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Taller Argumentación Custodia Menor
Taller Argumentación Custodia Menor
2. Afirma el señor Miguel que en diciembre de 2013 la señora Rocío abandonó el hogar
que mantenían para conformar uno nuevo con otra persona. Como consecuencia de
ello, la pareja decidió voluntariamente que la custodia de su hija quedaría en cabeza
del padre, según se evidencia de las diligencias de conciliación de fecha 7 de febrero y
31 de diciembre del año 2015.
• Por su parte, la Defensora de Familia, manifestó que la menor tenía buena relación
con su padre y madre; calificó a cada uno sobre 9 en una escala de 1 a 10. Sin
embargo, relata que la niña afirmó al final de la entrevista: “Quiero quedarme a vivir
con mi papá”. Teniendo en cuenta que la menor presentaba ambivalencia, sugirió que
“la solicitud que realiza la señora Rocío, madre de la menor, podría ser viable, siempre
y cuando no se genere desestabilidad emocional, afectiva y psicológica, para el óptimo
desarrollo psicosocial de la niña…”
• Así mismo, la profesional del Instituto de Medicina Legal concluyó que aunque
ambos progenitores tenían las capacidades económicas como actitudinales para tener
el cuidado y custodia de la menor se evidencia preferencia por la figura paterna. Al
respecto señaló que “la niña ostenta un funcionamiento psicológico dentro del rango
de la normalidad, dirige vínculo afectivo fuerte y claro hacia cada uno de sus
progenitores, deja entrever conflicto de lealtades con sus padres debido al proceso
judicial que se adelanta, aunque muestra inclinación a permanecer bajo la tuición de
su progenitor…”.
La custodia y cuidado personal hace parte integral de los derechos fundamentales del
niño, consagrados en el artículo 44 de la Constitución Política. Por tal razón en
principio, esos derechos, en especial el del cuidado personal, ya que ellos nacen de la
especialísima relación que surge entre padres e hijos, salvo cuando aquellos son los
vulneradores de sus propios derechos.
En similar sentido, la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada por el
Congreso de la República mediante la Ley 12 de 1991, 1. Los Estados Parte
garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de
expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, teniéndose
debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del
niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo
procedimiento judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por
medio de un representante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas
de procedimiento de la ley nacional.
Podemos tomar en cuenta también que el artículo 26 del código de infancia y
adolescencia los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a que se les
apliquen las garantías del debido proceso en todas las actuaciones administrativas y
judiciales en que se encuentren involucrados. En toda actuación administrativa, judicial
o de cualquier otra naturaleza en que estén involucrados, los niños, las niñas y los
adolescentes, tendrán derecho a ser escuchados y sus opiniones deberán ser tenidas
en cuenta. “Deben prevalecer las garantías del menor cuando la decisión es coherente
con las particularidades fácticas, considera los lineamientos de los tratados
internacionales, así como las disposiciones constitucionales y legales para la protección
de niñas y niños”.
- ¿Qué argumentos tiene para sustentar el caso que le presente el señor Miguel?
Debe imponerse una acción de tutela en contra del Juzgado de Familia de Soacha, por
presunta vulneración del derecho fundamental al debido proceso y desconocimiento
de normas constitucionales, así como de jurisprudencia constitucional que protegen el
interés superior de los niños, su derecho a ser escuchados y sus opiniones valoradas
como sujetos titulares de derechos y objeto de protección constitucional reforzada.
Lo que nos permite alegar que hay una vulneración iusfundamental al derecho a la
igualdad ya que el juez accionado se basó en opiniones subjetivas para otorgar la
custodia a la madre de la menor.