Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Pero, como cristianos debemos preguntarnos a sí mismos: ¿Tiene todo esto absolutamente
algo que ver con el éxito?
Jesús dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde
ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen,
y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también
vuestro corazón.” Mateo 6:19-21.
Muchas personas hoy en día están enfocadas en alcanzar tesoros terrenales, honor o un cierto
estilo de vida. Somos influenciados por la sociedad para lograr estas cosas, y alcanzarlas es lo
que la mayoría de la gente considera como “éxito.” Sin embargo, la Palabra de Dios nos dice
claramente que estas cosas pasarán; que en realidad no tienen ningún valor en la eternidad.
¿A quién sirves?
Esto no quiere decir que vamos a descuidar nuestros estudios, carrera o negocios. Por el
contrario somos animados a usar nuestros talentos y dones para hacer el bien, conforme a la
medida de nuestra fe. En Colosenses 3:23 Pablo también nos exhorta a hacer todo de corazón,
como para el Señor. Esto significa que debemos ser personas sinceras y diligentes que están
comprometidas con la tarea por delante. Dios puede usar a tales personas con este modo de
pensar, que tienen poder de acción y son celosos de buenas obras. (Tito 2:14)
Pero el problema surge cuando buscamos servir a nosotros mismos en lugar de al Dios vivo en
nuestras vidas, cuando estamos ocupados de exaltarnos a nosotros mismos y convertirnos en
algo grande en este mundo, en lugar de hacer todo de corazón para Él. En Mateo 6:24 Jesús
dice, “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o
estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.” En otras
palabras, no podemos servir a Dios y al mismo tiempo estar ocupados tratando de ser algo
grande en este mundo.
El verdadero éxito es alcanzar las virtudes de Cristo en nuestras vidas, llegar a la naturaleza
divina. ¡No hay nada más valioso que esto! Y Dios promete que habrá éxito para nosotros sí
obedecemos su Palabra en nuestras vidas con un corazón sincero. (Josué 1:8) Debemos
esforzarnos para ser cristianos exitosos, que no buscan alcanzar las cosas que son grandes en
este mundo, pero que van tras el temor de Dios en su vida.
“Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino
poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de
las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a
causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio,
paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.” 2
Pedro 1:3-7.
Escritura tomada de la Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina,
1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
https://cristianismoactivo.org/como-ser-un-cristiano-exitoso
Todo esto es bueno, quien no quisiera tenerlo, yo soy uno que deseo tener una mayor influencia
en las personas para guiarlas a la Palabra, tener recursos para no preocuparme cada final de
mes, o el carro que deseo, la casa, el celular, la computadora o el gadget del momento y mas
que eso ser reconocido como un individuo que durante su vida caminó con el Señor, tal cual
tienen muchos hombres y mujeres en la biblia.
Luego de esta introducción, quiero presentarles mi receta para el éxito en la vida cristiana, no
importando tu estatus social, iglesia, nombre, apellido, país, etc.
2. Pasar tiempo con Dios. Es imprescindible pasar tiempo con Dios. ¿Cómo podremos
tener discernimiento de su voluntad, cómo podemos comprender las Sagradas Escrituras
para obedecerlas? Es imposible obedecer a Dios y no pasar tiempo con El. Dejarse llevar
por su Espíritu y tener contacto con el Hijo. Una vez escuche una promoción de Jeffrey De
León, donde decía que los hijos tienen una manera particular de deletrear AMOR y es T-I-
E-M-P-O. Pasar tiempo con los hijos es decirles, te amo, me importas, eres especial, quiero
estar contigo, estoy para ti.
3. Compartir el evangelio con otros y discipularlos. Si no compartimos el evangelio y
discipulamos, NO ESTAMOS HACIENDO NADA. “Ganar almas” no es la meta, sino
discipularlos. Por eso es que tener muchos seguidores no es la respuesta. Y un gran OJO es:
LOS DISCIPULOS TIENEN QUE PARECERCE A CRISTO Y SER DISCIPULOS DE
CRISTO AL FINAL, NO NUESTROS. Eso hay que tenerlo claro, pues que al final se
parezcan a Jehiel y como el predica, no es lo que se me esta pidiendo, es que vivan como
Cristo.
4. Poner a producir el talento. Este punto puede tener cierta controversia o cierto mal
entendido, pero quisiera decir, que poner a producir el talento, no es dar conferencias, o
grabar CD, o dar consejería, etc., etc., Si miramos detenidamente la parábola de los
talentos, y les invito a que lo hagan, cuando el amo regresa, que le entrega el que recibió 10
talentos? No fue su agenda, o sus compromisos, le entrego otros 10 talentos. ¿Qué quiere
decir esto? Creo que quiere decir que así como a través de mi obediencia, tiempo con Dios
y haciendo discípulos, aprendí a usar el talento, tengo que enseñar a otros a lo mismo en
cada área de talento que tenga. ¿Qué opinan? Ejemplo, Dios nos dice: quiero que me
traigas manzanas y nos da una manzana como el la quiere, y yo le llevo peras, ¿Qué pasará
conmigo?, ¿Agradaré al Señor?, ¿Me dirá, ven buen siervo fiel, sobre poco fuiste fiel, sobre
mucho te pondré? O me dirá: Eso no fue lo que yo pedí. Pensemos en eso.
Como pueden ver, el éxito en la vida cristiana es posible. Así que comencemos, que aunque
tropecemos en el camino, podemos seguir adelante, pues el inmenso amor de Dios nos ayuda y
su gracia nos acompaña, para que podamos decir como el apóstol Pablo: he peleado la buena
batalla…
Mateo 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
No hacer uso de la Palabra para hacer mi voluntad, sino que Dios haga uso de mí para hacer la suya.
Mucha gente cuando ve los ministerios grandes, quiere eso, la bendición, en lugar de querer hacer la
voluntad de Dios. Hemos llegado aquí por negarnos a nuestros propios sueños y tener los de Dios.
Hoy son líderes porque un día su servidor no decidió hacer su voluntad, sino la del Padre: hacer
discípulos. La unción está repartida por todos lados, está delegada. Al hacer su voluntad, vino el
crecimiento y los discípulos. Si como líder quieres hacer tu voluntad y únicamente satisfacer tu
necesidad de predicar, en lugar de satisfacer el sueño de Dios, con razón tu grupo no crece. Dios no
da crecimiento a cualquiera, sino a cierto tipo de personas. Debes de menguar y morir a muchas
cosas tuyas, a tus propios conceptos, a tu propia voluntad. Si lo que quieres es que la gente
necesitada sea satisfecha, si quieres verla crecer, tu grupo va a crecer. Haz la voluntad del que te
envió, del Padre. Negarse uno a la suya para hacer la de El es un éxito rotundo. El Señor me dijo:
“Las ovejas están dispersas, sin pastor, pastorea”. Yo quería ser evangelista, pero el Señor me
mostró otra cosa. Yo me metí al modelo por pura obediencia, no por ser estratégico.
Algunos se visten de ovejas en las iglesias, pero por dentro son lobos rapaces. Un lobo es alguien
que se come a otros, no alguien que los cuida. Por sus frutos los conoceréis. Muchos ministerios
creen que pueden serlo sin cuidar a nadie. La voluntad de Dios es que hagamos discípulos. Hay
mucha gente que quiere hacer milagros, pero no quieren cuidar a nadie. Los falsos profetas están
entre las ovejas. Hay quienes quieren tener el don de hablar, predicar, pero luego se olvidan de
cuidarlas, discipularlas. Haz la voluntad del Padre. Jesús vio a la gente y tuvo misericordia. Dijo:
“Están como ovejas sin pastor. Ustedes deben pastorearlas”.
Les voy a contar una experiencia sobrenatural. Yo estaba metido buscando la presencia de Dios y
tuve un sueño. Ahí fui llevado a una casita color blanco y había ángeles adentro. Cuando entré, vi
que el piso era de madera, era una casa vieja. Y uno de los seres angelicales me dijo: “¿Está bien
esto para tu iglesia?” Yo le dije: “Esto no me gustaría para mi iglesia, está muy pequeño y viejo”.
Así le contesté. Cerca de un lugar donde yo trabajé, había una casita como la de mi sueño. Empecé
a caminar, y había un camino corto por el cual seguir, pero no pude pasar, así que me fui a dar toda
la vuelta. Cuando llegué, esa era la misma casa de mi sueño. El Señor me dijo: “El camino de tu
ministerio será largo, porque estoy casando de la gente que no tiene fruto”. Entendí que pasaría años
poniendo cimientos en mi vida para poder tener lo que Dios me iba a dar. Pero mucha gente cree
que como los dones son instantáneos, no dan fruto, les falta carácter, paz, templanza, mansedumbre.
El fruto del espíritu no es dejar de beber o fumar. El poder de Dios no produce el fruto, sino la
obediencia, hacer su voluntad.
Tú estás en tu grupo para amar, aunque nadie te ame. El fruto del espíritu no es ser amado, sino
amar. Según el nivel en el liderazgo, así es el ataque que recibes. Dios te va a exigir madurez a todo
nivel. A veces subes el nivel, pero dejaste tirado el carácter.
Segundo: Buscad primeramente el reino y su justicia y todas las cosas serán añadidas
Cuando llegaste a Cristo, lo hiciste buscando algo: prosperidad, restauración, sanidad, etc. Todo
esto te lo dio alguien. Hay que operar bajo los principios del reino de los cielos que este mundo no
entiende, pero funcionan. Recibimos ataques por estos principios, porque hay valores. Tú escogiste
vivir de acuerdo al reino donde Jesús es tu Rey, no sólo tu Salvador, y no el de los hombres.
Cuando lo recibes para perdón de pecados, El es tu Salvador; pero cuando le obedeces en todo, es tu
Señor. No hay cosa que se pueda comparar a vivir en obediencia.
Jesús decía: “Todo lo que tiene el Padre es mío”. Busca a Jesús de todo corazón y las cosas te serán
añadidas. Aprende a vivir por la añadidura que Dios da. Dice la Biblia en Filipenses, que cuando
Pablo estaba preso, aunque estaba en esa situación, decía que no se avergonzaran de él ni del
evangelio, porque había quienes predicaban por envidia. Dios es un Dios de recompensas. La gente
ve la añadidura que nos ha dado a algunos y por eso quieren predicar también. Pero Dios mira los
corazones, sabe a quién da y a quién no. El no es un Dios de igualdad. A uno le dio diez talentos, a
otro cinco y a otro uno. Dios es real, mira y recompensa. Cuando predicas no buscando la
añadidura, Dios te va a prosperar. Tarde o temprano Dios recompensa a quien hace bien las cosas.
Si haces bien las cosas, te conviertes en ese hombre de los cinco talentos y produces otros cinco.
Normalmente, el frustrado le hecha la culpa a Dios, pero El lo había bendecido. Hoy critican a los
que producen, no a los que no. Dios nos va a usar como una iglesia bendecida.
Nunca escuchas difamación para todos los que no lo logran. Tenemos que hacer las cosas bien
hechas en el reino de los cielos, no importando lo que digan.
Deuteronomio 8:11-18 Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios para cumplir sus mandamientos,
sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques
buenas casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te
multipliquen, y todo lo que tuvieres, se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de
Jehová tu Dios, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de
servidumbre; que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes,
y de escorpiones y de sed, donde no había agua, y él te sacó agua del roca del pedernal; que te
sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y
probándote para a la postre hacerte bien; y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me
han traído esta riqueza. Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las
riquezas, a fin de confirmar su paco que juró a tus padres, como en este día.
Cuarto: No olvidarte que fue Dios El día que nos olvidemos que ha sido El, estamos en serios
problemas.
Una de las señales de que te olvidas que El es Dios, es que dejaste de cumplir sus mandamientos,
dejaste de buscar su reino y empezaste a establecer el tuyo. El problema no son las cosas, ni el oro,
la plata, no es todo lo que tengas en mente, sino si el corazón se enorgullece. Pero si tu corazón
logra soportar eso, El te da eso y más. Tienes que aprender a ver como Dios ve. El dijo que te
cuides. Si tú tienes un hijo obediente y tú tuvieras de todo, ¿qué no le darías? Si nosotros siendo
malos, no seríamos capaces de negárselo, ¿cuánto más Dios?
Recuerda dónde estabas, de dónde te sacó Dios. Todo el que está metido en pruebas, no abandone
los caminos de Dios, porque al final de éste, lo está esperando todo el bien que Dios le quiere dar,
cuando el carácter haya sido formado. Hay quienes murieron en el desierto, y ni vivieron bien ahí ni
entraron a la tierra prometida. La gente cree que sólo el desierto hay que aguantar, pero hay que
seguir hasta el final.
Dios da las riquezas, hazlas, a no ser que creas que es por tus fuerzas. No te olvides, acuérdate que
fue Dios el que te las dio. Hay dos peligros: cuando ya las hiciste, puedes decir: “fueron mis
fuerzas”; pero si no las haces, es porque estás creyendo que es con tus fuerzas, entonces estás igual
que el otro, lo único que nunca las llegas a ver. Al que ya las hizo no se le tiene que olvidar que fue
Dios, pero el que no las ha hecho tiene que pensar que es Dios el que las da, no es por sus propias
fuerzas. Si crees en un pacto que El juró y por eso te da el poder para hacerlas, eso es otra cosa.
Tiene que haber un pensamiento creativo en alguien para poder hacerlas. Cuando estaba yo
enseñando a pastores del poder de lo pequeño a lo grande, les pedí que sacaran un billete. Les dije:
“Adentro de éste hay varios iguales, pero los tienen que sacar”. A los siete días, uno de ellos mandó
doscientos quetzales. Yo pensé “bueno, sacó uno más”, pero era el diezmo. Y me dijo: “falta,
porque tengo cuentas por cobrar”. Si para Dios la riqueza no es importante, ¿por qué lo jura en un
pacto y lo confirma? Hay que averiguar para qué son.
Mateo 7:12 Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también
haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.
Quinto: Hagan a los demás lo que quieren que les hagan a ustedes
Esta es una de las enseñanzas más importantes de toda la Biblia. Si usted quiere leer toda la ley, y
no todos los profetas, se la puede ahorrar. Todo está resumido en esto: “pedid y se os dará; buscad y
hallaréis; tocad a la puerta y se os abrirá”.
Si quieres recibir, da; quieres perdón, perdona; quieres misericordia, tenla. Todo el pasaje habla de
las cosas que podemos pedirle a Dios como nuestro padre. Al final, lo resume con que tenemos un
Padre bueno, que le pidamos y nos dará; que lo busquemos y lo encontraremos. Jesús vino a
simplificar las enseñanzas que los profetas dieron. No se dejen engañar por doctrinas que vienen y
van. Lo que quieras tener, dalo; lo que quieras que te hagan, hazlo. Ese es el resumen. A mí me
duele que hay gente que no crea que a Dios se le puede pedir como un buen Padre. Hablan de
paternidad y no tienen padre.
Hacer a los demás, lo que quiero que me hagan.
No olvidarme que es Dios. Ser agradecido con Dios. Sabemos que es Dios. Tú estás aquí porque
Dios te trajo; esta construcción está, porque Dios la hizo; la gente sana por el poder del Señor Jesús.
Es la gracia y el favor de Dios. Fue El quien tocó tu corazón.
Todos nosotros queremos tener una vida de éxito, una vida victoriosa, que las cosas avancen y nos vaya bien. Yo quiero
esto para mi vida, para la vida de toda mi familia, yo sueño con esto para la Iglesia del Señor, que son cada uno de ustedes
y los miles que vendrán. A través de este pasaje podemos encontrar siete principios que nos llevan a conseguirlo.
Job 22:21-30 ''Sométete a Dios; ponte en paz con él, y volverá a ti la prosperidad. Acepta la enseñanza que mana de su
boca; ¡grábate sus palabras en el corazón! (23) Si te vuelves al Todopoderoso y alejas de tu casa la maldad, serás del todo
restaurado; (24) si tu oro refinado [3] lo arrojas por el suelo, entre rocas y cañadas, (25) tendrás por oro al Todopoderoso,
y será él para ti como plata refinada. (26) En el Todopoderoso te deleitarás; ante Dios levantarás tu rostro. (27) Cuando
ores, él te escuchará, y tú le cumplirás tus votos. (28) Tendrás éxito en todo lo que emprendas, y en tus caminos brillará la
luz. (29) Porque Dios humilla a los altaneros, y exalta a los humildes. (30) Él salva al que es inocente, y por tu honradez
quedarás a salvo.'' NVI
DESARROLLO
1.- SOMETERNOS
Job 22:21 ''Sométete a Dios; ponte en *paz con él, y volverá a ti la prosperidad.
La Biblia nos habla del principio de sujeción, Dios quiere que nos sujetemos a Él y los unos a los otros como vemos en 1
Pedro 5:5 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
Dios resiste a los soberbios,
Y da gracia a los humildes.
Vivir una vida de sujeción nos cura de la actitud independiente, de la autosuficiencia, pues quien se somete a Dios
reconoce su soberanía, y cómo lo hacemos a Dios, si no sabemos sujetarnos los unos a los otros.
Una vida de sujeción, todos sumisos unos a otros, sólo se puede conseguir formando parte de la Iglesia.
Hebreos 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto
veis que aquel día se acerca.
Ahora… ¿por estar sometidos a Dios viene la prosperidad?. ¿Qué es someternos?, es que le somos sumisos y eso se
describe como Obediente, subordinado.
Observemos como dice el versículo “ponte en paz con Él”, quiere decir que si una persona no está en paz con Dios, es
porque se ha rebelado contra Él. Todos sabemos que el principio de Dios es la obediencia, y qué pasa cuando le
obedecemos: viene la PROSPERIDAD.
2.- ENSEÑABLES
Job 22:22 Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en el corazón!
Aceptar la enseñanza, quiere decir que dejamos que el nos muestre su sabiduría.
Cómo se adquiere, a través de una relación diaria con su palabra, porque creer en Dios es creer su palabra. Debemos
aceptar sus enseñanzas, pero también aprenderlas. Primero aceptar sus enseñanzas, y segundo grabarlas. Nadie se aprende
una lección de forma duradera, de forma profunda, el pasaje dice en el corazón, si antes no ha aceptado al maestro.
Una persona que se cree saberlo todo, es una persona estancada y con serias dificultades.
Como discípulos de Cristo debemos ser personas dispuestas a aprender, una persona que está siempre dispuesta a
aprender, es una persona moldeable. Es una persona que llegará lejos porque no piensa que ya se lo sabe todo.
ACEPTAMOS Y APRENDEMOS. Aceptamos al maestro y aprendemos de Él. Efesios 4:23. Debemos renovar nuestra
manera de pensar.
3.- SANTIDAD
Job 22:23 Si te vuelves al Todopoderoso y alejas de tu casa la maldad, serás del todo restaurado;
Si te vuelves… Parece decir que antes estabas de espaldas a Él, una persona está de espalda a Dios cuando vive en el
pecado.
La maldad debe ser echada de nuestra casa, normalmente donde pecamos es en lo mas íntimo. Ahí es donde muchas veces
se hacen las cosas vergonzosas, cuando pensamos que nadie nos ve.
La casa representa tanto nuestra vida como templo del Espíritu Santo, como nuestra familia, y especialmente los cabezas
de familia deben velar por el bienestar espiritual del hogar. Por tanto lo podemos aplicar al creyente.
Que es lo que ocurre seremos RESTAURADOS. Algo que se restaura es aquello que tenía una forma y la perdió, y ahora
la queremos volver a su estado original. Por tanto podemos aplicar a aquellos que habiendo conocido al Señor, están
apartados viviendo una vida de pecado.
Job 22:24-25 si tu oro refinado [3] lo arrojas por el suelo, entre rocas y cañadas, (25) tendrás por oro al Todopoderoso, y
será él para ti como plata refinada.
No confiar en el dinero, porque habla de oro refinado, dice que no lo valores, que no pongas en eso tu confianza. El es
nuestro tesoro. Donde está tu tesoro allí estará tu corazón.
Lucas 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
El es nuestro oro, y nuestra plata.
Salmos 121:1-2 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? (2) Mi socorro viene de Señor, Que hizo los
cielos y la tierra.
Mateo 6:26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas
El apóstol Pablo sabía vivir en toda clase de situaciones no dependía totalmente de Cristo:
Filipenses 4:11-13 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
(12) Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para
tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. (13) Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
La primera enseñanza de nuestro pastorado fue el Triángulo de la Salud espiritual, este consiste en considerar los tres
elementos necesarios para que nuestra vida no se apague. ¿A qué nos referimos? Tener una vida de oración, leer su
Palabra, tener contacto con ella todos los días y congregarnos para poner nuestros dones y talentos al servicio del Señor a
través de su Iglesia Local.
Hemos hablado recientemente del Padrenuestro como modelo de oración sería bueno repasarla.
6.- COMPROMISO
Job 22:27-28 …. Y tú le cumplirás tus votos. (28) Tendrás éxito en todo lo que emprendas, y en tus caminos brillará la
luz.
Hacer un voto es decir algo así como “yo te voy a servir”, si tu has dicho esto Dios lo toma muy en serio, no se toma las
palabras como broma. Ahora si nosotros cumplimos el también cumple y nos dice TENDRÁS ÉXITO EN TODO LO
QUE EMPRENDAS.
Compromiso con la obra de Dios, estamos en esta tierra para cumplir una misión, a qué se limita esa misión, no puede ser
a venir cada domingo, debemos participar, debemos asumir la responsabilidad y el lugar que nos corresponde en el cuerpo
de Cristo.
1 Corintios 12:27-30 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. (28) Y a unos puso Dios
en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que
sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. (29) ¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas?
¿todos maestros? ¿hacen todos milagros? (30) ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan
todos?
1 Corintios 14:12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación
de la iglesia.
Parece estarnos diciendo “buscad primeramente…” Mateo 6:31-34 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué
beberemos, o qué vestiremos? (32) Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas. (33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas. (34) Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día
su propio mal.
En nuestros caminos brillará la luz. No las tinieblas sino la luz, es decir que por donde vayamos Dios va mostrando a
través de nuestra vida el testimonio de lo que el hace. Cambiar vidas para gloria suya.
7.- HUMILDAD
Job 22:29-30 Porque Dios humilla a los altaneros, y exalta a los humildes. (30) Él salva al que es inocente, y por tu
honradez quedarás a salvo.''
Santiago 4:6 Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Un soberbio: Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros. Satisfacción y envanecimiento por la contemplación
de las propias prendas con menosprecio de los demás.
Un altanero: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y
virtuosas.
La humildad es la Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo
con este conocimiento.
A pesar de todas las apariencias de humildad, los falsos maestros en realidad están hinchados por el concepto que tienen
de su propia importancia.
CONCLUSIÓN
En conclusión, atendiendo a todo lo dicho debemos: Mostrar que hemos de ser personas comprometidas. Motivar a la
oración. Orar para que la humildad destruya todo orgullo. Reconocer que nuestra confianza debe estar puesta en Dios.
Recordar la necesidad de vivir una vida de santidad. Resaltar la importancia de ser personas moldeables. Valorar el
principio de la sujeción.
Cinco principios para el éxito
Enviado por Fernando Alexis Jiménez
Partes: 1, 2
1. Introducción
2. El principio de la Decisión
3. El principio de la Dependencia
4. El principio de la Perseverancia
5. Las leyes son para cumplirlas
6. Las leyes del éxito: aprenderlas, comprenderlas y aplicarlas
7. Primer Principio: Revise su vida
8. Segundo principio: Perdonar
9. Tercer principio: Renueve su forma de pensar
10. Cuarto principio: Afianzar la Paz Interior
11. Quinto Principio: Pedir y Recibir
12. Conclusión
Introducción
¿Cuál es el secreto de los hombres y mujeres de éxito?
Con frecuencia los cristianos preguntan: ¿Qué hacer para sacar adelante planes, proyectos y en particular, la
vida de fe?¿Cómo alcanzar el éxito?
La mejor ilustración para cada quien sería remitirlo a esta historia que tuvo ocurrencia en Europa. Sin
embargo, en la Biblia hallamos un pasaje que ilustra estos tres factores desencadenantes del éxito en cualquier
área.
Se encuentra en el segundo libro de Samuel, capítulo 23, versículos 11 y 22. Allí leemos: "El tercer valiente
era Sama hijo de Agué el ararita. En cierta ocasión, los filisteos formaron sus tropas en un
campo sembrado de lentejas. El ejército de Israel huyó ante ellos, pero Sama se plantó en
medio del campo y lo defendió, derrotando a los filisteos. El Señor les dio una gran victoria.".
Le sugiero algo: léalo otra vez. Personalmente utilicé la Nueva Versión Internacional pero igual, si busca el
episodio en la Reina Valera 1960 o quizá la Biblia de las Américas, el sentido es el mismo. Palabra a palabra
encontrará los tres principios que le invito a asumir hoy: Decisión, Dependencia y Perseverancia.
El principio de la Decisión
Conozco muchas personas con extraordinarias ideas. Pese a ello, jamás llegan a ninguna parte. ¿Por qué razón?
Porque salvo propuestas novedosas, carecen de la Decisión necesaria para llevar esas inquietudes a la
concreción. Si desea llegar lejos, debe asumir un factor ineludible: Decisión.
Vamos al texto bíblico. Leemos que "El tercer valiente era Sama hijo de Agué el ararita. En cierta
ocasión, los filisteos formaron sus tropas en un campo sembrado de lentejas. El ejército de
Israel huyó ante ellos, pero Sama se plantó en medio del campo...". Pareciera que en Israel el único
con la capacidad suficiente de pasar de las palabras a los hechos, era Sama. El era uno de los hombres valientes
que acompañó a David en su exilio y en el posterior arribo al poder.
Observe que lo único a mano era un campo de lentejas. Cuando el enemigo vino a robarlos, todos huyeron.
Fácilmente renunciaron a muchas horas de trabajo, desvelos e incluso incertidumbre por la sequía,
atemorizados por el volumen de sus contendores. En eso eran expertos los filisteos como lo es Satanás: en
infundir temor.
Quizá su vida cristiana está en un nivel de estancamiento que despierta alarma. Aún así, usted permanece
impasible. Ha comenzado a deteriorarse su relación con Dios, consigo mismo y con los demás y aspira volver a
revitalizar la relación con Jesucristo, pero no ha tomado la Decisión. Hoy es el día. Comience ahora. No espere
más.
El principio de la Dependencia
Usted y yo podemos alcanzar grandes metas si tenemos un poder superior para vencer. Frente a los adversarios
que declaran la guerra a un país no queda otra alternativa que armarse y pelear, o huir. En caso de emprender
la retirada es porque no tienen la capacidad de responder.
Vamos al plano práctico. Nosotros, ¿podemos vencer? Si, porque cualquiera que sea la batalla, la libra nuestro
amado Dios por nosotros.
Leamos como prosigue el relato: "...Sama se plantó en medio del campo y lo defendió, derrotando a
los filisteos. El Señor les dio una gran victoria.".
¿En quién confiaba el protagonista de esta historia? En Dios. No se afianzó en sus capacidades ni tampoco en el
poderío militar. Confió en Dios. Hay que agregar algo más, su Dependencia y confianza en el Creador era tanta,
que no se desanimó pese a que los demás salieron huyendo.
El principio de la Perseverancia
Siempre recuerdo, e incluso he contado varias veces, la historia de Héctor. El se congrega en una iglesia de la
que fui pastor asociado. Tiene cerca de cincuenta años. En el tiempo al que me refiero, tendría cuarenta y cinco.
¿Sabe qué le caracterizaba? La Perseverancia. Corrió la Maratón Santiago de Cali cinco veces, y en todas llegaba
casi entre los últimos. Aún así, lo volvía a intentar.
--Un día ganaré y todos descubrirán que no hay secreto, que solo basta perseverar-me repetía cada vez que
competía.
La Perseverancia fue un principio que asumió y puso en práctica Sama. No se desanimó aunque todo estaba en
contra. Persistió y venció. Igual con nosotros: ¿está bien que nos dejemos agobiar por un error en la vida
cristiana? En absoluto. Es necesario volver a comenzar, siempre asidos de la mano del Señor Jesucristo,
cuantas veces sea necesario.
Hoy le invito para que adopte estos tres principios que son válidos y eficaces en su vida secular y eclesial.
Tienen aplicación en todas las áreas. Y más, en el vivir a Cristo en el día a día.
Tal vez ocurre que usted fácilmente se da por vencido. Esa es la razón por la que no llega a ninguna parte. Pero
si avanza con Decisión, bajo laDependencia de Dios y le añade el ingrediente de la Perseverancia, no dudo que
logrará salir airoso en todo cuanto emprenda.
Si usted está decidido para alcanzar el éxito, dispóngase a aplicar en su vida cinco principios que le
ayudarán a sobreponerse a los obstáculos y salir airosos, hasta alcanzar la realización plena…
© Fernando Alexis Jiménez
Todavía hay oportunidad de comenzar una
nueva vida de Éxito
A José Roberto lo detuvieron por ignorancia. Una mañana soleada. Una brisa fresca proveniente de una playa
cercana bañaba su rostro. "Será un día maravilloso", se repitió sonriendo al despertar. Ansiaba estar junto a
las olas. Quería disfrutar al máximo cada instante de sus vacaciones. Pero lo detuvieron. "Ha cometido una
infracción", le anunció el guarda, al tiempo que le pedía su identificación. Para colmo de males, había dejado el
Pasaporte en el hotel. Y así lo repitió una y otra vez en la delegación policial.
--Lo sentimos, señor…¿me recuerda su nombre, por favor?-le inquirió el oficial, frunciendo el ceño.
--José Roberto…-dijo él, expectante.
--Bien, señor José Roberto. En nuestro país usted no puede cruzar el semáforo cuando esté en rojo…--explicó,
al tiempo que buscaba en un Manual de Legislación de Tránsito.-Incluso, da lugar a una sanción económica---
--Pero no venía ningún auto. En mi país es permitido…--
--Tiene razón, señor José… José Roberto-le dijo, señalando un Código--. Es su nación no hay problema si lo
hace, pero en esta república está prohibido…--
--Pero no lo sabía….-se defendió el joven turista.
--No saber las leyes acá no lo exime de la sanción. La secretaria le extenderá el comparendo cívico--, y le
indicó con la mano hacia dónde debía dirigirse para recibir la multa.
Sobra decir que aquel día se tornó sombrío. Hubiese deseado regresar a Colombia en el primer avión de ruta,
pero ¡todavía quedaban doce días de vacaciones!
Conclusión
Un futuro de éxito se construye desde hoy
Nació con todas las condiciones para ser un perdedor: hijo de madre separada y soltera aún, viviendo en una
zona marginal de México, enfrentando toda suerte de necesidades, sin posibilidades de recibir formación
académica, rodeado de maleantes y con discapacidad motriz.
Pero Antonio Iguarán Santamaría no estaba dispuesto de dejarse vencer. En cuanto se levantaban obstáculos,
más énfasis daba a su propósito de sobreponerse. Incluso un domingo, al caer la tarde y cuando no tenían más
que café y un taco de frijoles como único alimento del día, al recibir el mensaje desalentador de "Jamás podrás
llegar arriba; resígnate a lo que vivimos", de su madre, se fijó la meta de salir adelante.
--No me dejaré vencer por las dificultades--, se repetía cada vez que enfrentaba situaciones complicadas.
Cuando tenía trece años, comenzó a cursar su formación primaria; pese a sus dificultades para caminar, y
vendiendo dulces a la salida de los teatros, financió su secundaria y posteriormente, se recibió como
profesional. Tenacidad, convicción, fe en un Dios de poder que abre puertas que nadie cierra.
Hoy tiene un bufete de abogados a cargo. Vive en una zona privilegiada de México y coincide en un hecho: el
éxito se construye desde hoy. Con ayuda de Dios no hay límites y absolutamente nada resulta imposible…
Planificar la vida para el éxito
"¿Planificar la vida?". La pregunta la hizo un joven en medio de una conferencia que dicté sobre cómo
construir desde hoy el mañana, con ayuda de Dios. Sobra decir que el auditorio estaba abarrotado. Sin duda, el
tema despertaba interés. Y este muchacho no era la excepción, de ahí su pregunta.
La respuesta enfática: "Sí, la vida debe planificarse. Lo que ocurra en un futuro, depende en un alto
porcentaje de las decisiones que adoptemos hoy". Es un proceso. No es producto de un abrir y cerrar de ojos.
La Biblia registra una parábola del Señor Jesús encontramos una excelente ilustración para este
tema. "Grandes multitudes seguían a Jesús, y él se volvió y les dijo: «Si alguno viene a mí y no
sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus
hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me
sigue, no puede ser mi discípulo. »Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una
torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para
terminarla? Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a
burlarse de él, y dirán: "Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir."(Lucas
14:25-30, Nueva Versión Internacional)
Es necesario mirarnos en el tiempo. Determinar lo que somos ahora, con fallas y desaciertos, y lo que podemos
llegar a ser en los ámbitos personal, espiritual y familiar, con ayuda de Dios.
Sobre esa base, es necesario hacer un inventario juicio de cómo estamos ahora, determinar con honestidad los
cambios que se deben aplicar, y avanzar en ese sendero ayudados por el amado Salvador. Nos mantenemos
unidos a Él en oración y mediante la meditación y aplicación de Su Palabra, la Biblia. Piénselo: necesitamos
planificar hoy, lo que seremos mañana. Es imperativo e ineludible, si queremos dar pasos firmes hacia el éxito.
La dinámica acierto-error
En el largo tránsito hacia la construcción de un futuro de éxito, enfrentaremos generalmente la dinámica de
acierto-error. ¿En qué consiste? En que la dura batalla que libra nuestra naturaleza carnal, querrá llevarnos de
nuevo al viejo camino, poniendo tropiezos a nuestro cambio y crecimiento en las dimensiones personal y
espiritual.
Frente a esta situación, es fundamental: primero, mantenernos asidos de la mano del Señor Jesucristo quien
nos fortalece para vencer en momentos en que nos encontramos bajo una poderosa tentación, y segundo, para
levantarnos si se produce una caída.
La Biblia relata que una mujer sorprendida en adulterio, fue llevada ante el Señor Jesús. Procuraban lapidarla,
con la anuencia del amado Salvador. Es un pasaje maravilloso que manifiesta la misericordia de Dios, y de qué
manera, no hay nadie justo porque todos fallamos, de una u otra manera. Como los acusadores de la mujer
insistieran "… Jesús se incorporó y les dijo: -Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire
la primera piedra. E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo. Al oír esto, se
fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con
la mujer, que aún seguía allí."(Juan 8:6-9, Nueva Versión Internacional)
¿Ha fallado? Sin duda. Yo también. No soy lo súper espiritual que pudiera creer. Al igual que usted, cometo
errores. En palabras coloquiales, usted y yo nos identificamos en algo: "Somos cristianos en construcción".
Una nueva oportunidad
Todos tenemos una nueva oportunidad. Es cierto, hemos fallado; sin embargo podemos reemprender el
camino, tomados de la mano de Jesucristo. Si hemos errado, Él nos comprende y está dispuesto a ayudarnos en
el proceso de levantarnos y seguir adelante en el proceso de crecimiento. Relata el Evangelio que la mujer
quedó sola con Jesús. Se fueron aquellos que iban a apedrearla.
La escena fue conmovedora: "Entonces él se incorporó y le preguntó-Mujer, ¿dónde están? ¿Ya
nadie te condena? -Nadie, Señor. -Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.
"(Juan 8:10, 11, Nueva Versión Internacional)
Una respuesta contundente, pero a la vez, esperanzadora. La instrucción del Señor Jesús fue clara y puntual:
"Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar".
Cierta persona que me escribió desde el Paraguay, me consultaba sobre el dilema de perdonar o no a su esposa,
en cuyo teléfono celular había descubierto un mensaje de texto que corroboraba su infidelidad. Mi
recomendación fue hablar del asunto con ella y, con ayuda de Dios, encontrar una salida.
La mujer reconoció su error y le pidió una nueva oportunidad. Perdonarla no fue fácil, pero su hogar marcha
hoy como él lo quiso siempre. Su compromiso fue el de no recabarle en el error, y el de ella, guardarle fidelidad.
Piénselo: operó una segunda oportunidad, que es la que Dios nos concede siempre, y nos permite reemprender
el camino, construyendo desde hoy nuestro mañana.
El cristianismo: camino al éxito
Hay dos perspectivas para mirar la vida cristiana: la primera, como una existencia aburrida, plagada de "No
digas", "No hagas", "No toques". O aquella que descubrí y comparto con usted: un maravilloso camino
de aprendizaje en el que no avanzamos solos sino con ayuda de Dios.
Es posible cuando hay disposición personal para el cambio. Una vez reconocemos nuestro error y concluimos
que en nuestras fuerzas no es posible cambiar, dejamos que el amado Jesús, nuestro Señor, opere la
transformación que anhelamos: "Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo."(Apocalipsis 3:20, Nueva Versión
Internacional)
Cuando damos ese paso esencial, se produce una modificación entre el presente y el pasado. Ya no seremos los
mismos. Todos los pecados y errores del ayer quedan borrados, y se abren ante nuestros ojos los capítulos el
blanco de la nueva vida que está por escribirse como lo describe magistralmente el apóstol Pablo: "Por lo
tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo
nuevo!"(2 Corintios 5.17, Nueva Versión Internacional)
No podemos permitir que el ayer nos atormente, y doblegarnos bajo el desánimo por lo que hicimos antes. Hay
una nueva oportunidad en Dios, y debemos aprovecharla al máximo.
Liderazgo para transformar el mundo
Cuando aprendemos, asimilamos y ponemos en práctica los nuevos parámetros de vida que enseña La Biblia,
sentamos las bases para un liderazgoeficaz que transforma el mundo. Ejercemos influencia en los demás.
Nuestros pensamientos renovados, se manifiestan con hechos (Cf. Romanos 12:2)
Testimoniamos de una nueva con nuestras acciones, que impactan e influencian entre quienes nos
rodean: "Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos
los conocerán. »No todo el que me dice: "Señor, Señor" , entrará en el reino de los cielos, sino
sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo."(Mateo 7:19-21, Nueva Versión
Internacional)
Un liderazgo efectivo, camino al éxito, es aquél que ejerce influencia entre los demás, y sienta bases para el
cambio y crecimiento. Cuando alguien me pregunta cómo defino éxito, mi respuesta-tal como se la compartí a
un líder del Pacífico colombiano, en el hermoso puerto de Buenaventura, es esta: "Éxito es la plena realización
de los dones y talentos de Dios en nuestra vida".
La razón es sencilla. La posición social, el nivel académico o la disponibilidad económica de alguien, no
determina que sea exitoso. Conozco personas con mucho dinero, pero con matrimonios desechos; también
profesionales con varios títulos de post grado, que protagonizan escándalos y tratan mal a su familia…
El valor de los sueños, metas y proyectos
Recuerdo a un hombre a quien conocí en la tradicional Plaza de Caycedo, en mi amada Santiago de Cali. Una
tarde cálida bañada con la brisa proveniente de las montañas. Las palmeras se mecían plácidas y estaba
contento disfrutando esos momentos únicos e irrepetibles.
--Este año tengo los planes para salir del desempleo, y hasta de la pobreza…--me abordó.
Acto seguido me hizo una vívida descripción de todas las iniciativas que se disponía a desarrollar. Unas
fantasiosas, otras, aterrizadas y viables. Lo escuché de buena gana y antes de despedirme, lo animé a echar
adelante con
Meses después lo encontré en el mismo lugar. La misma historia, casi con idénticos detalles. "¿Y qué haz hecho
para materializar tus sueños?", le pregunté a lo que me dijo: "Realmente poco, pero pronto voy a poner
manos a la obra".
Muy similar a lo que ocurre con millares de personas en todo el mundo. Sueñan mucho, pero ejecutan poco. El
cristiano, camino al éxito; aquél que construye desde hoy su mañana, debe ser diligente. Por eso, además de
tener claro lo que se va a hacer, es imperativo dejarlo en manos de Dios: "Encomienda al Señor tu
camino; confía en él, y él actuará."(Salmo 37:5, Nueva Versión Internacional
Dios no pone los límites, los límites los ponemos usted y yo. Recuerde que el Señor Jesús
enseñó: "Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las
hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan
en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre,
yo lo haré."(Juan 14:12-14, Nueva Versión Internacional)
Observe cuidadosamente que dice "todas las cosas". Siempre y cuando esté en la voluntad de Dios para nuestra
realización, no hay impedimentos ni límites. Todo es posible, incluyendo por supuesto su crecimiento personal
y espiritual, y los altos niveles de realización que siempre ha soñado.
Tenga presente que debemos darle el valor que se merecen nuestros sueños, metas y proyectos, y someterlos a
nuestro amado Padre celestial. Él abrirá puertas que nadie jamás puede cerrar.
Siempre adelante
Aquellos que construyen desde hoy su mañana, con ayuda de Dios, comprenden que el mundo evoluciona y
nosotros –como creyentes-debemos evolucionar también, es decir, cambiar y crecer. Al respecto el apóstol
Pablo escribió: "No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la
renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable
y perfecta. "(Romanos 12.2, Nueva Versión Internacional)
Es necesario estar preparados para los cambios y aprovechar las oportunidades que Dios nos ofrece. En esa
línea de pensamiento, hay tres cosas que debemos tener presentes: la primera, que sólo quien sueña en Dios,
llega lejos; la segunda, que es importante identificar dónde estamos fallando y cuáles son nuestros debilidades
en procura de corregirlas, y la tercera, reconocer cuáles son nuestras fortalezas y potencializarlas.
Sin duda habrá pensado un poco en el curso de su vida. Probablemente ha descubierto que atraviesa un
período de desierto o estancamiento. ¡Es hora de hacer una auto evaluación juiciosa! Recuerde que desde hoy
estamos construyendo nuestro mañana. Y en Dios es posible llegar muy lejos.
No hay razón para que siga igual, estático, sabiendo que fuera hay un mundo de oportunidades que le esperan y
que, en el Señor, su mañana es de victoria. ¡Tome la decisión! Hoy es el día para reemprender el camino de
victoria u orientarse hacia él, si no lo había hecho antes.
Puedo asegurarle que, tomado de la mano del Señor Jesucristo, su existencia jamás volverá a ser la misma.
Basta que se decida en este momento.
Si tiene alguna inquietud no dude en escribirme ahora mismo a fernandoalexis@aol.es o bien, puede
comunicarse al teléfono (0057)317-4913705.
© Fernando Alexis Jiménez
Autor:
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Libro Electrónico - www.triunfandostereo.org y www.guerraespiritual.org