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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

CRUZ ROJA
MEXICANA

Seis Acciones Para


Salvar Una Vida

CAPAC ITAC I Ó N
Centro Nacional de Capacitación y Adiestramiento 
Cruz Roja Mexicana Capacitación

©2005, CRUZ ROJA MEXICANA


COORDINACIÓN NACIONAL DE CAPACITACIÓN
CENTRO NACIONAL DE CAPACITACIÓN Y ADIESTRAMIENTO

DERECHOS RESERVADOS CONFORME A LA LEY

 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

INDICE
A Introducción .......................................................................................... 5
B. Metodología ......................................................................................... 7
C. Normas de la Sesión ........................................................................... 9
D. Evaluación y Créditos ......................................................................... 11
E. Objetivo General ................................................................................. 13

1. Evaluación Primaria ........................................................................... 15


1.1 Evaluación primaria ................................................................ 17
1.2 Evaluación de la escena ......................................................... 18
1.3 Evaluación del estado de consciencia .................................... 19
1.4 Activación del servicio médico de urgencia ............................ 20

2. Soporte Básico de Vida ..................................................................... 23


2.1 Obstrucción de la vía aérea .................................................... 25
2.2 Persona consciente con obstrucción de la vía aérea ............. 26
2.3 Persona inconsciente con obstrucción de la vía aérea .......... 27
2.4 Paro cardiorespiratorio adulto ................................................ 29

3. Hemorragias ....................................................................................... 33
3.1 Conceptos básicos .................................................................. 35
3.2 Métodos de contensión de hemorragias ................................. 36

4. Estado de Choque ............................................................................. 37


4.1 Estado de choque ................................................................... 39

5. Heridas y Quemaduras ...................................................................... 43


5.1 Heridas ................................................................................... 45
5.2 Manejo de urgencia ................................................................ 46
5.3 Heridas que ponen en riesgo la vida del lesionado ............... 47
5.4 Amputación ............................................................................. 49
5.5 Quemaduras ........................................................................... 51
• Quemaduras de primer grado .............................................. 52
• Quemaduras de segundo grado .......................................... 52
• Quemaduras de tercer grado ............................................... 53
• Tratamiento general de la urgencia ..................................... 53


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• Prohibiciones en las urgencias 54


• Quemaduras críticas 54
• Quemaduras en niños y ancianos 55
• Quemaduras por electricidad 55
— Factores que agravan la quemadura 55
— Regla de los nueve 56

6. Reconocimiento y Atención de Fracturas 57


6.1 Funciones de los huesos 59
6.2 Datos que sirven para identificar una lesión ósea 60
6.3 Localización anatómica de fracturas 61
6.4 Inmovilización de facturas 62
6.5 Elementos para inmovilizar 63

7. Movilización de Lesionados 65
7.1 Definición 67
7.2 Reglas para movilizar a una víctima 67
7.3 Consideraciones para mover del lugar a una víctima 68
7.4 Movilización con métodos manuales y mecánicos 68

Anexo 1 Bases Legales 71


Anexo 2 Glosario de Términos 75
Bibliografía 79

 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Introducción

En nuestro país se padece constantemente de fenómenos de


tipo geológico, hidrometeorológico, sanitario, físico-químico, socio
organizativos, independientemente de la creciente violencia social;
existen riesgos latentes en la industria, comercio y en nuestros
hogares.

Lamentablemente cuando uno de estos fenómenos o riesgos


se presentan, salen a relucir las carencias materiales y humanas
en lo que a sistemas de emergencia se refiere. Esto nos obliga a
contar con programas adecuados que nos permitan capacitarnos
en este rubro.

El objetivo de este manual es brindar a la población en general


las herramientas necesarias, que le permitan actuar adecuada-
mente al presentarse un accidente. Es importante resaltar que los
primeros auxilios básicos serán aplicados hasta que el paciente
o pacientes sean atendidos por personal Médico o Técnico en
Urgencias Médicas.


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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Metodología

El curso ofrece una gran variedad de actividades que han


sido diseñadas para involucrarte completamente en el proceso de
aprendizaje, utilizando las técnicas expositiva y demostrativa.

Este manual contiene los temas completamente desarrollados


que se verán durante el curso, por lo que no será necesario que
tomes apuntes.

Es indispensable que al final de cada sesión estudies los temas


vistos y de esta forma reafirmes tus conocimientos.


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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Normas de la Sesión

1) A cada participante se le dotará al inicio del curso de un paquete didáctico que


consta de:

— Manual del participante


— Bolígrafo
— Carpeta con hojas blancas
— Ficha de identificación
— Personificador
— Evaluación diagnóstica

2) Debido al tipo de actividad que vas a desarrollar se recomienda el uso de ropa


de trabajo cómoda.

3) No se deberá portar anillos, pulseras, collares, y se deberán retirar ob-


jetos punzantes de la bolsa de la camisa que pudieran entorpecer tus
movimientos.

4) Evitar al máximo el maquillaje facial y el uso de uñas largas.

5) Los descansos tendrán una duración de 10 minutos.

6) No está permitido introducir alimentos o fumar en el aula.


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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Evaluación y Créditos

Para efectos de evaluación se tomará en cuenta lo siguiente:

Evaluación Porcentaje
Práctica (a través de ejercicios) 60%
Participación en las sesiones 40%
Total 00%

Se otorgará constancia de participación con registro de la Secretaria del Trabajo y


Previsión Social y de la Dirección General de Protección Civil, al participante
que haya cubierto el 100% de asistencia.

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12 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Objetivo General

 Objetivo general

Al finalizar el tema, el participante:

l Aplicará las técnicas de soporte básico de vida y pri-


meros auxilios, con base a las prioridades de atención
en la víctima que lo requiera, en tanto recibe ayuda
profesional.

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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 1.
Evaluación Primaria

Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— Aplicará los pasos a seguir durante una emergencia


para enfrentarla adecuadamente.

REVISE

LLAME
(al SMU de su localidad)

ATIENDA

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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

1.1 Evaluación primaria

Sin duda alguna, el éxito para una oportuna atención de urgencia; a víctimas de traumatismos o
enfermedades que pongan en peligro la vida, se inicia con una adecuada revisión del medio que
rodea el lugar del accidente y del lesionado.

En este capítulo mostraremos la manera correcta de atender en forma inicial una


emergencia médica, aplicando las acciones correspondientes que puedes brindar para
lograr aumentar las posibilidades de sobrevida, sin importar el tipo o gravedad de las lesiones
que pueda presentar cualquier persona.

Lo más importante, es que podrás lograr esa meta sin necesidad de contar con implementos
sofisticados y tampoco requerirás tener una ambulancia equipada con alta tecnología afuera
de tu casa o de tu empresa. Recuerda, sólo aplica adecuadamente los primeros auxilios al
lesionado.

Si en estos momentos preguntamos: En una situación de urgencia médica, en donde existan


una o más personas lesionadas ¿quién es la persona más importante para brindar toda la
atención? La respuesta correcta, será: Tú. Para lo cual, aparte de tu salud y buena voluntad, será
necesario saber que hacer en esos momentos. Por lo tanto es imprescindible que domines las
seis acciones mínimas para salvar una vida ya que un brigadista o auxiliador mal entrenado puede
llegar a aumentar o hacer más grave una situación de emergencia, incluso perder la vida.

Por tal razón debes también protegerte con: guantes de látex, gafas, y mascarilla de bolsi-
llo; evitaras así que el accidente impida tu ágil intervención, en caso grave, atente contra tu
salud y tu vida. Ante esta situación, la primera acción que debemos determinar en cualquier
emergencia, y que sirve como una manera de protección es: la evaluación de la escena.

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Capítulo 1. Evaluación Primaria
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1.2 Evaluación de la escena

Haz una evaluación visual del área, en esos momentos; no concentres toda tu atención al lesio-
nado, intenta averiguar las causas de la emergencia, el número de lesionados y fíjate en todos
los detalles. Reconoce qué riesgos puede haber en el lugar del accidente.

RIESGOS

PRESENTES LATENTES

DUPLICAN LA EMERGENCIA

Debemos tener presente que vivimos rodeados de riesgos: en nuestra casa, en la calle o en
nuestros centros de trabajo y tenemos que aprender a vivir y convivir con ellos, encuéntralos, y
toma el tiempo que desees y de una manera tranquila empieza a reconocer todos los riesgos que
tienes a tu alrededor. Seguramente has encontrado muchos, los cuales en el tiempo pasado
no reconocías.

Nunca debes iniciar la atención a una víctima sin antes haber hecho una escrupulosa y minuciosa
evaluación del lugar.

Te recomendamos que en una situación de urgencia real, antes de atender a un lesionado, te


preguntes:

¿EL LUGAR ES SEGURO PARA MÍ?

La respuesta te la dará, la adecuada evaluación de la escena; si la respuesta fuera:

Sí es seguro: Con toda confianza continúa con los pasos que se detallarán en las páginas si-
guientes.

No es seguro: No ingreses a la zona, corres el riesgo de que en el intento tú te lesiones y dupliques


la emergencia. En este caso activa el SMU (Servicio Médico de Urgencia) y espera al personal
capacitado que se encargará del caso.

18 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

1.3 Evaluación del estado de consciencia

Una vez que tu has valorado la escena y determinado que


el lugar es seguro, puedes ingresar para iniciar la atención al
lesionado; una vez que este cerca de él colócate a un costado, si
la víctima se encuentra tendida en el suelo arrodíllate a un lado, a
la altura de los hombros de la persona, tomándola de los hombros
dele palmadas suavemente mientras le preguntas:

¿SE ENCUENTRA BIEN?

Una vez que formules esta cuestión (2 veces cuando menos), y si la persona no responde asume
que la víctima se encuentra inconsciente y por lo cual está en peligro de muerte.

Una persona que no se mueve o que no responde a estímulos externos se encuentra inconsciente;
la inconsciencia es la pérdida de la relación con el medio externo.

La causa de muerte más frecuente en una persona inconsciente, es la obstrucción de la vía aé-
rea con su propia lengua. Una persona inconsciente pierde el control de todos sus músculos (la
lengua forma parte de ellos); por lo tanto, al perder el control autónomo, la lengua cae en la parte
posterior de la faringe y con ello obstruye la vía aérea.

Se han presentado casos de personas que han muerto en la fase


prehospitalaria, ya que no se les abrió oportunamente la vía aérea.
Se cometió el error de aflojar ropas, revisar signos vitales, etcétera;
condiciones que no ponen en peligro la vida como el caso de la
obstrucción con la lengua; si la víctima esta inconsciente, activa el
SMU.

Acto seguido:

Una persona que habla, grita, se queja o se mueve por sí sola de manera coordinada, nos refleja
que el daño neurológico es nulo o muy leve. Sin embargo no deje de preguntar: ¿se encuentra
bien?, este cuestionamiento puede descubrir situaciones que tal vez no imagines y que serán de
gran ayuda en el tratamiento.

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Capítulo 1. Evaluación Primaria
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1.4 Activación del servicio médico de urgencia (SMU)

Es de vital importancia que en el menor tiempo posible la víctima reciba atención médi-
ca definitiva; la puntual activación del SMU reduce significativamente el tiempo que pase un
lesionado fuera del hospital; no dejes sola a la víctima, ayúdate de las personas que se
encuentran a tu alrededor.

Indica claramente a alguno de tus compañeros o personas que se encuentren contigo, que
llamen al SMU; efectúa este paso con un control pleno de la situación; recuerda que en ese mo-
mento eres el único eslabón entre la víctima y el SMU, por tal razón, da indicaciones precisas:

Elige a la persona que desees y...

Señalándolo indícale, «USTED» llame a una ambulancia de la Cruz


Roja (de tu localidad) y regresa de inmediato a informar.

Si tienes que activar al SMU, sigue los siguientes pasos:

El primero y, sin duda, el más importante se inicia conociendo los números telefónicos de
emergencia de tu localidad. La mayoría de las personas conoce algunos números que no son
de los servicios de urgencias, por lo tanto la ayuda médica llega al lugar de los hechos bastante
retrasada. Insistimos: conoce de memoria los números telefónicos de urgencia o por lo menos
tenerlos a la mano.

ACTIVAR EL SMU

CENTRAL DE SERVICIOS CRUZ ROJA MEXICANA


DE URGENCIA 065
060
INCREMENTO DEL
TIEMPO DE
RESPUESTA
AMBULANCIA AL
LUGAR DEL
CRUZ ROJA MEXICANA
INCIDENTE

20 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Se deben proporcionar los siguientes datos al despachador de la ambulancia:

— Ubicación exacta del accidente: (Calle, número, entre que calles se ubica, colonia,
delegación o municipio y número del teléfono del cual llama).
— Descripción de lo ocurrido.
— Número de víctimas aproximado.
— El estado de salud en que se encuentran las víctimas.
— Tipo de primeros auxilios que están recibiendo.
— No cuelgues el auricular hasta que lo haya hecho el despachador pues éste puede
indicarte la mejor forma de atender a la víctima.

ATENDER

Una vez que se han realizado estos pasos podemos iniciar la atención de urgencia directa al le-
sionado enfocando la prioridad en los siguientes aspectos:

Abrir la boca de la víctima y observar en caso de tener algún cuerpo


extraño.

Hacer un barrido en el interior de la boca para sacar cualquier


objeto extraño, solo si se observa.

A
A) VÍA AÉREA: La apertura de ésta, se realiza con el método de
inclinación de cabeza levantamiento de barbilla, una mano en la
frente y con los dedos índice y medio de la otra mano sobre el borde
óseo de la barbilla.

B) RESPIRACIÓN: Verificar si la víctima respira acercando, una oreja


a la boca y nariz del lesionado, aplicando el método del VOS (ver, oír,
y sentir) durante 5 segundos. (Ver, si el tórax se expande con cada
inspiración, oír, la respiración, sentir, la espiración).

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Capítulo 1. Evaluación Primaria
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C) CIRCULACIÓN: Checar signos de circulación durante 10 segundos, este procedimiento


consiste en revisar que la persona:

— Se mueve C
— Respira por sí sola y se expande el tórax
— Tose
— Si no hay alguno de estos tres signos entonces asume que
no hay circulación.

NOTA: Nunca sueltes la frente de la víctima a fin de que no se cierre la vía aérea. Después de
haber evaluado signos de circulación, espera a que llegue el SMU e infórmale al Técnico
en Urgencias Médicas de lo acontecido; informa los resultados del A, B y C así como el
estado de las hemorragias en caso de existir.

22 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 2.
Soporte Básico de Vida

Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— A p l i c a r á l a s t é c n i c a s c o r r e c t a s d e r e a n i m a c i ó n
cardio-pulmonar (RCP), en las víctimas de un accidente,
eficazmente.

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24 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

2.1 Obstrucción de la vía aérea

DEFINICIÓN

Es cuando el conducto, que transporta aire a los pulmones queda bloqueado por un objeto
sólido.

TIPOS DE OBSTRUCCIÓN

Parcial:

Si la víctima puede hablar, toser o respirar y se lleva una o dos manos a la garganta,
su vía aérea se encuentra parcialmente obstruida, realiza los siguientes pasos:

— Pregunta si se está atragantando.


— Preséntate y pide permiso para actuar.
— Colócate a un lado de la víctima.
— Anímele a que siga tosiendo. (Tosa, tosa, siga tosiendo).
— No golpeé la espalda, ni de compresiones en el abdomen.
— Brinde apoyo moral, anime a la persona a que siga tosiendo hasta que la víctima
arroje el objeto o pueda respirar normalmente.

Total:

Persona consciente.

— No puede respirar, toser, ni hablar.


— Se lleva las manos a la garganta. (Señal universal de atragantamiento).

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Capítulo 2. Soporte Básico de Vida
Cruz Roja Mexicana Capacitación

2.2 Persona consciente con obstrucción de la vía aérea

(MANEJO DE URGENCIA COMPRESIONES ABDOMINALES)

Si ves a una persona que parece estar atragantándose realiza un


reconocimiento del lugar mientras te vas acercando a la víctima.

Inicia el reconocimiento primario preguntándole:

¿Se esta atragantando? Si la persona tose débilmente o tiene un sonido agudo


al respirar o si no puede hablar, respirar, ni toser con fuerza, dile a la persona
que tu estas capacitado en primeros auxilios y que lo vas a ayudar.

Colócate detrás de la persona, rodea a ésta con tus brazos (al mismo
tiempo coloca tu pierna entre las piernas de la víctima), localiza la cicatriz
umbilical (ombligo), dos dedos arriba, coloca tu puño, asegurándote que
quede tu dedo pulgar dentro de éste.

Cubre el puño con tu otra mano, y con los codos despegados de la


persona, presiona el abdomen con el puño, con movimientos rápidos y
ascendentes, al presionar asegurate de que tu puño este directamente en
medio del abdomen.

Presiona hasta que se despeje la vía aérea o hasta que la persona quede
inconsciente.

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Seis Acciones Para Salvar Una Vida

2.3 Persona inconsciente con obstrucción de la vía aérea

(MANEJO DE URGENCIA COMPRESIONES TORÁCICAS)

Si la víctima queda inconsciente colócala en el piso sujetándola


con los brazos de manera que la víctima quede sentada en la
pierna que colocaste entre las piernas de este, cuida que tu
columna permanezca en una posición recta para evitar lesiones.

Activa el SMU, revisa la boca de la víctima y retira cualquier objeto


extraño, con la maniobra de barrido de gancho, siempre y cuando
sea visible.

Abre la vía aérea, verifica si respira, con la técnica de vos; si no


respira dale dos insuflaciones, si el aire no entra inclina más la
cabeza y da dos insuflaciones más, si el aire no pasa nuevamente,
asume que la vía aérea se encuentra obstruida, si no hay signos de
circulación inicia RCP.

Abre la vía aérea Dar 2 insuflaciones

1 2

Si no entran inclinar más la cabeza Dar otras 2 insuflacio-

3 4

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Capítulo 2. Soporte Básico de Vida
Cruz Roja Mexicana Capacitación

INICIA RCP

Ubica la posición donde darás las compresiones, trazar una línea entre las tetillas y otra en la mitad
del tórax, donde crucen estas líneas colocar ambas manos y da 15 compresiones.

Realiza nuevamente la maniobra de barrido de gancho para tratar


de sacar el objeto de la garganta, si es que ya está visible.

Si no es visible, no realices el barrido de gancho.

Si no logras retirar nada:

Abre la vía aérea y da dos insuflaciones, si sigue obstruída dá otra


vez 15 compresiones torácicas.

Continua estos últimos 4 pasos hasta que:


Se despeje la vía aérea

Llegue el personal de servicio de urgencias

Estés agotado para continuar

28 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

2.4 Paro cardiorespitatorio adulto

Causas:


Ataque cardiaco

Descargas eléctricas

Sobredosis de drogas

Hemorragia masiva

Choque

Trauma

Nota: La falta de signos de circulación, es lo más importante de todos los datos para determinar
un paro cardiorespiratorio.

Manejo de Urgencia

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR

RCP: Esta técnica, es el conjunto de maniobras que se le aplican a una persona para suplir de
manera activa la función de bombeo de sangre que realiza el corazón en condiciones
normales a través de compresiones cardiacas externas y respiración de salvamento.

— Evaluación de la escena
— Determina si la persona responde

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Capítulo 2. Soporte Básico de Vida
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Si no responde

— Activa el SMU.

— Abre la boca de la persona y en caso de observar algún objeto


extraño, aplica la maniobra de barrido de gancho.

— Abre la vía aérea.

— Ve, oye y siente si la persona respira durante 5 segundos.

— Si la persona no respira dale 2 insuflaciones lentas y


profundas con duración de 1½ segundos pinzando su nariz y
sellando tu boca con la de la víctima.

— Revisa signos de circulación durante 10 segundos.

30 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Si no tiene signos de circulación inicia la reanimación cardiopulmonar.


Primero localiza el sitio correcto de las compresiones, traza una
línea imaginaria entre las tetillas de la persona y en medio otra
línea donde cruzan, ahí es el punto de compresión.


Coloca la mano que tienes más cerca a la cabeza de la
persona, sobre el esternón.


Coloca la palma de tu mano sobre tu otra mano


No permitas que tus dedos toquen las costillas de la persona.


Coloca tus hombros en dirección a tus manos con los brazos
rectos en un ángulo de 90º perpendicular a la persona.


Comprime el esternón de 3.5 a 5 cm., proporciona 15
compresiones y 2 ventilaciones durante un minuto, trata
de llevar un ritmo de 100 compresiones por minuto.


Abre la vía aérea; pinza la naríz con tus dedos, sella con tu boca,
la boca de la persona y da dos insuflaciones de 2 segundos por
insuflación.

Realiza ciclos de 15 compresiones por dos insuflaciones. (Observa la siguiente tabla):

1 y 2 y 3 y 4 y 5 y 6 y 7 y 8 y 9 y 10, 11, 12, 13, 14, 1 y 2 Ventilaciones


1 y 2 y 3 y 4 y 5 y 6 y 7 y 8 y 9 y 10, 11, 12, 13, 14, 2 y 2 Ventilaciones
1 y 2 y 3 y 4 y 5 y 6 y 7 y 8 y 9 y 10, 11, 12, 13, 14, 3 y 2 Ventilaciones
1 y 2 y 3 y 4 y 5 y 6 y 7 y 8 y 9 y 10, 11, 12, 13, 14, 4 y 2 Ventilaciones

Después de dar los ciclos (1 minuto aproximadamente) verifica respiración y signos de circulación
(tos, movimiento del paciente y ventilación) durante 10 segundos.

Si no respira y no tiene signos de circulación. Continua los ciclos de compresión y respiración


cada minuto y verifica nuevamente.

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Capítulo 2. Soporte Básico de Vida
Cruz Roja Mexicana Capacitación

¿Cuando detenerme?


Cuando otra persona entrenada te reemplacé.

Llegue la ambulancia.

Tenga signos de circulación la víctima.

Estes agotado para continuar.

32 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 3.
Hemorragias

Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— Atenderá los diferentes tipos de hemorragias para evitar un


estado de choque adecuadamente.

— Aplicará correctamente los diferentes métodos de


hemorragias para contenerlas.

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Cruz Roja Mexicana Capacitación

34 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

3.1 Conceptos básicos

DEFINICIÓN

Es la pérdida de sangre por los conductos o vías sanguíneas como las arterias, venas y vasos
capilares.

Se clasifican en tres tipos para su identificación y atención:

ARTERIAL

Se identifica por su color rojo brillante y la sangre sale conforme a las


pulsaciones del corazón.

VENOSA

Se identifica por su color rojo oscuro y su salida es continua. (Sale en forma


de escurrimiento).

CAPILAR

Se identifica por su escasa salida de sangre (en puntilleo), enrojecimiento de


la piel, se presenta comúnmente en las heridas abrasivas.

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Capítulo 3. Hemorragias
Cruz Roja Mexicana Capacitación

3.2 Métodos de contensión de hemorragias

Existen cuatro métodos de contención:

Presión Directa

Se realiza con un apósito o gasa limpia colocándolo sobre la herida


y presionando firmemente con la palma da la mano. Si la sangre pasa a
través del apósito, no lo quites, aplica un segundo apósito y presiona con
más fuerza.

Presión Indirecta

Se realiza comprimiendo los puntos arteriales más cercanos entre la herida y


el corazón. Esta maniobra disminuye el paso de sangre por grandes vasos,
los puntos arteriales donde podemos hacer presión indirecta principalmente son:

A Punto humeral.
B Punto femoral.

Elevación de la Extremidad

La extremidad con hemorragia intensa, que no se contenga, con los


métodos anteriores deberá elevarse por encima del nivel del corazón de la
víctima, solo cuando no tenga alguna fractura.

Crioterapia

Consiste en la aplicación de frío, sobre la herida, para lograr la vasoconstricción, (puede


utilizarse hielo envuelto en pañuelo o lienzo también dentro de una bolsa de plástico) no coloque
el hielo directamente sobre la herida para evitar que se dañen los tejidos.

36 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 4.
Estado de Choque

Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

Aplicará la técnica indicada para tratar un estado de



choque eficazmente.

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38 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

4.1 Estado de choque

DEFINICIÓN

Es el estado de deficiencia circulatoria generalizada en todos los tejidos, ocasionado


por diversos factores como traumatismos, enfermedades cardiacas, reacciones alérgicas o
infecciones severas, o la más común: “Hemorragias”.

CLASIFICACIÓN DE LOS ESTADOS DE CHOQUE SEGÚN SU ORIGEN

- Hipovolémico




- Distributivo
{
- anafiláctico
- neorológico
- séptico

- Obstructivo
- Cardiogénico

Choque hipovolémico: Obedece a la pérdida de líquidos; una disminución en el volumen san-


guíneo por ejemplo significa que no hay sangre suficiente para llenar el sistema, por lo que la
circulación falla y se provoca el estado de choque.

Choque anafiláctico: Se produce cuando una persona tiene contacto con alguna sustancia a la
que es alérgica en extremo y provoca una reacción violenta, en el organismo.

Choque neurogénico: Lo provoca la pérdida del control del sistema nervioso cuando la mé-
dula espinal es lesionada en un accidente; las vías nerviosas que conectan al cerebro con los
músculos se interrumpen en el sitio de la lesión, de esta forma los músculos controlados por los
nervios se paralizan temporal o permanentemente; la parálisis incluye a los músculos que se locali-
zan en las paredes de los vasos sanguíneos, de ahí que puede esperarse un estado de choque.

Choque séptico: Ocurre en caso de infección grave; cuando las toxinas que se incorporan a la
corriente sanguínea producen un efecto tóxico en los vasos, afectando la circulación; presentan
dos tipos de trastornos: El sistema no se llena debido a la dilatación de los vasos y el volumen de
sangre no alcanza para perfundir el sistema.

Choque cardiogénico: Se produce como consecuencia del funcionamiento inadecuado del


corazón. La circulación apropiada de la sangre depende de la actividad continua y eficien-
te de éste, pero algunas enfermedades y algunos trastornos debilitan el músculo cardiaco y
disminuye su rendimiento.

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Capítulo 4. Estado de Choque
Cruz Roja Mexicana Capacitación

SIGNOS Y SÍNTOMAS

— Respiración rápida y superficial


— Pulso rápido y poco perceptible
— Piel pálida, húmeda y fría
— Sudoración fría y pegajosa
— Vómito
— Somnolencia
— Angustia

TRATAMIENTO DE URGENCIA

Garantiza el ABC de la persona:

1. Mantener vías respiratorias libres. Localizando y retirando cualquier objeto extraño en la boca
o nariz.

2. Para que exista una mayor circulación, aflojar zapatos, corbatas, cinturones.

3. Investigar qué ocasiono el estado de choque y tratar de eliminar la causa.

4. Colocar en posición de choque, la cual consiste en levantar los


pies a una altura aproximada de 30 cms., para favorecer la circu-
lación sanguínea hacia el cerebro.

5. Mantener la temperatura corporal; impide que el cuerpo pierda


su calor, manten abrigado al lesionado pero evita el calor excesivo
porque esto puede provocar que se agrave su estado. Recuerda,
siempre, colocar un cobertor por debajo del lesionado para impedir la pérdida del calor por
contacto directo con el piso.

6. Trata de mantenerlo consciente, haciéndole plática.

7. Nunca hablarle de la gravedad de sus lesiones, ni dejar que las vea.

40 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

* En los casos siguientes no se debe aplicar la posición de choque:


En extremidades pélvicas fracturadas.

En heridas penetrantes en tórax.

En heridas penetrantes en abdomen.

En fracturas del cráneo.

PELIGROS

El estado de choque puede generar estas consecuencias finales:


Paro respiratorio

Paro cardiorespiratorio

Estado de coma

Muerte

41
Capítulo 4. Estado de Choque
Cruz Roja Mexicana Capacitación

42 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 5.
Heridas y Quemaduras

Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— Identificará los diferentes tipos de heridas y quemaduras


para brindar al paciente una mejor atención.

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44 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

5.1 Heridas

DEFINICIÓN

Es la perdida de continuidad de la piel y los tejidos adyacentes.

CLASIFICACIÓN

Superficiales: Son las lesiones a nivel cutáneo, subcutáneo. (Por ejemplo, raspones, algunas
quemaduras y cortadas).

Profundas: Son aquellas lesiones que involucran los tejidos cutáneos, subcutáneos y
muscular.

TIPOS DE HERIDAS

Penetrantes: Son aquellas que penetran en las cavidades del cuerpo, como cabeza, tórax,
abdomen, y pelvis.

Lacerantes: Causadas por instrumentos romos, sin filo, de superficie plana, los bordes son
irregulares y salientes produciendo desgarramiento.

Contusas: Causadas por golpes con objetos sólidos de forma no específica, dejando bordes
de forma regular o irregular.

Cortantes: Causadas por instrumentos con filo, dejando sobre la piel bordes regulares.

Punzantes: Producidas por objetos con punta, los bordes serán de forma irregular, o regular
dependiendo de la forma del objeto.

Abrasivas: Causadas por fricción, presentando bordes irregulares.

Avulsión: Son heridas que presentan colgajos de piel unidos al cuerpo por una de sus partes.

Amputación: Es la perdida parcial o total de algún segmento corporal.

Arma de Fuego: Herida causada por proyectil de arma de fuego, la entrada es de bordes regu-
lares, tatuada y que no siempre sangra, la salida, en caso de existir, es de bordes irregulares y
ocasionalmente con hemorragia.

45
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación

5.2 Manejo de Urgencia


Garantizar el ABC

A Abrir la vía aérea. B


Verificar la respiración.

Checar la circulación y contener he-


C
morragias.

ASEPSIA

Consiste en lavar la herida.


Con un apósito de tela, agua y jabón. Lava alrededor de la herida procurando voltear el
apósito por cada aplicación.

Con otro apósito lava de arriba hacia bajo, en forma de barrido, voltea el apósito en cada
aplicación.

Con un apósito más, lava la herida; de adentro hacia afuera con movimientos circulares.

Lava con agua limpia o con solución fisiológica para enjuagar.

ANTISEPSIA

— Se realiza al aplicar en la herida, benzal o isodine, para prevenir la infección.


— Cubrir y vendar: Se sujeta el apósito por lo tanto, se comprime la herida, y se evita así
nuevamente la hemorragia.
— Evaluación médica: Es importante que sean evaluadas las heridas por un profesional
en el hospital.

46 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

5.3 Heridas que ponen en riesgo la vida del lesionado

Heridas penetrantes en tórax

Son aquellas que penetran en la cavidad torácica y que pueden alterar el funcionamiento del
sistema respiratorio y/o del sistema cardiovascular, sobre todo cuando se oye silbar el aire al
entrar o salir del tórax por la herida.
El auxiliador deberá limitarse a obstruir la herida con material plástico o papel celofán en forma

cuadrada y fijar con tela adhesiva únicamente tres de los lados: una parte de ese parche no se
fijará, ya que funcionara como una válvula, la cual en el momento de inhalar el paciente, se adhe-
rirá a la herida, y cuando exhale permitirá la salida del aire. Si es necesario, colocar al lesionado
en posición semisentado para que mejore su respiración. Vigila sus signos vitales y no olvides
siempre garantizar el ABC.

Heridas penetrantes en abdomen

Son aquellas en las que penetra un objeto a la cavidad abdominal.

Son particularmente peligrosas por el riesgo de lesiones en los


órganos internos y por la hemorragia interna. Se pueden dar, con
exposición y sin exposición de vísceras.

47
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Cuando son sin exposición de vísceras: dependiendo de la gravedad de la lesión, la víctima puede
estar consciente o inconsciente, con dolor o datos de choque. Este tipo de heridas son graves y
pueden presentar riesgo de hemorragia interna.

Si es necesario, trasladar al lesionado en posición de decúbito dorsal. (Acostado boca arriba),


vigila sus signos vitales, garantiza el ABC.

Con exposición de vísceras

Al igual que la anterior, presenta los mismos riesgos, aunada a la exposición de vísceras, por lo
que el auxiliador tendrá que realizar las siguientes maniobras:

A) Colocar un apósito o gasa limpia y húmeda sobre la herida.

B) Humedecer perfectamente los apósitos o las gasas con una solución fisiológica (cloruro de
sodio al 0.9%) o agua limpia.

C) Aplicar los apósitos sobre las vísceras, así mismo coloque un vendaje que sostenga los
apósitos.

D) Aplicar medidas antichoque.

Consideraciones especiales


No introducir las vísceras a la cavidad abdominal.

No darle de beber, ningún tipo de líquidos.

Si existiera un cuerpo extraño (arma punzo cortante por
ejemplo) no lo extraiga, fíjelo para que no se mueva y provoque
más lesiones.

Heridas doble penetrante

Son llamadas así porque abarcan dos cavidades, la torácica y la


abdominal. Normalmente tienen orificios de entrada, y no siempre
de salida, si la herida es en el Tórax se debe sellar con un plástico
cortado en forma cuadrada y adherido así, que funcione como una
válvula, y que el tórax recupere de cierta manera sus funciones.
Si la herida ha sido en la región abdominal entonces debe saberse
si hay o no exposición de viscera

48 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Si hay exposición, no introduzcas las visceras al abdomen, solo cúbrelas con gasas estériles y
solución preferentemente de cloruro de Sodio al 9% para que permanezcan húmedas en todo
momento hasta que arribe el servicio médico de urgencias.
Si no hay exposición de visceras basta con cubrir el área afectada y esperar el SMU; recuerda
que lo más importante ante esta situación es evaluar el estado de conciencia, el ABC y medidas
para tratar de contrarrestar el estado de choque.

5.4 Amputación

Parcial: No desprendas el segmento afectado. Aplicar presión directa e indirecta para detener
la hemorragia, alinear el segmento y dar tratamiento de fractura expuesta en caso de que la
amputación sea en brazos o piernas siempre conserva el ABC.

Total: Realiza presión directa sobre el muñón para detener la hemorragia, si no lo logras aplica
presión indirecta, aplica un vendaje compresivo. Deberá transportarse tanto a la víctima como
el segmento desprendido lo más pronto posible. El segmento deberá envolverse con gasas
estériles y húmedas e introducirse en una bolsa de plástico y sellarla perfectamente. Este
paquete se introducirá en otra bolsa con hielo y agua, verifica que sea transportada junto con el
paciente, (Evita el contacto directo de el hielo con el segmento amputado).

49
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Tratamiento

Ante todo conservar el ABC, cohibe las hemorragias del paciente, antes de de-
dicarle atención a la parte amputada, cohibe con cualquiera de los métodos antes
señalados y envuelve el muñón del paciente haciendo una buena presión para
controlar los sangrados. En cuanto al miembro amputado colócalo en una
bolsa y ciérrala, después esa bolsa, introdúcela en otra bolsa que tenga hielos
con agua y verifica que sea transportada junto con el paciente.

50 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

5.5 Quemaduras

DEFINICIÓN

La lesión causada por temperatura, a cualquier estructura del organismo, y su


gravedad depende de dos factores:

1. El tiempo que el organismo haya sido expuesto a una fuente de calor y


2. La temperatura de esa fuente de calor.

La clasificación que se presenta a continuación es de acuerdo al agente causal


la cual hay 2 principales grupos que pueden provocar quemaduras en el
organismo.

1. Físicos: Calor seco (flama)


Calor húmedo (vapor o líquidos)
Sólidos incandescentes
Fricción
Electricidad

2. Químicos: Ácidos
Álcalis o bases
Corrosivos

51
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Quemaduras de primer grado

Estas quemaduras afectan únicamente la capa más externa de la piel (epidermis).

SIGNOS Y SÍNTOMAS:


Enrojecimiento de la piel

Hinchazón

Extremada sensibilidad

Dolor y ardor.

Quemaduras de segundo grado

Estas quemaduras afectan la región dérmica superficial (epidermis, dermis, fascia superficial y
región reticular).

SIGNOS Y SÍNTOMAS


Enrojecimiento de la piel, con partes blanquecinas.

Dolor, ardor intenso y localizado

Aparición de ampulas (flictenas)

Extremada sensibilidad

Hinchazón

Pequeñas hemorragias capilares

52 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Quemaduras de tercer grado

Estas quemaduras afectan a todos los estratos de la piel (epidermis, dermis, fascia superficial,
región reticular, región papilar que contiene vasos, nervios, glándulas cebáceas, folículos pilosos,
papilas y puede llegar hasta tejido óseo).

Signos y Síntomas


Piel pálida y serosa

No existe dolor por la lesión de los nervios.

Necrosis de tejido

Aparición de ampulas alrededor de esta quemadura.

Tratamiento general de la urgencia

Atiende el ABC


En quemaduras de primer grado, coloca la parte lesionada bajo
el chorro suave de agua (sumergir 15 minutos, o más, si
persiste el dolor) hasta que llegue el SMU.


Coloca al lesionado en posición cómoda, sin que la quemadura
tenga contacto con algún objeto, o su misma ropa.


Retiracuidadosamenteanillos,relojes,cinturonesoprendasajustadasquecomprimanla
zona quemada antes de que esta se empiece a inflamar siempre y cuando no estén
adheridas a la piel.


Si esta a tu alcance elimina la causa, retirando cualquier prenda que este caliente por
cualquier líquido hirviendo que le haya caído.


Cubre el área lesionada con un apósito estéril o con un lienzo limpio y húmedo, libre de
pelusa y fíjalo con un vendaje suave.


Para lesiones faciales, confecciona una mascara húmeda con
un trozo de tela limpia o apósitos estériles y realiza aperturas
para la nariz, la boca y los ojos.

53
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación


Inmoviliza las extremidades gravemente quemadas.


Da tratamiento preventivo para estado de choque.


Si el lesionado esta consciente dale a beber agua para reponer líquidos perdidos, siempre y
cuando no esté acostado.


Si la respiración y las pulsaciones cardiacas se detienen, aplique inmediatamente las
técnicas de reanimación cardiopulmonar.

Prohibiciones en las urgencias

En el tratamiento de estas urgencias

NO retires nada que haya quedado adherido a una quemadura.


NO apliques lociones, ungüentos ni grasa a una quemadura.
NO rompas las ampulas.
NO retires la piel desprendida.
NO toques el área afectada.
NO permitas que se junte piel con piel.

Quemaduras críticas

Quemaduras en cara y cuello: Se consideran criticas por el compromiso que pueda existir con las
vías respiratorias así como con vasos sanguíneos del cuello que irrigan al cerebro, también las
de manos, ojos, pies y genitales por la importancia de que los tres primeros tienen en las funciones
de desempeño laboral y los genitales por funciones fisiológicas y de reproducción.

54 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Quemaduras en niños y ancianos

Los niños tienen más susceptibilidad de sufrir quemaduras por desconocer los riesgos, y éstas
son más severas ya que existe menor superficie corporal y menos líquidos en el organismo,
la deshidratación podría llevarlos a un temprano estado de choque; en los ancianos,
las quemaduras resultan potencialmente criticas por los niveles bajos de defensas y que
permiten prontas infecciones, así como difícil regeneración de tejidos.

Quemaduras por electricidad


Son potencialmente criticas en todas las edades ya que generalmente estas quemaduras son
internas y afectan el ritmo cardiaco causando la mayoría de las veces el paro cardiorespiratorio.

Actúa con seguridad, cerciórate de que no haya corriente eléctrica y atiende al paciente quema-
do.

Factores que agravan la quemadura


Extensión, profundidad y localización. El pronóstico vital del paciente depende de la extensión y
profundidad, pues ambos parámetros condicionan las alteraciones orgánicas que acompañan a
las quemaduras. La profundidad y localización de las lesiones condicionan el pronóstico funcional
y estético.

Se le dará imprtancia primaria a los signos y síntomas de problemas cardiorespiratorios.

55
Capítulo 5. Heridas y Quemaduras
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Regla de los nueve

Para determinar la extensión de la quemadura en un adulto se asignaron los siguientes porcen-


tajes a cada parte del cuerpo.

R egión P or centaje
C abeza y cuello 9%
C ada uno de los miembros superiores 9%
Región anterior del tronco 18%
Región posterior del tronco 18%
C ada uno de los miembros inferiores 18%
Región genital 1%

56 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 6.
Reconocimiento y
Atención de Fracturas
Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— Demostrará la forma correcta de inmovilizar una fractura de


acuerdo a su ubicación anatómica.

57
Cruz Roja Mexicana Capacitación

58 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

6.1 Funciones de los huesos

DEFINICIÓN

Fractura es la perdida de la continuidad del tejido óseo. Es decir la ruptura


de un hueso.

FUNCIONES DE LOS HUESOS

El esqueleto humano tiene una gran importancia en el desempeño de sus


funciones como lo son:


Soporte

Movimiento

Protección a órganos

Producción de glóbulos rojos.

CAUSAS

Trauma, esfuerzo y enfermedad.

CLASIFICACIÓN

Cerrada

Es aquella en la que existen datos característicos de fractura pero no


es posible observar el tejido óseo, se presenta dolor, deformidad,
incapacidad funcional, inflamación y crepitación ósea

Expuesta

Es aquella en donde el tejido óseo tiene contacto con el medio externo le-
sionando piel, músculos e incluso el paquete neurovascular (arterias, venas
y nervios).

59
Capítulo 6. Reconocimiento y Atención de Fracturas
Cruz Roja Mexicana Capacitación

6.2 Datos que sirven para identificar una lesión ósea

Las fracturas, esguinces, luxaciones y torceduras pueden presentar datos similares de lesión
ósea, por lo que se recomienda atender a todas estas como fractura hasta que se demuestre lo
contrario mediante un estudio radiológico en un centro hospitalario.

SIGNOS Y SÍNTOMAS

Dolor intenso y localizado

Es producido por el roce o frotamiento del hueso fracturado con los músculos, ya que estos con-
tienen los elementos nerviosos para su funcionamiento.

Deformación

El desplazamiento de los extremos del hueso fracturado provocan deformidades o


protuberancias en las partes afectadas.

Incapacidad funcional

Se refiere a la incapacidad para realizar movimientos con los miembros lesionados, debido
principalmente al dolor que se produce al intentarlo.

Inflamación

Reacción de los tejidos orgánicos ante una lesión infecciosa o traumática; la zona se enrojece,
aumenta de volumen y es dolorosa, puede aparecer como consecuencia de una probable hemo-
rragia interna donde se haya producido la fractura.

Crepitación ósea

Son los ruidos que se producen con el roce de los fragmentos del hueso fracturado.

Hemorragias

Es a consecuencia de la herida que se produce al romperse el hueso y desgarrar al paquete neu-


rovascular, solo es posible visualizarla en fracturas expuestas.

60 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

6.3 Localización anatómica de fracturas

Cráneo

Las más peligrosas son las que ocurren en la base del cráneo, en algunos casos las podremos
identificar por el sangrado que aparece en los oídos, nariz y boca, así como por el amoratamiento
de los párpados. También encontraremos náuseas y/o vomito e inconsciencia y pupilas dilata-
das.

Tórax

Son causadas por fuertes traumatismos sobre las costillas. El principal peligro de estas fracturas
es la perforación que pueden causar en la pleura y los pulmones.

Pelvis

Se requiere de un gran traumatismo sobre esta región para producir la fractura, ya que los
huesos que forman la pelvis tienen bastante resistencia; en este caso se requiere de un
tratamiento especial.

Columna vertebral

Son causadas por traumatismo directo o indirecto (Las más frecuentes por caída y choque auto-
movilístico). Se debe actuar con mucha precaución, más aun, si no esta seguro de que exista
fractura. Preferentemente no lo mueva si no es necesario, por lo tanto se deberá de aumentar el
índice de sospecha y manejar al paciente como si existiera lesión de columna hasta que no
se muestre lo contrario.

Miembros torácicos

Son muy frecuentes las fracturas en miembros superiores. Un gran porcentaje afecta a los
niños, producidas durante juegos; las más comunes ocurren en el antebrazo.

Miembros pélvicos

Son muy frecuentes e incapacitantes tanto en los niños como en los adultos, sobre todo en la
etapa productiva como resultado de acciones inseguras y accidentes laborales.

Son muy frecuentes e incapacitantes tanto en los niños como en los adultos sobre todo en la etapa
productiva como resultado de acciones inseguras y accidentes laborales.

61
Capítulo 6. Reconocimiento y Atención de Fracturas
Cruz Roja Mexicana Capacitación

6.4 Inmovilización de fracturas

1. Atiende el ABC, lo más importante en la atención de las fracturas, es la inmovilización que


hagamos en ellas; para lograrlo debemos:

2. No mover la parte fracturada, si no hay razón lógica para hacerlo.

3. Utilizar el material adecuado y proporcionado a la parte que pretendamos inmovilizar.

4. Antes de inmovilizar una fractura, debe ser evaluado el paquete neurovascular (nervios y
vasos sanguíneos) mediante la detección de pulsos. Movilidad, aquí se pedirá al paciente
que mueva la parte más distal de la zona fracturada, con el objetivo de evaluar la integridad
de los tendones encargados de los movimientos de esa extremidad.

Sensibilidad, aquí se pretende evaluar la integridad de los nervios encargados de la zona


afectada y así evitar movimientos innecesarios que pudieran lesionar a estos, se puede evaluar
con el simple roce de cualquier objeto en la parte más distal del miembro.

Circulación, ahora se evaluará la integridad de los vasos sanguíneos encargados de irrigar


esa zona, presionando la parte más alejada de la zona fracturada (por ejemplo, el dedo pul-
gar) hasta obtener una coloración pálida y después soltar para ver en cuanto tiempo regresa
su coloración que debe ser rojiza o rosada, el tiempo adecuado es de 2 a 3 segundos. Esta
prueba puede variar de acuerdo al clima existente en la zona donde se encuentre la víctima.
(Principalmente en climas fríos, puede existir retardo en el llenado capilar por vasoconstricción).

5. Inmovilizar las dos articulaciones más próximas al sitio de la fractura.

6. No apretar demasiado la férula para no disminuir la circulación sanguínea.

7. Descubre la zona de sospecha de fractura o lesión (de preferencia corta la ropa, si es necesario
hazlo por las costuras).

8. Solo si se trata de una fractura cerrada, coloca una férula, inmovilizando las articulaciones
más próximas.

62 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

9. En caso de existir una fractura expuesta detén la hemorragia y si es posible inmovilízala en


la posición en la que se encuentre ¡No trates de alinear la fractura!.

10. Después de inmovilizar una fractura reevalua el paquete neurovascular (movilidad,


sensibilidad y circulación).

6.5 Elementos para inmovilizar


Características

Las férulas deben ser rígidas para lograr el objetivo de inmovilizar,


cómodas para evitar lastimar u ocasionar más dolor al momento de
su aplicación y, seguras evitando aquellas que presenten bordes
irregulares que puedan ocasionar una lesión mayor al problema
existente.

Existen diferentes tipos de férulas para la inmovilización de fracturas:

Férulas naturales o anatómicas

A falta de alguna férula se puede inmovilizar un brazo fracturado al tórax o una pierna, fractu-
rada con la otra pierna alineada en posición anatómica y fijándolas con una venda elástica de
preferencia de 15 ó 20 cms. de ancho.

Férulas improvisadas

Estas férulas se pueden fabricar instantáneamente, con diver-


sos materiales existentes en nuestro entorno, como cartón,
periódicos enrollados, tablas, cobijas y para su fijación se pueden
utilizar cinturones, corbatas, pañuelos y preferentemente vendas
elásticas. Estas férulas deben estar acondicionadas para cumplir
con la función de inmovilizar.

Férulas prefabricadas

Estas férulas son de manufactura especifica, con aplicaciones


especificas, para diversos tipos de fracturas, generalmente son
importadas y costosas así como desechables, su aplicación requiere
en ocasiones de un entrenamiento especializado en su uso.

63
Capítulo 6. Reconocimiento y Atención de Fracturas
Cruz Roja Mexicana Capacitación

64 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Capítulo 7.
Movilización de
Lesionados
Objetivo particular

Al finalizar el tema, el participante:

— Realizará el traslado de una víctima de un lugar de riesgo a


una zona de seguridad de acuerdo a la técnica apropiada

65
Cruz Roja Mexicana Capacitación

66 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

7.1 Definición

Son los movimientos o maniobras que se realizan para trasladar a una víctima del sitio del acci-
dente a un lugar seguro, y/o servicio médico de urgencias.

Entendiéndose que movimiento o maniobra, es lo realizado con las manos y/o con objetos
mecánicos. En el entendido que trasladar, se refiere al movimiento realizado a una víctima,
levantándolo con una camilla, una silla, tabla o mesa, materiales que nos permitirán transportar
al lesionado de un lugar a otro, pudiéndose también hacer esto último en forma manual.

7.2 Reglas para movilizar a una víctima

Para un auxiliador:

1. Distribuir el peso del lesionado.


2. Estar bien fajados.
3. Levantar el peso con las piernas y con el tronco recto, no con la espalda o cintura.
4. En pendientes, declives y escaleras baja al lesionado con los pies por delante.

Para el lesionado:

1. Brindar primeros auxilios antes y durante la movilización.


2. Revisar signos vitales cada tres minutos.
3. Adecuar la movilización o levantamiento al tipo de lesión.

Para el material:

1. Asegúrate que el material utilizado sea resistente.


2. Que no tenga objetos salientes que lastimen.

67
Capítulo 7. Movilización de Lesionados
Cruz Roja Mexicana Capacitación

7.3 Consideraciones para mover de lugar a una víctima

1. No muevas a la víctima si no existe ningún riesgo que ponga en peligro la integridad de


la víctima y del auxiliador.

2. Mueve a la víctima solo cuando existan condiciones de peligro inminente que amenacen
tanto a la víctima como a ti, estas pueden ser entre otras:


Incendios

Explosiones

Derrumbes

Presencia de sustancias químicas

Riesgo eléctrico

7.4 Movilización con métodos manuales y mecánicos

Existen varios métodos para mover a una víctima en colaboración con uno o más ayudantes; a
continuación se describen.

Manuales

Como su nombre lo indica es con las manos y brazos, por ejemplo:

1. Sillas de cuatro manos

Son utilizadas para transportar a víctimas conscientes, con lesiones leves y


de un peso no mayor a 80 Kgs.

68 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

2. Sillas a tres manos con respaldo.

Son utilizadas para transportar víctimas


inconsciente o conscientes, con lesiones
leves y con un peso no mayor a 70 Kg.

3. Sillas a tres manos para miembro inferior lesionado.

Son utilizadas para víctimas fracturadas en una de las extremidades in-


feriores no olvidar que esta deberá estar enferulada; la víctima debe estar
consciente.

Esta silla es semejante a la anterior, pero la cuarta mano se utiliza para sos-
tener el miembro lesionado en lugar de colocarla como respaldo.

4. Camilla humana.

Esta puede ser realizada con tres o cuatro personas. En el pri-


mer movimiento, que es a las rodillas, se realizan los pulsadores y,
en el segundo movimiento se lleva a la cintura para transportar al
lesionado.

5. Puente.

Este es un levantamiento con tres personas requiriendo de


una cuarta, la cual colocara una camilla abajo del lesionado
inmediatamente después de que este ha sido levantado a unos 20
ó 30 cm. de altura.

69
Capítulo 7. Movilización de Lesionados
Cruz Roja Mexicana Capacitación

6. Routeck por un elemento

Este levantamiento se realizará preferentemente para rescatar a personas en


espacios angostos en los cuales no se puede maniobrar en forma lineal.

A la víctima se le sentará en el lugar en que se encuentre, el auxiliador


pasa sus brazos por debajo de las axilas de la víctima y tomándole los
antebrazos lo sujetará fuertemente llevándolo hacia su tórax de esta
manera levantándolo, lo sacará del área, caminando el rescatador, hacia
atrás.

7. Routeck por dos elementos

Levantando de atrás hacia adelante a la víctima se le sentará en el lugar


en que se encuentra, el primer auxiliador pasará sus manos por debajo
de las axilas de la víctima y tomando los antebrazos de ésta, lo sujetará
firmemente hacia su tórax y levantarlo simultáneamente, el segundo auxiliador
cruzará extremidades pelvicas de la víctima y tomando los tobillos que han
quedado sobre el piso lo levantará simultáneamente con el primer auxiliador,
ambos caminarán de frente sacando a la víctima del área.

Mecánicos

Camillas marinas, camillas rígidas y carro camilla.

Los métodos mecánicos deberán utilizarse siempre que se cuente con ellos, recuerda que inde-
pendientemente del método que se use, lo principal es la atención de la víctima, no el moverlo;
manten siempre el ABC de la víctima.

70 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Anexo 1.
Bases Legales

71
Cruz Roja Mexicana Capacitación

72 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Bases Legales

En México, las leyes y las normas técnicas que existen en torno a los primeros auxilios y toda aquella
atención médica que se presta en la calle, son muy limitadas y prácticamente inexistentes.

Esta situación ha creado una falacia de que prestar ayuda a un enfermo o accidentado, solo traerá
problemas al auxiliador.

Lo cierto es que no existe una ley que castigue la intención de ayudar a un semejante.

Es menos conocido, el hecho de la existencia de una ley, que lo que si castiga; el abandono de
menores y lesionados.


Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.

Código penal

Ley general de salud

Normas técnicas

Código Penal para el Distrito Federal

Sobre el delito de abandono.

Art. 335 El que abandone a un niño incapaz de cuidarse a sí mismo o a una persona enferma,
teniendo obligación de cuidarlos.

Art. 340 Al que encuentra abandonado en cualquier sitio a un menor incapaz de cuidarse a sí
mismo, o a una persona herida o amenazada de un peligro cualquiera. Se le aplicará
de uno a dos meses de prisión, o multa que marque la ley, si no diera aviso inmediato
a la autoridad u omitiera prestarles el auxilio necesario, cuando pudiera hacerlo sin
riesgo personal.

73
Anexo1. Bases Legales
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Siempre que se haya tomado la decisión de ayudar a una persona (lo cual constituye no solo una
obligación moral, si no también legal, como hemos visto) usted debe tomar en cuenta la posibi-
lidad en cuyo caso esta en todo su derecho.

Art. 15 Son circunstancias excluyentes de responsabilidad penal:


Sección cuarta. Fracción X. Causar daño por mero accidente, sin intención ni
imprudencia alguna, ejecutando un hecho licito con todas las precauciones debidas.

Ley General de Salud

Art. 2. El derecho a la protección a la salud tiene las siguientes finalidades.


Fracc. IV La extensión de actitudes solidarias y responsables de la población en la
preservación de la salud.

Art. 58 Sobre la participación de la comunidad en los servicios de salud.


Fracc. III En corporación como auxiliares voluntarios en la realización de tareas
simples de atención médica y asistencia social.

Fracc. IV Notificación de la existencia de personas que requieran de servicios de


salud, cuando estas se encuentren impedidas de solicitar auxilio por si mismas.

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

Garantías Individuales

Art. 4 En estas se incluye el derecho que tiene toda persona a la protección de su salud.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo Primero

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están
de razón y conciencia, deban comportarse fraternalmente los unos con los otros.

74 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Anexo 2.
Glosario de Términos

75
Anexo1. Bases legales
Cruz Roja Mexicana Capacitación

76 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Glosario de Términos

ANISOCORIA: Desigualdad en el tamaño de las pupilas. Puede ser a causa de los aspectos
patológicos de uno o de ambos ojos o del sistema nervioso. Algunas veces puede ser un signo
de poca importancia.

ANOXIA: Falta de oxígeno.

ANSIEDAD: estado de incertidumbre, preocupación o miedo.

APNEA: Ausencia de la respiración.

BRADICARDIA: Disminución de la frecuencia cardiaca por debajo de 60 por minuto.

CIANOSIS: Coloración azul de la piel y mucosa, debido a una mala oxigenación de la sangre.

COÁGULO: Masa semisólida, blanda y viscosa, producida por reacciones químicas en un líquido
orgánico (la sangre especialmente).

CONSTRICCIÓN: contracción excesiva de algún vaso u órgano del cuerpo.

CONVULSIÓN: Contracciones musculares involuntarias.

DECÚBITO: Posición de reposo del cuerpo, sobre un plano horizontal.

DIAFRAGMA: Músculo que separa la cavidad abdominal de la cavidad torácica; su forma es de


bóveda con la parte convexa hacia la cavidad torácica.

DISNEA: Dificultad en la respiración propia de las enfermedades del corazón y del aparato res-
piratorio. Se clasifica en disnea de grandes medianos, y mínimos esfuerzos.

DISTENSIÓN: Acción y efecto de estirar o estirarse en forma violenta los tejidos, membranas y
articulaciones.

EDEMA: Aumento anormal, generalmente por retención de líquido. Puede tratarse de un estado
local; por ejemplo un edema de los párpados.

EPISTAXIS: Salida de sangre por las fosas nasales, debida a la ruptura de un vaso sanguíneo.

ESCOZOR: Dolor y ardor ligero en la piel o mucosas, producido por pequeñas quemaduras, pi-
caduras o contactos con sustancias irritantes.

77
Anexo2.Glosario de Términos
Cruz Roja Mexicana Capacitación

ERITEMA: Enrojecimiento más o menos acusado de la piel, que desaparece momentánea-


mente por la presión.

ESFÍNTER: Anillo muscular que tiene por función abrir o cerrar un orificio natural.

GLOTIS: Es una abertura entre las cuerdas bucales inferiores en forma de triángulo.

HIPOTENSIÓN ARTERIAL: Tensión arterial por debajo de los valores normales.

INSUFLACIÓN: Operación consistente en introducir aire por presión en un órgano o cavidad del
cuerpo.

LIGAMENTO: Tejido fibroso y denso, que sirve como medio de unión de las articulaciones.

MIDRIASIS: Dilatación de la pupila del ojo.

MIOSIS: Contracción excesiva de la pupila del ojo.

MUCOSA: Capa de tejido húmedo y liso que recubre los aparatos digestivos, respiratorios,
urinario y genital.

NECROSIS: Destrucción o muerte de algún tejido o célula del organismo.

OCLUSIÓN: Cierre. Obliteración.

OTORRAGÍA: Salida de sangre por el conducto auditivo.

SIGNO: Manifestación objetiva, posible de medir en un paciente (frecuencia cardiaca, fre-


cuencia respiratoria) etcétera.

SÍNTOMA: Manifestación subjetiva, no es posible que sea medible en el paciente (Ej. Dolor, arder,
etcétera.)

SÍSTOLE / DÍASTOLE: Periodo de dilatación y relajación del músculo cardiaco.

PRIMEROS AUXILIOS: Primeras atenciones que se le brindan a una persona que ha sufrido
un accidente o manifestación súbita de una enfermedad.

TAQUICARDIA: Aceleración del ritmo cardiaco por encima de 100 por minuto.

78 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Bibliografía

1. Eduard R. Stepleton (et-al)


Basic Trauma Life Support (BTLS) American Heart Association
Fighting Heart Disease and Stroke. 2001

2. Mosloy Lifeline
Manual de Primeros Auxilios y SPC
Cruz Roja Americana. EEUU 1997

3. Md. John E. Cambell


Basic Trauma (BTLS) Lite Support
Colegio Americano de Cirujanos de Trauma. EUA 2001

4. Manual de Reanimación Cardiopulmonar


Cruz Roja Americana. EEUU 2001

79
Cruz Roja Mexicana Capacitación

80 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Apendice I
Administración de la
Emergencia

Apendice I 81
Cruz Roja Mexicana Capacitación

82 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Administración de la Emergencia

Introducción a la Las características de nuestro país, obligan a cada uno de los


Protección Civil mexicanos a protegernos de las adversidades de la naturaleza
de los riesgos antropogénicos (ocasionados por el hombre).

19 de Noviembre de 1984

19 y 20 de Septiembre
de 1985

Sistema Nacional El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), tiene


de Protección Civil como propósito proteger a las personas ante la presencia de
(SINAPROC) un desastre provocado por agentes naturales o humanos, a
través de acciones que reduzcan la pérdida de vidas humanas,
la destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza,
así como la interrupción de las funciones para el desarrollo de
la sociedad.

Apendice I 83
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Sistema Nacional de Protección Civil

Ley General de Se publicó el 12 de mayo del 2000, en ella


Protección Civil. se plasma la realización de eventos que
impulsen la educación en la Protección Ci-
vil en nuestro país, con la participación de
la población de los Estados y Municipios.

Fenómenos Los “Fenómenos Perturbadores” de origen natural o humano


Perturbadores son capaces de provocar desastres. Estos se dividen en 5
grandes grupos.

1. Químico
2. Sanitario
3. Hidrometeorológicos
4. Socio organizativo
5. Geológicos.

84 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Comprendiendo los Desastres

Introducción Una de las deformaciones más comunes es suponer que el


desastre producido se debe a fuerzas sobrenaturales podero-
sas que actúan irremediablemente contra los seres humanos.

Concebimos entonces como un castigo divino la lluvia, la se-


quía, el maremoto, el terremoto, etc., esta forma de pensar es
común entre la población

Un desastre puede definirse como un evento o suceso que


ocurre, en forma repentina e inesperada, causando alteracio-
nes intensas, representadas en la pérdida de vida y salud de
la población, la destrucción o pérdida de los bienes de una
colectividad y/o daños severos sobre el medio ambiente.

Los desastres de origen natural como terremotos, erupciones


volcánicas, maremotos (tsunamis) y huracanes no pueden
evitarse, pero se pueden controlar o atenuar sus efectos refor-
zando las construcciones, haciendo diques y canales.

Apendice I 85
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Fenómenos Son el producto de los movimientos de las capas terrestres y


Geológicos la consecuente liberación de energía.

86 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Sismo
Cómo prepararse
¿Qué Hacer Antes,
Durante y Después
de un Sismo?

Antes

Identifique las rutas de evacuación y manténgalas libres

Durante

Apendice I 87
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Despues • Encienda la Radio para


estar informado y recibir
orientación.

• No propague rumores, ni
haga caso de ellos, porque
desorientan a la población.

• Atienda las indicaciones


de las autoridades o de las
brigadas de auxilio.

88 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Erupción Un volcán es una abertura de la tierra por donde salen roca


Volcánica fundida y gases. Los volcanes toman generalmente forma de
cerro o montaña, por la acumulación de capas de lava y ceni-
zas alrededor de la abertura. La ceniza emitida por los volca-
nes está formada por fragmentos muy finos, como consecuen-
cia de la pulverización de las rocas durante la salida rápida de
materiales volcánicos o explosiones.

¿Qué hacer en
caso de caída de
ceniza?

Apendice I 89
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Fenómenos Son el producto del movimiento del agua superficial y de los


Hidrometeorológicos cambios meteorológicos que afectan directamente la capa
terrestre.
- Lluvias Torrenciales
- Tormentas Tropicales
- Inversión Térmica
- Nevadas
- Granizadas
- Inundaciones
- Huracanes
- Tormentas Eléctricas
- Temperaturas Extremas
- Sequías
- Mareas De Tormenta

Ciclones Un ciclón es una concentración anormal de nubes, cuyos


vientos giran en sentido contrario a las manecillas del reloj a
grandes velocidades. Sus daños son por lluvia, viento, oleaje
y marea de tormenta. Se clasifican de acuerdo con la fuerza
de sus vientos: Depresión Tropical, Tormenta Tropical y Hura-
cán; éste último tiene cinco categorías.

Sistema de Alerta Dado que son fenómenos que se pueden predecir, se estable-
Temprana ció un Sistema de Alerta Temprana con el objetivo de que, a
través de la información de la radio y la televisión, la población
vulnerable esté preparada, buscando que las personas ad-
quieran una conciencia previsora, sepan cómo actuar en cada
una de las etapas y reduzcan el miedo que una situación de
desastre provoca.

Los desastres de origen humano como incendios urbanos y


forestales, explosiones, lluvia ácida, epidemias, interrupción de
servicios, forman parte de los que la población puede evitar al
100%.

90 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Fenómenos Este tipo de fenómenos se encuentran íntimamente ligados


Químicos con la compleja vida en sociedad, el desarrollo industrial y
tecnológico de las actividades humanas y el uso de diversas
formas de energía. Algunos de los fenómenos químicos y sus
consecuencias que se presentan con mayor frecuencia son:

• Incendios Forestales
• Incendios Urbanos
• Explosiones
• Envenenamiento
• Fugas y derrames de Productos Químicos
• Radiación

Incendios Forestales son producidos principalmente por que-


mas de limpia para uso en la agricultura, quemas de pasto
para la obtención de “pelillo” que sirve como forraje, con el
objeto de combatir plagas y otros animales dañinos; fogatas
en los bosques; arrojando objetos encendidos sobre la vege-
tación; tormentas eléctricas, desprendimiento de las líneas de
alta tensión y acciones incendiarias intencionales.

Incendios Urbanos se deben principalmente a cortocircuitos


en instalaciones defectuosas, sobrecargas o falta de mante-
nimiento en los sistemas eléctricos, fallas u operación inade-
cuada de aparatos electrodomésticos; falta de precaución en
el uso de velas, veladoras y anafres; manejo inadecuado de
sustancias peligrosas y otros errores humanos. Por el lugar
donde se producen, los incendios urbanos pueden ser domés-
ticos, comerciales e industriales.

Apendice I 91
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Fenómenos Se encuentran estrechamente ligados al crecimiento poblacio-


Sanitarios nal e industrial. Sus principales fuentes son los centros urba-
nos, donde se ubican plantas industriales y concentraciones
vehiculares, así como una alta densidad de población.

• Contaminación
• Plagas
• Lluvia Ácida
• Epidemias

Las plagas y las epidemias también se pueden presentar en


zonas rurales donde los servicios de agua y drenaje no están
disponibles, así como zonas tropicales donde se transmiten
enfermedades a través de los mosquitos.

¿Sabes lo que es la Pues es la modificación indeseable de la composición natural


CONTAMINACIÓN? del ambiente, ya sea el aire, el agua o el suelo por desechos
generados por la actividad del hombre. Por ejemplo: cuando
se vierten aguas residuales a ríos o lagos

¿Te han dicho a qué Es cuando una población de organismos que al crecer en
se le llama PLAGA? forma descontrolada transmiten enfermedades al hombre, los
animales y las plantas, causando un desequilibrio ecológico.
Un ejemplo son las plagas de insectos y roedores

92 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Lluvia Ácida Es la precipitación pluvial que acarrea partículas de diversos


contaminantes atmosféricos de carácter ácido que afecta ad-
versamente la estabilidad de diversos ecosistemas como lagos
y bosques. Puede disolver algunos metales pesados y condu-
cirlos a las fuentes de aprovisionamiento de agua potable.

Epidemia Es una enfermedad infecto-contagiosa que aparece de impro-


viso en una región, aumentando considerablemente el número
de casos de dicha enfermedad en corto tiempo, afectando
simultáneamente a muchas personas. Las epidemias se pue-
den transmitir a través del aire, agua o alimentos, y en algunos
casos por insectos o mosquitos y a través del contacto entre
personas.

Fenómenos Son originados por las actividades de las crecientes concen-


socio-organizativos traciones humanas, así como por el mal funcionamiento de
algún sistema propuesto por el hombre.

• Interrupción de Servicios
• Concentraciones Masivas de Población
• Accidentes Terrestres, Aéreos, Marítimos y Fluviales
• Sabotaje
• Terrorismo

Diagnóstico de El objetivo es tener presentes los riesgos y recursos potencia-


Riesgo en la les. Se recomienda hacer un plano detallado de la zona, en el
Comunidad que se pueda apreciar qué rodea a la comunidad.

Con ese plano se debe hacer un recorrido por las inmediacio-


nes de manera que se detecten los riesgos y recursos.

Al mismo tiempo que se hace la revisión de los riesgos circun-


dantes, se puede hacer la detección de los recursos o apoyos
circundantes. (Estos se refieren a los lugares y a las personas
que pueden contribuir a mitigar una emergencia: una estación
de bomberos, un hospital o centro de salud, etc.)

Apendice I 93
Cruz Roja Mexicana Capacitación

¿Qué podemos hacer Cabe distinguir los aspectos esenciales en los que ha de
para disminuir el centrarse el contenido principal de toda información útil para la
riesgo? comunidad en caso de desastre.

El conocimiento del riesgo considerado, ayuda a proporcio-


nar, de la manera más sencilla y clara, información sobre las
causas y la dinámica del desastre que podría producirse en la
zona.

En la previsión y la alerta hay que indicar, llegado el caso, los


medios para prever el momento del desastre y describir los
sistemas de alerta utilizados.

En la prevención o atenuación de las consecuencias hay que


indicar los medios a utilizar para prevenir o atenuar los riesgos
para la vida en la situación de desastre considerada.

En el impacto hay que indicar los comportamientos básicos


que pueden contribuir a salvar la vida o a reducir los riesgos
en el momento del impacto del desastre considerado.

Considerar a la población constante y a la población flotante,


ya que de ello dependerá el tipo de procedimientos de seguri-
dad que se implementarán.

• La descripción del número de adultos y de niños debe


estar acompañada por la ubicación que ocupan.

• Existen personas que presentan limitaciones que


pueden ser temporales: bebés, ancianos, personas de cual-
quier edad con lesiones o enfermedades que los limitan en su
funcionamiento (fracturas, aparatos ortopédicos, epilepsia o
secuela de polio).

94 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Identificación de Los puntos de reunión o zonas de seguridad, son aquellos lu-


puntos de reunión gares dentro o fuera del perímetro del inmueble donde deben
y zonas de menor concentrarse las personas con el objeto de reducir su exposi-
riesgo ción al peligro. En rigor son las zonas de menor riesgo, ya que
no se puede hablar de seguridad absoluta en una situación de
emergencia.

De esa manera, en esas reuniones y a medida que se identifi-


can los riesgos, se puede indicar el modo de reducirlos: refor-
zando las casas frágiles, adoptando medidas de saneamiento,
identificando los lugares de refugio en caso de una emergen-
cia, etc.

A continuación le • ¿Conoces el Plan de Protección


presentamos algunas Civil de tu Comunidad? SI NO
preguntas que deberá
responder para que • ¿Tienes parte del adiestramiento
se vaya familiarizan- contra los desastres? SI NO
do con este tema
• ¿Se han repartido las tareas de
prevención en su familia? SI NO

• ¿Sabes como se cierra el


interruptor de gas? SI NO

• ¿Sabes donde se encuentran los


objetos necesarios en caso
de un desastre SI NO

Apendice I 95
Cruz Roja Mexicana Capacitación

¿Qué es un Brigadista Una brigada de Protección Civil es un grupo organizado de


de Protección Civil? personas seleccionadas y capacitadas para apoyar en una o
más áreas de operación en una emergencia.

• Brigadas en las Unidades Internas de Protección Civil:


• Brigadas Sociales, Comunitarias o Vecinales:

Dentro de las Brigadas de Protección Civil se encuentran los


Brigadistas Escolares que participan en una emergencia, ellos
tienen funciones diferentes a las de los adultos, de acuerdo a
lo que ellos viven en sus escuelas.

Se sugiere que la edad mínima para seleccionar al brigadista


escolar sea a partir de los 8 años, ya que en esta edad cuen-
tan con las capacidades necesarias para actuar en actividades
preventivas e incluso reactivas de auto protección, así como
el poder estructurar la información necesaria relacionada a los
riesgos y amenazas.

Los Brigadistas deben responder a los riesgos y evitar que se


conviertan en desastres, a través de actividades permanentes
destinadas a disminuir la vulnerabilidad de la comunidad y
aumentar su capacidad de respuesta.

Funciones del
Brigadista

96 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Apoyo en el El apoyo de los Brigadistas en el alertamiento es de vital im-


Alertamiento portancia, porque el proporcionar información oportuna redun-
dará en resultados positivos para las acciones que se deben
llevar a cabo.

Apoyo en las Para realizar esta función es importante que se hayan realiza-
Tareas de do tareas preventivas como tener directorios e inventarios de
Evacuación recursos humanos y materiales, así como tener perfectamente
ubicados los refugios temporales y las rutas de evacuación
principales y alternas para el proceso de evacuación.

Apoyo en las Los Brigadistas apoyarán a las autoridades correspondientes


Tareas de Seguridad en proporcionar seguridad a la comunidad.

En caso de situación de emergencia, apoyarán en las tareas


de vigilar sus pertenencias (en caso de evacuación).

Participación Algunas de las actividades de apoyo de los brigadistas en los


en los Centros centros de acopio son:
de Acopio
• Identificación de las necesidades de población
• Identificación de Centros de acopio
• Obtener/entregar a la ayuda a la comunidad

¿Cómo me Una buena manera de prepararse para las emergencias,


Preparo para una consiste en emprender actividades de formación y de per-
Respuesta de feccionamiento relacionadas a las emergencias que pueden
Emergencia? presentarse, dando por resultado la eliminación o reducción
de la vulnerabilidad, y así dar una respuesta eficaz y oportuna
cuando se presente el impacto de la calamidad.

Apendice I 97
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Directorio de • Policía Preventiva


Emergencia • Policía Judicial del D. F.
• 065 Cruz Roja Mexicana
• R. U. M.
• Bomberos

Inventarios Para estar preparados ante la ocurrencia de una situación de


De Recursos emergencia, y a efecto de actuar responsablemente, se re-
quiere identificar los recursos que se puedan utilizar, para lo
cual es importante elaborar un registro de todos los recursos
humanos y materiales, los cuales es recomendable clasificar
para un óptimo resultado antes de ser utilizados.

Organizaciones Existen diversas organizaciones y grupos de apoyo que pue-


de Auxilio den auxiliar a la comunidad en situaciones de emergencia.

¿Cuáles son las Para estar preparados ante la ocurrencia de una situación de
Recomendaciones emergencia, y a efecto de actuar responsablemente, se re-
para la Población? quiere identificar los recursos que se puedan utilizar, para lo
cual es importante elaborar un registro de todos los recursos
humanos y materiales, los cuales es recomendable clasificar
para un óptimo resultado antes de ser utilizados.

¿Cuáles son las Como función de la autoridad de la comunidad, está el difundir


Recomendaciones acciones o recomendaciones de Protección Civil a la pobla-
para la Población? ción, con la finalidad de que se encuentre mejor preparada
para situaciones de emergencia.

• Contar con directorios de las organizaciones de auxilio.


• Ubicar los refugios temporales y las rutas de
evacuación.
• Atender la información de los medios de comunicación.
• Conocimiento de su comunidad.
• Organizarse en grupos familiares en caso de
evacuación.
• Aplicar las indicaciones de los grupos de apoyo.
• Informar de cualquier situación anormal.

98 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

A diferencia del alertamiento que nos proporciona un tiempo


para actuar, la alarma se establece cuando se están produ-
ciendo daños en la comunidad, sus bienes y entorno, lo que
implica necesariamente la aplicación de los procedimientos de
auxilio en la comunidad afectada.

Simulacro Un simulacro es la representación y ejecución de respuestas


de protección, realizado por un conjunto de personas, ante la
representación de una situación de emergencia ficticia.

En palabras muy sencillas, un simulacro es un ensayo de lo


que se debe hacer en una emergencia. Por lo tanto, primero
se debe definir y estudiar lo que se va a ensayar antes de
hacerlo.

Planeación

Evaluación

Preparación

Ejecución

Apendice I 99
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Tipos de Simulacros • Simulacro Total


que se Pueden Llevar • Simulacro de Evacuación
a Cabo: • Simulacro Parcial

Cuando se tiene conciencia de que se está expuesto a ciertos


riesgos, se van modificando los hábitos y se van formando
costumbres que favorecen la revención y la respuesta ante la
emergencia. En estas condiciones, todas las personas pueden
participar activamente en la reducción de riesgos en sus activi-
dades cotidianas.

Al concluir este curso, usted ha comenzado el proceso de


formación como “Brigadista”

Con el conocimiento básico de la Protección Civil para poder


apoyar a su comunidad.

Para apoyar en las actividades de Prevención, Auxilio y Recu-


peración.

100 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Apendice I 101
Cruz Roja Mexicana Capacitación

102 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Apendice II
Aspectos más Destacados
de las Guías 2005 para
Reanimación Cardiopulmonar
y Atención Cardiovascular de
Emergencia de la American

103
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Introducción
En este trabajo se destacan los principales cambios en cuanto a apoyo vital básico por parte del
personal del equipo de salud, desfibrilación, apoyo vital cardiovascular avanzado, síndrome coro-
nario agudo, ataque cerebral, apoyo vital avanzado pediátrico y reanimación en recién nacidos.
La sección “Personal del equipo de salud” incluye más información científica detallada, que avala
las nuevas recomendaciones, que la sección para reanimadores legos, a partir de este momento
reanimadores civiles. (Se entiende por reanimador Lego, civiles que no se dedica profesional-
mente a los servicios médicos de urgencias, solo cuenta con entrenamiento básico en Primeros
Auxilios y Reanimación Cardiopulmonar).

Se estima que las enfermedades coronarias son la causa de 30.000 muertes fuera del hospital o
la sala de emergencias por año en Estados Unidos. La mayoría de las personas acepta esta es-
tadística como una estimación de la frecuencia de paros cardiacos fuera del hospital y de la sala
de emergencias. Sin embargo, esta estimación es incompleta. En la actualidad, el paro cardiaco
no se informa específicamente al National Center for Vital Statistics de los Centers for Disease
Control and Prevention (CDC).

Muchas víctimas de paro cardiaco presentan fibrilación ventricular en algún momento del paro.
El tratamiento de la fibrilación ventricular en el paro cardiaco exige reanimación cardiopulmonar y
descargas con un desfibrilador. Una reanimación cardiopulmonar efectiva por parte de un testigo
circunstancial puede duplicar o triplicar la tasa de supervivencia del paro cardiaco. Desafortuna-
damente, menos de un tercio de las víctimas de paro cardiaco recibe reanimación cardiopulmonar
por parte de un testigo, y menos aún reciben reanimación cardiopulmonar bien realizada. Uno de
los principales propósitos de las Guías 2005 de reanimación cardiopulmonar y atención cardio-
vascular de emergencia de la AHA y de todos los cambios realizados en el material de entrena-
miento de la AHA es mejorar la supervivencia tras un paro cardiaco al conseguir que aumente el
número de víctimas que reciban una reanimación cardiopulmonar temprana y bien realizada.

Algunos programas de reanimación cardiopulmonar por reanimadores civiles han reportado ta-
sas de supervivencia más elevadas tras un paro cardiaco, porque brindan reanimación cardiopul-
monar temprana y desfibrilación temprana utilizando desfibriladores externos automáticos (DEA)
que pueden

ser utilizados por reanimadores civiles entrenados. Estos programas de uso de DEA por reani-
madores civiles sirven como modelo para mejorar la respuesta al paro cardiaco en otras co-
munidades. El estudio North American Public Access Defibrillation demostró que los programas
comunitarios de reanimación cardiopulmonar y desfibrilación externa automática para reanima-
dores civiles mejoraron la tasa de supervivencia hasta el alta hospitalaria de las víctimas de paro
cardiaco por fibrilación ventricular con testigos.

Además, los programas de reanimación cardiopulmonar y desfibrilación externa automática por


parte de reanimadores civiles y el primer respondiente en aeropuertos y casinos, y de agentes de
policía, han reportado mejores tasas de supervivencia tras un paro cardiaco por fibrilación ventri-
cular con testigos, que llegan hasta el 49% a 74%. Estos programas nos muestran la importancia
que tiene una respuesta planificada y ensayada, así como el entrenamiento de los reanimado-
res.

104 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

CONTENIDO

1. Principales Cambios de Interés para los Reanimadores

2. Apoyo Vital Básico por parte del Personal del Equipo de Salud

Apendice II 105
Cruz Roja Mexicana Capacitación

1. Principales cambios de Interees para los Reanimnadores

Los cinco cambios principales de las guías de 2005 son:

• Mayor énfasis y recomendaciones con respecto a cómo mejorar la eficacia de las compresiones
torácicas.

• Establecimiento de una sola relación de compresión-ventilación para todos los reanimadores


únicos y para todas las víctimas (excepto los recién nacidos).

• Recomendación de que cada respiración artificial de rescate dure 1 segundo y logre que el pe-
cho se levante de forma visible.

• Nueva recomendación: se debe usar una única descarga, seguida inmediatamente de reanima-
ción cardiopulmonar, para intentar revertir un paro cardiaco por fibrilación ventricular. Se debe
verificar el ritmo cardiaco cada 2 minutos.

• Se avala la recomendación del ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation) de


2003 sobre la utilización de DEA en niños de 1 a 8 años de edad (y mayores) utilizando un sis-
tema de reducción de la dosis en niños si está disponible.

Poner énfasis en que las compresiones torácicas sean efectivas.

2005 (Nuevo): Las compresiones torácicas efectivas hacen que la sangre circule durante la re-
animación cardiopulmonar (Clase I). Las guías señalan los siguientes aspectos sobre las com-
presiones torácicas durante la reanimación cardiopulmonar:

• Para que las compresiones torácicas sean efectivas, los reanimadores deben “apretar con fir-
meza y rapidez”. Se debe comprimir el pecho a razón de unas 100 compresiones por minuto
para todas las víctimas (excepto recién nacidos).

• Permita que el pecho recupere completamente a la posición normal después de cada compre-
sión; la compresión y la relajación deberían durar aproximadamente el mismo tiempo.

• Intente limitar el número de interrupciones de las compresiones torácicas. Cada vez que se
interrumpen, la sangre deja de circular.

2000 (Anterior): No se daba importancia a la calidad y frecuencia de las compresiones torácicas,


a que el pecho vuelva a su posición original ni a la necesidad de minimizar la cantidad de inte-
rrupciones de las compresiones.

¿Por qué? Cuando se produce un paro cardiaco, la sangre no circula. Las compresiones torá-
cicas hacen que la sangre comience a circular hacia los órganos vitales, como el corazón y el
cerebro. Cuanto mejor sea la técnica de compresión (es decir, con la frecuencia y profundidad
adecuadas y permitiendo que el pecho regrese completamente a la posición original), mayor

106 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

será el flujo sanguíneo que se produce. Si las compresiones torácicas son poco profundas o de-
masiado lentas, los órganos vitales no reciben la mayor cantidad de sangre posible. Cuando se
interrumpen las compresiones, la sangre deja de circular.

Cuando se reinician, las primeras compresiones no son tan efectivas como las últimas. A más
interrupciones de las compresiones torácicas, menos posibilidad de tiene la víctima de sobrevivir
al paro cardiaco. Los estudios de casos reales de reanimación han demostrado que el 50% de
las compresiones torácicas realizadas por reanimadores profesionales son muy poco profundas,
y que durante la reanimación cardiopulmonar se interrumpen en demasiadas ocasiones. Las
nuevas recomendaciones recuerdan a los reanimadores que realicen compresiones torácicas
lo suficientemente rápidas y profundas, así como que se debe minimizar la cantidad de interrup-
ciones de las compresiones torácicas. Se indica a los reanimadores que deben permitir que el
pecho recupere la posición normal después de cada compresión, porque durante el regreso de
las paredes del tórax la sangre vuelve a llenar el corazón.

Si el reanimador no permite que el pecho vuelva a expandirse o vuelva a la posición original des-
pués de cada compresión, se reduce el flujo sanguíneo durante la siguiente compresión, ya que
el corazón no se habrá llenado adecuadamente de sangre. Para más información sobre las com-
presiones torácicas en adultos, niños y lactantes, consulte la sección sobre apoyo vital básico.

Una relación compresión-ventilación universal para todos los reanimadores únicos.

2005 (Nuevo): La AHA recomienda una relación de compresión-ventilación de 30:2 para todos
los reanimadores únicos y todas las víctimas, desde lactantes (excepto recién nacidos) hasta
adultos. Esta recomendación va dirigida a todos los reanimadores civiles y todo el personal de los
equipos de salud que realizan reanimación cardiopulmonar solos. Para más información sobre la
reanimación cardiopulmonar administrada por dos reanimadores, técnica que habitualmente no
se enseña a los reanimadores civiles, consulte la tercera sección: “Apoyo vital básico y avanzado
por parte del personal del equipo de salud”.

2000 (Anterior): Recomendaba una relación de compresión-ventilación de 15:2 para la reanima-


ción cardiopulmonar en adultos. Para lactantes y niños recomendaba una relación de compre-
siónventilación de 5:1.

¿Por qué? Los científicos expertos quisieron simplificar la información sobre reanimación car-
diopulmonar para que más reanimadores la aprendieran, recordaran y realizaran mejor. También
querían asegurarse de que todos los reanimadores realizaran series más largas de compresio-
nes torácicas ininterrumpidas. Si bien las investigaciones no han podido identificar la relación de
compresión-ventilación ideal, una relación más alta se corresponde con una mayor cantidad de
compresiones torácicas en una misma serie durante la reanimación cardiopulmonar. Este cambio
debería aumentar el flujo sanguíneo al corazón, al cerebro y a otros órganos vitales. Durante los
primeros minutos de un paro cardiaco con fibrilación ventricular, la ventilación (respiración arti-
ficial de rescate) probablemente no es tan importante como las compresiones. Sin embargo, la
ventilación sí es importante en las víctimas de paro hipóxico y después de los primeros minutos
en cualquier clase de paro. La mayoría de los lactantes y niños, y de las víctimas de ahoga-
miento por inmersión, sobredosis de drogas y traumatismos, que presentan paro cardiaco están

Apendice II 107
Cruz Roja Mexicana Capacitación

hipóxicos. La probabilidad de supervivencia de estas víctimas mejora si reciben tanto compresio-


nes torácicas como ventilación. Por lo tanto, la reanimación cardiopulmonar solamente mediante
compresiones torácicas no está recomendada para reanimadores civiles.

Los expertos llegaron a la conclusión de que la combinación de compresión y ventilación tiene


más probabilidades de lograr el mejor resultado para todas las víctimas de paro cardiaco.

Para más información, consulte “Reanimación cardiopulmonar por parte de reanimadores civiles”
y “Apoyo vital básico por parte del personal del equipo de salud”. Recomendaciones para las res-
piraciones de un segundo durante cualquier reanimación cardiopulmonar.

Recomendaciones para las respiraciones de un segundo durante cualquier reanimación


cardiopulmonar.

2005 (Nuevo): Cada respiración artificial de rescate debe durar 1 segundo (Clase IIa). Esta reco-
mendación es para todos los reanimadores. Cada respiración artificial de rescate debería hacer
que el pecho se levante (los reanimadores tendrían que poder ver la elevación del pecho).

Todos los reanimadores deben administrar el número recomendado de respiraciones artificiales


de rescate. Todos los reanimadores deben evitar dar demasiadas respiraciones (no exceder el
número recomendado) o dar respiraciones demasiado largas o con demasiada fuerza.

2000 (Anterior): Recomendaba diferentes volúmenes corrientes para respiraciones artificiales de


rescate con y sin oxígeno. Cada respiración debía durar 1 segundo o entre 1 y 2 segundos.

¿Por qué? Durante la reanimación cardiopulmonar, el flujo sanguíneo hacia los pulmones es muy
inferior al normal, así que la víctima necesita menos ventilación de lo normal. Las respiraciones
artificiales de rescate son más seguras si se dan en 1 segundo. De hecho, durante los ciclos de
reanimación cardiopulmonar es importante limitar el tiempo que se dedica a las respiraciones arti-
ficiales de rescate para reducir las interrupciones entre compresiones torácicas. Las respiraciones
artificiales de rescate administradas durante la reanimación cardiopulmonar aumentan la presión
del pecho. Esa presión reduce la cantidad de sangre que llega y entra al corazón, y eso disminuye
el flujo sanguíneo generado por la siguiente tanda de compresiones torácicas. Por estos motivos,
la hiperventilación (demasiadas respiraciones o demasiado volumen) no es necesaria y podría ser
perjudicial porque, de hecho, puede disminuir el flujo sanguíneo que generan las compresiones
torácicas. Además, la administración de respiraciones largas y con demasiada fuerza podría causar
distensión gástrica y sus complicaciones.

Intento de desfibrilación: una descarga seguida nmediatamente de reanimación cardiopul-


monar.

2005 (Nuevo): Cuando se intenta hacer una desfibrilación, todos los reanimadores deben admi-
nistrar una descarga seguida inmediatamente de reanimación cardiopulmonar, comenzando con
compresiones torácicas. Todos los reanimadores han de evaluar el ritmo cardiaco de la víctima
después de administrar 5 ciclos (más o menos 2 minutos) de reanimación cardiopulmonar. Cuando

108 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

los fabricantes reprogramen los DEA, éstos deberán avisar a los reanimadores para que puedan
verificar el ritmo cardiaco cada 2 minutos.

2000 (Anterior): Para el tratamiento de un paro cardiaco producido por un ritmo que se pueda
revertir con una descarga, los reanimadores administraban hasta tres descargas sin realizar re-
animación cardiopulmonar entre ellas. Los reanimadores comprobaban el ritmo antes y después
de administrar las descargas.

¿Por qué? La justificación de este protocolo se basa en tres hallazgos:

1. El análisis de ritmo que realizan los DEA actuales después de cada descarga suele producir
retrasos de 37 segundos o incluso más antes de que se realice la primera compresión después
de la descarga. Una interrupción tan larga entre compresiones puede ser perjudicial.

2. Con la mayoría de los desfibriladores disponibles en la actualidad, la primera descarga elimina


la fibrilación ventricular en más del 85% de los casos. Si la primera descarga fracasa, es probable
que reanudar la reanimación cardiopulmonar sea más efectivo que administrar otra descarga.

3. Incluso cuando la descarga elimina la fibrilación ventricular, se necesitan varios minutos para
que se restablezca el ritmo cardiaco normal e incluso más tiempo hasta que el corazón genere
flujo sanguíneo. Con un periodo breve de compresiones torácicas se puede enviar oxígeno y
procurar energía al corazón, lo que aumenta la probabilidad de que éste pueda bombear sangre
eficazmente después de la descarga. No existe evidencia de que la administración de compre-
siones torácicas inmediatamente después de la desfibrilación pueda producir la recurrencia de la
fibrilación ventricular.

Esperamos que los fabricantes de DEA los reprogramen para apoyar esta recomendación. La AHA
anima a los fabricantes de DEA a que perfeccionen estos dispositivos para que puedan analizar el
ritmo cardiaco de la víctima sin que sea necesario interrumpir las compresiones torácicas.

Reafirmación de la declaración del ILCOR de 2003: DEA recomendado para niños de 1 año
o más.

2005 (Nuevo): Se recomienda el uso de DEA en niños de 1 año o más. No existe suficiente evi-
dencia para recomendar o desaconsejar el uso de DEA en lactantes menores de 1 año (Clase
indeterminada).

En caso de colapso con testigos en un niño, utilice el DEA en cuanto esté disponible. En caso de
paro cardiaco sin testigos, fuera del hospital, utilice el DEA después de administrar 5 ciclos (más
o menos 2 minutos) de reanimación cardiopulmonar. Idealmente, debería estar demostrado (en
estudios publicados) que los DEA pueden detectar de forma precisa y fiable un ritmo cardiaco que
se pueda revertir con una descarga en un niño, y descargar una dosis de energía pediátrica.

En la actualidad, muchos DEA están programados para administrar dosis más bajas por medio de
parches (electrodos adhesivos) más pequeños para niños, o disponen de un botón u otros medios

Apendice II 109
Cruz Roja Mexicana Capacitación

para reducir la dosis de energía. Si le está practicando reanimación cardiopulmonar a un niño (ma-
yor de 1 año) y el DEA disponible no tiene parches (electrodos adhesivos) para niños u otra forma
de administrar una dosis más baja, utilice un DEA convencional para adultos. NO utilice parches
(electrodos adhesivos) para niños ni dosis para niños en víctimas de paro cardiaco adultas.

2000 (Anterior): En el año 2000 no se recomendaba utilizar el DEA en niños menores de 8 años,
pero a partir de 2003 se recomienda su uso en niños de 1 a 8 años con paro cardiaco.

¿Por qué? Se ha demostrado que algunos DEA reconocen con gran precisión los ritmos pediátri-
cos que pueden ser revertidos con una descarga, y algunos pueden administrar dosis de energía
adecuadas para niños. Sin embargo, los reanimadores NO deben utilizar parches (electrodos
adhesivos) ni dosis pediátricas en adultos con paro cardiaco, porque esa dosis más baja es poco
probable que pueda desfibrilar a un adulto.

El propósito de estas modificaciones es simplificar el entrenamiento de los reanimadores civiles


y aumentar el número de compresiones torácicas seguidas que se administran a la víctima de
un paro cardiaco. A continuación se presenta más información sobre estas modificaciones. Los
cambios principales antes resumidos están destacados en esta sección para brindar información
más completa.

REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR POR REANIMADORES CIVILES

Los principales cambios en las recomendaciones de las guías de 2005 para reanimación
cardiopulmonar practicada por reanimadores civiles son las siguientes:

1. Si se encuentra solo con un lactante o un niño que no reacciona, administre aproximadamente


5 ciclos de compresiones y ventilaciones (más o menos 2 minutos) antes de dejar al niño para
llamar a su número local de emergencias médicas (teléfono: ..............................).

2. No intente abrir la vía aérea mediante tracción de la mandíbula en víctimas lesionadas; utilice
la maniobra de extensión de la cabeza elevación del mentón en todas las víctimas.

3. Tómese entre 5 y 10 segundos (no más de 10) para controlar si un adulto que no reacciona
respira normalmente o para detectar la presencia o ausencia de respiración en un lactante o niño
que no reacciona.

4. Inspire normalmente (no profundamente) antes de administrar una respiración artificial de res-
cate a una víctima.

5. Cada respiración debe durar 1 segundo. Cada respiración debe hacer que el pecho se eleve.

6. Si el pecho de la víctima no se eleva al administrar la primera respiración artificial de rescate,


vuelva a realizar la maniobra de extensión de la cabeza-elevación del mentón antes de administrar
la segunda respiración.

110 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

7. No busque signos de circulación. Después de administrar 2 respiraciones artificiales de rescate,


comience inmediatamente con las compresiones torácicas (y los ciclos de compresiones y respi-
raciones artificiales de rescate).

8. No se enseña la técnica de respiración artificial de rescate sin compresión torácica (excepción:


en el curso de “Primeros auxilios de salvacorazones pediátricos” se enseña respiración artificial
de rescate).

9. Utilice la misma relación 30:2 de compresión-ventilación en todas las víctimas.

10. En niños utilice una mano o las dos para realizar las compresiones torácicas y comprima a la
altura de los pezones; en lactantes, comprima el esternón con dos dedos, justo debajo de la línea
de los pezones.

11. Al utilizar un DEA se aplicará una descarga seguida inmediatamente de reanimación cardiopul-
monar, que comenzará con compresiones torácicas. Se debe evaluar el ritmo cada 2 minutos.

12. Se simplifican las maniobras para aliviar la asfixia (obstrucción grave de las vías aéreas).

13. Se desarrollan nuevas recomendaciones de primeros auxilios que incluyen más información
sobre la estabilización de la cabeza y el cuello en las víctimas lesionadas.

Lo que NO cambió para reanimadores civiles:

• Comprobar si hay respuesta.

• Ubicación de la mano para realizar la compresión torácica en adultos.

• Frecuencia de compresión.

• Profundidad de la compresión para adultos, lactantes y niños (aunque la profundidad de com-


presión para lactantes y niños ya no se indica en pulgadas sino simplemente como 1/3 a 1/2 del
diámetro antero posterior del tórax).

• Las edades para designar a lactantes, niños y adultos en las recomendaciones de reanimación
cardiopulmonar.

• Los pasos clave para eliminar una obstrucción de la vía aérea producida por un cuerpo extraño
(asfixia) en lactantes, niños y adultos.

• Las recomendaciones de primeros auxilios (un cambio mínimo en la explicación sobre cómo
estabilizar la cabeza y el cuello en víctimas lesionadas).

Reanimadores únicos de lactantes y niños.

Apendice II 111
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Los reanimadores civiles deben administrar 5 ciclos (aproximadamente 2 minutos) de reani-


mación cardiopulmonar en lactantes y niños antes de llamar al servicio de emergencias.

2005 (Nuevo): En lactantes y niños que no reaccionan, el reanimador que se encuentre solo debe
realizar 5 ciclos (aproximadamente 2 minutos) de reanimación cardiopulmonar antes de llamar al
número local de emergencias y, en el caso de los niños, antes de conectar el DEA.

2000 (Anterior): El reanimador lego que se encontraba solo con un lactante o un niño que no
reaccionaba debía administrar 1 minuto de reanimación cardiopulmonar antes de dejar al niño
para llamar al número local de emergencias.

¿Por qué? En lactantes y niños, el paro hipóxico es el tipo más común de paro. Los 5 ciclos (30:2)
de compresión-ventilación o aproximadamente 2 minutos de reanimación cardiopulmonar permiten
la llegada de oxígeno al corazón, el cerebro y los demás órganos vitales de la víctima. Es posible
que algunos lactantes y niños respondan a la reanimación cardiopulmonar inicial. Después de 5
ciclos (más o menos 2 minutos), el reanimador lego que se encuentra solo debe dejar al niño y
llamar por teléfono al número local de emergencias.

Vías aéreas y respiración.

Los reanimadores civiles no deben realizar tracción de la mandíbula

2005 (Nuevo): Los reanimadores civiles deben emplear la maniobra de extensión de cabeza
elevación del mentón para abrir la vía aérea en todas las víctimas que no reaccionan, incluso si
la víctima está lesionada.

2000 (Anterior): A los reanimadores civiles se les enseñaba la maniobra de tracción de la


mandíbula para abrir la vía aérea de las víctimas lesionadas.

¿Por qué? Es muy difícil abrir la vía aérea con la maniobra de tracción de la mandíbula. Además,
todos los métodos para abrir la vía aérea pueden producir movimiento en una columna vertebral
lesionada, así que la tracción de mandíbula quizá no sea más segura que la maniobra de exten-
sión de cabeza-elevación del mentón. El reanimador lego debe ser capaz de abrir la vía aérea
de una víctima que no reacciona. Para simplificar el entrenamiento y asegurar que el reanimador
lego pueda abrir la vía aérea, sólo se enseñará la maniobra de extensión de cabeza-elevación
del mentón.

Evaluación de la respiración en adultos, niños y lactantes.

2005 (Nuevo): Si el reanimador lego se encuentra con una víctima adulta que no reacciona, debe
abrir la vía aérea y tomarse entre 5 y 10 segundos (no más de 10) para controlar si hay respiración
normal. Si no hay respiración normal, el reanimador debe administrar dos respiraciones artificiales
de rescate.

Los reanimadores civiles que se encuentran con niños o lactantes que no reaccionan deben tomar-

112 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

se entre 5 y 10 segundos (no más de 10) para determinar la presencia o ausencia de respiración
antes de administrar dos respiraciones artificiales de rescate.

2000 (Anterior): Los reanimadores civiles evaluaban la presencia o ausencia de respiración normal
en todas las víctimas.

¿Por qué? Como se señaló en el año 2000, los adultos víctimas de paro cardiaco pueden boquear
durante los primeros minutos posteriores al colapso, y un reanimador lego podría pensar que en
realidad están respirando. Los reanimadores deben considerar que si una víctima está boqueando
no está respirando. Las víctimas que no reaccionan y están boqueando probablemente tengan un
paro cardiaco y necesiten reanimación cardiopulmonar.

Los operadores telefónicos de los servicios de emergencias médicas informan que cuando les dicen
a testigos circunstanciales que evalúen la ausencia de respiración “normal”, la palabra “normal”
ayuda a esos testigos a identificar mejor a las víctimas adultas que necesitan reanimación car-
diopulmonar. por ejemplo, cuando un operador telefónico de un servicio de emergencias médicas
pregunta a un testigo circunstancial si la víctima está respirando, los testigos muchas veces dicen
que sí aunque la víctima sólo esté boqueando. Si el operador pregunta a esas mismas personas
si la víctima está respirando “con normalidad”, responden que no y pueden darse cuenta de que
necesita reanimación cardiopulmonar.

Es importante que los reanimadores civiles reconozcan cuándo es necesario administrarla. El


boqueo no es tan frecuente en lactantes y niños con paro cardiaco como en adultos. Es posible
que los niños presenten patrones de respiración, tales como respiración rápida o con estridor, que
no son normales pero sí son adecuados.

Por este motivo, no se indica que los reanimadores civiles de lactantes y niños evalúen la presencia
de respiración normal o anormal, sólo deben buscar si hay o no respiración. Los reanimadores
civiles deberían poder determinar en menos de 10 segundos si el lactante o niño respira o no. Los
reanimadores deben inspirar normalmente antes de administrar respiración artificial de rescate.

2005 (Nuevo): Todos los reanimadores deben inspirar normalmente (y no profundamente) antes
de administrar respiración artificial de rescate boca-boca o boca-dispositivo de barrera.

2000 (Anterior): Los reanimadores tenían instrucciones de inspirar profundamente antes de ad-
ministrar respiración artificial de rescate boca-boca o boca-dispositivo de barrera.

¿Por qué? No es necesaria una inspiración profunda antes de administrar respiración artificial de
rescate. El reanimador debe ser capaz de administrar una respiración que haga que el pecho de
la víctima se levante sin necesidad de inspirar profundamente.

Administre respiraciones artificiales de rescate que duren 1 segundo cada una.

2005 (Nuevo): Todos los reanimadores deben administrar respiraciones artificiales de rescate (con
dispositivo de barrera o sin él) que duren 1 segundo cada una.

Apendice II 113
Cruz Roja Mexicana Capacitación

2000 (Anterior): Se indicaba a los reanimadores que administraran respiraciones que durasen
entre 1 y 2 segundos.

¿Por qué? Es posible administrar respiraciones artificiales de rescate de 1 segundo. Cuanto más
corto es el tiempo necesario para realizar las respiraciones, más rápido pueden los reanimadores
reanudar las compresiones torácicas. Las respiraciones más largas pueden reducir el retorno de
la sangre al corazón, con lo cual éste tarda más en volver a llenarse de sangre, y ello disminuirá
el flujo sanguíneo que produzca la siguiente serie de compresiones torácicas.

Reapertura de la vía aérea si la primera respiración no logra que el pecho se eleve

2005 (Nuevo): Cuando los reanimadores civiles realizan 2 respiraciones artificiales de rescate,
cada una debería lograr que el pecho se levante (el reanimador debe ver que el pecho se eleva).
Si la primera respiración no logra que el pecho se levante, el reanimador debería realizar una vez
más la maniobra de extensión de la cabeza-elevación del mentón antes de intentar administrar la
segunda respiración artificial de rescate.

2000 (Anterior): Si bien se explicaba a los reanimadores que cada respiración debía hacer que
el pecho se levantara, no se brindaban instrucciones a los reanimadores civiles sobre qué hacer
si la respiración artificial de rescate no lograba que el pecho se levantara.

114 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

¿Por qué? El propósito de este cambio es brindar instrucciones claras a los reanimadores civiles
que se dan cuenta de que el pecho de la víctima no se levanta cuando se realiza la primera res-
piración artificial de rescate. Las respiraciones artificiales de rescate son muy importantes en los
casos de lactantes y niños que no respiran, porque usualmente los lactantes y niños ya no están
respirando bien incluso antes de que se produzca el paro cardiaco. El reanimador debe administrar
2 respiraciones efectivas (es decir, que logren que el pecho se levante). Si el pecho no se levanta
después de la primera respiración, realizar nuevamente la maniobra de extensión de la cabeza-
elevación del mentón puede abrir la vía aérea. Los reanimadores civiles no deberían intentar más
de 2 veces administrar una respiración artificial de rescate que haga que el pecho se levante,
porque es importante realizar compresiones torácicas.

Simplificación de la reanimación cardiopulmonar por reanimadores civiles.

Los reanimadores civiles no deben verificar los signos de circulación

2005 (Nuevo): Después de administrar las 2 primeras respiraciones artificiales de rescate, el re-
animador lego debe iniciar inmediatamente ciclos de 30 compresiones torácicas y 2 respiraciones
artificiales de rescate. El reanimador lego debe continuar con las compresiones y respiraciones
artificiales de rescate hasta que llegue un DEA, o la víctima comience a moverse, o lo reemplacen
profesionales de la salud.

2000 (Anterior): Después de administrar las 2 respiraciones artificiales de rescate, el reanimador


lego verificaba los signos de la circulación (respiración, tos o movimiento). Si no había signos de
circulación, se indicaba al reanimador comenzar con las compresiones torácicas. Se aconsejaba
a los reanimadores civiles volver a verificar los signos de circulación cada pocos minutos.

¿Por qué? En el año 2000 la AHA dejó de recomendar que los reanimadores civiles verificaran el
pulso, porque los datos demostraron que no podían hacerlo de forma fidedigna dentro de un lapso
de 10 segundos. Se instruía a los reanimadores civiles para que buscaran signos de circulación. Sin
embargo, no existe evidencia de que los reanimadores civiles puedan evaluar de forma fiable los
signos de circulación, y este paso demoraba las compresiones torácicas. Los reanimadores civiles
no deben verificar los signos de circulación ni interrumpir las compresiones torácicas para
volver a verificarlos.

No se deben administrar respiraciones artificiales de rescate sin compresiones torácicas.

2005 (Nuevo): Inmediatamente después de administrar las 2 primeras respiraciones artificiales


de rescate, el reanimador lego debe iniciar ciclos de 30 compresiones torácicas y 2 respiraciones
artificiales de rescate. No se enseñará a los reanimadores civiles a administrar respiraciones
artificiales de rescate sin compresiones torácicas (excepto en el “Curso de primeros auxilios sal-
vacorazones pediátricos” de la AHA).

2000 (Anterior): Después de administrar las 2 respiraciones artificiales de rescate, el reanimador


lego verificaba los signos de circulación (respiración, tos o movimiento). Se instruía al reanimador
lego para administrar respiraciones artificiales de rescate sin compresiones torácicas a aquellas

Apendice II 115
Cruz Roja Mexicana Capacitación

víctimas con signos de circulación, pero que no estaban respirando normalmente.

¿Por qué? La eliminación de la respiración artificial de rescate sin compresiones torácicas redu-
cirá el número de habilidades que deben aprender, recordar y realizar los reanimadores civiles.
Este cambio elimina también la necesidad de volver a explorar a la víctima tras las respiraciones
artificiales de rescate iniciales, lo cual reduce la demora antes de administrar las primeras com-
presiones torácicas.

Relación de compresión-ventilación de 30:2 para todas las víctimas.

2005 (Nuevo): La AHA recomienda una relación de compresión-ventilación de 30:2 para todos
los reanimadores civiles y todas las víctimas, desde lactantes (excepto recién nacidos) hasta
adultos.

2000 (Anterior): Se recomendaba una relación de compresión-ventilación de 15:2 para la re-


animación cardiopulmonar en adultos. Para lactantes y niños se recomendaba una relación de
compresión-ventilación de 5:1

¿Por qué? Los científicos expertos quisieron simplificar la información sobre reanimación cardio-
pulmonar, para que más reanimadores la aprendieran, recordaran y realizaran. También querían
asegurarse de que todos los reanimadores efectuaran series más largas de compresiones torácicas.
Este cambio debería aumentar el flujo sanguíneo al corazón, el cerebro y otros órganos vitales.

Instrucciones simplificadas para las compresiones en niños y lactantes.

2005 (Nuevo): Los reanimadores pueden usar una o las dos manos para realizar compresiones
torácicas a niños, y deben hacer presión sobre el esternón, aproximadamente a la altura de los
pezones. Para realizar

compresiones en lactantes, los reanimadores deben presionar sobre el esternón, justo debajo de
la línea de los pezones.

2000 (Anterior): Se recomendaban las compresiones torácicas con una sola mano sobre la mitad
inferior del esternón del niño y un dedo por debajo de la línea de los pezones del lactante.

¿Por qué? Hay reanimadores y niños de diferentes tamaños. En los niños, el reanimador debe
utilizar una o las dos manos para comprimir el pecho entre un tercio y la mitad de su diámetro
antero posterior. Si se utilizan las dos manos, la ubicación de éstas es la misma que en adultos
(la diferencia está en la profundidad de la compresión). Este cambio se realizó para simplificar el
entrenamiento. En el caso de los lactantes, el reanimador utiliza dos dedos para presionar sobre
el esternón, justo por debajo de la línea de los pezones. Este cambio se realizó porque hay reani-
madores y lactantes de diferentes tamaños, y la consecuencia de utilizar el ancho del dedo del
reanimador como medida era se realizaban compresiones en lugares diferentes. Este cambio se
introdujo para simplificar el entrenamiento.

116 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Descargas con el DEA: Administre una descarga, luego realice reanimación cardiopulmo-
nar.

2005 (Nuevo): Al utilizar un DEA, todos los reanimadores deben administrar una descarga, seguida
inmediatamente de reanimación cardiopulmonar. Ésta debe comenzar con compresiones torácicas.
Todos los reanimadores deben permitir que el DEA verifique nuevamente el ritmo de la víctima
después de administrar 5 ciclos (más o menos 2 minutos de reanimación cardiopulmonar.

2000 (Anterior): Para el tratamiento de un paro cardiaco con un ritmo que se puede revertir con
descarga, los reanimadores administraban hasta tres descargas sin efectuar reanimación cardiopul-
monar entre ellas. Después de tres descargas, los reanimadores debían realizar aproximadamente
un minuto de reanimación cardiopulmonar y luego verificar el ritmo.

¿Por qué? Cuando el DEA vuelve a verificar el ritmo después de una descarga, esto demora las
compresiones torácicas. La mayoría de los nuevos desfibriladores eliminan la fibrilación ventricular
con una descarga, por lo que es probable que no se presente fibrilación ventricular inmediatamente
después de administrada una descarga. Por lo tanto, es difícil justificar que se interrumpan las
compresiones torácicas para buscar una fibrilación ventricular, cuando es poco probable que exista.
Además, después de una descarga que elimina la fibrilación ventricular, durante unos minutos la
mayoría de los corazones no bombean eficazmente sangre. Es necesario realizar compresiones
torácicas durante ese tiempo para proveer de flujo sanguíneo al corazón, al cerebro y otros órganos.
Si la fibrilación ventricular persiste después de una descarga, las compresiones torácicas levarán
oxígeno al corazón, con lo cual aumentan las posibilidades de eliminar la fibrilación ventricular
con la siguiente descarga.

Instrucciones simplificadas para eliminar la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo ex-
traño.

2005 (Nuevo): Se ha simplificado la terminología utilizada para distinguir entre las víctimas de
asfixia que necesitan intervención (por ejemplo compresiones bruscas abdominales) y las que no,
para referirse simplemente a obstrucción leve, por oposición a grave de las vías aéreas. Los reani-
madores deben actuar si observan signos de obstrucción grave: poca entrada de aire y aumento
de las dificultades para respirar, tos silenciosa, cianosis o incapacidad de hablar o respirar. Los
reanimadores deben hacer una pregunta: “¿Se está asfixiando?” Si la víctima asiente, necesita
ayuda. El resto del tratamiento de la asfixia por parte de reanimadores civiles no ha cambiado.

2000 (Anterior): Se enseñaba a los reanimadores a distinguir entre obstrucción parcial de la vía
aérea con buena entrada de aire, obstrucción parcial de la vía aérea con poca entrada de aire y
obstrucción total de la vía aérea. Se indicaba a los reanimadores que hicieran dos preguntas a la
víctima: “¿Se está asfixiando?” “¿Puede hablar?”

¿Por qué? El objetivo de esta revisión fue simplificar. La distinción entre obstrucción “leve” y “gra-
ve” de la vía aérea es para ayudar al reanimador a que sepa cuándo debe actuar. La eliminación
de una pregunta simplifica la acción de los reanimadores civiles.

Apendice II 117
Cruz Roja Mexicana Capacitación

1. Apoyo Vital Básico por Parte del Personal


del Equipo de Salud
En esta sección se destacan los principales cambios en las guías 2005 que afectan al personal
de atención de la salud que brinda apoyo vital básico y avanzado. El apoyo vital avanzado incluye
apoyo vital cardiovascular avanzado, apoyo vital avanzado pediátrico y reanimación para recién
nacidos. Se incluye información sobre la evaluación de la evidencia y el proceso de desarrollo de
las guías, además de una justificación científica más detallada para los cambios.

Los principales cambios que afectan a todo el personal de atención de la salud aparecen
destacados en “Apoyo vital básico”, junto con información adicional a la que se reseña en
“Cambios principales” y “Reanimación cardiopulmonar por reanimadores civiles”.

Los cambios incluyen una simplificación y ponen énfasis en el papel fundamental del apoyo vital
básico para mejorar la supervivencia tras un paro cardiaco. Todos los reanimadores deben saber
cómo realizar correctamente la reanimación cardiopulmonar: administrar el número adecuado de
compresiones y con la profundidad correcta, permitir que el pecho regrese a la posición apropiada
después de cada compresión, y minimizar las interrupciones entre compresiones torácicas.

El mensaje más importante que contienen las guías 2005 es que una reanimación cardiopulmo-
nar bien hecha (es decir, realizada adecuadamente) puede salvar vidas, y que todas las víctimas
de paro cardiaco deben recibir reanimación cardiopulmonar de alta calidad.

Apoyo vital básico por parte de personal del equipo de salud.

Muchos de los cambios en el apoyo vital básico recomendados en 2005 están pensados para
simplificar las recomendaciones para reanimación cardiopulmonar (incluida la eliminación de
diferencias en las técnicas utilizadas con personas de distintas edades cuando fuera posible),
aumentar el número y la calidad de las compresiones torácicas administradas, y aumentar el nú-
mero de compresiones torácicas sin interrupciones.

Se recomienda una relación compresión-ventilación universal de 30:2 para reanimadores únicos


con víctimas de todas las edades (excepto recién nacidos). Esta relación compresión-ventilación
de 30:2 también se aplica para el personal del equipo de salud que esté practicando reanimación
cardiopulmonar entre dos reanimadores con víctimas adultas hasta que se pueda realizar una
intervención avanzada en la vía aérea (por ejemplo colocación de un tubo endotraqueal, tubo
combinado para esófago-tráquea [Combitube], o mascarilla laríngea). Una vez que se haya colo-
cado un dispositivo avanzado para vía aérea ya no es necesario que dos reanimadores adminis-
tren ciclos de reanimación cardiopulmonar con pausas entre las compresiones para suministrar
respiraciones artificiales de rescate (ver más abajo).

Antes de colocar un dispositivo avanzado para vía aérea, los reanimadores deben realizar 5
ciclos de reanimación cardiopulmonar después de administrar una descarga y antes de volver
a evaluar el ritmo. Una vez colocado el dispositivo avanzado para vía aérea, los reanimadores
deben realizar 2 ciclos de reanimación cardiopulmonar después de administrar una descarga y
antes de volver a evaluar el ritmo.

118 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Para reanimación cardiopulmonar en lactantes y niños realizada por dos reanimadores profesio-
nales de la salud (y en algunos cursos, como los de reanimación cardiopulmonar para salvavidas,
en los que se enseña reanimación cardiopulmonar para niños y lactantes practicada por dos re-
animadores), éstos deben aplicar una relación de compresión ventilación de 15:2.

Entre los principales cambios en “Apoyo vital básico por parte del personal del equipo de
salud” se incluyen los siguientes:

• Las guías sobre reanimación cardiopulmonar pediátrica para personal del equipo de salud ahora
se aplican a víctimas a partir de 1 año de edad y hasta el comienzo de la pubertad.

• El personal del equipo de salud que se encuentre solo debe adaptar su secuencia de acciones
a la causa más probable de paro en las víctimas de todas las edades.

• “Primero llame”, consiga el DEA y regrese a comenzar la reanimación cardiopulmonar y aplicar


el DEA en todas las víctimas adultas y niños con un colapso fuera del hospital.

• “Aplique primero reanimación cardiopulmonar” (unos 5 ciclos o durante 2 minutos antes de ac-
tivar el número de respuesta a emergencias) en lactantes y niños que no reaccionan (excepto
en casos de lactantes y niños con colapso presenciado) y todas las víctimas de probable paro
hipóxico (por asfixia; por ejemplo ahogamiento por inmersión, lesiones, sobredosis de drogas).

• La apertura de la vía aérea sigue siendo una prioridad en todas las víctimas de traumatismo
que no reaccionan en las cuales se sospecha lesión de la columna cervical; si la tracción de
mandíbula sin extensión de la cabeza no abre la vía aérea, el personal del equipo de salud debe
aplicar la maniobra de extensión de cabeza-elevación del mentón.

• El personal del equipo de salud entrenado en reanimación cardiopulmonar básica debe verificar
que haya respiración “adecuada” en adultos, y presencia o ausencia de respiración en lactantes
y niños, antes de administrar respiración artificial de rescate. El personal del equipo de salud
entrenado en reanimación cardiopulmonar avanzada debe verificar la presencia de respiración
“adecuada” en víctimas de todas las edades y estar listo para administrar oxígeno y ventilación
de apoyo.

• Es posible que el personal del equipo de salud tenga que intentar “un par de veces” reabrir la
vía aérea y administrar respiraciones efectivas (es decir, respiraciones que hagan que el pecho
se levante) en lactantes y niños.

• Una ventilación excesiva (demasiadas respiraciones por minuto o respiraciones con demasiado
volumen o fuerza) podría ser nociva y no debe practicarse.

• Se recomiendan compresiones torácicas si la frecuencia cardiaca del lactante o niño es inferior


a 60 por minuto con signos de mala perfusión aunque se haya realizado oxigenación y venti-
lación adecuadas. Esta recomendación estaba incluida en las guías del año 2000, pero no se
destacaba en los cursos. Ahora se pondrá énfasis en ella en los cursos.

Apendice II 119
Cruz Roja Mexicana Capacitación

• Los reanimadores deben administrar compresiones a una frecuencia y profundidad apropiadas,


y permitir que el pecho retorne adecuadamente a la posición normal, minimizando las interrup-
ciones entre compresiones torácicas.

• Utilizar una o las dos manos para realizar compresiones torácicas en niños; presionar el ester-
nón a la altura de los pezones. En lactantes, presionar el esternón justo debajo de la línea de
los pezones.

• Durante una reanimación cardiopulmonar en lactantes practicada por dos reanimadores, la téc-
nica de dos pulgares con las manos alrededor del pecho debe además “exprimir” el pecho.

• El personal del equipo de salud debe emplear una relación de compresión-ventilación de 30:2
cuando se trata de reanimación cardiopulmonar por una sola persona en víctimas detodas las
edades, y cuando se trata de reanimación
cardiopulmonar practicada por dos reanimadores en víctimas adultas. El personal del equipo de
salud debe utilizar una relación de compresión-ventilación de 15:2 en casos de reanimación
cardiopulmonar practicada por dos reanimadores en lactantes y niños.

• Durante una reanimación cardiopulmonar por dos reanimadores con un dispositivo avanzado
para vía aérea colocado, los reanimadores ya no deben suministrar ciclos de compresiones con
pausas para la ventilación. La persona que realiza la compresión administra compresiones con-
tinuas y el reanimador encargado de las respiraciones administra entre 8 y 10 por minuto (una
respiración cada 6-8 segundos).

• Cuando dos o más miembros de un equipo de salud estén presentes durante una reanimación
cardiopulmonar, los reanimadores deben turnarse cada 2 minutos para aplicar las compresio-
nes.

• Las acciones para la eliminación de una obstrucción de la vía aérea por un cuerpo extraño se
han simplificado.

Lo que no ha cambiado:

• Evaluar si hay respuesta.

• Verificar el pulso.

• Respiración artificial de rescate sin compresión torácica.

• Ubicación de las manos o dedos para compresiones torácicas en adultos.

• Frecuencia de compresión.

• Profundidad de la compresión en adultos, lactantes y niños (nótese que en lactantes y niños la


profundidad de la compresión se especifica como un tercio a la mitad del diámetro antero pos-
terior del tórax, y ya no se expresa en pulgadas).

120 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

• Las edades para la aplicación de las recomendaciones de apoyo vital básico en lactantes.

Las guías de “Apoyo vital básico pediátrico” para el personal del equipo de salud se apli-
can hasta el comienzo de la pubertad.

2005 (Nuevo): Las guías para reanimación cardiopulmonar pediátrica por parte de personal del
equipo de salud se aplican a víctimas desde 1 año de edad hasta el comienzo de la pubertad o
adolescencia (aproximadamente 12 a 14 años), definida por la presencia de caracteres sexuales
secundarios (por ejemplo desarrollo de los senos en las niñas, vello axilar en los varones). Es
posible que en los hospitales (en especial los pediátricos) o las unidades de cuidados intensivos
pediátricos se elija extender el uso de las guías de “Apoyo vital avanzado pediátrico” a los pacien-
tes pediátricos de todas las edades (por lo general hasta los 16-18 años) en lugar de establecer
la pubertad como límite para la aplicación de éstas en lugar de las guías de “Apoyo vital cardio-
vascular avanzado”.

El personal del equipo de salud muchas veces asiste a los reanimadores civiles de la comunidad.
El proveedor de atención profesional de la salud debe saber que las guías para reanimación car-
diopulmonar pediátrica para reanimadores civiles se aplican a niños de 1 a 8 años aproximada-
mente (hasta 15 kg o 55 libras de peso, o hasta 127 cm o unas 50 pulgadas de altura). Las guías
para adultos para reanimadores civiles se aplican a víctimas de 8 años de edad en adelante.

2000 (Anterior): Las guías de reanimación cardiopulmonar pediátrica se plicaban a Víctimas de


1 a 8 años de edad.

¿Por qué? No existe una característica anatómica o fisiológica única que distinga a una víctima
“pediátrica” de una “adulta”, y no existe evidencia científica que identifique una edad precisa en la
que se puedan utilizar técnicas de reanimación cardiopulmonar para adultos en lugar de pediátri-
cas. Las normas sobre edades para los reanimadores civiles no han cambiado respecto del año
2000 para facilitar la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar y el uso de DEA con parches
(electrodos adhesivos) pediátricos o sistema de disminución de dosis para niños (para víctimas
de 1 a 8 años de edad). El personal del equipo de salud seguirá aplicando el límite de 8 años de
edad para el uso de parches (electrodos adhesivos) de DEA pediátricos o un sistema de dismi-
nución para niños (para reducir la dosis de la descarga del DEA). Sin embargo, dado que el paro
hipóxico (por asfixia) sigue siendo la causa más común de paro cardiaco en los niños hasta que
llegan a la adolescencia, el personal debe aplicar las recomendaciones y secuencia pediátricas
(es decir, reanimación cardiopulmonar primero y una relación compresión-ventilación de 15:2 con
dos reanimadores) en víctimas desde 1 año hasta el comienzo de la pubertad.

Un solo miembro de un equipo de salud debe adaptar la secuencia en caso de paro fuera
del hospital.

2005 (Nuevo): En general, el miembro de un equipo de salud que se encuentre solo “llamará pri-
mero” (y conseguirá un DEA si está disponible y luego administrará reanimación cardiopulmonar y
utilizará el DEA) en víctimas adultas que no reaccionan. En general, el miembro de un equipo de
salud que se encuentre solo aplicará “reanimación cardiopulmonar primero” (y activará el sistema

Apendice II 121
Cruz Roja Mexicana Capacitación

de respuesta de emergencia después de administrar unos 5 ciclos o 2 minutos de reanimación


cardiopulmonar) en víctimas lactantes o niños que no reaccionan. Sin embargo, la secuencia de
acciones de rescate debe adaptarse a las causas más probables del paro. Si una víctima de cual-
quier edad sufre un colapso presenciado es probable que sea de origen cardiaco, y el personal
del equipo de salud debe activar el sistema de respuesta de emergencia, conseguir un DEA (si
está disponible) y volver con la víctima para administrar reanimación cardiopulmonar y usar el
DEA si es apropiado (ver “Desfibrilación” más adelante). El DEA debe utilizarse en cuanto esté
disponible en víctimas de colapso o paro cardiaco.

Si una víctima de cualquier edad tiene un probable paro hipóxico (por asfixia), como un ahoga-
miento por inmersión, un miembro del equipo de salud que se encuentre solo debe administrar 5
ciclos (más o menos 2 minutos) de reanimación cardiopulmonar antes de dejar a la víctima para
activar el sistema de respuesta de emergencia y conseguir el DEA.

122 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

2000 (Anterior): La adaptación de la respuesta del personal a la probable causa del paro se
mencionó en las Guías 2000, pero no se enfatizó este tema en el entrenamiento.

¿Por qué? El colapso en una víctima de cualquier edad probablemente tenga un origen cardiaco,
y se necesita una desfibrilación temprana además de una rápida reanimación cardiopulmonar.
Las víctimas de paro hipóxico (por asfixia) necesitan reanimación cardiopulmonar inmediata, in-
cluidas ventilación y compresiones torácicas, antes de que el miembro del equipo de salud que se
encuentra solo deje a la víctima para telefonear pidiendo ayuda y conseguir el DEA.

Apertura de la vía aérea y estabilización de la columna de una víctima de traumatismo.

2005 (Nuevo): El personal del equipo de salud debe utilizar la maniobra de extensión de la ca-
beza-elevación del mentón para abrir la vía aérea de una víctima de traumatismo, a menos que
se sospeche que tiene una lesión en la columna cervical. Si se sospecha una lesión en la región
cervical de la columna, el personal del equipo de salud debe abrir la vía aérea mediante la ma-
niobra de tracción de la mandíbula, sin extensión de la cabeza (Clase IIb). Si esta maniobra no
consigue abrir la vía aérea, el personal del equipo de salud debe recurrir a la técnica de extensión
de la cabeza-elevación del mentón, ya que abrir la vía aérea es una prioridad en el caso de vícti-
mas de traumatismo que no reaccionan (Clase I). El personal del equipo de salud debe estabilizar
manualmente la cabeza y el cuello, en vez de utilizar dispositivos de inmovilización, durante la
reanimación cardiopulmonar de víctimas con sospecha de lesión en la columna (Clase IIb).

2000 (Anterior): Se enseñaba a realizar la maniobra de tracción de la mandíbula sin extensión de


la cabeza al personal del equipo de salud y también a los reanimadores civiles.

¿Por qué? La tracción de la mandíbula es una maniobra difícil de aprender y realizar; de hecho,
es imposible hacerla en muchos maniquíes. La tracción de la mandíbula puede no abrir efectiva-
mente la vía aérea y también hacer que se mueva la columna vertebral. Abrir la vía aérea es una
prioridad cuando la víctima de un traumatismo no reacciona. El personal del equipo de salud que
trate a una víctima con sospecha de lesión en la región cervical de la columna debe intentar abrir
la vía aérea con la maniobra de tracción de la mandíbula, pero si así no logra abrirla debe recurrir
a la extensión de la cabeza-elevación del mentón. Se prefiere estabilizar de forma manual en vez
de utilizar dispositivos de inmovilización durante la reanimación cardiopulmonar de víctimas con
traumatismos en la cabeza y el cuello, porque los dispositivos de inmovilización pueden interferir
con la eficacia de la reanimación cardiopulmonar. Si hay un segundo reanimador presente, éste
debe estabilizar manualmente la cabeza y el cuello durante la reanimación cardiopulmonar.

Verifique si los adultos están respirando “adecuadamente” o si los lactantes y niños res-
piran o no.

2005 (Nuevo): El personal del equipo de salud entrenado en apoyo vital básico verifica si la
respiración es adecuada (los reanimadores civiles verifican si la respiración es “normal”) en las
víctimas adultas. Si la respiración no es la adecuada, el reanimador debe administrar dos respi-
raciones artificiales de rescate. El personal del equipo de salud entrenado en apoyo vital básico
verifica si el lactante o niño está respirando o no, y si no está respirando administra dos respira-
ciones artificiales de rescate.

Apendice II 123
Cruz Roja Mexicana Capacitación

El personal del equipo de salud entrenado en apoyo vital avanzado (con entrenamiento cardio-
vascular y pediátrico) evalúa si la respiración es adecuada

en víctimas de todas las edades (lactantes y niños inclusive), y debe estar preparado para admi-
nistrar oxígeno y ventilación de apoyo.

2000 (Anterior): El personal del equipo de salud verificaba si la respiración era adecuada
en las víctimas de todas las edades.

¿Por qué? En general, el personal del equipo de salud entrenado en apoyo vital básico debe es-
tar preparado para administrar respiraciones artificiales de rescate si la víctima no está respirando
de forma adecuada. El personal del equipo de salud no debe esperar a que ocurra el paro respi-
ratorio en adultos para administrar respiraciones artificiales de rescate. Es posible que los niños
presenten patrones de respiración, como respiración rápida o con estridor, que son adecuados,
pero no normales. Los especialistas en pediatría creen que la evaluación de la respiración “ade-
cuada” en un lactante o un niño es una habilidad difícil y está más relacionada con las habilidades
del personal entrenado en reanimación cardiopulmonar avanzada pediátrica.

Intente administrar 2 respiraciones efectivas en lactantes y niños.

2005 (Nuevo): El personal del equipo de salud debe intentar “un par de veces” administrar 2 res-
piraciones efectivas (que hacen que el pecho se levante) al lactante o niño.

2000 (Anterior): Se indicaba al personal del equipo de salud que moviera la cabeza del niño a
distintas posiciones para obtener una apertura óptima de la vía aérea y respiraciones artificiales
de rescate efectivas.

¿Por qué? El mecanismo más común de paro cardiaco en lactantes y niños es por asfixia; por
lo tanto, el niño con paro cardiaco probablemente está hipóxico e hipercápnico. Los reanimado-
res deben poder administrar respiraciones artificiales de rescate efectivas (es decir, que hagan
que el pecho se levante visiblemente). No se espera que el miembro del equipo de salud intente
administrar respiraciones efectivas indefinidamente, sino que lo intente “un par de veces” si es
necesario.

Respiraciones artificiales de rescate sin compresiones torácicas.

2005 (Nuevo): Si la víctima que no reacciona no respira, pero tiene pulso, el miembro del equipo
de salud le administrará respiración artificial de rescate sin compresiones torácicas. Se admi-
nistrarán 10 a 12 respiraciones por minuto en adultos (aproximadamente una respiración cada
5 o 6 segundos) y 12 a 20 respiraciones por minuto en lactantes y niños (aproximadamente una
respiración cada 3 a 5 segundos).

2000 (Anterior): El personal del equipo de salud administraba 10 a 12 respiraciones por minuto
en adultos y 20 respiraciones por minuto en niños y lactantes.

124 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

¿Por qué? Un rango más amplio de respiraciones aceptables para los lactantes y niños permite
al personal adaptar el apoyo vital al paciente. El personal del equipo de salud puede asistir a los
reanimadores civiles para que administren reanimación cardiopulmonar en la comunidad. El per-
sonal del equipo de salud debe ser consciente de que a los reanimadores civiles no se les enseña
a verificar si existen signos de circulación o pulso. En consecuencia, no se enseña a los reanima-
dores civiles a administrar respiraciones artificiales de rescate sin compresiones torácicas.

Respiraciones artificiales de rescate con compresiones torácicas.

2005 (Nuevo): Todas las respiraciones artificiales de rescate administradas por los reanimadores
durante la reanimación cardiopulmonar (boca a boca, boca-protector facial, boca-mascarilla facial
de bolsillo, o sistema de bolsa-mascarilla, o con un dispositivo avanzado para vía aérea, con o sin
oxígeno suplementario) deben durar 1 segundo (Clase IIa). El volumen de cada respiración artifi-
cial de rescate debe ser suficiente como para lograr que el pecho se levante visiblemente (Clase
IIa). Los reanimadores deben evitar administrar más respiraciones de las recomendadas o con
demasiado volumen o fuerza. Es imposible estimar el volumen corriente administrado durante
las respiraciones artificiales de rescate; no obstante, para administrar el volumen suficiente como
para que se levante visiblemente el pecho de un adulto es necesaria una bolsa de ventilación
para adultos (volumen de 1 a 2 litros). El reanimador deberá comprimir una bolsa de 1 litro aproxi-
madamente hasta la mitad, y una de 2 litros aproximadamente un tercio, cuando administre res-
piraciones artificiales de rescate a una víctima adulta, pero el volumen administrado debe lograr
que el pecho se levante visiblemente. Las guías de 2005 recomiendan configurar los maniquíes
de forma tal que el pecho se levante visiblemente a un volumen corriente de unos 500 a 600 ml.

2000 (Anterior): Se recomendaban diferentes volúmenes corriente, y se enseñaba a los reanima-


dores a administrarlos entre 1 y 2 segundos. El volumen corriente recomendado para las respira-
ciones artificiales de rescate en adultos era de aproximadamente 700 a 1000 ml.

¿Por qué? Durante la reanimación cardiopulmonar se necesita una ventilación menor que la
normal. Las guías 2005 de la AHA señalan los siguientes puntos respecto de la administración de
respiraciones artificiales de rescate:

• El transporte de oxígeno es el producto del contenido de oxígeno en la sangre arterial y el gasto


cardiaco (flujo sanguíneo). Durante los primeros minutos de una reanimación cardiopulmonar
en un paro cardiaco por fibrilación ventricular, el contenido de oxígeno en la sangre permanece
inicialmente en los valores adecuados, y lo que limita el transporte de oxígeno a los órganos vi-
tales es la reducción del flujo sanguíneo (gasto cardiaco). Por lo tanto, inmediatamente después
de un paro cardiaco por fibrilación ventricular, las respiraciones artificiales de rescate (que pue-
den ayudar a aumentar el contenido de oxígeno en la sangre) no son tan importantes como las
compresiones torácicas efectivas, que hacen que la sangre circule. El reanimador debe admi-
nistrar compresiones torácicas efectivas para optimizar el flujo sanguíneo y, en consecuencia,
el transporte de oxígeno a los órganos vitales, cerebro y corazón incluidos.

• La relación entre ventilación (volumen de respiración × frecuencia) y flujo sanguíneo a los pul-
mones se denomina relación de ventilación- perfusión (V/Q). Para obtener la mejor oxigenación
de la sangre y eliminar el dióxido de carbono, la ventilación debe estar equiparada con la per-

Apendice II 125
Cruz Roja Mexicana Capacitación

fusión. Durante la reanimación cardiopulmonar, el flujo de sangre a los pulmones es solamente


un 25% a 33% del normal, y por lo tanto se necesita menos ventilación (menos respiraciones
y menor volumen) para administrar oxígeno y eliminar dióxido de carbono durante un paro car-
diaco que cuando la víctima presenta un ritmo que permite la circulación de la sangre con gasto
cardiaco normal o casi normal y flujo normal de sangre a los pulmones.

• Hiperventilar (administrar demasiadas respiraciones o un volumen excesivo) durante la reani-


mación cardiopulmonar no es necesario y puede ser perjudicial por varios motivos. La presión
positiva en el pecho que crean las respiraciones artificiales de rescate puede disminuir el retor-
no venoso al corazón. Esto limita la entrada de sangre al corazón, reduciendo el gasto cardiaco
creado por las siguientes compresiones torácicas. Además, los volúmenes corriente excesivos
y las respiraciones con demasiada fuerza en una vía aérea sin protección pueden causar dis-
tensión gástrica y sus complicaciones. Las respiraciones artificiales de rescate administradas
por los reanimadores deben durar 1 segundo, con un volumen suficiente para que el pecho se
levante visiblemente. Para mayor información, consulte “Reanimación cardiopulmonar con dis-
positivo avanzado para vía aérea”, más adelante.

Compresiones torácicas recomendadas en caso de bradicardia sintomática en lactantes y


niños.

2005 (Nuevo): Si a pesar de una oxigenación y ventilación adecuadas (o tras administrar 2


respiraciones artificiales de rescate a la víctima que no reacciona) la frecuencia cardiaca del lac-
tante o niño es <60 latidos por minuto y presenta signos de mala perfusión sistémica, el personal
del equipo de salud debe comenzar con las compresiones torácicas.

2000 (Anterior): Esta recomendación estaba incluida en las guías del año 2000; sin embargo, no
se la había incorporado al entrenamiento en apoyo vital básico.

¿Por qué? La bradicardia es un ritmo terminal comúnmente observado en lactantes y niños. El


personal del equipo de salud no debe esperar a que se presente un paro cardiaco sin pulso para
comenzar con las compresiones torácicas en lactantes o niños con mala perfusión cuyo estado
no mejora con oxígeno y ventilación de apoyo.

Énfasis en la profundidad y frecuencia de las compresiones torácicas, el regreso del pecho


a la posición normal y el mínimo de interrupciones.

2005 (Nuevo): Las compresiones torácicas efectivas son esenciales para producir flujo sanguí-
neo durante la reanimación cardiopulmonar (Clase I). Las guías 2005 hacen hincapié en que el
reanimador debe “presionar fuerte y rápido, permitiendo que el pecho vuelva a la posición original
después de cada compresión”. Las compresiones torácicas más efectivas se logran si los reani-
madores presionan firme y rápidamente a razón de 100 veces por minuto (Clase IIa), permiten
que el pecho regrese a la posición original después de cada compresión (Clase IIb) y se minimiza
el número de veces que se interrumpen las compresiones.

El personal del equipo de salud debe interrumpir lo menos posible las compresiones torácicas y
limitar la duración de las interrupciones a no más de 10 segundos por vez, excepto para llevar

126 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

a cabo intervenciones específicas, tales como colocar un dispositivo avanzado para vía aérea o
utilizar un desfibrilador (Clase IIa). Las interrupciones para administrar respiraciones artificiales
de rescate o verificar el pulso deben durar menos de 10 segundos.

2000 (Anterior): Las recomendaciones en cuanto a la profundidad y frecuencia de las compre-


siones torácicas eran las mismas. Se ponía menos énfasis en la necesidad de la profundidad
adecuada de la compresión, el retorno total del pecho a la posición original y la reducción de las
interrupciones de las compresiones torácicas.

¿Por qué? Para ser efectivas, las compresiones torácicas deben aportar el flujo sanguíneo ade-
cuado al corazón (flujo sanguíneo de las arterias coronarias) y al cerebro (flujo sanguíneo cere-
bral). La efectividad del flujo sanguíneo está relacionada con la frecuencia y profundidad de las
compresiones. Sin embargo, estudios sobre reanimación cardiopulmonar por parte de equipos
de salud demostraron que la mitad de las compresiones torácicas administradas eran demasiado
superficiales, y que no se realizaban compresiones durante un 24% a 49% del tiempo de duración
de la reanimación cardiopulmonar. Permitir que el pecho regrese completamente a la posición
original después de cada compresión permite que la sangre retorne al corazón y vuelva a llenarlo.
Si no se permite que el pecho regrese a su posición original (se vuelva a expandir) se produce
menos retorno venoso al corazón y se reduce su llenado. Como consecuencia, disminuye el
gasto cardiaco creado por las compresiones torácicas siguientes. Cuando se interrumpen las
compresiones torácicas se detiene el flujo sanguíneo y rápidamente disminuye la presión de per-
fusión de las arterias coronarias. A menor presión de perfusión de las arterias coronarias, menos
probabilidades de sobrevivir tiene la víctima. Cuando los reanimadores están realizando ciclos
de compresiones y respiraciones artificiales de rescate deben administrar las respiraciones de la
forma más eficiente posible (es decir, administrar las 2 respiraciones en menos de 10 segundos)
para minimizar el número de interrupciones de las compresiones torácicas.

Los reanimadores deben turnarse cada 2 minutos para realizar las compresiones.

2005 (Nuevo): Cuando hay más de un reanimador presente, los reanimadores deben “turnarse”
para realizar las compresiones torácicas cada 2 minutos o cada 5 ciclos de reanimación cardio-
pulmonar (un ciclo = 30 compresiones y 2 respiraciones artificiales de rescate). Los reanimadores
deben intentar realizar el cambio en 5 segundos o menos (Clase IIb). Para mayor información
sobre reanimación cardiopulmonar por dos reanimadores cuando se ha colocado un dispositivo
avanzado para vía aérea, consulte “Reanimación cardiopulmonar con dispositivo avanzado para
vía aérea”.

2000 (Anterior): Cuando el primer reanimador en realizar las compresiones torácicas se cansa-
ba, los reanimadores cambiaban de posición con un mínimo de interrupción de las compresiones
torácicas.

¿Por qué? En los estudios con maniquíes, la fatiga de los reanimadores, demostrada a partir de
una frecuencia o profundidad inadecuada de las compresiones torácicas o un retorno del pecho
a su posición original inadecuado, aparecía en tan sólo 1 a 2 minutos. Sin embargo, los reanima-
dores no decían estar fatigados durante 5 minutos o más. En estudios de reanimaciones reales
por reanimadores profesionales, el 50% de las compresiones torácicas no eran lo suficientemente

Apendice II 127
Cruz Roja Mexicana Capacitación

profundas. Dada la importancia de la efectividad de las compresiones torácicas, será útil que los
reanimadores se turnen para realizarlas.

Los reanimadores pueden utilizar una o las dos manos para realizar compresiones toráci-
cas en la línea de los pezones en niños.

2005 (Nuevo): Para realizar compresiones torácicas en niños los reanimadores deben utilizar la
base de la palma de una o de las dos manos para comprimir la mitad inferior del esternón a una
profundidad entre un tercio y la mitad del diámetro antero posterior del tórax. Si se utilizan las dos
manos, su ubicación es la misma que para la compresión en víctimas adultas (la profundidad de
la compresión es diferente). Los reanimadores deben realizar las compresiones aproximadamen-
te a la altura de la línea de los pezones.

2000 (Anterior): En niños (aproximadamente mayores de 1 año de edad), comprimir el pecho con
la base de la palma de una mano.

¿Por qué? Hay reanimadores y niños de diferentes tamaños. Los reanimadores deben utilizar
la técnica que les permita realizar las compresiones torácicas más efectivas. Un estudio con
maniquíes pediátricos demostró que algunos reanimadores realizaban mejor las compresiones
torácicas con la técnica “adulta” de ubicación de las dos manos y compresión.

Mejora de las instrucciones para realizar compresiones torácicas en lactantes por parte de
dos reanimadores

2005 (Nuevo): El personal del equipo de salud debe utilizar la técnica de 2 pulgares con las ma-
nos alrededor del pecho cuando dos reanimadores realizan reanimación cardiopulmonar en un
lactante. Con esta técnica se comprime fuertemente el esternón con los pulgares al tiempo que
los dedos hacen presión alrededor del tórax (Clase IIa).

2000 (Anterior): La técnica de 2 pulgares con las manos alrededor del pecho es la preferida para
la reanimación cardiopulmonar en lactantes por dos reanimadores miembros de un equipo de
salud. No se describía la compresión simultánea de la pared torácica con los dedos.

¿Por qué? Existe evidencia adicional de que la técnica de 2 pulgares con las manos alrededor
del pecho produce una mayor presión de perfusión de las arterias coronarias. Sistemáticamen-
te deriva en que se aplique la fuerza o profundidad de compresión apropiada, y puede generar
presiones arteriales sistólica y diastólica más elevadas. Como en el caso de las compresiones
torácicas en adultos, permita que el pecho vuelva a expandirse por completo después de cada
compresión, para permitir un adecuado retorno venoso al corazón y que éste vuelva a llenarse
adecuadamente.

Relaciones de compresiónventilación para lactantes y niños.

2005 (Nuevo): El miembro de un equipo de salud que se encuentre solo debe utilizar una relación
de compresión-ventilación de 30:2 para lactantes, niños y adultos (Clase indeterminada para lac-
tantes y niños, Clase IIa para adultos).

128 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Los reanimadores que realizan reanimación cardiopulmonar en pareja (por ejemplo, todo el per-
sonal de equipos de salud y las personas que terminan un curso para reanimación profesional,
como los salvavidas) deben utilizar la relación 15:2 en lactantes y niños (desde 1 año hasta el
comienzo de la pubertad). Para más información sobre reanimación cardiopulmonar con un dis-
positivo avanzado para vía aérea, consulte más adelante.

2000 (Anterior): Se recomendaba una relación de compresión-ventilación de 15:2 para adultos


y de 5:1 para lactantes y niños.

¿Por qué? Este cambio se hizo para simplificar el entrenamiento de los reanimadores civiles y
reducir la cantidad de interrupciones de las compresiones torácicas en todos los reanimadores.
El personal del equipo de salud debe ser capaz de recordar y utilizar distintas relaciones de com-
presión-ventilación para reanimación cardiopulmonar en lactantes y niños por parte de uno o dos
reanimadores. La relación de compresión- ventilación de 15:2 para la reanimación cardiopulmo-
nar de lactantes y niños por parte de dos reanimadores les brindará las ventilaciones adicionales
que probablemente necesitan. El personal del equipo de salud debe minimizar las interrupciones
de las compresiones torácicas para administrar respiraciones artificiales de rescate.

Reanimación cardiopulmonar por dos reanimadores con dispositivo avanzado para vía
aérea.

2005 (Nuevo): El personal del equipo de salud debe realizar ciclos de compresiones y ventila-
ciones durante la reanimación cardiopulmonar cuando no haya un dispositivo avanzado para
vía aérea colocado (por ejemplo, tubo endotraqueal, mascarilla laríngea o Combitube). Una vez
colocado un dispositivo avanzado en la vía aérea de la víctima, ya sea lactante, niño o adulto, los
dos reanimadores ya no realizan ciclos de compresiones interrumpidos por pausas para practicar
ventilaciones. En cambio, el reanimador que efectúa las compresiones debe realizar 100 com-
presiones por minuto en forma continua, sin pausas para ventilación. El reanimador que realiza
las respiraciones artificiales de rescate (ventilaciones) debe administrar 8 a 10 respiraciones por
minuto a las víctimas, ya sean lactantes, niños o adultos, para evitar excederse con el número de
ventilaciones. La frecuencia de ventilación de 8 a 10 respiraciones por minuto es equivalente a
realizar una respiración cada 6 a 8 segundos.

2000 (Anterior): Las guías anteriores recomendaban realizar compresiones y ventilaciones “asin-
crónicas” (no sincronizadas) durante la reanimación cardiopulmonar cuando se había colocado
un dispositivo avanzado para vía aérea. Se recomendaba una frecuencia de ventilación de 12 a
15 por minuto durante la reanimación cardiopulmonar con un dispositivo avanzado para vía aérea
en adultos. Se enseñaba a los reanimadores a volver a verificar los signos de circulación “cada
pocos minutos”. Las recomendaciones para evitar la ventilación excesiva se centraban en la pre-
vención de la distensión gástrica.

¿Por qué? Una vez colocado un dispositivo avanzado para vía aérea se puede realizar la ventila-
ción durante las compresiones, y por lo tanto los reanimadores no necesita interrumpir las com-
presiones para permitir la ventilación. Esto permite que el reanimador que hace las compresiones
las realice ininterrumpidamente. Una vez colocado un dispositivo avanzado para vía aérea, los
reanimadores deben tener especial precaución para evitar administrar una excesiva cantidad de

Apendice II 129
Cruz Roja Mexicana Capacitación

respiraciones. Varios estudios de reanimación cardiopulmonar real por parte de equipos de salud
demostraron que muchas víctimas reciben demasiadas respiraciones, respiraciones de volumen
excesivo o ambas. Los reanimadores deben administrar el número correcto de respiraciones
durante la reanimación cardiopulmonar. Durante la reanimación cardiopulmonar, una frecuencia
respiratoria menor que la normal mantendrá adecuadamente la oxigenación y la eliminación de
dióxido de carbono, ya que el flujo de sangre a los pulmones es mucho menor que el normal. Los
reanimadores deben evitar la ventilación excesiva, ya que ésta incrementa la presión intratoráci-
ca, interfiere con el retorno venoso de sangre al corazón (evita que el corazón vuelva a llenarse
adecuadamente) y, por lo tanto, disminuye el gasto cardiaco que generan las compresiones torá-
cicas siguientes.

Simplificación de las acciones para eliminar la obstrucción de la vía aérea por un cuerpo
extraño

2005 (Nuevo): Se ha simplificado la terminología utilizada para distinguir entre las víctimas de
asfixia que necesitan intervención (por ejemplo compresiones abdominales bruscas o palmadas
en la espalda y compresiones bruscas en el pecho) y las que no, para referirse simplemente a
signos de obstrucción leve, por oposición a grave, de las vías aéreas.

Los reanimadores deben actuar si observan signos de obstrucción grave de la vía aérea: mala
entrada de aire y aumento de la dificultad para respirar, tos silenciosa, cianosis o incapacidad
de hablar o respirar. Los reanimadores deben hacer una pregunta: “¿Se está asfixiando?” Si
la víctima asiente, necesita ayuda. Si la víctima pierde el conocimiento, se enseña a todos los
reanimadores a que activen el número de atención de emergencias en el momento apropiado y
administren reanimación cardiopulmonar.

Hay un cambio respecto de la versión del año 2000: cada vez que un reanimador abre la vía aé-
rea (con extensión de la cabeza-elevación del mentón) para administrar respiraciones artificiales
de rescate debe observar dentro de la boca y quitar cualquier objeto visible. Ya no se enseña la
tracción de mandíbula y se ha eliminado el realizar barridos digitales a ciegas.

2000 (Anterior): Se enseñaba a los reanimadores a distinguir entre obstrucción parcial de la vía
aérea con buena entrada de aire, obstrucción parcial de la vía aérea con poca entrada de aire
y obstrucción total de la vía aérea. Se enseñaba a los reanimadores a hacer dos preguntas a la
víctima: “¿Se está asfixiando?” (La víctima que necesita ayuda debe asentir) y “¿Puede hablar?”
(la víctima con obstrucción de la vía aérea debe negar con la cabeza).

Para el tratamiento de una víctima que no reacciona con obstrucción de la vía aérea por un cuer-
po extraño, se enseñaba al personal del equipo de salud una secuencia complicada que incluía
compresiones abdominales bruscas.

¿Por qué? El objetivo de esta revisión fue simplificar. Los expertos no pudieron hallar evidencias
de que una complicada serie de maniobras fuera más efectiva que la simple reanimación cardio-
pulmonar.

Algunos estudios demostraron que las compresiones torácicas realizadas durante la reanimación

130 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

cardiopulmonar aumentaban la presión intratorácica tanto o más que las compresiones abdomi-
nales bruscas.

Los barridos digitales a ciegas pueden causar una lesión en la boca o garganta de la víctima o en
el dedo del reanimador, y no existe evidencia de su eficacia.

Apendice II 131
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Desfibrilación.

Los cambios en las guías 2005 están diseñados para minimizar las interrupciones en las compre-
siones torácicas. Además, reconocen la alta tasa de éxito de la primera descarga con dispositivos
bifásicos para eliminar la fibrilación ventricular o la taquicardia ventricular rápida.

Principales cambios en la desfibrilación:

• La desfibrilación inmediata es apropiada para todos los reanimadores que responden a un co-
lapso presenciado y disponen de un DEA en el lugar (para víctimas ≥1 año de edad). Se puede
considerar realizar compresiones antes de la desfibrilación cuando la llegada del personal del
sistema de emergencias médicas al lugar donde se produjo el colapso es >4 a 5 minutos desde
la llamada.

• Para intentar la desfibrilación se hace una descarga, seguida inmediatamente de reanimación


cardiopulmonar, comenzando por compresiones torácicas. El ritmo se verifica después de 5
ciclos o 2 minutos de reanimación cardiopulmonar.

• Para intentar la desfibrilación en un adulto, la dosis, utilizando un desfibrilador manual monofá-


sico, es de 360 J.

• La dosis ideal de desfibrilación cuando se utiliza un desfibrilador bifásico es aquélla con la cual
el dispositivo ha demostrado ser efectivo para eliminar la fibrilación ventricular. La dosis inicial-
mente elegida para intentar desfibrilar con un desfibrilador manual bifásico es de 150 J a 200
J para una onda bifásica exponencial truncada, o 120 J para una onda bifásica rectilínea. La
segunda dosis debe ser igual o más alta. Si el reanimador no sabe qué tipo de onda bifásica se
está utilizando, se acepta una dosis estándar de 200 J.

• Se reafirma la declaración del ILCOR del año 2003 respecto de que se pueden utilizar DEA en
niños de 1 a 8 años de edad (y mayores). Para niños de 1 a 8 años de edad, los reanimadores
deben utilizar un DEA con atenuador de dosis pediátrico, si está disponible.

• Se revisaron los factores que determinan el éxito de los programas comunitarios de DEA por
parte de reanimadores civiles.

• Se aclararon las instrucciones para realizar descargas en caso de taquicardia ventricular.

Lo que NO ha cambiado:

• La dosis inicial para intentar la desfibrilación en lactantes y niños utilizando un desfibrilador ma-
nual monofásico o bifásico. Primera dosis 2 J/kg; segunda y siguientes dosis 4 J/kg.

• La dosis para la cardioversión sincronizada en lactantes y niños.

• La dosis para cardioversión sincronizada en arritmias supraventriculares y taquicardias ventricu-


lares estables y monomórficas en adultos.

132 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Comparación entre administrar primero compresiones o descarga en el paro cardiaco por


fibrilación ventricular.

2005 (Nuevo): Cuando un reanimador presencia un paro cardiaco en un adulto y tiene a su in-
mediata disposición un DEA en el lugar, el reanimador debe utilizarlo lo más pronto posible. Esta
recomendación es válida para todos los reanimadores civiles y también para los equipos de salud
que trabajan en hospitales u otras instalaciones donde se dispone de DEA. Cuando hay más
de un reanimador, uno de ellos debe administrar reanimación cardiopulmonar hasta que llegue
el DEA. Lo ideal es que un reanimador continúe con la reanimación cardiopulmonar hasta que
otro conecte el DEA y coloque los parches (electrodos adhesivos) y el dispositivo esté listo para
analizar el ritmo cardiaco del paciente. Cuando un miembro de un equipo de salud presencia un
colapso en un niño debe llamar por teléfono (o enviar a alguien a hacerlo) al número de atención
de emergencias, comenzar la reanimación cardiopulmonar y utilizar el DEA tan pronto como sea
posible. Cuando se utiliza un DEA en un niño que tuvo un colapso sin testigos y que no reacciona,
el reanimador debe administrar 5 ciclos o alrededor de 2 minutos de reanimación cardiopulmonar
antes de utilizar el DEA. Cuando el personal del sistema de emergencias médicas llega al lugar
donde se produjo un paro cardiaco fuera del hospital que no han presenciado, lo razonable es
que administren aproximadamente 5 ciclos (alrededor de 2 minutos) de reanimación cardiopul-
monar antes de verificar el ritmo electrocardiográfico e intentar la desfibrilación (Clase IIb). En los
sistemas en que el intervalo entre la llamada al sistema médico de emergencias y la respuesta
es típicamente >4 a 5 minutos, los coordinadores médicos del sistema de emergencias pueden
considerar la implementación de un protocolo que permita a los respondedores administrar alre-
dedor de 5 ciclos o 2 minutos de reanimación cardiopulmonar antes de intentar la desfibrilación
en víctimas con un colapso (Clase IIb).

2000 (Anterior): La AHA recomendaba utilizar el DEA en cuanto estuviera disponible para todas
las víctimas adultas de paro cardiaco. Cuando en el año 2003 se recomendó su utilización en ni-
ños de 1 a 8 años de edad, la AHA aconsejó que se utilizara después de 1 minuto de reanimación
cardiopulmonar.

¿Por qué? Dos de tres estudios demostraron que de 1,5 a 3 minutos de reanimación cardiopul-
monar por parte del personal del sistema de emergencias médicas antes de intentar la desfibri-
lación mejoraba la supervivencia de las víctimas de paro cardiaco por fibrilación ventricular, si el
personal del sistema de emergencias llegaba al lugar 4 o más minutos después de la llamada al
sistema de emergencias. No hubo diferencias en cuanto a la supervivencia de las víctimas (admi-
nistrando primero reanimación cardiopulmonar o descarga) cuando los respondedores del siste-
ma de emergencias llegaban al lugar en menos de 4 o 5 minutos después de la llamada. Se debe
tener en cuenta que un estudio con distribución aleatoria no demostró ninguna diferencia en los
resultados si se administraba o no reanimación cardiopulmonar antes de intentar la desfibrilación.
Cuando el paro cardiaco por fibrilación ventricular ha durado varios minutos, probablemente el co-
razón haya utilizado la mayor parte del oxígeno y sustrato disponibles para contraerse (bombear)
en forma efectiva. En ese momento, la amplitud (tamaño) de la onda de fibrilación ventricular es
típicamente baja, y es posible que la descarga no elimine la fibrilación ventricular. Incluso si una
descarga elimina la fibrilación ventricular, si el corazón no ha tenido oxígeno durante algunos
minutos antes de la descarga es poco probable que pueda bombear sangre de forma efectiva
durante los primeros segundos o minutos posteriores a la desfibrilación. Un periodo de reanima-

Apendice II 133
Cruz Roja Mexicana Capacitación

ción cardiopulmonar antes de administrar la descarga puede aportar algo de flujo de sangre al
corazón, llevando un poco de oxígeno y sustrato al músculo cardiaco. Esto hará que la descarga
tenga mayor probabilidad de eliminar la fibrilación ventricular y aumentará la probabilidad de que
el corazón reanude un ritmo y función de bombeo efectivos una vez administrada la descarga.

Una descarga más reanimación cardiopulmonar inmediata para intentar la desfibrilación.

2005 (Nuevo): Para el tratamiento de los paros cardiacos asociados a fibrilación ventricular o
taquicardia ventricular sin pulso, las guías de 2005 recomiendan administrar una única descarga
seguida inmediatamente de reanimación cardiopulmonar, comenzando por compresiones toráci-
cas (Clase IIa). Los reanimadores no deben interrumpir las compresiones torácicas para verificar
la circulación (por ejemplo evaluar el ritmo o pulso) hasta no haber realizado aproximadamente 5
ciclos o unos 2 minutos de reanimación cardiopulmonar después de la descarga. Estas recomen-
daciones pueden modificarse para su aplicación en el ámbito hospitalario, en particular donde se
puede disponer de control electrocardiográfico o hemodinámico continuo.

2000 (Anterior): Se recomendaba utilizar una secuencia de hasta tres descargas seguidas, sin
interrupciones para compresiones torácicas, para el tratamiento de la fibrilación ventricular o la
taquicardia ventricular sin pulso.

¿Por qué? La recomendación de aplicar tres descargas se basaba en el uso de desfibriladores


monofásicos. Con ellos, la repetición de las descargas era necesaria porque la primera muchas
veces no era suficiente y, por lo general, se necesitaban varias para eliminar la fibrilación ventri-
cular. La sucesión rápida de tres descargas tenía más posibilidades de ser efectiva que una sola
descarga por vez, porque la impedancia transtorácica disminuía y la descarga de corriente hacia
el corazón aumentaba con cada descarga. Los desfibriladores bifásicos modernos tienen una
tasa mucho más alta de efectividad con la primera descarga (85% a 94%) que los desfibrilado-
res monofásicos, de modo que es muy probable que la fibrilación ventricular se elimine con una
descarga bifásica. En 2005, en el análisis del ritmo de una secuencia de tres descargas realizada
por algunos de los DEA que se comercializan en la actualidad se registró una demora de 19 a 37
segundos o más entre la administración de la primera descarga y la primera compresión después
de ésta.

La demora hasta la aplicación de compresiones torácicas es injustificable cuando es poco proba-


ble que haya fibrilación ventricular y es posible que la víctima necesite reanimación cardiopulmo-
nar. Si con una descarga no se logra eliminar la fibrilación ventricular es posible que ésta sea de
baja amplitud (lo que indica que el miocardio no recibe suficiente oxígeno y sustratos). En estos
pacientes, la administración inmediata de reanimación cardiopulmonar, en especial con compre-
siones torácicas efectivas, probablemente restaure el flujo sanguíneo hacia el miocardio y mejore
las probabilidades de éxito de una descarga.

De hecho, incluso si la administración de la descarga es suficiente para eliminar la fibrilación ven-


tricular, la mayoría de las víctimas presenta un ritmo en el que no hay perfusión (actividad eléctri-
ca sin pulso o asistolia) durante los primeros minutos después de la desfibrilación. Estas víctimas
necesitan reanimación cardiopulmonar inmediatamente, en especial compresiones torácicas. No
existe evidencia de que la administración de compresiones torácicas inmediatamente después de
la desfibrilación pueda producir recurrencia de la fibrilación ventricular.

134 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

Dosis de desfibrilación con dispositivos monofásicos en adultos

2005 (Nuevo): La dosis recomendada para la descarga inicial y las posteriores con un desfibrila-
dor monofásico para tratar una fibrilación ventricular/taquicardia ventricular sin pulso en adultos
es de 360 J. Para dosis de desfibrilación manuales en lactantes y niños, ver el apartado “Apoyo
vital avanzado pediátrico” más abajo.

2000 (Anterior): La dosis recomendada para una descarga inicial con un desfibrilador monofási-
co para tratar una fibrilación ventricular/ taquicardia ventricular sin pulso en adultos era 200 J. La
dosis recomendada para la segunda descarga era de 200 J a 300 J, y para la tercera y posteriores
era de 360 J.

¿Por qué? El objetivo de cambiar las dosis de descarga monofásica a una dosis única es simpli-
ficar y reducir el número de dosis diferentes que debe aprender, recordar y emplear el personal
entrenado. El propósito de la recomendación no es que se reprogramen los DEA, que en la ac-
tualidad descargan las dosis recomendadas en 2000. Dado que no se siguen fabricando muchos
DEA monofásicos, el problema de las dosis con los dispositivos monofásicos irá perdiendo rele-
vancia con el tiempo.

Dosis de desfibrilación con dispositivos bifásicos en adultos.

2005 (Nuevo): La dosis inicial seleccionada para adultos es de 150 J a 200 J para una configura-
ción de onda exponencial truncada bifásica o de 120 J para una configuración de onda rectilínea
bifásica. La segunda dosis debe ser igual o más alta (Clase IIa). Los dispositivos bifásicos con
regulación de energía escalonada o no escalonada son seguros y eficaces para eliminar la fibri-
lación ventricular de corta y larga duración (Clase IIa). Los reanimadores deben utilizar la dosis
de desfibrilación específica del dispositivo, es decir, la dosis con la cual se ha comprobado que
el desfibrilador bifásico que están empleando es eficaz para eliminar la fibrilación ventricular.
Los fabricantes deben indicar cuál es esa dosis en el frente del desfibrilador. Si el reanimador
no conoce la dosis específica del dispositivo, la recomendación consensuada es que se utilice la
dosis estándar de 200 J. Para la dosis con desfibrilador manual en lactantes y niños consulte el
apartado “Apoyo vital avanzado pediátrico”.

2000 (Anterior): La dosis recomendada para una descarga inicial con un dispositivo monofásico
para tratar una fibrilación ventricular/taquicardia ventricular sin pulso en adultos era 200 J. La do-
sis recomendada para la segunda descarga era de 200 J a 300 J, y para la tercera y posteriores
era de 360 J. La dosis bifásica recomendada era equivalente a la de los dispositivos monofási-
cos.

¿Por qué? El objetivo de esta recomendación es simplificar el intento de desfibrilación y avalar el


uso de dosis específicas de eficacia comprobada. Los reanimadores deben saber que con la con-
figuración de onda rectilínea bifásica, las regulaciones de energía seleccionadas por el operador
suelen diferir de las administradas. No existen datos suficientes para avalar la superioridad de la
dosis con regulación de energía escalonada o no escalonada. El personal debe conocer bien los
desfibriladores que usan en la práctica clínica.

Apendice II 135
Cruz Roja Mexicana Capacitación

Uso de DEA en niños.

2005 (Nuevo): Como se señaló en la sección “Cambios principales”, desde el año 2003 se reco-
mienda el uso de DEA en niños de 1 año o más con paro cardiaco. En caso de paro cardiaco con
testigos en niños o adultos fuera del hospital, un miembro de un equipo de salud que se encuen-
tre solo debe llamar al número de emergencia, buscar el DEA, regresar con la víctima, practicar
reanimación cardiopulmonar y utilizar el DEA. Los DEA deben utilizarse en cuanto estén listos
para la reanimación en el ámbito hospitalario. Los reanimadores civiles y el personal del equipo
de salud que respondan a un paro cardiaco si testigos o que no se produce de forma súbita en ni-
ños fuera del hospital deben emplear el DEA después de administrar 5 ciclos o aproximadamente
2 minutos de reanimación cardiopulmonar. No existe suficiente evidencia para recomendar o no
el uso de DEA en lactantes de menos de 1 año de edad (Clase indeterminada).

2000 (Anterior): Se recomendaba el uso de DEA en niños de 8 años o más (Clase IIb). No existe
suficiente evidencia para recomendar o no el uso de DEA en niños menores de 8 años (Clase
indeterminada). Un DEA se puede utilizar para identificar el ritmo cardiaco en niños de 1 a 8 años
(Clase IIb). En 2003, AHA e ILCOR publicaron una declaración en la que se señaló que los DEA
se pueden utilizar en niños de 1 a 8 años.

¿Por qué? La evidencia publicada a partir de 2000 estableció la seguridad de los dispositivos
bifásicos y la capacidad de la mayoría de los DEA para reconocer ritmos que se pueden revertir
con una descarga en lactantes y niños.

Si se dispone de un DEA con sistema de reducción (atenuación) de la dosis de energía adminis-


trada por medio de un parche (electrodo adhesivo) especial, sistema de cables u otro método,
éste debe utilizarse en niños de 1 a 8 años de edad, aunque no en los de 8 años o más ni en los
adultos.

Programas comunitarios de DEA para reanimadores civiles.

2005 (Nuevo): Se recomienda el uso de reanimación cardiopulmonar y DEA por parte de el pri-
mer respondiente de seguridad pública para aumentar la tasa de supervivencia al paro cardiaco
(Clase I). Se recomienda que haya programas de utilización de DEA en lugares públicos donde
hay probabilidades relativamente altas de que se presenten casos de paro cardiaco con testigos
(por ejemplo aeropuertos, casinos, instalaciones deportivas) (Clase I). Los elementos típicos de
los programas comunitarios de DEA por reanimadores civiles son:

• Una respuesta planeada y practicada, que por lo general requiere la supervisión de personal
del equipo de salud.

• Entrenamiento y equipos para los reanimadores, de modo que puedan practicar reanimación
cardiopulmonar y utilizar un DEA.

• Una conexión con el servicio local de emergencias médicas.

136 Manual del Participante


Seis Acciones Para Salvar Una Vida

• Un programa de mantenimiento de los dispositivos y de mejora continúa de la calidad. No existe


evidencia suficiente para recomendar o no el uso de DEA en los hogares (Clase indetermina-
da).

2000 (Anterior): Los elementos clave para programas de DEA exitosos incluían prescripción y
supervisión médica, entrenamiento de los posibles reanimadores, conexión con el sistema local
de emergencias médicas y un proceso de mejora continúa de la calidad.

¿Por qué? En algunos ámbitos se informaron altas tasas de supervivencia para paro cardiaco
fuera del hospital, en especial con programas comunitarios que incluyen detección temprana, re-
animación cardiopulmonar temprana y desfibrilación temprana. El estudio North American Public
Access Defibrillation demostró que los programas comunitarios de reanimación cardiopulmonar y
DEA por parte de reanimadores civiles mejoraron la tasa de supervivencia hasta el alta hospitala-
ria de las víctimas de paro cardiaco por fibrilación ventricular con testigos. Además, los programas
de reanimación cardiopulmonar y DEA por parte de reanimadores civiles y el primer respondiente
en aeropuertos y casinos, y de agentes de policía, han informado mejores tasas de supervivencia
para el paro cardiaco por fibrilación ventricular con testigos, que van del 49% al 74%.

Los resultados del mencionado estudio refuerzan la importancia de una respuesta planeada y
practicada. Incluso en lugares donde se disponía de DEA, éstos se utilizaron en menos de la
mitad de los casos de paro cardiaco, lo que sugiere la frecuencia con que es necesario practicar
reanimación cardiopulmonar. Algunos DEA no requieren prescripción, así que la supervisión por
parte de profesionales de la salud no es obligatoria para los programas de uso de DEA por reani-
madores civiles.

Clarificación sobre la administración de la descarga en caso de taquicardia ventricular.

2005 (Nuevo): En caso de taquicardia ventricular polimórfica es probable que el paciente esté
inestable y que los reanimadores deban tratar su ritmo como si fuera una fibrilación ventricular.
Se deben administrar descargas de energía alta sin sincronizar (es decir, dosis de desfibrilación).
Si se duda respecto de la presencia de taquicardia ventricular monomórfica o polimórfica en un
paciente inestable, no se debe demorar la administración de la descarga para realizar un análisis
detallado del ritmo, sino que se deben administrar descargas de energía alta sin sincronizar (es
decir, dosis de desfibrilación). Los reanimadores deben emplear el algoritmo para “Apoyo vital
cardiovascular avanzado en paro sin pulso”.

2000 (Anterior): Se recomendaba cardioversión sincronizada para la taquicardia ventricular po-


limórfica estable.

¿Por qué? Aunque para el tratamiento de un ritmo ventricular organizado se prefiere la cardiover-
sión sincronizada, para algunos ritmos irregulares, como una taquicardia ventricular polimórfica,
la sincronización no es posible. No se deben utilizar niveles bajos de energía con descargas no
sincronizadas porque las descargas de baja energía tienen una alta probabilidad de producir fibri-
lación ventricular cuando se administran en modo no sincronizado.

Apendice II 137

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