puede considerarse como un ejemplo corto. El hecho de que algunos materiales de
sustentación pueden clasificarse como definiciones o ejemplos no debería ser de gran
preocupación para usted. En calidad de orador, usted está más interesado en emplear material
de sustentación eficaz que en clasificarlo.
A menudo los ejemplos cortos pueden agruparse a fin de ayudar al público a obtener un mayor
entendimiento del punto. En una charla sobre las barreras a la comunicación eficaz, un orador
podría dar ejemplos de trastocamiento, v.gr., en inglés es el cambio accidental de los sonidos
iniciales de dos o más palabras. Pero al hacerlo debe hacerse las siguientes preguntas:
• ¿Representa el punto con precisión?
• ¿Podrán entender los oyentes el significado claramente?
• ¿Es adecuado para el contenido? (Evite aquellos que pueden confundir.)
• ¿Desmerecen o no a la lección los ejemplos humorísticos?
• ¿Provienen los ejemplos de experiencias personales y pueden personalizarse otros
ejemplos de manera que parezcan reales?
• ¿Resulta conveniente cuando se agrupan tres o más ejemplos? Por lo regular no.
• ¿Toman mucho tiempo los ejemplos largos? (A menudo, el valor de los ejemplos para
llamar la atención justifica su uso.)
• ¿Son interesantes?
Las respuestas adecuadas para las preguntas anteriores deben ser obvias.
Comparaciones
Las descripciones a menudo se tornan más gráficas cuando colocamos algo desconocido o que
se entiende muy poco junto a algo similar, pero mejor y más conocido. Puede que usted desee
comparar cosas que son diferentes o que son muy parecidas.
Las metáforas tales como “la Aldea Global” de Mc Luhan o símiles (emplear la palabra “como”
tal como en la frase de Robert Burns “Mi amor es como una rosa roja, roja” o expresar “fuerte
como un buey”) son comparaciones de cosas que en su mayoría son diferentes.

146
Los oradores pueden comparar cosas diferentes, haciendo uso de una retórica inconsecuente.
Por ejemplo, uno podría decir, “El flujo de la sabiduría es como el flujo implacable e inflexible del
río después que se derrite la nieve en la primavera en que nos impone el requisito de que no
sólo nos ajustemos, sino que anticipemos, el futuro.” O un conferencista podría mostrar que ser
miembro de una organización en la comunidad es como vivir en familia donde hay contacto
cercano entre familiares. La analogía o la comparación podría llevarse aún más lejos para
indicar que en una rama, al igual que en una familia, los miembros pueden proteger, ayudar e
irritar los unos a los otros.
Aunque las analogías que comparan cosas diferentes sirven de excelente modo de aclaración,
en calidad de prueba su uso es limitado. Si usted desea apoyar una sustentación, debe
comparar cosas similares.
Argumentar que una sesión de orientación más extensa para los estudiantes en una universidad
mejoraría su rendimiento académico porque así sucedió en otra universidad latinoamericana
sería comparar fenómenos similares, en este caso dos universidades.
El contraste es una forma de comparación especial. Por ejemplo, mostrar las diferencias entre
dos carreras universitarias o cómo el estándar de vida de la actualidad difiere del de la
generación anterior, aclara y explica un punto mostrando contrastes y diferencias.
Obviamente, las comparaciones pueden ser muy breves, tales como las que se han empleado
aquí o pueden ser considerablemente extensas. Usted debe decidir qué funcionará mejor en una
situación en particular, de acuerdo al objetivo y al auditorio al cual se está dirigiendo. Pero
indistintamente de si son cortas o largas, las comparaciones constituyen un método de
sustentación verbal valioso y por lo regular muy poco usado.
Testimonio
Las palabras y los pensamientos de otros son especialmente útiles cuando usted desea agregar
pruebas poderosas para sustentar las declaraciones y los puntos que trata de hacer. Nadie es
un experto en todos los temas, los oradores a veces dependen de lo que otros han dicho. A
veces el testimonio de otras personas se emplea para aclarar y explicar una idea, en ocasiones
provee pruebas para un alegato.
Si usted está presentando una charla sobre la eficacia administrativa en una organización, uno
de sus puntos principales podría ser la importancia de una comunicación descendente eficaz.
En otras palabras, usted quiere recalcar cuán importante es para los supervisores mantener
informados a sus subalternos.
También informaría sobre los hallazgos de un estudio llevado a cabo por la Asociación
Internacional de Comunicadores en los Negocios (International Association of Business
Communicators) en el que se muestra que “la comunicación cara a cara, incluso reuniones en
grupo y diálogos frente a frente”, constituyen los medios de comunicación más eficaz con los
empleados. A menudo, usted deseará emplear referencias directas tal como hemos hecho aquí.
En otras ocasiones usted parafraseará lo que otra persona ha dicho. Cualquiera que sea el
caso, hay dos pruebas de testimonio:
(1) ¿Son competentes las fuentes, saben de lo que están hablando? y
(2) ¿Son confiables, están libres de prejuicio? Otras consideraciones son: ¿Viene al caso y
es claro e interesante el testimonio? ¿Son las referencias más largas de lo necesario?

147
Estadísticas
Las estadísticas son probablemente el tipo de sustentación más mal empleadas y mal
entendidas. Si éstas se agrupan adecuadamente y se emplean sabiamente, las estadísticas le
pueden ayudar a los oradores a aclarar sus ideas. Las estadísticas también son la prueba de
sustentación más poderosa que se puede emplear. No obstante, no todas las cifras son
estadísticas, algunas son simplemente números. Las estadísticas muestran relaciones,
magnitud o pequeñez, aumentos o disminuciones o resumen grandes colecciones de hechos o
datos. Cuando se escogen las estadísticas, hay ciertas preguntas que se deben hacer.
1. ¿Son recientes? Las cifras relacionadas con el costo de vida en 1960 tendrían
un uso limitado en la actualidad para una familia que está planeando su
presupuesto.
2. ¿Indican las estadísticas lo que representan? El resultado de una sola prueba
no es una medida verdadera de la capacidad de un estudiante. El número de
aviones no indicaría el posicionamiento de una línea aérea.
3. ¿Cubren las estadísticas un tiempo lo suficientemente extenso o suficientes
ejemplos para ser confiables? El resultado de cómo una clase reaccionó a un
nuevo cambio al plan de estudio sería menos significativo que cómo respondieron
tres o cuatro clases a dicho cambio.
4. Si las estadísticas se extraen de un ejemplo, ¿representa esta muestra con
precisión el grupo que estamos generalizando? Las encuestas sobre la opinión
pública y los investigadores por lo regular son sensibles a la importancia de
obtener una muestra. Los oradores también necesitan ser sensibles a esta
necesidad.
5. Cuando las estadísticas informan diferencias, ¿son éstas significativas?
Pequeñas variaciones pueden atribuirse a la casualidad. En otras palabras, si
colectara las estadísticas nuevamente, los resultados serían diferentes.
6. Al comparar cosas, ¿son las unidades de medida que se están comparando las
mismas? El reprobar un curso podría tener un significado diferente que la
reprobación en otro. Si más estudiantes fracasan un curso que otro, usted no
puede necesariamente concluir que el contenido de un curso es más difícil. Quizás
la escala de calificación, en vez del contenido, fue más difícil.
7. ¿Provienen las estadísticas de una fuente buena y confiable? ¿Está esta fuente
claramente señalada? Resulta más eficaz citar la fuente de la información en lugar
de decir “en las recientes encuestas se muestra”.
8. ¿Están las estadísticas presentadas de la mejor manera posible de manera que
ayuden al entendimiento del público? ¿Se podrían emplear ayudas visuales para
presentarse las estadísticas en forma de gráfica o de tabla para que se entienda
mejor? ¿De ser posible, se han redondeado las cifras? Es más probable que el
público recuerde mejor “casi $45,000” que “$44,871.24”. ¿Se ha limitado el número
de estadísticas de manera que los oyentes no se sientan agobiados? ¿Se podría
aclarar más el significado de las estadísticas mediante comparaciones
significativas?

148
Humor
La mayoría de los oyentes admiran a un orador que puede emplear el humor eficazmente. No
obstante, hay pocos oradores que lo pueden hacer. Además, cuando se emplea el humor, por lo
regular es al comienzo para ganarse la atención del público. En el cuerpo de una charla, el
humor se puede emplear tambien con buenos resultados.
Hay dos razones para emplear el humor en el cuerpo de una charla. Uno es para recuperar la
atención del público. El lapso de atención en la mayoría de las personas es de sólo unos pocos
minutos, por lo tanto, salvo que el material sea muy interesante, un conferenciante puede
recordar los momentos en que la atención de los oyentes se desvió. El humor recupera la
atención. La segunda razón por la que se debe emplear el humor en el cuerpo de una charla es
para recalcar un punto importante. A pesar de que una anécdota o historia pocas veces
constituye una prueba verdadera, podría reforzar la capacidad del público para recordar el
punto.
A fin de que sea eficaz, el humor debe emplearse adecuadamente. Hay seis aspectos
indispensables para emplear el humor.
1. Conozca el asunto a cabalidad. Todos hemos escuchado a los oradores vacilar
ante un asunto humorístico, u olvidarse de la gracia del chiste. Pero si ellos
conocen la anécdota y la han contado anteriormente, podrían repartirla una y otra
vez y saber de antemano el tipo de reacción que pueden esperar. Es buena
práctica para los oradores no emplear un cuento o algo humorístico en ningún tipo
de discurso a menos que lo hayan contado varias veces en situaciones informales
para así poder practicar y medir las reacciones de los demás.
2. No use humor inadecuado. Algunos oradores consideran que los cuentos
subidos de tono o el humor étnico son una manera barata para que el público se
ría. Pero aún aquellos que se ríen de esos cuentos en privado, le pierden el
respeto al orador que los emplea en público. No siempre es fácil decidir si un
chiste es o no adecuado. De haber duda, el cuento probablemente no es
adecuado.
3. Vitalice el humor. Los cuentos deben ser personalizados de manera que se
crean, que suenen como si realmente sucedieron. En lugar de hablar acerca de
“supe de este hombre” o “este camionero”, el orador debe darle nombres a los
protagonistas en su cuento. Los narradores y oradores casi siempre vitalizan su
humor.
4. No se ría antes que el público. Algunos comediantes logran reírse primero, pero
un buen orador nunca se ríe antes que el público. Si el chiste fracasa, se le
aconseja al orador que lo deje y continúe.
5. Saque provecho de lo inesperado. Uno de los elementos principales del humor
es que la gente se ríe cuando se les sorprende. Sin duda, parte de la risa es a
causa de la vergüenza y la mayor parte a causa del elemento sorpresa. Los
siguientes son todos los tipos de humor que dependen de lo inesperado: sarcasmo
(por supuesto, ya los hombres no son lo que eran antes, antes eran niños),
exageraciones (hizo tanto calor la semana pasada que vi a un perro sabueso

149
cazando una liebre, y ambos estaban caminando), subestimación (si la primera vez
no tiene éxito, eso basta en cuanto al paracaidismo).
6. Reconozca el humor en la situación. La mejor oportunidad para agregar humor
puede que ocurra minutos antes de la charla. Puede que provenga de cosas
dichas por otros quienes se presentaron antes que usted. Puede que provenga a
causa de un mal funcionamiento de sus ayudas visuales, enredarse con el cable
del micrófono, o de una persona en el público que estornuda. Y aunque este tipo
de humor de situación no sustente su punto directamente, no obstante le puede
ayudar con su público. No es fácil ser ocurrente y chistoso. El tener una mente ágil
y refinada — una que se adapte con destreza al público, ayuda. Pero muchos más
oradores podrían emplear el humor eficazmente si estuviesen dispuestos a
intentarlo y practicar.
Apoyo visual
El apoyo verbal está verdaderamente en el corazón de toda buena charla, pero las ayudas
visuales se pueden emplear para dramatizar, ampliar o aclarar los puntos que usted desea
hacerle llegar al público.
Sugerencias
A continuación se dan algunas sugerencias que tienen que ver con las ayudas visuales que se
podrían emplear con cualquier tipo de charla que usted presente:
1. Utilice solamente materiales que son pertinentes. Evite usar materiales sólo para
valor estético o interés. Indudablemente, los materiales visuales deben ser
interesantes, pero el propósito principal de toda ayuda visual es la de representar o
apoyar gráficamente una idea para su audiencia. El material no pertinente
constituye una distracción de la idea que está presentando.
2. Emplee materiales visuales lo suficientemente grandes de manera que todos lo
puedan ver. No hay nada más inquietante que estar sentado al final de un salón y
no poder ver las ayudas visuales. Al preparar su charla, despliegue sus ayudas
visuales y luego muévase al lugar de la persona que se sienta más lejos. Si no
puede ver el material, considere reemplazarlo con algo más apropiado.
3. Utilice materiales visuales sólo en el momento adecuado. No lo exhiba hasta el
momento adecuado en su charla. Haga una marca en sus notas o esbozo de
manera que usted sepa cuándo emplear cada ayuda visual. Los materiales que se
ven muy rápidamente o que permanecen a la vista después que se ha hecho el
punto, distraen e interrumpen la continuidad de la charla. Quizás desee emplear el
método de propaganda preliminar para revelar una serie de puntos. No enumere
diez puntos importantes y después hable acerca de cada uno. En su lugar, revele
los puntos uno por uno para mantener enfocada la atención del público.
4. Mantenga los materiales visuales tan simples y claros como sea posible. Sólo
recalque la información más importante. Omita los detalles innecesarios. Una serie
de gráficas sencillas es preferible a una sola y complicada.
5. Háblele al público, no a la ayuda visual. Si está explicando una gráfica, mire al
público lo más posible. Para cuando usted de su charla, estará tan familiarizado

150
con sus ayudas visuales que no será necesario que las mire de cerca. De ser
posible, parafrasee el material visual en vez de leerlo, o haga una pausa y
permítale al público leerlo en silencio.
6. Coloque las ayudas visuales lejos de obstrucciones. No permita que otros
proyectores o personas, incluso usted, obstruyan la vista del público. Usted decidió
emplear materiales visuales para sustentar y aclarar su charla. No obstaculice su
eficacia obstruyendo la vista de los espectadores.
7. Si planea usar equipo tales como un data-show, retroproyector, proyector de
diapositivas o un proyector de películas o video, cerciórese de antemano que usted
sabe cómo usar el equipo y que éste está listo. También, cerciórese de si tiene o
no un bombillo adicional, o cómo improvisar y continuar sin el equipo, ante una
falla técnica o una interrupción del fluido eléctrico. En otras palabras, esté
preparado para cualquier contingencia que ocurra. Muchas presentaciones con
sonido fracasan porque el orador no se ha preparado para el funcionamiento
defectuoso del equipo.
8. Cuando utilice rotafolios (flipchart), piense en moverlos de detrás hacia adelante
en lugar de viceversa. Hay por lo menos tres ventajas al hacer esto. Primero si los
mueve de detrás hacia adelante es más fácil, si no lo cree, inténtelo. Segundo, si
los cambia de detrás hacia adelante lo puede hacer desde el lado de las gráficas
en lugar desde el frente, entre las gráficas y los espectadores, como generalmente
tiene que hacer cuando los cambia de adelante hacia detrás. Tercero, si el papel
que usa para las gráficas es delgado, el procedimiento de detrás hacia adelante le
obstaculiza al público leer a través del papel a una gráfica que aún no ha
explicado.
9. Por último, antes de construir su ayuda visual, pregúntese si el esfuerzo y el
gasto requerido para prepararla u obtenerla se justifican y le dan valor a su charla.
De no ser así, olvídela. A veces el tiempo que se emplea preparando las ayudas
visuales se podría emplear mejor preparando y practicando la charla.
Usando un pizarrón
Si usa un pizarrón, tome en cuenta las sugerencias que se dan a continuación:
1. Recorte la tiza a un espesor deseado de manera que las líneas que traza sean
de 1/4 a 3/8 de pulgada de ancho. Tenga tizas adicionales listas para usar. Si lo
hace con un pizarrón blanco tenga a mano varios grosores y colores de
rotuladores.
2. Use un lápiz número dos y una vara para hacer guías o líneas en el pizarrón,
que se puedan borrar antes de que entre el público. Luego cuando escriba en el
pizarrón durante su charla podrá hacerlo con letras derechas y parejas siguiendo
las líneas invisibles.
3. Si amontona las letras y los diagramas amontonará su charla. Las letras, para
que se vean claras a 30 pies, deben ser de alrededor de tres pulgadas de alto.
4. Evite usar la mitad inferior del pizarrón si está hablando al mismo nivel que su
público, algunos de ellos no podrán ver esa parte del pizarrón.

151
5. Establezca si el reflejo en el pizarrón es una distracción. Antes de que entre el
público, ajuste las persianas de las ventanas o evite esas áreas en el pizarrón.
6. Si el salón está equipado con un pizarrón magnético, o si hay otro material de
metal cerca, por ejemplo un archivo, considere emplear ayudas visuales
preconstruidas con imanes pegados al dorso. Material magnético de una pulgada
de ancho se puede comprar en grandes longitudes, cortarse al largo deseado y
volverse a usar. Dos imanes cortados en un cuadro de una pulgada pueden
sostener un pie cuadrado de un tablero de ilustración liviano.
Una vez cuente con el apoyo
Hasta el momento ha tomado en cuenta los factores singulares de su charla. Decidió si
presentar una orientación, charla, o algún tipo de discurso. También ha tomado en cuenta su
público, su tema, sus objetivos y ha reunido el material.
Ha organizado el cuerpo de la charla y ha escogido los tipos de ayudas visuales y verbales que
empleará pensando en ser lógico al emplear el apoyo. Hay dos ingredientes importantes que se
deben suministrar antes de que comience a trabajar en presentar su charla. Necesita planear
una buena introducción y una buena conclusión.
Comenzar y Terminar la Charla
Después de organizar y sustentar el cuerpo de la charla con los materiales verbales y visuales
apropiados, debe decidir cómo comenzar y terminar. Para la mayoría de las personas, el
comienzo (o proporcionar una introducción al cuerpo de la charla) y el final (proporcionar una
conclusión) resultan problemáticos. Las introducciones y las conclusiones deben adaptarse al
público, al orador y al tipo de charla que se va a dar.
Reuniones informativas
Ya que las reuniones informativas deben ser cortas, las introducciones y las conclusiones
prolongadas no son apropiadas.
Introducción
Sus oyentes necesitan y quieren saber sobre el tema, por lo tanto no necesitará gastar tiempo
en captar su atención. Si como a menudo sucede, otro orador lo presenta a usted y su tema,
sólo necesitará dar una reseña rápida del tema y pasar de inmediato a los puntos principales. La
familiaridad de sus oyentes con el tema determinará la amplitud de la reseña. En la mayoría de
los casos bastará con mencionar los puntos principales. Si nadie lo presenta ante el público,
podría simplemente decir: “Buenos días, soy “fulano de tal” y voy a presentarles un informe
sobre....”.
Conclusión
Esta parte del informe debe ser corta pero positiva. Si su informe debe detenerse en una lista de
posibles soluciones o cursos de acción, un listado o resumen corto de sus puntos puede dar un
sentido de complementación. Si su informe termina con una conclusión, como en un reporte de
estudio de personal, podría terminar estableciendo de manera breve y clara la posible solución
que usted considere más adecuada. En este momento no se debe presentar ningún comentario
ni material nuevo. También podría concluir con una declaración corta recomendando la acción
que pondría en efecto su solución.

152
Aunque muchas reuniones informativas están sujetas a interrupciones por las preguntas de los
oyentes, muchas veces una buena oración para concluir podría ser: “Damas y caballeros, ¿hay
alguna otra pregunta? Si no va a continuar una ronda de preguntas, o una vez que las preguntas
hayan terminado, simplemente puede decir: “Damas y caballeros, con esto concluyo mi informe”.
Otras veces, la persona de más alta jerarquía que escucha el informe puede concluir la ronda de
preguntas por usted diciendo: “No tenemos más preguntas”.
Disertación didáctica
Las introducciones y conclusiones de las disertaciones didácticas son muy importantes. Se debe
tener mucho cuidado en su desarrollo y uso.
Introducción
La introducción de una disertación didáctica debe cumplir varios propósitos: establecer un tema
de interés mutuo entre el instructor y los estudiantes, capturar y mantener la atención, esbozar la
disertación y relacionarla con el curso en general, señalar los beneficios para los estudiantes e
introducirlos en el contenido de la disertación.
Aunque el humor podría ser apropiado, la introducción no debe incluir historias, bromas ni
incidentes irrelevantes que distraigan la atención del objetivo de la lección, ni tampoco debe
incluir comentarios largos o apologéticos que probablemente disminuyan el interés del
estudiante en la lección. A menudo los educadores hablan de tres elementos necesarios en la
introducción de una disertación: captar la atención, motivar y ofrecer una reseña del material que
se va a exponer en la disertación.
Atención. Para captar la atención, el instructor puede relatar una historia relacionada con el
tema y ofrecer algunos antecedentes de la disertación. Otra manera podría consistir en hacer
una declaración inesperada o sorprendente o hacer una pregunta que relacione la disertación a
las necesidades del grupo. Una pregunta retórica (¿Han pensado ...? o ¿Podrían imaginarse
...?) podría ser efectiva. Otras veces, bastará una indicación clara de que la disertación ha
comenzado. En todos los casos, el interés principal es centrar la atención del estudiante en el
tema.
Motivación. Usted debe emplear la introducción para tratar las razones específicas por las que
los estudiantes tienen que aprender lo que usted quiere que ellos aprendan. En esta discusión
motivacional, usted debe realizar una invocación personal a los estudiantes y reforzarles el
deseo de aprender. La invocación puede relacionar el aprendizaje con el avance profesional, la
mejora económica, el servicio a la comunidad, las costumbres o alguna otra necesidad, pero en
todos los casos, debe citar una aplicación concreta de las experiencias de aprendizaje del
estudiante.
En muchos casos, la necesidad de esta disertación como fundamento para lecciones futuras es
una motivación firme. Esta invocación motivacional debe continuar a lo largo de toda la
disertación. Si menciona brevemente las necesidades del estudiante solamente en la
introducción, estará llenando espacios pero no estará motivando.
Reseña. En la mayoría de los métodos de instrucción, la introducción debe ofrecer una reseña
de lo que se va a tratar durante el período de clase. Una presentación clara y concisa del
objetivo y las ideas claves sirven como mapa de ruta para el aprendizaje. Es este momento
pueden ser útiles las ayudas visuales efectivas.

153
Una reseña clara puede contribuir grandemente en la disertación, eliminando las dudas de los
estudiantes sobre el objetivo de la lección y cómo se logrará el mismo. Puede decirles a los
estudiantes qué es lo que va a tratar, o no, y por qué. Puede informarles cómo se han
organizado las ideas. Las investigaciones demuestran que los estudiantes entienden mejor y
retienen más cuando saben qué esperar. El propósito de la reseña es preparar a los estudiantes
para que escuchen el cuerpo de la disertación.
Conclusión
La conclusión de una disertación puede grabarse en los estudiantes más que cualquier otra
cosa que se haya dicho durante la misma. Por esta razón, debe tener mucho cuidado al
prepararla. La conclusión de la mayoría de disertaciones debe lograr tres cosas: resumir, volver
a motivar y ofrecer un cierre final.
Resumen final. Puede ser conveniente presentar informes cortos o intermedios en varios
momentos de la disertación —por ejemplo, después de desarrollar cada punto principal. Sin
embargo, los resúmenes finales vienen después de desarrollar todos los puntos principales de la
disertación.
Un resumen final efectivo repasa los elementos importantes discutidos en el cuerpo de la
disertación. Tal como lo sugiere el término, un resumen final revisa los puntos principales de la
disertación de manera concisa. La revisión de los puntos principales puede contribuir a que los
estudiantes retengan mejor la información y ofrecerles la oportunidad de completar la
información que les falta en sus notas.
Volver a motivar. El propósito de volver a motivar es infundir en los estudiantes el deseo de
retener y aplicar lo que han aprendido. Los profesores efectivos motivan a los estudiantes
durante el desarrollo de la disertación. Pero, la etapa de volver a motivar es la última
oportunidad del instructor para indicarles a los estudiantes por qué la información presentada en
la disertación es tan importante para ellos como individuos.
Tal vez sea importante porque proporciona la base para futuras lecciones, o porque les ayudará
a realizar sus trabajos de manera más efectiva. Sin embargo, independientemente de las
razones, éstas deben ser las que interesen directamente a los estudiantes y muestren la
importancia de lo que se ha aprendido.
Cierre final. Para muchos instructores el cierre presenta un desafío difícil. Se debe dejar libre la
atención de los estudiantes. Algunas veces los instructores al no saber cómo terminar
simplemente dicen: “Bien, eso es todo lo que tengo que decir”, o “Creo que no me queda nada
más”.
Este tipo de cierre no es satisfactorio. Hay maneras mucho más efectivas de concluir. Algunas
veces, el tono de la voz puede indicar que la disertación está finalizando. Las citas, las
anécdotas o los incidentes humorísticos también pueden proporcionar un cierre efectivo. Si
después de la disertación siguen otras lecciones en el mismo bloque de instrucción, podría decir
algo como: “La próxima vez continuaremos con nuestra discusión sobre ____________.
Entretanto, si tienen alguna pregunta vengan a mi oficina y veré si puedo responderla”.
Discurso
Todos los discursos deben tener introducciones y conclusiones. Sin embargo, los tipos o formas
de introducción y conclusión necesarias pueden diferir enormemente entre discursos.

154
Introducción
Para muchos discursos lo más probable es que quiera emplear las mismas etapas de atención,
motivación y reseña que emplearía en una disertación didáctica. A veces, sin embargo, tal
introducción podría no ser apropiada.
Algunas veces podría no ser necesaria la etapa de captar la atención. Un conocido general que
se dirige a los estudiantes de una escuela de la Fuerza Aérea, un héroe militar que se dirige a
una organización local de veteranos de guerra, un consejero familiar famoso que se dirige a un
grupo de matrimonios que han escogido asistir a la disertación, todos tienen la atención de su
público desde el inicio. Sin embargo, la atención del público no es algo que se pueda dar por
hecho.
Uno de los pastores más conocidos de los Estados Unidos dice que él pasa más tiempo en lo
que llama el “gancho” de apertura, que en cualquier otra parte de la disertación. Explica que si
puede enganchar la atención del público desde el principio, después sólo tendrá que mantener
su atención. Aunque mantener la atención no siempre es fácil, no es tan difícil como captarla al
principio. Este pastor dedica algunas veces hasta cinco minutos de una charla de veinte minutos
en su etapa de “enganche” o atención. Unas veces emplea el humor; otras una historia o un
ejemplo simpático de interés humano, pero en todos los casos establece el tono para el resto de
su charla empleando materiales atrayentes que se relacionen directamente con el cuerpo de su
charla.
Si no puede decidir si necesita o no una etapa de atención en su discurso, entonces es posible
que sí la necesite. La mayoría de disertaciones mejorarán añadiendo una etapa de atención
efectiva.
Aunque generalmente se necesita cierto tipo de recurso de atención en un discurso, algunas
veces podría ser innecesaria la etapa de motivación. Por ejemplo, si sus oyentes están muy
motivados para escucharlo, entonces una etapa de motivación que establezca su necesidad de
escuchar sería innecesaria o redundante en el mejor de los casos.
Hace poco tiempo, un corredor de categoría mundial ofrecía una charla sobre cómo correr.
Todos los participantes habían pagado una cuota de ingreso costosa para asistir al evento. Este
reconocido corredor no necesitaba decirle al público por qué era tan importante que le prestaran
atención. Ya existía el compromiso de escucharlo. Los oyentes no hubieran pagado su dinero
para oírlo si no creyeran que este experto tuviera información valiosa para ellos. De manera
similar al informante militar, el orador pudo concentrarse de inmediato en el cuerpo del discurso
y presentar indicaciones y técnicas útiles para los corredores.
Ciertamente, todo buen orador procura motivar a los oyentes a lo largo del discurso. No importa
cuánta credibilidad tenga usted en el tema, o cuán dispuesto esté el público a escucharlo, usted
tiene la responsabilidad de motivarlos continuamente durante toda la charla.
La etapa de la reseña, necesaria en la mayoría de disertaciones didácticas, no es necesaria en
muchos discursos. De hecho, en los discursos de persuasión puede ser una ventaja el no hacer
una presentación preliminar de lo que sigue —especialmente si el público no comparte

155
inicialmente su punto de vista. Si los oradores le anticipan al público sobre qué los quiere
convencer a creer o hacer, podrían poner al público en su contra incluso antes de empezar.
Igualmente, el material de algunos discursos —como en algunos discursos para entretener—
puede no ser apropiado para ofrecer una reseña. En general, en un discurso informativo, es útil
cierto tipo de reseña, incluso si ésta consiste sólo en mencionar los puntos principales o decirle
al público sobre lo que va a hablar. El mejor consejo es considerar el público, la ocasión y los
objetivos del discurso, luego decidir si es apropiada una reseña.
Conclusión
En algunos discursos puede optar por usar las tres etapas apropiadas para las disertaciones
didácticas: resumir, volver a motivar y cierre final. Sin embargo, al igual que con la introducción,
la situación del discurso le ayudará a determinar qué clase de conclusión es la mejor.
La mayoría de discursos no requerirán de una conclusión extensa. En los discursos informativos
podría ser conveniente resumir brevemente los puntos principales que ha tratado. En los
discursos de persuasión, su conclusión podría ser una declaración motivadora de lo que usted
quiere que crean sus oyentes o cómo quiere que actúen. En un discurso para entretener habría
realmente muy poco que resumir o motivar.
Todas las clases de discursos, sin embargo, deben tener algún tipo de cierre final para dar la
idea de que no falta nada. Parece que la mayoría de los oradores le dan poca importancia a la
forma de concluir. Puede estar seguro de que el tiempo que dedique a este detalle, será tiempo
bien empleado ya que es la última impresión que se llevará el público cuando usted haya
terminado.
Sugerencias para captar la atención
Aunque los diferentes tipos de charlas requieren de diferentes clases de introducciones, pueden
ser útiles algunas sugerencias generales. La mayoría de las siguientes sugerencias serán útiles
para captar la atención en las disertaciones y los discursos. Algunas no son definitivamente
apropiadas para las reuniones informativas militares. Usted deberá decidir cuáles pueden
aplicarse a la charla que esté dando.
Pregunta
Usted deseará que su público responda de una de estas dos formas. Si empieza con una
pregunta — “¿Cuál ha sido el suceso más importante en su vida?” no esperará una respuesta
perceptible, porque la pregunta es retórica. Pero esperará que su público piense en una
respuesta. El otro tipo de pregunta es aquél en que espera una respuesta. El propósito es
conseguir una reacción unificada del público. “¿Quieren seguir pagando altos impuestos?” El
político que emplee esta pregunta deseará que el público responda al unísono, “¡No!”
Es fácil plantear preguntas. Es un poco más difícil plantear buenas preguntas. “¿Se han
preguntado alguna vez cuánta gente maneja Chevrolets?” no es una buena pregunta. Muchas
personas del público responderán mentalmente, “No, y no me importa”. Una pregunta como
“¿Les gustaría ganar un millón de dólares la próxima semana?” resulta ineficaz, ya que es poco
realista. También debe evitar las preguntas confusas: “¿Cuánta gasolina usaron todas las
aerolíneas comerciales de América Latina durante los últimos cinco años?”; y preguntas que
puedan avergonzar: “¿Cuántos de ustedes están totalmente endeudados?”. Las buenas

156
preguntas son claras y directas e invitan a la participación del público: ¿Qué trabajo quieren
tener en 5 años?” “Si pudieran pedir un deseo, ¿Cual sería?”
Citas
Generalmente, sin buscar mucho, puede encontrar alguna persona con autoridad y
reconocimiento público que sea entusiasta y apoye su punto de vista. Hay libros de citas
especiales para profesores, vendedores, oradores, pastores y otros. Asimismo, si está atento,
en sus lecturas diarias encontrará citas que podrá usar después, en los periódicos, noticieros,
etc. Acostúmbrese a escribirlas y clasificarlas para usarlas en el futuro. Cuando emplee una cita
para iniciar una charla, recuerde presentarla de manera breve y comprensible. Usted quiere
captar la atención del público, no perderla.
Bromas
Es aconsejable que muchos oradores no empiecen con una broma. Si compra un libro de
bromas en la librería local o se presta uno de la biblioteca, sólo encontrará chistes viejos sobre
parientes políticos, borrachos y caballos parlantes. Un comediante o narrador hábil puede hacer
que las bromas sean divertidas agregándoles unas líneas apropiadas, diciéndolas en el
momento preciso y contando la historia en un contexto que se pueda creer.
Si quiere usar una broma o una historia humorística, lea nuevamente las sugerencias cómo usar
el humor indicadas en el epígrafe anterior. Atienda especialmente la sugerencia de contar la
historia varias veces antes de usarla en la charla, de manera que la conozca bien y sepa el tipo
de respuesta que puede esperar. También asegúrese de que la historia contribuya y no le reste
mérito a su charla, asegurándose de que sea relevante, humorística y no ofenda al público.
Muchos oradores se han visto en serios aprietos al inicio de su charla por no considerar estas
cosas.
Declaración sorprendente
“Esta noche más gente verá una telenovela en la televisión más que todos los que han visto
todas las presentaciones de las obras de Shakespeare en los últimos 400 años”. (Esto es una
declaración verdadera.) “Cuando tenía 14 años me enamoré de una mujer que medía 37 pies de
alto”. Esta declaración sería una forma novedosa de empezar una charla sobre una estatua de
37 pies de alto en su ciudad natal. Recuerde hacer que su declaración sea no sólo sorprendente
sino también relevante.
Tema de interés mutuo
Un orador establece un tema de interés mutuo mencionando un interés común pertinente al
tema que se va a tratar. Se debe diferenciar esta técnica de la invocación al “público general”
mencionada en el capítulo anterior. A diferencia del político que le recuerda al público que él
también nació y creció en una granja —una declaración que puede ser verdadera pero que
probablemente no tenga relación con el tema— el tema de interés mutuo se establece en un
punto que es pertinente a la charla; y es sincero. Al visitar la universidad en la que una vez
estudió, un profesor podría empezar diciendo: “Es un verdadero placer estar en esta Ciudad,
para visitar nuevamente esta universidad donde estudié y me gradué, y tener la oportunidad de
renovar tantas amistades preciadas y felices. Fue aquí donde se formaron muchas de mis ideas
sobre la teoría de la comunicación y los discursos públicos”.

157
Referencias
Muchas veces puede captar la atención del público simplemente refiriéndose a la ocasión, la
importancia del tema, el interés especial del público o lo que dijo el orador precedente.
Ocasión. Hace varios años, durante el bicentenario de Estados Unidos, un orador empezó
diciendo: “Nos hemos reunido para celebrar el bicentenario de los Estados Unidos”. Un discurso
que conmemoraba el primer vuelo nocturno del mundo en Montgomery, Alabama, empezaba
diciendo: “Hoy estamos reunidos en un lugar muy histórico. Fue aquí, en la Escuela de Vuelos
Wright, donde se completó el primer vuelo nocturno exitoso”.
Tema. El método de referirse al tema está estrechamente relacionado con los primeros
comentarios concernientes a la etapa de motivación apropiada para la disertación. El método es
simple. Fomente la atención alrededor del tema en cuestión: Mi tema es importante para usted
ahora. En otras palabras, dígale a los oyentes por qué deben escucharlo. Este método tiene
más éxito cuando no les dice realmente a los oyentes por qué es importante el tema, ya que al
hacerlo a menudo producirá un enunciado aburrido y trillado. Simplemente piense en dos o tres
razones que resalten la importancia del tema, luego expréselas y elabore sobre ellas hasta que
el público reaccione favorablemente. Una pequeña variación sería empezar así: “No me
preocupa que subestimen la importancia de lo que tengo que decir hoy, ya que el tema sobre
____________ concierne a todos”.
Intereses especiales. Un orador que se dirige a un Club de Leones local, conocido por su
apoyo al juego de fútbol Azul-Gris que cada año recauda dinero para el programa del banco de
ojos, podría empezar diciendo: “Todos los años disfrutamos del juego de fútbol Azul-Gris por la
TV a nivel nacional. Pero ¿cuántos televidentes saben que esto es más que un juego con
algunos de los mejores futuros profesionales? Todos los que estamos en esta sala sabemos que
este juego ayuda a la gente a ver”.
Orador precedente. Cuando se presentan varios oradores en una misma ocasión, un orador
alerta puede a menudo abrir su charla usando lo que alguien ya ha dicho. Este recurso es
particularmente efectivo ya que la referencia está fresca en las mentes de los oyentes y da un
sentido de espontaneidad a la charla. Si emplea este método, puede explicar cómo encaja su
tema con la charla anterior o mostrar una relación razonable entre ellas. Por ejemplo: “El director
de personal acaba de hablarles sobre la importancia de emplear el apoyo efectivo en sus
charlas. Yo les hablaré de algo aún más básico. Quiero mencionar cuán importante es ofrecer
un buen marco de trabajo organizacional en el cual se puedan emplear los tipos de apoyo
mencionados por el director de personal”.
Transiciones y resúmenes intermedios
Las transiciones y los resúmenes intermedios pueden servir para que el público comprenda la
continuidad del pensamiento y se concentre en las ideas principales.
Transiciones
Las transiciones son enunciados empleados por el orador para moverse de la introducción al
cuerpo de la charla, entre los puntos principales, entre los puntos auxiliares dentro de cada
punto principal, y del cuerpo a la conclusión de la charla. Las transiciones le indican al público
que usted está ingresando a un nuevo punto, pero también son importantes para mantener la
continuidad de la información que se está ofreciendo. Considere esta transición:

158
“Hemos discutido los antecedentes de un programa de aptitud física en la atención
al cliente. A continuación, consideraremos los beneficios de dicho programa”.
Esta transición indica un cambio de dirección, pero no indica la razón ni la importancia del
cambio. Para que las transiciones sean efectivas, deben (1) mencionar el punto que se acaba de
discutir, (2) relacionar ese punto con el objetivo de la disertación e, (3) introducir el siguiente
punto. Estas tres etapas se incorporan en la siguiente transición:
“Hemos discutido los antecedentes de un programa de aptitud física en la atención
al cliente, pero estos antecedentes por sí solos no demostrarán la necesidad de tal
programa. Para entender mejor esa necesidad, debemos examinar a continuación
en varias situaciones prácticas los beneficios de este programa físico”.
Cuando se planean y emplean correctamente, las transiciones actúan como “resúmenes breves”
y contribuyen efectivamente a la continuidad de la charla como un todo.
Resúmenes intermedios
Los resúmenes que siguen a los puntos principales o las ideas claves, son herramientas útiles
para mantener la continuidad en una charla y para resaltar las áreas de importancia especial. De
hecho, si el punto está claro, el resumen puede resultar innecesariamente redundante y
aburrido. Sin embargo, se deben usar cuando los puntos principales sean insólitamente largos o
contengan información compleja y desconocida.
Con los resúmenes intermedios, usted repite la información de manera concisa y refuerza la
comprensión del público antes de presentar información nueva. Los resúmenes intermedios no
deben sustituir a las transiciones, deben ofrecerle un medio para avanzar de manera lógica
desde un punto principal, a lo largo de la transición, hasta el siguiente punto.
Ha terminado la preparación, y ¿ahora qué?
Los primeros cuatro capítulos de este libro han ofrecido sugerencias sobre la preparación, la
organización, el apoyo y finalmente sobre el inicio y fin de la charla. Lo que viene a continuación
es la parte más aterradora para muchas personas —la presentación real de la charla. El
siguiente capítulo ofrece algunas sugerencias para hablar con mayor efectividad.
La Presentación de Una Charla
Aunque preparar una charla puede resultar laborioso, para muchas personas la parte más difícil
es la presentación misma de la charla. Las preguntas que plantean más frecuentemente los
oradores son: ¿Cuántas notas debo utilizar? ¿Cómo puedo sobreponerme a los nervios? ¿Cuál
es el comportamiento físico apropiado que debo emplear cuando hablo? ¿Qué tal si mi voz no
es la adecuada para hablar ante un grupo? ¿Cómo puedo proyectar sinceridad y entusiasmo?
Las respuestas a estas preguntas conforman el contenido de este epígrafe.
Métodos de Presentación
Los oradores pueden emplear alguno de los cuatro métodos más corrientes para hacer una
presentación: (1) hablar de memoria, (2) leer de un manuscrito, (3) hablar improvisadamente, sin
preparación específica alguna y (4) hablar, idealmente con una gran preparación y con un
número limitado de notas. El cuarto método usualmente nos proporciona una mayor libertad
para ajustarnos a la audiencia según hablamos y es el más indicado en casi todos los casos.

159
Memorización
Hablar de memoria es el peor método de dar una charla, y debería emplearse muy poco o
nunca. Aunque este método puede parecer útil para aquellas personas que no pueden pensar
rápidamente, la charla que se ha memorizado es una camisa de fuerza. Una charla semejante
no puede adaptarse a la situación inmediata o a las reacciones de la audiencia. En otras
palabras, no permite que el orador se ajuste a la situación en particular. Además, es casi seguro
que este método mine la espontaneidad y el sentido de comunicación. El método también
requiere de una cantidad excesiva de preparación, y el peligro de olvidar algo está siempre
presente.
Lectura de un Manuscrito
Leer una charla de un manuscrito permite la planificación de las palabras y frases exactas a
utilizarse. Pero las desventajas de este método de presentación exceden con mucho las
ventajas. Muchos oradores emplean el manuscrito como una muleta, en vez de pensar a
cabalidad las ideas de la charla. Con demasiada frecuencia la charla escrita se considera
simplemente como un ensayo leído en voz alta. Por consiguiente, la charla resulta demasiado
amplia y contiene un lenguaje demasiado abstracto para entenderse cuando se presenta
oralmente.
Si tiene que leer de un manuscrito, tome en cuenta las siguientes sugerencias:
Prepare el manuscrito.
• Las palabras habladas deberían ser más simples, claras y vívidas que las escritas.
• Las oraciones deberían ser más cortas y las ideas menos complejas que las escritas.
• Las transiciones entre los pensamientos y las ideas deben ser claras. Utilice
señalizaciones para evitar que la audiencia se pierda.
• Emplee la repetición para hacer hincapié en las ideas principales y en los puntos clave.
• Diríjase de una manera directa cuando hable sobre personas. Los pronombres
personales como yo, nosotros, nuestro, tú, usted, ustedes son mejores que ellos, la
gente, una persona, el lector, el oyente.
• Emplee un lenguaje concreto cuando sea posible. Siga los razonamientos abstractos y
complicados con ejemplos, comparaciones y definiciones específicas.
Prepare un borrador para la lectura.
• Emplee el tipo de letra más grande que le sea posible. Un tipo de letra especial que sea
dos o tres veces mayor que lo normal mejorará en gran medida la visibilidad.
• Utilice doble o triple espacio para que las palabras se destaquen más claramente y para
reducir la posibilidad de confusión o de leer mal el texto.
• Mecanografíe en un sólo lado de la página para facilitar su manipulación.
• Marque su manuscrito, por ejemplo utilizando líneas verticales entre la palabras cuando
desee hacer una pausa. Resalte las palabras que quiera recalcar. Algunos oradores
emplean líneas verticales dobles o triples o subrayado para mayor énfasis.
• Señale los lugares en el manuscrito donde usted planee emplear ayudas visuales.
• Utilice párrafos cortos para reducir la posibilidad de perderse.
• Algunos oradores varían la extensión de la línea dependiendo del significado.

160
Practique la charla.
• Lea la charla en voz alta para ver como suena. Realizar una grabación y escucharla le
será útil para identificar los lugares donde no se esté comunicando eficazmente.
• Lea y relea la charla varias veces, quizá una vez al día durante varios días si tiene
tiempo.
• Trate de que su charla suene como una conversación, como si estuviera pensando las
palabras por vez primera a medida que las lee.
• Evite combinaciones de palabras difíciles de decir. Haga los cambios necesarios en el
manuscrito.
• Practique dirigir la mirada a su audiencia la mayor parte del tiempo a medida que el
manuscrito le resulte más familiar.
• Haga la puntuación con inflexiones verbales, variedad y pausas.
Presentación de la charla.
Emplee uno de los dos métodos para manipular el manuscrito. (1) Sostenga el manuscrito frente
a usted con una mano lo suficientemente alta para que pueda verlo sin tener que bajar la
cabeza, pero no tan alto de manera que tape su cara. La otra mano quedará libre para voltear
las páginas y gesticular. (2) Coloque el manuscrito en el podio o en la mesa de manera de que
ambas manos queden libres para gesticular. No obstante, asegúrese de que el manuscrito esté
colocado lo suficientemente alto para poder leerlo sin inclinarse. A veces se pueden utilizar
libros y otros objetos para elevar el manuscrito a la altura deseada. En cualquiera de los
métodos que utilice, recuerde que son los ojos, no la cabeza, los que deben bajarse hacia el
manuscrito.
• No explique por qué ha decidido leer la charla. Si se ha preparado bien, hará un buen
trabajo y no habrá necesidad de excusarse.
• Esté dispuesto a cambiar la fraseología aquí y allá a medida que avance si le es útil para
comunicar ideas a sus oyentes. Estos cambios harán que su charla tenga un tono más
familiar.
• Introduzca comentarios de hasta una oración o dos de extensión para añadir variedad,
pero tenga cuidado de no alejarse tanto del manuscrito de manera de que se pierda el
hilo. Usted debería de haber pensado y preparado cuidadosamente el manuscrito. Los
cambios de última hora y las digresiones improvisadas pueden ser confusas tanto para
usted como para sus oyentes.
• Sea lo suficientemente flexible de manera que pueda acortar la charla si fuera necesario.
• Permita que las pausas sean dictadas por las ideas. Haga una pausa cuando
normalmente habría una pausa en el mismo lenguaje en conversaciones informales. Será
necesario hacer pausas con frecuencia, aún cuando la puntuación escrita no las indique.
• Concéntrese en el significado y en las ideas en vez de en palabras individuales. Si usted
ha escrito su propia charla, estará familiarizado con las ideas y con las palabras que eligió
para expresarlas. Usted redactó la charla, así que debería entenderla. Por lo tanto, la

161
ayuda más útil para dar un buena charla será recrear el sentimiento que lo llevó a poner
las palabras en el papel. No exprese pasaje alguno hasta que vea claro su significado.
• Elabore la próxima idea en su mente antes de expresarla.
• Lea con toda la sinceridad, el entusiasmo, la franqueza y la fuerza que sea adecuada
para la situación.
• Gesticule y mire directamente a la audiencia cuando lo haga.
Una charla leída de un manuscrito, pues, no es meramente, según alguien dijo alguna vez, “un
ensayo leído de pie”. El manuscrito debería redactarse en un tono de conversación más bien
que en un español formal. Esta supuesto a escucharse, no a leerse. Si se prepara bien, practica
diligentemente y tiene en cuenta los factores de dar la charla, usted podrá usualmente leerla de
una manera muy satisfactoria y espontánea.
Improvisación
Hablar improvisadamente requiere de una tremenda cantidad de habilidad y conocimientos. A
veces, usted encontrará necesario hablar impulsivamente sin preparación alguna. Pero este
método deben emplearlo únicamente oradores experimentados que están saturados de sus
temas y que tienen la habilidad de organizar sus pensamientos para [aprender] según hablan.
Incluso estos oradores experimentados tienen que recurrir a pensamientos y frases que han
empleado antes. Ellos han pasado años, por así decirlo, preparándose para dar una charla sin
prepararla.
Hablar con Preparación
Hablar con preparación, la técnica que los oradores eficaces emplean más extensamente,
produce los resultados más fructíferos cuando se basa en una preparación exhaustiva y una
práctica adecuada. La charla se planea cuidadosamente y se esquematiza detalladamente. La
única guía del orador usualmente es un esquema bien elaborado. Se trata de una lección
planeada idea por idea más bien que palabra por palabra.
Las ventajas de hablar empleando un esquema bien planeado son numerosas. El método obliga
a los oradores a organizar sus ideas y les pone la presión de sopesar los materiales con
anticipación. Proporciona la libertad de adaptar una charla a la ocasión y de ajustarse a las
reacciones del público. Le permite a los oradores cambiar lo que van a decir hasta el momento
mismo de expresarlo. En resumidas cuentas, el método de hablar con preparación le permitirá al
orador adherirse a las dos necesidades vitales para hablar eficazmente: una preparación
adecuada y un sentido vivaz de la comunicación.
Usted quizá querrá preparar dos versiones del esquema. Una de las versiones será muy
completa — casi en forma de manuscrito — de manera que pueda consultarla varias semanas o
meses después si se le solicita que dé una charla similar. La otra versión será mucho más
breve: quizá de una página de extensión o escrita en tarjetas de manera que pueda emplearla
cuando efectivamente dé su charla. Este breve esquema puede considerarse como un esquema
de palabras clave con palabras clave y frases clave que le recuerden los puntos más
importantes, los subpuntos, el material de apoyo que planee emplear, las preguntas que pueda
plantear y lo que quiera mencionar en la introducción y en la conclusión.

162
Esquema de Palabras Clave
El esquema de palabras clave debería dividirse en tres partes principales: la introducción, el
cuerpo o desarrollo y la conclusión. Según se ha comentado anteriormente, la introducción
puede tener tres subpartes: la atención, la motivación y la descripción. El cuerpo o desarrollo
contendrá tanto los puntos principales de la charla como las subdivisiones más importantes. La
conclusión puede tener tres subdivisiones: el resumen final, la remotivación y el cierre.
El Nerviosismo
Si usted sufre de miedo escénico, de nerviosismo o de temor de hablar, su audiencia puede
también tornarse inquieta o ansiosa. Aún así, algo de nerviosismo es tanto natural como
deseable.
Hasta los oradores experimentados frecuentemente experimentan la nauseabunda sensación de
“tener un cosquilleo en el estómago” mientras se preparan para hablar. El secreto es controlarlo
mediante la práctica. Tal y como un equipo atlético visitante practica en una cancha para
acostumbrarse a las diferencias del terreno y del medio ambiente, usted podría necesitar una
sesión de prueba o practicar su charla varias veces, preferentemente en el sitio donde ésta se
dará, antes de hacer efectivamente su presentación.
La práctica nos recuerda buscar la pronunciación de una nueva palabra o verificar información
suplementaria sobre algún punto importante.
Sugerencias para Oradores Nerviosos
Tome en consideración las siguientes sugerencias para poder controlar sus nervios.
1. El entusiasmo es la clave una vez haya terminado de practicar y esté listo para
dar la charla. A veces hablará de temas que usted encuentre aburridos, pero a
medida que se involucre más, el tema se tornará más interesante. No existe tal
cosa como un tema aburrido, únicamente existen oradores aburridos. Es
importante que su tema le entusiasme, porque el entusiasmo puede reemplazar
al miedo. Y entre más entusiasmado esté con su tema, más se involucrará la
audiencia tanto con usted como con lo que está diciendo.
2. Tenga pensamientos positivos hacia su audiencia. Los oyentes en la audiencia
son los mismos con quien usted disfruta en un ambiente menos estructurado. La
mayoría de las audiencias están conformadas por seres humanos cordiales
interesados en lo que usted tiene que decir. Ellos muy raramente lo abuchearán
o le tirarán tomates. La mayoría de los oyentes sienten una gran empatía hacia
los oradores y desean que éstos hagan un buen trabajo.
3. No se apure cuando empiece a hablar. Muchos oradores están tan ansiosos de
empezar que comienzan antes de que estén verdaderamente preparados. El
poco tiempo extra que le tome acomodar sus notas generalmente le pagará
buenos dividendos. Cuando esté listo para empezar, mire hacia diferentes partes
de la audiencia, respire profundamente y comience a hablar.
Comportamiento Físico
Los especialistas en comunicación nos dicen que más de la mitad de lo que queremos decir
puede comunicarse de una manera no verbal. Aunque los significados no verbales se

163
comunican mediante indicaciones vocales, una buena cantidad de significado se expresa a
través de los comportamientos físicos tales como el contacto visual, el movimiento físico y los
gestos. Usted necesita saber cómo estos comportamientos físicos pueden mejorar su habilidad
para expresarse.
Contacto Visual
El contacto visual es uno de los factores más importantes de la comunicación no verbal. No hay
nada que realce más su charla que un contacto visual eficaz con su audiencia. El contacto visual
es importante por tres razones.
Primero, permite a los oyentes saber que usted está interesado en ellos. A la mayoría de la
gente le agrada que los otros la miren mientras hablan.
Segundo, el contacto visual eficaz le permite recibir una retroalimentación no verbal de su
audiencia. Con un buen contacto visual, usted puede calibrar el efecto de sus comentarios.
Puede determinar si está siendo entendido y cuáles puntos están creando un impacto y cuáles
no. Usted podrá detectar las señales de que está siendo malentendido o las señales de que los
oyentes están perdiendo el interés. Siendo así, usted puede ajustar el ritmo o el énfasis de su
charla. Podrá decir con otras palabras o resumir ciertos puntos o añadir más datos de apoyo.
Tercero, el contacto visual eficaz mejora su credibilidad. Los oyentes consideran más
competentes a los oradores que emplean un mayor contacto visual.
Para lograr un contacto visual genuino, usted deberá hacer más que meramente dirigir la mirada
hacia sus oyentes. Tendrá que tener el deseo sincero de comunicarse con ellos. El antiguo
consejo de mirar sobre las cabezas de los oyentes o de intentar dirigir la mirada
sistemáticamente a todas las partes de la audiencia, simplemente no describe un contacto visual
eficaz.
Además, mirar únicamente hacia una parte de la audiencia o dirigir la atención solamente hacia
aquellos oyentes que parecen darle una retroalimentación reforzada, podría causar que usted
ignorara a grandes partes de la audiencia. Hágale patente a cada persona en un grupo pequeño
y a cada parte de la audiencia en un auditorio más grande, que usted está interesado en ellas
como individuos y que está ansioso de que entiendan las ideas que está presentando. De esta
manera establecerá un contacto tanto mental como sensorial con sus oyentes.
El contacto visual eficaz puede describirse como directo e imparcial. Usted dirige la mirada
directamente a los ojos de sus oyentes y usted dirige la mirada imparcialmente hacia todas las
partes de la audiencia, no solamente hacia unos pocos elegidos.
Movimiento Corporal
El movimiento corporal es uno de los factores más importantes de un comportamiento físico
dinámico y significativo. Un buen movimiento corporal es importante porque llama la atención del
oyente. Ayuda a mantener la atención que se necesita para una buena comunicación. Pero el
movimiento puede también representar una desviación o cambio en el patrón de su charla: una
manera conveniente de acentuar y de parafrasear su mensaje. Los oyentes sabrán que usted ha
terminado con una idea o pensamiento y que está listo para hacer una transición hacia lo
siguiente. Finalmente, aparte de su efecto sobre los oyentes, el movimiento le es útil como
conferenciante. Le ayuda a desahogar la energía excesiva que fomenta el nerviosismo. El
movimiento le ayuda a ponerse cómodo.

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¿Qué cantidad de movimiento es deseable? Algunos oradores nunca se mueven pero son
eficaces. No obstante, a menos que la formalidad de la situación o la necesidad de emplear un
micrófono fijo lo mantenga en una misma posición, usted probablemente debería moverse
frecuentemente. El movimiento detrás del atril puede reducir la distancia psicológica entre usted
y sus oyentes y hacerlos sentir más cómodos. Algunos oradores estiman que necesitan el atril
para sostener sus notas. Pero en la mayoría de los casos es realmente más efectivo si usted
sostiene las notas en vez de bajar la mirada hacia el atril para verlas. Cuandoquiera que mire
sus notas, recuerde bajar sus ojos, no su cabeza. En otras palabras, ponga sus notas a una
altura suficiente que le permita verlas.
Desde luego, algunos oradores se mueven demasiado. Quizá debido al nerviosismo andan de
un sitio para otro frente a la audiencia. Más aún, otros se mueven torpemente, lo que no ayuda a
la comunicación. Algunos dejan sus notas en el atril y se mueven de adentro hacia afuera por
detrás de éste como si fueran unos bailarines de hula-ula. Otros plantan sus pies firmemente en
un lugar y entonces se balancean de un lado al otro en una cadencia regular.
El movimiento corporal efectivo puede describirse como libre y decidido. Usted debería sentirse
libre de moverse frente a los oyentes. No debe sentirse obligado a quedarse detrás del atril sino
que debería moverse con justificación y decisión. Utilice sus movimientos para acentuar, dirigir
la atención y, por otra parte, ayudar a la comunicación.
Gestualidad
Los gestos pueden emplearse para aclarar o hacer hincapié en ideas. Por gestos se entiende la
utilización decidida de manos, brazos, hombros y cabeza para reforzar lo se está diciendo.
Juguetear con un clip, disponer de otro modo o revolver los papeles y rascarse la oreja no son
gestos. Esto no tiene propósito alguno y distrae la atención del mensaje verbal. Colocar ambas
manos en sus bolsillos o detrás de su espalda o frente a usted como una hoja de higuera limita
severamente su uso para gesticular. Mantener sus hombros y cabeza en una misma posición
durante la charla también le despojará de un medio efectivo de reforzar su comunicación.
Aunque los gestos pueden perfeccionarse con la práctica, serán más efectivos si usted hace un
esfuerzo consciente de relajar sus músculos antes de hablar, por ejemplo dando unos pasos
cortos o arreglando discretamente sus notas. Los gestos eficaces son completos y vigorosos.
Muchos oradores empiezan a gesticular, pero quizá debido al miedo, no llevan a cabo e
interrumpen los gestos.
Los comediantes consiguen que se ría la audiencia coordinando sus gestos inadecuadamente.
Hacer un gesto después de decir una palabra o frase parece absurdo. Los buenos gestos deben
hacerse exactamente en el momento o justo antes de que de que se llame verbalmente la
atención sobre un punto. Intentar planear de antemano gestos tiene como resultado una falta de
coordinación.
Finalmente, los buenos gestos son versátiles. El gesto estereotipado no encaja en todas las
situaciones o temas. Además, cuanto más grande sea la audiencia, más pronunciados deben
ser los gestos. Como en todos los aspectos de la comunicación, lo gestos tienen que adecuarse
a la situación.
Usted no deberá adoptar un modo de expresarse dinámico y enérgico si por naturaleza es
tranquilo y reservado. Como sucede con el movimiento, los gestos deben emanar de adentro.
Los gestos eficaces son tanto naturales como espontáneos.

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Observe a personas hablando entre sí en un grupo pequeño. Usted deberá aproximarse a la
misma con naturalidad y espontaneidad de gestos cuando esté hablando.
Uso de la Voz
Una buena voz tiene tres características. Es razonablemente placentera, se entiende fácilmente
y expresa las diferencias en significado. Técnicamente podríamos etiquetar estas tres
propiedades como timbre, inteligibilidad y variedad.
Timbre
El timbre se refiere a la impresión global que hace una voz a otros. Indudablemente, un timbre o
un tono placentero es un componente básico de una buena voz para expresarse. Algunas
personas poseen un timbre potente, otras uno que es agudo y nasal y aún otras pueden tener
un tono o timbre velado y apagado. Aunque los aspectos básicos del timbre sean difíciles de
cambiar, su voz puede volverse más aireada cuando usted esté animado, tensa cuando haya
suspenso y resonante cuando lea un lenguaje solemne. Los oyentes pueden frecuentemente
discernir a partir de la voz si el orador está contento, enojado, triste, temeroso o seguro.
Asimismo, el timbre vocal puede transmitir sinceridad y entusiasmo. Algunos oradores están
demasiado preocupados por el timbre básico de sus voces, pero al mismo tiempo le ponen poca
atención al efecto de la actitud y de la emoción en la voz. La mayoría de la gente tiene una voz
razonablemente placentera que resulta apropiada para expresarse.
Inteligibilidad
La inteligibilidad y comprensibilidad de su habla depende de varios factores.
1. Por articulación se entiende la precisión y claridad con las que los sonidos del habla
se emiten. Un sinónimo de articulación es enunciación. La buena articulación es
principalmente un trabajo de la mandíbula, de la lengua y de los labios. La mayoría
de los problemas de articulación provienen de la lentitud de la lengua y de los
labios o de no abrir la boca lo suficiente. Resulta mejor que usted articule
excesivamente a que articule insuficientemente los sonidos de su habla. Lo que a
usted le suena como articular excesivamente le sonará a los oyentes como
palabras y frases claras y comprensibles.
2. Por pronunciación se entiende la emisión tradicional o acostumbrada de palabras y
frases. Las normas de pronunciación difieren, lo que hace a veces difícil saber qué
es lo aceptable. Los diccionarios son útiles, pero a medida que resultan anticuados
es mejor no adherirse excesivamente a lo que dicen. Generalmente, tanto las
personas cultas de su comunidad como los locutores de radio y televisión a nivel
nacional nos proporcionan buenas normas de pronunciación. Entre los errores
comunes de pronunciación figuran colocar mal el acento parentesis por paréntesis,
omitir sonidos alante por adelante, añadir sonidos hicistes por hiciste y dar sonido
a letras mudas jale por hale. No exagere hasta el punto de que llame la atención
hacia su habla, pero recuerde que una pronunciación aceptable en una
conversación informal estaría por debajo de la norma cuando se habla ante un
grupo.
3. Pausa vocalizada es el nombre que le damos a las sílabas “a”, “uh”, “este” y “ah”
que se dicen frecuentemente al principio de la oración. Aunque unas cuantas

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pausas vocalizadas son naturales y no causan distracción, demasiadas impiden el
proceso de comunicación.
4. El uso excesivo de expresiones acuñadas tales como verá, en el sentido de que
debe evitarse. Estas expresiones no cumplen ninguna función comunicativa
positiva y sólo transmiten una falta de originalidad por parte del orador.
5. El uso de una gramática inferior al nivel medio no tiene cabida cuando se dé una
charla. Unicamente servirá para disminuir su credibilidad ante ciertos oyentes. Las
investigaciones demuestran que incluso personas que han empleado una
gramática inferior al nivel medio todas sus vidas pueden, practicando con
diligencia, alcanzar logros significativos en este campo en un período de tiempo
relativamente corto.
Variedad
En la variedad está el gusto de hablar. Los oyentes se cansan rápidamente cuando escuchan a
un orador que no varía su estilo de expresarse o a un orador que tiene una voz monótona. La
voz de un orador aunque sea inteligible y de buen timbre puede no agradarle a los oyentes.
Usted puede variar su voz y al mismo tiempo mejorar la comunicación tomando en cuenta los
principios fundamentales de la vocalización: ritmo, volumen, fuerza, tono y énfasis.
1. La mayoría de la gente habla a un ritmo de 100 a 180 palabras por minuto
cuando está presentando una charla. Sin embargo, en el habla normal variamos
el ritmo a menudo, de manera que dentro de las limitaciones de 100 a 180
palabras existen muchos cambios. Aquella persona cuyo temperamento es
excitable puede expresarse a un ritmo rápido todo el tiempo y las personas
impasibles generalmente hablan pronunciando con lentitud. No obstante, el
individuo entusiasta pero seguro variará el ritmo de expresarse para enfatizar
ideas y sentimientos. Un ritmo más lento puede ser apropiado para presentar
puntos importantes, mientras que un ritmo más rápido se presta para el material
de apoyo. El orador experimentado también sabe que una pausa ocasional
acentúa el pensamiento y pone de relieve las ideas. Una pausa dramática en el
momento apropiado puede expresar sentimientos e ideas más eficazmente aún
que las palabras.
2. El volumen es importante para el orador. Asegúrese siempre de que toda la
audiencia puede oirlo. No existe nada que entorpezca más una charla que
algunos oyentes no puedan escucharla. Por el otro lado, la charla no debería ser
demasiado ruidosa para un sitio pequeño. Un orador altisonante y
extremadamente ruidoso cansa a la audiencia rápidamente.
3. La fuerza es necesaria en ocasiones para recalcar y dramatizar las ideas. Una
audiencia soñolienta se cuadrará rápidamente si el orador emplea la fuerza
eficazmente. En ciertos momentos una reducción en la fuerza puede ser tan
efectiva como un rápido incremento. Aprender a controlar la fuerza de su voz, le
será útil para añadir énfasis y mejorar la comunicación.
4. El tono es lo agudo y grave de la voz. Si todo sigue igual, una voz de tono agudo
tiene más alcance que una de tono grave. Por otra parte, los oyentes se
cansarán más rápidamente cuando escuchen un voz de tono agudo. Si su voz

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se encuentra dentro de los límites normales — ni muy aguda ni muy grave —
busque la variedad según hable.
5. El énfasis obviamente proviene de todas las formas de variedad vocal, y
cualquier cambio en el ritmo, fuerza o tono influenciará el énfasis. Entre mayor o
más repentino sea el cambio, mayor será el énfasis. Como orador usted deseará
utilizar el énfasis prudentemente. Se deben evitar dos cosas: enfatizar
excesivamente y enfatizar incesantemente. Sea atinado. Enfatizar un punto más
allá de su valor real puede causarle la pérdida de credibilidad ante sus oyentes.
Sinceridad
Irónicamente, uno de los puntos más importantes que se comentará en este epígrafe puede
cubrirse con unas cuantas palabras. Indudablemente el orador necesita prepararse bien y
poseer una marcada habilidad de expresión para hacer un trabajo efectivo ante un grupo. Pero
se necesita algo más. Para ser realmente eficaz, el orador debe ser sincero. Mientras que usted
obviamente trate de proyectar luz y no solamente de generar calor, los oyentes serán
sorprendentemente tolerantes de los puntos débiles en la preparación y en su manera de
expresarse. Pero si acaso sospechan de su sinceridad, usted perderá eficacia. Una vez perdida
la eficacia, es casi imposible recobrarla. ¿Qué es la sinceridad? La sinceridad puede describirse
como un estado en que parece que uno está libre de engaño, fingimiento o hipocresía; un
estado de honestidad, confianza y fidelidad.
La sinceridad hacia sus oyentes se refleja en su contacto visual, su entusiasmo y su interés por
los miembros de la audiencia como individuos. La sinceridad hacia el tema se juzga si usted
parece o no involucrado o interesado en el tema o tópico de la charla. La sinceridad hacia sí
mismo se demuestra en la confianza e interés que usted tenga de estar haciendo el mejor
trabajo posible. La falta de sinceridad en cualquiera de estos campos, es casi seguro que
obstaculizará directamente la comunicación. Trasmita constantemente, tanto verbal como
extraverbalmente, que usted cree firmemente en lo que está diciendo.

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