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Poesía

Selecta
Poesía
Selecta

C l e m e n c i a TariflFa

Ediciones Exilio

Bogotá - Zapatoca - Santa Marta


2018
Poesía Selecta
C l e m e n c i a Tariífa
©Hernán Vargascarreño Dedicatoria:
ISBN: 978-958-56470-9-1
Ediciones Exilio A quienes ayudaron
fiindacionexilio@gmail.com en el camino de Clemencia:
Bogotá - Zapatoca - Santa Marta
Primera edición: septiembre de 2018 Alfonso Delcado Campo
Tiraje: mil ejemplares Juan Carlos Vives Menotti
Leda Beatriz Mendoza
Imagen de portada: El baile de la vida (detalle), de Miryam Reina
Edvuard Munch, dibujado entre 1899 y 1900 Monique Facuseh
Diseño de portada: Luz Mery Avendaño
María Teresa Escobar D'Andreis
Impresión: María Trinidad Quintero
Editorial Gente Nueva Ornar Armenia
Tel: 320 2188
Bogotá, D.C.

L a poesía de C l e m e n c i a Tariffa no puede s e r reproducida por


medio alguno s i n el p e r m i s o del depositario de sus derechos
de autor, Hernán Vargascarreño, a q u i e n pueden contactar e n
e l correo fundacionexilio(S)gmail.com y quien solo permitirá s u
difusión c o n previo acuerdo de las partes.
N o t a s o b r e C l e m e n c i a Tariffa

El presente libro titulado Poesía Selecta


reúne 21 poemas del libro El ojo de la no-
che, 32 poemas del libro Cuartely2 poemas
manuscritos encontrados en los apuntes de
Clemencia luego de la muerte de su señora
madre, Socorro Tariffa.

En el año 2014 Ediciones Exilio publicó toda


la poesía de Clemencia Tariffa en u n libro t i -
tulado Difícil hablar con las sombras -Poe-
sía reunida- libro que logramos publicar con
la ayuda de muchos amigos y que ya para el
2017 sus m i l ejemplares se habían agotado
completamente.

Conocedores del gusto que muchos nuevos


lectores, tanto del país como del exterior,
han ido demostrando por los poemas de
Clemencia a medida que van descubriendo
su obra, compartimos con el público estos
55 poemas.

POESÍA SELECTA
9
Clemencia Tariffa nació en Codazzi, Cesar, inconsciente, sumados a la pobreza, fueron
Colombia, en 1959. A temprana edad, entre minando la salud mental de la poeta. Hacia
los 7 y 8 años, su señora madre emigró solo 1990 se formó en la ciudad de Santa Marta
con su única hija a la ciudad de Santa Marta. el grupo literario Exilio, y allí empezó otra
Allí terminó su primaria y luego ingresó al L i - etapa de la poeta j u n t o a sus amigos Alfon-
ceo Celedón, en la jomada nocturna, donde so Delgado Campo, Leda Beatriz Mendoza,
se graduó de bachiller. Mientras tuvo salud, Monique Facuseh, M i r y a m Reina, María
laboró por poco tiempo como bibliotecaria Teresa Escobar y Hernán Vargascarreño.
de un colegio privado y luego como gestora Fue una década de buenos momentos y de
cultural en una institución pública. Incluso algunos viajes por la costa Caribe en los que
realizó algunos programas radiales siempre
el grupo supo reconocer la dimensión de la
en torno a la cultura. La extrema pobreza de
poeta Clemencia y en donde la amistad ayu-
la madre, quien siempre sustentó a su hija,
dó de manera significativa a que ella se sin-
le impidió someterla a temprana edad a los
tiera más reconocida como artista, como ser
tratamientos que requería ante la aparición
humano. Fue en esa época en que sus ami-
de la epilepsia. La falta de estos tratamientos
gos enviamos algunos de sus poemas a dos
médicos produjo la aparición paulatina de
concursos: uno departamental, en el Cesar,
otras enfermedades llamadas por la psiquia-
y otro a nivel latinoamericano, en Caracas;
tría cuadros psicóticos recargados.
en ambos concursos Clemencia obtuvo el
La incomprensión, el apartamiento, las en- primer puesto. Pero a la muerte de su seño-
fermedades, los golpes constantes que sufría ra madre, Clemencia quedó completamente
en la calle cuando convulsionaba y quedaba sola ya que la familia que aún le quedaba

10 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


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en otra ciudad difícilmente se haría cargo
de ella. Intentamos con sus familiares, pero
no se pudo. Decidimos entonces instalarla
en u n pequeño apartamento, solo para ella,
pero fue incapaz de vivir sola y de ingerir
las medicinas que diariamente tenía que
tomar. Así que su salud mental se deterioró
por completo y descendió a los más bajos n i -
veles, razón por la cual sus amigos tuvimos
que internarla en la clínica mental donde v i -
vió su última década. O era la clínica o era lá
calle con toda su infamia para esta mujer a
quien la enfermedad la iba deshaciendo en
u n poema incomprensible. Murió Clemen-
cia Tariffa en la clínica mental Fernando
Troconis, en la ciudad de Santa Marta, en el
año 2009.

Vive su poesía.
Hernán Vargascarreño

12 CLKMIÍNCÍA TARIFFA
Del libro

E l ojo de l a noche

Libro publicado en el año 1987


por Juan Carlos Vives Menotti
y José Chacín De Luque,
en tiraje de cinco mil ejemplares
e impreso en los talleres gráficos de la
Editorial Universidad Nacional de Colombia.
w
Intrusa

Me habita otra mujer.


Una extraña, una intrusa
que no alcanzo a entender.

POESÍA SELECTA
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Por mi condición felina Amentónos

de ser gata peluda bajo los ojitos de Santa Lucía


convirtiéndonos
bajo deliciosamente
en ángeles, en bestias
a tus pies.
en dioses y demonios
a la vez.

En la cultura popular del gran Caribe los ojitos de Santa Lucía


corresponden a Theta Tauri, un sistema de estrellas doble con
una separación fácilmente distinguible s i n ayuda telescópica.
Ambas estrellas Theta i y Theta 2 Tauri se encuentran a un poco
más de 150 años luz de nuestro sistema solar y pertenecen al
cúmulo estelar abierto las Híades.

CLEMENCIA TAIUFFA POESÍA SELECTA


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18
Yo no puedo pedir Velada
un aro de Saturno
para m i delgado puño ¡Hermosa luna de volcanes!
n i una cinta de agua Esta noche no tiene luna
para amarrar tristezas sin embargo
escribo y hablo
En cambio, a la sombra
si puedo ofrecer que ocupa su lugar.
la excitante abertura ¡Dulce luna de azúcar!
que centra mis labios. cubre t u rostro
con u n velo seguro
porque de noche
salen los niños
sobre hormigas doradas
y creerán tener derecho
sobre t i .
¡Cóncava luna de agua!
yo estoy aquí
en una patria infiel
en la mira de tus ojos

20
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
en un mecedor azul Llovía,

triste y desnuda y la lluvia

cantando era una colmena

frente al espejo. derramándose en m i boca.


Las gotas
> gráciles
flexibles
rodaban.

Morbosa y tímida
la sentí en m i piel
como furia de hombre
como vidrio cernido
como semen bendito.

CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA

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Senos Ahora
que hacemos el amor
Suaves, pequeños y tiernos sin mirar qué día es
siempre erguidos, siempre firmes. o sentirnos culpables.
Ahora
Senos de carne blanda que acariciamos las piedras,
grácil figura y vaivén excitante, inclusive,
que invitan a probar gritamos palabrotas.
las delicias de la tez canela. Ahora
Tallados sin aguja n i cincel que el aire es liviano
sobre musgo secreto como el aliento de los niños,
son montes cubiertos de azúcar escribiremos un poema.
para una boca insaciable.

24
CLEMENCIA TAJUFPA POESÍA SELECTA
¡Qué labios! Mírenme
bien de día
Sus labios ¡Qué labios! porque
de sangre caliente en las noches
de fibra cereza. m i piel de erizo
Sus labios ¡Qué labios! » se vuelve extraña,
poseen la textura parece u n cordel templado
de copa nueva donde solo u n roble
de copa vacía podría hacer música.
que se llena de cicuta
cuando bebe por m i boca.
Sus labios ¡Qué labios!

26 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


No m e c o n o c e s Ángulo
aunque he frotado mis labios
en t u lampiño pecho, Si las papilas
he cantado consignas de m i lengua
con la boca rota, no hubiesen
he pintado en m i cintura lamido t u vientre,
una estrella roja no habría conocido
y he aprendido en tus brazos tu voz.
a hacer el amor
en un beso.
Aún así,
no me conoces.

28 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


f Absurdo
Somos
dos figuras extrañas
que se diluyen Fíjate qué sensación,

sin conversación cuando las lágrimas mueren

n i protocolos fatuos, temblando en las pestañas.

solamente I Pero llega un bribonzuelo

con el deseo y secándome promete

hundido en la carne. un descanso en la frontera


entre el placer y el silencio,
un papel a m i destino,
un secreto y una ilusión.

Demasiado absurdo para mí,


demasiado absurdo,
demasiado.

30
CLEMENCIA TÁKIFFA POESÍA SELECTA
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Llovizna para amar 6:40 p.m.

Caminar solo es u n hábito, Detrás de la puerta


una costumbre que pasa a la historia. el mundo se movía exacto,
la experiencia triunfaba,
Caminar por zonas prohibidas hundía su dedo en la parte blanda
dilatando pudores, de m i cuerpo joven.
hablar solo con las sombras Nostálgicamente se retiró él
escuchando el silencio y despedí un tiempo delicioso
que murmura tras las orejas para poder escribir.
"hay mucho camino que inventar",
hace que se humedezca la noche
con llovizna para amar,
o tal vez,
para olvidar
que eres caminante aprendiz,
que estás muriendo temprano
y ya no tienes dignidad.

32 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


12 p.m. Lo que no saben los peces
es que yo canto bajo el agua;
Nunca supe de una habitación ni siquiera imaginan
tan repudiada y tan amada por mí. cómo resbalo entre algas
sin ser anfibio.
No bastan siete horas
cuando el fuego voluptuoso nos traga
y es poco necesaria una lámpara;
con tus ojos basta.
Pero llenar nuestros cuerpos de cerveza
es tan preciso
como desnudar tus miembros
y vestirlos de rosa
para que rasguen el velo de m i boca.

Muchacho, contaré las noches


y nunca serán suficiente.

34 CLEMENCIA TARIFFA
POESÍA SELECTA

35
Junio Amigo

Nosotros no fuimos Amigo,


artistas de cafetería; si es que aún
necesitábamos más espacio puedo llamarte amigo.
para crear nuestra poesía Si al menos hubiese dicho
de cuarto barato y sin velas cuántos minutos me amaría.
o de cuerpos untuosos en la arena. Si al menos
¡Hace tanto ahora! hubiese hablado con honradez
y j u n i o palabreando continúa... que no dejaría su antiguo placer...
no estaría rota m i aurícula.

36
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
Trípoli

Allí la tarde parecía


el hermoso cuello
de un cirio pálido.

Pensaba yo,
en la estrechez de su frente,
sus dientes separados
y, a la distancia en que ama.
Tal vez nunca vuelva a sentir
su convexo vientre
besando m i ahuecado vientre.

La tarde hoy,
F o t o : Mtlcíades Arévalo
débilmente se recuesta,
malherida... asombrada.

38 CLEMENCIA TARIFFA
Del l i b r o

Cuartel

E l l i b r o C u a r t e l fue p u b l i c a d o e n el año 2006,


en la ciudad de Santa Marta,
coedición M e s o s a u r u s - E x i l i o , c o n u n tiraje d e m i l
ejemplares.
Chantaje

Que se alboroten lindas mariposas


sobre nuestros cerebros cálidos
mientras van los pensamientos
que tanto amo
chantajeando u n país entero,
y por los corredores oscuros
se incendien siempre
un par de senos pequeños
entre sus manos jugosas.

POESÍA SELECTA
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Quiero
Vacío

En las noches Quiero un decreto inocente

de mis días, con palabras llenas de azúcar.

maullando, Quiero un amante menos letrado

mendigo que bese m i espalda,


m i ombligo y m i trenza.
u n trocito de luna.
Quiero u n país amando la hierba.
¿Y qué he conseguido? Claro que si hay otra imagen
-lo digo al hablar dormida-
quiero despertar en su poesía
o en su alma velluda.

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CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
45
Mayo Brillo

Ven a mí Esperanza en la noche,


hoy día de las flores, Clemencia intacta,
que en m i patio sal en m i sábana dorada.
han nacido diezdeldías Por favor,
y se desgajan las granadas, no dejes horas en casa
así como en el campo n i el reloj que tanto molesta,
han crecido los lluvias de oro, pues no sería agradable
los azahares y clavellinas. que el amor
estuviese contado con agujas.
Ven a mí
hoy día de las flores,
que mañana
de tanto ahuyentar la primavera
quizá no vuelvan a crecer las trinitarias.

46 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECFA


Calor Vigilia

Después de correr las cortinas Brótame o quémame,


no acepto la idea enlunémonos hasta la punta del alma,
de haber cerrado mis labios, quiébrame bajo las nubes violetas,
mucho menos sin resistencia quiero ser tuya.
haberme enamorado.
No permitas que me retire
Los huesos me reclaman: en esta madrugada
¿Por qué respiré tanto fuego cuando ya se ha hinchado el pecho
por este militante del amor? y siento cansado y erecto
todo este cuerpo
Pero con la misma fuerza que saboreó las balas.
yo sé odiar
y tirar calladamente una flor
creando asi el dilema necesario
entre el sol y la estrella.

...no seria honrado


amar de otra manera.

48 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECIA


Ahora Carta de la ansiedad

Tómame ahora que aún Señora:


no tengo peso en los años. Cómo haría para decirle
que cuando usted está a m i lado
Ahora que t u promesa no es amarga yo quisiera gritarle
y la edad, aunque igual, que de su marido estoy enamorada
no imagina cobre en el amor y los instintos me van devorando.
para atar la misma barra
en el mismo bar. Señora:
por su marido me detuve en dulce sueño
Ahora que la codicia para convertirme por momento en fiera.
no ha goteado el corazón fiel. Mas no se preocupe señora:
él n i siquiera lo sabe.
Ahora Y yo soy incapaz de insinuarle,
cuando aún puedo decir Sí. fue la musa de Shakespeare
la que amablemente estuvo enamorada.

¡Ay señora de canción común!


Cómo le diria sin ofenderla

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CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
que usted ya no me inspira respeto Señoras

ni cuando la miro besando a... su marido;


yo solo aspiro a ser ladrona Señoras con rostro plegable
en ese rico trigal del que usted es dueña que ayer oísteis mis poemas
-y desde hace rato compró- y esta mañana
Pero si deja de cuidarlo nos tropezamos en la calle.
robaré limpiamente su más dorado grano.
En mi el resentimiento se va hinchando. Me miráis de reojo
como a un raro animal
Eso sí. como a buitre verde,
No se asuste mi señora y volteáis la cara
si las campanas cambiaron de tono, meneando el caderaje
que no es mi corazón el que está repicando, musitando sandeces
solamente las agujas ...¡vaya!...
que ya no soportan el silencio siento un placer casi morboso
y por eso quieren salir del pecho. manteniendo esposas en ascuas.
Parece mentira, pero,
Disculpe usted, señora. en mis poemas
no figuran sus maridos.

CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


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Azul Camino real

Volarás íbamos cantando


desnudo esta noche; por el camino real;
besarás la puerta, a t u izquierda, viñedos,
el escudo limones y maracuyás.
y quién sabe si seas más feliz A m i derecha los frutales
cuando veas u n café en la mesa con dueños y sin capital.
que solo tú puedes barajar.
Sobre nuestras cabezas
Ven hoy a la misma hora, un helicóptero de inspección
hoy que todo es azul. rompió la blanca nube
con su vuelo de colibrí.

Otro día cantaremos


con misterio
con más frenesí
por el camino real.

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CLEMENCIA TARIPFA POESÍA SELECTA
Sublevación Misiva

Durante la rebelión Todos los soles han de ser iguales tanto en


los habitantes del Olimpo las cartas como en las fábulas, ante todo, si
jamás cambiaron su rutina. quien escribe niebla en u n país de maravillas
Los torsos herbáceos tempranas. Y tal vez un malecón de algas
de los adolescentes conserve en m i cerebro verde como han
se ofrecían vivido las letras en las mismas cartas leídas,
pues si en realidad existe u n dios, él más que
para que pastaran
nadie sabe que soy feliz de ser lo que soy,
los dulces pezones
que desde que empecé a hacer arte jamás
de las muchachas.
quise otra cosa diferente.
Eran ingenuos cuerpos
que destilando erotismo
se enredaban fácilmente. Por supuesto, me siento más húmeda que
U n buen día protesté una manzana rosada, después de leerte.
Reconociendo ser más tímida, pero no por
y-
eso he olvidado las cigarras, n i mucho menos
bruscamente caí.
escribir poemas, por supuesto, cuando le
Ayer escuché por la radio
escribo al poeta.
que los demás dioses
también cayeron.

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CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
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Trotando por el más verde y mullido hojas. Entre los huequitos del milimetrado
de los pastos follaje he metido mis largas uñas, y u n
montón de florecillas que del guásimo se
Anoche sah al patio, me sentí observada; desprenden, caen precisas en la taza que m i
recosté las caderas sobre el húmedo césped otra mano ha formado.
y la cabeza reposó en la malva; el patio está
lleno de malvas, sucede cada vez que llueve.
El sereno empieza ahora en octubre, pero
Miré al cielo. Había un gran retazo de pana
sus tardes son tan calientes que aumentaron
y en una esquina pendía la cacerola de
m i deseo de amar. Decido entrar, desnu-
aluminio más grande que jamás haya visto
darme y regar aceite para niños en mis
caribeño alguno; brillaba tanto como acero
ojos pintarrajeados. Luego recuesto m i
caliente. Esa luna me miraba y me veía
delgado cuerpo en el blando sofá, casi
diminuta, ¡qué simpática debí parecerle!
no lo siento; a veces creo que m i poroso
Pero la noche se fue poniendo helada. Me f u i cuerpo se confunde con la espuma. ¡Vaya
a acostar. En el techo de m i cuarto hay cuatro si es delgado! Pero entras tú por el portón
goteras; me gusta dormir libre de ropa; sobre trasero como u n caballo en corral ajeno. Y
la piel, mis vellos. Las gotas resbalan en fila yo, que siempre, siempre estoy seca, voy
india; justo encima del vientre cae una; es humedeciéndome; aguadas columnillas
grande y fría; pero me enrosco, parezco u n destila m i frente; procuro evitar tanto
erizo marino, redondo, crispado. gemido, pero me confundo. Ya no sé si eres
un potro, o simplemente vas trotando por el
Amaneció y volví al patio. Ahora voy hasta el
más verde y mullido de mis pastos.
ciruelo macho; cómo me agrada masticar sus

58 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


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Capullito Losé

Mirando al sol descubrí Es ella


que soy una criatura ciega, la que no puedo comparar
buena alumna en el amor, con guitarra nueva
pésima en matemáticas controlando siempre las cuerdas
e impuntual para las citas. si hoy te faltaran.
Si no es por el sol, no descubro Es ella la de ojos tiernos
que soy una extraña mariposa y apasionados besos
libérrima e indefensa para quien está en la cama.
con alas incendiadas Es ella rozando las cejas
sin preocuparme por morir, de la primavera.
solo por libar Es ella que si camina
al astuto girasol, jamás protesta,
y volar, volar siempre firme y lleva su labial zapote
mirando al sol. igualito al mío.

60 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


Amistad Criatura infiel

Si nuestra amistad Cerraré m i ventana azul


no fuese tan pura porque no volverás a entrar.
como el amor Yeso,
que hacemos clandestinamente, lo decidí ahora
o tan clara mirando esa luna plana
como tus ojillos color castaño, como una oblea de maíz.
o tan firme
como esta luna de marfil ¡Ah, gato negruzco!
que revolotea en m i país, No volverás a entrar
de veras, porque eres criatura infiel
no escribiría esta noche. de inteligencia desigual,
Yo, solo quiero t u amistad. y eres audaz -recuerdo-
en techo ajeno
pero no en m i ventana.

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CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
Ser Ojos

Se viven cosas raras Se ha gastado el amor


cuando se es poeta. que hicimos tan de mañana
todas las mañanas.
Se es una flor
en la que se ha derramado hiél, Huyó fiigazmente la alegría.
y se tiene la convicción Ya no volveré a mirar tus ojos
que u n día no muy lejano que antes me enceguecían.
saldrán alas N i a ver cómo el sol de la tarde
que volarán como pájaros marinos te imitaba día tras día
para guardar así en su caminar sereno,
todo el aire en las manos. en su lluvia de fuego y melancolía,
ese no-sé-qué
Se es niña, se es mujer, que jamás entenderé.
se es una flor, una paloma
o simplemente, se es poeta. No me verás.
No volveré a mirar tus ojos.

64
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
Nácar Árbol

Siento un deseo milenario, Aunque sin nombre


cálido a la vez, me coma el tiempo,
con el desespero sutil el día, la hora
en ángel solitario; por dos años en desolación,
seguiré pecando
quiero que sepas, de una a otra boca así;
siendo un canto sincero, mañana seré
que soy miedo, sacrificio, vanidad, una magia transparente
y si puedo, lágrimas de oro y temblarán
en tus plumas de humedad mis manos hasta el fin.
jurando ante un cielo sin venas;

en anhelo, con odisea,


perfume a media voz,
besaré tu boca de ángel
en mi espejo.
Yo,
llegaré al mar.

66 CLEMENCIA POESÍA SELECTA


67
Cabana Pluma '

Más del fuego, La plaza vieja


nunca podría olvidarme de hojas secas, campanas;
que seas u n mal doctor. palomas y gorriones se aplacan
Ya n i me enciende con el agua de la noche.
llorar en esta cabana sin radio ¡Hum! Qué lindo
es mirarlo de madrugada.
O prender todos los cigarrillos Qué delicia en sus brazos
en u n barrio del sur. ser la pluma encarcelada.
Qué bello es despertar
y pensar inmediatamente
que volverá íntegro
de m i boca roja.

68 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


Gracias Amistad

Gracias por la sinceridad Maldije t u amistad


de ser u n amigo de mis tardes cuando v i que no podías cabalgar,
y decir que no es la misma estrella que era muy difícil para t i
la que hoy me mira separar una carne limpia
con picardía, con envidia. de una etílica sociedad.
Quizá te gusten mis huesos,
pero en el horario que firmaste Y hoy reconozco
debes estar con ella. que continúo siendo
Sientes que no es amor de mañana la misma potranca cerrera
sino u n dilema de Pegaso; que cometió u n pequeño error
hoy tendrás los ojos con alguien que nunca
como el anciano será desobediente.
que mira u n brasier.
Por eso hoy, y siempre,
maldeciré t u amistad.

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CLEMENCIA TARIFFA
POESÍA SELECTA
Enigma Vejez

Quizá yo vuelva a ser feliz. No miraré al gato enamorado.


De lo contrario, aspiro a nadar No escucharé la paloma de angustia.
como el pez que se vuelve N i desnudaré m i carne blanda.
cuando ya no tiene brillo. N i prestaré m i piel para volver a soñar.
O decida ser un astuto cangrejo
que ignore otra matanza No gritaré al infierno si no lo siento.
en la orilla.
Solo podré añorar
un pocilio de hierbas.
Si al levantarme, ya sé
que me vestirán de ángel.

72
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
Pasofino ¡Que viva la infidelidad!

Falta un minuto ¡Ah! luna que me estás mirando


para llegar a la hora más tonta; siempre de aceitosa piel,
ahora que la pared es más suicida, desde un caballo negro
inocente y a la vez dura, murmura sarcástica
no te volveré a imaginar, que jamás te pude ser fiel.
y me colgaré otra flor
en el monte de Venus Pero tú lo sabes lunita.

sin dejar que pase otra tarde; Yo nunca posei esa virtud,
mucho menos hoy
cuando las violetas pequeñas
será otra tarde
se juntan mudamente
sin sentirme culpable
con los caracolitos ciegos
al verlo pasar,
que salen corriendo del río
sin abrazar el paso de t u hora
perseguidos por inocentes,
n i de la hora mia.
para meterse como hojas largas
en m i verde corazón que se derrama;
mientras tanto, yo sigo gritando:

¡Ah, que viva la infidehdad!

74
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
Rumores

No logro entender,
estoy sentada
en el quicio de la ventana caoba;
sus peldaños son de barro.
Oigo m i nombre por todos lados;
repito, no logro entender qué pasa.
N i puedo n i debo pensar en los humanos.
Debo sumergirme completa en el mar,
no salir más y vivir allí con las medusas,
pececillos, corales,
o morir como las plantas marinas
rodeada siempre de caracoles.
Estoy triste; me iré por la callejuela
que de aquí diviso.
Caminaré calle arriba,
seguramente encontraré una flor,
una Cayena, u n fresco lirio.
Creo que si m e tocasen m e tornaría polvo.
Polvo azul.
Así terminamos las mariposas.

76 CLEMENCIA TARIFFA
Dos poemas

fuera de sus l i b r o s
Petición deshonesta

Me pide usted,
honorable señor,
que estrangule
la bohemia que soy,
que le asista
en sus erectas noches,
que sonría siempre
y aprenda
a jugar bridge,
que aparezca a su lado
en las fotos sociales
y registre la firma
en su chequera,
que cuide sus cortos bigotes
con "Lotion for men".
Mejor dicho,
que sea su esposa.

POESÍA SELECTA
A eso, Días
por honestidad y decoro,
debo decir que no. Las nuevas máquinas absurdas
sacan amantes seriados,
huevos delgados...
y una se puede morir por teléfono;
de todos modos
no es por falta de plata u otra cosa
ver la cayena al aire libre
que verla en floristería sin hoja.
De escuchar las noticias tan temprano
me estoy aburríendo de esperar el bus
y sentarme los sábados
en el mismo pretil.

82
CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA
E n t r e v i s t a a Clemencia Tariffa

Ellas escriben en el Caribe:


entrevistas a mujeres poetas

Poeta entrevistada: Clemencia Tariffa


Entrevistador: Rubén Darío Otálvaro
P a r a a l g u n o s poetas e l p o e m a es e l
registro de u n a canción i n t e r i o r ¿Qué
es l a poesía p a r a u s t e d ?

R/ Es un rumor que me acompaña siempre,


rumor que es voz interior y que me lleva
por las calles samarías al parecer sin rumbo
fijo, pero siempre termina frente al mar.
Pero ese rumor solo se logra evidenciar
cuando aparece el poema, cuando lo escribo
en cualquier pretil, en cualquier banca
mientras miro a los ancianos del parque
adormeciendo la tarde. Sin embargo, sé que
ese rumor interior, que parte de la música
que lo persigue a uno por doquier, debe ser
alimentado permanentemente con lecturas
poéticas para que esas fuerzas hagan brotar
también todo lo que uno quiere cantar.

POESÍA SELECTA
87
¿Qué es más i m p o r t a n t e e n e l p o e m a : para el poeta es saberse leído por algunos
el r i t m o , l a s i d e a s o l a s imágenes? pocos, y saberse querido por esas líneas que
uno ha logrado arrancarle a la poesía.
R/ En m i caso creo que predominan las ideas,
pero hay lectores que me hacen ver imágenes
de las cuales no era muy consciente antes ¿Por qué u s t e d lee poesía?
de que me hicieran detener en ellas. Pero
R/ No sería yo la mujer que soy sin leer
creo, como creen las mariposas, que cada
poesía. U n buen libro entre mis manos me
idea lleva su ritmo para pintar las imágenes,
es tan urgente como u n hombre entre m i
de manera que las tres combinadas pueden
cuerpo. Pero además quisiera dejar claro que
hacer que el poema brote como una cayena.
no solo leo la poesía de los libros. Soy mejor
lectora de la poesía que está en las calles,
Se a f i r m a que l a poesía es t a r e a de de la poesía que camina con la gente, de la
m u c h o s p e r o oficio de pocos... poesía que se desliza con las sombras de los

R/ Sucede igual que la lectura, es oficio de alares, de la poesía que mueve los árboles

pocos, pero en el fondo sabemos que así y lanza sus pájaros al vértigo, de la poesía

debe ser. La tarea de los muchos que tú sin palabras cuando observo a m i madre
mencionas equivaldría aquí a todas aquellas cosiéndome u n vestido o preparándome
personas que de alguna forma nos alimentan su mejor plato, o incluso, algo que casi no
para que el poema se materialice. Lo bello dicen las poetas, de la poesía bronceada en

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los músculos de u n hombre y exacerbada ¿Cómo, cuándo, dónde u s t e d e s c r i b e ?
con el roce de su barba antes del poema
R/ Siempre cargo conmigo varios
final de los cuerpos entrelazados bajo este
cuadernitos que yo misma hago y coso. Los
cielo Caribe.
voy llenando mientras espero en las oficinas
gubernamentales a que me compren unos
¿Qué sentido tiene p a r a u s t e d e s c r i b i r libros; también escribo en las bancas de los
poesía? parques, frente al mar o en m i mecedora,
antes del amanecer, cuando m i madre aun
R/ Yo no sé hacer nada desde hace mucho
duerme. Borroneo y borroneo esos poemas
tiempo. M i madre me hace los vestidos en su
en esos cuadernitos, que u n amigo ahora
máquina negrita, me cocina, me suministra
me está comprando poco a poco porque
las medicinas todos los días, me cuida. Desde dizque quiere publicarme u n libro. Así que
hace muchos años nadie me da un trabajo no hay un lugar n i una hora fija para escribir.
porque no sé hacer trabajo alguno. Lo Cuando el poema sale, no pregunta n i la hora
único que sé hacer es escribir poesía, y si no n i el lugar, aparece y te arrasa con su belleza.
pudiera hacerlo, m i vida no tendría sentido,
pues no sé hacer otra cosa, n i siquiera me
W o r d s w o r t h decía que l a poesía p r o -
he atrevido a tener u n hijo, porque no sabría
viene de l a emoción que r e c o r d a m o s
cómo criarlo. Como puedes ver, en m i caso, e n l a s e r e n i d a d . ¿De dónde proviene
escribir poesía es salvarme, es vivir. l a poesía?

90 CLEMENCIA TARIFFA POESÍA SELECTA


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R/ Creo que la poesía proviene de las cria- para moldear mis poemas, poemas escritos
turas, de las criaturas reales, pues siempre al borde del mar o al calor de u n hombre
he tenido enredos con el concepto de Dios. simple o letrado que ha visitado m i cuerpo
en cualquier cabana del sur. Lo leído tal vez
me ha dado la música de la poesía.
¿Cuáles s o n s u s l e c t u r a s poéticas? ¿De
qué influencias es u s t e d c o n s c i e n t e ?
¿Podríamos h a b l a r de u n a poesía de
R/ Primero me iluminó el camino Neruda, la mujer?
García Lorca, Machado y Sor Juana
R/ No lo creo, mira que incluso la palabra
Inés. Luego del deslumbramiento me es
poeta se usa -afortunadamente- tanto para
imposible mencionar nombres, pues me
el hombre como para la mujer. Cuando me
alimento de cuanta poesía cae a mis manos,
dicen poetisa me siento algo discriminada,
especialmente los latinoamericanos.
en cambio cuando me llaman poeta es como
si me llamaran por m i nombre: ¡Clemencia!
L a l i t e r a t u r a -escribió B o r g e s - es e l La poesía, escrita por hombres o por
r e c u e r d o y e l olvido de l o que h e m o s mujeres, es poesía.
leído y vivido. ¿Cuáles s o n l a s fuentes
o l a m a t e r i a de s u e s c r i t u r a poética?
T o d o poeta tiene u n a estética y u n a
R/ Me le apunto a lo vivido más que a lo leído. ética a l a q u e i n s t i n t i v a o c o n s c i e n t e -
Lo vivido me ha dado el dolor necesario m e n t e obedece...

92 CLEMENCIA TAXIFFA POESÍA SELECTA


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R/ Eso es cierto, pero también lo es el hecho R/ La poesía, al nacer de las intimidades
de que uno no puede elegir esa estética, que del alma, traduce también la colectividad,
vendría a ser como el estilo propio manejado su entorno, su época, la manera como
instintivamente. En m i caso, como mujer uno se relaciona con la sociedad. Así que
Caribe y con sangre árabe en las venas, difícilmente podría pensar en separar la
me reconozco en la herencia de la poesía vida del poeta con la vida que le corresponde
española que a su vez proviene de la poesía compartir. Nadie es solo, y esa certeza
árabe, de ese canto por naturaleza totalmente del saberse acompañado es uno de los
poético, al que habría que sumarle el rumor
principales motivos que nos Ueva a escribir.
del mar Caribe. Y en cuanto a la ética, ahora
Así que cuando producimos arte, lo que
que lo reflexiono, creo que en m i caso es
estamos haciendo es reflejar por medio de
una ética profundamente femenina -mas no
ese arte toda la realidad histórica y cultural
feminista- femenina y humanista, porque
en la que estamos inmersos.
creo firmemente que la poesía ante todo nos
hace más humanos.

C o n s i d e r a u s t e d que l a poesía debe


N o t a d e l e d i t o r ; esta entrevista fue realizada a la poeta
sólo a s p i r a r a d a r t e s t i m o n i o de l a
Clemencia Tariffa, post mortem, a través de los hilos de la
íntima v e r d a d anecdótica d e l poeta poesía, que todo lo hacen posible, y aparece en el libro Ellas
escriben en el C a r i b e , compilado por Rubén Darío Otálvaro
o también de l a r e a l i d a d histórico-
Sepúlveda, y editado por el Fondo Editorial de la Universidad
c u l t u r a l que l a o r i g i n a ? de Córdoba, en la ciudad de Montería, Colombia, en el año 2012.

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Contenido

Nota sobre Clemencia Tariffa 9


Del libro El ojo de la noche
Intrusa 1?
Por mi condición felina 18
Amémonos 19
Yo no puedo pedir 20
Velada 21
Llovía, 23
Senos 24
Ahora 25
¡Qué labios! 26
Mírenme 27
No me conoces 28
Ángulo 29
Somos 30
Absurdo 31
Llovizna para amar 32
6:40 p.m. 33
12 p.m. 34
Lo que no saben los peces 35
Junio 36
Amigo 37 Ser 64
Trípoli 38 Ojos 65
Del libro Cuartel Nácar 66
Árbol 67
Chantaje 43 Cabana 68
Vacío 44 Pluma 69
Quiero 45 Gracias 70
Mayo 46 Amistad 71
Brillo 47 Enigma 72
Calor 48 Vejez 73
Vigilia 49 Paso fino 74
Ahora 50 i Que viva la infidelidad! 75
Carta de la ansiedad 51 Rumores 76
Señoras 53 Dos poemasfiierade sus libros
Azul 54 Petición deshonesta 81
Camino real 55 Días 83
Sublevación 56
Misiva 57 Entrevista a Clemencia Tariífa
Trotando por el más verde y mullido 58 Ellas escriben en el Caribe:
de los pastos 58
Capullito 60 entrevistas a mujeres poetas 85
Lo sé 61
Amistad 62
Criatura infiel 63
Este libro se terminó de imprimir para
Ediciones Exilio en el mes de septiembre de 2018
en los talleres gráficos de Gente Nueva Editorial
en el barrio Teusaquillo de Bogotá.

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