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Universidad Metropolitana de Monterrey

Licenciatura en Psicología

Psicología y Violencia
Ensayo: Machismo y violencia

Nombre: María Leticia


Villanueva Monsiváis
Matrícula: 209906
Grupo: 9A matutino
Profesora: Daniela Leticia
Guajardo Martínez

Monterrey, N.L., a 27 de Junio del 2022


Machismo y su relación con la violencia

Dentro de la historia que ha recorrido la mujer, podemos encontrarnos con un camino


de deconstrucción, y anudado a ello, un cambio de patrones comportamentales.
Probablemente nos suena familiar aquel contexto donde el hombre, probablemente
padre de familia y figura de autoridad era la máxima figura a quien había que respetar,
realmente era conocido por ese gran sobrenombre, jefe de familia. Sin embargo, ese
jefe de familia también abusaba de su esposa, creía que se ganaba respeto a base de
amenazas y golpes, y aunque tampoco es razonable decir que en todas las familias se
vivía una situación similar, sí podemos decir que en la mayoría e incluso, que
actualmente hay casos de este tipo.

A lo largo del tiempo a la mujer se le ha otorgado posición, como mujer, mujer


trabajadora, mujeres en contextos donde antes no era muy común como lo es la
política, la medicina, las ciencias, en la industria, y desde este punto podemos partir.
Lamentablemente se vivió machismo y violencia de género desde que se decidió (años
atrás) que los estudios únicamente eran dignos para los hombres pues eran quienes
proveían recursos a sus familia, la mujer era solo un elemento en la familia que se
dedicaba a los labores del hogar. Gracias a quienes hicieron frente luchando, hoy
tenemos acceso a todas las carreras universitarias posibles y ocupamos cargos
importantes que antes no serían una opción pues se creía que una mujer no podía
llegar a tanto y por el simple hecho de serlo, era común llamarnos tontas, hoy día, ya
hay una mujer mexicana en el espacio que sin duda es un triunfo para todas las
generaciones que fueron privadas de oportunidades y derechos.

Ahora bien, desde la revisión de un ejemplo tan sencillo como el anterior, es necesario
revisar como las conductas machistas tienen (por ponerle un nombre) un proceso, y es
que esto realmente comienza desde comentarios donde se aplica “mansplaining”, un
fenómeno que se presenta cuando un hombre te explica algo de manera
menospreciante creyendo que por el hecho que eres mujer, comprendes menos que un
hombre, y sin necesidad que esto provenga necesariamente de nuestra pareja sino, de
algún hombre que está a nuestro alrededor (amigos, jefes de trabajo), podemos decir
que esto puede comenzar desde este punto para trascender hacia los comentarios
“inofensivos” por parte de nuestras parejas, que creemos normal gracias a que solo son
palabras, sin ponernos a reflexionar todo el trasfondo que hay de acuerdo a la violencia
verbal y psicológica, esto impacta más de lo que imaginamos y no es culpa de quien
permite comentarios de este tipo, sino, que nunca ha sido relevante el aprender a
identificar los mismos comentarios ya que esto ha estado normalizado desde hace
mucho tiempo. Y lamentablemente, “el dejar pasar” solo abre puertas a lo que son
insultos, discusiones, amenazas y golpes, no se hace referencia tampoco a una
especie de culpa de quien es abusada por dejar pasar sino que te ciegan comentarios
del tipo “solo está enojado, después me hablara bien”, “fue una discusión, todas las
parejas discuten”, pero una prevención haría sin duda la diferencia porque brindamos la
información certera para generar un cambio, sobre todo en chicas adolescentes que
muchas ocasiones son abusadas por sus parejas y es tan difícil intervenir en casos así
ya que la mayoría de situaciones de este tipo se ven envueltos en manipulación hacia
la mujer.

Un fenómeno como lo es el machismo no solo es tarea de la mujer al decirle “aléjate


del hombre” porque entonces el machismo seguirá existiendo (en ocasiones hasta en la
misma mujer), también es tarea de las nuevas generaciones hacia ser un punto de
cambio, nuestros padres nos brindan lo bueno y lo malo en todo aspecto, es nuestra
tarea cambiar lo que no nos gusta, en este caso, comportamientos machistas y
misóginos. A su vez, también reflexionar nuestro consumo, sobre todo en la comedia,
donde son muy naturales los chistes donde abunda la misoginia escudándose siempre
desde el típico “es humor negro, solo muy poca gente logra comprenderlo”, y aquí la
respuesta es que es gracioso únicamente para quienes ejercen machismo y misoginia.

Hablar de las nuevas generaciones es “más sencillo” porque hablamos de prevención


que aun así lleva un proceso complejo, no se hacen a un lado las generaciones
antiguas, sino, que tendrían un proceso de deconstrucción demasiado complejo porque
hablamos de cambiar comportamientos que han prevalecido por años, no es imposible,
pero se requieren más recursos para un cambio.

En conclusión, es muy preocupante revisar que a pesar de encontrarnos en 2022 es


alarmante el número de casos de feminicidios donde el agresor contiene actitudes de
misoginia y machismo evidentemente. Pero presta más a reflexión el observar como el
machismo es una de las principales causas para la violencia hacia la mujer, algo que
puede cambiarse pero que sin duda, requiere de mucho y muchos para un cambio
drástico y que probablemente requiere mucho tiempo.

Afortunadamente, hoy día, el movimiento feminista ha tomado participación en la parte


de educación si podemos llamarle de esta manera, en cuestión de brindar ayuda a la
mujer para identificar acciones que violenten su integridad y sobre todo también
distribuir información mediante redes sociales lo cual ha sido de mayor ayuda para toda
la población porque indirectamente hacemos conciencia tanto a hombres como a
mujeres para saber desde que punto contextual se encuentran, es decir, “yo recibo
violencia, o yo ejerzo violencia”.

De la misma manera, siempre es necesario cuestionarnos, tanto lo que vemos en


nuestras relaciones interpersonales para hacer conciencia en nuestros círculos
sociales, así como lo que consumimos en internet y analizar como una persona con
tantos seguidores por ejemplo, tiene poder en su palabra para influenciar a millones de
seguidores, porque entonces hablamos de invitar a hacer un cambio o invitar a seguir
un patrón de conductas que puede detonar en abusadores en potencia, es decir, no se
dice que un abusador o feminicida se crea a base de lo que ve en internet, sino, que
quien ya es así a base de sus comportamientos, al ver esto, normaliza más la violencia
y hasta cierto punto la hace parte de él o ella.

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