Está en la página 1de 3

Te quiero y te amo y te necesito

Las cartas que Antoine de Saint-Exupéry dirigió a su último gran amor son
desgarradoras. La mujer, una joven de 23 años, casada y embarazada, cuyo nombre
fue mantenido en reserva, nunca correspondió la pasión de Saint-Exupéry, quien
desesperado por los desaires le envió un sombrío último texto en mayo de 1944. 

"No hay más Principito, hoy día ni jamás. El Principito está muerto o se volvió
totalmente escéptico. Un Principito escéptico no es más un Principito. Estoy
resentido con usted por estropearlo", escribió.  "No habrá más cartas, teléfono ni
señal. No fui prudente ni pensé que arriesgara pena, pero me lastimé en el rosal
cogiendo una rosa. El rosal preguntará: ¿Qué importancia tenía para usted?
Ninguna, rosal, ninguna. Nada importa en la vida. No más vida. Adiós rosal",
agrega. 

Dos meses después de escribir esto, Saint-Exupéry desapareció misteriosamente


para siempre cuando pilotaba un avión sobre Francia, en una misión de recono
cimiento durante la Segunda Guerra Mundial.

http://www.mdzol.com/nota/272483-amada-mia-cartas-de-amor-de-grandes-
personajes-de-la-historia/

“Verona, 13 de noviembre de 1796

Ya no te amo: al contrario, te detesto. Eres una fea, una ingrata, una


estúpida, una desgreñada. Ya no me escribes; ya no amas a tu marido.
¡Sabes el placer que tus cartas le producen y no le escribes más que seis
líneas trazadas al azar!

¿Qué hacéis señora durante todo el día? ¿Qué importantísimo negocio es


ese que os impide escribir a vuestro tiernísimo amante? ¿Qué afecto ahoga
y os hace desdeñar el tierno y constante amor que le habéis prometido?
¿Quién puede ser ese maravilloso, ese nuevo amante que absorbe todos
vuestros instantes, tiraniza vuestros días y os impide acortaros de vuestro
marido? La verdad es, mi buena amiga, que me tiene inquieto el no recibir
cartas tuyas. Escríbeme pronto cuatro páginas y llénalas de esas amables
frases que inundan mi corazón de sentimiento y de placer. Muy pronto te
estrecharé entre mis brazos y te cubriré de besos ardientes como el clima
del Ecuador.
Bonaparte”.

De Bolívar a Manuela Sáenz


En su período de mayor gloria, días antes de la batalla de Ayacucho, el
Libertador le escribe a Manuela Sáenz exhortándola a quedarse en Lima
para evitar escándalos y enojos de su esposo el doctor Thorne:
“Ica, 20 de abril de 1825
Mi bella y buena Manuela:
Cada momento estoy pensando en ti y en el destino que te ha tocado. Yo
veo que nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia
y del honor. Lo veo bien, gimo de tan horrible situación, por ti, porque te
debes reconciliar con quien no amas, y yo porque debo separarme de quien
idolatro. Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor
y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos
de tu alm y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo.

Cuando tú eras mía yo te amaba más por tu genio encantador que por tus
atractivos deliciosos. Pero ahora ya me parece que una eternidad nos separa
porque mi propia determinación me ha puesto en el tormento de arrancarme
de tu amor, y tu corazón justo nos separa de nosotros mismos, puesto que
nos arrancamos el alma que nos daba existencia, dándonos el placer de
vivir. En lo futuro tú estarás sola aunque al lado de tu marido. Yo estaré
solo en medio del mundo. Sólo la gloria de habernos vencido será nuestro
consuelo. ¡El deber nos dice que ya no somos más culpables! No, no lo
seremos más.
S.B.”
http://revistadiners.com.co/actualidad/34808_las-cartas-amor-10-personajes-
historicos-napoleon-freud/

También podría gustarte