Está en la página 1de 5

Actividad Forestal: Uruguay

La extensión de los bosques nativos ha sido siempre muy limitada, debido a las condiciones ambientales que
restringen su desarrollo. Las limitantes para el desarrollo de los bosques nativo se vinculan fundamentalmente a
restricciones hidrológicas, a la intensidad y frecuencia de los vientos y a las características de los suelos.

La escasez de superficies arboladas fue, históricamente, uno de los aspectos más observados por viajeros y
exploradores.

Las especies que los integran son, en general, de bajo porte y lento crecimiento, por lo que su utilización como
materia prima para la industria maderera y del papel ha sido desestimada. La visión cultural que se ha forjado en
la población uruguaya es que son ecosistemas con escaso valor económico (sólo como fuente energética), y que
ocupan un espacio que podría destinarse a fines agropecuarios. Por lo tanto, históricamente han sido talados y en
el imaginario social se ha construido la idea de que faltaban "árboles y bosques verdaderos* y era necesario
forestar.

Desde el punto de vista económico, el bosque indígena ha sido tradicionalmente valorado como fuente de energía.
Un tercio de la leña extraída se utiliza en los propios establecimientos rurales, mientras que el resto es
comercializado para su consumo en áreas urbanas. Esta ha sido históricamente una de las principales causas de la
disminución de su superficie, además de la tala para la expansión de la frontera agrícola, y recientemente, su
sustitución por especies foráneas con madera de mayor valor comercial. Así, el bosque indígena pasó de ocupar
entre 5 y 8 %de la superficie total del país en la época colonial, al actual 4,8 %.

Debido a los múltiples servicios ambientales que prestan los bosques indígenas, la reducción de su área tiene
importantes consecuencias. Estos bosques evitan los procesos de erosión de los suelos y las riberas fluviales,
reducen el impacto de las inundaciones y son reserva de biodiversidad vegetal y animal, constituyendo el hábitat
natural de la mitad de las especies de aves y mamíferos autóctonos.

Coexisten con el ecosistema de pradera, conformando parques naturales de gran belleza paisajística que cumplen
funciones de recreación y esparcimiento para pobladores de localidades urbanas próximas. También son utilizados
como fuente de medicinas tradicionales y alimentos, así como para la elaboración de artesanías o postes de
alambrados.
Investigaciones recientes vinculadas a los servicios ambientales del bosque nativo y su importancia en la potencial
elaboración de medicamentos y en el desarrollo de la apicultura, están modificando la percepción que se tiene de
ellos.

La actual legislación procura la protección del bosque indígena. Autoriza su uso a los propietarios de los
establecimientos rurales, donde se encuentra el 95% de estos bosques, para cubrir sus necesidades domésticas de
leña o madera. Se prohíbe y penaliza su tala indiscriminada.
Para su conservación, algunas áreas con gran diversidad ecológica y belleza paisajística del bosque indígena, han
sido integradas al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Las plantaciones forestales en el Uruguay tuvieron sus orígenes a principios del siglo XX, cuando se introdujeron
variedades de eucalipto con la finalidad de construir cortinas de viento en márgenes de carreteras y
establecimientos hortícolas y frutícolas, así como también para cumplir la función de abrigo para el ganado.

Estas plantaciones, por su escasa extensión, no constituyeron monocultivos a gran escala. Hasta 1975 la superficie
forestada era inferior a las 2.500 ha, y estaba asociada mayoritariamente a otras actividades agropecuarias.

El fomento de los monocultivos forestales a gran escala territorial se produjo a través de la promulgación de la ley
de promoción forestal, de 1987, cuya finalidad principal fue convertir a Uruguay en productor maderero con fines
industriales.

Desde entonces se ha producido un notorio incremento de la forestación bajo la modalidad de plantaciones con
especies de rápido crecimiento y de alto requerimiento en el mercado nacional e internacional. La especie
predominante es el eucalipto, que representa el 70% de la extensión de los monocultivos forestales, siguiendo en
importancia el pino, que ocupa el 28%.
El desarrollo de las plantaciones forestales con fines comerciales en el Uruguay responde a causas internas y
externas al país.

Entre las causas Internas se encuentran: la necesidad de producir madera como fuente de energía para abastecer la
demanda interna, proveer de pasta de celulosa a la industria del papel y así reducir su importación, promover el
desarrollo de la industria maderera y generar saldos exportables de productos forestales.

Las causas externas, vinculadas al ámbito internacional, pueden ser: Sociales, Ecológicas. Económicas.
Ambientales.

Sociales: Están asociadas al incremento de la demanda de madera y papel en el mercado global, principalmente en
los denominados países desarrollados.

Ecológicas. Existe un reclamo por parte de movimientos ecologistas para preservar los bosques ecuatoriales y
tropicales por su biodiversidad y riqueza genética. Esto es acompañado por las grandes empresas trasnacionales
farmacéuticas y biotecnológicas, interesadas en estos bosques de climas cálidos como reserva global de productos
farmacológicos. A su vez la sociedad civil, en los paises desarrollados, reivindica la preservación de los bosques
templados y frios
como biomas complejos que es necesario restaurar y proteger. Esto ha incentivado una alternativa a la producción
maderera tradicional.

Económicas. La actual crisis energética provocada por el creciente consumo de recursos no renovables (petróleo,
carbón mineral, uranio), hace prever su agotamiento en un plazo no mayor al siglo. El carbón vegetal constituye el
principal escenario alternativo a corto plazo.

Ambientales. La forestación con especies de rápido crecimiento se plantea como una forma de amortiguar el
incremento de los gases de efecto invernadero (como el CO,), causantes del actual calentamiento global. En sus
etapas juveniles, los monocultivos forestales a gran escala toman carbono del ambiente y lo incorporan a los
tejidos vegetales, liberando oxigeno. Este sumidero o depósito de carbono, puede ayudar a contrarrestar el
liberado a partir de la explotación de sumideros antiguos, como los depósitos de carbón y petróleo.
A nivel mundial, se han establecido limitaciones a la emisión de gases de efecto invernadero. Esto ha promovido
un mercado mundial de carbono, donde países industrializados y empresas transnacionales compran bosques y
plantaciones forestales para compensar su emisión de CO, a la atmósfera, sin tener que reducirla.

A fines de la década de entendiendo que podían ofrecer ventajas económicas y sociales al país.
Los impactos de la forestación

Uno de los primeros cambios que se perciben es en


el uso del suelo rural a escala nacional. Muchos empresarios nacionales forestaron sus predios para comercializar
la madera en detrimento de la actividad agropecuaria, que provee de alimentos y materias primas diversas.

A su vez, la promoción del sector forestal por parte del estado uruguayo atrajo inversiones extranjeras,
provocando procesos de concentración y extranjerización de la tierra.

La Ley Forestal no contempló los impactos ambientales que se producirían al introducir los monocultivos
forestales a gran escala. Si bien se orientó la forestación
hacia tierras declaradas de aptitud forestal, no se prohibió hacerlo en las tierras más fértiles. La norma considera
predios con aptitud forestal aquellos que tengan condiciones que permitan un buen crecimiento del cultivo
forestal, con buena capacidad de enraizamiento y adecuado drenaje, y que sean de baja fertilidad natural para otras
producciones agropecuarias.

Impactos en los ecosistemas de praderas y en los bosques naturales. La sombra y sustancias producidas por los
eucaliptos, especie preferida por su gran adaptabilidad al clima uruguayo y su rápido crecimiento, limitan o
impiden el desarrollo de la pradera. Además, a la pérdida de biodiversidad de especies vegetales, se agrega la de la
fauna pampeana propia del ecosistema.

Modificaciones en los suelos. Las propiedades físicas y quimicas, así como la estructura de los suelos se ven
alterados por cambios en los aportes de materia orgánica. En el caso particular de los monocultivos de pinos, el
desarrollo del mantillo llamado pinocha, depositado sobre el horizonte superficial, acidifica los suelos.
Disminución de la disponibilidad de agua en pequeñas cuencas,afectando a otras actividades agropecuarias. La
sustitución del ecosistema de praderas por los monocultivos forestales provoca alteraciones en el sistema
hidrológico. El follaje de los árboles intercepta
mejor el agua, evitando la llegada de la lluvia al suelo y generando gotas de mayor tamaño. El impacto de estas
gotas al caer sobre suelo desnudo (sin vegetación), desencadena y acelera los procesos de erosión por la ruptura de
la estructura de los suelos. El alto consumo
de agua de los árboles, así como la mayor evapotranspiración, reducen la cantidad de agua disponible en el
ambiente.

Afectación en la cantidad de agua subterránea disponible, ya que disminuye la capacidad de recarga y el aporte de
agua a los acuíferos.

Contaminación de aguas y suelos por el uso de agroquímicos. Al ser monocultivos, poseen muy baja diversidad
biológica y son vulnerables a plagas, principalmente en las primeras etapas del cultivo.

Aparición de plagas. Constituyen refugio para algunas especies (palomas o cotorras), que encuentran allí
condiciones favorables para el incremento de sus poblaciones. Estas especies deben buscar alimento fuera de las
plantaciones forestales, perjudicando otros cultivos.

Modificación por el efecto sombra, que puede producir cambios en microclimas locales.

Aumento en el riesgo de incendios en áreas que están desprovistas de equipamiento adecuado para enfrentarlos.

Los Impactos sociales del sector forestal están vinculados a una baja concentración de puestos de trabajo. El
empleo de mano de obra es, en promedio, de tres asalariados rurales en forma permanente por unidad forestal. Las
fuentes de empleo se generan en las etapas primarias (preparación de las tierras, plantios y fumigación) y las
finales (tala) de la producción
de madera. Durante gran parte del tiempo, mientras los árboles crecen, el empleo de trabajadores es en promedio
inferior al de la ganadería extensiva, que es la actividad económica rural que menos empleo genera.

En cuanto a los Impactos económicos, los monocultivos forestales son generadores de divisas por la exportación
de madera y pasta de celulosa. Asimismo, dinamizan la industria a escala local. La producción maderera podría
ser utilizada con otros fines sociales, tales como la construcción de viviendas.

Responde:

1- ¿Por qué la actividad forestal no fue atractiva desde un inicio? (Atender las características de los bosques
nativos y su valoración)

2- ¿Por qué los bosques nativos están protegidos por la actual legislación?

3- ¿cuál era la intención de la ley 1987?

4 ¿Cuáles son las causas del desarrollo de las plantaciones forestales con fines comerciales en el Uruguay?

5 ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de que el gobierno uruguayo decidió incentivar económicamente las
plantaciones forestales?

6- elabora un ranking ordenado de mayor a menor la superficie efectiva forestada en hectáreas por departamentos

También podría gustarte