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Martin Heidegger

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Martin Heidegger
Heidegger 4 (1960) cropped.jpg
Siegel der Albert-Ludwigs-Universität Freiburg.svg
Rector de la Universidad de Friburgo
21 de abril de 1933-27 de abril de 1934
Predecesor Wilhelm von Möllendorff
Sucesor Eduard Kern
Información personal
Nacimiento 26 de septiembre de 1889
Messkirch, Bandera de Imperio alemán Imperio alemán (actual Flag of Germany.svg
Alemania)
Fallecimiento 26 de mayo de 1976
(86 años)
Friburgo de Brisgovia, Bandera de Alemania Occidental Alemania Occidental
Causa de la muerte Enfermedad infecciosa Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Messkirch Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Alemana
Partido político NSDAP-Logo.svg Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (de 1933
a 1945)
Familia
Padres Friedrich Heidegger
Johanna Kemp
Cónyuge Elfriede Petri
Educación
Educación Dr. en filosofía, 1914;
Dr. phil. hab. 1916
Educado en
Universidad de Friburgo (Teología y Filosofía)
Universidad de Friburgo (Ph.D. en Filosofía; hasta 1916) Ver y modificar los datos
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Tesis doctoral
Die Lehre vom Urteil im Psychologismus. Ein kritisch-theoretischer Beitrag zur
Logik (The Doctrine of Judgment in Psychologism: A Critical-theoretical
Contribution to Logic)
Die Kategorien- und Bedeutungslehre des Duns Scotus (Duns Scotus's Doctrine of
Categories and Meaning)
Supervisor doctoral Arthur Schneider (supervisor Ph.D.) y Heinrich Rickert
(supervisor de Dr. phil. hab.)
Alumno de
Edmund Husserl
Heinrich Rickert
Carl Braig Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Filósofo, poeta y profesor universitario Ver y modificar los datos en
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Área Filosofía Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador
Universidad de Friburgo (1915-1923)
Universidad de Marburgo (1923-1928)
Universidad de Friburgo (1928-1958) Ver y modificar los datos en Wikidata
Estudiantes doctorales Hans Jonas, Herbert Marcuse y Víctor Farías Ver y modificar
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Estudiantes Hannah Arendt, Carlos Astrada, Hans-Georg Gadamer, Günther Anders, Karl
Löwith, Charles Malik, Ernst Nolte, Emmanuel Lévinas, Karl Rahner, Jan Patočka y
Víctor Farías Ver y modificar los datos en Wikidata
Movimiento Movimiento revolucionario conservador Ver y modificar los datos en
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Lengua de producción literaria Alemán
Obras notables
Ser y Tiempo
Introducción a la Metafísica
Kant y el problema de la metafísica
Aportes a la filosofía. Acerca del evento
Caminos de bosque
Nietzsche
Cuadernos negros
Conflictos Primera Guerra Mundial Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de Academia de Ciencias y Humanidades de Heidelberg (desde 1958) Ver y
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Firma Heidegger.png
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Martin Heidegger (pronunciación en alemán: /ˈmaʁtiːn ˈhaɪdɛɡɐ/;1 Messkirch, Baden-
Wurtemberg, Alemania; 26 de septiembre de 1889-Friburgo de Brisgovia, Baden-
Wurtemberg, Alemania; 26 de mayo de 1976) fue un filósofo alemán. Es considerado el
pensador y el filósofo más importante del siglo XX.234567 Aunque su trabajo influyó
sobre todo en la Fenomenología y en la filosofía europea contemporánea, ha tenido
igualmente influencia más allá de esta, en campos como la Arquitectura, la Crítica
literaria, la Teología y las ciencias cognitivas.8

En sus comienzos fue discípulo de Edmund Husserl, estuvo inmerso en el proyecto


fenomenológico de su maestro y su interés se centró rápidamente en la pregunta por
el sentido de ser. Esta pregunta guiará gran parte de su pensamiento y es con
ocasión de su intento de darle una "respuesta" con la obra Ser y tiempo, publicada
en 1927, cuando va adquirir una gran notoriedad internacional, incluso más allá de
los campos específicamente filosóficos.

En los años 30 tiene lugar aquello que se ha denominado el Giro (en alemán, Die
Kehre) de su filosofía, con sus obras Carta sobre el humanismo e Introducción a la
metafísica. Trató así de preparar un nuevo camino para su pensamiento que se
mantuviera alejado de la metafísica. Según Hans-Georg Gadamer, este término ha
acabado aunando todas las proposiciones contra las que Heidegger desarrolló su
filosofía.9

Le influencia de Heidegger en la filosofía francesa ha sido particularmente


notable. Esto se deja ver sobre todo en filósofos como Jean-Paul Sartre, Jean
Beaufret, Emmanuel Lévinas, Jacques Derrida, Maurice Merleau-Ponty o Michel
Foucault.10nota 1

Asimismo, Heidegger es uno de los filósofos cuya personalidad y obra han generado
más controversia por su actitud durante el periodo 1933-1934, mientras fue rector
de la Universidad de Friburgo tras la llegada de Adolf Hitler al poder entre 1933 y
1945, ya que, además de ser uno de los principales intelectuales del movimiento
revolucionario conservador1213141516, fue miembro y seguidor del Partido Nazi.1718
Existe controversia entre la corcondancia de su filosofía con el nazismo.1920

Índice
1 Biografía
1.1 Primeros años
1.2 Marburgo y Friburgo (1923-1933)
1.3 Durante el régimen nazi (1933-1945)
1.4 La postguerra (1945-1976)
2 Orígenes de su pensamiento
2.1 Precursores
2.2 Las controversias de Marburgo y el rechazo a las filosofías dominantes
2.3 Los primeros trabajos
2.3.1 El problema de la historia
2.3.2 El problema de la teología
2.4 Fuentes de inspiración
2.4.1 Nueva lectura de Aristóteles
2.4.2 Fuentes religiosas
2.4.3 Impulso fenomenológico
2.5 Los caminos y los medios
2.5.1 El lenguaje y la lógica
2.5.2 El giro hermenéutico de la fenomenología
2.5.3 La apropiación y transformación de viejos conceptos
2.5.4 Innovación semántica
2.5.5 Pensar y no filosofar
2.5.6 La deconstrucción
3 El primer despliegue de su pensamiento
3.1 Ser y tiempo
3.1.1 El proyecto de Ser y tiempo
3.1.2 El punto de partida de la pregunta por el ser
3.1.3 La cuestión del tiempo
3.1.4 La cuestión de la existencia
3.1.4.1 Existencia auténtica e inauténtica
3.2 Una nueva aproximación al ser humano: el Dasein
3.3 Un nuevo enfoque para el mundo
4 El segundo despliegue de su pensamiento
4.1 La pregunta por la verdad
4.2 Las épocas de la verdad
4.2.1 Superación de la metafísica y un nuevo comienzo
4.2.2 La época de la técnica como última fase de la historia del ser
4.3 Un humanismo extraño
4.3.1 El hombre vive en el poeta
4.3.2 El hombre errante
4.4 Un mundo se entrega para ser visto
4.4.1 La obra de arte como desvelamiento
4.4.2 La poesía de Hölderlin
5 Críticas y principales controversias
5.1 Para Husserl, Heidegger traicionó a la fenomenología
5.2 Helmuth Plessner y la crítica de la analítica existencial
5.3 Ernst Cassirer y la defensa del racionalismo
5.4 Rudolf Carnap y la lógica del lenguaje
5.5 Emmanuel Lévinas y la reivindicación ética
5.6 Michel Henry y la complejidad del mundo de la vida
5.7 Hans-Georg Gadamer
5.8 Paul Ricoeur
5.9 Pierre Bourdieu
6 Notoriedad e influencia
6.1 Influencia de Heidegger en España y Latinoamérica
6.2 Influencia de Heidegger en Francia
6.3 Influencia de Heidegger en Japón
6.4 Recepción en los Estados Unidos
6.5 Recepción en el mundo árabe e islámico
7 Heidegger y el nazismo
7.1 Debate sobre el antisemitismo en los Cuadernos negros
8 Véase también
9 Notas
10 Referencias
11 Bibliografía
11.1 En castellano
11.2 En otros idiomas
11.2.1 En francés
11.2.2 En alemán
11.2.3 En inglés
12 Enlaces externos
Biografía
Primeros años

Lugar de nacimiento de Martin Heidegger.


Martin Heidegger nació en Messkirch, distrito de Baden, el 26 de septiembre de
1889. Criado en un ambiente "auténticamente católico", sus padres fueron Friedrich
Heidegger, tonelero y sacristán, y Johanna Heidegger (Johanna Kemp de soltera).21

Heidegger realizó sus estudios de secundaria en los pequeños seminarios de


Constanza (1903-1906) y Friburgo (1906-1909).22 Durante el verano de 1907, el padre
Conrad Gröber, director del seminario de Constanza y futuro arzobispo de Friburgo,
le deja la tesis de 1862 de Franz Brentano, Sobre la múltiple significación del
ente en Aristóteles.23 Heidegger afirmó más tarde que ese libro fue su "primera
guía a través de la filosofía griega" y que le conduciría a la lectura de
Aristóteles.24 Según él mismo, la célebre sentencia aristotélicas "el ser se dice
de muchas maneras" fue decisiva en su manera de pensar.25 En 1909 se lee las
Investigaciones lógicas de Edmund Husserl y en septiembre de ese mismo año entra
como novicio en la Compañía de Jesús en Tisis, cerca de Feldkirch, abandonando en
octubre por razones de salud. Con limitaciones económicas, se presenta candidato al
seminario de Friburgo, donde entra durante el invierno de 1909.26 En 1911 sufre de
nuevo problemas cardíacos, lo que plantea a los responsables del seminario de sus
capacidad para el sacerdocio. Finalmente, decide renunciar a este durante su
convalecencia en verano, dándose cuenta de que prefiere la Filosofía a la Teología.
Entre 1911 y 1912 se inscribe como profesor de Matemáticas, Física y Química para
conseguir estabilidad financiera mientras prosigue sus estudios de Filosofía.27 Su
educación religiosa, que le permitió acercarse de manera particular a la
Escolástica, hace que su formación sea atípica en un momento en que los seminarios
de Filosofía están marcados por el neokantismo. En 1913 escribe su tesis Doctrina
del juicio en el psicologismo bajo la dirección de Artur Schneider.

En 1915 pronuncia la conferencia El concepto de verdad en la filosofía moderna.


Tuvo una breve tentativa de regresar al sacerdocio, aunque decidió abandonar
definitivamente la religión al afirmar que es incompatible con la filosofía.28

Edmund Husserl, maestro de Heidegger.


El 31 de julio de 1915 adquiere la capacitación para enseñar, después de haber
presentado su tesis de habilitación dirigida por el profesor neokantiano Heinrich
Rickert. Dicha tesis llevó por título Tratado de las categorías y de la
significación en Juan Duns Escoto.29 Su lección inaugural lleva por título El
concepto de tiempo en la ciencia histórica. En otoño de 1916 Heidegger se convierte
en asistente personal de Edmund Husserl y ambos profundizan en la investigación
fenomenológica. Sin embargo, entre 1923 y 1927 se aleja de los nuevos trabajos de
su maestro, que considera obsoletos tras su giro hacia el cartesianismo; no
obstante sigue admirando las Investigaciones lógicas.30

Reclutado en 1917, es destinado al servicio meteorológico del ejército en Verdún. A


partir de 1919 reanudó sus estudios en Friburgo. Adquirió reputación durante estos
años mientras realizaba una crítica a la tradición filosófica en un trabajo para el
profesor Paul Natorp. Es especialmente severo con lo que él denomina metafísica de
la presencia, atribuida a Aristóteles en su Física.31 Este periodo en Friburgo es
considerado clave para entender la filosofía del siglo XX, pues aquí se reunieron
como alumnos de Heidegger figuras tan importantes como Hannah Arendt, Hans-Georg
Gadamer, Max Horkheimer, Hans Jonas, Karl Löwith o Gerhard Krüger.32

El 21 de marzo de 1917 contrajo matrimonio con la protestante Elfriede Petri.


Pronunciaron los votos primero bajo el rito católico y cinco días después bajo el
rito evangélico. Tuvieron dos hijos, Jörg en enero de 1919 y Hermann en agosto de
1920.33

Marburgo y Friburgo (1923-1933)


En 1923 es nombrado profesor en la Universidad de Marburgo, entonces principal
centro europeo del neokantismo. Allí colaboró con el teólogo protestante Rudolf
Bultmann y tuvo como colegas a personas como Nicolai Hartmann, Paul Natorp o
Hermann Cohen, entre otros.

Esta estancia en Marburgo y el contacto con sus nuevos compañeros fueron


particularmente positivos para el joven profesor Heidegger. Allí comenzó a
desarrollar su nueva problemática acerca de la pregunta por el sentido de ser a
partir de sus lecturas de Aristóteles. Por otra parte, su trabajo sobre la
fenomenología de la vida religiosa a partir del estudio de Agustín de Hipona, Pablo
de Tarso o Martín Lutero le orientará hacia una concepción del ser humano en la que
primará la existencia sobre la esencia.

En 1925 mantiene una relación secreta con Hannah Arendt, una de sus estudiantes y
futura filósofa de gran reconocimiento.34

1926 fue el año en el que Heidegger le muestra a Edmund Husserl su manuscrito de


Ser y tiempo, su gran trabajo y que sería publicado al año siguiente.

En 1929 Heidegger mantuvo la llamada controversia de Davos con el filósofo


neokantiano Ernst Cassirer. Dicha controversia acabó resultando célebre entre los
círculos filosóficos.

En el año 1931 le es ofrecido a Heidegger un puesto en la Universidad de Berlín,


que rechazó tras una discusión. A pesar de que tuvo numerosas ofertas de otras
universidades para dar clases a lo largo de su vida, Heidegger llevó a cabo toda su
vida docente en la Universidad de Friburgo. En esta se contaron entre sus
estudiantes más célebres filósofos como Hannah Arendt, Emmanuel Levinas, Günther
Anders, Karl Löwith, Charles Malik, Herbert Marcuse, Ernst Nolte o Hans Jonas.

Durante el régimen nazi (1933-1945)


Los terribles años transcurridos entre 1933 y 1945 fueron para Heidegger también
los más prolíficos, tanto en lo que se refiere a obra publicada como a aquellos
textos que no fueron publicados. Además, es durante este período donde se sitúa el
Giro (Kehre) en su filosofía.

La simpatía de Heidegger con el nazimo se empezó a producir a partir de 1930.35 En


las elecciones de 1932 votó al partido nazi y se adhirió al mismo al año siguiente.
El 21 de abril de 1933 fue elegido rector de la Universidad de Friburgo, tres meses
después de la llegada de Adolf Hitler a la cancillería del Reich. En una entrevista
a Der Spiegel tomada en 1966, Heidegger afirmó que su toma de posesión del
rectorado se produjo tras la salida del antiguo rector Wilhelm von Möllendorf, un
socialdemócrata obligado a dimitir y que le pidió, junto a otros colegas
universitarios, que se presentara al cargo para evitar el nombramiento de algún
funcionario nazi.36

Para los historiadores Hugo Ott,37 Bernd Martin,38 y Guillaume Payen39, así como
para otros, Heidegger trabajó en la reforma que pretendía implementar el
Führerprinzip en la universidad alemana. Formaría así junto con otros como Alfred
Bäumler o Ernst Krieck la vanguardia de esta reforma. Karl Löwitz sostiene por su
parte que Heidegger nunca trató de ocultar su fe en Hitler. A pesar de ello, el
filósofo de Messkirch afirmó en la entrevista a Der Spiegel que prohibió los
carteles antisemitas que intentaban colocar algunos estudiantes nazis, así como las
manifestaciones contra un profesor judío de la universidad. De todas formas, según
el testimonio de Ernesto Grassi, la quema de libros judíos y marxistas tuvo lugar
en la universidad de Friburgo durante el rectorado de Heidegger, cuando "el fuego
crepitó frente a la biblioteca de la universidad".40 El historiador Raul Hilberg
detectó que en 1933 y siguiendo instrucciones del Ministerio prusiano de Educación,
Heidegger puso fin a los subsidios a estudiantes becados "no arios" en su
universidad. Asimismo, extendió el alcance de la ley para la destitución de
funcionarios judíos.41

Heidegger presentó su dimisión como rector el 21 de abril de 1934, un año después


de haber accedido al cargo. Según Ott, esto habría sido tras el desprecio por parte
del Ministerio de Educación.42 En uno de sus Cuadernos negros, Heidegger explica:
"Dejo mi cargo a disposición porque ya no es posible ninguna responsabilidad.
¡Vivan la mediocridad y el ruido¡". Tras esta fecha, deja de ser miembro activo de
la administración nacionalsocialista y abandona el partido nazi.43

Los relatos de los estudiantes durante esta época son contradictorios. Algunos ven
en Heidegger a un admirador del nazismo que continúa su propia "revolución
espiritual". Mientras tanto, otros lo ven en sus cursos como una de las pocas
escapatorias al pensamiento totalitario nazi. Continuó con la enseñanza hasta 1944,
cuando fue requerido como "profesor no indispensable" para los trabajos de
excavación a lo largo del río Rin.43 Durante este período se ocupó de estudiar la
filosofía de Nietzsche.

La postguerra (1945-1976)

La tumba de Heidegger en Messkirch.


En 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, las autoridades aliadas
retiraron a Heidegger de la enseñanza.44 Esto no le impidió, en cualquier caso,
ejercer una gran influencia filosófica, especialmente a través del libro de Jean-
Paul Sartre El ser y la nada, de inspiración heideggeriana. Sin embargo, el
pensador alemán tomó distancias respecto del existencialismo a partir de su Carta
sobre el humanismo.

A partir de 1945 entabla un diálogo con Jean Beaufret que continuará hasta la
muerte del pensador. La célebre Carta sobre el humanismo de Heidegger fue una
respuesta a este filósofo francés. Además, a pesar de su prohibición de enseñanza,
en esta época dio cuatro conferencias en el marco del Club de Bremen en 1949.

El veto a la enseñanza le es retirado a Heidegger en 1951 y reanudó sus cursos con


un seminario sobre Aristóteles. Además, en ese mismo año pronunció su célebre
conferencia Construir, habitar, pensar.

Martin Heidegger y Jean Beaufret.


En 1955 es invitado a Francia por Maurice de Gandillac y por Jean Beaufret, con el
fin de presentar una ponencia en Cerisy. Allí se quedó en casa de Jacques
Lacan.nota 2 Fue a partir de entonces invitado con regularidad a Provenza por el
poeta René Char para mantener allí seminarios, que fueron más tarde recogidos y
transcritos. En 1958 Heidegger se retira del trabajo universitario, aunque continua
participando en seminarios y coloquios hasta 1973.

Martin Heidegger falleció el 26 de mayo de 1976 en Messkirch, donde está enterrado.


Ese mismo año fue publicado el primer volumen de sus Obras completas.

Orígenes de su pensamiento
Precursores
El pensamiento de Heidegger es fruto de diversas fuentes: "se trata de un
pensamiento elaborado en gran parte en diálogo con los antiguos griegos, el
pensamiento cristiano, el existencialismo de Kierkegaard y la fenomenología
husserliana, pero también con sus predecesores inmediatos: Dilthey, Brentano,
Bergson; las escuela neo-kantianas de Bade y de Marburgo así como bebe de algunos
de sus contemporáneos como Jaspers o Scheler y de los avances de la lógica
matemática (Russell y Frege)".46

Las controversias de Marburgo y el rechazo a las filosofías dominantes


Para las personas interesadas en los trabajos y conferencias del joven Heidegger,
la principal dificultad radica en su contextualización, es decir, en cómo
entenderlo desde las discusiones intelectuales de su tiempo sin leer estos trabajos
a la luz de obras posteriores.47

Heidegger rechazó la filosofía dominante de su tiempo, el neokantismo, aparecido a


mediados del siglo XIX y al que reprocha su enorme abstracción. La controversia más
célebre en este sentido fue la mantenida con Ernst Cassirer y que recibió el nombre
de Controversia de Davos. Junto al kantismo, Heidegger también rechazó el
cartesianismo y todas las filosofías basadas en las ciencias positivas o subyugadas
por sus métodos: la Antropología filosófica, el Psicoanálisis y las filosofías de
la vida. Además, rechazó de Husserl la ambición científica de su fenomenología,
optando por una fenomenología más orientada hacia la Hermenéutica y la experiencia
concreta de la vida humana, que él denomina facticidad.

Por otra parte, Heidegger fue crítico con los principios de la Antropología
moderna, especialmente con las nociones de sujeto, de vida y de persona. A lo largo
de su obra posterior, el filósofo alemán mantuvo su crítica hacia el cogito
cartesiano, que según él habría olvidado el sentido de ser del "yo soy".48

Los primeros trabajos


El problema de la historia
Al comienzo del siglo XX, los debates más vivos enfrentaban las tesis del neo-
kantismo (Heinrich Rickert), la sociología (Georg Simmel), los filósofos vitalistas
(Wilhelm Dilthey, Karl Jaspers) e historiadores (Oswald Spengler) acerca de la
objetividad de las ciencias históricas. Heidegger vuelve la espalda a estas
cuestiones, encontrando superficiales estas disputas, pues las ideas de la sucesión
de generaciones, la compatibilidad o no entre las culturas, los ciclos históricos o
el sentido de progreso carecían para él de una justificación de base. Así, para
Heidegger estas ideas se basaban en el prejuicio que suponía que hay una realidad
originaria dada, que se da como una base coherente de hechos históricos. Incluso si
esta realidad fuera suficientemente estable y determinada como para constituir el
objeto de una ciencia, él estimó que la cuestión filosófica principal relativa a
todas ellas seguía en suspenso.49

El problema de la teología
Françoise Dastur recordó cierta frase de Heidegger:
La filosofía ella misma en tanto que tal es atea cuando se entiende de forma
radical, pues ella misma tiene por objeto de su cuestión la vida en su facticidad,
en tanto que ella se comprende a sí misma a partir de sus propias posibilidades de
hacer.
Heidegger50
Heidegger reintrodujo la problemática teológica en la filosofía como una forma de
crítica a un aspecto particular de la Metafísica, que él denominó onto-teología.
Esta manera de pensar trata la relación entre el Ser y Dios (como primer
principio). Para él, la teología dogmática descansa sobre un fundamento y un
sistema filosófico que no se derivan directamente de los problemas de la creencia.

Para el filósofo Hans-Georg Gadamer, "al comienzo de los años 20 estaba claro que
la crítica de Heidegger a la Teología oficial de la Iglesia católica y romana le
llevó a preguntarse cómo una interpretación adecuada de la fe cristiana era
posible. En otros términos, cómo era posible defenderse de la deformación del
mensaje cristiano en la filosofía griega, que se encontraba en la base de la neo-
escolástica del siglo XX y de la Escolástica clásica medieval. El cristianismo
primitivo", prosigue Gadamer, "hará que se le muestre la metafísica como una suerte
de ignorancia de la temporalidad y la historicidad originarias que se manifiestan a
través de la fe cristiana".51 De ahí que para Heidegger el cristianismo primitivo
sea visto como un testimonio privilegiado contra todas las visiones
"tranquilizadoras" de inspiración religiosa y filosófica.

Jean-Claude Gens nota que "Heidegger encuentra en la religiosidad cristiana un


acceso hacia lo que él denominó ciencia originaria de la vida fáctica". El
reencuentro con los conceptos primitivos de la fe cristiana, según Gens, "nutrirá
la analítica de Ser y tiempo".52

Además, durante los años que pasó en Marburgo, Heidegger sostuvo un diálogo con la
teología dialéctica protestante, especialmente con el teólogo Rudolf Bultmann. Bajo
el impulso de una nueva lectura de las epístolas de Pablo de Tarso, así como de las
obras de Lutero y Søren Kierkegaard, Heidegger ejerció a través de la analítica de
Ser y Tiempo una influencia "decisiva" sobre la teología protestante.

Fuentes de inspiración
Nueva lectura de Aristóteles

Heidegger propuso una nueva manera de interpretar a Aristóteles.


Para Hans-Georg Gadamer, el peso que tuvo Aristóteles en el joven Heidegger pudo
medirse en los cursos que dio en Marburgo durante los años 20. Sin embargo,
Heidegger proponía una lectura nueva del estagirita, liberada de todas las
interpretaciones escolásticas anteriores.53

En el marco de sus trabajos sobre la fundamentación filosófica de la Lógica,


Heidegger descubre que ya en el mismo Aristóteles, la theoria no es una actividad
etérea y separada de la vida y de la naturaleza intemporal. Justo al contrario,
señala el hecho de un Dasein histórico comprometido en una existencia determinada.
Heidegger señala que no fueron ni los antiguos griegos ni el propio Aristóteles
quienes originaron esta ruptura entre teoría y práctica, sino los intérpretes
escolásticos, que la exageraron con su atención desmedida hacia la Metafísica en
detrimento de otros tratados como la Ética a Nicómaco o el De Anima. Los
escolásticos, afirma Françoise Dastur, habían hecho a Aristóteles "el padre de la
Lógica y el inventor de la cópula", un pensador que habría entendido el ser a
través de la kategoria, reducción a la que Heidegger se opone, pues califica a
Aristóteles de fenomenólogo anticipado.54

Será necesario, para Heidegger, poner en evidencia el lazo común entre la teoría y
la praxis, tarea que realiza a partir de la concepción del Dasein como cuidado (en
alemán, Sorge). El filósofo alemán se apoyó en el mismo Aristóteles, quien habría
en cierto modo delineado esta concepción a través del concepto de la prudencia o
Phronesis.55

Por otro lado, con el apoyo del legado aristotélico,nota 3 el joven profesor en
Marburgo pudo innovar en su interpretación sistemática de los fenómenos
fundamentales de la vida fáctica (las maneras de comportarse del Dasein), que
habían sido despreciadas anteriormente. Heidegger traslada estas cuestiones al
nivel de determinaciones categoriales, que serán la base de los futuros
existenciales o categorías de la existencia en Ser y Tiempo.

Fuentes religiosas

Søren Kierkegaard.
Varios autores han señalado la importancia de la religión católica en la gestación
del pensamiento heideggeriano. Para Jean Greisch, la sensibilidad católica de
Heidegger le abrió al carácter trágico y precario de la existencia.57 Gadamer
insistió igualmente en la importancia de los orígenes religiosos de su
pensamiento.nota 4 Marlène Zarader revela en Heidegger una herencia hebraica que
constituiría un lugar impensado en su filosofía. El privilegio que el filósofo de
Messkirch dio en sus primeros cursos a la fenomenología de la vida religiosa de los
primeros cristianos, sugiere Zarader, tuvo como resultado la ocultación del legado
propiamente judío en el pensamiento occidental.59 A estas fuentes religiosas
antiguas se suma la influencia más contemporánea de Kierkegaard, poniendo el acento
en las tonalidades afectivas y en la comprensión heideggeriana de los conceptos de
angustia, existencia e instante.60

Impulso fenomenológico
La Fenomenología de Edmund Husserl ofreció a Heidegger un método de exploración de
la realidad y la exigencia de retornar a las cosas mismas. A partir de esto,
Heidegger se dio cuenta de que es en la experiencia más pragmática y más ingenua
del mundo donde el ser humano toma consciencia de sí mismo y de su entorno. Así
pues, según Christoph Jamme "la tesis fundamental es la siguiente: la experiencia
del mundo circundante no debe concebirse teoréticamente".61 Se reconoce la primacía
de la cotidianidad ordinaria, donde el Dasein recibe la primera experiencia
concreta del ser de aquello que es.

Los caminos y los medios


El lenguaje y la lógica
"El lenguaje no existe más que allí donde es hablado, es decir, entre los hombres",
observa Heidegger siguiendo a Jean Greisch. Además, añade que el filósofo alemán
toma la primera decisión importante al pasar del lenguaje, cerrado sobre sí mismo,
a la palabra viva que se intercambia. La relación del lenguaje con la existencia es
para Heidegger más importante que su confinamiento en las reglas de la Lógica y de
la Gramática. Esto es así hasta el punto de que "la definición de una «esencia del
lenguaje» sería tan problemática como la definición de una «esencia del hombre»".62

El giro hermenéutico de la fenomenología


Es en el periodo entre 1919-1923, correspondiente a la estancia de Heidegger en
Friburgo como Privatdozent, en el que el joven profesor empieza a proponer un
retorno a la experiencia concreta de la vida para contrarrestar la perspectiva
exclusivamente teórica de la filosofía tradicional, orientando así sus
investigaciones hacia la factididad. Aquí comienza a ver Heidegger la fuente de
todo sentido y la base del filosofar.nota 5

Heidegger abandona en este periodo la pretensión husserliana de desarrollar la


Fenomenología como una ciencia rigurosa apoyada en la lógica. Esta pérdida de su
carácter científico, por contra, lleva a la filosofía en tanto que auto-comprensión
de la vida a su rasgo original en tanto que saber preteórico.64

La apropiación y transformación de viejos conceptos


Véanse también: Logos, Aletheia y Fusis.
A través de algunos conceptos griegos antiguos como Logos, Aletheia y physis y de
la nueva interpretación de algunos conceptos aristotélicos, Heidegger expone su
pensamiento.nota 6 Por otra parte, en su interpretación del pensamiento griego,
Heidegger se apropia de ciertas determinaciones conceptuales aristotélicas y las
transforma e integra en el marco de su analítica de la existencia.66

Innovación semántica
Heidegger, para volcar mejor su pensamiento en palabras, innova notoriamente con el
lenguaje. De este modo, en sus textos tiende a desviar palabras comunes de su
significado habitual, desplaza el sentido de algunas etimologías (como Alétheia o
Dasein), o fuerza algunas construcciones gramaticales para formar neologismos.

Esta innovación, que constituye por otro lado un freno para su comprensión, ha
causado diversas polémicas. En todos los idiomas, la traducción implica tomar una
decisión entre usar un término común para explicar el concepto, utilizar una
traducción literal de la palabra alemana o inventar un neologismo. En Francia, la
traducción de Ser y tiempo de Vezin generó una intensa polémica. En España, también
ha sido extensa la cuestión acerca de la traducción. Así, mientras que en general
se puede decir que la traducción de José Gaos se ciñe más al texto literal, se ha
mencionado también que eso la hace especialmente difícil de comprender frente a la
de Jorge Eduardo Rivera C..6768

Sin embargo, a pesar de la dificultad que entraña, las nuevas traducciones permiten
hoy en día que lo que dice Heidegger "pueda ser discutido y criticado" sin que
nadie se escude en "la «falta de comprensión o de conocimientos de los textos
originales»".69

Pensar y no filosofar
El propio Heidegger insistió varias veces en que "no hay filosofía de Heidegger",
expresando a menudo su preferencia por el nombre de "camino del pensamiento" (en
alemán, Denkweg).

Heidegger se opone al pensamiento tradicional que trata de explicar las cosas a


través de causas. En su lugar, opta por el "venir y dar la bienvenida", el "dejar
ser" (Sein-lassen). Hadrien France-Lanord señala que cuando trata con el concepto
de metafísica, el trabajo de Heidegger "puede comprenderse como una larga labor de
abandono" con el fin de dejar que el fenómeno se muestre en su manera singular.70 A
diferencia de sus predecesores, él dio, bajo el nombre de Erörterung, un lugar
concreto para aquello informulado que siempre se reserva y funda la unidad del
texto o del pensamiento.71 Heidegger también destaca de sus predecesores en que él
formula una "verdadera búsqueda de lo no pensado" a lo largo de sus estudios.

Por otro lado, el mismo Heidegger consideró que "el filosofar es el extraordinario
preguntar por lo extraordinario". De esta manera, la filosofía "no se halla en el
camino que transitamos" y "tampoco reside en el círculo de los modos del cuidar o
satisfacer necesidades dominantes. Está fuera de lo ordinario".72 De ahí que
Heidegger recurra a otra frase de Nietzsche: "El filósofo es un hombre que
constantemente vive, ve, oye, sospecha, espera y sueña... cosas extraordinarias".73

La deconstrucción
Artículo principal: Deconstrucción
Si, tal como dice Heidegger, la pregunta por el "sentido de ser" fue olvidada
después de los griegos, queda por desentrañar otra cuestión relativa a la
naturaleza y la solidez de fondo de las afirmaciones ontológicas que dominan el
pensamiento filosófico desde entonces. Así, ¿en qué tipo de evidencia se basa la
idea de "ser" cuando se determina como "presencia subyacente permanente"? Para
Heidegger, siguiendo a Christian Dubois, "este olvido significa la permanencia
incuestionada de un fondo de conceptos ontológicos". Todo "preguntar" filosófico
posterior a este olvido dejará entonces una filosofía subterránea, orientada
previamente por un sentido que parece evidente y que no lo es en absoluto. De ahí
que sea necesario sacar a la luz este fundamento que en el fondo poco tiene de
evidente. Este es entonces el trabajo de deconstrucción (en alemán, Destruktion) de
la tradición, que Heidegger entiende como un desmontaje de piezas.74

El primer despliegue de su pensamiento


Ser y tiempo
El proyecto de Ser y tiempo
Artículo principal: Ser y tiempo

Articulación de los principales conceptos de Ser y tiempo', en francés.'


Ser y tiempo es el primer resultado del pensamiento de Heidegger y es considerada
como una de las mayores obras de la Filosofía, hasta el punto de que ha sido
comparado con la Metafísica de Aristóteles.nota 7 Sin embarto, es solamente la
primera parte de un proyecto que no llegó a terminarse. Este proyecto partía como
la búsqueda del sentido temporal del Ser. Se trataba de buscar un fundamento sólido
para la exploración del sentido unitario del Ser que Aristóteles había eludido al
concluir que la polisemia del concepto era inabarcable. Heidegger trata de desvelar
este sentido unitario a partir de la temporalidad del ser en cuestión, el Dasein.
Ya no se define al ser humano como una naturaleza, una esencia invariable y
universal, sino como un poder-ser. La existencia demuestra su prioridad sobre la
esencia con la célebre fórmula del §9 de Ser y tiempo: "la esencia del Dasein
reside en su existencia".76

Pero tal como indicó el propio autor, este intentó resultó en un fracaso.77 La
tercera sección de la primera parte, Tiempo y ser, y toda la segunda parte de la
obra nunca llegaron a escribirse. De este fracaso obtiene Heidegger la convicción
de que la metafísica es incapaz de atender a su propia verdad, a saber, la
diferencia entre ente y ser.nota 8

No obstante, según fue entregada y leída esta obra, marcó por su novedad un
importante giro en la filosofía occidental, según Lévinas. Se encuentran en él
varios conceptos nuevos relevantes para la historia de la filosofía, tales como
Dasein, con sus respectivos modos o formas bajo los cuales aparece este Dasein en
lo cotidiano: Mundo y mundaneidad, ser-en-el-mundo, ser-para-la-muerte, ser-
eyectado.

El problema de la conjunción del ser y el tiempo fue abordado de nuevo por


Heidegger posteriormente, en su conferencia de 1962 Tiempo y ser. Ahí "Heidegger ya
no parte de una aclaración del sentido de ser [···] sino simplemente de la
caracterización del ser como Anwesen, presencia que atraviesa toda la tradición
occidental".79

El punto de partida de la pregunta por el ser

Franz Brentano
De su lectura de la tesis de Brentano, Sobre la múltiple significación del ente en
Aristóteles, el joven Heidegger había retenido el hecho de que para Aristóteles "el
ser se dice de muchas maneras", aunque Brentano habría olvidado que, aparte de su
sentido categorial, también estaban los de la posilidad, actualidad, propiedad y
posibilidad.80

Alain Boutot ha señalado que "la obra heideggeriana está atravesada por entero por
una sola y misma cuestión que le confiere su unidad fundamental: la pregunta por el
ser", la Seinsfrage en alemán.81 En efecto, subraya Boutot, si el ser, como dice
Aristóteles, se dice de muchas maneras, ¿cuál es la determinación "unitaria" del
ser que rige todas sus significaciones? ¿qué significa ser? Esta pregunta todavía
había guiado las obras de Platón y de Aristóteles, pero con ellos se extinguió toda
investigación real acerca de la misma. Los filósofos posteriores habrían proseguido
en la línea de las determinaciones ontológicas que estos dos pensadores habrían
descubierto.

A partir de entonces, la historia de la filosofía occidental aparece como historia


de la metafísica, como la historia del olvido del ser y de la diferencia entre el
ser y el ente.82

La cuestión del tiempo


Con el fundamento del tiempo, Heidegger busca establecer que el ser no es solamente
"en el tiempo", "temporal" como se dice habitualmente, sino que "se identifica" con
él. Según las propias palabras de Alain Boutot, traductor de los textos de
Heidegger al francés, "el Dasein es no sólo temporal en su ser, sino que se
identifica con el tiempo mismo; no con el tiempo concebido como una continuación
del ahora, sino como una figura más originaria".83 El tiempo ordinario, el tiempo
de los relojes, deriva de la temporalidad propia del Dasein: "Heidegger quiere
reservarle un derecho autónomo al tiempo en tanto que surge de la temporalidad del
Dasein".84

Tal como explicó en su conferencia de 1924 El concepto de tiempo, el tiempo


"extático" propio del Dasein se descompone en tres momentos: el "por-venir", el
"haber-sido" y el "presente".8586 En una siguiente conferencia de 1925,
Prolegómenos a la historia del concepto de tiempo, Heidegger señala este tiempo
extático como aquel que está en el origen del tiempo "normal". Este último no es
ahora, por lo tanto, más que un tiempo derivado que encuentra su fundamento y su
posibilidad en el primero. Para distinguir este tiempo originario, Heidegger lo
califica de "temporal" o "histórico". Este "ser-ahí", Dasein, es calificado como
"temporal", según Françoise Dastur, "porque él constituye el horizonte unitario del
proyecto extático del Dasein".87

La cuestión de la existencia
Artículo principal: Dasein
Tal como explica Marlène Zarader, "el Dasein no puede ser definido ni por aquello
que es, ni por su naturaleza ni por su manera de ser. Tiene una manera específica
de ser que es llamada existencia".88 Por lo tanto, el lugar de la llamada
"ontología fundamental" será ocupado por el análisis de la existencia del Dasein o,
dicho de otro modo, la vida de los seres humanos. En este análisis espera Heidegger
encontrar la base metafísica buscada, "preparatoria para la pregunta por el sentido
de ser" y le llevará a desarrollar un nuevo concepto, el de "ser-en-el-mundo".89

El ser-en-el-mundo se presenta como una estructura compleja en movimiento. En


efecto, siempre que se trata de buscar una caracterización del ser humano se busca
su relación con una exterioridad. Pero dado que el ser humano es un ser-en-el-
mundo, no es posible pensarlo sin el mundo.90nota 9 Así pues, Heidegger intenta
unificar estos múltiples momentos en lo que él denomina cuidado (en alemán, Sorge).

Existencia auténtica e inauténtica


El Dasein, en el cuidado-de-sí, se encuentra con la necesidad de realizar alguna de
sus posibilidades: ser responsable de su existencia que, en este caso, será
calificada de "auténtica", o dejar de lado esa responsabilidad y ser considerado
"no-auténtico".92nota 10 La inautenticidad es el Dasein que se comprende a sí mismo
a partir de aquello por lo cual se preocupa y no por su propio poder-ser-finito.

Una nueva aproximación al ser humano: el Dasein


Artículo principal: Dasein
Con el concepto de Dasein, Heidegger trata de tematizar al ser humano que somos
nosotros mismos, a través de la determinación más esencial, a saber, "el ser que
comprende al ser".94 El "ser" de este ente va revelando su creciente complejidad a
lo largo de la analítica existencial que se realiza en Ser y tiempo. En el núcleo
de este análisis se expone en un comienzo la estructura fundamental del ser-en-el-
mundo en sus diferentes modos: ser-arrojado, ser-para-la-muerte, etc.

Un nuevo enfoque para el mundo


A partir de Ser y tiempo Heidegger rechaza la noción del mundo como totalidad
objetiva de entes o contenedor en el que están todos los objetos. En cambio, el
mundo es entendido como la manera de ser que es propia del ser humano como Dasein,
como mundaneidad. Esta mundaneidad expresa, para Heidegger, aquella característica
que hace que el mundo sea mundo.

El segundo despliegue de su pensamiento


Después de la publicación de Ser y tiempo y a lo largo de la década de 1930, se
produce en la obra de pensamiento un cambio, que se denominó con el nombre de giro
(en alemán, die Kehre). Si a lo largo de su primera época Heidegger se acercó a la
tradición a la luz de la ontología fundamental, tras el giro esto será considerado
a partir de la luz del pensamiento del ser.
La pregunta por la verdad
Artículos principales: Alétheia y Verdad.
Ya desde Ser y tiempo Heidegger interroga acerca de un concepto clave de la
historia de la metafísica, la verdad. En los textos de Aristóteles esta era
definida como una adecuación entre la idea y la cosa. Esta definición se prestó a
lo largo de la historia de la filosofía occidental a distintas variaciones, pero
siempre en torno a la misma relación. Sin embargo, Heidegger empieza a llevar a
cabo un análisis de los textos de la filosofía presocrática. Concretamente, se
centra en el concepto de alétheia (αλήθεια), término usado por estos filósofos para
referirse a la verdad. Encuentra que este concepto no hacía entonces referencia a
una relación, sino a la expresión del surgimiento de una privación. En efecto, en
griego clásico, el término "alétheia" se forma al añadir una "a" privativa al
término "lethé".95 Una mutación de esta concepción de la verdad se produjo con la
determinación platónica del ser como idea, tildada por Heidegger como
"catástrofe".96

Las épocas de la verdad


El concepto de verdad, después de tomar su forma escolástica, ha sufrido numerosas
metamorfosis a lo largo del tiempo. No obstante, su variación decisiva para el
inicio del reinado de la técnica, es decir, de la Modernidad, se encuentra
formulada en los trabajos de Descartes, donde se establece la primacía de la
verdad-certeza que impone a las cosas su sometimiento a la matemática. De esta
forma, conocer se convierte en el medio de asegurarse el poder sobre el ente.97

Superación de la metafísica y un nuevo comienzo


Tras el fracaso que supuso Ser y tiempo y el episodio del rectorado de 1933, se
afirma de nuevo la necesidad de ir "más allá de la metafísica".nota 11 La
problemática del "sentido de ser" va a ir dejando lugar al problema de la "verdad
del ser", cuyo desvelo irá acaparando cada vez más los esfuerzos del filósofo.

En cuanto a la idea del "nuevo comienzo", no hay que entenderla en el sentido


cronológico o como un "comienzo" que sucede a otros comienzos en una cadena causal.
Heidegger no apunta hacia una filosofía de la historia que pueda señalar algún
"progreso" ni algún "declive", pues todo eso pertenece a la metafísica y su
necesidad de "calculabilidad".99 El nuevo comienzo tendría su origen en el origen
mismo, permitiendo escuchar la dinámica oculta en la historia del ser. Se trata de
dar la vuelta para poder encontrar otros caminos posibles del pensamiento a partir
de la repetición.

La época de la técnica como última fase de la historia del ser


En sus últimos trabajos, Heidegger se impuso la tarea de descubrir los fundamentos
metafísicos de la Modernidad. El estudio de estos fundamentos implicaba "abordar el
recuerdo interrogativo de la larga historia de la metafísica" y dar un paso por
debajo de la técnica, que sería para Heidegger una "figura de la metafísica que
rige nuestro presente y planifica nuestro futuro".100

Tal como explica Alain Boutot, "el fenómeno fundamental de los tiempos modernos no
es para Heidegger la ciencia, sino la técnica, para la cual la ciencia no es sino
una de sus múltiples facetas". Para Heidegger, la técnica moderna no se limita a su
sentido trivial, que sería la puesta en marcha de procedimientos para obtener un
resultado determinado. Más aún, la técnica sería un desvelamiento en virtud del
cual la naturaleza se pone en marcha para liberar una energía.101 La técnica iría
en paralelo a la universalización del pensamiento calculador, "que planifica todo
lo que es y que desde el principio concibió a la naturaleza como un gran
mecanismo".97 De esta manera, la técnica entonces no tiene un sentido solo
tecnológico, sino que posee también una significación ontológica, que caracteriza
el tipo de relación que se establece entre el ser humano moderno y el mundo de su
entorno.101
En su curso sobre Nietzsche, Heidegger va a explorar esta voluntad de
calculabilidad en el concepto de nihilismo que utiliza Nietzsche y cuyo reinado
comienza también con el nacimiento de la metafísica.102 En esta historia de la
metafísica, la última etapa, la de la técnica moderna, dibuja un ser humano cada
vez menos dueño de sí mismo y cada vez más puesto en evidencia por el Gestell.nota
12

Un humanismo extraño

El pastor, grabado de Victor Dedoncker.


El hombre vive en el poeta
En sus obras de madurez, Heidegger inaugura un humanismo del habitar, en una
especie de retorno al ethos clásico (en griego, ἦθος) que opone al humanismo
tradicional que pregunta por la esencia del hombre. Por contra, la pregunta por el
ser humano "va a brillar por su ausencia". El propio Heidegger calificó este
humanismo como "una extraña suerte de humanismo" (en alemán, ein Humanismus
seltsamer Art). 103

Al mismo tiempo, en su Carta sobre el humanismo, Heidegger destaca la importancia


que recibe aquello que él denomina la "casa del lenguaje", el "habitar" la palabra
en tanto que verdad del ser. Para el lenguaje, "el hombre vive como poeta", según
una expresión que el filósofo retoma del poeta alemán Hölderlin.104 Pero el
lenguaje debe permanecer en la verdad de su esencia y no deteriorarse hasta el
punto de convertirse en un mero instrumento de comunicación, en cuyo caso el
destino del hombre de hoy seguiría estando sin guardia, sin verdad y sin nombre en
la medida en que la palabra ha dejado de ser nuestro hogar y se ha convertido en
una herramienta.105

En el mismo texto, Heidegger emplea la metáfora del pastor para expresar la manera
en que el ser humano pierde su carácter egocéntrico para convertirse en su Dasein,
un lugar donde puede acontecer el ser y se convierte en guardián de la verdad del
mismo.

El hombre errante
En su libro Introducción a la Metafísica, publicado en 1953, Heidegger sostiene que
el ser humano se encuentra por esencia Unheimlich, es decir, sin hogar o sin
abrigo, indefenso y arrojado a las inclemencias del ser.106 Heidegger habría
llegado a esta tesis tras haber leído a Sófocles, en especial Edipo rey. Esta
interpretación es retomada con fuerza en la Carta sobre el humanismo.104 Boutot por
su parte indica que, para Heidegger, "el errar no puede atribuirse a la falibilidad
humana o a la carencia de atención [···] la ocultación pertenece a la esencia
originaria de la verdad".107

Un mundo se entrega para ser visto


La obra de arte como desvelamiento
En El origen de la obra de arte (en alemán, Der Ursprung des Kunstwerkes),
Heidegger relaciona la esencia del arte a la del ser. Heidegger le da la vuelta al
enfoque tradicional de la Estética que se centra en el gusto, que "no aparece más
que con la metafísica y precisamente con Platón".108 También insiste Heidegger en
la necesidad de "deshacernos [···] de los conceptos platónicos y aristotélicos que,
desde el fondo de una larga historia, dirigen el acercamiento a las obras y su
precomprensión".109 La destrucción de los presupuestos de la Estética, que trata de
acceder a la obra de arte para considerarla desde ella misma, es parte de la
destrucción de la historia de la ontología.

Para Heidegger, "la ciencia estética no atiende a lo propio del arte, porque [···]
la obra de arte nunca presenta nada, por la simple razón de que no tiene nada que
presentar".110 Así, el filósofo alemán propone una nueva forma de abrir lo
artístico. La obra de arte se convierte de este modo en un poder que instala un
mundo. La verdad del ser que se expresa allí ya no es producido por el conocimiento
humano, sino por la alétheia, por la revelación.

La poesía de Hölderlin
A partir de los años 30 y hasta el final de su vida, Heidegger dedicó numerosos
estudios y trabajos a la poesía y, en concreto, a la obra de Friedrich Hölderlin.
El filósofo considera al poeta alemán como "el poeta de los poetas y de la poesía"
("der Dichter des Dichters und der Dichtung", en alemán) e incluso "el poeta de los
alemanes". Además, como además resulta "difícil" y "arcano" ("Verborgene"), su
poder no se ha convertido en el poder del pueblo alemán y "como no lo es, debe
llegar a serlo".111

Hablar de Hölderlin es para Heidegger hablar de política en su significado más


alto, porque "los poetas crean el lenguaje".112

Críticas y principales controversias


Resumen de la sección
Para Husserl, Heidegger traicionó a la fenomenología
Helmuth Plessner y la crítica de la analítica existencial
Ernst Cassirer y la defensa del racionalismo
Rudolf Carnap y la lógica del lenguaje
Emmanuel Levinas y la reivindicación ética
Michel Henry y la complejidad del mundo de la vida
Paul Ricoeur
Hans-Georg Gadamer
Pierre Bourdieu
La obra y la figura de Heidegger no solo generaron admiración, sino también
polémicas y discusiones que abarcaron distintos aspectos de las mismas.

Para Husserl, Heidegger traicionó a la fenomenología

Edmund Husserl en 1900.


Para Husserl, el discurso sobre el Ser es lo mismo que la instalación en la actitud
natural fenomenológica, tal como hace notar Gérard Granel.113nota 13 En los
márgenes de su ejemplar de Ser y tiempo, el fenomenólogo anota: "Heidegger traspone
la elucidación [···] de todas las regiones del ente y del universal, la región
total del mundo, al orden de la antropología. Toda la problemática se transfiere:
al ego le corresponde el Dasein, etc. De ahí que todo tome una profundidad de
significado llena de oscuridad".114 No obstante, según Hadrien France-Lanord, esta
lectura responde a una malinterpretación del término Dasein, que es simple y
llanamente asimilado a la realidad humana. De ahí que Husserl llegara a creer que
Heidegger estaba en camino de trazar una nueva antropología. Según Robert Brisart,
Heidegger busca, en contra del reproche de Husserl, "mostrar que no es en el
comportamiento cotidiano donde el Dasein puede encontrar su camino hacia la
comprensión auténtica de su existencia".115

A este reproche, Heidegger responderá que el ego trascendental de su maestro no es


más que un "subjetivismo trascendental" y que solamente él, al retomar la pregunta
por el ser que llevaba tanto tiempo abandonada, pudo salir de la perspectiva
antropológica que impregna todo el pensamiento filosófico desde Descartes.
Heidegger utilizará este mismo argumento frente a quienes quieran situarlo junto a
la filosofía de la existencia (die Existenzphilosophie) al lado de Kierkegaard,
Jaspers y Sartre.116

Por otra parte, Heidegger recalcó en una carta a Husserl las diferencias
filosóficas que lo separaron del pensamiento de su maestro a partir de 1927:

Estamos de acuerdo en el punto en que el ser, en el sentido de lo que ustedes


llaman "mundo", no puede ser iluminado en su constitución trascendental volviendo a
un ser del mismo modo de ser. Pero esto no significa que lo que constituye el locus
de lo trascendental no sea en absoluto nada del ser. Por el contrario, el problema
que surge inmediatamente es saber cuál es el modo de ser del ser en el que se
constituye el "mundo". Este es el problema central de Ser y tiempo; es decir, una
ontología fundamental del Dasein.
—Heidegger, carta a Husserl del 22 de octubre de 1927
Dicho de otro modo y siguiendo a Heidegger, la investigación fenomenológica no
debería tratar tanto las experiencias de la conciencia como del ser para el que se
puede hablar de tales experiencias, y que por lo tanto es capaz de fenomenalizar lo
existente.

En otras palabras, con Heidegger, la "investigación fenomenológica" no debería


tratarse tanto de las experiencias de la conciencia como del ser para el que se
puede hablar de tales experiencias, y que por lo tanto es capaz de fenomenalizar,
es decir, el Dasein, es decir, lo existente.

Helmuth Plessner y la crítica de la analítica existencial


Ya desde 1928 en su libro "Los grados de lo orgánico y el hombre", Helmuth Plessner
se desmarcó explícitamente de la analítica del Dasein propuesta por Heidegger, al
considerar que esta excluía la vida en favor de la existencia.117 La raíz de la
polémica procedía del debate dado a principios del siglo XX en torno a la
posibilidad de la existencia de una "antropología científica" que pudiera aclarar
todas las determinaciones de la existencia humana. Plessner, basándose en los
trabajos de la Biología de su época, considera que hay naturalidad en la capacidad
del hombre para transformar su entorno en un entorno cultural. Plessner argumenta
que "la vida contiene una de sus posibilidades, la existencia", y que no hay un
profundo desacuerdo en el análisis del "Dasein" sobre este punto dado por sentado
de la primacía de la vida.

No obstante, para Heidegger el malentendido es otro. Radica en la posibilidad de


una "antropología científica", concepto que considera ambiguo, ya trate la
definición del ser humano como un ser entre otros seres y, por lo tanto, una simple
ontología regional; o como un cierto ser a la manera cartesiana que implica a la
subjetividad humana como su fundamento. En cualquier caso, Heidegger niega la
pretensión de la antropología científica de ser un fundamento del pensamiento
filosófico. En palabras del filósofo germano, en este caso la antropología se
convierte en una especie de "vertedero" para todas las cuestiones no resueltas.118

Plessner amplía posteriormente su crítica y subraya el carácter anhistórico de la


analítica existencial, con las consecuencias que esto conlleva. Para Plessner,
Heidegger solo estaría proponiendo definiciones "neutrales" de la existencia
huaman, a partir de las cuales no se puede elaborar ningún análisis político ni
tomar ninguna decisión respecto a una coyuntura histórica o política. Añade
Plessner que la esencia del hombre no existe ni cabe en ninguna definición, porque
está llamado a determinarse a sí mismo en la historia, históricamente y según las
situaciones en las que se convierte en lo que ha decidido ser. Siguiendo con este
razonamiento, el ser humano no podría estar contenido en "ninguna definición
neutral de una situación neutral". En 1931 y tras el avance de los
nacionalsocialistas en las elecciones de 1930 escribe Poder y naturaleza humana. En
esta obra, insta a la filosofía a despertar de su sueño y a dejar de creer que
puede captar el "fundamento" del hombre. Aplica un concepto de historicidad que le
lleva a creer que hay que aventurarse en el ámbito de la política y asumir la
responsabilidad de enfrentar sus peligros.

Según Plessner, la política funciona de una forma "maquiavélica" como "el arte del
momento favorable, de la oportunidad favorable", aquello que los griegos llamaban
kairós. Por lo tanto, en 1931 el imperativo del filósofo sería captar la dimensión
política que construye al ser humano, con la pertenencia a un pueblo como rasgo
distintivo y con la respectiva importancia de la nacionalidad (Volkstum, en
alemán). Otra crítica dirigida por Plessner a Heidegger es que queda descuidada la
nacionalidad, base de todos los problemas políticos de un pueblo. El hombre solo
existiría en el horizonte de su pueblo. Según Plessner, la filosofía de la
autenticidad no hace más que ampliar la brecha, tradicional en Alemania, entre "una
esfera privada de salvación del alma y una esfera pública de poder". Heidegger
estaría promoviendo así la indiferencia en la política.

Ernst Cassirer y la defensa del racionalismo

Ernst Cassirer
La conferencia de Davos de 1929 dio lugar a un famoso debate entre Ernst Cassirer,
de tradición racionalista, y Heidegger. El debate giró en torno a la interpretación
del kantismo y el lugar de la angustia y la finitud. Lo que Heidegger planteaba
como una situación intransitable, para Cassirer podía ser trascendido en la
infinita sucesión de formas intelectuales y en el avance ético hacia los valores
inteligibles y universales.

Cassirer se había erigido como uno de los líderes de la escuela de Marburgo, uno de
los focos del pensamiento neokantiano. El kantismo sostiene que la razón es incapaz
de entender el mundo tal como es. De ahí establece su consecuencia revolucionaria:
la verdad última sobre el mundo será por siempre inaccesible al pensamiento, de
acuerdo con el mantra kantiano por el cual "no se puede conocer la cosa en sí". En
la Crítica de la razón pura, Kant afirma que el conocimiento del mundo está
limitado por las "categorías a priori del entendimiento". En otras palabras:
nuestro conocimiento está moldeado por marcos mentales que preexisten a toda
experiencia. Estos son el espacio y el tiempo. Por lo tanto, la percepción del
tiempo (lineal), el espacio (tridimensional) o la causalidad (todo tiene una causa
que lo precede) puede no reflejar la naturaleza profunda del mundo, sino más bien
expresar la estructura de nuestra mente. Este es el significado de la revolución
copernicana inaugurada por Kant.

Ernst Cassirer tuvo la intención de darle otra vuelta de tuerca al enfoque


kantiano. El filósofo de Königsberg estaba especialmente interesado en la capacidad
y los límites de la "razón pura". Sin embargo, nuestro conocimiento proviene
también de otras formas como el lenguaje, el mito o el arte, que Cassirer agrupa
bajo la denominación de "formas simbólicas". Por ejemplo, para el ser humano, el
agua es también una idea y un término que remite a otras palabras: la frescura, la
purez, el mar, la vida, etc. A su vez, mientras que la serpiente es para el ratón
una amenaza mortal, para el ser humano pone en juego más elementos que esos. Evoca
también el veneno o la tentación, por ejemplo. Según Cassirer, es a través de estos
juegos y correspondencias como los mitos y la poesía funcionan. El símbolo, según
el filósofo neokantiano, abre el pensamiento humano a la creatividad y a la
libertad sin fin, estableciendo así la frontera entre el ser humano y el animal.

Por su parte, Heidegger mantenía una concepción más "ruda" del ser del hombre, en
tanto que lo entendía como un ser-arrojado y un ser-para-la-muerte inmerso en el
tiempo, luchando con su libertad, su finitud y su muerte. De ahí que se diera este
debate sobre la naturaleza del ser humano, sobre si el pensamiento puede reducirse
al lenguaje y a las "formas simbólicas" de Cassirer; o si más bien está anclado en
la imagen y percepción del tiempo, tal como pensaba Heidegger.119

Rudolf Carnap y la lógica del lenguaje


En 1931, Rudolf Carnap tomó las ideas desarrolladas por Wittgenstein en su
Tractatus logico-philosophicus para examinar Ser y tiempo. Desde esta óptica, llegó
a la conclusión de que en muchos casos se trataba de afirmaciones sin sentido, una
pseudopropuesta "que sólo contiene palabras con significado, pero dispuestas de tal
manera que no resulta de ellas ningún significado". Esta polémica dará lugar a una
oposición duradera entre Heidegger y Carnap. Hasta 1964, Heidegger todavía hablaba
de "dos posiciones de antagonismo extremo" en la filosofía contemporánea.120

Emmanuel Lévinas y la reivindicación ética

Emmanuel Lévinas.
Según Emmanuel Lévinas, Heidegger estaría llevando la ontología hacia la ontología
de la naturaleza al exaltar la relación pre-técnica del hombre con la naturaleza,
como un poder impersonal y sin rostro y conduciendo fatalmente a la tiranía. En
Heidegger, Gagarin y nosotros, artículo incluido en Difícil libertad, Lévinas
muestra su convicción de que Heidegger mantiene una opinión negativa sobre todo lo
que el ser humano ha aportado a la naturaleza.121

En Totalidad e infinito, Lévinas describe al ser humano como una relación con el
mundo vertebrada esencialmente por la sensibilidad, el disfrute y el juego. Esta
relación sería extraña a la finalidad y al utilitarismo que el Dasein heideggeriano
ignoraría en su estar-en-el-mundo lleno de significado. aquí el mundo de las cosas,
dice Lévinas, no se ordena en torno a una finalidad (producir un objeto, satisfacer
una necesidad), sino ante todo en y a través del disfrute que las cosas pueden
proporcionar. Para Lévinas, hay goce en la absorción de los alimentos antes de su
necesidad biológica, como lo hay en el estudio antes de la graduación e incluso en
el sufrimiento del huelguista de hambre que se alimenta de la compasión pública. La
sensibilidad y el goce están antes que toda intencionalidad y representación y
Lévinas agrega que "es curioso que Heidegger no tenga en cuenta la relación de
goce".122

Finalmente, desde la prioridad que le otorga a la Ética sobre la ontología


fundamental, Lévinas atribuye a lo que él llama "responsabilidad por los demás" el
papel impulsor en la constitución del sujeto autónomo y en el nacimiento de la
conciencia de sí mismo que está desde el principio "en deuda". Heidegger habría
confiado este papel en primer lugar a la anticipación de su muerte por el Dasein.

Gérard Bensussan ha distinguido una diferencia esencial entre la "angustia


heideggeriana" y la "preocupación levinasiana": si la angustia sitúa al Dasein
frente a sí mismo y se revela a sí mismo, la preocupación lo "desapropia", lo
aparta de ser más absoluto y lo pone en presencia de la nada, del desierto humano
de su ser-en-el-mundo, de manera irreparable.123

Michel Henry y la complejidad del mundo de la vida


Michel Henry le recriminó a Heidegger la manera en que utilizó el pensamiento de
Descartes. Para Henry, el filósofo alemán habría distorsionado en Nietzsche II el
significado del cogito al asimilar el cogitare y el percipere, reduciendo lo
representado a un ser disponible frente a uno mismo. Esta reducción habría
permitido a Heidegger continuar su argumento sobre el camino de la metafísica hacia
la primacía absoluta de la Subjetividad.124

Hans-Georg Gadamer

Gadamer fue uno de los máximos exponentes de la filosofía hermenéutica.


Hans-Georg Gadamer fue un filósofo célebre, discípulo y amigo personal de
Heidegger. En Los caminos de Heidegger ofrece un testimonio excepcional sobre el
pensamiento de su maestro, así como un diálogo con el mismo lleno de dudas y con
confrontaciones de alto nivel.

Paul Ricoeur
Paul Ricoeur, basándose en la obra de Spinoza, afirmó que la filosofía es una
meditación de la vida y no de la muerte, como sostenía Heidegger. Este habría
tomado un camino erróneo al situar al Dasein en una proyección determinada por el
horizonte de la finitud.125
Pierre Bourdieu
En 1975, el sociólogo francés Pierre Bourdieu realizó un ataque contra Ser y tiempo
basándose en un análisis léxico de la obra.126

Notoriedad e influencia
A propósito de Heidegger, Gadamer hablará de una sucesión de pensamientos y caminos
nuevos, ejerciendo una influencia "sofocante" sobre la filosofía europea del siglo
XX.127 Además, entre el alumnado de Martin Heidegger se incluyeron personalidades
tan relevantes en la filosofía como Hannah Arendt, Leo Strauss, Emmanuel Levinas,
Jean Wahl, Hans Jonas, Herbert Marcuse, Max Horkheimer, Oscar Becker, Walter
Biemel, Karl Löwith, Hans-Georg Gadamer, Eugen Fink, Jan Patočka o Peter
Sloterdijk.

Ha sido ampliamente reconocida la importancia que tuvo Heidegger en corrientes como


la Fenomenología o la Filosofía posmoderna. Numerosos filósofos y filósofas de
renombre en Europa recibieron la influencia del pensamiento y la obra de Heidegger.
En Italia es el caso de Giorgio Agamben, Gianni Vattimo, Massimo Cacciari y Ernesto
Grassi entre otros. En Alemania, Ernst Tugendhat y Peter Sloterdijk; en España se
encuentran José Ortega y Gasset, Xavier Zubiri et Julián Marías; en Grecia Kostas
Axelos; en Rumanía Alexandru Dragomir. En los Estados Unidos y Canadá son
igualmente numerosos los pensadores que, como Stanley Cavell, Richard Rorty o
Charles Taylor, se han referido a Heidegger y han reconocido su influencia.
Emmanuel Lévinas hablaba en este sentido de que todo investigador contemporáneo
tiene con Heidegger "una deuda que se le reconoce, en muchas ocasiones, a
disgusto".128 En otro sentido, la "presencia permanente de Heidegger en la
filosofía contemporánea es", para Rodríguez García, "uno de los rasgos más
admirables y enigmáticos de su figura".129

La recepción de la obra heideggeriana en la Filosofía analítica ha sido, sin


embargo, diferente. Los contemporáneos analíticos de Heidegger consideraron que
tanto el contenido como el estilo de Ser y tiempo como la peor manera de hacer
filosofía.nota 14 No obstante, también hubo algunos filósofos analíticos que
mostraron una opinión favorable acerca de Heidegger. Es el caso de Gilbert Ryle,
quien afirmó que

se muestra como un pensador de importancia real por la inmensa sutileza y búsqueda


de su examen de conciencia, por la audacia y originalidad de sus métodos y
conclusiones, y por la energía [···] con la que trata de pensar detrás de las
categorías de valores de la filosofía y la psicología ortodoxas
—Gilbert Ryle131
Por otro lado, algunos de los grandes nombres de esta corriente han sido
influenciados por Heidegger, como por ejemplo Richard Rorty.

Influencia de Heidegger en España y Latinoamérica


La primera traducción al castellano de Ser y tiempo fue llevada a cabo por José
Gaos en 1951 mientras residía en México.132 Esta traducción destacó, aparte de por
ser la segunda a otro idioma después del japonés, por ser "incluso demasiado fiel"
al texto original.133 Una segunda traducción al castellano fue llevada a cabo por
Jorge Rivera en 1997, con el propósito de hacer más comprensible el complicado
lenguaje de Heidegger.133

Ortega y Gasset.
Los ambientes filosóficos latinoamericanos mostraron un mayor entusiasmo que sus
homólogos europeos respecto a la obra de Heidegger. Tras la Guerra civil española y
el consiguiente exilio republicano, la influencia se volvió más fuerte por la
llegada a Latinoamérica de filósofos como José Gaos, Ferrater Mora, García Bacca y
García Morente. Estos a su vez habían recibido la influencia de Ortega y Gasset y
la tarea divulgadora de la Revista de Occidente. Esto permitió una mayor difusión
de la fenomenología y la filosofía alemana en países como México, Argentina o
Venezuela.134

A las traducciones e influencias de los exiliados, pudieron sumarse las de jóvenes


hispanoamericanos que pudieron asistir a los cursos de Heidegger en Alemania. Entre
estos se produjeron principalmente dos lecturas de la obra del filósofo alemán. La
primera de ellas era la lectura existencialista, pregnante entre Carlos Astrada,
José Salas Subirat, Leopoldo Zea o Humberto Piñera Llera. Un segundo tipo de
lectura estaba constituida por un mayor eclecticismo, aceptando algunas ideas y
rechazando otras. Esto derivó en dos vertientes, entre quienes tomaron a Heidegger
para "reelaborar un pensamiento católico", como Wagner de Reyna u Oswaldo Robles; y
quienes quisieron comenzar una filosofía del "ser latinoamericano", como Samuel
Ramos o José Romano Muñoz.135

También existió cierto rechazo a las ideas del filósofo alemán. Parte de este
rechazo se sustentó en la actitud política de Heidegger durante los años 30. Este
rechazo se plasmó en trabajos como los de José Vasconcelos o Víctor Farías. También
se produjo cierto rechazo a partir de argumentos filosóficos de corte neokantiano,
presentes en filósofos como Francisco Romero, Francisco Larroyo o Antonio Gómez
Robledo.136

Por otro lado, a su llegada y recepción en España, la obra de Heidegger encontró


una crítica feroz entre los filósofos de corte marxista, sobre todo a través de la
figura de Manuel Sacristán. Este dedicó una tesis doctoral a la crítica de
Heidegger, considerando al filósofo de Messkirch y su obra como sendos ataques al
racionalismo.137 En paralelo en la filosofía latinoamericana, a partir de los años
50 el efecto de la Revolución cubana se hizo notar con el auge del marxismo. Este
pregnó aquí sobre todo en la llamada Filosofía de la Liberación que, en general y
junto con el neomarxismo, rechazó las filosofías de Heidegger y el joven Sartre
como filosofías burguesas. No obstante, esta tendencia fue declinando
posteriormente.138

Influencia de Heidegger en Francia


En 1937 se produce la primera traducción al francés de una obra de Heidegger,
cuando Henry Corbin tradujo Was ist das Metaphysik? (del alemán, ¿qué es la
metafísica?). Sin embargo, ya en 1930 Lévinas había contribuido a introducir la
Fenomenología en Francia al traducir las Meditaciones cartesianas de Husserl y, por
su parte, Sartre contribuyó a dar a conocer también a Heidegger con la publicación
en 1943 de El ser y la nada.139 Francia ha sido además el lugar donde más ha
pregnado el pensamiento de Heidegger.nota 15 En este sentido, Lévinas atribuye a la
obra de Henri Bergson el mérito de haber preparado el ambiente intelectual francés
para la recepción de la fenomenología heideggeriana.141

Heidegger fue especialmente influyente en la Filosofía posmoderna y, dentro de


ella, en Jacques Derrida.
No obstante, el primero en mencionar en Francia la importancia de Ser y tiempo fue
Georges Gurvitch, en un curso que dio en la Facultad de Letras de París. A pesar de
ello, no fue hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando empezó a mostrarse
con toda su influencia. Desde esta época, Heidegger se convirtió en un pensador al
que se refirieron muchos pensadores y pensadoras desde distintas corrientes o
disciplinas:

desde la perspectiva fenomenológica y las filosofía de la existencia: Jean-Paul


Sartre, Maurice Merleau-Ponty, Alexandre Kojève, Paul Ricœur, Emmanuel Levinas,
Michel Henry, Jean-Luc Marion y Claude Romano;
en la perspectiva de la deconstrucción de la metafísica: Jacques Derrida, Jean-Luc
Nancy, Philippe Lacoue-Labarthe y Gérard Granel;
en el contexto de los estudios aristotélicos: Pierre Aubenque, Rémi Brague y Jean-
François Courtine;
en los estudios acerca de Platón: Jean-François Mattéi;
desde el estructuralismo: Foucault y Althusser;
en Psicoanálisis: Jacques Lacan;
en el ámbito de la Literatura: Maurice Blanchot, Georges Bataille, Maurice Clavel,
Roger Munier, Michel Deguy o René Char;
en Antropología: Albert Piette y Remo Guidieri;
en Teología: Emmanuel Falque.
Influencia de Heidegger en Japón
En Japón la obra de Heidegger era ya conocida en 1924, cuando se realizan los
primeros comentarios acerca de sus trabajos. Muchos estudiantes de Kitarō Nishida y
de la Escuela de Kioto acudieron en esta época a Alemania para formarse, llegando a
conocer así la Fenomenología, ya sea trabajando con Husserl o directamente con
Heidegger. Este fue el caso de Tokuryu Yamanouchi, que en 1921 tras volver a Japón
fue el primero en introducir el concepto de fenomenología en su país. Hajime
Tanabe, por su parte, llegó a Alemania en 1922 y, tras haber trabajado con Alois
Riehl, se unió a Husserl en Friburgo y allí conoció a Heidegger, a quien consideró
hasta el final de su vida como el mayor filósofo desde Hegel. Kiyoshi Miki, quién
también acudió al país germánico en 1922, investigó primero junto a Heinrich
Rickert y se trasladó a Marburgo en 1924. Allí compartió numerosas conversaciones
con Heidegger. El primer libro de Hiyoshi Miki, publicado en Japón un año antes que
Ser y tiempo, ya contiene muchas nociones de la idea del Dasein y de los análisis
de Heidegger del ser-para-la-muerte. Otro de los filósofos japoneses influidos por
los trabajos y los diálogos con Heidegger es Keiji Nishitani.

Entre los japoneses que han estudiado de cerca la obra del filósofo de Messkirch se
encuentra Tetsurō Watsuji, quien en 1930 publicó una crítica del Dasein en la que
reprochaba a Heidegger haber considerado solo el tiempo, dejando de lado el
espacio. Puede explicarse la receptividad de la filosofía japonesa a la obra de
Heidegger debido a que este último siempre se mostró abierto a modelos de
pensamiento distintos de los de la filosofía occidental, que consideraba
eurocéntrica.142

Recepción en los Estados Unidos


Eran numerosos los estudiantes norteamericanos que durante los años 30 acudían a
los cursos de Heidegger. Estos fueron los primeros en expandir su pensamiento hacia
los Estados Unidos, pero también los primeros en mantener una mirada crítica. Esta
tibia recepción se vio, por su parte, reflejada en la postura crítica de Heidegger
contra los Estados Unidos y el americanismo, a quienes les atribuía algunos de los
peores aspectos de la Modernidad.143

La primera traducción al inglés de Ser y tiempo data de 1962. En su guía de lectura


del libro, William Blattner sostiene que los primeros lectores anglófonos
descubrieron a Heidegger tras la Segunda Guerra Mundial a través de la lectura de
Sartre, cuando era fuerte en su obra la influencia de Ser y tiempo; solo mucho más
tarde harían una lectura autónoma de este libro, lo que llevaría a los lectores
estadounidenses a analizar el contenido de Ser y tiempo de forma diferente.144

Recepción en el mundo árabe e islámico


La recepción de Heidegger se manifiesta en la obra de varios filósofos, teólogos e
historiadores de la filosofía y el arte del mundo árabe-musulmán desde el siglo XX.
Es el caso de, entre otros, Charles Malik, Abdurrahman Badawi, Ahmad Fardid, así
como Fethi Meskini, Ismail El Mossadeq, Reza Davari Ardakani o Nader El-Bizri. La
presencia del pensamiento heideggeriano en los movimientos filosóficos islámicos y
árabes abre nuevas trayectorias de su influencia en tradiciones distintas a la de
la filosofía europea. En el pensamiento filosófico del mundo árabe e islámico, han
llamado la atención los debates filosóficos que Heidegger plantea en torno a la
existencia, la divinidad, la hermenéutica, la crítica de la metafísica y sus
reflexiones en torno a la cuestión de la técnica.145
Heidegger y el nazismo
Artículo principal: Heidegger y el nazismo

La filósofa alemana Hannah Arendt.


Heidegger fue miembro del Partido nazi entre 1933 y 1944, aunque al cabo de apenas
unos meses se retiró de toda actividad política.146 El grado de implicación de
Heidegger en el Tercer Reich y la influencia de las teorías nazis en su pensamiento
fueron objeto de numerosos debates y polémicas. Estos marcaron la importancia
atribuida al pensador alemán dentro de la Filosofía. Por otro lado, entre los
especialistas, la relación de Heidegger con el nazismo ha sido un tema de discusión
en el cual no existe el consenso. Se formaron dos grupos opuestos en estos debates:

sus defensores: Hannah Arendt, Walter Biemel, Otto Pöggeler, Jan Patočka, Jean
Beaufret, Marcel Conche, Jean-Luc Nancy, Julian Young, Jean-Claude Gens, Silvio
Vietta, François Fédier o Pascal David;
sus detractores:Jürgen Habermas, Theodor W. Adorno, Hans Jonas, Karl Löwith, Michel
Onfray, Pierre Bourdieu, Maurice Blanchot, Emmanuel Levinas, Richard Rorty, Luc
Ferry, Alain Renaut, Víctor Farías, Emmanuel Faye, Dionys Mascolo, Jacques Derrida,
Jean-François Lyotard, Philippe Lacoue-Labarthe, Walter Benjamin, Mehdi Belhaj
Kacem o François Guéry.
También ha habido historiadores que, sin querer atacarlo o defenderlo directamente,
han estado interesados en la relación de Heidegger con el nazismo. Es el caso de
Raul Hilberg,147 Hugo Ott,148 Bernd Martin,149 Domenico Losurdo150 o Guillaume
Payen.151 Para este último, "el mayor problema historiográfico" no es si Heidegger
era nazi, sino más bien qué es aquello que el nazismo de este filósofo nos permite
entender sobre el nazismo en general. Heidegger es interesante para estudiar la
fuerza de adhesión del NSDAP y sus resortes, partiendo de una aparente paradoja:
¿por qué un filósofo tan sutil y exigente fue subyugado por un movimiento populista
y anti-intelectualista que no se dirigía a sus semejantes sino a los plebeyos
intelectuales?152

Heidegger, en una carta citada por Derrida, trató de explicar su postura:

Creía que Hitler, después de asumir la responsabilidad de todo el pueblo en 1933,


se atrevería a romper con el Partido y su doctrina, y que todo se reuniría en el
campo de la renovación y de la responsabilidad de Occidente. Esta convicción fue un
error del que me percaté con los eventos del 30 de junio de 1934. En 1933 yo había
intervenido para decir sí a lo nacional y social (y no al nacionalismo) y no a los
fundamentos intelectuales y metafísicos en los que se basaba la biología de la
doctrina del Partido, porque lo social y lo nacional, tal como yo los veía, no
estaban esencialmente ligados a una ideología biologicista y racista.
—Heideggernota 16
En 2005 se publica el ensayo de Emmanuel Faye Heidegger: la introducción del
nazismo en la filosofía, donde pretende abrir nuevas perspectivas de investigación
que permitan cuestionar las explicaciones de Heidegger sobre su implicación
política. Faye utiliza numerosos extractos de sus seminarios inéditos entre 1933 y
1935 para intentar demostrar el nazismo de Heidegger. Este trabajo generó una
intensa polémica y numerosos artículos de respuesta. Para Faye, la visión humanista
y existencialista de Heidegger habría contribuido a enmascarar la ideología
política de Heidegger que, de manera críptica, estaría impregnando toda su
filosofía.146

Por su parte, los defensores de Heidegger denunciaron estos análisis como


interpretaciones erróneas y sesgadas de su filosofía, que habría llegado incluso a
constituir una forma de "resistencia espiritual" al nazismo.153

Debate sobre el antisemitismo en los Cuadernos negros


Artículo principal: Cuadernos negros
En 2014 comenzaron a publicarse los cuadernos privados de Heidegger, llamados
colectivamente Cuadernos negros. Bajo este nombre, elegido por el propio filósofo,
se conoce a un conjunto de treinta y cuatro cuarnos manuscritos con cubierta de
tela negra que contienen diversos textos escritos aproximadamente entre 1931 y
1976. Esta publicación permitió arrojar nueva luz acerca del llamado "antisemitismo
de Heidegger" y su relación con el nazismo. Según France-Lanord, esta colección de
unas 1.200 páginas contiene "una quincena de pasajes [···] en los que son evocados
los judíos y el judaísmo de una manera varias veces chocante, a veces lamentable a
la vista de la persecución que sufrían los judíos en los momentos en que estas
líneas fueron escritas".154

Para Donatella Di Cesare "la novedad en los Cuadernos negros es que el


antisemitismo posee relevancia filosófica y se inscribe en la historia del Ser."155
Del mismo modo, para Juan José Garrido Periñán, desde la publicación de los
cuadernos se hace "imposible pensar a Heidegger como alguien ajeno al nazismo y la
ideología antisemita".156 Para Santiago Navajas, en "los Cuadernos negros, [se]
decanta finalmente la balanza del lado de los que argumentaban que lo peor del
nazismo estaba en el núcleo de la filosofía de Heidegger",157 agregando que además
existe una "dimensión antisemita" en la metafísica alemana.158

Para la académica alemana Sidonie Kellerer:


Los pasajes explícitamente racistas de los Cuadernos negros de Heidegger se
presentan como descuidos en el interior de un discurso totalmente codificado, pero
que sin embargo son susceptibles de ser comprendidos a la luz del contexto
historico. En este sentido, un punto de vista que atienda al contexto histórico en
su vertiente cultural e ideológica, pone de manifiesto hasta qué punto es
insostenible la tesis según la cual Heidegger se habría distanciado paulatinamente
del nacionalsocialismo.159
Sidonie Kellerer, 2014
En estos pasajes, el judaísmo (Judentum) es caracterizado por "un don
particularmente acentuado para el cálculo", así como por la "ausencia de suelo"
(Bodenlosigkeit). Peter Trawny, editor de los Cuadernos, ve estas observaciones
como "un tipo de antisemitismo" al que Heidegger da "una interpretación filosófica
terriblemente avanzada", con el judío apareciendo como "el sujeto calculador, sin
mundo, dominado por la maquinación".160.

Dos en concreto son las frases que han sido utilizadas para señalar la postura
antisemita de Heidegger. Extraídas de la traducción al inglés, son las
siguientes:161

“One of the most secret forms of the gigantic, and perhaps the oldest, is the
tenacious skillfulness in calculating, hustling, and intermingling through which
the worldlessness of Jewry is grounded” “To appropriate ‘culture’ as a means of
power and thus to assert oneself and affect a superiority is at bottom Jewish
behavior. What follows from this for cultural politics as such?”nota 17
Sin embargo, el traductor del texto al inglés, Richard Polt, mencionó que la
traducción de dichas frases es muy ambigua y que no hay que tomarlas, por lo tanto,
como "palabra sagrada", pues es complicado determinar lo que quieran decir. Por su
parte, el filósofo francés Jean Baudrillard, afirmó que es improbable que nadie
llegue nunca a tener claro qué quiso decir Heidegger.161

Contra la lectura de Trawny, François Fédier responde que "se equivoca al


considerar el análisis de Heidegger como antisemita", así como que Heidegger solo
vería al judaísmo "como la primera víctima". Según Fédier, lo que se hace pasar
como "declaraciones antisemitas" de Heidegger ni siquiera tratarían sobre los
judíos. Más bien servirían de denuncia encubierta de la ideología nazi.162

Hadrien France-Lanord cree que en otros pasajes de los mismos Cuadernos negros
Heidegger "condena sin equívoco el antisemitismo", que a su vez considera "estúpido
y reprobable". No obstante, también tiene en cuenta que "los antiguos prejuicios
antisemitas se mezclan en los Cuadernos negros con una escasez de pensamiento y
deben ser cuestionados; pero no pueden, sin una deshonestidad indecente,
transformarse en lo que no son: declaraciones discriminatorias por motivos
raciales".154 Según Étienne Pinat, la descontextualización de estos pasajes abre un
debate entre la negación absoluta del antisemitismo de Heidegger y la reducción de
su pensamiento a dicho antisemitismo, posturas en las que se encontrarían
respectivamente François Fédier y Emmanuel Faye. Ante esto, podría evitarse el
maniqueísmo que no suponga que toda la historia del ser sea antisemita como tal, en
busca de un camino intermedio entre ambas posturas.163

Véase también
Ver el portal sobre Filosofía Portal:Filosofía. Contenido relacionado con
Filosofía.
Bibliografía heideggeriana
Notas
Aunque nunca citó a Heidegger, el mismo Foucault declaró poco antes de su muerte
que su lectura había tenido una influencia decisiva para él.11
Lacan se interesó por Heidegger. Los dos se habían encontrado ya antes en Friburgo
junto con Beaufret. Lacan acogió en su casa de campo a Heidegger y a su esposa
Elfriede, así como a Kostas Alexos y al mismo Jean Beaufret.45
Heidegger concebió su programa de comprensión rigurosa de la vida humana tomando
como paradigma a Aristóteles y, más concretamente, su filosofía práctica Siguiendo
este modelo, Heidegger guardó distancias tanto con el irracionalismo de las
filosofías de la vida como con las abstracciones teóricas del neo-kantismo y las
filosofías de los valores.56
Está claro que "su crítica a la teología oficial de la Iglesia católica y romana
de su tiempo le fue obligando a preguntarse [bajo qué condición] era posible una
interpretación adecuada de la fe cristiana o, en otros términos, cómo era posible
defenderse contra la deformación del mensaje cristiano por la filosofía griega".58
En esto Heidegger había sido precedido por Dilthey, historiador y sociólogo "quien
él mismo había tratado de refundar las ciencias del espíritu reconduciendo la
pluralidad de las producciones espirituales hacia la unidad viviente de donde ellas
proceden".63
Marlène Zarader ha considerado estos conceptos de logos, physis y aletheia como
"palabras fundamentales" en la obra de Heidegger. Estas palabras "tienen un doble
estatuto: al mismo tiempo que abren el comienzo, ocultan el origen", de tal manera
que mientras dan un origen a la historia manifiesta del pensamiento, permanecen
ocultos.65
Incluso se ha dicho que "Ser y tiempo es una catedral fenomenológica única que
sigue la estela de sus hermanas góticas, que son la Crítica de la razón pura y la
Fenomenología del espíritu".75
"La metafísica piensa el ente como tal y en su todo a partir de la retirada en sí
del ser y de su verdad".78
Como señalan dos investigadoras, Annie Larivée y Alexandra Leduc, el Dasein no
está primero dentro de sí mismo en una esfera de consideraciones teóricas para
luego caer en el mundo y tener que ponerse al día consigo mismo, sino que siempre
está ya absorto por su preocupación de cualquier tipo.91
Como señala Marlène Zarader, para Heidegger el ser-auténtico que descubre la
angustia se caracteriza como lo que sólo puede ser de sí mismo, solo y aislado (en
alemán, in der Vereinzelung).93
Este tema ocupa un lugar cardinal en el pensamiento heideggeriano de la historia.
Sirve de eje para interpretar el paso de la era dominada por la metafísica a la
época en que esta se desvanece como doctrina a cambio de la realización concreta de
sus principios, a saber, la era de la Técnica.98
El término Gestell no tiene una traducción clara. A veces es traducido como
"dispositivo". Sin embargo, no existe una forma precisa de traducir el concepto.
En Fenomenología, se entiende por actitud natural el punto de vista que se expresa
a través de lo que el ser humano percibe, como lo ve naturalmente, formando
representaciones, juzgando, sintiendo, queriendo.
Rudolf Carnap fue uno de los que más insistió en esta tesis. En concreto, en su
artículo La superación de la metafísica mediante el análisis lógico del
lenguaje.130
La obra considerada de referencia para el estudio de la recepción del pensamiento
de Heidegger en Francia es Heidegger en France de Dominique Janicaud.140
Escrito en una carta dirigida en noviembre de 1945 al rectorado de la Universidad
Albert-Ludwig. Es citada por Jacques Derrida en La main de Heidegger, conferencia
pronunciada en marzo de 1985 en Chicago (Universidad de Loyola); actas en
Deconstrucción y Filosofía, The University of Chicago Press, 1987.
Las traducciones, respectivamente, serían: "Una de las características más ocultas
del gigante, y tal vez la más antigua, es la tenaz habilidad de calcular y empujar
y saltar, fundando así la falta de mundo del judaísmo". Por otro lado, "La
apropiación de la "cultura" como medio de poder y por lo tanto la afirmación de uno
mismo y la pretensión de superioridad es básicamente un modo de vida judío. ¿Qué
significa esto para la política cultural como tal?".
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characterized by a refusal of democracy and parliamentarianism. Although it
dominated the cultural climate of Germany between 1918 and 1933, it was sharply
divided into a multitude of factions. Armin Mohler counted more than 430 groups in
a list that was by no means exhaustive. This current of thought brought together
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