EN LO PRINCIPAL: Contesta requerimiento; EN EL OTROSÍ:
Acompaña documentos.
S. J. L. DE FAMILIA DE TALCA
xxxxxxxxxx, abogada por la parte requerida de estos
autos sobre Medida de Protección por vulneración de derechos de la infancia caratulados “xxxxxx”, RIT xxx, a SS., respetuosamente digo:
Que, encontrándome dentro de plazo, y en conformidad a
lo dispuesto en el artículo 58 inciso 2° de la Ley N°19.968 que crea los Tribunales de Familia, vengo en contestar requerimiento de vulneración de derechos deducida en contra de don xxxxxx ya individualizado en estos autos en favor de su hijo xxxxxx, solicitando desde ya su más absoluto y amplio rechazo, con expresa condena en costas, en atención a los aspectos de hecho y de derecho que seguidamente se analizarán:
I. EN LOS HECHOS.
Que, mi representado junto con la requerida doña xxxxx
son padres de xxxxx de 1 año 6 meses de edad.
Que, xxx nació producto de una relación de
aproximadamente 2 años de matrimonio con la requerida.
Que, durante toda la vida de xxxxx, mi representado, ha
velado por su mayor desarrollo tanto en lo afectivo como en lo físico, intelectual y psicológico, acompañando en todo proceso de crecimiento a su hijo, sin embargo, doña xxxx compartía mucho menos tiempo con su hijo, dejándolo siempre al cuidado de su madre y en los tiempos libres mi representado era quien se encargaba de su alimentación, aseo y demases.
Que, sin embargo, producto de diferentes motivos que no
son objeto de este juicio, don xxxxx y doña xxxx decidieron, de mutuo acuerdo, regular el cuidado personal del niño de autos en favor de su progenitor, cumpliendose en la practica que el cuidado personal lo ejercía de mayor manera don xxxxx Así las cosas SS., de igual manera, sus padres, seguían en una relación de pareja con constantes conflictos productos de los celos infundados que sentía la madre de xxxx hacia mi representado y también, por la frustración de mi representado ante imposibilidad de poder relacionar a xxxxx con su familia paterna, debido a que hace años, ella había tenido una relación amorosa con un primo hermano de mi representado generando una distancia entre ella y la familia de don xxx, no dejando compartir al niño de autos con nadie de su familia paterna extensa.
Respecto a este requerimiento SS., es menester precisar
que surge producto de una discusión habitual de don xxxx con doña xxxx, en donde ella se descontroló y comenzó a agredir a mi representado delante de xxxxx, para terminar en una situación tan extrema que xxx decidió llamar a carabineros y decir que había sido agredida físicamente, situación absolutamente contraria a la que ocurrió dónde fue mi representado quien recibió golpes de ella, así las cosas del Juzgado de Garantía se enviaron los antecedentes y se abrió esta causa, sin posibilidad alguna de controvertir las versiones a mi representado lo sacaron de su casa y, a pesar de tener el cuidado personal, lo alejaron de su hijo, quedando su madre a cargo.
Como bien he señalado SS., Mi representado jamás ha
sido una persona violenta con xxx y menos expondría a su hijo a una situación de tal magnitud, muy por el contrario ha sido él quien ha experimentado durante mucho tiempo situaciones de violencia física y psicológica, principalmente por las amenazas de la madre de no dejarlo ver a xxxx si no cumplia con ciertos requisitos de ella.
Así las cosas, quien ha desarrollado de manera más
responsable su paternidad y siempre ha estado al cuidado de su hijo ha sido mi representado. Además SS., ambos requeridos ya no viven juntos ni tampoco están en una relación de pareja por lo que no existe posibilidad alguna de que el niño vuelva a presenciar algún tipo de discusión o violencia física entre ambos progenitores.
Por lo anteriormente expuesto SS., vengo en solicitar se
rechace el requerimiento no existir ningún tipo de vulneración al niño de autos, sino todo lo contrario un actuar muy diligente y responsable de su padre para lograr el mayor desarrollo de su hijo.
II. EL DERECHO:
El artículo 10 de la Ley 21.439 señala lo siguiente: “Derecho y
deber preferente de los padres y/o madres a educar y cuidar a sus hijos. Los padres y/o madres tienen el derecho preferente de educar, cuidar, proteger y guiar a sus hijos, y el deber de hacerlo permanentemente, de modo activo y equitativo, sea que vivan o no en el mismo hogar con sus hijos.
En razón de lo señalado en el inciso precedente, los niños, niñas
y adolescentes tienen el derecho a ser cuidados, protegidos, formados, educados y asistidos, en todas las etapas de su desarrollo preferentemente por sus padres y/o madres, sus representantes legales o quienes los tengan legalmente a su cuidado, y tienen derecho a ser guiados y orientados por aquéllos en el ejercicio de los derechos reconocidos en esta ley.
Todo lo anterior, siempre atendiendo al interés superior del niño,
niña o adolescente.
Por su parte el Artículo 25 del mismo cuerpo legal señala lo
siguiente:
“Derecho a un nivel de vida, desarrollo y entorno adecuado.
Todo niño, niña o adolescente tiene derecho a un nivel de vida que le permita su mayor realización física, mental, espiritual, moral, social y cultural posible.” Por su parte el 41.- Derecho a la educación. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser educados en el desarrollo de su personalidad, aptitudes y capacidades hasta el máximo de sus posibilidades.
Por otra parte, según lo ha definido don CRISTIAN SEURA
GUTIÉRREZ, “Son medidas de protección las que, de oficio o a petición de parte en cualquier momento del juicio o aún antes de su inicio, son decretadas por el juez de familia para dar una 10 efectiva solución y restaurar el imperio del derecho frente a acciones u omisiones que atenten, amenacen o vulneren los derechos y garantías fundamentales de los niños, niñas o adolescentes, todo ello en el marco de la aplicación jurídica y fáctica de la doctrina de la protección integral del menor y su principio rector del interés superior del niño”.
Aquellas, tienen por objeto velar por el interés superior del
niño, principio dirigido a asegurar el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes, así como el goce, ejercicio pleno y efectivo de sus derechos.
Por su parte, la Convención de los Derechos del Niño ha
establecido el principio de la especial gravedad de las violaciones de los derechos del niño, el que hace recaer en el Estado el deber de adoptar medidas especiales de protección y asistencia en favor de los niños bajo su jurisdicción, obligación, aquella, que en el caso sub-lite ha sido puesta en manos de SS.
Es del caso SS., que los hechos antes relatados no
constituyen hechos graves y urgentes que requieren de la intervención de este tribunal, motivo por el cual, al tenor de lo dispuesto en el artículo 71 de la Ley N°19.968 11 que Crea Los Tribunales de Familia, es improcedente que SS., adopte las medidas que sugiere la contraria.
POR TANTO,
A SS PIDO: tener por contestada la demanda de autos en
los términos expuestos, y con su mérito y el de las pruebas que oportunamente se rendirán, RECHAZARLA con expresa condena en costas.
EN EL OTROSÍ: Sírvase SS., tener presente que vengo en