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PREVENCION Y PROGRAMAS

RECUPERATIVOS EN LOS
PROBLEMAS DE
APRENDIZAJE

Dr. Carlos Miranda López


ESTRATEGIAS PARA EL AULA.
CONSEJOS Y HERRAMIENTAS
• Es importante identificar las adecuaciones académicas que sean necesarias para
solicitar que los docentes las apliquen de manera generalizada en sus clases. Las
siguientes recomendaciones intentan establecer un marco para ayudar a los
estudiantes con Dificultades Específicas de Aprendizaje a alcanzar dentro del
sistema educativo el éxito escolar:
 Haga saber al niño que se interesa por él y que desea ayudarle. Él se siente inseguro
y preocupado por las reacciones del profesor.
 Establezca criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender,
sabiendo que realizar un trabajo sin errores puede quedar fuera de sus posibilidades.
Evalúe sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel
de los demás en sus áreas deficitarias. Ayúdele en los trabajos en las áreas que
necesita mejorar.
 Dele atención individualizada siempre que sea posible. Hágale saber que puede
preguntar sobre lo que no comprenda.
 Coloque al estudiante cerca del profesor, de la pizarra, o en el área de trabajo y lejos
de los ruidos, materiales u objetos que le puedan distraer.
 Fomentar el uso de agendas o calendarios de trabajo. Los estudiantes pueden utilizar
los calendarios para registrar las fechas de entrega de los deberes o de los exámenes.
Pueden ir anotando en las agendas las lecciones explicadas en el aula y por que parte
van.
Asegúrese de que entiende las tareas, pues a menudo no las comprenderá. Divide las
lecciones en partes y compruebe, paso a paso, que las comprende ¡Un disléxico no
es tonto! Puede comprender muy bien las instrucciones verbales.

La información nueva, debe repetírsela más de una vez, debido a su problema de


distracción, memoria a corto plazo y a veces escasa capacidad de atención.

Puede requerir más práctica que un estudiante normal para dominar una nueva
técnica.

Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con la experiencia


previa.

Dele tiempo: para organizar sus pensamientos, para terminar su trabajo. Si no hay
apremios de tiempo estará menos nervioso y en mejores condiciones para mostrarle
sus conocimientos. En especial para copiar de la pizarra y tomar apuntes.

Proporcionar una copia de los apuntes de la lección para poder tomar notas durante las
explicaciones.
Es importante el uso de tamaños de fuente más grandes y aumentar el espaciamiento de secciones.

Combinar la información verbal y visual a la vez.

Escribir los puntos clave o palabras en la pizarra antes de la explicación.

Utilizar explicaciones mnemónicas.

Alguien puede ayudarle leyéndole el material de estudio y en especial los exámenes.


Muchos disléxicos compensan los primeros años por el esfuerzo de unos padres pacientes y
comprensivos en leerles y repasarles las lecciones oralmente.

Si lee para obtener información o para practicar, tiene que hacerlo en libros que estén al nivel de
su aptitud lectora en cada momento. Tiene una dificultad tan real como un niño ciego, del que no
se espera que obtenga información de un texto escrito normal. Algunos niños pueden leer un
pasaje correctamente en voz alta, y aún así no comprender el significado del texto.

Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura. Hacerle notar sólo aquellos sobre
los que se está trabajando en cada momento.
Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las dificultades que le suponen su mala lectura, escritura y
capacidad organizativa.

Tener en cuenta que le llevará más tiempo hacer las tareas para casa que a los demás alumnos de la
clase. Se cansa más que los demás. Procurarle un trabajo más ligero y más breve. No aumentar su
frustración y rechazo.

Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señale aquello en lo
que necesita mejorar y está más a su alcance. Hay que elogiarlos y alentarlos siempre que sea
posible.

Es fundamental ser consciente de la necesidad que tiene de que se desarrolle su autoestima. Hay que
darles oportunidades de que hagan aportaciones a la clase. Evite compararle con otros alumnos en
términos negativos (así es como a veces se consigue que se conviertan en caracteriales). No hacer
jamás chistes sobre sus dificultades.

No hacerle leer en voz alta en público contra su voluntad. Es una buena medida el encontrar algo en que el niño
sea especialmente bueno y desarrollar su autoestima mediante el estímulo y el éxito.
Hay que considerar la posibilidad, como se ha dicho antes, de evaluarle con respecto a sus
propios esfuerzos y logros, en vez de avaluarle respecto de los otros alumnos de la clase. (Es la
misma filosofía de las adaptaciones curriculares).

El sentimiento de obtener éxito lleva al éxito.

El fracaso conduce al fracaso (profecía que se auto-cumple).

Permitirle aprender de la manera que le sea posible, con los instrumentos alternativos a la
lectura y escritura que estén a nuestro alcance: calculadoras, magnetófonos, tabletas,
lectores electrónicos, diccionarios, ortografía, texto para los programas de voz, audio
libros, y más pueden ser herramientas muy útiles.

Todo profesional de la enseñanza debería saber algo sobre dislexia y tener en cuenta estas
consideraciones en la medida de lo posible (no sólo para niños disléxicos). Se evitarían muchos
problemas en las aulas.
EL PAPEL DE LOS PADRES EN EL TRATAMIENTO
El éxito puede implicar
una considerable
cantidad de trabajo, pero
Los padres (y todos los que se relacionan conver
se le hace él o ella)
que se deben
comprende su problema y
él va a recibir una ayuda
También es importante específica a fin de que
comunicarle que se le pueda superarlo.
seguirá queriendo, tener éxito, porque así se
El papel más importante aunque no pueda ir
que tienen que cumplir los lo hacen sentir las
especialmente bien en el personas importantes de
padres de niños disléxicos colegio. Hay que evitar
quizás sea el de apoyo su entorno, el niño tiene
que la ansiedad de los miedo a intentarlo y como
emocional y social. El niño padres aumente los
debe de saber que sus en la profecía que se
problemas del niño, auto-cumple, hace por
padres comprenden la
naturaleza de sus aumentando su propia fracasar, sin apenas
problemas de aprendizaje. ansiedad y preocupación darse cuenta. Esto
Esto requerirá generando dificultades complica la tarea del
frecuentemente el tener emocionales secundarias. especialista.
que dar al niño algún tipo
de explicación acerca de
sus dificultades disléxicas.
El mensaje importante que
hay que comunicar es que
todos los implicados saben
que el niño ha tenido que
esforzarse mucho más en
su trabajo para alcanzar su
nivel actual de lectura y
escritura.
Irónicamente, son a veces los padres que han tenido dificultades similares y que han sufrido mucho en la escuela
son los que tienden a ejercer una presión mayor, consiguiendo un fin diametralmente opuesto al pretendido.
Conviene que admitan su preocupación y compartir con el niño los problemas que tuvieron. Esto le hace al niño
sentirse más normal.

Es totalmente inadecuado e inútil comparar en sentido desfavorable al niño disléxico con un niño sin
problemas. Esto sucede especialmente si el niño que va bien en el colegio es más pequeño que el que
tiene el problema. Conviene recordar que ambos son distintos y que el disléxico tiene sus cualidades. Las
rivalidades fomentadas entre hermanos pueden acabar mal.

Es importante desarrollar la autoestima a todos los niveles. Puede hacerse dispensando al niño
consideración positiva incondicional, en especial cuando se siente decaído o fracasado. Es
fundamental evaluarlo con su propio nivel, esfuerzo y rendimiento. La dificultad es no pasar a la
sobreprotección, al “todo vale”. Pero la guía es tener clara la escala de valores en la que se
desenvuelve el niño, la situación de partida, el esfuerzo realizado.

Otra cosa a tener en cuenta son las dificultades prácticas asociadas con la dislexia: confusiones con las
horas del día, equivocaciones respecto del lugar donde se colocan las cosas, tendencia al desorden,
torpeza en ocasiones, dificultad en el cumplimiento de las instrucciones (si no se le dan muy claras y
concretas y se aseguran de que las haya comprendido). Todo esto exige una buena dosis de paciencia,
pero es tan importante como comprender las dificultades mismas del aprendizaje del lenguaje escrito.

Los padres pueden tener en ocasiones un papel directo de enseñantes. Esto depende en buena medida del tipo de
relación que haya entre padres e hijos. A veces es completamente imposible y hasta desaconsejable que los
padres ayuden a sus hijos. La situación se vuelve en ocasiones tan cargada de ansiedad que los padres o el niño
pierden la calma, se enfadan y las condiciones de un aprendizaje con éxito y de refuerzo positivo sistemático, se
vuelven inalcanzables.
CONSEJOS ESPECÍFICOS PARA EL TRABAJO CON NIÑOS
CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE.

• Dificultades de lenguaje.

Para lenguaje en general:

• Ayude a los niños con apoyos visuales que representen el tema del que se
habla: gráficos, dibujos, objetos, organizadores gráficos (conozca ejemplos de
organizadores gráficos en: Programa de Lenguaje – kinder – Colegio San
Joaquín www.educandojuntos.cl) (Valmaseda en Coll, Marchessi y Palacios,
2002).
• Tenga en cuenta que los niños con dificultades de lenguaje pueden sentirse
inseguros en situaciones en las que haya un gran componente de discusión oral
o de escritura.
• En esas ocasiones conviene tener un punteo de los temas a tratar que se vaya
siguiendo. Esto les da una pauta para organizar lo que escuchan.
• Estas estrategias son aún más relevantes en los primeros años de educación,
pues a los niños se les facilita el aprendizaje mediante el apoyo concreto.
Para Lenguaje comprensivo y
expresivo
• Corrija las producciones verbales erróneas o incompletas,
modelando la expresión correcta. Repita correctamente las
producciones de los niños lo más luego posible.
• Sobre todo, realice expansiones de lo dicho por el niño;
tanto de tipo gramatical como semántico (Valmaseda en op
cit).
• Por ejemplo, si el niño dice que los “murciégalos” chupan
sangre, lo óptimo es que el profesor diga, “claro hay
murciélagos que chupan sangre y otros que comen frutas”.
• Por el contrario, lo contraproducente es decirle, “no se dice
murciégalo, está mal dicho” ”repita, murciélago””. Esta
última conducta puede hacer que el niño se sienta
fracasado inhibiendo sus iniciativas comunicativas.
Para Lenguaje comprensivo y
expresivo
• Plantee preguntas abiertas de manera progresiva: esto
favorecerá, con el tiempo, una comunicación más
completa.
• Así comience con preguntas cerradas, para que luego Ud.
como profesor construya un relato a partir de lo dicho por
el niño.
• De esta manera, Ud. modela la forma de contestar
preguntas abiertas que puede plantearle al niño después.
• Por ejemplo, le puede preguntar ¿qué hiciste en el recreo?,
“Jugué”, ¿Con quién jugaste? “Con Pedro y Camila” ¿A qué
jugaron? “A las pilladas” “Ah, entonces en el recreo jugaste
con Pedro y Camila a las pilladas, y ahora ¿Qué vas a
hacer?”.
Para estimular el lenguaje expresivo:
Aproveche las situaciones de juego, especialmente en el caso de niños pequeños, pues proporciona un contexto
muy rico para el uso del lenguaje. Amplíe el lenguaje otorgando modelos de respuesta (Valmaseda en op cit).
Por ejemplo, cuando el niño esté jugando pregúntele qué está haciendo. Lo más probable es que el niño
responda
“esto”, a lo que usted debe contribuir diciendo “claro, estás construyendo una torre con cubos verdes, rojos
y azules”.

Anime el uso del lenguaje para distintas funciones como describir experiencias, acontecimientos y objetos (es
bueno utilizar apoyo concreto como láminas), expresar sentimientos, realizar juicios y predicciones, contar
cuentos, actividades donde deban categorizar, etc. (Pesse en Lucchinni, 2002)

Otorgue el tiempo necesario para que pueda expresarse (Pesse en Lucchinni, 2002).

Muchas veces estos niños demoran en contestar, haciendo sentir que el ritmo de la clase se pierde. Para evitar
esto, luego de un tiempo puede ayudar al niño preguntándole ¿en qué estás pensando? (con el fin de ayudarlo
y no de presionarlo), antes de pasar a otro. Otra estrategia es avisar con tiempo lo que se le va a preguntar. Por
ejemplo, puede decir Camila, le voy a hacer una pregunta, escuche bien. Mientras Camila piensa, comente que
necesitamos tiempo para pensar y buscar la respuesta correcta. Luego pida que conteste.
Para estimular el lenguaje expresivo:
Este par de segundos le da un tiempo para organizar su respuesta. Cuando corresponda, modele este “tiempo de pensar”. Diga
“lo voy a pensar” y demore algunos segundos antes de contestar una pregunta.

Para estimular el lenguaje comprensivo es bueno que inste a los niños a responder preguntas simples y vaya complejizándolas
progresivamente. Por ejemplo a través de la lectura de cuentos, primero puede plantear preguntas cerradas como ¿Estaba el gato
con las botas puestas? (respuestas si /no), y luego puede invitarlos a hacer descripciones verbales, pedir que cuenten el final de
la historia, etc. ¿Cuál era la labor del gato con botas?¿En qué termina la historia?¿Qué otro final se les ocurre?.

Otra manera de preguntar acerca de los cuentos es hacer preguntas siguiendo la secuencia de la historia (qué pasó
primero, qué después) Esto ayuda a crear una estrategia para recordar e ir integrando los acontecimientos del cuento
para luego contestar preguntas abiertas de interpretación que se basan en ellos. También se les puede pedir identificar
frases absurdas (palabras inadecuadas en el contexto), encontrar opuestos, descifrar incógnitas, resolver adivinanzas,
juegos de nominación, etc (Pesse en Luchinni, 2002).
Para Lenguaje articulatorio:
• • Solicite a los niños que al pronunciar las palabras
alarguen los sonidos de las sílabas (<bbbbbrrrrrrraaaaaaa>)
que observen las sensaciones que acompañan ese
alargamiento (cosquilleo en los labios, cosquilleo en el
paladar, abrir la boca) incluso que den un nombre a la
sensación (hormigueo, cosquilleo…). Realice esta actividad
frente a un espejo, que puede estar ubicado detrás de la
puerta o en el rincón de lenguaje, para que vean cómo se
mueve su boca al decir ciertas palabras. Este trabajo
ayudará a los niños a obtener mayor conciencia de los
movimientos articulatorios que tienen lugar al pronunciar
y de la estructura sónica de las palabras (cómo están
compuestas por distintas sílabas y sonidos) (Sánchez en
Coll, Marchessi & Palacios, 2002). Este trabajo lo puede
hacer antes de salir a recreo con uno o dos niños, es muy
efectivo.
DIFICULTADES DE ATENCIÓN
Siente al niño cerca del profesor, lejos de estímulos distractores como ventanas, diario mural

• Asegúrese de mantener un contacto visual con el niño. éste lo debe estar mirando cuando le
da la instrucción. Dígale “ Francisco, mire aquí”. Pídale que fije su atención en lo que usted hace
o muestra. (Menéndez, 2005). A medida que transcurra el año, podrá simplemente llamarlo por
su nombre y él sabrá que tiene que mirarlo.

• Defina los objetivos mínimos que el niño debe alcanzar en la clase, para que pueda participar al
ritmo de ésta (metas cortas y sencillas) (Haeussler en Luchinni, 2002). Recuerde que
generalmente ocurre que los niños con dificultades de atención son o más lentos que sus pares
o terminan las actividades muy rápidamente.
Dificultades de atención
• De órdenes muy simples, breves, y secuenciales (Menéndez, 2005). Por ejemplo: “Sebastián,
saque su cuaderno, ábralo, tome el lápiz, copie la instrucción de la pizarra”, “muy bien”,
“cuando termines me llamas”. Esto le entregará una estructura externa al niño para realizar
actividades que lo focalizará en la realización de una actividad. Para los más pequeños ayuda
tenercarteles con dibujos que indiquen la secuencia de actividades a realizar. Por ejemplo,
pegue en orden los carteles de pintar, recortar, pegar para que recuerde cuál es la secuencia
de una actividad larga (conozca ejemplos de carteles en: Programa de Lenguaje- kinder-
Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl ).

• Espere que finalice una actividad antes de encargarle una nueva, no permita que
deje las cosas a medio hacer (Menéndez, 2005). Por lo mismo, secuencie (parcele) y
gradúe las tareas para que vayan de lo más simple a lo más complejo y refuerce
cada uno de los pasos que debe cumplir. Por ejemplo, si termina la tarea, se le
felicita por hacerlo, luego pídale que lo intente con buena letra y valore su
realización, más tarde espere que el contenido también esté correcto y felicítelo.
Pedirle todo a la vez, le desmotivará porque no puede realizarlo (Menéndez, 2005).
Dificultades de atención
• Alterne el trabajo de pupitre con otras actividades que le permitan
levantarse y moverse un poco. Como por ejemplo, hacerlo repartir las
guías a los compañeros, borrar el pizarrón, etc (Menéndez, 2005). Esto es
aún más importante cuando los niños tienen hiperactividad asociada,
pues les resulta muy difícil quedarse sentados toda una jornada.

• Refuerce a los niños en sus logros académicos y conductuales, concentración y


control de impulso, como por ejemplo, dándole ánimos continuamente, una
palmada en el hombro, una sonrisa ante cualquier esfuerzo que presenta (por
pequeño que sea), levantar la mano en clase, intentar buena letra, o contestar
sin equivocarse, etc. También es bueno el reconocimiento o halago público:
comentarios positivos en alto, notas para casa destacando aspectos positivos,
una felicitación de la clase, un trabajo en el diario mural, etc (Menéndez, 2005).

Otórguele atención positiva antes que limitarse a hacerlo callar y reprenderlo, cuando quiere
llamar su atención o la de sus compañeros interrumpiendo o preguntando cosas poco
atingentes. Acoja la pregunta del niño, pero inmediatamente, diríjalo hacia un tema de interés
para todo el curso o pídale que solucione un problema, indicándole qué debe hacer. Por
ejemplo, si el niño dice “Hace calor”, puede contestar “Sí, hacer calor, ¿Quieres abrir la
ventana?”. De esta manera, la atención del niño se focaliza hacia la resolución de un problema.
Más vale invertir el tiempo en estos niños y dárselo en acciones beneficiosas para todo el grupo,
que malgastar tiempo en retos, discursos y castigos (Haeussler en Luchinni, 2002).
Dificultades socio afectivas
Para trabajar con niños socialmente rechazados, que tienen
dificultades para relacionarse con sus compañeros:
• Otorgue una guía especial explicando la forma en que deben acercarse a otros tanto física como psicológicamente. Es
frecuente que estos niños no reconozcan las claves sociales que regulan los juegos y las interacciones con sus compañeros.
Les cuesta identificar los sentimientos de los demás y los momentos apropiados para manifestar cada conducta. Por ello
pueden ser bruscos y parecer insensibles ante las necesidades de los demás. Intente juegos, como el juego de las expresiones
faciales que muestren emociones. Se les puede pedir que trabajen en parejas o en grupos adivinando las expresiones que
actúa un compañero. Esto puede ayudar al niño a reconocer la ira, el dolor, la tristeza, entre otras claves sociales que muestren
sus pares (Marzano, 2003).

• Modele a través del ejemplo comportamientos como la entonación de la voz y el volumen adecuado que deben utilizar las
personas para comunicarse entre sí (Marzano, 2003).

• En el caso que un niño sea rechazado por sus compañeros por tener malos hábitos de higiene, averigüe en profundidad las
razones que tiene a la base (por ejemplo no tener servicios sanitarios en el hogar) e incluir a los padres en la solución de este
problema (Marzano, 2003). Muchas veces el colegio se encuentra equipado con duchas que pueden ser utilizadas por los
alumnos en el caso que lo necesiten.
Para trabajar con niños agresivos
• Describa la conducta del niño claramente junto a él “Le estás pegando a Manuel y le duele”.
Luego es posible establecer un contrato para recompensar las conductas adecuadas y otorgar
consecuencias por el comportamiento inadecuado.

Todas estas decisiones son tomadas en conjunto. Muchas veces las sanciones y los premios
las proponen los mismo niños. Es necesario ser consistente y otorgar recompensa o
consecuencias inmediatas a las acciones.
Por ejemplo, si en el contrato se acordó que dar golpes a un compañero iba a ser castigado
con limpiar la sala durante los recreos por una semana completa, el profesor debe encargarse
de que cumpla el acuerdo. De lo contrario se pierden los límites establecidos con el niño y la
valiosa coherencia entre palabras y actos (Marzano, 2003). Si el contrato se rompe en
variadas ocasiones es importante reelaborarlo, pues ya no tiene un significado para el niño.

• Mantenga un vínculo amable con el niño en todo momento pero sea riguroso y firme en los
acuerdos y decisiones (Marzano, 2003).

• Dé responsabilidad a los estudiantes para ayudar a la profesora u otros compañeros en la


sala. Esto les permite a los niños probar experiencias exitosas y refuerza la mejora de su
comportamiento (Marzano, 2003).
Para trabajar con niños agresivos
• Reconozca y fomente su participación en actividades extracurriculares al interior y al
exterior del colegio (Marzano, 2003). Las actividades extracurriculares tienen
repercusiones en la conducta en el aula, pues los niños aprenden habilidades tales
como el trabajo en equipo, respeto de turnos, entre otros, que les permiten regular su
conducta.
• Establezca reglas claras de convivencia a nivel de colegio. Se ha visto que una de las
características de los colegios efectivos es la existencia de normas claras, compartidas
por los alumnos, apoderados, directivos y profesores, y que son comunicadas a éstos
por distintos medios. Uno de los temas más importantes de enfatizar es el trato entre
alumnos.
Por ejemplo: en el colegio San Joaquín existe una guía del buen trato, que ayuda a
tener parámetros comunes en todo el colegio acerca de lo que se espera de los
alumnos respecto a su conducta y convivencia, y la cual es conversada en cada sala
de clases. Los niños que presentan conductas agresivas son llamados por la directora
quien comenta el incidente, luego les pasa una guía para que la lean esa nochey al día
siguiente se conversa sobre ella.

Los niños parecen tomar conciencia de sus actos y comentan las consecuencias
negativas para los demás (conozca guía “Tratémonos bien” en: Programa de
Formación – Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl).
Para trabajar con niños que le temen al
fracaso (baja tolerancia a la frustración):
En ocasiones los niños
trabajan mejor con pares,
pues pueden ayudarse a
• Proponga el trabajo con través de lenguajes más
un alumno tutor que similares. También es
tenga la capacidad de bueno poner a estos
Acepte los errores, ser contraparte y niños como tutores de
instaure la posibilidad de disminuir la autocrítica otros compañeros en las
corrección, el uso de excesiva en su áreas en que se
• Comunique que goma de borrar, corrija compañero (Marzano, destacan.
equivocarse es parte errores comunes frente a 2003).
importante de todo el curso, sin tomar
aprender, como ejemplo a un niño
así los niños podrán en particular (por
cometer errores sin sentir ejemplo, cuando un niño
angustia por esto. conteste mal, en vez de
Cuando los niños se decir “no” “mal” “se
muestran muy equivoco” dirija la
perfeccionistas, al punto atención hacia el
de evitar hacer una tarea problema y generalícelo
por temor al fracaso, como una problemática
adopte una postura que del curso “varios están
les permita liberarse de la teniendo problemas para
angustia que les provoca solucionar este ejercicio”
una mala calificación y soluciónelo con todo el
(Marzano, 2003). grupo), comente lo que
será más difícil en una
lección, etc.
Para trabajar con niños pasivos:
• No permita que los compañeros se burlen de ellos o que destaquen
sus características más deficitarias. Recuerde que en general estos
niños no se defienden ante la burla y crítica de otros, y
lamentablemente, los daños en la autoestima los inmovilizan aún más.

• Estimule y reconozca las actividades en las que el niño es bueno,


realiza de manera exitosa u obtiene avances que aunque son
pequeños son significativos. Es importante señalar que estos
refuerzos deben realizarse cuando la situación lo amerite y de
inmediato, es decir, cuando el niño obtengan avances en su proceso
de aprendizaje. De lo contrario, el refuerzo indiscriminado o desfasado
en el tiempo se vuelve inefectivo e incluso contraproducente.

• Evite la crítica, como por ejemplo, “¿Aún no terminas la tarea?” “Otra


vez no hiciste la tarea” “Siempre atrasado”, etc. Por el contrario, las
frases deben alentar al niño a realizar de la mejor manera que pueda
la actividad emprendida, como por ejemplo “Vamos terminando la
tarea” “¿Por qué no has hecho tus tareas, cuéntame?” “¿Qué
podemos hacer para que llegues más temprano?”.

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