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INTEGRANTES:
2019 – II
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
2.3.3. Semejanza.......................................................................................................19
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2.4. ¿CÓMO ES EL PROCESO DE DESARROLLO DE LAS RELACIONES
INTERPERSONALES?....................................................................................................20
2.5.1. Reciprocidad...................................................................................................20
2.5.2. Proximidad......................................................................................................21
2.5.3. Semejanza.......................................................................................................21
3. ¿QUÉ ES LA AGRESIVIDAD?...................................................................................23
3.6. EL MOBBING...........................................................................................................30
3.7. EL BULLYING.........................................................................................................32
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
¿Por qué las personas siempre buscan pertenecer a un grupo?, ¿Qué es lo que pasa
cuándo una persona no es aceptada dentro de un grupo social?, ¿Qué necesita una persona
para ser aceptada?, ¿Qué hace que las personas reaccionen agresivamente? Son preguntas
que la mayoría de personas se ha cuestionado alguna vez en su vida.
Entre otros aspectos, la agresividad puede ser un factor decisivo en las relaciones
sociales, y afectará tanto al grupo donde pertenezca el individuo agresor (influencia
individuo-grupo) como a otros grupos (influencia grupo-grupo).
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CAPÍTULO I: NATURALEZA DE LOS GRUPOS
Los grupos, Para Steers (1991) son el conjunto de individuos que interactuarán entre sí
con algo que los identifique como unidad; a pesar de que específicamente puedan tener
pequeñas particularidades.
Por otro lado, Raven y Rubin (1983) incluyen a la influencia como elemento principal a
la hora de hablar de un grupo; explican que tanto como una persona puede influir en otras,
también puede ser influida por otros. Así mismo, estos autores conciben a los grupos como
una molécula social; haciendo énfasis en esta comparación, Raven y Rubin explican el
vínculo necesario entre los individuos del grupo como su estructura social, lo mismo que
pasaría dentro de una molécula con sus átomos. En ese sentido, plantean las 5 dimensiones
de estructura social: evaluación, interdependencia, comunicación, roles y la influencia; las
cuales permiten analizar la organización y función de casi cualquier grupo.
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1) los individuos deben interactuar entre sí, ya sea directa o indirectamente;
2) ellos deben ser interdependientes en alguna forma, lo que suceda a uno debe afectar
lo que suceda a los otros;
3) su relación debe ser relativamente estable, debe persistir por períodos significativos;
4) los individuos deben compartir al menos algunas metas que todos intenten lograr;
5) sus interacciones deben estar estructuradas de alguna forma, de modo que, por
ejemplo, cada uno realice las mismas o similares funciones cada vez que se
encuentran;
Los grupos pueden ser clasificados de acuerdo a diversos criterios, tales como
tamaño, objetivos, contexto, grado de formalidad, carácter permanente o transitorio, etc.
Sin embargo, algunas formas de clasificar los grupos han llegado a ser más importantes
porque se relacionan más directamente con el tema de la influencia social, el cómo los
grupos influyen sobre el individuo.
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Hunny, & Osborn, 2005). Están dados dentro de varios grupos formales y
equipos en relaciones interpersonales, por lo que favorecen para agilizar el
trabajo ya que se da por la afinidad de las personas y es más fácil que se
ayuden entre ellas. Dentro de este tipo, existe una sub clasificación:
1.2.1.2.Grupos Secundarios
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relaciones entre los miembros son más formales e impersonales, y la
comunicación es más indirecta, por lo que la unidad del grupo se consigue
por medios simbólicos, como banderas, himnos, insignias, etc. Ejemplos de
grupos secundarios podrían ser asociaciones profesionales, sindicatos, y
organizaciones de diverso tipo (educacionales, laborales, comunitarias, etc.).
Al hablar de grupos relativamente pequeños o relativamente grandes, se
advierte que no es posible trazar una clara demarcación entre ambos tipos de
grupos. En lugar de eso, existiría un continuo que se extiende desde casos
claros de grupos primarios (ejemplo, la familia nuclear) hasta casos claros de
grupos secundarios (ejemplo, todos los estudiantes de una Universidad), con
una zona intermedia donde no es tan claro el carácter de un grupo (ejemplo,
un vecindario "pequeño").
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1.2.2. Grupos de Pertenencia y de Referencia
De acuerdo a Deutsch y Krauss (1970), fue Hyman en 1942 quien utilizó por
primera vez la expresión "grupo de referencia" (aquel grupo que se utiliza como marco
de referencia para ciertos juicios), para distinguirlo del "grupo de pertenencia" (el
grupo al cual alguien pertenece realmente). Más adelante, Kelley distinguió en 1952
(citado en Deutsch y Krauss, 1970) dos tipos de grupos de referencia: normativo y
comparativo. El tipo normativo establece estándares para el individuo, es decir, le sirve
como fuente de valores. El tipo comparativo sirve como estándar de comparación, para
evaluarse a sí mismo y a los demás. Estos dos tipos de grupos de referencia se
distinguen de los grupos de interacción, aquellos que forman parte del ambiente social
del individuo pero no tienen significación normativa o comparativa para él. Por tanto,
un grupo de referencia sería cualquier grupo al cual el individuo se oriente para
comparar, juzgar y decidir acerca de sus opiniones y conductas (Bem, 1977).
Para Newcomb (1964), así como una persona comparte las normas de sus grupos de
pertenencia, puede suceder que también aprenda a utilizar las normas de grupos a los
cuales no pertenece. Si las actitudes de una persona están influidas por un conjunto de
normas que supone compartir con otros individuos, esos individuos constituyen para
ella un grupo de referencia. Los grupos de pertenencia habitualmente funcionan, en
algunos aspectos y en algún grado, como grupos de referencia para sus miembros. Pero
no todos los grupos de referencia son grupos de pertenencia, sino que podemos ser
influidos por las normas de algunos grupos en los que no somos reconocidos como
miembros por los demás.
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con su grupo, "el grupo de pertenencia resistido puede servir como un grupo de
referencia igualmente poderoso, pero a la inversa. Puede decirse que sirve como grupo
de referencia negativo" (p. 272).
Por lo tanto, un grupo de referencia positivo es aquel en el cual una persona está
motivada a ser aceptada y tratada como miembro, mientras que un grupo de referencia
negativo es aquel al cual una persona está motivada a oponerse, o en el cual no quiere
ser tratada como miembro. En otros términos, un grupo de referencia es positivo
cuando sus normas o estándares son adoptados como marco de referencia, y es
negativo cuando sus normas se rechazan en favor de normas contrarias.
Es interesante señalar que un mismo grupo de pertenencia puede actuar como grupo
de referencia positivo y negativo para la misma persona, en distintos aspectos. Así, por
ejemplo, para un adolescente su familia puede servir como grupo de referencia positivo
para algunas actitudes referentes al consumo de ciertos productos, pero actuar como
grupo de referencia negativo en relación al grado de libertad y autonomía que les
concede a los hijos. En el caso de muchas actitudes, en particular aquellas más
intensas, es común que al mismo tiempo que se recibe la influencia de grupos de
referencia negativos (ejemplo, familia), también se está recibiendo la influencia de
grupos de referencia positivos (ejemplo, grupo de pares). Según Newcomb, esto
sucedería con las actitudes de rebeldía adolescente, las cuales estarían basadas tanto en
la resistencia a los padres, como en los deseos de ser como los otros miembros de su
grupo de edad.
1.2.3.1.Grupos de Tarea
Se forman y existen con el propósito explícito de realizar una tarea, la cual
puede ser solucionar un problema, tomar una decisión, elaborar un producto,
o en general revolver algún asunto, y son aquellos grupos más estudiados
tanto en el laboratorio como en contextos naturales (por ejemplo, grupos de
trabajo)
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1.2.3.2.Grupos Experienciales
Se forman con el propósito que los participantes se beneficien de la
experiencia de 123 grupos en sí misma. Los miembros de los grupos
experienciales pueden intentar aprender acerca de los procesos del grupo,
corregir o cambiar algún aspecto personal, o lograr una mayor libertad para
expresar sus emociones. Por lo tanto, y según las principales motivaciones
de los participantes, estos grupos pueden ser clasificados a su vez en tres
tipos: grupos de aprendizaje, grupos terapéuticos y grupos expresivos (Shaw,
1986).
Los grupos se forman cuando las personas perciben o creen que pueden lograr algo en
conjunto más que mediante la acción individual, o cuando ven al grupo como un medio
para satisfacer ciertas necesidades, las cuales pueden ser muy variadas y relacionarse en
distinto grado con las metas oficiales del grupo. Shaw (1977, 1986) señala que las
principales razones por las cuales las personas se unen a un grupo son las siguientes:
4) la persona puede sentirse atraída por las actividades que realiza el grupo;
5) la persona puede unirse a un grupo debido a que lo ve como una posibilidad para
lograr ciertas metas ajenas al grupo mismo (ejemplo, contactos comerciales,
prestigio).
Por su parte, Baron y Byrne (1994) distinguen las siguientes razones principales por las
cuales las personas se integran a grupos:
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1) los grupos ayudan a satisfacer importantes necesidades sociales y psicológicas,
tales como pertenecer y recibir atención y afecto;
2) los grupos ayudan a lograr metas y realizar tareas que no pueden lograrse o
realizarse individualmente;
Respecto al desarrollo del grupo, son muy evidentes los cambios que se producen en
el proceso de interacción, desde que las personas se reúnen por primera vez como grupo,
respecto de un momento posterior en que el grupo ya está funcionando. Al principio se
advierte la existencia de mucha incertidumbre acerca de las actividades, formas de
organización y tipo de relaciones interpersonales. En cambio después de un tiempo se
aprecia mucho menos incertidumbre, las personas se relacionan con mayor seguridad y
fluidez, y es probable que estén trabajando coordinadamente para el logro de una meta.
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a) Formación: al principio existe alguna inseguridad y el grupo se preocupa de
lograr una orientación y organización adecuadas.
Si pensamos que un individuo es una realidad muy compleja, con múltiples facetas,
serán muy evidente los numerosos y variados aspectos posibles de analizar en la interacción
entre diversos individuos en un grupo. Habiendo ya revisado en general aspectos referentes
a la naturaleza, formación y desarrollo de los grupos, procederemos ahora a la
consideración de algunos de esos variados aspectos involucrados en la interacción grupal.
Ya que un grupo puede ser diferenciado en una variedad de dimensiones (estatus, roles,
poder, etc.), es posible concebir varias estructuras de grupo, sin embargo se considera que
los diversos patrones de relaciones entre las diferentes unidades constituyen una estructura
organizacional integrada y unitaria. Por esa razón es común hablar de la estructura de
grupo, para abarcar diversas dimensiones en que se puede analizar la interacción entre los
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individuos que conforman el grupo. A continuación revisaremos brevemente algunas de
esas dimensiones.
De acuerdo a Baron y Byrne (1994), existiría un acuerdo general en que hay cuatro
aspectos esenciales en un grupo, desde el punto de vista de cómo el grupo influye sobre sus
miembros. Esos aspectos son: los roles, los estatus, las normas y la cohesión.
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CAPÍTULO II: ATRACCIÓN INTERPERSONAL
2.1. ¿QUÉ ES LA ATRACCIÓN INTERPERSONAL?
Para Suriá, la atracción interpersonal es la evaluación que hace una persona con
respecto a otra, en un rango que va desde el amor (evaluación positiva) hasta el odio
(evaluación negativa) (Citado en Espinal, 2015).
No obstante, la atracción va más allá que la adopción de una postura hacia una persona,
involucra también: conductas, motivaciones, sentimientos y cogniciones características.
2.2. ¿CUÁLES SON LOS COMPONENTES QUE ESTAN IMPLICADOS
EN EL PROCESO DE LA ATRACCIÓN INTERPERSONAL?
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gustos, aficiones, o cualquier otra cosa para mantener esta consistencia
cognitiva; de manera que al formar el grupo haya una característica que los
distinga como unidad.
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principio psicológico, el “principio de escasez”: la valoración de un estímulo
se incrementa cuando el acceso a él se percibe como difícil.
Las teorías del intercambio social presentan una visión economicista de las
relaciones interpersonales: qué se obtiene y qué se invierte (o se deja de ganar)
en una relación serán factores configuradores de la motivación para establecer o
mantener tal relación. El intercambio y la equidad.
- Nivel de Comparación:
Calidad de los resultados que una persona cree que merece o que
puede conseguir en la vida social.
- Comparación de alternativas:
Calidad y cantidad de las alternativas de relación que una persona
percibe como disponibles.
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atractivo aumentaría, si lo que se percibiera es que no se dispone de mejores
posibilidades de relación.
Investigaciones como las de John Lydon o las de Zick Rubin muestran que
los rasgos no físicos más valorados convencionalmente se agrupan en dos
dimensiones:
2.3.3. Semejanza
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Numerosas investigaciones experimentales y de encuesta (destacando las de
Donn Byrne) han comprobado que la semejanza en actitudes y valores
incrementa la atracción interpersonal. Tres factores lo explican:
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2.5. ¿CUÁLES SON LOS FACTORES QUE FOMENTAN LA
ATRACCIÓN INTERPERSONAL?
H.T. Resis. Propone 3 factores que hacen que dos personas se sientan atraídas por
otras, y son: reciprocidad, Proximidad, semejanza.
2.5.1. Reciprocidad
La teoría del intercambio social, afirma que una persona puede resultar más
atractiva si crees que las recompensas que se derivarán de ese vínculo, son
mayores que los costes y el esfuerzo que implica. Así mismo, le gente
generalmente se siente más atraída hacia personas que piensan bien de ellas y que
les afirman su autoconcepto.
Por otra parte, la teoría del refuerzo señala que existe mayor atracción
personal al reforzar las interacciones sociales de manera positiva principalmente,
pues así será más probable que seas asociado con experiencias agradables,
ocurriendo el fenómeno de percepción de proximidad. Esto ocurre con la
gratitud, por ejemplo, cuando una persona te hace algún presente y envías una
nota de agradecimiento, se fortalece el vínculo y la asociación de ideas positivas
entre ambas partes.
2.5.2. Proximidad
Propone que mientras más cercanía exista entre los individuos es más
probable que haya oportunidad de un encuentro. Las personas que están más
cerca son generalmente más accesibles, pues se tiene más oportunidad de
interaccionar con ellas, en ese sentido es una variable situacional. Dentro de estos
factores, implican aquellos que hacen que estemos cerca de una persona, ya sea
por cuestiones sociales como: el trabajo, la escuela, la cercanía de residencia o el
compartir una afición o interés, por eso: proximidad y semejanza están
íntimamente vinculados.
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La familiaridad puede hacer que incremente la proximidad y así la atracción
interpersonal. La percepción de forma repetida de un estímulo inicialmente
neutral o positivo conduce a una mayor atracción hacia el estímulo. También
sucede cuando compartes ideas o actitudes con otras personas, las puedes
percibir como “más cercanas a ti”
2.5.3. Semejanza
Es cierto que las personas con apariencia física agradable resultan más
atractivas, pues influyen factores socioculturales para establecer estos estándares de
belleza; por lo que lo que es bello para ciertas personas, culturas e incluso épocas,
no lo es para otras. La buena apariencia física se asocia generalmente con la buena
salud y hace que la persona resulte más atractiva.
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CAPITULO III: AGRESIVIDAD
3. ¿QUÉ ES LA AGRESIVIDAD?
La agresividad puede ser definida como la tendencia a atacar a otro con la intención
de causar un daño. Aunque existen muchas otras definiciones, en todas ellas, la intención
de causar daño es la piedra angular de esta emoción. Dos términos íntimamente
relacionados con agresividad son agresión y violencia. La agresión es la conducta y
violencia un subtipo de agresión.
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colectivo), su expresión (física o verbal; impulsiva o premeditada; directa o indirecta), el
tipo de daño que produce (físico o psicológico), la frecuencia con la que ocurre (puntual o
repetida), la duración de sus consecuencias (transitoria o duraderas) o su objetivo (afectivo
o instrumental).
Los investigadores han establecidos dos principales motivos para agredir: causar
daño y obtener un beneficio (p. ej. información, dinero, sexo, seguridad, hacer justicia,
proporcionar una identidad dura o competente). En función de estos dos motivos se han
definido dos tipos de agresiones: la agresión afectiva y la agresión instrumental. Así, en la
agresión afectiva u hostil se agrede con el fin de acusar daño, mientras que en la agresión
instrumental la agresión se produce en el intento de conseguir algo. Ambos tipos de
agresiones no son mutuamente excluyentes.
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agresividad otorgando a ciertas variables un papel predominante en su origen, sin embargo,
ninguna de ellas es capaz de ofrecer una respuesta definitiva.
Posiblemente una de las teorías más conocidas es la teoría del aprendizaje social de
Bandura. Según esta teoría, la imitación, el refuerzo y el castigo juegan papeles destacados
tanto en el aprendizaje como en la manifestación de esta conducta.
Para la teoría del cálculo emocional (Blanchard y Blanchard, 1984) existe unas
reacciones innatas de cólera y miedo que predispone al ataque defensivo u ofensivo según
la evaluación de los costes beneficios derivados de la posible acción. Así, si una situación
genera cólera se agrede si se evalúa que esta es la mejor forma de alcanzar el objetivo; por
el contrario, si se evalúa que los riesgos son muy altos se opta por otra conducta. Por otro
lado, si la situación genera miedo se tiende a huir, pero si esta acción no es posible se opta
por otra acción.
En cierto tipo de situaciones grupales las personas tienen más tendencia a abandonar
las restricciones normales, a perder su sentido de la responsabilidad individual y a
manifestar lo que Festinger, Pepitone y Newcomb (1952) llamaron desindividualización.
Estos autores comprobaron que el proceso se acentuaba cuantas menos restricciones
internas poseía el grupo (Sánchez & Garrido, 2003). Así, en ciertas situaciones, los
individuos se comportan dentro de un grupo como si estuvieran “sumergidos en él”, los
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sujetos pierden el sentido de individualidad; el sujeto se hace indistinguible de su medio
ambiente (los demás miembros del grupo) y, en consecuencia, su conducta se transforma.
Estos resultados impresionaron mucho a los psicólogos. Una de las razones por las
que los resultados aportados por Milgram son tan inquietantes es que son análogos a
muchos hechos de la vida real que implican atrocidades contra víctimas inocentes. ¿Por qué
ocurre esta obediencia destructiva?, ¿por qué los sujetos de este experimento, y muchas
personas en situaciones trágicas fuera del laboratorio, ceden ante esta poderosa forma de
influencia social? Hay varios factores a tener en cuenta.
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Uno de los factores que dan cuenta de tales resultados gira en torno al papel
otorgado a las normas sociales. En este tipo de situaciones suele prevalecer, sobre otras, la
norma de que las personas deben obedecer las órdenes de una autoridad legítima. La
legitimidad la otorga el grupo; éste proporciona a esa persona poder y el derecho a dar
órdenes y, del mismo modo, asigna a sus miembros la responsabilidad de obedecer. La
persona debe aceptar esa autoridad. A partir de este momento, una vez que se empieza a
obedecer, esta obediencia se refuerza a sí misma, siendo habitual que las personas busquen
justificación a su conducta e incluso acaben culpando a la víctima del daño que le infligen.
Otro factor importante es que, en muchos casos, las personas que tienen autoridad
eximen a los que los obedecen de la responsabilidad de sus actos. De hecho, es habitual
escuchar como defensa “sólo estaba siguiendo órdenes”. En situaciones reales este traspaso
de responsabilidad puede ser implícito. En el experimento de Milgram, en cambio, era
explícito. Al principio del mismo se informaba a los participantes que el investigador (la
autoridad) sería el único responsable del bienestar del aprendiz. En base a esto, no
sorprende que muchos de ellos obedeciesen; después de todo, ellos se libraban de la
responsabilidad.
En resumen, son muchos los factores que contribuyen a los altos niveles de
obediencia testificados tanto en estudios de laboratorio como en situaciones de la vida real.
Todas estas presiones forman, conjuntamente, una fuerza poderosa a la que muchos se
sienten incapaces de resistir. Desafortunadamente, las consecuencias de esta importante
forma de influencia social pueden resultar desastrosas para muchas víctimas inocentes e
indefensas. No obstante, el poder que tienen las figuras autoritarias para generar obediencia
es importante pero no irresistible. Bajo condiciones apropiadas se puede rebatir o reducir.
Como en muchos otros aspectos de la vida, hay una alternativa. Evidentemente, resistirse a
seguir las órdenes de la autoridad destructiva puede ser muy peligroso. Los que tienen
poder cuentan con enormes ventajas, pero la historia nos ha mostrado ejemplos de personas
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que a pesar de todo han sido capaces de resistir a la obediencia destructiva de una
autoridad.
¿Realmente tiene esa autoridad mejor posición para juzgar qué es apropiado
y qué no lo es?, ¿qué motivos esconden sus órdenes? ¿qué ganancias hay detrás de esa
orden? Haciéndose estas preguntas, las personas que deberían obedecer pueden encontrar
un punto de apoyo para la independencia más que para la aceptación.
Desde los años 70 varias teorías relacionan la conducta agresiva en la infancia con
los hábitos de crianza de los padres. Entre las variables más estudiadas están el rechazo, la
falta de apoyo y afecto, el uso del castigo como mecanismo para controlar la conducta del
niño, la falta de supervisión y comunicación, una disciplina inconsistente y la exposición a
conductas violentas. Siguiendo esta línea, se han establecido como aspectos positivos para
prevenir la agresividad: la existencia de una normativa clara y ajustada, la supervisión de
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las tareas de los hijos, la implicación de todos los miembros de la unidad familiar en las
distintas tareas de crianza con el fin de favorecer la compatibilidad con el desempeño
laboral de ambos progenitores, la comunicación afectiva cálida, la educación en el control
de la hostilidad tanto de los padres como de los niños, así como el desarrollo y fomento de
determinadas habilidades como: la empatía, la conducta prosocial, la autoeficacia social y
la responsabilidad.
Tratamientos quirúrgicos.
Tratamiento farmacológico. Los fármacos más empleados para controlar la
agresividad son los anticonvulsionantes, el litio, los neurolépticos, los tranquilizantes
menores y los psicoestimulantes.
Tratamiento psicológico: La extinción de conductas agresivas y el
reforzamiento de conductas que no son compatibles con la agresión son las estrategias más
empleadas.
3.6. EL MOBBING
El etólogo Konrad Lorenz utilizó el verbo ingles to mob (atacar en grupo) para
describir un comportamiento que aparecía en algunas especies (como pequeños pájaros)
que con el fin de matar o ahuyentar a un agresor mayor (por ejemplo, un ave rapaz) se unen
para hostigarle. En 1990, en el Congreso sobre higiene y seguridad en el trabajo, Heinz
Leymann, basándose en los estudios de etología, acuñó este término y lo aplicó al mundo
laboral.
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quemado, acoso sexual, acoso inmobiliario, bullyng o acoso escolar o malas relaciones
personales. Los elementos definitorios de mobbing son:
Carácter intenso.
Prolongación en el tiempo.
Finalidad dañosa.
Existen varios modelos que intentan dar una explicación del mobbing, todos ellos
contribuyen al conocimiento de este fenómeno, aunque cada uno atribuye a ciertas
variables un papel predominante en su desarrollo. Así el modelo psicopatológico a tribuye
como causa principal los perfiles personales, el modelo psicosocial a las dinámicas de
violencia grupal y el modelo sociolaboral a la existencia de riesgos laborales.
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el trabajo, grandes valores éticos, popularidad, brillantez en el trabajo, éxito en su vida
afectiva; mientras que para otros se caracteriza por características personales negativas
como: su gran dependencia psicológica que les conduce a no romper la relación con sus
agresores, dificultades en la previsión de consecuencias, tendencia a evitar conflictos, alta
reactividad emocional o desde una perspectiva más clínica un trastorno reactivo. Por otro
lado, el perfil del acosador se caracteriza por personalidad paranoide, psicopática o
narcisista, necesidad de control que les lleva a deshumanizar a los empleados, la
mediocridad y la envidia maligna con respecto a sus compañeros o subordinados.
Por último, para el modelo sociolaboral el elemento fundamental son los factores de
riesgo psicosociales asociados a la organización del trabajo (por ejemplo, falta de control,
influencia, claridad del rol, inseguridad, altos conflictos del rol, reestructuraciones,
elevados niveles de estrés, malas relaciones personales) estos factores actúan como caldo
de cultivo en la aparición del mobbing.
3.7. EL BULLYING
En Noruega en el año 1983 Dan Olweus llevo a cabo el primer estudio longitudinal
sobre acoso escolar. Desde entonces varios estudios llevados a cabo en diferentes países
desarrollados han constatado un incremento del bullyng.
El acoso escolar o bullying puede definirse como el abuso de poder con la intención
de hacer daño que recibe un niño o adolescente, de forma deliberada y continuada por parte
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de otro u otros. El acoso puede presentarse de diferentes formas: maltrato físico (pegar,
robar, empujar), maltrato verbal (insultar, despreciar), exclusión social (ignorar, marginar)
o abuso sexual. En el origen del acoso convergen tantos factores personales, familiares y
sociales del agresor y la víctima, así como factores relacionados con la cultura escolar.
Entre los factores que se han descrito asociados al acoso escolar se encuentran el
sexo (ser chico), la edad (más frecuente entre los 10 y 14 años) y factores familiares
(sobreprotección de los padres). A su vez, se ha asociado el hecho de sufrir acoso escolar
con problemas psicopatológicos como depresión, ansiedad o trastornos alimentarios.
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Los programas de prevención deben tener como objetivo generar un clima escolar
de cooperación, así como forjar actitudes negativas hacia la agresión. Entre las técnicas que
se han utilizado, tanto con víctimas como con agresores, están las técnicas de resolución de
problemas, las dinámicas de grupo y la relajación.
CONCLUSIONES
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