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Marco teórico
1.1. Acceso venoso
Los accesos venosos han sido empleados desde hace varias décadas,
aunque el conocimiento del sistema y sanguíneo es muy anterior. El empleo de
catéteres intravaculares es imprescindible en la práctica de la medicina actual, y su
uso se ha generalizado.
Los catéteres intravasculares son dispositivos plásticos que permiten acceder al
compartimiento intravascular a nivel central. Varían en su diseño y estructura según
se utilicen en forma temporal (días) o permanente (semanas, meses) así como
también en el material con que son fabricados, en el número de lúmenes, y en el
motivo por el cual se instalan.
El uso de estos dispositivos ha sido de gran utilidad clínica ya que permiten un
acceso rápido y seguro al torrente sanguíneo, pudiendo ser utilizados para la
administración de fluidos endovenosos, medicamentos, productos sanguíneos,
nutrición parenteral total, monitoreo del estado hemodinámico y para hemodiálisis.
Sin embargo, no están exentos de riesgos habiéndose descrito complicaciones
mecánicas e infecciosas.
Mediante diferentes estudios y publicaciones la prevalencia de vías vasculares
insertadas en los pacientes ingresados: con el 45% está con vía periférica; el 5,5%
con catéter venoso central; 4.0% con catéter central de inserción periférica; y el 2.5%
con catéter de nutrición parenteral total. (13)
Teniendo en cuenta la localización anatómica del catéter utilizado, se distinguen:
catéter venoso periférico corto (CVP), midline o de línea media y catéter venoso
central (CVC). El catéter venoso periférico de línea media (de 7 a 20 cm) es
insertado en la fosa antecubital, situándose la punta del catéter en el paquete
vascular que se encuentra debajo de la axila. Se considera CVC cuando el extremo
distal del mismo se ubica en vena cava superior, vena cava inferior o cualquier zona
de la anatomía cardiaca, siendo esta última localización permitida sólo para el
catéter SwanGanz, que se situará en arteria pulmonar. Según el tiempo de
permanencia pueden ser temporales, transitorios o de corta duración;
o permanentes o de larga duración y según el material de fabricación pueden ser
de silicona, teflón, recubiertos o impregnados.
1.1.1 Acceso Venoso Central
Definimos a un catéter venoso central común (CVC) al dispositivo intravascular más
ampliamente usado. Se inserta en forma percutánea, a través de un acceso venoso
central (vena subclavia, yugular o femoral). Los CVCs son frecuentemente utilizados
en unidades de cuidados intensivos con variados objetivos: infusión de fármacos,
monitoreo hemodinámico, plasmaféresis, nutrición parenteral total, etc. Las tasas
de infección asociadas al uso de este tipo de dispositivos han ido en aumento en
las últimas décadas, debido probablemente a su mayor uso y a la mayor
complejidad de los pacientes en quienes se utilizan. Por tratarse de un dispositivo
concebido para emplear por corto tiempo y no ser implantado quirúrgicamente, la
metodología diagnóstica puede evaluarse considerando la disyuntiva de remover o
no el catéter. (14)
El tipo de acceso venoso central dependerá entre otras cosas de la indicación
y de la anatomía del paciente. Se han descrito diferentes vías de acceso a la
circulación venosa central, de los cuales el acceso a través de las venas yugular o
subclavia corresponden a dos de los más utilizados. Para realizar dicho
procedimiento se utilizan diversas técnicas y en ocasiones herramientas auxiliares
como la ecografía, la cual permite minimizar complicaciones relacionadas con su
colocación.(15)
1.1.3 Indicaciones Para La Cateterización Venosa Central
Gracias a los avances técnicos y a la amplia gama de indicaciones, la
cateterización de venas de alto flujo es un procedimiento ya rutinario y de uso cada
vez más frecuente en hospitales y, en particular, en Unidades de Cuidados
Intensivos(16). Las indicaciones para la cateterización venosa central incluyen:
Monitorización hemodinámica:
Medición de presión venosa central
Instalación de catéter en arteria pulmonar
Acceso vascular:
Malos accesos venosos periféricos
Requerimientos de múltiples infusiones en forma simultánea
Administración de sustancias vasoactivas o tóxicos irritantes:
Drogas vasoactivas: adrenalina, noradrenalina, dopamina, dobutamina,
isoproterenol, nitroprusiato, nitroglicerina, amrinona, milrinona, aminofilina y
otras.
Antibióticos: amfotericina-B y antibióticos en altas dosis y tiempo prolongado
Nutrición parenteral total (sustancias hipertónicas)
Quimioterapia
Procedimientos radiológicos y terapéuticos:
Procedimientos dialíticos
Instalación sonda marcapaso
Instalación filtro vena cava inferior
Acceso a vena cava inferior y vena suprahepática (TIPS)
Circulación extracorpórea (en falla respiratoria severa)
Acceso a circulación pulmonar (tromboembolismo pulmonar).
1.1.4 Contraindicaciones
Catéter deforme o dañado.
Pacientes con alteraciones de la coagulación.
Infección de área adyacente a donde se colocará el catéter.
Fractura de la clavícula ipsilateral o costilla anterior proximal
1.1.4.1 Contraindicación absoluta:
Trombosis venosa profunda
1.1.4.2 Contraindicaciones Relativas:
Coagulopatía
o International normalized ration (INR) mayor de 2
o Tiempo de protrombina mayor de 55 segundos
o Trombocitopenia menor de 50.00/UI
Sepsis
Paciente Agitado
1.1.5 COMPLICACIONES
Se han reportado más de 35 complicaciones de catéter venoso central en la
literatura las complicaciones más importantes están en la tabla siguiente:
Serias o Fatales Menos serias
Hemorragia Extravasación
Trombosis Infiltrado
Embolismo Edema
Neumotórax Hinchazón
Perforación Cardiaca Sangrado Persistente
Arritmia Cardiaca Fractura del catéter
Perdida de la guía Oclusión del catéter
Hemotórax Tromboflebitis
Desalojo del filtro de la vena cava
Las 2 técnicas se pueden usar para las mismas indicaciones, siempre valorando el
capital venoso del paciente y el tratamiento que se vaya administrar.
Como ventaja podríamos destacar que al ser más fino el dilatador en la Seldinger
es menos invasivo, aspecto mejorado al evitar además el corte de bisturí. Por su
parte el introductor pelable de la MST puede ser útil en paciente cuyo tejido
subcutáneo es flácido y en el cual la progresión del catéter encima de la guía puede
ser más difícil.
Pero hay que tener en cuenta un dato importante: todo depende de la destreza del
operador, en cuanto más controle la técnica mejor se desenvuelve. En el caso de
controlar las 2 técnicas, las diferencias entre ambas son finas cuando hablamos de
catéteres de línea media.(25)
1.1.6.2 Sitios para inserción
Para escoger este sitio debe ser identificadas las características del catéter
que será utilizado, la temporalidad de su permanencia, identificas si existen
contraindicaciones. (26) En este sentido, puede ser clasificado como sigue:
En cuanto a los tipos de accesos venosos centrales, existen varias opciones con las
que puede tomarse una decisión:
Acceso venoso central Vena Subclavia: Esta vía es sencilla de utilizar por tener
una clara referencia anatómica y es cómoda para el paciente. Este sitio puede
tildarse como sencilla retención, además de tener un historial de poca
probabilidad de infección. La desventaja es el riesgo a neumotórax, sangrado
difícil de comprender, además de una compresión hemorrágica difícil si se
produce. Mejor asepsia con mínimo porcentaje de riesgo séptico en periodo
prolongado. La canalización es sencilla incluso en estado hipovolémico. (27)
Acceso venos central Vena Yugular interna: este tipo de vía es elegido debido a
que es fácil de acceder, además de presentar falla mínima cuando no se tiene
experiencia. Por otra parte, no es recomendable utilizarla por periodos
prolongados, además es necesario la vigilancia por el riesgo de punción arterial.
(27) Esta inicia en la base del cráneo específicamente en el compartimiento
posterior del agujero yugular. Su origen es de bulbo superior ubicado bajo la
cavidad timpánica, siguiendo por el cuello siendo parte de la vaina carotídea,
paralela a la subclavia debajo del de la clavícula, formando el tronco venoso
braquiocefálico y, por otra parte, el bulbo inferior se ubica en la desembocadura.
Esta vena, atender hacia atrás, tiene contacto con la musculatura del cuello,
nervio frénico, plexo cervical, venas tiroideas y cervicales y el inicio de la arteria
subclavia. A la izquierda, su trayectoria es sobre el conducto torácico, en medio
con las arterias carótida interna y primitiva y el nervio vago y le superpone el
esternocleidomastoideo. Acompañada por los ganglios linfáticos cervicales
profundos.
Acceso venoso central Vena Femoral: Esta es la vía más rápida de utilizar,
además de ser la que con frecuencia tiene más éxito con menos lesiones
vasculares. (28) Por otra parte, el aumento de infecciones limita el tiempo de
uso y por ello es una opción poco probable de contemplar. (27)
En paralelo con su homónimo arterial, viaja por el anillo del aductor mayor y
termina en la misma dirección que el ligamento inguinal para ser la vena ilíaca
externa. Se ubica posteroexterna de la arteria femoral ubicándose en la parte
inferior del conducto de Hunter y en la parte superior e inferior del triángulo
femoral, ubicándose tras la arteria. Se une la vena femoral profunda y la safena
interna, teniendo en su recorrido completo, de cuatro a cinco válvulas.(29)
Vena safena proximal. El acceso en esta debe ser en la ingle, lo cual se torna
incómodo, catéter en vena cava inferior, este se ubica próximo al flujo renal y
con ello difícil acceso al catéter para ser utilizado en medición P.V.C. (3)
Vena basílica o cefálica. Requiere un catéter largo, además de aportar un acceso
en donde el calibre es menor.
1.1.7 Técnica percutánea
Puede realizarse canalizando la vena profunda con una aguja grande, a través de
la que se introduce el catéter en la vena hasta situarlo en la vecindad de la aurícula
derecha. Posteriormente la guía es retirada.
Esta técnica ha sido relegada por ser más traumática y difícil que la técnica de
Seldinger que consiste en la punción del vaso (subclavia, yugular o femoral) con
una aguja, introduciendo a continuación una guía metálica flexible:
Localizar el vaso deseado percutaneamente con una aguja montada en una
jeringa con suero heparinizado, aspirando hasta obtener sangre.
Habitualmente se obvia el paso de retirar esta aguja y sustituirla por otra de
pared más fina, siguiendo la misma trayectoria.
Introducir la guía metálica a través de la aguja por su extremo más flexible
(el extremo curvo si lo tiene la guía en cuestión), avanzando 1/4 a 1/3 de su
longitud. * Retirar la aguja sujetando la guía.
Insertar el catéter a través de la guía, asegurándose de que la misma aparece
por el extremo distal del catéter antes de introducirlo en el vaso, hasta la
posición deseada. En ocasiones habrá que ampliar con una hoja de bisturí la
incisión en piel para permitir la progresión del catéter a través de la misma.
Puede favorecer la introducción del catéter el girarlo en un sentido y en otro
mientras se introduce.
Retirar la guía metálica y conectar un prolongador al catéter.
Las ventajas: Menos probable que requiera anestesia general, al no ligar el vaso,
puede ser reutilizable, disminuye la posibilidad de infección de la herida, inserción
más rápida del catéter, los catéteres de PVC son más fáciles de fijar a piel,
facilitando los cuidados de enfermería.
Los inconvenientes: es una técnica a ciegas, aumenta el riesgo de daño en los
órganos adyacentes, los inconvenientes de los catéteres de P.V.C.
1.1.7 Técnica De Ultrasonido Para Colocación De Acceso Venoso Central
La colocación de CVC presenta riesgos como punción arterial, neumotórax,
hemotórax, hematoma, desgarro de arteria, lesión del plexo braquial, y dirección
anormal del catéter, entre otras. En el pasado, las referencias anatómicas en la
superficie corporal, han sido la forma más adecuada para colocar un CVC. Hoy en
día con el ultrasonido (US) las imágenes en tiempo real se encuentran disponibles,
lo cual nos permite tener tasas de éxito del 96.7% y una incidencia de neumotórax
de 0.1%. La participación del Anestesiólogo en la colocación de CVC es
fundamental en su práctica diaria.(16)
En el año 1978 se describió por primera vez la cateterización guiada mediante la
técnica de ultrasonido, sorprendiendo en su efectividad al presentar grandes
ventajas como la disminución de las complicaciones técnicas y mecánicas.
Desde el año 1984, varios autores han recomendado las punciones venosas
centrales guiadas por ultrasonido para optimizar la tasa de éxito y reducir las
complicaciones. En los últimos años el empleo del ultrasonido (US) para guiar la
punción y cateterización de estructuras vasculares, se ha convertido en una
modalidad que ofrece muchas ventajas teóricas y que promete hacer de la
instalación de accesos vasculares una técnicas más precisa y sobre todo más
segura, con una reducción significativa de complicaciones y disminuyendo el tiempo
de inserción de los catéteres
Rutinariamente el sitio de inserción de las vías venosas centrales se ha basado en
el conocimiento de la anatomía, mediante la palpación y/o visualización de
estructuras o referencias anatómicas que tienen una relación conocida con la vena
a canular, sin embargo, las variaciones anatómicas en el sitio de punción, no se
pueden determinar con esta técnica. Por lo tanto, esta técnica no está exenta de
complicaciones durante su inserción.
En el 2001, la Agencia Americana de Investigación y Calidad en Salud eligió la CVC
guiada por US como uno de los once procedimientos que elevan la seguridad de los
pacientes. En el año siguiente, el Instituto Nacional de Excelencia Clínica de
Inglaterra publicó una recomendación semejante.
En el 2011, fue publicada, en el Journal of American Society of Echocardiography,
la primera Directriz de Cateterización Vascular guiada por ultrasonido, abordando la
CVC, la cateterización venosa periférica y la cateterización arterial.(30)
En el 2012, fueron publicadas las Recomendaciones Internacionales Basadas en
Evidencias sobre Acceso Vascular Guiado por Ultrasonido, del Comité Internacional
sobre Acceso Vascular con Ultrasonido y más recientemente, las Directrices sobre
Acceso Venoso Central de la Sociedad Americana de Anestesiología.
Hoy el objetivo primordial del catéter guiado por ultrasonido, es impactar en la
incidencia de complicaciones, aumentar las tasas de éxito en el primer intento, e
incrementar la precisión; convirtiéndose en estándar en la práctica clínica.(31)
Mediante avances técnicos y mejoras en la calidad de la imagen, el catéter guiado
por ecografía, permite identificar la ubicación del vaso, el sitio óptimo de punción y
variaciones anatómicas; por tanto, es posible excluir, en gran parte, trombosis
venosa, entre otras complicaciones. Sin embargo, el nivel de beneficio varía según
la habilidad, el entrenamiento y la curva de aprendizaje del operador, así como del
sitio anatómico. Por lo anterior se puede mencionar que las tres piedras ángulos de
intervenciones vasculares guiadas por ultrasonido (US) son: tipo de paciente,
equipo humano intervencionista y el equipo del ultrasonido.
Existen dos formas de abordaje por ultrasonido:
1. Abordaje estático: se visualiza la anatomía en forma previa y luego se
procede a la punción.
2. Abordaje dinámico: se realiza en tiempo real, observando durante todo el
procedimiento la inserción, siendo éste el más seguro y ampliamente
utilizado por especialistas.
La ecografía debe ser una rutina cuando desee obtener un acceso vascular central,
la evidencia actual apoya esta recomendación para la vena yugular interna, no tanto
para los otros enfoques; sin embargo, en esos casos de canalización difícil o fallida
por métodos convencionales, en cualquiera de las formas descritas es necesario
utilizar el ultrasonido como herramienta para garantizar el éxito.
VENTAJAS DEL ACCESO VASCULAR CON GUÍA ECOGRÁFICA
Para valorar la importancia del acceso vascular con guía ecográfica es necesario
entender las posibles complicaciones de cada intento de acceso vascular, que
pueden definirse como complicaciones inmediatas y tardías.
Las primeras comprenden la punción y la canulación accidentales de una arteria o
una vena, un hematoma, una punción de la pared posterior del vaso (es decir,
atravesando ambas paredes), un neumotórax y una embolia gaseosa. Otras
complicaciones son punciones cutáneas múltiples, ansiedad, molestias del paciente,
exceso de sedación y hasta fracaso del procedimiento.
Tras la colocación de un CVC puede resultar lesionado el conducto torácico o un
nervio. Las complicaciones tardías del acceso vascular son infección local y a
distancia (incluida la sepsis relacionada con el catéter), la trombosis arterial o
venosa, la estenosis del vaso, la oclusión de la luz o del dispositivo, la aparición de
una fístula arteriovenosa y la migración de la punta.
El empleo del acceso vascular con guía ecográfica puede reducir la incidencia o
evitar por completo muchas de las complicaciones mencionadas y mejorar la
seguridad del procedimiento. Esto sucede al reducir o evitar el daño primario
causado por la lesión de estructuras colaterales por la aguja o el daño secundario
causado por la colocación errónea de guías, dilatadores y catéteres. La guía
ecográfica permite la visualización directa del vaso o vasos de interés y de las
estructuras circundantes. También permite medir la profundidad y el tamaño del
vaso objetivo y elegir el mejor vaso objetivo y el lugar óptimo para la punción venosa.
En manos experimentadas, el acceso vascular por guía ecográfica reduce la
frecuencia de fracasos del procedimiento y las complicaciones asociadas y facilita
la canulación al primer intento. Para identificar posibles anomalías anatómicas,
trombosis o válvulas se obtiene un estudio antes del procedimiento, y se repite
después para confirmar la colocación correcta de la guía y del catéter en el vaso
deseado. Además, la ecografía es fiable para diagnosticar neumotórax o derrames
pleurales. Para explorar la pleura puede usarse el mismo transductor utilizado para
la canulación
Aceptación en la práctica clínica
Básicamente, se describen tres grandes problemas para la incorporación universal
de la práctica de punciones venosas centrales guiadas por US.
1. Disponibilidad de equipos de ultrasonido (US). Sin embargo, en la actualidad
el US es parte indiscutible de la práctica diaria anestesiológica, no solo para
accesos vasculares, sino también en anestesia regional y como herramienta
en el monitoreo hemodinámico de pacientes complejos.
2. Falta de entrenamiento de los profesionales y su familiarización con el
ultrasonido, que en el último tiempo y probablemente a corto andar será
resuelto con la incorporación del uso de ultrasonido en los programas de
formación en anestesiología y otras especialidades relacionadas, y con el
desarrollo de cursos dirigidos a profesionales ya formados interesados en la
adquisición de destrezas y habilidades en punciones vasculares guiadas por
ultrasonido.
3. Aumento de los costos, representado básicamente, en el tiempo gastado en
un determinado servicio clínico; antes, durante y después de la inserción de
los catéteres con ultrasonido, los costos referentes a las máquinas de US y
los costos referentes a la formación y entrenamiento de los especialistas.
CAPITULO 2
2.1 Características De La Técnica De Punto De Referencia Anatómica Para
Colocación De Acceso Venoso Central
Los catéteres venosos centrales presentan un sinnúmero de características
que permiten la medición de variables hemodinámicas que no pueden medirse con
precisión por medios no invasivos y permiten la administración de medicamentos y
apoyo nutricional que no se pueden administrar de manera segura a través de
catéteres venosos periféricos(32).
El catéter venoso central debe ser colocado por un profesional entrenado y con
experiencia en la técnica, en un medio que facilite la asepsia y el acceso adecuado
al paciente, cuyo proceso se hace mediante la técnica de Seldinger. Este presenta
las siguientes características:
Monitorización hemodinámica.
La subclavia y la yugular interna son los sitios de elección ya que
presentan menos riesgo de infección y complicaciones mecánicas.(32)
Se usa para administrar líquidos intravenosos, transfusiones de sangre,
quimioterapia y otros medicamentos.
Requiere la participación simultanea de dos enfermeras.
La infusión de líquidos parenterales debe efectuarse a través de un sistema
cerrado; dicha infusión debe ser preparada bajo los más estrictos principios
de asepsia y antisepsia.
La instalación de los catéteres centrales debe hacerse con técnica
estrictamente estéril.
Para la asepsia de la zona utilizar un antiséptico de amplio espectro.
La permanencia del catéter central estará determinada por las políticas
institucionales o por las características del catéter.
Evitar puncionar las venas localizadas en fosa antecubital o zonas de flexión
y parte interna del brazo y antebrazo.
Realizar test diagnósticos o procedimientos terapéuticos, como son la
instalación de un catéter de arteria pulmonar (catéter de Swan-Ganz).(33)
Facilita otras intervenciones e inserciones de dispositivos, incluidos los
siguientes: catéter de arteria pulmonar, catéter de plasmaféresis, catéter de
hemodiálisis, cánula de soporte vital extracorpóreo, filtro de vena cava inferior
y cables de estimulación intracardíaca y cables de desfibrilador.(34)
Las localizaciones típicas del acceso venoso central incluyen las venas
yugular interna, subclavia y femoral. Las venas periféricas, tales como la vena
basílica o la cefálica, sonmenos comunes. El lugar de acceso se elige sobre la base
de diversos factores, tales como el estado de coagulación, la condición física del
paciente, las lesiones físicas y los cambios postrombóticos. Deberán considerarse
también el objetivo de la canulación y la duración estimada del acceso venoso.
Presentándose las siguientes características según las vías de bordaje:
Vena Yugular Interna:
o Es el vaso más comúnmente seleccionado a efectos de cateterización,
siendo una continuación del seno sigmoide.
o Normalmente se localiza de modo superficial, a 2-3 cm de la superficie de
la piel, lo que facilita la evaluación ecográfica.
o Su extensión casi directa hacia la vena cava superior, lo que disminuye el
riesgo de doblamiento o curvatura del catéter.
o El tamaño de la VYI puede variar considerablemente entre los diferentes
pacientes, y el área transversal entre las venas derecha e izquierda del
mismo paciente puede diferir hasta en un 85%.(35)
o La VYI derecha es la que más comúnmente se utiliza en la canulación, ya
que estadísticamente es mayor que la izquierda, y su cateterización está
asociada a un menor riesgo de complicaciones.
o Con la posición de Trendelenburg (con una inclinación de 15-30◦ y la
cabeza situada por debajo del nivel deltórax), da lugar a un llenado
máximo de la vena y ayuda a prevenir los aeroembolismos.
o Vaso de gran calibre.
o Fácil visualización y localización.
o Más seguras en pacientes con coagulopatias.
o Bajo riesgo de neumotórax.
Vena suclavia:
o De elección de en nutrición parenteral.
o Vaso de gran calibre.
o Tolera altos flujos.
o Fácil curación y mantenimiento.
o Baja tasa de infección.
o Difícil control en casos de sangrado.
o Alto riesgo de neumotórax.
o Situada cerca del vértice pulmonar y de la arteria suclavia.
Vena axilar:
o La vena axilar se elige más a menudo para cateterización debido a que la
localización anatómica de la vena subclavia es más próxima a la pleura y
a la arteria subclavia, y a la proyección de sombra por parte de la
clavícula.
o La cateterización de las venas axilar y subclavia es particularmente difícil
de realizar en pacientes obesos o musculados, así como en pacientes
con enfisema subcutáneo.
Vena femoral
o El triángulo femoral es el área de interés para la cateterización de la vena
femoral y se sitúa medialmente en el área proximal del muslo. Está
limitado superiormente por el ligamento inguinal, lateralmente por el
músculo sartorio y medialmente por el músculo aductor largo.(35)
o En el enfoque tradicional, el lugar de punción venosa se sitúa 2 cm por
debajo del ligamento inguinal.
o Aunque el acceso femoral no presenta riesgo de neumotórax o hematoma
pleural, se han reportado complicaciones de riesgo vital tales como las
hemorragias retroperitoneales
o Fácil acceso.
o Vaso de gran calibre.
o Buena vía en la reanimación.
o Movilidad disminuida del paciente.
o Riesgo aumentado de flebitis, trombosis e infección.
o Difícil mantenimiento y curación.
Venas superficiales del brazo-vena basilica-vena cefálica:
Pueden ser abordadas por el personal de enfermería.
Baja tasa de complicaciones e infecciones.
Infecciosas:
Las infecciones asociadas a CVCs pueden ser locales (en el punto de entrada) o
generalizadas (bacteriemias), y pueden dar lugar a complicaciones severas como
endocarditis, meningitis, osteomielitis, shock séptico.
Existen diferentes factores de riesgo asociados con las infecciones del catéter
venoso central, entre los cuales tenemos: números de catéteres colocados, el
número de días de hospitalización previos a la infección, días de uso del catéter,
servicio hospitalario donde se colocó el catéter, tipo de catéter, cuidados del catéter
y número de manipulaciones, uso exclusivo para nutrición parenteral total, número
de luces del catéter, presencia de llaves de tres vías, además de las condiciones
clínicas del paciente.
Cada tipo del catéter vascular se asocia a un riesgo de infección diferente, la mayor
incidencia corresponde con el catéter venoso central no tunelizado y al catéter
arterial pulmonar, en cambio, en el catéter venoso periférico existe menos incidencia
respecto a la bacteriemia. Otro de los factores asociados al riesgo de BRC es la alta
densidad de la flora microbiana de la piel, por lo que la vena femoral se asocia con
mayor riesgo de infección con un gran porcentaje de infecciones por bacilos Gram
negativos.(48)
La infección del catéter, cuando la punta de catéter presenta mayor a 15ufc con
signos clínicos de infección. La sospecha clínica de infección, cuando puede
presentar signos de infección local, fiebre de origen desconocido en paciente con
catéter de más de 3 días, hemocultivos positivos sin otro foco probable y ello se
normaliza al retirar el dispositivo.
Cabe mencionar que si bien el uso de los CVC mejora de manera sustancial el
manejo en los pacientes críticos; ello también puede producir múltiples
complicaciones que potencialmente amenazan la vida de paciente. Estas
complicaciones se clasifican en mecánicas e infecciosas. Las complicaciones
mecánicas, que se producen de manera inmediata como el neumotórax, hemotórax,
la mala posición del catéter (punción arterial), embolia y las de manera tardía las
trombosis, obstrucción, hematomas; lo cual dependiendo del sitio de inserción
presenta mayor o menor incidencia.
Las infecciones por catéter venoso central que también se relacionan son: