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EL TRIANGULO DEL AMOR. Sternberg PDF
EL TRIANGULO DEL AMOR. Sternberg PDF
Sternberg
~
ediClones
PAIDOS
Título original: The Triangle o/ Lo ve: Intimacy, Passion, Commitment
Publicado en inglés por Basic Books, Inc., Nueva York
Todos los derechos reservados. Ninguna pane de este libro puede ser reproducida. transmitida o
almacenada. sea por procedimientos mecánicos. ópticos o químicos. incluidas las fotocopias. sin
permiso del propietario de los derechos.
ISBN: 84-7509-562-3
Depósito legal: B-34.9881 1989
Impreso en Hurope, S. A;
cl Recaredo, 2 - 08005 Barcelona
3. Observaciones sobre el amor: aplicación de la teoría trian-
gular 71
EL PAPEL DE LA CIENCIA
EN LA COMPRENSION DEL AMOR
TABLA 2.1
Propiedades del triángulo
Pedro era intensamente celoso. Había pensado que él y Rosa eran "una
pareja". Pero, aparentemente, Rosa pasaba casi tanto tiempo con Jorge como
TABLA2.2
Taxonom(a de los tipos de amor
No-amor
Cariño +
Amor apasionado +
Amor vacío +
Amor romántico + +
Amor-compañerismo + +
AmorCatuo + +
Amor consumado + + +
con Pedro. Pedro temía que ella estuviera jugando a dos bazas. Finalmente,
le hizo frente.
"Ya no puedo aguantar más esto."
"¿Eh? ¿Qué es lo que no puedes aguantar?"
"Tu relación con Jorge. Si lo prefieres a él, de acuerdo. Sólo dilo, y yo me
iré. Pero parece que nos quieres a los dos y yo no pienso aguantar esto más
tiempo".
"No sé de qué me estás hablando Jorge no es ninguna competencia para
ti. ¿Qué es lo que te hace pensar que lo es?"
"Pero, tú pasas casi tanto tiempo con él como conmigo, sin mencionar lo
que podrías hacer en ese tiempo".
"Pedro, estás equivocado, estás muy equivocado. Jorge es un buen amigo.
Me gusta realmente su compañía. Me gusta hacer cosas con él. Me gusta
hablar con él. Pero no le amo, y nunca le amaré. No planeo pasar mi vidajunto
a él. Es un amigo y nada más, pero tampoco nada menos".
"¡Ah! Ya veo.". Pero Pedro no creía realmente que la relación de Rosa con
Jorge fuese solamente amistosa.
José y María habían estado casados durante veinte años, quince de los
cuales, María había estado pensando en divorciarse, pero nunca había podido
hacerlo. Al no trabajar fuera de su casa, ella temía no ser capaz de ganarse la
vida; además la vida en soledad podría ser peor que conJosé. Yla vida conJosé
noera mala. El no estaba en casa casi nunca; y cuando estaba, se dedicaba casi
por completo a su trabajo. Fuera cuál fuese el grado de pasión que alguna vez
habían sentido, ésta se había acabado hacía tiempo. María sentía desde hacía
mucho tiempo que José tenía otras mujeres y hasta la escasa intimidad que
alguna vez habían tenido se había esfumado. Llegados a este punto, ya casi
ni conversaban. María se preguntaba frecuentemente si José se iría y, a veces
deseaba que lo hiciese. Pero él parecía satisfecho de que ella lavara su ropa,
preparara su comida, se ocupara de la casa e hiciera todo lo que le habían
enseñado que debía hacer una esposa. María sentía frecuentemente que su
vida estaría completamente vacía si no fuese por sus hijos.
Alberto YEIsa eran, para todos sus amigos, la pareja perfecta. Y lo que les
distinguía de muchas de esas "parejas perfectas" era que ellos reunían los
requisitos para serIo. Se sentían próximos el uno al otro, seguían teniendo una
buena vida sexual después de quince años, y no podían concebir la idea de ser
felices junto a otra persona. Alberto había tenido algunas aventuras, ninguna
de ellas seria, y finalmente se lo confesó a EIsa, sin ser consciente de que ella
ya lo sabía, puesto que él era muy transparente. EIsa, por otra parte, no había
tenido aventuras extramatrimoniales. Ambos habían atravesado épocas
dificiles, pero ambos estaban plenamente satisfechos con la relación y con el
otro.
Raúl veía a su compañera de trabajo, OIga, casi todos los días. funciona-
ban bien en su relación profesional, pero ninguno de los dos quería, especial-
mente, al otro. Ninguno se sentía particularmente cómodo hablando con el
otro acerca de asuntos personales; y después de algunos intentos, decidieron
limitar sus conversaciones a temas de negocios.
Pablo y Celia tenían 10 que para ambos era un romance ideal. Compartían
los mismos intereses y valores y sentían que podían confiar en el otro. Cuando
se casaron, sentían que contaban con todos los motivos para vaticinar un
matrimonio feliz. Y no estaba mal. Pero, con el paso del tiempo, cada vez
tenían menos cosas que decirse, y a veces se sorprendían hablando de asuntos
triviales para mantenerse ocupados. Pablo trabajaba mucho, pero no quería
que su trabajo invadiera su hogar, y por tanto no le hablaba de él a Celia. Celia
participaba en varias actividades colectivas pero a Pablo no parecía interesar-
le saber de ellas. Su vida sexual seguía siendo buena, pero ambos sentían que
se estaban alejando. No se trataba de una cosa en particular, simplemente era
una alejamiento lento y aparentemente inexorable. Lo que había comenzado
comouna relación íntima se volviómás bien distante, y por último Celia se dio
cuenta de que sentía que más que viviendo juntos estaban viviendo en
paralelo. En ese punto, buscaron consejomatrimonial, lo cual resultó útil para
volver a unirlos, ya que se dieron cuenta de que su falta de comunicación y
apoyomutuo se había convertido, fundamentalmente, en un mal hábito, pero
que podía ser superado con un esfuerzo por ambas partes.
\ Duración de la relación
,----------
Figura 2.3 El curso de la pasión en función
a la duración de la relación
Relación exilDsa;! .
Relación deteriorada
Relación fallida
.Decisión!
,ComprOmiso
Más amor
Figura 2.5 Area del triángulo como tndice de la magnitud del amor.
He simplificado demasiado las cosas procediendo como si sólo
existiera un tipo de triángulo del amor. Ahora es el momento de
ampliar la teoría triangular para tomar en cuenta la gran compleji-
dad del amor en las relaciones íntimas. En la viñeta precedente, está
claro que Andrés y Marina tenían ideas diferentes acerca de cuál
debía ser la forma del triángulo del amor.
La geometría del triángulo del amor depende de dos factores:
cantidad de amor y equilibrio del amor.
TRIANGliLOS NO EQUILIBRADOS
Intimidad
Decisiónl
Compromiso
La figura 2.6 muestra cuatro triángulos distintos de diferente
forma. El triángulo equilátero superior representa el amor equilibra-
do, en el cual los tres componentes del amor están igualmente
combinados. El segundo, un triángulo escalen o (no hay dos lados
iguales), apuntando hacia el lado izquierdo, representa una relación
en la cual la pasión está enfatizada sobre el resto de los componentes
del amor. En esta relación, la atracción física suele tener un papel más
importante que la intimidad y la decisión-compromiso. El tercero, un
isósceles (dos lados iguales), representa una relación en la cual la
intimidad tiene un importante papel, y la pasión y la decisión-
compromiso tienen papeles secundarios. Este triángulo representa
una relación en la cual los dos amantes son buenos amigos y están
próximos el uno al otro, pero los aspectos físicos y el compromiso para
el futuro son marginales. El cuarto, un triángulo escaleno que apunta
hacia el lado derecho, representa una relación en la cual la decisión-
compromiso predomina sobre la intimidad y la pasión. Este triángulo
representa una relación altamente comprometida en la cual la intimi-
dad y la atracción física han disminuido o nunca estuvieron pre-
sentes.
Modificando el área y la forma del triángulo del amor, podemos
representar una amplia variedad de relaciones y, particularmente, el
curso de una relación íntima a través del tiempo. El triángulo es, por
supuesto, solamente una burda representación de las sutilezas del
amor dentro de una relación. Como se mencionó anteriormente, el
componente de intimidad en una relación amorosa no es un senti-
miento aislado sino más bien la unión de varios sentimientos diferen-
tes. De igual forma, muchas fuentes diferentes de pasión pueden
formar parte del amor en una relación íntima, y una variedad de
condiciones del componente decisión-compromiso producen la deci-
sión de amar a alguien y la decisión de comprometerse con ese amor.
En consecuencia un detallado diagnóstico del estado de una relación
debería ir más allá de la mera observación del área y la forma del
triángulo. Además, se necesita mucho más que amor para que una
relación funcione. Por ejemplo, factores tales como seguridad finan-
ciera, puntos de vista sobre cómo educar a los niños, posible apoyo
externo para educarlos, y compromiso paterno pueden contribuir a
construir o a destruir una relación.
Mis sentimientos por Irene, mi compañera de primer grado,
pueden ser descritos como "amor de cachorro". La mayoría de nosotros
conoce parejas que construyen una relación sobre poco más que su
amistad con el otro. Ellas enfatizan la intimidad. Para algunos, la
amistad puede ser todo lo que desean, pero otras parejas pueden
frustrarse por su incapacidad de lograr algo más. Gustavo y Marta,
por ejemplo, se separaron recientemente. Durante afios, cada uno era
el mejor amigo del otro. Se llevaban de maravilla, nunca parecían
pelearse, y hacían muchas cosas juntos. Eran la pareja por la cual
todos apostaban, la que todos estaban seguros de que no se separaría.
Después de que se separaron, hablé con ambos. Marta, la que decidió
irse, aún describe a Gustavo como su mejor amigo. Pero su frustración
en la relación, según me dijo, era que ella y Gustavo eran "más
compañeros de cuarto que amantes". Ella quería un amigo, pero
también quería algo más, y sentía que, por más que lo intentara, no
podía tenerlo con Gustavo. La relación era cálida, decía ella, pero
nunca caliente. No había pasión entre ellos. La descripción de Gusta-
vo de la relación era similar a la de Marta. Pero él estaba muy dolido
por la decisión de ella, para él inesperada e injustificada, de dejarlo.
El pensaba que se amaban como en toda relación duradera: segura-
mente pudo haber intensa pasión al comienzo, pero, según Gustavo,
esa pasión más adelante es reemplazada por amistad. Así, cada
miembro de la pareja definía de forma diferente lo que significa amar
dentro de una relación prolongada -una diferencia que Marta creía
irreconciliable.
Las relaciones que implican poco más que pasión no son raras en
absoluto. A veces, la pasión es correspondida, y puede darse tanto
dentro como fuera del matrimonio. Este es el caso de Teresa y Alfredo.
Casados desde hace tres afios, se pelean constantemente y, en sus
peleas, se propinan "golpes bajos" con frecuencia. (Irónicamente,
Alfredo es un consultor cuyo trabajo es el de crear armonía dentro de
grandes organizaciones). Si Alfredo y Teresa se quieren, lo ocultan
muy bien a los ojos de los demás y aun ante ellos mismos. Les he
preguntado a cada uno qué es lo que les mantiene juntos. "El sexo",
dice Alfredo, "el mejor sexo quejamás he tenido, y he tenido bastante".
Según Alfredo, él y Teresa se pelean aun cuando hacen el amor, y a
él le gusta así. Para él, eso resulta más excitante. "El amor", dice
Teresa. "No nos llevamos bien, pero estamos locamente enamorados
el uno del otro, desde hace tres años. Incluso era así cuando empeza-
mos a salir. Nunca nos hemos llevado bien, pero es como un magne-
tismo: somos polos opuestos que se atraen".
Muchas parejas permanecen unidas debido a un compromiso
consciente -a veces un compromiso directo respecto a la otra perso-
na, y otras veces, un compromiso indirecto. En este último caso, los
miembros de la pareja pueden estar realmente comprometidos con la
institución del matrimonio, con mantener una familia unida, a causa
de los hijos, para mantener la solvencia económica, o por muchas
otras cosas. Existen, por ejemplo, muchas parejas como Esteban y
Dora. Dora manifiesta no sentir nada por Esteban. Alguna vez estuvo
enamorada de él, pero ya no. Ha tenido la idea de dejarlo, pero lo más
probable es que no lo haga. ¿Por qué permanece junto a él? "Por los
niños", dice ella (tienen dos), "y porque no tengo fortuna ni profesión.
Podría intentar llevarle a juicio, pero lo perdería; él ha llegado a
decirme que si alguna vez le dejo, no obtendré un centavo. Yo le creo.
Simplemente, no puedo arriesgarme. Tal vez lo haría si fuese yo sola,
pero no es así. No puedo arriesgar a mis hijos". Para Dora, lo que
queda es el compromiso con un estilo de vida que ella siente que sólo
puede tener si vive con Esteban.
Los tamaños y las formas de los triángulos pueden traducirse en
los eventos cotidianos que diseñan y son diseñados por las relaciones.
Las relaciones en las que las personas están diferentemente implica-
das -diferentes tamaños de triángulos- suelen fracasar porque el
miembro menos vinculado siente que no puede darle al otro lo que el
otro desea, mientras que el miembro más involucrado siente que el
otro siempre está retrayéndose e impidiendo que la relación se
desarrolle en todo su potencial.
Si cada miembro de la pareja tiene un triángulo de diferente
forma, el resultado puede ser igualmente devastador. Si uno de los
miembros de la pareja está frustrado debido a la falta de intimidad,
y el otro debido a la ausencia de pasión, es poco probable que exista
un acuerdo -cuando la pareja intente hacer funcionar la rela-
ción-. Cada uno desea algo que el otro no puede ofrecerle, y lo más
probable es que la pareja dé vueltas y vueltas tratando de hacer
funcionar una relación que fracasa debido a los diferentes "triángulos
de amor" que cada uno desea.
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Pasión
~ =~"- Decisión!
,Compromiso
Compromisos
próximamente concordantes
Compromisos
moderadamente
discordantes
Compromisos
gravemente
discordantes
Triángulos de sentimientos
versus triángulos de acciones
Carlos había jurado a Lucía que ella era todo para él, que su vida no
significaba nada sin ella. Al principio, ella estaba muy complacida con sus
promesas. Ella quería un hombre que la considerara una prioridad en su vida.
Pero, al pasar el tiempo, las promesas comenzaron a debilitarse, porque,
aunque Carlos decía que Lucía era lo más importante en su vida, ella sentía
que él no actuaba como si así fuese. El viajaba mucho, y cuando no estaba
fuera, siempre parecía tener cosas que hacer que eran más importantes que
estar con Lucía. Carlos y Lucía hablaron acerca de lo que ella sentía, y él le
aseguró que él comprendía por qué ella sentía eso -pero también que estaba
malinterpretando sus actos porque ella seguía siendo lo más importante para
él. Al mismo tiempo, sin embargo, él tenía otras responsabilidades que,
simplemente, no podía dejar de lado. Por último, Lucía decidió poner fin a la
relación: incapaz de reconciliar la actitud de Carlos con sus palabras, ella
decidió que las actitudes son más importantes que las palabras.
ALGUNOS DESCUBRIMIENTOS
ANTERIORES SOBRE EL AMOR
Una vez que se establece una relación, ésta sigue un cierto curso.
Entre varias ideas sobre este curso, algunos teóricos han propuesto
modelos de desarrollo y, en algunos casos, de disolución de las
relaciones.8 La teoría triangular pronostica que una relación general-
mente fluctuará en su calidad a través del tiempo, debido a los
diferentes cursos temporales de los tres componentes del amor. (véase
capítulo 2)
Un hallazgo frecuente, tanto en la experiencia personal como en
la literatura sobre la atracción interpersonal, es que es dificil mante-
ner el amor romántico durante un largo período.9 Este aspecto del
curso de las relaciones está motivado por el rápido ascenso, pero
también por el relativamente rápido descenso del componente pasio-
nal en las relaciones íntimas. El romance puede declinar de forma
relativamente rápida. Sin embargo, el grado de declive de la pasión
dependerá de las intensidades relativas de las fuerzas positivas y
negativas dentro del proceso opuesto de la motivación, y las intensi-
dades relativas de esas dos fuerzas suelen variar según los individuos
implicados. Por ejemplo, la necesidad general de gratificación sexual
de una persona puede mantenerse al margen de la necesidad de
gratificación sexual con una persona en particular. Las necesidades
que conducen a que muchos de nosotros sintamos amor incondicional
por nuestros hijos también parecen ser evidentemente persistentes,
por razones que no están del todo claras. En general, las relaciones
atraviesan diferentes etapas en función del curso de los tres compo-
nentes; y aunque existen diferencias específicas, según las personas,
es decir las relaciones y las situaciones en la forma exacta de las
respectivas curvas de intimidad, pasión y compromiso, siempre
existirán cambios en la naturaleza de la relación y cambios en los tres
componentes del amor a través del tiempo.
Consideremos una analogía. Muchos de nosotros conocemos al
menos a varias personas que han tratado de dejar de fumar. Algunas
de ellas tuvieron éxito, otras fracasaron. De las que tuvieron éxito,
para algunas resultó más fácil que para otras. La facilidad con la que
la gente dejó de fumar está sólo moderadamente relacionada con la
intensidad y la antigüedad del hábito (la fuerza positiva subyacente
a ese hábito), porque las personas difieren en cuanto a la fuerza
contraria (proceso opuesto) que pueden ejercer en contra del hábito.
De igual modo, las personas difieren en cuanto a cuán fácilmente
pueden superar (así como formar) relaciones en función de la inten-
sidad relativa de aquello que les ha llevado a permanecer en la
relación versus la intensidad de la fuerza que pueden reunir para
superarla.
Uno de los aspectos del desarrollo de casi todas las relaciones
exitosas es lo que Irvin Altman y Dalmas Taylor denominan penetra-
ción social -la creciente profundidad y amplitud de las relaciones a
medida que las personas llegan a conocerse mutuamente a través del
tiempo-. 10 En la teoría triangular, la penetración social, que equiva-
le a la penetración a través de las sucesivas capas de la fachada
exterior de una persona, tiene sus efectos más inmediatos sobre el
componente de intimidad de una relación. Ciertamente, los resulta-
dos del estudio de Stemberg y Grajek sugieren que la capacidad de
comunicarse en forma eficaz es un "sine qua non" de una relación
amorosa exitosa.ll Dentro de las concepciones tradicionales de los
roles sexuales, las mujeres tienden a dar mayor importancia a la
intimidad y a la penetración social en sus vidas que los hombres.
Por supuesto que la "buena comunicación" es un cliché de nuestra
cultura y puede sonar demasiado evidente como para ser cuestionado.
En ese caso, podríamos preguntamos cuán buena es la comunicación
dentro de nuestra propia relación, y si es poco satisfactoria -como en
la gran mayoría de las relaciones- ¿cuál es el motivo? El motivo, creo
yo, está en lo que yo denomino metástasis de la crisis de la comunica-
ción. Cuando la comunicación comienza a deteriorarse, metastatiza
como un cáncer: y, si no se realiza una intervención terapéutica,
finalmente el cáncer puede consumir la relación por completo. Según
mi experiencia, a pesar de lo que la gente sabe acerca de la importan-
cia de la buena comunicación, esta crisis es más frecuente que
excepcional.
Tarde o temprano, algo sucederá en nuestra vida, y probablemen-
te ya haya sucedido, que hará que nos sintamos incómodos al hablar
con nuestra pareja. Puede ser cualquier cosa -un incidente en el
trabajo o con otra persona, o simplemente un sentimiento que expe-
rimentamos-. Tal vez una o dos veces pasó algo similar anteriormen-
te, y tratamos de hablar con nuestra pareja -pero para contrariedad
nuestra, se produjo una discusión. Entonces, esta vez no decimos
nada, y recibimos lo que se denomina un refuerzo negativo, la ausen-
cia (o la interrupción) del castigo. Esta vez, no existe discusión ni
pelea, y, ciertamente, no puede haberla, porque nuestra pareja no
sabe siquiera que exista algo por lo que discutir. Entonces, nos
sentimos reforzados por nuestro silencio, y el refuerzo tiende a
producir la repetición de la conducta (en este caso, silencio). Y cada
vez, nos sentimos negativamente reforzados. Gradualmente, el silen-
cio se extiende a más áreas y pronto nos encontraremos como muchas
otras parejas -sin nada de qué hablar-o La forma de combatir esta
metástasis es en primer lugar, no dejar que comience, o, si ya ha
comenzado, combatirla con rapidez. Podremos sufrir un daño a corto
plazo. Podrá existir una discusión. 0, mejor aun, ambos podremos
aprender a tratar un tema difícil. Pero en la mayoría de los casos
conseguiremos un logro a largo plazo.
Pero, ¿qué es lo que falla en primer lugar? ¿Por qué las relaciones
comienzan con tanta frecuencia a ir cuesta abajo? En primer lugar,
consideremos el componente de intimidad del amor. Si de acuerdo con
la teoría de Berscheid, la emoción en las relaciones íntimas es
experimentada cuando existe una interrupción de la interacción
esperada entre dos personas, el peor enemigo del componente de
intimidad es el estancamiento.12 Aunque la gente desea cierto grado
de predicción de una relación amorosa, demasiada predicción proba-
blemente minará la intimidad experimentada en una relación íntima.
En consecuencia, es necesario introducir algunos elementos de cam-
bio y variación -para mantener la relación viva y en permanente
crecimiento-. Obviamente, el cambio y el crecimiento pueden produ-
cirse de diferentes formas: para algunas personas, los elementos del
cambio son aportados por las vacaciones, para otras, experimentando
nuevos patrones de conducta dentro de la relación. Los medios de
crecimiento y cambio deben ser individualizados en la relación, pero
la necesidad de estos dos elementos para experimentar intimidad es
probablemente común a todas las relaciones de larga duración.
La separación, intencionada o no, es casi con certeza una de las
pruebas más fuertes en una relación. Hugo, un profesor universitario,
pensaba dejar a su mujer. En lugar de eso, decidió tomarse un año
sabático, y pasar parte de éste lejos de su casa como forma de poner
a prueba su relación. Nunca se lo dijo de ese modo a su esposa, más
bien hizo hincapié sobre lo buena que era profesionalmente esa
oportunidad para él. Ella no podía ir, a causa de su trabajo, y porque
ambos habían decidido no interrumpir los estudios de sus hijos.
Cuando el año sabático estaba por comenzar, Hugo anhelaba partir.
Pero después de tres semanas, estaba dispuesto a abandonar y
retomar a su hogar. Odiaba vivir solo, y las aventuras románticas que
se imaginaba no tuvieron lugar. Ahora, cinco años después, Hugo está
otra vez con su familia. Por supuesto, se supone que el final de la
historia es que fueron felices para siempre. Pero, él se queja tanto
como de costumbre. Pero nunca piensa en irse como en una opciÓn
seria. Es un hombre a quien, simplemente, le gusta quejarse.
Por otro lado, una mujer residente en el extranjero, Felisa, hizo un
largo viaje de negocios, cuando regresaba a los Estados Unidos, por la
misma razón que Hugo se tomó su año sabático. A Felisa le gustó lo
que encontró, y aún vive en Estados Unidos; su marido aún vive en el
extranjero.
En segundo lugar, consideremos el componente pasional del amor.
En cierto sentido, este componente es probablemente el más dificil de
sostener porque es el que está menos sujeto al control consciente y
más sujeto a un rápido deterioro. Es bien sabido a partir de la teoría
del condicionamiento, como anteriormente se ha mencionado, que el
refuerzo intermitente (o sea, la recompensa ocasional) es probable-
mente el mejor sostén de la conducta que resulta de la motivación
adquirida (o sea, la motivación que uno desarrolla en el curso de su
vida, no aquella con la que se nace). Sin embargo, el refuerzo
intermitente en el contexto de una relación íntima de larga duración
puede tener un carácter siniestro. La administración del refuerzo
intermitente puede volverse manipuladora, como en el caso de abste-
nernos de hacer el amor con nuestra pareja como estrategia discipli-
naria. Tal vez el mejor modo de dar relevancia al componente pasional
del amor, es, en primer lugar, analizando las necesidades que la
relación satisface y haciendo lo que sea posible para aseguramos de
que estas necesidades sigan siendo satisfechas; y, en segundo lugar,
analizando las necesidades que la relación no satisface y tratando de
desarrollar la relación con el fin de lograr satisfacerlas.
El intento de utilizar el principio del refuerzo intermitente de
forma deliberada puede ser contraproducente. Julián gustaba de
tener a su mujer "al pie del cañón", como él decía, teniéndola siempre
desprevenida. El tenía el más imprevisto de los temperamentos,
impredecible en sus reacciones con respecto a lo que su mujer hacía.
La misma conducta que a veces provocaba su gratitud, otras veces la
hacía acreedora de un azote (en sentido figurado). Julián se autode-
finía como "marxista" en sus relaciones (aunque no en política). Hay
que sostener la revolución para mantener viva una relación. Su mujer
le dejó por un político liberal, absolutamente predecible, y muy
conservador con respecto a las relaciones. Yo no sé si ella es feliz hoy
en día. Julián no lo es.
En tercer lugar, consideremos el componente decisión-compromi-
so del amor, en el cual es más sencillo intervenir porque es el más
sujeto al control consciente. La mejor manera de mantener el compro-
miso en una relación es, probablemente, por un lado, mantener la
importancia de la relación y enfatizar la felicidad que obtenemos a
través de ella. El hacer estas cosas implica trabajar sobre los compo-
nentes de intimidad y pasión, y en especial, expresar estos componen-
tes así como nuestro compromiso con la relación a través de la acción.
Más adelante, es posible que necesitemos ponerlo en común con
nuestra pareja con el fin de estar ambos seguros de lo que ciertas
actitudes significan para cada uno y lograr una mayor comprensión
de las actitudes de nuestra pareja hacia nosotros. Muchas de las
discusiones que las parejas tienen proceden de que cada uno de los
miembros define ciertas situaciones en diferentes formas. Por ejem-
plo, a uno de los esposos puede gustarlerecibir lujosos regalos del otro:
lo que uno interpreta como un signo de atención y cuidado, el otro
puede interpretarlo como un despilfarro de recursos materiales
duramente logrados.
INSTRUCCIONES
Los espacios en blanco representan a la persona con quien usted mantiene
una relación. Califique cada afirmación dentro de una escala del 1 al 9, en la
cual 1= "en absoluto", 5= "moderadamente", y 9 = "extremadamente". Utilice
las puntuaciones intermedias de la escala para indicar niveles intermedios de
sentimientos.
las parejas adquieran una noción más completa del lugar que ocupa
cada uno de ellos dentro de la relación amorosa. La escala puede,
además, señalando las diferencias específicas entre las formas de
amor de ambos miembros de una pareja, ser terapéutica, ayudando a
señalar las áreas en las que es necesario el cambio y sugiriendo los
modos de acción que podrían hacerlo efectivo. Así, una pareja puede
23. No hay nada más importante para mí que mi relación con __ o
26. Adoroa
27. No puedo imaginarme la vida sin __ o
45. Aun en los momentos en que resulta difícil tratar con -----' permanez-
co comprometido con nuestra relación.
Los items del 1 al 15 son para medir el componente de intimidad; del 16 al 30,
para medir el de pasión; y del 31 al 45, para medir el de decisión/compromiso.
Para obtener su puntuación, sume sus calificaciones para cada una de las
subescalas de componentes y divida el total por 15. Así obtendrá una
calificación promedio para cada ítem. (En la utilización de esta escala fuera
del contexto de este libro, los ítems aparecen ordenados al azar, en vez de
divididos por componentes, como aparecen aquí.)
Nivel de atracción
~
Carilla Amor
88
B. Carilla y Amor como entidades entrelazadas
ES
EL CARIÑO Y EL AMOR
COMO CUALITATIV AMENTE DISTINTOS
Por los motivos que he señalado, algunos teóricos del cariño y del
amor se decepcionaron ante las teorías del refuerzo en general y en
particular ante las teorías sobre el cariño y el amor basadas en el
refuerzo. Otros teóricos nunca creyeron que el cariño y el amor
estuviesen en continuidad. Dentro de estos últimos se incluyen
quienes formularon las teorías clínicas, la teoría de los dos componen-
tes, la teoría de la interrupción, la teoría evolutiva y la teoría del
apego.
Debido a que las teorías de Rubin y Grajek y la mía propia han sido
derivadas u evaluadas psicométricamente, al menos tienen algún
sostén empírico. La fuerza particular de estas teorías está en sus
modelos estructurales de la naturaleza del amor. Sin embargo estas
teorías, así como aquellas consideradas anteriormente, tienen sus
limitaciones.
En primer lugar, las escalas del amor parecen hacer con el amor
lo que los tests de inteligencia hacen con la inteligencia, lo dejan
desvitalizado y desangrado. La correlación relativamente alta entre
las escalas de amor y de cariño no es sorprendente, ya que las escalas
del amor parecen medir aquellos aspectos del amor que son más
afines al cariño. Realmente, no miden en forma total los aspectos
pasionales del amor aludidos en las teorías de Freud, Reik, Tennov,
y otros psicólogos clínicos considerados anteriormente.58 Ciertamen-
te, los resultados de Stemberg y Grajek sugieren que el tipo de amor
es el mismo de una relación sentimental a otra, pero sin duda este
hallazgo denota una excesiva simplificación con respecto al amor en
toda su riqueza.
En segundo lugar, las teorías psicométricas son débiles en el
mecanismo y especialmente en el desarrollo, así como también tien-
den a serIo las teorías psicométricas sobre otras entidades. Aunque
las teorías especifican con cierto detalle la estructura de las entidades
consideradas (uno de los puntos fuertes de las teorías psicométricas),
tienen poco que decir acerca del desarrollo de esas entidades. Las
teorías del refuerzo y de la consistencia-cognitiva, y la teoría de los dos
componentes, en contraste, tienen bastante qué decir acerca del
desarrollo de las entidades. En consecuencia, las teorías psicométri-
cas no son completas.
En tercer lugar, y nuevamente en común con otras teorías psico-
métricas, las teorías psicométricas del amor tienen una cierta cuali-
dad ad-hoc. Debido a que no sólo son evaluadas por medio del análisis
psicométrico, sino que además se basan en él, estas teorías surgen en
gran parte de los datos, en lugar de ser al revés. Estas teorías
probablemente sean las que más se aproximan, de todas las teorías
consideradas hasta ahora, a reformulaciones de datos, ya que el
análisis factorial reduce los datos de una forma u otra.
Finalmente, estas teorías, contrariamente a muchas otras consi-
deradas anteriormente, no se agrupan en teorías más generales del
funcionamiento psicológico. Las teorías del refuerzo, de la consisten-
cia cognitiva, de los dos componentes, del apego, y de la interrupción
son todas ellas casos especiales de teorías psicológicas generales. Las
teorías de Rubin y de Sternberg y Grajek no lo son. Por supuesto, no
existe una razón a priori para que una teoría del cariño y del amor
deba ser un caso especial de una teoría psicológica general. Al mismo
tiempo, aún está por ver el modo en que los enfoques psicométricos del
amor pueden ser incluidos dentro de las teorías generales del funcio-
namiento psicológico.
Pero, en el lado positivo, el enfoque psicométrico del cariño y del
amor demuestra que éstos pueden ser medidos, al menos hasta una
primera aproximación. Por supuesto, ninguna medición será perfecta
o completa, pero hasta una medida aproximada representa un avance
para la psicología del amor, demostrando que aquello que parece ser
inconmensurable es al menos, en parte, mensurable. En segundo
lugar, habiendo demostrado Rubin y otros investigadores que el
estudio del amor puede ser tan científico como cualquier otro aspecto
de la psicología, este enfoque equipara a este estudio con otras áreas
de la psicología. Finalmente, un instrumento de medición abre el
camino para una genuina valoración de la psicología del amor como
base para el diagnóstico y la mejora de las relaciones reales.
Amor-compañerismo X X
Teoría de la "interrupción"
(Berscheid) X
Teoría evolutiva (Wilson)
Autoprotección X X
Procreación X
Protección de los hijos X
Teoría del apego (Shaver y
Hazen) X X
El amor y el cariño como enti-
dades entrelazadas
Teoría psicométrica de los
multicomponentes (Rubin)
Cariño
Amor*
Teoría de los vínculos
(Sternberg y G1'9jek)*
El cariño como un tipo de amor
Teoría de los colores del
amor (Lee)
Eros
Mania**
Ludus***
Storge
Agape***
Pragma
Teoría de las constelaciones
(Davis)
Cariño
Amor
Teoría triangular (Stern-
berg)
No-amor
Cariño
TABLA 4.1
(continuación)
Amor de apasionamiento X
Amor vacío X
Amor romántico X X
Amor-compañerismo X X
Amor fatuo X X
Amor consumado X X X
El refrán "dime con quién andas y te diré quién eres" parece estar
avalado por la literatura empírica sobre la atracción interpersonal.
En general, los individuos similares tienden a sentirse atraídos
entre sí.
La similitud puede tener diversas formas, de las que varias se han
vinculado a una mayor atracción interpersonal. Quizás el conjunto
principal de variables es el demográfico; la investigación demuestra
que la similitud en las variables demográficas tales como la edad,
religión, educación, salud ñsica, entorno étnico, entorno económico,
auto-estima, y otras de este tipo están asociadas a una mayor
'atracción interpersonal.26 Existe al menos cierto indicio de que los
individuos que se sienten atraídos entre sí tienen personalidades
similares, y los estudios han sugerido que el tener personalidades
similares también se asocia a la satisfacción conyugal.26 Las parejas
que se atraen también tienden a tener opiniones más similares que
las que no se atraen.27 Comohe destacado anteriormente, las parejas
que mantienen relaciones estables también tienden a' ser más simi-
lares en atractivo ñsico que las parejas que coinciden en cuanto a la
edad, pero no en cuanto al atractivo físico.
Quizás el más renombrado y elocuente defensor del punto de vista
de que la similitud genera atracción es Donn Byrne. Como se ha
destacado en el capítulo 4, Byrne ha escrito extensamente sobre sus
intentos de predecir la atracción personal sobre la base de la simili-
tud. Muchos de los estudios de Byrne han requerido un procedimiento
experimental único. Los sujetos de sus estudios, generalmente estu-
diantes universitarios, comienzan por responder a ciertos cuestiona-
rios destinados a evaluar sus atributos y opiniones personales. Luego,
se le muestra a cada sujeto el cuestionario de otro individuo al cual
ellos no conocen. Sin que ellos lo sepan, el sujeto desconocido es falso,
y sus respuestas han sido concebidas de modo tal que resulten
similares o diferentes a aquellas del verdadero sujeto. Así, el sujeto
verdadero se forma una impresión general de la otra persona y se le
pide que la califique dentro de lo que Byrne denomina Escala de
Evaluación Interpersonal. La Escala de Evaluación Interpersonal
contiene varios ítems, dos de los cuales son críticos: uno de ellos se
refiere a los sentimientos personales hacia el sujeto desconocido, y el
otro se refiere al grado de disposición del sujeto a trabajar con el otro
en el experimento. Las puntuaciones de estos dos ítems, sumadas, se
consideran una medida de la atracción hacia el sujeto falso. Byrne ha
observado que las puntuaciones de la Escala de Evaluación Interper-
sonal están relacionadas en forma lineal con el grado de similitud
entre los patrones de respuestas del sujeto verdadero y los del falso.
Particularmente, la similitud de opinión resulta un excelente pronós-
tico de la atracción medida en la escala de Byrne. Su medida de la
atracción interpersonal es general y global, y no resulta claro el hecho
de que la fuerza de la relación que él obtiene pertenezca a una medida
más compleja y variada de la atracción.
¿Hasta qué punto es general la relación entre similitud y atrac-
ción? Sabemos que deben existir algunas diferencias básicas, entre
las que el sexo no es la menos importante. Ted Huston y George
Levinger sugirieron cuatro razones por las que la similitud puede ser
tan importante.28 En primer lugar, las personas pueden sentir que la
similitud les resulta gratificante. Precisamente el fenómeno de la
similitud puede conducir directamente a un aumento de la atracción
hacia determinada persona. En segundo lugar, la similitud puede
aumentar la auto-estima: el escuchar a alguien expresar opiniones o
valores semejantes puede enaltecer nuestra opinión de nosotros
mismos, ya que a través de la similitud podemos recibir apoyo para las
posiciones que tomamos en la vida. En tercer lugar, la similitud puede
presagiar un brillante futuro: las personas pueden confiar más en el
futuro de una relación con alguien similar, que con alguien que no lo
sea. Finalmente, puede que no sólo sea la similitud en las variables
demográficas, o en las opiniones, o en lo que sea, lo que influye
directamente en la atracción interpersonal, sino también la similitud
en las respuestas emocionales que se generan en consecuencia. En
otras palabras, las personas que son similares en una variedad de
cosas pueden responder a diversas situaciones de un modo emocional-
mente coincidente y, en consecuencia, tener más posibilidades de
sentirse atraídas entre sí.
Una de las obras teatrales de mayor éxito y que estuvo más tiempo
en cartel fuera del circuito de Broadway esFantasticks. La obra trata
de un muchacho y una chica cuyos padres son enemigos declarados,
y, debido a esto, han levantado un muro que separa sus propiedades.
El muchacho y la chica llegan a conocerse, se enamoran, y hacen todo
lo posible por encontrarse en citas secretas. Los padres, al descubrir
la relación entre sus hijos, los desaniman, pero finalmente llegan a la
conclusión de que no serán capaces de impedir esa relación. En
consecuencia, derriban el muro. Pero apenas lo hacen, comienzan los
problemas. La relación, que alguna vez había sido próxima y armóni-
ca, se vuelve distante y discorde. Por último, el muchacho parte a
recorrer mundo, y la chica, abandonada, también sale a ver qué más
existe afuera. Después de muchas dificultades y tribulaciones, el
muchacho y la chica vuelven a unirse. Pero ahora los padres han
aprendido una lección, y vuelven a erigir el muro para crear un
obstáculo que les separe. La lección que han aprendido es que el amor
sólo parece prosperar cuando existen obstáculos. El tema de Fantas-
ticks está realmente avalado por la investigación psicológica. Richard
Driscoll, Keith Davis y Milton Lipetz observaron que la intromisión
paterna en una relación determina que sus miembros se unan con
más fuerza, y que --como los padres de Fantasticks descubrieron- si
los padres quieren impedir una relación, lo peor que pueden hacer es
interferir en ella activamente.29
Las parejas a veces se unen sólidamente creando enemigos exter-
nos que intentan destruirlas. Estos enemigos pueden ser amigos,
suegros, hijastros, o, en cualquier caso, un consejero.
A veces, por supuesto, la percepción de estos enemigos externos no
es paranoica sino realista: a veces ciertas personas o instituciones
quieren destruir una pareja. Pero es útil tener un enemigo externo,
siempre que éste sea relativamente impotente. El buscar enemigos
puede tener sus inconvenientes: las parejas que adquieren ese hábito
pueden finalmente encontrar al enemigo en el otro.
El principio subyacente a la historia de Fantasticks se denomina
a veces "efecto de lo difícil de obtener" (véanse páginas 73-74). Como
he señalado, cuando Elaine Walster y sus colegas investigaron este
efecto, observaron que el mismo es difícil de obtener: o sea, no es que
las personas difíciles de obtener sean más atractivas, sino que
tendemos a preferir a las que son difíciles de obtener para otros, pero
fáciles de obtener para nosotros.30 R. A. Wright y R. J. Contrada
cuestionaron los resultados de Walster y sus colegas en distintos
aspectos, y observaron que tendemos a sentimos atraídos hacia
personas que son, al menos en cierto modo, selectivas respecto a con
quién salen.31 Sin embargo, nos sentimos más atraídos hacia aquellas
personas que son moderadamente selectivas que hacia las que son
extremadamente selectivas. Las personas extremadamente selecti-
vas, a menudo, pueden ser consideradas vanidosas y poseedoras de
opiniones demasiado elevadas sobre sí mismas.
En conclusión, al menos que alguno de los factores de la atracción
interpersonal -atractivo físico, despertar emocional, proximidad,
reciprocidad, similitud y barreras-- esté presente en una pareja, es
poco probable que ésta llegue a enamorarse.
6.¿Qué es lo importante
en cada momento?
1 capacidad de comunicarse
14 capacidad de escuchar atenta-
mente
15 capacidad de sentir simpatía
29 apoyo
21 tolerancia de defectos
30 aceptación del compañero como
persona
7 compartir valores
22 congeniar con los amigos del
compañero
24 concordancia con el nivel intelec-
tual del compañero
28 orgullo por los logros del com-
pañero
una relación sentimental, desde los sentimientos por el otro hasta las
acciones y las variables situacionales que inciden en el buen desarro-
llo de la relación. Estas constelaciones resultaron una base útil para
algunos de los análisis de datos en el experimento principal.
El orden, así como los contenidos de las constelaciones, indican
TABLA 6.2
(continuación)
2 atractivo físico
8 capacidad de hacer el amor
27 expresión del afecto
31 amor romántico
Hasta hace poco, la opinión más aceptada era, tal como lo expresan
los escritos de Donn Byrne, que las personas seleccionan compañeros
que sean similares a ellas mismas (véanse páginas 150-52). Así,
según el punto de vista de la similitud, tendemos a seleccionar como
compañeros a personas que nos gratifican, y probablemente el único
aspecto más gratifican te de un compañero potencial es la similitud
con uno mismo. Es obvio que las personas buscan a otras que sean
similares a ellas mismas al menos en algunos aspectos fundamenta-
les, pero los teóricos que se refieren simplemente a la similitud no
suelen expresar con claridad cuáles son los aspectos en los que
deseamos que un compañero sea similar o diferente a nosotros. Un
grupo de teóricos particularmente interesado en este punto ha inves-
tigado la complementariedad.
la llamemos. °
llamamos y decimos que cierta persona está disponible, y sugerir que
uno puede enterarse de que la relación de una
determinada persona acaba de concluir, de modo que esa persona se
encuentra disponible. Hasta este momento, no existe contacto.
En la etapa 2, los compañeros potenciales se conocen. Pueden
mantener una primera conversación por teléfono o tener un primer
encuentro cara a cara, pero el contacto es superficial y se caracteriza
por la independencia de los individuos. Esta etapa correspondería a
la etapa del "estímulo" en la teoría de Murstein del estímulo-valor-
función.
La etapa 3 del desarrollo de la relación, mutualidad, se divide en
tres sub-etapas: intersección menor, intersección moderada e inter-
sección mayor. Los niveles de intersección se refieren simplemente al
grado de interdependencia que logra la pareja.
En trabajos posteriores, perfeccionando su noción de mutualidad,
Levinger ha notado que ésta realmente consta de tres aspectos.8 El
primer aspecto es lo que él denomina interrelación. El segundo
aspecto, compromiso, se refiere a la fuerza de los límites entre ambas
personas. Así, dos personas pueden estar muy próximas entre sí, y sin
embargo estar relativamente no comprometidas. En tales relaciones
no comprometidas, la fuerza de los límites sería poderosa, aunque la
pareja parece estar unida. En relaciones más comprometidas, los
límites se toman más débiles, y existe una mayor fusión entre ambas
vidas. El tercer aspecto de la mutualidad es la simetria entre ambos
individuos, que llama la atención sobre el hecho de que ambos
miembros de una relación pueden no estar igualmente próximos el
uno al otro: uno puede invertir más cosas que el otro en la relación.
El curso general del desarrollo de una relación es que la pareja se
aproxime progresivamente. Levinger ha reconocido, por supuesto,
que en el transcurso de la vida, las relaciones no siempre continúan
tomándose más próximas y, en sus últimos trabajos, ha mencionado
etapas de estancamiento y de decadencia de las relaciones.9