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Química Analítica Cualitativa.

Unidad II Disoluciones

Introducción.

Cuando se dispersan íntimamente varias sustancias que no reaccionan


entre sí, se obtienen tres tipos de mezcla:
a) groseras como una de sal y azúcar,
b) coloidal, por ejemplo, la de arcilla fina que se agita en agua;
c) una solución verdadera, que se obtiene cuando una sustancia cono el
azúcar se disuelve en el agua.
En el caso a), las partículas individuales, son discernibles fácilmente y separables
por algún procedimiento mecánico. En la dispersión coloidal, aunque las partículas
son mucho más finas y la heterogeneidad no es tan clara, la dispersión, sin
embargo, no es homogénea. Por otra parte, en una solución verdadera, los
constituyentes no pueden separarse por procedimientos mecánicos y cada parte
de la solución es idéntica a otra; es decir, una solución verdadera constituye una
fase homogénea.
Conviene referirse a la sustancia que se disuelve corno al soluto, y aquélla en la
que tiene lugar la solución como al solvente. En la solubilidad de sólidos en
líquidos, cuando estos se encuentran en gran exceso con relación a los primeros,
no existe ambigüedad en estos términos, es decir, el sólido es el soluto y el líquido
el solvente. Pero, cuando tratamos con solubilidades de líquidos, como acetona en
agua o dioxano en agua, que se disuelve entre sí en cualquier proporción; es difícil
diferenciar al soluto del solvente. Estos términos se usan cuando no hay
ambigüedad de significados. Una solución que contiene a una temperatura dada
tanto soluto cómo puede el disolvente se dice que es saturada. Cualquier solución
que tiene una cantidad menor que aquélla se denomina no saturada y si contiene
una cantidad mayor se llama sobresaturada. Este último tipo de solución existe
únicamente en deficiencia de solvente y es sumamente inestable, pues la simple
agitación de una diminuta cantidad de soluto basta siempre para provocar la
precipitación del exceso de éste. Para conocer el estado de una solución con
respecto a la saturación basta agregar a aquélla un poco de soluto, si éste se
disuelve, la solución es no saturada; si no se disuelve más, es saturada y si hay
precipitación, la solución original estaba sobresaturada.
Una solución es una mezcla homogénea cuyos componentes, llamados soluto y
solvente, no pueden ser separados por métodos mecánicos simples (filtración,
decantación y centrifugación). Las soluciones verdaderas constan de un solvente y
uno o varios solutos cuyas proporciones varían de una solución a otra, por
definición el solvente es la especie que se encuentra en mayor proporción y el
soluto es la especie en menor proporción. En las soluciones pueden darse
diferentes combinaciones en las que sólidos, líquidos o gases actúen como
solutos o como solventes. La clase más común es aquella en la que el solvente es
un líquido; por ejemplo, el agua de mar es una solución acuosa de muchas sales y
algunos gases.

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Solución = Soluto + solvente

La disolución o solución, por lo tanto, es la mezcla homogénea resultante tras


disolver cualquier sustancia en un líquido. En una disolución, es posible distinguir
entre el soluto (la sustancia que se disuelve en la mezcla y que suele aparecer en
menor cantidad) y el disolvente o solvente (la sustancia donde se disuelve el
soluto). Se conoce como concentración de la disolución a la relación entre la
cantidad de soluto y la cantidad de disolvente. A mayor proporción de soluto
disuelto, mayor concentración, y viceversa.
Dentro del ámbito de la física y la química merece la pena destacar el hecho de
que nos encontramos con una gran variedad de tipos de disoluciones. Así, por
ejemplo, nos topamos con la que se da en llamar acuosa. Recibe este nombre
porque en ella el disolvente es el agua.
De la misma forma, podríamos hablar de la conocida como disolución coloidal, que
se desarrolla fundamentalmente dentro del campo químico. Se trata básicamente
de un compuesto que es fruto de haber llevado a cabo la disolución de un coloide
(sistema formado por dos o más fases) en lo que sería un fluido determinado.

Formas de expresar las concentraciones de las soluciones.


La concentración de una solución se puede expresar cualitativa o
cuantitativamente. Se emplean los términos diluida y concentrada para describir
la concentración de una solución de forma cualitativa. Una solución con una
concentración baja de soluto se describe como diluida y una con concentración
elevada se describe como concentrada.
Para expresar las concentraciones de forma cuantitativa existen dos métodos:

Físicos: Porcentaje en masa/masa, porcentaje en volumen/ volumen, porcentaje


masa/volumen y las partes por millón (ppm):

% en masa/masa de un componente = (masa del componente en solución /


masa total de la solución) x 100

% en volumen/volumen de un componente = (volumen del componente en


solución / volumen total de la solución) x 100

% en masa /volumen de un componente = (masa del componente en


solución /volumen total de la solución) x 100

También se usa para concentraciones muy diluidas las partes por millón (ppm)
que se define como: ppm de un componente = (masa del componente en
solución / masa total de la solución) x 10 6. Por ejemplo, una solución cuya
concentración de soluto es 1 ppm contiene 1 gramo de soluto en cada millón de
gramos de solución o lo que es equivalente 1 mg de soluto por Kilogramo de
solución, o también es = 1mg / litro de solución. Las concentraciones máximas
permisibles de sustancias toxicas o carcinogénicas se expresan en ppm. La
concentración máxima del arsénico en agua potable es de =.0.05 ppm o sea 0.05
mg de arsénico por litro de agua.

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Ejemplo

a.) Se prepara una solución disolviendo 13.5 gramos de glucosa C6H12O6, en


0.100 Kg de agua. Calcule la concentración en % en masa de soluto en
esta solución
b.) Se determinó que una muestra de 2.5 gramos de agua freática contenía 5.4
µg de Zn2+. Calcule la concentración de iones Zn2+ en partes por millón
(ppm)

a.) % en masa de glucosa = (masa de glucosa /masa total de la solución) x 100

13.5 g
¿ x 100=11.9 %
13.5 g+100 g
El porcentaje en masa del agua en esta solución es (100 -11,9) % = 88.1 %

b.) 1µg es 1x 10-6 gramos, entonces 5.4 µg = 5.4 x 10-6 g


−6
[ Zn 2+, ppm ]= 5.4∗10 g de Zn x 10+6=2.2 ppm
2.5 gramos de agua

Químicos: Utilizan expresiones de concentración en el número de moles de uno


o más componentes de la solución: Fracción molar, molaridad, molalidad y
normalidad.

La fracción molar: de un componente en una solución está dada por el número


de moles de dicho componente dividido por el número total de moles de todos los
componentes de la solución (soluto más solvente).

moles de un componente
Fraccion molar de un componente=
moles totales

Se usa el símbolo X, para denotar la fracción molar, con un subíndice que indica el
componente de interés. XHCl. La suma de todas las fracciones molares de todos los
componentes de una solución debe ser igual a uno.

La molaridad, M, es una manera corriente de expresar la concentración de las


soluciones. Se define como el número de moles de soluto por litro de solución. En
forma simbólica la molaridad se presenta como:
.
moles de soluto
Molaridad=
Litos de disolvente

La Molalidad de una solución denotada por m, se define como el número de


moles de soluto por kilogramo de disolvente

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moles de soluto
Molalidad =
Kilogramos de disolvente

La diferencia entre molalidad y molaridad, debido a que estas dos formas de


expresar la concentración son muy similares, fácilmente se pueden confundir.
Molalidad (m) está definida en términos de la masa del solvente, en cambio la
molaridad (M) está definida en términos del volumen de la solución. La molalidad
de una solución dada no varía con la temperatura, porque las masas no varían con
la temperatura. Sin embargo, la molaridad cambia con la temperatura a causa de
la expansión o contracción de la solución.

La Normalidad de una solución denotada por N se define como el número de


equivalentes químicos del soluto disuelto en un litro de solución
.
equivalentes químicos o masa equivalente
Normalidad=
litros de solución

1 equivalente químico o masa equivalente de una sustancia es la cantidad de la


misma que reacciona o que equivale a un átomo-gramo de hidrógeno. En general
se calcula dividiendo la masa atómica del elemento por su valencia o la masa
molecular por el número de átomos de hidrógeno que tenga o a que equivalga si
se trata de compuestos.
Así los equivalentes químicos del Ca, Al, KOH, H2SO4, SnCl4 son
respectivamente las masas atómicas o moleculares correspondientes divididos por
2, 3, 1, 2 y 4.
En las reacciones REDOX el equivalente químico se obtiene dividiendo la masa
atómica o molecular por el número que expresa el cambio en el número de
oxidación experimentado por el elemento que se oxida o reduce. Por ejemplo, el
equivalente químico del KMnO4, utilizado como oxidante en medio acido es su
masa molecular dividida por 5, porque en dicho medio el Mn 2+ se reduce pasando
del grado de oxidación (VII) a (II). En el caso del K 2Cr2O7, el equivalente es la
masa molecular dividida por 6 (cada átomo de cromo gana 3 electrones en la
reducción)
El empleo de las concentraciones normales tiene la ventaja de que se
corresponden volumen a volumen es decir para neutralizar X mL de una disolución
de normalidad N de cualquier acido se necesitan exactamente la misma cantidad
de mL de una disolución de una base de la misma normalidad o la mitad si la
normalidad es el doble. De la misma manera X mL de una disolución de
normalidad N de una sal soluble de Bario precipitaran totalmente el SO 42+, como
BaSO4, de X mL de una solución de la misma normalidad de H 2SO4 o de cualquier
sulfato soluble. Análogamente ocurre en reacciones REDOX cuando existe
igualdad de equivalentes químicos en soluciones reductoras y oxidantes al
mezclarlas reaccionan sin que exceso de oxidante o reductor.
Una propiedad intensiva importante de las sustancias es la densidad (d), que se
define como la cantidad de masa en una unidad de volumen, por lo que permite
conocer la masa de un volumen determinado de sustancia y viceversa. La fórmula
general es:

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masa( gramos)
d = volumen(mililitros)
Solubilidad: Es la medida de la capacidad de disolverse de una determinada
sustancia (soluto) en un determinado medio (solvente). La solubilidad de una
sustancia en otra está determinada por el equilibrio de las fuerzas intermoleculares
entre el disolvente y el soluto. Tiene las mismas unidades de la concentración
molar: (moles/L). La solubilidad depende en gran medida de la presencia de otras
sustancias disueltas en el disolvente como por ejemplo la existencia de complejos
metálicos en los líquidos.
La solubilidad dependerá también del exceso o defecto de algún ion común, con
el soluto, en la disolución, tal fenómeno es conocido como el efecto del “ion
común”. En menor medida la solubilidad dependerá de la fuerza iónica de las
soluciones. La solubilidad también depende del tamaño físico del grano de cristal o
de la superficie especifica del soluto.

Soluciones líquidas y espontaneidad del proceso de solución


Una sustancia puede disolverse en el solvente mediante una reacción o sin ella. El
calcio metálico se disuelve en ácido clorhídrico con desprendimiento de hidrógeno.
Hay un cambio químico que origina hidrógeno y cloruro de calcio iónico, soluble:

Ca(s) + 2 HCl(ac) → 2 CaCl(ac) + H2(g)

Por el contrario, el cloruro de sodio sólido, NaCl, se disuelve en agua sin que se
observe reacción química:

NaCl(s) → Na+ (ac) + Cl- (ac)

Si la primera solución se evapora hasta sequedad, se obtiene cloruro de calcio


sólido, CaCl en lugar de calcio metálico, lo que, junto con la producción de
hidrógeno, constituyen las pruebas de una reacción con el solvente. En cambio, si
se evapora la solución de cloruro de sodio, se obtiene el NaCl original.
La facilidad del proceso de solución depende de dos factores:
1) del cambio del contenido energético (exotermicidad o endotermicidad) y
2) del cambio en el desorden (entropía) que acompaña al proceso.

La ESPONTANEIDAD de un proceso está favorecida por una disminución en la


energía del sistema, lo que corresponde a los procesos exotérmicos, y por un
aumento del desorden del sistema. Muchos sólidos se disuelven en líquidos
mediante procesos endotérmicos. La razón es que la endotermicidad es superada
por el gran aumento del desorden que acompaña a la solución del soluto. Las
partículas de soluto están muy ordenadas en un retículo cristalino, pero se
mueven al azar en una disolución líquida. Casi todos los procesos de solución se
producen con un aumento del desorden del soluto.
Interacciones a considerar en el proceso de solución
1. Interacciones soluto-soluto
2. Interacciones solvente-solvente

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3. Interacciones solvente-soluto
El proceso de solución es más favorable cuando los dos primeros factores son
relativamente pequeños y el tercero grande.

Factores que modifican la solubilidad

La cantidad de una sustancia que se disuelve en otra depende de la naturaleza del


soluto y del solvente, de la temperatura y la presión. En general, el efecto de la
temperatura es muy pronunciado y su dirección depende del calor de solución. Si
una sustancia se disuelve hasta la saturación con desprendimiento de calor, la
solubilidad disminuye con el aumento de la temperatura. Por otra parte, si una
sustancia se disuelve con absorción de calor, la solubilidad se incrementa cuando
se eleva la temperatura. En general, los compuestos de carácter químico análogo,
son más fácilmente solubles entre sí que los de carácter diferente. Cuando entre
dos sustancias existe semejante química, la solución de ambos guardan un
agrupamiento no muy distinto de aquél de las sustancias puras, y ambas se
toleran entre sí en solución. Por otra parte, cuando la naturaleza química de las
dos sustancias es considerablemente diferente, no se toleran, y hay poca
tendencia a la disolución. Entre estos dos casos extremos hay un número
considerable de estados intermedios, lo cual explica el amplio intervalo de
solubilidad entre sí de las diversas sustancias.
Estos puntos se ilustran con los fenómenos hallados en la solubilidad mutua de los
líquidos. Cuando el alcohol y el agua, muy próximos químicamente, se mezclan,
se disuelven entre sí en todas las proporciones, es decir, no hay límite de
saturación, y se dice que tales sustancias son miscibles completamente. A
diferencia de ellas, dos líquidos como el agua y el mercurio no se disuelven entre
sí y son totalmente inmiscibles. Entre estos dos tipos límite, hay pares como el
éter y el agua, que se disuelven uno en otro en pequeña proporción. Así, el éter
puro disuelve cierta cantidad de agua para formar una solución saturada de agua
en éter, mientras que el agua disuelve una cantidad limitada de éter dando una
solución saturada de éter en agua. En consecuencia, con proporciones elevadas
de uno u otro de estos líquidos se puede obtener una solución totalmente miscible.
Sin embargo, cuando se toman proporciones fuera de estos límites de saturación,
se forman dos capas, una constituida de una solución de éter en agua, y otra de
agua en éter. Los pares líquidos de esta clase son parcialmente miscibles.

Efecto de la temperatura sobre la solubilidad.

Por convención un proceso exotérmico es aquel donde se libera calor al medio


ambiente y un proceso endotérmico es aquel que absorbe calor desde el medio,

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Exotérmico: reactivos → productos + calor

Endotérmico: reactivos + calor → productos

La disolución de la mayor parte de los sólidos es un proceso endotérmico, sus


solubilidades en agua aumentan cuando se suministra calor y aumenta la
temperatura, por ejemplo, la disolución de KCl es endotérmica:

KCl(s) + 4.06 Kcal → K+ + Cl –(ac)

Efecto de la presión sobre la solubilidad

Los cambios de presión no afectan de modo apreciable a las solubilidades de


sólidos y líquidos en los solventes líquidos. Sin embargo, las solubilidades de los
gases en todos los disolventes aumentan cuando lo hace la presión parcial del
gas. Este es el enunciado de la Ley de HENRY, que corresponde al principio de
Le Chatelier. El agua gaseosa es una solución saturada de dióxido de carbono en
agua bajo presión. Cuando se abre una botella de bebida gaseosa, la presión
sobre la superficie de la bebida se reduce a la presión atmosférica, y muchas
burbujas de CO2 abandonan la solución. Si se deja abierta la botella, la bebida
acaba “sin gas” con mayor rapidez que si estuviese herméticamente cerrada, ya
que el CO2 escapa de la botella abierta. Este proceso, es el inverso de la
disolución de CO2 en agua (proceso exotérmico) por lo que el escape de CO 2
desde el líquido debe ser un proceso endotérmico, esto es que absorbe calor
desde el medio ambiente. Esto es lo que provoca la sensación de “frescor” de las
bebidas gaseosas.

Velocidad de disolución y saturación.

A una temperatura dada, la velocidad de disolución aumenta si se han pulverizado


los cristales como consecuencia del aumento del área expuesta del soluto con el
solvente. La pulverización también aumenta el número de vértices y aristas, con
ello los iones estarán menos fuertemente unidos. Cuando se introduce en agua un
sólido iónico, algunos de sus iones se solvatan y se disuelven. La velocidad de
este proceso disminuye con el tiempo porque la superficie de cada cristal se va
haciendo cada vez más pequeña. Al mismo tiempo, aumentan los iones en
disolución y las colisiones entre los iones disueltos y el sólido. Dichas colisiones
provocan la recristalización o precipitación. Después de cierto tiempo, las
velocidades de los dos procesos opuestos se igualan y se dice entonces que el
sólido y los iones disueltos están en equilibrio.

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Una vez establecido el equilibrio, no se disuelve más sólido sin que se produzca la
cristalización del mismo peso de los iones disueltos. A dicha disolución se la denomina
SATURADA.
La saturación se produce a bajas concentraciones para aquellas especies di sueltas en
solventes en las que son poco solubles y a concentraciones elevadas cuando la sustancia
es muy soluble.

Disoluciones de electrolitos

En Química Analítica se trabaja frecuentemente con disoluciones de electrolitos.


Por ello, se considera de interés hacer algunas consideraciones acerca de la
naturaleza de estas especies.
Los electrólitos se caracterizan por ser sustancias cuyas disoluciones presentan
valores excepcionalmente elevados para las propiedades coligativas (presión de
vapor, puntos de ebullición y congelación, presión osmótica) y por ser conductoras
de la corriente eléctrica. Para justificar este comportamiento, Arrhenius enunció,

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en 1887, su famosa Teoría de la Disociación Electrolítica, que puede resumirse
en los siguientes postulados:
1. Cuando los electrólitos se disuelven en agua son dispersados por ella, no solo
en moléculas separadas, sino también en iones, de manera que la carga total
sobre los iones positivos es igual a la carga total sobre los iones negativos, siendo
la disolución en su conjunto eléctricamente neutra.
2. Los iones son átomos o grupos de átomos cargados eléctricamente. Actúan
independientemente unos de otros, así como de las moléculas no disociadas y
constituyen partículas con propiedades físicas y químicas características.
3. La disociación* de un electrolito es un proceso reversible que aumenta con la
dilución.

Los términos ionización y disociación, que en ocasiones se utilizan como


sinónimos, corresponden en realidad a dos procesos diferentes. En una sustancia
como un oxácido, en el que el átomo de hidrógeno está unido al oxígeno por
enlace covalente, la ionización sería el proceso en el que el par de electrones
compartidos pasa a pertenecer al oxígeno al producirse una rotura heterolecita
:
R-O-H ionización ---> R-O-H+ disociación---> R-O- + H+

Los electrolitos se clasifican en fuertes y débiles. Son electrolitos fuertes


aquellos que, en disolución 0.1 M se encuentran disociados en su totalidad y en
los que su conductividad depende solo débilmente de la concentración de soluto.
Electrolitos débiles son los que se encuentran muy poco disociados y sus
conductividades dependen fuertemente de la concentración.
La magnitud de la disociación de un electrolito débil puede evaluarse mediante el
grado de disociación: α, que es la fracción de mol en que se encuentra disociado.

No electrolitos

Estas son soluciones que disponen de un componente, que de hecho al disolverse


no puede conducir o transportar electricidad en su seno.
Son aquellas en las cuales se puede apreciar desde el microscopio las moléculas
de soluto desvanecidas o bien desfragmentadas que en el caso de las soluciones
electrolitos se haya compactas.
Estas presentan todas sus moléculas fragmentadas permaneciendo por igual ante
la intervención el líquido neutro como lo es el agua.
Electrolitos

Estas son soluciones compuestas en exceso por moléculas iónicas, las cuales las
mismas conducen la electricidad, en consecuencia, no es que estas soluciones
por si mismas sean eléctricas, sino que funcionan como vínculo conductor de la
misma, entendiendo que la electricidad representa energía y movimiento.
Estas por sí sola, no pueden ser manipuladas, sino que ameritan de un diluyente
que permita la conducción de sus efectos, tal es el caso de las soluciones salinas
con efectos terapéuticas, las cuales disponen del componente diluido en agua
hidrolizada.

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