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ambicioso reto.
Frenar el proceso de deforestación para el año 2020 es una difícil meta propuesta en los Objetivos
de Desarrollo Sostenible en el debate durante los últimos días en Roma. Concretamente, acabar
con la pérdida de masa forestal se podría lograr, en gran parte, frenando la conversión de los
bosques en áreas agrícolas según explica Eva Mueller, directora de la división de políticas y
recursos forestales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura.
Por Matilde González
Desde la era industrial, cerca de la mitad de los bosques originales del mundo han sido destruidos y se
han puesto en peligro a millones de animales y seres vivos. A pesar de las mejoras en la educación, la
información y el conocimiento general de la importancia de los bosques, la deforestación no se ha
reducido mucho, y todavía hay muchas comunidades e individuos que destruyen las tierras forestales
para su beneficio personal.
Los bosques cubren el 31% de la superficie terrestre de nuestro planeta. Producen oxígeno vital y
proporcionar viviendas para las personas y la vida silvestre. Muchos de los animales más amenazados
del mundo viven en los bosques, y 1,6 millones de personas dependen de los bosques que les ofrecen sus
beneficios, incluyendo alimentos, agua potable, ropa, medicina tradicional y refugio.
Causas de la Deforestación
No toda la deforestación se produce por culpa de los humanos, a veces, puede ser causada por procesos
naturales. Las inundaciones, las erupciones volcánicas, los terremotos, Tsunamis y los fuegos son las
principales causas naturales de la deforestación, pero aún así, el 95% de la culpa de la deforestación es
por culpa de los seres humanos.
El WWF informa que la mitad de los árboles retirados ilegalmente de los bosques se utilizan como
combustible.
- Para crear ingredientes que son muy apreciados como artículos de consumo, tales como el aceite
de palma, de la cual se obtiene un aceite vegetal, también conocido como “Grasa vegetal”, que sirve
para todo tipo de cosas, tales como aceite para alimentación, comidas congeladas, margarinas, bollería,
helados, biocombustibles, limpieza del hogar, productos de higiene personal, cosméticos tales como los
del cuidado del cutis o del cabello realizando champús mas suaves y de menor costo en la producción o
pintalabios, velas, etc. Además Muchas industrias de productos petroquímicos liberan sus desechos a los
ríos, que se traduce en la erosión del suelo y hacen que no sean aptos para cultivar plantas y árboles.
- Para crear espacio para uso agrícola y ganadero: Debido al crecimiento excesivo de la demanda de
productos alimenticios, gran cantidad de árboles se eliminaron para el cultivo y para el ganado.
- Incendios forestales: Cientos de árboles se pierden cada año debido a los incendios forestales en
diversas partes del mundo. Esto sucede debido a los veranos que son más cálidos y los inviernos más
suaves. Los incendios, ya sea por causas naturales o por el hombre, dan como resultado enormes
pérdidas de cubierta forestal.
Consecuencias de la Deforestación
Gran parte de la calidad de vida que disfrutamos, se la debemos a los bosques. También es el hogar de
más de la mitad de todas las criaturas y organismos de nuestro planeta. Desde la comida a los
medicamentos que pueden salvar vidas, los bosques dan a la humanidad una variedad de regalos que
contribuyen en gran medida a nuestra calidad de vida actual.
- Inundaciones: La deforestación puede dar lugar a cuencas que ya no son capaces de sostener y
regular los flujos de agua de ríos y arroyos. Los árboles son muy eficaces en la absorción de grandes
cantidades de agua, manteniendo la cantidad de agua en las cuencas hidrográficas a un nivel manejable.
El bosque también sirve como cobertura contra la erosión. Una vez que el bosque desaparece, el agua
puede dar lugar a inundaciones, muchas de los cuales han causado desastres en muchas partes del
mundo.
- Desaparición de las selvas tropicales: Un estudio estima que si seguimos ha este ritmo de
deforestación, las selvas tropicales podrían desaparecer por completo dentro de cien años.
- Cambio Climático: La deforestación también impulsa el cambio climático. Los árboles bloquean los
rayos del sol durante el día y mantiene el calor durante la noche. Esta alteración da lugar a cambios de
temperaturas más extremas que pueden ser perjudiciales para las plantas y los animales. Los árboles
también juegan un papel fundamental en la absorción de los gases de efecto invernadero que aumentan
el calentamiento global. Menos bosques significa mayores cantidades de gases de efecto invernadero
que entran en la atmósfera y como consecuencia de esto se produce un aumento en la temperatura media
de la tierra.
- Tierra no apta para agricultura y ganadería: La mayor parte de las áreas que han sido sometidos a
la deforestación se convierten en inadecuadas para el uso agrícola y ganadero a largo plazo. Una vez
privados de su cubierta forestal, las tierras se degradan rápidamente en su calidad, perdiendo su
fertilidad y arabilidad.
……
En los últimos veinticinco años, la tasa de deforestación neta se ha reducido en más del 50 % a nivel
mundial, pero Mueller manifestó que la reducción no ha sido igual en todas las regiones. Hay regiones
donde la cobertura forestal ha aumentado, como por ejemplo Europa, mientras que en África y América
Latina la deforestación es, lamentablemente, bastante alta a pesar de haber disminuido en los últimos
veinticinco años. Mueller destacó que la zona con mayor deforestación de la región es la selva
amazónica.
Otro factor a tener en cuenta es que el aumento de población provoca el crecimiento de la demanda de
productos agrícolas y esta, a su vez, la conversión de los bosques en tierras cultivables. Pese a esta
cadena de factores, Mueller destacó que, en los últimos veinticinco años, más de veinte países
consiguieron aumentar su producción alimentaria manteniendo la cobertura forestal. “Se ha hecho a
través de buenas políticas, buenos instrumentos financieros, y también, por supuesto, una intensificación
de la producción agrícola en el mismo terreno para no tener que expandir el terreno para producir
alimentos”.
Los representantes de América Latina en el listado son Chile, la República Dominicana, Guyana,
México, Perú y Costa Rica. La experta nos explicó el caso de este último país donde trabajó durante diez
años.
“Es un país que ha aumentado su cobertura forestal increíblemente. Debido a una serie de políticas,
sobre todo, la política de los pagos por servicios ambientales que ha permitido al país mantener y
aumentar su cobertura forestal pagando los servicios ambientales que brindan los países. De esta manera
los agricultores, que normalmente deforestan, han mantenido el bosque y se les ha pagado un monto
para recompensar esta acción”.
La participación activa de unos cincuenta jóvenes fue otro de los puntos relevantes del evento. Entre sus
propuestas destacó la importancia de mantener los bosques para las generaciones futuras y fortalecer la
educación sobres cuestiones forestales a todos los niveles.
La conferencia finalizó con propuestas sobre cuatro áreas específicas, según nos explicó Mueller. “Uno
es el manejo integrado de los territorios; otro es la producción sostenible y las cadenas de valor
sostenibles, tanto en el sector forestal como en el sector agrícola; un tercer tema son las políticas y la
gobernanza forestal que aun presentan problemas en muchos países y tiene que mejorarse”.
En último lugar, Mueller destacó el reconocimiento de elementos innovadores que sirvirán para acelerar
el progreso como, por ejemplo, las nuevas tecnologías o los avances en el campo de la investigación.
LA DEFORESTACIÓN EN CHILE CENTRAL ES MAYOR QUE LA DE LA AMAZONIA
Así lo aseguran dos estudios internacionales recientemente publicados en la revista científica Global and
Planetary Change. Ambos fueron liderados por el ingeniero en recursos naturales renovables de la
Universidad de Chile, Álvaro Salazar, y le sirvieron para doctorarse en la Universidad de Queensland,
Australia. Se especializó en interacciones superficie-atmósfera, área que combina climatología y
ecología.
Con la ayuda de un modelo climático, comparó la vegetación natural original que había en Chile y otros
seis ecosistemas latinoamericanos antes de la llegada de los españoles con la que quedaba a principios
de este siglo. “Considerando todo, el bosque chileno es el más deforestado relativamente, ya que ha
perdido 83% de su vegetación original, mientras que la Amazonia solo ha perdido 14% de su cobertura”,
indica el especialista a “El Mercurio”.
Salazar enfatiza que se trata de una escala relativa, ya que la Amazonia tuvo una superficie original de 6
millones de kilómetros cuadrados mientras que el bosque de Chile Central llegó a los 63 mil km2.
El otro ecosistema que ha perdido gran parte de su cobertura vegetal original es la selva o mata atlántica
de Brasil, que en el pasado cubría todo el borde oriental de ese país. Allí la pérdida llega a 81% de la
superficie original.
Con estos datos, los especialistas analizaron el impacto climático de la pérdida de bosque nativo. Según
explica Salazar, este tipo de vegetación intercepta el agua de lluvia en su estructura, es decir, en la
superficie de las hojas, ramas y troncos de los árboles. Esta agua se evapora y se transfiere a la
atmósfera inmediatamente arriba de la masa arbórea, lo que, sumado a la infiltración de agua en el suelo,
ayuda a enfriar el ambiente.
Con la deforestación, estos procesos se anulan. “Es como si al cuerpo humano le suprimiéramos las
glándulas sudoríparas y, por lo tanto, la capacidad de enfriarse por medio de la transpiración. Esto sin
duda aumentaría la temperatura corporal. En regiones boscosas, las glándulas sudoríparas son los
estomas (células especializadas) del incontable número de hojas de los árboles. Si las eliminamos, la
tierra no tiene forma de enfriarse y, por lo tanto, la temperatura superficial aumenta”.
Eso es justamente lo que ha ocurrido en Chile, dice, donde el incremento de la temperatura superficial
en la estación seca (verano) en el último medio milenio ha sido de 1,4 grados Celsius, el mayor aumento
en la región. “Este proceso finalmente favorece la desertificación”, advierte.
“Todo el mundo está preocupado del cambio climático por el efecto invernadero, pero hay que tener
cuidado, porque si estamos hablando de la temperatura superficial, la deforestación puede ser tanto o
más importante que el CO {-2}”.
Fuente: El Mercurio