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GANGRENA GASEOSA

CONCEPTO.
Enfermedad infecciosa grave producida por distintos gérmenes del genero Clostridium, en frecuente
asociación con cocos piógenos. Puede progresar rápidamente desde la grasa subcutánea hasta el
tejido muscular, con altas tasas de mortalidad que superan el 75%. Lo esencial para que se produzca
la mionecrosis bacteriana es que exista isquemia del tejido muscular, puesto que en condiciones
normales, la elevada tensión de oxigeno de el músculo normal evita la proliferación bacteriana que,
sin embargo, cuando se produce en el músculo lo hace con virulencia extrema, considerable edema,
formación de gases, necrosis de la zona y con toxicidad sistémica por exotoxinas, que generan una
tasa elevada de mortalidad.

FORMAS CLINICAS.
1. Forma sobreaguda: evoluciona en pocas horas y puede producir la muerte incluso antes de
las 36 horas. Aquí predominan los síntomas de toxemia, el enfermo puede encontrarse
agitado e intranquilo, apático, con facies terrosa, subíctero, ojos hundidos, piel fría
abundante diaforesis que termina en un cuadro de colapso.
2. Forma edematosa: se produce gran distensión del área afectada, de consistencia firme,
godet negativo y el paciente se encuentra pálido y frío y es rara la aparición de crepitación
gaseosa.
3. Forma habitual: puede aparecer en los 3 días posteriores a la lesión. Inicia con cefalea,
intranquilidad y febrícula que puede elevarse hasta 39º C. Hay agitación, pulso rápido,
hipotensión arterial, oliguria, disnea, anorexia y vómitos. Localmente aparece dolor intenso,
edema, inflamación, y cambios en la coloración de la piel, exudado de un líquido acuoso
pardo que despiden un olor dulzon-nauseabundo (sui generis), flictenas rojo-negruzcas y
crepitación.
4. Forma circunscrita: localizada en un segmento determinado del miembro.
5. Forma difusa: altamente invasiva a partir de su origen.
6. Forma masiva: abarca desde el comienzo todo el miembro.

DIAGNOSTICO.
1. Interrogatorio.
Se requiere una investigación exhaustiva acerca de los antecedentes:
- Heridas contaminadas y contusas.
- Atrición muscular.
- Inadecuada técnica en inyecciones parenterales.
- Enfermedades crónicas inmunodepresivas: Diabetes, enfermedades del colágeno,
etc.
- Hábitos tóxicos: drogadicción, alcoholismo.
- Isquemia y presencia de tejidos desvitalizado.

2. Examen físico.
a) Signos locales.
- Edema.
- Inflamación y cambios en la coloración de la piel.
- Exudado con olor sui generis.
- Flictenas rojo-negruzcas.
- Crepitación.
b) Signos generales.
- Toma del estado general.
- Ictericia.
- Signos de hemólisis y shock.
3. Exámenes complementarios.
Examen radiológico: Radiografía simple: presencia de gas en los tejidos afectados.
Ecografía y/o TAC: a través de ellas es posible identificar aire o liquido abundante en
planos histicos.
Gamma grafía: (Tc o In) señalan áreas de inflamación cuando otros signos son mínimos.
Examen bacteriológico: Tinción inmediata de Gram para identificar la morfología del
agente etiológico.
Cultivos.

PROFILAXIS.

1. Tratamiento precoz y adecuado de las heridas, sobre todo en las contaminadas que
presentan destrucción muscular. Lavado abundante con solución salina, agua oxigenada o
simple agua estéril, que deben dejarse abiertas, taponadas flojamente y protegidas bajo un
vendaje.
2. En tejidos contaminados con tierra y otros cuerpos extraños, así como heridas traumáticas,
anfractuosas con los tejidos magullados, deberá procederse inmediatamente al
desbridamiento y limpieza quirúrgica de la herida con extirpación de todos los tejidos
desvitalizados o de vitalidad dudosa.
3. Examen cuidadoso de la zona lesionada varias veces al día, con especial énfasis en los
pacientes con férula de yeso o inmovilización.
4. Aseguramiento del estado nutricional óptimo mediante nutrición parenteral total, si el
aporte por vía enteral no es suficiente. Esto deberá realizarse solamente en centros
hospitalarios.
5. Atención y vigilancia de las lesiones sépticas y neurotróficas de los pacientes diabéticos.
6. Atención y vigilancia de las lesiones necróticas o isquemicas de los pacientes con
insuficiencia arterial.
7. Debe concederse gran importancia a la profilaxis de la mío necrosis bacteriana
postoperatoria, con una correcta técnica quirúrgica, sobre todo en las colostomias, una
preparación adecuada del colon, si es posible, y unos criterios claros de profilaxis o
tratamiento antibiótico, particularmente en cirugía colorectal.

TRATAMIENTO.

Una vez establecida la gangrena gaseosa, el tratamiento comprenderá medidas generales y locales.

Medidas locales.
Las señaladas en la profilaxis y además se ampliara aun mas la herida, si es necesario, y se hará
contraberturas que garanticen el buen drenaje y la descompresión de los tejidos. Se usara abundante
agua oxigenada diluida y soluciones de yodopolivinilpirrolidona, suspensión cremosa de peroxido
se cinc. Se mantendrá la herida abierta y húmeda y libre de secreciones para lo cual se deberán
renovar las curaciones con frecuencia y establecer irrigación continua con soluciones de
antibióticos, permanganato al 1 x 4000, solución Dakin, etc.

Medidas generales.
 Cateterismo de la cava.
 Transfusiones de sangre total o glóbulos, según las necesidades.
 Combatir la acidosis metabólica.
 Corregir los desequilibrios Hidroelectrolíticos.
 Dar tratamiento para shock, si se presenta.
 Oxigenoterapia suplementaria.
 Analgésicos y sedantes.
 Antibiótico terapia:
- Penicilina G sódica 5,000,000 UI cada 3 horas por vía cava. Es el antibiótico de
elccion para Clostridium.
- Cloranfenicol, 50 mg/kg/dia vía cava, fraccionados en 4 dosis.
- Metronidazol .

Tratamiento quirúrgico.
 Anestesia general o regional.
 Incisiones amplias.
 Desbridamiento adecuado.
 Reseccion de todos los músculo desvitalizados (prueba de azul de metileno).
 Apertura y drenaje de los espacios aponeuroticos.
 Valorar la posibilidad de realizar amputación si a causa de la reseccion muscular la función
ha sido gravemente comprometida.
 Limpieza con agua oxigenada, solución de hipoclorito de sodio o permanganato de potasio.
 Aplicación de gasas impregnadas con peroxido de cinc o irrigación constante con las
soluciones antes mencionadas.

BIBLIOGRAFÍA

Rodés Teixidor, Joan et al EL MANUAL DE MEDICINA


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