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APRENDIENDO A

TOMAR DECISIONES

Tomar decisiones es uno de los procesos del pensamiento implicados en casi


todos nuestros actos. Muchas de estas decisiones están automatizadas y voy a
repetir acciones sin necesidad de tener que decidirlas conscientemente. Pero
a lo largo de nuestra vida vamos a tener que ir decidiendo en múltiples
situaciones, desde las más simples como decidir si una tarde salgo de paseo o
me quedo en casa, hasta transcendentales como elección de profesión, de
pareja…

En la toma de decisiones existen muchos mecanismos automáticos que se


unen para la decisión: mi experiencia, mis valores, la anticipación de
consecuencias, la intuición, la importancia subjetiva de la acción…

La decisión se nos presenta cuando existen dos o más alternativas, desde las
más simples, en cuanto a su estructura como es actuar o no actuar, hasta

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decisiones de opciones múltiples, como es hacer una excursión en donde
pueden haber más de veinte sitios diferentes a la misma distancia; de aquí
surge el conflicto.

Vamos a ejemplificar la estrategia con dos opciones, (con más opciones la


técnica es no varía).

Los signos + y -, indican agrado – desagrado, atracción – rechazo-

 1ª Situación: A+ y B-: No hay conflicto; una opción es apetecible y otra no.


 2ª Situación: A+ y B+: Doble atracción; comienza un cierto conflicto, ya que
ambas opciones son apetecibles, elija lo que elija voy a estar a gusto, aunque
aquí la decisión nos lleva un poco más de tiempo, valorando lo positivo de cada
una y valorando lo que dejo de tener.
 3ª Situación: A- y B-: Ambas opciones son desagradables; normalmente
elegiré lo menos malo para mí; valoraré los pros y los contras, según mis
necesidades, temores, etc.
 4ª Situación: Las situaciones anteriores son de consecuencias simples (+ o -),
pero la mayoría de las situaciones son más complejas; doble atracción –
rechazo (A+-, B+-); ambas opciones tienen ventajas e inconvenientes, aquí es
donde se nos complica la toma de decisiones. Elegir A significa aceptar en esa
decisión lo desagradable de A y perder lo agradable de B y viceversa.

Pasos a la hora de tomar una decisión:

1. Hacer una lista de las cosas positivas y negativas de cada opción. (No tiene
por que haber igual número de elementos en cada lado).
2. Dar un valor subjetivo de 0 a 10 a cada factor. ( 0 el valor mínimo y 10 el
máximo)
3. Sumar por separado cada cuadro.
4. Ver la importancia relativa; ya que en un apartado hemos podido poner más
factores que en otro, aunque su valor sea pequeño su suma final puede ser

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grande. Dividimos las cantidades por el número de elementos, así sacamos la
media.
5. Ver si podemos pensar en cómo reducir los inconvenientes de cada opción. Si
podemos hacerlo, lograremos elegir más centrados en las ventajas; para ello
podemos utilizar las técnicas de solución de problemas. (Este paso, al ir
dando claves que puedan solucionar los aspectos desagradables de cada
opción, nos permite reducir el valor que le damos a lo desagradable, y por
tanto, poder decidir entre las ventajas de ambas opciones).
6. Ver si es posible incluir las ventajas de una opción en la otra
7. Siempre que sea posible podemos darnos un plazo para poner a prueba la
decisión que hayamos tomado.
8. Control del error. ¿Y si una vez tomada la decisión veo que no me es
conveniente? Pasamos a la resolución de problemas de forma preventiva.

LA TOMA DE DECISIONES

“Toda mala decisión que tomo, va seguida de otra mala decisión”. Estas
palabras del Presidente Truman nos dejan entrever cuan fundamental es
valorar nuestras acciones y crear un proceso de toma de decisiones flexible y
creativo.

Nuestra oficina de farmacia nos hace vivir a diario situaciones, más o menos
conscientes, en las que es necesario tomar decisiones.

Ocasionalmente, la falta de información, los objetivos poco claros, el poco


tiempo y la tendencia (habitual) del ser humano a no arriesgarse, hacen que
podamos mejorar nuestra forma de tomar decisiones y en definitiva de elegir
alternativas.

Las decisiones razonables provienen de una comprensión y análisis de la


situación, evaluación y valoración de las alternativas y actuar una vez
escogido el camino. ¿Por dónde empezamos?

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Como en cualquier proceso, el orden de nuestras intervenciones es
importante y en cada caso deberemos de contextualizar. Así, si la decisión
implica a nuestro equipo de trabajo y/o pacientes, trataremos de forma
transversal sus emociones a la hora de tomar una decisión. Pero si se trata de
tareas y funciones, seguiremos el siguiente proceso de decisión:

 Reconocer que hace falta tomar una decisión y que esta implica un
cambio
 Tener claro que es lo más importante
 Elaborar un listado de ideas posibles
 Evaluar pros y contras de cada idea
 Elegir una de ellas

Imaginemos que debemos tomar una decisión sobre cómo mejorar nuestro
negocio.

Para aplicar el proceso anterior deberemos empezar por decirnos que es


normal y necesario hacer cambios para mostrar un valor añadido a nuestro
cliente, que ello nos aportará ventajas y que cuanto antes abordemos la
situación, antes saldremos de dudas.

Para tener claras la a prioridades y objetivos deberemos razonar que


queremos conseguir con ello y recordar que situaciones nos han llevado a
plantearnos que debemos tomar una decisión.

Seguidamente confeccionaremos una lista, a modo de lluvia de ideas, sin


llegar a juzgar su aplicabilidad. Por ejemplo, imaginemos que la lista de
acciones de mejora del negocio pasa por ampliar espacio, crear sinergias con
otro negocio, ampliar gama de productos y crear una tienda on-line. No nos
importa si la idea no es nada aplicable, siempre podremos sacar algo de ella.
En el caso de crear una tienda on-line, esto nos podría llevar a tener un
servicio de atención a domicilio para personas mayores.

El listado, en definitiva, deberá ser lo más extenso posible para valorar


beneficios y consecuencias negativas de cada alternativa. Esta fase nos

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impedirá actuar impulsivamente y podremos, incluso, dedicarnos a recoger
información y opiniones diversas.

Y con esto, ¡Ya lo tenemos! Deberemos escoger una opción.

Tener un proceso para algo tan cotidiano como el tema que nos ocupa es
importante para superar la tendencia a procrastinar o la de actuar sin
pensar.

Tomando decisiones con este método mejoraremos nuestra profesionalidad


y capacidad de éxito.

ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
A. Ejemplifica 5 decisiones donde te causó miedo de
hacerlas.
B. Plantea 5 ejemplos de decisiones desagradables donde
tuviste que afrontar.

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