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¿Y ahora quién manda?

En la historia, la mujer ha sido vista como el sexo dominado, el que únicamente se


encargaba de cuidar a nuestros hijos y hacer las labores del hogar; pero hoy en
día, en pleno siglo XXI es diferente, la mujer ahora actúa en todos los ámbitos y es
parte activa de la nueva sociedad, es la nueva mujer que ahora se ha ganado
justamente los mismos derechos e igualdad de los que gozaban los hombres, la
misma que hoy ocupa cargos como una presidencia o la que empieza a
incursionar en la ciencia, esta es la mujer del siglo XXI, de la que cualquiera
levemente perceptor de los cambios, se da cuenta que es un nuevo tipo de mujer.

Para comprender mejor el ensayo me pareció importante citar la siguiente frase:

“En cuanto se concede a la mujer igualdad con el hombre, se vuelve


superior a él” Margaret Thatcher.

Esta frase es suficiente para comprender que la mujer de hoy en día, si se le dan
oportunidades o más bien si se le cumple un derecho, el derecho que la reconoce
como igual, ella puede ser tan capaz o aun más que el hombre en la actividad que
desempeñe.

La nueva mujer de la que hablo, ha provocado toda una revolución social y


cultural, ha hecho que se cambien los roles, ahora, el hombre obligatoriamente ya
no tiene que ocupar los cargos altos o tomar las decisiones, hoy casi que ya es
normal, ver mujeres exitosas empresarialmente con sus maridos en la casa o
mujeres mucho mas estudiadas que los hombres. Ya que el reto que se ha
planteado la mujer hace varios años después de muchos sacrificios ya casi está
cumplido, el reto en el que la mujer ya deja de ser dependiente del sexo opuesto.
Lo que quizás deje al hombre en una impotencia por estos cambios de roles, lo
hace sentir inseguro, ya no tan dominante, mas frustrado, todo esto desconocido
hace varios años para el sexo que se creía el jefe de la especie.

Ellas quizás ya están empezando a dominarnos, antes el hombre debía ser fuerte,
duro, resistente, valiente, con un olor a sudor y trabajo, pero cada día nos están
condenando a mostrar sentimentalismos, a bañarnos todos los días, a oler bien,
etc. Quizás no solo se esté transformando la mujer sino también el hombre, ¿el
nuevo hombre del siglo XXI?, esta mujer está tomando las riendas, tal vez ha
aprendido del que por muchos siglos fue el mentor, tal vez ya sabe que el hombre
es mas instintivo que la mujer y que muchas veces este no usa la cabeza, ella lo
sabe y lo está aprovechando. Ella es inteligente, sabe utilizar sus sentimientos,
emociones y su lenguaje corporal, es creativa, puede realizar varias tareas al
mismo tiempo; esta es la mujer que se nos está adelantando y que está
empezando a gobernar el mundo.

Sin embargo tampoco podemos ignorar la naturaleza del sexo femenino y esto es
un punto en contra, para el nuevo tipo de mujer, puesto que la mujer está hecha
físicamente y sicológicamente para cuidar hijos, para amamantarlos, para
simplemente ser madre o desempeñar un oficio en el que no sea necesaria la
fuerza, lo que la limita y lo que probablemente haya creado en los inicios de la
especie humana, la percepción de que la mujer solo sirve para cocinar, cuidar los
hijos, etc. Pero por otra parte, esto no la hace, sino más habilidosa y capaz,
porque además de poseer la inteligencia y el razonamiento del hombre, ella puede
realizar estas funciones adicionales, quizás por eso es que podemos ver a madres
cabezas de familia luchando solas para salir adelante, que deben trabajar y a la
vez estar atentas al hogar y a los hijos, es algo propio del sexo femenino lo que le
da una ventaja más, si nos ponemos a comparar.

Pero la lucha por la igualdad de la mujer aún no está completa, a pesar de que
muchas mujeres han derramado sudor y sangre para lograr algunos privilegios
para la mujer actual, sigue existiendo un sin número de machistas de los dos
géneros, también muchas formas de explotación que pueden verse aceptables o
la imposición de que la mujer debe ser “bella” o sino no es mujer, lo que la deja, en
una lucha constante que creo que está ganando, en estos tiempos de elecciones
ya podemos mirar candidatas a una alcaldía, a un consejo que tienen grandes
posibilidades de ser elegidas, pero también miramos amas de casa que sufren la
violencia intrafamiliar, mujeres con menos salario por el simple hecho de ser
mujeres, violaciones y humillaciones, pero la mujer las enfrenta con las armas de
la dialéctica y su inteligencia.

Pero que la mujer este ganando terreno no significa que deba iniciar una guerra
entre los dos sexos para ver quién se quedara con el dominio de la especie o
quién será más capaz, sino que debe significar una complementación entre los
dos, de que el hombre acepte a la mujer como una igual y con los mismos
derechos y capacidades, y que la mujer no mire al hombre como un ser a alcanzar
sino como el ser que ayude a su auto liberación, porque, ¿qué es mejor?, ¿un
esclavo y su amo? o ¿dos personas inteligentes pensando conjuntamente?.

Para terminar, una frase que resume mi ensayo:

“Hombres, sus derechos y nada más; mujeres, sus derechos y nada


menos…” Susan B. Anthony (1829-1906).

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