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Fusiones y adquisiciones de HP y COMPAQ

HP & Compaq. El reto de la fusión


Con el anuncio oficial de la fusión, se abre un capítulo nuevo en la industria de
los computadores. La nueva empresa enfrenta un reto enorme para asumir el
liderazgo que justificaría la operación.

Pocas veces en la historia , un intento de fusión ha encontrado tantos


obstáculos como los que han enfrentado Hewlett Packard y Compaq
en los últimos ocho meses, desde cuando se anunció la operación. El
escepticismo que se generó en torno a este proceso les costó a
Carleton Fiorina y Michael Capellas, presidentes de las dos empresas,
largas horas de presentaciones y charlas hasta convencer a los
inversionistas de aprobarla. Así, el pasado 7 de mayo se lanzó
oficialmente la nueva Hewlett Packard, una empresa global con
ingresos de US$87.000 millones, presencia en cerca de 160 países y
casi 145.000 empleados, que se convierte en líder mundial en
tecnología de información, productos, servicios y soluciones para las
organizaciones.

El reto para Hewlett Packard apenas empieza y la pregunta ahora es


si esta nueva empresa, que pretende aprovechar las ventajas de cada
una de las compañías fusionadas generando sinergias y asumiendo
una posición de liderazgo, superará un mercado a la baja y con fuertes
competidores. Algunos tienen razones de sobra para creer en el éxito
de la fusión. Otros, por su parte, opinan que este puede ser un error
más que se suma a la lista de fracasos en procesos similares, pues no
hay claridad respecto al mercado que enfrenta la nueva empresa. 

¿De débil a fuerte?

Una de las mayores críticas en torno a la fusión es el hecho de que


tanto Hewlett Packard como Compaq vienen de una etapa difícil en el
negocio, producto de la crisis que ha vivido el sector de tecnología en
los últimos años. Sus ingresos se han visto muy afectados y el precio
de las acciones ha tendido a la baja. Esto pone en duda el
comportamiento de la nueva empresa y muchos afirman que la fusión
puede llevarla al abismo pues, como afirmó un analista, "es como si
dos piedras se unieran en el mar para tratar de salir a flote". Además,
la experiencia en materia de fusiones en la industria no ha sido la
mejor. Basta recordar la adquisición de Apollo por parte de HP y la de
Digital Equipment y Tandem por parte de Compaq, con cuantiosas
inversiones pero sin ventajas significativas. 

La situación, entonces, es complicada. Sin embargo, los voceros de la


nueva empresa dicen no tener miedo. Por el contrario, como afirma
Carleton Fiorina, presidente del consejo de administración y directora
general de la nueva HP, sus esperanzas recaen en "una nueva HP
mucho más eficiente que se concentrará en atender las necesidades
de una base de consumidores en expansión que busca hacer
negocios con menos y más grandes proveedores con la capacidad de
ofrecer un amplio paquete de productos y servicios". 

La consolidación de la industria es un fenómeno natural por medio del


cual se gana eficiencia en acceso a mercados, manejo de las cadenas
de valor y optimización. En ese sentido, la unión de HP y Compaq es
benéfica pues buscará ganancias en algunas de estas eficiencias. De
hecho, la compañía ya ha anunciado que cerca del 20% del costo de
los productos de Compaq estaba directamente relacionado con
logística, un área que puede volverse más eficiente luego de la fusión.
Las empresas estiman que con la fusión ahorrarán cerca de US$2.500
millones anuales a partir del año 2004. 

Además, el hecho de transformarse en un gigante de la industria


convierte a HP en un socio más atractivo. Una empresa de ese
tamaño es un cliente esencial y un socio estratégico para los
proveedores de componentes, productos y servicios relacionados. Así,
su poder de negociación mejora considerablemente por lo cual puede
aprovechar las ventajas de acceder a precios más bajos y más y
mejores servicios, entre otros. 

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