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Bienestar Laboral

Estados del yo
Los tres estados del yo de los que habla el análisis transaccional son el niño, el padre y el
adulto. De lo que se trata es de lograr que el adulto tome el control y regule las otras
dimensiones de la personalidad.
Según esta teoría, cada persona interactúa con los demás a partir de alguno de esos
estados. Los estados del yo se definen como formas específicas de sentir, pensar y
actuar. De cada uno de esos estados se derivan consecuencias concretas en nuestras
interacciones con el mundo.

Estado NIÑO
El niño es el más básico de los estados del yo. Corresponde a los impulsos más
elementales, que se aprendieron y se esgrimen desde la infancia y que, por diversas
razones, han quedado fijados en nuestra personalidad.

 Expresar lo que sentimos y pensamos de forma completamente


espontánea.
 Corresponden los impulsos, las fantasías ilimitadas y todo el mundo de lo
irracional.
 Es una realidad en la que predominan las emociones por encima del
pensamiento.
 La imprevisión, la imprudencia y la espontaneidad es lo que sobresale.
 Manifestarnos con caprichos y/o
berrinches.
 Busca que otros se hagan cargo de él.
 Se enfada cuando no logra lo que desea.
 Sumisión o rebeldía.
 Emociones muy intensas.
 Movido por: “me gusta, no me gusta, meda la gana”.
 Miedos irracionales.

Estado PADRE
Este corresponde a todo aquello que aprendemos de nuestros padres durante la
infancia. Es como una réplica de sus comportamientos y formas de ver el mundo.
corresponde a actitudes relacionadas con el ejercicio de la autoridad y el poder, así como
las creencias, los prejuicios, las ideologías y todo aquello que compone el mundo de las
normas y valores. También la postura frente a la libertad.

 Se asocia con la protección, el cuidado y las funciones de orientación y guía.


 Está relacionado con el autoritarismo, la verticalidad y el ejercicio del poder sobre
los demás.
 Exigencia.
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 Busca imponerse a los demás.


 Creencias y prejuicios.
 Pensamiento “debo de” y/o “tengo que”.
 Pensamiento rígido: “esto se hace así, no pienses así,
eso está mal, no pidas, piensa en los demás” etc.
 Prioridad a sus compromisos con los demás.

Estado ADULTO
El adulto es la forma organizada de percibir la realidad, de acuerdo con los conocimientos
y las experiencias que hemos adquirido como fruto de la reflexión autónoma. Se podría
decir que es la dimensión más auténtica de nuestro ser.
Es el único de los estados del yo que «nos muestra tal y
como somos», sin los condicionamientos que recibimos de
nuestro entorno primario. Comprende nuestras facetas más
racionales y autocríticas. No excluye ni al niño ni al padre,
pero consigue moderar sus expresiones y sus efectos.

 Predomina la razón.
 Piensa antes de actuar.
 Autocontrol y la autodeterminación.
 Sabe adaptarse a cada situación.
 Actúa de modo eficaz y en función de sus objetivos.
 Expresión de emociones sanamente.
 Movido por: “conviene, quiero, voy a, asumo, decido, elijo, me hago responsable”
etc.
 Asume compromisos y respalda sus decisiones.

ADULTO

PADRE

NIÑO

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