Está en la página 1de 127

INDICE

CAPÍTULO 1

CAPÍTULO 2

CAPÍTULO 3

CAPÍTULO 4

CAPÍTULO 5

CAPÍTULO 6

CAPÍTULO 7

CAPÍTULO 8

CAPÍTULO 9

CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11

CAPÍTULO 12

CAPÍTULO 13

CAPÍTULO 14
Capítulo 1

Es tan increíble despertar por primera vez en mi nuevo hogar, ver las
montañas de Bozeman a través de mi ventana y sentir el frío intenso del
invierno. Después de vivir la mayor parte de mi vida en una de las zonas más
pobres de México por fin mi esfuerzo ha valido la pena, me he convertido en uno
de los emprendedores más importantes de mi país y ahora solo falta encontrar a
alguien con quien compartir todo esto…
Desde que tengo 18 años en lo único que me he concentrado es en cumplir
dos sueños, conseguir el éxito personal —económico y encontrar al amor de mi
vida. Lo primero debo admitir… ha sido mucho más fácil que lo segundo y sé
que en gran parte ha sido mi culpa porque mi miedo a ser lastimado me ha
convertido en un patán. Siento que a veces es mejor tener una relación casual a
entregarme por completo como lo hice la primera vez que me enamore y mi
corazón quedo destrozado.
Tengo 24 años, una fortuna de millones de dólares, familia y amigos
increíbles pero… he llegado al punto en el que sé que quiero encontrar a la
mujer de mi vida. Aunque bueno… por el momento creo que puedo disfrutar de
este gran rancho que he comprado en Montana y lo que más amo de esta casa es
mi biblioteca, mi pequeño observatorio y mi estudio de pintura.
Es triste el solo hecho de pensar que esta tarde tengo que viajar a Los
Angeles por cuestiones de negocios, afortunadamente mi amiga Nataly me
raptara durante la noche para presentarme algunos amigos y espero que una linda
chica.
Empieza a sonar mi móvil, interrumpiendo mi momento de relajación, lo
peor es que no recuerdo donde lo deje, con tantas cajas y el desorden de la
mudanza creo que debió quedar por aquí…
—¿Si?
—Alex ¿Cómo te va en tu montaña? —me dice Naty en tono burlón.
—¡Bien! ya casi soy un leñador pero aún tengo mucho que aprender.
—Que gracioso pero cuéntame a qué hora llega el jet para recogerte,
tenemos mucho que hacer.
—No pienso rentar un jet, sabes que no me molesta viajar con otras
personas, el que tenga dinero no quiere decir que me tenga que olvidar de los
vuelos normales —le respondí un poco molesto.
—Ok ok gruñón de todos modos avísame para llevarte a tu apartamento y
puedas recoger tu auto antes de ir a la oficina.
—De acuerdo, estaré ahí más o menos a las 3 de la tarde. Te quiero, un
saludo.
—Bye bobito.
Ahhh no sé qué haría sin esta vieja loca, ha sido mi cómplice y socia en
todos mis negocios y proyectos, a decir verdad fracasamos en tantos que hasta
perdí la cuenta pero afortunadamente dimos al clavo y ahora ella vive en Los
Angeles como siempre soño, viviendo la vida loca con sus hombres e incluso
mujeres pero… es momento de poner manos a la obra y prepararme para volver
al smog de la ciudad del libertinaje.
¡Mierda son las 11! y apenas pude llegar al aeropuerto, debo comprar un
auto, no puedo fiarme siempre de los taxis. Afortunadamente el boleto ya lo
había comprado en línea, ahora solo queda abordar.
He aterrizado por fin en Los Angeles fue un vuelo normal y tranquilo, por
fortuna llevaba varios libros en mi iPad y obviamente mi música. Sin embargo,
no logro ver por ningún lado a Nataly ¿será qué se retrasó? pero que podía
esperar de ella si durante 7 años ha sido la persona más impuntual que he
conocido en toda mi vida, espero no tarde porque tengo que llegar a la oficina
donde me espera una conferencia para nuevos emprendedores. La verdad es que
estoy muy emocionado porque realmente quiero apoyar a más personas a
cumplir sus sueños.
De repente alguien me dio una ligera patada
—Por este tipo de recibimientos es que prefiero vivir en Montana —dije.
—¡Ay no seas chillón Alex! el auto espera y tu departamento no está muy
cerca que digamos.
—Tienes razón no debemos llegar tarde.
—Por supuesto que no, tienes que hablar.
—Pues si porque a pesar de todo lo que hemos pasado aun te orinas cuando
intentas hablar frente a tantas personas y yo tengo que sacrificarme por ti.
—Para eso están los hermanos —ríe a carcajadas.
—Bueno vamos.
Ya eran las 3:40 y la cita estaba programada para las 4:30 así que al llegar a
mi apartamento lo primero que hice fue aventar mi maleta, coger mi maletín y
tomar las llaves de mi auto para dirigirme a la oficina. Nataly por supuesto se
adelantó para asegurarse de que todo estuviera en orden y así poder comenzar la
conferencia en cuanto llegara.
Eran exactamente las 4:22 cuando llegue a la oficina, por un momento
pensé que no lo lograría. Estacione el Audi y subí corriendo las escaleras, no
quise esperar el ascensor no deseaba una mala jugada como la última vez que se
descompuso. Entre a la sala de conferencias, ahí ya se encontraba Nataly y el
equipo de trabajo. Cerca de la puerta una gran mesa con botellas de agua,
botanas y dulces como lo había solicitado, al centro varias sillas con todos los
invitados y al frente mi material de trabajo, una MacBook, un cañón, mi láser y
agua mineral. Entre el público pude notar a unas 60 personas de entre 16 y 25
años, todos con un mismo objetivo, convertirse en los mejores emprendedores
del país.
Comencé diciendo algunas palabras;
—Hola ¿qué tal chicos cómo les va? Me disculpo por lo agitado que luzco
pero subí corriendo las escaleras, vengo desde Montana y ha sido un largo viaje.
El público se mostró muy alegre y emocionado
—A muchos ya los conozco porque trabaje durante el verano como mentor
en Silicon Valley pero para los que no me conocen mi nombre es Alex
Maldonado, soy originario de México, tengo 24 años y como ustedes se ven en
este momento yo me vi hace un par de años. A partir de mis 20 funde más de 50
proyectos de los cuales el 75% fracasaron pero jamás me rendí. Hace dos años
por fin desarrolle el proyecto que me otorgo el reconocimiento como
emprendedor del año. Cree un sistema de diarios electrónicos que el usuario
puede mantener privado o público, este último de manera anónima para que los
usuarios registrados puedan leerlos. Esta sencilla idea me llevo a la cima y me
convirtió en uno de los emprendedores más importantes de Latinoamérica. Aquí
presente esta todo mi equipo de trabajo pero principalmente mi mano derecha,
amiga, socia y hermana…
—Nataly saluda por favor.
—¡Hola chicos!
—Ella soporto todas y cada una de mis locuras, fundamos y destruimos
muchos proyectos y quiero que esto lo tengan muy en cuenta, sus socios deben
trabajar como ella y yo lo hicimos, de la mano pase lo que pase. Yo no nací en
cuna de oro, es más vivía en una de las zonas más pobres de la capital mexicana,
estudie en escuelas públicas y crecí con personas de mi misma condición socio
económica pero siempre supe que era diferente. Ingrese a la universidad y
después de dos años me di cuenta de que no era lo mío, ya no soportaba el
sistema, los maestros y el ambiente. Me deprimí mucho por esa situación y fue
cuando supe que yo quería algo grande, ayudar a la sociedad, tener mi propia
compañía. Así que abandone mi carrera. Cuando se lo conté a mis padres se
opusieron porque tenían la errada idea de que sin una carrera jamás tendría un
futuro prospero pero al final me apoyaron incondicionalmente. Sufrí mucho en el
camino pero lo logramos, nunca fue fácil pero créanme cuando les digo que cada
lágrima que derrame por no ver avanzar un proyecto, valió la pena.
Me mantuve hablando por 45 minutos, los rostros de aquellos futuros
emprendedores me motivaban a seguir contando mi historia pero sólo tenía una
hora para hacerlo, así que deje los últimos 15 minutos para las preguntas y al
final me retire esperando algún día volver a verlos ya convertidos en los
próximos héroes tecnológicos del país.
—¡Wooow! Alex enserio te luciste en esta presentación, jamás te vi tan
entusiasmado al hablar.
—Gracias Nataly, me siento muy bien. Tengo el presentimiento de que por
fin se va a consolidar todo por lo que luchamos.
—Pues esto hay que festejarlo hoy en la noche ¿por qué no te vas a
descansar? y en unas dos horas te marco para pasar por ti
—Me parece perfecto porque enserio necesito descansar del viaje, tomare
una ducha, encargare comida italiana y un buen vino para relajarme. Vamos a ir
a.....
—Bootsy Bellows, te va a encantar.
—Debe ser muy bueno, me han dicho que no sales de ese lugar, confiare en
tu buen gusto. Te veo en un rato.
—Ok, cuídate.
Tome mi maletín y me dirigí al estacionamiento para ir directo a casa, en
serio que necesitaba descansar aunque solo fuera media hora, estaba muy
agotado y decidido a comenzar a buscar a mi futura novia.
Son las 9:50 pm y Nataly me marco hace aproximadamente media hora
para decir que pasaba por mí a las 10:00. Afortunadamente ya cene para
aguantar lo que seguramente será una gran noche, tengo un buen presentimiento.
Creo que ha llegado, escuche una bocina, supongo que cada quien ira en su
auto, nunca se sabe si ella me abandonara para irse con alguien o yo a ella.
—Hey Nat, ¿te sigo?
—Si Alex, otros amigos ya nos están esperando allá así que debemos
darnos prisa.
—Ok
El lugar no quedaba muy lejos, nos hicimos a lo mucho 30 minutos y el
ambiente me agrado bastante. Al entrar ya estaban en la mesa varios amigos y
sus acompañantes, éramos 15 en total. Saludamos y pedimos varias botellas para
el arranque, mientras tanto mi mejor amigo Aarón me presento a dos de sus
amigos...
—Hey Alex te quiero presentar a mi amiga Ana y a Dave.
—Un placer conocerlos chicos, ¿de dónde son?
—Somos de aquí de Los Angeles y Dave es mi hermano —contesto Ana
amablemente.
—¿En serio? no se parecen mucho —dije.
—Bueno... en lo único en lo que nos parecemos es en que nos gustan los
hombres —respondió Dave mientras reía.
—Ohhhh un hermano gay eso debe ser interesante– dije un poco bromista.
—Lo es —respondió Ana —no tienes idea de lo loco que esta.
—Pero cuéntame... —se dirigió Dave hacía mí —Aarón nos ha contado que
eres un patán de lo peor.
—Mmmm gracias Aarón por darme buena fama.
—Es la verdad hermano, eres toda una fichita.
—No es que sea patán solo me encanta apreciar la belleza de muchas
mujeres. Nunca he sido de relaciones formales, siempre he tenido facilidad para
conquistar chicas y a veces aunque no quiera lo hago sin darme cuenta, es un
don.
—¿Y nunca te has enamorado? —pregunto Dave.
—Claro que sí pero eso fue hace muchos años y me destrozaron el corazón.
En aquel entonces era muy sentimental pero no funciono y me lastimaron, tal
vez es por eso que decidí jamás volverme a entregar tan fácilmente y todo este
tiempo solo me he dedicado a mis negocios y las relaciones casuales.
—Pero te gustaría enamorarte de nuevo ¿no?
—Por supuesto de hecho esta reunión fue para que Nataly me presentara
algunas amigas pero creo que ella ya se las quedo —me carcajee un poco
—Esa Nataly es peor que tu man —dijo Aarón.
—Solo un poco gay.
—Bueno Alex me alegra saber que te quieres enamorar de nuevo, es más te
voy a presentar a tres buenos partidos, mi cumpleaños es el siguiente fin de
semana y me encantaría que fueras.
—Muchas gracias Dave, va a ser un gusto estar ahí y no por tus amigas ¡eh!
sino porque tu hermana y tú me han caído super bien. ¿Qué les parece si vamos a
la pista? el DJ se está luciendo con la música.
—Excelente idea hermano —respondió Aarón.
Y todos nos levantamos para dirigirnos a la pista, excepto Nat que se quedó
con dos chicas en la mesa. ¿Quién lo diría? ella era antes la enamoradiza y yo el
mujeriego y ahora ella liga todas las noches mientras yo busco al amor.
Pasaban las 4:00 am y estaba ya muy agotado, así que comencé a
despedirme de mis amigos. Aarón, Dave, Ana, Ed, Mike, Annie y Lily también
comenzaron a despedirse, solo unos cuantos se quedaron y como no vi a Nat por
ningún lado supuse que ya se había ido con alguien, solo espero que se encuentre
bien, su mamá me la encargo mucho cuando nos mudamos a esta ciudad, si la
viera seguro se infarta.
Sin duda fue una gran noche, intercambie números con Dave y Ana para
ponernos de acuerdo con su fiesta de cumpleaños. También conseguí algunos
números de chicas pero a decir verdad ninguna llamo mi atención, creo que
tendré que regresar de nuevo a Montana sin novia.
Me dirigí al auto, los demás partían por West Hollywood, yo decidí parar en
una cafetería modesta, la verdad es que no quería llegar a casa, comienza a
aterrarme la soledad de ese departamento. Es raro porque antes (como dice
Aarón), era un mujeriego, patán, fiestero y coqueto de lo peor pero un par de
meses para acá he cambiado, en serio quiero encontrar a una chica que me robe
el corazón y sé que lo lograre.
Eran ya las 5:20 así que termine mi tercer taza de café y me dirigí a casa
dispuesto a tomar una gran siesta. Al llegar me quite la camisa, el pantalón y me
arroje sobre mis almohadas, no supe de mí por varias horas.
Mierda son las 3:00 de la tarde he dormido por mucho tiempo, debí estar
muy cansado o alcoholizado lo cual no creo porque las tazas de café que me
había tomado me alivianaron mucho. Llamare a Nat y regresare a Montana hoy
mismo, aún tengo mucho que desempacar.
Marque a su teléfono...
—¿Bueno? Nat ¿estás ahí?
Se escuchó una voz medio adormilada.
—Fue una gran noche ¿verdad Alex?
—Para ti mujer, me abandonaste y jamás me presentaste alguna chica.
—Lo lamento hermanito prometo recompensarte.
—No te preocupes, de todos modos no vi alguna que llamara mi atención.
Hoy vuelvo a Montana tengo mucho que desempacar pero el jueves regreso
porque un amigo de Aarón me invito a su fiesta de cumpleaños.
—Ok hermanito llámame cuando llegues y perdóname de nuevo.
—No te preocupes, solo espero que estés bien. Te quiero, un beso.
Y pues así regrese a mi hermosa casa en Bozeman, estoy enamorado de este
lugar. Es lo que siempre soñé, montañas, naturaleza y un cielo lleno de estrellas.
Sin embargo, me pone de malas solo pensar todo lo que tengo que desempacar.
Me pondré como meta terminar todo esto antes de regresar a Los Angeles.


Capítulo 2

Al fin es jueves y la verdad es que estoy muy orgulloso de todo lo que logre
en estos días; termine de desempacar y acomode todos y cada uno de mis
muebles. Solo ver el gran trabajo que hice no me dan ganas de salir de este lugar
pero tengo un compromiso mañana al que no puedo faltar, toca hacer una
pequeña maleta de nuevo y ¿por qué no? un buen vino.
He terminado de empacar y me dirijo al aeropuerto, el martes fui a comprar
una Ranger que me tiene fascinado, como dije los taxis son poco fiables, muy
lentos o probablemente ya me acostumbre a ir a mi propio ritmo, además aquí
puedo reproducir mis playlists de John Mayer o Phil Collins y cantar sin que la
gente me mire raro. Espero que al jefe de seguridad no se le olvide venir por mi
camioneta, me dolería mucho perder esta hermosura.
Más tarde ya no faltaba mucho para aterrizar en Los Angeles, no dejaba de
sentir un vacío en mí interior y durante todo el vuelo no hice más que mirar por
la ventana y pensar en miles de cosas, tengo 24 años y siento que no debería
preocuparme tanto por el amor. Me queda toda una vida por delante, es más creo
que ya no me lo voy a tomar tan en serio, llegará cuando tenga que llegar.
Después de aterrizar me dirigí a la salida para tomar un taxi cuando de
repente una chica choco conmigo...
—Ay discúlpame amigo que torpe soy, iba un poco distraída.
La mire al rostro y tenía los ojos más hermosos que jamás haya visto en mi
vida, unos labios tan rosados, su piel tan blanca y cabello marrón rizado. Me
quede como un idiota por un instante.
—E..es..este no te preocupes, perdóname a mí por no fijarme pero doy
gracias por haber chocado con una chica tan linda como tu ¿cuál es tu nombre?
Que estúpido soy ¿por qué le dije eso?
—Qué gracioso eres, me llamo Jane un placer conocerte pero me tengo que
ir.
Parece que se sonrojo un poco con mi intento de coqueteo y mientras se
alejaba volteo nuevamente y dijo adiós con la mano.
¡Qué idiota soy! ¿Por qué no la detuve? y ¿qué clase de persona le dice a
una chica que se alegra de chocar con ella? soy un imbécil y ahora no se si la
volveré a ver, su belleza tan natural me fascino.
Mientras me dirigía a casa no podía dejar de pensar en aquella chica pero al
mismo tiempo sabía que sería casi imposible volver a verla en esta gran ciudad,
así que poco a poco comencé a resignarme aunque de algo estaba seguro,
probablemente era una señal del destino.
Llegue a casa y tome mi correspondencia, lo más seguro es que fueran
recibos de tarjetas y todas esas cosas, no sé porque los siguen mandando a
domicilio ¿acaso no es suficiente con que me lleguen al mail? Pero bueno, como
no había nada en el refrigerador encargue una pizza y destape una botella de
vino, también decidí hacer un poco de ejercicio y llamar a Nat para saber cómo
iban los negocios.
—Hey Nat ¿cómo te va?
—¡Alex! Muy bien y ¿tú ya estás en la ciudad?
—Si recién acabo de llegar ¿cómo va todo por allá?
—Muy bien, todo va bastante bien.
—Me alegro y no te preocupes ya comenzare a ocuparme de mis
obligaciones, he terminado la mudanza y mi oficina está lista para comenzar a
trabajar.
—Ok pero de todos modos tu descansa, todo está bajo control.
—Está bien.
—¿Ya estás listo para la fiesta de mañana? También me han invitado.
—Si, me alegra saber que estarás ahí. Además como es prácticamente una
fiesta gay seguramente te sentirás como ave en su nido.
Nat se comienzo a reír a carcajadas
—Que tontito eres pero ya veremos que pescar, te tengo que dejar voy a
salir.
—Ok hermana cuídate.
—Tú también, un beso.
Justo al colgar se escuchó el timbre parece que ha llegado la pizza, me
relajare y ya veremos qué sucede mañana.
Al otro día me apresure porque la fiesta comenzaba a la 1:00 pm parece que
el festejo durará hasta altas horas de la noche. La familia de Dave Lively es
dueña de una cadena de hoteles en Los Angeles y Nueva York así que no creo
que hayan escatimado en gastos. Como prometieron presentarme a unas amigas
me vestiré lo mejor posible, me parece que los danick mississippi, un Rolex, una
camisa Cordone, unos jeans blancos y una chaqueta azul de Mararo estarán bien.
Siempre he sido muy cuidadoso con mí vestir y no me importa combinar marcas
siempre y cuando me vea bien, por el momento me siento cómodo así.
Nunca me he considerado muy exigente con la ropa ni me preguntó sí es de
diseñador pero hace poco viaje a Italia y compre muchos trajes, zapatos y
accesorios. Soy el tipo de persona que sí le gusta algo lo compra y sí en ese
momento me gusto la ropa italiana ¿por qué no la iba a comprar?
Ya era la 1:15 pero planeaba presentarme a la 1:20 para no parecer
desesperado por llegar. La casa de los Lively está en el corazón de Beverly Hills,
una de las zonas más exclusiva de Los Angeles, de hecho sin darme cuenta ya
estaba frente a la casa, un amable vallet parking me pidió la invitación y las
llaves del auto.
Al llegar a la puerta alguien del servicio recibió mi regalo, lo puso sobre
una mesa enorme donde ya había bastantes presentes y me dirigió a la parte
trasera, era una casa muy hermosa y lujosa, los Lively tienen muy buen gusto.
Pasamos al jardín, había una gran alberca llena de pétalos de rosas blancas y
velas, más adelante unos escalones que descendían a otro jardín aún más grande
donde se estaba llevando a cabo la reunión, a decir verdad ya había mucha gente.
Dave me vio a lo lejos y comenzó a acercarse:
—Hola cariño ¿cómo estás? —me saludo con un beso en la mejilla.
—Muy bien Dave, feliz cumpleaños muchas gracias por invitarme, todo
luce espectacular.
—Gracias cariño, te ves increíblemente guapo impactaras a mis niñas.
Reí un poco.
—¿Ya tan pronto piensas presentarlas?
—¡Por supuesto! no eres el único que vino de cacería y más vale que te
apures o no respondo. Y cuidado que muchos de mis amigos por alguna extraña
razón sabían que vendrías y están ansiosos por sobrepasarte contigo.
Reí aún más
—Ay Dave eres todo un personaje pero no te preocupes haré lo mío y si no
funciona por lo menos veo muchas caras conocidas con las que pasare un
momento agradable.
Un mesero se dirigió a nosotros y nos ofreció una copa de champán.
—Pues mira en aquel extremo hay una rubia hermosa, se llama Paulina, su
familia se dedica a los bienes raíces en el Medio Oriente. Tiene 25 años, soltera
y está por protagonizar una película.
Era una chica muy hermosa pero no llamaba mucho mi atención, me
parecía como las chicas con las que ya había salido antes. Tal vez después se la
presente a Nataly es más de su tipo.
—De este otro lado esta Rose tiene 24 años, soltera también. Termino hace
un mes una relación de más de 4 años, ¡imagínate todo un escándalo!... su papá
tiene muchas franquicias y un buen porcentaje de acciones en aerolíneas.
También era muy hermosa pero sentí que no era correcto cortejar a alguien
que apenas estaba saliendo de una relación de tanto tiempo.
—Y por último la chica de los hermosos ojos verdes que esta con mi
hermana se llama Blake, tiene casi 28 años, también soltera. Al igual que tú le
rompieron el corazón, su ex le fue infiel y no ha salido con nadie desde ya hace 8
meses. Dirige los negocios de su padre en Los Angeles y Nueva York. De una
vez te advierto que si te decides por ella y la lastimas te las veras conmigo, es mi
musa y una de mis mejores amigas.
En cuanto Dave la señaló quede idiotizado era una mujer muy bella, con
grandes ojos verdes, una mirada intensa e intimidante, su sonrisa era
encantadora, su estatura de aproximadamente 1.70, cabello negro y largo.
Llevaba puesto un vestido blanco que se ajustaba a sus increíbles curvas, una
mujer completamente diferente a lo que yo estaba acostumbrado, una elegancia,
porte y personalidad impactante, sin duda, una mujer madura y a pesar de que
me llevaba casi 4 años no me importo y decidí acercarme.
—Hey Alex ¿a dónde vas?
—¿Qué? Ahh disculpa Dave pero tu amiga Blake me impresiono ¿será que
nos puedes presentar?
—¡Ash! Sabía que la escogerías a ella pero cuidado porque te corto los
huevos si la lastimas.

Reí mientras me dirigía a ella.


—No te preocupes Dave te lo prometo, si me porto mal dejo que me violen
tus amigos.

Comenzó a reír.
—Eres un tontito Alex.
Al llegar hasta ella salude a Ana y Dave nos presentó...
—Hola Ana que gusto volverte a ver —dije.
—Hey Alex igualmente, gracias por venir.
Dave se acercó un poco y dijo.
—Blake quiero presentarte a mi buen amigo, Alex ella es mi chica Blake.
—Un placer conocerte Blake —le dije mientras besaba cortésmente su
mano.
—Igualmente Alex y... ¿tienes mucho de conocer a Dave?
—No realmente, apenas una semana pero me lleve muy bien con él y su
hermana desde el instante en el que nos conocimos.
—Te entiendo a mí me paso igual.
—Bueno hermosos yo los tengo que dejar para atender a mis invitados, Ana
¿me acompañas?
—Ok, nos vemos en un rato chicos.
Mientras se alejaban me mandaban miradas de complicidad como
echándome porras.
—Y.... dime Blake ¿a qué te dedicas?
—Bueno... dirijo los negocios de mi padre en esta ciudad aunque a veces
viajo a Nueva York pero es muy rara la ocasión. Y ¿tú?
—Yo tengo varios negocios enfocados al sector tecnológico y una
asociación para emprendedores .
—Oh eso es muy interesante ¿por qué decidiste abrir esa asociación?
—Bueno en algún momento de mi vida fui muy pobre y lograr que alguien
creyera en mis ideas fue muy difícil sobre todo a la hora de financiar, así que
decidí abrir una fundación que apoyará a personas como yo y así pudieran echar
a andar sus ideas.
—Es admirable lo que haces, a mí también me gusta hacer donaciones u
obras de caridad, el mundo necesita ser un lugar mejor y si nosotros que tenemos
tanto podemos ayudar pues adelante.
Su manera de pensar me puso la piel chinita, me parecía era increíble.
—¿Entonces naciste en Los Angeles? —continue
—No, nací en Seattle pero nos mudamos a esta ciudad cuando tenía apenas
cinco años, ¿y tú?
—Yo nací en México pero me mude a Los Angeles hace un año y
actualmente acabo de comprar una casa en Bozeman, Montana.
—¿De verdad? que coincidencia yo también tengo una pequeña casa en
Bozeman. Cuando necesito despejarme de todo el estrés laboral viajó a Montana,
las montañas y el clima me encantan.
¿Acaso era el destino? hasta ese momento compartíamos un gusto en
común. No podía dejar de sonreír como un idiota y sé que no le era indiferente
porque no dejaba de mirarme y de corresponder a mis sonrisas.
—¡Wooow! Pensé que era el único en este lugar que compartía el gusto por
la naturaleza.
—Yo también —río un poco —tal vez en alguna ocasión me puedas invitar
a tu casa en Bozeman.
—Por supuesto, considéralo un hecho pero te advierto que soy algo nerd,
tengo una biblioteca llena de libros, un observatorio y un estudio de pintura.
—Lo del observatorio me encantaría corroborarlo, si de por si el cielo por
las noches es hermoso, con un observatorio lo debe ser aún más.
—No tienes idea.
—Y... dime Alex ¿estás saliendo con alguien, eres casado o gay?
—No, no, no —reí un poco —nada de las últimas dos y mucho menos estoy
saliendo con alguien, estoy esperando a la chica indicada.
¿Por qué dije esa estupidez? Pensé.
—Eres muy honesto, ya no hay hombres que se expresen como tú. Yo
también estoy esperando al hombre indicado.
En ese momento hubo un silencio estremecedor en el que nuestras miradas
se conectaron, pude sentir un ligero hormigueo en mi cuerpo y ella me lanzo una
sonrisa encantadora mientras mordía su labio pero justo en ese instante…
—Hola Alex, ¿a qué hora llegaste hermanito?
¡Sí! nos interrumpió Nat, ella tiene el don de interrumpir momentos como
este.
—Hola hermana, déjame presentarte a Blake. Blake ella es Nataly.
—Un placer conocerte Blake, por cierto Alex aun quieres...
En ese momento la interrumpí de inmediato porque estaba seguro de que
diría alguna estupidez y no quería que arruinara el momento.
—Creo que te están hablando por allá Nat.
—¿Seguro? No escuche nada —y le lance una mirada para que se diera
cuenta de la situación —ohhh si es verdad en un momento regreso.
—Claro, tomate tu tiempo —le dije —Disculpa Blake ella es mi mejor
amiga y es algo rara pero ven te invito una copa y seguimos platicando.
—No te preocupes, vamos a una mesa.
Durante toda la fiesta charlamos sobre los negocios de su padre, el colegio
donde había estudiado, un poco de mis negocios y cuando se juntaron más
personas los temas fueron un más generales pero siempre nos mirábamos con
complicidad, no nos apartamos ni un momento durante la reunión, me sentía
muy bien con ella.
Al final de la fiesta me ofrecí a llevarla a su casa
—Blake permíteme llevarte a tu casa.
—Me encanta la idea pero traje mi auto y vivo a sólo cinco minutos de aquí
aunque si lo prefieres... te doy mi número y tal vez me puedas invitar un café
pronto.
Mis piernas temblaban, como es que un seductor como yo perdía el control
con esta mujer.
—Es un trato, también te dejo mi número y si estas libre mañana, te puedo
invitar a comer.
—Tengo que trabajar pero si estas libre después de las seis podríamos ir a
cenar.
—¡Hecho! te marco para pasar por ti y nada de que traes auto.
—Ok —ríe —nos vemos Alex me encanto conocerte.
—A mí también, cuídate.
Tome su mano y le di un beso en la mejilla, moría por robarle un beso pero
no quería arruinarlo. Pude notar que se sonrojó mientras se dirigía a su Maserati.
¿Quién lo diría? Un amigo gay que apenas llevo conociendo una semana
me presentaría a esta encantadora mujer. Regrese a la reunión y me dirigí a Ana.
—Ana no tengo como agradecerles, Blake es increíble y mañana volveré a
verla
—Me alegra que se hayan entendido, ustedes dos harían la pareja perfecta y
sé que tú eres el hombre que ella tanto ha esperado.
—Te prometo que no los defraudare y que de ahora en adelante me dedicare
a conquistarla.
—Estoy segura de que lo lograras además todos pudimos notar que se
gustan y de la buena química que hay entre ustedes. Además tienen muchas
cosas en común que ya mas adelante conocerás, sin embargo, dime ¿qué pasara
con Montana, viajaras a cada rato?
—¡Noooo! Si todo resulta bien mañana, pienso quedarme en Los Angeles,
Bozeman puede esperar además sirve que puedo cuidar mis negocios.
—Está bien, me alegra verte tan entusiasmado.
—Lo sé, pero debo irme estoy algo cansado. Me despediré de tu hermano
y... ¿de casualidad no has visto a mi amiga Nataly?
—Si estaba por allá.
—Ok gracias, me despido de una vez
—Cuídate mucho Alex nos vemos pronto
—Por supuesto.
Me dirigí a buscar a Dave y me despedí de él agradeciendo el buen rato que
pase en la fiesta, después fui a buscar a Nat, estaba muy platicadora con dos
hombres, así que le hice una señal para que se acercara a mí.
—Hey Nat ¿hoy tocan hombres?
—Eres al único que le aguanto esas bromas eh —ríe —que tal te fue con tu
nueva conquista parece que esta noche vuelves a ser el Alex patán
—No, te equivocas. Ella es diferente y en serio quiero conocerla mejor pero
vine a buscarte porque probablemente me quede en Los Angeles una temporada,
no preguntes por qué.
—Mmmm está bien y... ¿ya te vas?
—Así es, solo quería despedirme de ti y decirte que te cuides, cuando te vas
con mujeres no me preocupo porque sé que no quedaras embarazada pero si te
vas con hombres si, así que cuídate por favor.
—Claro que si hermano tú también cuídate, te marco después para ir a
tomar un café.
—Ok te quiero
—Yo también, adiós.
Esta mujer y sus cosas pero sé que se cuidara. Me dirigí a la entrada y pedí
que trajeran el Audi, tome las llaves y maneje directo al apartamento pensando
en Blake, me dejo encantado.














Capítulo 3

Hoy desperté con gran energía, ayer al llegar de la gran fiesta en Beverly
Hills no dejaba de pensar en esa hermosa chica de ojos verdes, me emocionaba
saber que en unas cuantas horas la vería de nuevo. Estoy seguro de que se dio
cuenta de lo mucho que me gusto pero también estoy seguro de que provoque el
mismo efecto en ella.
No sé a qué lugar llevarla, no quisiera equivocarme al hacer la elección, a
mí me gustan los restaurantes sencillos donde simplemente la comida sea buena
pero se ve que ella es una persona muy fina y acostumbra los lugares más caros.
El dinero no es el problema pero espero no sienta la incomodidad que provocan
esos sitios en mí, donde no puedes darte el lujo de cometer un error al elegir la
comida, los cubiertos, el vino que acompañe el platillo o incluso el postre,
realmente odio esos restaurantes pero por ella no importa si debo hacerlo.
Eran las 8:30 am y pensé en salir a correr por un buen rato, la emoción
invadía mi cuerpo, me sorprende que esa mujer me haya gustado tanto, jamás
había sentido algo así. Tal vez sea simple atracción o química pero estaba
dispuesto a descubrirlo.
Por lo general suelo correr cerca de Hollywood bueno.... de hecho creo que
todos aquí lo hacen, es un lugar muy tranquilo. Me gusta correr mientras
escucho un poco de country pero creo que en esta ocasión una playlist de los 80s
es más que perfecta. Por un momento vino a mi mente la chica que conocí en el
aeropuerto ¡vaya que era linda! de verdad me gustaría volver a verla pero sé que
por alguna razón también conocí a Blake, tal vez piensen que soy un poco iluso
pero creo en el destino y en que dos almas gemelas están unidas a través del
tiempo.
De repente comencé a decir en voz alta.
—¡Vaya! Ya estoy hablando como todo un enamorado —reí un poco
mientras miraba el cielo— ¿Qué me está pasando? sé que no era amor solo el
hecho de saber que una nueva ilusión en mi vida estaba por comenzar; me siento
muy estúpido.
Continúe corriendo, quise llamar a Ana para que me contara un poco más
sobre Blake pero no lo creí adecuado, lo mejor será preguntarle a ella
directamente conforme nos vayamos conociendo.
Pasaban de las 10:00 y decidí volver, checar algunas cosas del trabajo y
quedar con Blake para cenar. Así que me dirigí a casa, al llegar llame a Nat para
ver si no se ofrecía nada en la oficina, sé que estoy de vacaciones pero no puedo
mantenerme quieto.
—¿Alo?
—Hey Nat ¿cómo estás?
—Hey Alex, muy bien gracias ¿tú cómo estás? Aparte de enamorado —reí
un poco
—No estoy enamorado solo me dejo un poco impactado esa mujer, pero de
ahí en fuera estoy bien ¿Cómo va todo en la oficina? Si necesitan algo por favor
avísenme, comienzo a sentirme como león en jaula.
—No, no te preocupes todo está en orden y aunque no fuera así, tampoco te
lo diría. Has trabajado sin parar los últimos años, mereces un descanso,
aprovéchalo con esa chica.
—Mmmm tratare pero no te apresures aun, no sé si pueda llegar a tener
algo con ella.
—Lo harás porque eres todo un galán.
—Pues parece que la alumna superó al maestro porque tu cada vez tienes
más mujeres.
—Son chismes Alex —se carcajeo por un momento —pero bueno por el
momento trata de relajarte y sal a conocer a tu amiga ¿cómo dices que se llama?
—Blake.
—Ok, entonces conócela y sino no te preocupes ya llegara la indicada. Te
presento alguna buena amiga
—¡Noooooo! gracias —reí —para que me ponga el cuerno con una mujer,
no así déjalo amiga —reí de nuevo
—¡Qué bobo eres —reía también —bueno tú haz lo tuyo, por el momento
te tengo que dejar. Cuídate y cuando te desocupes vamos por un café.
—Ok, cuídate también.
Decidí limpiar un poco el apartamento y tomar una ducha, ya lo demás que
salga como tenga que salir.
Eran las 5 de la tarde y ya estaba completamente arreglado solo para salir
directo a recoger a Blake, así que decidí llamarla esperando no ser inoportuno.
—Mmmmm está sonando —dije —pero no contesta, creo que colga...
—¿Alex?
—¿Blake? Si soy yo, ¿cómo sabias que era yo?
—Me diste tu numero tontito ¿no recuerdas?
—Ohhh es verdad que torpe soy —bruto que soy —te llamo para saber si
me permitirás invitarte a cenar.
—Por supuesto, en eso quedamos. Pasa por mí a las 6:00, te mando la
dirección en un SMS.
—Me parece perfecto, te veo en un rato entonces y ve pensando a qué lugar
quieres ir.
—Ok, confía en mi, te encantara el restaurante.
—Perfecto, un beso nos vemos.
—Un beso, chao.
Parece que mantuve el control y no me mostré tan desesperado como ayer.
Espero mantenerme así durante toda la velada. El mensaje llegó minutos después
y su edificio no queda muy lejos de aquí, probablemente en media hora estaría
ahí pero por si las dudas me apresure a salir, jamás hay que dejar a una dama
esperando.
Llegue a las 5:45 y le mande un mensaje a Blake avisándole que ya estaba
abajo para en el momento en el que estuviera lista para salir, lo hiciera sin
problema. No pasaron ni cinco minutos cuando la vi salir por la entrada
principal, el corazón se me acelero en cuanto la vi tan hermosa como ayer. Vestía
una falda arriba de la rodilla con una blusa y chaleco como toda una ejecutiva,
las zapatillas hacían lucir aún más sus perfectas y bien torneadas piernas, me
dirigí hacia ella y le dije.
—¡Wooow! ahora entiendo porque dicen que ustedes gobernarían el
mundo.
—Gracias Alex, tu siempre tan encantador.
Le di un beso en la mejilla mientras su aroma embriagaba mis sentidos.
—Ven sube —le abrí la puerta
—Gracias que amable, espero no hayas esperado mucho.
—No, no te preocupes por eso —le decía mientras subía al auto y me ponía
el cinturón de seguridad —pero dime a donde te gustaría ir a cenar.
—Pues más bien comer porque no he probado bocado en todo el día, la
bolsa cayó un poco y me he mantenido ocupada en eso.
—Pero ¿cómo es posible? no debes mal pasarte de esa manera te lo digo
por experiencia, así que decide a qué lugar te llevo. Tú mandas.
—Hay un restaurante muy cerca de aquí donde sirven una langosta
exquisita, te dirijo si gustas.
—Por supuesto.
No podía dejar de mirarla, esos ojos verdes deben tener algo como para que
los quiera ver todo el tiempo.
En alrededor de 20 minutos llegamos a un restaurante bastante lujoso, el
diseño era algo extravagante pero durante el camino ella me comento que la
comida era deliciosa así que confíe en su buen gusto. Al llegar pedimos una
mesa e inmediatamente nos la dieron parece ser que ella es cliente exclusiva del
lugar porque había gente esperando y a nosotros nos pasaron de inmediato, me
dio un poco de pena ya que no me gustan ese tipo de preferencias pero creo que
no podía decir nada por el momento. Un mesero muy amable nos acercó la carta
y nos ofreció algo de beber, pedimos langosta y mientras llegaba la orden
comenzamos a platicar:
—Cuéntame Alex ¿eres así con todas las chicas con las que sales?
Por un momento pensé que me estaba reclamando pero mantuve la calma,
seguramente alguien le contó cosas sobre mí, así que decidí controlar la
situación y comencé a reír.
—Es obvio que ya te han hablado de mí pero te diré la verdad. No te voy a
negar que fui un mujeriego y que muchas de las chicas con las que salí, no las
tome en serio y con la misma honestidad te digo que de un tiempo para acá he
cambiado. Ya casi no salgo, mi vida era todas las noches alcohol y fiesta y ahora
solo es leer o estudiar algún tema de mi interés. Por eso también decidí comprar
una casa en Montana, necesitaba un lugar tranquilo y alejarme de toda la
perdición que hay en esta ciudad.
Blake me miraba fijamente con mucha atención, su mirada me ponía muy
nervioso pero trataba de no demostrarlo. Y continúe diciendo...
—Me siento arrepentido por haber tenido ese comportamiento pero es algo
que ya no puedo borrar. Y si quieres que te sea aún más honesto, a ninguna de
las chicas con las que salí las invite a cenar o les di mi número, con esto quiero
demostrarte que tú no eres una chica más en mi vida.
Me sonrió por un instante y comenzó a decir...
—¿Sabes que es lo que me gusta de ti? Que se nota tu honestidad y cuando
dices la verdad, no sé si alguien te ha contado lo mal que lo he pasado en el amor
y quería asegurarme de que tu no querías jugar o simplemente llevarme a la
cama como muchos lo han intentado.
—Te aseguro que no es así, realmente te quiero conocer.
—Te creo y quiero que esta cena sirva para eso.
—No quisiera que me contaras cosas que te lastimen, mucho menos si es
del pasado porque solo es eso, pasado.
—Tal vez tengas razón pero quiero que me conozcas porque tenía mucho
tiempo que no sentía una atracción por un hombre como la siento contigo.
Un calor intenso comenzó a invadirme y le dije...
—En ese caso yo también te quiero contar parte de mi historia.
En ese instante el mesero llego con los platillos y nos deseó buen provecho.
—Permíteme iniciar a mi primero Alex.
Asentí con la cabeza
—Hace dos años conocí a un hombre que en aquel entonces me parecía de
lo más maravilloso, se llama Edward. Su familia es dueña de una famosa
disquera y él se encarga de muchos de los movimientos que se llevan ahí. Unos
amigos nos presentaron en un evento de beneficencia en el que mi padre fue uno
de los invitados principales. Después de esa reunión comenzó a cortejarme, me
invitaba a cenar o a muchos de los conciertos que maneja su compañía. Pasaron
dos meses cuando me pidió que fuera su novia, para ese entonces yo ya estaba
muy enamorada y al instante le dije que sí pero por alguna extraña razón mis
amigos me advertían que tuviera cuidado porque no querían que saliera
lastimada. Después de seis meses compramos una casa y nos fuimos a vivir
juntos pero los problemas iniciaron pasado un mes de eso. Él tiene fama de ser
un mujeriego y de no comprometerse con ninguna mujer pero decidí arriesgarme
y no escuchar las advertencias de los demás, pronto llegaron las peleas porque
no le gustaba que me reuniera con mis amigos, le parecían poca cosa e incluso
infantiles, tampoco le gustaba que saliéramos a antros o bares, siempre quería
estar encerrado en casa. Terminamos alrededor de cuatro veces en un año pero
regresaba a pedirme perdón, juraba que había cambiado y le creía. Un día tuve
que salir de viaje a Nueva York, estaría tres días fuera pero la junta se canceló y
regrese esa misma noche. Como quería darle una sorpresa entre sin hacer ruido a
la casa y al abrir la puerta de nuestra recamara lo encontré teniendo relaciones
con otra mujer. Salí corriendo devastada y días después cuando me sentí mejor,
mande a mis abogados para que vendieran mi parte de la casa y sacaran mis
cosas de ahí. Eso fue hace aproximadamente nueve meses, ya lo he superado
pero quede un poco traumada. Por fuera expresó seguridad pero por dentro aun
siento temor de volver a ser engañada. Creí que él era el amor de mi vida y con
quien pasaría el resto de mis días pero no fue así.
De repente algunas lágrimas recorrieron su mejilla y la abrace muy fuerte,
bese su frente y después ella se incorporó diciendo...
—Qué pena que me veas llorar, te pido una disculpa.
—No, no te preocupes, incluso cuando lloras te ves muy bella
Comenzó a reír un poco y le dije...
—Aunque no lo creas te entiendo, a mí también me lastimaron. Hace
muchos años me enamore y aunque era muy chico, de verdad lo hice con el
corazón. Aquella mujer jugo conmigo y me engaño con mi mejor amigo, yo era
un hombre muy sensible y enamoradizo así que te podrás imaginar. Quede tan
destrozado que jure jamás permitir que nadie jugará de nuevo con mis
sentimientos y no entregaría tan fácilmente mi corazón. Cuando una chica me
decía que me amaba inmediatamente huía por miedo a que yo también pudiera
sentir lo mismo y me lastimaran, fue cuando comencé a tener relaciones más
casuales y salir con muchas mujeres a la vez, sin embargo nunca renuncie a la
posibilidad de algún día encontrar a la mujer de mi vida. En esta vida yo tengo
dos objetivos, uno ya lo cumplí, era el ser exitoso e importante y el segundo es
encontrar a la persona correcta con quien compartirlo. Por eso he cambiado
mucho de un tiempo para acá, estoy buscando a esa mujer que me haga creer de
nuevo. Sé que mi desilusión de amor no se compara a lo que a ti te hicieron pero
también me rompieron el corazón y en eso si coincidimos.
—Eres.... tan noble —suspiro —me encanta eso de ti, muchas personas allá
afuera creen que sigues siendo un patán pero ahora me doy cuenta de que es todo
lo contrario.
Tome su mano e intercambiamos algunas sonrisas, y le dije...
—Blake sé que nos acabamos de conocer y no te estoy pidiendo que te
cases conmigo en este momento pero en serio quiero que me permitas conocerte
más y conquistarte, me gustas mucho y sé que no te soy indiferente. Si tú en este
momento me dices que no, lo aceptare y me resignare a solo ser tu amigo pero si
me dices que sí, te prometo que en ningún momento te fallare y dedicare cada
día de mi vida a conquistar tu corazón.
—Me encantaría que lo hicieras
Una emoción incontrolable se apoderó de mí
—Te lo prometo —tome de nuevo su mano —solo necesito que me
respondas una pregunta con toda honestidad, para mí es muy importante porque
puede ser un obstáculo en mi lucha por conquistarte.
—Mmmmm creo imaginar que es pero adelante.
—Tú.... ¿Aún lo amas?
Soltó mi mano y hubo un silencio muy incómodo por un momento y
continúe diciendo
—Sé que te estoy incomodando pero si aún lo amas, tal vez de nada servirá
todo lo que haga porque tu corazón estará con él todo el tiempo.
—Lo se Alex pero no sé cómo responder tu pregunta, él fue muy
importante para mí, no lo amo es más siento un rencor muy fuerte hacia él, pero
en ocasiones extraño los bellos momentos que pasamos. Es algo difícil de
explicar.
—Para mi es más que suficiente —le sonreí —tienes mi palabra de esos
momentos solo serán simples recuerdos cuando te enamores de mí.
—¿Das por hecho que me voy a enamorar de ti? —comenzó a reír
—Te lo aseguro.
Después de una hora de charlar sobre muchos temas pedí la cuenta y nos
retiramos del lugar para llevarla directamente a su casa. Al llegar le abrí la puerta
del auto y la acompañe hasta su puerta.
—¿Quieres pasar?
Por un momento pensé en decirle que si pero me detuve, de verdad quería
demostrarle que mis intenciones eran serias.
—Creo que es un poco tarde y debes estar cansada.
Una sonrisa invadió su rostro, creo que en realidad me estaba poniendo a
prueba
—Tienes razón, llámame mañana y tal vez podamos salir a comer o al cine.
—Por supuesto te marco como a las 12:00 pm y quedamos.
—Estaré esperando tu llamada.
Iba a inclinarme para besar su mejilla pero no pude contener las ganas de
besarla en los labios y al ver que ella también me correspondería me arriesgue.
En el momento en que se juntaron sus labios con los míos sentí como temblaban
mis rodillas, las manos me sudaban y un calor intenso invadía mi cabeza, lo que
comenzó con un pequeño y simple beso se fue convirtiendo en algo más
apasionado. El sabor de sus labios y el movimiento de su lengua me inyectaron
una gran dosis de adrenalina, fue como si me hubieran emborrachado con tres
botellas de tequila. Jamás había sentido tal sensación y eso que había besado
muchas mujeres antes. Fueron los 4 minutos más hermosos de mi vida hasta ese
momento. Me detuve y deje mi frente pegada a la suya para poder recuperar la
respiración al mismo tiempo que ella lo hacía.
—Te veo mañana —susurro mientras rozaba sus labios con los míos.
—Descansa —le dije susurrando también
Nos miramos sin despegar nuestras frentes y sonreímos, después ella se
alejó e ingresó a su casa mientras yo la miraba. Cuando cerró su puerta camine
hacia mi auto sin borrar la sonrisa de estúpido que me dejo aquel increíble y
hermoso beso, por dios que bien besa, que bien sabe y que bella es.
De verdad pienso conquistarla, no descansare hasta lograr que los dos nos
enamoremos como un par de adolescentes. Encendí el auto y me dirigí a casa
dispuesto a armar mi estrategia de guerra, mañana por la mañana le mandare un
gran ramo de rosas y una tarjeta que diga: "Gracias por darme la oportunidad de
volver a creer".
Que feliz estoy, que bien me siento, vale la pena renunciar a Montana por
esta increíble mujer....












Capítulo 4

Han pasado ya cuatro semanas desde que Blake y yo nos dimos nuestro
primer beso. Los negocios van bien y pronto abriré una nueva compañía en
Nueva York, no cabe duda de que todo mi esfuerzo ha valido la pena.
Por otro lado, mi lucha por conquistar a Blake ha sido increíble, estoy
comenzando a enamorarme y ayer me confeso que siente lo mismo por mí.
Desde aquella cena en la que decidimos darnos la oportunidad de conocernos, no
he hecho otra cosa que no sea hacerla feliz. Cada mañana cuando sé que va a
despertar le envió un mensaje de buenos días con el verso de una canción que le
confiese lo mucho que me gusta. También le he enviado rosas a su oficina con
tarjetas, en un principio pensé en enviarle ramos pero no quise que su escritorio
pareciera una selva, así que solo le envió uno. Cada miércoles y viernes la invito
a cenar a un restaurante lujoso, los sábados vamos a la playa o algún parque para
hacer un picnic, a nadar o simplemente caminar. Los domingos salimos con
Dave y su novio al cine o a los bolos, organizamos carnes asadas en el jardín y
en el club. Los días restantes no salimos a causa de nuestros negocios pero nos
llamamos o nos vemos todo el tiempo por skype.
Muchas personas dicen que ya me tarde en pedirle que sea mi novia pero
quiero esperar el momento adecuado aunque es un hecho que ya lo somos, sin
embargo, me preocupa que Nataly no se lleve bien con ella. No me gustaría que
mi hermana y Blake se lleven mal, las quiero mucho y realmente me dolería que
la relación entre los tres sea siempre mala.
Platique con Nat hoy en la mañana pidiéndole que hiciera un esfuerzo pero
piensa que Blake me va a lastimar, creo que también le desagrada que me lleve
cuatro años lo cual es estúpido, la edad no tiene nada que ver. Además ella se ha
metido con mujeres de hasta 40 años no sé por que le molesta tanto. Yo le platico
todo a mi hermana y cuando le conté lo que había vivido Blake en el pasado me
expresó su preocupación, teme que pueda regresar Edward y me deje por él pero
estoy seguro de que eso no sucederá, espero que con el tiempo se le pasen esos
pensamientos porque oficialmente le pediré a Blake que sea mi novia.
Tengo todo listo para hacerlo, en la tarde viajaremos a Montana, desde hace
tiempo le había prometido que la invitaría a conocer mi rancho. Ordene que
decorarán mi pequeño observatorio con pétalos, velas aromáticas, una cena
romántica y mucho vino, he preparado un discurso completo para pedírselo.
Creo que es hora de terminar de empacar para pasar por ella e irnos al
aeropuerto, esta vez sí tuve que alquilar un jet porque no está acostumbrada a
viajar en vuelos comerciales aunque sea en primera clase, supongo que así la
acostumbraron desde pequeña.
Durante este tiempo tuve la oportunidad de conocer a su hermana y
hermano. La primera es la mayor de los tres tiene unos 32 años está casada con
un hombre muy rico, dueño de varios centros nocturnos en la ciudad. Su
hermano es el más joven, tiene 26 años y es solista en una banda country, apenas
están iniciando pero se ve que tiene mucho futuro. Solo me falta conocer a sus
padres pero creo que será más conveniente hacerlo cuando ya tengamos una
relación oficial, sobre todo porque es la adoración de su padre, es la única que
siguió sus pasos y se encarga del negocio. Aunque no lo crean me aterra un poco
porque hace muchos años que no me presento como novio ante los padres de una
chica.
Son las 5:00 pm y estoy afuera de la casa de Blake, toque el timbre y salió
la muchacha de servicio, Blake me vio, se acercó hacia mí y me dio un cálido
beso en los labios. Me dijo que la esperara un momento solo recogería su bolso y
listo. Logre ver muchas maletas en el lobby, se supone que solo iremos por tres
días pero por lo que lleva creo que tiene planes de quedarse más tiempo ¡Me
encanta la idea! solo espero que entren todas las maletas en el auto, sino tendré
que arriesgar las vestiduras de los asientos traseros.
Pues en efecto tuve que meter algunas maletas en los asientos de atrás, soy
un poco especial con mi auto pero creo que debo someterme en este caso. Ya
estamos en el acceso a los hangares donde nos espera un hermoso jet. Para el
viaje pedí que me tuvieran mucha fruta y champán, me estoy volviendo algo
especial con respecto a los refrigerios desde que estoy con ella. Me ha mostrado
tantas cosas de su mundo que me están encantando, sé que esa es otra de las
preocupaciones de Nat ya que no quiere que Blake me cambie o pierda el piso
por ella y le prometí que eso no ocurrirá, jamás olvidare de dónde vengo.
Hemos ingresado a nuestro hangar, entregue el equipaje y nos dispusimos a
abordar. Ya en el interior comenzamos a hablar un poco sobre el viaje:
—¿Te sientes cómoda aquí?
—Claro, está muy lindo el jet.
—Me alegra escuchar eso aunque no es mucho tiempo de viaje quería que
te sintieras lo más cómoda posible.
—Muchas gracias Alex, no sabes lo mucho que me encanta que te
preocupes por mí.
—Lo hago porque te quiero y este viaje será uno de los muchos que
tendremos.
—Estoy segura de eso.
Se acercó a mí y con su hermosa sonrisa me dio un beso, ya éramos
prácticamente novios solo faltaba hacerlo oficial.
Después aterrizamos en Bozeman, le pregunte a Blake si no quería pasar
antes a su casa y me dijo que no, así que esperamos a que llegara mi hermosa
Ranger y nos dirigimos al rancho. El clima estaba más que perfecto seguramente
estabamos a unos 2ºC y el paisaje como siempre majestuoso. Al llegar un
empleado nos hizo favor de ayudar con las maletas, pude notar el asombro con el
que Blake veía mi casa y la vista tan increíble que tenía hacia las montañas.
—¡Esta increíble tu casa! —exclamó
—Muchas gracias, también es tuya pero pasa por favor tienes mucho que
conocer.
La lleve a recorrer toda la casa desde el bar, la piscina, la sala de juegos
hasta mi pequeña sala de cine. Obviamente pregunto por el observatorio pero le
dije que lo había mandado limpiar muy bien para ella. Después la lleve a su
recamara...
—Esta será tu habitación, tiene una excelente vista —se acercó a la ventana
—Muchas gracias, me encanta.
—Quiero que descanses un rato y te pongas muy guapa. Te tengo una
sorpresa.
—¿De qué se trata? —me pregunto con intriga
—Ya lo veras, te veo en 45 minutos ¿te parece?
—Supongo que será tiempo suficiente.
—Perfecto, nos vemos en un rato si necesitas algo estaré en la habitación de
alado.
—Ok, gracias.
Baje inmediatamente para ver cómo había quedado el observatorio y quede
impresionado con el excelente trabajo que hicieron los empleados de la casa, no
tengo como recompensarlos pero seguramente les pagaré unas buenas
vacaciones. Me dirigí a la cocina para ver cómo iba la cena y ya estaba casi lista,
así que le pedí a la muchacha de servicio que la sirvieran en 40 minutos y que se
podían retirar de la casa después de eso. Creo que tenía tiempo suficiente para
arreglarme y relajarme, estaba muy nervioso pero decidido, quería que fuera una
noche inolvidable.
—Fuck hasta parece que le vas a pedir matrimonio Alex —me dije en voz
alta —pero calma todo saldrá bien solo le pedirás que sea tu novia, sabes que no
te dirá que no. Los dos lo queremos solo falta formalizarlo.
Me dirigí a mi habitación para darme una ducha y arreglarme.
Pasados los 45 minutos que acordamos toque la puerta de su habitación y
me dijo que pasara. Llevaba puesto un hermoso vestido rojo que me dejó
boquiabierto, hasta parece que nos habíamos puesto de acuerdo porque yo
llevaba una chaqueta roja. Le pregunte si estaba lista y me dijo que si, así que
nos dirigimos al observatorio y antes de entrar le pedí que cerrara los ojos, ella
aceptó y la dirigí al interior del lugar. Le pedí que esperara para que yo pudiera
encender la simulación de estrellas que había mandado colocar en el techo.
Después de eso le dije:
—Puedes abrir los ojos
Ella los abrió y quedo impactada con el hermoso escenario que nos
rodeaba. La simulación de estrellas, pétalos, velas y la mesa con una majestuosa
cena.
—¡Esto es increíble Alex! eres el hombre más perfecto sobre la faz de la
tierra.
—Y tú la mujer más maravillosa que jamás haya conocido, eres lo mejor
que me ha pasado en la vida. Jamás creí conocer a una mujer que se
complementará tan bien como tú lo haces conmigo. Eres inteligente, hermosa,
elegante, cariñosa, caritativa y apasionada. Organice este maravilloso momento
para pedirte que seas mi amiga, cómplice, amante y por supuesto mi novia.
¿Aceptarías?
—¡Por supuesto que aceptó mi amor! si esto haces para que sea tu novia, no
puedo imaginar de que más puedes ser capaz. Te quiero con todo mi corazón y
gracias a ti he perdonado al pasado para continuar con el presente.
—No sabes lo feliz que me haces bebe, muchas gracias por existir, por
permitirme enamorarme de ti y ser la mujer de mis sueños.
Después de eso nos besamos como solo ella y yo sabíamos, con amor y
pasión al mismo tiempo. Me vuelve loco, me fascina y me encanta.
Posteriormente nos dispusimos a cenar y planear cosas para ambos, nos
tomamos algunas fotos para después compartirlas con nuestros amigos en
Instagram y de esa manera anunciarles que ya era oficial el noviazgo. Bailamos
un poco mientras nos embriagamos con el vino hasta que entre besos y risas ella
dijo...
—Alex quiero estar contigo y que me hagas el amor como jamás nadie me
lo ha hecho.
—Pero estas un poco ebria amor —le dije mientras sonreía
—Estoy más cuerda de lo que en realidad crees, hemos esperado mucho
para este momento. Nadie me había respetado como tú lo has hecho y muero de
ganas por estar contigo.
—¿Estas segura de lo que estás diciendo? No es que no quiera, sería muy
estúpido de mi parte decir que no quiero pero es que tú eres tan distinta y
significas tanto para mí.
—Solo hay que dejarnos llevar...
Comenzamos a besarnos lentamente hasta que los besos fueron subiendo de
tono poco a poco. Ella comenzó a quitarme la chaqueta y desabotonar mi camisa
mientras yo la despojaba del vestido. En el lugar había mandado poner varios
cojines que en ese momento sirvieron para entregarnos por completo de la
manera más apasionada, aferrándonos a nuestros cuerpos como un par de
adolescentes. Era la primera vez que en realidad sentía lo que era hacer el amor.



Capítulo 5

Desperté hace unos momentos y no puedo creer que Blake este a mi lado,
no puedo dejar de mirarla, admirar su belleza y tampoco puedo olvidar la
maravillosa noche que pasamos juntos. Es lo más hermoso que me ha sucedido
en la vida, estoy tan feliz que podría gritárselo al mundo entero en este
momento.
Tratare de levantarme con mucho cuidado no quisiera despertarla, de hecho
tampoco quisiera apartarme de su lado pero quiero darme una cepillada de
dientes no soy fan de los besos mañaneros. De paso aprovechare para pedirle a
doña Vicky que nos prepare algo muy rico de desayunar porque muero de
hambre, no creo que se levante aun porque son las 7:15 am así que me
adelantare.
Abrí la puerta con mucho cuidado, me arregle un poco el cabello y me
dirigí a la recamara para asearme un poco. Después baje y doña Vicky ya estaba
preparando jugo de naranja así que le pedí que por favor nos hiciera unos huevos
con jamón, pan tostado, tocino, café y una jarra de jugo de naranja.
Tardo alrededor de 20 minutos en hacer todo y en lo que ella cocinaba yo
prepare la charola, los cubiertos, platos, servilletas, tazas y una hermosa rosa. Ya
todo listo me dirigí al observatorio y Blake aún estaba dormida. Puse el
desayuno sobre la mesa y le di un beso en la frente pero al ver que no despertaba
tuve que hablarle, después de varios intentos lo logre, vaya que es una piedra
cuando está dormida.
—Buenos días dormilona
—Buenos días ¿qué hora es?
—Ya casi las ocho ¿quieres que te deje seguir durmiendo?
—¡No! como crees ya es tarde, ¿cuánto tiempo llevas despierto?
—Ya un ratito bebe, te admire un rato, me cepille los dientes y después pedí
que nos prepararán el desayuno.
—Se ve muy rico, sin duda aceptare esa taza de café creo que tengo resaca.
—Te dije que estabas ya algo alcohólica —reí
—Si pero eso no quiere decir que haya olvidado la maravillosa noche que
pasamos
—Yo tampoco, fue increíble —le dije mientras besaba su mano —por el
momento desayuna porque quiero que te duches y te pongas algo cómodo para
llevarte a cabalgar por toda la zona.
—¿En serio? entonces deja me apuro, amo cabalgar.
¿Era normal que esta mujer me tuviera tan idiotizado? La verdad es que no
lo sé pero no pensaba averiguarlo, me trae vuelto un tonto. Podría pedirme lo
que quisiera y se lo daría sin pensarlo dos veces.
Después del desayuno, cada quien se dirigió a su recamara para ducharse y
alrededor de las 10:00 am nos dirigimos a las caballerizas donde ya nos estaba
esperando el capataz con nuestros respectivos caballos. Nos dirigimos hacia el
norte recorriendo las hermosas praderas de Bozeman y la espectacular vista
hacia las montañas, después llegamos a una pendiente en donde era imposible
bajar con los caballos así que los dejamos amarrados en un árbol esperando que
al regresar aun estuvieran. Bajamos con mucho cuidado ya que la zona era un
poco inestable pero logramos hacerlo sin daño alguno, caminamos alrededor de
30 minutos por toda el área hasta llegar a un hermoso manantial. Decidimos
descansar ahí y tomarnos algunas fotos. Durante todo el trayecto platicamos
sobre muchas cosas, bromeamos y nos molestábamos como un par de
adolescentes; no podía dejar de besarla si hubiera podido le habría hecho el amor
ahí mismo pero la verdad es que el clima no ayudaba demasiado. Regresamos ya
bastante tarde como a eso de las 5:00 de la tarde y muriendo de hambre, por
fortuna como siempre doña Vicky tan linda ya tenía preparado un delicioso
banquete.
Pasamos un increíble fin de semana, ella se cambió a mi habitación ese
mismo día y todo fue amor. Estaba ansioso por regresar y contarle al mundo la
gran noticia, aunque muchos ya sabían porque vieron nuestras fotos en
instagram, sin embargo, no hay nada como hacerlo oficial de tu propia boca.
Espero que Nataly me apoye en esto.
Mientras estuvimos en Bozeman me pidió que viviéramos juntos, no me
desagrada la idea pero siento que es muy pronto, llevamos solo un mes de
conocernos y ni dos días de ser novios. Aparte yo nunca he vivido con una novia
y no sé cómo sería el ambiente sobre todo porque ella vive en una mansión y yo
en un departamento, nuestros trabajos son muy diferentes y los ritmos de vida
también. Creo que es algo que debemos discutir con mucha calma porque
tampoco quiero que piense que no quiero.

Al regresar a Los Angeles Dave nos pidió que en cuanto llegáramos
fuéramos a su casa y así lo hicimos, nos encontramos con la increíble sorpresa
de que había organizado una pequeña fiesta. No sé porque tanto escándalo si
solo le pedí que fuera mi novia, sin embargo, creo que todos deseaban que
ocurriera y como ella es muy querida supongo que también fue por eso. Había
muchos amigos míos y me sorprendió mucho ver a Nataly ahí presente, así que
me acerque a ella y le dije...
—Naty no puedo creer que estés aquí, significa mucho para mí que me
apoyes en esto.
—Eres mi hermano Alex y por mucho que no soporte a tu novia yo te voy
apoyar incondicionalmente así no esté de acuerdo con tus decisiones. Tú siempre
has hecho lo mismo conmigo.
—Porque eres mi hermana y sabes que te quiero.
—Además en este tiempo yo también he conocido a alguien
—Chico o chica —le dije en tono de broma
—Pues es algo complicado, es una chica pero se viste de hombre es una
modelo andrógina.
—Interesante, espero conocerla pronto ¿qué tan en serio vas?
—Tan enserio que no he salido con nadie más por dos semanas.
—Ahhh infeliz y no me habías contado nada.
—Pues no porque tu solo tienes tiempo para tu novia.
—No digas eso, sabes que siempre tengo tiempo para ti y me alegro mucho
de que por fin hayas conocido a alguien.
—Gracias hermano te quiero mucho y que sigue después de esto.
—Conocernos un poco más, ella quiere que ya vivamos juntos.
—¡WTF! Pero si apenas tienen conociéndose ¿qué? ¿un mes?
—Si —reí —pero obviamente eso no pasara por ahora, no me siento
preparado para ese paso. Sin embargo, si todo sale bien en cuatro meses le pediré
que se case conmigo.
—¡WTF! ¿Estás loco? no cabe duda de que son tal para cual, están bien
mal. —reía
—La verdad es que sí, me trae muy mal. Creo que es la mujer de mi vida,
es tan apasionada, tan mujer.
—¿Seguro de que estás enamorado? Eso me suena más a atracción. Te lo
dice una experta en el tema.
—Eres la maestra de la debilidad carnal —reí —pero no sé yo sí creo que
es amor.
—Solo te has enamorado dos veces Alex, no inventes.
—Y tú te enamoras de todas las mujeres con las que sales.
—Que imbécil eres —reía mientras me golpeaba el brazo —como sea,
antes de tomar cualquier decisión asegúrate de que te ama y tú a ella.
—Te lo prometo por el par de nalgas que traes en la barba.
—Ya te habías tardado, meses tenía que no te burlabas de mis nalgas.
—Es que estoy feliz, solo eso.
—Se ve.
En ese momento Blake nos interrumpió y no queriendo Nataly la felicito.
Estaba muy feliz porque mi hermana me estuviera apoyando en esta nueva etapa
en mi vida y también morirá de la curiosidad por saber quién era esa misteriosa
chica que por fin había controlado a Nat.
La reunión concluyó un par de horas más tarde, esperamos a que todos los
invitados se fueran para charlar un par de minutos con Dave y darle nuestro
eterno agradecimiento.
—Dave muchas gracias por esto, eres un tipazo —le dije
—Si baby muchas gracias como tú no hay nadie —le dijo Blake mientras le
daba un abrazo.
—No tienen nada que agradecer yo los adoro mucho y amo verlos juntos
¡Ash! se ven tan bien que hasta envidia dan par de guapos- reía.
—Pero no solo quiero agradecerte por esta reunión si no también porque tú
eres el cupido de nuestra historia. De no ser por ti jamás nos habríamos
conocido.
—¡Ay lo sé! Soy un amorsh —reía mientras bebía un poco de champán.
—¡Sí! Te debemos mucho hermano.
—No me deben nada bebes me conformo con verlos así tan enamorados y
espero ninguno de los dos se lastime porque me pondrían entre la espada y la
pared.
—Lo sé pero no te preocupes te prometí que jamás la lastimaría y sé que
ella tampoco me lastimara. Bueno... por el momento nos tenemos que ir solo
queríamos agradecerte.
—Si mañana hay que ir a trabajar y queremos descansar.
—Ok bebes vayan con cuidado y nos mantenemos en contacto ¡eh!
—Claro Dave dale mis saludos a tu hermana.
—Gracias Alex, cuídense.
Blake se despidió y nos dirigimos a mi auto para llevarla directo a su casa.
Al llegar nos despedimos pero no nos queríamos separar ni un momento, sin
embargo, nuestros deberes profesionales tenían que ser atendidos a otro día así
que la bese, le di un abrazo y le dije que la llamaría para vernos después. Me fui
y maneje directo a casa para descansar. Fue un gran fin de semana.
Han pasado las semanas y todo va bastante bien. Hoy viajo a Nueva York
para inaugurar mis nuevas oficinas en la quinta avenida, mi relación va mejor
que nunca y los negocios transcurren sin problema. Es una lástima que Blake no
pueda acompañarme a la inauguración, su trabajo la ha estado consumiendo
demasiado estos días, tuve que llevarla al spa para que se relajara. También hubo
una pequeña discusión porque le dije que no me sentía aun preparado para vivir
con ella y pensó que no me estaba tomando en serio nuestro noviazgo, sin
embargo, tuve que ceder ante su petición y en cuanto regrese del viaje
comenzaremos a buscar una casa. Esto por supuesto ha causado la molestia de
Nat pero como lo prometió, está respetando mis decisiones. Por cierto también
ya he conocido a su novia, es una mujer encantadora y aunque viste como
hombre debo confesar que es muy guapa en cualquiera de los dos géneros, sin
duda es lo que merece mi pequeña hermana. Creo que causó cierto desconcierto
en Blake pero ella siempre ha sido así para esos temas.
Voy a extrañarla demasiado estos 10 días que este en Nueva York, lo más
seguro es que tengamos que mudarnos para allá, lo cual le viene muy bien ya
que podrá atender mucho mejor sus negocios en aquella zona. Debo terminar de
ver los contratos y si se puede comenzar a buscar un asistente para mí; con los
negocios en México, Los Angeles y ahora Nueva York es más que obvio que
necesitare mucha ayuda, espero encontrar a alguien que me genere confianza y
sobre todo sea muy profesional.
Más tarde Blake me acompaño al aeropuerto y con todo el dolor de mi
corazón me despedí prometiendo hablarle todos los días.
El viaje estuvo tranquilo, fueron 6 horas muy rápidas en las que pude leer y
escuchar música con tranquilidad. La inauguración estaba programada para las
8:30 pm y tenía suficiente tiempo para llegar. Así que me dirigí al hotel para
darme una rápida ducha y ponerme elegante ya que habría mucha prensa en el
lugar.
Al ser las 7:45 salí y un coche ya estaba esperándome, nos dirigimos a la
quinta avenida sin ningún tipo de contratiempo. Minutos después llegue y al
entrar al área de oficinas los empleados aplaudieron, sentí una gran emoción. Le
pedí a mi secretaria que me informara si ya estaba todo listo o había aun detalles
que ver, afortunadamente ya todo estaba perfectamente bajo control.
Al ser las 8:30 pm dejamos pasar a la prensa y nuestro invitado de honor se
dirigió a cortar el listón rojo. Ambos dimos un discurso para el personal y yo
exprese lo orgulloso que estaba de que fueran parte de esta nueva aventura.
Cortamos al mismo tiempo el listón mientras la prensa nos fotografiaba, nos
hicieron algunas entrevistas y les pedí a todos que pasaran a la sala de juntas
donde nos esperaría una barra de bebidas y bocadillos.
Eran más o menos las 10:00 pm cuando decidí bajar a buscar una buena
cafetería, el frío me estaba matando. Afortunadamente me recomendaron una en
la misma calle donde venden café importado de Chiapas, muero por confirmarlo.
Camine un poco y llegue a un lugar bastante cool, el diseño retro le daba un
ambiente acogedor, perfecto para personas de mi edad. Me dirigí al mostrador y
la chica que estaba atendiendo se encontraba de espaldas. Así que le dije...
—Hola, buenas tardes ...
—Hola que te podemos ofrecer —dijo mientras volteaba —pero que mie...
En ese momento quede petrificado, era ni más ni menos que Jane la chica
que conocí en el aeropuerto de Los Angeles hace tres meses. No podría creer que
fuera ella, seguía tan hermosa como la recordaba, creo que ella también me
reconoció porque pude notar su nerviosismo desde el momento en el que me
miro, ¿quién lo diría? la vine a encontrar hasta el otro lado del país. Después de
un silencio muy incómodo decidí a romper el hielo
—¿Jane? Dime que no eres una visión
—No creo —me dijo riendo —tu eres el chico que casi me mata en Los
Angeles ¿verdad?
—Si ese soy yo, me da mucho gusto volver a verte. Debe ser el destino.
—O una casualidad. No quiero ser grosera pero no puedo platicar con los
clientes mi jefe es algo gruñón. —me dijo en voz baja.
—No te preocupes no quiero causarte problemas pero me gustaría mucho
platicar contigo ¿a qué hora sales?
—En media hora.
—En ese caso dame tu mejor café y te espero por aquella mesa ¿te parece?
—Mmmmm está bien.
A decir verdad al principio dudo pero termino accediendo así que tomo mi
orden y me senté para esperarla mientras leía un periódico y llamaba a mi novia.
Le conté que todo había salido muy bien, que había encontrado a una amiga y
tomara un café con ella para platicar porque tenía mucho de no verla. Si, sé que
mentí un poco pero Blake es algo celosa y no quiera que se molestara por eso, no
iba hacer nada malo la amo con todo mi corazón pero no podía dejar pasar este
reencuentro así como así, como dije yo creo en el destino.
Paso media hora y Jane salió de la puerta de personal, le invite un café y
comenzamos a conversar.
—Bien aquí estoy ¿de qué quieres hablar?
—Primero que nada una disculpa por lo del aeropuerto fui muy torpe —
sonreí —y segundo se me hace muy curioso verte por aquí pensé que eras de Los
Angeles.
—No te preocupes era una broma Alex y lo de aquella ocasión fue porque
visitaba a unos parientes que viven en California pero en realidad yo estudio y
vivo aquí.
Sentí cierto desconcierto porque estaba seguro de que jamás le dije mi
nombre.
—Disculpa la pregunta pero.... ¿Cómo sabes mi nombre?
—Te vi en una revista de sociales junto a tu novia, sé que eres un
empresario y que de hecho las oficinas que acaban de inaugurar son tuyas.
—¿En serio? ¡Vaya que sorpresa! entonces sabias que nos
reencontraríamos.
—Tal vez, la verdad no pensé que me fueras a recordar. ¿Tu novia sabe que
me coqueteaste en el aeropuerto? —me dijo burlándose.
—No, en ese momento aún no la conocía, de hecho nos presentaron un día
después de lo ocurrido en el aeropuerto —le dije riéndome.
—Qué curioso pero... ¿por qué sonríes tanto?
—Es que en serio no puedo creer que te haya encontrado aquí, la verdad
estoy muy impresionado. Debe ser el destino.
De pronto un señor se acercó y muy furioso se dirigió a Jane.
—Te he dicho que nadie del personal puede consumir aquí, estoy harto de ti
y de tu incompetencia. Lárgate y no vuelvas jamás.
En ese momento sentí que la sangre me hervía.
—Hey imbécil esa no es forma de tratar a una dama bájale a tu tono o no
respondo.
—Tú quien te crees que eres, estas en mi local y puedo tratar a la gente
como se me dé la gana.
—Pues no voy a permitir que le hables de esa forma a Jane —me levante y
le di un empujón.
—Alex cálmate por favor, no te metas en problemas por mí —me suplico
Jane.
—¡No! este señor tiene que aprender a respetar.
De pronto me soltó un puñetazo en la cara que me tumbo hasta el suelo, la
gente comenzó a acumularse pero nadie intervenía.
—Alex ¿te encuentras bien? Te lo dije, por favor vete no te metas en
problemas yo lo arreglo.
Pero estaba tan furioso que me incorporé y le regrese el golpe a ese tipo.
—Eso es por ella y para la próxima vez que intentes faltarle al respeto juro
que mando a que cierren este lugar ¿me entendiste imbécil? Vamos Jane no voy
a dejar que te quedes un minuto más en este lugar.
La tome de la mano y salimos de la cafetería, ella estaba muy asustada e
intentaba limpiar mi boca que estaba sangrando mucho en ese momento.
—¿Por qué lo hiciste Alex? Ve cómo te dejo.
—No iba a permitir que te insultara, que se cree ese idiota.
—Pero apenas me conoces ¿estás loco? vamos a un hospital a que te curen.
—No, no de ningún modo, en serio estoy bien. En mi oficina tengo un
botiquín solo necesito limpiarme. Acompáñame y después te llevo a tu casa.
—¿Estás seguro?
—Si y no acepto un no por respuesta.
Nos dirigimos a la oficina, afortunadamente ya no había mucha gente lo
cual me tranquilizo un poco. No quería que comenzarán a hacer chismes.
Al llegar saque el botiquín y Jane me ayudo a curar la herida, pude notar un
poco de tristeza en su rostro.
—Ve cómo te dejo ese animal de Héctor.
—Si pero que conste que no se fue limpio.
—Todos los hombres son iguales, quieren arreglar el mundo a golpes —reía
con preocupación.
—No todos pero este si se lo merecía.
—La verdad sí.
—Lamento mucho que por mi culpa te quedaras sin empleo si hay algo que
pueda hacer o ayudarte por favor pídemelo.
—No te preocupes, solo era cuestión de tiempo para que me despidiera. Ya
tenía muchos problemas por llegar tarde, es muy difícil estudiar, ser madre
soltera y trabajar al mismo tiempo.
—¿Tienes hijos? —le pregunte un poco desconcertado.
—Si, una niña de dos años.
—Y... ¿Qué estas estudiando?
—Literatura inglesa.
—Es admirable ver como tratas de dividir tu tiempo entre tu educación, el
empleo y tu niña.
—Gracias —hizo una pausa mientras me miraba pero se sonrojo cuando la
mire fijamente —creo que ya quedo, con una bolsa de hielo bajaras la hinchazón
y ya no se notara mucho mañana.
—Muchas gracias.
—Bueno me tengo que ir porque mi hija me espera.
—Permíteme llevarte por favor, te he causado tantos problemas que es lo
menos que podría hacer.
—No, tomare el subway no te preocupes además no quiero que tengas
problemas con tu novia por mi culpa, se ve que es algo especial.
—Deja que yo me preocupe de eso y si no dejas que te lleve te perseguiré
hasta tu casa aunque me tenga que subir al subway, tú decides.
—No te atreverías.
—No me retes —dije desafiando con la mirada.
—Ok ya comprobé que estas tan loco que si lo harías.
Era muy testaruda, me gustaba su carácter de verdad quería seguir
conociéndola, como amiga por supuesto. Así que en el camino le hice una
propuesta.
—Lindo auto —me dijo.
—No es mío es de la compañía pero gracias. Oye no quiero parecer
imprudente pero dime ¿cómo pagas la universidad?
—Tengo beca completa por mis notas.
—Hey eres de mi club nerd.
—Si pero tu abandonaste la universidad.
—¿Cómo es que sabes tanto sobre mí?
—Bueno... cuando te vi en aquella publicación contaban un poco sobre tu
historia y me pareció muy inspiradora, además de que quería saber un poco más
sobre el hombre que se alegró de chocar conmigo aquel día.
En ese momento morí de pena.
—Ya ni me recuerdes que pena contigo.
—No te preocupes fue muy divertido.
—Jane te quiero hacer una propuesta, la verdad me siento muy mal por
haberte dejado sin empleo y yo necesito una asistente que me ayude a solucionar
mi problema de desorden laboral. Sé que no te conozco mucho pero es obvio que
eres una persona muy leal y creo que tú me conoces más de lo que creo como
para saber que no te voy a secuestrar —reí— ¿aceptarías?
—No sé, esto es muy raro —comenzó a reír.
—¿Por qué?
—Porque te conocí en un aeropuerto y te vi solo dos minutos y meses
después me encuentras en una cafetería, me despiden por hablar contigo, te
peleas con mi jefe, te cuento cosas personales y ahora me ofreces empleo.
—Tienes razón es muy extraño —reímos al mismo tiempo —pero de
verdad me gustaría ayudarte. Además si tengo planeado contratar a una asistente
y tú serías perfecta para eso, aparte podemos ser muy buenos amigos.
—¿Estás seguro de que quieres contratar a una desconocida? ¿Cómo sabes
que no te secuestrare o te quemaré las oficinas?
—Porque tus ojos reflejan confianza y honestidad
Se sonrojo un poco, suspiro y dijo...
—Está bien, acepto además creo que no tengo opción, necesito mucho el
empleo por mi bebe.
—¡Excelente elección! Dime a qué hora puedes ir mañana, te explico tus
funciones y firmamos tu contrato.
—Ok, tengo que ir muy temprano a la facultad pero como a las 11:00 am te
prometo que estaré ahí.
—¡Perfecto! —le extendí mi mano para cerrar nuestro acuerdo.
Después de 10 minutos llegamos a una zona donde vivía, había
condominios muy sencillos, sin duda era un barrio de clase media, me recordó
un poco mis orígenes. Me baje del auto y le abrí la puerta, le dije que la vería a
otro día y ella me deseo que sanara el golpe. Espere a que ingresará y regrese al
auto, conduje de nuevo hasta Central Park. Al llegar a mi habitación decidí
llamar a Blake para contarle lo que me había sucedido, claro sin mencionar
mucho a Jane ya que no quería una escena de celos.
—¿Hola? ¿Cómo estás amor?
—¡Alex! Te extraño mucho bebe, estoy algo cansada pero bien gracias. ¿Y
tú?
—Yo también te extraño mucho hermosa. Y pues estoy bien, un poco
adolorido de la mandíbula porque me peleé con un tipo.
—¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué paso?
Note de inmediato su preocupación
—No te preocupes amor estoy bien solo es el golpe.
—Pero ¿por qué te peleaste bebe? Te dejo solo un día y ve todo lo que
haces.
Solté una carcajada.
—Ya ves porque necesito que estés aquí conmigo. Nos peleamos porque
insultó a mi amiga, la verdad no quisiera hablar del tema, no vale la pena.
—Ok amor tienes razón, te mando un enorme beso en tu boquita y si te
portas bien te puedo caer de sorpresa en cualquier momento.
—Me encantaría que lo hicieras, de verdad te extraño mucho.
Nos mantuvimos hablando por casi una hora, no tienen idea de cuánto la
amo, es mi vida entera, es una lástima que aun faltaron tantos días para verla,
ojalá pudiera venir.
Pedí una bolsa de hielo al servicio del hotel y la hinchazón bajo un poco,
sin embargo, no me arrepentía de lo que había hecho. Jane es una niña muy linda
y graciosa, de verdad quería ser su amigo, más ahora que sé que tiene una niña y
le está echando muchas ganas a su carrera, ojalá no me deje plantado mañana
porque juro que voy hasta su casa. Más tarde me dirigí a la cama dispuesto a
dormir.


Capítulo 6

Me desperté muy temprano para salir a correr a Central Park, es una de las
cosas que más amo de venir a Nueva York. Aunque también me apresure porque
hay muchos pendientes en el trabajo. A pesar de que tengo gente que puede
hacerlo siempre me ha gustado involucrarme en cada aspecto de mi negocio.
Minutos después de arreglarme tome mi maletín y me dirigí a la quinta
avenida. Al subir le pedí a mi secretaria que me pidiera algo de desayunar,
después llame a mi novia para darle los buenos días y al finalizar comencé a ver
lo de los embarques, envíos y contratos con las inversiones extranjeras.
Aproximadamente paso una hora cuando Nat apareció.
—¡Sorpresa!
—¡Nataly! pero... ¿Qué haces aquí? ¿No llegarías hasta dentro de una
semana?
—Si pero no quise dejarte solo con todo este lío. Lo que tengo de puntual tú
lo tienes de ordenado.
—En eso tienes toda la razón hermanita —reí.
—Como extrañaba tu humor —se acercó y me abrazo.
—Y cuéntame ¿cómo está Leo?
—Muy bien, le dije que se adelantara al hotel en lo que yo veía unos
pendientes aquí.
—Me alegro pero no te preocupes ve con ella y si quieren vamos a comer
en un rato para que me cuenten su gran romance en París.
—Me encanta idea hermano entonces me adelantare.
—Perfecto yo te marco —me acerque y le di un beso.
Más tarde, eran alrededor de las 10:50 cuando mi secretaria entro a la
oficina y me dijo…
—Señor, disculpe que lo interrumpa pero una señorita dice que quiere
verlo.
—¿Qué desea?
—Dice que lo conoce y viene por el puesto de asistente. ¿Quiere que la
mande a recursos humanos?
—De ninguna manera, hágala pasar ahora mismo la atenderé.
¡Wooow! No pensé que fuera a llegar tan puntual, me ajuste un poco la
corbata y espere a que entrara.
—¡Buenos días Alex! —se acercó a darme un beso —veo que ya estas
mucho mejor del golpe.
—¡Buenos días Jane! Si muchas gracias ya me siento mejor. Espero que así
seas de puntual ahora que seas mi asistente
—Bueno aún tenemos que discutir muchas cosas, sabes que estoy
estudiando y también soy madre.
—Lo sé pero bueno si quieres de una vez comenzamos.
—Por supuesto.
Le pedí que se sentara y continúe diciendo…
—Pues básicamente lo que tienes que hacer es mantener mi agenda activa,
que vaya a las citas con los inversionistas, atender mis llamadas personales ya
que las laborales las lleva mi secretaria Mónica. Hacer reservaciones a
desayunos, comidas, cenas con mi circulo laboral, social y familiar, comprar
ciertas cosas que yo te vaya solicitando, organizar mis viajes, vuelos, hoteles,
transporte, etc. Vas a hacer las mismas actividades que mi secretaria la diferencia
es que tú te vas a involucrar más con mi vida privada.
—Ósea que voy a ser tu nana.
Solté una carcajada.
—¡Exactamente! Y bueno habrá momentos en los que también tengas que
viajar conmigo a Los Angeles, México o Europa cuando se tengan que cerrar
contratos.
—Bueno todo iba perfecto hasta ahí. Tú sabes que tengo compromisos aquí
y a veces no tengo con quien dejar a mi hija.
—No, no te preocupes por eso, en los viajes puedes traer a tu hija yo me
encargare del papeleo cuando sean fuera del país. Además la compañía compro
un Jet para mi uso personal.
Su rostro paso de serenidad a asombro, creo que no podía creer todo lo que
le estaba diciendo.
—¿Te pasa algo Jane?
—¡No! no, lo que pasa es que se me hace increíble todo lo que me estás
diciendo. ¿Estás seguro de lo que dices?
—¡Sí! ¿Por qué no lo estaría? Como mi asistente te conviertes en mi mano
derecha y como te dije ayer, tú me generas mucha confianza, todo lo que te estoy
diciendo es totalmente real. Y no es favoritismo es lo que le ofrecería a cualquier
persona que se ganara el puesto de asistente. Ahora en cuanto a la universidad
tratare de darte tu espacio cuando sean temporadas de exámenes y si me lo
permites, cuando termines la carrera te puedo recomendar con un amigo que
tiene una editorial para que hagas tus practicas o te de una vacante.
Su rostro se tornó pálido, aun no creía todo lo que le decía.
—¡Wooow! —suspiro —esto es increíble Alex no sé qué decir estoy muy
impactada con todo lo que me estas ofreciendo.
—Pues… podrías decir “Alex acepto encantada ser tu nana”
Comenzamos a reír al mismo tiempo.
—Ok, Alex acepto ser tu nana.
—Perfecto ahora en cuanto a tu salario te pagare 3000 dólares mensuales
con tus prestaciones, seguro y todas esas cosas que ofrecen las demás
compañías. En cuanto vayas creciendo te iremos aumentando el sueldo, por el
momento será algo simbólico.
—Creo que me voy a desmayar Alex.
—¡¿Qué?!
Se levantó y respiraba con gran conmoción.
—¿5000 dólares? Jamás nadie me había pagado ni siquiera 1000 dólares
mensuales. Alex... ¿por qué haces esto?
—Mujer ¿te lo tengo que repetir? Me caes muy bien, he visto la manera en
como hablas de tu hija y lo difícil que es combinar eso con tu educación y
empleo. Yo también viví momentos difíciles, hubo algunos en los que no tenía ni
para comer y cuando obtuve todo lo que siempre quise me prometí ayudar a más
personas a que cumplieran sus sueños. Quiero que seamos grandes amigos Jane.
Me vio, sonrió y sin pensarlo dos veces me dio un abrazo.
—Gracias Alex eres increíble.
Correspondí a su abrazo y admito que sentí una emoción muy linda como
de paz, una descarga eléctrica recorrió todo mi cuerpo.
—No agradezcas lo hago con las mejores intenciones del mundo.
Nos separamos y continúe…
—Ahora quiero que salgas con mi secretaria y le digas que comience a
tramitar tu contrato. ¿Cuándo puedes empezar?
—Ahora mismo si quieres.
—¡Perfecto! Ve para que llenes los datos, te tomen la foto y todas esas
cosas raras que hacen abajo. Cuando termines subes otra vez conmigo porque
me acompañaras a tu primer comida de negocios con la segunda socia
mayoritaria de esta compañía.
—Que miedo —río.
—No deberías es como mi hermana es muy graciosa, homosexual,
pervertida y rara. Te caerá bien.
—Interesante —dijo mientras salía de la oficina.
Aproveche para realizar algunas video-llamadas con mis socios en
Alemania y después llame a Nat.
—Hey hermana ¿ya están listas para ir a comer?
—Si Alex ¿a dónde iremos?
En eso apareció Jane y le hice una señal para que me esperara unos
minutos.
—Pues tú dime esto es Nueva York hay muchos lugares para comer.
—¿Te acuerdas cuando soñábamos con ir a comer hot dogs a Central Park
la primera vez que viniéramos a Nueva York?
—Si lo recuerdo perfectamente, era toda una ilusión.
—Pues que te parece si recordamos viejos tiempos , vamos por unos y
caminamos un poco. Seguramente tiene mucho tiempo que no comes uno con
eso de que ahora tragas puro caviar y langosta con tu novia rica.
—Boba —reí —me agrada mucho la idea, por cierto llevare a mi nueva
asistente quiero que la conozcas.
—Está bien, te vemos en media hora en la entrada del Metropolitan
Museum of Art.
—Perfecto hermana ahí las veo. Un beso para ambas.
—Nos vemos.
Le pedí a Jane que tomara sus cosas y me acompañara. Decidí caminar
hasta el Museo de Arte para platicar con ella a gusto.
—¿Ya quedo tu contrato?
—Parece que si solo debo traer unos papeles mañana y firmar.
—Me alegro mucho, si necesitas un adelanto de tu sueldo o algo me lo
pides por favor.
—No te preocupes Alex y... ¿a dónde vamos?
—Vamos a ver a mi socia y su novia en el Museo de Arte y a comer hot
dogs mientras caminamos en Central Park.
—¿De verdad? Yo pensé que acostumbrabas restaurantes caros o cosas así.
—Si y no —reí —uno de los sueños que teníamos mi amiga Nataly y yo era
que cuando conociéramos por primera vez Nueva York probaríamos los famosos
hot dogs de Central Park y queremos recordar viejos tiempos, a decir verdad
también tiene mucho tiempo que no como uno, seguramente tú debes estar
aburrida de ellos.
—Aunque no lo creas tiene años que no como uno.
—Debes estar bromeando.
—Te lo juro —reía —es extraño pero cierto.
—Entonces te comprare cinco.
—Estás loco pero... —dudo por un momento y dijo —si tú te comes los
mismos.
—No me retes, créeme que no conoces mi apetito.
—Ni tú el mío —me retaba con la mirada.
—Está bien veamos de que estas hecha neoyorkina.
Llegamos al Metropolitan Museum of Art pero no vi por ningún lado a Nat
como de costumbre.
—¿No ves por ningún lado a tu amiga?
—Hay algo que tienes que saber sobre Nataly, ella es la persona más
impuntual que vas a conocer en toda tu vida. Por eso el día que me case no será
madrina de nada ni mucho menos de anillos porque estoy seguro que llegara al
final de la ceremonia.
—Señor Alex ¿ya piensa en casarse?
—¿Señor? —reí —es una posibilidad pero aún falta mucho para eso.
Tomemos asiento en aquella banca porque todavía tardara unos 10 minutos.
Tomamos asiento y quise aprovechar para conocer un poco más sobre ella.
—Cuéntame Jane ¿eres heterosexual, bisexual, gay, asexual, tienes novio o
novia?
Me miro con extrañeza.
—Que directo eres —río y se acomodó un poco el cabello —pues me
gustan los hombres y no no tengo novio por el momento.
—Pero me imagino que tienes muchos pretendientes, eres una niña muy
linda.
—Bueno… —se sonrojo un poco y continuo —algunos pero cuando saben
que tengo una hija desaparecen por arte de magia.
—¡Que imbéciles! No puedo creer que se espanten tan fácilmente.
—Lo sé pero por el momento no es algo que me preocupe aunque mi madre
me diga que ya estoy vieja.
—¡Es verdad! Nunca pregunte tu edad ¿Cuántos tienes?
—Casi 26.
—Eres joven aun, ya verás que llegara tu príncipe azul y va a querer mucho
a esa princesita que tienes en casa además eres… tu sabes… muy hermosa.
—¿Te lo parezco? a veces eso no es suficiente Alex pero gracias por el
cumplido. Y tu… estas muy enamorado ¿verdad? lo puedo notar en tus ojos.
—¿Se nota mucho? —reí apenado —la verdad es que si me trae muy mal
mi novia, jamás había sentido algo así, todo el día pienso en ella, quiero estar
con ella y todo me recuerda a ella. Ya casi cumpliremos tres meses de novios,
pronto nos mudaremos definitivamente aquí y viviremos juntos.
—¡Wooow! Sí que van rápido.
—Si es lo que todos dicen pero cuando lo sabes lo sabes, jamás me había
enamorado de esta manera.
De pronto de la nada salió Nat y dijo…
—¡Wooow Alex! Si no fuera porque te conozco lo suficiente, pensaría que
eres gay después de ese discurso tan cursi.
—Yo también te quiero Nataly —le di un beso y después salude a Leo —
¡Hola Leo! ¿Cómo estás?
—Bien Alex, gracias.
—Les quiero presentar a Jane una buena amiga y ahora asistente.
—Mucho gusto —dijeron Nat y Leo.
—Mucho gusto chicas.
—Este debe ser mi día de suerte al estar acompañado de tres hermosas
mujeres.
—Si tu novia te escuchara ya traerías un ojo morado —dijo Nat.
—No le digas por favor con eso de que ustedes son intimas amigas —le dije
en tono sarcástico.
—Ja Ja Ja que gracioso hermano.
—Bueno caminemos y si vemos un puesto decente compramos ahí ¿les
parece? Ahhh y yo invito no acepto quejas.
—Ok señor —susurro Jane.
—Hey esta chica ya me está cayendo bien parece que ya encontré quien te
molestara en los momentos en los que yo no esté —dijo Nat
—Por desgracia creo que si —reí —además de que la señorita me reto. Me
dijo que debo comerme los mismos hot dogs que ella se coma, comenzaremos
con cinco.
—¿En serio, tan pocos hermano? Iniciemos con seis.
—Olvidaba que tu no comes, tu tragas yo no sé cómo no has dejado en la
ruina a Leo.
—Cuñado deberías checar mis cuentas bancarias después del viaje a París.
Comenzamos a reírnos mientras Nat le daba un golpe en el brazo y después
un beso.
Más tarde regresamos a la oficina bastante llenos.
—Jane estás loca hiciste que me comiera 7 hot dogs. —le dije mientras me
tiraba en el sofá.
—¿Yo? Tú estás loco, me retaste además me comí los mismos que tú,
seguramente subiré miles de kilos con eso.
—No seas exagerada estas muy bien.
De repente alguien toco a mi puerta
—Adelante —dije.
—Señor ha llegado el equipo que pidió.
—Gracias Mónica déjalo ahí.
—De nada si necesita algo más hágamelo saber.
—Claro.
Me levante y lleve la caja hacia mi escritorio.
—Jane acércate te daré tu equipo de trabajo.
—¿Equipo?
—Si equipo, como mi asistente vas a tener que manejar muchas cosas que
con la ayuda de estas tres maravillas te facilitaras la vida. Sobre todo con mi
agenda, reuniones, reservaciones, bla bla bla.
—Ok…
Rompí el sello y saque un iPhone, un iPad y una Macbook. Pude notar su
sorpresa de inmediato.
—Bien, este iPhone tiene nuevo número te voy a pedir que sea el que uses
de ahora en adelante ya que ahí te localizare y será el que tengan los
inversionistas, socios, familia, amigos, etc. para comunicarse contigo. Este iPad
también te va a servir para organizar mejor las cosas, el chip que tienes en el
iPhone tiene internet ilimitado así que lo usaras también para el iPad. Y por
último esta MacBook para que trabajes más cómodamente desde tu casa, aquí,
en la escuela o donde quieras. También si las quieres ocupar para uso personal
puedes hacerlo mientras eso no afecte tu trabajo aquí.
—¡Wooow Alex! No sé qué decir, gracias pero preferiría que se quedaran
aquí porque tú sabes que tengo que tomar el subway y la zona en la que vivo es
algo peligrosa.
—Lo sé pero por eso tampoco te preocupes como mi asistente tendrás que
ir a muchos lados alrededor de toda la ciudad para compras, reuniones o citas,
algunas veces iras conmigo pero cuando no, lo tendrás que hacer sola y no me
puedo fiar de que viajes en metro o taxi y llegues tarde es por eso que uno de los
autos de la compañía es para ti mientras trabajes conmigo.
—¿Estás jugando conmigo verdad?
—¿Te parece que estoy jugando?
—No.
—¿Entonces?
—Es que… jamás nadie me había ofrecido todo esto, el único lugar en el
que he trabajado fue en esa cafetería es por eso que me sorprende mucho todo
esto. A lo mejor para ti es de lo más normal pero entiende que para mí todo es
nuevo.
—Te entiendo Jane y no te preocupes todo esto que te estoy ofreciendo y
dando es de lo más normal. Además quiero pedirte también que vayas buscando
un lugar que rentar cerca de aquí yo creo que con tu sueldo podrás costearlo. Los
gastos del auto corren siempre por cuenta de la compañía así que por eso no te
tienes que preocupar.
—Ok Alex te prometo que en cuanto pueda comenzare a buscar un lugar
más cerca de aquí.
—Perfecto por el momento si quieres te puedes retirar, si no te quieres
llevar todo tu equipo déjalo ya mañana que firmes y se te entreguen las llaves del
auto te lo llevas todo. ¿Te parece?
—Si estoy de acuerdo.
—Bueno ve a descansar porque mañana ya comenzaras a trabajar como se
debe.
—Está bien nos vemos mañana Alex y gracias por todo —se acercó y me
dio un beso en la mejilla.
—Hasta mañana Jane salúdame a tu niña.
—Lo haré.
Es una gran chica estoy muy feliz de tenerla aquí conmigo y seguro de que
formaremos una increíble amistad. Durante la comida en Central Park pude notar
que le cayó muy bien a Leo y Nat, ojalá así fuera con mi novia. Leo no tiene
mucha relación con ella pero sé que toma distancia por mi hermana.


Capítulo 7

Otro día más en Nueva York, extrañando a mi novia e ilusionado con mi
compañía. Hoy tengo una junta muy importante con nuevos clientes, me aburren
demasiado pero tengo que asistir, le pediría a Nat que lo hiciera pero prefiero
que se vaya a Los Angeles a dirigir la otra empresa.
Baje a desayunar y después me fui caminando hasta el trabajo, realmente no
era mucha la distancia solo tenía que atravesar Central Park, además amo
caminar en ese lugar.
Al llegar le pedí a Mónica que previniera todo para la junta y llame a Blake
pero en su oficina nadie contesto y su celular estaba apagado, supongo que
también debe estar en junta o algo así.
Después de un rato llego Jane, la verdad me sorprendió no la esperaba tan
temprano.
—¿Qué haces aquí? —le dije mientras la saludaba.
—Pues vine a trabajar.
—Ósea si pero no te esperaba tan temprano, ¿no tendrás problemas en la
universidad por esto?
—No, para nada lo que pasa es que como ya casi acabo la carrera no tengo
muchas clases o a veces ninguna.
—Ok pero de todos modos no la descuides.
—Lo prometo —hizo una señal con la mano.
—Bueno comencemos con tus actividades. En unos quince minutos
empieza mi junta, en lo que eso sucede quiero que le pidas a Mónica una copia
de mis actividades y comiences a pasarlas a tu agenda. También que te de una
copia de todos los contactos laborales como abogados, mi médico, el capitán del
jet, socios, etc. y en este cajón encontraras una lista de mis contactos personales.
Otra cosa, quiero que me reserves una mesa en un restaurante italiano en Times
Square y que el chofer me recoja aquí a las tres. Y por último busca un lugar
donde pueda comprar un Corvette.
—¿No te gustan los autos de tu propia empresa?
—No es que no me gusten pero no van con mi estilo. Por cierto no olvides
ir a firmar tu contrato y que te den las llaves de uno de los carros. También en
aquella repisa hay una tarjeta de crédito con ella vas a pagar todo lo que yo te
pueda pedir como comidas, boletos de avión, material, libros, etc. también con
ella pagaras los gastos del auto, úsala y cuídala bien por favor.
—Lo prometo.
—Ahora si me lo permites tengo una junta te quedas en tu oficina, ya te
mandare adaptar un escritorio por allá.
—No te preocupes.
Salí y me dirigí a la sala de juntas, morí de aburrimiento por casi 45
minutos, sin embargo, esos clientes representaban 10 millones de dólares así que
me mostré lo más atento y entregado posible.
Al regresar a la oficina Jane seguía pasando contactos pero ya tenía una
lista de los lugares en donde comprar mi futuro auto y mi reservación para
comer. En ese momento Mónica llamo a la puerta y la abrió un poco...
—Señor alguien quiere pasar a verlo.
—Mónica voy a salir un momento a recoger unos documentos dile que
regrese más tarde por favor.
En ese momento Mónica abrió la puerta completamente.
—No me vas a recibir amor.
—Amor ¿qué estás haciendo aquí? —el corazón casi se me sale y sentí
mucha emoción —que hermosa sorpresa me acabas de dar.
—Te dije que si te portabas bien vendría —miro mi labio como
inspeccionando si aún tenía rastro de la pelea —ya casi no se te ve tu golpe bebe
pero te ves muy sexy así.
Le di un beso y por un momento olvidé que aún estaban ahí Mónica y Jane.
—Mónica gracias te puedes retirar. Amor te quiero presentar a mi amiga y
asistente Jane.
—Mucho gusto Jane.
—El gusto es mía señorita Blake —dijo un poco apenada.
—No por favor solo Blake.
—Está bien. Alex si gustas yo puedo ir a recoger los documentos ya me han
entregado las llaves del auto.
—Que gran idea Jane, te lo agradeceré mucho —apunte la dirección —este
es el lugar, si tienes inconvenientes márcame.
—Por supuesto, nos vemos en un rato. Hasta luego Blake.
—Gracias Jane.
Estaba muy emocionado porque Blake estaba ahí, espere a que Jane saliera
para poder darle un buen beso a mi hermosa novia.
—¿Por qué no me avisaste? Pude ir por ti al aeropuerto.
—Quería sorprenderte bebe.
—Lo hiciste amor, me encanta que estés aquí. Hice reservación en un
restaurante italiano para más tarde ¿te gustaría ir ahí o cambiamos el lugar?
—Me encanta la idea.
—Vamos a caminar un rato o mejor aún, acompáñame a comprar mi nuevo
auto.
—Tú y tu vicio por los autos bebe.
—Yo no digo nada de tus zapatos ¡eh!
—Ok tienes razón vamos por tu auto.
—Y de paso si quieres te puedo comprar un sexy vestido rojo para festejar
que estas aquí conmigo —le dije en tono coqueto.
—Señor Maldonado que esta insinuando. Todo dependerá de su
comportamiento en lo que resta del día.
Le di un gran beso y salimos, recorrimos las agencias de autos que Jane me
busco y afortunadamente pude cerrar un buen trato. Después lleve a Blake de
compras, pasamos a una increíble chocolatería y finalmente fuimos a comer.
Al terminar la comida charlamos por un largo rato, regresamos a Central
Park y cuando dieron las 8:00 pm le pedí que se adelantara al hotel en lo que yo
regresaba a la oficina para recoger los papeles que Jane me había hecho favor de
recoger. Cuando llegue a mi oficina ella seguía ahí, lo cual me desconcertó un
poco...
—Jane ¿por qué sigues aquí?
—Es que no me dijiste a qué hora me podía ir.
—Qué pena contigo Jane —le dije muy avergonzado —te pido una disculpa
pero tú te puedes ir después de las 6 a menos de que yo te indique lo contrario.
—No te preocupes estuve pasando al iPad todo lo que me pediste y no tiene
mucho de que acabe.
—¿Ya comiste?
—Si, Mónica me hizo favor de pedir algo de comida para ambas.
—Menos mal, sabes que con la tarjeta que te di también puedes pagar tus
comidas ¿verdad?
—No sabía pero gracias por decirlo. En ese sobre están los papeles que
recogí.
—Ok gracias llévate el auto, no quiero que te pase nada en el camino —
mostré preocupación.
—No te preocupes Alex lo haré te lo prometo, gracias por todo —se levantó
y se dirigió a la puerta.
—¿No te piensas despedir de mí? —le dije bromeando.
—¿Perdón?
—Aparte de mi asistente eres mi amiga —vi algo raro en su mirada— ¿Te
sientes bien? Te siento un poco diferente a como estabas en la mañana.
—Si no te preocupes solo estoy un poco distraída —se acercó y me dio un
beso en la mejilla.
—Ok cuídate mucho te veo mañana.
Salió y me dispuse a revisar los papeles, todo estaba en orden. Sin embargo,
no dejaba de pensar en su comportamiento espero que todo esté bien. Después de
eso me dirigí al hotel y al entrar me tomo por sorpresa la decoración de la
habitación. Había pétalos por todos lados, velas aromáticas y en la cama un
corazón hecho también con pétalos. Pude notar algunas flechas en el piso que se
dirigían al baño, cuando entre estaba Blake en el Jacuzzi entre burbujas y más
pétalos, dos botellas de champán esperando ser bebidas y un poco de jazz.
—Señor Maldonado espero que haya descansado ayer porque esta noche no
va a dormir —dijo en tono seductor.
—Futura señora de Maldonado yo me preocuparía más por usted —
respondí de la misma forma.
La verdad es que no vale la pena dar detalles de la increíble noche que
pasamos, amo intensamente cuando me hace este tipo de sorpresas. Aún
recuerdo la maravillosa noche que pasamos en la playa de Malibu en nuestro
primer mes, me encanta lo apasionada que es para todo.
Con tan solo cuatro horas de sueño salí a las 6 am a correr, la mañana era
bastante fría tal y como me gusta. Comienzo a pensar que no es tan mala idea
mudarnos a esta ciudad al fin y al cabo solo serán unos meses y después si Blake
lo decide nos mudaremos por completo a Montana.
Cuando volví al hotel ella seguía dormida así que procure no hacer mucho
ruido. Tome una ducha, me cambie y le deje una nota diciéndole que me llamara
si quería ir a comer o saldría con alguna de sus amigas.
Al salir del hotel camine unos 200 metros cuando comencé a escuchar
como tocaban el claxon desesperadamente. Decidí voltear y era mi pequeña
hermana Nataly.
—¿Cuánto cobras guapo? —comenzamos a reír al mismo tiempo.
—No creo que le alcance señorita —respondí —pero creo que usted es más
del tipo femenino y no tengo unas buenas bubis que ofrecerle —nos
carcajeamos.
—Eres un tarado súbete, vamos al mismo lugar.
Adoro cuando nos molestamos de esa forma.
—Supe que llego tu señora.
—¿Quién te lo dijo?
—Ayer pase a la oficina y estaba tu linda asistente trabajando. Le pregunte
por ti y me dijo que te habías ido con tu novia.
—No me digas que la acosaste, eso explicaría porque estaba tan rara ayer.
Te lo advierto no la molestes porque si se va le diré a Leo que la engañaste con
aquellas gemelas de las Vegas.
—¡Noooo! te juro que no le hice nada —se asustó un poco.
—Más te vale pero bueno volviendo al otro tema... sí, mi novia vino a
visitarme y me encanto la sorpresa.
—Qué horror —susurro.
—¿Qué dijiste? —le pregunte extrañado.
—No nada que me alegro mucho espero se quede contigo hasta que
regreses a Los Angeles.
—Yo también y ¿tú cuándo te vas?
—Pues ya en un rato, de hecho iba a despedirme de ti, dejar el auto de la
compañía y después Leo pasara por mí.
—Ok hermana.
Llegamos a las oficinas y vi a Jane tomando un café en la recepción. La
saludamos y le dije que me alcanzara en cuanto terminara.
Al llegar a mi oficina Nat comenzó a decir locuras.
—¿Has notado cómo te mira tú asistente?
—Para ti todas me miran con amor.
—No, bueno si pero... ella te ve de una manera diferente.
—Pues te tengo que confesar algo, a ella la conocí un día antes de que me
presentarán a Blake y me encanto pero jamás la volví a ver hasta hace apenas
unos días.
—¿Ósea que de no ser por Blake estarías con ella?
—No exactamente porque solo la vi como dos minutos en el aeropuerto de
Los Angeles, tal vez si la hubiera perseguido entonces probablemente ella seria
ahora tu cuñada.
—Pues me cae mucho mejor que tu noviecita.
—¿Ya vas a empezar?
—Ok me callo pero eso es lo que yo pienso.
En ese momento entro Jane.
—¿Compraste tu auto Alex?
—Si, en unos días me lo entregan te pido por favor que te encargues de los
trámites del seguro, placas, etc. a partir de mañana.
—Está bien, hoy cuales serán mis actividades.
—Quiero que busques inmobiliarias y que te manden las mejores opciones
de departamentos en Nueva York.
En ese momento Nat interrumpió.
—No me digas que es para vivir con...
—Si, será nuestro regalo de meses de novios.
—¡Estás loco! vas muy rápido tienes que relajarte.
—De todos modos tengo que comprar uno para vivir aquí y si ella también
se va a venir lo más lógico es que vivamos juntos. Además tú tienes casi el
mismo tiempo con Leo y no solo viven juntas sino que ya hasta se prestan los
calzones.
Jane quiso reír pero se contuvo.
—Ahhh ¿se trata de divulgar intimidades? Jane déjame decirte que aún le
gustas a Alex.
Se puso roja como jamás la había visto antes y yo me sentí muy incómodo,
después ella dijo.
—Comenzaré a buscar lo que me pediste si me necesitas estaré en la sala de
juntas.
Nataly no pudo contener la risa y soltó tremenda carcajada.
—¿Cómo te atreves a decir eso Nataly? —le dije muy avergonzado.
—Es la verdad luego luego se nota la tensión entre ustedes.
—Ok si me gusta pero yo amo a Blake y no me gustaría que se diera cuenta
de eso o hagan chismes, sabes que es muy celosa.
—Si y que te pega —reía aún más.
—Síguele, síguele y Leo se va a enterar que te fuiste con dos gemelas
ardientes.
—Ok tienes razón ya me calmare pero conoce mejor a Jane te puedes llevar
una sorpresa y a lo mejor hasta descubres que Blake no es la mujer que
pensabas.
—Desde hace meses me vienes diciendo eso ¿sabes algo que no sepa?
—Hermano es tu relación y no quiero que te equivoques eso es todo.
—Mmmm está bien —le respondí con un poco de duda.
A los 15 minutos le llamo Leo diciendo que estaba esperando abajo en un
taxi ya con el equipaje, me despedí de Nat y les desee un buen viaje.
Minutos más tarde Jane regreso y me dio una lista con los mejores
inmuebles de la ciudad.
—Aquí está una lista con las mejores inmobiliarias de la ciudad y en esta
otra los mejores departamentos cerca de este edificio.
—Muchas gracias Jane necesito que vengas conmigo a verlos. ¿Has
pensado en alguno para ti?
—Si pero yo tendría que buscar otro tipo de lista, alguna más económica.
—Pues si quieres aprovechamos y buscamos uno que te guste.
—¿Y tu novia?
—No quedamos en nada, lo más seguro es que salga con sus amigas. ¿Por
qué te preocupa tanto? Te prometo que no te va a pegar, sabe que somos amigos
y trabajas conmigo.
—Está bien, tú me avisas a qué hora salimos.
—Si no te preocupes, te pido discreción de esto por favor porque quiero que
el departamento sea una sorpresa.
—Soy una tumba.
Efectivamente más tarde me marco Blake para decirme que se vería con
unas amigas en el spa, así que aproveche para ir a ver los departamentos y si
alguno era de mi agrado, hacer el trámite de una vez para que lo amueblaran y al
volver de Los Angeles ya estuviera listo para instalarnos.
Nos sentamos a elegir cinco buenas opciones, a decir verdad no tardamos
mucho ya que elegí las que tuvieran mejor vista a Central Park o lo más cerca
posible. Marcamos para hacer cita con cada una de las inmobiliarias y
posteriormente salimos.
Decidimos caminar, no quedaban muy lejos además creo que es un hábito
que compartimos mutuamente, preferimos caminar que andar en auto. Llegamos
a la primera opción, un hermoso apartamento con dos habitaciones, tres baños,
terraza con vista hacia Central Park, sala de entretenimiento, etc. Sin embargo, la
cocina era muy pequeña y no me convencía del todo, Blake no cocina pero yo si,
así que tuve que descartarla.
Posteriormente fuimos hacia la avenida de Columbus, solicitamos el acceso
y nos dirigieron al departamento, sin embargo, la persona que nos lo tenía que
mostrar aun no llegaba, así que decidimos esperar. Aproveche para conocer un
poco más a Jane.
—Es una linda casa Alex.
—Lo sé es muy linda ¿te gusta?
—¿A quién no le gustaría?
Contemple su hermoso rostro por un momento y dije.
—¿Qué te gusta hacer? ¿Cuáles son tus gustos?
—¿A qué viene esa pregunta? —preguntó desconcertada.
—No sé, me gustaría conocerte más —me encogí de hombros.
—Pues... me gusta mucho la literatura creo que eso es más que obvio,
pintar, ir a museos, la fotografía, el cine y todo tipo de cultura antigua.
—Eres como mi otro yo pero en mujer —respondí mientras recorríamos las
habitaciones.
—La verdad es que no me sorprende, luego luego se nota que eres un
hombre bastante culto e interesante.
—¡Tú también Jane! deberíamos intercambiar información algún día, ya
casi no tengo amigos que se animen a aprender sobre cultura y la mayoría cree
que soy un nerd. ¿Te platique que tengo una biblioteca inmensa en Montana?
—No pero me parece hermoso, yo tengo muchos libros pero no para formar
una biblioteca —reía.
—Tal vez algún día te lleve para que la conozcas.
—¡Claro! por qué no.
En ese instante llego la persona encargada de mostrarnos la casa.
Mientras tanto a miles de kilómetros de distancia ya casi para aterrizar en
Los Angeles, Nataly y Leo platicaban un poco sobre Jane.
—Deberíamos hacer algo para que Alex conozca más a Jane —dijo Nat
mientras miraba por la ventanilla.
—Nena no te metas en esa relación, por mucho que no te guste la relación
de Blake y tu hermano, debes respetar que él la ama —dijo mientras leía una
revista.
—Lo sé pero no me digas que no te diste cuenta de lo bien que se llevan.
—Si pero insisto en que no te metas o ¿quieres perder su amistad?
—No pero... tú sabes que desde que la vimos con el tal Edward en los
Hamptons la soporto mucho menos y me molesta no poder decírselo a Alex.
—Yo sigo pensando que no deberíamos meternos, él tiene que darse cuenta
de con quien esta y aunque a mí tampoco me caiga muy bien su mujer, debemos
mantenernos al margen. Además si de verdad crees que Jane es mucho mejor
para él pues se dará cuenta poco a poco, van a pasar mucho tiempo juntos.
—Tienes razón pero si el investigador que contratamos nos confirma que se
sigue metiendo con Edward, prométeme que se lo diremos.
—Te lo prometo nena.
De regreso a la gran Manzana me encontraba todavía en Columbus con
Jane, la encargada de cerrar la venta continuaba mostrándonos los atractivos de
la zona y por supuesto la casa. La verdad es que no lo pensé mucho ya que al
estar en el último piso la vista era espectacular así que cerré el trato.
—Excelente compra señor, sígame de este lado para explicarle los próximos
trámites —me dijo la señorita.
—Gracias pero me gustaría que ella —me dirigí hacia Jane —sea la que se
encargue de eso.
—Por supuesto, les aseguro que los dos estarán muy contentos de vivir
aquí.
—Supongo que si —me limité a contestar y le sonreí a Jane tratando de
calmar aquella confusión.
De repente sonó mi celular y era Blake que se encontraba todavía en el spa,
se disculpó porque llegaría un poco tarde y me pidió que pasara por ella y sus
amigas más tarde.
—Alex todo listo —me dijo Jane mientras colgaba.
—Ok Jane ¿crees poder realizar todos los trámites?
—Soy madre soltera, estudio y trabajo, podría ser Superman si quisiera —
reía.
—Pero que modesta me salió señorita espero que siempre tenga ese ánimo
y no como el de ayer —le advertí.
—Te lo prometo porque no debes tener una nana gruñona.
—Que mala onda —reí por un rato —pero vamos ¿te puedo invitar a
comer?
—Solo si no es a uno de esos restaurantes finos.
—¡Hecho! —le estreche mi mano.
—De acuerdo —estrecho su mano con la mía —pero antes déjame cancelar
las otras citas con las inmobiliarias.
—Perfecto.
Después de algunas llamadas y conocer algunos términos y condiciones de
la compra, nos dirigimos de nuevo a las calles de Nueva York.
—¿Qué te gustaría comer?
—No tengo idea.
—Se me antoja algo de comida rápida, unos tacos, hamburguesas, grasa o
algo que tape mis arterias —hice un pequeño puchero.
—Es la mejor comida y conozco buenos lugares por aquí. Cuando eres
estudiante te vuelves experto en comer comida que daña tu organismo.
—Pues entonces vamos a un lugar donde vendan hamburguesas y cerveza
por favor.
—Hay uno cerca de aquí pero no quiero que te desmayes al entrar, ya que
huele a universitario y según se tu odias eso.
—No lo odio —reí un poco avergonzado —además será bueno recordar
viejos tiempos.
—Ni que fueran tantos pero está bien.
Nos dirigimos a un local con un diseño rockero, la música que reproducían
era de los 80s y 90s, cuando entramos estaba una canción que me gusta mucho
"November Rain". Había mucho universitario comiendo hamburguesas, hot dogs
y bebiendo cerveza, justo lo que necesitaba. Tomamos una mesa y una chica nos
acercó la carta con todo tipo de hamburguesas desde la sencilla hasta la de tres
pisos. Yo pedí una con doble carne mientras Jane prefirió una hawaiana, en lo
que traían la orden pedimos papas a la francesa y unas yardas.
—Espero no parecer indiscreto Jane pero... ¿tienes contacto con el padre de
tu niña?
—Pues... —parecía incomoda —él sabe que la niña existe pero jamás ha
querido conocerla y mucho menos hacerse cargo de ella.
—¿Y cómo lo conociste?
—Jamás le he contado esto a nadie más que a mi madre pero te lo diré
porque sé que eres una persona confiable —comenzó a ponerse nerviosa.
—Claro Jane tienes mi entera discreción y confianza.
—Su papá me lleva casi 10 años, es un hombre casado y yo simplemente
por amor creí que algún día se divorciaría. Seguramente todo lo que pensabas de
mí se derrumbó con lo que te acabo de contar.
—No Jane eso nunca, yo no soy quien para juzgarte. Honestamente no me
la esperaba pero sé que por amor cometemos muchas estupideces, yo lo único
que veo aquí es que eres muy feliz con tu hija y admiro la persona que eres ahora
no lo que fuiste. Yo también cometí muchos errores de los que me arrepiento así
que no te preocupes por lo que yo pueda pensar —tome su mano.
—Gracias Alex, ella es mi adoración, hasta ahora no he necesitado nada de
su padre y después de todo el apoyo que me has brindado, sé que menos lo
necesitare.
—Así se habla, eres muy linda e inteligente y yo te apoyare en todo lo que
pueda.
Acomode su cabello y acaricie un poco su mejilla, mientras mi otra mano
tomaba la suya, por un momento sonreímos pero de repente me dije a mi mismo.
—¿Qué estás haciendo Alex? tienes novia, compórtate.
Así que me incorporé y creo que ella notó un poco mi incomodidad. No sé
qué me paso pero sabía que no podía comportarme de esa manera con Jane
porque podría tener problemas con mi novia. Afortunadamente ese momento se
vio interrumpido por la mesera que llego con nuestra orden y comenzamos a
hablar de otras cosas mientras comíamos.
Más tarde nos dirigimos de nuevo a la oficina para checar los pendientes
que pudiera haber. Aun me sentía un poco incómodo y mal por lo ocurrido pero
trate de calmarme porque al fin y al cabo no había hecho nada malo, sin
embargo, no podía negar la atracción que sentía hacia ella. Después de un rato
Jane se retiró y yo me dirigí al hotel a descansar en lo que Blake me pedía pasar
por ella y sus amigas.



Capítulo 8

Han pasado ya unos meses desde que me mude por fin a Nueva York. Blake
está encantada con la casa, se ha dedicado a decorarla por completo y aunque
tuvimos algunas discusiones porque no le gusta que pase tanto tiempo en la
oficina hemos podido resolver cada uno de nuestros enfrentamientos. Su familia
está muy contenta con nuestra relación tanto que hasta su padre ya ha insinuado
que le pida matrimonio a su hija. En cuanto a los negocios todo va perfecto, Jane
ha llevado todo de la mejor manera y estoy muy contento con su trabajo. Tuve
oportunidad de conocer a su hija y a su mamá, quede enamorado de esa pequeña,
es una dulzura, la viva imagen de Jane.
Por otro lado estoy muy contento porque cumplo seis meses con Blake y
nos iremos a Europa por tres semanas. Recorreremos España, Alemania,
Inglaterra, Portugal, Italia, Francia y si se puede Rumanía, todo dependerá de
cuanto tardemos en cada ciudad y por fortuna elegimos fechas donde la cantidad
de turistas no es muy grande.
Últimamente me he sentido muy extraño, hace dos días estuve a punto de
besar a Jane bueno... de hecho ambos pero por fortuna reaccionamos a tiempo,
no quiero ni pensar que habría pasado de haber sucedido. Espero que estas tres
semanas me ayuden olvidar esa atracción que siento por ella porque Blake es la
mujer de mi vida y me siento muy culpable de todo esto, sin duda pasar tanto
tiempo con Jane me hace mal.
El avión saldrá en quince minutos, Blake ya ha abordado y yo me encuentro
pensativo fuera del hangar...
—¿Qué te pasa Alex? —me lo repito mil veces mientras mi cuerpo crea un
escalofrío.
¿Por qué si amo tanto a Blake no dejo de pensar en Jane? Y si, sé que ella
me gustó mucho antes que mi novia pero el destino no quiso y puso a Blake en
mi camino.
—¡Dios estoy tan confundido! —dije en voz alta por un momento.
De verdad necesito alejarme de Jane por un tiempo y este es el mejor
momento. El único error que cometí fue el contárselo a Nat porque
inmediatamente dijo que dejara a Blake pero es obvio que fue porque no la
soporta solo espero que no hable de lo sucedido con Jane, me sentiría muy
apenado y aún más porque ni siquiera tuve el valor de despedirme de ella en
persona solo le deje dicho que le mandaría instrucciones con mi hermana.
El piloto me ha hecho una señal parece que es hora de partir.
—Adiós Nueva York, adiós Jane. Lo siento pero es por el bien de los dos —
susurre mientras di gran un suspiro.
Mientras yo salía de Nueva York, Nat llegaba a la quinta avenida para
hacerse cargo de todo en lo que yo regresaba, al entrar a la oficina se topó con
Jane.
—¿Jane? no pensé encontrarte aquí —le dijo Nat un poco sorprendida.
—Bueno es que Alex me mando un texto diciendo que tú me darías
instrucciones.
—¿No vino a despedirse?
—No —su rostro mostraba un poco de decepción —desde ayer no ha
venido.
—Que cobarde eres hermano —dijo en voz baja —Jane ¿sabes que mi
hermano me cuenta todo?
—Supongo —contesto nerviosa.
—Sé que ustedes estuvieron a punto de besarse —se sentó a su lado.
—Fue un error —dijo apenada —jamás volverá a pasar.
—Jane no quiero ser entrometida pero yo soy muy directa y en este tiempo
nos hemos hecho muy buenas amigas, así que te voy a contar cosas que me
tienen muy preocupada.
—Está bien... —mostró un poco de preocupación y confusión.
Nataly le pidió a Mónica dos tazas de café y continuo.
—Mira Jane mi hermano ya está grande y probablemente esté enamorado
pero lo que no ve es que va muy rápido y lo que empieza así, termina de la
misma forma. Paso mucho tiempo para que él se volviera involucrar con alguien
y me preocupa que solo sea una ilusión, lo peor es que está teniendo dudas pero
se niega a aceptarlo...
—¿Dudas? —interrumpió Jane.
—Si, desde que estuvo a punto de besarte estaba tan agobiado que me
marco diciendo que se tenía que alejar de ti un tiempo porque comienza a sentir
cosas que lo hacen sentir culpable. Su viaje más que una celebración es una
forma de escapar de sus sentimientos.
—No lo puedo creer —se levantó sorprendida y comenzó a caminar por la
oficina.
—Él dice que Blake es el amor de su vida y que no la quiere perder pero su
corazón le está diciendo otra cosa —callo por un momento y continuo— ¿Qué
sientes tú por él?
—Yo... —dudo y suspiro —me enamore de él desde el momento en el que
me defendió en aquella cafetería.
—Eso es lo único que quería oír Jane...
—Bueno es que tu odias a su novia por eso me apoyas —río un poco
nerviosa.
—Jane... ella lo está engañando con Edward, su ex novio.
—¡¿Qué?! —dijo asombrada y enfada —pero ¿cómo es posible? ¿por qué
no se lo has dicho?
—Porque no tengo pruebas y no quiero lastimar a mi hermano. Contrate un
investigador y la ha visto tres veces con ese tipo.
—¡Esa maldita golfa! —dijo eufórica.
—Lo sé pero no tengo pruebas y así no puedo decirle.
—Yo lo quiero tanto y no puedo creer que tuviera que huir del país para
olvidarme.
—Le gustas mucho, me lo ha dicho y adora a tu hija pero está empeñado en
que Blake es la mujer para él y temo que acabe mal, a mí me encantaría que tu
fueras la mujer con la que pueda compartir su vida.
—Gracias solo que... —derramo algunas lágrimas —si él se la pasa
huyendo nunca va a funcionar.
—Lo sé pero por el momento creo que no podemos hacer nada, se ha ido y
solo queda esperar a que regrese.
—¿Y si... me olvida?
—No te ha olvidado desde que te vio en aquel aeropuerto Los Angeles ¿qué
te hace pensar que lo hará ahora que tiene sentimientos por ti?
—Pero... ¿si se decide por ella?
—Tengo la esperanza de que ella cometa un error que mi hermano no pueda
soportar y la deje.
—No se Nat pero creo que tienes razón debemos esperar a que vuelva.
De regreso a mi vida y algunos horarios más tarde por fin llegamos a
Galicia, España. El clima era de lo más agradable, me alegraba estar de nuevo en
un lugar donde hablaran mi idioma natal. Blake estaba muy contenta e
inmediatamente me pidió que la llevara de compras para después ir a las
hermosas playas de las Islas Cíes, pasamos un día maravilloso y aquellas aguas
cristalinas me hicieron recordar las playas del Caribe de México, ojalá pronto
pueda ir a visitarlas.
Aquellos días fueron como si estuviéramos celebrando nuestra luna de miel.
De Galicia nos dirigimos a Vilamoura, Portugal donde practicamos todo tipo de
deportes acuáticos, golf, equitación, tenis y pesca deportiva.
Después de estar muy bronceados decidimos pasar a las ciudades, así que
nos dirigimos a París, Milano y Múnich. Tuvimos que comprar más maletas
porque la cantidad de cosas que habíamos comprado ya no cabían en las que
traíamos desde Nueva York. Y por fin antes de dirigirnos a Londres pasamos por
Rumanía, desde hace ya bastante tiempo quería conocer el país y por fin se me
había hecho.
Después de tres días volamos para Londres y mientras Blake dormía me
detuve a mirar por la ventanilla y analizar si aquellas ya casi tres semanas me
habían servido para aliviar mi confusión. Definitivamente creo que me hizo muy
bien no ver a Jane ni comunicarme con ella durante este tiempo, por otro lado el
haber pasado días tan maravilloso con Blake lograron que reafirmará mi amor
por ella, así que mientras miraba como dormía decidí que ya era momento de dar
el siguiente paso. Le pediré matrimonio dentro de dos semanas en la hermosa
ciudad de Rio de Janeiro, Brasil. Ahí fue donde murió su abuelo, una de las
personas más importantes en su vida, me propuse que al llegar a Nueva York
comenzaría con los preparativos para que todos nuestros allegados me apoyaran
con esta propuesta. Estoy seguro de que es con ella con quien quiero pasar el
resto de mi vida.
Días después regresamos a Nueva York, tuvimos que pedir una limosina
para que todas las maletas fueran transportadas hasta el apartamento y aunque
algunas contenían regalos debo admitir que exageramos con las compras en
Italia y Londres.
Ya que todo el equipaje se encontraba en nuestro piso, decidí hacer algunas
llamadas mientras Blake tomaba un baño. Primero le llame a Dave...
—Hey Dave ¿cómo estás hermano?
—Hola cariño, muy bien ¿ya han llegado a Nueva York?
—Sí, no tenemos mucho de haber aterrizado.
—Qué bueno que ya estén de vuelta espero me hayas comprado muchos
obsequios ¡eh! Por cierto ¿cómo está mi hermosa?
—Bien, en este momento está tomando una ducha y quise aprovechar para
pedirte un mega favor.
—¿Qué pasa cariño? lo que quieras.
—Le voy a pedir matrimonio...
—¡Ahhhhhh! —gritó tanto que casi revienta mi tímpano —dime que no es
una broma.
—No pero necesito discreción y que me ayudes a preparar todo para
pedírselo ¿puedes venir? o ¿voy a Los Angeles?
—No cariño estaré encantado de ir, mañana mismo estaré ahí, quiero que
me lo cuentes todo y sabes que soy una tumba.
—Lo se entonces te espero en mi oficina mañana mismo.
—Claro cariño nos vemos, salúdame a mí hermosa, besos para ambos.
—Salúdame a Ana, besos también.
Bueno ya hecha la primer parte decidí llamar a Nat...
—¡Vaya hasta que el señor se digna a llamarme! —dijo con un poco de
sarcasmo.
—Yo también te extrañe hermana —reí— ¿cómo estás?
—Muy bien y... ¿tú? ¿Ya llegaste?
—Si hace un rato ¿en dónde estás? Me gustaría verte.
—Estoy en la oficina con Jane quieres que te veamos.
—No, a ella la veo mañana me urge hablar contigo paso por ti en quince
minutos ¿te parece?
—¿Va a ir Blake?
—No, ella está muy cansada, después de su baño tomara una siesta.
—¿Está todo bien? —preguntó preocupada.
—Si solo quiero hablar contigo.
—Está bien te veo en quince minutos abajo.
—Perfecto, salúdame a Jane.
Colgué de inmediato antes de que se le ocurriera pasármela, aún estaba
apenado por lo de la última vez y no quería verla hasta mañana porque por el
momento me preocupaba más lo que pudiera decir Nat cuando le contara que me
iba a comprometer con Blake.
Fui a buscar un abrigo ya que estaba nevando bastante, me dirigí al baño y
mi bebe se encontraba en la tina escuchando música, le dije que saldría un
momento a ver a Nat y que trataría de no tardar para que encargáramos algo de
cenar.
Tome el Corvette, fui directo a la quinta y me estacione justo en la entrada
para esperar a Nat. Pasaron cinco minutos aproximadamente cuando salió y
detrás de ella venia Jane, sentí un vacío en el estómago y un poco molesto
porque ya le había dicho a Nat que necesitaba hablar con ella a solas. Se
despidieron, Jane volteo hacia mi auto pero no hizo intento de saludarme fue
como si viera a cualquier otra persona en el camino y después subió a su auto.
—¿Estará molesta conmigo? —me cuestione preocupado.
Tendría toda la razón ya que durante tres semanas solo hablamos dos veces
y por cuestiones de trabajo pero decidí no agobiarme, tenía asuntos más
importantes que atender.
Nat subió al auto, me dio un fuerte abrazo, un beso y dijo...
—Te extrañe mucho Alex, me hiciste mucha falta todo este tiempo —
tiritaba de frío.
—Lo se hermana yo también te extrañe mucho pero he vuelto y necesito
platicar contigo, te parece si vamos por un café.
—Claro con este frío si se antoja.
Maneje dos cuadras, entramos a un Starbucks, ordenamos y buscamos una
mesa.
—Me dejaste muy preocupada Alex ¿qué te pasa? debe ser muy importante
para que me pidieras que nos viéramos en cuanto llegaste.
—No es nada grave pero necesito platicar contigo. Primero que nada te
quiero preguntar si le has comentado a Jane sobre lo que estuve sintiendo por
ella.
—No Alex no te preocupes pero ¿sintiendo? acaso... ¿ya no lo sientes? —
bebió un sorbo de su taza.
—Nataly, tengo mucho miedo de lo que siento pero no quiero que una
atracción tan fuerte como lo que me provoca ella me haga perder un futuro
seguro con Blake. Tú sabes que yo la amo, este tiempo me sirvió para confirmar
lo que ya sabía y calmar un poco mis sentimientos por Jane.
—¿Calmar? ¿por cuánto? —se molestó un poco.
—Para siempre, además... —me detuve un momento.
—Además ¿qué? —preguntó insistente.
—Le voy a pedir a Blake que se case conmigo en dos semanas.
Un silencio incomodo invadió nuestra mesa, note como se desconcertó y
trato de acomodar sus ideas mientras giraba su taza de café.

- No sé qué decir Alex me tomas por sorpresa.

- Lo único que quiero es que me apoyes, yo la amo con toda mi alma, viví
momentos hermosos a su lado estas tres semanas, me demostró que es la
mujer con la que puedo pasar el resto de mi vida. Apóyame por favor es
lo único que te estoy pidiendo, se feliz por mí. Sé que no estás de acuerdo
con esta decisión pero yo tampoco he estado de acuerdo con muchas de
tus decisiones, sin embargo, he apoyado cada una de ellas con tal de verte
feliz. Me gustaría que tú hicieras lo mismo por mí.

- Alex... —suspiro —perdóname tienes razón he sido muy egoísta tengo que
aceptar tus decisiones, si ella te hace feliz y tú eres feliz con eso me basta
porque yo solo quiero tu felicidad.

- Gracias Nat y si algún día me doy cuenta de que me equivoque por lo


menos sabré que fue bajo mi propia responsabilidad y no la de los demás.
- Y si eso llega a suceder yo estaré ahí para apoyarte —tomo mi mano.
—Gracias hermana te necesito ahora más que nunca.
—Y... ¿qué has pensado para la propuesta?
—Se lo pediré en Brasil y quiero que todos nuestros amigos más cercanos
viajen con nosotros para celebrarlo, sin embargo, quiero que sea una sorpresa así
que les pediré discreción por favor.
—Cuenta conmigo y con Leo —me sonrió y después pregunto— ¿qué va a
pasar con Jane?
—Nada seguiremos siendo amigos como hasta ahora, no le insinuaré nada
al fin y al cabo tú no le comentaste lo que yo te confesé así que no me preocupa.
—Y... ¿cómo sabes que cuando la veas no vas a sentir nada?
—Porque aunque lo sienta ya decidí lo que quiero y me apegare a eso.
—Está bien prometí apoyarte y lo haré.
—Muchas gracias Nat —tome su mano y le di un beso —mañana iré a la
oficina les traje varios obsequios a Leo y a ti espero verlas ahí. Dave también
vendrá porque me ayudara a organizar todo para el compromiso así que después
de eso podemos ir a comer los cuatro.
—Me parece bien, tiene mucho que no lo veo y me debe unos buenos
chismes.
—Pues entonces no se diga más —reí —mañana nos vamos a comer.
—Solo te quiero pedir un favor.
—Lo que quieras.
—No te portes mal con Jane sigue tratándola como lo has hecho.
—Te lo prometo, tú sabes que la quiero mucho y es una maravillosa amiga
para mí.
—Gracias.
—Bueno Nat me tengo que ir, te paso a dejar a tu casa.
—Si por favor porque ningún taxi va a querer subirme con esta nieve.
Salimos del local y la lleve a su casa, estaba muy contento de que Nat me
mostrara su apoyo en este nuevo paso que estaba por dar. Regrese a casa muy
feliz y cuando entre a la habitación Blake estaba profundamente dormida, la
contemple por un instante y supe de inmediato que estaba haciendo lo correcto.
Al siguiente día me levanté muy temprano para ir lo antes posible a la
oficina, supongo que Blake irá a su trabajo a ver que pendientes hay así que me
despedí y fui directo a la quinta. Al llegar ya había algo de personal, me dieron
la bienvenida y siguieron con sus actividades, continúe hasta mi piso y Mónica
me dio los buenos días, le pregunte sí había pendientes y me dijo que no,
aproveche para pedir un café. Entré a mi oficina esperando que Jane aún no se
encontrara ahí y así fue, sentí un gran alivio. Prendí el computador para ver los
reportes de ventas, embarques y envíos pero en ese momento sonó mi móvil, era
Dave por skype...
—Hola Dave ¿estás en el avión?
—Sí cariño madrugue para llegar lo antes posible a Nueva York, voy a
mitad de camino, cuando llegue te marco para que me esperes en tu oficina.
—Claro hermano iremos a comer con Nat y Leo, aquí te esperamos.
—Espectacular los veo en un rato. Besos
Creo que Dave estaba muy emocionado con la noticia. Me levanté para
mirar la hermosa vista hacia Central Park, la nieve cubría todo de una manera
espectacular, en ese momento escuche la puerta supuse que era Jane hice medio
giro y ahí estaba tan linda como siempre.
—Amm... —se trabo un poco.
—No soy un fantasma Jane, soy Alex o... ¿ya se te olvidó como soy?
—¡No! —respondió un poco nerviosa —es que sólo... disculpa no pensé
que fueras a regresar tan pronto al trabajo.
—Sabes perfectamente que soy muy responsable con mis obligaciones.
—Lo sé —sonreía.
—¿No piensas saludarme? —le pregunte mientras me acercaba a ella.
—¡Claro! qué bueno que ya estés aquí —me estrechó la mano —
bienvenido.
—Gracias —reí al ver la forma en la que decidió saludarme pero le
respondí de la misma manera— ¿cómo está tu hija?
—Bien gracias.
—Me alegro, estos obsequios son para tu mamá, Emma y para ti espero les
gusten —le acerque las bolsas.
—Gracias, no te hubieras molestado Alex.
—No es nada, no te preocupes.
Me miro por un momento como esperando que yo dijera algo pero no me
atreví, así que trato de cambiar el tema.
—¿Necesitas que te haga un resumen de todo lo que sucedió durante tu
ausencia?
—No, Nataly me informaba cada tercer día los movimientos de la empresa.
Lo que veía hace un momento era todo eso de los envíos.
—Entiendo... —la note algo desconcertada.
La situación era algo incomoda y podía sentir la tensión en el aire. No sabía
que decirle y era obvio que tampoco ella así que le pedí que investigará los
números de las oficinas de gobierno en Río de Janeiro y hoteles de lujo cerca del
cerro Corcovado.
Yo por el momento me quede mirando el increíble paisaje de Central Park,
estaba muy emocionado por mi futuro compromiso y recordaba los bellos
momentos en Europa.
Horas más tarde llego Nat y Leo, me saludaron y les entregue los regalos
que les había comprado.
—Hermanito muchas gracias por la chamarra me gustó mucho.
—No es nada, pensé en comprarte juguetes sexuales pero no estaba seguro
de si Leo estaría de acuerdo.
—Cuñado aunque no esté de acuerdo te los habría pedido de todas maneras
—reía.
—Lo sé pero que vamos hacer con esta mujer enferma —moví la cabeza.
—Síganle y después no chillen.
En ese instante entro Jane.
—Hola chicas. Aquí esta lo que me pediste Alex.
—Gracias pero toma asiento con nosotros, tomate un café.
Mónica toco a la puerta...
—Señor lo buscan.
—¡Hello bitches! —dijo Dave mientras se dirigía hacia mí.
—Hermano que bueno que ya has llegado.
—Sé que me extrañas cariño —me dio un abrazo.
—Qué bueno que lo sabes, llegas justo a tiempo —le indique a Jane que se
acercara —Dave ya conoces a mi asistente.
—Claro, como olvidar a esta chica tan linda y agradable ¿cómo te va con
este gruñón? —le dio un beso en cada mejilla.
—Bien ya me he acostumbrado —reía.
—Ahora sí cuéntamelo todo —terminaba de saludar a Leo y Nat.
—Pues... —dude un momento ya que Jane no sabía nada pero de cualquier
modo se enteraría —en dos semanas me comprometeré con Blake en Brasil.
Sentí un nudo en la garganta al ver la cara de de Jane. Nat la veía de reojo
pero continúe.
—Necesito que los cuatro me ayuden a organizar todo para ese día.
—¡Ay corazón! cuenta conmigo yo me encargo de hablar con nuestros más
íntimos para que preparen sus agendas y vuelen a Brasil sin problema —dijo
Dave mientras tocaba mi hombro.
—Por nuestra parte te podemos apoyar con las reservaciones en el hotel,
rentar los jets y el transporte —dijo Leo.
—Me encanta la idea, Jane ya tiene algunos números pónganse de acuerdo
con ella para que vayan viendo eso, también tiene mi número de tarjeta para que
hagan los cargos ahí. Yo me comunicare con el gobierno de Rio de Janeiro para
que me dejen subir al Cristo Redentor.
—¿Cristo Redentor? —preguntó Nat confundida.
—Si, le pediré matrimonio en la parte más alta del Cristo, necesito que
busquen alguien que lance fuegos artificiales cuando me de el sí.
—¡Cariño eres tan romántico! —Dave puso su mano en el pecho —me hace
tan feliz que mi hermosa se haya enamorado de ti.
Mi móvil comenzó a sonar, era Blake así que la puse en altavoz.
—Hola amor ¿cómo estás? —le dije.
—¡Amoooooor! estoy muy emocionada porque mañana me harán una
sesión de fotos, saldré en la portada de Forbes ¿puedes creerlo?
—Felicidades bebe te lo mereces, yo te tengo otra sorpresa —le hice una
señal a Dave para que se acercara.
—Adoro tus sorpresas amor... ¿De qué se trata?
—Hola hermosa espero me dejen salir en esa sesión...
—¡Daveeee! ¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó sorprendida.
—Negocios bebe pero cuéntame más sobre eso de la portada.
—¡Ay hermoso! me pidieron que saliera en la portada y quieren que Alex
salga conmigo en una de las fotos.
—¡¿Qué?! Estas mal —reí —tú sabes que esas cosas no son lo mío.
—Pues te aguantas porque mañana es la sesión y quiero que ambos estén
aquí conmigo.
—Ahí estaré hermosa en un rato te veo en tu apartamento.
—Si hermoso ahí los veo.
—Bueno amor... te dejamos. Cuídate, te amo.
—Yo también corazón, te amo mucho.
Pude notar la cara de desagrado de Nat pero ya estaba más que
acostumbrado, Jane sin embargo no decía nada...
—Bueno bitches vamos a comer muero de hambre —dijo Dave se
acomodaba el cabello.
—Claro —dijeron Leo y Nat.
—Yo no los puedo acompañar tengo cosas que hacer —respondió Jane
mientras recogía su computador.
—Ay linda es una lástima espero verte pronto nuevamente —se despedía
Dave.
—Adelántense chicos en un momento los alcanzó —dije.
Cerraron la puerta y espere un momento para asegurarme de que nadie más
escuchara lo que le iba a preguntar a Jane.
—¿Qué tienes? —pregunte preocupado.
—Nada solo tengo cosas que hacer —dijo mientras acomodaba algunos
papeles.
—Jane no tienes que hacerte la fuerte siempre.
—Si tengo que... —la tome del brazo mientras se dirigía a la puerta —
suéltame por favor.
—Jane... —la abrace con fuerza, trato de alejarse pero finalmente
correspondió a mi abrazo.
—Perdóname —sollozaba.
—Tú perdóname a mí por ser tan cobarde pero es lo mejor —bese su frente.
—Prometo ayudarte en esta nueva etapa en tu vida, eres mi amigo y quiero
que seas feliz, todo saldrá bien.
—Gracias Jane ahora me tengo que ir —me aleje —prométeme que estarás
bien.
—Lo prometo...
Salí de la oficina muy agobiado pero trate de disimular, no quería que los
demás sospecharan lo ocurrido.
Al día siguiente fuimos a la sesión de fotos, me sentía muy incómodo ya
que nunca había dejado que me hicieran este tipo de cosas pero quería darle
gusto a Blake. Según el director de la revista solo saldríamos en la portada juntos
en las demás ella sola, así que después de que nuestra toma quedo comenzaron
hacer algunos cambios en los fondos y luz. No podía dejar de admirar la forma
en que Blake se desenvolvía con las cámaras...
—Es muy hermosa —no dejaba de repetírmelo.
Estaba muy orgulloso de que fuera mi novia y muy pronto mi prometida.
Mientras le tomaban las fotos me lanzaba un guiño, beso o mirada coqueta. Dave
estaba encantado de poder estar presente durante la sesión y como conocía al
fotógrafo pues se estaba divirtiendo mucho.
Me duele mucho haber lastimado a Jane pero después de lo de Europa y ver
lo hermosa que es mi novia, estoy más seguro que nunca de que es con ella con
quien debo estar.




Capítulo 9

Han pasado dos semanas y por fin ha llegado el día en el que le pediré
matrimonio a Blake, todo y todos están listos para ese momento, hoy viajaremos
a Río de Janeiro, Brasil supuestamente por un viaje de negocios. Alquile dos
jets, uno para nosotros y otro para su familia y amigos, obviamente ella no sabe
ni sospecha absolutamente nada. Tuve que mover algunas influencias para que
me permitieran subir hasta la parte más alta del Cristo Redentor, ahí será donde
le haga la tan esperada propuesta. Estoy tan nervioso pero a la vez tan
emocionado, no sé qué es lo que me hizo pero estoy vuelto un loco por ella,
daría todo lo que tengo con tal de tenerla toda la vida junto a mí.
Muchos me cuestionaron del porque había elegido ese lugar y primero que
nada es porque ambos somos creyentes de Cristo, segundo porque en Río de
Janeiro murió su abuelo y porque quiero que se sienta cerca del cielo cuando se
lo proponga. Mi nivel de cursilería llego hasta su máximo punto y todos se
conmovieron tanto con mi plan que accedieron de inmediato y modificaron sus
agendas para poder viajar hasta Brasil. Cuando bajemos del Cristo estarán todos
nuestros amigos presentes para felicitarnos.
Espero que no sospeche nada porque quiero que sea la sorpresa de su vida.
—Blake ¿ya estas lista? —pregunte muy ansioso.
—Si amor, en un minuto voy —gritaba desde la habitación.
—No tardes bebe porque nos esperan 10 horas de vuelo.
—Si amor no te preocupes.
En lo que terminaba decidí llamar a Jane para ver cómo iba todo.
—Hola Jane, no puedo hablar mucho pero solo quiero saber cómo va todo
—susurre.
—Hola Alex, todo está bien no tienes de que preocuparte, todo saldrá como
me lo pediste.
—Muchas gracias no sé qué hubiera hecho sin ustedes. ¿Estas segura de
que no quieres venir? Me gustaría mucho que me acompañaras.
—No, no te preocupes además tengo exámenes finales y mi niña me
necesita.
—Ok te entiendo, de todos modos muchas gracias por todo y trata de
descansar.
—No, de que. Deseo que todo salga como lo pediste y muchas felicidades.
—Gracias, sabes que te quiero mucho ¿verdad?
—Yo también Alex, te mando un abrazo. Nos vemos.
—Nos vemos, dale un beso de mi parte a Emma.
Estoy tan agradecido con Jane por ayudarme a organizar todo esto, se ha
convertido en una persona muy importante para mí.
—¿Con quién hablabas amor?
—Con Jane quería que me dijera si todo está listo para mi reunión con los
inversionistas.
—Ok y... ¿estás seguro de querer viajar a las 10 de la mañana a Brasil? Se
me hace un poco raro que la junta está programada hasta la noche.
—Pues aunque no quiera bebe, parece que así hacen negocios en ese país,
además no te preocupes el jet tiene una habitación por si quieres descansar.
—¿Y estaremos solitos? —me lanzo una mirada coqueta
—¿En serio? ¿Quieres hacerlo en un avión? —reí
—¿Por qué no? —se acercó para darme un beso.
—Me encantas mujer...
Nos dirigimos al aeropuerto donde ya nos esperaba el capitán y abordamos.
Eran las 10:17 am cuando el jet despego, decidimos ordenar un refrigerio y
embriagarnos con una botella de champán. Nuestro trayecto fue de lo más
romántico, un excelente comienzo para lo que vendría horas más tarde.
Al llegar a Brasil pedí que nos llevaran de inmediato al hotel para darnos
una ducha y cambiarnos. Blake estaba algo desconcertada porque le pedí que me
acompañara a la junta y nunca lo había hecho, pero tampoco se negó.
Ya listos bajamos y nos dirigimos a la limosina que había alquilado, era
muy grande, de hecho Blake se sorprendió por el tamaño pero la pedí
especialmente para que al regreso pudieran entrar todos nuestros amigos.
Deje pasar algunos minutos y a mitad de camino le dije...
—Blake quiero pedirte algo.
—Si dime ¿qué pasa?
—Antes de ir a la junta quiero darte una sorpresa pero para eso necesito que
te pongas esta pañoleta en los ojos.
—¿Estás bromeando verdad? —frunció el ceño.
—No —reí —te la pondré con cuidado para que no se arruine tu maquillaje.
—No puedo negarme porque amo todas y cada una de tus sorpresas.
Comencé a colocarle el pañuelo y le di un beso.
—¿Sabes que eres lo más importante en mi vida verdad? —tome sus
manos.
—Lo se amor, así como tú sabes que eres el hombre de mi vida.
—Te amo.
Al llegar al cerro Corcovado le pedí que bajara y que la iba a dirigir con
mucho cuidado. Caminamos un poco hasta llegar a los pies del Cristo Redentor,
a un lado ya estaban nuestros amigos muy emocionados pero ninguno hizo ruido
alguno. Una persona de seguridad ya nos estaba esperando y nos dirigió al
interior del Cristo, ella se sentía un poco incomoda porque eran demasiadas las
escaleras que estábamos subiendo. Al cabo de unos minutos llegamos hasta la
parte del brazo y la misma persona que nos acompañaba puso una cuerda
alrededor de nuestras cinturas, abrió la escotilla y Blake y yo salimos solo hasta
la mitad de nuestros cuerpos.
—Blake Bradley Watson puedes quitarte el pañuelo.
Se lo quitó con mucho cuidado y al abrir los ojos se sorprendió tanto que
podría jurar una lágrima rodó por su mejilla.
—Debe ser una broma ¿qué hacemos aquí amor? esto es increíble, no sé
qué decir.
—No necesitas decir nada, de hecho quiero que me dejes hablar a mí.
Tome su mano y un poco de aire para darme valor...
—Blake... eres el amor de mi vida, la mujer con la que siempre había
deseado estar. Bese muchos labios pero jamás unos que me robaran el alma
como los tuyos, conocí muchas miradas pero nunca una como la tuya con esos
hermosos ojos verdes que me ponen a temblar cada vez que me miran. Eres la
chica que dibujaba al final de mis libretas en mis momentos de soledad, eres la
chica que siempre soñé, con la que quiero llegar a viejo, tener muchos hijos y
estoy ansioso de poder hacerte una importante pregunta. Aquí frente a dios como
testigo, tan cerca del cielo y las estrellas, en el lugar donde tu abuelo murió y
ahora es testigo de nuestro amor...
Juro que en ese momento estaba temblando como jamás lo había hecho.
Blake no dejaba de llorar mientras sonreía.
—¿Te quieres casar conmigo?
Saque un anillo que había mandado hacer justo para ella. Un diamante en
forma de corazón, al centro llevaba un Rubí que tenía grabadas nuestras
iniciales. Ella comenzó a llorar aún más, no podía hablar pero hizo un esfuerzo...
—Lo que más deseo en la vida es pasar el resto de mis días a tu lado Alex,
eres el gran amor de mi vida. Aceptaría casarme contigo en esta y en todas las
vidas que vengan.
Le coloque el anillo y le di un gran beso. Saque mi teléfono para mandar un
texto y de pronto comenzaron a salir fuegos artificiales.
—Mi amor eres sorprendente, no puedo creer que hayas hecho todo esto
para mí —tomo mi rostro con sus manos y me volvió a besar.
—Sabes que haría esto y mucho más por ti, por ver esa sonrisa, por verte
feliz.
Cuando terminaron de lanzar los fuegos, nos tomamos una foto y
comenzamos a bajar. Mientras descendíamos le dije que le tenía otra sorpresa
abajo. Al salir, todos nuestros amigos se lanzaron hacia nosotros y comenzaron a
felicitarnos. Por supuesto Blake se sorprendió mucho y no dejaba de llorar
mientras les presumía a sus amigas el hermoso anillo de compromiso que le
había dado.
Nataly y su novia se acercaron para felicitarme...
—Por fin hermano, te casaras con la mujer que siempre deseaste.
—Lo se Nat estoy muy feliz, después de tanto tiempo por fin me casare con
ella. Y tú también ¡eh! espero que después de mi boda venga la de ustedes dos.
—Más pronto de lo que te imaginas cuñado.
De pronto Dave se unió a nuestra plática mientras traía a Blake de la mano.
—Jure que no iba a llorar pero es imposible. Estoy muy feliz de que se
vayan a casar y más porque yo fui el cupido que los unió.
—Lo se hermano, jamás terminare de agradecerte por habernos unido —
tome la mano de mi prometida.
—¿Y ya tienen fecha? —preguntó Nat.
—Por mi me casaba ahorita mismo —dijo Blake.
—Yo también bebe pero quiero que sea la mejor boda del mundo. ¿Te
parece que nos casemos en cuatro meses amor?
—Me encanta la idea.
Después de unos 20 minutos de felicitaciones y fotos que quedaron
plasmadas en Instagram, nos dirigimos a la limosina. Éramos 14 personas en
total, a decir verdad estábamos muy apretados pero el champán aliviano el
traslado. Había pedido que organizarán un gran banquete en uno de los salones
del hotel, mucha bebida y un DJ para animar la noche.
Dos días después regresamos a Nueva York, aun con la emoción de nuestro
compromiso y la gran celebración que había organizado en Río, todo salió
espectacular.
Ya en el departamento Blake llamo a sus padres para que nos reuniéramos
en un restaurante cerca de Time Square, ellos no pudieron acompañarnos a
Brasil, sólo sus hermanos y queríamos hacerlo completamente oficial, mis
padres también estarían presentes. Estaba muy nervioso porque era un nuevo
paso en mi vida, jamás había sentido tal éxtasis.
Pasadas dos horas ya estábamos en el restaurante y mis suegros se
encontraban charlando con mis padres, nos acercamos a saludar y pedimos dos
botellas de champán.
Comenzamos diciendo lo contentos que estábamos el uno con el otro y el
deseo que teníamos por unir nuestras vidas y formar una familia. Su padre
pregunto si estábamos completamente seguros de lo que queríamos hacer, Blake
le expresó que era lo que más deseaba en la vida y que lo supo desde el
momento en el que nos conocimos. Yo por supuesto le confesé lo mismo y
después de algunas miradas mi madre decidió hablar.
—Has sido un buen hijo, un orgullo para mí y tu padre. Te has equivocado
pero también has logrado levantarte para alcanzar todas tus metas, no nos queda
más que felicitarlos a ti y a tu futura esposa. Si es lo que realmente quieren,
háganlo. Jamás te había visto tan feliz como te veo con ella, antes eras solitario y
ahora puedo ver con alegría lo feliz que eres. Tienen nuestra bendición.
En ese momento derrame algunas lágrimas, la emoción invadió mi corazón
porque mi madre jamás había sido tan sincera como lo fue en ese momento.
—Muchas gracias mamá no sabes lo que significan tus palabras para mi.
Después su padre se dirigió a mí.
—Alex estoy muy orgulloso de ti, por tu historia y el cómo conseguiste
sobresalir a pesar de las adversidades. Te llevas a mi mayor tesoro, mi orgullo y
mi sostén. Sé que la harás muy feliz porque al igual que tu madre te confieso que
jamás vi tan feliz a mi niña como la veo contigo y espero que así sea siempre.
Tienen mi consentimiento para casarse en el momento que quieran.
—Muchas gracias señor le prometo que haré a su hija muy feliz y jamás
tendrá queja alguna de mí.
Después de eso su hermano propuso un brindis por nuestro compromiso.
Comenzamos a hablar un poco del lugar, la fecha y demás detalles; Blake
expresó su deseo de que fuera en mi rancho en Bozeman y me encantó la idea,
nuestros padres también estuvieron de acuerdo. La verdad es que casarnos en
Montana seria todo un sueño hecho realidad, mi rancho era lo suficientemente
grande para poder hospedar a los invitados, realizar la ceremonia y recepción, si
nos casábamos dentro de cuatro meses como habíamos quedado, el clima estaría
más que perfecto. Como el tiempo era relativamente corto su padre le dijo que
dejara los negocios en sus manos y que con la ayuda de su hermana comenzarán
a organizar todo.
Más tarde llevamos a nuestros padres a sus respectivos hoteles y nosotros
nos dirigimos a Central Park para caminar un poco y hablar sobre lo que nos
esperaba.
—¿Estás seguro de compartir toda tu vida conmigo Alex?
—¿Acaso no te lo he demostrado suficiente? y que eres el amor de mi vida.
¿No basto con la forma en la que te lo propuse?
—Si bebe pero es un gran paso y quiero que los dos estemos
completamente seguros de esto.
—Acaso ¿tú no lo estás? —pregunte un poco confundido.
—No, no quiero que pienses eso, yo te amo con todo mi corazón.
Nos acercamos a una banca para hablar con más calma y continúe...
—Entonces ¿qué pasa? ¿por qué estas así?
—Edward me hablo y dijo que aún me amaba, que no iba a permitir que me
casara contigo.
De pronto sentí una rabia intensa que hizo que me levantara de golpe
mientras ponía mis manos sobre la cabeza. Note un poco de preocupación en el
rostro de Blake.
—¿Cómo supo? —le dije muy exaltado.
—Vio las fotos que subimos todos a Instagram y llamo para decirme todo
eso. Yo le dije que no me volviera a molestar pero tengo miedo de que te haga
algo.
—¿Y por qué no me habías dicho nada Blake?
—Porque ya era hora de ir a ver a nuestros padres y no quería que te
pusieras así. No quería que su llamada arruinara la cena.
—No sé qué decir Blake, estoy muy desconcertado.
—Lo se amor y no quiero que él se interponga entre tú y yo, por eso quiero
saber si estás seguro de todo esto después de lo que te acabo de decir.
—Tú sabes que si pero si tú tienes dudas prefiero que me lo digas ahora.
Me puse de rodillas y la mire mientras ella acariciaba mi pelo.
—Te estoy diciendo que te amo con todo mi corazón y si es necesario
luchar contra él o el mundo, lo voy a hacer.
Le di un cálido beso y le dije.
—Pues entonces luchemos amor.
Nos levantamos y continuamos caminando, yo seguía muy enojado y ella se
daba cuenta pero no decía nada. Después nos dirigimos al departamento y le pedí
que se adelantara, yo me quede un momento a pensar. Estaba muy agobiado e
inseguro, tenía mucho miedo porque sabía lo que él había significado para ella,
no deseaba que la arrancará de mi lado pero también sabía lo mucho que me
amaba y decidí confiar en ella.


Capítulo 10

Después de tres semanas por fin la portada en la que ambos salimos fue
impresa y se hacía mención sobre nuestro compromiso, la verdad es que no
pensé que fueran a agregarlo pero me alegro porque de esa manera todo el
mundo se enterara oficialmente de la boda.
Blake ha estado viendo arreglos, banquetes, grupos de jazz, entre muchas
otras cosas. Algunas buenas opciones han sido descartadas porque no quieren
hacer el viaje hasta Montana pero confiamos en que todo salga a la perfección.
Por mi parte me he dedicado a mandar gente a Bozeman para que
acondicionen el rancho lo mejor posible y podamos albergar a la mayoría de
invitados pero si no es posible, haremos reservaciones en los mejores hoteles de
la ciudad. Creo que de mi parte no serán muchos, mi suegro tiene previsto que
lleguen 700 personas de las cuales solo 200 serán mías. Según él, quiere que la
boda sea recordada como la mejor de la familia Bradley.
Blake viajará a Europa para ver su vestido, su mamá, hermana y Dave la
acompañarán a elegirlo, por supuesto yo no fui invitado. Mi traje será diseñado
en Italia y en un mes me lo enviaran.
En cuanto al trabajo, no he tenido mucho porque he contratado gente que
está mejor preparada que yo en ciertas áreas, así que solo voy tres veces a la
semana a la oficina, eso me ha permitido viajar a Los Angeles para supervisar
las actividades de mis otros proyectos. Jane ha hecho esos viajes conmigo y
cuando Blake viaje a Europa nosotros haremos lo mismo pero rumbo a México
ya que soy invitado de honor en un evento de caridad. Me alegra saber que
aquellos sentimientos entre Jane y yo se han apagado gracias a la bonita amistad
que hemos construido.
A pesar de que faltan tres meses me he comenzado a poner muy nervioso
sobre todo por la misteriosa llamada de Edward. Tuve que contratar seguridad en
el edificio y una escolta para ella para de esa forma evitar que se nos acerque. Su
papá nos brindó su apoyo total en cuanto le platicamos la situación y se
comprometió a brindar más seguridad para Blake.
Por otro lado, Leo termino con Nataly ya que se enteró de que le fue infiel
con aquellas gemelas ardientes de Las Vegas, sin embargo, después de una
semana regresaron, lo cual me confirma que están hechas una para la otra.
Aunque Nat le prometió ser fiel, dudo que lo haga ya que nada más ve chichis y
nalgas, y pierde la cabeza.
En este momento lo único que me relaja es sentarme y ver por el ventanal la
hermosa vista hacia Central Park, Jane y yo hemos estado trabajando en el
discurso que daré en México y también investigando algunas cosas sobre su
tesis. En un mes se gradúa como Licenciada en Literatura Inglesa, estoy muy
orgulloso de ella sabía que lo lograría sólo espero que no me abandone pronto, la
verdad es que no sé qué haría sin ella, ni siquiera se el número del seguro de mi
auto, se convirtió oficialmente en mi nana.
Hace algunos días pase a su casa a recoger unos papeles y la encontré
jugando GTA V, me sorprendió verla tan entretenida con ese tipo de juegos, me
invito a pasar y le ayude con algunas misiones, fue una tarde muy agradable.
Los días pasaron y viajamos rumbo a la Ciudad de México, nos
hospedamos en el hotel Hilton que se encuentra frente a la Alameda Central,
estaba muy contento de regresar a mi país. Más tarde salimos a caminar porque
quería mostrarle todas las maravillas de la capital y obviamente que probará la
comida. Caminamos hacia el Monumento a la Revolución, donde compramos
pastes, después fuimos por todo Reforma para que admirara los increíbles
edificios y el Ángel de la Independencia, llegamos hasta el bosque de
Chapultepec donde le compré a la pequeña Emma un algodón de azúcar.
Posteriormente fuimos al Castillo, después al zoológico y finalmente caminamos
por toda la orilla del lago hasta llegar al Museo Tamayo y el de Antropología.
Emma se quedó profundamente dormida en mis brazos mientras recorríamos el
museo, Jane estaba fascinada con las cultura de mi país y le explique cada
sección que visitamos.
Alrededor de las 10 de la noche pasamos a dejar a Emma con Nat y Leo que
acababan de llegar del aeropuerto y como estaban muy cansadas aceptaron
quedarse con la pequeña en el hotel. Lleve a Jane a un local muy popular del
centro donde venden pulques de sabores y después a uno donde puedes comer
gorditas mientras escuchas música tradicional mexicana en vivo.
Era la 1:30 am cuando regresamos al hotel; muy apenados tocamos la
puerta de la habitación de Nat para que Jane pudiera llevar a la niña a su cuarto...
—Disculpa la hora Nat se nos hizo un poco tarde.
—No te preocupes Alex me alegra que hayan salido a divertirse. Pasen, la
niña está durmiendo con Leo.
Pasamos y Leo estaba profundamente dormida con Emma, así que Jane se
la quitó con cuidado para no despertarla.
—Gracias por cuidarla Nataly —le dijo.
—No, no es nada cuando gusten pero ahora vayan a descansar que tenemos
un evento al cual asistir.
—Si tienes razón hermana, nos vemos en un rato por cierto deberías darle
un hijo a Leo, se ve que serían buenas madres —le dije bromeando.
—Lo hemos intentado cada noche pero aún no hay resultados —respondió
sarcásticamente.
—Eres increíble —reí —hasta mañana hermana.
—Hasta mañana chicos.
Después lleve a Jane a su habitación.
—Muchas gracias Alex me la pase increíble.
—Yo también Jane lástima que no tuvimos más tiempo, te habría llevado a
más lugares.
—No te preocupes ya será en otra ocasión, por el momento descansa.
—Tú también Jane.
Cerró su puerta y me retire a mi cuarto muy agotado, caí sobre mi cama
totalmente rendido.
Horas más tarde desperté, eran aproximadamente las 10 am así que corrí a
ducharme y arreglarme ya que el evento comenzaba a las 2 pm.
Salí a las 12:30 a ver cómo iban las chicas, Nat y Leo ya estaban listas y
Jane le daba instrucciones a la niñera del hotel, de todos modos cualquier cosa
uno de mis escoltas se quedaría a cuidar la habitación de Emma, confieso que la
seguridad de mi país no es la mejor del mundo y preferí tomar precauciones.
Nos dirigimos al World Trade Center que es donde se llevaría a cabo el
evento, había mucho caos vial y recordé como en el pasado por culpa de esos
incidentes llegue tarde a muchos de mis exámenes e incluso a casa. Hubo
ocasiones en las que iba desde las 7 am hasta las 10 pm a la universidad y en
variadas ocasiones no lograba alcanzar transporte a esas horas y tenía que
caminar hasta casa. Nat y yo nos miramos con melancolía, era obvio que ella
también recordaba su dura vida aquí donde fue discriminada por sus preferencias
sexuales, principalmente por su familia...
—¿Te acuerdas cuando nos sentábamos en las jardineras del Monumento a
la Revolución a soñar con lo exitosos que seríamos algún día? —puse mi mano
sobre la suya y la mire con orgullo.
—Parece que fue ayer... e incluso cuando todo parecía negro para ambos,
nada nos salía bien, nadie creía en nosotros y tu caíste en la peor depresión que
jamás haya visto.
—Lo sé pero ahora sólo son recuerdos que miró con orgullo desde el lugar
en el que ahora estamos...
Leo y Jane nos miraban con ternura, no podía creer todo lo que había
vivido, sufrido y disfrutado en este lugar, por un instante tuve ganas de llorar
pero me contuve, sin embargo, no dejaba de admirar cada parte de mi México y
preguntarme que había sido de todos mis ex compañeros de escuela. Sólo
mantengo contacto con cinco de ellos pero de los demás nunca volví a saber
nada, también me pregunte por mis tíos y primos aunque admito que jamás
llevamos una buena relación.
Finalmente llegamos a Insurgentes Sur y había una white carpet en la
entrada, un vallet parking abrió la puerta de la camioneta y una señorita nos
pidió a Nat y a mí que pasáramos por la alfombra para ser fotografiados, Jane y
Leo fueron dirigidos al interior por otra parte. Jamás voy a olvidar el orgullo que
sentí aquel día frente a los medios de comunicación de mi país, demostrando
como dos personas que tenían absolutamente nada pasaron a ser parte de las
personas más influyentes del país.
Ya en el evento encontré a muchos empresarios conocidos, artistas,
cantantes y políticos. En las donaciones Nat y yo fuimos los que más aportamos
con la cantidad de 3 millones de dólares para la fundación de niños en situación
de calle. Nuestros ingresos se habían triplicado en los últimos meses y donar era
una de las cosas que ambos más disfrutábamos, nos prometimos en el pasado
ayudar a que el país que nos vio nacer fuera un lugar mejor y con mi fundación
hemos hecho una gran diferencia para los emprendedores mexicanos.
Durante el cóctel muchos medios me entrevistaron y felicitaron por mí boda
e incluso preguntaban por mi prometida pero yo aclaraba que se encontraba en
Europa eligiendo su vestido de novia, aunque no dejaban de elogiar a la mujer
que me acompañaba y... ¿cómo no? sí Jane se veía extremadamente hermosa.
—Da gracias a que ya no soy el Alex patán de hace un año —le dije.
—¿Por qué lo dices? —me miro extrañada.
—Porque hoy luces tan hermosa que te habría llevado a un lugar más
íntimo en este mismo edificio para arrancarte el vestido —comencé a reír
mientras bebía de mi copa.
—Sí, tiene razón. Él era de ese tipo de hombres que sí le gustaba alguien no
se le escapaba —le advirtió Nat.
—Qué bueno que ya no eres así —dijo aliviada.
—Lo sé.
Más tarde regresamos al hotel para ver cómo estaba Emma, la niñera nos
dijo que era la niña más tranquila que le había tocado cuidar desde que entro a
trabajar en el hotel. Decidimos descansar en lo que llegaban por las maletas, esa
misma noche regresaríamos a Los Angeles para después volver a Nueva York.
Mientras llegábamos al aeropuerto le marque a Blake para saber cómo iba
todo...
—Amor ¿cómo estás? ¿Has disfrutado Europa?
—Si bebe, todo está saliendo de maravilla ya tengo vestido y los de mis
damas de honor. ¿A ti cómo te va en México?
—Bien amor, todo salió de maravilla. De hecho ya vamos para el
aeropuerto de regreso a Los Angeles ¿cuándo llegan ustedes?
—Probablemente en dos días bebe.
—Ok, llegaremos el mismo día a Nueva York. Cuídate mucho amor, te
extraño y salúdame a todos por allá.
—Tú también bebe, te amo.
—Y yo a ti hermosa.
Después de llegar a USA no paramos de viajar, dividíamos nuestro tiempo
entre Nueva York, Europa, Los Angeles y Montana, incluso muchas veces Blake
tuvo que quedarse en Montana con su hermana para ver como quedarían las
decoraciones, arreglos y demás detalles.
Yo por mi parte asistí a la graduación de Jane y le regale una medalla para
la nueva etapa que estaba por iniciar. Sé que llegara el momento en el que querrá
poner en práctica sus conocimientos en otra empresa o por su propia cuenta pero
aun no estoy preparado para que me abandone. Estoy tan acostumbrado a verla
todos los días que me sentiría perdido sin ella.
También estuve viajando a Miami, ya que Nat abrirá un centro nocturno en
esa ciudad, solo espero que no se convierta en un burdel como los que le gustan.
Cada día me siento más nervioso faltan tan poco para la boda que no se si
podré resistir tanta tensión. Mis padres ya han organizado todo para su viaje a
Montana y nuestros amigos también.
Blake también ha estado muy nerviosa y rara, supongo que debe sentir la
misma tensión que yo. Nat insinuó que eran sentimientos de culpa pero no sé a
qué se refería, de todos modos trate de no darle importancia porque ya la
conozco. Realmente espero que todo salga perfectamente bien...


Capítulo 11

Hoy por fin después de 10 meses de noviazgo llegare al altar con la mujer
que amo. Estoy muy nervioso, por un momento pensé que saldría corriendo pero
logre aguantar, incluso pensé que el tal Edward cumpliría sus amenazas y
echaría a perder la boda pero no fue así, todo salió tal y como lo planeamos.
Miro a través de mi ventana para gozar de la hermosa vista que me regala
Bozeman a tan solo unas horas de dar el sí y convertirnos en marido y mujer.
Ayer durante la fiesta de ensayo me sentí muy feliz al ver a toda nuestra familia e
íntimos amigos reunidos. Hoy por supuesto llegaran los invitados faltantes,
prensa y personal.
He pedido que me suban el desayuno ya que no quiero ver a mi novia hasta
que estemos en el altar. Por el momento me duchare, me cambiare y seguiré
disfrutando de esta hermosa vista.
Después de un buen rato baje medio arreglado para ver cómo iban todos los
preparativos, mi madre y mi suegra se molestaron al verme dando vueltas por el
jardín, así que me mandaron de regreso a la habitación para que terminara de
arreglarme. Al subir vi a Jane con Emma ya muy bien arregladas.
—Pero miren a estas dos hermosas princesas, que guapas están —dije
mientras cargaba a Emma.
—Tú también te vez muy guapo Alex —dijo mientras le acomoda el
cabello a la niña.
—Estoy muy nervioso Jane solo falta una hora y siento que el corazón se
me va a salir —la mire con terror.
—Cálmate Alex todo va a salir bien ¿por qué no mejor subes, terminas de
ponerte el traje y después bajas para que tomemos una copa y te relajes?
—Acepto —le dije y comencé a respirar profundamente.
Mientras llegaba a mi habitación pude ver movimiento en la recámara de
Blake, Dave salió, me miro y muy enojado dijo...
—No puede ser que aún no estés arreglado Alex. Blake ya está lista.
—No me digas eso, ahora mismo me termino de arreglar, lo prometo.
—Está bien, yo haré lo mismo porque por estar de metiche no he terminado
de hacerlo.
—¿Y quién se quedó con ella? —pregunte intrigado.
—Nadie, me ha pedido que la deje sola para relajarse, está muy nerviosa
pero me voy, tengo que terminar de arreglarme.
—Ok nos vemos en un rato hermano.
Al parecer no solo yo moría de nervios, me apresure a la habitación para
terminar de ponerme el traje, arreglar un poco mi cabello y perfumarme. Cuando
al fin estuve listo baje y salí al jardín para buscar a Nat y Jane pero no logre
verlas por ningún lado, seguramente estaban dentro ayudando, así que aproveche
para saludar a los invitados y agradecerles por acompañarnos en este día. Había
mucha gente del medio artístico, cantantes y empresarios.
De repente Nat y Jane se acercaron a mí...
—Chicas ¿dónde estaban? estoy muy nervioso. En menos de 30 minutos me
voy a casar y necesito una copa.
Pero sus rostros mostraban seriedad y cierta preocupación
—¿Qué pasa chicas? ¿Por qué tienen esas caras? —comencé a preocuparme
— ¿Blake está bien?
—Alex... —dijo Nat —Leo me dijo que vio entrar a Edward a la habitación
de Blake y no ha salido de ahí.
—¡¿QUÉ?! ¿Qué hace ese imbécil aquí? —afloje un poco mi corbata y me
dirigí muy aprisa al interior de la casa.
—¡Alex espera! No vayas a cometer una estupidez —me imploraba Jane.
—Como no quieren que me ponga así, ¿Por qué no me habían dicho? Ese
imbécil está aquí y encerrado con mi prometida.
—Si hermano pero cálmate no hagas un escándalo innecesario.
Entramos a la casa muy aprisa y nos dirigimos a la habitación donde se
encontraba Blake. Ni siquiera hice intento por tocar la puerta solo la patee para
abrirla de golpe cuando de repente vi cómo se besaban apasionadamente.
—¡Oh por dios!, ¡Oh por dios! ¡¿Qué mierdas está pasando aquí Blake?! —
grite.
—Permíteme explicarte amor no es lo que estás pensando —se apartaba de
Edward.
—¿Qué no es lo que estoy pensando? Si te estas fajando con este imbécil a
unos minutos de que comience la ceremonia.
Sin pensarlo dos veces le di dos puñetazos a Edward en la cara que lo
mandaron al suelo, Nataly y Jane me separaron de él mientras Leo se lo llevaba.
Dave entro a la habitación un poco asustado por los gritos...
—Leo pide a seguridad que lo saquen de aquí antes de que Alex lo mate —
dijo Nat.
—Alex déjame explicarte por favor —me suplicaba Blake.
—No tienes nada que explicarme, eres igual a todas las chicas con las que
salí, que imbécil fui, eres una... cualquiera. Qué razón tenía mi hermana cuando
me dijo que tuviera cuidado contigo —limpie mis lágrimas y me acerque a ella
para quitarle el anillo de compromiso —tú no mereces tener esto.
—Pero Alex… por favor déjame explicarte todo tiene una explicación ¡Yo
te amo! —grito.
—Es muy tarde ya, no te quiero volver a ver en mi vida. Sácala de aquí —le
grite a Dave.
—Lo haré Alex pero cálmate. Vamos Blake deja que se calme —le suplico
Dave.
—¡No me toques! —le grito Blake —por favor Alex debemos hablar.
—¿Sabes qué? quédate aquí, él que se va soy yo.
—¿A dónde vas Alex? —me pregunto Nat.
—A donde sea, solo quiero pedirte un favor. Cancelen todo este circo y si
mis padres preguntan por mi diles que no se preocupen que estaré bien y me
comunicare con ellos después.
—Ok Alex pero cuídate —dijo muy asustada —Jane por favor acompáñalo
no lo dejes solo, yo iré a ver si ya sacaron al amante de esta estúpida.
—Claro no te preocupes, yo me encargo de él.
Baje corriendo las escaleras mientras Jane me perseguía. Junto a la entrada
había varias botellas de champan, tome una y las demás las avente, los recuerdos
y regalos que estaban en una mesa también los tire. Jane me veía pero no decía
nada ni hacia intento de controlarme, creo que en gran parte sentía que tenía que
desahogarme pero al mismo tiempo podía notar su preocupación y lágrimas.
Era tanto el escándalo que estaba provocando que algunos invitados se
acercaron entre ellos el padre de Blake.
—Pero… ¿Qué estás haciendo muchacho? ¿te has vuelto loco? —preguntó
desconcertado.
—Señor usted sabe que le tengo mucho apreció pero quiero informarle que
esta boda se cancela.
—Pero... ¿Por qué? ¿Qué pasa? Explícate.
—Pregúntele a su hija, aun soy un caballero y no pienso divulgar las
razones por las cuales se cancela esta boda. Ahora si me disculpa me tengo que
ir de aquí.
—Muchacho pero estas muy mal… cualquier cosa que te haya hecho te
pido una disculpa en nombre de mi familia. Debió ser muy grave para que
decidieras cancelar todo esto, yo sé cuánto la quieres. Hablare con ella y espero
me permitas hablar contigo cuando estés mejor.
—Lo se señor y gracias ahora vaya con su hija por favor.
Salí de la casa y Jane junto conmigo, pedí las llaves de mi Ranger y el
empleado fue corriendo por ellas. En ese momento me solté a llorar como un
niño, me tire al suelo devastado, Jane se acercó y me abrazo muy fuerte.
—Alex cálmate por favor se me parte el alma verte así.
—Sabes que no me puedo calmar, me traiciono en mi propia casa, a unos
minutos de nuestra boda y lo peor es que yo habría dado la vida por ella —le dije
entre sollozos.
—Lo se Alex y sé que te tienes que desahogar pero no puedes manejar así,
deja que yo lo haga y te llevo a donde tú quieras —trataba de controlarse pero
tampoco podía dejar de llorar.
—Está bien pero por favor no me dejes solo, no quiero estar solo, quédate
conmigo por favor. Te necesito ahora más que nunca —le suplique.
—Nunca te dejaría solo, mucho menos en este momento —acariciaba mi
cabello.
—Señor aquí están sus llaves.
—Gracias.
Subí al auto y Jane arranco la camioneta, comenzó a manejar sin rumbo.
Después de pensarlo un poco decidí que quería ir a una pequeña cabaña que se
encontraba al norte de Bozeman. De vez en cuando iba ahí a relajarme cuando
aún no tenía el rancho. Coloque la ruta en el GPS y le dije…
—Sigue esta ruta.
Después de unos 15 minutos llegamos al lugar y caminamos otros 10 a la
cabaña. El teléfono de Jane comenzó a sonar. Me miro y le dije…
—Contesta Jane debe ser tu mamá, dejaste a tu niña sin avisar.
—Está bien.
No puse mucha atención en lo que hablaba pero al parecer era Dave, ahora
entiendo porque dudo en contestar, si hubiera sido su mama habría contestado de
inmediato. Después se acercó a mí y aunque no quería que me contara tuve que
ceder…
—Todo es un desastre en tu casa Alex.
De cierto modo sabía que pasaría, por eso también decidí salir de ahí.
—Cuéntame lo que tenga que saber —le dije.
—Ok… Dave me dijo que sacaron a ese tipo del rancho y la seguridad tiene
órdenes de no volver a dejarlo pasar. Nat golpeo a Blake…
Antes de que pudiera continuar la interrumpí.
—¿Qué? ¿Cómo que la golpeo?
—Si, lo que pasa es que Blake comenzó a decir que si no hubiera sido por
la transexual de su novia nada de eso habría pasado, Nat se molestó mucho y le
dio una cachetada, después le dio otra diciendo que eso iba por ti y para rematar
su papá también le dio una bofetada diciendo que estaba muy decepcionado de
ella.
Trate de no demostrar mi preocupación, sabía lo que me había hecho pero
eso no quería decir que le deseara mal y jamás habría deseado que las cosas
llegaran hasta los golpes. Realmente espero que se encuentre bien, Jane continúo
diciendo…
—Todo es un escándalo y la prensa seguramente hablara de todo esto
mañana.
—Jane... —la interrumpí —llama a todos los directivos de los periódicos
que fueron invitados a la boda, no me importa cuánto tengas que pagarles pero
no quiero que hablen de esto. A mí no me importa lo que digan de mí y a pesar
de lo que Blake hizo tampoco quiero que este en boca de todos.
—Ok Alex.
—Termina de decirme por favor.
—Pues tus padres están muy preocupados pero Nat ya hablo con ellos,
estarán esperando noticias tuyas. Por otro lado Dave se está encargando de los
invitados y su familia ofreció su avión para que regresaran lo más pronto
posible, la mamá de Blake se está encargando de todo el personal, mesas, sillas,
etc. y Nat de lo que falte.
—¿Ya hablaste con tu mamá? —le pregunte.
—No.
—Por el momento no quiero regresar a mi casa me quedare aquí, si tú
quieres volver lo entenderé, te puedes llevar mi camioneta y mañana temprano
venir por mí.
—¡No! te prometí que me quedaría aquí contigo y es lo que haré.
—Gracias Jane —la miraba con gran tristeza —llama a Nat y pásamela por
favor.
—Está bien.
La recepción era algo mala pero después de varios intentos logramos que
entrara la llamada. Contesto Leo y Jane le pidió que le pasara a Nat ya que yo
quería hablar con ella.
—Ten Alex —me dio el teléfono.
—Gracias.
—Hola hermana
—¿Cómo te sientes pequeño? —me pregunto con preocupación
—Bien hermana aun siento mucho dolor pero sanare lo prometo.
—Lo se, eres muy fuerte.
—Me contaron lo que hiciste, entiendo que reaccionaras así por Leo pero
no tenías que llegar a los golpes. No estoy enojado pero simplemente no era
necesario.
—Lo sé y discúlpame, no te voy a negar que lo disfrute pero tienes razón no
era necesario. Sabes que soy impulsiva y no lo pude controlar.
—No te preocupes lo único que me duele es no haberte escuchado cuando
me lo advertiste.
—Eso ya no importa Alex, no es tu culpa simplemente estabas enamorado.
Comencé a llorar nuevamente.
—No llores se me parte el corazón de solo escucharte.
—No puedo evitarlo —sollozaba —pero te prometo que estaré bien.
—¿Quieres que vaya hasta dónde estás?
—No, prefiero que te quedes allá y me ayudes a organizar todo el desastre
que deje, a los invitados, la comida, todo. También te encargo mucho a mis
padres.
—Por supuesto, no es necesario que lo pidas, descansa sé que estas en muy
buenas manos. Si necesitas otra cosa llámame por favor, sabes que te quiero
mucho.
—Yo también Nat.
Le pase el teléfono a Jane, levante la botella de champan que había tomado
en casa y me dirigí a la cabaña. Después de unos 15 minutos entro Jane.
—He llamado a los periódicos y me informaron que el papá de Blake ya
había marcado para solucionar ese problema.
La escuche pero no dije nada, estaba como en trance todavía.
—¿Quieres comer algo? o.. ¿Qué te deje dormir? dime que quieres.
—Quiero que te quedes a mi lado, ven siéntate aquí conmigo —se acercó y
le dije —abrázame por favor.
Comencé a beber pero Jane no me decía palabra alguna, realmente
comprendía como me sentía y quería dejar que me desahogara. Me tranquilizaba
mucho sentir su aroma, su calor y sus manos acariciando mi cabello.
Después debí quedarme dormido más o menos dos horas, cuando desperté
Jane también estaba dormida a mi lado. Sentía los ojos un poco hinchados, debió
ser por tanto llorar, sin embargo, me sentía un poco mejor. Me acerque a la
ventana y aun no podía creer lo que había pasado, tantos meses a su lado, los
detalles, la propuesta, las noches de amor que pasamos y todo lo que nos dijimos
para que al final, en el último momento me hiciera esto. La habría perdonado si
el beso que vi hubiera sido forzado pero no fue así, ambos se estaban besando
apasionadamente.
Hoy comprendí que yo no soy el que está mal porque nunca le falle a pesar
de las tentaciones, le entregue toda mi vida, las que están mal son las mujeres
con las que he salido. Después regrese hasta donde estaba Jane y la contemple
un poco, que hermosa es, siempre apoyándome en cada paso que doy,
cuidándome y animándome en estos momentos. Me senté a su lado y acaricie su
cabello, abrió los ojos y se levantó un poco asustada.
—Tranquila no te espantes, no te voy a asesinar.
—Ni en estos momentos pierdes tu buen humor —sonrió y tomo mi mano
— ¿Cómo te sientes?
—Mucho mejor, aun duele pero sé que podré salir de esto, he sufrido
mucho en la vida, he pasado hambre, dormido en la calle y no creo que muera de
amor tan fácilmente.
—Las personas como tú no merecen que les hagan cosas como lo que te
hicieron.
—Lo sé pero creo que fue mejor ahora que después de la boda, realmente
pensé que ella era diferente pero al final demostró que durante todos estos meses
que le entregue mi vida, nunca lo olvido y me arrepiento mucho porque perdí la
oportunidad de estar con una persona que si valía la pena.
—Todos te apoyaremos —dijo fingiendo no escuchar lo que decía.
—Lo se gracias por estar aquí ¿tienes hambre?
—La verdad es que si —me dijo un poco apenada —pero si no quieres salir
voy rápido a buscar algo de comer.
—No, es más te invitare unas ricas hamburguesas que venden cerca. Si
quieres las traemos y aquí las comemos.
—Me agrada ¿traes dinero? porque no se cuanto haya en mi bolso, no
alcance a sacar mucho.
—Traigo los 3000 dólares que le iba a pagar al juez así que no te preocupes
te puedo comprar 300 hamburguesas si quieres.
—Me encanta que ya estés de mejor humor.
—A mí también, es más vamos a comer allá y después regresamos al
rancho, debes estar con tu bebe y yo ver a mis papás deben estar muy
preocupados. Te prometo que otro día te traigo aquí a ver la increíble lluvia de
estrellas.
—Está bien pero solo porque tú me lo estás pidiendo.
Maneje hasta el centro de Bozeman y afortunadamente el local de
hamburguesas estaba abierto. Pedimos dos cada quien y malteadas. Al terminar
le llame a Nat para ver si aún estaba la comida de la boda o llevábamos algunas
hamburguesas para la gente que estaba ahí, sin embargo, la mamá de Blake pidió
que se llevaran todo, así que compramos algunas y nos dirigimos nuevamente al
rancho.
Al llegar todo se veía completamente triste, el área donde sería la recepción
aún tenía arreglos, mesas y sillas. Por un instante me quede mirando todo, una
tristeza invadía mi corazón, incluso por un momento me imagine a Blake y a mi
bailando al centro de la pista. Jane se dio cuenta de mi momento de trance, tomo
mi mano y me pidió que siguiéramos. Al entrar a la casa, mis padres, la mamá de
Jane y la pequeña Emma estaban en la sala frente a la chimenea. En el bar se
encontraban Nat, Leo, Dave, su novio y su hermana bebiendo un poco de vino.
Cuando me vieron entrar Nat corrió hacia mí y me abrazo muy fuerte.
—Pequeño ¿cómo estás? Lamento tanto todo lo que está pasando.
—Calma hermana, todo está bien, agradece a Jane que estuvo todo este
tiempo conmigo. Voy a salir adelante se los prometo. Ahora si me permiten voy
con mis padres.
Me acerque y mi mamá llorando me dio un fuerte abrazo, mi padre me
mostró también su apoyo y me dijo que era un hombre fuerte y confiaba en que
saldría adelante como con todos los obstáculos que se me habían presentado en
la vida. Les di un beso y les pedí que pasaran a comer algo en lo que yo hablaba
con mis amigos. Salude a la mamá de Jane y le di un beso a Emma.
Me dirigí a la barra donde ya estaban comiendo los muchachos…
—Se ve que tenían hambre chicos
—La verdad si hermano cuando me hablaste fue como una señal de que no
íbamos a tener que cenar galletas con vino.
—Pues coman ahorita los veo, saldré a tomar un poco de aire.
—¿Necesitas compañía? —pregunto Jane
—No, quédate con tu bebe yo necesito un momento a solas.
—Está bien.
Salí a contemplar todo lo que quedaba de la tan esperada boda. El ambiente
era triste y desolador, algunas lagrimas rodaron por mi mejilla y un nudo en la
garganta le dio todavía un sabor más amargo a mi vida. Decidí prender mi
celular y como si estuviera en guerra comencé a recibir bombardeos de
mensajes, algunos dándome su apoyo incondicional y otros que aún no sabían lo
que había sucedido me deseaban un feliz matrimonio. Pero lo que me dio aún
más en el blanco fue la cantidad de mensajes que Blake me estaba mandando por
whatsapp, iMessages, Facebook y Twitter. De pronto una llamada suya entro y
no sabía si contestar o simplemente dejarlo pasar. Decidí no contestar y
segundos después apareció otro mensaje de ella que decía.

“Sé que estás ahí y que lo arruine pero te amare por siempre pase lo que pase,
eres y serás siempre el amor de mi vida”
Llore nuevamente y por un momento me sentí tentado a llamarle pero
estaba muy lastimado y tenía miedo de decir cosas de las que después pudiera
arrepentirme. No estaba seguro de lo que pasaría, lo único que sabía era que
necesitaba tiempo para sanar mis heridas.
De pronto Dave se acercó y puso su mano en mi hombro.
—Me siento muy mal Alex, la única razón por la que decidí quedarme es
porque sé que tú tienes la razón. Blake me suplico que me quedara contigo pero
aunque no me lo hubiera pedido lo habría hecho de todos modos.
—Solo tú sabes cuánto la amaba hermano, ella es lo que yo siempre soñé, la
mujer con la que deseaba intensamente formar una familia y compartir mi vida
entera —limpie mis lágrimas.
—Lo se Alex sinceramente no sé qué es lo que estaba pasando por su
cabeza cuando decidió engañarte.
—Yo tampoco, es decir, yo sé que en verdad me ama, eso no se finge solo
se siente pero al parecer la tentación pudo más que eso. Me acaba de enviar esto
—le mostré el mensaje.
—Debe estar pasándola muy mal.
—No quiero que este sola, puedes asegurarte de que alguien se quede con
ella por lo menos hasta que pase la tormenta.
—Claro que si cariño, por eso no te preocupes. No sabes cuánto te admiro,
a pesar de todo te sigues preocupando por ella.
—Ella es el amor de mi vida pero creo que después de todo no estábamos
destinados. Si en un futuro me volviera a enamorar de alguien mejor que ella,
nunca dejaría de ser la mujer por la que creí de nuevo en el amor.
—Ay Alex no sé qué decirte y ¿qué piensas hacer ahora?
—Por el momento arreglar todo lo que quede pendiente de la boda y
después me iré por un tiempo del país, no quiero que nada me la recuerde.
Necesito tiempo para sanar, para pensar y analizar que va a pasar ahora con mi
vida. Tal vez cuando regrese pueda reencontrarme con ella y decirle que la
perdono a pesar de todo.
—¿Volverías con ella?
—No hermano no podría, siempre tendría la duda y creo que es mejor así.
Lo único que te puedo decir es que si la perdonaría.
—Encontraras a alguien que sane tus heridas... de hecho creo que ya la
encontraste.
—¿De qué hablas?
—Jane te mira de una manera muy especial y se ve que te quiere mucho.
—No eres el único que lo dice ¿qué pensarías si te dijera que renuncie a ella
por estar con Blake?
—Eso no lo esperaba y me imagino lo arrepentido que debes estar pero aun
estas a tiempo, si tienes la oportunidad hazlo. Es una chica excelente y aunque
Blake es mi mejor amiga también quiero lo mejor para ti, ella se equivocó y debe
afrontar las consecuencias.
—Gracias por apoyarme y te pido por favor que estén con ella. Jane me
contó lo que le hizo su papá y lo más seguro es que mucha gente le de la espalda
por un tiempo por eso te lo pido.
—Te lo prometo cariño y cuando estés mejor avísame en donde estas para
irte a visitar.
—Te lo prometo hermano.
Entramos de nuevo a la casa y le pedí a Nat que me acompañara al
despacho.
—Perdóname hermana te debí haber hecho caso —le dije mientras cerraba
la puerta.
—No Alex no me pidas perdón solo estabas enamorado y nadie pensó que
te fuera hacer eso mucho menos el día de su boda.
—Lo sé pero me siento muy culpable y también mucha rabia, si tan solo los
hubiera escuchado.
—Cálmate todos cometemos errores y yo te dije que si te equivocabas
estaría contigo hasta el final.
—Es como si desde hace mucho hubieras previsto que esto iba a pasar —
mire por la ventana.
—Y... ¿qué piensas hacer ahora?
—Quiero ir a España, a una pequeña isla al sur y quiero que Jane, Leo y tú
vengan conmigo.
—¿Seguro? —se sorprendió mucho.
—Si Nat, necesito de ustedes ahora más que nunca.
—Alex... ¿te puedo preguntar algo? —dudo un poco y se acercó a mí.
—Claro dime.
—Bueno yo siento que te dolió mas haber renunciado a Jane que el que
Blake te engañara con otro.
—Me conoces tan bien —tome asiento a su lado —me duele ambas
situaciones. Renuncie a una buena mujer por alguien que no valoro mi amor. En
un solo instante destruyó todo el amor que sentía por ella, pensé que me dolería
más pero al contrario, me siento liberado de una relación que de continuar así,
me iba a lastimar de todas formas.
—¿Y eso no será porque a quien amas en realidad es a Jane?
—No lo sé, Blake es lo que más he querido pero... Jane me encanta y no sé
si es amor o solo atracción, es lo que intentare descubrir si aún tengo
oportunidad. Cuando regrese del viaje quiero hablar con Blake para perdonarla,
ver que puedo sentir al verla de nuevo y aclarar de una vez por todas mis
sentimientos.
—¿Vas a regresar con ella?
—No para nada, lo que hizo ya no tiene remedio. Ahora que lo pienso eso
explica porque estuvo tan rara y nerviosa los últimos días, el beso que vi no fue
de un momento estoy seguro de que desde antes ya lo habían hecho.
—Alex... yo sabía que se veía con él cuando venía a Montana.
—¿De qué estás hablando? —me levante desconcertado.
— Hace meses que contrate un investigador privado para que la siguiera.
Cuando eran novios vio a Edward un par de veces pero no hacían nada malo
hasta que hace unos días descubrimos que la propiedad que tiene aquí en
Montana es también de él y en dos ocasiones ella durmió en esa misma casa pero
no sabemos si él también se encontraba ahí.
—¿Estás jugando conmigo verdad? —me puse furioso— ¿por qué no me
habías dicho?
—Porque no tenía pruebas Alex, tenía miedo de que si te contaba y no
había hecho nada malo tú te molestaras conmigo o pensaras que solo quería
meter intrigas entre ustedes. Entiéndeme...
—Déjame aclarar mis ideas... —mire por la ventana y después de unos
minutos le dije —tienes razón hermana perdóname sé que sin pruebas jamás te
habría creído y tampoco era tu obligación decírmelo. Perdóname, por favor.
—No te preocupes, te entiendo pero por ahora intenta olvidarla. Yo sé que
jamás podrás olvidar lo mucho que la amaste pero allá afuera hay alguien que a
pesar de todo sigue contigo y te ama.
—Lo sé y Dave dice lo mismo, que me dé una oportunidad con ella.
—Lo ves, sé que es pronto pero tal vez este viaje les ayude a ambos a
continuar con la historia que jamás pudieron escribir. Ella es como tu alma
gemela.
—¿Me creerías si te dijera que hace rato tuve unas intensas ganas de
besarla? —sonreí.
—¿Y por qué no lo hiciste?
—Porque no es correcto, no ahora, no con todo esto tan reciente y tampoco
quiero que piense que la estoy usando para olvidar a Blake.
—Sin embargo, yo sé que te mueres de ganas por besarla desde hace mucho
tiempo y ella también lo sabe.
—¿De qué hablas?
—Cuando te fuiste a Europa yo le conté que el viaje fue para olvidarla.
—Eres una infeliz —me solté a reír —y yo un patán por haberle hecho eso.
—Algo pero aún están a tiempo...
—Ojalá así sea.
Nos dirigíamos de nuevo a la barra, pude notar los rostros desconcertados y
tristes de mis amigos, todos esperaban tanto aquella boda y les alegraba que sus
dos mejores amigos se fueran a casar. Estaba seguro de ellos también se
preguntaban por qué Blake me había hecho eso. Por otra parte aproveche para
informales lo que ya le había dicho a Dave y Nat, me iría por un largo tiempo del
país y todos apoyaron mi decisión. Después les pedí que fueran a descansar y
que saldríamos a las 12 pm al aeropuerto, no tenía caso seguir ahí.
Yo me quede un rato a contemplar el hermoso cielo de Bozeman, las
estrellas aliviaban mi dolor. De repente Jane apareció.
—Tenías razón cuando dijiste que las noches en Bozeman son mágicas.
—Te lo dije, lástima que lo tengas que admirar en estas circunstancias.
—No digas eso además ahora que te vayas a España te aseguro que lo vas a
extrañar.
—Lo vamos a extrañar porque quiero que tú vengas conmigo.
—¿Qué? ¿Qué quieres decir?
—No me voy a ir a España si tú no te vas conmigo.
—No sé si se te olvido pero tengo una hija —me miro con firmeza.
—Por supuesto ella vendrá con nosotros.
—Creo que te volviste loco Alex —comenzó a reír.
Me levante, la tome de la cintura y la acerque a mi cuerpo.
—No pienso irme sin ti, ya me equivoque una vez por dejarte ir y otra al
intentar huir de lo que siento por ti. Pague caro esos dos errores. Quiero que me
ayudes a superar esta amarga situación y que vivamos esto que sentimos.
—No sabes lo que estás diciendo —intento alejarse de mi —es el dolor el
que te hace decir locuras.
—Entonces permíteme cometer una locura más.
La lleve hasta el muro de la casa, comencé a rodear sus labios con los míos,
su aroma embriagaba mis sentidos y sin pensarlo dos veces comencé a besarla.
Entre cada beso le decía...
—Solo dios sabe cuántas veces aguante las ganas de besarte.
—Tú no estás bien Alex.
—Sé que no lo estoy pero por alguna extraña razón cuando estoy contigo
me olvido de todo el dolor.
—No quiero que juegues conmigo Alex.
—No lo haré solo ven conmigo a España, yo adoro a tu hija y estaré
encantado de que venga con nosotros. Quiero olvidar todo esto y quiero que tú
estés conmigo; si la vida me está dando una nueva oportunidad de vivir esto no
lo quiero dejar pasar.
—Yo tampoco, hace mucho que lo deseo.
Se aferró a mi cuello con fuerza y durante un buen rato no paramos de
besarnos. Ella creaba una paz en mi interior, sus besos tan delicados me ponían a
temblar y sentía como su esencia se aferraba a la mía.
Después de un rato regresamos al interior de la casa, no queríamos crear
sospechas así que fue a su habitación y yo a la mía. Aun me dolía lo que había
pasado hace unas horas pero después de aquel beso sentía como mi alma revivía.
Al otro día muy temprano comencé a empacar ropa en una maleta, como no
sabía por cuanto tiempo me iría decidí llevar lo más que se pudiera por cualquier
cosa. Después baje a desayunar, pensé que nadie había despertado, sin embargo,
mis padres ya estaban en la cocina tomando café.
—Buenos días hijo ¿cómo amaneciste? —preguntó mi madre.
—Buenos días, aunque les parezca extraño amanecí muy bien.
—Eso es lo que veo hijo y me extraña.
—Bueno mamá he pasado por situaciones más difíciles que esta, así que no
tienes de que preocuparte. ¿Ya hicieron sus maletas? en unas horas salimos al
aeropuerto.
—De hecho te queríamos preguntar si no tienes problema en que tu padre y
yo nos quedemos aquí unos días. Este lugar es muy agradable y queremos
disfrutar del clima.
—Por supuesto que sí mamá —bese su mano —no tienes ni siquiera porque
pedirlo, esta es su casa y pueden quedarse el tiempo que quieran.
—Gracias hijo ¿cuándo sales para España?
—Si puedo esta misma noche o mañana a primera hora.
—Avísanos cualquier cosa, no quiero que me dejes con la angustia.
—No te preocupes mamá —en ese instante entro doña Vicky —señora
Vicky mis papás se quedaran unos días, se los encargo mucho.
—Por supuesto que si joven no tiene de que preocuparse y permítame
aprovechar para decirle que lamento mucho lo que paso ayer.
—No se preocupe doña Vicky estaré bien y gracias por preocuparse —le di
un abrazo —ahora si me permiten saldré un momento.
El paisaje no era tan desolador como el de ayer, de hecho el sol iluminaba
las hermosas montañas de Bozeman mejor que otras ocasiones. La mañana era
diferente y con esperanza, de repente me sorprendió por atrás Nat...
—Buenos días dormilona.
—Buenos días hermanito, pensé que estarías en la bañera cortándote las
venas.
—No te preocupes eso ocurrirá cuando llegue a Nueva York —dije en tono
sarcástico.
—¿A qué se debe tan buen ánimo?
—No lo sé, deberías estar feliz en vez de preguntar ¿no?
—O tal vez se deba a los besotes que te diste con Jane anoche —dijo
burlándose.
—¿No me digas que nos viste? —me sentí un poco apenado.
—Si, salí a fumar y los vi pero bueno, si a mí me hubieras dado esos besos
también estaría de muy buen humor.
—No seas tonta —comencé a reír —espero guardes el secreto y no le
comentes nada, no quiero que se asuste.
—Lo prometo.
Casi de inmediato bajo Dave con su novio, Leo y Ana.
—Díganme que ya está el desayuno listo o me les desmayo —dijo Dave un
poco dramático.
—Si ya está, pasen al jardín le pediré a la señora Vicky que comience a
servir.
Me dirigí a la cocina y pedí que llevaran el desayuno, en ese momento
apareció Jane cargando a Emma, cruzamos miradas y sonreímos.
—Déjenme cargar a esta hermosa princesa — la tome entre mis brazos.
Le pedí a Jane que tomara asiento junto a mí y Dave dijo...
—Hoy te ves diferente cariño… ¿si recuerdas que se canceló tu boda
verdad?
—Infeliz —reí —obvio si pero hermano no esperaras que me quede
llorando todo el día en la habitación.
—Lo sé y me alegra verte tan animado.
—Gracias, además anoche después de mucho pensar llegue a la conclusión
de que si yo no hice nada malo no tengo porque flagelarme ¿no creen?
—Si tienes razón —dijeron Nat, Leo y Ana.
—Así es cariño y el viaje a España te terminara de sanar, me encanta tu
forma de pensar. John y yo discutimos las posibilidad de alcanzarte en España en
cuanto estés mejor ¿te parece?
—Estaré encantado de recibirlos.
—Ustedes dos se ven muy bien con esa niña ¿estás seguro de que no es tu
hija? —dijo John.
En ese momento escupí el jugo de naranja.
—Amorsh que indiscreto eres, ve casi se ahoga por tu culpa —dijo Dave.
—A lo mejor si es mi hija pero Jane no me lo ha querido confirmar —se
puso muy roja y me siguió el juego.
—Prometo mandar hacer una prueba de ADN porque aún me queda la
duda.
—Mientras no me salgas que es de Nataly todo está bien.
Todos comenzaron a reír mientras nos disponíamos a disfrutar del delicioso
almuerzo que nos habían preparado.
Horas más tarde llegamos al aeropuerto y Dave, John y Ana subieron a su
jet para dirigirse a Los Angeles. Me desearon suerte y prometieron alcanzarme
pronto en España, justo antes de que Dave subiera al jet le pedí que cuidara de
Blake y que estuviera con ella como me lo había prometido.
En el otro jet subió Leo, Nat, Jane, su mama, Emma y yo con rumbo a
Nueva York. Parte de mi dolor se quedaba en Montana.


Capítulo 12

Hemos llegado a Nueva York, en el aeropuerto nos esperaban dos
camionetas. Una llevaría a Jane y a su familia a casa pero antes de que se fuera
le pedí que hiciera su maleta y la de la niña; dependiendo de cómo salieran las
cosas saldríamos en la noche o a primera hora mañana.
En la otra camioneta iríamos Nat, Leo y yo rumbo a mi departamento.
Durante el camino a casa sentí un poco de nostalgia pero trate de ser fuerte,
también rogaba porque Blake no se encontrara ahí pero según lo último que
supe, fue que se encontraba en Los Angeles con su hermana.
Al llegar a Columbus le pedí al chofer que esperara ya que sacaríamos
algunas cosas de mi departamento. Abrí la puerta y todo lucia justo como lo
habíamos dejado pero podía sentir aquella soledad que me aterraba, le pedí a Nat
que me ayudara a meter en unas cajas mis libros, la laptop y equipo de trabajo.
Yo me dirigí a la recamara para recoger toda mi ropa, sin embargo, no pude
evitar llorar cuando percibí el aroma de la ropa de Blake, me dolía aunque no
quisiera.
Tome valor y seguí empacando mi ropa, zapatos, joyería, accesorios,
absolutamente todo. En la cama deje un reloj de oro que me había dado por mi
cumpleaños y cartas que escribió junto con una esclava y un anillo cuando
cumplimos meses de novios.
Al salir Nat ya tenía todo empacado, así que solo recogí mis documentos
personales y salimos.
—¿Sacaste todo? —preguntó Nat.
—Solo lo esencial de todos modos no creo que Blake se vaya a quedar aquí
porque el departamento está a mi nombre. Solo es en lo que viene a llevarse
todas sus cosas.
—¿Y en donde dejaras todo esto?
—Por ahora en el jet y me las llevare a España. La casa en la que nos
quedaremos es mía.
—¿Cómo que tuya? —preguntó sorprendida.
—La compre como regalo de bodas pero no te preocupes ella nunca lo supo
ni lo sabrá.
—Ay Alex —dijo muy triste.
—Cambiando de tema ¿me alcanzaran en cinco días?
—Si hermanito, hay que dejar todo muy bien organizado en las oficinas.
—Ok entonces las pasare a dejar a su casa y nos vemos por allá.
Llegamos a su departamento y me despedí de ellas, después llame a Jane.
—¿Jane?
—Si Alex ¿qué pasó, ya sacaste todas tus cosas?
—Si y... ¿tú ya estas lista?
—Si empaque todo lo necesario, ya allá compro más ropa o le pido a mi
mama que la envié.
—Perfecto, no olvides tus documentos personales y los de la niña, pasó por
ustedes en quince minutos.
—Sí, no te preocupes ahorita nos vemos.
Parecíamos fugitivos pero temía que si pasaba más tiempo en Nueva York
llegara Blake y todo saliera mal.
Llegue a su edificio y el chofer toco la bocina, casi de inmediato apareció
Jane y subimos sus maletas al auto. La niña estaba dormida así que la cargue y
fuimos directo al aeropuerto.
—¿Qué le dijiste a tu mamá? —le pregunte preocupado.
—Solo que tenías que ir de emergencia a España y como probablemente
serían algunas semanas me llevaría a la niña pero que yo le marcaría diario para
informarle que estábamos bien.
—Qué bueno, de todos modos espero que no comience a odiarme.
—¡Nooo! ¿cómo crees? ella te estima mucho. Por cierto yo solo sé que
vamos a España pero... ¿exactamente a dónde?
—A Santa Cruz de Tenerife es una isla que pertenece a España, está muy al
sur cerca de Marruecos y el Sahara.
—¡Wooow! tu siempre sorprendiéndome con lugares que ni siquiera sabía
que existían.
—Te encantara lo prometo —me acerque para darle un beso.
Minutos más tarde llegamos al aeropuerto, entramos a los hangares y pedí
que subieran absolutamente todo lo que estaba en la camioneta.
El jet despegó a las 9 pm en punto, si todo salía bien llegaríamos al
Aeropuerto Tenerife entre las 4 am y 5 am a más tardar. Recostamos a la niña en
la habitación y nos sentamos a cenar una pizza que había encargado con un poco
de vino. Después de eso nos pusimos a platicar de muchas cosas pero sabía que
algo le preocupaba a Jane...
—Te siento incomoda ¿qué pasa?
—Es que vas a pensar que es una tontería.
—Dime, no me voy a molestar contigo, jamás lo he hecho.
—Bueno... es que me siento incomoda con esto, contigo así. Yo sé que lo
que hizo Blake estuvo mal y que no fue tu culpa pero me siento mal por ella
porque debe estar sufriendo y nosotros estamos aquí como si nada.
—Te entiendo, tú sabes que aún tengo sentimientos por ella y me duele
mucho lo que me hizo pero no me puedo quedar a llorar toda mi vida Jane. Ella
es la que hizo mal no nosotros, es más, tu y yo somos el mejor ejemplo de que la
gente puede controlar la tentación de ser infiel.
—Lo sé y no la estoy justificando porque tú siempre fuiste muy correcto en
tu relación pero...
—Pero nada, no pensemos en ella así como ella no pensó en mi cuando me
engaño porque según Nat fue en más de una ocasión.
—Está bien tratare de pensar solo en nosotros.
—Te lo agradeceré mucho porque quiero disfrutar cada momento contigo
de ahora en adelante. Este viaje es para olvidar y comenzar algo lindo entre tú y
yo.
Después de algunas copas, besos, charlas y miles de kilómetros recorridos
en el Atlántico llegamos a Santa Cruz de Tenerife. Pedí un servicio de lujo para
que nos llevaran a mi propiedad en Adeje, muy cerca de la costa.
El clima era muy agradable ni siquiera era necesario llevar chamarra o
suéter. La casa que había comprado tiene seis habitaciones, siete baños, cocina
equipada, piscina, garaje para cuatro autos, jardín enfrente y atrás, sala de cine y
juegos, comedor, gimnasio, bar y sala para invitados. El trato lo había cerrado ya
hace un mes y la había mandado amueblar, pensaba pasar la luna de miel ahí,
sería una sorpresa, afortunadamente Blake ignora la existencia de esta casa y las
únicas que tienen la ubicación exacta es Nat y Leo.
Jane quedo impresionada sobre todo por la hermosa vista que teníamos
hacia la costa y al campo de golf. La decoración había quedado preciosa y como
la vi un poco cansada la lleve a su habitación para que la niña también pudiera
descansar, yo hice lo mismo minutos más tarde.
Horas más tarde como a eso de las 11 am desperté y tome una ducha.
Busque si entre mis cosas había bermudas y camisas ligeras, afortunadamente
logre encontrar un par. El clima era caluroso y como no vi señales de que las
chicas estuvieras despiertas decidí bajar a acomodar mis libros en el despacho.
No sabía por cuanto tiempo nos íbamos a quedar pero tampoco podía vivir sin
mis libros, así que los puse en uno de los libreros e instale mi equipo de trabajo.
Como aun no despertaba Jane decidí terminar de desempacar mi ropa antes
de que se arrugara más de lo que ya estaba. Dieron la 1:30 pm cuando termine y
como ya tenía hambre fui a ver porque no despertaba Jane. Toque su puerta y
salió ya muy arreglada...
—¿Desde qué horas estas despierta?
—Como desde las 10:30
—Y... ¿por qué no saliste?
—Pensé que estarías dormido.
—Desperté a las 11 y ya hasta termine de desempacar mi ropa y los libros
en el estudio —no podía creer que llevara despierta tanto tiempo.
—No te preocupes yo hice lo mismo y también bañe a la niña.
—Si pero no inventes no han desayunado. ¡Ay Jane! que voy hacer contigo,
toma tu bolso iremos a la costa a comer algo porque aquí no hay comida.
Después vamos por algo de despensa.
En el garaje se encontraba un Mercedez y una camioneta porche que había
mandado comprar para tenerlas justamente en mis visitas a esta ciudad. Tuve que
checar un mapa antes de partir porque no tenía ni la más mínima idea de cómo
llegar a la costa, finalmente puse una ruta en el GPS y llegamos sin problema
alguno.
Tenía muchas ganas de comer marisco acompañado de una buena cerveza.
Jane pidió una enorme mojarra y a la niña una sopa de letras porque no
estábamos seguros de que tan bien le caería el marisco y mucho menos en una
ciudad desconocida para ella.
La pasamos increíble y la vista al mar era espectacular, había muchísimos
turistas y la música era perfecta. Después de eso fuimos en busca de un centro
comercial para comprar la despensa ya que en la casa no había ni agua,
aproveche para comprar un poco más de ropa. Jane vio una tienda donde había
un par de vestidos que le encantaron, mientras estaba en los probadores yo
cuidaba a Emma y de repente entro una llamada, era el papá de Blake. Comencé
a aterrarme pero respire profundamente y decidí contestar...
—Hola señor ¿cómo está? —conteste un poco nervioso.
—Hola Alex, pues que te puedo decir aún estoy asimilando todo esto.
—Me lo imagino pero dígame que necesita.
—Bueno... yo te dije que cuando hablara con mi hija me permitieras hablar
después contigo.
—Lo se señor y lamento mucho todo lo que pasó, sin embargo, yo estoy
fuera del país y no tengo fecha de regreso. Espero que me entienda, lo último
que quiero es estar ahí.
—Te entiendo hijo y nuevamente te pido una disculpa en nombre de mi
familia. Hable con mi hija y creo que necesitas escucharla.
—Créame que lo haré —se cortó un poco mi voz —pero en este momento
no me siento preparado para enfrentarla, me dolió mucho lo que hizo, lo que vi y
el hecho de que llevara tiempo viendo a ese tipo.
—¡Vaya! —contesto apenado —no tenía idea de eso y tienes razón en no
querer estar aquí.
—Gracias por comprenderme y en cuanto regrese a Estados Unidos me
pondré en contacto con usted antes de ver a su hija, sólo tenga paciencia porque
calculó estar un poco más de un mes fuera. Pero tiene mi palabra de que hablare
con ella.
—Gracias Alex y nuevamente una disculpa por todo, espero que en este
tiempo logres sanar tus heridas. Saludos y un abrazo.
—Gracias señor cuídese y por favor apoyen a su hija no la dejen sola.
—No te preocupes Alex. Chao
Me sentí un poco más aliviado después de atender esa llamada y me
tranquilizaba saber que ya había hablado con Blake, sin embargo, aún no quería
saber nada de ella y me concentre en lo que realmente me importaba; olvidarla
para reconstruir mi vida.
—¿Quién era? —pregunto Jane
—Mi ex suegro —conteste un poco tímido
—¿Todo está bien?
—Sí, sólo quería que nos viéramos para disculparse por todo lo que pasó.
—¿Y qué vas hacer?
—Nada —respondí con seguridad —le dije que hablaríamos a mi regreso.
Sé que se sintió intranquila pero poco a poco se le fue pasando. Al terminar
las compras fuimos a una agencia especializada en contratar gente para el
servicio doméstico de la zona residencial de Adeje. Necesitábamos urgentemente
una buena cocinera, servicio de limpieza y un chofer. Aproveche para contratar
también una nana que estuviera al pendiente de la niña sobre todo porque
comienza a correr y me preocupa la alberca y escaleras. Afortunadamente había
muy buenos candidatos y se presentarían a primera hora en dos días.
Después de eso regresamos a casa, debían ser como las 6 pm, preparamos
algunas botanas para ver películas y jugar con el xbox. La niña se quedó
profundamente dormida mientras jugaba con los peluches que le compramos.
Me sentía muy feliz de tenerlas ahí conmigo gracias a ella olvidaba el amargo
recuerdo del día de mi boda.
Pasaron cinco días y fui al aeropuerto a recoger a Nat y Leo. El jet llego
exactamente a las 10 am, sin embargo, casi nos infartamos cuando mi hermana
bajo...
—¡Pero que mierda! —exclame sorprendido.
—Ahora si te creo cuando dices que tu hermana es una adicta sexual —Jane
no podía creer lo que veía.
Nat estaba medio ebria y junto a ella cinco chicas muy guapas en ropa
interior.
—Nataly me puedes explicar ¿qué significa esto?
—¡Ay hermano! nada que no hayas visto antes —acomodo sus RayBan —
chicas saluden al guapo de mi hermano y su casi novia.
—Hola Alex —se acercaron las cinco a saludarme.
—Hola chicas pero de lejos por favor porque mi casi novia se enoja —pude
notar el rostro celoso de Jane.
—Nat ¿dónde está Leo? —preguntó preocupada Jane.
—No me digas que la aventaste al Atlántico a mitad de viaje —bromee.
—¡Noooo! ¿cómo crees? Ella tuvo que ir a una sesión de fotos a París y me
dijo que me alcanzaba mañana.
—¿Y eso te da derecho a engañarla con cinco mujeres? con qué cara
golpeaste a Blake si eres igual —le dije molesto.
—¿La estas defendiendo? —comenzó a enojarse.
—No, no la estoy defendiendo solo que no se me hace justo que le hagas
esto a Leo porque ella te quiere mucho y te ha aguantado demasiadas cosas. Yo
estoy viviendo el dolor de un engaño no le hagas lo mismo por favor.
—¿Y tú Jane, también opinas lo mismo?
—Por muy raro que parezca estoy de acuerdo con Alex tienes que
controlarte o la vas a perder ¿es lo que quieres?
—¡Por supuesto que no! yo... —respiro —no podría vivir sin ella.
—Entonces compórtate, sube a la camioneta te voy a quitar esa borrachera
que traes.
—¿Y las chicas?
—Regrésalas al lugar de donde las sacaste pero no las quiero en mi Jet.
—Estaban en mi club de Miami.
—¡Ay Nataly! que mierdas voy hacer contigo. Dales dinero para un boleto
de regreso en primera clase y punto. No puedo prestarte el jet porque nunca se
sabe si habrá una emergencia.
—Lo siento chicas aquí tienen dinero para que regresen, me divertí mucho
pero mi hermano tiene razón —se dirigió Nat hacia ellas.
—¿Qué voy hacer con esta mujer? —me cuestione —vamos Jane.
La tome de la mano y caminamos hacia la camioneta. Estaba muy
decepcionado de Nat pero sabía que tenía que ayudarla a controlar esa obsesión
que tiene por las mujeres.
—Ya no te enojes hermano prometo controlar mis pasiones carnales —dijo
mientras subía a la camioneta.
—¿No se supone que estabas en Nueva York? —pregunte indignado.
—Si pero cuando Leo me dejo en el aeropuerto le pedí al capitán que se
desviara a Miami, me encontré a esas chicas en el club y las invite.
—Tú estás peor que yo en mis mejores épocas —reímos.
—No exageres además salió algo bueno de todo esto.
—¿Qué?
—Conseguimos que John Mayer haga una presentación en el club.
—¿Estas bromeando verdad? —empecé a recuperar mi buen humor.
—No, yo se lo mucho que te gusta su música y en un mes lo podrás ver en
vivo.
—¡Increíble! te has ganado mi perdón.
—Gracias y... parece que me he perdido de algo ¿verdad?
—¿A qué te refieres? —preguntó Jane desconcertada.
—¿Por qué están tan tomaditos de las manos? par de tórtolos.
—Ni siquiera tienes que preguntar mejor siéntete feliz porque esta hermosa
mujer me ha ayudado a recuperarme del dolor que sentía.
—Solo llevan seis días aquí.
—Pero... once meses de conocerla y seis de gustarme —extendí mi brazo
para abrazar a Jane.
—Me encanta verlos así ¿y la niña?
—Con la nana en casa.
—Muero por conocer tu residencia —miro por la ventana.
—Te va a encantar, tiene una increíble vista a la costa.
Minutos más tarde llegamos a la casa, mi hermana quedo fascinada y
enseguida le mostré su habitación para que se refrescara y poder quitarle la
borrachera que se cargaba.
La lleve a comer a la playa para que tomara un buen clamato y mientras
tanto me platico varias cosas que estaban sucediendo en los Estados Unidos
desde mi ausencia.
—¿Ya te sientes mejor o quieres esperar un poco más antes de ordenar?
—No, ya me siento mucho mejor, pidamos algo de comer porque estoy
muriendo de hambre.
—Tu siempre mujer —le hice una señal a la mesera.
—Alex yo sé que no quieres saber nada de los Estados Unidos pero debes
enterarte de que Blake te está buscando como loca.
—¿Qué tan loca? —pregunte asustado.
—Estuvo afuera de mi casa por una hora y cuando Leo llego no la dejaba
pasar al edificio, a fuerzas quería que le dijera en donde estabas.
—Eso quiere decir que está en mi casa.
—Pues yo quiero suponer que si pero le dejamos muy claro que no
sabíamos y que la única que sabía era Jane pero que estaba contigo.
—¿Crees que vaya a mi casa? —pregunto Jane un poco asustada.
—No creo, ella nunca supo donde vivías de todos modos hay que marcar a
la oficina para que nadie le de tus datos.
—Por eso no te preocupes yo ya le di instrucciones a Mónica de no darle
ningún dato y tampoco podrá pasar al edificio.
—El capitán también tiene órdenes de no decir nuestra ubicación —le
aclare para que no se preocupara más.
—Pues ahí esta, no tienen de que preocuparse.
Sin embargo Jane y yo nos mirábamos con preocupación realmente no
queríamos verla ni que causara problemas en esta nueva etapa en nuestras vidas.
—Su papá me marco hace unos días y le di mi palabra de que hablaría con
ella cuando volviera.
—No estarás pensando en… —Nat clavo su mirada en mí.
—¡Por supuesto que no! eso no pasara solo es para perdonarla y decirle que
no le guardo rencor.
—Está bien, de todos modos hay que dar las menores señales de vida
posibles ¿Cuánto tiempo seguiremos aquí?
—Pues el plan es pasar el año nuevo aquí, incluso queremos invitar a Dave.
—Pero no crees que se moleste cuando te vea conmigo… —dijo Jane.
—No, de hecho me dijo que debía darme una oportunidad contigo —le
sonreí.
—¿De verdad? —se mostró sorprendida.
—Si, tú no te preocupes por eso.
—A mí me encanta la idea de pasar las fiestas de fin de año aquí, cuenten
conmigo.
Después de comer llevamos a Nat a conocer la costa, aprovechamos para
llevar a la niña a comer helado y a que caminara por la orilla del mar.
Al caer la noche hicimos una pequeña fogata a un lado de la piscina para
platicar de muchas cosas, el cielo mostraba un espectáculo de estrellas
maravilloso muy parecido a los de Montana.




Capítulo 13

Han pasado tres semanas y estamos a solo 2 días de que llegue la Navidad,
pusimos el árbol y adornamos el exterior de la casa. Quería que todo luciera
espectacular ya que en un rato llegara Dave y Ana con sus respectivos novios.
Por su seguridad no les di la dirección, el capitán los recogerá y los traerá directo
a la isla.
Jane me estuvo enseñando a cocinar, preparamos algunas galletas y un
prepavo con Nat y Leo que por cierto están más felices que nunca porque en dos
semanas se comprometerán en Los Angeles. Estoy muy feliz por ellas, más aún
porque mi hermana ha cumplido su promesa de portarse bien.
Hace una semana fui a acampar con Jane a El Teide, un lugar mágico cerca
del volcán de la isla. Fue como estar a unos pasos del universo y los paisajes son
indescriptibles. Y bueno… paso lo que ambos deseábamos desde hace mucho,
fue una de las noches más hermosas de mi vida incluso más que las que pase con
mi ex prometida. Descubrí una nueva forma de hacer el amor, con Blake todo era
pasión pero con Jane había algo más… con ella sentía paz, ternura y libertad, no
sé qué me está pasando pero me apena descubrir que llevaba mucho tiempo
enamorado de ella y no me quería dar cuenta de eso. Lástima que tuve que pasar
por un proceso doloroso para darme cuenta de mis sentimientos. Ahora
dormimos en la misma habitación y acondicionamos la que tenía para la niña.
Hace unos días me dijo por primera vez papá y no puedo describir la
emoción que sentí al escucharlo, creo que hasta me han dado ganas de tener
hijos.
En este momento deben estar Nat y Leo en el aeropuerto para recoger a
nuestros amigos. Jane y yo nos quedamos para terminar de hacer la lista de
regalos y compras para la cena. Parece que han pasado años desde lo que
sucedió en Bozeman, con ella se me pasa el tiempo volando.
Una hora más tarde llegaron nuestros esperados invitados…
—¿Dónde está el mal amigo de Alex?
—Aquí estoy hermano —dije mientras bajaba las escaleras— ¿Cómo estás?
—Bien pero mírate estas completamente recuperado luces mejor que nunca.
—Y tú luces muy guapa.
—¡Ay cariño! Así me gusta que me hables.
—¡Jane baja ya llegaron los muchachos! —grite y termine de saludar a los
demás.
—¡Hola! —dijo Jane con la niña en brazos.
—Querida te ves hermosa y esta princesa también —se acercó Dave a ella.
—Gracias ¿y qué tal el viaje?
—Pesadísimo pero después de ver esta casa creo que pasaremos unos días
increíbles.
—Tienen la libertad de hacer lo que quieran, tenemos piscina y si no pues
vamos a la playa —dije.
—Si yo tuviera esta casa tampoco regresaría a Estados Unidos es muy
hermosa Alex —dijo Ana.
—Gracias pero pasen vamos a tomar una copa y me cuentan todo lo que ha
sucedido en mi ausencia.
Pasamos al bar mientras la niñera se llevaba a la niña.
—Antes me tienen que aclarar algo Jane y Alex —dijo Ana intrigada—
¿ustedes dos están saliendo verdad?
—Si, ella y yo somos novios —le di un beso en la mejilla a Jane.
—¡Wooow! Que sorpresa los felicito se ven muy bien.
—Yo sé que tú eres amiga de… bueno tu sabes pero espero entiendas que
simplemente se dio sin pensarlo, ni planearlo.
—No tienes por qué dar explicaciones Alex, mi amiga se portó muy mal y
como me dijo Dave “Tiene que afrontar las consecuencias de sus actos” además
ustedes también son mis amigos y me alegro de verlos tan felices.
—Muchas gracias, no sabes lo que significan tus palabras para nosotros.
—¡Ay si Alex! me encanta verlos juntos, te dije que ella era buena para ti
solo espero no me le rompas el corazón a mi hermoso ¡eh! porque ahora si se los
quito y me caso con él —bromeo.
—Dave que va a decir tu novio —comencé a reír.
—No te preocupes podemos dormir los tres en la misma cama —dijo John.
Comenzamos a reír a carcajadas, la estábamos pasando muy bien, extrañaba
mucho esas reuniones entre amigos.
—¿No les gustaría ir a la plaza o a la playa a caminar? En esta época
adornan muy padre las calles de la ciudad.
—Escuche que habría una kermes en Playa de las Américas —dijo Leo.
—Pues no se diga mas, ahora mismo pido que les indiquen sus
habitaciones, dejen sus maletas y en quince minutos nos vamos.
—¡Ay no Alex! Si vamos a la playa dame 30 minutos para cambiarme de
ropa.
—Está bien tienen media hora chicos.
Maneje hasta Playa de las Américas, nos estacionamos lo más cerca posible
y decidimos caminar a la orilla de la playa. Dave y yo nos separamos un poco
del grupo para platicar sobre algunas cosas.
—Me alegra ver que estas mejor Alex, luces muy bien.
—Gracias hermano me siento bastante bien ya casi no duele ¿Has visto
a…?
—Pensé que nunca me preguntarías por ella.
—No lo había hecho porque no quería incomodar a Jane, ella sabe que ya la
perdone y que cuando regrese la iré a ver para decirle que no le guardo rencor.
—Me alegro de que no le guardes sentimientos negativos ahora regresando
a tu pregunta si la he visto, sigue muy mal Alex.
—Sentimientos de culpa tal vez —dije molesto.
—Probablemente sí pero está muy arrepentida de lo que hizo y tiene la
esperanza de que la perdones para volver con ella.
—Tú sabes que eso no pasara.
—¿Ya no la amas? Tú me dijiste que ella siempre seria el amor de tu vida.
—Se lo que dije pero después de estar todo este tiempo con Jane me he
dado cuenta de que desde hace mucho tiempo estoy enamorado de ella y la
verdad es que si tuviera que elegir entre las dos escogería mil veces a Jane.
—¿Me estás diciendo que las amabas a las dos pero no te habías dado
cuenta de eso?
—Sé que es estúpido pero si, las amaba a las dos de diferente forma pero
las amaba y ahora con quien quiero estar es con Jane. Si Blake no hubiera hecho
lo que hizo seguramente ahora seriamos la pareja más feliz del mundo pero no
fue así y ahora yo tengo una nueva oportunidad para ser feliz.
—Lo se cariño y tienes todo mi apoyo, me duele ver toda esta situación
pero tienes derecho a ser feliz y que mejor que con una chica como Jane.
—Gracias hermano… —Jane comenzó a acercarse.
—Amor las chicas quieren ir a comer marisco ¿qué opinas?
—Por mí no hay problema bebe.
Los llevamos al mejor restaurante de la playa y después disfrutamos de la
música en vivo. Regresamos a casa como a eso de las 12:30 am.
Llego la navidad y posteriormente el fin de año, este último decidimos
pasarlo en un restaurante frente a la playa. Mis padres y la mamá de Jane
viajaron desde América para pasar la última fiesta del año con nosotros, los tres
se encontraban muy felices por la relación que habíamos iniciado, sin embargo,
ellos se retiraron del lugar a eso de las 11:00 pm porque estaban cansados y
llevaron a la niña consigo, solo quedamos cuatro parejas esperando recibir el año
de la mejor manera.
El Dj encargado de animar la fiesta en la playa se estaba luciendo con la
música y nosotros fuimos acumulando botellas de champan en la mesa. La
estábamos pasando de lo mejor y a tan solo unos cuantos minutos de comenzar
con el conteo el dj pidió a todos los asistentes que metieran los pies al mar y
lanzáramos cada pareja una linterna china justo cuando entrara el año.
Seguimos instrucciones y Jane y yo nos dirigimos a la playa…
—Inicie el año conociéndote, hoy lo termino junto a ti para iniciarlo
contigo nuevamente. Gracias por rescatarme, te encontré justo en el momento
indicado. El pasado es un amargo recuerdo que gracias a cada beso tuyo
desapareció, sé que junto a ti puedo reescribir mi futuro —dije muy ilusionado.
—Gracias a ti porque a pesar de tanto tiempo por fin pudimos comenzar a
escribir nuestra historia, porque a pesar de huir de lo que sentíamos no logramos
estar el uno sin el otro y la vida nos enseñó que cuando dos personas están
destinadas a estar juntas no importa cuánto tiempo pase, al final lo estarán.
—Jane… yo no te quiero pedir que seas mi novia.
—¿No? —note un poco de susto en su cara.
—No, yo te quiero pedir que seas mi alma gemela a través del tiempo.
—Solo si tú aceptas ser la mía —dijo aliviada.
El conteo termino justo después de eso y lanzamos la linterna, la cargue y la
bese mientras nos introducíamos al mar.
Regresamos unos minutos después para abrazar a nuestros amigos cuando
de repente mientras Jane abrazaba a Leo se desmayó.
—Alex ayúdame —escuche gritar a Leo.
—Jane mi amor que tienes ¡un médico! —grite asustado.
—Ya ves por no bañarte amor —le dijo Nat bromeando.
—Alguien por favor llame a un médico —escuchaba gritar a mis amigos.
—Jane reacciona por favor —le imploraba.
Después de unos segundos comenzó a recobrar el sí.
—¿Qué me paso? —decía con dificultad.
—Te desmayaste amor ¿te sientes bien?
—Solo un poco mareada.
—A lo mejor fue por haberla metido al agua helada Alex —me golpeo Nat.
—Probablemente pero te tengo que llevar a un doctor.
—No amor ya estoy mejor —se levantaba con dificultad.
—Dije que te llevare a un doctor aunque no quieras, no te puedo dejar así.
—Tiene razón Jane —dijo Ana.
—Ustedes si quieren quédense aquí, yo les marco cualquier cosa —dije
muy nervioso.
—No como crees todos vamos —me decían los chicos.
La cargue para subirla a la camioneta y nos dirigimos al hospital más
cercano que quedaba como a 15 minutos. Aunque Jane ya se veía mucho mejor
no quería arriesgarme a que se desmayara de nuevo.
Llegamos a urgencias y le platique a la enfermera lo que había sucedido, el
doctor nos indicó que le haría unos estudios y después saldría para decirme que
podría haber causado el desmayo.
La espera se me hizo una eternidad y los demás trataban de calmarme,
después de 45 minutos el doctor me pidió que entrara a su oficina.
—Amor ¿cómo te sientes? —le dije muy preocupado.
—Mejor bebe no tienes de que preocuparte debió ser la comida o por
meternos al agua helada —reía.
—Me asuste demasiado —la abrace muy fuerte.
—Pues no tienen de que asustarse —interrumpió el doctor.
—¿Por qué? —pregunte confundido.
—Su novia está perfectamente bien solo por un pequeño detalle…
—¿Qué pasa? —lo miramos confundidos.
—Felicidades van a ser papás, su novia está embarazada.
Una emoción invadió mi cuerpo, no podía hablar ni mucho menos creerlo.
—¿Está seguro? —le pregunte con dificultad.
—Si la prueba de sangre no miente, su novia tiene semanas de embarazo.
Los dejare unos minutos para que hablen —se levantó y salió de la oficina.
—Alex yo sé que esto debe ser muy fuerte para ti…
—¡Voy a ser papá! —la interrumpí mientras gritaba de la emoción —¡No lo
puedo creer!
—No pensé que lo fueras a tomar así —me dijo sorprendida.
—¡Vamos a ser papás mi amor! —la cargue para besarla —gracias amor
por esta noticia, me haces el hombre más feliz del mundo.
—Yo también estoy muy feliz amor, un hijo tuyo es un sueño.
—Lo se mi vida no puedo contener la emoción. ¡Te amo te amo te amoooo!
—estaba muy feliz.
Entro el doctor en ese momento…
—Veo que ambos están felices con la noticia.
—Si doctor y... ¿qué sigue ahora? ¿qué debemos hacer?
—Por ahora debe descansar mucho y evitar bebidas alcohólicas, cigarro o
drogas. Si tienen médico de cabecera acudan a él para que le haga unos estudios
más completos y les indique los cuidados si no aquí contamos con médicos muy
capacitados que los orientaran.
—Muchas gracias doctor le prometo que cuidare de ella muy bien.
—Excelente y muchas felicidades.
—Gracias —le extendí mi mano y salimos.
Pague la cuenta para después dirigirnos a la sala de espera donde estaban
todos medio dormidos. Jane y yo tratamos de disimular nuestra felicidad para
sorprenderlos.
—Listo chicos vamos.
—¿Qué pasó Jane? De seguro fue porque este animal te metió al agua
¿verdad?
—No Nat —puse cara triste.
—¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara?
—Jane… —voltee a verla —esta embarazada ¡Vamos a ser papás! —grite
con gran felicidad.
—¿Estas bromeando? —dijo Dave.
—¡No! vamos a ser papás.
—¡No lo puedo creer hermanito! —se lanzó Nat hacia mí y me dio un
abrazo —¡Felicidades!
—Gracias hermana estamos muy felices pronto tendremos un Alexito
dirigiendo los negocios.
—Felicidades a ambos que feliz me siento por ustedes, ese niño saldrá
hermoso con unos padres tan guapos —dijo Ana.
—Gracias aun no lo podemos creer —decía Jane mientras ponía las manos
en su vientre.
Después de las felicitaciones y abrazos volvimos a casa dispuestos a abrir
una botella de champan para celebrar. Durante el camino decidí que era hora de
regresar a Los Angeles para que Jane atendiera el embarazo con el mejor médico
de la ciudad.
Al amanecer Jane y yo fuimos a buscar a nuestros padres para darles la
noticia. Mi mamá se emocionó tanto, por fin iba a llegar el nieto que tanto había
estado esperando, mi padre por su parte me dijo que era un regalo que dios me
había mandado después de la tormenta en la que estuve envuelto y la mamá de
Jane aunque se veía un poco preocupada no podía ocultar la felicidad que le
producía la noticia.
Al siguiente día empacamos todo para regresar a Los Angeles, volvía muy
feliz, sanado y dispuesto a perdonar a toda la gente que me había herido. No
podía describir todo lo que estaba sintiendo por fin iba a formar una familia con
una mujer maravillosa, que amaba y no solo me iba a dar un hijo sino que la vida
me estaba regalando a una niña de tres años.
Lo primero que pensé al aterrizar fue en hablar con el padre de Blake así
que le pedí que nos viéramos en un conocido restaurante de West Hollywood.
Estaba algo nervioso pero necesitaba saber qué era eso tan importante que me
quería decir y sobre todo informarle que ya estaba reconstruyendo mi vida con
alguien más antes de que se enterara por personas malintencionadas. Después de
algunos minutos apareció.
—Hola muchacho me da mucho gusto verte.
—Hola señor a mí también me da gusto ¿Cómo ha estado?
—Bien, ya sabes trabajando pero a ti te veo muy mejorado.
—Lo estoy señor pero dígame que era eso tan importante que me quería
decir desde hace varias semanas.
—Principalmente decirte frente a frente que lamento mucho lo que paso,
jamás pensé que mi hija fuera a tener ese comportamiento, tu sabes que ella es
mi orgullo y cuando me entere de todas las bajezas que te había hecho me
decepcione mucho.
—Lo se señor y créame que no era mi intensión que usted se enterara de esa
manera. Usted sabe cuánto quería a su hija y que estaba dispuesto a hacerla la
mujer más feliz del mundo pero al parecer ella nunca logro olvidar a Edward.
—Le gano la tentación Alex y por un momento de calentura podemos
perderlo todo, solo que ella no lo vio de esa forma en aquel momento.
—Créame que lamento mucho lo que paso y me han dicho que ella aun esta
algo mal.
—Si aún está triste, me preocupa por eso quiero pedirte que la veas,
escuches lo que te tenga que decir y decidas si regresas o no con ella.
—Señor... —hice una pausa —yo estoy dispuesto a perdonarla pero no
puedo ni quiero volver con ella.
—¿Estás seguro? Yo sé cuánto la amas y estoy seguro de que si lo intentan
pueden solucionar sus problemas.
—Estoy seguro de que ella encontrara a un mejor hombre. Yo siempre la
voy a querer pero he encontrado una nueva oportunidad de ser feliz y no la
quiero desperdiciar.
—Entiendo y admiro que me lo estés diciendo de frente, es una lástima que
no haya remedio para su relación —se detuvo y continuo —realmente me
hubiera gustado que se casara contigo.
—Lo se señor y quiero que sepa que su familia puede contar conmigo
cuando lo necesiten, no hay rencores.
—Gracias, de nuestra parte tienes lo mismo. Y… ¿cuándo puedes ver a mi
hija?
—Si usted me lo permite ahora mismo solo permítame hacer una llamada y
lo alcanzo en un momento.
—Perfecto te espero en el auto.
—Mejor lo sigo porque traje mi auto.
—Está bien.
Salí y llame a Jane para decirle lo que estaba a punto de hacer.
—Hola amor ¿cómo te sientes?
—Hola amor, bien no te preocupes.
—Si te sientes mal dímelo.
—No en serio estoy bien.
—Te creo ¿Nat esta aun contigo?
—Si ¿por qué?
—Ya hable con el papá de Blake y me ha pedido que la vaya a ver ahora
mismo, parece que aún está muy mal y está preocupado ¿no te molesta si voy?
—No, por supuesto que no, ya habíamos quedado que la irías a ver para
cerrar ese capítulo en tu vida y yo confió plenamente en ti.
—Gracias por entender amor de todos modos si te sientes mal o algo
márcame que yo salgo de inmediato para allá.
—No te preocupes estaré bien te lo prometo.
—Está bien sabes que estás en tu casa, te mando muchos besos y a mis
hijos también.
—Nosotros también te mandamos besos. Te amo.
—Yo también te amo hermosa.
Subí al auto y seguí al señor Bradley hasta la residencia de su hija. Cuando
llegamos me pidió que fuera delicado con ella y evitáramos discutir por el bien
de ambos, le prometí que así seria y subí a su habitación. Toque la puerta y
respire profundamente…
—Ya dije que no quiero ver a nadie —abrí la puerta y estaba de espaldas
mirando por la ventana.
—Hola Blake —la salude muy nervioso.
Volteo de inmediato, su rostro se iluminó y corrió hacia mí para abrazarme.
Se veía muy decaída como si no hubiera dormido bien durante días pero seguía
luciendo igual de hermosa a pesar de eso.
—Mi amor sabía que regresarías algún día.
—Blake… —la aparte de mi —estoy aquí para que hablemos. Durante
muchos días estuviste insistiendo por todos los medios posibles y aquí estoy.
—Amor perdóname fui una estúpida lo sé, estoy muy arrepentida
perdóname por favor —se volvió a aferrar a mí —permíteme explicarte todo, te
prometo que jamás volveré a cometer una estupidez así.
—Yo… —tome aire —no necesito que me expliques nada, no me interesa
saber, te perdono pero no puedo volver contigo.
—¿Qué? —lloraba— ¿ya no me amas?
—No se trata de eso, yo siempre te voy a querer eres una parte importante
de mi vida pero no quiero volver contigo. Te perdono y tampoco te guardo
rencor a pesar de que sé que me viste la cara en varias ocasiones.
—¿Quién te lo dijo? —pregunto molesta.
—Eso no importa, lo que importa es que quiero que estés bien y la única
relación que te puedo ofrecer es la de buenos amigos pero nada más.
—Amor yo sé que estas molesto pero podemos volver a empezar…
—No soy tu amor —la interrumpí —y tampoco podemos volver a empezar.
—Seguramente tu hermanita Nat o la estúpida de tu asistente te metieron
cosas en la cabeza.
—En primera las respetas —le advertí muy enojado —y en segunda, soy lo
suficientemente grande para tomar mis propias decisiones.
—Entonces dime por qué no quieres volver conmigo si tú y yo nos
amamos.
—El punto es que ya no te amo, destruiste mi amor desde el momento en el
que te vi besándote con ese imbécil. El viaje que hice me ayudo a perdonar,
olvidar, curar mis heridas pero sobre todo me dio la posibilidad de volver a ser
feliz.
—Así que de eso se trata ya te buscaste una puta que te consuele.
—No hables así porque ni siquiera sabes lo que estás diciendo.
—Dímelo Alex, si tienes los suficientes pantalones —grito —¿quién es esa
puta?
—Blake cálmate.
—¿Te enamoraste tan rápido de otra? se lo suficientemente hombre para
decírmelo a la cara.
—No trates de hacerme sentir culpable porque aquí la que se equivocó
fuiste tú.
—Entonces dime con quien me engañaste.
—Yo nunca te engañe y tuve muchas oportunidades de hacerlo pero jamás
quise porque yo si te amaba algo que tu no supiste hacer —comencé a enojarme.
—¿Quiero que me respondas? —jaloneo mi ropa.
—¡Siiiii! —respondí furioso —estoy enamorado de otra, ella curo todas mis
heridas y vamos a tener un hijo ¿feliz? eso es lo que querías escuchar ¿no?
—¿Quiero que te largues de aquí? —me abofeteo y comenzó a llorar con
mucha rabia.
—Blake… perdóname no era mi intensión decirte todo esto así, perdóname
por favor.
—Lárgate de aquí, ahora soy yo quien no quiere saber nada de ti.
—Blake… —me sentí muy mal por haber perdido el control.
—Que te largues no entiendes hijo de puta, tu golfa y tú se van a acordar de
mí.
Salí de la habitación muy mal y me disculpe con su padre por no poder
controlar la situación, me dijo que no me preocupara y prometió avisarme en
cuanto Blake estuviera mejor.
Subí al auto y comencé a llorar, jamás imagine que las cosas fueran a
terminar así después de todo lo que habíamos vivido. Trate de calmarme para
volver a casa y evitar que Jane me viera así, sabía que tenía que superar todo
esto para que no siguiera afectando mi presente y futuro.
Al llegar a casa vi a Nat jugando con la niña en la sala…
—¿Cómo te fue? —pregunto.
—Mal muy mal pero no te preocupes todo estará bien —me acerque a la
niña y le di un beso— ¿Dónde está Jane?
—En la habitación, estaba cansada y quiso dormir un rato.
—Gracias por quedarte con ella.
—Cuando quieras ¿seguro qué estás bien?
—No pero de verdad no te preocupes, después te contare.
Camine hacia la habitación y vi a mi princesa profundamente dormida, me
recosté a su lado y le di un beso en la mejilla. Me detuve a disfrutar su aroma por
un momento para olvidar el momento tan amargo por el que acababa de pasar.
—Te quiero tanto —susurre.
—Y yo a ti amor —contesto medio dormida.
—Perdóname, no era mi intensión despertarte. Tenía muchas ganas de
abrazarte.
—Te fue mal ¿verdad? –continuaba con los ojos cerrados.
—Si amor pero dije lo que le tenía que decir, ahora solo queda seguir con
mi vida a tu lado.
—¿Estás completamente seguro de esto? —se giró hacia mí.
—Jamás he estado tan seguro en toda mi vida.













Capítulo 14

Después de algunos días lleve a Jane con mi médico de confianza, el
embarazo va muy bien y solo debe evitar hacer esfuerzos grandes, es una mujer
muy sana.
He decidido que nos mudaremos definitivamente a Los Angeles ya que no
quiero que mi hijo sienta el estrés Manhattan. Compre una casa en Santa Mónica
para que Jane este lo más relajada posible y que mejor forma de hacerlo que
frente al mar. Ya he puesto en venta el departamento de Nueva York, quiero dejar
todo mi pasado atrás, ese lugar me recuerda mucho a Blake.
Leo le pidió matrimonio a Nat y como era de esperarse acepto, por un
momento pensé que no lo lograrían pero ha supo controlar su adicción a las
mujeres y eso solo significa una cosa, que realmente está enamorada. Se casaran
mediante un ritual maya en Xcaret el día de hoy y solo han invitado a quince
personas a la celebración.
En cuanto al tema de Blake, su padre me informo que desde que tuvimos
aquella conversación recobró el ánimo pero su carácter cambio, ahora se
comporta dura y fría. Se ha mudado a Londres con la intención de olvidarme
pero antes juro que se vengaría de mí. La verdad es que no sé porque se lo toma
así, si quien lo arruino fue ella ¿de verdad esperaba qué regresáramos después de
que se acostó quien sabe cuántas veces con ese tipo? está muy mal de la cabeza
espero su estancia en Londres le ayude a perdonar y entender que a veces el
destino nos hiere para llevarnos por un mejor camino.
Por otra parte estoy muy emocionado y a pesar de que falta mucho tiempo
para que llegue mi bebe a este mundo ya he estado viendo muebles y
decoraciones para su habitación, aun no lo puedo creer ¡seré papá!
Estamos a tan solo unos minutos de que inicie el ritual, son las 7:00 pm y la
vibra que se siente es impresionante. Todos vestiremos de blanco y la recepción
será frente al mar, aun me cuesta creer que mi hermana pequeña se casa pero me
alegro mucho de que sea con Leo, sé que serán muy felices.
Es la primera vez que Jane conoce la Rivera Maya y ha quedado encantada
con este paradisíaco lugar. Nat me vio a lo lejos y comenzó a acercarse...
—Hermano, me caso ¿puedes creerlo?
—No hermana pero estoy seguro de que serás muy feliz como ahora lo soy
yo.
—Por fin cumplimos nuestros sueños, somos exitosos y encontramos a
nuestras almas gemelas.
—Lo se Nat, valió la pena cada lagrima que derramamos.
—Hasta me dan ganas de llorar... ¿ya le diste a Jane la sorpresa?
—No, en cuanto nos pidan pasar creo que será más que obvio que se dará
cuenta.
—Estoy muy emocionada —sonreía como una quinceañera.
Ya estaba todo listo, el altar, un camino hecho con velas y las personas que
lo llevarían a cargo. Uno de ellos dio la señal de que ya comenzaría...
—Por favor que pase Nataly y Leo, inclínense de este lado.
Caminaron tomadas de la mano por el camino de velas hasta llegar al altar.
—Ahora pase Alex y Jane.
La tome de la mano y le pedí que caminara junto a mí a pesar de que estaba
muy confundida y sorprendida...
—Alex ¿por qué no me dijiste nada?
—Quería que fuera una sorpresa y Nat estuvo encantada de que nos
casáramos junto a ellas.
—Eres increíble mi amor. Te amo.
—Te amo mucho más.
Todos los demás también estaban sorprendidos, no esperaban que nos
fuéramos a casar en ese instante pero estaba seguro de que no valía la pena
planear una boda llamativa, costosa, con medios de comunicación y 700
invitados. Lo único que deseaba era unir mi vida junto a ella en un ritual tan
espiritual y puro como nuestro amor.
Me hace tan feliz tenerla a mi lado y sobre todo me emociona confirmar
que estábamos destinados a estar juntos. La vida nos cruzó en aquel aeropuerto y
al mismo tiempo nos separó para volvernos a unir en Nueva York y enamorarnos
poco a poco el uno del otro. A pesar de que huí de mis sentimientos lo único que
logre fue apaciguarlos y el destino se encargó de herirme para que me diera
cuenta de con quien debía estar a pesar de todas las cosas. Blake fue la gran
ilusión de mi vida pero Jane es mi alma gemela y estoy seguro de que en esta y
en todas las demás vidas estaremos juntos.
Los grandes amores están unidos a través del tiempo. Nunca confundas la
pasión con el amor, quédate con quien te haga sentir vivo, humano y loco no con
quien te haga mejor el amor. Busca quien pueda ser tu amigo, hermano, amante
y novio; enamórate de quien sea capaz de renunciar a ti con tal de verte feliz. No
cometas mi error, me costó muy caro renunciar a mi alma gemela por lo que creí
correcto pero el destino sabía que era para mí y de cualquier forma nos terminó
uniendo.
Lucha sin importar lo que digan los demás, no importa si no es de tu misma
clase social, generó o religión. Al final lo único que cuenta son los sentimientos,
las experiencias y los momentos. No estés con una persona que no se da cuenta
de lo que haces o sacrificas por verla feliz, no vale la pena porque terminan por
defraudarte.
Ámate a ti primero antes de amar a los demás, valórate y date tu lugar,
descubrirás que si te valoras a ti primero serás más feliz.
Haz el amor, vive, ríe, llora, sueña y grita porque vida solo hay una, todo lo
material se quedara cuando mueras, en tu ultimo respiro recordaras todas tus
vivencias, lo que realmente vale la pena.
No tengas miedo a cometer errores porque con ellos te haces mejor persona,
sal de tu zona de confort y arriésgate a vivir otro ritmo de vida. Ayuda a
comunidades sin esperar nada a cambio, te puedo asegurar que en aquel lugar en
el que menos imaginabas encontraras al amor de tu vida...

También podría gustarte