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El Proceso de Conocimiento, Los Plazos en el Proceso de Conocimiento y los

principios

En lo que respecta a Los Procesos De Conocimiento, aquellos que resuelven una


controversia sometida voluntariamente por las partes al órgano jurisdiccional y que se
tramita sobre hechos dudosos y derechos contrapuestos, que debe resolver el juez
declarando a quien compete el derecho cuestionado o la cosa litigiosa

En los procesos de conocimiento siempre hay cognición. La cognición señala la fase del
proceso en que el juez formula una decisión de la que se derivan consecuencias
jurídicas a favor o en contra de las partes. Se utiliza esta palabra para distinguirla de la
ejecución en que se da efectividad a lo resuelto en la fase cognoscitiva.

Y el fin de los Procesos De Conocimiento es determinar la petición de alguna de las


partes, porque en los procesos de conocimiento hay contención, siempre hay dos
partes.
Los Plazos:

1. Plazo para contestar la demanda: 30 días.

2. Reconvención: si hay.

3. Plazo para contestar la reconvención: 30 días.

4. Excepciones: 10 días.

5. Plazo para contestar excepciones: 10 días.

6. Tachas u oposiciones a las pruebas: 05 días.

7. Plazo para absolver tachas u oposiciones: 05 días.

8. Plazos especiales del emplazamiento: 60 o 90 días.

9. Saneamiento: 10 días.

10. Audiencia conciliatoria: 20 días.

11. Audiencia de pruebas: 50 días.


12. Alegatos: 05 días.

13. Sentencias: 50 días

14. Plazos para apelar la sentencia: 10 días

Principio de dispositivo:
En aplicación del principio dispositivo, el proceso de conocimiento está sujeto a la
voluntad de las partes, fundamentándose en la autonomía de la voluntad. Entonces se
definiría al principio dispositivo, como la potestad que tienen las partes para ejercer o
no un acto procesal.
Los partidarios del principio dispositivo sostienen que el Juez no tiene función y, por
ende, no existe como tal. Si un sujeto particular o público no pide específicamente el
ejercicio, el organismo jurisdiccional no puede proceder de oficio, sino a petición de
parte, conviniéndose por lo tanto el juez en un espectador tanto de los hechos que se
invocan como de las pruebas apunadas y que no puede pronunciar sentencias más allá
de las cuestiones planteadas por las partes. En 1993, cuando se promulgó el nuevo
Código Procesal Civil, este principio prohibió al juez sustituir la iniciativa de las partes,
investigar los hechos alegados por ellas y sentenciar más allá de lo pedido.

Principio de escrituralidad
La aplicación del principio de escritura no significa que todos los aspectos procesales
sean escritos y mucho menos que pueda prescindirse de la escritura en ciertos casos,
pues mientras exista pluralidad de instancias, como en nuestro Código Procesal Civil,
tiene que utilizarse para conservar las principales piezas del proceso como la demanda,
tachas, excepciones, defensas previas, contestación de la demanda, auto de
saneamiento, audiencia de conciliación, audiencia de pruebas, resoluciones, etc. De
igual modo, el principio de escritura sirve para transcribir con la mayor fidelidad las
incidencias de las audiencias de conciliación de pruebas y las resoluciones judiciales.

Principio de Dirección del Proceso


Al ser director del proceso, el juez está obligado a dirigir personalmente los actos
procesales y es responsable del retardo que ocasione a las partes por su negligencia,
ejerciendo su cargo con sujeción a las disposiciones del Código Procesal Civil. El
principio de dirección del proceso recibe también el nombre de principio de autoridad.
Su vigencia histórica en el Proceso Civil explica su hegemonía frente al principio
dispositivo, bajo el cual el juez tiene dentro del proceso una actividad eminentemente
pasiva
Principio de Impulso Procesal
El principio de impulso procesal se fundamenta en el principio de dirección del
proceso, tiene el carácter público y se mantiene de acuerdo a los adelantos de los
estudios del Derecho Procesal, a través del cual el Estado hace efectivo el derecho
positivo, en busca de la armonía y la paz social con justicia plena. El impulso procesal
tiene como finalidad legitimar la actividad de las partes haciéndola más dinámica,
funcional y directriz.
El principio de impulso procesal -conocido también como impulso oficial, impulso
judicial o impulso autónomo- es el que permite poner en movimiento al proceso, de tal
manera que no se detenga hasta que se ponga fin a la instancia. Estos actos de
procedimiento pueden hacerse indistintamente: a petición de parte, de oficio por los
órganos jurisdiccionales o por disposición expresa de la ley.

Principio de Socialización del Proceso


Este principio radica en el derecho que tiene toda persona a la igualdad ante la ley, tal
como lo prescribe el art. 2° inciso 2 de la Constitución Política del 93. El art. VI del T.P.
del C.P.C. regula el principio de socialización del proceso al señalar que: “El juez debe
evitar que la desigualdad entre las personas que comparecen por razones de sexo,
raza, religión, idioma o condición social, política o económica, afecte el desarrollo o
resultado del proceso”

Principio de Contradicción
Este principio está basado en que, en todo proceso contencioso como el de
conocimiento son indispensables dos partes (demandante y demandado). Este
principio dio origen a la denominación de sujetos de la litis, que actualmente ha
variado por la denominación de “partes del proceso”. No se concibe proceso sin la
intervención de dos partes: pues, en el derecho procesal romano no se permitió que
los procesos se siguieran en ausencia de una de las partes.

Principio de Inmediación
tiene por finalidad procurar que el juez, que va a resolver un conflicto de intereses o
una incertidumbre jurídica, se encuentre en mayor contacto con las partes
(demandante y demandado) y con los medios probatorios que conforman el proceso.
Según este principio, el Juez debe conocer la actividad de las partes, su conducta y su
solvencia moral y que los actos que realicen, los cumplan en su presencia, lo que le
permitirá, si llegara el caso, hacerles conciliar, transar y finalmente emitir una
valoración justa de los hechos que aporten. Este contacto debe ser personal sin
necesidad de intermediarios como abogados, relatores, etc
Principio de Concentración
Este principio permite que toda actividad procesal se realice a través del menor
número de audiencias, ya sea una o dos y en menos tiempo, con la finalidad de que el
juez tenga una visión integral, que no solo le permita participar de todas las
audiencias, sino también adquirir una revisión de conjunto del proceso que va a
resolver. Este principio es un complemento del principio de inmediación. También
sostenemos que el principio de concentración consiste en reunir n una sola audiencia
varios actos procesales para su actuación, como ocurre durante la actuación de los
medios probatorios.

Principio de Economía Procesal


El artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil dispone que el proceso es un
medio que necesitan las partes para alcanzar la tutela jurisdiccional efectiva, por lo
que éste no puede originar mayores gastos al valor de los derechos que están en
conflicto. En caso contrario, no tendría objeto que las partes litiguen cuando la
restitución de un derecho les resulta más costosa de ahí que tanto los jueces como los
abogados invocan este principio, a fin de que el proceso sea menos oneroso, más
eficiente y oportuno; es decir, que el Juez como director del proceso debe actuar
diligentemente, que se resuelva dentro de los plazos y debe adoptar las medidas más
convenientes para una pronta y eficaz administración de justicia solucionando un
conflicto de intereses o una incertidumbre jurídica

Principio de Preclusión
Preclusión proviene del término italiano que significa clausurar, cerrar, impedir, es
decir, que todo proceso está conformado por actos procesales del Juez y de las partes,
que se desarrollan por etapas (postulatoria, probatoria, decisoria, impugnatoria y de
ejecución), las cuales deben tener seguridad y prestar garantía para el normal
desarrollo del proceso. Este principio, esta representado por el hecho de que las
diversas etapas del proceso se desarrollan en forma sucesiva mediante la clausura
definitiva de cada una de ellas, impidiéndose el regreso a etapas y momentos
procesales ya extinguidos y consumados.

Principio de eventualidad
Según este principio, el proceso se desarrolla por secciones, de tal suerte que para la
eficiencia de los actos procesales, éstos deben ejecutarse dentro de los plazos que
señala la ley taxativamente. En otras palabras, las partes deben hacer uso de todos los
medios probatorios al ejercitar la acción civil materializada en la demanda y en la
contestación de la demanda, en la reconvención y su absolución, al proponer las
tachas u oposiciones (cuestiones probatorias), las excepciones o defensas previas, con
la finalidad de suspender o anular lo actuado y dar por concluido el proceso.

Principio de Oralidad
Este principio surge en oposición al principio de escrituralidad, con la finalidad de
reducir los actos procesales a los más indispensables. En la historia del Derecho
Procesal encontrarnos que en Roma el proceso fue oral, no obstante que la legislación
imperial estableció la forma escrita para la impugnación de las resoluciones. Asimismo,
en el procedimiento francés algunos actos procesales eran escritos y otros orales. Este
procedimiento se adoptó en la legislación alemana.

Principio de publicidad
Los procesalistas modernos pretenden que todos los actos procesales que realizan las
partes y el juez deben ser dadas a publicidad para fiscalizar a los sujetos de la relación
procesal; sin embargo, existen algunos procesos civiles en que se debaten cuestiones
de carácter privado por lo que se hace menos necesaria la publicidad. A nuestro
criterio la presencia del público es un medio eficaz para la fiscalización del ejercicio de
la función jurisdiccional de los magistrados y abogados en los diferentes procesos; el
pueblo es el juez de jueces y, de acuerdo al grado de publicidad de los altos de
procedimiento y de la actividad procesal, se puede afirmar que existen dos tipos de
publicidad: una que corresponde al derecho procesal de carácter público; y otra, de
carácter privado, propia del derecho sustantivo.

Principio de carga de la prueba


La carga de la prueba corresponde a los sujetos de la relación procesal: el Juez y las
partes quienes intervienen en un proceso de conocimiento con la finalidad de que se
resuelva con eficacia un conflicto judicial. Las partes deben probar los hechos
constitutivos, impeditivos, convalidativos, modificativos y extintivos en que se funda su
petitorio.
Comentando este principio Ricci sostiene que “No puede depender de las
circunstancias de afirmar o negar un hecho, sino de la obligación de demostrar el
fundamento de cuanto se pretende en el juicio, dado a que ninguna demanda o
excepción puede prosperar si no son demostradas. Por principio, la demanda debe
formularse de este modo: quien quiera que siente como base de su demanda o
excepción la afirmación o negación de un hecho, está obligado a suministrar la prueba
de su existencia, toda vez que, sin esta demostración, la demanda o la excepción no
resulta fundada, y el Juez no puede admitir la demanda o las excepciones infundadas”.
En cuanto al Juez, le corresponde la carga de la prueba corno director del proceso pues
él tiene la potestad de intervenir en la audiencia de conciliación después de fijar los
puntos controvertidos declarando inadmisibles o improcedentes los medios
probatorios, en la audiencia de pruebas por el principio de inmediatez, actuar
personalmente todas las pruebas admitidas para formar su propia convicción que le
permita expedir una sentencia con plena certeza

Principio de valoración de los medios probatorios


En el antiguo derecho germánico surgió como un pensamiento místico el sistema de la
prueba legal, influenciado por el derecho natural durante la edad media. Este sistema
se fortaleció en el proceso penal durante el absolutismo entre los siglos XV al XVIII, en
los cuales se observaron pruebas privilegiadas, las que debían ser apreciadas por el
juez en cualquier caso como pruebas plenas: así la confesión de parte, aun los
testimonios debían valorarse de acuerdo al estatus social, el testimonio del noble era
prueba plena, el del ciudadano libre: prueba semi plena, y el siervo estaba prohibido
ser testigo, debiendo hacerlo por él como: el señor feudal. Además, el inquisidor
estaba facultado por ley a utilizar la tortura conocida como confesión de cargos, como
un medio probatorio privilegiado

Principio de congruencia
En el proceso civil, los jueces no tienen facultades citra petita, ultra petita ni extra
petita, sino que tienen que resolver de acuerdo a lo peticionado por las partes. El
fundamento radica en que el derecho procesal tiene naturaleza pública, pero los
derechos controvertidos dentro del proceso son de carácter privado; por consiguiente,
el juez no tiene potestad para sentenciar sobre puntos no demandados, no pedidos, no
probados

Principio de motivación de las resoluciones judiciales


Al surgir el constitucionalismo moderno, se comenzó a exigir a los jueces la motivación
de las resoluciones judiciales, excepto aquellas que son de mero trámite, con la
finalidad de que quienes son usuarios del servicio de la administración de justicia,
tengan pleno conocimiento de las razones por las cuales se ha dictado un auto o
sentencia en su contra, para que puedan fundamentar los medios impugnatorios y de
este modo el superior jerárquico pueda revisar correctamente los errores de hecho y
de derecho cometido por el ad quo aplicando el principio de fundamentación de las
resoluciones judiciales.

Principio de impugnación
Al haberse normado en nuestro ordenamiento procesal los medios impugnatorios, se
les permite solo a las partes o terceros legitimados, el derecho de hacer uso de los
remedios y de los recursos con el propósito de pedir un nuevo examen de un acto
procesal o de todo el proceso, para subsanar vicios o errores alegados siempre que les
cause agravio

Principio de doble instancia


La pluralidad de la instancia se ha elevado a garantía constitucional al haberse
normado en la Constitución Política de 1993, como principios y derechos de la función
jurisdiccional. En nuestro ordenamiento procesal civil, también se ha legislado el
principio de doble instancia al haberse prescrito: El proceso tiene dos instancias, salvo
disposición legal distinta. Sin embargo, en muchos países donde hay jueces de alta
calidad y con un procedimiento oral tienen que afrontar una carga procesal
caracterizada por demandas masivas de pretensiones patrimoniales de poco valor
cuantitativo, se ha regulado procesos en única y definitiva instancia, de modo que han
alcanzado una vasta transformación del derecho y del proceso, así como un
importante desarrollo en la explicación y solución de sus problemas sociales. En
nuestra realidad socio cultural poco avanzada no sería conveniente legislar procesos
de instancia única; pero esto no impide que en el futuro no se regule un procedimiento
de instancia única, para solucionar problemas masivos de justicia.

Principio de integración
Está contenido en el art. III del T. P. del C.P.C., al disponer que en caso de vacío o
defecto de las disposiciones contenidas en nuestro ordenamiento procesal, el juez
deberá recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y
jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso para
resolver un conflicto de intereses sometidos a su competencia, porque no todos los
derechos sustanciales están expresamente normados y el Estado, es el más
preocupado en que los procesos se desarrollen lo más rápido y lo mejor posible para
conseguir la paz social, a través de los organismos jurisdiccionales. De ahí que el
legislador de 1993, lo dotó al Juez de la autoridad que careció en el pasado, sin que
esto signifique dotarle de potestades dictatoriales o autoritarias, sino que debe tener
facultades decisorias desde el inicio, durante todo el recorrido hasta el fin, para cubrir
los vacíos o defectos en la norma procesal, es decir, las lagunas, recurriendo
inicialmente a los principios generales del derecho procesal y en orden de prelación a
la doctrina a la jurisprudencia.

Principio de conducta procesal


Por aplicación de este principio, las partes deben actuar durante el desarrollo del
proceso de conocimiento, con veracidad, probidad, lealtad y buena fe en todos los
actos procesales que realicen dentro de un conflicto judicial. Por otra parte, tanto el
demandante como el demandado deben pronunciarse en forma clara y concreta y
sobre el petitorio, proponer las tachas u opciones a los medios probatorios, las
excepciones y defensas previas y de los defectos de forma y de fondo de la demanda.
Aún en la demanda, la contestación y reconvención si la hubiere, los medios
probatorios deben ofrecerse y anexarse los documentos para evitar dilaciones
procesales. En la audiencia de pruebas hasta se faculta al juez a prescindir de las
pruebas que no tengan relación con los hechos controvertidos, normándose la
convalidación de los actos procesales, corrigiéndose los errores de procedimiento de la
nulidad de resoluciones judiciales, etc.

Principio de adaptabilidad de procedimiento a las exigencias del proceso


La innovación introducida en materia procesal sobre la formalidad de los actos
procesales ha implementado que, el principio de adaptabilidad de procedimiento a
las exigencias de proceso, por tanto. El código ha tratado de atemperar la rigidez del
principio de legalidad, adaptando en un solo proceso varios procedimientos que son
adaptables a las circunstancias, en correspondencia a las exigencias concretadas de la
pretensión material que se discute.

Conclusiones

1. El proceso es una unidad orgánica, es una organización jurídica porque tiende a


un fin; no son actos inconexos, sino coordinados metódicamente y
desarrollados hacia un fin: sentencia. Sólo Cuando el proceso es válido y está
estructurado es posible definir con la sentencia.

2. El proceso de conocimiento es el conjunto de actos procesales coordinados,


sistematizados y lógicos que orientan a los procesos contenciosos (abreviado,
sumarísimo, cautelar y de ejecución) y no contenciosos de materia civil y por
analogía, a falta de norma expresa, a otros procesos ya sean administrativos,
laborales y otros que se creen por la ciencia procesal.
Los Procesos Contenciosos

 Se trata del proceso que pretende un pronunciamiento que permita que


un conflicto u oposición entre partes sea resuelto. La finalidad de un proceso
contencioso es la de una pretensión de una o varias personas con intereses enfrentados.
Es indiferente en este caso que el demandado se oponga, escape a la discusión, se
declare en rebeldía, o reconozca los hechos.

 El asunto contencioso es lo que se somete al análisis y decisión de un tribunal.


Es decir, cuando hablamos de un juicio contencioso nos referimos al proceso. Cuando
se dice asunto es la causa del proceso en sí mismo. En cualquier caso, la definición de
contencioso así, a secas, queda acotada a los casos que no se incluyen en los
procedimientos administrativos o en aquellos de jurisdicción voluntaria.

 El proceso contencioso es una serie gradual, progresiva y concatenada de actos


jurídicos procesales, cumplidos por los órganos jurisdiccionales predispuestos y
particulares interesados cuyo fin inmediato es el restablecimiento del orden jurídico
alterado y su fin mediato la ficción de los hechos y la actuación del derecho.

 En los procesos contenciosos existe oposición entre las pretensiones de los


titulares activo y pasivo de la relación jurídico procesal, esto es, hay un conjunto de
intereses particulares.

 Procesos Contenciosos, son aquellos que tienden a la obtención de un


pronunciamiento que dirima un conflicto u oposición de intereses suscitados entre dos
o más personas, que revisten la calidad de partes

Resumiendo, al definir qué es un contencioso se hace siempre referencia a un proceso


judicial que versa sobre derechos o reclamaciones contrapuestas entre dos partes.

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