Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Master PDF
Master PDF
Avanzada
1. Teorı́a de la medida 3
1.1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
1.2. Conjuntos medibles y medidas positivas . . . . . . . . . . . . . 5
1.3. Medidas exteriores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.4. Procedimiento de Carathéodory . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
1.5. Medida de Lebesgue . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1.6. Medidas absolutamente continuas . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.7. Medida de Lebesgue–Stieltjes . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
1.8. Funciones simples . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
1.9. Funciones medibles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.10. Integral de una función . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.10.1. Integral de funciones medibles no negativas . . . . . . . 22
1.10.2. Conjuntos de medida nula . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.10.3. Funciones integrables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
1.11. Teoremas de convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.12. Relación con la integral de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.13. Completitud de L1 (µ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
1.14. Medidas signadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
1.14.1. Medidas ortogonales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.14.2. Teorema de Radon-Nikodym . . . . . . . . . . . . . . . 44
1.15. Espacios Lp (µ) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
1
2 Luis Bernal González
Bibliografı́a 115
Capı́tulo 1
Teorı́a de la medida
1.1. Introducción
3
4 Luis Bernal González
Fue LEBESGUE, quien, a principios del siglo XX, dio una definición ade-
cuada de subconjunto medible de RN y de medida sobre tales subconjuntos.
Además, proporcionó una definición de función integrable que superaba las
carencias de la función Riemann-integrable, de modo que la correspondiente
integral generalizaba también la de Riemann y era aplicable a una clase mu-
cho más amplia de funciones. Otra notable ventaja de la integral de Lebesgue
es que se obtienen teoremas muy generales que relacionan la integral del
lı́mite de una sucesión de funciones medibles (estas son la generalización de
las funciones continuas) con el lı́mite de las integrales de estas.
1. X ∈ M.
2. A ∈ M ⇒ Ac := X \ A ∈ M.
∪
∞
3. Si An ∈ M para todo n ∈ N := {1, 2, ...}, entonces An ∈ M.
n=1
∅ ∈ M.
∩
∞
Si An ∈ M para todo n ∈ N, entonces An ∈ M.
n=1
∪
N
Si An ∈ M para todo n ∈ {1, . . . , N }, entonces An ∈ M y
n=1
∩
N
An ∈ M.
n=1
Si A, B ∈ M, entonces A \ B ∈ M.
Como ejemplos triviales, se tiene que {∅, X} y P(X) son σ-álgebras sobre
X. Es fácil ver que si {Mi }i∈I es una familia de σ-álgebras sobre X, entonces
∩
su intersección Mi es también una σ-álgebra sobre X.
i∈I
Si N ⊂ P(X), se llama σ-álgebra generada por N , denotada σ(N ), a la
intersección de todas las σ-álgebras M sobre X tal que N ⊂ M. Por tanto,
σ(N ) es la menor σ-álgebra que contiene a N .
6 Luis Bernal González
1. µ(∅) = 0.
5. Si {An }∞
n=1 ⊂ M es creciente, es decir, si An ⊂ An+1 para todo n ∈ N,
( ∪
∞ )
entonces lı́m µ(An ) = µ An .
n→∞ n=1
6. Si {An }∞
n=1 ⊂ M es decreciente, es decir, si An+1 ⊂ An para todo
( ∩
∞ )
n ∈ N y µ(A1 ) < +∞, entonces lı́m µ(An ) = µ An .
n→∞ n=1
1. µ∗ (∅) = 0.
2. A ⊂ B ⇒ µ∗ (A) ≤ µ∗ (B).
( ∪
∞ ) ∑∞
3. {An }∞
n=1 ⊂ P(X) ⇒ µ
∗
An ≤ µ∗ (An ).
n=1 n=1
Un ejemplo importante es el de medida exterior de Lebesgue, que recor-
daremos a continuación. A partir de ella se construirá la medida de Lebesgue,
generalización adecuada del volumen N -dimensional.
M = {M ⊂ X : µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ M ) + µ∗ (A \ M ) ∀A ⊂ X}
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ M ) + µ∗ (A ∩ M c )
= µ∗ (A ∩ M ∩ N ) + µ∗ (A ∩ M ∩ N c ) + µ∗ (A ∩ M c ∩ N ) + µ∗ (A ∩ M c ∩ N c ).
µ∗ (A ∩ (M ∩ N )c ) = µ∗ (A ∩ (M ∩ N )c ∩ N ) + µ∗ (A ∩ (M ∩ N )c ∩ N c )
= µ∗ (A ∩ M c ∩ N ) + µ∗ (A ∩ N c )
= µ∗ (A ∩ M c ∩ N ) + µ∗ (A ∩ M ∩ N c ) + µ∗ (A ∩ M c ∩ N c ),
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ (M ∩ N )) + µ∗ (A ∩ (M ∩ N )c ),
∑
p
( (∪
p
)c )
∗ ∗ ∗
µ (A) = µ (A ∩ Mj ) + µ A ∩ Mj [1]
j=1 j=1
∑
n
( (∪
n
)c )
∗ ∗ ∗
µ (A) = µ (A ∩ Mj ) + µ A ∩ Mj
j=1 j=1
∑
n
( (∪
∞
)c )
≥ µ∗ (A ∩ Mj ) + µ∗ A ∩ Mj ,
j=1 j=1
∑
∞
( (∪
∞
)c )
∗ ∗ ∗
µ (A) ≥ µ (A ∩ Mj ) + µ A ∩ Mj
j=1 j=1
∗
( (∪
∞
)) ∗
( (∪
∞
)c )
≥µ A∩ Mj +µ A∩ Mj ≥ µ∗ (A),
j=1 j=1
∗ ∗
( (∪
∞
)) ∗
( (∪
∞
)c )
µ (A) = µ A ∩ Mj +µ A∩ Mj para todo A ⊂ X,
j=1 j=1
∪
∞
de donde deducimos que Mn ∈ M. Hemos probado que M es una σ-
n=1
álgebra.
Denotemos µ := µ∗ |M . Entonces µ(∅) = µ∗ (∅) = 0. En cuanto a la σ-
aditividad de µ, tomemos Mn ∈ M (n ∈ N) dos a dos disjuntos. Haciendo
12 Luis Bernal González
∪
∞
A= Mn en el razonamiento anterior, obtenemos –todas las desigualdades
n=1
deben ser igualdades– que
(∪
∞
) ∑
∞ ∑
∞
µ Mn = µ(Mn ) + µ(∅) = µ(Mn ).
n=1 n=1 n=1
(a) A ∈ MN .
∪
∞
Llamemos G := Jn . Entonces G es abierto [luego G\A ∈ MN ], A ⊂ G
n=1
y, como m(A) < +∞, se tiene que m∗ (G \ A) = m(G \ A) = m(G) − m(A) ≤
∑∞ ∑
∞ ∑
m∗ (Jn ) − vol(In ) + 2ε < ∞ ε ε
n=1 2n+1 + 2 = ε.
n=1 n=1
x ∼ y ⇐⇒ x − y ∈ Q.
TEORÍA DE LA MEDIDA 15
{∑
∞ ∪
∞
}
A ∈ P(R) 7→ m∗φ (A) := ı́nf (φ(bk ) − φ(ak )) : A ⊂ (ak , bk ] ∈ [0, +∞]
k=1 k=1
χ∅ ≡ 0 y χX ≡ 1.
χA χB = χA∩B .
18 Luis Bernal González
[χA = 1] = A y [χA = 0] = X \ A.
χX\A = 1 − χA .
Veamos ahora que cada función medible se puede aproximar por funciones
simples medibles.
Si f (x) < n, se tiene que f (x) < n + 1, luego existe i ∈ {1, . . . , n2n }
y existe j ∈ {1, . . . , (n + 1)2n+1 } tales que i−1
2n
≤ f (x) < i
2n
y j−1
2n+1
≤
j i−1 j−1
f (x) < 2n+1
, de donde resulta φn (x) = 2n
y φn+1 (x) = .
Pero de las
2n+1
Si f (x) < +∞, existe n0 ∈ N tal que f (x) < n0 , luego, para todo n ≥
in −1
n0 , se tiene que φn (x) = 2n
≤ f (x) < in
2n
con in ∈ {1, . . . , n2n }. Esto
implica que |φn (x) − f (x)| = f (x) − φn (x) < 1
2n
→ 0. En consecuencia,
φn (x) → f (x) (n → ∞).
∫ ∫
(b) Si A ⊂ B entonces A f dµ ≤ B f dµ.
∫ ∫ ∫
(c) X (f + g) dµ = X f dµ + X g dµ.
∫ ∫
(d) Si λ ≥ 0, entonces X λf dµ = λ X f dµ.
∫
(e) Si o bien f ≡ 0 en A o bien µ(A) = 0, entonces A
f dµ = 0.
∫ ∫
(f) Si µ(B) = 0 entonces X f dµ = X\B f dµ.
∫
(2) Si A
f dµ < +∞ entonces f < +∞ ect A.
Se denotará por L1A (µ), o bien por L1µ (A) o L1 (µ, A), el conjunto de las
funciones integrables sobre A respecto de µ.
Cuando conviene hacer explı́cita la variable de la función que se inte-
gra, se denotará la integral de la definición anterior mediante la expresión
∫
A
f (x) dµ(x) o similar. Esto será especialmente útil cuando tratemos con
medidas producto (ver Sección 16).
TEORÍA DE LA MEDIDA 27
∑
p ∫ p ∫
∑ ∫
≤ lı́m ψn dµ = lı́m ψn dµ = lı́m ψn dµ,
n→∞ Ei n→∞ Ei n→∞ X
i=1 i=1
como querı́amos demostrar. 2
∫
(b) La aplicación ν : E ∈ M 7→ ν(E) = E
f dµ ∈ [0, +∞] es una medida
positiva.
La parte (b) del corolario anterior nos da una manera de generar medidas
a partir de una función medible y de otra medida. Además, ν(E) = 0 si
µ(E) = 0. Más adelante (Teorema de Radon-Nikodym) veremos que tales
medidas ν se generan siempre ası́.
∪
∞
Demostración. Ya que el conjunto Z := {x ∈ X : fn (x) 9 f (x)} ∪ [|fn | >
n=1
g]} es medible y µ(Z) = 0, podemos suponer que todos los lı́mites y desigual-
dades de la hipótesis son “en todo x ∈ X”.
∫
Tenemos pues que f es medible y |f | ≤ g ∈ L1X (µ), ası́ que X
|f | dµ ≤
∫
X
g dµ < +∞, de donde inferimos que f ∈ L1X (µ).
Probemos ahora que fn → f en la norma ∥ · ∥1 de L1 (µ), es decir,
∫
lı́m |fn − f | dµ = 0. [3]
n→∞ X
∫ ∫
De aquı́ se deduce que X f dµ = lı́m X fn dµ (y la demostración habrá acaba-
∫ ∫ ∫
n→∞ ∫
do), pues | X fn dµ − X f dµ| = | X (fn − f ) dµ| ≤ X |fn − f | dµ.
Demostremos pues [3]. En primer lugar, |fn − f | ≤ |fn | + |f | ≤ 2g, luego
2g − |fn − f | ≥ 0. Por el Lema de Fatou,
∫ ∫
lı́m (2g − |fn − f |) dµ ≤ lı́m inf (2g − |fn − f |) dµ.
X n→∞ n→∞ X
∪
∞
Demostración. Por el lema anterior, podemos escribir X = Y ∪ An , con
n=1
f |Y = 0, {An }∞
n=1 una sucesión creciente de conjuntos medibles y µ(An ) <
1.11.4. 2
∫ ∫
Por otra parte, si f ∈ L1R (m), entonces R
f dm = lı́m f dm. En
n→∞ [−n,n]
efecto, basta aplicar a {fn := f χ[−n,n] }∞
n=1 el teorema de la convergencia
(∪ ) ∑ ∑
µ(X \ Pm ) = µ Ek ≤ µ(Ek ) < 1/2k = 1/2m .
k>m k>m k>m
∪
∞
Sea P := Pm . Entonces µ(X \ Pm ) → µ(X \ P ) = 0 y, para cada x ∈ P ,
m=1
{fn(k) (x)} es de Cauchy, luego converge a cierto valor f (x) ∈ R. Definiendo f
como 0 en X \P , resulta que f es medible. Ahora bien, para cada k, m ∈ N se
tiene sup |fn(k) (x) − f (x)| = lı́m sup |fn(k) (x) − fn(j) (x)|, y esta expresión
x∈Pm j→∞ x∈Pm
tiende a 0 por [4]. En consecuencia, fn(k) → f uniformemente en Pm . Pero,
para cada ε > 0 existe un m ∈ N tal que µ(X \ Pm ) < ε. En consecuencia,
fn(k) → f casi uniformemente en X. 2
(b) µ− es finita.
(d) µ = µ+ − µ− .
TEORÍA DE LA MEDIDA 39
existe una sucesión {Bn }n≥1 ⊂ M tal que Bn ⊂ An y µ(Bn ) ≥ µ+ (An ) − 2εn
∪∞
para todo n. Como A ⊃ Bn , resulta que
n=1
(∪
∞
) ∑∞ ∑
∞
µ (A) ≥ µ
+
Bn = µ(Bn ) ≥ µ+ (An ) − ε,
n=1 n=1 n=1
∑
∞
de donde µ+ (A) ≥ µ+ (An ). Para la desigualdad opuesta, se considera,
n=1
para cada ε > 0, un conjunto B ⊂ A tal que B ∈ M y µ+ (A) ≤ ε + µ(B).
( ∪
∞ ) ∑
∞ ∑
∞
Entonces µ+ (A) ≤ ε + µ (B ∩ An ) = ε + µ(B ∩ An ) ≤ ε + µ+ (An ).
n=1 n=1 n=1
∑
∞
Por tanto µ+ (A) ≤ µ+ (An ).
n=1
Si µ+ (A) = +∞, entonces para cada M > 0 existe B ∈ M tal que B ⊂ A
y µ(B) ≥ M , lo que implica que
(∪
∞
) ∑∞ ∑
∞
M ≤µ (B ∩ An ) = µ(B ∩ An ) ≤ µ+ (An ),
n=1 n=1 n=1
∑
∞ ∑
∞
luego µ+ (An ) ≥ M para todo M > 0. En consecuencia, µ+ (An ) =
n=1 n=1
+∞ = µ+ (A).
Análogamente a la primera parte, se obtiene que µ− es numerablemente
aditiva si µ− (X) < +∞. Si probamos que no hay otra posibilidad, tendrı́amos
(a) y (b).
Por reducción al absurdo, supongamos que µ− (X) = +∞. Entonces exis-
tirı́a E1 ∈ M tal que R ∋ µ(E1 ) < −1. Usando la proposición anterior y la
notación en su demostración obtenemos que S(E1 ) < +∞. Por la definición
40 Luis Bernal González
Es claro que |µ| es finita o σ-finita si µ lo es. Se puede probar que, para
cada medida signada µ y cada A ∈ M, se verifica
{∑
n
}
|µ|(A) = sup |µ(Ek )| : A = E1 ⊔ · · · ⊔ En , {E1 , . . . , En } ⊂ M, n ∈ N .
k=1
(a) X = A ∪ B y A ∩ B = ∅.
(b) µ(E) ≥ 0 para cada E medible con E ⊂ A, mientras que µ(E) ≤ 0 para
cada E medible con E ⊂ B.
e B
(d) A y B son esencialmente únicos, es decir, si A, e satisfacen (a),(b),(c),
e = 0 = |µ|(B △ B).
entonces |µ|(A △ A) e
1
µ+ (X) = µ+ (Ek )+µ+ (X\Ek ) ≥ µ(Ek )+µ+ (X\Ek ) ≥ µ+ (X)− +µ+ (X\Ek ),
2k
e \ A) = 0 = µ− (A \ A):
µ− (A e se deriva de (b).
e \ B) = 0 = µ+ (B \ B):
µ+ (B e se deriva de (b).
e \ A) = 0: resulta de µ+ (A
µ+ (A e \ A) = µ+ (A
e ∩ B) = µ(A
e ∩ B ∩ A) =
µ(∅) = 0. Hemos usado (c) en la segunda igualdad.
e = µ− (B
µ+ (A \ A) e \ B) = 0 = µ− (B \ B):
e resultan, análogamente, del
apartado (c).
∫ ∫
= f dµ + f dµ + εµ(E ∩ A)
E\A E∩A
∫
= f dµ + ν(E ∩ A) − σ(E ∩ A) ≤ ν(E \ A) + ν(E ∩ A) = ν(E)
E\A
Sea µ una medida completa sobre un espacio medible (X, M). El caso
p = 1 ya ha sido estudiado. Si 1 ≤ p < +∞, se designa por Lp (µ) al conjunto
de las clases de equivalencia [con respecto a la relación f (x) = g(x) ect
x ∈ X] de funciones medibles f tales que |f |p ∈ L1 (µ). Para p = +∞, se
define L∞ (µ) como el conjunto de las clases de equivalencia de funciones
medibles esencialmente acotadas, es decir, funciones f para las que existe
alguna constante α ∈ (0, +∞) tal que µ([|f | > α]) = 0.
Se verá que, en efecto, las aplicaciones anteriores son una norma en cada
espacio Lp , L∞ respectivamente.
−p/p′
Basta multiplicar ahora por ∥f + g∥p .
(c) Supongamos ahora que µ es finita y que 1 ≤ p < q < +∞. Sea f ∈ L∞ (µ).
Entonces f es medible y existe α ∈ (0, +∞) tal que |f (x)| ≤ α ect x ∈ X.
Entonces, ect x ∈ X, se tiene |f |q ≤ αq χX ∈ L1 (µ) (lo último porque µ es
finita), luego |f |q ∈ L1 (µ), ası́ que f ∈ Lq (µ) y obtenemos L∞ ⊂ Lq .
48 Luis Bernal González
X
|f |αp
dµ · X 1 dµ α = ∥f ∥pq · µ(X) α′ < +∞, lo que implica que
∥f ∥pp < +∞. Ası́ que f ∈ Lp (µ). 2
Por otra parte, en el caso p = 2 (en el que p′ = 2), es fácil ver que la
∫
aplicación (f, g) ∈ L2 (µ) × L2 (µ) 7→ X f g dµ ∈ R es una forma bilineal
simétrica definida positiva, es decir, un producto escalar. Por tanto L2 (µ) es
un espacio de Hilbert.
donde los Ri son N -rectángulos cerrados. Por último, aproximar cada χRi
por una función de C0 (G). 2
tiene que (Rk+l , Mk+l , mk+l ) es la compleción (ver Ejercicio 4) del espacio de
medida (Rk × Rl , Mk × Ml , mk × ml ). De hecho, la hipótesis de completitud
de la medida se hacı́a en la sección 10 porque simplificaba la prueba de algu-
nas propiedades de la integral, pero no es necesaria en absoluto. Además, no
es difı́cil probar (usar, por ejemplo, aproximación por funciones escalonadas)
que si (X, M, µ) es un espacio de medida σ-finito, (X, M, f µ e) es su comple-
ción y f : X → [−∞, ∞], entonces f ∈ L1 (µ, X) si y solo si f ∈ L1 (eµ, X),
∫ ∫
y que en tal caso X f dµ = X f de µ. En particular, esto será útil cuando
integremos respecto de mk+l una función Rk+l → [−∞, ∞] mediante una
iteración de integrales sobre Rk y Rl .
∫ ∫
(a) Si f ≥ 0, las funciones φ(x) := Y
f (x, y) dν(y) y ψ(y) := X
f (x, y) dµ(x),
definidas en casi todo punto respectivamente en X e Y , son medibles
no negativas y se verifica
∫ ∫ ∫
f d(µ × ν) = φ dµ = ψ dν ≤ ∞.
X×Y X Y
Ejercicios
1. Dar un ejemplo de una σ-álgebra M tal que existan dos conjuntos
A, B ̸∈ M de modo que A ∪ B sı́ sea medible.
6. (a) Para cada ε > 0, hallar un abierto denso G ⊂ R tal que m(G) < ε.
58 Luis Bernal González
d(A, B) = P (A △ B) (A, B ∈ M)
∪ ∑∞
con los An dos a dos disjuntos, se verifica µ( ∞n=1 An ) = n=1 µ(An ).
Demostrar que existe una medida ν sobre (X, σ(A)) tal que ν|A = µ.
Indicación: Defı́nase ν : P(X) → [0, +∞] como
∑
∞ ∪
∞
ν(A) = ı́nf{ µ(An ) : A ⊂ An y An ∈ A (n = 1, 2, . . . )},
n=1 n=1
entendiéndose que ı́nf ∅ = +∞. Probar que ν es una medida exterior so-
bre X cuya restricción a A coincide con µ. Finalmente, probar que la σ-
álgebra asociada a ν construida por el procedimiento de Carathéodory
contiene a A.
17. Se considera una base de Hamel {aα }α∈A de R como espacio vectorial
sobre Q, y se define la función f : R → R mediante f (aα ) = aα + 1
(∑ ) ∑
para cada α ∈ A y f λα aα = λα f (aα ) para cada combinación
∑ α α
lineal finita λα aα de coeficientes racionales λα . Pruébese:
α
(b) f no es lineal.
(c) f no es medible-Lebesgue.
18. Sea µ la medida de Lebesgue sobre X = [0, +∞), y sea, para cada
n ∈ N,
2x/n2 si x ≤ n
fn (x) :=
0 si x > n.
∫ ∫
¿Es lı́m X fn dµ = X lı́m fn dµ?
n→∞ n→∞
(d) lı́m 0 x
dx.
n→∞
∫e x)n ]x
(e) lı́m 1 [1−(log
√
x2 −1 dx.
n→∞
∫ +∞
(sen x)n+1
(f) lı́m 0 x(x+1)
dx.
n→∞
∫ +∞ 1 ( x2 +2n )
(g) lı́m 0 1+x 2 log x2 +n
dx.
n→∞
∫ +∞
(h) lı́m nx
n+x2
e−nx dx.
n→∞ 0
1−cos x
(a) x(1+x2 )
en (0, +∞).
x·arctan x
(b) 1+x2
en [1, +∞).
62 Luis Bernal González
log(1+x2 )
(c) √ en (0, 1).
x 1−x2
25. Existe una teorı́a análoga de medidas signadas si se admite que µ toma
valores en [−∞, +∞). No obstante, se podrı́a plantear si podemos ad-
mitir que µ tome valores en la recta real extendida. Este ejercicio pre-
tende mostrar la imposibilidad de esto último. En concreto, se pide
probar que una función µ : M → [−∞, +∞] definida en una σ-álgebra
M no puede ser aditiva si existen P, Q ∈ M tales que µ(P ) = +∞ y
µ(Q) = −∞.
∑
∞
26. Sea {fk }k≥1 ⊂ Lp (µ) con 1 ≤ p < +∞ tal que ∥fk ∥p < +∞. Probar
k=1
∑
∞ ∑
∞
que la serie fk define una función f ∈ Lp (µ) y que ∥f ∥p ≤ ∥fk ∥p .
k=1 k=1
{∑
n
}
|µ|(A) = sup |µ(Ek )| : A = E1 ⊔· · ·⊔En , {E1 , . . . , En } ⊂ M, n ∈ N
k=1
para cada A ∈ M.
32. (a) Sea µ una medida con signo. Demuéstrese que µ+ y µ− son singu-
lares entre sı́, y que ambas son absolutamente continuas respecto de µ.
(b) Si µ y ν son medidas con signo tales que ν es absolutamente con-
tinua y singular respecto de µ, probar que ν = 0.
64 Luis Bernal González
33. Sea µ una medida completa sobre un espacio medible (X, M). Sea f ∈
∫
L1 (µ) y consideremos la medida son signo ν(E) := E f dµ (E ∈ M).
∫
Demostrar que |ν|(E) = E |f | dµ para cada E ∈ M.
36. Sean p ∈ [1, +∞), I = [0, 1] y f ∈ Lp (I). Para cada α > 0 se define
∫
fα : I → R mediante fα (x) = 2α1
(x−α,x+α)
f dm. Pruébese que fα es
continua, que ∥fα ∥p ≤ ∥f ∥p para todo α > 0 y que lı́m ∥f − fα ∥p = 0.
α→0
1
41. Consideremos la función f (x, t) := 2 2 2 t2 )
con y > 0.
∫1 ∫∞ (1 + x t
∫∞ ∫1)(1 + y
(a) Demostrar que 0 ( 0 f (x, t) dt) dx = 0 ( 0 f (x, t) dx) dt.
arctan t
(b) Demostrar que la función g(y, t) := t(1+y 2 t2 ) satisface
∫1 ∫∞ ∫∞ ∫1
0
( 0 g(y, t) dt) dy = 0 ( 0 g(y, t) dy) dt.
(c) Combinando los resultados anteriores, deducir que
∫ ∞ arctan t 2
0
( t ) dt = π log 2.
mn si x ∈ Am , y ∈ An
f (x, y) =
0 en otro caso.
47. Sean (X, M) e (Y, N ) dos espacios medibles, y sea f : X → Y una apli-
cación medible, es decir, φ−1 (N ) ∈ M para cada N ∈ N . Supongamos
que µ es una medida sobre (X, M) y que f : Y → [−∞, ∞] es una
función medible. Definimos la aplicación φµ : N → [0, +∞] mediante
(φµ)(N ) = µ(φ−1 (N )).
(a) Demostrar que φµ es una medida sobre (Y, N ). Recibe el nombre
de medida imagen de µ por φ.
(b) Probar que la función f ◦ φ es medible.
(c) Demostrar que f ∈ L1 (φµ) si y solo si f ◦ φ ∈ L1 (µ), en cuyo caso
∫ ∫
Y
f d(φµ) = X
f ◦ φ dµ.
2.1. Introducción
En este capı́tulo, estudiaremos diversos espacios de funciones analı́ticas
u holomorfas, dotándolos de una estructura lineal y topológica. Al considerar
unos como subespacios de otros, compararemos las diversas convergencias. En
concreto, efectuaremos una recapitulación de conocimientos sobre el espacio
H(G) de las funciones holomorfas e introduciremos los espacios de Hardy H p
y los de Bergman B p del disco unidad. Algunos espacios más se verán como
ejemplos o ejercicios.
67
68 Luis Bernal González
En tal caso, tal serie de potencias es única, existe f (n) (a) ∈ C para todo
f (n) (a)
n ∈ N y an = n!
para todo n ≥ 0. Dicha única serie de potencias se
denomina la serie de Taylor de f en a.
Si f = u + iv : G → C, con u = Re f y v = Im f , se tiene que f
es holomorfa en a ⇐⇒ [u y v son diferenciables en a, y se cumplen las
ası́ llamadas ecuaciones diferenciales de Cauchy-Riemann: ux (a) = vy (a) y
uy (a) = −vx (a)].
(k)
formemente en compactos de G, entonces f ∈ H(G) y además fn → f (k)
(n → ∞) uniformemente en compactos de G, para todo k ∈ N.
Del mismo modo, una familia F ⊂ C(G) (⊂ H(G), resp.) se dice que es
Tuc
relativamente compacta cuando F es un subconjunto compacto de C(G)
(de H(G), resp.), es decir, cuando de cada sucesión (fn ) ⊂ F puede extraerse
alguna subsucesión (fnk ) tal que existe f ∈ C(G) (∈ H(G), resp.) de modo
que fnk → f uniformemente en compactos de G.
En el espacio de las funciones continuas, la compacidad relativa está ca-
racterizada por el teorema de Ascoli-Arzelà, que estableceremos tras las si-
guientes definiciones.
Otra notación es L2a (G). Al ser un subespacio vectorial tanto de H(G) co-
mo de L2 (G), hereda de manera natural dos topologı́as: la de la convergencia
compacta y la de la convergencia cuadrática. Por supuesto, la aplicación ⟨·, ·⟩
anterior es también un producto escalar sobre B 2 (G). El resultado siguiente
muestra la estructura de este espacio.
2.3.1. Ortonormalidad
Recordemos algunos conceptos y resultados sobre ortonormalidad.
X. Son equivalentes:
mos un único sistema ortonormal {Pn }n≥0 de polinomios tales que grado(Pn )
= n para todo n ≥ 0 y sus coeficientes lı́deres son positivos. Por el teo-
rema anterior, se tiene que {Pn }n≥0 es una base ortonormal de B 2 (G) si y
solo si el conjunto de los polinomios es denso en B 2 (G), ya que L({Pn }n≥0 ) =
{polinomios}. Como B 2 (G) es un espacio de Hilbert separable, siempre tiene
una base ortonormal, pero no es seguro que posea una formada por poli-
nomios. Daremos seguidamente una sencilla condición suficiente, de carácter
topológico, para que esto ocurra.
∫ ∫
1 ( )1/p ∥f ∥p
≤ |f (w)|p dA(w) ≤ .
(1 − |z|)2
B(z,1−|z|) (1 − |z|)2
(b) Sea K ⊂ D un compacto. Entonces existe r ∈ (0, 1) tal que K ⊂ B(0, r).
Del apartado (a) deducimos que sup |f | ≤ 1
(1−r)2
∥f ∥p . De aquı́ se obtiene (b).
K
(c) Es muy similar a la prueba de la parte (b) del Teorema 2.3.1. 2
∏
n
productos parciales Pn := fk (n ∈ N) convergen uniformemente en A a
k=1
∏
∞
una función f : A → C. Esta función será denotada por f = fn .
n=1
∏
∞
(b) Si G ⊂ C es un abierto, {fn }∞
n=1 ⊂ H(G) y fn converge normalmente
n=1
∏
∞
en cada compacto K ⊂ G, entonces f := fn ∈ H(G). Además, si z0 ∈ G,
n=1
entonces el orden del cero z0 para f coincide con la suma los ordenes de z0
∑
∞
para las fn , es decir, orden (z0 , f ) = orden (z0 , fn ).
n=1
∏∞
|an | an − z
B(z) := αz k (z ∈ D)
n=1
an 1 − an z
define una función B ∈ H(D) tal que |B(z)| < 1 para todo z ∈ D. En
particular, B ∈ H ∞ (D). Además, sus ceros son exactamente los puntos an
(con la multiplicidad dada por el número de veces que cada uno de ellos
aparece en la sucesión), más el origen si k > 0.
r ∈ (0, 1), basta probar la convergencia normal en B(0, r), lo cual, de nuevo
∑
∞
|an | an −z
por la proposición anterior, equivale a probar que sup 1 − an 1−an z <
n=1 |z|<r
+∞. Para ello, fijemos z con |z| < r y observemos que
|a | a − z an + |an |z
1 − n n = (1 − |an |) ≤ 1 + r (1 − |an |).
an 1 − an z (1 − an z)an 1−r
∑
∞
Se deduce que la suma de la serie anterior es menor o igual que 1+r
1−r
(1 −
n=1
|an |) < +∞, luego nuestra serie también converge. 2
n=1
|an | 2π 0
Teorema 2.4.4. Sea f ∈ H ∞ (D) \ {0} y sea {an }∞n=1 la sucesión de ceros de
∑
∞
f , enumerados según su multiplicidad. Entonces (1 − |an |) < +∞.
n=1
ESPACIOS DE FUNCIONES ANALÍTICAS 89
Por otra parte, como |B| < 1 en D, resulta que ∥g∥∞ ≥ ∥f ∥∞ . Pero
gn → g puntualmente en D y |gn (z)| ≤ ∥f ∥∞ para todo n ∈ N y todo z ∈ D,
ası́ que |g(z)| ≤ ∥f ∥∞ para todo z ∈ D, luego ∥g∥∞ ≤ ∥f ∥∞ , de donde
deducimos ∥g∥∞ = ∥f ∥∞ . 2
Probemos (c). Un cálculo directo, usando que |f (reiθ )|2 = f (reiθ )f (reiθ ) =
( ∑
∞ )( ∑
∞ ) (∑
∞ )1/2
an rn einθ ak rk e−ikθ , prueba que M2 (f, r) = |an |2 r2n . Luego
n=0 k=0 n=0
∑
∞
∥f ∥22 = |an | , de donde se deduce que f ∈ H si y solo si la última serie
2 2
n=0
es convergente. Por el apartado (a), H 2 es completo.
Sea ahora gn := f
Bn
. Fijado n ∈ N, lı́m |Bn (z)| = 1, luego |Bn (reiθ )| →
|z|→1
1 (r → 1− ) uniformemente en θ. Por tanto ∥f ∥p = lı́m Mp (gn · Bn , r) =
{ ∫ }1/p r→1
2π
lı́m 2π 0 |gn (re )| |Bn (re )| dθ
1 iθ p iθ p
. Ahora bien, fijado ε ∈ (0, 1), existe
r→1
algún r0 = r0 (ε) ∈ (0, 1) tal que |Bn (reiθ )| > 1 − ε para todo θ ∈ [0, 2π]
y todo r > r0 . Luego ∥f ∥p ≥ (1 − ε) lı́m Mp (gn , r) = (1 − ε)∥gn ∥p para
r→1
cada ε ∈ (0, 1), de donde inferimos que ∥f ∥p ≥ ∥gn ∥p para todo n ∈ N.
Pero |gn | ≥ |f | en D porque |Bn | < 1 en D, luego ∥f ∥p = ∥gn ∥p para cada
n ∈ N. Ahora bien, para cada z ∈ D, |gn (z)| ↑ |g(z)|, y del teorema de la
convergencia monótona se deduce que lı́m Mp (gn , r) = Mp (g, r) para cada
n→∞
r ∈ (0, 1). Pero Mp (gn , r) ≤ ∥gn ∥p = ∥f ∥p para todo n ∈ N. Esto implica que
94 Luis Bernal González
∑
+∞
1 − r2 1 + reiθ
Pr (θ) := r|n| einθ = = Re (0 ≤ r < 1, θ ∈ R).
n=−∞
1 + r2 − 2r cos θ 1 − reiθ
dada por
P [φ](z) si z ∈ D
F (z) =
φ(z) si z ∈ T.
∫θ
Notemos que, si φ ∈ C(T) y µ(θ) := φ(eit ) dt, entonces µ ∈ C 1 [0, 2π] (en
0
∫ 2π
particular, µ es de variación acotada en [0, 2π]) y P [φ](z) = 2π1
0
Pr (θ −
α) dµ(θ).
Generalicemos esta idea. Recordemos que una función µ : [a, b] → R es
de variación acotada cuando existe M ∈ (0, +∞) tal que, para toda partición
∑
n
{t0 = a < t1 < · · · < tn = b} de [a, b], se tiene que |µ(tk ) − µ(tk−1 )| ≤ M .
k=1
El conjunto de tales funciones se denota por BV [a, b], y es fácil ver que es
un espacio vectorial. Recordemos algunas propiedades.
(k = 1, . . . , N ), se tiene
∑
N
A − f (ξk )(g(tk ) − g(tk−1 )) < ε.
k=1
(d) Si c ∈ (a, b) y f ∈ RSg [a, b], entonces f ∈ RSg [a, c] ∩ RSg [c, b] y
∫ b ∫ c ∫ b
f dg = f dg + f dg.
a a c
∫b ∫b
(h) Si f ∈ C[a, b] y g ∈ C 1 [a, b], entonces existe a
f dg = a
f (x)g ′ (x) dx.
∫ 2π
(c) u ∈ Arm(D) y sup 0
|u(reiθ )| dθ < +∞.
0≤r<1
Demostración. (a) ⇒ (b): Por hipótesis, existe µ ∈ BV [0, 2π] tal que u(z) =
∫ 2π
1
2π 0
Pr (θ − α) dµ(θ) para todo z = reiα ∈ D. Ahora bien, existen µ1 , µ2 :
[0, 2π] → R crecientes tales que µ = µ1 − µ2 . Entonces u = u1 − u2 , donde
∫ 2π
1
uj (z) := 2π 0
Pr (θ − α) dµj (θ) (j = 1, 2) son armónicas, y además son
mayores o iguales a cero ya que Pr (θ) > 0 para todo θ.
∫ 2π ∫ 2π
1 1
= lı́m Pr (θ − t) dµrn (t) = Pr (θ − t) dµ(t) = P [dµ](z),
n→∞ 2π 0 2π 0
como se requerı́a. 2
Esto conlleva que, para cada δ ∈ (0, 2π), u(r) = A + α(δ, r) + I(δ, r), donde
lı́m α(δ, r) = 0 e
r→1
∫ ∫
1 δ
1 δ ( µ(θ) − µ(−θ) )
I(δ, r) := − (µ(θ)−Aθ)Pr′ (θ) dθ
= −A θ(−Pr′ (θ)) dθ.
2π−δ π 0 2θ
µ(θ)−µ(−θ)
Dado ε > 0, escojamos δ ∈ (0, π) tal que 2θ
− A ≤ ε para todo θ ∈
(0, δ). Ya que cos θ es decreciente en [0, π], tenemos que Pr (θ) es decreciente
102 Luis Bernal González
también, luego |Pr′ (θ)| = −Pr′ (θ) en [0, π]. Y ya que Pr′ (θ) es impar en [−π, π],
resulta |Pr′ (θ)| = Pr′ (θ) en [−π, 0], luego |θ||Pr′ (θ)| = θ(−Pr′ (θ)) en [−π, π].
∫δ ∫π
Por tanto, |I(δ, r)| ≤ πε 0 |θ||Pr′ (θ)| dθ ≤ πε −π θ(−Pr′ (θ)) dθ. Integrando por
partes, obtenemos que
{ ∫ π } { }
ε ε −1 + r
|I(δ, r)| ≤ θ=π
[−θPr (θ)]θ=−π + Pr (θ) dθ = 2π + 2π < 2ε.
π −π π 1+r
Resumiendo, u(r) = A + [un término con valor absoluto < 2ε] + α(δ, r).
Para el ε > 0 y el δ > 0 fijados, tomemos r0 ∈ (0, 1) tal que |α(δ, r)| < ε
para todo r ∈ (r0 , 1). Obtenemos finalmente que |u(r) − A| < 3ε para cada
r ∈ (r0 , 1), lo que implica que lı́m u(r) = A. 2
r→1
lı́m f (z) = L
z→eiθ0 , z∈Sα (θ0 )
H ∞ (B(1, 1)), de modo que existe lı́m+ f (x) = L. Si δ ∈ (0, 1), se tiene
x→0
δB(1, 1) ⊂ B(1, 1), luego {fn (z) := f (z/n)}∞ ∞
n=1 ⊂ H (B(1, 1)), ası́ que (fn )
Por el Teorema de Vitali, existe una función F ∈ H(B(1, 1)) tal que fn → F
compactamente. Pero fn → L puntualmente en (0, 1), ası́ que F |(0,1) ≡ L. Por
el Principio de Prolongación Analı́tica, F ≡ L en B(1, 1). Por tanto fn → L
uniformemente en cada compacto de B(1, 1), en particular en
cos α
K := {z : | arg z| ≤ α y ≤ |z| ≤ cos α} (⊂ B(1, 1)),
2
(c) f ∗ ∈ Lp (T).
(b) ∥f ∥p = ∥f ∗ ∥p .
∫ 2π ∫ 2π
∗
|f (re ) − f (e )| dθ =
iθ iθ 2
lı́m |f (reiθ ) − f (seiθ )|2 dθ
0 0 s→1
∫ ∫
2π 2π ∑∞
2
≤ lı́m inf |f (re ) − f (se )| dθ = lı́m inf
iθ iθ 2 an (rn − sn )einθ dθ
s→1 0 s→1 0 n=0
∑
∞ ∑
∞
= lı́m inf 2π |an | (s − r ) = 2π
2 n n 2
|an |2 (1 − rn )2 → 0 (r → 1− ),
s→1
n=1 n=1
(luego |g| ≥ |f |), y por el Lema 2.5.11 se tiene que |B ∗ | = 1 ect θ. Resulta
entonces que, cuando r → 1,
∫ 2π ∫ 2π ∫ 2π ∫ 2π
∗
|f (re )| dθ ≤
iθ p
|g(re )| dθ →
iθ p
|g (e )| dθ =
iθ p
|f ∗ (eiθ )|p dθ,
0 0 0 0
∫ 2π ∫ 2π
luego lı́m sup 0
|f (reiθ )|p dθ ≤|f ∗ (eiθ )|p dθ. Gracias al Lema de Fa-
0
r→1
∫ 2π ∫ 2π
tou, obtenemos 0 |f ∗ (eiθ )|p dθ ≤ lı́m inf 0 |f (reiθ )|p dθ, lo que implica que
∫ 2π ∫ 2π r→1
existe lı́m 0 |f (reiθ )|p dθ = 0 |f ∗ (eiθ )|p dθ.
r→1
Φ : φ ∈ Hp 7→ P [φ] ∈ H p
(c) H p es separable.
∑
∞ { ∫ 2π }
(d) Sea f (z) = an z n ∈ H 1 , y sea cn (f ∗ ) := 1
2π 0
f ∗ (eiθ )e−inθ dθ
n=0 n∈Z
la sucesión de coeficientes de Fourier de la función de valores frontera
f ∗ . Entonces cn = 0 si n < 0 y cn = an si n ≥ 0.
Cφ : f 7→ f ◦ φ
ESPACIOS DE FUNCIONES ANALÍTICAS 109
Ejercicios
∑
∞
1 ∥f −g∥Kn
1. Demostrar que D(f, g) := 2n 1+∥f −g∥Kn
define una métrica comple-
n=1
ta en C(G), con G ⊂ C abierto y (Kn ) una sucesión exhaustiva de
D
compactos de G. Probar que fn → f si y solo si fn → f uniforme-
n→∞ n→∞
mente en compactos de G, y que la topologı́a que define D en C(G)
coincide con la generada por los conjuntos V (f, K, ε) := {g ∈ C(G) :
|g(z) − f (z)| < ε ∀z ∈ K}, donde K es un subconjunto compacto de
G, f ∈ C(G) y ε > 0.
16. Construir, para B 2 (D), una base ortonormal formada por polinomios.
∑
∞ ∫ 2π
(1 − |an |) < +∞ ⇐⇒ sup ln |f (reiθ )| dθ < +∞.
0≤r<1 0
n=1
para todo z, w ∈ D.
(c) Probar que la función f (z) := logp (1 − z) ∈ B \ H ∞ y que la función
g(z) := (logp (1 − z))2 ∈ H(D) \ B. Aquı́ logp denota el valor principal
del logaritmo.
1 ( ∩ )
26. Demostrar que ∈ H p \ H 1.
1−z 0<p<1
ESPACIOS DE FUNCIONES ANALÍTICAS 113
∥f ∥p
(a) Si |z| = r < 1, entonces |f (z)| ≤ 1 .
(1−r) p
30. Sea f ∈ H(D) con Re f (z) > 0 para todo z ∈ D, y sea g(z) = 1+z
1−z
.
115