Está en la página 1de 11

¿Maestra, cómo te estás

cuidando?
Nos encontramos ante una situación nueva tanto para las familias, los niños como
para nosotros los docentes, quienes terminamos siendo parte de esa primera línea de
lucha para que nuestro sistema educativo no recaiga.
Esta situación nos puede generar temor, incertidumbre, miedo y hasta ansiedad, pues
nunca antes habíamos vivido una crisis de tan magnitud que afecte a todos los niveles
y áreas de nuestro país. Sabemos que nuestras emociones empiezan a jugarnos
diferentes retos, pues no hay duda que nuestra salud emocional se está viendo
afectada sobre todo cuando no solo nos preocupamos por otras familias, sino también
por la propia familia: Padres, hijos, nietos o abuelos a quien cuidar. De igual manera
sobre nuestras espaldas recae la responsabilidad incluso emocional y pedagógica de
muchos niños.
Sin embrago, es importante reconocer ¿cómo somos los docentes? Somos
aguerridos, entregados apasionados, hemos sabido afrontar muchas problemáticas de
nuestra área, que estoy seguro esta no será la excepción.
Lo importante es ser conscientes de que la respuesta psicológica a esta situación,
generada por el Coronavirus, requiere, por nuestra parte, de una respuesta activa,
adaptativa. La pregunta sería ¿estamos preparados para afrontarlo? ¡Sí, lo estamos!
Y así es maestros y maestras, se requiere de nuestra inteligencia emocional para lograr
manejar aquellas emociones que hoy en día podemos tener. La cultura adaptativa nos
permitirá seguir adelante con nuestra linda labor: LA TRASCENDENCIA.
Por ello he querido transmitirles algunas actividades que sugieren los especialistas, y
que permitan enriquecer esta guía de SOPORTE EMOCIONAL para poner atención en
aquello que también es muy importante: LA SALUD EMOCIONAL.
Estamos constantemente recomendando a nuestros niños y padres de familia sobre el
cuidado de su salud física y emocional. Pero haz hecho un alto para reflexionar en
usted como maestro. Hoy te invito a hacerte estas preguntas:
¿Cómo te de divertiste hoy?
¿Qué te gustaría hacer después de dictar clases, grabarte y
mandar mensajes a tus alumnos?

¿Cómo se están cuidando en casa?

¿Qué cosas realizaste para ti en estas semanas de


cuarentena?

¿Qué actividades en familia hiciste que no podías


hacer antes?

Ser docente no es una virtud y una sola vocación de servicio, ser docente es trascender y para lograr
ellos necesitamos estar bien. Recuerda que eres la esperanza de aquellos niños y niñas que hoy esperan
por ti, y necesitas estar bien para ayudarlos a ser felices. Tu eres esa pieza importante del rompecabezas
y estos días son claves para no soltar esa pieza del rompecabezas más importante.
Comuníquese con otras personas
El aislamiento no quiere decir estar incomunicados o dejar de hablar con las personas que queremos.
No se trata de encerrarnos en un cuarto con el fin de prevenir contagios. Por el contrario, se trata de
adaptarnos a un nuevo sistema de sociabilización ese que tanto nos ayuda. Por ello sugiero:
 Participar en conferencias virtuales.
 Llamar por teléfono a amistades y familiares que encuentran fuera del hogar.
 Hable con las personas en quienes confía sobre sus preocupaciones y cómo se está
sintiendo.
 Realice llamadas videos en grupos de interés (Grupo de la iglesia, grupo de colegas, grupo
de amigos de infancia, etc.)
Cuide su cuerpo
Dicen que nuestro cuerpo es una respuesta de nuestras emociones. Pues, así como nos ven nos
sienten. Es por ello, que la salud física va de la mano de la salud emocional. Sabemos que este
confinamiento ciudadano nos puede generar estrés, sugiero pueda realizar los siguientes ejercicios
cuando sienta que está desbordando su ansiedad:
 Haga respiraciones profundas, ejercicios de estiramiento, ejercicios de meditación.
Puede hacer en un espacio abierto como su azotea.
 Trate de comer alimentos saludables y comidas bien balanceadas y sobre todo organizar
el horario de sus comidas.
 Haga ejercicio regular, duerma y descanse correctamente bien.
 Baile cante y /o algunas actividades psicomotoras.
Haz un alto y auto escúchate
Alguna vez te has hablado a ti mismo. En los momentos en que nuestras emociones están a flor de
piel es importante la auto-escucha. El poder decirnos a nosotros mismos como nos sentimos.
Puedes desarrollar dinámicas como:

 Hablar contigo frente al espejo.


 Escribir lo primero que sientes en un diario o cuadernos de apuntes.
 Grabar aquello que te provoca decir en ese momento.
 Conversar con Dios por medio de la oración.
 Si deseas llorar puedes hacerlo recuerda que somos seres espirituales y emocionales.
Capacítese en entornos que aún no conoce:
Otros de los factores que han hecho que muchos de los docentes terminen con migrañas, dolores de
cabeza, y mucha tensión es la falta de conocimiento en entornos virtuales, los cuales hoy en día son
necesarios para el tipo de educación que estamos llevando. Cómo no entenderlos, si sabemos que por
muchos años nuestro sistema educativo fue netamente presencial.
¡No te angusties! Considera estos puntos a tomar en cuenta:
 No busques cursos muy extensos y complicados, cuya duración te
terminará generando más estrés.
 Inscríbete en webinars, foros, o conversatorios virtuales para
conocer en la práctica los mismos sistemas.
 Busca masterclass de 1 día.
 Revisa tutoriales cortos y prácticos de YouTube.
Realiza actividades en casa
No todo lo que realizas en casa debe ser programaciones, clases, lectura de libros, grabaciones
virtuales o aspectos relacionados a tu labor docente. Nuestra salud emocional depende de todas
aquellas actividades que realizamos por ello te sugiero:
 Preparar tu postre o plato favorito. Puedes hacer solo o en familia.
 Ver una película o serie de tu interés.
 Escuchas música de relajación o aquellas que más te guste, siéntela en tu interior.
 Realizar un dibujo o pintura.
 Hacer una pijamada o picnic como cuando eras niños.
 Contar cuentos en familia o revisar fotos divertidas
 Pero sobre todo recordar que NO solo eres docente, también eres hijo, eres padre,
eres tío, eres un ser humano con emociones y sentimientos como todos nosotros.

CREDITOS: LIC. MERLY ROJAS GALVEZ


COORDINADORA ONDE
“Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y
furiosa. Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y
desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar
juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente.
No somos autosuficientes; solos nos hundimos. Necesitamos de los demás y del Señor
como los antiguos marineros las estrellas. Invitemos a Jesús a la barca de nuestra vida.
Entreguémosle nuestros temores, para que los venza.

Al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él a bordo, no se naufraga.


El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar
esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde
todo parece naufragar.

WBR

También podría gustarte