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LA NUTRICIÓN

consiste en la reincorporación y transformación de materia y energía de los


organismos (tanto heterótrofos como autótrofos) para que puedan llevar a cabo
tres procesos fundamentales: mantenimiento de las condiciones internas,
desarrollo y movimiento,1 manteniendo el equilibrio homeostático del organismo a
nivel molecular y microscópico.
La nutrición es el proceso biológico en el que los organismos asimilan los
alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento, el crecimiento y el
mantenimiento de sus funciones vitales. La nutrición también es el estudio de la
relación que existe entre los alimentos, la salud y especialmente en la
determinación de una dieta equilibrada con bases a la pirámide alimenticia.
Los procesos microscopistas están relacionados con la
absorción, digestión, metabolismo y excreción. Los procesos moleculares o
microscopistas están relacionados con el equilibrio de elementos
como enzimas, vitaminas, minerales, aminoácidos, glucosa, transportadores
químicos, mediadores bioquímicos, hormonas, etc.
Como ciencia, la nutrición estudia todos los procesos bioquímicos y fisiológicos 1
que suceden en el organismo.
La buena nutrición consiste en comer una variedad de alimentos, limitar el
consumo de ciertos alimentos y bebidas y controlar la cantidad de alimentos y
calorías que se ingieren. Una alimentación equilibrada ayuda a reducir el riesgo
cardiovascular porque reduce tanto el colesterol y la presión arterial como el peso.
Características
La nutrición es la ciencia que estudia los procesos fisiológicos y metabólicos que
ocurren en el organismo con la ingesta de alimentos.
Muchas enfermedades comunes y sus síntomas frecuentemente pueden ser
prevenidas o aliviadas con una determinada alimentación; por esto, la ciencia de la
nutrición intenta entender cuáles son los aspectos dietéticos específicos que
influyen en la salud.
El propósito de la ciencia de la nutrición es explicar la respuesta metabólica y
fisiológica del cuerpo ante la dieta. Con los avances en biología
molecular, bioquímica y genética, la ciencia de la nutrición se enfoca en el estudio
del metabolismo, investigando la relación entre la dieta y la salud desde el punto
de vista de los procesos bioquímicos. El cuerpo humano está hecho
de compuestos químicos tales como agua, aminoácidos (proteínas), ácidos
grasos (lípidos), ácidos nucleicos (DAN/ARNA) e hidrosilicatos (por
ejemplo azúcares y fibra).
Una alimentación adecuada es la que cubre:
Los requisitos de energía a través de la metabolización de nutrientes como los
hidratos de carbono, proteínas y grasas. Estos requisitos energéticos están
relacionados con el gasto metabólico basal, el gasto por la actividad física y el
gasto inducido por la dieta.
Las necesidades de micronutrientes no energéticos como las vitaminas
y minerales.
La correcta hidratación basada en el consumo de bebidas, en especial el agua.
La ingesta suficiente de fibra dietética.

Tipos de nutrición en los seres vivos


Nutrición autótrofa. Es la que llevan a cabo los organismos que producen su
propio alimento. Los seres autótrofos son organismos capaces de sintetizar
sustancias esenciales para su metabolismo a partir de sustancias inorgánicas. El
término autótrofo procede2 de auto- ‘propio’, ‘por uno mismo’,3 y ‒́trofo ‘que se
alimenta’;4 por lo que significa ‘que se alimenta por sí mismo’.
Los organismos autótrofos producen su masa celular y materia orgánica a partir
del dióxido de carbono como única fuente de carbono, usando la luz o sustancias
químicas como fuente de energía. Las plantas y otros organismos que usan
la fotosíntesis son fotolitoautótrofos; las bacterias que utilizan la oxidación de
compuestos inorgánicos como el anhídrido sulfuroso o compuestos ferrosos como
producción de energía se llaman quimiolitotróficos.
Nutrición heterótrofa. Es la que llevan a cabo aquellos organismos que necesitan
de otros para vivir. El término heterótrofo proviene 5 de hetero- ‘otro’, ‘desigual’,
‘diferente’,6 y ‒́trofo ‘que se alimenta’;4 por lo que significa ‘que se alimenta de
otros’. Por tanto, los organismos heterótrofos (en contraste con los autótrofos) son
aquellos que deben alimentarse con las sustancias orgánicas sintetizadas por
otros organismos, bien autótrofos o heterótrofos a su vez. Entre los organismos
heterótrofos se encuentran los animales, los hongos, y la mayoría
de bacterias y protozoos.
Historia de la nutrición
Desde la aparición del hombre sobre la tierra, el tipo de alimentos que este ha
tenido que ingerir para su sustento ha variado a través del tiempo, debido a que
siempre se vio obligado a adaptarse a aquellos que tenía más próximos y le era
más fácil obtener con las escasas herramientas que poseía. Como por ejemplo,
sirva citar los estudios sobre los restos del ser humano más antiguo encontrado
hasta la fecha (el hombre de Atapuerca).
Se ha llegado a la conclusión de que este era carroñero y practicaba
el canibalismo,78 y competía por sus alimentos con otros animales de hábitos
alimenticios similares. En su andar en busca de víveres, se iba encontrando con
nuevos tipos a los que se veía obligado a adaptarse. A medida que la
disponibilidad de la caza mayor iba disminuyendo tenía que alimentarse de la caza
menor, de los mariscos (en algunas áreas) y sobre todo de plantas comestibles.
Esta fase adaptativa empezó hace unos 100 000 años.
GRAN CRUZADA NACIONAL POR LA NUTRICIÓN
Guatemala es uno de los países en Latinoamérica más afectados por diferentes
Problemas nutricionales, siendo la desnutrición crónica el problema que prevalece
más y afectan a uno de cada dos niños menores de 5 años. La población más
afectada es la niñez indígena y rural por los altos índices de pobreza,
analfabetismo etc. (Principalmente en los departamentos del occidente y norte del
país.)

¿En qué consiste esta estrategia?


La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, como prioridad de gobierno buscará
unir a todos los sectores del país con la finalidad de mejorar la nutrición de las
familias guatemaltecas, pero sobre todo con énfasis en las áreas más pobres y
marginadas de Guatemala aplicando un enfoque integral que responda a la multi
causalidad del problema.

La Cruzada está enfocada en cinco prioridades de atención:


1. prevenir la desnutrición crónica y anemia 2. reducir la morbilidad y mortalidad
materna e infantil 3. promover la seguridad alimentaria y nutricional de la población
guatemalteca 4. fortalecer en el país los servicios básicos de forma permanente y
oportuna 5. prevenir enfermedades infecciosas y crónicas

Servicios que se brindarán en las jornadas médicas:


1. Control de crecimiento y desarrollo 2. Vacunación 3. Desparasitación 4. Entrega
de micronutrientes 5. Atención médica 6. Control prenatal 7. Planificación
familiar 8. Educación preventiva en salud 9. Promoción de huertos
demostrativos 10. Agua y saneamiento.

Las principales entidades de Gobierno que dirigirán la Gran Cruzada Nacional por
la Nutrición son los ministerios de Salud Pública y Asistencia Social; de Desarrollo
Social; de Educación; de Agricultura, Ganadería y Alimentación; de Ambiente y
Recursos Naturales, y la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional.

Durante el mes de enero ha dado inicio la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición
en Guatemala uno de los planes más importantes del presidente Alejandro
Giammattei que contempla priorizar 114 municipios, donde detectarán casos de
desnutrición para combatir este problema en la población.
Los criterios para esta priorización tienen que ver con los altos niveles de pobreza
extrema, inseguridad alimentaria y desnutrición crónica en niños menores de 5
años, explicó durante el anuncio del plan Maritza de Oliva, secretaria de Seguridad
Alimentaria y Nutricional (Sesán) y punto focal del Movimiento SUN en Guatemala.
La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, que pretende disminuir entre 5 y 7
puntos porcentuales el índice de desnutrición en el país, es la estrategia nacional
que busca unir a todos los sectores del país: gubernamental, central y municipal,
de la empresa privada, las organizaciones no gubernamentales, de cooperación
internacional, académico, religioso y sociedad civil, con la finalidad de mejorar la
nutrición de las familias guatemaltecas, con énfasis en las más pobres y
marginadas del país, aplicando un enfoque integral para responder a la multi
causalidad del problema.
Para lograr lo anterior, se propone fortalecer la articulación de la red de los
servicios de salud a través de la ampliación de la Atención Primaria en Salud
(APSA) e incrementar el acceso a la promoción, prevención y atención de la salud
y la nutrición, la educación, acceso físico y económico a los alimentos, el agua
segura y saneamiento, así como a la protección social.
La Gran Cruzada Nacional incluye cinco prioridades de atención: (1) Prevenir la
desnutrición crónica y anemia; (2) Reducir la morbilidad y mortalidad materna e
infantil; (3) Promover la seguridad alimentaria y nutrición de la población
guatemalteca; (4) Fortalecer en todo el país los servicios básicos de salud,
dotándolos de medicamentos e insumos esenciales y necesarios en forma
permanente y oportuna; y (5) Prevenir las enfermedades infecciosas y crónicas.

Guatemala inicia la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición


Durante el mes de enero ha dado inicio la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición
en Guatemala uno de los planes más importantes del presidente Alejandro
Giammattei que contempla priorizar 114 municipios, donde detectarán casos de
desnutrición para combatir este problema en la población.
Los criterios para esta priorización tienen que ver con los altos niveles de pobreza
extrema, inseguridad alimentaria y desnutrición crónica en niños menores de 5
años, explicó durante el anuncio del plan Maritza de Oliva, secretaria de Seguridad
Alimentaria y Nutricional (Sesán) y punto focal del Movimiento SUN en Guatemala.
La Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, que pretende disminuir entre 5 y 7
puntos porcentuales el índice de desnutrición en el país, es la estrategia nacional
que busca unir a todos los sectores del país: gubernamental, central y municipal,
de la empresa privada, las organizaciones no gubernamentales, de cooperación
internacional, académico, religioso y sociedad civil, con la finalidad de mejorar la
nutrición de las familias guatemaltecas, con énfasis en las más pobres y
marginadas del país, aplicando un enfoque integral para responder a la multi
causalidad del problema.
Para lograr lo anterior, se propone fortalecer la articulación de la red de los
servicios de salud a través de la ampliación de la Atención Primaria en Salud
(APSA) e incrementar el acceso a la promoción, prevención y atención de la salud
y la nutrición, la educación, acceso físico y económico a los alimentos, el agua
segura y saneamiento, así como a la protección social.
ÍNDICE DE NUTRICIÓN EN GUATEMALA
Guatemala es un país de ingresos medios rico en recursos naturales. Sin
embargo, las cifras macroeconómicas esconden una realidad que mina las
posibilidades de desarrollo del país: las desigualdades sociales y económicas son
extremas y condenan a gran parte de la infancia del país a una vida limitada por
los efectos de la malnutrición. UNICEF trabaja para solucionar este problema
desde sus causas profundas
El aumento de la desnutrición crónica en niños y niñas menores de 5 años es
particularmente alarmante en Guatemala. En la población escolar se encuentran
porcentajes más altos en niños y niñas de origen indígena y en aquellos que
habitan en áreas rurales. Guatemala es actualmente es sexto país del mundo
con peores índices de malnutrición infantil.
El algunas regiones de la Guatemala rural, donde la mayor parte de la población
es de origen maya, los índices de malnutrición infantil alcanzan el 80%. Una dieta
basada casi exclusivamente en tortillas de maíz causa unos daños con efectos
permanentes en los niños y niñas.
La desnutrición crónica en Guatemala es un asunto preocupante. Afecta a uno de
cado dos niños menores de cinco años. Pese a la gravedad del asunto, se trata de
un tema que pasa desapercibido para la población en general, incluso para los
familiares de los que la padecen. UNICEF trabaja para concienciar a la población
en general sobre la importancia de que se actúe para solucionar esta situación.
¿Cuál es la situación en general de la infancia en Guatemala? ¿Y en lo
referente a la desnutrición?
La situación de la infancia en Guatemala no es buena. Tenemos un 3,4% de
mortalidad infantil. Nuestro principal problema es la desnutrición
crónica. Las principales causas de la mortalidad infantil son la neumonía y las
enfermedades diarreicas agudas y el 54% de estas enfermedades están
asociadas a algún grado de desnutrición. Es el problema básico de la infancia, que
trae muchas consecuencias y perpetúa todo el ciclo de la pobreza. La deserción
escolar es muy alta y en gran parte no se debe a la falta de oportunidades, sino a
las propias consecuencias de la desnutrición: disminuye la capacidad de
concentración de los niños y terminan desertando de la escuela. En Guatemala el
49,8% de los niños sufre desnutrición crónica, esto es, 1 de cada 2. Es el
primer lugar en América Latina y el sexto en el mundo en cuanto a desnutrición
infantil.
¿Cómo está trabajando UNICEF Guatemala para solucionar el problema de la
desnutrición? ¿Qué proyectos se están llevando a cabo?
Nos enfocamos principalmente en la parte preventiva. Hay que tener claro que la
desnutrición y, sobre todo, la desnutrición crónica es prevenible y
tratable. Nos centramos en apoyar las acciones preventivas y hacer seguimiento
del crecimiento. También abordamos el tema de los suplementos alimenticios con
micronutrientes, ya que el 40% de los niños menores de cinco años tiene
anemia. También estamos abordando la educación a la madre, ya que los datos
indican que la lactancia materna exclusiva no está funcionando como debe ser.
Estamos comprobando que sólo el 50% de los niños menores de 6 meses
reciben lactancia materna exclusiva, y ahí hay mucho trabajo por hacer, al igual
que en la alimentación complementaria, para que se inicie de forma adecuada a
partir de los 6 meses. Adicionalmente, trabajamos para implementar el uso de
tecnología móvil, que ha dado muy buenos resultados en otros países, sobre todo
en Malawi, que lo han usado para la identificación de desnutrición aguda. Aquí el
agente comunitario introduce los datos del niño, que inmediatamente lo registra en
un sistema y hace un diagnóstico. El sistema responde al trabajador comunitario
cuál es el estado nutricional del niño y qué acciones se deben llevar a cabo.
¿Cómo afecta la desnutrición infantil a la sociedad guatemalteca?
Es un problema muy grave para el país. La analogía que se hace es que la
desnutrición aguda es una condena a muerte, pero la desnutrición crónica es una
cadena perpetua, porque eso implica que el niño no va a tener un futuro
adecuado, no va a tener oportunidades ni de estudio, ni de empleo, y no va a ser
un adulto productivo. Eso afecta al desarrollo enormemente: no se va poder salir
de ser un país en vías de desarrollo si no se arregla la situación de
desnutrición. Guatemala pierde más de 3 mil millones de dólares anuales
debido a la desnutrición.
Además, si no se rompe el círculo, se transmite de generación en generación. Una
madre desnutrida va a dar a luz a un niño desnutrido, y si el niño no tiene una
adecuada alimentación en los primeros dos años de vida, va a tener muchas
dificultades: va a presentar una baja talla, el coeficiente intelectual no se va a
desarrollar igual, el niño puede perder hasta el 40% de sus neuronas potenciales,
va a tener muchos problemas de atención, y lo más seguro es que abandone los
estudios, con lo que las oportunidades de trabajo también disminuyen.
¿Existe conciencia del problema por parte de la sociedad guatemalteca?
 
No hay conciencia, se trata de un problema invisible. UNICEF está trabajando
muy duro para poner el tema sobre la mesa, sobre todo de cara al próximo año,
que es un año electoral. Necesitamos que haya una demanda de la sociedad.
Tiene que haber conciencia y voluntad por ambos lados, de la parte política y por
parte de la sociedad.
 ¿Cuáles son las causas de la desnutrición en Guatemala?
Se debe a varios factores: por un lado, la falta de alimentos; y por otro, los
hábitos alimenticios. Las madres piensan que los niños lloran porque les duele el
estómago, no por hambre, lo que solucionan introduciendo aguas caseras.
Cuando los niños las toman, se llenan y no tienen deseos de mamar porque se
llenaron. Así empieza todo el círculo, ya que la madre comienza a no producir
suficiente leche. Además, la alimentación complementaria es muy tardía y no es
adecuada ni en cantidad ni en calidad
LA NUTRICIÓN NO SIEMPRE ES NUTRICIÓN
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es la condición de
todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar tanto a nivel físico como a nivel
mental y social. Es decir, el concepto de salud no sólo da cuenta de la no
aparición de enfermedades o afecciones  sino que va más allá de eso. En otras
palabras, la idea de salud puede ser explicada como el grado de eficiencia del
metabolismo y las funciones de un ser vivo a escala micro (celular) y macro
(social).
El estilo de vida, o sea el tipo de hábitos y costumbres que posee una persona,
puede ser beneficioso para la salud, pero también puede llegar a dañarla o a influir
de modo negativo sobre ella. Por ejemplo, un individuo que mantiene una
alimentación equilibrada y que realiza actividades físicas en forma cotidiana tiene
mayores probabilidades de gozar de buena salud. Por el contrario, una persona
que come y bebe en exceso, que descansa mal y que fuma, corre serios riesgos
de sufrir enfermedades evitables.
En este bloque, estudiaremos la alimentación como fuente de salud y
especialmente las características de la dieta mediterránea y su importancia en la
prevención de enfermedades.

La alimentación saludable es uno de los objetivos principales en las sociedades


más avanzadas ya que permite a las personas disfrutar de una vida además de
longeva en condiciones optimizadas.

Cada vez más la preocupación de las personas por conocer lo que comen y las
condiciones en las que se produce obliga a los estados a incorporar una
información fidedigna en el etiquetado, así como el control sobre los procesos de
producción.

La nutrición es el proceso por el cual los nutrientes contenidos en los alimentos


satisfacen las necesidades de nuestras células y permiten el desarrollo adecuado
de nuestros sistemas y aparatos con el fin de proporcionar a las personas de una
resistencia física adecuada a nuestra actividad diaria.

Para llevar a cabo una correcta nutrición debemos conocer las necesidades
específicas de nuestro organismo en función de la edad, sexo y actividad que
realizamos.

La dieta es el resultado de la selección de los alimentos que vamos a ingerir para


proporcionar los nutrientes que requiere nuestro organismo. Por ello las dietas
dependen de otros factores o condicionantes como la cultura, la disponibilidad
estacional de los alimentos y los gustos específicos de cada persona, entre otros.

A lo largo de este curso conoceremos los nutrientes necesarios para satisfacer


nuestras necesidades calóricas y metabólicas y propondremos diferentes dietas
que nos permitan por una parte disfrutar de los alimentos y de una cocina creativa
y atractiva al tiempo que nos alimentamos de forma saludable.
1.1. Importancia y objetivos de la nutrición

En la actualidad, nadie discute la importancia de adquirir unos hábitos adecuados


para practicar una alimentación sana, suficiente y equilibrada. Los efectos
positivos o negativos de nuestra alimentación, tendrán repercusión, más tarde o
más temprano, en nuestra salud.

Desde la antigüedad se conocía que la salud y la alimentación estaban ligadas. Se


sabía que existía la posibilidad de enfermar cuando se consumían ciertos
alimentos y si se estaba enfermo de algo concreto, había alimentos que se podían
consumir y otros no.

Las enfermedades del ser humano han variado a lo largo de la historia. Muchas de
las que estaban relacionadas con la escasez de alimentos o la malnutrición han
desaparecido en la mayoría de los países desarrollados y han dado paso a otras
de carácter degenerativo o a enfermedades crónicas. También han aparecido
otras ligadas a la sobrealimentación derivadas de las costumbres alimentarias y
hábitos de vida de la sociedad industrial de finales del siglo XX y principios del
XXI.

Durante los últimos cincuenta años se ha podido establecer claramente la


asociación entre la correcta nutrición y la prevención de muchas enfermedades.

La alimentación es un factor biológico básico para subsistir. No sólo remite a la


satisfacción de una necesidad fisiológica idéntica en todos los seres humanos,
sino también a la diversidad de culturas y a todo lo que contribuye a modelar la
identidad de cada pueblo. Depende de las técnicas de producción agrícola, de las
estructuras sociales, de las representaciones dietéticas y religiosas y
consiguientes preceptos, de la visión del mundo y de un conjunto de tradiciones
lentamente elaboradas a lo largo de los siglos. Las relaciones entre esos aspectos
de la cultura y las maneras de alimentarse han existido siempre.

Los alimentos que consumimos, en toda su variedad cultural, definen en gran


medida la salud, el crecimiento y el desarrollo personal.

Tanto a nivel individual como colectivo, la alimentación tiene gran importancia en


la salud de la población. La dieta forma parte del entorno que afecta a los
individuos, y constituye, además, un elemento de abordaje esencial en la
promoción de la salud, en la prevención de las enfermedades y en la rehabilitación
de los enfermos.

IMPORTANCIA DE CONSUMIR FRUTAS Y VERDURAS EN LA DIETA


ALIMENTICIA
Las frutas y verduras son componentes importantes de una dieta saludable. Un
bajo consumo de frutas y verduras está asociado a una mala salud y a un mayor
riesgo de enfermedades no transmisibles. Se estima que en 2017 unos 3,9
millones de muertes se debieron a un consumo inadecuado de frutas y verduras
(1).

Incorporar las frutas y verduras a la dieta diaria puede reducir el riesgo de algunas
enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías y determinados tipos de
cáncer. También existen algunos datos que indican que cuando se consumen
como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sal (o sodio), las
frutas y verduras también pueden contribuir a prevenir el aumento de peso y
reducir el riesgo de obesidad, un factor de riesgo independiente de las
enfermedades no transmisibles.

Además, las frutas y las verduras son una fuente rica de vitaminas y minerales,
fibra alimentaria y todo un cúmulo de sustancias no nutrientes beneficiosas, como
fitoesteroles, flavonoides y otros antioxidantes. El consumo variado de frutas y
verduras ayuda a asegurar una ingesta adecuada de muchos de esos nutrientes
esenciales.

Las FRUTAS y HORTALIZAS contienen nutrientes esenciales para el organismo,


tienen un alto contenido en fibra, vitaminas, minerales, agua y sustancias
antioxidantes, no contienen colesterol y aportan pocas calorías. En todas sus
múltiples variedades, cocinadas o frescas, enteras o en zumos, el consumo de
estos alimentos es vital para conseguir un estilo de vida saludable. Contribuyen
especialmente en el estado de salud de los sectores de la población más
vulnerables, tales como los ancianos y los menores. Especialmente en este grupo,
el consumo de frutas y verduras es esencial. Con ellas, el rendimiento escolar, así
como el desarrollo físico e intelectual mejoran de forma significativa, tal y como lo
ha reconocido la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición)
en su Documento de Consenso sobre la Alimentación en los Centros Educativos.
Además, estos alimentos son vitales en la prevención de muchas y extendidas
enfermedades crónicas tales como la obesidad, muy especialmente entre la
población infantil.  Además de ayudar a mantener el peso ideal, consumir 5
raciones entre frutas y verduras supone un refuerzo para prevenir la diabetes, el
cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
'antienvejecimiento’

De forma genérica, las frutas y verduras contienen vitamina C (ayuda a mantener


una función normal del sistema inmune y está especialmente presente en cítricos,
como las naranjas, también en la piña y los tomates). También son buena fuente
de Vitamina E y betacarotenos (provitamina A), con propiedades antioxidantes,
que actúan contra los radicales libres, de modo que contribuyen al mantenimiento
de la salud celular (y por tanto, a prevenir el envejecimiento).

También nos ayuda a conservar una correcta salud ocular, al buen funcionamiento
del sistema nervioso y a mantener unos niveles normales de presión arterial
gracias a su contenido en minerales, principalmente potasio y magnesio, entre
otros.
Facilitan una buena hidratación

Su alto contenido en agua y nutrientes beneficiosos convierte las frutas y las


verduras en imprescindibles para el día a día. Cuando las altas temperaturas nos
acompañan son una de las principales fuentes de hidratación, así que es
fundamental no ‘bajar la guardia’ y no saltarse ninguna de las cinco raciones
recomendadas al día entre frutas y verduras (tres raciones de frutas y dos de
verduras, repartidas a lo largo de las distintas comidas).
Contribuyen a que la dieta sea variada y–aunque algunos lo pongan en duda-
¡muy sabrosa!

En las frutas y verduras encontramos tres de los cuatro sabores existentes: dulce,
ácido y amargo. ‘Por ello, podemos estimular el sentido del gusto combinándolas.
Si optamos por consumir frutas y verduras de calidad disfrutaremos mucho más y
nos beneficiaremos tanto de sus cualidades organolépticas –gusto, sabor,
aroma, textura‐ como nutricionales –agua, vitaminas, minerales, antioxidantes,
fibra‐’, explica la doctora Vicent.
Aportan muy pocas calorías

Por lo general, contienen muy poca cantidad de grasas, muy por debajo de otros
postres, aperitivos o tentempiés. Por ello, una dieta rica en estos alimentos será
baja en calorías y aportará las vitaminas y los nutrientes que el organismo
necesita.
Ayudan a prevenir enfermedades

Tal y como confirma Vicent, ‘las frutas y las verduras son la base en la dieta
mediterránea y son esenciales para que ésta sea considerada como uno de los
patrones alimentarios más recomendables del mundo por la multitud de beneficios
que proporcionan y su función a la hora de prevenir la aparición de enfermedades’.
Como vemos, nos sobran motivos para no olvidarnos de estos productos en
nuestros menús diarios. Otra de las partes positivas, además, es que cuentan con
una gran versatilidad culinarias: la fruta, por ejemplo, podemos consumirla
simplemente al natural, en macedonias, en brochetas, en zumo, mezclada con
yogur… Asimismo, las verduras, podemos tomarlas en ensalada (magnífica
opción, especialmente para los meses más calurosos), en forma de crudités, en
sopas frías, cremas, batidos… Eso sí, recuerda siempre optar por las frutas y
verduras que estén de temporada en cada momento. ¡Tu paladar (y tu bolsillo) te
lo agradecerán!

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