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Facultad de Humanidades
Departamento de Pedagogía
Clases sociales en
Guatemala
28/06/20
Clases Sociales en Guatemala
Trabajador asalariado.
Trabajador por cuenta
3 Profesionales 2 propia. Familiar no
remunerado
Trabajador asalariado.
Trabajador por cuenta
4 Técnicos y oficinistas 3 y propia. Familiar no
4 remunerado
Trabajador asalariado.
Trabajador por cuenta
5 Trabajadores 7 y propia. Familiar no
calificados 8 remunerado
Trabajador asalariado.
Trabajador por cuenta
6 Trabajadores no 5, 6 y propia. Familiar no
calificados 9 remunerado
Cuadro 2
Estructura de clases de Ciudad de Guatemala Años: 1964, 1973, 1981,
1994 y 2002
Clase social 1964 1973 1981 1944 2002
Total 100.0% 100.1% 100.0% 100.0% 100.0%
Clase dominante 8.0% 5.5% 5.9% 10.0% 10.5%
Patronos 4.6% 2.7% 2.5% 3.4% 6.2%
Gerentes y 3.4% 2.8% 2.8% 6.0% 4.3%
Directores
Cuadro 3
Estructura de clases ciudad de Guatemala y país. Año 2002
Clase social Ciudad País
Total 100.0% 100.0%
Clase dominante 10.6% 4.9%
Patronos 6.2% 3.1%
Gerentes y Directores 4.3% 1.8%
Su ingreso familiar fluctuaba entre casi uno y tres salarios mínimos de la época.
Su escolaridad era sumamente baja, solo uno de cada tres había completados los
seis años de la escuela primaria, en tanto que uno de cada cinco había cursado
estudios preuniversitarios. Tales números eran aún menores en el caso de las
mujeres.
Los principales sectores productivos donde se empleaban los miembros de esta
clase social eran la industria manufacturera, la construcción, el comercio y los
servicios personales.
Las viviendas de esta clase social eran muy reducidas, contando en promedio con
casi dos habitaciones, por lo que sus habitantes vivían en condiciones de alto
hacinamiento. Generalmente estaban construidas con paredes de adobe, ladrillo
hecho de barro, y contaban con techo de lámina de zinc. Como ya se mencionó, el
nombre del barrio era también un elemento de diferenciación social, los barrios de
clase trabajadora tenían nombres bastantes comunes, tales como barrio San
Antonio, colonia La Florida o colonia El Milagro. En el caso de los hogares de
menores ingresos las viviendas estaban construidas con desperdicios de madera y
metal. Estas últimas por lo general estaban ubicadas en los suburbios de la ciudad
y en lugares no aptos para habitar, tales como abismos o laderas de ríos de aguas
servidas. Sus calles no eran pavimentadas sino de tierra y por lo general no
contaban con servicios básicos de agua potable, alcantarillas y recolección de
basura.
De acuerdo a datos de la Secretaría General de Planificación Económica, a
principios de la década de los noventa, alrededor de 602,000 personas habitaban
en estos barrios precarios del estrato popular de la clase trabajadora.
Siguiendo a Palma (1996), puede decirse que la Clase Trabajadora, llamada por
este autor baja, estaba dispersa en la ciudad de Guatemala, habitando áreas con
escasa infraestructura de servicios en las distintas zonas municipales.
Es oportuno indicar que los barrios del estrato social más bajo de esta clase social
estaban habitados mayoritariamente por indígenas que emigraron de sus
localidades de origen hacia la ciudad de Guatemala, en busca de mejores
condiciones de vida o huyendo del conflicto armado. Camus en su libro “Ser
indígena en Ciudad de Guatemala” presenta una buena descripción de los lugares
habitados y condiciones de vida de los indígenas en esta ciudad. El hogar contaba
con escasas comodidades, el aparato electrónico de mayor uso en las viviendas
de esta clase social era el televisor.
La posesión de vehículo era sumamente escasa en estos hogares, solo una de
cada diez personas contaba con tal medio de transporte y el mismo era de un
modelo bastante anticuado, con casi quince años de uso. Como resultado de lo
anterior, un poco más del 90% de la población de Clase Trabajadora se
transportaba a su lugar de trabajo en servicio público de transporte.
El lugar de compra de esta clase social más utilizado para adquirir los bienes del
hogar y de uso personal era el mercado, seguido por vendedores ambulantes.
La recreación estaba constituida principalmente por la práctica de deportes en
lugares públicos o al paseo dominical a parques públicos. Esta práctica era muy
común entre las trabajadoras del servicio doméstico, que acostumbran visitar el
parque Central y alrededores del Palacio Nacional. Este lugar, además de ser
espacio de recreación, es sitio de socialización con miembros del sexo opuesto.
El trabajo de Díaz, forma parte junto a otros nueve artículos que tratan distintas
realidades económicas y sociales de la región, elaborados por destacados
expertos, que integran la edición 107 de la Revista CEPAL (Comisión Económica
para América Latina y el Caribe), principal publicación académica de este
organismo regional de las Naciones Unidas.
“Se trata de un esfuerzo por dibujar la pirámide social guatemalteca donde, más
que clases, se esbozan estratos sobre la base de datos de ocupación laboral. El
análisis estadístico de la información proveniente de una encuesta sobre las
condiciones de vida aporta antecedentes acerca del tema de la movilidad social, a
fin de ilustrar la movilidad educacional y ocupacional en el país”, se lee en
resumen introductorio del documento.
Jerarquización social
En su trabajo, Díaz estima que a élite social del país, conformada por la clase
dominante, es reducida y constituye solo un 5% de la población. La fracción de
clase “patrones”, que comprende a quienes emplean a uno o más trabajadores, es
mayoritaria en la clase dominante, representando un 3.1% del total de la
población.
Los hombres presentan mayor movilidad educativa que las mujeres. De igual
manera, la movilidad educativa del grupo étnico no indígena es mayor que la del
indígena.
Fuentes:
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2012/LYM/las-clasSoGua.pdf
https://www.cepal.org/prensa/noticias/comunicados/4/47654/Hoja_Guatemala__REVISTACEPAL_
107-FINAL.pdf