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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0060/2016

Sucre, 24 de junio de 2016

SALA PLENA

Magistrado Relator: Dr. Macario Lahor Cortez Chavez

Conflicto de competencias jurisdiccionales

Expediente: 10192-2015-21-CCJ

Departamento: Chuquisaca

En el conflicto de competencia jurisdiccional suscitado entre Esteban Ramírez


Alviri, Secretario de Justicia Comunitaria de la Subcentralía Única de Trabajadores
Campesinos de la “autonomía indígena originario campesino” Villa
Mojocoya, provincia Zudáñez y el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Tarabuco,
ambos del departamento de Chuquisaca.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido del memorial de conflicto de competencia planteado

Por memorial presentado el 27 de febrero de 2015, cursante de fs. 58 a 60 vta., Esteban


Ramírez Alviri, Secretario de Justicia Comunitaria de la Subcentralía Única de
Trabajadores Campesinos de la “autonomía indígena originario campesino” Villa Mojocoya,
provincia Zudáñez del departamento de Chuquisaca, promueve conflicto de competencias
jurisdiccionales, expresando los siguientes aspectos:

I.1.1. Hechos que motivan el conflicto de competencias planteado

Dentro el proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella presentada por
Alejandro Padilla Donoso, en ese entonces Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de
Villa Mojocoya, contra Mario Serrudo Ramírez, Cirilo Contreras Sánchez Juan Choque
Ballejos, Rosa Ventura Maturano y Lucio Choque Ramírez, por la presunta comisión de los
delitos de privación de libertad, coacción, amenazas, lesiones graves y leves e instigación
pública a delinquir y concurso real, los imputados solicitaron su intención de someterse a la
justicia indígena originaria campesina (IOC), debido a que los hechos que se les imputan,
habrían ocurrido dentro de dicha jurisdicción territorial, encontrándose actualmente el
proceso radicado ante el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Tarabuco del
departamento de Chuquisaca, peticionaron la declinatoria de competencia en razón de
jurisdicción; empero, la referida autoridad por Auto de 19 de febrero de 2015, rechazó la
misma bajo el fundamento que “…el caso debía haberse tramitado en la etapa preparatoria
ante el juez de control jurisdiccional ósea en Redención Pampa” (sic); y, al no haber
obrado de ese modo se reconoció la competencia de la jurisdicción ordinaria; sin embargo,
no existe norma alguna que haga referencia en qué etapa debe presentarse la misma;
además, el “municipio” de Villa Mojocoya optó por la autonomía indígena originaria
campesina en el referéndum de 7 de diciembre de 2009; teniendo esa calidad a partir de
esa fecha; por lo tanto, apta para administrar justicia.

En mérito a lo señalado solicitó se admita la demanda de conflicto de competencias y


disponga: a) Dejar sin efecto el Auto de 19 de febrero de 2015, pronunciado por el Juez de
Partido y de Sentencia Penal de Tarabuco del departamento de Chuquisaca; b) Se declare
competente a la JIOC de Villa Mojocoya para conocer y resolver el asunto conforme a sus
normas y procedimientos propios, usos y costumbres; y, c) Se comunique al mencionado
Juez, para que se aparte del conocimiento del señalado proceso penal seguido por el
Ministerio Público y se remita el mismo a conocimiento de la jurisdicción indígena originario
campesina, para su resolución.

I.2. Antecedentes procesales sustanciados ante la autoridad de la jurisdicción


ordinaria

Dentro el proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella presentada por
Alejandro Padilla Donoso, en ese entonces Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de
Villa Mojocoya, contra Mario Serrudo Ramírez, Cirilo Contreras Sánchez Juan Choque
Ballejos, Rosa Ventura Maturano y Lucio Choque Ramírez, por la presunta comisión de los
delitos de privación de libertad, coacción, amenazas, lesiones graves y leves e instigación
pública a delinquir y concurso real, el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Tarabuco
de departamento de Chuquisaca, resolvió la solicitud de declinatoria de competencia en
razón de jurisdicción presentada por Esteban Ramírez Alviri, Secretario de Justicia
Comunitaria de la Subcentralía Única de Trabajadores Campesinos de la “autonomía
indígena originario campesino” Villa Mojocoya, provincia Zudáñez del mismo
departamento, mediante Auto de 19 de febrero de 2015, rechazando la misma con los
siguientes fundamentos: 1) El proceso penal en la etapa preparatoria fue tramitado ante el
Juzgado de Instrucción en lo Penal de Redención Pampa del mismo departamento, hasta
concluir dicha etapa con la presentación de la acusación formal, sin que los imputados
hubieran solicitado la declinatoria de competencia para que el proceso sea sustanciado en
la jurisdicción indígena originario campesina; 2) Los referidos se sometieron
voluntariamente a la jurisdicción ordinaria; y, 3) La Ley de Deslinde Jurisdiccional en
ninguno de sus artículos establece que se debe declinar el proceso penal ante la JIOC,
cuando la acción ha sido promovida en la vía ordinaria como ocurre en el caso de autos,
mucho menos si toda la etapa preparatoria se tramitó en la misma sin haber sido
observado ese aspecto por los procesados.

I.3. Admisión y notificaciones

La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional,


mediante AC 0105/2015-CA de 20 de marzo, cursante de fs. 61 a
65, admitió el conflicto de competencias suscitado entre el Juez de Partido y de Sentencia
Penal de Tarabuco y la jurisdicción indígena originario campesina de Villa Mojocoya,
ambos del departamento de Chuquisaca, dispuso notificación y su correspondiente sorteo.

II. CONCLUSIONES

De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece


lo siguiente:

II.1. Alejandro Padilla Donoso, presentó querella el 9 de diciembre 2013, ante el Fiscal de
Materia, contra Mario Serrudo Ramírez, Cirilo Contreras Sánchez Juan Choque Ballejos,
Rosa Ventura Maturano, Lucio Choque Ramírez y otros, por la presunta comisión de los
delitos de privación de libertad, coacción, amenazas, lesiones graves y leves e instigación
pública a delinquir y concurso real, alegando que se dieron la tarea de impedir que
reasuma funciones de Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Mojocoya,
provincia Zudáñez del departamento de Chuquisaca, habiendo llegado a extremos
insospechados como lograr su ilegal destitución; por lo que, planteó acción de amparo
constitucional, que le fue favorable la resolución dictada; asimismo, en horas de la noche
tapiaron el ingreso a dependencias del citado Gobierno Autónomo Municipal, impidiendo el
normal desarrollo de actividades, paralizando proyectos de varias comunidades,
ocasionando grave perjuicio; además, atentaron contra su vida y la de su familia haciendo
detonar explosivos en la puerta de su domicilio, con evidente intención de quitarle la vida,
motivo por el que presentó otra denuncia por ese delito, vanos fueron los intentos de llegar
a un acuerdo; finalmente al promediar el mediodía de 8 de diciembre de 2013, cuando en
compañía del Oficial Mayor de la citada entidad municipal se dirigían a la celebración de la
“Virgen de Mojocoya” (sic), fueron interceptados por un grupo de personas encabezadas
por los nombrados, quienes los sometieron a chicotazos, golpes con objetos contundentes,
encerrándolos en el “Coliseo Cerrado” (sic), donde continuaron agrediéndoles físicamente,
con diferentes objetos, vejándolos, “…al extremo de ponerme una pollera, para luego
hacerme dar una vuelta la plaza de Redención Pampa (…) en base al uso de la violencia”
(sic) (fs. 12 a 14).

II.2. El 14 de abril de 2014, el Fiscal de Materia, presentó imputación formal, ante el Juez
de Instrucción en lo Penal de Redención Pampa del departamento de Chuquisaca, contra
Cirilo Contreras Sánchez, por la presunta comisión de los delitos de privación de libertad,
coacción, amenazas, lesiones graves y leves, instigación pública a delinquir y concurso
real; a Mario Serrudo Ramírez, Rosa Ventura Maturano, Lucio Choque Ramírez y Juan
Choque Ballejos, por la presunta comisión de los delitos de privación de libertad, coacción,
amenazas, instigación Pública a delinquir y concurso real (fs.1 a 6 vta.).

II.3. Acusación Formal, presentada ante el Juez de Instrucción en lo Penal de Redención


Pampa, contra Cirilo Contreras Sánchez, por la presunta comisión de los delitos de
privación de libertad, coacción, amenazas, lesiones graves y leves, instigación pública a
delinquir y concurso real; a Mario Serrudo Ramírez, Rosa Ventura Maturano, Lucio
Choque Ramírez y Juan Choque Ballejos, por la presunta comisión de los delitos de
privación de libertad, coacción, amenazas, instigación pública a delinquir y concurso
real (fs.49 a 57 vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a querella presentada por
Alejandro Padilla Donoso, contra Mario Serrudo Ramírez, Cirilo Contreras Sánchez Juan
Choque Ballejos, Rosa Ventura Maturano, Lucio Choque Ramírez y otros, por la presunta
comisión de los delitos de privación de libertad, coacción, amenazas, lesiones graves y
leves e instigación pública a delinquir y concurso real; Esteban Ramírez Alviri, Secretario
de Justicia de la Subcentralía Única de Trabajadores Campesinos de la “autonomía
indígena originaria campesina” Villa Mojocoya, provincia Zudáñez del departamento de
Chuquisaca, presentó declinatoria de competencia ante el Juez de Partido y de Sentencia
Penal de Tarabuco del mismo departamento, quien, mediante Auto de 19 de febrero de
2015, rechazo la misma, alegando que dicha petición debió ser presentada ante el Juez de
Instrucción en lo Penal de Redención Pampa del referido departamento, autoridad que
conoció la etapa preparatoria de dicho proceso; y, que al no haber obrado de ese modo se
reconoció la competencia de la jurisdicción ordinaria.

En consecuencia, en atención al control competencial que ejerce el Tribunal Constitucional


Plurinacional, corresponde dilucidar cuál es la autoridad competente para conocer y
resolver el proceso penal por despojo y perturbación de posesión.

III.1. Naturaleza jurídica del control competencial de constitucionalidad

El Tribunal Constitucional Plurinacional, cumple la función de velar por la supremacía


de la Constitución Política del Estado, ejercer el control de constitucionalidad y precautelar
el respeto y vigencia de los derechos y garantías constitucionales, en virtud a lo dispuesto
por el art. 196.I de la CPE; asimismo, tiene entre sus atribuciones conocer y resolver: “Los
conflictos de competencia entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la
jurisdicción ordinaria y agroambiental” (art. 202.11 de la Norma Suprema), de donde nace
su competencia, junto a los de control normativo y tutelar. Al respecto, la
jurisprudencia constitucional en la SCP 0300/2012 de 18 de junio, estableció: “…al
Tribunal Constitucional Plurinacional, como una institución encargada de ejercer el control
sobre todas las jurisdicciones y, en general sobre todos los órganos del poder público, a
partir del diálogo intercultural que se entable en este órgano, que tiene la representación
de los dos sistemas de justicia, el ordinario y el indígena originario campesino”, sin excluir
de este sistema de control, a la jurisdicción agroambiental y las especializadas reguladas
por ley, conforme previene el art. 179 de la Ley Fundamental.

Precisando el conflicto de competencias entre la jurisdicción agroambiental y la ordinaria,


la SCP 0064/2014 de 3 de enero, citando la SCP 1227/2012 de 7 de septiembre, expresó
que: “…el Tribunal Constitucional Plurinacional, como máximo intérprete y guardián de la
Constitución Política del Estado y garante de la vigencia de los derechos fundamentales,
asume su rol definitorio en las controversias competenciales entre la jurisdicción ordinaria
y la agroambiental, únicamente en los supuestos en que la controversia se hubiera
suscitado posteriormente a la posesión de los magistrados electos por voto popular; es
decir, después del 3 de enero de 2012, momento a partir del cual rige el control plural
competencial, que emerge de la naturaleza de la composición de éste”.

III.2. Conflicto de competencias entre la jurisdicción ordinaria penal y la


indígena originario campesina

Conforme establecen los arts. 178 y 179 de la CPE, la potestad de impartir justicia emana
del pueblo boliviano y la función judicial es única. Por su parte el art. 11 de la Ley del
Órgano Judicial (LOJ), señala que la jurisdicción “Es la potestad que tiene el Estado
Plurinacional de administrar justicia; emana del pueblo boliviano y se ejerce por medio de
las autoridades jurisdiccionales del Órgano Judicial”. En relación con el art. 12 de la misma
Ley, que refiere que la competencia “Es la facultad que tiene una magistrada o magistrado,
una o un vocal, una jueza o un juez, o autoridad indígena originaria campesina para
ejercer la jurisdicción en un determinado asunto”, con la aclaración de que solo es posible
ampliar o prorrogar competencia, en razón de territorio y únicamente por consentimiento
expreso o tácito de las partes, exceptuándose lo dispuesto en leyes especiales, como
manda el art. 13 de la misma Ley. Al respecto cabe citar la SCP 0026/2013 de 4 de
enero, que señaló: “El art. 179.I de la CPE, determina que: ‘La función judicial
es única. La jurisdicción ordinaria se ejerce por el Tribunal Supremo de Justicia, los
tribunales departamentales de justicia, los tribunales de sentencia y los
jueces; la jurisdicción agroambiental por el Tribunal y jueces agroambientales; la
jurisdicción indígena originaria campesina se ejerce por sus propias
autoridades; existirán jurisdicciones especializadas reguladas por la ley’. En este sentido,
la jurisdicción indígena originario campesina es anterior a la jurisdicción ordinaria (art. 2 de
la CPE).

Respecto a la relación entre jurisdicción ordinaria y jurisdicción indígena originaria


campesina, el art. 179.II de la CPE, establece que: ‘La jurisdicción ordinaria y la
jurisdicción indígena originario campesina gozarán de igual jerarquía’, es decir, en
una dinámica de cooperación y coordinación (art. 192 de la CPE) y no de paternalismo.

Ahora bien, ante la existencia de un conflicto de competencias el art. 202.11 de la CPE,


entrega al Tribunal Constitucional Plurinacional la atribución de conocer: ‘Los conflictos de
competencia entre la jurisdicción indígena originaria campesina y la jurisdicción ordinaria y
agroambiental’, en este sentido, la autoridad que considere que se usurpa su competencia
‘…solicitará que ésta última se aparte de su conocimiento’ [art. 102 del Código Procesal
Constitucional (CPCo)], así, ‘Si la autoridad requerida rechaza la solicitud o no se
manifiesta en el plazo de los siete días subsiguientes, a partir de la petición de la autoridad
demandante, ésta se encontrará facultada para plantear el conflicto ante el Tribunal
Constitucional Plurinacional’.

(…)
Ahora bien, respecto a los ámbitos de aplicación de la jurisdicción indígena
originaria campesina el art. 191.II de la CPE, determina que: ‘La jurisdicción indígena
originario campesina se ejerce en los (…) ámbitos de vigencia personal, material y
territorial…’ correspondiendo efectuar una interpretación desde y conforme a la
Constitución y los Tratados del Derecho Internacional de Derechos Humanos (arts. 13. IV y
256 de la CPE) del art. 8 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, es decir:

III.2.1. Ámbito de vigencia personal

El art. 30.I de la CPE, precisa: ‘Es nación y pueblo indígena originario campesino toda la
colectividad humana que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica,
instituciones, territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión colonial
española’, por su parte el art. 2 de la Ley Fundamental, hace referencia a dos elementos a
considerar que son: ‘Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios…’ y finalmente debe
considerarse el art. 191.I de la Norma Suprema, que establece: ‘La jurisdicción indígena
originario campesina se fundamenta en un vínculo particular de las personas que son
miembros de la respectiva nación o pueblo indígena originario campesino’.

En este sentido, para este Tribunal Constitucional Plurinacional resulta claro que la
interpretación del art. 9 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional que establece: ‘Están sujetos
a la jurisdicción indígena originaria campesina los miembros de la respectiva nación
o pueblo indígena originario campesino’, debe interpretarse en un sentido amplio y
conforme al art. 191.II.1 de la CPE, que establece que: ‘Están sujetos a esta jurisdicción
los miembros de la nación o pueblo indígena originario campesino, sea que actúen como
actores o demandados, denunciantes o querellantes, denunciados o imputados,
recurrentes o recurridos’, de donde puede extraerse que inicialmente alcanza a:

1) Los miembros de las colectividades humanas que comparten identidad cultural, idioma,
tradición histórica, instituciones, territorialidad y cosmovisión con existencia precolonial y
que ejercen dominio ancestral sobre sus territorios. Al respecto, la SCP 1422/2012 de 24
de septiembre, aclaró que: ‘…debe precisarse además que en el contexto de las naciones
y pueblos indígena originario campesinos, su estructura organizativa por razones también
de orden socio-histórico, podría estar compuesta por organizaciones campesinas, juntas
vecinales u otras modalidades organizativas que reflejen un proceso de mestizaje vivido en
el País, en estos casos, el reconocimiento de derechos colectivos como naciones y
pueblos indígena originario campesinos, responderá a la concurrencia de cualquiera de los
elementos de cohesión colectiva descritos supra, es decir a la existencia de identidad
cultural; idioma; organización administrativa; organización territorial; territorialidad
ancestral; ritualidad y cosmovisión propia, entre otras…’, aspecto que no debe resultar
sorprendente si se considera la cantidad oficial de personas auto-identificadas como
indígenas y la magnitud de migración interna provocadas por las necesidades económico -
sociales en nuestro país.

2) En este sentido, debe considerarse que el vínculo ‘particular’ que une a los miembros
de una nación o pueblo indígena originario campesino de ninguna manera podría fundarse
en el nacimiento o los rasgos físicos, por ello mismo, una persona no nacida en una
determinada cultura puede adoptar la misma y por ende ser juzgado por la jurisdicción
indígena originaria campesina, por ello mismo el art. 1.2 del Convenio 169
de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), establece que: ‘La
conciencia de su identidad o tribal deberá considerarse un criterio fundamental para
determinar los grupos a los que se aplican las disposiciones del presente Convenio’.

3) Por otra parte y considerando que el derecho colectivo a administrar su justicia está
relacionado a la construcción de su identidad social, es lógico aceptar que es posible el
juzgamiento de personas que no necesariamente pertenezcan a la nación o pueblo
indígena originaria campesino pero que voluntariamente de manera expresa o tácitamente
se sometan a dicha jurisdicción por ejemplo al decidir ocupar sus territorios ancestrales
aunque ello no implica que no deba analizarse en cada caso la concurrencia de los
ámbitos territorial, material y personal referidos por el art. 191.II de la CPE.

III.2.2. Ámbito de vigencia territorial

Respecto al ámbito territorial, el art. 11 de la Ley de Deslinde Jurisdiccional (LDJ), señala


que: ‘El ámbito de vigencia territorial se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se
realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena
originario campesino, siempre y cuando concurran los otros ámbitos de vigencia
establecidos en la Constitución Política del Estado y en la presente Ley’, lo que sin duda
busca preservar la seguridad jurídica en las relaciones jurídicas entendida en la SC
0287/99-R de 28 de octubre de 1999, como: ‘…condición esencial para la vida y el
desenvolvimiento de las naciones y de los individuos que la integran. Representa la
garantía de la aplicación objetiva de la ley, de tal modo que los individuos saben en cada
momento cuáles son sus derechos y sus obligaciones, sin que el capricho, la torpeza o la
mala voluntad de los gobernantes pueda causarles perjuicio’.

Ahora bien, dicha norma, también debe interpretarse en el marco del art. 191.II.3 de la
CPE, que refiere: ‘Esta jurisdicción se aplica a las relaciones y hechos jurídicos que se
realizan o cuyos efectos se producen dentro de la jurisdicción de un pueblo indígena
originario campesino’, es decir:

i) En general la jurisdicción indígena originaria campesina se aplica en los territorios


ancestrales.

ii) A hechos cometidos fuera del espacio físico de un territorio indígena originario
campesino que puedan afectar la cohesión social colectiva como podría suceder; por
ejemplo cuando, los mismos se produzcan por una autoridad en representación del pueblo
indígena originario campesino o exista desvío de poder respecto a dicha representación.

III.2.3. Ámbito de vigencia material

Respecto al art. 191.II.2 de la CPE, respecto al ámbito de vigencia material, establece que
la jurisdicción indígena originaria campesina: ‘…conoce los asuntos indígena originario
campesinos de conformidad a lo establecido en una Ley de Deslinde Jurisdiccional’, pese
a ello, a este Tribunal Constitucional Plurinacional le resulta absolutamente claro que las
comunidades indígena originario campesinas vienen conociendo desde la antigüedad
todas las controversias surgidas en la misma de forma que cuentan con la presunción de
competencia por su situación histórica de desventaja respecto a la jurisdicción ordinaria
por lo que la interpretación de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, debe efectuarse de tal
manera que lo inhibido a la jurisdicción indígena originaria campesina sea el resultado de
una interpretación sistemática del texto constitucional de donde resulte que la exclusión de
un ‘asunto’ de la competencia de la jurisdicción indígena originaria campesina busque de
manera evidente y clara en el caso concreto proteger un bien jurídico de entidad nacional o
internacional de acuerdo a las particularidades del caso concreto” (las negrillas nos
pertenecen).

III.3. De la oportunidad para promover el conflicto de competencias jurisdiccionales

La SCP 0017/2015 de 4 de marzo, en cuanto al momento de interponer el conflicto de


competencia señaló que: “…acuerdo al diseño procesal establecido en el Código Procesal
Constitucional, la legitimación activa para suscitar el conflicto de competencias
jurisdiccionales se encuentra reservada únicamente para la AIOC y sus similares de la
jurisdicción ordinaria y agroambiental, más no así para los sujetos procesales que actúan
en calidad de demandantes, demandados, denunciantes, denunciados, querellantes,
querellados, acusadores y acusados; sin embargo, el régimen normativo no prohíbe que
las autoridades soliciten a sus similares de otra jurisdicción que realizó actos invasivos
apartarse del conocimiento de la causa para ejercer jurisdicción, sea a instancia o a
petición de una de las partes; es decir, tanto la AIOC y los jueces de la jurisdicción
ordinaria y agroambiental, tienen la potestad de generar el conflicto de competencias,
jurisdiccionales a instancia de una de las partes intervinientes en el proceso, lo que no
significa extender la legitimación activa a los justiciables.

Por lo tanto, en el marco del entendimiento referido precedentemente, es


importante generar el siguiente razonamiento: si el proceso -
indistintamente de su naturaleza- fuese iniciado en una determinada jurisdicción;
empero, que las autoridades de otra análoga aún teniendo conocimiento de la
sustanciación del proceso por autoridad a la que consideran incompetente, no
generaron el conflicto de competencias jurisdiccionales dentro de un
plazo razonable tan pronto como tuvieron noticia del mismo,
sino que, en lugar de activar el mecanismo de la controversia
competencial permitieron y consintieron pasivamente que el proceso se desarrolle
inclusive superando diferentes fases y etapas procesales, la jurisdicción
constitucional entenderá ésto como tácita aceptación de la competencia de la
autoridad que en principio asumió conocimiento de la problemática; en efecto, no se
podrá suscitar el conflicto de competencias jurisdiccionales ante la
evidente conducta pasiva de las autoridades que bien pudieron haber reclamado el
ejercicio de la jurisdicción oportunamente; consiguientemente, las AIOC y los jueces
de la jurisdicción ordinaria y agroambiental, al considerar invadida su jurisdicción
deberán reclamar el ejercicio de la misma, ya sea de oficio o a
petición de una de las partes, tan pronto como asumieron
conocimiento del inicio del proceso; asimismo, los justiciables, en virtud
al principio de lealtad procesal, cuando entiendan que el proceso en el
que se encuentran involucrados es sustanciado por autoridad
incompetente, deben instar a las autoridades a quienes consideran competentes, a
generar el conflicto de competencias jurisdiccionales y no esperar pasivamente la
realización de las diferentes etapas procesales. No obstante, nada le
impide a esta jurisdicción constitucional examinar minuciosamente cada
caso concreto para definir la controversia competencial, lo que no
significa de ninguna manera que se esté desconociendo la materialización de la
jurisdicción IOC, más aún si la voluntad del constituyente reflejada en la
Ley Fundamental, busca la construcción de una sociedad fundada en el pluralismo
y la pluralidad”. (las negrillas corresponden al texto original).

Tomando en cuenta que tal entendimiento resulta limitativo para el acceso a la justicia, el
debido proceso previsto en los arts. 115.I y II, así como en lo concerniente al juez natural
incurso en el 120 de la CPE, es preciso cambiar de línea tal entendimiento en busca de
una apertura que haga efectiva la existencia de la JIOC, dentro del marco normativo de la
Constitución Política del Estado y la cosmovisión de las naciones y pueblos indígena
originario campesinos (NPIOC), para lograr una justicia pronta y oportuna, que al mismo
tiempo descongestione la justicia ordinaria, estableciendo que el conflicto de competencias
puede interponerse en cualquier etapa del proceso, criterio que se sustenta en el siguiente
entendimiento: Resulta bastante complicado, especialmente tratándose de la JIOC,
determinar cuál es el primer momento o el tiempo “oportuno” para promover el conflicto de
competencias, porque tratándose de la jurisdicción indígena originaria campesina, existe
diversidad y multiplicidad de normas y procedimientos; y, en su generalidad, los asuntos
que son propios de la misma se resuelven en una sola “sesión” o “audiencia” o periodos
cortos de tiempo, denotándose la ausencia total de “etapas” o “fases procesales” propias
de la jurisdicción ordinaria, lo mismo que la vigencia del principio de preclusión,
característico únicamente de dicha jurisdicción, más propiamente del derecho procesal civil
que no se puede aplicar de manera forzada a la JIOC. En consecuencia genera un
resultado muy extremo, determinar que por el sólo hecho de no haberse promovido
“oportunamente” o “en un primer momento” el conflicto de competencias, implique
automáticamente una “aceptación tácita de la jurisdicción”, cuando ésta por definición es
una cuestión de orden público, por lo tanto, no está librada a la voluntad, acciones u
omisiones de los justiciables, máxime cuando al respecto se tiene la garantía consagrada
en el art. 122 de la CPE, en cuanto a la nulidad de los actos ejercidos sin jurisdicción ni
competencia.

Razonablemente, es preciso cambiar el entendimiento de la referida SCP


0017/2015, aplicando el principio de coordinación y cooperación interjurisdicional conforme
al mandato de los arts. 190 y 192.III de la CPE, así como el 16 de la Ley de Deslinde
Jurisdiccional (LDJ), en situaciones en las que las autoridades ordinarias no se pronuncian
respecto a su competencia en casos en los que se evidencia hechos suscitados en la
jurisdicción indígena originaria campesina; las partes o las autoridades de dicha
jurisdicción podrán interponer o suscitar en cualquier fase del proceso penal el conflicto de
competencias, tomando en cuenta que la “tácita aceptación” de la jurisdicción en materia
de conflictos de competencia jurisdiccional suscitada entre las autoridades indígena
originario campesina y la ordinaria en materia penal, resulta inadmisible, debido a que se
pone en riesgo el derecho de acceso a la justicia y el debido proceso ante el juez natural
como garantías constitucionales.

Consiguientemente, al constituir lo expresado un cambio de línea se entiende que en


adelante los conflictos de competencias jurisdiccionales podrán suscitarse en cualquier
estado del proceso no siendo exigible que el mismo sea promovido en determinado plazo
por cuanto el principio del pluralismo jurídico así lo permite.

III.4. Análisis del caso concreto

Del análisis de los antecedentes, se evidencia que el caso emerge como consecuencia de
los hechos ocurridos el 8 de diciembre de 2013, por la disputa y solicitud de renuncia del
Alcalde del Gobierno Autónomo Municipal de Villa Mojocoya, provincia Zudañez del
departamento de Chuquisaca, que derivó en agresiones físicas y psicológicas, privación de
libertad y otras actitudes de hecho, lo que dio lugar a la denuncia e interposición de una
querella por parte de Alejandro Padilla Donoso, –en ese entonces cumplía funciones de
Alcalde– que fue tramitada durante la etapa preparatoria ante el Juez de Instrucción en lo
Penal de Redención Pampa y luego ante el Juez de Partido y Sentencia Penal de
Tarabuco, ambos del departamento de Chuquisaca; y, este último rechazó la declinatoria
de competencia en razón de jurisdicción, al no haberse solicitado la misma durante la
etapa preparatoria.

La jurisprudencia invocada en el Fundamento Jurídico III. 2 de la presente Sentencia


Constitucional Plurinacional, citando el art. 191.II de la CPE determina que la jurisdicción
indígena originario campesina se ejerce en los ámbitos de vigencia personal, material y
territorial.

Del análisis de los ámbitos señalados precedentemente se tienen que en el caso de autos,
los hechos acontecidos en el “municipio” de Villa Mojocoya, abarcan los tres ámbitos;
personal, al tratarse de sujetos que tienen relación de convivencia y vinculo particular de
identidad cultural, idioma, tradición histórica, territorialidad y cosmovisión. Material; las
comunidades indígena originario campesinas desde la antigüedad conocen todas las
controversias surgidas en la misma; por lo que, la resolución de sus problemas es
competencia de sus autoridades elegidas para el resguardo de su convivencia pacífica. El
territorial; es aplicable a las relaciones y hechos jurídicos que se producen dentro de la
jurisdicción de un pueblo indígena originario campesino (PIOC), siempre y cuando
concurran los otros ámbitos de vigencia establecidos en la Constitución Política del Estado
y en la Ley de Deslinde Jurisdiccional, de los entendimientos expuestos se tiene la
concurrencia de los tres ámbitos que abren la competencia de la JIOC.
Tomando en cuenta que de acuerdo a lo previsto por el art. 190 de la CPE, las NPIOC,
ejercen funciones jurisdiccionales y de competencia, a través de sus autoridades legítimas,
aplicando sus principios, valores, normas procedimientos propios; de acuerdo a sus
razonamientos, sin que estos excedan lo previsto en la Constitución Política del Estado,
en cuanto a los derechos y garantías previstas en ella a las cuales se someten tanto la
justicia ordinaria como la JIOC. En ese orden las autoridades indígenas originario
campesinas de la Subcentralía Única de Trabajadores Campesinos de la “autonomía
indígena originario campesino” Villa Mojocoya, y en particular el Secretario de Justicia,
gozan de jurisdicción para resolver conflictos, problemas o controversias que afecten la
convivencia social armónica dentro de su territorio, para evitar confrontaciones como las
acontecidas en el caso concreto, sin que la gravedad de las acciones no permitidas en un
Estado de derecho sean un óbice para que la JIOC asuma conocimiento; dado que, esas
acciones provocan el desequilibrio de la vida comunitaria, que debe ser restablecida en el
seno de dicha comunidad y como se dijo dentro del marco normativo previsto por la Ley
Fundamental. En ese entendido el mencionado Secretario de Justicia, tiene competencia
para conocer y resolver los sucesos ocurridos el 8 de diciembre de 2013, al ser
comprendido como problemas que afectan a Alejandro Padilla Donoso, –en ese entonces
Alcalde–, su familia y a los querellados; siendo que, los hechos se originaron en la
jurisdicción territorial de la “autonomía indígena originaria” Villa Mojocoya.

Estableciendo que el conflicto de competencias puede interponerse en cualquier etapa del


proceso, conforme a los entendimientos vertidos en el Fundamento Jurídico III.3 de la
presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que cambian la línea jurisprudencial de la
SCP 0017/2015 de 4 de marzo, en consideración a que la JIOC está exenta de plazos
procesales y formalismos que limiten su acceso a la misma.

Consiguientemente, al constituir lo expresado un cambio de línea se entiende que en


adelante los conflictos de competencia jurisdiccional podrán suscitarse en cualquier estado
del proceso no siendo exigible que el mismo sea promovido en determinado plazo por
cuanto el principio del pluralismo jurídico así lo permite. En ese sentido el Juez de Partido
y de Sentencia Penal de Tarabuco del departamento de Chuquisaca, al haber rechazado
la declinatoria de competencia en razón de jurisdicción presentada por el aludido
Secretario de Justicia, no tomó en cuenta las normas constitucionales citadas ni los
aspectos señalados precedentemente.

Razonablemente, el Tribunal Constitucional Plurinacional concluye que en el presente


conflicto de competencia suscitado entre las autoridades indígena originario campesino de
la “autonomía indígena originaria” Villa Mojocoya, provincia Zudañez y el Juzgado de
Partido y de Sentencia Penal de Tarabuco, ambos del departamento de Chuquisaca, se
debe reconocer la competencia de la jurisdicción indígena originaria campesina.

POR TANTO

La Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional; en virtud a la


autoridad que le confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de
Bolivia y el art. 12.11 de la Ley del Tribunal Constitucional Plurinacional,
resuelve: declarar COMPETENTE a las autoridades indígenas originario campesinas
Subcentralía Única de Trabajadores Campesinos de la “autonomía indígena originario
campesino” Villa Mojocoya, provincia Zudáñez del departamento de Chuquisaca y en
particular el Secretario de Justicia, para conocer y resolver los hechos ocurridos el 8 de
diciembre de 2013, dentro del marco normativo de la Constitución Política del Estado.

CORRESPONDE A LA SCP 0060/2016 (viene de la pág. 12)

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.


No intervienen los Magistrados Dr. Ruddy José Flores Monterrey y Dra. Neldy Virginia
Andrade Martínez, por ser ambos de voto disidente.

Fdo. Dr. Juan Oswaldo Valencia Alvarado

PRESIDENTE

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chavez

MAGISTRADO

Fdo. Tata Efren Choque Capuma

MAGISTRADo

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales

MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga

MAGISTRADA

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