Planes y objetivos: Se debe examinar y discutir con la dirección general el estado

actual
de los planes y objetivos. El auditor debe reunirse con el director general y
revisar los
objetivos que se tienen planeados.

La organización: Revisar la estructura de la organización en el área que se

examina,
comparar la estructura real con la que aparece en el organigrama y aproximarse a
los
principios de una buena distribución de los distintos departamentos.

Políticas y prácticas: Se deben estudiar la políticas y prácticas, para saber si es

necesario tomar acciones de mejoramiento. Por ejemplo, si en el departamento de

producción
no existe control de calidad, es responsabilidad del auditor proponer su creación.

Reglamentos: Es importante determinar si la organización cumple con los reglamentos

locales, estatales y nacionales, ya sean de calidad, responsabilidad social y leyes

de trabajo, entre otros.

Sistemas y procedimientos: Conocer si los sistemas y procedimientos presentan

deficiencias
o irregularidades, e idear cómo mejorarlos. Es decir, encontrar en qué se está
fallando
al momento de la producción y mencionar cuál podría ser la solución.

Controles: Determinar la eficacia de los métodos de control. Cuando un producto

presenta muchos defectos, es probable que el mecanismo de control de calidad no
esté
funcionando.

Operaciones: Se debe precisar cuál aspecto de las operaciones requiere un mejor

control, organización o comunicación para lograr resultados superiores.

Personal: Conocer las necesidades del personal y cómo éstas afectan al trabajo en
el
área evaluada.

Equipo físico: Precisar si se pueden llevar a cabo mejoras en la ubicación y

mantenimiento del equipo para su mayor aprovechamiento. Es decir, verificar que la
maquinaria esté en el lugar indicado y funcionando a su máxima capacidad.

Informe: Preparar un informe con las oportunidades que se encontraron y describir

las soluciones más convenientes.