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El CAMINO DEL OBJETIVO - MATEO CABRALES SANTOS

Nadie nos asegura el resultado de nuestras acciones, nadie asegura que


realmente todo lo que perseguimos nos haga felices, tenemos suficientes razones
para levantarnos todos los días de nuestra cama, tenemos siempre una
responsabilidad, contamos con un derecho y por esta razón debemos cumplir con
nuestro deber.
Todos cuentan con un sueño que los inspira a tener ciertos comportamientos,
como tratar bien a mi jefe para que, en un futuro, me tengan en cuenta para un
posible asenso laboral. Existe un constante recordatorio invisible que suena en
nuestra cabeza “Pórtate bien”. Pero ¿Si un día despertamos y ya no hay nada que
perseguir? ¿Seguirá existiendo esa necesidad de cumplir con un buen
comportamiento?
Nuestro comportamiento frente a las demás personas nunca es nuestro
comportamiento real, tampoco es una máscara, pero no es nuestra versión
original, esto no es malo, en la mayoría de las ocasiones brindamos a las demás
personas una versión “Agradable” de nosotros, incluso la sociedad no ha impuesto
un tipo de normas para interactuar con los demás, siendo estos el saludo formal,
dar la mano, mirar a los ojos, entre otros, estos comportamientos se interpretaran
como gestos de buena educación, incluso si no deseas hacerlo, por alguna
indiferencia con una persona, debes hacerlo para no ser un “Mal educado”, esto
puede dar lugar a la hipocresía, pero el verdadero propósito de estos
comportamientos es generar buenos hábitos en la sociedad, son comportamientos
universales.
Si un día todos estos comportamientos dejan de ser necesarios ¿Qué sería del ser
humano? Adela Cortina afirma que todas las personas estamos forjando un
carácter y “Nos vemos obligados a tomar decisiones y nos generan una
predisposición a volver a elegir en el mismo sentido” esto indica que, si decido
respetar, estoy generando la predisposición de ser respetuoso, siempre hay un
antes de toda acción, una persona no es feliz por el resultado solamente sino
también por su predisposición al resultado y evidentemente, siempre hay un
después de toda acción, interpretada como una consecuencia.
En esta consecuencia se define un punto importante, la consecuencia de una
acción no va a generar la misma emoción en todas las personas, una
consecuencia podrá generar placer en una persona, pero sufrimiento en otros
miles de personas, así como la felicidad de miles puede estar definida en el dolor
de solo uno. Las corrientes éticas nos ayudan a identificar las posiciones y las
diferentes interpretaciones de los individuos. El hedonismo nos guía al placer,
todos los seres humanos encuentran placer, no en lo mismo, pero si es un
sentimiento que se comparte. También el eudemonismo nos ayuda a conocer la
felicidad por medio de las virtudes, con esto también nos ayuda Adela cortina, al
recordarnos que “Virtud significa: excelente en prudencia” ahí está la clave del
placer, no exceder los límites de cada acción. El placer perderá su impacto si se
convierte en un vicio.
El ser humano no es nada sin la ética, sin convivir, sin tratar con el otro y sin los
comportamientos que ha impuesto la sociedad. Esta temporada de cuarentena
que hemos tomado por medidas preventivas gracias al Covid-19 nos ha
demostrado que las personas necesitan de las personas. El ingeniero necesita del
obrero, el obrero necesita. Esto es lo que realmente nos hace humanos “La
capacidad de cooperar” (Cortina, 2015) solo el ser humano busca ayuda de otro
hombre para cumplir sus objetivos, el ser humano solo no existe y por más
individualista que se muestre un hombre, por más que intente demostrar que
puede vivir con su propia carne, necesitará de la presencia de más hombres para
corroborar. El hombre dice que está solo porque no está con hombres, el animal
nunca se reconoce en soledad, considero que solo el hombre tiene esta
capacidad.
La ética siempre va a definir qué queremos hacer y hacia dónde queremos ir, eso
nos llevará a tomar decisiones, a generar juicios de valor y posteriormente a tomar
acciones, que tendrán consecuencias y generarán una emoción.
Si logramos entender esto trabajaremos por un bien común, una conducta
utilitarista, que se verá reflejada en la educación ya que la tarea central de la
educación es formar mejores ciudadanos. Es fácil de lograr si mejoramos los
presupuestos y si fortalecemos la autonomía y el trabajo con las familias.
La ética es el camino para alcanzar todos los objetivos que la sociedad se
proponga.

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