Está en la página 1de 1

Universidad Autónoma de Chiriquí/ Facultad de Medicina

Escuela De Medicina, Ética médica (Código: Med 250)


Barbour, Elham (1-745-1928); Espinoza, Edgar (4-806-1724);
Esquivel, Julia (4-805-2067); Zhang, Alexandra (4-805-989)
Reseña Crítica de la Novela: No quiero ser Millonario Autor: Mario Zúñiga Araúz

Mauro Zúñiga Arauz nació en la ciudad de Panamá en 1943. Recibió el título de Doctor en Medicina
en la Universidad Nacional de Panamá. Se especializó en Medicina Interna. Trabajó en el Hospital
Rafael Hernández de la ciudad de David y luego se trasladó al Servicio de Medicina Interna del
Complejo Hospitalario Metropolitano Arnulfo Arias Madrid de la ciudad de Panamá. Su obra es muy
interesante ya que se trata de los conflictos de Mario consigo mismo y con las personas a su alrededor,
es un llamado a la conciencia ya que se destacan las desigualdades dentro de la sociedad.

Como futuros médicos, a través de esta obra, podemos confirmar y reafirmar en nosotros que ser
médico conlleva grandes responsabilidades con la sociedad y así como Mario, debemos cosechar a
diario valores como la tolerancia, que se manifiesta a lo largo de la novela en situaciones en las que
Mario era fuertemente criticado y burlado, sin embargo, nunca dijo ni hizo nada para defenderse. Otros
de los valores que vemos en Mario es la sencillez y humildad, a pesar de provenir de una familia de
escasos recursos, gente del campo; al momento de adquirir conocimientos y tener más oportunidades
como médico, nunca perdió sus orígenes. Esto es un ejemplo para nuestra vida, pues en la actualidad
ocurre a menudo lo contrario, personas que al mejorar su estatus económico se olvidan de sus raíces,
de su familia, de lo que lo motivó a batallar y superar obstáculos.

Es una historia real que nos enseña lo bonito que es brindar con profesionalidad y amor aquello que
nos gusta hacer, llegar a ser exitoso y no perder la humildad y ser siempre sencillo como en un
principio, antes de adquirir lucros. Debemos aprender que cuando llegamos a la cima de nuestras
metas, no debemos dejarnos llevar por el mundo consumista y material y dedicarnos a lo que de verdad
vale la pena que es ayudar a las demás personas, estas situaciones son las que verdaderamente nos
hacen crecer como personas y nos dan una satisfacción indescriptible, verdaderamente grata.
Además, no debemos pensar en la parte económica de nuestra profesión, debemos pensar en el
beneficio que les podemos brindar a nuestros pacientes y no debemos dejarnos llevar por la ambición
de tener más y así realizar una mala praxis en la atención del paciente al querer ser nosotros los únicos
beneficiados.

Se debe tener un compromiso afectivo y efectivo con el necesitado y ser una persona con principios
de amor y humildad. Como futuros médicos no debemos subestimar a los demás, al contrario, es
cuando más sencillos debemos ser, respetar a los demás, y nunca demostrar la diferencia de
capacidades o conocimientos con el paciente o con los semejantes, ya que todos somos iguales y
nadie es superior a nadie. Debemos tomarle y tener amor a lo que hacemos y más cuando se sabe
que se posee la habilidad o sé es apto para beneficiar la vida de los demás, en muchos sentidos. Ser
más comprensivos y mejorar la relación médico paciente, que no sólo se limite al historial o diagnóstico,
sino a tener una excelente comunicación y ganarse la confianza del paciente.

Se resalta la dedicación de muchos médicos que, en lugar de buscar el éxito económico, hacen honor
al juramento hipocrático sirviendo a las clases más necesitadas. En la actualidad se necesitan médicos
que practiquen los valores, que sean sobre todo humanistas, que se comprometan con preservar la
salud del paciente, que sean innovadores y con profunda conciencia ética y amor a su profesión
mejorar la calidad de vida individual y social.

También podría gustarte