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DISCURSO DE NICANOR PARRA PARA LA ENTREGA

DEL PREMIO CERVANTES

Sus Altezas Reales, Príncipes de Asturias, Autoridades presentes, Señoras y Señores.

A propósito del discurso de agradecimiento al premio Miguel de Cervantes, mi abuelo me


ha encargado que pida prórroga de mínimo un año, del 23 de Abril del año 2012 al 23 de
Abril de 013, para así poder pergeñar un discurso medianamente plausible.

Él mismo dijo, hace algunos años: “He llegado a la siguiente conclusión: hay que hablar
por escrito. Yo demoro seis meses en armar un discurso que se lee en 45 minutos y que
parece que estuviera improvisado”.

Y a mí me dijo, hace unas pocas horas: “Don Quijote no cabe en un fin de semana”.

Lo cierto es que dejé a mi abuelo en su casa de Las Cruces, en la costa chilena, rodeado de
libros. La mayoría de ellos son versiones y estudios del Quijote, pero hay también algunos
libros de la biblioteca de Don Quijote, como, por ejemplo, los seis tomos de La araucana,
de Alonso de Ercilla. Y hay varias enciclopedias abiertas sobre las mesas y los sillones, con
las páginas más importantes señaladas con bolsitas de té en reciclaje.
Para esta ocasión, voy a leer algunos de los poemas y antipoemas de mi abuelo, ya que por
de pronto fueron estos los

que merecieron la cariñosa atención del jurado, para considerarlo acreedor al llamado
“Nobel de las Letras Hispanas”.

Gran parte de esos poemas y antipoemas fueron redactados en esta máquina de escribir, que
está hoy con nosotros.

¿ESPERABA ESTE PREMIO?

No
Los premios son
Como las Dulcineas del Toboso
Mientras + pensamos en ellas
+ lejanas
+ sordas
+ enigmáticas

Los premios son para los espíritus libres


Y para los amigos del jurado

Chanfle
No contaban con mi astucia

 
 
Natalia Berbelagua: La escritora que sedujo a
Parra con su libro "Valporno"
Se relanza el libro que ha escandalizado a señoras y encantado al mismísimo Nicanor
Parra. "Supe que devolvieron un ejemplar por obsceno", señala.  
POR:  JUAN CARLOS RAMÍREZ F.
martes, 06 de enero de 2015

La escritora ha agotado dos ediciones.

Foto CESAR SILVA

Hace dos años, a Natalia Berbelagua (29) estaba en un bar de Valparaíso y se le ocurrió ir a Las
Cruces. Había terminado "Valporno", delirante colección de cuentos y con el sexo como eje central
y quería mostrárselos a Nicanor Parra.

Su plan era contarle que a los 11, cuando estaba de vacaciones, se lo encontró, hablaron un rato y
ella decidió volverse escritora. Y le resultó: "No sabemos cómo cae una piedra al piso y vamos a
saber por qué ocurren esas cosas", le dijo el antipoeta, haciéndola pasar. Su pololo de la época la
esperó afuera.
"Conversamos dos o tres horas, hablamos de la Biblia, de cosas cotidianas. Leyó el título del libro y
le gustó. Me cantó un tango, me invitó a dar un paseo en auto, pero le dije que tenía que irme".
Cuando abrió la puerta saludó al novio cordialmente. Meses después, cuando se ganó el
Cervantes, Parra le relató a Leila Guerriero su versión del encuentro para El País de España:

"El novio de la muchacha irrumpió poco después, inesperadamente, según Parra con ansias de
sorprenderlos en una maniobra extraña, tomar alguna foto y divulgarla. Los echó a ambos, furioso,
y, cuando se fueron, empezó a leer los poemas. Descubrió que eran tan pornográficos como
buenos, y entonces pensó: «¡Que vuelva, que vuelva!»".

"Él inventó una historia y mi ex quedó como celópata", dice la escritora. Tampoco quiso ver a Parra
de nuevo. "Preferí quedarme con la suerte de ese día. La anécdota le dio prensa al libro antes de
ser publicado".

Perversiones
Para hacerse una idea del libro que le gustó a Parra, basta leer el primer cuento "Las perversiones
dominicales". Allí, una chica se mete a un bar porteño, toma una botella de aguardiente meterse en
un bar y termina encerrada con un mendigo que le pide que le chupe los dedos de los pies para
"sanarlo". En "Cocina internacional", un tipo envuelve su pene con algo japonés, como si fuera
sushi, antes de tener sexo oral. Por estos perturbadores relatos, varias señoras regañaron a la
autora en la pasada Filsa.

"Algunas señoras se enojaron con sus maridos cuando leían la contraportada en el stand. Supe
que devolvieron un ejemplar por obsceno a una librería. Yo creo que muchas lo leyeron por morbo.
Otras, pensaron que al estar escrito por una mujer era más soft y se sorprendieron".

Aunque también hubo cuentos que se volvieron una especie de hit como "La comunidad del azote",
donde 7 mujeres convencionales forman un movimiento exclusivamente para maltratar a sus
hombres.

Por temática, "Valporno" se emparenta con "Reynos" (Romina Reyes) o "Joven y Alocada" (Camila
Gutiérrez). Aunque Berbelagua no se siente tan cercana a ellas , está de acuerdo en que "lo sexual
irrumpió con más fuerza. Y era evidente qué iba a ocurrir, hacía falta. En el 2007 cuando comencé
a escribir, había muy poco, nada muy explícito. Después se fue abriendo un campo para hablar con
más soltura del cuerpo y ponerse menos serio".

Escribir un libro que, aunque hable de otras cosas, use el sexo como gancho argumental es algo
que enorgullece a la autora y que obedece a un cambio generacional.

"Se asume con menos culpa porque la iglesia ha perdido credibilidad. Pero junto a ese grupo de
mente más abierta, también hay otro grupo megaconservador que todavía se escandaliza con el
aborto, la legalización de las drogas y otras cosas. Para la «masa joven liberal» no es tema ver a
parejas del mismo sexo de la mano, crecieron con internet y se tomaron con naturalidad la
pornografía".

"Termino un libro y enfermo"


Hace unas semanas, tras agotar dos ediciones -de mil y 500 ejemplares, un hito para un libro
independiente-, la editorial Emergencia Narrativa relanzó "Valporno" con cuentos extras y un texto
de la autora. También será editado en Italia por Edicola, emergente editorial con sede en Chile y el
país europeo.
"A mí me cuesta escribir. Termino un libro y, a veces, me enfermo. Trato de que no me afecte
tanto, de tener la cabeza sana, pero a veces me supera. Mi compromiso es total, estoy dispuesta a
sacrificar cosas por la literatura", asegura.

Sin embargo, ella es consciente de que su "Valporno" se lee rápido y de un tirón. "Opté por frases
cortas, donde la imagen quedara lo más clara posible, sin grandes descripciones, sino más bien
acontecimientos, sucediéndose uno tras otro, con un final abrupto. Algo más visual que
introspectivo", explica.

"Uno de los grandes problemas que tiene la narrativa chilena es que los remates casi siempre
están flojos. Los personajes se diluyen. Se van haciendo transparentes en las últimas páginas,
además de la clásica fanfarronería. Es raro terminar de golpe con un chiste, una muerte o un grito".

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