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ALUMNOS:
● CANTERO FRANCO
● FOGLIA ZOE
● MERKT AGUSTINA
4to AÑO
Según la Organización Mundial de la Salud “Las ITS1 son causadas por más
de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes, y se propagan predominantemente por
contacto sexual. Entre los más de 30 agentes patógenos que se sabe se transmiten
por contacto sexual, ocho se han vinculado a la máxima incidencia de
enfermedades. De esas ocho infecciones, cuatro son actualmente curables, a saber,
sífilis, gonorrea, clamidiasis y tricomoniasis. Las otras cuatro, hepatitis B, herpes,
VIH y VPH, son infecciones virales incurables que, no obstante, se pueden mitigar o
atenuar con tratamiento. Muchas ITS, especialmente clamidiasis, gonorrea, hepatitis
B, VIH, VPH, HSV 2 y sífilis, se pueden transmitir también de la madre al niño
durante el embarazo y el parto”.
Una de las ITS que más afecta a la población joven es la Clamidia o
Clamidiasis, una enfermedad de transmisión sexual; provocada por una bacteria,
que lleva el mismo nombre (Chlamydia).
Los primeros informes acerca de la presencia de Chlamydia se deben a las
descripciones sobre la bacteria hechas en China y Egipto hace miles de años, pero
no fue hasta la década de los años 80 que se la reconoció como un agente
patógeno genital responsable de una variedad de síndromes clínicos.
La Chlamydia es una bacteria que se parece a los virus, ya que su
multiplicación es intracelular y su tamaño muy pequeño. Esta bacteria además de
provocar esta infección es la responsable de ocasionar otros cuadros clínicos
importantes como la tracoma ocular, la conjuntivitis ocular o la neumonía.
Esta es una de las ITS más comunes en el mundo occidental, y al la vez la
que menos se diagnostica. Un informe realizado por la OMS2 mostró que hay 127
millones de nuevos casos de clamidia por año. Como grupo de riesgo se considera
a los adolescentes y jóvenes menores de 25 años.
Dicha infección suele venir acompañada de otras enfermedades como la
gonorrea, artritis, herpes genital y en el peor de los casos puede facilitar la infección
del VIH, VPH o cáncer uterino.
La Clamidia se caracteriza por no presentar síntomas en la mayoría de los
casos, pero si estos aparecen pueden ser:
● Hombres: Necesidad urgente de orinar, ardor al orinar, secreciones
por el pene, picazón o ardor dentro del meato urinario e inflamación o
dolor en los testículos.
● Mujeres: Flujo vaginal espeso y amarillento (pus), ardor al orinar,
secreciones por la uretra, manchas o sangrado fuera de la
menstruación, sangrado durante o después de las relaciones sexuales
y dolor en el abdomen o la pelvis.
1
Infección de Transmisión Sexual
2
Organización Mundial de la Salud
● Si el contagio fue por vía anal: Dolor o ardor anales, secreciones por el
ano y dolor al defecar.
● Si el contagio fue por vía oral: Ardor en la boca y lengua, dolor de
garganta y úlceras en la boca.
Hay dos cuadros clínicos que se asocian con esta infección, estos son la
uretritis no gonocócica y la cervico-vaginitis. La primera es una infección de la
uretra, pero no ocasionada por un agente de gonorrea; en cambio el segundo
cuadro hace referencia a la infección e inflamación del útero, el cérvix, la vagina y la
vulva.
Al no presentar en todos los casos síntomas es una enfermedad muy difícil
de detectar. Hay muchas personas que están afectadas por la bacteria pero no lo
saben, porque no se puede averiguar a simple vista si no que se requiere un análisis
clínico específico.
La infección por Clamidia se da a través de las relaciones sexuales ya sea
por vía vaginal, anal u oral; o durante el embarazo, es decir, si la madre se contagia
le puede pasar la infección a su hijo. El contagio ocurre cuando la bacteria realiza
sus ciclos reproductivos, los cuales puede darse por fagocitosis o fisión binaria.
La mejor manera de prevenir el contagio es no tener sexo vaginal, anal u oral
ya que esta se da a partir de las secreciones sexuales como el esperma (semen), el
líquido preeyaculatorio y las secreciones vaginales; en el caso de se den las
relaciones los métodos de prevención son los preservativos (tanto masculinos como
femeninos). En la actualidad no se dispone de una vacuna que evite la transmisión.
Otra forma de prevenir el avance de la enfermedad es realizar
periódicamente visitas al médico de la especialidad.
Luego de la infección se inicia el periodo de incubación que puede durar
entre 7 y 21 días después del contagio.
El diagnóstico de la Clamidia se da mediante pruebas de laboratorio (para las
cuales se necesita una prueba de orina o una citología vaginal) como:
➢ Tinción de muestras de exudado
➢ Cultivo celular (solo se puede realizar en laboratorios de alta
complejidad)
➢ Prueba ELISA (ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas)
➢ Ensayos de hibridación de ADN
➢ Ensayos de ampliación de material genético, como las pruebas PCR
(reacción en cadena de polimerasa) o LCR (reacción en cadena de
ligasa).