Está en la página 1de 2

CLAVES PARA AVANZAR HACIA EL PROPÓSITO

Salmos 138.8

INTRODUCCIÓN
Es sorprendente encontrar a través de la historia cristiana cuántos hombres y
mujeres con un gran amor por Dios y las almas, además de un evidente respaldo de Dios
han fracasado en sus vidas y ministerios. Hemos visto a muchos líderes e iglesias exitosas
caer en un precipicio espiritual y moral.
Dios quiere que cada uno de nosotros, pero también como iglesia, no fracasemos
sino podamos avanzar hacia el cumplimiento del propósito por el cual Él nos tiene en esta
vida. Veamos algunas claves necesarias para avanzar hacia este propósito.

I. TENER UNA MOTIVACIÓN: PASIÓN Y DISPOSICIÓN


Todo empieza con una pasión. Hacemos mejor las cosas cuando nos gusta
hacerlas; y aun más cuando nos apasionamos por ellas. El novio hará hasta lo imposible
con tal de ver a su amada. El apasionado del fútbol no se perderá ningún partido en vivo
de su equipo favorito. El pintor apasionado dibujará los mejores paisajes de la naturaleza.
Pero la pasión involucra estar dispuestos a pagar un precio. El novio no le
importará la lluvia o la distancia, él irá al encuentro de su amada. El apasionado del
fútbol no le importará pagar un boleto muy costoso. El pintor sabe que deberá practicar,
practicar y practicar. Todos ellos tienen disposición.
Dios quiere que nuestra pasión sea Él. No importa cuánto nos cueste encontrarnos
con Dios en oración o adorarlo con otros cristianos en el templo. No importa cuánto nos
cueste hacer Su voluntad. La pasión será el motor que nos mueva y la disposición será lo
que encienda el motor.

II. TENER UNA PERSPECTIVA CLARA: VISIÓN Y MISIÓN


Tener una visión es tener un sueño, un ideal, a dónde quiero llegar. Las personas
que no tienen visión son personas limitadas, que no tienen dirección, no saben a dónde
quieren llegar, simplemente se dejan llevar por las decisiones de los demás.
Tener una perspectiva clara de mi misión es saber por qué estoy en esta tierra,
para qué existo. Es saber que tengo un propósito definido en la vida y que debo
cumplirlo.
La Biblia dice que “sin visión el pueblo perece” (Pr. 29.18). Para no fracasar
debemos tomar en cuenta nuestra visión y propósito en la vida. Pregúntate ¿Qué quiero
lograr? ¿Cuál es mi sueño en la vida? ¿Por qué estoy en esta tierra?
Como iglesia local tenemos una visión, un sueño: GENTE VIVIENDO CON
PROPÓSITO. Pero también tenemos una misión: IMPACTAR Y ALCANZAR A LA
SOCIEDAD MODELANDO Y COMPARTIENDO EL EVANGELIO. Tanto nuestra
visión como nuestra misión han ido redefiniéndose con el paso del tiempo, sin cambiar la
esencia de lo que se quiere lograr. Para avanzar como iglesia necesitamos entender que
esta visión y esta misión no son del pastor o los líderes, es de toda la iglesia. Hemos
entendido que esto es lo que Dios quiere para nuestra iglesia local.
III. TENER EL RESPALDO DE DIOS: UNCIÓN
Sin lugar a dudas, nada podríamos hacer si no tenemos el respaldo de Dios.
Nuestros esfuerzos bien intencionados jamás podrán repercutir sin la ayuda de Dios. Pero
debemos entender también que unción no es una expresión desordenada de
manifestaciones sobrenaturales.
La unción es la capacidad sobrenatural que Dios nos da para cumplir con nuestra
misión. Esto involucra lógicamente dones y señales, pero sin caer en extremos que llegan
a causar temor o confusión.
Muchas de las sectas que hoy vemos han empezado con un respaldo por Dios, sin
embargo ellos se enfocaron más en las manifestaciones, sin entender que éstas tienen un
propósito y una dirección. Es decir UNCIÓN SIN VISIÓN = CONFUSIÓN, y UNCIÓN
CON VISIÓN = BENDICIÓN.

IV. TRABAJAR EN EQUIPO: UNIDAD Y AMISTAD


Muchas personas que han fracasado en la vida y en los negocios han confesado
que no les gustaba trabajar en equipo, ellos preferían hacerlo todo por sí mismos.
Además, muchos de ellos no tenían amigos verdaderos.
Dios nos creó con una característica muy peculiar: vivir en relación. No podemos
vivir aislados o solos. Cuando así lo hacemos lo más seguro es que sea a causa de heridas
del pasado.
Dios nos ha llamado no sólo a ser “hermanos”, sino a hacer amigos. Tú y yo
necesitamos empezar por “ser” amigos y romper cualquier barrera que nos limite a
hacerlo. Pero además, debemos entender que somos diferentes unos de otros, lo cual
quiere decir que pensamos, actuamos y hablamos de maneras diferentes.
Estas diferencias deben ser aprovechadas para conjuntarlas y trabajar en equipo.
No podremos avanzar en la vida solos; tampoco podremos avanzar como iglesia solos:
¡NECESITAMOS TRABAJAR EN EQUIPO!
Pero para esto debemos ser humildes para entender que hay cosas que no
podemos hacer y que necesitamos que otro nos dirija. Debo ser comprensivo para
entender que los demás no reaccionarán como yo. Debo ser valiente para buscar la
amistad aun de aquellos a quienes parece que no les agrado.

V. VIVIR EN INTEGRIDAD: SANTIDAD


Además de todo lo anterior, necesitamos vivir en integridad. Este es el llamado
que Dios nos hace mientras desarrollamos nuestro propósito en la vida: que seamos
íntegros, santos.
Nuestra santidad será el factor determinante para alcanzar el éxito en la vida en
todos los aspectos. La santidad es lo que nos dará el poder y la autoridad sobre las fuerzas
del mal y para apropiarnos de las promesas de Dios.

CONCLUSIÓN
Las claves para alcanzar nuestro propósito como personas y como iglesia son:
Una motivación, una perspectiva clara, el respaldo de Dios, trabajar en equipo y vivir en
santidad. Recuerda: “Si hacemos las cosas de Dios en el tiempo de Dios y a la manera de
Dios, tendremos el respaldo de Dios”.

También podría gustarte