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Qué de la gran tribulación

Seguramente usted ha oído hablar de la gran tribulación, y no es


precisamente la que le viene a la casa todos los días, ojalá fuera, esto es
peor. Hablaremos sobre: Qué de la gran tribulación.

Nosotros como cristianos tenemos un dilema muy grande, resulta que el


anuncio de la segunda venida del Señor por su iglesia debería ser un
mensaje de alegría o ánimo, pero resulta que hoy día cuando dicen ¡Cristo
viene!, la gente se asusta.

¿Por qué se asusta la gente si supuestamente el mensaje de la segunda


venida de Cristo es un mensaje bienaventurado? Y dice en Apocalipsis “El
que oiga diga sí, ven Señor Jesús”.

El anuncio de que Cristo viene otra vez es bueno, la cosa es que la gente
de hoy parece que no se alegra mucho de pensar que Cristo venga y la
pregunta sería ¿Por qué? Y me parece que la razón es porque tenemos los
cables cruzados.

Tenemos la información enredada y como está enredada, la gente no sabe


si alegrarse o asustarse.

La Biblia dice que así vendrá el Señor como ladrón en la noche, usted se da
cuenta por la reacción de la iglesia que la información no está clara.

La iglesia no está esperando al Señor como ladrón en la noche, eso no es


para nosotros, la Biblia lo dice, que “Él viene como ladrón en la noche
pero vosotros sois hijos de la luz, no os sorprenda”.

El ladrón en la noche viene para los que no lo esperan, nosotros estamos


velando y esperando, así que no nos va a sorprender por eso es que a
nosotros se nos enreda la información.

“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación


gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.

Creo que cuando leemos este versículo pasamos muy rápido por él y
empieza a enredarse la información.
Aquí nos están hablando de dos cosas, no de una sola, la primera es la
esperanza bienaventurada y la segunda es la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y salvador Jesucristo.

Así que eso no es lo mismo, hay dos eventos.

“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y


nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis
mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni
por espíritu, ni por palabra, ni por carta…”

“… Como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está


cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado,
el hijo de perdición…”

“… El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o


es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como
Dios, haciéndose pasar por Dios”.

Aquí también nos hablan de dos cosas, no de una sola y eso es lo que nos
ha hecho a nosotros equivocarnos, aquí nos habla de la venida de nuestro
Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él.

No es que nos vamos a reunir con él el día que él venga, es que hay dos
eventos distintos y si usted se da cuenta, los versículos siguen hablando de
la venida del Señor, no de nuestro encuentro con él.

Y de la venida del Señor dice que no vendrá así pronto, sino que viene
cuando se manifieste el hijo de pecado.

Estamos hablando de la esperanza bienaventurada, primero, y de la


manifestación gloriosa de nuestro Señor Jesucristo, de segundo, de la
venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, o sea dos
cosas.

Como las hemos unido no nos cuadra la profecía, tú lo que estás esperando
no es la venida del día del Señor, el día del Señor vendrá con grande
estruendo, eso es una cosa diferente.

Nosotros lo que esperamos es la reunión con el Señor y aquí empieza la


diferencia.
¿Tú de verdad crees que el Señor puede venir por su iglesia hoy? Si el
Señor puede venir hoy por su iglesia, entonces no estamos esperando al
hijo de pecado porque eso es lo que dice Pablo.

A nosotros no nos está preocupando el anticristo y si usted no es cristiano


abra el ojo y ponga cuidado.

Si el Señor puede venir esta noche ¿Qué señal espero yo para que se
cumpla hoy? Si para que venga el Señor se tienen que cumplir unas
señales y todas las señales no se han cumplido todavía, entonces Cristo no
puede venir hoy.

Pero si Cristo puede venir hoy por la iglesia eso quiere decir que la iglesia
no está esperando ninguna señal y ahí está el peligro, los hermanos están
es pendiente que se cumplan las señales y no están más bien preparados
porque el Señor puede venir hoy.

Confundieron nuestra reunión con él, con el día del Señor, el día del Señor
tiene señales, nuestra reunión con él no tiene señales.

Pablo dice: “Consolaos con estas palabras, no todos


dormiremos”, eso dice el apóstol hace dos mil años, o sea, que lo dice
como si fuera a pasar en su época, como si pudiera pasarle a él.

“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos


seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de
ojos, a la final trompeta…”

“… Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados


incorruptibles, y nosotros seremos transformados”.

Hace dos mil años Pablo esperaba que la reunión con el Señor podía
suceder sin pensar en las señales de nada.

La esperanza del cristiano no es el día del Señor, la esperanza del cristiano


es la reunión con Cristo.

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le
conoció a él”.
La iglesia cristiana siempre ha esperado el recogimiento, el arrebatamiento
de la iglesia, no las señales y los hermanos se han puesto a mirar las
señales.

Nosotros no estamos esperando el día del Señor porque eso será un día
terrible de juicio, es un día horroroso por eso es la gente duda.

El Señor puede venir y no le falta nada, lo único que ha causado que el


Señor no haya venido a recoger su iglesia.

La Biblia dice que “El Señor no retarda su promesa, según algunos la


tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento”.

Lo único que ha impedido que Dios venga por su iglesia es que Dios te ama
con amor eterno y no quiere que te pierdas, él quiere salvarte.

Esa es la diferencia, Dios está enamorado de los pecadores, los ama y los
quiere salvar y la única razón es el amor inexplicable de Dios por el
hombre.

¿Por qué el arrebatamiento?


Cuando la Biblia habla del matrimonio “Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra…”

“… A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no


tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y
sin mancha”.

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como también Cristo a la iglesia”.

Al arrebatamiento de la iglesia obedece a una forma de Dios sentir, pensar


y hacer, siempre ha sido así.
Y él le dice a la iglesia “Como tú has guardado mi testimonio, yo
también te guardaré de la ira”.

Dios no nos llamó a sufrir, él fue a la cruz del calvario y sufrió por nosotros
para que nosotros viviéramos en paz.

El arrebatamiento corresponde a una posición que tiene Dios con respecto a


lo que él ama, él no nos ha llamado para ira, ni para destrucción, tampoco
para hacernos pasar por las angustias innecesarias.

Dios ha venido para que tengamos paz, vida, para que nos salvemos, para
que disfrutemos de lo que él ha hecho por nosotros.

La razón del arrebatamiento es la idea que tiene Dios con respecto de los
que él ama “Los que amé dice Jesús, los amé hasta las últimas
consecuencias”.

Dios no los deja pasar por angustias terribles, no nos ha puesto Dios para
ira.

Nosotros estamos esperando es el día bienaventurado de la reunión con


Cristo y eso puede pasar en cualquier momento, nosotros no estamos
esperando que aparezca un estruendo para saber que Cristo viene.

Recordemos que estamos desarrollando el tema: Qué de la gran


tribulación.

La gente que ha hecho las películas de la venida del Señor ha confundido a


la gente y entonces han mezclado el día terrible de la venganza de Dios,
con el día del recogimiento de su pueblo y eso ha hecho que vivamos
angustiados.

De todos modos aunque venga el Señor y sea bonito, esto va a ser


horrible, pero no será horrible para nosotros, para nosotros aparecerá el sol
de justicia, nos darán la estrella resplandeciente de la mañana, no habrá
más llanto, ni dolor.

Solo habrá gozo perpetuo en los que hemos sido salvados. La palabra
tribulación, no hay ni una sola escritura que la asocie con la iglesia.
¿A quién se refiere la gran tribulación?
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra…”

“… a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no


tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y
sin mancha”.

“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la
cuida, como también Cristo a la iglesia”.

La Biblia si habla de un tiempo de angustia para Jacob, no para la iglesia,


nosotros hemos salido de nuestras angustias, hemos entrado en el reposo
de Dios.

Cualquier día de estos Cristo va a venir por nosotros, estamos esperando la


reunión con el Señor, que él venga a recogernos.

En cualquier momento el que ha de venir vendrá y no tardará.

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