Es
decir, tenemos alimentos no procesados y que no provienen de orígenes
animales, aunque dentro de los vegetales, de las legumbres y de los
cereales enteros suma la clara de huevo y los lácteos desnatados.
“Este régimen es muy alto en vegetales y muy bajo en grasas
y proteínas, dado que a través de las legumbres, la clara de huevo y los
lácteos 0% a veces resulta muy complicado llegar a las cantidades
proteicas mínimas que necesita nuestro cuerpo para mantener la masa
muscular”, explica a CuídatePlus Rubén Bravo, portavoz del Instituto
Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) y experto de nutrición.
No se trata solo de un patrón alimenticio, ya que esta dieta también
recomienda 90 minutos de actividad física al menos tres veces por
semana.
En los años 90, el creador de esta dieta, Dean Ornish, profesor de
Medicina en la Universidad de California (San Francisco, Estados Unidos),
publicó el libro titulado Programa del Dr. Dean Ornish para revertir la
enfermedad cardíaca.
¿Realmente la dieta Ornish fomenta la prevención de las
enfermedades del corazón? Según Bravo, “la dieta Ornish nos puede
ayudar en varios aspectos sobre la salud: a evitar la diabetes tipo 2; a
controlar el sobrepeso o los niveles de obesidad; a proteger el corazón,
pues retira todos los alimentos que están relacionados con los diferentes
tipos de cardiopatías, como son las grasas saturadas y el exceso de
proteínas animales. También elimina totalmente el consumo de alcohol y
de tabaco”.
De este modo, el portavoz del IMEO considera que esta dieta, al ser muy
rica en vegetales y muy restrictiva en cualquier tipo de variable que incide
en el riesgo cardiovascular, estaría indicada para aquellas personas
que ya se encuentran en ese riesgo cardiovascular o que tienen una
tendencia genética predominante de cardiopatías al llegar a una edad
determinada.