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Ariana Mariela Garcia - SUEÑO DE UNA NOCHE GUARANÍ VERSIÓN LIBRE de SANTAMARÍA MAURO
Ariana Mariela Garcia - SUEÑO DE UNA NOCHE GUARANÍ VERSIÓN LIBRE de SANTAMARÍA MAURO
Personajes
Cumicho
Polocho
Cirilo
Chonongo
Intendente
Compadre
Secretaria
Yeruti
Aurelio
Mburucuyá
Pombero
Porasy
Jasy
Japeusa
Tumé
Kerana
Yamandu
Eusebio
1
En un claro del monte de nombre Ensenada, están reunidos varios hombres
dispuestos a ensayar una obra de teatro. Cirilo está con un acordeón tocando
algunos acordes de chamamé.
CUMICHO: Pero che, es más conocida que la humedá. Se trata de dos familias
que se odiaban a muerte, incluso se mataban entre ellos. Y no va que una guaina
(3) de una familia se enamora endaé (4) de un muchacho de la otra familia, Angá (5)
cherapicha aigue (6) la mala suerte que le viene a toca a estos dos tortolos. Ni
nunca que van a podé concretá su amor con tanto odio de por medio.
CUMICHO: Y si pué Polocho, no te da cuenta que quiere engaú (9) rememorá ese
momento en que va a sellá su amor. Y habrán pensado que ese amor que en la
obra de teatro no pudo ser, en la realidad sí se dio. No sé, pienso yo que debe ser
por eso.
CIRILO: Y eso que tiene que ver. Peor hubiese sido si se morían sin la posibilidad
de tenerse el uno al otro.
CUMICHO: Peina, pero mira que hablá bien vos Cirilo. De dónde pa sacá esas
palabras: el uno al otro, endae.
2
Chonongo entra a escena.
CUMICHO: Bueno, estamos todos. Vos Cirilo vas a hacé de Romeo. Ah, me olvidé
de aclararles que acá los papeles de mujer tenemos que arreglarnos entre
nosotros porque no tenemos mujeres. Así que vos Polocho vas a hacé de Julieta.
POLOCHO: Endezi calela (11). Y no hay pa otro que pueda hacer mejor que yo.
CIRILO: Pero si en los corsos acaso no saliste disfrazado de sirena del Paraná.
Acá es lo mismo.
POLOCHO: En los corsos es distinto porque ahí uno está de joda. Pero acá es
diferente, todo más serio.
CUMICHO: Polocho, dejate de joder, hacé de Julieta y listo. Total cuando se van a
besar háganlo con los labios cerrados y listo.
POLOCHO: ¡Qué! ¿Hay que besarse? Ta loco vo, ni empedo le beso a Cirilo.
CUMICHO: Pero mirá que sos bruto Polocho, esto es teatro, de mentira nomá se
hace todo.
CIRILO: No te preocupe, yo por las dudas no voy a abrí la boca ni por joda. Lo
importante es que salga bien la actuación.
POLOCHO: Bueno, todo sea por el Intendente que mucho le debemos, que si no,
ni loco le pelo (12) hacé estas cosas.
3
POLOCHO: Tené razón pero sabe que pasa, acá entre nosotro, yo con mi mujer
hace má de veinte año que no nos besamo en la boca.
POLOCHO: Pasa que yo no quise más dale besos en la boca a ella y le voy a vení
a besa a un hombre en la boca endaé.
CUMICHO: Pero eso es fácil de arreglá. Cuando se están por besá, decile que se
saque la dentadura y listo.
Todos ríen.
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2
El Intendente está en su despacho de la comuna del pueblo de Guaripola. Entra
su compadre con su hija Yerutí y su yerno Eusebio.
INTENDENTE: Eh, si está bien. Pero me gustaría que tengas de otros colores
también.
INTENDENTE: Ah, Yerutí, Yerutí, qué dolores de cabeza le das a tu pobre padre.
Vos tenés que entender que los padres lo único que quieren en su vida es que sus
hijos no corran la coneja. Quieren lo mejor para ellos, quieren que sus hijos no
sufran lo que pudieron haber sufrido ellos. ¿Entendes pa lo que te estoy diciendo?
YERUTI: Todo eso entiendo Intendente, pero en el amor nadie se puede meter. Y
esto tiene que ver con mis sentimientos que son sólo míos como los suyos son
sólo suyos.
COMPADRE: Qué bien que habla señor. Con justa razón es usted nuestro
Intendente.
5
INTENDENTE: Pero cuando el amor se termina vienen los arrepentimientos, los
defectos aparecen en la pareja uno tras otro como cachetada de loco. Entonces
uno se pregunta cómo pude haber amado ayer a esta persona que hoy odio.
YERUTI: Y entonces por qué usted apuesta al amor casándose ¿O usted ya está
arrepentido y lo mismo continua adelante?
YERUTI: El amor es uno solo, las personas somos diferentes. Y lo peor que nos
puede pasar a los seres humanos es no haber podido amar.
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3
Entra Aurelio y se dirige al público
AURELIO: Adán y Eva fueron expulsados del jardín del Edén por desobediencia,
pues habían comido el fruto prohibido por Dios, entonces este Dios los castigó con
la muerte, el dolor, la vergüenza y el trabajo "Con el sudor de tu rostro comerás el
pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y
al polvo volverás" y "parirás a tus hijos con dolor”. Estos hechos son conocidos
como el Pecado Original. A partir de entonces los Adanes y las Evas seguimos
pecando en los encuentros y en los desencuentros. Y esta historia que estamos
representando es una historia de desencuentros. Yo Aurelio amo a Yerutí, sin
embargo ella está destinada a otra persona, está destinada a Eusebio, de quien
está enamorada Mburucuyá. Ahora me encuentro con Yerutí, cada vez que la veo
un sonido de cascabeles parece sonar a mi alrededor.
YERUTI: Amor, amor, no sé qué tenés que me atraes tanto, no hago otra cosa
más que pensar en vos, en todo momento y cada vez que estoy frente a Eusebio
más rechazo le tengo y más fuerte se hace tu presencia en mí. Ay las cosas que
me hace decir el amor. Hasta me desconozco yo misma, parece que mis palabras
no fueran mis palabras.
AURELIO: (Por lo bajo) Que lo último que dijiste me tocaba decir a mí.
AURELIO: (Al público) Sucede que cuando uno está enamorado y escribe una
carta de amor nunca pone “para vos” sino: “para ti”. Nunca decimos: “taurongo (14)
estoy por vo”, sino que decimos: “Tú me vuelves loco”. “Dime tú”, en lugar de “vo
decí”. El amor nos transforma.
AURELIO: (Al público) El amor hace de nosotros los seres humanos unos idiotas.
7
AURELIO: (Al público) Unos boludos…
AURELIO: (Al público) Cada vez que nos enamoramos tenemos la sensación de
hacerlo por primera vez. En esta escena se encuentran Yerutí y Aurelio. Ambos
toman una decisión más que importante. (Ambos se posesionan en el personaje).
YERUTI: Amor, amor, no sé qué tenés que me atraes tanto, no hago otra cosa
más que pensar en vos, en todo momento y cada vez que estoy frente a Eusebio
más rechazo le tengo y más fuerte se hace tu presencia en mí. Ay las cosas que
me hace decir el amor.
YERUTI: Loco, estoy metida hasta el caracú con vos, no sé qué mierda tenés pero
no puedo sacarte de mi cabeza.
AURELIO: Porque no soy parte del proyecto que tu padre tiene para vos.
YERUTI: No basta solamente con pensar todo el tiempo en lo que queremos, sino
que además de pensar todo el tiempo tenemos que accionar, ir hacia eso que
queremos pero no sólo con el pensamiento, sino con la acción, con el cuerpo, con
las ideas, con el corazón, con los hechos.
AURELIO: (Al público): Yerutí tenía razón y además tenía los pensamientos
mucho más claros que los de Aurelio. Ella sabía lo que quería, él en cambio, si
bien estaba enamorado, sin embargo dudaba. El obstáculo que se anteponía a su
amor, le daba miedo, hasta le atemorizaba. Tal vez le atemorizaba el poder
patriarcal que en los pueblos pequeños se hace sentir muy fuerte en la
comunidad. Sin embargo Yerutí decide tomar al toro por las astas.
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YERUTI: Amor, si me querés de verdad, demostrámelo
AURELIO: (Al público) La propuesta de Yerutí fue para Aurelio como una luz que
ilumina el resto de su camino.
Yerutí y Aurelio se disponen a partir cada uno por su lado mientras se cruzan con
Mburucuyá.
YERUTI: Ah, qué haces acá, seguro pispando a Aurelio. Él es mío y de nadie más.
Sabelo.
9
YERUTI: Hasta siempre mi querida amiga, y que tu Eusebio te quiera como vos a
él.
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4
En un claro del monte en la Ensenada, se encuentra el Pombero (de genitales
muy grandes y sombrero que oculta su enjuto rostro) con Porasy, una joven de 20
años semidesnuda y de cabellos muy largos, todos seres de la mitología guaraní.
POMBERO: Verdad, chaque (17) el Señor Yamandú ko (18) va a vení ni bien entre
la noche a hacé sus fiestas de vino y chachara. Así que tené que tené cuidado que
tu patrona Jasy no se encuentre con él, porque el señor está enojado de má con tu
patrona.
POMBERO: Y parece que tu patrona le robó a Kuarahy (19) su mejor mitá (20). Vo
tené que sabé que el señor mezquina de má a su Kuarahy, metejón y medio tiene
con él, y justo pa a ese mitá le viene a saca tu patrona Jasy. ¿Qué pa tendrá
Kuarahy para que todos se enamoren del. ¿Cierto ta es que tu patrona Jasy le
puso una corona de flores en la cabeza y todo el día anda en cuero (21) por todo
lados?
PORASY: Es verdad Pombero. Kuarahy es muy tierno, tiene la mirada del agua y
los dedos de algodón.
POMBERO: Las ventaja que tiene nacer lindo. No tené nada que hacé, sólo
dejarte está.
PORASY: No hables mucho Pombero, que todas las mujeres se derriten por vos.
En realidad, yo me pregunto, qué tendrás que…
11
POMBERO: No es sólo el tamaño de mi chilo lo que atrae a las guainas, sino las
cosa que por ahí… dicen de él.
PORASY: ¿Y vos pensás que para los humanos es más importante los momentos
o sus recuerdos?
POMBERO: Eso tené que preguntarle a ello, pero si no viviste momentos, no tené
de que recordá.
12
5
En otro lugar de la Ensenada se encuentra Yamandú con Jasy; ésta viene
secundada por jóvenes semidesnudas y de largos cabellos.
YAMANDU: Entre los de nuestra especie no nos vamos a hacer magia. ¿Acaso
no coqueteaste con el Intendente?
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YAMANDU: Pero… en tu caso particular fuiste más allá de tus funciones de
embrujo amoroso.
JASY: Que ladino que sos, Yamandú. Sos peor que cualquier humano.
YAMANDU: Sabés muy bien que somos peores seres que los humanos en la
perversión, la cizaña y la manipulación, pero también sabes que somos mucho
mejores amantes poetas y soñadores que ellos. Por todo ello nuestra especie para
los humanos significa el mágico manantial y somos sus progenitores en el arte de
amar.
JASY: Yamandú, yo mejor que nadie entiendo muy bien las necesidades de las
que me hablás, pero hay muchos seres en el Olimpo guaraní que pueden serte
muy útiles para serenar tu deseo.
14
JASY: La madre de Kuarahy formaba parte de mi séquito, por las noches a orilla
del estero engañábamos a los cazadores de carpincho con silbidos y otras yerbas.
Nos divertíamos mucho. Cuando nació su mitaí (28) yo lo observaba dormir en su
cuna de totora, a la hora de la siesta. No hay paisaje más perfecto que ver dormir
a un niño. No hay dudas de que cuando se duerme se está en manos de nuestros
seres superiores. Nada más frágil que un mitaí durmiendo, nada más dulce que
ver a un ángel soñando, porque él estaba ahí como suspendido en el aire,
ignorante absoluto de la vida que le esperaba por delante. Ahí frente a Kuarahy
durmiendo en su cuna de totora me propuse cuidar de que todos sus sueños de
niño se le cumplan en el futuro.
YAMANDU: ¿Y pensás que desnudo y con una corona de flores vagando por la
casa se le va a cumplir los sueños? Más bien se te están cumpliendo los sueños a
vos, Jasy.
JASY: Hasta que termine la boda del Intendente. Si querés podes unirte a nuestra
comparsa que estamos preparando y bailar las danzas de los enamorados a la luz
de la luna. Si no es tu deseo jugar con nosotras, avísame por dónde andarás así
desvío mi camino y evito encontrarme con vos.
Jasy desaparece junto a sus jóvenes a la vez que hace su entrada Pombero.
YAMANDU: Mi nunca bien ponderado Pombero, llegas justo a tiempo para pedirte
un favor.
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POMBERO: Pero como ta me voy a olvidá, si era rico de má ese tabaco que usté
me convidó.
POMBERO: ¿Pero qué cosa tan linda pa me perdí esa noche, che patrón?
POMBERO: Che patrón, su pedido son ordene para mí. (Sale Pombero)
YAMANDU: (Para sí) Una vez en mis manos esa flor, haré un paye (34) a Jasy.
Seguramente pronto el sueño la vencerá y se quedará dormida, yo acercaré la flor
a sus narices asegurándome de que su fragancia llegue a sus entrañas, y ni bien
despierte quedará perdidamente enamorada de quien tenga en frente. El paye
dura poco tiempo, pero será suficiente para que yo pueda influir sobre ella y así
devolverme a mi amado Kuarahi. (Se oyen ruidos) ¿Pero quién viene? Ah,
humanos, como no me pueden ver, me divertiré un rato con ellos.
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me matará a mí. Me dijiste que se encontrarían en la Ensenada para huir al
Paraguay. ¿Es verdad o es otro de tus cuentos con tal de retenerme?
MBURUCUYÁ: (Al público) Y ella le responde que tal vez sea por ese trato
distante, indiferente, lejano, asqueroso, que ella sigue cada vez más enamorada.
(En personaje y a Eusebio) ¡Tratame como a un perro, Eusebio!. ¡Patéame,
pégame, echame de tu casa y pedime que nunca vuelva más! Pero por favor te
pido Eusebio que aunque no sea digna de vos, dejame seguirte y saber de vos.
(Al público) Hasta donde un ser humano puede humillarse tanto por amor.
EUSEBIO: (Al público) Él entonces le dice que le dejará sola en medio del monte
ahí ante la posibilidad de que cualquiera le haga daño.
MBURUCUYÁ: (Al público) Ella le responde que toda huida es inútil cuando la
cobardía es la que persigue al valor.
YAMANDU: Ay che Tupa discúlpeme la licencia vulgar que me voy a tomar (35).
¡Los humanos sí que están enfermos del culo! (Al público) Es en estas
circunstancias en donde la magia puede ayudar a tanto amor no correspondido.
(Vuelve al personaje) Tranquila Mburucuyá, antes de que termine la noche él
buscará tu amor y vos lo despreciarás. (Hace su ingreso Pombero) Pombero,
¿trajiste lo que te pedí?
17
YAMANDU: Muy bien mi nunca bien ponderado Pombero. Sé donde prefiere
descansar Jasy, debajo del sauzal, así las frágiles hojas con ayuda del viento,
acarician sus cabellos para recibir al sueño. Ahí iré yo y haré que la fragancia de
esta flor penetre en todos sus sentidos provocándole las más obscenas fantasías.
(Le da un pétalo de la flor a Pombero) Mientras tanto vos Pombero, que estás
preparado para hacer paye, le harás sentir la fragancia a un tal Eusebio que anda
por ahí con una cuñataí que se llama Mburucuyá. Esperá que él se duerma y
cuando te asegures que la cuñataí esté cerca de él, aproximá a su nariz este
pétalo, así cuando despierte se enamorará perdidamente de la pobre Mburucuyá.
Ah, algo muy importante, estate atento al nacimiento del lucero, hora que se
termina el juego.
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6
Entra Jasy con su séquito de jóvenes semidesnudas
JASY: Che cuña (36) , aquí haremos nuestras danzas. Vos Tumé, prepará unas
flores de ñangapiri. Vos Japeusá, espantá al ñacurutú (37) para que ninguna
esposa insatisfecha le arroje algún calzoncillo usado y se convierta en bruja.
Porasy poné por ahí algunas frutitas de tutiá (38) para alimentar a las yararás.
Siempre en las festicholas debemos entregar a Aña (39) alguna de ellas. Y vos
Kerana traé el jugo de los yatay (40) que con su néctar haremos licor bueno y
embriagador. No olvidemos de los sapos cantores y tacas (41), muchas tacas, miles
de tacas en todos los recovecos para que junto a la luz de las estrellas nuestros
ojos no se pierdan el banquete de los sexos que la oscuridad de la noche quiere
ocultar. No habrá dudas que hoy en la Ensenada los pobladores de Guaripola
abrirán sus puertas de bisagras herrumbradas dejando escapar esos deseos
contenidos por siglos. Y yo, mientras tanto me echaré debajo de este sauce a
dormitar unos instantes.
Las jóvenes salen de escena mientras Yamandú con la flor del higo en sus manos
se aproxima cautelosamente a Jasy.
AURELIO: Amor, nuestro plan era descansar en la orilla del río y a la madrugada
cruzar al Paraguay, pero noto que estás muy cansada y todavía falta mucho para
llegar al río, ¿te parece que descansemos acá?, por lo que veo no está mal este
lugar, parece tranquilo y seguro. Además estamos juntos, nada nos puede pasar.
YERUTI: Está bien amor, caminar por el monte es muy cansador y la verdad que
no doy más.
AURELIO: (Acomodándose) Acá podemos dormir juntos, esta mata nos puede
hacer de almohada, parece suave.
YERUTI: No amor, yo no me voy a acostar al lado tuyo, no quiero que pienses que
desconfío de vos, pero sabes mi forma de pensar y… Pasa que esta noche en
particular, no sé si es el monte o qué, pero siento que el aire está como cargado
de algo que no sé explicar con palabras. Siento como que entre nosotros hay
espíritus deambulando.
19
AURELIO: Vida, me vas a decir que crees en los espíritus de la noche.
YERUTI: A ver si nos entendemos, además de nunca haber tenido sexo con
nadie, tampoco compartió la cama con un hombre, ni como amigo. El tema es que
a mí, mejor dicho, a mi personaje.
YERUTI: A Yerutí le pasa algo con la proximidad con el sexo opuesto. Más aún
cuando se trata de compartir una cama o algo por el estilo.
AURELIO: Pero vos como actriz tenés que construir el inventario personal del
personaje. El texto te dice que no quiere dormir junto a su novio, al que ama,
porque como es virgen tiene miedo de que él en medio del monte y la oscuridad,
se aproveche de ella. Y listo. El público no es idiota, se da cuenta de estas cosas.
YERUTI: Sabes qué pasa, que como yo a los 14 perdí mi virginidad, me cuesta
entender este rollo de la mujer que a los 24, la edad que tiene Yerutí, tenga
mambo con que un vago esté cerca de ella.
AURELIO: Pero no todas las mujeres que están en el público tuvieron su primera
vez a los 14, hay de todo, seguramente habrá quien le pase lo mismo que a
Yerutí, vos sabés lo complejos que somos los seres humanos. Pero vos sos actriz
y debes amoldarte a los personajes que te tocan en suerte. (Para sí) No sé por
qué llegamos a esto. Hagámosla corta y sigamos la obra, pero antes expliquemos
al público que lo importante en esta escena es que Yerutí duerma lejos de Aurelio.
¿Esa es la idea del autor, no? (Se acuesta a dormir)
YERUTI: Está bien, soy actriz y me la banco. (Respira hondo como entrando en
personaje) Entonces yo me acomodo por allá.
20
POMBERO: Ah, menos mal que le encontré a esta gente Kuera (44), ya me estaba
preocupando ko. ¿Y por qué ta duermen tan separado? Y de seguro que ella no
se anima a acostarse junto a este hijo gran puta que es capaz de afixiarla. La
verdá, yo sí que no le entiendo a los humano. (Le acerca el pétalo de la flor a la
nariz de Aurelio) Ahora vas a ver guacho, cuando te dispiertes te vas a encajetá
de una vez por toda con tu guaina.
Pombero sale de escena a la vez que entra Eusebio perseguido por Mburucuyá.
MBURUCUYÁ: ¡Pero dejate de joder, Aurelio! ¡Estás en pedo!, con todo lo que me
pasa a mí resulta que vos me venís a joder. Lo único que me faltaba.
AURELIO: Nunca estuve más sobrio que en este momento y nunca antes mis ojos
te vieron con tanta verdad como en este momento, Mburucuyá, te descubro mía y
solamente mía.
AURELIO: A Eusebio lo voy a matar, primero le voy a fregar todo su cuerpo con
ortiga, para que le broten ronchas coloradas y no conforme con eso le voy a meter
en un tambor y luego le echaré creolina, alquitrán y brea para que desaparezca de
la faz de tierra y nunca se sepa más de él.
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intentar amar a Eusebio que encima tiene constante olor a sobaco. ¡Nunca un
rexona viejo! ¡Dejenme de joder!
AURELIO: Pará, pará por favor Mburucuyá, es verdad lo que en este momento
siento por vos, te lo digo de todo corazón, algo me pasa acá adentro, te pido que
me creas, me pasan cosas muy grosas con vos, no sé, me desperté, te vi y tengo
unas ganas locas de abrazarte, de quererte, de contarte mis cosas y escucharte
las tuyas. Tengo ganas de escaparme con vos a un lugar donde estemos solos,
donde me hables de tu infancia y yo de la mía, charlar cosas que nunca le
contamos a nadie, secretos nuestros. Y que por favor nadie nos joda. No es
calentura lo que me atrae a vos, creeme, no quiero sólo sexo, quiero amarte de
verdad…
YERUTI: (desperezándose) Uf. Tuve un sueño muy raro, soñé que de pronto en
medio de mi monólogo me olvidé la letra, como que se me hizo una laguna, me
quedé totalmente en blanco, como perdida. No sé qué me pasó. (Pausa) Acá creo
que venía la parte en que Yerutí contaba que había soñado con una serpiente que
le devoraba el corazón, y que vos Aurelio, te reías de la serpiente porque era
cruel, y de sus dientes o algo así, ¡Qué tarado reírte de esas cosas! ¿Aurelio?
¿Estás? Eh, qué pasó. (Preguntando) ¿Terminó la escena acá? Yo estoy
durmiendo o estoy soñado o… ¡Aurelio, amor, dónde estás!
22
7
En algún lugar de la Ensenada los actores ensayan la obra
POLOCHO: (En el personaje de Julieta con libreto en mano pero sin leer) ¿Por
qué ta te va tan pronto mi Romeo? Todavía niko está cantando el pitogué, no es el
pilincho el que canta. Es el pitogué que todita la noche canta en el paraíso cué (45).
CIRILO: (En el personaje de Romeo) Si refucila es porque está por llover. Me voy
mbae (46) ante que me agarre la llu…
CUMICHO: ¡No Cirilo! ¡Concentrate chamigo! En qué parte del libreto dice que
tenés que irte porque está por llover.
CIRILO: Eh, en mi época recién cuando estábamo por casarnos nos dimos beso
en la boca con mi mujer, de novio jamá. Apena apena juntabamo los labios
cuando nadie nos veía.
23
CHONONGO: Así que vos Cirilo, en los cinco años que estuviste de novio nunca
una tocadita, algún que otro dedo cabezudo por ahí, un fin de año por ejemplo.
CHONONGO: Encima tus suegro todos gringos, más cerrado que culo de
muñeca. Me acuerdo que a la Ingrid, la hermana de tu mujer, la menora, ni la
mano le dejaba que le toque su novio, el milico. Vos te debés acordar
CIRILO: Así eran mis suegros. Yo me pregunté siempre como pa parieron a sus
hijos. Sin tocarse lo habrán hecho los desgraciados.
POLOCHO: Mi abuela tenía un camisón que le cubría todo el cuerpo, con mangas
largas, y con un agujero entre las piernas, bordado con puntilla Catú (47) el agujero.
Según me contaban mis padres, los abuelos nunca se vieron desnudos. ¿Qué pa
te parece?
CUMICHO: Está bien, eso puede ser en la vida real, ahí es todo má directo, pero
acá estamo haciendo teatro. En esta parte Romeo se desespera y ante de irse se
besan apasionadamente.
POLOCHO: Bueno. (A Cirilo) No vaya a abrir la boca vos, eh, cuando te bese.
24
CIRILO: (En el personaje de Romeo) Adiós amor, un beso y me voy. (Cirilo y
Polocho se besan en la boca apasionados. Cumicho se mira con Chonongo.
Pombero se acerca y los mira detenidamente).
POMBERO: ¿Así que lo humano quieren festichola? Besito entre macho. Entonce
tendrán cháchara.
CUMICHO: Se despiden Romeo y Julieta, cada uno por su lado, les cuesta
separarse (Los actores que representan los personajes cumplen la orden de
Cumicho, demoran en soltarse las manos mientras se miran enamorados, luego
salen de escena. Chonongo tiene la sensación de que le tiran de atrás, lo mismo
le sucede a Cumicho. Polocho comienza a girar sin ton ni son. No entienden lo
que les pasa, es como si la fuerza de gravedad actuara en contra).
POMBERO: (Girando entre ellos y casi cantando) Le voy a hacé viajá por la noche
guaraní, será una noche que nunca má va a repetirse y se acordarán toda su vida.
Porque en la noche guaraní se hacen cosa que nunca en la vida terrenal podrán
hacerlo. La noche guaraní está muy cerquita del Paraíso e y chupe. Un lugar
brillante en donde el cristiano si tiene suerte una sola vez en su vida va a podé
entrar y nunca jamá se va a podé olvidá. (Desaparece Pombero y vuelve a entrar
Cirilo convertido en una víbora Curiyú (48), sus compañeros se sorprenden y se
alejan despavoridos).
CIRILO: Che, déjense de joder, me están cargando. ¡Por qué se van! ¡Qué pasa!
¡Ustede me metieron en esto!
CUMICHO: Sos un monstruo Cirilo, no sé qué te pasó. Sos una curiyú, ña canina,
ñoazó (51), no sé quién te maldijo. (Desaparece de escena)
25
JASY: (Despertando) Ay, quién es el ángel del amor que me despierta con su
melodiosa voz y me acaricia el lóbulo de la oreja provocándome un tetereg (52) que
se apodera de todo mi cuerpo sediento de brazos, manos y dedos. (Jasy observa
a Cirilo convertido en curiyú) Por Tupa qué maravillosa criatura ante mí. Siento
que se detiene mi corazón para admirarte. Sin saber quién sos te confieso desde
la zona más pura de mí ser, que te amo amor mío, nunca antes me había
enamorado a primera vista de esta manera.
CIRILO: Angá, ninguna de las dos cosas señora. Ni siquiera puedo sabé donde
estoy ni cómo salir de este monte.
JASY: Estás en el Paraíso azul, lugar donde todo se puede y lo prohibido es mala
palabra. En este lugar no existe la palabra límite, ni la palabra no. En este lugar no
existe la edad; ni la hora; ni la sed ni el hambre. Solo el deseo voraz de los
amantes te espera a cada instante y en todos los rincones. Yapeusá y Kerana
lleven a mi amor a la tina del placer, quítenle las vestiduras; Porasy, vos serás la
encargada de untarlo con jalea real de abeja para que en cada fragmento de ese
cuerpo haya fiesta.
Cirilo mira para todos lados descolocado. Las mujeres se le acercan y comienzan
a quitarle la ropa hasta desnudarlo muy sensualmente mientras lo van llevando
hacia un lateral.
JASY: Cuñatai, una vez terminado el baño, avísenme así comenzaremos el festín.
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8
En otro lugar de la Ensenada está Yamandú impaciente. Aparece Pombero.
POMBERO: Escuché alguito por ahí que anda entrelazada con una curiyú.
YAMANDU: ¡Qué bueno! Esto saldrá mejor de lo que yo imaginé. Y vos qué
pomberías te mandaste por el Guaran en esta noche venerable.
POMBERO: Divirtiéndome un poquito noma che patrón. ¿Qué ta otra cosa puedo
hacé a esta edad, aye (53)?
POMBERO: Si pué che patroncito. Así mismo como usté me ordenó yo le hice el
payé. Angá la pobre guaina le tenía como a una perra lejo de él. Qué hombre
desagradecido de la vida, con lo que cuesta encontrá una cuñá buena, discente
aye che. Y este hijoputa despreciando la gracia de Dió.
EUSEBIO: No te entiendo Yerutí, por qué tanto rechazo a quien te ama tanto.
YERUTI: Yo podría ser más nefasta con vos pero más vale que no le hayas hecho
nada malo a Aurelio cuando dormía, más vale que él esté bien, Eusebio. Hay
momentos en que pienso lo peor, pienso que sos capaz de matarlo.
EUSEBIO: Vos me estás matando con tu indiferencia. Vos sos mi asesina Yerutí,
así como lo escuchás y aunque te parezca divertido.
YERUTI: No me divierte nada que venga de vos. Por favor Eusebio, decime que
Aurelio está bien.
YERUTI: No verme nunca más en tu puta vida. Así esté bien o esté muerto, a
partir de ahora vos para mí no existís más. (Desaparece)
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EUSEBIO: Mejor me tranquilizo, ya me dijo el Intendente que le baje los humos. A
las mujeres les gusta cacarear, entonces hay que dejarle que cacareen, pero
después, a justarle de nuevo las clavijas Me voy a recostar por acá un rato, la
noche se viene muy cargada.
YAMANDU: ¡Pero qué pedazo de pelotudo que sos! Le erraste fiero, esa no era la
persona a la que tenía que engualichar. Ya está. (Cambiando) Ahora soy el que
soy.
POMBERO: Eso quiere decí que todo depende del destino. Y que por un hombre
verdadero hay un millón de amores falso.
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YAMANDU: Silencio, que vas a despertar a Eusebio.
POMBERO: ¡Oh che ra’i (55)! ¿Entonce habrá dos hombre detrá de una sola cuñá?
La puta que va a estar buena la cosa.
AURELIO: Por qué pensas que me estoy burlando de vos. Sabes bien que la
burla no produce lágrimas y si me miras detenidamente, te darás cuenta de que
estoy llorando por vos.
MBURUCUYÁ: Lo que me decís deja para Yerutí, ella es la que tiene que
escuchar esas cosas y no yo. No quiero empezar todo de nuevo, Aurelio, te
expliqué bien, fuera de escena, pero parece que no entendiste nada. Seguís
emperrado. Déjate de joder.
EUSEBIO: (Despertando) Mburucuyá, amor mío, dónde estuviste todo este tiempo
que no te vi mi amor. A partir de ahora amor no te dejaré escapar.
MBURUCUYÁ: ¡Pero la puta madre que lo parió! ¡Será posible que los dos se
pongan de acuerdo para cagarme la vida! Si fueran verdaderamente hombres
como dicen que son, no tratarían así a una mina. Me parece que ustedes dos se la
comen. Váyanse con su mambo a otro lado y me dejan en paz.
EUSEBIO: Aurelio, quedate con Yerutí, si alguna vez la amé, hoy me doy cuenta
que fue pasajero, mi verdadero amor es Mburucuyá.
YERUTI: ¡Por fin te encuentro Aurelio! ¿Qué te pasó amor? Tuve una pesadilla,
desapareciste. Me dejaste sola en medio de la oscuridad, no entiendo nada.
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YERUTI: No te entiendo, ¿acaso tu amor no soy yo?
YERUTI: Te conozco amor, lo que estás diciendo lo decís sin pensar, de la boca
para afuera, pero tu corazón no habla.
MBURUCUYÁ: Ella también en contra mío. Se unieron todos juntos para tomarme
el pelo. Pero miren ustedes que graciosos que son. Sabes qué Yerutí, de ellos
puedo esperar cualquier cosa, pero de vos. De vos sí que realmente me sorprende
porque íbamos al jardín juntas, y las veces que tuve que aguantarme las ganas de
hacer caca porque no tenía más mis marlos de choclo para limpiarme, porque te
había dado todo a vos que eras una cagona. Y eras una cagona porque me
robabas toda la raspadura envuelta en chala de maíz que mamá todos los días me
ponía en el bolsillo del guardapolvo. Y yo que me daba cuenta de que me robabas
la raspadura, nunca te dije nada porque eras mi amiga, y cuando te roba una
amiga es lo mismo que robarse a sí mismo. Ah, y quién te consoló esa vez que
viste por primera vez a Patocola, el único enano del pueblo. Fue la primera vez en
tu vida que viste a un enano, y comenzaste a llorar porque te asustaste y yo te
calmé cuando te expliqué que no se trataba del pombero, sino que algunas
personas nacen así porque la madre cuando adolescente se desfloró con un sapo.
Porque a mí me pasó lo mismo cuando lo vi por primera vez al enano, pero estaba
con mi mamá y ella me explicó lo mismo que yo te expliqué a vos. Y saco a la luz
esta anécdota porque vos siempre me estuviste agradecida de esa vez.
Seguramente te evité un trauma en tu vida adulta. Y nunca le dije a tu mamá que
vos le hacías pelear a dos alguaciles hasta que uno de ellos le cortaba la cabeza
al otro.
YERUTI: Pero vos le tirabas cigarros coli (56) encendido a los sapos y estos se
tragaban enteritos pensando que era bichito de luz.
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se va a entrometer en tu amistad”. Yo me reí en su momento, pero tenía razón.
(57)
Me iré de Guaripola, no sé, a algún lugar, lejos, no sé. Voy a comprarme un
cuaderno tapa dura y comenzaré a escribir de nuevo mi historia, tal vez tenga más
suerte.
EUSEBIO: Muy bien, Aurelio. Ahora veamos entre nosotros quién de los dos tiene
más derecho sobre Mburucuyá. Vamos a arreglar esto en otro lugar. (Aurelio
sigue a Eusebio. Ambos salen de escena).
POMBERO: Si alguien de ustede está viendo con claridad, entonce seguro que no
só totalmente humano, algo de Pombero seguro tené.
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POMBERO: (Pombero mueve los labios y es Aurelio el que habla) Aquí, te estoy
esperando para darte tu merecido.
POMBERO: (Con voz de Aurelio) Pero cómo me voy a mostrar si está todo
oscuro. ¿Acaso no me ves?
POMBERO: (Al público) La peor ofensa que le podé decí a un humano macho es
esta, escucha. (Con la voz de Aurelio) Ya voy pito chico.
EUSEBIO: ¡Eh, qué decís! ¡Dónde mierda estás, vení que te voy a reventar!
POMBERO: (Riendo) Aunque sea cierto, lo mismo se enoja el macho. (Con voz
de Aurelio) Aquí estoy, en tu espalda.
MBURUCUYÁ: Qué noche negra, por favor hasta las estrellas se fueron a la
mierda. (Se sienta) Esperaré hasta que amanezca, más de lo que ya me pasó, no
me puede pasar.
Ingresa Yerutí.
YERUTI: Espero que no se hayan matado ninguno de los dos, una cuando está
caliente putea, pero en el fondo no deseamos la muerte a nadie. Me muero de
cansancio y esta oscuridad me mata. (Se acuesta y se duerme).
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POMBERO: Duerma che hija de Dio, la vida te da y también ko te quita. (Le pasa
la pluma del cabureí a Yerutí) Duerman che hijos… duerman che hijo… que el
lucero enseguida se va a escondé a la noche malhechora con sus vicio, que
arrastra felicidá y desdicha. Y las ánima volverán a los cementerio y los de nuestra
especie seguiremo haciéndole cosquilla a la cordura de los pobre humano.
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9
Jasy está con Cirilo vestido de curiyú en un lecho de flores, las jóvenes atienden a
la pareja enamorada.
JASY: Tenemos todo el tiempo del mundo mi cielo. (Comienza a darle besitos en
todo su cuerpo)
Ingresa Yamandú sin ser visto por los demás y observa desde lejos la escena
JASY: Cuña, a buscar pecarí (59) ahumado. Y también un surubí saltado con
huevos de caracol en hoja de palmera.
CIRILO: Para mí con un guisito de arró ya está bien mi reina. Mientras lo preparan
me voy a echá un sueñito.
JASY: Cuñatai, a preparar la cena. (A Cirilo) Duerme amor mío, que yo velaré tu
sueño y si tenés alguna pesadilla te abrazaré fuerte y te diré: tranquilo, tranquilo
amor que yo estoy a tu lado cuidándote. (Ambos se abrazan y se duermen
profundamente. Yamandú se aproxima a Jasy, e ingresa Pombero).
YAMANDU: Mi nunca bien ponderado Pombero, mirá este cuadro amoroso. Ella
en su embrujo me devolvió a Kuarahi y eso hizo que yo recupere mi felicidad
perdida. Entonces le quitaré el payé, así volverá a ver con sus verdaderos ojos
nuevamente. (Le pasa suavemente la pluma del cabureí en la mejilla de Jasy)
Jasy, vuelve a ser lo que eras y vuelve a mirar la vida como entonces. Despertate
mi amada y dulce reina guaraní.
JASY: Yamandú, mi rey guaraní, tuve un sueño maravilloso, soñé que pude
comer la fruta que está prohibida a las mujeres de nuestra especie.
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JASY: Seduciendo al custodio del huerto prohibido al que le hice el amor tantas
veces como el parpadeo de mis ojos en cien años.
JASY: ¡Que Tupa me castigue una y mil veces! ¿Cómo pudo ser eso? Estoy
perdida o estoy en otra obra. ¿Acaso el texto no hablaba de un burro?
JASY: Los burros forman parte de las fantasías de las mujeres. ¡Pero una
inmunda curiyú!. ¡Ah, qué asquerosidad!
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INTENDENTE: ¿O me equivoco o ustedes no son los rivales que se pelean por
una misma guiana?
EUSEBIO: Magia y algo más que no sabemos ponerle nombre pero que acá en
Corrientes parece que andan entre nosotros, nos hacen cosquillas, nos tiran de la
oreja, nos dicen palabras apasionadas…
INTENDENTE: Todo eso que ustedes están sintiendo y no saben ponerle nombre
se llama amor. Entonces muchachos, qué les parece si se unen a la boda y
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celebramos juntos esta bendición mágica que es el amor y que los hombres y
mujeres en la Tierra tenemos alguna vez en la vida al menos, el privilegio de vivir.
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Está Cumicho despertándose. También Chonongo que está a su lado y más allá
Polocho.
CIRILO: Así será mi querido amigo Cumicho, haremo la mejor función. Dio ya
cumplió conmigo. No diré una sola palabra má, porque si cuento alguito de lo que
me pasó, no me van a entender ni una pizca. Me di cuenta muchachos, a la vejez,
que nosotro vivimo toda nuestra puta vida acá en la tierra, martillándono el cráneo,
mientra que la fiesta, la gran comilona de la vida queda muy pero muy lejos de
nuestra casa. Lo último y me voy a la mierda. Entré por unos segundo a esa fiesta,
no existe hombre o mujer en la tierra que pueda ponerle nombre a esa maravilla
eterna. Mi vista, mi olfato, mi gusto, mi tacto no me alcanzó para sentir siquiera
una milésima de segundo… la felicidá la puta madre. La felicidá (Desaparece).
CUMICHO: A las ocho de la noche acá todo el mundo para el ensayo general.
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Las tres parejas hacen su entrada conjuntamente. Lucen las mujeres vestidos de
novia con reminiscencias gauchescas al igual que los hombres vestidos de
gauchos. Un séquito acompaña a los novios. Los seres mitológicos espían la
ceremonia desde lo alto de la escena. Pombero en arneses revolotea por el aire.
Más atrás ingresan Cumicho; Polocho; Chonongo y Cirilo; éste ejecuta en el
acordeón el chamamé: La Calandria.
FIN
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VOCABULARIO GUARANI
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(47)Catú: partícula que refuerza la oración.
(48)Curiyú: boa constrictora del Litoral.
(49)La Pora: Ser mitológico amorfo, sin forma.
(50)Empayesada: Embrujada.
(51)Ña caniná; Ñoazó: boas constrictoras.
(52)Tetereg: Expresión correntina de una situación nerviosa súbita.
(53) Ayé: Adv. Ciertamente. Seguramente. ¿Verdad?
(54)Sapua ité: Rapidamente, velozmente. En un santiamén.
(55)Che ra´ i: Mi hijo.
(56)Colí: cortito.
(57)Chilo: Pene.
(58)Cabureí: pájaro pequeño que se le atribuye poderes mágicos.
(59)Pecarí: jabalí, chancho del monte.
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