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Jan Tschichold pertenece a la corriente que se opone al lenguaje nacional y prima por
un lenguaje racional y universal que derribe las fronteras en el diseño y permita
comunicar los mensajes en forma precisa, clara, simple y concisa. La claridad y la
legibilidad son características esenciales de la tipografía moderna. Es por eso que se
requiere la mayor economía expresiva y debe omitirse todo aquello que no sea
necesario. El diseño funcional prima por la abolición de la ornamentación, es decir, la
omisión de todo elemento decorativo. Según Tschichold, el ornamento que promueve
la comprensión del texto está permitido si es de carácter muy simple, de modo que no
se convierta en un objeto de interés en sí. Pueden utilizarse barras y cuadrados para
resaltar determinados elmentos y como guías de ordenación del conjunto.
Entre las letras establecidas disponibles, Tschichold se inclina por el tipo “grotesque” o
el “block”. Plantea que deben usarse familias tipográficas con gran cantidad de
variables para jerarquizar las distintas instancias del mensaje. El contraste del material
tipográfico llevará a enfatizar el contenido, generando una comunicación diferenciada.
Con respecto al color, Tschichold prefiere el rojo, ya que provee un contraste eficaz
con el negro. También da un lugar importante a los tonos azul y amarillo. El color no se
usa como un elemento decorativo, sino que las propiedades psicofísicas de cada uno
se utilizan para resaltar (o atenuar) los efectos.
Por otro lado, Tschichold dice que la ilustración debe ser reemplazada por la
fotografía. Este medio proporciona una presentación objetiva del objeto. Otras
posibilidades atractivas son el fotomontaje y el fotograma.
Por último, afirma que deben explotarse los descubrimientos técnicos actuales o
futuros para obtener una conjunción de la imagen y el texto por medio de la tipofoto
(Laszlo Moholy-Nagy). Finalmente afirma que debe plantearse una hoja estándar,
considerando a las DIN como las mejores medidas. Así como Behrens estandariza las
piezas de la industria, Tschichold afirma que hay que estandarizar las hojas de
imprenta.
Posteriormente Renner decide crear una tipografía que sea racional e internacional
pero que conserve cierto rasgo nacional. Así construye, en 1925, un alfabeto basado
en tipografías góticas alemanas, pero depurando sus formas con técnicas de
ampliación y reducción, obteniendo una tipografía moderna, racional y legible, a la que
llama Futura. Esta tipografía se basa en los conceptos de la geometría; el círculo, el
cuadrado y el triángulo son los patrones geométricos a partir de los cuales se
desarrolla la futura, obteniendo un conjunto tipográfico armónico y coherente. Sus
interesantes ajustes ópticos evidencian la calidad con la que fue creada. Renner
considera la necesidad según los cuerpos, cada carácter y grabarlo para poder
corregir así las imperfecciones que se producen cuando se amplía o reduce la letra
mecánicamente.
Cuando el nazismo muestra su peor faceta, Paul Renner escribe en contra de Hitler y
es encarcelado y acusado de crear una tipografía no alemana. Antes de que esto
ocurriera, Renner había mandado un afiche (utilizando la Futura) a la bienal de diseño
gráfico en Milán. Mussolini quedó maravillado con Renner y con la tipografía Futura, ya
que era moderna pero tenía claramente rasgos alemanes. Por lo tanto, sacaron a
Renner de la cárcel y lo mandaron a Italia obligado. A partir de esto, Goebbels se dio
cuenta de que podían aprovechar la Futura para crear una gráfica internacional.
ALEMANIA: ZAPF
Zapf diseñó tres tipos de letras: Palatino (1950), Melior (1952) y Óptima (1958). El
Palatino es un estilo romano con letras anchas y serifs fuertes. El Melior es un estilo
moderno que tiene fuerza vertical y formas cuadradas. El tipo Óptima es un sans serif
de gruesos y delgados trazos.
Stanley Morison aceptaría diseñar una nueva tipografía para el periódico The Times,
únicamente si el punto final era extraído del logo. Es así como se sacó el punto y
Morison creó la Times New Roman, basándose en una tipografía romántica tradicional.
Este tipo de letras con serifs puntiagudos pequeños fue introducido en el año 1932 en
la edición del periódico. La apariencia tipográfica de The Times fue cambiada de la
noche a la mañana y los lectores aplaudieron la legibilidad y la claridad del nuevo tipo
de letra. Es así como Morison puso en tela de juicio que solamente es moderno
aquello que rompe con la tradición.
A finales del 50, Miedinger reforma la Haas Grotesk y crea la Neuer Haas Grotesk.
Los alemanes nombraron al ojo de la letra Helvética (antiguo nombre de Suiza). Para
componer estas tipografías utilizó la micro y macro fotografía, diseñando cada variable
para que no tenga problemas de legibilidad.
En aquellos años todavía se rotulaban a mano los títulos de los carteles y los
eslóganes de los anuncios. La tipografía de composición se utilizaba para cuerpos
menores y, básicamente, para textos. Tiene suma importancia la implantación de la
Helvética en las cabeceras de carteles y anuncios por medio de la ampliación
fotográfica de los tipos (recurso de la nueva tecnología).
El estudio de diseño gráfico Gerstner, Gredinger & Kutter diseñó una nueva versión
de la Helvética, esta vez la Akzidenz Grotesk, al estilo de las grandes empresas
multinacionales que, a menudo, crean su propia competencia en el mercado.
De esta manera, Suiza entra con Frutiger y Miedinger en esta carrera de los países
por imponer una tipografía internacional, pero que llevara el sello del país autónomo.
La Helvética y la Univers fueron el pasaporte internacional del diseño gráfico suizo.