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Comentario Génesis Cap.

11 y 12

SOBRE ABRAM

BP

Gén 11:1-32
11 . 2 La tierra de Sinar no ha sido identificada.

11 . 5 - 8 Los descendientes de Noé retornaron rápidamente a sus


costumbres paganas, por lo tanto, Jehová decidió confundir su lengua y
entonces los esparció . . . sobre la faz de toda la tierra. Lo que ellos
pretendieron convertir en un monumento a los esfuerzos humanos se
transformó en un símbolo del castigo divino al orgullo y a la autosuficiencia.

11 . 9 Babel se deriva del hebreo balal que significa «trastornado» o


«confundido». Más tarde, los babilonios interpretaron «Babel» como «la
puerta del dios». La mayoría de los especialistas vincula a esta ciudad con
Babilonia, la cual se convirtió finalmente en sinónimo de la última ciudad
malvada que persiguió al pueblo de Dios (Ap 17; 18). Aquí encontramos las
respuestas del porqué hay tantas lenguas sobre la tierra y por qué se
extendió tan rápidamente la especie humana después del diluvio. Del
nacimiento de Arfaxad a la emigración de Abraham hay nueve generaciones,
365 años.

11 . 10 - 32 Las genealogías sirven aquí de vínculo transicional entre el


período inaugural del hombre y el período patriarcal, cuando Dios inicia el
último proceso de redención.

11 . 14 Heber es probablemente el descendiente de Sem del cual provienen


los hebreos.
11 . 10 - 26 La longevidad estaba decreciendo rápidamente, desde los 950
años de Noé a los 175 años de Abraham, en sólo 10 generaciones. A esta
reducción se alude simbólicamente en Gen_6:3 (120 años). El Psa_90:10
disminuirá posteriormente la expectativa de vida de una persona a la cifra
simbólica de 70 años.

11 . 27 Abram nació cinco generaciones después de Babel.

11 . 28 Ur aparece tres veces en Génesis. Probablemente se encontraba en


el Irak meridional moderno. Jos_24:2 afirma que Taré servía a «otros dioses»
cuando se hallaba más allá del río Éufrates, en Harán.

DV
Gén 11:1-32
11.3, 4 La torre de Babel probablemente era un zigurat, estructura común en
esa época en la región de Babilonia. La mayoría de las veces construidos
como templos, parecían pirámides con escalones o rampas laterales
ascendentes. Un zigurat medía aproximadamente 90 metros de altura y a
menudo lo mismo de ancho, por lo que era el punto central de la ciudad. La
gente de esta historia construyó su torre como un monumento a su propia
grandeza.
LA TORRE DE BABEL : La llanura entre los ríos Tigris y Eufrates era
geográficamente perfecta para la ciudad y torre "cuya cúspide llegue al cielo".

11.4 La torre de Babel fue un gran logro humano, una maravilla del mundo.
Pero era un monumento dedicado a la gente misma y no a Dios. A veces
construimos monumentos a nosotros mismos (ropas caras, una gran casa,
un automóvil lujoso, un trabajo importante) para llamar la atención. Esto
puede no ser malo en sí, pero cuando los usamos para jactarnos y
gloriarnos, toman el lugar de Dios en nuestras vidas. Somos libres para
desarrollarnos, pero no para pensar que hemos reemplazado a Dios. ¿Qué
torres ha construido usted en su vida?

11.10-27 En Gen_9:24-27 leemos acerca de la maldición que Noé pronunció


contra Canaán, el hijo de Cam (Gen_10:6), antepasado de los malvados
cananeos. Aquí y en 10.22-31 se ofrece una lista de los descendientes de
Sem, que fueron bendecidos (9.26). De la línea de Sem provienen Abram y
toda la nación judía que conquistaría Canaán en los tiempos de Josué.

11.26-28 Abram creció en Ur de los caldeos, una ciudad importante del


mundo antiguo. Los arqueólogos han descubierto allí evidencias de una
civilización floreciente en los días de Abram. La ciudad comerciaba
extensamente con sus vecinos y contaba con una gran biblioteca. Debido a
que creció en Ur, Abram probablemente recibió una buena educación.

11.31 Taré salió de Ur para ir a Canaán, pero se estableció en Harán. ¿Por


qué se detuvo a mitad del camino? Pudo haber sido por causa de su salud,
el clima o el miedo. Pero esto no cambió el llamamiento de Abram ("Pero
Jehová había dicho a Abram", 12.1). Abram respetaba el liderazgo de su
padre, pero cuando Taré murió, se trasladó a Canaán. La voluntad de Dios
puede venir en etapas. Al igual que el tiempo que pasaron en Harán fue un
período de transición para Abram, Dios puede darnos períodos de transición
y tiempos de espera para ayudarnos a depender de El y confiar en sus
planes. Si pacientemente hacemos su voluntad en los períodos de transición,
estaremos mejor preparados para servirle como debemos cuando El nos
llame.
CMH
Vv. 27-32.Aquí comienza la historia de Abram, cuyo nombre es famoso en
ambos Testamentos. Hasta los hijos de Heber se habían vuelto adoradores
de dioses falsos. Los que, por gracia son herederos de la tierra prometida,
debían recordar cuál era la tierra de su nacimiento, esto es, cuál era su
estado corrupto y pecador por naturaleza.
Los hermanos de Abram eran Nacor, de cuya familia tuvieron sus esposas
Isaac y Jacob, y Harán, el padre de Lot, que murió antes que su padre. Los
hijos no pueden estar seguros de sobrevivir a sus padres. Harán murió en Ur,
antes de la feliz salida de la familia de ese país idólatra. Nos concierne
apresurarnos a salir de nuestro estado natural, no sea que la muerte nos
sorprenda en él.
Aquí leemos de la salida de Abram desde Ur de los caldeos, con su padre
Taré, su sobrino Lot y el resto de su familia, obedeciendo la llamada de Dios.
Este capítulo los deja a medio camino entre Ur y Canaán, donde habitaron
hasta la muerte de Taré. Muchos llegan a Harán y, sin embargo, no llegan a
Canaán; no están lejos del reino de Dios y, no obstante, nunca llegan allí.

RV95
[1] 11.1-9 La diversificación de las lenguas y la dispersión de los pueblos se
presentan en este relato desde otro punto de vista. Ya no se trata, como en
el capítulo anterior, de algo bendecido por Dios, sino de un castigo impuesto
al orgullo de los humanos.

[2] 11.2 Sinar es el nombre bíblico de la llanura comprendida entre los ríos
Éufrates y Tigris, llamada Mesopotamia. El v. 9 localiza este episodio en
Babilonia, la ciudad más renombrada de aquella región. Cf. Gn 10.10; 14.1.
[3] 11.3 El ladrillo y el asfalto o betún eran los materiales de construcción
típicos de Mesopotamia.

[4] 11.4 Las ciudades de Mesopotamia tenían un templo con una torre
escalonada, en forma de pirámide, llamada zigurat. La parte más alta de
estas torres era considerada como el lazo de unión entre el cielo y la tierra.
La zigurat de Babilonia, que medía 90 m de lado y más de 90 de alto, tenía
siete cuerpos o niveles superpuestos. En este relato, la torre no aparece
como un templo o un símbolo religioso; es, más bien, la expresión de la
soberbia humana, que se propone construir una civilización para su propia
gloria sin tener en cuenta a Dios (Is 14.13-14; cf. Gn 3.6; Ez 28.2).

[5] 11.4 Llegue al cielo : expresión característica de un proyecto


desmesurado, que pretende traspasar todos los límites (Is 14.13-14; cf. Gn
3.6; Ez 28.2).

[6] 11.9 Babel : es decir, Babilonia. La tradición babilónica atribuía al nombre


de esta ciudad el significado de Puerta de Dios o Puerta de los dioses. El
relato bíblico, no sin ironía, lo asocia, en cambio, con el verbo hebreo balal ,
que significa confundir. Según Hch 2.8-11, con el derramamiento del Espíritu
Santo en Pentecostés comienza la reunificación de la humanidad dispersada
en Babel.

[7] 11.10-26 Aquí y en los v. 27-32 se van eliminando de las genealogías las
ramas laterales, para dirigir la atención hacia los pueblos semitas y, más
concretamente, hacia el linaje de Abraham, elegido por Dios para bendecir a
todas las familias del mundo (Gn 12.1-3).

[8] 11.27 Abram : Véase Gn 17.5 nota d.


[9] 11.28 Ur : Se trata, muy probablemente, de una de las ciudades más
antiguas al sur de Mesopotamia, cerca de la desembocadura del Éufrates en
el golfo Pérsico. En la Biblia se la llama Ur de los caldeos (v. 28,31), porque
varios siglos después de Abraham, entre los años 600 y 539 a.C., estuvo
bajo el dominio de los caldeos , pueblo semita que hablaba un dialecto
arameo. La Luna era el principal dios de la ciudad.

[10] 11.30 Sarai : Véase Gn 17.15 n.

[11] 11.31 Harán : ciudad de la alta Mesopotamia donde, lo mismo que en


Ur, se rendía culto a la Luna. En esta región se encontraban algunas tribus
arameas emparentadas con Abraham. Cf. Gn 24.

[12] 11.31 La familia de Taré emprende una migración que va a cubrir toda
la región conocida con el nombre de la Medialuna fértil: desde Ur de los
caldeos hasta el Neguev y Egipto (Gn 12.9-10), pasando por Harán, en la
alta Mesopotamia. El texto bíblico no dice por qué Taré decidió abandonar la
ciudad de Ur ni por qué se detuvo en Harán. La partida de Abraham, por el
contrario, está determinada por una orden expresa de Jehová (cf. Gn 12.1-3).

12 . 1 - 9 Estos versículos constituyen una sección central en Génesis.


Presenta a los últimos patriarcas, al pueblo de Israel, y a toda la línea
davídica, incluyendo al Mesías. También sirve de asidero al concepto bíblico
del Dios misericordioso que obra en las vidas de los hijos de su pueblo para
contrarrestar los efectos de la maldición.

12 . 1 Un llamado soberano de Dios: El vete . . . de tu parentela constituyó


una prueba para la fe de Abram, quien era llamado a abandonar todo lo que
amaba, por una tierra que no conocía. No se revela cómo Abram llegó a
conocer a Jehová.

12 . 2 , 3 Desde el principio de la historia de la redención, el plan de Dios ha


sido global. La obra de Dios en la vida de Abram alcanzaría una dimensión
tal, que en éste serían benditas . . . todas las familias de la tierra. A través de
la historia del AT los individuos y las naciones que bendijeron a los
descendientes de Abram, fueron bendecidos por Dios; aquellos que los
persiguieron, recibieron la maldición de Dios.

12 . 3 familias, mishpachah Strong #4940: Una familia, un tipo, una clase o


un género de gente o cosas; una especie de animales, un grupo de
individuos relacionados (una tribu), o un grupo de cosas relacionadas (una
categoría). El principal concepto de mishpachah es que la gente, los
animales o las cosas que comparten parentesco o relación similar de algún
tipo, forman una familia, clan o especie. De ahí que el término designe tanto
a un grupo de familiares cercanos como a toda una nación (10.31, 32;
Amo_3:2). Gen_12:1-3 .

12 . 5 Y las personas que habían adquirido en Harán : Esclavos y otros que


se unieron a Abram vinieron buscando ser protegidos y alimentados.

12 . 6 , 7 De Harán a Siquem había una distancia de 640 kilómentros.

12 . 11 - 13 Mi hermana : Sarai era de hecho su media hermana, según nos


dice 20.12. Pero era también su «hermana» desde otra perspectiva; Abram
había llegado de Harán con la costumbre de «adoptar» a su esposa como
hermana, para así conferirle privilegios especiales, como el derecho a
heredar. No obstante, el acto puede ser visto como decepcionante,
innecesario y falto de fe.

12 . 17 , 18 Jehová intervino distrayendo la atención del Faraón. Plagas


parece referirse aquí a alguna enfermedad de la piel. No se explica cómo
supo Faraón que las plagas venían de Dios. En una situación así lo normal
era preguntar a su séquito de sacerdotes y magos acerca de la causa de los
grandes infortunios, y confirmar lo que le dijeran preguntándole a Sara.
La jornada de fe de Abraham. El viaje de 2.400 km de Abraham estaba
alimentado por la fe. «Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir
al lugar que había de recibir como herencia. Por la fe habitó como extranjero
en la tierra prometida como en tierra ajena... porque esperaba la ciudad que
tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios». (Heb_11:8-10).

DV
12.1-3 Cuando Dios lo llamó, Abram se trasladó por fe de Ur a Harán y
finalmente a Canaán. Entonces, Dios estableció un pacto con Abram, y le
dijo que sería el fundador de una gran nación. No sólo esta gran nación sería
bendecida, dijo Dios, sino también las demás naciones del mundo serían
bendecidas a través de los descendientes de Abram. Israel, la nación que
saldría de Abram, debía ser un pueblo que siguiera a Dios e influenciara a
los pueblos con los que tuviera contacto. De la descendencia de Abram nació
Jesucristo para salvar a la humanidad. Por medio de Cristo, todas las
personas pueden tener una relación personal con Dios y ser bendecidas
tremendamente.

12.2 Dios prometió bendecir a Abram y hacerlo grande. Pero había una
condición: Abram tenía que obedecer a Dios. Tendría que dejar su hogar y
sus amigos y viajar a una tierra nueva donde Dios le prometió que construiría
una gran nación a partir de la familia que le daría. Abram obedeció, dejando
su casa por la promesa de Dios de bendiciones mucho más grandes en el
futuro. Quizá Dios está tratando de guiarlo a un lugar donde usted pueda
serle más útil y servirle mejor. No deje que la comodidad y la seguridad de su
posición actual le hagan perder el plan que Dios tiene para usted.

12.5 Dios planeó desarrollar una nación con gente que llamaría suya. Llevó a
Abram de la tierra impía y egoísta de Ur a la región fértil de Canaán, donde
se podría establecer una nación moral y entregada a Dios. A pesar de que
era pequeña, Canaán fue el punto central de la mayor parte de la historia de
Israel y el surgimiento del cristianismo. Este pequeño territorio que Dios
entregó a un solo hombre, Abram, ha tenido un impacto tremendo en la
historia del mundo.

12.7 Abram construyó un altar a Dios. En muchas religiones se utilizaban los


altares, pero para el pueblo de Dios, los altares eran más que simples
lugares de sacrificio. Los altares simbolizaban comunión con Dios y
conmemoraban encuentros significativos con El. Construidos de piedras y
tierra, a menudo los altares permanecían en esos lugares por años como
recordatorios continuos de la protección y las promesas de Dios.
Abram construía con regularidad altares a Dios por dos razones: (1) para
orar y adorarlo, y (2) para recordar la promesa de Dios de que lo bendeciría.
No hubiera podido sobrevivir espiritualmente sin la renovación regular de su
amor y lealtad a Dios. Construir altares lo ayudaba a recordar que Dios era el
centro de su vida. La adoración frecuente nos ayuda a recordar lo que Dios
desea y nos motiva a obedecerle.

12.10 Cuando llegó la hambruna, Abram se fue a Egipto donde había


comida. ¿Por qué habría hambre en la tierra a la cual Dios acababa de
llamar a Abram? Esta era una prueba de fe para Abram y él la pasó
victorioso. No cuestionó la dirección de Dios cuando se enfrentó con esta
dificultad. Muchos creyentes descubren que cuando deciden seguir a Dios,
inmediatamente encuentran grandes obstáculos. La próxima vez que usted
encuentre una prueba como esta, no trate de adivinar lo que Dios está
haciendo. Use la inteligencia que Dios le ha dado (como lo hizo Abram
cuando se trasladó temporalmente a Egipto) y espere nuevas oportunidades.
12.11-13 Abram, actuando por temor, pidió a Sarai que dijera sólo la mitad
de la verdad al decir que era su hermana. Ella era medio hermana de Abram,
pero también era su esposa (véase 20.12).
Abram pretendía engañar a los egipcios. Temía que al saber la verdad lo
mataran para conseguir a Sarai. Sarai habría sido una adquisición deseable
para el harén de Faraón por causa de su riqueza, belleza y por la posibilidad
de una alianza política. Como hermano de ella, se le habría dado a Abram un
lugar de honor. Sin embargo, como su esposo, su vida estaría en peligro, ya
que Sarai no podría entrar al harén de Faraón a menos que Abram estuviera
muerto. Así que Abram dijo sólo la mitad de la verdad y mostró falta de fe en
la protección de Dios, aún después de todo lo que Dios le había prometido.
Esto también es una lección de cómo el mentir agrava los efectos del
pecado. Cuando mintió, su problema no se hizo más fácil de resolver, sino
más complejo.

CMH
Vv. 1-3.Dios eligió a Abram y lo separó de entre sus congéneres idólatras
para reservar un pueblo para sí, entre los cuales se mantuviese la verdadera
adoración hasta la venida de Cristo. Desde aquí en adelante Abram y su
simiente son casi el único tema de la historia de la Biblia. Se probó a Abram,
si amaba a Dios más que a todo y si podía dejar voluntariamente todo para ir
con Dios. Sus parientes y la casa de su padre eran una constante tentación
para él; no podía seguir entre ellos sin el riesgo de ser contaminado por ellos.
Quienes dejan sus pecados y se vuelven a Dios ganarán lo indecible con el
cambio.
La orden que Dios dio a Abram es en gran medida igual que el llamamiento
del evangelio, porque los afectos naturales debe ceder el paso a la gracia
divina. El pecado y todas sus oportunidades deben abandonarse, en
particular, las malas compañías.
He aquí muchas promesas grandes y preciosas. Todos los preceptos de Dios
van acompañados de promesas para el obediente.
1. Haré de ti una nación grande. Cuando Dios sacó a Abram de su pueblo,
prometió hacerle cabeza de otro pueblo.
2. Te bendeciré. Los creyentes obedientes estarán seguros de heredar la
bendición.
3. Engrandeceré tu nombre. El nombre de los creyentes obedientes
ciertamente será engrandecido.
4. Serás bendición. Los hombres buenos son bendición para sus países.
5. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré.
Dios se ocupará de que nadie sea perdedor por algún servicio hecho en
favor de su pueblo.
6. En ti serán benditas todas las familias de la tierra. Jesucristo es la gran
bendición del mundo, la más grande que el mundo haya poseído jamás.
Toda verdadera bienaventuranza en el mundo ahora o que alguna vez llegue
a tener, se debe a Abram y su descendencia. Por medio de ellos tenemos
una Biblia, un Salvador y un evangelio. Ellos son la cepa sobre la cual ha
sido injertada la iglesia cristiana.
Abram creyó que la bendición del Todopoderoso supliría todo lo que él
pudiera perder o dejar atrás, satisfaría todas sus carencias y respondería,
más aun, sobrepasaría todos sus deseos, y sabía que nada sino la desgracia
seguiría a la desobediencia. Este tipo de creyentes, justificados por fe en
Cristo, tienen paz con Dios.
Ellos siguen en su camino a Canaán. No se desalientan por las dificultades
del camino ni son arrastrados fuera del camino por los deleites que
encuentran. Los que se dirigen al cielo deben perseverar hasta el fin. Los
que emprendemos el camino en obedeciencia a la orden de Dios y
atendiendo humildemente su providencia, ciertamente triunfaremos y
finalmente tendremos consuelo. Canaán no era, como otras tierras, una
simple posesión externa, sino un tipo del cielo y, en este sentido, los
patriarcas la apreciaban fervientemente.
Vv. 6-9.Abram halló la tierra poblada por cananeos que eran malos vecinos.
Él viajó, y siguió adelante aún. A veces la suerte de los hombres buenos es
no estar establecidos y, a menudo, cambiar a diversos estados. Los
creyentes deben considerarse como peregrinos y extranjeros en este mundo,
Hebreos xi, 8, 13, 14. Pero observe cuánto consuelo tenía Abram en Dios.
Cuando tuvo escasa satisfacción en sus contactos con los cananeos que allí
encontró, tuvo abundante placer en la comunión con aquel Dios que lo había
llevado hasta ahí, y que no lo desamparó. La comunión con Dios se
mantiene por la palabra y la oración. Dios se revela Él mismo y sus favores
en forma gradual a su pueblo; antes había prometido mostrarle a Abram la
tierra; ahora, promete dársela: a medida que crece la gracia, crece el
consuelo. Pareciera que Abram lo entendió también como la concesión de
una tierra mejor, de la cual esta era tipo, porque esperaba un país celestial,
Hebreos xi, 16.
Abram se estableció tan pronto como llegó a Canaán, y aunque no era sino
extranjero y peregrino ahí, mantuvo la adoración de Dios en su familia. No
sólo se preocupó de la parte ceremonial de la religión, la presentación de
sacrificios, sino tomó conciencia de buscar a Dios e invocar su nombre, el
sacrificio espiritual con el cual se agrada Dios. Predicaba sobre el nombre del
Señor; enseñó a su familia y a sus vecinos el conocimiento del Dios
verdadero y de su santa religión. La adoración familiar es un buen camino
antiguo, nada nuevo, sino la antigua costumbre de los santos. Abram era rico
y tuvo una familia numerosa, aun no estaba establecido, y estaba rodeado de
enemigos; sin embargo, doquiera levantara su campamento, edificaba un
altar: donde quiera que vayamos no dejemos de llevar nuestra religión con
nosotros.
Vv. 10-20.No hay en la tierra una situación libre de pruebas, ni personaje
libre de defectos. Hubo hambruna en Canaán, la más gloriosa de todas las
tierras, como hubo incredulidad, en Abram el padre de los fieles, con los
males que siempre conlleva. La felicidad perfecta y la pureza perfecta están
solamente en el cielo. Abram, cuando debe dejar Canaán por un tiempo, va a
Egipto, con la intención de demorarse allí no más de lo necesario, para que
no pareciera que mira hacia atrás.
Ahí Abram oculta su relación con Sarai, equivocado, y pide a su esposa y a
sus siervos que hagan lo mismo. Él ocultó una verdad como un modo de
negarla efectivamente, y por ello, expone al pecado tanto a su esposa como
a los egipcios. La gracia por la cual más se destacaba Abram era la fe; sin
embargo, así cayó por la incredulidad y desconfianza en la providencia
divina, aun después que Dios le había aparecido dos veces. ¡Ay, qué será de
una fe débil cuando la fe firme se ve así remecida! Muchas veces, si Dios no
nos librara de las angustias e inquietudes en que nos metemos nosotros
mismos, por nuestro propio pecado y necedad, estaríamos destruidos. Él no
nos trata conforme a lo que merecemos.
Son castigos felices aquellos que nos impiden ir por el camino del pecado y
nos lleva a cumplir nuestro deber, particularmente el deber de hacer
reparación por lo que hemos tomado o conservado indebidamente.
La reprensión de faraón para Abram fue muy justa: “¿Qué es esto que has
hecho conmigo?”¡Cuán inapropiado de un hombre sabio y bueno! Si quienes
profesan la fe hacen lo injusto y engañoso, especialmente si dicen lo que
está al borde de la mentira, deben estar dispuestos a oír una reprensión, y
tienen razón para agradecer a quienes les hablen de esa manera.
La despedida fue bondadosa. El faraón estaba tan lejos de toda intención de
matar a Abram, como éste temía, que tuvo un particular cuidado de él. A
menudo, nos confundimos con temores que no tienen absolutamente ningún
fundamento. Muchas veces tememos cuando nada hay que temer. El faraón
encargó a sus hombres que no dañaran en nada a Abram. No basta que los
que tienen la autoridad no hieran por sí mismos; ellos deben impedir que sus
siervos y quienes los rodean hagan daño.

RV95
[1] 12.1 Jehová había dicho a Abram : Esta irrupción totalmente imprevista
de la palabra de Dios hace que la historia del mundo entre en una nueva
etapa. De la humanidad sumergida en el pecado (cf. Gn 6.5), Dios va a
formar un pueblo nuevo que comienza con Abraham (Gn 17.5).

[2] 12.1 Hch 7.2-3.

[3] 12.2 La promesa hecha a Abram es el hilo conductor de la historia


patriarcal narrada en el libro de Génesis. En los caps. siguientes, esta
promesa va a confirmarse una y otra vez, con sus dos elementos esenciales:
una descendencia numerosa (Gn 13.16; 15.5; 17.6; 22.17-18; 26.4; 28.14) y
la posesión de la tierra en la que Abraham, Isaac y Jacob vivieron como
extranjeros (Gn 15.18-21; 26.3; 28.15; 50.24). Véase Ex 1.7 nota e.

[4] 12.2-3 Las palabras claves de esta promesa divina son bendecir,
bendición y benditas , que aparecen cinco veces en solo dos v. La bendición
prometida a Abram y, a través de él, al pueblo de Israel y a la humanidad
entera, está destinada a destruir la maldición que el pecado de los seres
humanos hizo recaer sobre la tierra (Gn 3.17; cf. 4.11; 5.29; 8.21; 9.25).

[5] 12.3 Y serán benditas en ti... tierra" : Cf. Hch 3.25; Gl 3.8. También Gn
18.18; 22.18; 26.4; 28.14.

[6] 12.4 Como Jehová le dijo : Por su prontitud en obedecer a la palabra de


Dios (cf. v. 4), Abraham llegó a ser el padre y modelo de todos los creyentes
(cf. Ro 4.11-12; Heb 11.8-10).

[7] 12.6 Siquem : antigua ciudad de Palestina, situada entre los montes Ebal
y Gerizim (véase Dt 11.29-30 n.). Antes que los israelitas la conquistaran,
había sido un importante centro político y religioso de los cananeos. La
encina de More era un árbol o un pequeño bosque que servía como lugar de
culto (cf. Gn 35.4; Dt 11.30; Jos 24.26). Es posible que sea el mismo árbol
sagrado que en Jue 9.37 recibe el nombre de encina de los Adivinos.

[8] 12.7 Cf. Hch 7.5; Gl 3.16.

[9] 12.8 Bet-el , nombre que en hebreo significa casa de Dios (Gn 28.19),
era otro centro religioso de los cananeos, a unos 15 km al norte de
Jerusalén. En tiempos de la monarquía israelita, desempeñó un papel
importante, porque allí se encontraba uno de los principales santuarios del
reino del Norte (1 R 12.28-30; Am 7.13).

[10] 12.9 Avanzando poco a poco : lit. yendo y quitando estacas (de las
tiendas de campaña), es decir, haciendo escalas.
[11] 12.9 El Neguev es la zona desértica que se extiende al sur de Palestina.
Véase Abd v. 19-20 nota w.

[12] 12.10-20 Cf. Gn 20; 26.1-11.

[13] 12.10 En Palestina, las cosechas dependen de las lluvias (cf. Dt 11.10-
12). El AT alude frecuentemente al hambre que sufría aquella región a causa
de sequías prolongadas (Gn 26.1; 43.1; 47.4; Rt 1.1; 2 R 4.38).

[14] 12.10 En Egipto las cosechas eran regulares y seguras, porque las
crecidas del río Nilo inundaban periódicamente los campos de cultivo.
Documentos egipcios antiguos atestiguan que cuando había hambre en
Canaán, muchos extranjeros iban a Egipto a comprar trigo, y a veces a
instalarse allí como refugiados. Cf. Gn 47.3-4.

[15] 12.13 Mi hermana : Véase Gn 26.6-11 n.

[16] 12.15 El faraón : Véase Ex 1.11 nota j.

[17] 12.18 El texto no dice cómo se enteró el faraón de que Sara era la
esposa de Abram. Compárese este v. con Gn 20.3; 26.8.

DBN
ABRAM
(mi padre es exaltado). Según Génesis, nombre con que primero se conoce
a Abraham (padre de multitudes, Gn 17.5). Descendiente de Sem e hijo de
Taré, se le atribuye la fundación de la nación judía, de los ismaelitas y de
otras tribus árabes. La historia de su vida se relata en Gn 11.16-25.10, y hay
una sinopsis de ella en Hch 7.2-8. Tres grupos religiosos lo reconocen como
patriarca: judíos, cristianos y mahometanos.
Nació en Ur, ciudad caldea, donde vivió con su padre y sus hermanos, Nacor
y Harán, y donde se casó son Sarai. Al llamado de Dios, abandonó a su
parentela (Jos 24.2) y se trasladó a Harán, en Mesopotamia, donde murió su
padre (Gn 11.26-32). A la edad de 75 años se fue a Canaán con su esposa y
Lot, pasando por Siquem y Bet-el (Gn 12.1-9). Obligado por el hambre, fue a
Egipto donde hizo pasar a Sarai por hermana suya. Volvió enriquecido a
Canaán y con espíritu generoso dio a Lot el fértil valle del bajo Jordán. Luego
se estableció en Mamre (Gn 13.1-18). Entonces Dios renovó su promesa a
Abram (Gn 13.15-18). Al volver de rescatar a Lot de manos del rey elamita
(Gn 14.1-16), Melquisedec, sacerdote-rey, le salió al encuentro y le dio su
bendición (Gn 14.17-24).
A pesar de que Dios le había prometido un hijo (Gn 15.4), cuando tenía 86
años, Abram tomó a la esclava Agar y de ella nació Ismael (Gn 16). Trece
años después Dios reconfirmó su pacto con él; estableció la circuncisión
como señal y a Abram le puso por nombre "Abraham" (Gn 17). Abraham
intercedió por Sodoma (Gn 19), viajó por el Neguev y se estableció en Cades
y Gerar (Gn 20). Allí nació Isaac, cuando Abraham tenía 100 años de edad.
Luego Agar e Ismael fueron echados de la casa. Por ese mismo tiempo
Abraham hizo un pacto con Abimelec en que se aseguraban los derechos de
este en Beerseba (Gn 21).
Después de veinticinco años, Dios probó la fe de Abraham ordenándole que
sacrificara a Isaac, su hijo y heredero de la promesa (Gn 22). Doce años
después Sara murió y fue enterrada en Hebrón. Rebeca, nieta de Nacor, el
hermano de Abraham, fue escogida como esposa de Isaac. Abraham tomó
también otra esposa, Cetura, de quien tuvo seis hijos. Regaló "todo lo que
tenía" a Isaac, dio dones a los hijos de sus concubinas y murió a los 175
años.
La fe de Abraham estaba depositada en un solo Dios (en contraste con el
politeísmo de sus antepasados, Jos 24.2) que es el creador de los cielos y la
tierra (Gn 14.22), juez justo y soberano de las naciones y toda la tierra (Gn
15.14; 18.25), eterno (Gn 21.33) y exaltado (Gn 14.22). Atribuía a Jehová
justicia y misericordia (Gn 19.19). Aceptó el juicio de Jehová (Gn 18.17;
20.11) y sin embargo intercedió por Ismael (Gn 17.20) y Lot (Gn 18.33;
24.40) y se distinguió por ser "amigo de Dios" (Stg 2.23). Su fe se demuestra
por la obediencia al mandato divino al: (1) salir de Ur (Gn 11.31; 15.7; Hch
7.2-4); (2) trasladarse de Harán a la tierra de promisión (Gn 12.1-4); (3)
sacrificar a su único hijo, confiado en que Dios podía incluso levantarlo de los
muertos (Gn 22.12, 18; Heb 11.19). Su amor a los demás se ve en su
generosidad (Gn 13.9; 14.23), su fidelidad y su hospitalidad (Gn 18.2-8;
21.8). Mostró valor ante sus enemigos (Gn 14.15), pero cobardía al
anteponer su seguridad personal al honor de su esposa (Gn 12.11-13; 20.2-
11).
El lugar que Abraham ocupa en la historia bíblica es único. Jehová se reveló
a Moisés como "El Dios de Abraham" y esta expresión se usa en las
Escrituras desde Isaac en adelante. En el Nuevo Testamento es antecesor
reverenciado de Israel (Hch 13.26), del sacerdocio levítico (Hch 7.5) y del
mismo Mesías (Mt 1.1). Todo lo que recibió por elección divina lo hereda su
simiente: la promesa (Ro 4.13), la bendición (Gl 3.14), la misericordia (Lc
1.54), el juramento (Lc 1.73) y el pacto (Hch 3.25). La unidad de los hebreos
como hijos de Abraham se presenta como analogía de la unidad de los
creyentes en Cristo (Gl 3.16, 29), pero Juan el Bautista (Mt 3.9) y Pablo (Ro
9.7) refutan la idea de que la descendencia racial garantiza la bendición
espiritual.
Gracias a los descubrimientos arqueológicos, la mayoría de los expertos
aceptan la historicidad de lo que narra el libro de Génesis referente a la vida
y época de Abraham. Los acontecimientos concuerdan con los tiempos del
segundo milenio a.C. y Albright y de Vaux opinan que Abraham vivió entre
1900 y 1700 a.C., y Rowley 1800-1600 a.C. ([Ver=] PACTO; FE;
JUSTIFICACIÓN; SENO DE ABRAHAM.)

Dicc. Bíblico
Abrahán
Abrahán (heb. 'Abrâhâm, "padre de una multitud" [como sugiere la expresión
ár. ruh~m, "multitud"]; aparece por primera vez en textos de Ebla del período
prepatriarcal y luego en bab. antiguo como Abraham; egip. del s XIX a.C.,
'Ibwrhni [el nombre de un príncipe palestino]; sudar. 'brhn; en la lista de
lugares de Palestina conquistados por Sisac, 'lbrm; ugar. 'Abrm; en un
antiguo sello heb., 'brm; gr. Abraám). Patriarca a quien el pueblo hebreo
considera como su primer antepasado étnico (aunque también lo es de otros
pueblos). 2. Pintura antigua, en la que se ve a Abrahán recibiendo la
promesa, encontrada en el s III en la sinagoga de Dura Europos (Mapa XIII,
C-5). I. El mundo en que vivió. Abrahán nació en Ur durante el período
neosúmero. Alrededor del 1960 a.C., poco antes de su nacimiento y de
acuerdo con la llamada Cronología Corta, cayó la fuerte 3ª dinastía de Ur
(que había gobernado por más de 100 años). Fue reemplazada por las
dinastías rivales de Isin y de Larsa, bajo las cuales Ur declinó algo en
importancia como centro político del valle mesopotámico. Durante los 75
años que Abrahán vivió en Ur y en Harán, el país estuvo bajo el dominio de
gobernantes súmeros, aunque los amorreos, que ya habían dominado la
mayor parte de Siria y Palestina, estaban penetrando en Mesopotamia.
Hacia el 1830 a.C. fundaron 10 la poderosa 1ª dinastía de Babilonia, cuyo 6º
rey, Hamurabi (c 1728-1686 a.C.), fue el gobernante más notable. Cuando
Abrahán entró en Canaán, encontró el país mayormente en manos de los
amorreos. Sin embargo, no era un estado unificado, pues lo componían
numerosas ciudades estados de diversos tamaños, con reyes y reyezuelos
de origen amorreo como la clase dominante. Egipto, por su parte, estaba
regido por los poderosos reyes de la 12ª dinastía (1991-c 1780 a.C.). Si
Abrahán estuvo en Egipto entre 1875 y 1864 a.C. (véase Gen_12), debió
haber conocido a Sesostris III, faraón de Egipto, quien gobernó desde 1878
hasta 1840 a.C. De acuerdo con antiguos registros, este rey dirigió
campañas militares contra Palestina y contra Skmm (que podría ser Siquem),
pero no ocupó el país. Parecería que la campaña fue sólo para castigar la
ciudad y no conquistarla. Durante el tiempo de Abrahán se realizaron las
campañas militares descriptas en Gen_14 No se ha podido identificar a
alguno de los reyes con monarcas conocidos de fuentes seculares; sin
embargo, los hallazgos arqueológicos confirman la narración. Las
exploraciones de Albright y Glueck descubrieron evidencias de que una
cultura floreciente y muchas ciudades de Transjordania fueron destruidas en
los ss XX o XIX a.C., y que el país estuvo mayormente deshabitado por
varios siglos después de esto. También existen indicios de que Sodoma y
Gomorra, que presumiblemente estaban en el extremo sur del Mar Muerto,
fueron destruidas en ese tiempo. Estas ciudades se mencionan en un texto
cuneiforme de Ebla* del período prepatriarcal. Véanse Amrafel; Arioc; Bera;
Birsa; Quedorlaomer; Semeber; Sinab; Sodoma; Tidal. II. Su vida. La vida de
Abrahán se puede dividir en 4 grandes períodos: 1. Antes de entrar en
Canaán; hasta los 75 años. 2. Peregrinación temprana en Canaán hasta el
nacimiento de Isaac; unos 25 años. 3. Desde el nacimiento de Isaac hasta la
muerte de Sara y el casamiento de Isaac con Rebeca; unos 40 años. 4. Vida
posterior, ancianidad y muerte; unos 35 añHos_1 Antes de entrar en Canaán.
Abrahán nació en la ciudad de Ur o cerca de ella, en la Mesopotamia
inferior. De acuerdo con la cronología bíblica adoptada en este Diccionario,
Abrahán nació en el 1950 a.C., salió de Harán rumbo a Canaán (después de
la muerte de su padre) en el 1875 a.C., visitó Egipto entre 1875 y 1864 a.C.,
y murió en el 1775 a.C. (después de haber vivido en Canaán durante 100
años). El padre de Abrahán, Taré, tuvo otros 2 hijos: Nacor y Harán, padre
de Lot (Gen_11:27). La familia adoraba dioses paganos como también al
verdadero Dios (Jos_24:2). El registro del Génesis no dice nada acerca de la
aparición de Dios a Abrahán antes de su salida de Ur, pero Act_7:2-4
claramente aplica el mandato de Gen_12:1-3 al período durante el cual la
familia todavía vivía en Ur. El destino original de la caravana familiar de
Abrahán, Taré, Nacor y Lot era Canaán (11:31). Pero primero se
establecieron en Harán, al norte de la Mesopotamia, aunque no se sabe
cuánto tiempo permanecieron allí ni tampoco por qué se quedaron en ese
lugar. Tal vez sólo tenían planes de permanecer lo suficiente como para dar
descanso a sus rebaños, o quizá la edad avanzada de Taré impedía que el
grupo prosiguiera el viaje (cf v 32). Además, que Nacor no acompañara a
Abrahán hacia Canaán, después de la muerte de su padre, puede implicar
que la opiniones sobre abandonar las ricas tierras de pastoreo de Harán
estaban divididas. Sin embargo, con el tiempo a Abrahán se le repitió la
orden, quien tomó consigo a su sobrino Lot y salió de Harán hacia Canaán.
Aparentemente los 2 habían acumulado considerables "bienes" -mayormente
en la forma de rebaños de ganado- y muchos esclavos y sirvientes (12:1-5).
2. Peregrinación temprana en Canaán hasta el nacimiento de Isaac. Durante
los 25 años que transcurrieron entre la entrada a la tierra de Canaán y el
nacimiento de Isaac, la familia patriarcal se mudó de un lugar a otro. De
Siquem, el 1er lugar donde se asentaron (Gen_12:6), viajaron hacia el sur de
Betel (v 8), de allí hacia el Neguev (o región del sur; v 9) y finalmente a
Egipto (v 10). Luego regresaron al Neguev (13:1) y a Betel (v 3), y
finalmente se asentaron en Mamre, cerca de Hebrón, donde permanecieron
la mayor parte de su período de peregrinación (13:18-19; 38). No mucho
antes del nacimiento de Isaac, Abrahán peregrinó otra vez hacia el Neguev y
"habitó como forastero en Gerar" (20:1). El viaje a Egipto aparentemente se
realizó no mucho después de la entrada de Abrahán a Canaán. La sequía y
el hambre, que periódicamente sufrían los habitantes de Palestina, lo
impulsaron a buscar alimento en un país donde por lo general había
abundancia, a pesar de que casi no tiene lluvias (Gen_12:10). Mientras
estuvo en Egipto, el temor por su seguridad personal condujo al patriarca a
presentar a Sara como su hermana. Esta evidente falta de fe en la
protección de Dios le creó una situación 11 vergonzosa, que terminó con su
expulsión de la tierra (vs 11-20). Cuando Abrahán regresó a Canaán era
"riquísimo en ganado, en plata y en oro" (13:1, 2); Lot también tenía "ovejas,
vacas y tiendas" (v 5). La falta de pastos y de agua para estos grandes
rebaños provocó la separación del patriarca y su sobrino. Lot se asentó
primero en el fértil valle del Jordán y más tarde fue "poniendo sus tiendas
hasta Sodoma"; Abrahán regresó a Mamre, cerca de Hebrón (vs 6-18),
donde habitó unos 20 años. Durante su permanencia en ese lugar ocurrieron
muchos acontecimientos importantes. El primero de ellos fue la invasión de
una confederación de 4 reyes de la Mesopotamia bajo la conducción de
Quedorlaomer (Gen_14:1-10). Cinco reyes de la región de Sodoma se
unieron contra los invasores, pero fueron derrotados, y sus habitantes
llevados cautivos y sus bienes saqueados (vs 11, 12). Al saber que su
sobrino Lot estaba en manos de los invasores, Abrahán los siguió con su
propio ejército particular de 318 hombres y rescató a los cautivos, que
estaban en la zona próxima a Sodoma, y sus posesiones (vs 13-16). Al
regresar de esta expedición Abrahán se encontró con Melquisedec,
sacerdote y rey de Salem,* y le dio "los diezmos de todo" (vs 17-24). Poco
después de esta experiencia, el Señor hizo un pact o solemne con el
patriarca, asegurándole que sus descendientes poseerían Canaán (cp 15).
Como en Mamre pasaban los años y no nacía ningún heredero, Abrahán
tomó el asunto en sus manos y se casó con Agar, la sierva egipcia de su
esposa, quien le dio su primer hijo: Ismael (16:1-4). Este casamiento
desafortunado produjo discordia en el hogar y culminó con la expulsión de
Agar y de Ismael (16:5- 16; 21:9-21). Durante su permanencia en Mamre,
Dios renovó su pacto con Abrahán e instituyó el rito de la circuncisión como
señal del pacto (Gen_17). Más tarde, el Señor le apareció en la forma de un
caminante y le renovó la promesa de un hijo y heredero; en la misma ocasión
le reveló la inminente destrucción de Sodoma y sus ciudades vecinas, lo que
ocurrió al día siguiente (cps 18 y 19). Poco después de este acontecimiento
la familia patriarcal se mudó a Gerar, donde Abrahán otra vez alegó que Sara
era su hermana y no su esposa (cp 20). 3. Desde el nacimiento de Isaac
hasta la muerte de Sara y el casamiento de Isaac con Rebeca. No mucho
después de su mudanza a Gerar, nació Isaac (Gen_21:1-7). Las fricciones
entre Sara y Agar aumentaron -sin duda acerca de quién sería el heredero-,
lo cual derivó en la expulsión definitiva de Agar e Ismael del hogar (vs 8-21).
Abrahán permaneció en Gerar y en Beerseba hasta que Isaac llegó a la
juventud (vs 22-34). Mientras vivía en Beerseba, Dios probó su fe al pedirle
que ofreciera a su hijo como sacrificio. Después de 50 años de residencia en
Canaán, todavía no se habían cumplido las promesas de Dios de que la
tierra se le daría a él y a sus descendientes; pero, con repetidas pruebas
para su fe, ésta se elevó resplandeciente y triunfante en la prueba suprema
(cp 22). El autor de He. dedica casi 1/3 de su comentario -acerca de la vida
fiel de los antiguos hombres de Dios-, a narrar los incidentes de la vida de
Abrahán que demostraron su fe (Heb_11:8-19). Hacia el fin de este período
de peregrinación en Canaán, Abrahán aparentemente regresó a Hebrón,
donde Sara murió a la edad de 127 años (Gen_23:1, 2). Allí compró a un
heteo local la 1ª porción de Canaán que le perteneció: la cueva de Macpela y
el campo en el que ésta se encontraba, y allí sepultó a su amada esposa (vs
3-20; figs 3, 250, 329). 3. Entrada a Jaram en Hebrón, el sitio de la cueva de
Macpela. La pared tan bien construida del centro de la figura data del tiempo
de Herodes el Grande. Con la muerte de Sara, Abrahán percibió que su
propia vida pronto terminaría. Aunque Isaac tenía casi 40 años, aún no se
había casado, y el patriarca se sintió impulsado a hacer provisión para la
perpetuación de la línea familiar acerca de la cual se le habían hecho las
promesas. Por eso envió a su fiel mayordomo 12 Eliezer a Mesopotamia,
donde vivían sus parientes (Gen_22:20-24), para buscar una esposa para
Isaac, una mujer que pudiera comprender y apreciar los privilegios y las
responsabilidades del pacto (24:1-9). La misión fue coronada con el éxito, y
a su debido tiempo Eliezer regresó a Canaán con Rebeca, hija de Betuel,
sobrino de Abrahán, quien era hijo de Nacor (vs 10-67). El amor cementó la
unión así arreglada, y unos 20 años más tarde nacieron los primeros niños
(25:20-26). 4. Vida posterior, ancianidad y muerte. Durante unos 35 años
después de su casamiento, Isaac compartió el hogar paterno con Abrahán,
quien se casó otra vez y crió varios hijos que le dio Cetura (Gen_25:1- 4).
Antes de su muerte, a la edad de 175 años, Abrahán hizo arreglos para el
traspaso a Isaac de los bienes, los derechos y los privilegios que le
correspondían como heredero de las promesas del pacto (25:5), mientras
que los otros hijos recibieron regalos abundantes -sin duda, ovejas y vacas- y
los envió hacia el este (v 6). Ismael e Isaac enterraron a su padre en la
cueva de Macpela, donde algún tiempo antes habían enterrado a Sara (vs 8-
10). A pesar de las debilidades comunes a todos los hombres, Abrahán
perseveró en el propósito de toda su vida de caminar por donde Dios lo
dirigiera, ya fuera en el largo viaje de Ur a Canaán o al monte Moriah para
ofrecer a su único hijo, el hijo de la promesa. Mediante el fuego de las
pruebas, las demoras y el chasco, su fe se fue perfeccionando, por lo que
pudo ser llamado "amigo de Dios" (Jam_2:23). La elevada estima en que
apropiadamente lo tuvieron sus descendientes, con el tiempo degeneró casi
hasta el punto de ser honrado por encima de Dios. Pero el brillo de su fe y
su larga vida de devoción a la voluntad de Dios resplandecen sin marchitarse
por todas las generaciones.

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